El desplazamiento forzado es un problema que año con año gana terreno no sólo en México, sino en el mundo, aunque con diferencia de la mayoría de países donde los habitantes se ven obligados a abandonar sus hogares por guerras declaradas, en el territorio nacional ocurre principalmente por la presencia del crimen organizado.
Este viernes se supo que la Secretaría del Bienestar abandonó el programa Sembrando Vida en Uruachi, Chihuahua, luego de que en la comunidad serrana de Las Trojas se registrara un importante éxodo entre sus últimos habitantes. Según las versiones recogidas por El Heraldo de Chihuahua, esto se debió a la presencia y amenaza de un grupo armado, por lo que unos 45 pobladores decidieron alejarse en los últimos meses para salvaguardar su integridad.
Este, sin embargo, es sólo uno de los tantos eventos que ocurren en el país casi con cotidianidad, tan sólo en 2020, fecha del último informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los derechos Humanos (CMDPDH), fueron desplazadas al menos nueve mil 741 personas en ocho estados, lo que significó un aumento de mil 77 personas respecto a 2019, aun siendo el año en el que inició la pandemia de Covid-19.
Para el 2021, según estimaciones preliminares de la propia Comisión, esta cifra ascendería hasta los 41 mil, siendo el número más alto en los últimos cinco años.
¿Quiénes son los más afectados por el desplazamiento forzado?
Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Chihuahua -estado donde Sembrando Vida dejó de funcionar a causa de la violencia- se posicionaron en 2020 como los estados que más familias expulsaron de sus hogares en ese año, según los datos de la CMDPDH.
En términos más específicos, y aunque el grupo de personas desplazadas no es heterogéneo, las familias indígenas son el sector de la población que históricamente ha sido desalojado de sus hogares por la presencia de los grupos armados.
Mujeres y niños, los grupos más afectados. Foto: Cuartoscuro
Tan sólo en 2020, del total de eventos de desplazamiento forzado que se contabilizaron en el país, en 41 por ciento de los casos se trató de personas identificadas como indígenas.
Asimismo, aunque generalmente las personas que huyen lo hacen en familia, la CMDPDH registró que en el 83.33 por ciento de los eventos había niños involucrados, siendo el grupo etario más afectado en el país.
En segundo lugar se ubicaron las mujeres, con presencia en al menos 58.33 por ciento de los eventos, seguido de las y los adultos mayores, con registro en uno de cada dos desplazamientos forzados.
Los perfiles con menos presencia como víctimas de este ilícito fueron los hombres y jóvenes en general, con 29.17 y 12.5 por ciento, respectivamente.
El Índice de Mujeres, Paz y Seguridad de 2021-2022 calificó el bienestar de las mujeres de 170 países de mejor a peor en base a tres áreas: Inclusión, Seguridad y Acceso a la justicia y 11 métricas que integran educación, finanzas, empleo, discriminación, normas de seguridad, representación en la política y más.
Como objetivo principal, el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad busca comprender las diferencias globales al medir la inclusión de las mujeres en la sociedad, el sentido de la seguridad y la exposición a la discriminación, como alguno de los indicadores clave.
Como sabemos, no existe un lugar o país perfecto para ser mujer. Sin embargo, algunos países han logrado reducir notoriamente la discriminación legal en género, siendo uno de los mayores logros a nivel social.
Por eso, a continuación te decimos cuáles son los países (del mayor a menor) para vivir si eres mujer en 2022:
Noruega
Finlandia
Islandia
Dinamarca
Luxemburgo
Suiza
Suecia
Austria
Reino Unido
Países Bajos
Noruega
El país de Noruega ocupa el primer lugar en la lista, gracias a la labor de la Ley de Igualdad y Antidiscriminación, ocupando el segundo lugar a nivel mundial en el Informe Global de Brecha de Género 2022 del Foro Económico Mundial, que apoya a las mujeres empleadas que buscan formar una familia. Tiene una puntuación de 98 sobre 100 en igualdad salarial.
Finlandia
Desde 1906, Finlandia se convirtió en el primer país en otorgar el derecho a las mujeres a participar en la política como miembros del parlamento. Islandia El país conocido como la isla perla de Europa ha ocupado el primer lugar en el mundo, durante nueve años consecutivos en el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial, siendo un reflejo de la participación de ambos géneros en la toma de decisiones importantes.
Dinamarca
Este país cuenta con igualdad de oportunidades en educación y empleo, las mujeres danesas están protegidas por la ley contra la discriminación de género y cuentan con el apoyo del gobierno para el cuidado de los niños a partir de los seis meses.
