Autor: Editora

  • Dejar de ser mujeres invisibles

    Dejar de ser mujeres invisibles

    La falta de datos y perspectiva de género en las soluciones acaba por ofrecer acciones parciales e ineficaces, perpetuando la brecha en ingreso, horas de trabajo y calidad de vida.

    “Una buena intención no necesariamente se traduce en una buena política pública” es una idea que me ha sembrado el libro de Caroline Criado Pérez, Mujeres Invisibles. Hay al menos dos grandes razones para ello. El primero es que las mujeres somos invisibles a los ojos del mundo porque la data que se genera ignora las necesidades femeninas como si fueran un problema de nicho, no un problema universal. No hay suficientes registros ni interpretación adecuada sobre qué ocurre con las mujeres en prácticamente ningún aspecto de la vida, desde la medicina y la seguridad automovilística, hasta la economía y la vida cotidiana de los hogares.

    En segundo lugar, una buena intención para emparejar la cancha puede obtener resultados diametralmente opuestos cuando no se toma en cuenta la perspectiva femenina en el diagnóstico, no se diga en la solución. Por ejemplo, el libro refiere que cuando se busca igualdad en los baños públicos, se asigna un espacio del mismo tamaño a los servicios de hombres y mujeres. Sin embargo, en la práctica, los mingitorios ocupan menos espacio y se pueden colocar más en la misma superficie, y dada la velocidad de su uso acaban por ofrecer soluciones útiles para los hombres pero no para las mujeres, que siempre acabamos haciendo fila porque usar un cubículo toma tiempo, porque vamos acompañadas de niñas o de personas de la tercera edad, porque la mayoría menstruamos.

    Esta combinación de factores —la falta de datos y de perspectiva de género en las soluciones— acaba por ofrecer acciones parciales e ineficaces, perpetuando las brechas de género en el ingreso, en las horas de trabajo, y sobre todo, en la calidad de vida de las personas.

    Por eso es útil encontrar data que ayude a dimensionar que el problema no está aislado, ni es solo tuyo o mío. La data permite contar mi historia, la tuya, la de todas las que busquen remitirse a evidencia y al contexto. Para que podamos reconocer que somos muchas las que ganamos menos a pesar de las excepciones. Para hablar de que mi madre trabaja 50 horas a la semana en labores no remuneradas y solo 10 o 12 a cambio de una retribución económica. Que el hogar no es un lugar de ocio sino de trabajo para nosotras, incluso antes de la pandemia y homeoffice.

    La data sirve para hablar de que las mujeres futbolistas y las que venden comida a la salida del metro ganan menos que los hombres que hacen lo mismo —25% menos entre empleos informales—, o que en una empresa de software dos de cada tres puestos de trabajo con seguridad social son de hombres porque los empleos formales son para ellos.

    ¿Sabías que en México por cada hombre que vive en pobreza laboral hay 1.2 mujeres en la misma circunstancia, y que en hogares con más mujeres la probabilidad de que todos sus integrantes vivan en peores condiciones es mayor?

    ¿Sabías que la percepción de inseguridad determina nuestras decisiones cotidianas —por dónde caminamos, si ponemos un negocio o aceptamos un empleo—, y que por más increíble (o evidente) que parezca, las mujeres en México nos sentimos 40% más inseguras en la calle que los hombres? ¿O que si las mujeres tuviéramos la misma tasa de participación que los hombres en el mercado laboral remunerado, el ingreso por habitante sería 22% más alto?

    Es increíble y molesto ver las diferencias que hasta ese momento ignorábamos. Pero también nos permite ser protagonistas de un cambio que con o sin mí, o sin ti, ya ocurre. Somos más de la mitad de la población, y tenemos la posibilidad de reflejar nuestra propia experiencia en las estadísticas, para dejar de ser invisibles.

    *Sofía Ramírez Aguilar es economista y dirige México ¿cómo vamos?.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/mexico/opinion/2021-07-21/dejar-de-ser-mujeres-invisibles.html

  • La violencia económica de género, un abuso “sutil” con difícil encaje jurídico

    La violencia económica de género, un abuso “sutil” con difícil encaje jurídico

    Tanto antes como después de la separación, muchas mujeres sufren el “sutil” abuso de la violencia económica de género, es decir, la utilización de los recursos económicos de la pareja como arma de control, una actitud machista que, a pesar de estar incluida en el Convenio de Estambul, no se encuentra en el ordenamiento jurídico. 

    Visibilizar este tipo de violencia es el objetivo del proyecto ECOVIO, que desde hace dos años desarrolla un consorcio coordinado por la Universidad de Extremadura (UNEX) y del que forman parte la Sociedad Española de Asistencia Sociosanitaria (SEAS), el Instituto Polibienestar de la Universitat de València (UV) y el italiano Gruppo R.

    “Es un abuso muy sutil. Es una violencia que no se acaba, sino que a veces aparece cuando la mujer se separa ya que la vinculación económica con su expareja, especialmente si tienen hijos, es hasta el infinito y más allá”, afirma en declaraciones a EFE Inmaculada Domínguez Fabián, investigadora principal del proyecto.

    Prevalencia de la violencia económica de género

    Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, del total de mujeres de 16 o más años residentes en España, el 11,5 % (2.350.684) ha sufrido violencia económica de alguna pareja actual o expareja en algún momento de su vida.

