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  • Orgullo para las mujeres: 5 feministas que defienden sus derechos en Medio Oriente

    Orgullo para las mujeres: 5 feministas que defienden sus derechos en Medio Oriente

    Contrario a lo que normalmente se piensa, en el Medio Oriente sí puede existir el feminismo; Malala no es la única activista que lucha por los derechos de las mujeres.

    Se podría creer que en Medio Oriente el islam dificulta poder ser feminista pero en realidad esto es prácticamente un mito. Interpretado de la manera correcta, el Islam no prohíbe el feminismo. Malala es la más popular pero no es la única; ellas son cinco mujeres activistas que han luchado por sus derechos en el Medio Oriente.

    Según Simona Sharoni, profesora y activista feminista rumana, las mujeres musulmanas llevan muchos años participando en movimientos de oposición. Mujeres palestinas y egipcias se apoyaron del feminismo para luchar en contra del imperialismo entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Esto nos demuestra que sí es posible que una mujer luche por mejores condiciones.

    Malala Yousafzai.

    Puede ser que el feminismo sea posible en países islámicos, pero aún no se conocen muchas mujeres que luchen por sus derechos. La más conocida es Malala Yousafzai, una activista de origen pakistaní defensora de la educación para mujeres y niñas. En 2014 recibió el Premio Nobel de la Paz ya que, debido a su lucha por la educación para las niñas, recibió un disparo en la cabeza por los talibanes.

    Malala puede ser la activista más famosa, pero no la única que se ha opuesto a la represión y las prohibiciones. Ellas son 5 mujeres que deberían ser reconocidas por su extenso trabajo en el Medio Oriente.

    Malala Yousafzai

    Shirin Ebadi

    Shirin Ebadi es una abogada de Irán que en su momento fue la primera jueza de su país. Fue despedida en 1979 después de la revolución pero no quiso rendirse y abrió su propia práctica para poder defender a las personas de los abusos por parte de la autoridad. Debido a esto y a sus críticas, fue arrestada en el año 2000.

    Al igual que Malala, recibió un Premio Nobel de la Paz en 2003 por su constante lucha para defender la democracia, sobre todo en los derechos de las mujeres y niños. Shirin se considera como feminista y durante una entrevista con BBC explicó que eso no tiene nada que ver con su religión.

    “Creo que ser feminista y musulmana sin duda es posible… El feminismo es un término universal. No tiene nada que ver con la religión, ya sea cristiana, musulmana o cualquier otra”

    Shirin Ebadi

    Jamila Afhgani

    Jamila Afghani, feminista y activista que lucha por los derechos de las mujeres y la educación, nació en la ciudad de Kabul, Afganistán. Participó en la creación de la Organización Noor para el Desarrollo Educativo y de Capacidades con el propósito de darles la oportunidad de estudiar a mujeres y niños.

    A Jamila le gustaría que los estigmas que hay alrededor de que las mujeres puedan recibir educación, dejaran de existir. En el 2017 fue finalista para el premio Aurora, un reconocimiento internacional dado a personas por sus labores humanitarias.

    Zainab Salbi

    Zainab Salbi es una escritora y activista que lucha por los derechos de las mujeres en Irak. Con tan solo 23 años fundó una organización llamada Mujeres por Mujeres Internacional que estaba dedicada a proporcionarle apoyo a las mujeres sobrevivientes de las guerras.

    Hace seis años, en el año 2015, creó el programa The Nida’a Show que buscaba ser una fuente de inspiración para las mujeres árabes. Su lucha por las mujeres fue tan grande que en el 2011 The Guardian la nombró como una de las 100 mujeres más importantes.

    Zainab Salbi junto a mujeres con velo

    Nawal El Saadawi

    Nawal El Saadawi fue una escritora, feminista, médica y activista política egipcia cuyos libros sobre feminismo fueron de los más importantes de la época. Durante sus 89 años de vida (murió el 21 de marzo de este año) luchó por los derechos de las mujeres.

    En 1972 publicó un libro llamado Women and Sex donde juzgaba la mutilación genital femenina; gracias a este libro fue despedida de su cargo como Directora General de Salud Pública. En 1981 fue arrestada por sus fuertes opiniones y tuvo que huir a Estados Unidos.

    Durante una entrevista realizada para The Guardian en 2001, expresó la importancia del feminismo.

    “Es justicia social, justicia política, justicia sexual… es el enlace entre medicina, literatura, política, economía, psicología e historia. El feminismo es todo eso. No puedes entender la opresión de mujeres sin esto”.

    Layla Baalbaki

    Layla Ballbaki es una novelista, periodista, activista y feminista libanesa. Su obra más importante es una novela llamada Ana Ahya (en inglés: I live), en ella relata la historia de una mujer que lucha contra el autoritarismo de su familia y su comunidad.

    A pesar de que su trabajo fue bastante juzgado por distintos críticos islámicos, el contenido sexual que utilizaba en sus escritos fue un punto de inicio para las novelistas de Medio Oriente.

    Toda la información e imágenes son de CULTURA COLECTIVA.
    Link original: https://culturacolectiva.com/estilo-de-vida/mujeres-medio-oriente-activistas-feministas-derechos

  • Sharía: las mujeres musulmanas que se apoyan en la ley islámica para conseguir la igualdad de género

    Sharía: las mujeres musulmanas que se apoyan en la ley islámica para conseguir la igualdad de género

    La sharía se describe a menudo como bárbara y particularmente regresiva en términos de los derechos de las mujeres.

    Citando a la sharía, los legisladores de algunos países de mayoría musulmana han castigado el robo con amputación y las relaciones sexuales fuera del matrimonio con lapidación.

    Las mujeres también han sido obligadas a permanecer en matrimonios abusivos y azotadas por desafiar a la sharía al usar pantalones.

    Comúnmente traducida como ley islámica, la sharía es un amplio conjunto de principios éticos que se encuentran en el Corán, el libro sagrado del Islam, y en las enseñanzas y acciones del profeta Mahoma.

    No es un código legal estricto, lo que lo deja abierto a diversas interpretaciones por parte de gobiernos y líderes religiosos.

    La protesta pública por la sharía ha llevado a que se presenten más de 200 proyectos de ley contra la ley islámica en todo Estados Unidos.

    El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado dos veces que la sharía es incompatible con los derechos humanos. Los analistas conservadores la han calificado como la «otra pandemia» del mundo, en comparación con la covid-19.

    Sin embargo, muchas mujeres musulmanas no consideran que sea incompatible con sus derechos.

    Mi investigación muestra cómo las mujeres, por lo general pequeños grupos de activistas en muchos países, están usando la sharía para luchar contra prácticas opresivas.

    La sharía y los derechos de las mujeres

    Entrevisté a casi 150 activistas por los derechos de las mujeres, líderes religiosos, funcionarios y trabajadores humanitarios durante la última década en Somalia y Somalilandia, donde más del 99% de la población es musulmana.