“Los derechos humanos son como la luz en las minas. En ellas todo es oscuro, pero esos pequeños rayos de luz, aunque no te dejan ver todo alrededor, te marcan un camino por donde caminar y encontrar la salida. Los derechos humanos te dan esperanza”. Este fragmento forma parte del libro “Las valientes aventuras de mujeres defensoras”, publicación de la Oficina en México de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, libro que visibiliza la labor de 25 defensoras mexicanas y latinoamericanas.
A manera de cuentos para niñas y niños de todas las edades, el texto visibiliza la labor de defensoras de América Latina con trabajo en México. El libro acerca de una manera literaria y visualmente atractiva a la labor que realizamos las mujeres defensoras desde diversos espacios y muestra cómo desde la psicología, la teología, la comunicación, la antropología, el trabajo en el hogar, el derecho, la antropología forense, la sociología, la economía, la educación, la escritura, las relaciones internacionales, entre otras ramas, se puede contribuir a la construcción de una sociedad más libre, justa e igualitaria.
Los relatos son las historias de mujeres defensoras de diversas edades y contextos, originarias de los estados de Oaxaca, Ciudad de México, Guerrero, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Aguascalientes, así como de Costa Rica, Argentina y Guatemala.
“Nunca limites tus sueños. Escucha tu voz interior, la energía que nace en tu estómago, porque así puedes hacer más de lo que te imaginas. Los límites los pones tú”, es una de las frases que busca inspirar a niñas y niños para que conozcan esta noble labor pero también para que sepan que todas las personas podemos ser defensoras o defensores de los derechos humanos.
Los cuentos reflejan la gran diversidad de derechos que las activistas defienden, desde los derechos de las y los trabajadores, los derechos de las mujeres, la libertad de expresión, los derechos sexuales y reproductivos, los derechos de las personas víctimas de desaparición, los derechos de las trabajadoras del hogar, los derechos de la comunidad LGBTI, de las personas con capacidades diferentes, los derechos de las y los jornaleros agrícolas, los derechos de los pueblos indígenas, el derecho a la salud reproductiva, el derecho a la libre manifestación, así como el trabajo de constructoras de paz y de quienes luchamos contra la violencia Feminicida.
“Las valientes aventuras de mujeres defensoras” es un libro que introduce a las niñas y niños, explica la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michell Bachelet, quien fue presidenta de Chile en dos ocasiones. “Es posible defender los derechos humanos y dejar huella positiva en la comunidad, el país y el mundo. Contar las historias de las mujeres es fundamental. Las niñas, los niños, jóvenes, todos ustedes son fundamentales para que las sociedades sean mejores. Sus voces deben ser escuchadas y sus ideas tomadas en cuenta”, es el mensaje que la Alta Comisionada envía a las y los lectores.
En un país en donde las agresiones a personas defensoras es una constante, acciones como las historias de mujeres defensoras a través del relato de cuentos, contribuye a la visibilización su trabajo, pero también a la reivindicación de su labor, pues al final los beneficios de la exigencia, promoción y defensa de los derechos humanos son a favor de la sociedad.
Cabe recordar que a noviembre de 2021, del total de 1,011 personas defensoras incorporadas al Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas en México, 542 son mujeres y de las 493 personas periodistas beneficiarias, 135 son mujeres, es decir, al menos 677 mujeres defensoras y periodistas han sido víctimas de agresiones que han puesto en riesgo su vida, integridad física y emocional, por lo que sin duda, este libro contribuye a reivindicar que el trabajo de las mujeres defensoras, es legítimo, pacífico, pero sobre todo necesario.
El libro “Las valientes aventuras de mujeres defensoras” que contiene las historias de las defensoras: Ximena Antillón, Cristina Auerbach, Atziri Avila, Lulú Barrera, Cristina Bautista, Marcelina Bautista, Irinea Buendía, Gloria Careaga, Mariana Díaz, Mercedes Doretti, María de la Luz Estrada, Dolores Gónzalez, Norma Ledezma, Oriana López, Blanca Martínez, Consuelo Morales, Margarita Nemecio, Araceli Osorio, Miriam Pascual, Alba Jiménez, Carla Ríos, Maricela Sánchez, Carmen Santiago, Paola Santillán y Mariana Sirvent será presentado el próximo 15 de junio de 2022 en Casa SnowApple, ubicada en Avenida México 49, Col. del Carmen Coyoacán, en la Ciudad de México, a las 17:00 Hrs.
“Las mujeres tienen que tener opciones y oportunidades de vida” y “No traiciones lo más profundo de ti. Sé fiel a ti misma” son frases que encontrarán a lo largo del texto y que buscan sembrar una semilla en la niñez mexicana para que estén seguras/os de que su voz cuenta y que finalmente nuestro trabajo es por ellas/os. Muchas veces al realizar nuestra labor pensamos en la niñez y en un mejor futuro. Son nuestra brújula y motor. Son ellas y ellos quienes dan sentido, fuerza y motivación a nuestra labor como defensoras.