    Si se calcula el porcentaje sobre el total de mujeres que han tenido pareja, la prevalencia de la violencia económica a lo largo de la vida sería del 12 %.

    El proyecto, que ha encuestado a mujeres mayores de 25 años separadas y con hijos, concluye que un 80 % de las que sufrieron violencia física durante la convivencia sufren violencia económica tras la separación.

    Asimismo, entre el 30 y el 40 % de las que no sufrieron violencia física en la relación padecen violencia económica tras la separación.

    Control, explotación económica y sabotaje laboral

    Domínguez Fabián asegura que durante la convivencia o tras la separación o divorcio pueden darse tres tipos de tácticas de abuso económico -el control económico, la explotación económica y el sabotaje laboral- y considera que todos estos abusos deberían ser tratados en los Juzgados de violencia contra la mujer y desde una perspectiva de género.

    Durante la convivencia el control económico se da, por ejemplo, cuando el hombre da una asignación a la mujer para los gastos y le exige que le entregue los recibos de todo lo que compre.

    En el caso de la explotación económica, el hombre realiza grandes gastos sin el conocimiento de su pareja, como la compra de un coche o una moto, sumando deudas, o no paga parte de su aportación para el mantenimiento de la casa o la hipoteca.

    Por último, el sabotaje laboral se produce cuando el hombre no deja ir a trabajar a la mujer porque se tiene que quedar en casa cuidando de los niños o no le permite acudir a cursos o viajar para promocionarse en el trabajo.

    “Los comportamientos que se dan durante la convivencia no son delictivos como tal, pero hay que visibilizarlos y prevenirlos“, indica Domínguez, que advierte de que tras la separación o divorcio, estos tres tipos de abuso pueden seguir existiendo.

    En este caso pueden traducirse en “pagar tarde o no pagar la pensión, impagar su parte de la hipoteca o no hacerse cargo de los niños cuando les toca, dificultando que la mujer pueda ir a trabajar”.

    Violencia económica como violencia de género

    Según la memoria de la Fiscalía General del Estado de 2019, un total de 22.679 diligencias previas incoadas lo han sido por delito de impago de pensiones, un 23 % más que en 2018 (16.638).

    Aunque la violencia económica no está tipificada en el ordenamiento jurídico español como violencia de género, el pasado mes de mayo, por primera vez, una sentencia del Tribunal Supremo, con el magistrado Vicente Magro como ponente, consideró el impago de las pensiones alimenticias a los hijos como violencia de género.

    Domínguez destaca la importancia de visibilizar y concienciar sobre este tipo de abusos en el ámbito educativo, y para ello se están diseñando infografías y tebeos para colegios.

    Todo el material del proyecto, y el observatorio sobre violencia económica, está disponible en esta página web: https://economic-genderviolence.eu/es/

  • Noruega se rebela contra el bikini obligatorio en el balonmano playa

    Noruega se rebela contra el bikini obligatorio en el balonmano playa

    • La selección nórdica disputa la final femenina de consolación del Europeo con mallas, pese a la amenaza de multas y hasta de descalificación.
    • La normativa señala como obligatorio para ellas el uso de un bikini en el que el pantalón «no tenga más de 10 centímetros en los lados».

    Quizá Varna pase a la historia como el lugar en el que todo cambió. Porque en la ciudad búlgara, sede en los últimos días del Campeonato de Europa de balonmano playa, la selección noruega femenina se ha atrevido a desafiar la normativa que exige que las mujeres compitan con bikini, algo que consideran discriminatorio, anticuado, que sexualiza gratuitamente a la deportista y que incluso puede resultar negativo para el desarrollo de este deporte. El equipo nórdico disputó el partido por el bronce (que se colgó la selección española) con mallas, poniendo sobre la mesa el debate sobre esta norma que el voley playa, por ejemplo, abolió en los Juegos Olímpicos de Londres (tras estar vigente en Sídney, Atenas y Pekín). En ese 2012 la Asociación Internacional de Boxeo también intentó que las púgiles pelearan con falda y poco antes la FIBA trató de imponer a las baloncestistas jugar con trajes ajustados, por poner otros ejemplos.

    «Pensaba que estas cosas ya no pasaban», señalaba la exjugadora noruega de voleibol Merita Berntsen Mol. Noruega, con el apoyo de Suecia, ya protestó antes de la disputa de este Europeo de balonmano playa (un deporte espectacular que optó a ser olímpico en el 2024) y pidió que quien así lo quisiera pudiera jugar con mallas, pero la Federación Europea de Balonmano (EHF) se mantuvo firme esgrimiendo el reglamento. A los hombres se les exige que vistan «camisetas sin mangas y ajustadas». En la parte inferior, la norma habla para ellos de «pantalones cortos», y, «siempre que no sean muy holgados», añade el texto, «pueden ser más largos, pero deben quedar 10 centímetros por encima de la rótula».

    Las normas para el uniforme masculino de balonmano playa.

    Con las mujeres se aprecian más exigencias: «Los tops femeninos (un diseño con el estómago al descubierto) deben ser también ajustados, con sisas ampliamente recortadas por la espalda». Y las diferencias siguen con la parte inferior de la indumentaria: «Las jugadoras deben llevar bikinis inferiores con talla ajustada y corte en ángulo ascendente hacia la parte superior de la pierna. El lado ancho debe ser de un máximo de 10 centímetros«. En el voley playa la norma reducía la tela aún más, a solo 6 centímetros.