    Niñas en Afganistán
    Las niñas, según la sharía, tienen derecho a educarse y jugar, explican las activistas.

    La región ha sufrido ciclos de hambruna y sequía, así como una dictadura brutal y una guerra civil que llevó al colapso del gobierno de Somalia hace 30 años y a la división entre Somalia y Somalilandia.

    Quería saber por qué las mujeres exigían la sharía y si esta podría ayudar a reconstruir sociedades después de la guerra.

    Mi libro, «Sharía, Inshallah: Buscando a Dios en la política legal somalí», cuenta la historia de trabajadores por la paz que se orientan hacia la sharía, no se alejan de ella.

    Como la sharía fomenta una diversidad de interpretaciones, no existe una forma correcta o incorrecta de interpretarla.

    Sharía feminista

    Las mujeres activistas que conocí observaron un feminismo inherente en la sharía. Los musulmanes «pueden encontrar apoyo para casi todo» en la ley islámica, me recordó una activista somalí.

    Solo que las mujeres «tienen que conocer sus derechos en el Corán», agregó.

    Estas activistas ayudan a sus comunidades locales a comprender los derechos de las mujeres en el Islam.

    Por ejemplo, una activista que lucha por la educación de las niñas explicó a los padres locales cómo la sharía exige que «tanto los niños como las niñas tengan derecho a la educación«.

    Las vallas publicitarias colocadas por grupos de derechos humanos aludían a la enseñanza islámica de que educar a una niña es educar a una nación.

    Niñas leyendo el Corán
    Una de las principales fuentes de la sharía es el Corán, el libro sagrado del Islam.

    Hacían hincapié en que el propio Profeta Mahoma enseñó a mujeres y hombres y animó a sus seguidores a hacer lo mismo.

    Otra activista con la que hablé invocó a la sharía para explicar que se debería permitir que las niñas practiquen deportes.

    Le explicó a los padres que no permitir que sus hijas jugasen iba en contra de la ley islámica que «da derechos a los seres humanos».

    Otra llamó al Corán, una de las fuentes de la sharía, su guía para persuadir a las mujeres de que se postularan a cargos públicos.

    Permitir que las mujeres se presenten a las elecciones, insistió públicamente, «es islámico».

    Patriarcado

    Parte del problema con la interpretación a menudo brutal de la sharía ha sido que los hombres la han alineado con sus puntos de vista políticos.

    «Los custodios de la ley son los hombres«, me dijo una trabajadora humanitaria.

    De hecho, algunos líderes religiosos insisten en que se permite el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina para preservar la virginidad prematrimonial de la mujer y evitar que la mujer experimente placer sexual.

    Niñas en Afganistán
    Una de las prácticas con la que las activistas quieren acabar es la del matrimonio infantil.

    Las activistas que conocí intentaron poner fin a estas prácticas dañinas compartiendo historias desgarradoras en talleres con líderes religiosos.

    Una activista me dijo que en uno de esos talleres había contado la trágica historia de una niña cuya pelvis se rompió durante el parto.

    Otra compartió la historia de una niña que bebía lejía para evitar un matrimonio forzado.

    Estas mujeres querían que los líderes religiosos compartieran estas historias con otras personas.

    Argumentaron que la sharía no podía utilizarse para permitir el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.

    La protección de las mujeres «está tan claramente escrita en el Corán», dijo una activista que agregó que «el Islam siempre promueve a la persona, la salud y la dignidad».

    Recuperando el poder de la mujer

    Sin embargo, los líderes religiosos de estos países se han mostrado reacios a hablar públicamente sobre estos temas.

    Pero muchas de las mujeres somalíes que conocí estaban reviviendo una tradición centenaria: la de las mujeres que enseñaban e interpretaban la sharía.

    En el siglo VII, Aisha, la esposa sobreviviente del profeta Mahoma, fue una de las primeras autoridades musulmanas en tomar decisiones sobre la ley sagrada que los hombres debían seguir.

    No solo en Somalia y Somalilandia, sino en muchas partes del mundo, las mujeres musulmanas están reclamando sus derechos al estudiar y compartir versos coránicos y enseñanzas proféticas.

    Protesta en Afganistán
    Apoyándose en la sharía, las mujeres alzan su voz.

    En Malasia, por ejemplo, grupos como «Hermanas en el Islam» y «Musawah» han presentado públicamente interpretaciones feministas de versículos coránicos para enseñar a las mujeres sobre la igualdad de género y los derechos de herencia.

    En Egipto, las mujeres han invocado la sharía para ampliar el acceso al divorcio.

    En mi investigación en Sudán, vi a mujeres abogadas enseñar a las mujeres desplazadas por la guerra civil que sus derechos provienen de Dios.

    En el Día del Juicio, estas mujeres se dijeron unas a otras: Dios juzgará a quienes intentaron quitarles los derechos que Dios les había dado a las mujeres.

    Y en Los Ángeles, California, una mezquita de mujeres ofrece sermones, clases y eventos dirigidos por mujeres.

    Al interpretar los textos teológicos y legales de formas menos patriarcales, estas mujeres, como descubrí, están destrozando las antiguas interpretaciones sexistas de la sharía.

    *Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original (en inglés).

    *Mark Fathi Massoud es profesor de estudios políticos y legales, Universidad de California, Santa Cruz.

    Toda la información e imágenes son de BBC.
    Link original: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58262312

  • ¿Qué hacemos con la discriminación de mujeres para acceder a créditos?

    ¿Qué hacemos con la discriminación de mujeres para acceder a créditos?

    A lo largo del procedimiento de solicitud típico, a una mujer emprendedora se le hacen preguntas que los solicitantes masculinos no reciben.

    La Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV) reveló en junio pasado que las mujeres presentan menores tasas de impago, es decir son mejores pagadoras de créditos que los hombres a partir de un análisis de 23 bancos de 18 países que forman parte de la Global Banking Alliance en la mayoría de los segmentos revisados (micro, pequeña y mediana empresas).

    Pese a ello, la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera más reciente (ENIF, 2018) muestra que de la población de 18 a 70 años, 68% (54 millones de personas) cuentan con al menos un producto financiero, de los cuales el porcentaje de hombres que están bancarizados es de 55%, mientras que el de las mujeres es 48%. Pero en localidades con menos de 15 mil habitantes, menos mujeres cuentan con un instrumento financiero, pues el porcentaje baja hasta 42%.

    El documento “Panorama Anual de Inclusión Financiera 2020”, hecho por la misma Comisión, muestra que la brecha de género respecto a la posesión de cuentas de captación fue de 24.8 puntos porcentuales en créditos hipotecarios, en favor de los hombres y de 2.8 pp, también en favor de los hombres, en tarjetas de créditos.

