Aretha Franklin ha vuelto a hacer historia. La gran diva del soul, que falleció en Detroit el pasado 16 de agosto a causa de un cáncer de páncreas, suma un nuevo reconocimiento a los muchos que recibió a lo largo de su carrera, entre ellos, el de ser la primera artista femenina que entró a formar parte del Rock’n’Roll Hall of Fame en 1987: ha recibido un Premio Pulitzer Mención Especial por “su indeleble contribución a la música y a la cultura estadounidense durante más de cincuenta años“. Es la primera mujer solista que recibe este galardón, que premia a las grandes figuras del periodismo, la literatura y la música de Estados Unidos.
Desde la creación de estos prestigiosos premios en 1918, se han otorgado 44 Menciones Especiales (es decir, son premios excepcionales, que no se otorgan todos los años): John Coltrane, Bob Dylan, Duke Ellington o Thelonious Monk son algunos de los músicos que lo han recibido en el pasado, pero hasta la fecha, no había recaído sobre ninguna mujer solista. La última Mención Especial fue concedida en 2010 –también póstumamente– al músico Hank Williams (que murió en 1953) y este año, la legendaria cantante de Detroit se ha encargado de romper una nueva barrera para las mujeres en la música. Como afirmaba la sobrina de Aretha, Sabrina Owens:
Aretha ha recibido múltiples premios –prácticamente cualquier premio imaginable– y ahora, conseguir el Pulitzer, es increíble. Aretha nos sigue bendiciendo con su música y continúa allanando el camino para que las mujeres lleguen aún más lejos. Es emocionante. Ella estaría muy feliz ahora mismo.
Gracias a su voz, a su talento y a su constante compromiso con los derechos civiles, Aretha se convirtió en un icono que continúa siendo celebrado a través de numerosos premios, de un reciente documental y de un próximo biopic(cuyo estreno está previsto para 2020), que estará protagonizado por la cantante y actriz Jennifer Hudson. Como en su día publicó la revista Time, que la incluyó ente las 20 artistas más importantes del siglo XX:
Las cantantes femeninas no son reconocidas como innovadoras en la misma medida que los músicos masculinos. Deberían serlo. Franklin dominó su instrumento con la misma seguridad con la que John Coltrane dominó el saxofón.
No podía ser otra que Aretha quien, una vez más, cambiara las reglas del juego. Para celebrar su carrera y recordar todos sus logros, no se nos ocurre nada mejor que escuchar y entonar una vez más su mítico Respect.
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