    Las normas para el uniforme femenino de balonmano playa.

    Con todo, las jugadoras noruegas estaban dispuestas a desafiar la normativa y comenzar el Europeo sin ajustarse al código de vestimenta, pero las presiones fueron muy fuertes. «Primero nos dijeron que recibiríamos una multa de 50 euros por persona y partido, lo que supondría una sanción de 5.000 euros. Y respondimos que de acuerdo», explicó su capitana, Katinka Haltvik, a la radiotelevisión pública noruega (NRK). «Pero luego nos dijeron que la cantidad podría aumentar en cada partido y nos amenazaron con otras penalizaciones sin especificar. Justo antes del primer partido nos advirtieron de que seríamos descalificadas, así que nos vimos forzadas a jugar con bikini«, narró desolada. La EHF confirmó lo relativo a las multas, pero niega que amenazara con expulsar al equipo del Europeo.

    El presidente de la federación noruega, Kåre Geir Lio, calificó de «embarazosa y descorazonadora» la reacción de la EHF. «Pagaríamos felices la multa si es que se trata de eso. En esto el equipo tiene todo nuestro apoyo». Lio explicó que una comisión lleva años tratando de que se modifique la normativa, que se ha llevado a varios congresos de la EHF y que incluso han tenido la promesa de que se resolvería el problema, pero «todavía no ha pasado nada».  «Es muy triste por las jugadoras que tienen que lidiar con todo esto», lamenta. Noruega enviará una carta de protesta a la federación europea con el apoyo de Suecia, Dinamarca y Francia.

    «Hemos perdido a jugadoras por el bikini»

    El propio seleccionador galo, Valérie Nicolas, asegura que «si nada ha cambiado antes del próximo campeonato», él mismo presionará para que sus jugadoras vistan como quieran. «Y aceptaremos las consecuencias que ello acarree«. Lejos de ser un capricho, Nicolas esgrime motivos inapelables para cambiar esa normativa. «Hemos perdido jugadoras por culpa de la vestimenta. Las jugadores me dicen que no se sienten a gusto, que se sienten desnudas y observadas. Este es un deporte con mucho movimiento y el bikini entorpece«, narra el técnico, que añade: «También supone un problema en relación con la menstruación, por no hablar de la religión«.

    Tras acatar la norma hasta semifinales, donde cayeron eliminadas por Dinamarca, las jugadoras noruegas optaron por disputar la final de consolación con mallas. Ganó España por dos sets a cero y se quedaron sin medalla, pero lograron una victoria mucho más importante.

    Toda la información e imágenes son de EL PERIÓDICO.
    Link original: https://www.elperiodico.com/es/deportes/

  • Escuela de Paz cumple diez años de contribuir a la visibilización de mujeres para su comunidad

    Escuela de Paz cumple diez años de contribuir a la visibilización de mujeres para su comunidad

    La Escuela de Paz es una propuesta pedagógica integral que facilita conocimientos, herramientas y experiencias en la construcción de paz. Desarrolla y fortalece capacidades en torno al análisis y diseño estratégico para la transformación positiva de conflictos, acompañado de estrategias de diálogo, incidencia política, comunicación estratégica y seguridad.

    Servicios y Asesoría para la Paz A. C. (Serapaz) conmemoró los 10 años de la Escuela de Paz de mujeres en Chiapas, a través de un foro, Mónica Hernández, mujer indígena que colaboró con la asociación durante 5 años, compartió por qué las mujeres indígenas juegan un papel menor en los conflictos de las comunidades.

    Hernández dijo que las mujeres no son invitadas a estos encuentros, sin embargo, no quiere decir que no viven el conflicto, por lo tanto, en Serapaz se vio en la necesidad de brindar talleres, ya que las mujeres tienen otro punto de vista y ven el problema de una manera más integral.

    Mencionó que la primera escuela de mujeres surgió en el 2012, estaba conformada por pobladoras de la zona Selva, quienes solo hablaban tseltal, por ello, los módulos se impartían en esa lengua.

    Algunas de las mujeres ya eran parte de diferentes organizaciones locales, así que en alianza con Serapaz comenzó el trabajo, posterior a ello, las mujeres de esa generación multiplicaron los conocimientos en diferentes espacios.

    En 2015, observó que las tseltales que llegaban a la escuela tenían miedo, timidez y dificultad para expresarse, por el poco valor que se les da dentro de las comunidades, pero al encontrarse con otras mujeres se sintieron en confianza, empezaron a contarse sus vivencias cotidianas y se da la participación.

    A partir del 2018, se empezó a ver multiculturalidad e interculturalidad, pues se integraron mujeres hablantes de diversas lenguas, así que no bastaban los talleres en una lengua, además las tseltales debían conocer otras culturas.

    «Ahora veíamos a las mujeres riendo, cuando en el primer día llegan cansadas, con pena, y dificultad de expresión», enfatizó Hernández.

    Lo que las nutrió de energía y les hizo confirmar que la escuela debe conservarse e invertirle fue una evaluación y las historias de las mujeres quienes demuestran que sí hay resultados.

    A mí más me gustó el fortalecimiento del corazón porque éramos puras mujeres, nos pudimos desahogar, pudimos decir, sacar todo lo que teníamos, expresó una de las mujeres.

    Por otro lado, Claudia Pérez, colaboradora en Serapaz, dijo que las escuelas también son espacios donde encuentran la camaradería, amor y cariño. En la actualidad está integrada por cuatro módulos.

