Autor: Editora

  • Principales barreras de las mujeres en los negocios

    Principales barreras de las mujeres en los negocios

    En México, una de cada cuatro mujeres ocupadas en el mercado laboral tiene un negocio. Sin embargo, no hay suficientes datos públicos para dimensionar los retos que enfrentan. Ante este panorama, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en alianza con el Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME), levantó una encuesta a 2,201 mujeres para conocer mejor las características de su actividad económica, el tiempo que dedican a ella, y las barreras que enfrentan para abrir y hacer crecer sus negocios.

    En la segunda edición de esta encuesta, se detectó que las mujeres cercanas al CCME tienden a operar en la formalidad, pero requieren mayor tiempo disponible y financiamiento para incrementar su nivel de ventas. El perfil de las mujeres encuestadas que tienen un negocio puede resumirse de la siguiente forma:

    • Tienen entre 35 y 54 años
    • Estudiaron hasta la licenciatura
    • Están casadas y tienen dos hijos
    • Dedican entre cinco y nueve horas al día al trabajo no remunerado

    Tres principales barreras para el desarrollo de sus negocios

    Los costos de la formalidad: Aunque los negocios en la formalidad se asocian con mayores ventas también van de la mano con mayores costos de entrada u operación. Estos costos desalientan a las mujeres para formalizar sus negocios o dar de alta a sus colaboradores ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Estos son algunos de los resultados:

    • Aunque la mayoría de las mujeres cercanas al CCME operan en la formalidad, no se constituyen como empresas. 93% de las empresarias y 50% de las trabajadoras por cuenta propia que respondieron están registradas ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT). La mayoría de ellas está bajo el régimen de persona física con actividad empresarial.
    • Mayores ingresos para los negocios formales. 33% de los negocios formales tienen ventas mayores a 50 mil pesos mensuales; en el caso de los negocios informales la proporción cae a 4%.
    • La formalidad de un negocio no garantiza que sus colaboradores también lo sean. 69% de los negocios que están registrados ante el SAT no tienen a la totalidad de sus colaboradores dados de alta ante el IMSS.

    El trabajo no remunerado: Las mujeres que dedican menos tiempo al trabajo no remunerado tienden a generar mayores ingresos. Mientras 56% de las mujeres que no realizan actividades del hogar y de cuidados reportan ventas de más de 200 mil pesos al mes, la cifra cae a 28% para aquellas que sí las ejecutan.

    La falta de financiamiento: Este es el principal reto que perciben las mujeres para abrir, operar y crecer sus negocios. Solo el 5% de las mujeres encuestadas reportaron haber recibido apoyo para obtener financiamiento, la mayoría de ellas (58%) a través de un programa gubernamental.

    Apoyar a las mujeres y sus negocios es una vía para que alcancen autonomía económica e incrementen los ingresos de sus hogares. Contar con estadísticas que permitan analizar a los negocios con perspectiva de género son clave para profundizar en las necesidades de las empresarias y diseñar e implementar acciones que las atiendan. Para ello, el IMCO Propone: 

    • Generar más y mejores datos sobre los negocios de las mujeres. En las encuestas relacionadas con el emprendimiento, el INEGI podría incluir preguntas sobre el sexo de las personas dueñas de los negocios, el tiempo dedicado al trabajo no remunerado y los desafíos para operar y crecer un negocio, con el fin de permitir los análisis con perspectiva de género.
    • Acompañar a las mujeres que quieren formalizar sus negocios, por ejemplo a través de capacitaciones, mentorías y estímulos de parte de organismos empresariales y/o gobiernos.
    • Diseñar programas para las mujeres que no tienen un ingreso propio pero quisieran abrir un negocio para obtenerlo. Para ello es posible promover la cooperación entre los programas del sector público y privado para guiar a las mujeres en el proceso de abrir un negocio para mujeres. De la mano, analizar los retos específicos de este grupo de mujeres, por ejemplo, si tienen cuenta bancaria, historial crediticio o están dadas de alta ante el SAT para una mejor asesoría.
  • Mujeres periodistas laboran entre acoso, violencia y discriminación, revela informe

    Mujeres periodistas laboran entre acoso, violencia y discriminación, revela informe

    Las mujeres periodistas sufren acoso, discriminación y otros tipos de violencia en su trabajo señala el Informe Mujeres periodistas y salas de redacción elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que ayer presentó junto a la Alianza de Medios Mx.

    “La información reseñada en este informe revela que, aunque se han registrado avances, un número significativo de mujeres siguen enfrentando barreras basadas en sesgos de género para acceder a los medios de comunicación (…) En muchas redacciones también se registra una alta prevalencia de situaciones de violencia y/o acoso sexual, entre otras formas de violencia basada en género”, dice el informe.

    El documento señala que el hecho de que en muchas redacciones no se ha avanzado en la elaboración de estrategias contra de la discriminación y violencia de género contribuye a su perpetuación e impide su correcto abordaje.

    Foto: Laura Lovera | El Sol de México

    Por eso, entre sus recomendaciones está “[establecer] políticas internas con disposiciones específicas en materia de violencia y discriminación basada en género, con énfasis en el acoso laboral. Estas políticas deben ser diseñadas con la participación activa de las mujeres que se desempeñan en cada una de las empresas”.

    A las empresas periodísticas, recomienda adoptar políticas en materia de igualdad de género, como “acciones sistemáticas de capacitación para todo el personal que trabaja en los medios de comunicación sobre el contenido y alcance de sus disposiciones, a fin de fomentar el pleno respeto de esta política”.

    En el caso de las periodistas mexicanas, el informe señala que enfrentan inestabilidad económica en el ejercicio de la profesión y señalan que existe una brecha salarial por cuestiones de género.

    “Muchas de ellas declaran que los ingresos que reciben por su labor periodística no son suficientes para solventar su costo de vida, lo que las obliga a tener otros trabajos paralelos. Esta multiplicidad de empleos, a la que se suma el trabajo doméstico no remunerado, les genera una sobrecarga de tareas que impacta no sólo en el ejercicio de su profesión sino también en su salud y otros aspectos de su vida personal”.

    Foto: Laura Lovera | El Sol de México

    Durante la presentación del estudio en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, Adriana Ramirez, integrante de La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) y responsable de Redes de Periodistas, Libertad de Expresión y Género en CIMAC señaló que el informe rescata desde la propia violencia que viven las mujeres periodistas y va desde un panorama regional, en una dimensión que adquieren ahora los temas de derechos humanos y la transformación feminista.

