Percepciones negativas siguen limitando a las mujeres en el ámbito laboral

Este mes la Real Academia Sueca de Ciencias otorgó el Premio Nobel de Economía a Claudia Goldin gracias a sus investigaciones respecto a la brecha salarial y abordar la historia de la inclusión de la mujer en el mercado laboral.

Sin embargo, pese a que se han tenido avances significativos en esta materia, hoy en día se siguen observando problemas de brechas de género en los trabajos.

Actualmente existen varias “diferencias en la percepción de qué tan productivos son los hombres y las mujeres y estas influyen en la manera en cómo los empleadores generan sus grupos de trabajo (…) Aún cuando estas expectativas o percepciones son incorrectas, obviamente van a determinar diferencias en las composiciones de los equipos de trabajo”, dijo Ericka Rascón Ramírez, profesora de la división de Economía del CIDE, en el conversatorio “Claudia Goldin y su contribución a la Economía Aplicada” llevado a cabo en el CIDE.

Rascón agregó que también es posible que ciertos emprendedores prefieren más a hombres que mujeres porque aún no hay suficientes mujeres laborando en ese campo en específico, por lo que todavía no hay un cambio de pensamiento y los empleadores consideran riesgoso poner a las mujeres en esos puestos.

Por su parte, Graciela Márquez Colín, titular del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lamentó que en México aún existe una brecha de género “considerablemente alta” pese a los avances de la última década.

De acuerdo con cifras del mismo Inegi, la tasa de participación laboral de las mujeres en el país ha incrementado de 13.1% en 1950 a 49.0% en el 2020. Sin embargo, al compararse con la región de América Latina, el mundo y los países de ingresos medio-altos, México ha permanecido por debajo de las tendencias.

Respecto a la brecha por entidad federativa, hace 70 años los estados del bajío y sureste como Chiapas, Guerrero y Yucatán tenían una brecha de género de entre 80 y 83%. No obstante, al compararse con el 2020, la brecha no ha variado significativamente en dicha región e incluso se ha ampliado en estados como San Luis Potosí, Zacatecas y Durango.

Cambio de identidad
Entre otros tópicos que abordó Goldin en sus investigaciones resalta el cambio de identidad de las mujeres a partir de su incursión en el mundo laboral y su desarrollo de capital humano a través del estudio y la adquisición de habilidades profesionales.

Este cambio surgió a finales de la década de los 70, en una fase que Goldin titula “la Revolución”, donde la participación de la mujer en los trabajos se incrementó sustancialmente.

“El hecho de que ya las mujeres estaban más educadas y tenían acceso a mejores trabajos cambió totalmente la manera en cómo ellas se valoran en la sociedad y empieza a generarse un cambio de identidad donde las mujeres ya consideran su vida profesional como parte de su identidad” y ya no solamente como madres, amas de casa o esposas, destacó Rascón.