La contingencia por el coronavirus no solo exhibe deficiencias en áreas como salud, economía y seguridad, sino también socioculturales, pues gracias al sistema patriarcal, las mujeres son uno de los grupos más vulnerables ante una emergencia sanitaria como esta.
Dicho modelo ha impuesto al sexo femenino actividades no remuneradas y el cuidado de la niñez; incluso, lo han hecho responsable de la formación de buenos o malos ciudadanos.
Por ello, cuando se habla de aislamiento social, son las mujeres quienes lo resienten más, ya que sus labores se ven saturadas: deben cumplir con actividades económicas, mantenimiento del hogar y atención a niños, adultos mayores, personas enfermas o con alguna discapacidad.
Por lo anterior, María Flores, miembro de la colectiva Crianza Feminista, refiere que una situación como esta permite concientizar sobre la corresponsabilidad e implementar políticas públicas con perspectiva de género, pues el aislamiento no es igual para hombres y mujeres.
En entrevista para Mujer México, María Flores señala que la romantización de la maternidad ha creado una idea falsa sobre la crianza.
El discurso pinta a las madres como mujeres entregadas, amorosas y sacrificadas; como si fueran ‘supermujeres’ que, además del cuidado y educación de la familia e hijos, pueden hacer otras actividades sin renegar de la maternidad, porque si lo hacen, son malas.
María Flores recuerda que, en México, la figura materna incluso está ‘santificada’, lo cual impide hablar de la otra cara de la crianza, pues siempre se menciona que ‘ser mamá es lo mejor que le puede pasar a una mujer’ y en caso de no procrear, jamás te sentirás realizada.
Hablar solo de lo bueno de la maternidad hace que las mujeres que ‘la están pasando mal’ crean que el problema está en ellas; sin embargo, lo que en realidad sucede es que no conocen todo lo que implica ser madre.
La activista subraya que no se debería hablar de maternidad, sino de maternidades, pues el contexto no es el mismo para todas las mujeres. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que hasta 2014, 33 de cada 100 mujeres, de 15 a 55 años, son madres solteras y de ellas, el 53 por ciento no cuenta con un nivel escolar máximo de secundaria.
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Además del entorno social y económico, también las cuestiones físicas son distintas. Por ejemplo, hay quienes se sienten mal por no poder dar pecho a sus hijos; sin embargo, datos indican que es una situación más común de lo que parece, ya que la misma organización refiere que el 33.4 por ciento de las mujeres que no alimentó con leche materna a sus bebés fue porque no tenía y esto no significa que sean mejores o peores madres.
Flores también menciona que la crianza se complica cuando no hay una red de apoyo, no solo por parte de la familia, sino del Estado.
En ese sentido, comentan que justo en momentos como el de la contingencia por el coronavirus, las autoridades deberían iniciar campañas en las que se fomente la corresponsabilidad, además de implementar políticas públicas para que las madres estén mejor insertadas a la vida laboral, ya que el 72.9 por ciento de la población femenina económicamente activa en México es madre trabajadora.
No todas las mujeres tienen una red de apoyo, no pueden estar en aislamiento en casa y tampoco tienen en dónde dejar a sus hijos si las guarderías y escuelas están cerradas.
María sugiere que las empresas sean más flexibles con los horarios laborales, incluso con y sin contingencia, ya que, durante el año, deben asistir a juntas escolares, llevar y recoger a los niños de la escuela, acudir a citas con el médico, hacer tarea con ellos, entre otras cosas.
Finalmente, cuenta que de forma personal, la romantización de la maternidad le afectó bastante, porque creía que era la única que no podía ser madre y profesionista al mismo tiempo, sentía que la frustración y el cansancio le afectaban más de lo que le habían dicho.
Por lo anterior, se vio en la necesidad de hablar más sobre el tema y buscar a otras mujeres que compartieran con ella sus experiencias.
De esta forma, se dio cuenta de que la romantización de la maternidad invisibiliza todo el trabajo que hay detrás de la crianza y actualmente forma parte una organización de mujeres que combina su función materna con el feminismo.
Si pasas por una situación similar, recuerda que no está mal decir de vez en cuando que te sientes cansada, molesta o que tengas pena de expresar cualquier sentimiento que te provoque la maternidad, pues hay más mujeres como tú y que además trabajan para brindarte información y apoyo.
Fuentes: Inegi
Portada: Archivo Cuartoscuro
Interiores: Facebook/Crianza Feminista y Pixabay
Toda la información e imágenes son de Mujer México.
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