A mediados de julio, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza declaró que las mujeres en México ganaban 16% menos que sus contrapartes masculinas. El día de ayer, las encuestas de la INEGI durante 2018 no sólo comprobaron la brecha salarial, sino que presentaron números realmente alarmantes: en México, las mujeres ganan 40% menos que los hombres.
Según la encuesta realizada por la INEGI, hay una diferencia sustancial entre el promedio de ingreso de hombres y mujeres en todos los rangos de edad y nivel de escolaridad.
La menor diferencia se da entre los 12 y 19 años, cuando las mujeres ganan 31% menos que los hombres. Esto quiere decir que aun en el momento en que la diferencia salarial entre hombres y mujeres es menor, sigue siendo de 31%. La brecha parece estar marcada desde el origen.
Las cosas empeoran al crecer pues entre mayor es el rango de edad, mayor es la brecha salarialde hombres y mujeres.
Viñeta de El Roto. (Imagen: El País)
Cuando ambos tienen 60 o más años, los hombres ganan hasta 47% más que la mujer. Este número es especialmente preocupante al tomar en cuenta las condiciones precarias que vive la población de la tercera edad. Las mujeres mayores se ven obligadas a continuar el trabajo de cuidados, responsabilizándose a veces por niños que ni son parte de su familia, al tiempo que cuidan de sí mismas.
La diferencia salarial no desaparece a mayor grado de escolaridad, de hecho, la brecha aumenta entre licenciatura y posgrado. Mientras que una mujer con carrera profesional puede ganar 30% menos que su contraparte masculina, tiende a ganar 44% menos a nivel posgrado. (Vía: INEGI)
La más grande diferencia de ingresos por nivel escolar se da entre hombres y mujeres que sólo cuentan con primaria completa con 47%. Que las mayores distancias se den a mayor edad y menor escolaridad, deja en posición de vulnerabilidad a gran parte de las mujeres.
Promedio de ingresos trimestrales por grupos específicos. (Imagen: INEGI)
La brecha salarial también está presente en las poblaciones indígenas. La diferencia entre población urbana y rural es alarmante por sí misma, pues la población rural gana 46% menos que la urbana. Aunado a esto, las mujeres indígenas ganan 42% menos que sus contrapartes masculinos.
Es decir, las mujeres indígenas ganan sólo 16% de lo que gana una persona en zona urbana. ¡Únicamente 16%! Las mujeres indígenas, por el simple hecho de haber nacido mujeres en una comunidad indígena, ganan 83% menos que los ciudadanos de zonas urbanas.
El trabajo doméstico es trabajo. Ilustración de Nardi.
Pareciera que en México, a la mujer se le castiga por el simple hecho de haber nacido mujer. No importa si alcanza el grado de escolaridad más alto, no importa si lleva más de sesenta años trabajando, no importan sus logros mientras sea mujer.
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