La llegada de la Covid-19 profundizó problemáticas importantes en el mercado laboral mexicano, especialmente las relacionadas con brechas de desigualdad. Aunque el impacto alcanzó a toda la población, las mujeres han representado uno de los grupos que más resienten la crisis económica, la precariedad laboral y la pobreza de ingresos y de tiempo en relación con sus pares hombres.
Antes de la pandemia las brechas de género ya eran significativas, las mujeres estudian más, pero ganan menos, ocupan puestos de menor calificación y están casi ausentes en los comités de liderazgo o en las sillas directivas. Las mujeres tienen también más obstáculos para emprender negocios que den empleo a más personas. Adicionalmente, la sobrecarga laboral por las actividades del hogar ha sido uno de los factores más persistentes durante el 2020.
Después de un año conviviendo con el virus, el mercado laboral muestra una recuperación, también desigual. Al corte del primer trimestre del 2021 se expulsaron 1.8 millones de trabajadores del mercado laboral, de los cuales 1.3 millones son mujeres y apenas 266,547 son hombres, de acuerdo con cifras desestacionalizadas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.
¿Y qué implica ser expulsado del mercado?
La población económicamente activa muestra a toda la población en condición de trabajar que o tiene un trabajo o está buscándolo. Al inicio de la pandemia observamos la expulsión de cerca de 12 millones de mexicanos del mercado laboral, que se fueron recuperando poco a poco. Esto se explica porque durante el confinamiento más estricto muchos trabajadores no fueron despedidos definitivamente, sino que se estaban “en paro temporal”.
De modo que, si no estás buscando activamente un empleo y tampoco tienes uno, estás fuera de la población económicamente activa.
Adicionalmente, 2.1 millones de mexicanos se encuentran en situación de desocupación y cerca del 70% son mujeres. Lo que implica que cerca de 1.5 millones de mujeres estaban trabajando antes de la pandemia y al corte del primer trimestre del 2021 dejaron de hacerlo, mientras que para los hombres esta cifra es sólo de 604,422.
¿Y por qué más mujeres dejaron sus ocupaciones?
Durante el 2020 los proyectos estadísticos eventuales del Inegi, la ECOVID-ML y la ECOVID-IE, que miden el impacto económico y laboral de la crisis sanitaria en México, mostraron que las mujeres estaban enfrentando mayores retos para abordar la crisis debido a que con el trabajo en casa tienen jornadas laborales más largas, se incrementaron sus tareas dentro del hogar y se encargan de más del 70% del cuidado de niños pequeños y adultos mayores, así como del acompañamiento educativo.
Durante los meses de abril a julio entre el 34 y 38% de las mujeres que tienen un trabajo aseguraron también que además de sus jornadas dedicaron más tiempo al cuidado de terceros, para los hombres sólo fue del 19 al 26 por ciento.
Estas disparidades se intensifican en el rubro de quehaceres domésticos, donde entre el 92 y 94% de las mujeres dijo realizar estas tareas mientras que sólo el 69 al 78% de los hombres.
Adicionalmente en el ámbito educativo se documentó que cerca de 2.5 millones de niñas y adolescentes pausaron sus estudios por alguna problemática relacionada con la pandemia o la crisis económica.
Estos indicadores reflejan que muchas mujeres que trabajaban tuvieron la necesidad de pausar indefinidamente sus ocupaciones remuneradas, lo que se puede explicar en gran medida por una mayor demanda de tiempo en el hogar con las clases en línea y las tareas del hogar y adicionalmente por patrones de discriminación estructural en los puestos de trabajo y las empresas.
Desaparecieron 26,300 empresarias
Si se analizan a detalle los indicadores laborales también se pueden observar importantes retrocesos en el liderazgo laboral femenino. El nivel de mujeres encabezando empresas que dan empleo a otras personas ya era bajo antes de la pandemia, con ella es aún más.
En el primer trimestre del 2020, la ENOE del Inegi registraba 571,258 mujeres con negocios que dan empleo a terceros, esta cifra se recortó a 544,967 en el mismo lapso del 2021, lo que significa una pérdida de 26,300.
Adicionalmente, se registró una precarización importante del empleo femenino, el total de mujeres que gana más de cinco salarios mínimos mensuales cayó de 419,256 a 433,439. Esta situación implica que 74,817 mujeres que percibían las remuneraciones más altas de la clasificación redujeron sus ingresos o simplemente forman parte de las mujeres que salieron del mercado laboral.
La pandemia Covid-19 ha expuesto de manera importante las desigualdades laborales entre mujeres y sus pares hombres en México, y las interseccionalidades con otros grupos vulnerables. A la espera del avance de la campaña nacional de vacunación las expectativas sobre el trabajo comienzan a recuperarse, pero corregir la estructura de desigualdad todavía es una tarea pendiente.
El mundo de la ficción está lleno de heroínas cuyas luchas y altibajos te pueden ayudar a inspirarte y sacar fuerzas para acabar el día, o la semana, con la esperada victoria.
