Autor: Editora

  • Menos visible y valorada, labor de mujeres periodistas en AL: estudio

    Menos visible y valorada, labor de mujeres periodistas en AL: estudio

    La labor de las mujeres periodistas en la región es menos visible y menos valorada que la de sus colegas varones, eso se traduce en menos ingresos económicos y protecciones contractuales para ellas, establece el estudio Mujeres Periodistas y Salas de Redacción: avances, desafíos y recomendaciones para prevenir la violencia y luchar contra la discriminación.

    El análisis de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) refiere también que en el sector prevalecen los sesgos de género que ponen más obstáculos a las mujeres periodistas y trabajadoras de los medios de comunicación para acceder a puestos de decisión o dirección en las empresas.

    “En toda la región la presencia de mujeres tanto en los cargos jerárquicos al interior de las redacciones como en los puestos de gobierno y alta gerencia de las empresas periodísticas es escasa. En 2016, la Federación Internacional de Periodistas reportó que la representación de las mujeres en los puestos de dirección en medios de América Latina era inferior a 25 por ciento”. Datos recientes “sugieren que esta tendencia no ha cambiado”.

    Sobre la brecha salarial estudios recientes sobre las condiciones laborales de las periodistas confirman este patrón. En Argentina, una investigación encontró que 77 por ciento de ellas considera que no reciben igual remuneración que sus colegas varones por el mismo trabajo. En Chile (2019), las periodistas reportaron que las mujeres ganan “30 por ciento menos que los hombres, situación que se reproduce en los medios de comunicación donde los salarios se negocian personalmente”.

    En México también denunciaron percibir menos que sus colegas hombres, y además “enfrentan un alto nivel de inestabilidad económica en el ejercicio de la profesión. Muchas declaran que los ingresos que reciben por su labor periodística no son suficientes para solventar su costo de vida, lo que las obliga a tener otros trabajos paralelos. Esta multiplicidad de empleos, a la que se suma el trabajo doméstico no remunerado, les genera una sobrecarga de tareas que impacta no sólo en el ejercicio de su profesión sino también en su salud y otros aspectos de su vida personal”.

    El informe refiere que diversas situaciones de violencia por motivos de género, particularmente aquellas relacionadas con la violencia sexual, acoso sexual, intimidación y abuso de poder que experimentan las mujeres periodistas por fuentes de información, colegas varones y superiores jerárquicos tienden a naturalizarse al interior de las redacciones, lo cual “desincentiva la denuncia y fomenta la repetición de estos hechos”.

    Revela la existencia de “patrones de discriminación contra mujeres periodistas dentro de las salas de redacción que les impiden iniciar y ejercer en igualdad de condiciones su profesión” y visibiliza desigualdades asociadas con factores como la raza, el origen étnico, la orientación sexual e identidad de género.

  • Mujeres, con mayor posibilidad de caer en pobreza

    Mujeres, con mayor posibilidad de caer en pobreza

    A pesar de que en México hay 65 millones de mujeres, y que esta cifra representa 4 millones más que los hombres, es el segmento de la población con mayor riesgo financiero. Factores como la falta de prevención financiera y la dependencia económica incrementan hasta 30% las posibilidades de caer en altos niveles de pobreza, según datos del Banco Mundial.

    La especialista en finanzas personales por parte de la Universidad Autónoma de Yucatán, Montserrat Mureddu González, explicó durante el taller “Conociendo y protegiendo los riesgos financieros de las mujeres”, en el marco de la Semana Nacional de la Educación Financiera, que 29% de las mujeres mexicanas no cuenta con un ingreso propio, lo que las coloca en un alto grado de vulnerabilidad, puesto que situaciones como divorcio o viudez las afectan de manera directa.

    “Las mujeres se encuentran especialmente vulnerables al depender financieramente de otras personas, varios estudios detallan que las jóvenes entre 20 y 34 años tienen mayor posibilidad de caer en la pobreza, esto se encuentra vinculado directamente a factores como el divorcio y la viudez. Durante el 2021, 94% de los hombres que contrajeron matrimonio siguieron trabajando, mientras que solo 55% de las mujeres lograron seguir económicamente activas, por lo que existe un alta tasa de mujeres en todos los estratos sociales que se quedan sin manutención de un día para otro”, comentó Montserrat Mureddu.

    Detalló que la necesidad económica no solo ocurre entre parejas sino también hacia familiares, ya que un alto porcentaje de mujeres dependen de otros familiares, lo cual las coloca en un alto riesgo, no solo financiero sino también de salud, puesto que condiciones de enfermedad o envejecimiento quedan en manos de otras personas.

    La falta de prevención de enfermedades o vejez, es otro de los principales riesgos que enfrentan las mexicanas, ya que a pesar de tener una esperanza de vida mayor, solo 30% tiene una cuenta de retiro y 23% mantiene un seguro de gastos médicos, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión financiera.

    Mureddu González explicó que este escenario es consecuencia de paradigmas sociales, debido a la asociación de las mujeres como las principales cuidadoras de la familia, puesto que incluso mujeres con ingresos propios destinan mayor porcentaje de recursos y tiempo a los cuidados.

    Por ello, destacó que es importante comenzar a disminuir los riesgos financieros de la población femenina a través del uso y conocimiento de los sistemas financieros que permitan a las mujeres mantener un ahorro, el cual les ayude a solventar alguna de las situaciones expuestas.