* Atziri Ávila es comunicóloga social y defensora de los derechos humanos, integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y del Consejo Consultivo del Mecanismo para la Protección a Personas Defensoras y Periodistas en México.
A pesar de los avances logrados en las últimas décadas en materia de participación femenina en el ámbito laboral, las mujeres latinas aún enfrentan diversos obstáculos para equilibrar su desarrollo profesional con la maternidad, señala Angélica Fuentes.
De acuerdo con la especialista en materia de género, los aspectos culturales e institucionales en América Latina convierten a la maternidad en un factor determinante para profundizar la brecha de género en el ámbito laboral.
Cifras del Banco de Desarrollo de América Latina muestran que la brecha de género en Latinoamérica es muy significativa, en particular en el área económica; la tasa de participación laboral femenina es 27% inferior a la de los hombres.
Además, muestra que las mujeres ganan alrededor de 17% menos que sus similares masculinos, y están subrepresentadas en puestos de alto nivel, tanto en el sector público como privado.
La participación laboral de las mujeres en Latinoamérica cae drásticamente luego del nacimiento del primer hijo, motivándolas a buscar alternativas para generar ingresos. Muchas mujeres emprenden porque el sistema corporativo no se adapta a sus nuevas necesidades.
— Señaló Angélica Fuentes.
Cuando una mujer se convierte en mamá y enfrenta dificultades adicionales para balancear su vida personal y profesional, emprenden negocios con el objetivo de liberarse de las inadecuadas condiciones para combinar la crianza con las exigencias del trabajo.
En ese sentido, de acuerdo con el noveno informe anual State of Women-Owned Businesses Report, realizado por American Express, las mujeres latinas están iniciando sus negocios en sus propios términos, ya sea con un enfoque de tiempo completo o tiempo parcial (denominado “sidepreneurship”).
El impacto económico de las empresas propiedad de mujeres es innegable, desde los billones que generan hasta los millones de puestos de trabajo que proporcionan.
— advierte Courtney Kelso, Vicepresidente Senior de American Express.
Datos del mismo informe señalan que en los últimos cinco años, en Estados Unidos el crecimiento del número de mujeres emprendedoras de medio tiempo ha crecido casi el doble de rápido que el emprendimiento femenino: 39% frente al 21%, respectivamente.
Asimismo, las mujeres de distintas descendencias, entre las que destacan las de origen latino, son responsables de una gran parte de ese crecimiento; el 43% corresponde a las empresas desarrolladas por mujeres latinas.
Las jugadoras españolas serán pagadas de la misma manera que los hombres cuando disputen partidos con su selección, anunció este martes la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
«Por el acuerdo, se igualan los primas que reciben en porcentajes las jugadoras a las que reciben los jugadores de España», informó la federación.
«Además, se regularizan y mejoran los derechos de imagen que recibirán las futbolistas y se pactan cuantiosas mejoras en las condiciones de trabajo de la Selección española de futbol», añadió el organismo.
El presidente de la federación, Luis Rubiales, habló de «un día importante».
«El acuerdo que hoy firmamos está a la vanguardia del mundo del futbol. Cerramos un acuerdo por cinco años que llegará, esperemos, a los próximos Mundiales y Europeos y ojalá a los Juegos Olímpicos«, dijo.
«Hay que impulsar el deporte femenino, trabajamos para que se acorten las distancias con el masculino. Hemos trabajado desde 2018 para que las jugadoras se beneficien por sus derechos de imagen», añadió Rubiales.
El acuerdo, que regulariza los cinco próximos años, permitirá a jugadoras y jugadores tener las mismas condiciones sobre primas y derechos de imagen.
Las condiciones de trabajo también serán igualadas, así como las disposiciones relativas a los viajes, alimentación y alojamiento.
La presidenta del sindicato Futpro, Amanda Gutiérrez, que representa a las jugadoras en las negociaciones, declaró que se trata de un día «histórico».
España se une de esta forma a Brasil, Inglaterra, Estados Unidos, Noruega y Dinamarca en un acuerdo sobre la igualdad de remuneración entre sus jugadoras y jugadores.
Buenrostro Sánchez es la jefa del SAT desde 2020. Pero de acuerdo con una entrevista publicada por Forbes, el camino recorrido para llegar a este punto de su carrera no ha sido terso.
Brecha salarial entre hombres y mujeres
La funcionaria mexicana estudió Matemáticas, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y una maestría en Economía, en el Colegio de México.