No todas las heroínas deben tener superpoderes o domar dragones; en este listado hay agentes del FBI, hijas a cargo de familias, cirujanas, profesoras, clones, políticas…
Mujeres que escalan en un mundo laboral plagado de hombres anclados en el pasado. Mujeres con poderes que deciden usar sus habilidades para salvar el mundo. Mujeres que lideran departamentos, pueblos o ideales. Mujeres que miran cara a cara al destino impuesto y dicen «no».
El mundo de las películas y de las series rebosa de protagonistas y co-protagonistas cuya determinación y fortaleza pueden inspirarte para vencer aquellas batallas grandes o diarias en las que te has metido. Aquí tienes 50 de estas grandes heroínas.
1. Angela Abar
Actriz: Regina King
Aparece en:Watchmen (serie)
Abar no necesita su traje de Sister Night para desprender fortaleza, confianza y determinación. Es directa (ataca a la supremacía blanca sin eufemismos ni metáforas), es inteligente (una batalla intelectual entre Sister Night y Batman quedaría en tablas) y sus valores la convierten en una heroína moderna que trata problemas modernos.
2. Annalise Keating
Actriz: Viola Davis
Aparece en:Cómo defender a un asesino (serie)
Un personaje perfectamente equilibrado que atrajo al público enseguida. En clase y en un juicio, Keating utiliza la razón y su concepto de justicia con la misma pericia con la que un espadachín utiliza su espada. Pero en la vida privada, Keating es vulnerable, comete errores fatales y te demuestra que, al fin y al cabo, el ser humano es tan complejo como inclasificable.
Beth está en esta lista por ser la heroína que cogió el tópico de la ‘chica mágica de tus sueños’ y lo hizo pedazos. Este tópico consiste en crear mujeres alocadas y socialmente imposibles para contentar a una audiencia masculina que desea que alguien les saque de su rutina. Beth demuestra que este tópico, en la realidad, conlleva muchos problemas, así que se desentiende de él, busca su propia voz y sus propios obstáculos por sortear.
4. Brienne de Tarth
Actriz: Gwendoline Christie
Aparece en: Juego de tronos (serie)
Este personaje explora una dualidad fascinante: la del arquetipo del caballero vs el arquetipo de la dama. Todo el mundo se enamoró de esta introvertida insegura de su físico que, después de conseguir su objetivo inicial, logró algo aún más imposible: ¡no dejarse corromper por su nuevo estatus! Teniendo en cuenta que Juego de tronos va sobre la corrupción de la virtud, su fe en sus valores es un ejemplo a seguir.
5. Buffy Summers
Actriz: Sarah Michelle Gellar
Aparece en: Buffy, cazavampiros (serie)
Buffy es poderosa, tiene fuerza sobrehumana, pero no es lo que la hace interesante. Lo que atrae de ella es cómo decide salvar el mundo constantemente porque cree que es lo correcto, aunque ello puede perjudicar su vida normal de estudiante. Es tan ingeniosa que suelta comentarios tremendos en plena batalla. Y acabó con un ser legendario y poderoso usando un lanzamisiles sin miramientos.
6. Celie Harris
Actriz: Whoopi Goldberg
Aparece en: El color púrpura (película)
Celie es una mujer afroamericana que debe enfrentarse a la violencia, a la pobreza y a los abusos. Lejos de amedrentarse, el personaje aúna las fuerzas de todas las mujeres que han sufrido por alcanzar la independencia. Con esa fuerza conjunta, Celie supera los obstáculos, escapa de sus abusadores y ayuda a sus allegadas a romper sus correspondientes prisiones metafóricas.
7. Clarice Starling
Actrices: Jodie Foster, Julianne Moore y Rebecca Breeds
Aparece en: El silencio de los corderos, Hannibal y Clarice (dos películas y una serie)
En los 80, solo un 5% de los agentes del FBI eran mujeres. Tras el estreno de El silencio de los corderos en 1991, ese número alcanzó el 12%. Starling es efectiva, y lo sabe. Cuando atrapó a Buffalo Bill, aceptó los elogios, la promoción y los méritos sin una pizca de inseguridad. Cuando se entrevista con pérfidos asesinos en serie, su temple los mantiene a raya y la ayuda a sonsacarles información.
8. Daenerys Targaryen
Actriz: Emilia Clarke
Aparece en: Juego de tronos (serie)
Dejando de lado la desastrosa temporada final (que arruinó a TODOS los personajes), Daenerys es uno de los mejores ejemplos de ficción a imitar: al principio de la serie es una sombra de su hermano, pero acaba confiando tanto en ella misma como en su concepto de la justicia y poco a poco va escalando hasta convertirse en una gran líder.
https://youtu.be/VvtVK3GxoO4
9. Danna Scully
Actriz: Gillian Anderson
Aparece en: Expediente X (serie)
Danna Scully fue un soplo de aire fresco en unos inicios de los 90 con series protagonizadas casi exclusivamente por hombres. Sorprendió además que Scully representara la voz de la razón que normalmente se atribuyen a personajes masculinos mientras que su compañero, Fox Mulder, encarnaba la voz de la intuición. Evidentemente, ambos personajes evolucionaron más allá de sus etiquetas iniciales.