    «Todas llegan con una expectativa de lo que va a pasar, en el segundo modulo observamos a compañeras que comparten teléfonos y chistes, tenemos el chat para comunicarnos con las compañeras, en la medida que vayan necesitando algo vemos la manera de cómo compartirles un poco de nuestro apoyo», mencionó Pérez.

    Puntualizó que aún hay comunidades donde a las mujeres no se les permite participar, pero se logra tener la importancia de la palabra, muchas dicen que no pueden hablar dentro de sus asambleas, pero les gusta seguir aprendiendo, por eso siguen asistiendo a los talleres, y hay jóvenes que se nutren de la palabra de otras.

    Por la pandemia, no hubo módulos durante el 2020, sin embargo, en este año han logrado realizar dos, es decir, ya se dio la oportunidad de compartir estas herramientas y cómo poder articularse.

    «Ahorita tenemos mujeres de diferentes comunidades, entre ellas están Altos y Selva, tenemos el gobierno comunitario que ha sido muy importante, la lucha que ellos han tenido y cómo es la forma en que ellas se contagian de esta vibra, de la lucha, tenemos compañeras feministas que activan a estas mujeres, es un taller muy didáctico», mencionó Hernández.

    Serapaz.

    Escuela de Paz

    Es un espacio educativo de encuentro y fortalecimiento de las capacidades para las organizaciones y actores sociales en el camino de la transformación de conflictos sociales.

    La experiencia educativa está basada en el enfoque de Transformación Positiva de Conflictos (TPC) apoyándose en la propuesta didáctica y metodológica de la Educación Popular.

    Serapaz se basa en la metodología pedagógica de educación popular de Paulo Freire, a través de recuperar las experiencias de conflictividad que viven las personas que participan, y juntos dan forma y sentido a las herramientas para el análisis y diseño estratégico del proceso en que se encuentran inmersos.

    Por lo tanto, señalaron que este espacio está encaminado a la acción y práctica de las herramientas compartidas por quienes viven o experimentan algún conflicto social específico y defienden sus vidas, territorios y derechos, enfocado a la construcción de una paz con justicia y dignidad.

    Esta nota fue realizada por CHIAPAS PARALELO, integrante de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la original.

    Toda la información e imágenes son de PIE DE PÁGINA.
    Link original: https://piedepagina.mx/
  • La OIT demanda cerrar la brecha de empleo entre mujeres y hombres

    La OIT demanda cerrar la brecha de empleo entre mujeres y hombres

    La inversión en las políticas de cuidado, así como una transparencia e igualdad salarial entre hombres y mujeres ayudarán a que se cierre la brecha causada por la pandemia.

    Políticas con perspectiva de género, invertir en la economía de cuidado y fomentar a mujeres en puestos de liderazgo son algunas de las medidas que propone la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para cerrar la brecha de empleo entre mujeres y hombres en el mundo tras la pandemia.

    «Si no se da prioridad a este objetivo, se corre el riesgo de que las mujeres se queden atrás en los esfuerzos de recuperación, exacerbando aún más las desigualdades de género existentes en términos de acceso al empleo y calidad del mismo», detalló el estudio Avanzar en la reconstrucción con más equidad: Los derechos de las mujeres al trabajo y en el trabajo, en el centro de la recuperación de la COVID-19 publicado este lunes.

    Para que se reactive la participación laboral de las mujeres, el organismo destaca la creación de políticas con perspectiva de género que sostengan la creación de empleo decente para las mujeres y estímulos que permitan el consumo.

    «Las políticas sectoriales deben seguir apoyando a los sectores afectados por las medidas de confinamiento, las perturbaciones del comercio y la contracción general del consumo y las inversiones, en particular a aquellos en los que predomina el empleo de las mujeres», detalla el informe.

    También es necesario de inversión en la economía del cuidado en sectores de salud, trabajo social y cuidados, ya que este tipo de empleos tienen el potencial para convertirse en una parte central de las estrategias de recuperación inclusivas y ricas en creación de empleo.

    Un tercer pilar para la recuperación de empleo femenino es el acceso universal a la seguridad social que también incentive la transición de la informalidad a la formalidad así como igualdad en la remuneración de los empleos.

    La OIT destaca que las labores de cuidados han sido infravaloradas por lo que se tiene que corregir con leyes que promuevan la transparencia salarial.

    «Abordar este problema mediante una serie de medidas, como la inclusividad en la legislación, la transparencia salarial y la estrecha interacción con los interlocutores sociales, ayudaría a mejorar la calidad del trabajo que realizan las mujeres», destaca la OIT.

    Uno de los puntos principales para evitar la brecha salarial en las mujeres es la prevención y eliminación del acoso, ya que en la pandemia se agravaron los problemas de violencia doméstica y acoso, que impiden a las mujeres ejercer un trabajo remunerado. También se debe buscar que las mujeres ocupen puestos de liderazgo.

    ¿Quiénes fueron las más afectadas?

    El organismo dio a conocer que en la región de Latinoamérica es donde las mujeres han sufrido más el desempleo a causa de la pandemia, ya que las mujeres perdieron, entre 2019 y 2020, un 9.4% de participación en el mercado laboral frente al 7% de los hombres.