Buenrostro Sánchez tuvo su primer trabajo en Petróleos Mexicanos (Pemex) y era la única mujer en la mayoría de las reuniones de la entonces paraestatal. Y debido a su experiencia, considera que el sector financiero y económico es un mundo de hombres.
“A mí me tocaba trabajar el doble y me pagaban menos”, dijo la encargada del SAT a Forbes. Esto lo comentó al recordar su pasado profesional, en donde el trato preferencial siempre fue para los hombres en la petrolera.
“Desde el principio hay que trabajar el doble para que se te reconozca la mitad de lo que le reconocen a un hombre y más en el ambiente en donde yo escogí desarrollarme, que es el sector económico financiero”.
Tener un carácter más fuerte que el de los hombres es otra herramienta para crecer profesionalmente. Para que el mundo escuche a las mujeres “hay que hablar fuerte y decir lo mismo muchas veces y, además, defender mucho tus puntos de vista, no sólo es opinar, sino defender”.
“Como eres mujer, lo único que te va a defender es la calidad de tu trabajo, la calidad de los argumentos y, además, no tienes espacio para el error, porque de aquí a que te den otra oportunidad va a tardar. Eso es lo que yo he aprendido y entonces lo que hago es que me preparo muy bien”, dijo Raquel.
Buenrostro Sánchez destacó los avances que se han tenido en México, como un gobierno paritario, así como la composición del Congreso de la Unión y la elección de la primera gobernadora del Banco de México (Banxico).
En el SAT, un 52% del personal se integra por mujeres y el porcentaje restante son hombres. Además, en el pasado los niveles intermedios sólo eran ocupados por hombres, pero ya hay un 30% de mujeres en estos espacios y la búsqueda es seguir avanzando en este sentido.
“Una parte muy importante para la equidad es la independencia económica, y en la medida de que la mujer sea independiente económicamente es más libre de opinar, hacer y decidir”, aconsejó a las nuevas generaciones la jefa del SAT.
La agenda sobre Mujeres, Paz y Seguridad es «una de nuestras mejores esperanzas» para un futuro más pacífico y un planeta habitable, dijo este miércoles el Secretario General de la ONU en el Consejo de Seguridad durante un debate de alto nivel dedicado al rol de las organizaciones regionales en la aplicación de esa iniciativa.
«En esta época donde proliferan las crisis, la comunidad internacional debe aplicar estrategias de probada eficacia para la paz y la estabilidad. Proteger y promover los derechos de las mujeres es una de esas estrategias”, afirmó Guterres.
Una cuestión de poder
Aunque la igualdad de género constituye una vía para conseguir una paz sostenible y prevenir los conflictos, el titular de la ONU observó que «nos estamos moviendo en la dirección contraria».
«Los actuales conflictos están ampliando la desigualdad de género, la pobreza, los desequilibrios climáticos y otras formas de desigualdad», dijo, y añadió que las mujeres y las niñas se ven afectadas de forma desproporcionada por la violencia y los impactos de estas sucesivas crisis”, destacó.
Guterres especificó que millones de niñas no pueden ir la escuela y no tienen perspectivas de independencia económica, mientras que un número creciente de mujeres y niñas son víctimas de la violencia doméstica.
Una situación de la que también toman parte los extremistas y los líderes militares que toman el poder por la fuerza cuando deciden anular los acuerdos previos en materia de igualdad de género y se dedican a perseguir a las mujeres.
«En todo el mundo, el abandono reciente de las políticas inclusivas demuestra una vez más que la misoginia y el autoritarismo se refuerzan mutuamente, y son contrarios a las sociedades estables y prósperas” y, a su vez, recordó que «la igualdad de las mujeres es una cuestión de poder».
El patriarcado continúa fracasando
Los actuales bloqueos políticos y los conflictos estancados son claros ejemplos de cómo los desequilibrios de poder y el patriarcado perduran y nos siguen fallando, destacó Guterres que citó ejemplos de esta situación en Afganistán, Myanmar, Mali y Sudán.
Y más recientemente, la invasión rusa de Ucrania ha obligado a millones de mujeres y niños a huir para salvar sus vidas, «poniéndolos en riesgo de cualquier tipo de trata y explotación», dijo.
La semana pasada, el Consejo escuchó la intervención de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que informó sobre 124 denuncias de violencia sexual relacionadas con el conflicto en Ucrania, la mayoría de ellas relacionadas con mujeres y niñas.
«En todos estos conflictos encontramos a los hombres en el poder y a las mujeres excluidas, sus derechos y libertades se ven deliberadamente atacados», señaló.