10. Dian Fossey
Actriz: Sigourney Weaver
Aparece en:Gorilas en la niebla (película)
Gorilas en la niebla es una película basada en hechos reales sobre la vida de la zoóloga que luchó para limpiar la imagen de los gorilas en la sociedad. Dian Fossey luchó literalmente por ellos, ya que sus hábitats estaban en peligro por culpa del hombre. Acabó perdiendo la vida a cambio de defender sus creencias.
11. Dorothy Vaughan, Katherine Johnson, Mary Jackson
Actrices: Octavia Spencer, Taraji P. Henson, Janelle Monáe (respectivamente)
Aparecen en:Figuras ocultas (película)
¡3 personajes al precio de una! Durante décadas y décadas, los éxitos, hallazgos y contribuciones que estas tres matemáticas de la NASA han aportado al mundo de la aeronáutica han pasado injustamente desapercibidos. Pero se acaban enfrentando al racismo y al sexismo para conseguir la relevancia y el lugar que se merecen. No fue una trayectoria fácil, pero no les sobraba coraje e ingenio.
12. Eleanor Shellstrop
Actriz: Kristen Bell
Aparece en:The Good Place (serie)
Eleanor protagoniza uno de los mejores arcos de redención de las series actuales: entra en una especie de Paraíso haciéndose pasar por quien no es. Aunque primero intenta beneficiarse de ello, pronto pone manos a la obra para arreglar los líos que encontrará. Su cabezonería llega incluso a enderezar demonios literales.
13. Ellen Ripley
Actriz: Wynona Ryder
Aparece en: la saga Alien (películas)
La determinación de Ellen Ripley ha acabado con aliens enteros. Tiene un objetivo noble: asegurar un buen futuro para su hija y para las generaciones venideras. No tiene reparos en aceptar el papel de líder cuando las cosas van mal. Y parece que en el basket no tiene rival. Pero toda esta fuerza y nobleza no la convierte en una dama de hielo: es compleja, tiene claroscuros que la hacen interesante…
14. Erin Brockovich
Actriz: Julia Roberts
Aparece en: Erin Brockovich (película)
Julia Roberts consiguió un Óscar al interpretar a esta madre soltera que descubre que una compañía distribuye agua potable contaminada que provoca cáncer. Erin no se amedrenta ante las amenazas corporativas, dice lo que piensa en todo momento y no se viene abajo cuando los abogados tratan de infravalorarla. Todo un ejemplo a seguir sobre cómo priorizar tus valores ante todo.
15. Eve Polastri
Actriz: Sandra Oh
Aparece en: Killing Eve (serie)
Por norma general, las series con la fórmula ‘atrápame-si-puedes’ entre investigador y villano están protagonizadas por hombres. Killing Eve rompió la tradición con una prota, Eve, que tiene una relación compleja con su némesis, Villanelle. La fortaleza de ambas, pero especialmente de Eve, esconde un mensaje: sobrestimar a una mujer conlleva riesgos, a veces hasta letales.
16. Frida
Actriz: Salma Hayek
Aparece en: Frida (película)
Frida Kahlo nunca lo tuvo fácil: de joven sufrió un terrible accidente que le acarreó severos dolores y más de 30 operaciones quirúrgicas. Su biopic explica cómo, lejos de rendirse, superó sus problemas y canalizó su dolor en el arte para resaltar el cuerpo natural de las mujeres.
17. Hana
Actriz: Aoi Miyazaki
Aparece en:Wolf Children (película)
Lo normal es que una historia sobre hombres lobo se centre en eso, en los hombres lobo. Wolf Children mata a su hombre lobo enseguida para explicar cómo su pareja, Hana, deberá cuidar a dos niños que ni son humanos, ni son lobos, pero tienen los problemas de las dos especies. Pese a los escollos, la tenacidad y optimismo de Hana son admirables.
18. Hit Girl
Actriz: Chloë Grace Moretz
Aparece en: las películas de Kick-Ass
Una secundaria tan popular en los cómics originales que acaba protagonizando su propio spinoff. Hit Girl gusta más al público que Kick-Ass porque mientras este último es un mar de dudas, Hit Girl es resolutiva, utiliza la violencia como quien usa un abrelatas y se lo pasa en grande ocurra lo que ocurra.
19. Imperator Furiosa
Actriz: Charlize Theron
Aparece en:Mad Max: Furia en la carretera (película)
Para muchos fans de la película, Furiosa es su auténtica protagonista. Lo que más atrae no es su fuerza (que telita), sino cómo se impone a su mundo: en el post-apocalipsis de Mad Max, las mujeres son vistas como meros recursos. Furiosa se planta, decide desafiar al sistema establecido y le da igual que con ello desate la furia de los jefazos. Que vengan a por ella. Les está esperando.
20. Jackie Brown
Actriz: Pam Grier
Aparece en: Jackie Brown (película)
La heroína olvidada de las películas de Tarantino debido a que es fuerte de espíritu en lugar de darle a las espadas. Brown tiene un objetivo en la vida: ser feliz. La mafia y la ley la subestiman, creen que pueden aprovecharse de ella y la pone en una situación en la que normalmente nadie podría salir indemne. ¿Qué hace ella? Sacarle ventaja.