    «La caída del empleo de las mujeres perturbó el progreso observado en los últimos 15 años, que fue debido a la mejora de las oportunidades educativas para las mujeres, al aumento de disponibilidad de empleos formales en el sector de los servicios, a la migración de zonas rurales a urbanas y al descenso de las tasas de fertilidad», informó la OIT.

    El organismo advirtió que desde antes de la pandemia, los empleos de alta concentración femenina se caracterizaban por los bajos salarios, las prolongadas jornadas de trabajo, las escasas oportunidades de ascender y la exposición a riesgos de salud y seguridad en el trabajo y a sufrir violencia y acoso.

    Ahora, a más de un año del estallido de la pandemia las mujeres ganan un 20% menos que los hombres y si pertenecen a minorías étnicas, son migrantes o personas discapacitadas, sus salarios se ven aún más afectados.

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://expansion.mx/economia/2021/07/20/oit-demanda-cerrar-brecha-de-empleo-entre-mujeres-y-hombres

  • COVID empeoró igualdad de género; 13 millones de mujeres se sumarán al desempleo este año

    COVID empeoró igualdad de género; 13 millones de mujeres se sumarán al desempleo este año

    Entre 2019 y 2020, en todo el mundo el empleo de las mujeres se redujo un 4,2 por ciento, lo que representa una caída de 54 millones de puestos de trabajo.

    Más de año y medio después de entrar en la pandemia de COVID-19, la igualdad de género en el mundo del trabajo ha empeorado y las  mujeres “han sufrido pérdidas desmesuradas de empleo e ingresos”, debido también a su sobrerrepresentación en los sectores más afectados como los servicios de alojamiento y servicio de comidas y el sector manufacturero:  en este año habrá 13 millones menos de mujeres empleadas en comparación con el 2019, antes de la pandemia.

    Contrario a ello, el empleo de los hombres habrá recuperado los niveles de 2019 aún cuando se espera que el empleo femenino previsto para 2021 supere al de los  varones pero  no alcanzará para devolver a las mujeres a los niveles de empleo anteriores a la pandemia, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

    A nivel mundial, entre 2019 y 2020, el empleo de las mujeres se redujo en un 4,2 por ciento, el equivalente a una caída de 54 millones de puestos de trabajo, mientras que el empleo de los hombres se redujo en un 3 por ciento, o 60 millones de puestos de trabajo.

    Se prevé que en 2021 la cifra de mujeres empleadas sea de 1.270 millones y que la de los hombres con un empleo alcance los 2.019 millones.

    Sólo el 43,2 por ciento de las mujeres que en todo el mundo tienen edad para trabajar estarán empleadas en 2021, frente al 68,6 por ciento de los hombres en la misma situación. En otras palabras, en 2021 las mujeres todavía tendrán 25,4 puntos porcentuales menos de probabilidad de tener un empleo que los hombres.

    No todas las regiones se han visto afectadas de la misma manera. La región de las Américas experimentó la mayor pérdida de empleo femenino a consecuencia de la pandemia (-9,4 por ciento).

    El segundo mayor descenso en el número de mujeres empleadas se observó en los Estados Árabes. Entre 2019 y 2020, el empleo femenino se contrajo un 4,1 por ciento, y el de los hombres un 1,8 por ciento.

    Las repercusiones de género de la COVID-19 en los mercados mundiales de trabajo han afectado de manera negativa sobre todo a las mujeres tanto cuantitativa como cualitativamente, aunque con importantes variaciones regionales.

    A nivel mundial, las mujeres se han visto desmesuradamente afectadas en cuanto a pérdidas de empleos:  como consecuencia de la pandemia se destruyó el 4,2 por ciento del empleo de las mujeres, frente al 3 por ciento en el caso de los hombres

    La crisis económica inducida por la pandemia de COVID-19 provocó una pérdida de empleo sin precedentes entre hombres pero sobre todo a las mujeres.

    Ello se debe a que el impacto de los confinamientos  afectaron a los sectores, como el manufacturero y el de servicios, donde mayor es la representación de las mujeres, y donde a menudo éstas trabajan en modalidades informales.

    Asimismo a las  brechas que persisten entre uno y otro género en el tiempo dedicado al trabajo de cuidados no remunerado, la limitación del acceso a la protección social y el recrudecimiento de la violencia y el acoso también han hecho difícil a las mujeres, en comparación con los hombres.

    Entre 2019 y 2020, en todo el mundo el empleo de las mujeres se redujo un 4,2 por ciento, lo que representa una caída de 54 millones de puestos de trabajo, mientras que el de los hombres se redujo un 3 por ciento, equivalente a 60 millones de puestos de trabajo

    Según las previsiones de la OIT, se espera que en 2021, en todo el mundo, el empleo de las mujeres aumente un 3,3 por ciento en comparación con los niveles de 2020 (41 millones), mientras que el empleo de los hombres lo hará un 3 por ciento (59 millones).

    Aunque la tasa de crecimiento del empleo de las mujeres que se prevé para 2021 supera a la de los hombres,  no será suficiente para que las mujeres recuperen los niveles de empleo previos a la pandemia, debido a que éstas experimentaron mayores pérdidas de empleo en 2020 (-4,2 por ciento).

    A nivel mundial, se prevé que en 2021 haya 13 millones menos de mujeres empleadas que en 2019 y que el número de hombres con empleo sea aproximadamente el mismo que en 2019.