ONU/Ky Chung
En África Occidental y Central, las Naciones Unidas colaboran con organizaciones regionales sobre la mujer, la paz y la seguridad para garantizar la participación de las mujeres en la alerta temprana y la mediación, también en Côte d’Ivoire.
Colaboración con los países vecinos y las organizaciones regionales
Cuando estalla un conflicto, los países vecinos y las organizaciones regionales pueden marcar la diferencia explicó el Secretario General como posible solución a este problema.
Por ello, Guterres destacó que la colaboración de la Organización con la Unión Europea, la Unión Africana, la Liga de Estados Árabes y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa “se refleja no sólo en declaraciones y resoluciones conjuntas, sino en nuestro trabajo diario sobre el terreno”.
A modo de ejemplo, indicó la alianza de la ONU con la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en Sudán, a través de un mecanismo destinado a reconducir el proceso político hacia un orden constitucional pactado y legítimo.
Comprometidos con las mujeres
El titular de la ONU recordó que la Organización continúa demostrando su compromiso de apoyar a las mujeres que trabajan por la paz y a las organizaciones de la sociedad civil a través de las misiones políticas y de consolidación de la paz en todo el mundo.
«Apoyar a las supervivientes de la violencia sexual, así como a las mujeres defensoras de la paz y a las activistas, es fundamental», dijo. «Cada año aumenta la evidencia de que garantizar los derechos de las mujeres, incluido su derecho a la participación igualitaria en todos los niveles, es esencial para construir y mantener la paz».
Por ese motivo, destacó la necesidad de alcanzar la plena paridad de género -incluso mediante cuotas- en la supervisión de los procesos electorales, la reforma del sector de la seguridad, el desarme, la desmovilización y los sistemas de justicia.
Persiste la brecha de la participación femenina en los procesos de paz
A pesar de todas estas evidencias, «la agenda de la Mujer, la Paz y la Seguridad sigue siendo cuestionada e incluso revertida en todo el mundo», reconoció Guterres.
El máximo responsable de la ONU instó a los embajadores y a todos los Estados miembros a reflexionar sobre el hecho de que, a pesar del consenso del valor de las mujeres que participan en las mesas de paz, «todavía hay una enorme brecha en su participación, y en el cumplimiento de las promesas para su protección, derechos humanos y dignidad».
«Los animo a que se comprometan a aumentar el apoyo de la sociedad civil a las mujeres, a la prevención de conflictos y a la labor de consolidación de la paz», concluyó.
Los conflictos provocan décadas de retroceso
La directora de ONU Mujeres, Sima Bahous, destacó el impacto de los conflictos en las mujeres y las niñas, que van desde la interrupción de la educación hasta los matrimonios forzados a edades tempranas, la violencia sexual y de género, la inseguridad alimentaria y la falta de medios de subsistencia, así como el acceso a la vivienda, el saneamiento y la dignidad.
«Nos hace retroceder décadas», afirmó.
A la vez, resaltó que las mujeres se enfrentan a amenazas contra su cuerpo y su seguridad, mientras arriesgan sus vidas como líderes de sus comunidades, cabezas de familia, constructoras de la paz y mediadoras.
Cumplir con los compromisos adquiridos en el Consejo de Seguridad
Bahous recordó al Consejo que la resolución 1325 del Consejo de Seguridad sirve para proteger a las mujeres y las niñas en los conflictos y para garantizar que las mujeres ocupen un lugar central en la consecución de la paz.
Añadió que muchos Estados miembros también han asumido compromisos nacionales, al igual que las organizaciones regionales.
«Las organizaciones regionales también han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de redes de mujeres mediadoras», dijo, y añadió que casi todas las regiones y subregiones tienen al menos una.
Sin embargo, con todos estos avances institucionales, casi siempre que hay negociaciones políticas, conversaciones de paz, nos preguntamos: «¿dónde están las mujeres?».
«La razón es que simplemente no hemos cumplido nuestros compromisos», razonó.
La jefa de ONU Mujeres instó al Consejo, a los Estados miembros y a las organizaciones regionales a garantizar que todos los esfuerzos de respuesta incluyan las voces de las líderes femeninas.
«Asegúrense de que las mujeres estén presentes. Por derecho propio. Con sus propias experiencias vividas. Con sus propios conocimientos y con su visión de futuro», subrayó.
«La paz y la seguridad a las que aspiramos sólo serán posibles cuando las mujeres desempeñen un papel central», añadió.
En promedio, 26 por ciento de los puestos directivos en entidades financieras, como Afores, banca múltiple, banca de desarrollo, aseguradoras, entre otras, estuvieron ocupados por mujeres, siendo las entidades de ahorro y crédito popular en donde tienen mayor participación, reveló un estudio del Comité Interinstitucional para la Igualdad de Género en las Entidades Financieras (CIIGEF).