21. Jessica Jones
Actriz: Krysten Ritter
Aparece en: Jessica Jones,The Defenders (series)
Jessica Jones encantó enseguida al publico porque representa tanto el desorden que puede haber en la vida como la increíble fuerza de voluntad para sortear este caos y resolver entuertos. Además, su enfrentamiento con el villano de la primera temporada es una excelente metáfora sobre los problemas de las relaciones sentimentales tóxicas.
22. June Osborne
Actriz: Elisabeth Moss
Aparece en: El cuento de la criada (serie)
Una gran ventaja de la serie con respecto a la novela original es que la serie tiene tiempo suficiente para permitirte ver cómo June pasa de ser una testigo de un terrible futuro a convertirse en toda una líder en contra de lo establecido. Su transformación ha sido orgánica y con subidas y bajadas; eso ayuda a que sea un viaje inspirador y creíble para su audiencia.
23. Juno
Actor: Elliot Page
Aparece en: Juno (película)
Juno y su embarazo desestabilizaron las normas sociales de su pueblo y las de toda la audiencia. El personaje es un cóctel de sabiduría, desparpajo y originalidad que asentó las bases para hacer un nuevo tipo de tragicomedia más realista.
24. Katara
Actriz: Mae Whitman
Aparece en: Avatar: la leyenda de Aang
El episodio que destacó a esta manipuladora del agua fue aquel en el que busca ser aprendiz de un maestro de su elemento. Este argumenta que una mujer no está capacitada para ser su alumna. Katara, pese a ser menos habilidosa, reta al maestro a un desafío. Este acaba comiéndose sus palabras. A partir de entonces, la serie da a Katara más episodios y arcos para que explore su potencial y los problemas de ser una chica en una disciplina dominada por hombres.
25. Katniss Everdeen
Actriz: Jennifer Lawrence
Aparece en: la saga Los juegos del hambre (películas)
Más allá de su pericia sobreviviendo en juegos mortíferos, Katniss encarna a la perfección el gran problema de toda adolescente: o seguir la corriente a los adultos y jugar a sus juegos extraños o bien oponerse a ellos aún a riesgo de ganarse el exilio social. El personaje, al encararse ante este dilema, crece a lo largo de las películas junto a la audiencia.
26. Kimmy Schmidt
Actriz: Ellie Kemper
Aparece en: Unbreakable Kimmy Schmidt (serie con peli final)
El optimismo inquebrantable hecho persona. Kimmy ha vivido una experiencia atroz que debería haberla convertido en una persona cínica. En cambio, su positivismo se contrapone al mundo gris actual y logra colorear su entorno y las personas que le rodean.
27. Korra
Actriz: Janet Varney
Aparece en:La leyenda de Korra
Korra lo tenía difícil para superar el listón que había dejado Aang, protagonista de la saga anterior. Pero su optimismo, ganas de ayudar a los demás y su cabezonería la convirtieron en un personajazo desde el primer episodio. Al igual que su antecesor, son sus debilidades la que la hacen más interesante que el resto de héroes y heroínas que rozan la aburrida perfección.
28. Leslie Knope
Actriz: Amy Poehler
Aparece en: Parks and Recreation
Al principio, Knope era una imitación muy clara del Michael Scott de The Office. Pero pronto encontró su personalidad: ser, literalmente, la mejor amiga de sus empleados y una jefa de solventar problemas pese a las leyes de la comedia (si algo puede salir mal, saldrá peor). Su enfrentamiento contra un rival que encarna todo lo malo que puede haber en un jefe fue un tremendo final de serie.
29. Lisbeth Salander
Actrices: Noomi Rapace, Rooney Mara, Claire Foy
Aparece en: las películas de la saga Millenium
La heroína que revolucionó el thriller literario contemporáneo. A primera vista parece una gótica más, pero Salander es sobre todo una superviviente: una superviviente de una sociedad principalmente masculina, una superviviente del injusto sistema sueco y una superviviente de un pasado turbio en el que tuvo que aprender a matar para seguir adelante.
30. Liz Lemon
Actriz: Tina Fey
Aparece en: Rockefeller Plaza (serie)
¿Quién no ha sido Lemon alguna vez? ¿Quién no ha tenido que apagar los fuegos provocados por un jefe despistado o unos compis de trabajo que a veces da la sensación de que están en la luna? Y, pese a que Lemon reacciona mucho a lo que hacen los demás, tiene tiempo y fuerzas de sobras para perseguir sus metas.
31. Lola
Actriz: Franka Potente
Aparece en:Corre, Lola, corre (película)
Lola tiene 20 minutos para conseguir 100.000 marcos o su novio morirá. Como no tiene ni moto ni coche, debe correr. Más allá de la premisa narrativa (que se repite hasta 3 veces), Lola es un personaje que encanta por su agilidad para actuar, su fuerza (representada en su velocidad), su furia (que canaliza en acciones) y su ingenio (que la ayuda a descubrir muchas soluciones a un mismo problema).
32. Mary Poppins
Actrices: Julie Andrews, Emily Blunt
Aparece en: Mary Poppins y El regreso de Mary Poppins (películas)
El mayor mérito de un personaje como Poppins es cuándo apareció en pantallas. En una época donde lo normal era que la mujer fuera la acompañante del prota, ella era la líder. En una época donde se etiquetaba a una mujer como un «saco de emociones», Poppins representó el temple y el raciocinio. Eso sí: sabe cuándo toca divertirse y cuándo toca limpiar un poco el cuarto (y la vida en general).