    Toda la información e imágenes son de CRÓNICA.
    Link original: https://www.cronica.com.mx/

  • Se recuperarán empleos perdidos de hombres en 2021, no de mujeres

    Se recuperarán empleos perdidos de hombres en 2021, no de mujeres

    Las mujeres fueron las más afectadas del mercado laboral por pandemia, de acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo.

    Aunque las mujeres se han visto más afectados que los hombres por la pérdida de empleos en todo el mundo debido a la pandemia de COVID-19, es probable que sólo el empleo de los hombres se recupere este año a los niveles de 2019, dijo el lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

    Las mujeres han estado en mayor riesgo de despidos o reducción de horas de trabajo durante períodos de restricciones económicas y sociales para controlar los contagios, especialmente en sectores como el alojamiento, los servicios alimentarios y la manufactura, dijo la agencia de la ONU.

    Muchas mujeres no sólo han experimentado una gran pérdida de ingresos, sino que soportan la peor parte del trabajo de cuidados no remunerado.

    «Aunque el crecimiento del empleo proyectado en 2021 para las mujeres supera al de los hombres, será, no obstante, insuficiente para que las mujeres vuelvan a los niveles de empleo anteriores a la pandemia», dijo la OIT en un informe.

    A nivel mundial, entre 2019 y 2020, 4.2% del empleo de las mujeres se eliminó como resultado de la pandemia, lo que representa una caída de 54 millones de puestos de trabajo, en comparación con 3% del empleo de los hombres o 60 millones de puestos de trabajo, dijo.

    Se analiza que el número de mujeres empleadas en 2021 sea 13 millones menos que en 2019, mientras que se proyecta que el número de hombres empleados sea aproximadamente el mismo que en 2019.

    «Sólo 43.2% de las mujeres en edad de trabajar del mundo estarán empleadas en 2021, en comparación con 68.6% de los hombres en edad de trabajar «, dijo la OIT.

    América tuvo la mayor caída regional en el empleo de mujeres debido a la pandemia, con 9.4%, y las perspectivas siguen siendo sombrías para las mujeres en la región, dijo.

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://mujeres.expansion.mx/actualidad/2021/07/20/se-recuperaran-empleos-perdidos-de-hombres-en-2021-no-de-mujeres

  • Una de cada cuatro mujeres sufre acoso sexual en México

    Una de cada cuatro mujeres sufre acoso sexual en México

    Fresnillo, con 96.2 por ciento, donde más insegura se siente la población en el país.

    Una de cada cuatro mujeres en el país, el 24.7 por ciento del total, fue víctima de al menos un tipo de acoso personal o violencia sexual.

    De acuerdo con los resultados del trigésimo primer levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), en el segundo trimestre de 2021, de las 22.7 millones de mujeres mayores de 18 años, 5.6 millones enfrentaron algún tipo de acoso personal o violencia sexual en lugares públicos.

    Para el caso de los hombres, la proporción fue de 6.9 por ciento, y de 16.6 para el total de la población.

    Por clase de acoso, la intimidación sexual fue la de mayor incidencia, pues 5.2 millones o el 22.8 por ciento de ellas lo sufrieron, seguido de algún tipo de abuso sexual, con 7.3 por ciento, y acoso sexual u hostigamiento sexual, con 2.2 por ciento, mientras que 1.1 por ciento reportó que hubo violación o intento de violación.

    Por situación de acoso personal, 4.5 millones de mujeres, 19.9 por ciento, declararon haber sufrido un comentario sexual u ofensivo hacia su cuerpo.

    Otro tipo de acoso que destacaron fue el envío de mensajes o publicación de comentarios sobre ellas, con insinuaciones sexuales, insultos u ofensas sexuales, a través del celular, correo electrónico o redes sociales, con 5.9 por ciento del total.

    Asimismo, el envío de mensajes, fotos, videos o publicaciones con insinuaciones, insultos u ofensas sexuales que fueron ofensivos o amenazantes a través del celular, correo electrónico o redes sociales, con 5.5 por ciento.

    Las ciudades con mayor proporción de población que siente inseguridad fueron Fresnillo, Cancún, Ecatepec, Coatzacoalcos, Naucalpan y Tonalá.

    De acuerdo con cifras de la ENSU, en Fresnillo, Zacatecas, el 96.2 por ciento de la población dijo en junio sentirse insegura de vivir ahí.

    Por otro lado, las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron San Pedro Garza García, Nuevo León, con el 7.1 por ciento; Tampico, Tamaulipas, con 24.4 por ciento, y Los Cabos, Baja California, con el 25.4 por ciento.

    Toda la información e imágenes son de EL FINANCIERO.
    Link original: https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2021/07/20/una-de-cada-cuatro-mujeres-sufre-acoso-sexual-en-mexico/

  • De joven no pudo usar el vestido de novia de sus sueños por el racismo; ahora a sus 94 años lo hizo

    De joven no pudo usar el vestido de novia de sus sueños por el racismo; ahora a sus 94 años lo hizo

    Martha Trucker siempre soñó con usar un clásico vestido blanco el día de su boda. Pero cuando iba a casarse en 1952, le impidieron entrar en una tienda de novias por su raza.

    Como mujer negra en Birmingham, Alabama, tenía prohibido probarse el vestido de sus sueños: un vestido blanco bordado con encaje superior y mangas largas. En ese entonces, “ni siquiera pensaba en comprar un vestido de novia porque sabía que no podía entrar a la tienda”, recalcó Trucker, quien ahora tiene 94 años

    No había tiendas de novia que para negros en la ciudad, dijo, y los propietarios blancos de tiendas minorista no permitían a las personas negras probarse la ropa. “Si comprabas algo tenías que ir al sótano y conseguir cosas usadas”, contó.

