El Coneval destacó que la pobreza se agudiza en el sureste del país, afectando a los pueblos indígenas, los adultos mayores y las personas con discapacidad, así como a los niños y adolescentes.
El estado que reportó el menor porcentaje de personas en situación de pobreza en 2018 fue Nuevo León, con el 14.5 %, mientras que el más pobre fue Chiapas, con el 76.4 % de sus habitantes.
La Ciudad de México registró 2.7 millones de personas pobres, lo que supone el 30.6 % de la población capitalina.
El rubro que tuvo un mayor deterioro en el periodo de referencia fue la población vulnerable por ingresos. Para las mujeres, en 65.7%, mientras que para los varones el repunte fue de 66.3%,
Los indicadores sociales disminuyen significativamente entre hombres y mujeres en el periodo 2008-2018, aunque el único sector que tiene un aumento es el de la carencia por acceso a la alimentación. Este resultado es grave cuando advertimos que México aún debe combatir la desnutrición.
La pobreza extrema para la población indígena y no indígena tuvo una reducción de 15% y 29%, respectivamente, entre 2008 y 2018. Sin embargo, en la población vulnerable por ingresos, las comunidades indígenas padecieron un aumento de 46.7% frente al repunte de 30.4% para los no indígenas. Aquí podemos observar el deterioro en el nivel de ingresos de la población mexicana, lo cual imposibilita ejercer una mejor calidad de vida y movilidad social.
Los indicadores sociales tuvieron un mejor desempeño, el único rubro que se incrementó fue el de la carencia por acceso a la alimentación. El actual gobierno federal tiene un gran reto porque debe generar líneas de acción pertinentes que logren reducir el número de mexicanos vulnerables por ingresos y el acceso a la alimentación, pues son los dos rubros que mayor deterioro enfrentaron.
Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
Link original: https://expansion.mx/economia