    Partiendo de que la CNBV reconoció que el crédito para las mujeres requiere una menor reserva de capital, distintas entidades bancarias están diseñando medidas que puedan hacer más asequibles estos productos para ella. Considerando que la CNBV estima que los créditos a las mujeres clientes requeriría aproximadamente 4% menos de capital debido a los menores préstamos en mora de ellas, de acuerdo con la modificación a los artículos 91 Bis, 99 Bis y 99 Bis 2, fracción II de las Disposiciones de carácter general aplicables a las instituciones de crédito publicadas.

    Kathy Stares, vicepresidenta ejecutiva de las Américas de Provenir, asegura que el primer caso para entidades financieras es reconocer qué criterios de discriminación operan en la concesión de préstamos.

    “Cuando las mujeres latinoamericanas buscan financiamiento, a menudo se encuentran con una cultura restrictiva que limita severamente sus opciones en comparación con sus contrapartes masculinas. A lo largo del procedimiento de solicitud típico, a una mujer emprendedora se le hacen preguntas que los solicitantes masculinos no reciben. Estas preguntas van desde el estado civil hasta si tienen hijos y cuántos años tienen, así como si están o no a cargo de la casa. Las mujeres están estereotipadas en este papel como ama de casa y cuidadora. Una posición que a menudo se ve como su único propósito en la vida en lugar de una decisión que eligieron tomar además de sus otras aspiraciones y roles”, dijo en entrevista con Expansión Mujeres.

    El estudio “Discriminación de género en el mercado de créditos de consumo”, que desarrolló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), concluyó que la mayor parte de las negativas de créditos a mujeres provienen de ejecutivos hombres que tienen prejuicios de género.

    Para Stares, aunque las mujeres tienen la reputación de ser fuertes candidatas para obtener crédito, su continuo rechazo se deriva de la opresión sistémica de las mujeres a lo largo de la historia. Más en regiones como América Latina, donde los roles de las mujeres como madres y cuidadoras siguen siendo esperados.

    “Las mujeres tienen menos activos a su nombre que sus maridos u otros empresarios varones, porque la mayoría de las veces se limitan a mantener el hogar. Como resultado, demostrar a los bancos que pueden reembolsar los préstamos se vuelve más difícil”, explicó.

    ¿Qué se puede cambiar para incentivar la inclusión de la mujer en el sistema financiero y quiénes pueden hacerlo?

    Kathty Stares recomienda la creación una línea de crédito especial para mujeres emprendedoras para estimular la inclusión o la baja de las tasas de interés para hacer que los préstamos sean más accesibles para las personas que comienzan con menos capital

    “El cambio debe venir de arriba hacia abajo”, advirtió.

    De acuerdo con Stares, la disparidad de género podría reducirse con la ayuda de bancos e instituciones de créditos que pueden usar tecnologías como Big Data y machine learning para analizar de manera efectiva el riesgo crediticio y así crear más opciones de préstamos para las mujeres.

    Asimismo, apunta que la discriminación también se puede evitar con el apoyo de inversionistas que evalúan sus posibilidades de inversión de forma regular y formen grupos mixtos de inversión.

    El estudio “Discriminación de género en el mercado de créditos de consumo”, que desarrolló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), concluyó que la mayor parte de las negativas de créditos a mujeres provienen de ejecutivos hombres que tienen prejuicios de género.

    Maria Isabel Botero, directora general adjunta de Recursos Humanos Scotiabank cuenta que a partir de la estrategia de Diversidad e Inclusión enfocada en 6 ejes prioritarios, en el que uno de ellos es la equidad de género (los 5 restantes son: Comunidad LGBT+, Diversidad generacional, Accesibilidad, Personas con Discapacidad, Antirracismo y Salud mental), se trabaja en la capacitación para que el personal cuente con los conocimientos necesarios para evitar prácticas basadas en sesgos inconscientes.

    “Tenemos un curso mandatorio anual, con el que reforzamos los valores y actitudes que nos representan, así como las políticas de no discriminación, la cadena de comunicación y los canales de denuncia y talleres de Sesgos Insconscientes de género”, dijo.

    Durante el año tienen jornadas de concientización vinculadas a fechas como el Día Internacional de la Mujer), el 25 de noviembre (Día Internacional de la violencia de género), el 11 de febrero (Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y Carreras STEM), e incluso la conmemoración del Día del Hombre (19 de noviembre). En ellas hablan de la equidad de género desde una perspectiva que resalte el rol del hombre como aliado primordial para alcanzar la igualdad.

    ¿Por qué querrían las mujeres estar en el sistema financiero?

    Stares sostiene que las mujeres quieren saber que están financieramente seguras y que tienen los recursos para saber que son económicamente estables y pueden mantenerse por sí mismas durante toda su vida.

    Y los tomadores de decisiones también deberían quererlo. “Tienen un papel esencial en las empresas (las mujeres) y su creciente participación en las mismas, con igual salario y más acceso al crédito, puede ayudar a hacer crecer la economía de la región y brindar más estabilidad al sistema bancario”, dijo.

    Toda la información e imágenes son de MUJERES EXPANSIÓ.
    Link original: https://mujeres.expansion.mx/actualidad/2021/08/24/que-hacemos-con-la-discriminacion-de-mujeres-para-acceder-a-creditos

  • Tres estrategias para promover el desarrollo de mujeres a puestos de liderazgo en la empresa

    Tres estrategias para promover el desarrollo de mujeres a puestos de liderazgo en la empresa

    Las mujeres solo representan un 6% en puestos de presidenta o jefa de estado en el mundo. La ONU reportó que, de 193 países, solo 22 mujeres ocupan este tipo de posiciones de liderazgo, según Entrepreneur.

    Estrategia #1: Crea un programa de patrocinadores de empleos para mujeres. La palabra patrocinador usualmente se asocia con compañías que patrocinan un evento o una causa. Pero, también en los empleos existen patrocinadores. Patrocinadores de empleos son personas en la organización que tienen una posición alta en la empresa, por ejemplo, de vicepresidente, presidente o gerente.

    Estrategia #2: Crea una red donde los empleados establecidos puedan darle mentoría a los nuevos.
La mentoria es de gran beneficio para ayudar a desarrollar mujeres ha puesto de liderazgo. Una relación de mentoría es aquella que tiene dos o más personas donde el mentor le da asesoría y consejos al mentorado en base de sus experiencias ya vividas. (Foto: iStock)

    Estrategia #2: Crea una red donde los empleados establecidos puedan darle mentoría a los nuevos. La mentoria es de gran beneficio para ayudar a desarrollar mujeres ha puesto de liderazgo. Una relación de mentoría es aquella que tiene dos o más personas donde el mentor le da asesoría y consejos al mentorado en base de sus experiencias ya vividas. (Foto: iStock)

    Estrategia #3: Ayuda a eliminar los prejuicios de género hacia la mujer en tu empresa.
Los prejuicios de género hacia la mujer son cuando tenemos un pensamiento, un juicio preconcebido o una implicación negativa de carácter hacia la mujer solamente por ser mujer. Lamentablemente, Naciones Unidas reportó que nueve de cada 10 personas tienen perjuicio hacia las mujeres. (Foto: Istock)

    Estrategia #3: Ayuda a eliminar los prejuicios de género hacia la mujer en tu empresa. Los prejuicios de género hacia la mujer son cuando tenemos un pensamiento, un juicio preconcebido o una implicación negativa de carácter hacia la mujer solamente por ser mujer. Lamentablemente, Naciones Unidas reportó que nueve de cada 10 personas tienen perjuicio hacia las mujeres.