    “Toda mujer ante cualquier circunstancia debería considerar desde jóvenes el ahorro en instrumentos adecuados, muchas mujeres ahorran a través de tandas, sin embargo para disminuir los riesgos financieros hay que utilizar productos que nos den rendimientos pero que también se asemejan a los hábitos que hemos tenido durante años, para ello el primer paso es invertir en cultura financiera”, comentó.

    La especialista recomendó aprovechar la SNEF para conocer instrumentos formales de ahorro e inversión, además de utilizar los cursos y talleres que se imparten de manera gratuita a lo largo de la República.

    Aumenta interés de las mujeres por mejorar sus finanzas

    Ante un panorama económico adverso más mujeres muestran mayor interés por adquirir conocimientos sobre los instrumentos financieros, a fin de encontrar la libertad financiera.

    La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros indicó que las mujeres representaron 58% de las solicitudes de inscripción al diplomado de educación financiera.

    “Hay interés de los jóvenes y de las mujeres por las finanzas personales pero especialmente por la libertad financiera, la cual puede ser una herramienta fundamental para empoderar y destruir las relaciones personales y laborales tóxicas, así como dar libertad personal”, comentó el presidente de la Condusef.

  • Las mujeres hacen más por la diversidad, equidad e inclusión en el trabajo pero no se les reconoce, revela un nuevo informe

    Las mujeres hacen más por la diversidad, equidad e inclusión en el trabajo pero no se les reconoce, revela un nuevo informe

    • Tienen el doble de probabilidades que los líderes masculinos de dedicar una cantidad considerable de tiempo al trabajo de DEI, pero el 40 % dice que su trabajo de DEI no se reconoce en sus evaluaciones de desempeño.
    • Solucionar este problema podría ayudar a retener a las mujeres líderes en el trabajo en un momento en que las empresas las están perdiendo a un ritmo sin precedentes.

    Las mujeres están liderando la lucha por un lugar de trabajo con más inclusión, pero no están siendo reconocidas por ese trabajo.

    Las líderes femeninas invierten más tiempo y energía en alianzas y esfuerzos para la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI). Esto, en comparación con sus contrapartes masculinas, pero muchos lugares de trabajo no tienen cómo evaluar y recompensarlo según un nuevo informe de McKinsey y LeanIn.org.

    El estudio encontró que las mujeres líderes contribuyen el doble de tiempo a los esfuerzos de DEI, que sus homólogos masculinos. Sin embargo, 40% de ellas dice que este trabajo no se reconoce en ninguna parte de sus evaluaciones de desempeño .

    El resultado es que las líderes femeninas pueden hacer más que sus pares masculinos. Además, 43% de las mujeres líderes están agotadas, frente al 31% de los hombres en el mismo nivel.

    No reconocer las contribuciones de las mujeres a DEI en el lugar de trabajo también podría cerrar la puerta a la próxima generación de mujeres líderes, para quienes un lugar de trabajo con más inclusión es una prioridad.

    Ellas tienen 1.5 más probabilidades que los hombres de dejar un trabajo anterior porque querían estar en algún lugar con un mayor compromiso con DEI, encontró el informe.

    ¿Qué pueden hacer las empresas respecto a esto?

    McKinsey y LeanIn.org dicen que ir más allá de los objetivos comerciales para incluir también métricas para la gestión de personas y el trabajo de DEI en las revisiones de desempeño podría ayudar a las mujeres a ser reconocidas por ese trabajo.

    Esto, a su vez, podría conducir a promociones más rápidas y mejores salarios, lo que puede ayudar a retener a las mujeres líderes en un momento en que las empresas las están perdiendo en masa .

  • El deterioro de la paz mundial aleja a las mujeres del goce pleno de sus derechos y desarrollo

    El deterioro de la paz mundial aleja a las mujeres del goce pleno de sus derechos y desarrollo

    “No podemos separar el peligroso estado de la paz en nuestro mundo de los efectos destructivos del patriarcado y el silenciamiento de las voces de las mujeres”, dijo este jueves la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, llamando a denunciar la misoginia que se manifiesta en el abuso y la discriminación que las mujeres encaran a diario, y a desafiar las estructuras y normas económicas, políticas y sociales que la sostienen.

    Mohammed participó en un debate abierto del Consejo de Seguridad sobre el fortalecimiento de la resiliencia y liderazgo de las mujeres como vía hacia la paz en las regiones plagadas de grupos armados.

    Durante la sesión, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, presentó el informe más reciente del Secretario General sobre la situación de las mujeres, la paz y la seguridad, que advierte del gran sufrimiento de este grupo poblacional en los escenarios de conflicto.

    Según ese estudio, la escalada de conflictos violentos y los retrocesos de logros generacionales en materia de derechos de género, dejan la agenda de las mujeres, la paz y la seguridad más lejos que nunca de sus metas.

    “Los conflictos violentos, los desplazamientos, las repercusiones de la pandemia y la creciente emergencia climática cobran su precio más alto a las mujeres y niñas”, afirmó Bahous.

    Atropellos de sus derechos

    La funcionaria expuso el rechazo de la agenda de las mujeres, observado, para empezar en los atropellos a los derechos humanos de ese sector de la población.

    “En el mundo entero, desde Irán hasta Tigray, Ucrania, Afganistán y más, las defensoras de los derechos de las mujeres arriesgan sus vidas todos los días en nombre de la paz y las garantías fundamentales y trabajan por el bien de sus comunidades y nuestro planeta. Esa labor debería ser apreciada por todos. En cambio, cada día se les ataca más”, lamentó Bahous y citó ataques a varias activistas en diversos países, Colombia entre ellos.