33. Matilda
Actriz: Mara Wilson
Aparece en: Matilda (película)
Matilda estaba convencida de que lo que le imponían los adultos era injusto. Lejos de acatar sus órdenes, la niña se cruzó de brazos y decidió seguir su propio camino, sin importar quién se opusiera a ella. Se acabó enfrentando y poniendo en su sitio al rígido sistema educativo, encarnado en la temible directora de su colegio, Trunchbull.
34. Meredith Grey
Actriz: Ellen Pompeo
Aparece en:Anatomia de Grey (serie)
Meredith es una brillante cirujana que es tremenda en su trabajo, pero cuya compasión se aleja del tópico de que los cirujanos deben ser fríos de corazón para ser capaces. No le importa poner su carrera en peligro si a cambio puede proteger a aquellos que, por su estrato social o por injusticias, no pueden permitirse una vida mejor.
35. Merida
Actriz: Kelly Macdonald
Aparece en: Brave (película)
Merida, como todas las princesas Disney de las últimas décadas, quería cambiar su destino. Solo que en lugar de cantar prefirió coger el arco y las flechas. Fue además de sus primeras heroínas en carecer de una subtrama romántica y de un compañero masculino; la peli prefería centrarse en desentrañar la relación entre una madre y su hija.
36. Michelle
Actriz: Mary Elizabeth Winstead
Aparece en: Calle Cloverfield 10 (película)
Una protagonista corriente cuya peculiar situación (atrapada en un búnker durante una presunta invasión alienígena) sirve para representar a todas las mujeres que sufren luz de gas por parte de sus compañeros sentimentales (u hombres en general). En lugar de creer todo lo que le dicen, Michelle se cuestionará las cosas y usará su ingenio para encontrar su propia solución una vez haya descubierto qué está pasando realmente. Que no desfallezca en el clímax de la película, cuando todo se sale de madre, es encomiable.
37. Michonne
Actriz: Danai Gurira
Aparece en:The Walking Dead (serie)
Michonne es la persona con la que quieres estar si ocurre un apocalipsis zombie. Sabe manejar la espada, es molona y mantiene la sangre fría hasta que le tocas demasiado los cataplines. Merece la pena que eches un vistazo a su versión en los cómics, diferente en contenido pero similar en esencia.
38. Miriam Maisel
Actriz: Rachel Brosnahan
Aparece en:La maravillosa Señora Maisel (serie)
Maisel es una mujer que hasta hace poco se contenta con ser personaje secundario de la vida de su marido. Pero entonces descubre que puede tener su propia voz, su propio papel principal, y va en su búsqueda. Además, su serie es una interesante exploración sobre el mundo de los monologuistas.
39. Nausicaä
Actriz: Sumi Shimamoto
Aparece en: Nausicaä del Valle del Viento
La primera heroína importante creada por Miyazaki, y todavía es de las mejores. En los 80, el anime ya presentaba a un tipo de personaje que en el cine occidental se tardaría en ver: una princesa que luchaba, exploraba y se enfrentaba a una facción que quería destruir el mundo antiguo, en lugar de limitarse a cantar y a esperar al príncipe de turno.
40. Olivia Benson
Actriz: Mariska Hargitay
Aparece en: Ley y orden: Unidad de víctimas especiales (serie)
Benson controla sus emociones a tal punto que da envidia. Es empática con las víctimas con las que trata, y tremendamente dura con los sospechosos para sacarles información. Y vaya si les saca información. Como jefa, Olivia es tremendamente efectiva (más allá de los giros de guion inevitables cuando protagonizas un drama policiaco).
41. Olivia Pope
Actriz: Kerry Washington
Aparece en:Scandal (serie)
¿Qué harías si el destino de todo un país, como Estados Unidos, dependiera de ti? Como mínimo te echarías a temblar, ¿verdad? Olivia Pope sortea y soluciona situaciones límite cada día como quien va a comprar el pan, con un temple y una pericia tanto encomiables como admirables.
42. Peggy Olson
Actriz: Elisabeth Moss
Aparece en: Mad Men
El ascenso de Peggy dentro de un mundo laboral tóxico y plagado de hombres ambiciosos es un arco argumental admirable y para tomar nota. El contraste de sus primeras escenas, donde todavía le invade la inseguridad, con su salida final de la serie es tan enorme como gratificante para la audiencia.
43. Ree Dolly
Actriz: Jennifer Lawrence
Aparece en: Winter’s Bone (película)
Ree Dolly debe encontrar a su desaparecido padre drogadicto para proteger a su familia. Dolly no es solo tenaz; su viaje hacia las profundidades de la sociedad sirve para destacar la cantidad de padres que abusan física y mentalmente de las mujeres de su familia. A nivel más narrativo, Dolly es una detective atípica que en lugar de aceptar una misión que viene de un cliente, se embarca en una búsqueda personal.