    La eficacia de mujeres en puesto de liderazgo, fue demostrada recientemente con la pandemia del virus COVID-19. Los países que tuvieron una mujer como líder para manejar la crisis registraron un 43% menos de muertes que otras naciones en el mundo. Según Entrepreneur, presidentas y jefas de estados como Jacinta Arden de Nueva Zelanda y Tsai Ing-wen de Taiwán, fueron ejemplos de cómo lideres pueden anticipar y tomar medidas efectivas en momentos de crisis. Además, estudios han demostrado que las mujeres tienden a cultivar rasgos de colaboración, compasión y empatía, los cuales son muy útiles para personas en posiciones de liderazgo.

    Sin embargo, aunque estas experiencias y estudios demuestren que las mujeres tienen la capacidad de ser excelentes líderes, ellas no están representadas en posiciones de liderazgo al igual que los hombres. Por ejemplo, las mujeres solo representan un 6% en puestos de presidenta o jefa de estado en el mundo. La ONU reportó que, de 193 países, solo 22 mujeres ocupan este tipo de posiciones de liderazgo.

    Muchas razones contribuyen a esta falta de representación. Entre estas están: la discriminación social por su sexo, donde la sociedad tiende a asociar la posición de liderazgo con el sexo masculino; el “tokenismo” que sucede cuando la mujer es contratada en una empresa solamente para hacer aparentar que su gabinete es diverso, pero nunca toman en cuanta su aportación para el éxito del lugar de trabajo; falta de oportunidades de desarrollo profesional donde la empresa no invierte en mejorar sus capacidades para que pueda subir la escalera corporativa.

    En este artículo te daré tres estrategias para ayudar a más mujeres a desarrollarse como líderes en tu lugar de trabajo y ayudar a la equidad de género en las posiciones de liderazgo.

    Estrategia #1: Crea un programa de patrocinadores de empleos para mujeres

    La palabra patrocinador usualmente se asocia con compañías que patrocinan un evento o una causa. Pero, también en los empleos existen patrocinadores. Patrocinadores de empleos son personas en la organización que tienen una posición alta en la empresa, por ejemplo, de vicepresidente, presidente o gerente. Esta persona se dedica al desarrollo profesional de otro empleado. Casos de éxito profesional han demostrado, como este publicado en el Harvard Business Review, que el patrocinio en el lugar de trabajo son cruciales para mujeres y minorías.

    Estas personas tienen gran influencia en la sociedad o en el lugar de trabajo y actúan como el defensor y animador corporativo del empleado. Este patrocinador recomienda al empleado para nuevas oportunidades, proyectos, aumentos de sueldos y posiciones de liderazgo. Esta relación no tiene que ser una relación de mentoría (lo cual explico en la estrategia número dos), estas dos personas no tienen que tener reuniones seguidas para que esto funcione. Lo importante es que el patrocinador (la persona con mayor influencia), se dedique a ayudar y recomendar el empleado para oportunidades en la empresa.

    Estrategia #2: Crea una red donde los empleados establecidos puedan darle mentoría a los nuevos

    La mentoria es de gran beneficio para ayudar a desarrollar mujeres ha puesto de liderazgo. Una relación de mentoría es aquella que tiene dos o más personas donde el mentor le da asesoría y consejos al mentorado en base de sus experiencias ya vividas. Estos consejos tienen el objetivo de ayudar al mentorado a alcanzar sus objetivos profesionales y/o personales. Algunas veces estas relaciones de mentorías pasan naturalmente o también puedes iniciar una red de mentoria a nivel empresarial, departamental o dentro de tu equipo. Si esta es la primera vez creando una red de mentoría, aquí tienes seis pasos para empezar:

    • Haz un listado de las mentoradas: las mujeres que quieres preparar para posiciones de liderazgo
    • Haz un listado de todas las mentoras que hay disponible en la organización
    • Haz una encuesta a las mentoradas sobre los objetivos profesionales que tienen para su desarrollo profesional
    • Haz una encuesta y pregúntales a las mentoras en que áreas ellas pueden dar mentoria. Por ejemplo: ventas, mercadeo, liderazgo.
    • Haz el match de cada par
    • Coordina reuniones semanales o cada dos semanas para sus sesiones de mentoria.

    Además de mentoria y patrocinio es importante también ayudar a eliminar los prejuicios de género (estrategia 3) para promover más mujeres a posiciones de liderazgo.

    Estrategia #3: Ayuda a eliminar los prejuicios de género hacia la mujer en tu empresa

    Los prejuicios de género hacia la mujer son cuando tenemos un pensamiento, un juicio preconcebido o una implicación negativa de carácter hacia la mujer solamente por ser mujer. Lamentablemente, Naciones Unidas reportó que nueve de cada 10 personas tienen perjuicio hacia las mujeres. Estos perjuicios se pueden manifestar en el lugar de trabajo de las siguientes formas:

    • Si la mujer actúa de forma asertiva, es catalogada como persona difícil de trabajar, pero si es un hombre que actúa asertivo, es catalogado como una persona con cualidades fuertes, positivas.
    • La empresa le ofrece menos salario a una mujer que desempeña el mismo trabajo que otro hombre solamente por ser mujer.
    • Asignar más tareas administrativas como sacar copias y hacer el café solo a mujeres, pero nunca a un hombre, por el simple hecho de ser hombre.

    Los prejuicios de género son tan dañinos porque en caso de que pase, la mujer ya está teniendo una experiencia laboral negativa solo por ser mujer. Los perjuicios no se basan en hechos como la mala calidad de trabajo o falta de disposición de un empleado. Los perjuicios solo son basados en estereotipos negativos de género que le asociamos a una persona sin conocerla.

    Aquí te doy algunos consejos para que combatas el perjuicio hacia la mujer en el lugar de trabajo:

    • Examina las responsabilidades de tu equipo y asegúrate de que no estás dividiendo tareas en el trabajo en función de género
    • Asegúrate que en reuniones las mujeres también tengan la oportunidad de compartir su opinión
    • Reparte igualmente las tareas administrativas en tu equipo

    Tener en cuenta estas estrategias de patrocinio, mentoria y perjuicios de género son algunas de las cosas que puedes hacer para ayudar a crear más equidad de género en el mundo y promover más mujeres a puestos de liderazgo en tu empresa. Con la ayuda de líderes que activamente promuevan el desarrollo de la mujer, podemos mover el mundo a un lugar más balanceado y representativo de nuestro talento.

