Las Galas de Premios Como Espacios de Reivindicación

Lo vimos en los Globos de Oro de este año con los discursos de Michelle Williams o Kate McKinnon y lo hemos visto en muchas ocasiones antes, sobre todo desde que aparecieron movimientos como MeToo o Time’s Up. Conscientes de la repercusión mediática que tienen estas galas, los discursos de las estrellas cada vez se alejan más de los simples agradecimientos y los lugares comunes, para convertirse en reivindicaciones en favor del feminismo, los derechos de las personas LGTBI+ o contra el racismo.

Y aunque es imposible ignorar que la mayoría de ellos hablan desde una posición privilegiada, es reconfortante ver cómo este tipo de plataformas se aprovechan para algo más que para dar las gracias. Tampoco es casual que muchas de estas reivindicaciones provengan de las mujeres, que cada vez ocupan un papel más destacado en industrias como las de la música, el cine o la televisión.

Una de las pioneras fue Sacheen Littlefeather, la mujer nativo americana que el actor Marlon Brando –en aquella época, muy implicado en el movimiento indígena estadounidense– eligió para que subiera al escenario en su lugar cuando le dieron el Oscar a Mejor Actor en la ceremonia de 1973. Esta activista por los derechos civiles de los indígenas, ataviada con un vestido apache, utilizó su tiempo en el escenario para reclamar que los nativos recibieran un trato justo en la industria del cine y la televisión, y para rechazar el Oscar en nombre de Brando. La activista también hizo referencia a lo ocurrido en Wounded Knee, un pueblo de Dakota del Sur que había sido tomado unas semanas antes por un grupo de indígenas en protesta por el incumplimiento, por parte de gobierno de Estados Unidos, de los tratados establecidos con las tribus indias. El discurso había sido escrito por el actor, pero tenía mucho más sentido siendo leído por ella, y constaba de 15 páginas, pero a Littlefeather no le permitieron leerlo y le obligaron a ceñirse a una escueta declaración de un minuto; al terminar, leyó el discurso completo ante la prensa. No a todo el mundo le gustó el gesto de Brando: el actor John Wayne entró en cólera y tuvo que ser contenido por el equipo de seguridad de la gala. Otros actores como Clint Eastwood o Michael Caine también se rieron o criticaron el gesto reivindicativo.

Unos años después, en 1989, una jovencísima Jodie Foster, recogió el Oscar por su interpretación en The Accused, una historia real sobre la violación pública de una joven. La actriz reconoció lo difícil que había sido sacar adelante un proyecto tan controvertido y manifestó la esperanza de que el galardón facilitara el trato de temáticas similares en el futuro. La película, valiente y muy dura, especialmente por las escenas en las que Sarah recuerda y narra la violación, reflexionaba acerca de las actitudes que tenemos hacia las víctimas de violación. “Es culpable, no es culpable, qué llevaba puesto, qué hacía…” Al final, reconocía Foster “todas esas preguntas son inválidas, la crueldad es inadmisible en cualquiera de sus formas”.

Con una sutil ironía, en 1993 la actriz Emma Thompson aprovechó su discurso en la gala de los Oscar para hacer una breve mención a la situación de las mujeres en el siglo XIX. Thompson recogía su galardón como guionista de la película Sentido y Sensibilidad, basado en la popular obra literaria de Jane Austen y, entre todas las dedicatorias serias, sorprendió su mención al productor ejecutivo de la película, Sydney Pollack, a quien la actriz y guionista ridiculizaba con humor, descontextualizando su desafortunada pregunta: “¿Por qué estas mujeres no podían salir y conseguir un trabajo?”. “Claro, ¿por qué?”, se contestaba a sí misma con sarcasmo Thompson, desatando la risa de la audiencia.