    La leyes Jim Crow en Brimingham también le prohibían ser atendida en el mismo restaurante o trasladarse en el mismo vehículo que la gente blanca. Los negros también tenían prohibido jugar juegos como las damas con la gente blanca.

    Trucker y su esposo se casaron en una ceremonia simple en la sala del pastor. No haber tenido una boda o vestimenta tradicional es un punto doloroso desde entonces. “Siempre me ha entristecido porque sentía que debería haber podido usarlo si quería”, dijo.

    Pero, recientemente, el deseo de Trucker de usar un vestido de novia finalmente se cumplió, cuando su familia la llevó a una tienda de novias para hacerle la prueba de vestido que llevaba tiempo esperando, casi 70 años después del día de su boda.

    La idea llegó de su nieta, Angela Stroizer, de 46 años, cuando estaban viendo la película de 1988, “Un príncipe en Nueva York”. Durante la escena de la boda, Trucker, quien tiene cuatro hijos, once nietos, 18 bisnietos y un tatara nieto, volteó con su nieta y le dijo: “Siempre he querido usar un vestido de novia. He estado esperando mucho tiempo desde que me casé”.

    La nieta de Tucker, Angela Stroizer, cumplió el deseo por que que su abuela esperó casi 70 años (Foto: Angela Strozier)La nieta de Tucker, Angela Stroizer, cumplió el deseo por que que su abuela esperó casi 70 años (Foto: Angela Strozier)

    Stozier ha escuchado historias sobre el racismo y ridículos que sus abuelos tuvieron que soportar, pero hasta el momento, ella no estaba al tanto de que su abuela nunca tuvo la oportunidad de probarse un vestido de novia, simplemente porque era negra.

    “Es una terrible razón por la que ella no pudo”, dijo Strozier. “Me impactó y motivó para conseguirlo”.

    Después de que Trucker hiciera ese comentario sobre el anhelo de usar un vestido de novia, Strozier reservó una cita en David’s Bridal en Hoover, Alabama, para una prueba de vestido. Describió a su abuela como “una dadora”, quien ha dedicado su vida a la defensa del derecho al voto. En 1963, Trucker se convirtió en una trabajadora electoral, un deber que mantuvo con orgullo hasta después de las elecciones de 2020, que decidió que sería su última temporada.

    Mientras cuidaba a sus hijos, Trucker trabajó como ama de llaves por varios años, así como en un departamento de nutrición de una escuela secundaria, antes de que se retirara a mediados de los años 70. Ella también impartió clases de canto y estuvo en varios grupos de gospel a lo largo de su vida. Actualmente es el miembro más antiguo del coro de su iglesia.

    Trucker es una gran fan de los deportes también, especialmente es aficionada al baloncesto, su jugador favorito de la NBA es Stephen Curry. Dijo que ella nunca se ha perdido un partido de sus hijos, nietos o bisnietos.

    “Es una heroína”, dijo Strozier, “Cualquier cosa que diga que quiera hacer, trataremos de hacerlo para ella”.

    La cita para la tienda de novias quedó agendada para las 13:30 horas el 3 de julio, y antes de llevar a su abuela a la tienda, Strozier almorzó con ella y arregló que la maquillaran.

    En el momento que llegaron a David’s Bridal, Trucker sintió como una futura novia radiante, dijo. “Estaba muy emocionada”, agregó.

    Mary Adams, una estilista de novias en David’s Bridal, dio un tour a Tucker por la tienda y charló con ella sobre lo que tenía en mente para el vestido de sus sueños. Aunque estaba claro que Tucker no compraría un vestido, Adams dijo que ella se tomó seriamente el proceso de selección como cualquier novia en la prueba gratis.

    No haber tenido una boda o vestimenta tradicional es un punto doloroso desde entonces. para Martha Tucker (Foto: Angela Strozier)No haber tenido una boda o vestimenta tradicional es un punto doloroso desde entonces. para Martha Tucker (Foto: Angela Strozier)

    “Cuando escuché su historia, todo se hizo más especial”, dijo Adams de 28 años. “Siendo una joven negra, sentí pena de que ella no pudiera la experiencia que cada joven espera: el día de su boda”.

    La oportunidad de ayudar a Tucker a cumplir su antiguo deseo, dijo, fue “un honor”.

    Poco después en la cita, Trucker señaló un particular vestido en un maniquí y entusiasmadamente declaró: “Ese vestido tiene mi nombre”. Cuando salió de los vestidores, usaba el vestido con cuello en V, encaje de lentejuelas brillantes, mangas transparentes y cuentas de cristal en la cintura. “Mi sueño se cumplió”, dijo.

    Tanto su familia como el personas de la tienda y otros novias que se encontraban en sus respectivas citas, se reunieron alrededor. “Ella salió y las lágrimas comenzaron”, recordó Strozier. “Pensé que lucía como una muñeca. Ella sonrió muy grande e hizo que mi corazón sonriera. Fue una experiencia que no tiene precio”.

    “Todo el mundo quedó asombrado. Fue un momento precioso”, hizo eco Erica Trucker, de 36 años, una de las nietas de Trucker que fue a la cita. “Cada parte de mi estaba feliz de que ella estuviera contenta. Sé lo que significa para ella, y por eso significó mucho para mí”.