    Toda la información e imágenes son de GESTIÓN.
    Link original: https://gestion.pe/fotogalerias/3-estrategias-para-promover-el-desarrollo-de-mujeres-a-puestos-de-liderazgo-en-tu-empresa-noticia/

  • El futuro de las mujeres en Afganistán

    El futuro de las mujeres en Afganistán

    ¿Qué va a pasar ahora con las mujeres afganas? El mundo quiere saber. Y ellas, por supuesto, también.

    Al instalarse en el poder, los líderes talibanes han intentado proyectar una imagen de apertura, prometiendo paz y prosperidad para los afganos y respeto a las mujeres.

    El portavoz del nuevo gobierno, Zabihullah Mujahid, dijo en una rueda de prensa reciente: “Garantizamos que no habrá violencia contra las mujeres”. Y añadió: “No se permitirá ningún prejuicio contra las mujeres, pero los valores islámicos son nuestro marco de referencia”.

    El énfasis parece dedicado a desterrar la desconfianza. Si bien han pasado casi 20 años desde que los talibanes ocuparon por última vez el poder en Afganistán, aún está fresca la memoria de las imposiciones de los militantes islámicos a niñas y mujeres en los años noventa: prohibiciones de trabajar y estudiar, mandato de usar burka en público, latigazos a las que transgredieran las normas.

    Malala Yousafzai, la persona más joven en ser reconocida con el Premio Nobel de la Paz, ha conocido de cerca estas prohibiciones. Cuando los combatientes talibanes tomaron su pueblo en Pakistán en 2007, ella siguió insistiendo en su derecho a la educación. “Escondí mis libros bajo mi largo y grueso chaúl y caminé a la escuela con miedo”, escribe en este ensayo de Opinión. “Cinco años después, cuando tenía 15 años, los talibanes intentaron matarme por alzar la voz sobre mi derecho a ir a la escuela”.

    Desde entonces, y con la intervención de los organismos internacionales y de Estados Unidos, se destinaron cientos de millones de dólares a la educación de las niñas, la capacitación de lideresas sociales y la mejora de los servicios de salud materna. Ahora, que el presidente Joe Biden aprobó la salida de las tropas estadounidenses y que las fuerzas de seguridad afganas creadas y apoyadas por los países occidentales han colapsado, existen dudas sobre las medidas que tomará el nuevo gobierno.

    Credit…Kiana Hayeri para The New York Times

    En Kandahar, al sur, los talibanes entraron hace poco a una oficina bancaria y ordenaron que las nueve empleadas del lugar abandonaran sus puestos de trabajo, según informó Reuters. También se ha reportado que las clínicas de atención médica para mujeres cerraron.

    En Kunduz, al norte, las funcionarias del gobierno recibieron este mes la instrucción de no volver a presentarse al trabajo. En Herat, al oeste, profesoras y estudiantes universitarias fueron recibidas por hombres armados que les cerraron el paso en la puerta del campus este martes.

    En Kabul, las mujeres que trabajaron para Estados Unidos, tienen que decidir si se presentan en el aeropuerto para intentar abordar un vuelo que las saque del país. Aunque algunas son candidatas a recibir beneficios migratorios especiales, temen quedar atrapadas y sufrir represalias al conocerse su vínculo con los estadounidenses. Han empezado a eliminar sus redes sociales y enterrar sus celulares.

    En la televisión, Khadija Amin, conocida presentadora de noticias, ha sido suspendida y su puesto lo ocupa ahora un funcionario talibán. “¿Qué haré ahora?”, dijo Amin, de 28 años. “La próxima generación no tendrá nada, todo lo que hemos logrado en los últimos 20 años habrá desaparecido. Los talibanes son talibanes. No han cambiado”.

    P. D.: Tenemos una estupenda crónica para comprender cómo recuperaron los talibanes el poder.

    Toda la información e imágenes son de NYTIMES.
    Link original: https://www.nytimes.com/es/2021/08/20/espanol/el-futuro-de-las-mujeres-en-afganistan.html

  • Mapa interactivo de las 530 grandes compositoras olvidadas de la historia

    Mapa interactivo de las 530 grandes compositoras olvidadas de la historia

    Son mujeres esenciales de todas las partes del mundo, desde Europa, África, Asia y América de las que nadie se acuerda y cuyas composiciones, que pueden escucharse a través de enlaces, a veces han sobrevivido por suerte.

    Todos sabemos quién es Mozart, BeethovenWagner, BachVerdi o Schubert. Pero, ¿sabrían decir algo de Corona Schöter? ¿O de Adreana Basile? ¿Y Nelly Uchendu? ¿Miriam Gideon? ¿Emma Martínez? ¿Kikuko Kanai? Ahora un mapa interactivo les dice quiénes son. La historia de la música ha estado protagonizada por hombres y mujeres, pero los primeros han salido beneficiados por razones en las que no merece la pena entretenerse. Existen casos excepcionales, como el de Clara Weick, una niña prodigio que tocaba el piano con una excelencia inaudita desde pequeña. Su talento fue reconocido por su padre, que la contemplaba como un prodigio y los ojos de un profesor admirado. Enseguida alcanzó cierto renombre en su época, se convirtió en una de las grandes pianistas del momento y resultó absolutamente innovadora cuando se atrevió a atacar piezas musicales sin partitura, lo que ninguno o muy pocos se habían atrevido a hacer. Su extraordinario don atrajo a Schumann, un alumno de su progenitor, que se enamoró de ella desde el principio. A pesar de los cambios de humor de él y de su paulatino pero irremediable deterioro psicológico, los dos tuvieron una larga y prolija descendencia: ocho hijos. No solo eso. Ella le ayudó en con su obra y las ayudó a difundir en conciertos. También tuvo una extraordinaria cercanía con otro de los prodigios del periodo: Brahms, con el que dicen que también compartió alguna que otra pasión.

    Pero, ¿sólo existía ella? Parece ser que no, por supuesto. Ha habido grandes intérpretes y compositoras que han quedado silenciadas, olvidadas o apartadas. Y ahora, nunca mejor dicho, se las ha puesto en el mapa a través de una herramienta interactiva gratuita, con vocación pedagógica, que es accesible para todo el público, lo que no viene mal para aquellos que disfrutan de una chavalería que entretener en su casa: https://svmusicology.com/mapa/?lang=es&name=Kikuko%20Kanai. Para todos aquello adultos que son incapaces de recordar el nombre de dos o tres mujeres dedicadas a la música, esta es una web que ahonda en el pasado y aporta alrededor de 530 compositoras. Así que ya no existen excusas. Pero no se limita a eso, sino que va más lejos.