44. Rey Skywalker
Actriz: Daisy Ridley
Aparece en: la última trilogía de Star Wars (películas)
Pese a sus duros orígenes y su vida como chatarrera, Rey no pierde la esperanza: sueña con vivir aventuras y cuando surge esa oportunidad no la desperdicia. No tiene reparos en cuestionar a figuras mitificadas, como Luke Skywalker, y se enfrenta directamente al destino impuesto al descubrir que es nieta del Emperador Palpatine.
45. Samantha White
Actriz: Logan Browning
Aparece en: Queridos blancos
Samantha White es un personaje que lucha por la verdad y por demoler la intolerancia pese a que esos movimientos no llegan a beneficiarla directamente. En paralelo, esta heroina justiciera tiene otra pelea que todo el mundo conoce: la búsqueda de la identidad mientras intenta adaptarse a ese mundo extraño llamado ‘instituto’.
¿Qué harías si supieras que eres un clon más de una larga serie de copias? Sarah Manning, en lugar de quejarse o lamentarse, busca la verdad a hostias y sin miedo a enfrentarse al gran enemigo de todo ser humano: tu propio reflejo.
47. Thelma y Louise
Actrices: Geena Davis, Susan Saranson (respectivamente)
Aparecen en: Thelma y Louise (película)
La película que se adelantó por 30 años al movimiento #meetoo. Después de acabar con la vida de un violador en defensa propia, las dos protagonistas saben que ellas, por ser mujeres, no serán juzgadas y tratadas del mismo modo que si fueran dos hombres. Así que se embarcan en una huida desesperada, para alejarse de las constricciones sociales y legales. Un road trip cuyo mensaje sigue siendo poderoso y vigente.
48. Vaiana Waialiki
Actriz: Auli’i Cravalho
Aparece en: Vaiana (película)
Vaiana es todo un modelo a seguir para las más jóvenes de la casa: una príncesa que quiere descubrir cómo liderar a su gente. Su curiosidad y coraje la llevan a explorar el vasto océano. Y su resolución evitará que el semi-dios Maui se vaya de rositas cuando le pida acompañarla a vencer la diosa Te Ka.
49. Veronica Mars
Actriz: Kristen Bell
Aparece en:Veronica Mars (serie con peli)
Para muchos, Veronica fue la sucesora espiritual de Buffy: una estudiante tenaz y determinada, pero con sus propios claroscuros que la alejaban de la típica plantilla de heroína fuerte. El sarcasmo e ingenio de Mars consiguió suficientes fans como para obtener una cuarta temporada final años después de su cancelación.
50. Xena
Actriz: Lucy Lawless
Aparece en: Xena, la princesa guerrera (serie)
«Mi nombre es Xena, soluciono problemas». De esta forma se presentó al mundo una de las guerreras de ficción más icónicas, que, por cierto, logró destronar a la serie de Hércules en audiencia y crítica pese a que nació como spinoff de este. Xena no tiene rival ni con las armas ni con su capacidad para mantener a la audiencia enganchada con su aventura de redención.
Las lenguas pueden compararse con un ser vivo porque se originan en una determinada cultura y pueden llegar a desaparecer. Sin embargo, no pueden ser sexistas en la medida en la que no son seres conscientes provistos de pensamiento.
Aun así, en las lenguas se reflejan muchos aspectos de los mundos de los que surgen y el pensamiento de sus hablantes. Además, estar inmerso en una lengua concreta implica que tengamos tendencia a entender el mundo de una cierta manera.
Al igual que las imágenes que consumimos a diario, las lenguas son construcciones ideológicas de nuestros mundos. Su análisis demuestra, entre otras cosas, que las sociedades en las que vivimos están repletas de estereotipos que encasillan a los hombres y a las mujeres en ciertos roles. Al examinarlas podemos entender que estas crean, reiteran y ratifican desigualdades.
La misoginia en los refranes
Los refranes, proverbios y dichos populares resultan especialmente interesantes de analizar porque existen desde tiempos remotos, aparecen en todas las lenguas y en una gran variedad de textos. Asimismo, son formas de sabiduría popular y gracias a ellos podemos analizar las costumbres sociales de una comunidad lingüística.
En español existen cientos de refranes donde se descalifica a las mujeres de diferente manera. De hecho, nos advierte Isabel Echevarría que “la misoginia del refranero es sin duda uno de sus rasgos temáticos sobresalientes”. Entre ellos se encuentran: “El llanto de una mujer no es de creer” y “Mujer al volante peligro constante”; también otros en los que se nos cosifica: “Mujer que al andar culea bien sé yo lo que desea” y “No hay mujeres feas, solo hombres sobrios”. En cuanto a la violencia contra la mujer, contamos con el desgraciadamente archiconocido dicho “La maté porque era mía”, que lleva décadas en uso.
Existe también una ingente cantidad de refranes que retratan a las mujeres como irreflexivas y charlatanas. Por ejemplo: “Las palabras, hembras son; y el hecho, varón”. En este sentido resulta muy interesante la obra de Mary Beard Mujeres y poder (2018). En ella la historiadora nos explica que desde la Antigüedad se ha desprestigiado a las mujeres por su supuesta “cháchara liviana” para impedir que ocupemos posiciones de poder.
En este sentido, otros refranes enfatizan la idea de que las mujeres no podemos guardar secretos: “Secreto en mujer no puede ser” y “Si el secreto es de mujer, secreto deja de ser”. Muchos otros nos encorsetan en el rol de ama de casa como en “La mujer que no sabe cocinar y la gata que no sabe cazar nada val”.