    “Habla de las causas estructurales de desigualdad y es importante que en el informe deben estar representados los derechos de las mujeres, que puedan dar una pauta para que las empresas recuperen estos avances y análisis”, destacó.

    Además lamentó que cada 40 horas una mujer periodista es agredida en México.

    Sara Lovera, de Sem México, recordó cómo en los años 70, cuando ingresan de manera masiva las mujeres a los medios, existía el acoso, la descalificación y discriminación, y que las periodistas sólo cubrían temas sociales como bautizos, al estar relevadas de la fuente política.

    Sí se percibía la discriminación y la descalificación

    Verónica Espinosa, corresponsal de la revista Proceso e integrante de Red Mex de periodistas, expresó que en las redacciones de los medios sigue presente la normalización del acoso, hostigamiento sexual y laboral. Al igual que existe la ausencia de posturas contundentes desde las direcciones para frenar esta problemática.“Estamos muy atoradas”, dijo.

    Foto: Laura Lovera | El Sol de México

    Por su parte, Catalina Ruiz Navarro, columnista en El Espectador y directora de la Revista Volcánicas expuso que la violencia hacia las mujeres periodistas no sólo se percibe en las salas de redacción, también ocurre desde internet, en las páginas de los medios, blogs y redes sociales.

    “Internet nos ha enfrentado a la violencia y serie de discursos violentos que enfrentamos las mujeres periodistas (…) Machismo y misoginia empezaron a verse por escrito en internet”, ejemplificó.

    Por otra parte, en cuanto a las redacciones contó cómo compañeras periodistas del periódico El Espectador hace seis años no podían ir en falda, porque sus compañeros les chiflaban y acosaban, por lo que debían usar pantalón.

    E insistió en que este tipo de conductas les truncan las carreras en el periodismo a las mujeres, además de que existe una enorme cantidad de talento fugado de las mismas, porque no pueden continuar aguantando la violencia en las redacciones.

    Al respecto Andrea Miranda, editora general de el Debate, coincidió en que los dueños de los medios en la mayoría de las ocasiones no se enteran de lo que sucede en las salas de redacción.

    “No llegan a sus oídos las quejas, menos en una cobertura de una reportera, fotógrafa o camarógrafa”, lamentó.

  • Ella Bucio gana el primer Campeonato Mundial de Parkour y es mexicana

    Ella Bucio gana el primer Campeonato Mundial de Parkour y es mexicana

    La mexicana Ella Bucio ganó el primer lugar en el Campeonato Mundial de Parkour que se llevó a cabo en Tokio, Japón una competencia que es la primera vez que se lleva a cabo y la cual es organizada por la Federación Internacional de Gimnasia ( FIG).

    La competidora mexicana ya había ganado una competencia similar este año, cuando se llevó la medalla de oro en la Copa Mundial de Parkour en Montpellier, Francia en la categoría de estilo libre.

    “Empezar la semana sabiendo que la mejor del mundo en parkour es mexicana lo vale todo. Felicidades a Ella Bucio, ganadora de la prueba de estilo libre del primer Campeonato Mundial de Parkour organizado por la Federación Internacional de Gimnasia”, publicó el Comité Olímpico Mexicano en sus cuentas de redes sociales.

    Ella Bucio mexicana ganadora del Campeonato del Mundo de Parkour

     

    La mexicana Ella Bucio se coronó en el Campeonato Mundial de Parkour al conseguir el mejor tiempo en la clasificación con 26.0 puntos, mientras que en la final obtuvo 27.0. La segunda posición fue para la japonesa Hanaho Yamamoto con 25.0 y el tercer lugar lo ocupó la checa Adela Merkova con 24.5.

    ¿Quién es Ella Bucio?

    Ella Bucio Dovali es una atleta mexicana de 25 años de edad y que a los 4 años comenzó a incursionar en la gimnasia olímpica, disciplina que practicó hasta los 13 años cuando tuvo que dejar el deporte para lograr metas distintas.

    Estudió Artes circenses en la Escuela de Circo de Bruselas y se convirtió en doble de acción, profesión que la llevó a participar en famosas series de televisión como “Rosario Tijeras”, protagonizada por Bárbara de Regil y ha participado en dos reality show de competencia donde retomó su pasión y gusto por el deporte.

  • Red de refugios ha acogido a 9 mil mujeres este año

    Red de refugios ha acogido a 9 mil mujeres este año

    La Red Nacional de Refugios (RNR) expuso que “tan sólo de enero a septiembre de este año incrementaron 16 por ciento los ingresos de mujeres con sus hijas e hijos a albergues, lo que significa 9 mil 13 mujeres con sus familias protegidas y acompañadas integralmente”.

    En un reporte, indicó que en este mismo periodo “hemos atendido integralmente a 22 mil 204 mujeres y sus hijas e hijos en los 75 espacios de protección y a 5 mil 814 personas, 80 por ciento mujeres, a través de redes sociales y líneas telefónicas”.

    Así, en nueve meses acompañaron “gratuitamente al día a más de 103 mujeres en riesgo por conducto de los diversos espacios y medios de atención de la RNR”.

    También, 429 mujeres a través de las redes sociales y líneas telefónicas de la RNR reportaron haber sido víctimas de violencia sexual y 134 de intentos de feminicidio.

    Asimismo, ayer en el Diario Oficial de la Federación se publicó el convenio de coordinación con la Secretaría de Gobernación, mediante la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), referente al otorgamiento de subsidio para el Programa de Apoyo a Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género para el actual ejercicio fiscal.

    Al respecto, la Conavim precisó que no se trata de recursos adicionales, sino parte de los mismos asignados para 2022 al esquema, cuyo total asciende a 419 millones 494 mil 300 pesos.

    La RNR destacó que en México, de enero a agosto de 2022, “se han contabilizado 600 feminicidios y mil 905 homicidios dolosos contra mujeres, lo que representa un total de 2 mil 505 mujeres asesinadas; es decir, más de 10 mujeres cada día. A ello se suman 2 mil 559 homicidios culposos contra mujeres dentro de los cuales existe la posibilidad de tipificaciones erradas, manipuladas o tardías”.

    Asimismo, de acuerdo con el último informe del Secretariado Ejecutivo, en los primeros ocho meses de 2022 se registraron 756.3 delitos de violencia familiar por día, lo que significa un aumento de 6.9 por ciento en comparación con 2021.

    Además, hubo 417 mil 96 llamadas de emergencia por incidentes relacionados con violencia familiar, casi 50 mil sólo durante agosto.