    El estudio del Secretario General señala que en muchos países, los grupos extremistas violentos y los actores militares han tomado el poder por la fuerza y han revocado los compromisos asumidos en materia de igualdad de género, además de que persiguen a las mujeres por alzar la voz o, simplemente, por ser mujeres.

    Como ejemplo menciona el caso de Afganistán, donde los talibanes expulsaron a las niñas de las escuelas secundarias, prohibieron a las mujeres mostrar sus rostros en público y les restringieron el derecho a salir de sus casas en una de las expresiones más extremas del retroceso de los derechos de las mujeres y las niñas.

    La violencia de las pandillas en Puerto Príncipe, Haití, ha forzado a miles de mujeres a huir con sus hijos en busca de una refugio seguro.
    BINUH/Boulet-Groulx
    La violencia de las pandillas en Puerto Príncipe, Haití, ha forzado a miles de mujeres a huir con sus hijos en busca de una refugio seguro.

    Paz sostenible con la participación de las mujeres

    En sus intervenciones, tanto Sima Bahous como Amina Mohammed subrayaron las evidencias de que los acuerdos de paz son más sostenibles cuando hay mujeres en las mesas de negociación y deploraron que pese a esta realidad, su participación en las negociaciones de paz sea cada vez menor.

    En el 2021, la representación de las mujeres en los procesos de paz de las Naciones Unidas llegó sólo al 19 % en comparación con el 23 % en 2020. Asimismo, hubo una marcada exclusión y representación insuficiente en los procesos que no estuvieron liderados por la ONU.

    Mohammed refirió que los estudios han demostrado que cuando se fortalece la resiliencia y el liderazgo de las mujeres, todos se benefician, incluidos los hombres y los niños.

    “Es más probable que las mujeres fomenten modos inclusivos de gobernanza y convivencia; más probable que construyan la paz y silencien las armas; y más probable que inviertan en desarrollo sostenible, una piedra angular de comunidades y sociedades pacíficas y prósperas”, apuntó la vicesecretaria.

    Agregó que la participación de las mujeres en todos los niveles, desde las comunidades locales hasta los parlamentos nacionales, ha sido clave en el cambio de enfoque para la paz y la seguridad durante los últimos 20 años.

    Falta de financiamiento

    El informe del Secretario General contrapone el gasto militar de 2021 -que al alcanzar los 2100 billones de dólares se convirtió en el más alto de la historia-, con el financiamiento a las organizaciones de mujeres en países afectados por conflictos, que cayó de 181 millones de dólares en 2019 a 150 millones en 2020.

    En este sentido, la directora ejecutiva de ONU Mujeres afirmó que negar a las mujeres espacios, acceso o financiamiento alienta a quienes abusan de ellas y valida sus tácticas. “Invertir en liderazgo de mujeres, en organizaciones de mujeres y en apoyar los derechos humanos de las mujeres en contextos de conflicto es más urgente, necesario y tiene más sentido que nunca”, aseveró.

    Antes de terminar, Bahous llamó al Consejo de Seguridad a que exija que las mujeres estén debidamente representadas en los procesos de paz. “No hay excusas para lo contrario. Que estemos retrocediendo es seguramente una simple falta de voluntad. Los insto a tomar la decisión inteligente con el financiamiento y a priorizar los recursos para las mujeres, la paz y la y seguridad. (…) La alternativa no es sólo fallar a las mujeres, es fallarnos a todos”, puntualizó.

    En el mismo tenor, Amina Mohammed urgió al mundo a oponerse firmemente a los grupos armados que utilizan la violencia como arma de guerra, y la misoginia como parte de sus tácticas de propaganda, reclutamiento y recaudación de fondos.

    “Las mujeres y las niñas suelen ser los principales objetivos de la violencia y el abuso en situaciones de conflicto. Deben estar a la vanguardia de nuestra respuesta. (…) Renovemos el compromiso de colocar a las mujeres en el centro de todo lo que hacemos en todas partes”, concluyó.

  • «Tuve que pedirle ayuda a mi madre para alimentar a mis hijos»| Pobreza y Prosperidad Compartida 2022

    «Tuve que pedirle ayuda a mi madre para alimentar a mis hijos»| Pobreza y Prosperidad Compartida 2022

    Sonia Cifuentes se mantenía cómo podía, criaba niños en el centro de Bogotá y trabajaba como transcriptora. Entonces llegó la pandemia.

    “Yo nunca me imaginé que nos íbamos a quedar sin trabajo”, dijo Cifuentes sobre ella y sus compañeros. «Tuve que pedirle a mi madre que me ayudara a alimentar a mis hijos porque no tenía dinero para comprar alimentos».

    El más reciente informe de Pobreza y Prosperidad Compartida 2022 (PSPR por sus siglas en inglés) publicado por el Banco Mundial revela que el COVID-19 supuso el mayor revés para los esfuerzos mundiales de reducción de la pobreza desde 1990. La guerra en Ucrania amenaza con empeorar la situación.

    Como muchos en todo el mundo, Cifuentes encontró apoyo en los programas de transferencias de efectivo, que el PSPR consideró clave para ayudar a las familias durante la pandemia.

  • «Amores tóxicos, futuros imposibles»: Elaborar estrategias desde el feminismo

    «Amores tóxicos, futuros imposibles»: Elaborar estrategias desde el feminismo

    En entrevista con Ana Francisca Vega para la Tercera Emisión de MVS Noticias, Irmgard Emmelhainz, platicó sobre el libro «Amores tóxicos, futuros imposibles».

