Un artículo publicado hace apenas unos días en la revista Forbes reconocía la gestión que varias líderes políticas de diferentes países estaban haciendo de la crisis del coronavirus. En la publicación, se alababa la transparencia con la que se están comunicando, su capacidad de decisión o su sensibilidad a la hora de abordar momentos tan complejos como los que estamos viviendo.
Una de estas líderes era Jacinda Ardern, la Primera Ministra de Nueva Zelanda, de la que ya hemos hablado en varias ocasiones y que, una vez más, ha demostrado ser una gran gobernante en tiempos de crisis. Empática, segura y clara, en los casi tres años que lleva en el cargo, Ardern ha tenido que enfrentarse a varias situaciones complicadas –entre ellas, los atentados contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch en 2019–, demostrando que liderar en tiempos difíciles exige cercanía y sensibilidad por parte de las personas que están en el gobierno.
En The Independent, el asesor político y relaciones públicas Alastair Campbell, alababa la gestión que la Primera Ministra neozelandesa ha hecho de la pandemia, así como de otras crisis en el pasado:
Si mañana hubiera unas elecciones, Jacinda ganaría de calle. Ha puesto a todo el país bajo una estricta cuarentena y, por la forma en la que se ha comportado y por cómo lo ha explicado, las tasas de aprobación hacia ella y su política están por las nubes.
Jacinda Ardern fue extremadamente rápida a la hora de actuar frente al coronavirus, tomándose en serio las advertencias de otros países que habían pasado previamente por la experiencia del virus, lo que en gran medida explica las bajísimas cifras de la epidemia en Nueva Zelanda: se han contagiado 1.400 personas y ha habido solo 12 muertos. Cuando anunció su plan de acción contra el coronavirus, le dijo a los neozelandeses, sin miramientos, que debían actuar con rapidez y con dureza. La Primera Ministra decretó el parón en Nueva Zelanda cuando únicamente había 6 casos en todo el país, cerró las fronteras poco después e impuso un estricto confinamiento. Lo hizo de una forma calmada, con autoridad pero también con cercanía y sensibilidad, y su estrategia parece estar salvando a Nueva Zelanda de la catástrofe que se está viviendo en otros países.
Aún así, no se ha librado de las críticas por parte de la oposición neozelandesa, que la acusó de no hacer lo suficiente para estimular la economía y, como en otros muchos países, se ha llamado la atención sobre cómo las medidas que se están tomando en estos días podrían debilitar la democracia y las libertades. Cualquier gobernante debe someterse a las críticas, pero cabría decir que Jacinda se cuenta entre los ejemplos de líderes que escuchan a la sociedad civil y tratan de colaborar con todo el espectro político, logrando que el país sea capaz de unirse para hacer frente de manera eficaz a una emergencia sanitaria sin precedentes.
Recientemente, la Primera Ministra ha anunciado que todos los miembros del gobierno neozelandés se bajarán el sueldo un 20% durante los próximos seis meses, en solidaridad con los sacrificios que toda la gente está teniendo que hacer y con todas aquellas que han perdido sus trabajos a causa de la pandemia. En definitiva, Ardern ha sabido manejar la situación y ha demostrado que los líderes de los gobiernos pueden ser poderosos y hacer uso de su autoridad, al mismo tiempo que muestran empatía por la gente a la que gobiernan.
Como decíamos, esta no es la primera vez que Jacinda exhibe sus extraordinarias cualidades de liderazgo: en marzo de 2019, cuando tuvo lugar la trágica masacre de 50 musulmanes en Christchurch, decidió no nombrar al asesino en ninguna de sus comparecencias públicas –organizaciones como Amnistía Internacional alabaron la gestión de Ardern tras el atentado, que supo hacer frente a los mensajes de odio y a la islamofobia con un discurso lleno de “dignidad y esperanza”– y prometió a los neozelandeses que habría una reforma en la legislación de armas del país en diez días. En solo seis, ya había prohibido el tipo más mortífero de armas semi-automáticas e implementado un plan para sacar de la circulación otras tantas, recomprando unas 56.000 armas a sus dueños. Tras el ataque terrorista de Christchurch, como apuntaba el periódico The Guardian, las medidas tomadas por la Primera Ministra para intentar eliminar la difusión de ataques terroristas en internet fueron muy exitosas, logrando que las empresas tecnológicas y otros países se unieran para trabajar en este asunto. Como resultado de esta decisión, se disminuyó la circulación de este tipo de vídeos.
Jacinda también fue la primera política mundial que llevó de su bebé a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, abriendo el siempre importante debate sobre las madres trabajadoras y las dificultades a las que se enfrentan. Las mujeres que se dedican a la política suelen tener menos hijos que sus colegas masculinos, por lo que llevar a su hija a esta reunión, hizo que Jacinda se convirtiera en un símbolo para las madres trabajadoras, combinando su reciente maternidad con el liderazgo de su país. Cuando, en 2018, fue criticada por los costes de los vuelos al Foro de las Islas del Pacífico, que la Primera Ministra cambió para poder acomodar la lactancia de su bebé, resumió la situación de esta manera:
Si no hubiera ido al foro, imagino que las críticas habrían sido las mismas. Condenada por hacerlo, condenada por no hacerlo.
Además, como contábamos hace unas semanas, Ardern cumplió con la promesa de despenalizar el aborto que hizo en campaña electoral. En Nueva Zelanda, el aborto era considerado delito y solo se permitía en caso de incesto, malformaciones fetales graves y riesgo para la salud física o mental de la mujer. Tras muchos años de lucha, fue finalmente el gobierno liderado por Ardern el que aprobó el proyecto de ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo.
Jacinda ha demostrado ser una líder brillante en múltiples ocasiones. No tiene miedo de tomar decisiones complicadas, es clara, transmite confianza y demuestra empatía hacia los demás en cada una de sus declaraciones. Ella es solo un ejemplo del papel que pueden desempeñar las mujeres en posiciones de liderazgo y esperamos que siga haciendo su trabajo igual de bien en el futuro.
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Link original: https://freedamedia.es/2020/04/20/jacinda-ardern-es-todo-un-ejemplo-de-liderazgo-en-tiempos-de-crisis/