    Sobre las violencias sexuales, en ese periodo han sido reportados 15 mil 871 delitos de violación, con una media de 65 al día y un aumento de 13.5 por ciento respecto a 2021.

  • Las mujeres perciben un México más inseguro; 7 de cada 10 tienen miedo de vivir en su ciudad

    Las mujeres perciben un México más inseguro; 7 de cada 10 tienen miedo de vivir en su ciudad

    En México, 7 de cada 10 mujeres (70.5%) consideran que vivir en su barrio o colonia es inseguro, mientras que para los hombres esta cifra se reduce significativamente a 57.2%, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi.

    La cifra general para el país reflejó que 64.4% de la población total consideró inseguro vivir en su ciudad al corte del tercer trimestre del 2022, lo que implicó una baja respecto del registro del trimestre previo.

    Esta es la primera vez en un año en la que se registra una caída en la percepción general de inseguridad, pero todavía la brecha de género en este indicador es amplia: hay 13.3 puntos porcentuales de diferencia entre el dato para mujeres y el de hombres.

    La percepción de inseguridad se alínea con otros registros que dan pistas de cómo la violencia contra mujeres y niñas no logran cesar. Los feminicidios y las agresiones dentro de los hogares, particularmente siguen al alza.

    Los sitios públicos en los que más inseguridad perciben las mujeres son el cajero automático en vía pública y el transporte público. Pero lugares del espectro privado también son peligrosos para algunas mujeres: 3 de cada 10 se sienten inseguras en el trabajo y 2 de cada 10 se sienten inseguras en la casa y la escuela.

    La inseguridad cambia lo que llevamos puesto y la hora en que salimos

    Una de las consecuencias de la inseguridad y la violencia es el cambio de rutinas; la población mexicana ha dejado de hacer cosas cotidianas por temor. En este rubro también son distintas las dinámicas entre hombres y mujeres.

    El 61.2% de las mujeres dijo que dejó de salir de casa con cosas de valor, mientras que esta cifra para los hombres se reduce a 46.9 por ciento. Entre las mujeres, además, hay más miedo de caminar por la noche en los alrededores de su casa, más de la mitad (55.4%) dijeron que han eliminado este hábito porque es inseguro.

    Aunque no se tienen cifras oficiales de cómo la inseguridad y la violencia impactan decisiones tan personales como la ropa o los caminos que tomamos, hay investigaciones periodísticas y académicas que dan cuenta de cómo el temor a ser víctima de alguna agresión hace que las niñas, adolescentes y mujeres eviten usar ropa que les gusta o eviten ciertas rutas para transportarse.

  • Los costos siguen siendo un lastre en la lucha contra el cáncer de mama

    Los costos siguen siendo un lastre en la lucha contra el cáncer de mama

    En 2020 en México se detectaron 29,000 casos de cáncer de mama y 7,900 muertes a consecuencia del padecimiento (21 al día), de ellas, 58 fueron de varones, lo que revela la incidencia por género. Si se mantiene esta tendencia, para 2040 podrían aumentar a 36 defunciones al día, según las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que ha declarado el 19 de octubre como el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama.

    De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el costo de tratar esta enfermedad en una institución pública puede oscilar entre los 100,000 y 200,000 pesos anuales, en promedio. Tan sólo para llegar a un diagnóstico, un ultrasonido mamario cuesta 3,500 pesos aproximadamente, una biopsia desde los 3,500 hasta los 15,000 pesos, y una mastografía ronda en los 2,000 pesos.

    Datos de la consultora PwC indican que el paquete de 20 quimioterapias puede costar hasta 350,000 pesos anuales y el de 20 radioterapias hasta 35,000 pesos. La aseguradora AXA revela que el costo medio por todo el tratamiento entre sus aseguradas es de 611,000 pesos aproximadamente y que durante el primer año, el cáncer de mama es 148% más caro que el promedio de los años subsecuentes.

    Las etapas en las que se encuentra el cáncer también son clave. Por ejemplo, un cáncer de mama en fase IV es hasta 418% más costoso que uno en fase I, 221% más que en fase II, y 98% con respecto a una fase III. A las mujeres en fase II les cuesta 61% más el tratamiento que a las diagnosticadas en fase I.

    La edad también es un factor determinante. El tratamiento por cáncer de mama puede ser hasta 40% más costoso en mujeres entre 21 y 30 años, con respecto al coste medio general, este rango es el de mayor costo medio entre todos. Por otro lado, las mujeres de 20 años o menores son las que tienen el costo medio más bajo (86,000 pesos), seguidas de las mayores de 81 años (398,000). El mayor número de casos está en el rango entre 41 y 50 años, seguidos de 51 a 60 años; el costo medio en estos grupos es de 592,000 y 603,000 pesos respectivamente.

    Todas participamos para la detección oportuna

    Ante ese escenario, el conocimiento es la principal arma contra la enfermedad, asegura la doctora en investigación de la Inmunología del Cáncer, Leticia Rocha Zavaleta, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

    Hoy las estadísticas revelan que cuando las mujeres acuden al oncólogo tienen un tumor avanzado y la respuesta a los tratamientos es menor. Además, evidencian que estamos lejos de cubrir a la población objetivo para realizar los estudios de detección, como mastografías.

    La primera sugerencia de la experta en cáncer es que las campañas para realizarse exámenes de diagnósticos no se limiten al mes de la lucha contra este tipo de padecimiento (octubre). “Es responsabilidad de los sistemas de salud y de educación insistir, a lo largo de todo el año, en que se hagan estas pruebas”.
    Leticia Rocha Zavaleta, doctora en investigación de la Inmunología del Cáncer. Foto EE: Cortesía UNAM

    Rocha Zavaleta detalla que hay pocos tipos de cáncer cuya causa se puede atribuir a un sólo factor, pero no es el caso del de mama, pues esta es una neoplasia multifactorial. El factor de riesgo de mayor frecuencia es tener más de 50 años, seguido del genético, es decir, haber tenido en la familia casos de cáncer de mama o de cáncer de ovario, el tercer factor de riesgo es la exposición a las hormonas femeninas llamadas estrógenos; por último, factores externos relacionados con el estilo de vida, como el sobrepeso.

    Todas debemos tener claro que las mujeres mayores de 40 años deben realizarse una mastografía al año. En el caso de las mayores de 50, este estudio se complementa con un ultrasonido mamario a fin de detectar pequeños crecimientos, incluso en áreas en las que el mastógrafo no puede detectarlas, por la densidad de la glándula.

