La discriminación hacia mujeres campesinas e indígenas complica la equidad en salud: The Lancet

De acuerdo con el estudio multinacional, Acceso a diagnósticos de salud, difundido por la revista médica británica The Lancet, en América Latina las mujeres indígenas, las campesinas y otras habitantes de zonas rurales son quienes enfrentan más obstáculos para recibir prevención, diagnósticos tempranos y atención a la salud.

Los datos detallados del estudio fueron presentados por la Universidad de Waterloo, Canadá, en el seminario de periodismo latinoamericano Roche Press Day, que se llevó a cabo en Cartagena, Colombia, y coincidió con el Congreso Latinoamericano de Ginecología y Obstetricia, donde se reunieron mil expertos en salud femenina.

Entre mujeres latinoamericanas las enfermedades se manifiestan con más agresividad en zonas rurales y en comunidades aisladas geográficamente, cuyas habitantes enfrentan obstáculos adicionales de los que ya padecen otras mujeres que habitan ciudades, sobre todo cuando tienen escasos recursos económicos o no existen leyes o normas que obliguen a las autoridades a proporcionarles consultas y medicinas, como indican datos presentados por la doctora Sue Horton, vicepresidenta de la Comisión de Diagnósticos de The Lancet e investigadora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Waterloo.

“Hemos estudiado, en diferentes regiones del mundo, cuáles son los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres cuando intentan tener acceso a la salud y en el caso de América Latina es notorio que hay una desventaja cuando las mujeres indígenas y campesinas buscan ayuda médica, por su aislamiento geográfico, por sus rezagos económicos y porque muchas de ellas carecen de un seguro de gastos médicos, público o privado. Esto se observa muy claramente cuando uno estudia los datos epidemiológicos del cáncer cérvicouterino”, dijo la profesora e investigadora canadiense.

MUJERES SUBREPRESENTADAS

A lo largo de 24 ponencias presentadas por representantes de academia, gobiernos, industria y organizaciones sociales, durante el Roche Press Day, se documentó que, desde el nacimiento de la medicina moderna, las mujeres han sido sistemáticamente ignoradas y subrepresentadas en la atención sanitaria. Por esto se planteó que es urgente realizar cambios profundos en actividades que impactan en la salud pública y que rebasan el ámbito clínico, como la comunicación, la formulación de políticas y el financiamiento de la investigación para que las mujeres puedan acceder a la información, el diagnóstico, el tratamiento y la atención que necesitan, cuando la necesitan.

La presidenta del Centro Global de Salud y Desarrollo (CGHD), Joanne Manrique, destacó que las barreras culturales y sociales impiden el acceso universal de las mujeres a una atención sanitaria adecuada.

“Estos obstáculos que enfrentó mi abuela hace 50 años aún están ahí. Necesitamos identificarlos y unirnos todos los actores para abogar en favor de la salud de las mujeres y entre todos buscar soluciones”, dijo la experta, que consideró que los cuatro ejes de acción más urgentes son sobrepasar tabúes, aumentar la inversión, mejorar el diagnóstico, y darles las herramientas a las mujeres, jurídicas y financieras, para tener tratamientos oportunos.

En relación con las desigualdades, éstas están condicionadas por el nivel de educación, los ingresos, la edad, el origen étnico y el acceso a los servicios sanitarios, y a menudo les impiden a las mujeres recibir la atención que necesitan. Sin embargo, son ellas las que asumen la mayor parte de las responsabilidades de cuidado no remuneradas, desde el cuidado de los niños hasta el cuidado de los enfermos y ancianos.

La abogada costarricense Elizabeth Odio Benito, segunda mujer en haber ocupado el cargo de jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señaló que es la invisibilidad de las mujeres la que hay que combatir, y destacó el ejemplo de que durante la pandemia no se viera como prioridad que las mujeres, vistas tradicionalmente como las responsables del cuidado de sus familias, y por ello hubo un rezago en la aplicación de citologías y mamografias para prevención de cánceres.

“Están apareciendo muchas mujeres con diagnósticos tardíos de cáncer de mama porque dejaron de hacerse los exámenes”, indicó la jueza y agregó que las mujeres sufren de una discriminación muy grave que las aísla y las pone en condiciones de subordinación.

La vicepresidenta de la Comisión de Diagnósticos de The Lancet explicó que desde la infancia y adolescencia las mujeres deben acceder a pruebas diagnósticas que pueden salvar sus vidas si detectan a tiempo infecciones graves. “Esto no sólo nos demostraría los beneficios de la vacunación en niñas sino que nos permitiría detectar infecciones que pueden poner en peligro a las mujeres durante el embarazo, como la sífilis, o identificar en etapas tempranas la aparición de cáncer cérvicouterino por infección persistente del Virus Papiloma Humano”, subrayó.