El documento afirma que en las Afores, casas de bolsa y fondos de inversión, hubo una menor participación con 20 y 23 por ciento de los puestos directivos.
”La distribución en los puestos de alta decisión durante 2020, también estuvo favorecida en todas las entidades financieras encuestadas para los hombres, pues solo uno de cada cuatro de estos puestos estuvo ocupado por mujeres”, señaló el organismo.
Sin embargo, hay mayor equilibrio para la colocación en otro tipo de puestos. En las Afores y la banca múltiple se promocionó mayormente a las mujeres para ascender en la estructura organizacional de la empresa, en 51 por ciento del total de su personal.
En cambio, las entidades de la banca de desarrollo y organismos de fomento, se promocionó más a los hombres, con tres de cada cinco.
“La distribución por sexo del personal que recibieron un ascenso o promoción en su entidad financiera durante 2020 estuvo equilibrada, en promedio, el 50 por ciento fue para las mujeres y el otro 50 por ciento para los hombres”, sostuvo.
Pero al hablar de personal contratado se abre de nuevo una brecha: la distribución por sexo durante 2020 para emplearse en alguna entidad financiera fue de 48 por ciento para las mujeres, siendo las entidades de ahorro y crédito popular, y la banca múltiple las que contrataron más hombres, con 54 por ciento.
Por el contrario, en donde más se contrató mujeres fue en la banca de desarrollo y organismos de fomento, con 60 por ciento. “Para el caso de las autoridades del Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF) se contrató una mayor proporción de hombres, con 55 por ciento”.
Como explica la sinopsis oficial de Retiro, en sus imágenes la directora Daniela Alatorre “explora el vínculo entre tres generaciones de mujeres que luchan por reafirmar su independencia en una sociedad paternalista. Una historia de amor familiar y valentía, que celebra la fuerza femenina, indagando con delicadeza en los inesperados lugares donde ésta se congrega”.
https://youtu.be/6LJW0Ho2dJI
La película obtuvo una Mención Especial a Largometraje Documental Mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y del 10 al 19 de junio se presentará en las salas del Centro Cultural Universitario. Antes del inicio de las funciones, Alatorre recordó cómo fue que inició el proyecto, las dificultades de retratar a este grupo de mujeres y las contradicciones de su experiencia en el Retiro.
¿Cómo llegaste a la historia del documental? ¿Qué te llevó a hacer Retiro?
Daniela Alatorre (DA): Es una película que hice durante muchos años, yo llevaba un tiempo trabajando en el Festival Internacional de Cine de Morelia como productora y programadora, me había involucrado en algunos proyectos documentales también como productora. En algún momento decidí hacer una maestría en cine en Nueva York en la Escuela de Artes Visuales y pensando en el proyecto que quería hacer pensé en Marina, que es la abuela de esta historia, yo la conocía desde hacía mucho tiempo, era cocinera de la casa de fin de semana de mi padre.
Recuerdo que me contaba que iba a un retiro de mujeres, donde había miles de mujeres, no sé 2,500-3000 mujeres, durante una semana a adentrarse. Tenía mucha curiosidad de entender qué era este espacio católico, religioso donde esta mujer del campo, del México rural encontraba fortalezas. Fue así como decidí ir al Santuario de Atotonilco al retiro de mujeres, puedo decir que con muchísimos prejuicios sobre este espacio religioso de congregación.
Lo que encontré, lo que estaba sucediendo a la par de este discurso religioso de de los sacerdotes, era una camaradería y un acompañamiento femenino increíble, poderosísimo, en el que estas mujeres encontraban refugio de su vida cotidiana, encontraban compañía femenina y un espacio donde llevar a sus hijas y nietas. Donde muchas generaciones de mujeres se acompañan y tienen un momento para salir de su vida cotidiana, les es muy necesario.
Como espectador no esperas encontrar estos pequeños gestos de desafío, en tu caso, ¿recuerdas cuál fue el primer gesto con el que te encontraste?
DA: Una de las cosas que más me impresionó es que en este espacio religioso podemos pensar, evidentemente, en el discurso de la iglesia. Busca mantener el estatus de la Iglesia, eso no lo voy a negar. Lo que más me impresionó es que para la mayoría de estas mujeres ir al retiro durante una semana significa dejar sus casas, a los maridos, a los animales, a los hijos, a los nietos. Es un acto de rebeldía, entonces hay una cosa de las mujeres con otras mujeres de “vamos al retiro, la primera vez a mí tampoco me dieron permiso”. Ese pequeño acto de rebeldía, independientemente del contexto religioso, lo que obliga es a reflexionar un poco sobre su lugar como mujeres en esta sociedad.