    Antes de los 40, precisa, no es recomendable realizar estas pruebas ya que se utilizan radiaciones a las que no debe exponerse a mujeres más jóvenes. Sin embargo, resalta que la inspección manual es lo indicado para todas las edades. Deben hacerlo de forma manual para detectar signos de alerta como: presencia de bolitas, cualquier crecimiento anormal endurecido, endurecimiento o hundimiento del pezón, enrojecimiento de la piel, comezón, incluso cambios en su coloración.

    “El objetivo es detectar este cáncer lo más temprano posible, a fin de tener mayor probabilidad de responder adecuadamente a los tratamientos y curarse”.

    La especialista concluye que “todas las mujeres estamos en riesgo. El no desarrollar la enfermedad, encontrarla en un tiempo adecuado o curarla, depende de nosotras. El conocimiento es definitivamente nuestra principal herramienta, nuestra mejor arma para poder liberarnos del azote de esta enfermedad”.

    Campaña #Detección+Acción

    Por primera vez organizaciones sociales de la Coalición Mexicana por la Salud Mamaria (COMESAMA), el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Alianza de Prestadores Privados de Servicios de Salud (APPSS) dieron a conocer la campaña #DetecciónMásAcción, que busca impulsar el acceso a estudios clínicos para la detección oportuna de cáncer de mama en mujeres del grupo de edad de mayor riesgo (40 años o más), y apoyar el seguimiento de los casos sospechosos y de confirmación diagnóstica hacia hospitales de referencia, buscando reducir la tasa de mortandad debido a esta causa.

    Esta campaña de atención integral incluye tanto la detección, como el acompañamiento a las pacientes en su tratamiento, a lo que se suma el apoyo psicológico. Se ofrecerán mastografías digitales a un precio de 390 pesos, que podrían incluir, en los casos que sea necesario, un ultrasonido o una biopsia. El alcance de esta campaña está proyectado para las 32 entidades de la República Mexicana y durará de octubre a diciembre del 2022.

    Actualmente transcurren en promedio de 7 a 14 meses entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento, por lo que esta campaña busca acortar el tiempo de espera a un máximo de dos meses. Para ello se cuenta con el apoyo de organismos del sector público, como el Instituto Nacional de Cancerología, el Hospital General de México, el Hospital Juárez de México, en la Ciudad de México, y diferentes instituciones al interior de la República Mexicana. Por su parte, el sector privado, está participando más de 50 centros de diagnóstico, entre los que se incluyen hospitales del CMH; laboratorios del Grupo de Diagnóstico Aries; Grupo Dalinde, Centro Médico ABC, entre otros que se van sumando.

    Para conocer más sobre la campaña y obtener una cita para mastografía digital se puede visitar la página http://saludmujeres.mx 

    Nelly Toche

  • Fechas clave en la historia para conseguir el voto femenino

    Fechas clave en la historia para conseguir el voto femenino

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    El primer voto. Litografía publicada en «The Sphere» el 21 de diciembre de 1918

    Las elecciones de 1918 en Gran Bretaña

    Se celebraron el 14 de diciembre, un mes después de que Alemania firmara el armisticio y cesaran los combates en Europa. En ellas pudieron votar por primera vez las mujeres, aunque sólo las mayores de 30 años, mientras que el voto masculino se amplió a los mayores de 21 años.

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    Hucha británica de 1913

    Se activaba mediante un mecanismo: al caer la moneda se abría la caja y aparecía una joven con una pancarta y un collar en pro del voto femenino. Diez años más tarde del primer voto de una mujer, en 1928, el sufragio femenino se extiende a todas las mujeres mayores de 21 años, en pie de igualdad con los hombres.

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    Banderín por el voto femenino hecho por las sufragistas estadounidenses en 1910-1920

    En agosto de 1920 fue ratificada la Decimonovena Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, que consagra el sufragio femenino. Hasta ese momento las mujeres podían votar en aquellos Estados que así lo permitían; el primero en autorizar el voto femenino había sido Wyoming, en 1869.

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    Estatuilla en cerámica de una sufragista de comienzos del siglo XX

    Las mujeres de Australia lograron el derecho al voto en el año 1902. Este país y su vecina Nueva Zelanda eran dominios de la Corona británica, pero gozaban de una gran autonomía política que favoreció la adopción de esta medida.

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    «La mujer debe votar». Cartel francés llamando a la mujer a luchar por sus derechos, 1925-1930.

    En 1946 Francia, recién liberada de la ocupación hitleriana, concedió el derecho de voto a la mujer, que había sido rechazado por el Parlamento en 1919 y 1922. El sufragio constituyó un reconocimiento implícito al papel de la mujer en la Resistencia.

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    Insignia de la WSPU

    Esta famosa insignia fue diseñada por Sylvia Pankhurst. En ella vemos como una doncella sale de la cárcel vestida de blanco (símbolo de pureza), con los grilletes rotos a sus pies.

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    Sufragistas estadounidenses a bordo de un remolcador durante una de sus campañas

    Conscientes de la necesidad de organizarse para ejercer presión y ganar apoyos, en 1897 diferentes organizaciones sufragistas constituyeron la Unión Nacional de Sociedades por el Sufragio Femenino (NUWSS en inglés) en Gran Bretaña, de la mano de Millicent Fawcett. Llevaban a cabo acciones y campañas para influenciar en la opinión pública y conseguir la mayor cantidad de apoyo posibile.

    1893. El 19 de septiembre de este añoNueva Zelanda concede el derecho de voto a las mujeres mayores de 21 años, aunque hasta 1916 no obtendrán el derecho a ser elegidas.

    1902.Las mujeres de Australia logran el derecho al voto. Este país y su vecina Nueva Zelanda eran dominios de la Corona británica, pero gozaban de una gran autonomía política que favoreció la adopción de esta medida.

    1906. El día 1 de junio, Finlandia se convierte en el primer país del mundo que permite a las mujeres ser elegidas al Parlamento, gracias a una ley que consagra el sufragio universal tanto masculino como femenino.

    1917. Tras la Revolución de Febrero en Rusia y la caída del zar, el jefe del gobierno provisional, príncipe Lvov, concede el sufragio femenino después de que 40.000 mujeres se manifiesten en las calles de San Petersburgo, la capital del país.

    1918. Las mujeres del Reino Unido pueden votar por primera vez. El sufragio se limita a las mayores de 30 años, que deben satisfacer determinados requisitos de propiedad. Diez años más tarde, en 1928, el sufragio femenino se extiende a todas las mujeres mayores de 21 años, en pie de igualdad con los hombres.