    La autora de la obra comentó que la sociedad no soporta a «las mujeres empu… enojadas», quienes no son bienvenidas en ninguna parte, lo cual refleja en su texto.Introducción al feminismo.

    «El libro está pensado como una introducción al feminismo. Está dirigido a las jóvenes, tenemos que elaborar estrategias, destruir a un acosador no nos va llevar muy lejos».

    Escucha aquí la entrevista de Ana Francisca Vega con Irmgard Emmelhainz:

     

     

  • Mujeres en la política mexicana: ¿Cuánto ha avanzado la representación en 70 años?

    Mujeres en la política mexicana: ¿Cuánto ha avanzado la representación en 70 años?

    Hace casi 70 años, el 17 de octubre de 1953, el presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales que permitieron a las mujeres votar, acto que realizaron por primera vez el 3 de julio de 1955. En aquella elección, se eligieron a las primeras diputadas: Remedios Albertina Ezeta (Estado de México); Margarita García Flores (Nuevo León); Guadalupe Urzúa Flores (Jalisco), y Marcelina Galindo Arce (Chiapas).

    Desde entonces, el panorama ha cambiado. Los espacios políticos se han abierto paulatinamente para las mujeres, logrando la paridad en el Congreso de la Unión por primera vez en 2018, así como aumentar significativamente el número de gobernadoras.

    De acuerdo con el estudio “¿Cuánto ha avanzado la representación política de las MUJERES EN MÉXICO?”, realizado por Public and Corporate Solutions, desde 1979 con la primera mandataria de Colima, Griselda Álvarez, ha habido diecisiete mujeres gobernadoras, incluyendo las interinas y aquellas que no concluyeron su periodo.

    Desde 1979 con la primera mandataria de Colima, Griselda Álvarez, ha habido diecisiete mujeres gobernadoras (Foto: Especial)

    A su vez, este sexenio ha sido el que ha tenido la mayor cantidad de mujeres en el gabinete legal y ampliado. De las 19 secretarías de Estado que conforman el gabinete legal del presidente Andrés Manuel López Obrador, diez son, o han sido, encabezadas por mujeres. Además, del número total de trabajadoras de la Administración Pública Federal, el 47 por ciento son mujeres y 53 por ciento hombres.

    Esto ha sido gracias, entre otras acciones, a las reformas constitucionales de 2014 para incluir cuotas de género en el Congreso de la Unión. Desde entonces la participación de las mujeres en ambas cámaras fue en ascenso, hasta lograr en 2018, con la LXIV Legislatura, la primera Legislatura de la Paridad de Género.

    Esto, señala el estudio, ha impulsado el enfoque de género en la discusión de diversos temas como el reconocimiento del feminicidio en el Código Penal Federal, la aprobación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la reforma del Código Civil Federal que prohíbe el matrimonio infantil, o la exención de IVA en productos de gestión menstrual.

    En 2018, se logró con la LXIV Legislatura la primera Legislatura de la Paridad de Género (Foto: Especial)

    Temas pendientes y áreas de oportunidad

    Hay temas pendientes para la democracia mexicana. Uno de ellos es que una mujer sea electa como la jefa del Ejecutivo federal. Desde 1982, cuando se postuló la primera candidata (Rosario Piedra Ibara), sólo cinco más han contendido por este cargo hasta 2018, aunque el reporte señala que en 2024 el contexto legal favorecerá que haya más candidatas a la Presidencia de la República.

    Esto es una muestra de que hay áreas de oportunidad para la integración de la perspectiva de género en las políticas públicas. El documento de la organización señala que tener más mujeres en espacios de poder aún no ha expandido a todo el país mejoras en las condiciones de vida. Anotaron que solo algunas de las gobernadoras, legisladoras y funcionarias públicas han impulsado agendas en esta materia.

    Este sexenio ha sido el que ha tenido la mayor cantidad de mujeres en el gabinete legal y ampliado (Foto: Especial)

    También resalta que, aunque ha aumentado el número de mujeres encabezando las Secretarías de Estado, no se ha visto reflejado dentro de las Secretarías en los niveles más altos del organigrama. De acuerdo con el INEGI, en 2021 hubo 305 titulares de área en la Administración Pública Federal, de las cuales sólo 20 por ciento eran mujeres.

    La Secretaría de la Defensa Nacional es la dependencia con menor porcentaje de mujeres dentro de sus filas con sólo 5.6 por ciento, seguida por la Guardia Nacional con 24.8 por ciento y la Secretaría de Marina con 33.8 por ciento. Por el contrario, las Secretarías de Trabajo y Previsión Social, Bienestar y Economía son las que más participación femenina
    tienen, con 55.7 por ciento, 55.8 por ciento y 55.2 por ciento respectivamente.

    A nivel local, las brechas en el acceso al poder político son mayores. De acuerdo con Inmujeres, en 2022, el 74.1 por ciento de las presidencias municipales son encabezadas por hombres y el 25.9 por ciento para mujeres. Asimismo, en las legislaturas locales son el 53.6 por ciento, mientras que los hombres representan el 46.4 por ciento.

    Aunque ha aumentado el número de mujeres encabezando las Secretarías de Estado, no se ha visto reflejado dentro de las Secretarías en los niveles más altos del organigrama (Foto: Especial)
  • Eliminación del horario de verano: Así influye en los delitos contra las mujeres y la salud

    Eliminación del horario de verano: Así influye en los delitos contra las mujeres y la salud

    Eran las siete y media u ocho, más o menos. Tenía que llegar con mi mamá a donde mi hermano practicaba karate y para eso debía bajar en la estación Impulsora y caminar un kilómetro y medio. Apenas empezaba a oscurecer. Estaba casi solo. Mientras caminaba en sentido contrario al flujo de personas un señor se acercó y tomó mi pierna. Me quedé en shock. Volví hacia la estación de policías que se encontraba en mi flanco derecho pero no había nadie. El agresor se echó a correr.