Otra cosa que me encontré ahí, es que la mayor parte del tiempo están lavando ropa, en la cola para las regaderas, comiendo con otras mujeres e intercambiando experiencias y vivencias que normalmente no compartirían con otras mujeres en otros contextos y en otras partes del país. No importa el contexto, muchas mujeres juntas, miles de mujeres, la compañía femenina es poderosa y esa compañía femenina, ese encuentro de fortaleza a veces sucede en los contextos más inusuales. Históricamente, en América Latina y en México, en los espacios religiosos se ha permitido que estén entre mujeres, platiquen entre mujeres y exista tiempo de mujeres. Me parece bien interesante cómo estos espacios religiosos se vuelven pequeños espacios de resistencia femenina.
¿Es un poco contradictorio, no? Un retiro religioso y paternalista, en apariencia el único espacio en el que estas mujeres tienen un poco de libertad.
DA: Me enfrenté con esto desde el principio, decidí no huirle a las ambigüedades y a las contradicciones. Me parece que este espacio, este retiro, todo lo que sucede en este lugar es una cosa llena de contradicciones y ambigüedades. Me interesaba abrazar esa ambigüedad porque una cosa no anula la otra, históricamente han sucedido al mismo tiempo. La reflexión sobre qué significa ser mujer no sólo se da en las ciudades, no sólo se da en grupos que se autodenominan feministas, se da también en el México rural.
Está construcción de nuestra idea de o femenino, de ser mujer, de cómo nos relacionamos con el mundo se da en varios ámbitos, incluyendo el ámbito rural, entre mujeres que al final son un poco los pilares de las familias latinoamericanas y mexicanas, eso era lo que me interesaba. Cuando fui a ese retiro me sorprendió que no era lo que yo esperaba, que estaba sucediendo a la par de manera contradictoria una cosa que era completamente distinta a lo que yo me esperaba, ahí era donde estaba mi película. Me interesaba ver todos estos lugares comunes del campo: alimentar a los animales, la fiesta de 15 años, la familia y la mamá soltera, verlos desde una perspectiva distinta y desde esa perspectiva de qué significa la compañía femenina.
Ahora se discute mucho la llegada de personas a un entorno ajeno, ¿cuál es el papel del documentalista? ¿Cómo te acercaste para evitar ser intrusiva?
DA: Es uno de los temas más importantes a los que me tuve que enfrentar, fue un largo proceso de rodaje y edición, la película se estrenó en el Festival de Cine de Morelia y obtuvo una mención especial. Luego estuvo en Ambulante. Una de las cosas que yo tenía claro desde el principio es que estaba en una doble posición de poder; uno, por estar detrás de la cámara; y dos, por la manera en que conocí a mis personajes. A Marina, la abuela, la conozco desde hace 23 años y era la cocinera de la casa de fin de semana de mi padre. Esta doble posición de poder hay que asumirla, entenderla y aceptarla. Es constantemente estar revisando cuál era mi posición.
Una cosa importante para mí era que la perspectiva de lo que sucede en el retiro, de lo que sucede en la vida cotidiana, de lo que sucede con la familia en la fiesta de 15 años es la perspectiva de ella, es en su voz. En el retiro, muchas veces me peleaba con esta idea de cuál es la voz del realizador o de la directora, en algún momento me tuve que dejar de pelear con eso y aceptar que me interesaba que fuera su voz la que estuviera al frente y al centro de esta película. No importaba mi opinión sobre el retiro, yo buscaba crear un espacio en la película para realmente entender a través de su perspectiva lo que estaban experimentando.
Decidí entrar al retiro sola, hice la fotografía y el sonido. Además fui con una cámara enorme, que se veía desde todas partes. No quería ser una mosca en la pared, constantemente mostraba que estaba ahí, que estaba grabando y que tenía una cámara gigante. En la película dejé muchos momentos en los que ellas me miraban a mí, a la cámara, que se vea que me están viendo a mí y que hay una relación entre mis personajes y yo, que obviamente estoy en un lugar distinto porque estoy en una posición de poder a la hora de grabar este espacio íntimo y privado al que van estas mujeres una vez al año.
¿Las mujeres que aparecen a cuadro han visto la película?
DA: Sí, por supuesto, a la premiere en el Festival de Cine de Morelia vinieron Marina, Perla, Soyla y los hijos de Marina. Desgraciadamente Joaquín, el esposo de Marina, murió unos meses antes de que terminara la película. Creo que Marina la vio como una película que que la conmueve por todo ese retrato, porque además ella acababa de perder a su marido. También ese retrato de ese espacio tan importante para Marina. Me acuerdo el día que llegué al retiró, fue muy duro, porque Marina me dijo: “mija, mi casa es tu casa, pero esta es la mía”, como en plan “aguas, nomás no te vayas a meter, lo que tú quieras pero hay que acomodarse bien”.
