La pandemia puso al descubierto una crisis silenciosa y normalizada por siglos: las mujeres asumen mayor carga doméstica y de cuidados. Ellas sufren una suerte de penalidad de género, que asocia esta función a la naturaleza e identidad femenina.
Los cuidados están presentes en todas las etapas de la vida de las personas desde que se nace, se crece y en la vida adulta, así como en diferentes circunstancias de enfermedad temporal o permanente o de discapacidad. Todas las personas hemos sido cuidadas, porque no podíamos resolver por nuestra propia cuenta todas las necesidades, y la mayoría en el marco de la familia y concretamente por mujeres.
Si todas las personas hemos sido cuidadas, ¿por qué son tan invisibles y poco valoradas?, incluso cuando se externalizan, es decir, cuando se hacen por parte de una persona que está fuera de la unidad familiar y de forma remunerada. Tampoco en estas circunstancias son valorados.
La única explicación posible es por la circunstancia de que los cuidados son prestados mayoritariamente por las mujeres y por eso, sufren una suerte de penalidad de género, que asocia esta función a la naturaleza e identidad femenina, como la misma maternidad.
Hacer visible este trabajo histórico que realizan las mujeres en la familia, en el mundo de lo privado, es una demanda feminista, anclada en la segmentación sexual del trabajo, en la que solo es trabajo la producción de bienes y servicios en la esfera pública y no el trabajo reproductivo y de cuidados que se realiza en el mundo privado.
Muchos esfuerzos se han realizado para el reconocimiento del trabajo no remunerado de las mujeres en la familia, tales como las encuestas del uso del tiempo, que dan cuenta de que las mujeres hacemos tareas en la familia en las que invertimos tres veces más tiempo que los hombres, casi una jornada laboral semanal de 40 horas. También se realizaron modelos macroeconómicos para ponerle un valor a este trabajo, a través de la creación de cuentas satélites que calculaban este aporte de las mujeres a valor del precio del mercado, cuyas ponderaciones llegaron a alcanzar hasta un 20 por ciento del PIB. Aun así, los cuidados siguen subvalorados.
Toda la información e imágenes son de EL ESPECTADOR / Alejandra Mora Mora.
Link original: https://www.elespectador.com/noticias/politica/los-cuidados-afectan-el-avance-de-los-derechos-de-mujeres/