No solo el mundo del cine ha visto cómo sus galas se convertían en improvisados espacios de reivindicación. En 1997, la fantástica Fiona Apple dejaba salir toda su rabia contra la idolatría de las estrellas del pop en los MTV Video Music Awards, con un célebre discurso que podría resumirse en su mensaje principal: “This world is bullshit” (Este mundo es una mierda). Apple, que recogía el premio a Mejor Artista Revelación, comenzó reconociendo que no se había preparado un discurso y que no iba a recoger su premio de la misma manera que lo hace todo el mundo. Citó a Maya Angelou y declaró que creía más importante utilizar estos minutos, no para dar las gracias, sino para lanzar su mensaje: “Este mundo [la industria de la música] es una mierda y no deberías modelar tu vida en función de lo que nosotros pensemos que es guay, de lo que llevemos o de lo que digamos. Sé tú mismo”. Paradójicamente, en 2017 la plataforma Genius creó varias piezas de ropa utilizando frases de este discurso, dentro de su colección 1997, inspirada en la cultura pop de ese año.

En 2002, Halle Berry se alzaba con el premio a la mejor actriz por su rol en Monster’s Ball. La edición número 74 de los Oscar hizo historia por la hasta entonces inaudita inclusión racial, pues Denzel Washington ganó también como Mejor Intérprete Masculino. Berry emocionó al auditorio con su respiración entrecortada y sin poder contener las lágrimas. “Este momento es mucho más grande que yo”, confesaba, al darse cuenta de que había sido la primera mujer afroamericana en hacerse con el galardón más importante de la historia del cine.

Cuando en 2015, Patricia Arquette recogió su galardón a Mejor Actriz Secundaria por el drama Boyhood, aprovechó parte de su tiempo en el escenario para demandar equidad de salarios e igualdad de derechos para las mujeres (puntualizó, en los Estados Unidos de América). Arquette consiguió con sus enfáticas peticiones, los vítores de Meryl Streep (de nuevo compañera de nominación) y de la cantante Jennifer López. En 2019, cuando recogió su Emmy a Mejor Actriz Secundaria, volvió a utilizar su tiempo para hacer una reivindicación, esta vez mucho más personal y emotiva, dedicada a su hermana Alexis, actriz trans que había fallecido unos años antes. Patricia Arquette declaró que no pararía de luchar hasta que las personas trans dejen de estar perseguidas, exigiendo además que les ofrezcan trabajos para acabar de una vez con este sesgo.

Al igual que Arquette, otra actriz ampliamente conocida por sus reivindicativos discursos es Viola Davis, que en los Bafta de 2017, cuando recogía el galardón a Mejor Actriz de Reparto por Fences, se hizo eco de las reivindicaciones del movimiento Black Lives Matter contando la historia de su propio padre, que había trabajado cepillando caballos o como conserje y que, según la actriz, murió de cáncer en un McDonald’s. “Cuando mi padre murió, una de las primeras cosas que pensé fue: ‘¿Tuvo significado su vida?’ Y August [Wilson, el guionista de Fences] responde a esa pregunta de forma brillante, porque lo que ha hecho es decir que nuestras vidas, como afroamericanos, importan. (…) Gente que no ha llegado a los libros de historia, pero que tiene una historia y esas historias merecen ser contadas porque esa gente vivió“.

En 2018, Frances McDormand recogía el Oscar a Mejor Actriz por el thriller Tres Anuncios a las Afueras, animando a todas las mujeres de la sala nominadas al Oscar a levantarse de sus asientos. Empezando por una de las más longevas, Meryl Streep, que competía con ella en la misma categoría, el auditorio femenino se puso en pie para demostrar la cantidad de mujeres que forman parte de la industria cinematográfica. De esta forma, McDormand pidió a los productores que empiecen a dar apoyo a los muchos proyectos de autoría femenina que están en gestación y advirtió que mejor lo hiciesen mediante una reunión formal y no en la fiesta de celebración de los galardones.

Una de las reivindicaciones más recientes ha sido la de la actriz Michelle Williams, que cuando recogía su galardón por su papel en la miniserie Fosse/Verdon en los Globos de Oro 2020, aprovechaba para reclamar el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y para reivindicar los derechos reproductivos. En un año especialmente complicado en Estados Unidos en lo que al aborto se refiere, Williams, que además está embarazada, recordó la importancia de poder elegir y de votar para que esto sea posible: “A todas las mujeres entre 18 y 118 años, cuando llegue el momento de votar, hacedlo pensando en vuestros propios intereses. Es lo que los hombres han estado haciendo durante años, por eso el mundo se parece tanto a ellos“.

https://youtu.be/LRJNl4faTVA

Toda la información e imágenes son de Freeda Media.
Link original: http://freedamedia.es