Perla la vio antes de que estuviera terminada, fueron tantos años grabando con ellas que es una mujer muy distinta de los 15 años a ahora que está por terminar la carrera. Una de las cosas que me decía es “me gusta pensar que sigo pensando de la misma manera. Amo a mi mamá, amo a mi abuela y la respeto, pero sigo queriendo una cosa diferente, sigo siendo una generación que busca algo distinto”.
Sentí que por lo menos las estaba retratando de una manera fiel a lo que ellas hubieran querido que fuera el retrato de su vida y la relación entre estas tres generaciones.
El acceso al trabajo digno no es igual para todas las personas en México. El acceso a las oportunidades de trabajo con prestaciones establecidas en la ley y bien remuneradas está directamente relacionado, entre otros factores, con la clase social, el nivel educativo y, por supuesto, el género.
Históricamente, diversos trabajos realizados en su mayoría por mujeres han tenido poco reconocimiento social, mala remuneración económica, han sido ejercidos sin derechos laborales que protejan a las trabajadoras, e incluso han sido espacios de violencia y discriminación contra ellas.
Un ejemplo es el trabajo en la industria indumentaria: ropa, calzado y accesorios. El Índice de la Transparencia de la Moda en México 2021 muestra que, a nivel internacional, entre 70 y 80% de la fuerza laboral del sector de las prendas de vestir confeccionadas en los países productores son mujeres con bajos niveles de educación y, con frecuencia, menores de edad y personas migrantes.
Conforme a este índice, dos de cada tres personas que trabajan en la industria de la moda sin remuneración son mujeres y casi seis de cada diez personas laborando en esta industria bajo una subcontratación abusiva, también son mujeres. A esto se suma que la Cámara Nacional de la Industria del Vestido destaca que en México las mujeres representan 68% de la fuerza de trabajo en la industria de la confección de prendas de vestir.
Otra muestra de la precarización laboral en una actividad ejercida mayoritariamente por mujeres es el trabajo del hogar. Si bien hay avances importantes que se han obtenido gracias al esfuerzo de las trabajadoras de este sector, ésta sigue siendo una actividad feminizada y precarizada. De acuerdo a la Encuesta Sobre Derechos de las Personas Trabajadoras del Hogar, 88% de las personas trabajadoras del hogar son mujeres, 99 de cada 100 trabajan sin contrato y ganan un aproximado de 38 pesos por hora.
Otro ejemplo es el trabajo sexual. De acuerdo con la Alianza Mexicana de Trabajadorxs Sexuales, la clandestinidad en la que se ejerce este trabajo hace que el acceso a la justicia y los derechos laborales sean en muchas ocasiones casi imposible. Además, a nivel social es común que se desconozca la diferencia entre el trabajo sexual y el delito de trata de personas, lo que pone a las trabajadoras sexuales en una situación de vulnerabilidad en la que si no se declaran como víctimas del delito de trata pueden ser acusadas de ser victimarias. Esto además las enfrenta ante un sistema de justicia plagado de estereotipos de género en el que lejos de obtener justicia, sufren revictimización y violencia institucional.
Actualmente en México existen normas jurídicas fortalecidas para atender las problemáticas que se presentan en el ámbito laboral, incluso desde la perspectiva de género. La reforma en materia laboral en la que se prevé la obligación de los centros de trabajo de contar con protocolos para prevenir, atender y erradicar la violencia laboral en los centros de trabajo y la ratificación del Convenio 190 de la OIT sobre la violencia y el acoso son avances importantísimos para el marco legal que debe proteger a todas las personas trabajadoras en México.
Sin embargo, a pesar de tener normas con los más altos estándares de respeto y protección de los derechos humanos de las mujeres en el área del trabajo, la realidad suele estar alejada de lo que nuestras leyes señalan. Se deben reforzar las acciones implementadas por el Estado y las empresas para mejorar las condiciones laborales, sobre todo de los sectores más precarizados.
Igualmente, se debe seguir trabajando para que el nuevo sistema de justicia laboral sea implementado desde una perspectiva de género, contemplando las interseccionalidades que profundizan la desigualdad.
Es necesario que lo que hoy está escrito en el marco jurídico se transforme en un contexto de justicia social y en el que el acceso a los derechos laborales sea igual para todas las personas, especialmente de las mujeres.
*Ana Laura Velázquez Moreno y Selma Maxinez Sánchez son integrantes de Círculo Feminista de Análisis Jurídico (@CirculoAnalisis)