    Para las mujeres, el espacio público nocturno representa un escenario amenazante en el que están expuestas a sufrir acoso, agresiones o incluso perder la vida.

    Este miedo puede observarse en el uso del transporte público. En México, la cantidad de mujeres que se trasladan de noche -entre las 6:00 am y las 6:00 pm- es 35 por ciento menor a la de los hombres, una diferencia dramática si se compara con otros países de América Latina, según indica el Banco Interamericano de Desarrollo.

    Mientras que en un estudio realizado en el Área Metropolitana de Guadalajara, las mujeres consultadas señalaron que los horarios más frecuentes para acosos y agresiones sucedieron en la noche, en un pico entre las 8:00 y las 11:00 pm.

    Esto ha llevado a algunas personas a señalar las consecuencias negativas que tendrá la eliminación del horario de verano en el desarrollo de las mujeres.

    La iniciativa propuesta por el presidente López Obrador y aprobada por la Cámara de Diputados implicaría que la oscuridad se presente más temprano y con esta, una mayor probabilidad de acoso u otro tipo de agresiones.

    Sin embargo, el problema entraña cuestiones que no tienen que ver propiamente con la oscuridad sino con la obligación de ejercer ciudadanía dentro de los espacios públicos, señala la abogada Arlen Palestina.

    “El tema de fondo tiene que ver con una situación de cómo ejercemos ciudadanía. La Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México nos emerge en derechos y obligaciones a los ciudadanos y a los ciudadanas, es decir, que la ciudad y las áreas comunes nos pertenecen a todas, a todos y a todes y esto genera entonces una actitud de responsabilidad para tener mayor cercanía con los espacios públicos”, explica en entrevista para El Financiero.

    Arlen Palestina es una abogada feminista y especialista en Derechos Sexuales y Reproductivos. Su experiencia la ha llevado a representar legalmente a la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez, que lucha contra la trata de personas y defiende derechos laborales de trabajadoras sexuales desde hace más de 30 años.

    Ahí se ha encargado de impulsar la reapropiación de los espacios públicos por parte de las mujeres, en especial de las trabajadoras sexuales, a través de múltiples ejercicios, como la entrega de despensas en sus lugares de trabajo o la implementación de comedores nocturnos.

    “Lo que buscamos es que la mujer entienda primero que tiene que adueñarse del espacio público haya luz o no haya luz y que debe adueñarse de un proceso de ejercer ciudadanía”.

    Para Arlen, asumir el papel de ciudadano y ciudadana es fundamental para construir una comunidad que retome los espacios públicos y los convierta en entornos seguros para las mujeres que los transitan, ya sea de día o de noche.

    “El problema no es que la ciudad esté oscura, es cómo representamos la oscuridad, no todos los lugares son negativos en el área nocturna pero entonces a esa área la haces tuya y la haces transitable y la haces vivible”, destaca abogada.

    ¿El horario de verano afecta la salud?

    El Dr. Raúl Roblero, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, explica que cada vez que cambia el horario, ya sea de verano o invierno, las personas son susceptibles a experimentar dificultades en su adaptación. Esto debido que todos los seres vivos tienen un reloj circadiano ubicado en el hipotálamo del cerebro, que se encarga de coordinar a todo el organismo.

    “Nos afecta, pero no nos hace daño. Nuestro cuerpo protesta por lo que está pasando, pero no nos hace daño en el sentido en que nos vamos a enfermar, a menos que tengamos un problema adicional”.

    Entre los efectos en las personas que puede provocar el cambio de horario están:

    • Irritabilidad
    • Dificultad en la concentración
    • Cambios de ánimo que desencadenan la depresión y ansiedad
    • Somnolencia
    • Retención de la memoria

    Investigaciones realizadas por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la UNAM señalan que en los cambios de horario (verano e invierno) los individuos llegan a experimentar “una lucha con los cambios de humor, el funcionamiento cognitivo y el desempeño psicomotor, lo cual puede ser debido a la desincronización forzada que se induce entre el sueño y los ritmos autonómicos”.

    ¿Cómo revertir los daños a la salud?

    El especialista recomienda cambiar hábitos alimenticios. “Nuestro reloj circadiano usa dos señales muy importantes para ponerse a tiempo. La primera es la luz del sol y la segunda es el horario de alimentación, lo vamos a sincronizar con el alimento”.

    Es decir, que si una persona está acostumbrada a desayunar a determinada hora, deberá procurar, en la medida de lo posible, ingerir los alimentos a la hora habitual sin importar el cambio de horario. Esta práctica puede irse modificando poco a poco hasta adaptarse al nuevo horario, pero debe ser gradual.

    Otra recomendación es procurar el ejercicio. “Ayuda hacerlo una hora antes o una hora después, dependiendo en qué cambio (de horario) estemos”.

    “Lo más importante es la luz porque es el estímulo ubicuo está en todos lados, es importante que nos expongamos a la luz solar para poder ajustar el reloj”, explicó Raúl Roblero.

  • Empleo digno e igualdad de género, claves en la lucha contra la pobreza

    Empleo digno e igualdad de género, claves en la lucha contra la pobreza

    Alicia Bárcena Ibarra, embajadora de México en Chile, se niega a hablar de su anunciada candidatura a dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero sí tiene claro cuáles serían sus prioridades y hacia dónde conduciría a esa institución en caso de alcanzar la presidencia.