    En el mapa aparecen todos los continentes y una fotografía sobre la ciudad, pueblo o región de cada una de estos talentos. Al pinchar sobre la fotografía de cada una de ellas, la imagen se abre y se puede acceder a una pequeña biografía, un enlace a wikipedia, una website en el caso de algunas de ellas sean contemporáneas y una lista de reproducción en Spotify para que los interesados puedan acceder a una lista de reproducción o a sus discos. También existen enlaces a Twitter o Facebook para ahondar en su conocimiento. Según declaró Sakira Ventura, creadora de esta iniciativa, al diario “The Guardian”: “No aparecen en los libros de historia musical, sus obras no se tocan en conciertos y su música no se graba”. Sobre el motivo de haber acotado la presencia masculina, ella misma contestó a este rotativo británico y le dijo: “Tengo que explicarles que si quieren saber sobre compositores masculinos, pueden abrir cualquier libro de historia de la música, ir a cualquier concierto o sintonizar cualquier emisora de radio, pero si estoy armando un mapa de compositoras, es porque estas mujeres no aparecen en ningún otro lugar”.

     

  • La vida rota de las mujeres de Afganistán: “Nos gustaría escapar de este infierno”

    La vida rota de las mujeres de Afganistán: “Nos gustaría escapar de este infierno”

    El miedo a los talibanes las empuja a esconderse en sus casas, a cubrirse para salir, a intentar abandonar el país. Muchas se han quedado sin trabajo. Todas temen perder los derechos adquiridos en los últimos 20 años.

    De un día para otro, la vida de unos 19 millones de mujeres y niñas afganas se ha roto. A Aisha, periodista, le dijeron el lunes que no fuese a trabajar y le avisaron que, de volver, sería en todo caso con burka. Saphiry destruyó el jueves el informe en el que estaba trabajando para una ONG extranjera. Los talibanes apalizaron a unos amigos por tener libros en inglés en su casa. Ambos nombres son falsos y ambas temen por su vida e intentaban este sábado salir desesperadamente del país.

    En Kabul, los relatos distópicos de mujeres escondidas en sus casas, obligadas a cubrirse, con la entrada prohibida en sus centros de trabajo o de estudio se repiten por toda la ciudad, donde viven la mayoría de las mujeres con estudios superiores y profesiones liberales de un país mayoritariamente rural. De un día para otro las mujeres han desaparecido de las calles de la capital. Los rostros femeninos de carteles y escaparates han sido burdamente borrados con pintura. Dueñas de sus vidas hasta hace unos días, ahora es difícil contactar con ellas, no cogen el teléfono por miedo o porque sus familias se los han quitado por temor a represalias.

    Ser mujer en Afganistán nunca ha sido fácil. Incluso en los años más recientes las tasas de analfabetismo femenino, la violencia de género y los obstáculos legales y culturales para la igualdad de oportunidades están entre los peores del mundo. Sin embargo, los avances desde 2001, fin del quinquenio talibán, han sido colosales. Avances que ahora peligran. A pesar de las promesas de los talibanes, las mujeres temen que vuelva la pesadilla. El burka obligatorio, el mahram, un guardián masculino para poder salir de casa, la prohibición de estudiar, trabajar, conducir, viajar solas, tener dinero propio, ir a un médico varón, mantener relaciones fuera del matrimonio, todo bajo pena de ser lapidadas, mutiladas, latigadas o presas. Sería el fin del baile, la música, la tele, los libros, el deporte, la risa, la independencia y cualquier tipo de libertad para las mujeres. Estas son solo tres historias de 19 millones.

    Aisha es periodista. No es la primera vez que siente el aliento helado de una amenaza. Mucho antes de su entrada en Kabul, los talibanes ya la habían acosado por redes sociales: “Vamos a por ti, te vamos a matar y mataremos a toda tu familia”.

    Ahora es oficial, pero el miedo no es nuevo para ella. “Desde hace tiempo cargo con un tremendo estrés, mi familia me ha pedido muchas veces que por favor deje este trabajo, porque les pongo en riesgo, pero me costó mucho llegar hasta aquí, me encanta y no puedo hacer otra cosa”. Hace semanas que su familia le pidió también que abandonase el país. Ella se negó: “Amo mi país, quiero luchar por mi gente. ¿Qué oportunidad van a tener las mujeres de las provincias si ven que todas las que podemos permitírnoslo, aquí en Kabul, nos marchamos? Las dejaríamos sin ninguna esperanza”.

    Eso fue un viernes.

    El lunes pasado, al día siguiente de que los talibanes entrasen en Kabul, la llamaron del trabajo para decirle que se quedase en casa. Allí sigue encerrada, solo ha salido para ir al aeropuerto. “No me quería ir del país, pero las amenazas y los llantos de mi madre me han convencido”, contaba ayer en una reunión clandestina en el salón de su casa. Pasó 18 horas en el aeródromo, aguantó varios tiroteos, pero no consiguió nada. Lo sigue intentando. El rumor es que si dejan volver a trabajar a las mujeres periodistas será con burka y solo para que entrevisten a otras mujeres.

    Aisha nunca lo ha usado. Era una niña pequeña cuando los talibanes gobernaban, pero no olvida los horrores que relataba su madre. “Aquí nadie puede aceptar de nuevo esas reglas, que las mujeres no trabajen, que sean castigadas por salir de casa…”, dice. “Los estadounidenses, los europeos no pueden abandonarnos, no podemos perder todo lo que hemos avanzado en estas últimas dos décadas”. Mientras, fuera de su casa se oye un tiroteo.

    Dos afganas cubiertas totalmente con el burka pasan en Kabul ante unos hombres que disfrutan de un batido, el 20 de agosto de 2021.
    Dos afganas cubiertas totalmente con el burka pasan en Kabul ante unos hombres que disfrutan de un batido, el 20 de agosto de 2021.MARCUS YAM / LOS ANGELES TIMES VIA GETTY IMAG

    Hamiya monta en bici. Incluso protegida por el pelotón, incluso sin talibanes, no es fácil ser ciclista para una mujer en Afganistán. Por la calle la han insultado muchas veces. Por llevar ropa ajustada, por practicar un deporte occidental, “de infieles”, como el tenis, el fútbol, el baloncesto. “Recibimos de forma permanente amenazas en redes sociales, por WhatsApp, incluso llaman a nuestras casas… Si los talibanes llegan a controlar Afganistán nadie podrá practicar ningún deporte, especialmente las mujeres, para ellos el deporte no está en nuestra cultura. Mis sueños quedarán frustrados para siempre”, dice la joven con angustia.

