El frasco de Pandora: los mitos sobre las mujeres de la mitología griega

El lugar de los mitos griegos como bloques fundacionales de la cultura occidental es indiscutible. Desde hace casi tres mil años han sido contados una y otra vez en innumerables ocasiones. Historias de dioses y héroes son la base de la poesía épica y de la tragedia griega, con obras escritas por autores como Homero y los dramaturgos Esquilo, Sófocles y Eurípides. Mitos tan conocidos como la Guerra de Troya y la tragedia del rey Edipo. Al día de hoy, incontables novelas, obras de teatro y películas se han inspirado en estas historias.

Pero hay un problema: los narradores modernos de los mitos griegos han sido usualmente hombres y han mostrado poco interés en contar las narrativas de las mujeres que aparecen en esos mitos, a quienes han descrito muchas veces como monstruosas, vengativas o simplemente malvadas. Sin embargo, Pandora -la primera mujer que, de acuerdo con la leyenda, desató el caos sobre el mundo- no era una villana, e incluso Medea y Medusa tienen historias con más matices de lo que las nuevas versiones de los mitos indican.

En El frasco de Pandora (2020), la autora Natalie Haynes, quien es conductora y clasicista (estudiosa de los clásicos griegos y romanos) busca corregir este desbalance. Tomando a Pandora y su frasco (la famosa caja es tan sólo una versión) como punto de partida, Haynes da a las mujeres de los mitos griegos la misma importancia que la cultura le ha dado a sus hombres. Después de milenios de historias contándonos de dioses y hombres, ya sean Zeus o Agamenón, Paris u Odiseo, Edipo o Jasón, las voces que se escuchan en las páginas de este libro son las de mujeres como Helena, Clitemnestra, Yocasta, Eurídice, Penélope y las Amazonas.

El libro está dividido en 10 capítulos, cada uno dedicado a una de estas mujeres de los mitos griegos. En cada capítulo Haynes empieza por exponer cual es la versión de la historia de cada mujer que ha prevalecido hasta nuestros días, para luego explorar versiones que muestran otros ángulos de estas mujeres y que son tan antiguas como aquellas que las muestran bajo una luz no tan favorable.

Helena de Troya por Evelyn de Morgan

Helena de Troya por Evelyn de Morgan

¿La bella y la bestia?

Una de las mujeres más famosas de la mitología griega es sin duda Helena de Troya. De una belleza legendaria, Helena es seducida o raptada por Paris, príncipe de Troya. Su partida con él causa la famosa Guerra de Troya cuando su esposo Menelao de Esparta va en su búsqueda acompañado de miles de barcos con soldados griegos. Tanto griegos como troyanos culpan a Helena de la guerra y la destrucción que le siguió. En su famosa tragedia de 1604 La trágica historia de doctor Fausto Christopher Marlowe hace que el protagonista, basado en la leyenda germánica del hombre que vende su alma al diablo a cambio de poder y conocimiento, conjure a Helena. Fausto la describe como “la cara que lanzó mil barcos” y le pide que lo haga inmortal con un beso, ante lo cual ella se mantiene muda -de hecho, no dice nada en toda la escena de esta versión ‘moderna’ de su historia-.

Nada más alejado de la inteligente y poderosa oradora que nos presenta Eurípides en su tragedia Las troyanas del año 415 a.C. En ella Helena se defiende ante Menelao, quien se pregunta si debe matarla. Helena enumera los motivos por los que la guerra de Troya no fue su culpa centrándose en la causa divina de la Guerra de Troya, cuya responsabilidad recae en Paris y la diosa Afrodita.

Recordemos que Paris debía elegir qué diosa era la más bella entre Afrodita, Atenea y Hera: cada una lo intenta sobornar. Atenea le ofrece el poder de destruir a los griegos en batalla, Hera el reino que comprende Europa y Asia y Afrodita le ofrece a Helena, la mujer más bella del mundo. En otras palabras, Paris es responsable de haber elegido la oferta de Afrodita, las diosas responsables de sobornarlo y Afrodita en particular por ofrecerle a Helena sin pensarlo. Helena es solo un daño colateral.

De hecho, Helena argumenta, Menelao tuvo suerte de que Paris no haya escogido el poder de destruir a los griegos porque en ese caso los troyanos habrían conquistado Grecia, en cambio ella fue vendida por su belleza. “En vez de reprocharme”, argumenta Helena, “deberías ponerme una corona en la cabeza”. ¿No cambia nuestra percepción de Helena tras este extraordinario discurso? La mujer que es muda en el Doctor Fausto de Marlowe es tan inteligente y articulada como es bella en Las troyanas de Eurípides.

Si Helena es recordada por su belleza, hay una mujer de la mitología griega que es recordada por su monstruosidad. Con una mirada que convierte aquello que ve en piedra y con serpientes por cabello, se le agradece al héroe Perseo que le haya cortado la cabeza a Medusa. De la hazaña de Perseo ha habido incontables representaciones en películas, novelas y estatuas a lo largo de la historia.

Menos conocidas son las versiones de algunos autores antiguos como Hesíodo y Ovidio que sugieren que en un inicio Medusa no era un monstruo sino una mujer hermosa y que uno de los rasgos distintivos de su belleza era precisamente su cabello. Según escribió Ovidio alrededor del siglo VIII a.C., Medusa fue violada por el dios Poseidón en el templo de Atenea, quién al ver profanado su templo decide, en vez de castigar al violador Poseidón, castigar a la violada Medusa convirtiendo su cabello en serpientes. No se establece con claridad si su poder de convertir lo que mira en piedra ya lo tenía desde antes o si se lo confiere Atenea.

El asesinato de Medusa no es un acto muy heroico. Perseo, hijo de Zeus, la decapita con ayuda de varios dioses. Medusa no ofrece resistencia porque la decapita cuando ella está durmiendo. Perseo luego usa la cabeza de Medusa para atacar gigantes, monstruos y humanos causando muchas más muertes que las que la que causó Medusa en vida. Medusa es violada por un dios, castigada por una diosa y asesinada por un héroe. ¿No cambia el desprecio que hemos aprendido a sentir ante ella después de conocer esta versión de su origen?

Perseo y Medusa de Benvenuto Cellini

Perseo y Medusa de Benvenuto Cellini

¿Reescribiendo los mitos?

Lo que logra Natalie Haynes en su libro no es reescribir los mitos griegos sino rescatar muchas de las diferentes versiones que han sido olvidadas, que son tan antiguas como las que han pasado al imaginario colectivo hasta nuestros días. Haynes transmite que no hay una sola versión ‘original’ o ‘verdadera’ de estos mitos sino múltiples versiones; que incluso las que consideramos normativas, como las de Homero, son recolecciones de mitos que fueron contados una y otra vez de manera diferente.

Esto no significa que algunas versiones antiguas de los mitos nos presenten a estas mujeres desde una óptica feminista, pero sí que algunas de estas versiones antiguas nos dan una imagen más compleja y multidimensional de estas mujeres tan importantes en la mitología griega. Haynes nos deja claro que las mujeres de los mitos griegos merecen que las múltiples versiones de sus historias sean contadas y que los lectores de hoy en día merecemos saberlas.

La autora es maestra en literatura comparada por la Universidad de Edimburgo y maestra en estudios
humanísticos por el Tecnológico de Monterrey.