    El personal de la tienda de novias dijo que la experiencia fue profundamente conmovedora, y memorable, también para ellos. “Ella estaba absolutamente impresionante”, dijo Adams. “Toda la tienda se iluminó”, dijo.

    Pero nadie estaba más encantado que Trucker, quien se probó un segundo vestido de un estilo similar, e incluso se puso una liga.

    “Me hizo sentir como una verdadera novia. Desearía haber estado en ese vestido cuando me casé”, dijo Trucker, cuyo esposo falleció en 1975. “Desearía que me pudiera haber visto en él”.

    Sin embargo, decidió que es mejor tarde que nunca. “Siempre dije que antes de dejar este mundo, me iba a poner un vestido de novia”, dijo Trucker. “Y me alegro de haberlo hecho”.

    Toda la información e imágenes son de INFOBAE.
    Link original: https://www.infobae.com/america/ciencia-america/2021/07/20/especialistas-detectaron-posibles-reacciones-adversas-de-las-vacunas-contra-el-covid-19-en-mujeres/

  • La mexicana Pamela Albarrán, directora de fotografía, es premiada en Cannes

    La mexicana Pamela Albarrán, directora de fotografía, es premiada en Cannes

    La mexicana tiene muy claro que su inspiración viene de Gabriel Figueroa y de muchos otros fotógrafos que contribuyeron a hacer grande la historia del cine mexicano.

    La mexicana Pamela Albarrán es un ejemplo de cómo las mujeres están en todas las áreas técnicas del cine. En su caso es directora de Fotografía y asegura que nunca se ha encontrado problemas de discriminación, pero está contenta con la visibilidad que supone el premio recibido hoy en Cannes.

    Es el Angénieux Special Encouragement a una joven promesa en la Fotografía cinematográfica, un premio que ha sido “una sorpresa inesperada” para Albarrán, que dijo a EFE que aún está “tratando de asimilarlo”.

    El premio es un “apoyo para dar a conocer” su trayectoria, para presentar los trabajos que ha hecho y para ayudarla con los objetivos de su próximo proyecto.

    Porque este reconocimiento, que se entrega en el marco del Festival de Cannes, consiste en que el galardonado pueda utilizar las lentes Angénieux -una de las ópticas referentes en el cine- durante un año.

    Albarrán las utilizará para un cortometraje que es una ‘road movie’ y le permitirá jugar mejor con las luces nocturnas, algo muy presente en su trabajo.

    En sus diez años de trayectoria profesional, ha trabajado en cortos como Contrafábula de una niña disecada (2012), de Alejandro Iglesias, o La tierra de Nod (2014), de Mariana Flores. Y su primer trabajo en un largometraje fue en Ayúdame a pasar la noche (2017), de José Ramón Chávez.

    La mexicana tiene muy claro que su inspiración viene de Gabriel Figueroa y de muchos otros fotógrafos que contribuyeron a hacer grande la historia del cine mexicano.

    La cercanía con Estados Unidos impulsó esta labor dentro del cine, que en México cuenta con grandes nombres como Rodrigo Prieto o Guillermo Navarro. “Cualquier aspirante a fotógrafo los tiene como referentes obligatorios”, aseguró.

    Y también resaltó que en los últimos años han llegado muchas mujeres a esta labor. En su caso, estudió con Erika Licea y Tatiana Cardenas, fotógrafas que abrieron las puertas “a las que llegamos un poco después”, señaló Albarrán.

    Cada vez hay más mujeres que se dedican a tareas técnicas en el cine y los diversos colectivos que se han creado en Francia -donde vive desde hace algunos años-, España, Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, están contribuyendo mucho a mejorar la situación.

    “En la escuela de cine había pocas mujeres y pensaba que era normal, había poco interés de las mujeres pero nunca me planteé por qué no había paridad”, recuerda la mexicana, que destaca que en pocos años ha habido una gran evolución.

    Pamela Albarrán. Foto Twitter vía @imcine

    Hay “una ola que ha contagiado a todo el mundo y hay mujeres en puestos directivos de cualquier área”. Y gracias a la labor de visibilidad de las asociaciones las mujeres han podido reunirse “y salir de la oscuridad”.

    En general, las mujeres fotógrafas tienen menores salarios en el cine que los hombres y la maternidad también tiene un papel importante en sus decisiones profesionales.

    “Los espacios de las asociaciones permiten que discutamos y eso me ha ayudado muchísimo. Justo cuando me mudé a Francia me permitió integrarme allí y conocer a otras mujeres con inquietudes y deseos similares para que cambie la industria y haya paridad”, explicó.

    Formada en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México (CCC) y en la ENS Louis Lumière de Francia, Albarrán afirmó que ha podido realizar su trabajo sin discriminación.

    Pero, reconoce, “no es la suerte de todos”. Por eso, da mucha importancia a premios como el recibido hoy en Cannes, y recuerda que también muchos hombre la ayudaron cuando empezaba, como Juan José Sarabia.

    Y sobre su futuro, destaca la posibilidad que da el cine de viajar y espera que una vez acabada la pandemia pueda regresar a México y trabajar allí una temporada.

    Toda la información e imágenes son de SINEMBARGO.
    Link original: https://www.sinembargo.mx/15-07-2021/4001604