Durante el primer trimestre del 2022 se estimó que cuatro de cada 10 solicitantes de refugio en México eran mujeres.
Las problemáticas que ocasionan que las mujeres, niñas y adolescentes deban salir de sus países de origen también se ven reflejadas en el crecimiento exponencial del número de mujeres que solicitan refugio en nuestro país; cifra que aumenta más rápido en comparación con los hombres, afirmó Oxfam México.
Según cifras del informe Mujeres en Migración de dicha organización, pese a que la ONU sostiene que cerca del 50% de las personas migrantes a nivel global son mujeres, en el caso de nuestro país estas cifras no se reflejan en las estadísticas oficiales ya que, por una parte, los datos no se recolectan en todos los casos con perspectiva de género.
El reporte indicó que, entre enero y marzo del 2022, cuatro de cada 10 solicitudes de refugio corresponden a mujeres, mientras que 2 de 10 son de niñas, niños y adolescentes, acompañadas y no acompañadas.
El número de mujeres que solicitan refugio en México ha ido en aumento y aunque dichas solicitudes no representan el 50% del total, la cifra crece de manera más acelerada que el número de hombres, alertó el reporte.
Factores para desplazarse
La violencia de género, la reunificación familiar y la búsqueda de familiares son factores que obligan a las mujeres a desplazarse.
Según cifras al 2021 del Instituto para las Mujeres en Migración, 64.1% fueron víctimas de persecución en su país de origen.
El 32.5% fueron detenidas por el Instituto Nacional de Migración; 72.5% sufrieron violencia física; 82.5% sufrieron violencia psicológica y 57.5% sufrieron violencia patrimonial.
En el caso de las mujeres menores de edad, las cifras apuntaron que entre 2017 y 2021, México registró un total de 64,045 niñas migrantes menores de 12 años; 12,878 de ellas se encontraban no acompañadas.
Sin embargo, se identificó que las niñas no acompañadas prefieren no pedir ayuda de ningún tipo para minimizar el riesgo de ser agredidas.
Por lo que el viaje que realizan las niñas migrantes desde países de Centroamérica rumbo a Estados Unidos puede durar hasta dos meses en condiciones muy duras y durante su estancia en México, las niñas requieren condiciones que les permitan acceder a servicios como salud médica física y psicológica.