    1919. Entre el fin del Imperio ruso y la conquista bolchevique de este territorio, Azerbaiyán deviene el primer país de mayoría islámica que se convierte en una república parlamentaria y que concede el voto a la mujer.

    1920. En agosto es ratificada la Decimonovena Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, que consagra el sufragio femenino. Hasta ese momento las mujeres podían votar en aquellos Estados que así lo permitían; el primero en autorizar el voto femenino había sido Wyoming, en 1869.

    1929.Ecuador se convierte en el primer país de América Latina que pone en práctica el sufragio femenino en unas elecciones.

    1931 En España, las Cortes aprueban la nueva Constitución de la República el 9 de diciembre de 1931, que reconoce el derecho de voto a la mujer. En los debates sobre esta cuestión desempeñan un papel destacado las diputadas Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken; paradójicamente, las mujeres podían ser elegidas aunque no pudieran votar. Las españolas no ejercerán este derecho hasta el 19 de noviembre de 1933, cuando se celebren las siguientes elecciones generales. Después de los comicios de 1936 las mujeres ya no podrán volver a votar libremente hasta 1977, una vez finalizado el régimen franquista.

    1934 En el marco de la progresiva occidentalización y transformación del país, la República de Turquía, dirigida por Mustafá Kemal, reconoce el sufragio femenino en las elecciones nacionales, aunque las mujeres ya podían votar en los comicios locales desde 1930.

    1946Francia, recién liberada de la ocupación hitleriana, concede el derecho de voto a la mujer, que había sido rechazado por el Parlamento en 1919 y 1922. El sufragio constituye un reconocimiento implícito al papel de la mujer en la Resistencia.

    1947 La Constitución de la India, que acaba de adquirir la independencia respecto de Gran Bretaña, establece el sufragio femenino. En las dos décadas siguientes, los países de África y Asia que se emancipen de la tutela colonial reconocerán el derecho a voto de la mujer.

    1971Las mujeres de Suiza obtienen el derecho a votar en las elecciones federales; entre 1959 y 1991 habían visto reconocido su derecho en las elecciones de los diferentes cantones.

    1984 El principado de Liechtenstein se convierte en el último país europeo que aprueba el sufragio femenino, que se ejercerá en las elecciones generales de 1986.

    2015 Por primera vez desde la fundación del reino en 1932, las mujeres de Arabia Saudita pueden participar y ser candidatas en unas elecciones.

  • 69 aniversario del reconocimiento del derecho al voto para las mujeres mexicanas

    69 aniversario del reconocimiento del derecho al voto para las mujeres mexicanas

    El derecho al voto de la mujer en México comenzó el 12 de febrero de 1947, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del Decreto de adición al artículo 115 para permitirles la participación como votantes y como candidatas, quedando establecido que: “En las elecciones municipales participarán las mujeres, en igualdad de condición que los varones, con el derecho de votar y ser votadas”.

    Sin embargo, fue el 3 de julio de 1955, hace 64 años, cuando las mujeres en México sufragaron por primera vez en una elección federal. Lo anterior, derivado de la promesa de campaña que hiciera dos años antes el entonces candidato presidencial Adolfo Ruiz Cortines.

    Fue el 17 de octubre de 1953, una vez superado el trámite legislativo, el Presidente Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales para que las mexicanas gozaran de la ciudadanía plena.

    En las elecciones federales de 1955, las mujeres acudieron por primera vez a las urnas a emitir su voto. En esa ocasión se elegía a diputados federales para la XLIII Legislatura. Pese a la importancia que tenía este evento histórico, por ser el primer ejercicio de libertad de decisión de la mujer, la verdadera democratización de la ciudadanía tardó muchos años más en germinar, ya que la tradición estaba aún arraigada en nuestro país.

    Es por ello que tuvieron que pasar 24 años de que se reconociera el sufragio de la mujer, para que en 1979 México tuviera a la primera gobernadora estatal (de Colima), Griselda Álvarez.

    El sufragio femenino significó el reconocimiento a la igualdad en la participación política. A partir de entonces ha continuado la lucha de las mujeres por sus derechos a participar en la toma de decisiones del país.

    Municipios de México continuemos esforzándonos y trabajando en implementar políticas públicas que fomenten la participación de la mujer en la toma de decisiones en todos los ámbitos, en especial el municipal, para construir juntos un México justo, equitativo para toda la población.

  • Cómo están cambiando las ciudades para ser más seguras para las mujeres

    Cómo están cambiando las ciudades para ser más seguras para las mujeres

    ¿Qué mujer no ha sentido miedo volviendo a casa por la noche por una calle mal iluminada o ha evitado pasar por un parque vacío? Desarrollar ciudades seguras gana cada vez más peso después de que durante décadas las ciudades fueran diseñadas por y para los hombres.

    Las ciudades se construyeron pensando en los hombres debido a la división sociosexual del trabajo, asignándoles a los varones las tareas productivas y a las mujeres las reproductivas.

    Como respuesta a esta práctica, surgió el urbanismo feminista, que busca incluir a las mujeres y protegerlas en su día a día.

    Pero va más allá de evitar la escasa iluminación, aumentar la vigilancia o mejorar el mantenimiento: busca invertir en estructuras urbanas que sean inclusivas para crear así espacios en los que las personas pasen tiempo generando de esta manera una seguridad pasiva. Cuanta más gente haya en un lugar, más seguro se volverá.

    Urbanismo con perspectiva de género

    La cuestión es que todo el mundo se sienta cómodo en el espacio urbano, en cualquier lugar y a cualquier hora. Esta aspiración es lo que sociólogos denominan la «democratización del espacio urbano».

    La capital de Austria, Viena, lleva décadas aplicándolo, pero cada vez son más las ciudades que se suman a este movimiento.

    «El urbanismo feminista lo que viene a buscar es la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Se trata de reducir toda discriminación que exista todavía en la práctica», le explica a BBC Mundo la arquitecta española Alexandra Delgado del estudio AD arquitectura urbana.

    «Un urbanismo feminista en el fondo es un urbanismo que nos beneficia a todos, porque nos da un mejor espacio público, más igualdad de oportunidades, mejor acceso a equipamientos, mejor transporte público… es un urbanismo de la oportunidad», agrega.

    Los inicios se remontan a los años 60, cuando feministas del ámbito de la arquitectura, el urbanismo y la geografía comenzaron a demostrar que el urbanismo no es neutro y que es necesario incluir en él a las mujeres.

    GETTY IMAGES

    Esta perspectiva aporta una visión amplia de las personas al plantear que las mujeres y los hombres viven y experimentan el espacio de maneras diferentes. Esta visión ha cobrado fuerza debido al incremento de población de las ciudades.

