Bueeeeeno, pues ya está aquí de nuevo. Fin de año ha llegado y con él todas esas promesas que nos hacemos a nosotras mismas de cara al año que viene y que, seamos honestas, casi nunca cumplimos. ¿Por qué ocurre esto? Obviamente, la debilidad de la voluntad humana es la razón principal, pero también hay otros aspectos que influyen; ser poco realistas (no, no vas a ir al gimnasio seis veces por semana), tener unas expectativas demasiado altas o hacer la lista de propósitos cuando ya hemos bebido demasiado podrían tener algo que ver.
En internet hay infinidad de recomendaciones acerca de cómo debes hacer tu lista de propósitos de fin de año para que estos se cumplan. Entre las más acertadas están, por ejemplo, que tus buenos propósitos no comiencen el día 1 de enero (asúmelo, vas a tener una resaca infernal y aún quedan muchas navidades por delante), que tengas más de un propósito (así resultará menos frustrante si no cumples alguno de ellos), que te marques metas objetivamente realizables(es decir, que te propongas cosas más sencillas de alcanzar, no logros tan ambiciosos que no sepas ni por dónde empezar) o que huyas de los tópicos (perder peso, hacer más ejercicio, dejar de fumar… medio planeta se ha propuesto lo mismo durante décadas y ha fallado estrepitosamente; ¿no va siendo hora de que reconsideremos este Top 10 absurdo de propósitos de fin de año?).
Como este 2019 queremos que triunfes en todo aquello que te propongas, aquí van algunos consejos “made in Freeda” para que tus propósitos de fin de año sean más realistas y, por tanto, también más realizables.
Sé sincera contigo misma
Mide tus fuerzas y asume tus límites. No se trata de que NO PUEDAS hacer algo, sino de que seas lo suficientemente sincera para asumir que, sencillamente, NO LO VAS A HACER. Llámalo pereza, llámalo falta de voluntad, llámalo carpe diem… Llámalo como quieras, pero es mejor saber desde un principio qué es lo que realmente estás dispuesta a hacer (y lo que no).
Aprende a conocerte mejor
Escucha a tu cuerpo, a tu metabolismo, a tus emociones, a tu cabeza… Como diría el filósofo: “conócete a ti misma”. Y aprende a llegar a acuerdos con esa vocecilla que tienes dentro de tu cabeza y que parece que conspira contra ti.
Deja de sentirte culpable
Si, a pesar de todo lo que hemos dicho anteriormente, este 31 de diciembre decides proponerte cosas imposibles y, por alguna misteriosa razón, no cumples con ellas, no te mortifiques. Cómete ese trozo de tarta si te apetece, no vayas al gimnasio si estás cansada, tómate esa cerveza o fúmate ese cigarro si lo necesitas. Pero luego no te pases el resto del día arrepintiéndote por ello. La vida es corta para cargarnos con tanta culpa en un solo año.
Menos es más
Reorganiza un poco tu vida. Dona toda esa ropa que ya no te pones (o haz una fiesta en casa e invita a tus amigas a que se lleven lo que quieran), regala todos esos libros que ya has leído (o que nunca leerás) y tira esos viejos CDs (no, nunca más vas a volver a escuchar a los Backstreet Boys… al menos no en CD). Quizá sea el momento de que conozcas a Marie Kondo, la gurú del orden. Y recuerda el dicho: menos es más. Menos cosas, más espacio.
Dale una tregua al móvil
No, no se trata de una cruzada contra la tecnología. De hecho, si tuviera que hacer una lista con todas las cosas de mi vida que han mejorado gracias a internet, no acabaría nunca. Pero estar conectada las 24 horas del día, también tiene sus desventajas. Por ejemplo, darte cuenta de que has perdido gran parte de tu capacidad de concentración o que no eres capaz de relajarte del todo. No hay que renunciar al smartphone, a internet o a las redes sociales, pero sí podemos rebajar un poco la dependencia que tenemos de todo ello. Dejar el móvil en otra habitación mientras vemos una película o mientras nos duchamos podrían ser pequeños primeros pasos.
Haz más todas esas cosas que te gusta hacer
Si te gusta viajar, viaja más (no hace falta que te gastes un dineral yéndote a la otra punta del mundo; puedes planificar viajes más pequeños y asequibles que te harán igual de feliz). Si te gusta leer, lee más (y considera hacerte socia de la biblioteca pública más cercana si no quieres dejarte tu escasa fortuna en libros). Si te gusta cocinar, hacer manualidades, patinar, ver películas… hazlo, e intenta hacerlo todo más a menudo. Tu salud emocional te lo agradecerá.
Trata de ver más a tus amigas
Pocas cosas más terapéuticas que pasar un día entero con tus amigas. Da igual lo que hagáis, lo importante es que estéis juntas. ¿Sabes esa sensación con la que vuelves a casa después de un día así? Pues intentemos que eso se repita más a menudo. Menos whatsapps y más face-to-face.
Planifica menos
Mira, seamos realistas, el futuro es impredecible, así que ¿de qué sirve proponernos tantas cosas si no sabemos qué va a ser de nosotras el mes que viene?
Y sobre todo, no te obsesiones
Los propósitos son aspiraciones, pero nunca deberían transformarse en obsesiones. Trabaja para conseguir lo que te has propuesto, pero no hagas de eso el centro de tu mundo ni te frustres si no consigues lo que te has propuesto. Recuerda que fin de año siempre llega y que, si este año no logras cumplir todos tus propósitos, siempre habrá un nuevo 31 de diciembre para volver a empezar de cero.
¡Feliz 2019!
Toda la información e imágenes son FREEDAMEDIA.
Link original: http://freedamedia.es