    Además de deportista, Hamiya es hazara, la comunidad más odiada por los talibanes. El 9% de la población afgana es hazara, una minoría étnica de ascensión mongola y confesión chií (frente a una mayoría de suníes) que ha sido históricamente castigada. “Los talibanes no son musulmanes”, dice Hamiya, “ni siquiera saben leer el Corán, el islam no permite matar y castigar a su propia gente. Para nosotros los hazaras, el islam es una religión tolerante. Jamás aceptaríamos matar niños y mujeres como los talibanes lo hacen abiertamente. Eso no es el islam”.

    Ahora no quiere hablar por teléfono delante de su familia. Tienen miedo a que los milicianos ubiquen la casa. Son todos hazara y viven con una deportista. Han escondido las bicicletas y los maillots, por si en las búsquedas puerta a puerta los talibanes la descubren.

    Saphiry vive en Kabul y tiene una larga experiencia como activista por los derechos de las mujeres. Ha trabajado para varias organizaciones internacionales y reivindicado a cara descubierta la necesidad de mejorar la situación en Afganistán, que distaba mucho de ser buena ya antes de que llegaran los talibanes. Recientemente ofrecía una entrevista televisada en la que reivindicaba: “Estamos ante sociedades muy patriarcales en las que las mujeres son el foco. En Afganistán hasta las ministras son insultadas, no se aplican las leyes que defienden nuestros derechos, pero aun así hemos mejorado considerablemente”. Pero ahora, todo ha cambiado.

    Saphiry ya no da su nombre real. Hasta hace escasas semanas vivía tranquilamente junto a su madre y sus hermanos. Desde que los talibanes entraron en Kabul no abren la puerta de su casa a nadie, procuran no hacer ruido para no llamar la atención y ya no entra ningún salario en su casa.

    La conversación se entrecorta, la conexión por teléfono es muy inestable, y la entrevista acaba siendo por WhatsApp; Saphiry no quiere usar el correo electrónico, no es seguro. “Nos hemos quedado sin trabajo y la vida cada día es más cara. Somos muchos de familia y no tenemos ni para las medicinas de mi madre, que tiene 80 años y está enferma” se lamenta. “Vivimos angustiados de que suene la puerta”. Saphiry está preocupada por el reciente anuncio talibán de que las mujeres solteras mayores de 18 pueden ser golpeadas y encarceladas: “Yo tengo 40 años”, repite.

    Su mente está ahora en el aeropuerto: “Nos gustaría escaparnos de este infierno”. Saphiry da vueltas sobre una misma idea, cómo se ha llegado a esto: “Quizás sea difícil de entender para los occidentales, pero no nos esperábamos este final. Hasta ahora nuestra vida era buena. Yo estaba trabajando en un informe para una organización internacional, uno de mis sobrinos también tenía trabajo y estábamos contentos, pero esta situación, aunque no lo crean, nos ha cogido por sorpresa. Nunca nos imaginamos que íbamos a volver al terror. Pensábamos que la situación era irreversible, que no volveríamos a estar bajo un régimen talibán, que el mundo no lo permitiría”.

    Minutos después de la entrecortada entrevista, Saphiry vuelve a mandar un mensaje. Los talibanes acaban de entrar en casa de unos amigos, en plena noche, buscando libros en inglés y documentos críticos con el Islam. Tras el registro, enseñan “el botín” a los vecinos y apalean a los dueños delante de todos para que sirva de ejemplo, “para que limpien sus casas”.

    “Lo primero que he hecho ha sido destruir el informe en el que estaba preparando”, escribe Saphiry. “Solo quiero salir de aquí”, repite. Ayer por la mañana, se animó a salir a comprar el pan. Unos hombres la estaban esperando en la esquina de su casa. El susto la decidió a salir camino del aeropuerto.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/internacional/2021-08-22/la-vida-rota-de-las-mujeres-de-afganistan-nos-gustaria-escapar-de-este-infierno.html

  • Coronavirus recortó la diferencia de salarios entre mujeres y hombres

    Coronavirus recortó la diferencia de salarios entre mujeres y hombres

    Sólo un fenómeno inédito como lo fue la crisis Covid-19 logró recortar desigualdades de género. Y aunque esto pareciera positivo, no lo es tanto: primero, porque este “avance” es insuficiente para estar en condiciones de igualdad, y segundo, porque fue un efecto secundario de una recesión económica y no un proyecto de política pública que no resuelve necesidades estructurales.

    Durante los últimos 15 años se había registrado una tendencia plana en la brecha salarial de género, que refleja los avances modestos en términos de igualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral.

    En el 2005 las mujeres ganaron en promedio 16.7% menos que sus pares hombres, para 2010 esta cifra se redujo a 11.6%, en 2015 regresó a 16.7% y sólo hasta el 2020, el año de la pandemia Covid-19, se logró tocar un mínimo histórico: una brecha de género de 9.6%.

    Estas cifras de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) empatan con los resultados que el Inegi y el Coneval, instituciones oficiales nacionales, que revelaron que la pandemia acortó la diferencia entre los ingresos de las mujeres y los de los hombres.

    Sólo un fenómeno inédito, como lo fue la crisis Covid-19, logró recortar desigualdades de género. Y aunque esto pareciera positivo, no lo es tanto: primero, porque este “avance” es insuficiente para estar en condiciones de igualdad, y segundo, porque fue un efecto secundario de una recesión económica y no un proyecto de política pública que no resuelve necesidades estructurales.

    ¿Cómo fue que las brechas de género se cerraron durante la pandemia?

    A diferencia de otros países que desde antes de la pandemia registraban una tendencia paulatina a la baja en sus brechas salariales de género, en México en cuestión de meses se observó un recorte importante en esta brecha.

    Este recorte está ligado fundamentalmente a la caída generalizada de la fuerza laboral más grande: la masculina.

    Con la información estadística disponible es posible observar que, al tiempo que se registró una caída generalizada de los ingresos, hubo un incremento importante de la pobreza multidimensional. Esto significa que además de que los mexicanos tienen menos dinero, también tienen un acceso menor a ciertos derechos básicos como una casa, alimentos, agua, electricidad, educación, salud o seguridad social.

    En México la pandemia arrojó a 3.8 millones de personas a la pobreza y la razón porque la que esta cifra no es mayor fue la existencia de transferencias externas: remesas, pensiones y apoyos sociales públicos o privados. El ingreso laboral de los mexicanos cayó 10.7% mientras que las transferencias crecieron 8.3%, de acuerdo con las cifras de la ENIGH. Aunque no alcanzan a compensar la caída de sueldos y salarios, las transferencias ayudaron a que la crisis no fuera mayor. Esta fue una de las cosas que marcó la diferencia entre hombres y mujeres.

    Históricamente los hombres son económicamente más independientes que las mujeres, la mayor parte de su dinero viene de sus ingresos por trabajo, mientras que un porcentaje más grande del dinero de las mujeres viene de otras fuentes. De modo, que la población femenina enfrentó cierta “ventaja” de estas desigualdades.