    Hoy, poco más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, según datos de la ONU. Además, se prevé que, para 2050, ese número aumente a 68 %. Mientras, para 2030, se espera que el mundo tenga 43 megaciudades de más de 10 millones de personas, la mayoría de ellas en el hemisferio sur.

    «Ciudades seguras» de la ONU

    «Cuando las mujeres y las niñas no pueden caminar tranquilas por las calles de la ciudad, vender y comprar en los mercados, desplazarse en el transporte público o simplemente usar aseos comunitarios, esto tiene un impacto tremendo en sus vidas. Tanto la amenaza como la experiencia de la violencia afectan su acceso a las actividades sociales, la educación, el empleo y las oportunidades de liderazgo», explica la ONU Mujeres en el marco de la iniciativa internacional de «Ciudades seguras y espacios públicos seguros».

    Desde 2011, esta Iniciativa mundial proporciona apoyo a gobiernos, organizaciones de derechos de las mujeres, organizaciones no gubernamentales (ONG), el sector privado y otros asociados con el objetivo de crear espacios públicos seguros con y para las mujeres y las niñas en entornos urbanos, rurales y de otro tipo.

    «Se trata de tener espacio público iluminado, cuidado, con zonas verdes, con equipamientos. Estas cosas son las que dan seguridad diaria», explica Delgado sobre el programa de la ONU que promueve, entre otras cosas, inversión en la seguridad de los espacios públicos.

    Diseñar pensando en las mujeres en España

    En España la ley para la igualdad efectiva de hombres y mujeres recoge un punto específico de urbanismo.

    En la práctica esto significa que cualquier proyecto que se presente en el ámbito del desarrollo urbano debe incluir obligatoriamente una memoria de impacto de género en la que se explique siempre la seguridad peatonal y la seguridad de los espacios diurnos y nocturnos. Esto se traduce en una mayor iluminación de las calles, ausencia de zonas oscuras o parques sin vegetación que pueda hacer de barrera como un gran número de árboles frondosos.

    Países como España han reconocido la necesidad de renovar su diseño urbano para hacer los espacios públicos inclusivos, seguros y receptivosa las necesidades de las mujeres y hombres. GETTY IMAGES

    «Esto es tan importante que ha habido planes urbanísticos que se han anulado por no tenerla», explica la arquitecta española. «Si no se incluye, por ejemplo, una buena iluminación los proyectos no pasan las evaluaciones de memoria de impacto de género».

    «Normalmente se traduce en una mejora del espacio público, la iluminación del mismo, el acceso al transporte… Hay algunas cuestiones, sobre todo, en el espacio público, en el que el plan presentado debe decir por qué no causa desigualdad en las mujeres, por su diseño», indica. «Es un urbanismo que no perjudica a nadie, sino que nos beneficia a todos», afirma Delgado.

    En opinión de la arquitecta española, si bien no se lleva aplicando tanto tiempo como para decir que haya mejorado la seguridad de las mujeres en las ciudades, «sí que por lo menos ha visibilizado unas problemáticas en las que antes ni siquiera pensabas».

    «Solamente el hecho de poner sobre la mesa y cuestionar: ¿estás pensando en la seguridad en el espacio público? ¿Estás pensando en la seguridad por la noche? Es algo positivo. En este sentido sí que se va en la buena dirección», agrega.

    Viena: una ciudad para mujeres

    A principios de la década de 1990 Viena desarrolló el que es el mayor proyecto de vivienda en Europa hasta la fecha construido por y para mujeres.

    «La facilitación de las tareas domésticas y familiares, el fomento de la vecindad y un entorno vital en el que los residentes también puedan caminar con seguridad fueron los objetivos centrales del proyecto modelo Frauen-Werk-Stadt I», explican a BBC Mundo desde la Oficina de Urbanismo de Viena.

    La Frauen-Werk-Stadt I, en la calle Donaufelder 95-97 del distrito 21 de Viena, es el mayor ejemplo de vivienda y urbanismo adaptado a las mujeres en Europa. CORTESÍA DE LA OFICINA DE URBANISMO DE VIENA

    El proyecto de 357 viviendas liderado por la arquitecta Franziska Ullmann tenía el objetivo también de promover la participación de las mujeres profesionales en el desarrollo urbano y especialmente en el diseño de la expansión urbana.

    Terminado en 1997, este diseño se convirtió en toda una referencia para los estudios de arquitectura de todo el mundo.

    «Es muy interesante como referencia por cuestiones prácticas como, por ejemplo, como que haya vínculos visuales interior-exterior, entre el apartamento, el hueco de la escalera, el patio, el jardín, las plazas, las calles. Eso al final es la vigilancia pasiva», indica Delgado.

    Esta ciudad de mujeres también cuenta con una planta baja abierta y los garajes tienen una estructura abierta con iluminación natural, debajo de los apartamentos, con acceso directo desde las escaleras para mejorar la seguridad.

    «Senderos seguros» de México

    En América Latina, la violencia contra las mujeres y las niñas marca el día a día de la vida de numerosas ciudades. Según datos de la ONU, en México 7 de cada 10 mujeres enfrentaron algún tipo de violencia en 2020.

    De acuerdo con la Encuesta Origen Destino en Hogares de la Zona Metropolitana del Valle de México (EOD-HOGARES) de 2017, el 61,4 % de los trayectos que se hacen caminando en la Ciudad de México son llevados a cabo por mujeres para realizar actividades de cuidado, principalmente.

    No obstante, en 2018, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) dio a conocer que tan solo 14,3% de las mujeres mayores de 18 años reportaba sentirse segura en la calle, mientras que 17.799 mujeres por cada 100.000 habitantes había sido víctima de robo o asalto en la calle o en el transporte público.

    Entre las medidas implementadas para luchar contra esto en lugares como Ciudad de México destaca el programa «Senderos Seguros: Camina libre, camina segura», creado en 2019 para mejorar las zonas con mayor incidencia delictiva contra las mujeres, fomentar el disfrute del espacio público y prevenir la incidencia delictiva.

    Esta acción implica un incremento del alumbrado público con tecnología LED, limpieza y rehabilitación de áreas verdes, instalación de tótems con cámaras de videovigilancia y botones de auxilio conectados con las autoridades.

    «El programa propone diseño universal con perspectiva feminista para crear rutas seguras utilizando elementos amortiguadores de violencia e integrados a una imagen urbana que incremente la percepción de seguridad», le explican a BBC Mundo desde la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México, responsable del programa.

