Los casos de dos mujeres que tuvieron su parto en condiciones inapropiadas en centros de salud de Oaxaca y Puebla en 2013, llamaron la atención mediática sobre el problema de la violencia obstétrica en los sistemas de salud del país.
Se trata de los casos de Irma López Aurelio, mujer mazateca que dio a luz en el jardín del Centro de Salud de San Felipe Jalapa de Díaz, en Oaxaca, y de María del Carmen Oceguera, que parió en el área de recepción del Hospital de la Mujer de Tehuacán, Puebla.
Estos peligrosos partos hicieron visible la violación de los derechos de las mujeres que entraña la violencia obstétrica en los servicios de salud.
¿Qué es?
La violencia obstétrica es una forma de violación a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres. Se genera en el ámbito de la atención del embarazo, parto y puerperio en los servicios de salud —públicos y privados—, y en ella confluyen la violencia institucional y la de género.
Durante la atención del parto, este tipo de violencia contra las mujeres comprende regaños, burlas, ironías, insultos, amenazas, humillaciones, manipulación de la información y negación del tratamiento.
Interviene también la discriminación de servicios, como:
—Negación de la asistencia oportuna
—Aplazamiento de la atención médica urgente
—Indiferencia frente a sus solicitudes o reclamos
—No consultar o informar a las pacientes sobre las decisiones que se van tomando en el curso del trabajo de parto
—Utilizarlas como recurso didáctico sin ningún respeto a su dignidad humana
—El manejo del dolor durante el trabajo de parto como castigo
—La coacción para obtener su «consentimiento» de realizar otros procedimientos quirúrgicos (cesárea, ligadura de trompas-OTB, colocación de un DIU, esterilización)
—Se considera un extremo de la violencia obstétrica los casos que revelan estrategias abusivas, como obtener la autorización para esterilizar a la paciente durante el trabajo de parto.
María del Carmen Oceguera, dio a luz en recepción del Hospital de Tehuacán, Puebla (YouTube)
¿Es la cesárea violencia obstétrica?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 38.1 por ciento del total de nacimientos suceden mediante cesáreas. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 refiere que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial (después de China, Brasil y Estados Unidos) en el uso de la práctica de cesáreas sin indicación médica.
Además revela que ha habido un incremento de 50.3 por ciento en la práctica de cesáreas de 2000 a 2012. En el sector público se incrementó en un 33.7 por ciento y en el privado en 60.4 por ciento.
Preguntas para saber si viviste violencia obstétrica
En México, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, ENDIREH-2016, incluyó por primera vez 12 preguntas destinadas a evaluar algunos aspectos de la experiencia de las mujeres de 15 a 49 años durante su último parto.
Son preguntas que permiten una primera aproximación a lo que se ha denominado «violencia y maltrato» y «atención no autorizada» durante la atención del parto.
1.- ¿La obligaron a permanecer en una posición incómoda o molesta para usted?
2.- ¿Le gritaron o la regañaron?
3.- ¿Le dijeron cosas ofensivas o humillantes («¿así gritaba cuando se lo hicieron?» o «cuando se lo hicieron, ahí sí abrió las piernas ¿no?»)?
4.- ¿La ignoraban cuando usted preguntaba cosas sobre su parto o sobre su bebé?
5.- ¿Se negaron a anestesiarla o a aplicarle un bloqueo para disminuir el dolor, sin darle explicaciones?
6.- ¿Se tardaron mucho tiempo en atenderla porque le dijeron que estaba gritando o quejándose mucho?
7.- ¿Le impidieron ver, cargar o amamantar a su bebé durante más de 5 horas, sin causa alguna o sin que le informaran la causa de la tardanza?
8.- ¿Le colocaron algún método anticonceptivo o la operaron o esterilizaron para ya no tener descendencia (ligadura de trompas-OTB) sin preguntarle o avisarle?
9.- ¿La presionaron para que usted aceptara que le pusieran un dispositivo o la operaran para ya no tener hijos?
10.- ¿La obligaron o la amenazaron para que firmara algún papel sin informarle qué o para qué era? Para aquellas que tuvieron una operación cesárea se añadieron:
11.- Le informaron de manera que usted pudiera comprender por qué era necesario hacer la cesárea?
12.- ¿Usted dio el permiso o autorización para que le hicieran la cesárea?
Las recomendaciones de la CNDH
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió 22 recomendaciones por casos de violencia obstétrica registrada en diferentes instituciones de salud desde 2016 a enero de 2018.
En 2016, se emitieron 11 de los recursos; cinco dirigidos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); dos al gobierno de Oaxaca, y uno a los gobiernos de Tamaulipas, Chihuahua, Guerrero e Hidalgo.
Durante 2017 se realizaron 10 recomendaciones, siendo 5 para el IMSS; 2 para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); una para Petróleos Mexicanos (Pemex), una para los gobiernos de Tabasco y Baja California, y una más para la Procuraduría General de la República (PGR).
El último caso del que tuvo conocimiento la CNDH ocurrió en enero de este 2018 en el IMSS, por la negligencia médica que derivó en la muerte de un recién nacido en San Luis Potosí.