    Pero ni siquiera esta “ventaja” fue suficiente para alcanzar niveles de igualdad; lo que refleja otro dato abrumador: la brecha de género es tan grande que ni con una contracción de 10 puntos porcentuales se alcanza la igualdad.

    En otros países de la región Latinoamérica, como Colombia, que presentaba una brecha de género más baja, durante el año de pandemia se alcanzaron niveles cercanos a la igualdad. En Colombia las mujeres ganaban 4% menos que los hombres en 2019 y para 2020 ahora ganan 0.1% más. Por su parte, en Costa Rica desde el 2019 la OCDE registra que los ingresos promedio de mujeres y hombres son relativamente iguales.

    La trampa de la desigualdad estructural

    Aunque la pandemia recortó de manera importante la diferencia entre los ingresos totales y laborales de las mujeres respecto de los de los hombres; todavía no hay igualdad ni en el mercado laboral ni en el acceso a derechos y oportunidades.

    La tasa de participación femenina es de apenas 43.9% mientras que la de los hombres se ubica en 75.9%; el trabajo doméstico remunerado está liderado en 95% por mujeres y casi todas trabajan bajo esquemas de alta vulnerabilidad e informalidad; las mujeres tienen jornadas de limpieza del hogar y cuidados de casi el mismo tiempo que sus trabajos remunerados y son mayoría en sectores altamente vulnerados por la pandemia como la salud y la educación.

    Este recorte en la brecha salarial por género es apenas una rama del árbol de necesidades a resolver en materia de derechos de las mujeres en el ámbito laboral y fuera de él. Y no será sino a través de políticas públicas, destinadas a erradicar la discriminación y violencia estructural, que México alcanzará la igualdad.

    Toda la información e imágenes son de EL ECONOMISTA.
    Link original: https://www.eleconomista.com.mx/economia

  • Tijuana abrirá refugios para mujeres que huyen de Afganistán

    Tijuana abrirá refugios para mujeres que huyen de Afganistán

    La fundación ‘Latina Musulmán’ informó que se encuentra trabajando en habilitar una serie de refugios para mujeres y niños de Afganistán, en coordinación con activistas migratorios.

    En TijuanaBaja California, una asociación de mujeres de Afganistán busca habilitar varios refugios para instalar a afganas que buscan un sitio donde quedarse. El grupo ‘Latina Musulmán’, junto con activista migratorios, quieren apoyar a ciudadanas debido a los problemas que existen en la región de Oriente Medio.

    Tras el regreso de los talibanes en Afganistán, miles de personas están intentando huir del país por el miedo y terror que esta noticia genera. Sin embargo, son las mujeres y niños las que más riesgo corren ante esta situación debido a las prohibiciones que este grupo islámico tiene hacia ellas.

    La asociación indicó que en la Zona Norte de Tijuana se halla un lugar disponible, muy cerca de la frontera con los Estados Unidos y señalan que está adecuado para recibir a las mujeres y niños.

    Una de las líderes de la fundación declaró que aquellas personas que logren salir de Afganistán querrán llegar a México para posteriormente solicitar asilo político a los estadounidenses. Existen otros países que también recibirán a algunos ciudadanos como: Canadá, Albania, Kosovo, Reino Unido, Alemania entre otros.

    SRE RECIBE SOLICITUDES DE REFUGIO DE MUJERES Y NIÑAS TRAS TOMA DE TALIBANES

    El canciller de México, Marcelo Ebrard, confirmó que ya se reciben y procesan solicitudes de refugio para ciudadanos de Afganistán, en especial los de mujeres y niñas que lo hayan pedido.

    El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) explicó que ya se dio inicio a los procesos correspondientes para otorgar refugio.

    Por medio de su cuenta de Twitter, el canciller Ebrard también comunicó que en conjunto con Guillermo Puente Ordorica, embajador de México en Irán, se inició la recepción de solicitudes.

    Posteriormente, la SRE indicó que, al tratarse de personas en peligro, no podía dar por el momento detalles del número de trámites en proceso ni los plazos de los mismos.

    Toda la información e imágenes son de REPORTE ÍNDIGO.
    Link original: https://www.reporteindigo.com/reporte/tijuana-abrira-refugios-para-mujeres-que-huyen-de-afganistan/

  • «Aprender a patinar en zona de guerra», documental sobre niñas en Afganistán

    «Aprender a patinar en zona de guerra», documental sobre niñas en Afganistán

    El documental cuenta la historia de la escuela Skateistan, donde niñas y adolescentes de Kabul tienen acceso a la educación.

    El regreso de los talibanes en Afganistán ha conmocionado al mundo entero, miles de personas huyen del país y piden ayuda internacional, pues el régimen Islámico ultraconservador retomó fuerza y recuperó territorio.

    Las mujeres se encuentran entre uno de los grupos más vulnerables ante dicha situación, sin embargo esta crisis internacional ya se vivía desde años antes. El documental Aprender a patinar en una zona de guerra (si eres una niña), refleja la vida de las niñas en Kabul, Afganistán. Si quiere conocer cómo se es una niña en una zona de guerra o saber más sobre Afganistán te contamos de esta producción.

    En un país donde a las niñas no se les permite andar en bicicleta pero no existe una regla religiosa en contra de las patinetas, la directora Carol Dysinger refleja la vida de niñas y adolescentes en Afganistán, quienes también comparten fragmentos de su vida en voz propia. «Las chicas de Afganistán son las personas más fuertes y dulces que he conocido. Fue maravilloso hacer una película en un lugar donde encontraban su libertad para moverse, aprender y defenderse», dijo Dysinger en entrevista para medios internacionales.

    El documental cuenta la historia de la escuela Skateistan, donde niñas y adolescentes de barrios empobrecidos de la capital afgana, Kabul, tienen acceso a la educación, y logran aprender a leer y a escribir.

    Con un equipo de filmación principalmente compuesto por mujeres afganas y dirigido por la cineasta Dysinger, el documental refleja la opresión masculina del régimen talibán en contra de la mujer y las violaciones a sus derechos humanos, como el matrimonio infantil y la prohibición al acceso de la educación.
    «Quería hacer una película que mostrará Skateistan, pero también la libertad que las niñas pueden encontrar ahí», sostuvo la directora.
    En una de las primera escenas del documental una niña habla sobre el coraje y define a la valentía como ir a la escuela y estudiar, porque las normas culturales y religiosas de Afganistán no les permiten acceso a la educación después de los ocho años o participar en algún deporte.
    Skateistan se convirtió en una iniciativa multinacional enfocada en reclutar a niñas de vecindarios empobrecidos, con un programa que consiste en tres horas diarias de instrucción educativa, con el fin de prepararlas para tener acceso a matricularse en una escuela pública.
    El documental fue el ganador a Mejor Corto Documental en los premios Oscar 2020.
    Con información de NYU y LIFETIME
    Toda la información e imágenes son de LA SILLA ROTA.
    Link original: https://lasillarota.com/lacaderadeeva