    De 2019 a la fecha se han intervenido 510 kilómetros de senderos seguros y para el cierre de 2022 se planea llegar a los 710 kilómetros. Asimismo, actualmente se cuentan con más de 65.000 cámaras de video vigilancia y 11 mil botones de auxilio.

    Según datos de las autoridades mexicanas, los delitos contra las mujeres en el espacio público han disminuido en un 28,8% en los lugares que han sido intervenidos como Senderos Seguros desde 2019.

    «Pensar en las mujeres a la hora de diseñar las ciudades es algo que ayuda. Esa es una de las razones por las que se lanzaron los senderos seguros, para que esas zonas donde las mujeres no podían transitar o sentían peligro fueran rehabilitadas para que las mujeres pudieran pasar por ahí», explican, por su parte, desde la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México.

    «Son medidas superficiales»

    Sin embargo, si bien los expertos apuntan que se va por el buen camino, aún queda mucho por hacer en la lucha contra la violencia contra las mujeres en las ciudades.

    «El concepto de arquitectura de género en México y todos los conceptos relacionados son superficiales, son maquillaje. Sin duda sirven, el maquillaje siempre sirve, pero tapa solo huecos, no arregla el problema», indica a BBC Mundo la arquitecta mexicana Tatiana Bilbao.

    «Estas medidas son superficiales por muchas razones. La primera es porque realmente no hay una política de defensa de los derechos de las mujeres en profundidad. Lo que no se protege en México es la vida de las mujeres. En México matan a muchas mujeres», critica.

    «Por eso por más que se haya pensado en iluminación de calles, espacios abiertos y demás medidas no es suficiente. A las mujeres las matan en la calle a plena luz. Por eso creo que las acciones que se están haciendo de ese tipo son superficiales», agrega.

    No obstante, Bilbao reconoce que todo ayuda. En su opinión hay estrategias de urbanismo que funcionan mejor como crear espacios donde se socialicen las labores de cuidado.

    «Los callejones existen, pero si empiezas de cero hay que pensar en cómo hacer espacios que socialmente puedan ser mucho más seguros, porque tienen gente, porque están abiertos… que ponerle luz a un callejón oscuro. Pero bueno, si existen callejones oscuros hay que hacer algo contra ellos, sin duda. Creo que va en paralelo todo».

  • Para las escritoras latinoamericanas, el terror y la fantasía plasman la lucha cotidiana

    Para las escritoras latinoamericanas, el terror y la fantasía plasman la lucha cotidiana

    En un artículo publicado en 1960 en The New York Times, el traductor y crítico José Vázquez Amaral reportaba “sorprendentes noticias literarias de México y América Central”: las escritoras iban “progresando”.

    Entre las escritoras que estaban a la vanguardia mencionaba a Amparo Dávila y Guadalupe Dueñas, autoras mexicanas cuyos cuentos escalofriantes combinaban sucesos fantásticos con experiencias cotidianas y cuestionaban las limitaciones diarias impuestas a las mujeres en esa época. Antes de pasar a “un informe un tanto menos entusiasta” sobre las andanzas literarias de los varones, Vázquez destacaba que, gracias a las mujeres, ningún otro periodo de la historia latinoamericana había visto “aparecer tantos escritores excelentes de manera tan sorpresiva y triunfante”.

    Seis décadas más tarde, el linaje literario de Dávila y Dueñas —por no decir el de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y José Eustasio Rivera— sigue vigente y goza de buena salud. En México, Argentina, Ecuador y otros países más, un número notable de escritoras recurren a la fantasía, el horror y lo desconocido para inquietar a los lectores y expresar críticas sobre los problemas sociales. Varios comités de premios, dentro y fuera de América Latina, tienen los ojos puestos en ellas.

    “Es algo que estamos observando en toda la región, una nueva sensibilidad”, aseveró Carmen Alemany Bay, profesora de literatura en la Universidad de Alicante, en España, quien acuñó el término “narrativa de lo inusual” para describir la corriente actual de producción literaria en la región.

    “Presentan situaciones”, explicó Alemany Bay, “en que el lector es quien finalmente decide si aquello es posible o no. De allí la riqueza de este tipo de literatura”.

    Quizá no sea ninguna sorpresa que las escritoras, en particular, sean quienes recorren los rincones más sombríos de la ficción latinoamericana actual, ahora que aumenta la frustración en torno a las restricciones a los derechos de las mujeres y la creciente violencia de género. Por toda la región, los movimientos de protesta impulsados por mujeres se han vuelto habituales en el paisaje político reciente.

    Sin embargo, estas historias tienen más en común que coincidencias insólitas y sobresaltos nocturnos, afirmó Alemany Bay. La “narrativa de lo inusual” por lo general está atenta al entorno social, explora la femineidad de manera íntima y nada convencional, y cuestiona la naturaleza de nuestras relaciones personales más cercanas, mencionó. Las representaciones de la vida normal no intentan resaltar el efecto de lo fantástico o sobrenatural; más bien, lo irreal se utiliza para agudizar la perspectiva del lector sobre lo que es verdad.

    “Muchas veces cuando se habla de este tipo de escritoras actuales que se salen de lo real, y particularmente latinoamericanas, entonces es ‘realismo mágico’. Y esto es un error muy grave, muy grave”, señaló Alemany Bay. “Estas autoras a veces también utilizan elementos mágicos, pero como un instrumento”.

    De hecho, el éxito reciente de estas autoras ya ha ensanchado la definición de la gran literatura latinoamericana, cuyo boom de los años 60 y 70 nos regaló realistas mágicos como Gabriel García Márquez. Este mes se anunció que, tras ser galardonadas en España y América Latina, la colección de cuentos de Samanta Schweblin Siete casas vacías (Seven Empty Houses que saldrá en inglés con Riverhead para el 18 de octubre) y la novela Mandíbula de Mónica Ojeda (que Coffee House Press lanzará con el título Jawbone en febrero) se encuentran entre las finalistas del premio estadounidense National Book Award en la categoría de literatura traducida.

    Siete casas vacías es menos fantasía pura que la colección previa de Schweblin, Pájaros en la boca. No obstante, sus historias son igual de aterradoras. El libro, escrito en la época en que Schweblin se mudó de Argentina a Berlín —en primera instancia por un tiempo, y más tarde de manera permanente— gira en torno al sentido de desplazamiento: una mujer en sus años de vejez decide embalar su vida; una niña se va con un extraño; una madre y su hija se cuelan en casas de personas ricas y cambian de lugar los muebles. En todas las historias, Schweblin parece decidida a resquebrajar el sentido de permanencia del lector.

