Machismos cotidianos abonan a clima de violencia que viven las mujeres en México

Mujeres de México, y todo el mundo, son víctimas de machismos cotidianos pequeñas expresiones y comportamientos ‘permitidos’ a su género.

Basta despertar, abrir alguna red social para encontrarlos, o salir a la calle para encontrarlos en nuestro camino, se trata de los machismos cotidianos que viven las mujeres en México y que permiten que una cultura que denosta a la mujer crezca y se mantenga.

Como son mujeres quienes viven este tipo de violencia a veces invisible pero certera a la hora de mantener el status quo, sólo ellas podrían escribir al respecto.

Claudia de la Garza y Eréndira Derbez son dos historiadoras del arte que plasmaron en el libro, ‘No son micro: Machismos Cotidianos’, todas las expresiones y actitudes a las que están expuestas las mujeres.

Con la voz de la periodista y activista Lydia Cacho en la contraportada, este trabajo ofrece un retrato fiel de las limitantes y expectativas, a veces contradictorias, a las que las mujeres se ven expuestas en una sociedad regida por un sistema en el que siempre se encuentran en desventaja.

LA VIDA DIARIA PUEDE SER LA INSPIRACIÓN

A través de 98 tópicos, entre los que se encuentran ‘azul y rosa’, ‘las mujeres no dicen groserías’, ‘manxplicar’, ‘el hombre proveedor y jefe del hogar’, de la Garza y Derbez llevan al lector de la mano para entender el fondo primario de una problemática que termina, como su consecuencia más grave, en feminicidio.

En entrevista con Reporte índigo, Eréndira Derbez, comentó de dónde provino la inspiración para este libro, fundamental en el contexto actual de los feminismos.

“Me interesa mucho la historia, los derechos humanos, los feminismos y sobretodo me interesa estudiar a mujeres que han tenido un rol importantísimo en México y que no han sido del todo estudiadas”, menciona.

Derbez cuenta que su acercamiento al feminismo es desde siempre pues desde pequeña libró muchas peleas cuando era víctima de algún machismo cotidiano.

“Nací con un bichito, desde pequeña tuve muchas discusiones y peleas ‘de niña’ (y decía) ‘¿por qué no puedo hacer esto? y eso siempre me causaba mucho conflicto”, relata.

La joven egresada de la Universidad Iberoamericana, en donde ahora se encuentra becada para estudiar una maestría, vive a diario los machismos.

“(Vivo los machismos) cansada, muy cansada me despierto y desde la mañana es afrontarlo, es muy evidente en los salones de clase, en las relaciones laborales”, afirma.