Pero esto no es un hecho aislado del español. Anna T. Litovkina desvela en su obra Women Through Anti-Proverbs (2019) cómo gran parte de los refranes en inglés en los que se menciona a las mujeres ofrece una visión estereotipada de la mujer.
Entre ellos se nos retrata como consumistas y materialistas en “Diamonds are a girl’s best friend” (Los diamantes son los mejores amigos de una chica); indiscretas en “Any woman can keep a secret, but she generally needs one other woman to help her” (Cualquier mujer puede mantener un secreto, pero necesita a otra para ayudarla), malintencionadas en “Women are the root of all evil” (Las mujeres son la causa de todo mal), y volubles en “Women are as fickle as April weather” (Las mujeres cambian de opinión como el tiempo en abril).
Mujeres animalizadas, animales humanizados
Echevarría señala también que “una de las expresiones más claras de la misoginia en los refranes es la animalización de las mujeres, bien con la identificación plena, bien con la asociación”.
La comparación de las mujeres con diferentes animales es una forma de menospreciar nuestra capacidad intelectual y de raciocinio. Si reflexionamos sobre el uso que se realiza de muchos nombres de animales en femenino, nos percataremos de que estos retratan a las mujeres de forma despectiva. Este significado connotativo, es decir, aquel que de forma secundaria viene dado por una asociación cultural, es bien conocido por los hablantes, aunque puedan existir diferencias en cuanto a su uso.
Así contamos con los términos: cotorra (charlatana), pájara (astuta, con pocos escrúpulos), pava (incauta, ingenua), perra (despreciable), rata (miserable), tigresa (activa sexualmente), vaca (gorda), víbora (malvada) y zorra (astuta, en un sentido negativo, o promiscua).
Asunto de peso
Por otra parte, Susana Guerrero ha publicado recientemente el resultado de una investigación en la que ha indagado en las palabras que se refieren a la gordura en un corpus de 100 textos. Esta investigadora llega a la conclusión de que, entre los términos que se refieren a la gordura de distintas maneras, el 50% se refiere exclusivamente a mujeres, mientras que solo el 20 % se utiliza para los hombres y el resto para ambos.
No es descabellado pensar, por lo tanto, que la lengua –al igual que las imágenes– refleja también lo importante que es el cuerpo de la mujer en la sociedad y su cosificación.
Un uso desigual del lenguaje
La desigualdad no es tan fácil de identificar en el lenguaje, porque los hablantes no nos sentimos consumidores (como en el caso de las imágenes) sino agentes activos. Utilizamos el lenguaje en todos los ámbitos de nuestra vida, pero no solemos reflexionar sobre él.
Poco evidente es seguramente nuestra constante utilización de implicaturas que naturalizan la desigualdad. Según Paul Grice, una implicatura es aquello que comunicamos en un mensaje sin expresarlo explícitamente con las palabras. Por ejemplo, si escuchamos a una persona decirle a otra que va a explicarle otra vez cómo coger un autobús, interpretamos que ya se lo ha explicado anteriormente y también que no ha funcionado.
En la lengua existen multitud de implicaturas que reiteran la desigualdad entre las mujeres y los hombres. Seguramente una de las más evidentes es cuando una mujer le cuenta a otra persona que tiene suerte porque su marido le ayuda a hacer las tareas de la casa. La implicatura en esta oración es que las tareas son suyas y que se alegra de que su pareja (quien supuestamente no tienen ninguna obligación de hacerlo) participe.
Otro ejemplo es la pregunta a una mujer sobre por qué no ha tenido hijos, cosa que ocurre constantemente. En esta pregunta, seguramente no malintencionada en muchos casos, estamos naturalizando el hecho de que las mujeres deberíamos concebir. Les invito a que reflexionen sobre cuántas veces le han hecho esta pregunta a un hombre.
El lenguaje, reflejo de patrones culturales
Como conclusión, podemos afirmar que el lenguaje refleja y reitera patrones culturales de desigualdad de género. Esto ocurre también en muchas otras parcelas de nuestras vidas: la organización del empleo, el silenciamiento de los logros de las mujeres en muchos libros de texto y la publicidad que consumimos a diario.
Sin embargo, ocurre de una forma más sutil en las lenguas, que invaden y están presentes en todos los ámbitos de nuestras vidas. Desde ellas se menosprecian las capacidades de las mujeres, se justifica la violencia contra las mujeres y se naturaliza el mandato de la maternidad con expresiones sobre las que apenas reflexionamos.
Decía Dámaso Alonso que “una lengua ha sido lo que sus hablantes hicieron de ella (…), será lo que hagan de ella”. Así, son dignas de señalar las respuestas en inglés a algunos de los refranes mencionados. De “A woman’s place is in the home” (El lugar de una mujer es el hogar), ha surgido “A woman’s place is any place she wants to be” (El lugar de una mujer es donde ella quiera estar). Así es y así debemos decirlo.
La vigilancia realizada por 14 mujeres en la Ensenada de La Paz Baja California resultó tan efectiva que lograron erradicar la pesca ilegal del callo de hacha, disminuir los robos y mejorar el ecosistema.