    “La idea era estirar esto lo más posible a un realismo, o sea todo lo que pasa es posible y, sin embargo, la sensación de extrañamiento es muy fuerte”, dijo Schweblin. “Me gusta jugar y ver cómo cruzo esos límites, me gusta ver hasta dónde puedo cruzarlos y hasta dónde cruzarlos significa lastimar y hasta dónde de pronto eran una cosa arbitraria”.

    Para Schweblin, nuestra fascinación como sociedad por las historias de terror refleja una pérdida: una conexión menguante con los momentos “sublimes” del arte y la vida que “desarman” todo lo que llevamos dentro y que hemos ido “cancelando”, dijo. “Ha quedado el horror como una herramienta para esa conexión, casi de olla de presión”.

    Si bien es sorprendente, la obra de Schweblin también está impregnada de crítica social: en Siete casas vacías los prejuicios y las divisiones de clase son los elementos más destacados. Su novela de 2017 preseleccionada para los premios Man Booker, Distancia de rescate (en inglés, Fever Dream), ofrece una perspectiva literaria sobre la fumigación de plantíos con glifosato, un pesticida asociado con defectos de nacimiento, en zonas de toda Argentina donde hay cultivos de soya, como en el caso de Aviá Teraí, pueblo cercano a la frontera con Paraguay.

    “La literatura es súper política, pero cuando mejor sale es en un espacio donde ninguna otra política puede meterse: en el espacio más delicado que no tiene la precisión de ‘vamos a hablar del glifosato porque alguien tiene que hablar de eso’”, comentó Schweblin.

    Fiel a su costumbre, la crónica social de Schweblin en Distancia de rescate abarca el espacio entre lo fantástico y lo cotidiano y está estructurada completamente como un diálogo entre una mujer moribunda y un niño que podría ser real o imaginario. De manera similar, Mandíbula, de Ojeda, presenta a una joven secuestrada por una maestra obsesiva y emplea el horror para explorar las ansiedades de la adolescencia y la femineidad en Ecuador en la época moderna.

    “Siempre ligamos el miedo a la fealdad, pero yo creo que sobre todo está ligado a la belleza”, explicó Ojeda en un correo electrónico. “El miedo más grande que podemos experimentar es el de perder la belleza. Me pareció natural pensar la adolescencia desde allí”.

    Al igual que Dueñas y Dávila antes que ellas, Ojeda y otras escritoras contemporáneas de América Latina utilizan diferentes elementos para confrontar las realidades cargadas de tensión que viven las mujeres de la región. Pero, a diferencia de ellas, su forma de feminismo, en sí, representa una “evolución” de la narrativa del siglo pasado, afirmó Alemany Bay.

    “Escritoras como Ámparo Dávila van a incorporar al mundo interior. Ese es el mundo de la pesadilla, el mundo de la locura. Utilizan mucho la psicología interior, que podría ser una característica de la literatura escrita por mujeres”, comentó Alemany Bay. “Las escritoras actuales también incorporan ese mundo interno, pero están en otro estadio, en el que no tienen que hacer una reivindicación como mujeres. Y creo que allí hay también un paso adelante en esta escritura”.

    Esa forma más personal de feminismo, considera Schweblin, ha necesitado tiempo para ser comprendida plenamente.

    “Con Pájaros en la boca, todos los temas de los que se está ocupando el feminismo en los últimos 10 años están allí, en un libro de la ingenuidad de una persona que tenía 18 años”, dijo. “Realmente no sé si es feminista o no, pero la necesidad, la bronca, estaba allí”.

    Aun así, reconocer esas realidades puede resultar chocante. Schweblin dijo que cuando se mudó por primera vez a Berlín, no entendía por qué la llenaba de felicidad volver a casa en bicicleta sola por la noche sin preocuparse de que hubiera consecuencias. Sus amigos no entendían por qué les enviaba mensajes de texto después de volver tarde.

    “Nadie me contestaba, me costaba entender que lo que estaba diciendo era: llegué viva”, dice Schweblin.

    <em>Brujas</em>, de Brenda Lozano, utiliza elementos surrealistas para explorar la violencia contra las mujeres en México.

    Credit…Gladys Serrano/El País

    En Argentina, el año pasado se registraron 251 feminicidios —asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujeres—, según datos oficiales. En México, la cifra fue de 1004. En Brujas, publicada en inglés por Catapult con el título de Witches en agosto, la escritora mexicana Brenda Lozano utilizó el espacio entre lo real y lo imaginario para explorar “diferentes niveles” de violencia contra las mujeres, desde las expectativas de los roles de género hasta el abuso y el feminicidio.

    La “bruja” de la novela de Lozano desafía las premisas sobre lo que deben ser las mujeres, y usa el lenguaje (y hongos silvestres) para sanar a los enfermos de un modo que la medicina moderna no puede hacerlo.

    “Mi superhéroe sería una mujer capaz de todo a través de la palabra, pero todo: cambiar cualquier narrativa, casi como un poema imposible, un poema que lo vea todo”, afirmó Lozano. “Creo que eso solo era posible en su imposibilidad, solo era posible a través de la ficción”.

    Fragmentos de obras de escritoras latinoamericanas:

    (…) una vez, la Oscuridad, a través de él, le había arrancado un brazo, desde el hombro, a un chico de diez años. La madre, en vez de tener la habitual reacción extática de los Iniciados, se había puesto histérica, había amenazado con sacar todo a la luz, con denunciarlos. Florence no toleraba ese tipo de rebelión. La mujer había sido arrojada, con piedras en los pies, al río Paraná. A que fuera parte de todos los muertos que se esconden en los lechos de los ríos argentinos.

    Fernanda abre los ojos y ve a Annelise que ya no tiene una cabeza, sino una mandíbula que piensa. “Saborearás a Dios en la carroña”, dice y le pone un pájaro muerto sobre las manos. Las demás levantan las suyas en el aire. Saben que se acerca el momento. “Saborearás a Dios en la carroña”, corean. Y las paredes gotean.

    El ruido fue cercano y sutil, dentro del cuarto. Si abría los ojos, se dijo a sí misma, podría tener que enfrentar algo terrible. Se concentró en controlar los párpados. Estaba lista para la muerte, qué alivio sería si solo se hubiera tratado de la muerte, no quería sufrir, no quería que la lastimaran, y otra vez el ruido sobre la madera del piso, inconfundiblemente humano. ¿Sería él? No, se dijo en silencio. Él estaba muerto. Abrió los ojos. El chico estaba parado a los pies de la cama.