El 31 de julio de 2017, la CNDH había ya emitido la Recomendación general (No. 31/2017)sobre la violencia obstétrica en el Sistema Nacional de Salud, puntualizando las 28 recomendaciones al respecto de 2015 a 2017, de las cuales en 22 casos se tuvo por acreditada la vulneración al derecho a la vida de la madre o del producto de la gestación.
La CNDH resaltó la heterogeneidad en la regulación legal, pues hay estados que en sus respectivas leyes de acceso de las mujeres a una vida sin violencia, sólo prevén la violencia obstétrica como algún tipo o modalidad de violencia, mientras que otros estados ya la tipifican como delito (Veracruz, Guerrero, Chiapas y Edomex), y sólo Durango la prevé en su Ley General de Salud.
Entre las conclusiones de esa recomendación de la CNDH, destacan la urgencia de implementar el «Modelo de Atención a las Mujeres durante el Embarazo, Parto y Puerperio con Enfoque Humanizado, Intercultural y Seguro» en las instituciones del Sistema Nacional de Salud, a fin de garantizar la disminución de la morbimortalidad materno-infantil, y la atención médica calificada, digna, respetuosa y con perspectiva de género.
Embarazo, parto y paurperio sin violencia (
Datos reveladores
El 8 de marzo de 2017, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) del gobierno federal, publicó su «Diagnóstico sobre victimización a causa de violencia obstétrica en México», un amplio documento teórico de más de 200 páginas, con una revisión del concepto en diferentes países y leyes generales, y con recomendaciones de políticas públicas para las instituciones de salud y de la mujer.
Destaca una investigación de campo con información de dos mil 111 mujeres que acudieron a hospitales por motivo de la resolución de un embarazo, ya fuera parto o cesárea. Sus edades eran entre los 13 y 50 años; el 97.1 por ciento de ellas sabía leer y escribir al menos un recado. Aquí algunos datos reveladores:
—El 89.4 por ciento de las mujeres estaba afiliada a alguna institución de salud, y el 96.4 por ciento tenía afiliación a la Secretaría de Salud a través del Seguro Popular.
—Poco más del 95 por ciento de las mujeres recibió alguna atención prenatal durante el embarazo.
—Al 97 por ciento se le realizó al menos un ultrasonido durante la gestación.
—El 19 por ciento de las mujeres dijo no haber recibido información de los cambios fisiológicos y en general del proceso del embarazo.
—El 33 por ciento no fue informado del proceso de parto; el 43 por ciento del procedimiento de cesárea, y más de una cuarta parte (26 por ciento) del tipo de parto que tendría.
—Del total de mujeres que tuvieron una resolución de su embarazo por cesárea, el 39.5 por ciento no fue informado de este procedimiento durante el periodo de gestación; mientras que de aquellas que tuvieron parto, el 30.6 por ciento no fue informado de este proceso.
—Dentro del grupo de mujeres que acudieron a consultas prenatales, el 3 por ciento dijo que el médico no le resolvió sus dudas, el 2.9 por ciento respondió que el médico no le dio confianza y 3.8 por ciento consideró que no fue honesto; mientras que el 8 por ciento estimó que el médico le faltó al respeto de alguna manera.
—Al 7.5 por ciento de mujeres no le explicaron el propósito y utilidad de los exámenes que les mandaron a hacer y al 4.2 por ciento no le explicaron para qué servían los medicamentos que les recetaron durante el periodo de gestación.
—De las gestantes que refirieron un embarazo normal (73 por ciento), el 34 por ciento resultó en cesárea.
—Durante el periodo de gestación, a más del 90 por ciento de las mujeres les recetaron ácido fólico y hierro. Asimismo, se reportó un alto porcentaje de la aplicación de la vacuna de toxoide tetánica (82 por ciento).
La violencia obstétrica ya es delito en Veracruz, Guerrero, Chiapas y Edomex (Especial)
Los resultados
En el terreno de la «violencia y maltrato», se aprecia que CdMx es la entidad con la más alta proporción de reportes (30.5 por ciento), seguida de un segundo grupo de entidades con una proporción superior al 25 por ciento: Edomex, Querétaro, Aguascalientes, Coahuila, Tlaxcala, Yucatán, Jalisco, Morelos e Hidalgo.
El rubro de «atención no autorizada» tiene las prevalencias más altas en los estados de Tlaxcala, San Luis Potosí, Guanajuato, Puebla y Veracruz, con porcentajes arriba de 20 por ciento.
En cuanto a la «colocación de un DIU sin consentimiento», las prevalencias más altas, según el reporte de las mujeres, se registran para los estados de Baja California y Puebla (6.7 por ciento), seguidas de Veracruz (6.5 por ciento) y Tabasco, Edomex y San Luis Potosí (con prevalencias arriba de 5 por ciento).
Es importante resaltar que estas cifras son conservadoras, porque puede haber numerosos casos en que las mujeres no sepan que se les colocó un método anticonceptivo o que las operaron.
Otro dato muy relevante es que la violencia obstétrica parece naturalizada entre el personal médico y obstétrico, así como en la sociedad en su conjunto, incluidas las mismas mujeres que la padecen. La mayoría de las mujeres entrevistadas refirió que prefieren olvidar las molestias y maltratos del parto (a veces considerados designios divinos) y concentrarse en el gozo de la nueva vida presente, para no complicar su estado emocional.
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