    “Un banco como el BID tiene que jugar un papel contracíclico, ir en contra del ciclo de bajo crecimiento y baja inversión, tiene que jugar ese papel y creo que hay enormes posibilidades de que pueda hacerse”, lanza desde su despacho en Santiago, en conversación con La Jornada.

    “Hay un portafolio regional de proyectos, algunos de gran envergadura, y sin duda potenciar la inversión es el papel que debe tener el banco, apuntando a la digitalización, la innovación, la ciencia y la tecnología aplicada a la producción, para lograr una sinergia entre crecimiento inclusivo, empleo con derechos sociales e igualdad de géneros. Esa es la llave maestra para salir de la pobreza y lo que dignifica a las personas, dando valor agregado a la producción y exportaciones con sostenibilidad ambiental. El banco tiene todas las posibilidades de llevar esto adelante”, detalla.

    Experiencia en estas materias tiene y de sobra, ella fue secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) durante 14 años.

    También anuncia una primicia: en noviembre se van a reunir en Oaxaca los presidentes de México, Colombia, Perú y Chile para relanzar la Alianza del Pacífico.

    “En el corto plazo en México habrá un evento que es la cumbre de la Alianza del Pacífico, se van a reunir los cuatro gobiernos el 24 y 25 de noviembre. Es muy importante porque vamos a tener a cuatro gobiernos de signo político distinto a los que había cuando comenzó este pacto, que es de estado, pero seguramente le van a dar un giro”, sostiene.

    Es posible, además, que el chileno Gabriel Boric pueda concretar en esa ocasión una visita oficial.

    “Creo que hay buenas posibilidades, sería una linda visita oficial, el presidente Andrés Manuel López Obrador le tiene un enorme aprecio al presidente Boric, así que sería un encuentro muy importante para ambos países que tienen vínculos históricos muy sólidos y de enorme trascendencia”, explica.

    Sería una buena oportunidad para hablar, por ejemplo, de cooperación e industrialización del litio, donde ambos países tienen intereses estratégicos.

    “Es un tema muy importante. El triángulo del litio lo conforman Bolivia, Argentina y Chile, ahí está 65 por ciento del ese metal. México tiene mucho potencial en dos sentidos: la industrialización y tiene el mercado al frente. Hay posibilidades enormes de aprendizaje y colaboración (…) podría crearse un corredor productivo. Chile tiene potencialidades para convertirse en una plataforma de producción de baterías. Lo que nos falta en Latinoamérica es que no sigamos exportando materia prima solamente, que le demos valor agregado.”

    El gobierno chileno intenta construir una política comercial favorable a la reindustrialización y se plantea revisar ciertos tratados comerciales pero encuentra resistencia en el empresariado y en la oposición.

    “Chile es el país con más acuerdos de comercio de la región porque le es vital estar abierto; pero está bien preguntarse de vez en cuando qué ha cambiado en el mundo, qué tenemos que considerar en materia de inversiones y exportaciones, que van muy unidas. Hay que buscar cómo industrializarnos un poco más, dejar de ser el típico país extractivista y dar valor agregado con innovación, ciencia y tecnología. México, Canadá y Estados Unidos modernizaron el tratado de 1994, no fue fácil, pero es muy importante en un mundo que se desglobaliza y que se regionaliza, podemos ser jugadores en materia de integración.”

    –Dice usted que el mundo se desglobaliza.

    –Lo que vivimos en los años 90 del siglo pasado fue la hiperglobalización caracterizada por una apertura extrema, una financiarización que nos llevó a problemas tan graves como los de 2008. Hubo un enorme movimiento de capitales impulsado por la bonanza de los commodities. Las empresas trasnacionales fueron por eficiencia donde más barato les salía producir, globalizando las cadenas de valor. ¿Qué pasa ahora? La pandemia fue un golpe terrible a la globalización, rompió las cadenas de suministro, potenció aumentos de precios en el transporte; y las trasnacionales concluyeron que su búsqueda de eficiencia debe ser remplazada por seguridad. Ahora buscan aproximarse a los mercados, hay una relocalización industrial y una regionalización. Con el conflicto de Ucrania y Rusia esto se agudizó más, hay un replanteamiento global de las fuerzas políticas y comerciales en un contexto de alta inflación, bajo crecimiento y de cambio en la estructura del comercio. La región tiene que plantearse estos temas, somos superavitarios en alimentos y en energía, es una región de paz, la integración debemos verla con pragmatismo, desideologizándola, podemos ganar mucho.

    –¿Qué acompañamientos podría dar el BID en este escenario?

    –Su rol debe ser apuntalar el desarrollo en sectores estratégicos, hablábamos de industrialización. Puede y debe jugar un papel esencial en ayudar a definir hacia dónde llevar un portafolio de inversiones rentables. La inversión es el puente entre el corto y el mediano plazos y nuestra región tiene un problema ahí, es la más baja en el mundo tanto pública como privada, estamos en alrededor de 16 por ciento del producto frente a un promedio mundial de 26 por ciento y los países emergentes de 36 por ciento. La prioridad es la inversión, estamos teniendo muy bajo crecimiento, no más de 2.6 por ciento este año y alza de tasas para confrontar la inflación.

    –Y no hay en el corto plazo perspectiva de que dejen de aumentar. ¿Cuál es el riesgo de que ello precipite al mundo a una recesión que además tiene inflación?

    –La inflación que estamos sufriendo no sólo es causada por demanda, sino también por oferta. Para los bancos centrales su principal preocupación es controlar la inflación y el instrumento que utilizan son las tasas de política monetaria. Hay que expandir la caja de herramientas, no podemos combatir la inflación sólo con tasas de interés. Cuando la inflación es ocasionada por oferta, también debemos actuar por ese lado para lograr que haya mayor disponibilidad de alimentos y de energía.

    –Países como Colombia y Chile plantean reformas tributarias, ¿es oportuno?

    –Un tema que sí es posible abordar es el control de la evasión fiscal. No es “en lugar de”, sino que debe ser un eje fundamental de la política tributaria, lo ha sido en México con la ahora secretaria de Economía (Raquel) Buenrostro, ella hizo un gran papel en el control de la evasión, a tal grado que se logró recaudar mucho más sin una reforma a los impuestos. Pero sí hay que implementar políticas de control de la evasión en Latinoamérica porque es de 6.2 por ciento del producto, que son 365 mil millones de dólares que se nos van. Ahí se requiere la colaboración internacional porque ¿adónde se nos va ese dinero? La política fiscal no es local, es global, hay que tenerlo clarísimo.

    –En materia de migración, ¿cómo ve el rol del BID?

    –La movilidad humana ha existido siempre, lo que es fundamental es abordar las causas estructurales de la migración, no nos podemos seguir equivocando al limitarlo a los efectos. La causa más profunda es la pobreza y la desigualdad, y quienes más migran son los jóvenes faltos de oportunidades.

  • El campo expulsa a las mujeres

    El campo expulsa a las mujeres

    “En la recolección de la aceituna siempre llaman antes a un hombre que a una mujer, yo misma he sentido esa discriminación laboral y eso que sé manejar desbrozadoras, sopladoras y otra maquinaria agrícola igual que los hombres”. Antonia Torres Liñán, una agricultora de 58 años de Arroyo del Ojanco (Jaén), dice estar harta de las excusas que siempre ponen a las mujeres de su pueblo para no contratarlas en la campaña olivarera. “Que si hay poca cosecha, que si la mecanización hace su trabajo, o incluso no se esconden para rechazar a las que tienen más de 50 años”, se lamenta Torres, que se tiene que conformar con recoger, junto a sus dos hijos, 300 olivos de regadío de una explotación familiar.

    La del olivar es la campaña de mayor impacto en el empleo en la agricultura española. Este año se esperan 14 millones de jornales solo en Andalucía, la comunidad que concentra el 80% de la producción oleícola del país. Pero hace años que la mujer está siendo desplazada de ese cultivo, una desigualdad que se acentúa más en años como el actual, donde la sequía ha menguado la cosecha hasta un 60% en provincias como Jaén, la principal productora mundial. El Gobierno de la nación acaba de reducir de 35 a 10 las peonadas exigibles para poder cobrar el subsidio agrario, algo que venían reclamando sindicatos y partidos políticos, además de solicitar planes especiales de empleo.

    Las mujeres que se dedican a la agricultura sufren una doble discriminación, la dictaminada por su género y la impuesta por las desventajas de vivir en el medio rural. Lo sabe bien María José Serrano, de 58 años, que tras ejercer varios años como abogada decidió asumir el relevo generacional para gestionar las explotaciones olivareras de su familia en Alcaudete (Jaén) y en Priego de Córdoba (Córdoba). “El campo está muy masculinizado, a mí me miraban como un bicho raro cuando empecé”, señala esta agricultora que forma parte también del consejo rector de la cooperativa oleícola de su pueblo, otro techo de cristal para las mujeres rurales. Serrano acaba de ser distinguida por el Ministerio de Agricultura con el primer premio en la categoría a la Excelencia a la Innovación Agraria para Mujeres Rurales por un proyecto para mejorar la eficiencia de los cultivos y reducir el estrés hídrico del olivar.

    De las aproximadamente 740.000 personas que actualmente están ocupadas en el sector agrario, solo 177.000 son mujeres, es decir, por cada 100 hombres hay 31 mujeres. Son datos de Funcas a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA). Pero la masculinización del campo se ha ido acentuando desde la crisis económica de 2008. Ese año el sector empleaba a 40 mujeres por cada 100 varones; en 2016 este indicador llegó a su valor más bajo (30), recuperándose ligeramente hasta 2019, para volver a caer en 2020. Desde entonces, la relación entre mujeres y hombres empleados en el sector agrario apenas ha variado.

    Las diferencias entre comunidades autónomas son llamativas. En Asturias y Cantabria —con una ocupación agraria inferior a la media nacional― la relación es aproximadamente de 70 mujeres por cada 100 hombres ocupados en el sector. En cambio, en Murcia y Extremadura —las dos comunidades con mayor ocupación agraria― el número de mujeres empleadas por cada 100 varones, es de 34 y 10, respectivamente. Por tanto, las mujeres que trabajan en la agricultura y la ganadería no están más presentes en aquellas comunidades con más empleo en el sector primario; más bien al contrario, la participación femenina en el empleo se aproxima más a la masculina en las comunidades en las que el sector de la agricultura y la ganadería genera menos puestos de trabajo, según refleja Funcas en el estudio Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural 2021.

    Ines Casado, en un campo donde cultiva algodón en Jaén.
    Ines Casado, en un campo donde cultiva algodón en Jaén.JOSE MANUEL PEDROSA

    No obstante, la evolución por modalidades de actividad es desigual. La caída del empleo más intensa se aprecia entre las trabajadoras autónomas (sin empleados), cuyo número ha descendido de alrededor de 95.000 en 2008 a apenas 64.000 en 2022. En cambio, las empleadoras (autónomas con empleados) muestran desde el final de la crisis económica una tendencia ascendente, aunque con oscilaciones. Otro dato revelador es que el número de horas que las mujeres rurales dedican diariamente al trabajo doméstico quintuplica el que dedican los hombres (ellas, casi 10 horas; ellos, menos de dos).

    “El empoderamiento de la mujer no llega al campo, y el problema, en muchas ocasiones, es que las mujeres no nos lo creemos y nos resignamos a ejercer ese liderazgo. Si no logramos que las mujeres tengan empleo en igualdad de condiciones, los pueblos se vacían”, advierte María Inés Casado, que lleva toda su vida enrolada en la agricultura y que, allá por los años 80, se convirtió en una precursora de la lucha de la mujer en el campo al presidir la cooperativa de espárrago de su pueblo, Villanueva de la Reina (Jaén). Actualmente, en los consejos rectores de las cooperativas agroalimentarias solo el 3,5% de sus integrantes son mujeres, mientras que en su base social las mujeres representan más del 25%.

    Disfunciones en la PAC

    Otro dato que resulta contradictorio es el peso que las mujeres tienen en el sector agrario pese a encontrarse en un mundo masculinizado. Así, la mujer representa en torno al 60% de los inscritos en el Régimen Agrario de la Seguridad Social. En Andalucía, la pasada campaña fueron 87.013 agricultoras y ganaderas las que percibieron subvenciones de la Política Agraria Común (PAC) por valor de 331 millones de euros. Esa cifra supone un porcentaje del 41%, cinco puntos más que el que había hace cinco años. “Es una cuestión meramente burocrática, es el hombre el que hace todo el trabajo en el campo y en la tramitación de las ayudas y la mujer no reza para nada, solo viene para firmar los documentos”, explica Carmen Rueda, de la Asociación Emprendiendo en Red, que lleva más de 20 años tramitando esas ayudas comunitarias.

    La brecha es también de tipo salarial. Según los datos de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), en las ayudas de la PAC las mujeres perciben un 36,67% menos que los productores (3.483 euros ellas, frente a 5.500 euros los hombres). Fademur demanda al Gobierno la aprobación de un Estatuto de las Mujeres Rurales que parta de una lista de mínimos: que se corrija la brecha en las ayudas comunitarias (la nueva PAC que entrará en vigor en 2023 es la primera con perspectiva de género); que facilite la titularidad compartida para continuar visibilizando el trabajo de las mujeres del sector agrario (algunas comunidades como Madrid o Baleares continúan teniendo cero explotaciones de mujeres en su registro); que se profesionalicen los cuidados, que las mujeres que los ejerzan obtengan una remuneración y vean reconocidos sus derechos; y, finalmente, que se mejore la participación de las mujeres rurales en la esfera pública y privada.

    En este sentido, Fademur propone tomar el ejemplo del Estatuto de las Mujeres Rurales que ya existe en Castilla-La Mancha, que vincula la obtención de presupuesto público a la participación equilibrada de las mujeres en las entidades. En Andalucía se prepara la que será la primera Ley de la Mujer Rural y del Mar, que aspira a fomentar una mayor incorporación de la mujer a los órganos de decisión de las empresas de la agroindustria y en el sector pesquero. En cuanto al relevo generacional, según los datos de la Junta andaluza, de los más de 3.000 jóvenes que han iniciado su actividad en el sector agrícola en el último año, un total de 1.100, o lo que es lo mismo, uno de cada tres, es mujer.

    “Las mujeres de los pueblos han sufrido una desigualdad económica y social que ha llevado al colectivo, y especialmente a las más jóvenes, a abandonar los núcleos. Esta tendencia ha acelerado el proceso de envejecimiento y masculinización de la población rural que lleva al despoblamiento”, señala Teresa López, presidenta de Fademur, que valora, no obstante, los ligeros avances registrados en los últimos años. Avances relacionados con el saldo poblacional femenino, que señalan que desde 2018 más de 100.000 mujeres se han empadronado en municipios de menos de 5.000 habitantes, según se ha destacado desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

    Desmontando tópicos

    Las mujeres rurales chocan casi siempre con la falta de visibilidad. Es el caso de Magdalena Sánchez González. A sus 63 años gestiona en solitario una finca de 1.500 olivos en una pequeña aldea de Beas de Segura (Jaén). “A la gente joven le diría que el campo es muy sacrificado, pero también tiene sus recompensas”, señala esta agricultura mientras espestuga a sus olivos. El pasado viernes llegó tarde a un Encuentro de Mujeres Rurales porque tuvo que asistir, muy temprano, un parto de una oveja y darle de mamar a un borrego.

    El de Magdalena Sánchez es un caso que desmonta muchos tópicos erróneos sobre la mujer rural. Pero hay otros ejemplos en la comarca jiennense de la Sierra de Segura: Juliana Segura está muy solicitada porque es experta en el manejo de la motosierra y realiza cursos de poda en el olivar; las hermanas Evelia y Ángela Gracia están al frente de la cooperativa de su pueblo, Villarrodrigo; y Encarnación Mora lleva muchos años como tractorista.  “Existe una situación de desigualdad clarísima, porque a los hombres no les preguntan si saben llevar un tractor o una cosechadora, se les supone, pero a nosotras sí”, expone Inés Casado, que es también presidenta de la Asociación de Mujeres Rurales, Ademur.

    GINÉS DONAIRE