María Dionicia Avilés es una de las 14 Guardianas del Estero El Conchalito; un enorme paraje de arena, manglar y mar, ubicado en La Paz, Baja California, México.
Ella, junto con otras 13 mujeres de la comunidad El Manglito, se unieron en 2016 para hacer frente al robo cada vez más frecuente del callo de hacha (Atrina maura), una especie de molusco bivalvo que se encuentra en el fango costero y uno de los productos del mar más codiciados por su textura y sabor.
La economía de la familia de María Dionicia así como la de Martha, Verónica, Ruth, Guadalupe, Rosa María, Adriana, Ana, Claudia, Yadira, Graciela, Daniela, Erika y Sandra, depende principalmente del callo de hacha porque tiene buen valor comercial. Por eso, cansadas de ver cómo los pescadores furtivos sobreexplotaban el recurso, decidieron organizarse para realizar rondas de vigilancia por tierra y evitar su saqueo, restaurar su ciclo de vida, así como el del estero donde se reproduce.
Defender la ensenada
Las mujeres pertenecen a la Organización de Pescadores Rescatando la Ensenada (OPRE), una sociedad de producción rural constituida en 2016 por 15 cooperativas pesqueras y 20 pescadores libres, que obtuvo en septiembre de 2017 un título de concesión para la pesca comercial del callo de hacha entre otros productos. El título facultó a las 109 personas (87 hombres y 22 mujeres) de OPRE a realizar, por 20 años y con el uso de cinco embarcaciones menores a 12 metros, actividades en 2048 hectáreas dentro de la Ensenada de La Paz, una especie de gran bahía de 5000 hectáreas, que está unida al Golfo de California por una estrecha boca y que está rodeada de manglares y pequeños esteros.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó ese permiso a los pescadores de OPRE —todos del Barrio de El Manglito— después de que ellos se encargaran, desde el 2012, de proteger de la pesca furtiva a las especies que habitan en la Ensenada de La Paz.
En esos tiempos, debido a la escasez de productos pesqueros, solo había tres permisos de pesca. “Las especies estaban extintas”, asegura el biólogo Alejandro Robles, director de la asociación civil Noroeste Sustentable (NOS) y quien impulsó, junto con los pescadores de OPRE, la restauración biológica, social y económica de la ensenada. “Por ejemplo, la almeja catarina tenía 40 años que no se veía”, cuenta Robles y agrega que “para el callo de hacha estimamos —en 2012— que había 60 mil, lo que significaba el 0.6 por ciento de la capacidad de población considerada en 90 millones en las condiciones idóneas de la ensenada”, dice. Por eso, explica el experto, quien pescara ahí, a excepción de quienes tenían los tres permisos de pesca, “significaba robarle a la nación y luego de 2017 que se entregó el título de concesión significaba robarle a los pescadores de OPRE”, dice Robles.
Bajo un árbol y mientras se cubre del sol, María Dionicia Avilés señala el enorme estuario El Conchalito que desemboca en la Ensenada de La Paz y relata: “Nosotras veíamos que varios hombres venían a las orillas del estero a robar el callo de hacha y lo mataban tras los manglares. Después se los llevaban en sus automóviles para venderlo más barato en las calles. De 600 pesos (30 dólares) que cuesta el kilo, lo daban en 200 (10 dólares)”, dice.
“Cuando venían a robarnos, que era a todas horas, les hacíamos frente. A veces les ponchábamos las llantas de sus carros. Nos gritaban: ‘Vayan a su casa a lavar trastes, que andan haciendo aquí de mitoteras y chismosas’”, cuenta Avilés, quien se ha dedicado a la pesca desde hace 36 años.
Sus esposos, hijos, amigos y vecinos del Barrio El Manglito llevaban tiempo tratando de controlar la pesca ilícita por mar, pero no podían recorrer los canales del manglar pues sus pangas se varaban con la vegetación. Fue entonces que ellas se hicieron cargo de la vigilancia por tierra.
Sin embargo, Verónica Méndez recuerda que no fue fácil llegar a ser Guardianas. “Los hombres no querían que nosotras como mujeres hiciéramos lo que ellos hacen, tal vez porque se sienten mal o se sienten menos y por eso batallamos para que nos metieran a la organización de OPRE”, dice.
“No nos querían, decían que teníamos que estar en la casa lavando los trastes”, dice Avilés. Pero ambas mujeres aseguraron que el rechazo no era por parte de todos, sino solo de algunos. “Nosotras tuvimos el apoyo de nuestros esposos”, aseguran.
Finalmente, la mesa directiva de OPRE les ofreció un sueldo inicial de 350 pesos a la semana por la vigilancia, es decir, unos 17.5 dólares aunque los hombres ganaban 700 pesos (35 dólares) por el mismo periodo de tiempo y por la misma labor.
Hubert Enrique Méndez Camacho, miembro de la mesa directiva de OPRE, explica que esa diferencia se debió a que, en un inicio, no había el suficiente presupuesto para pagar nuevos sueldos, pero que después de ocho meses tanto ellas como ellos ganaron lo mismo.
“Recuerdo que a la reunión llegaron las 14 mujeres y ellas nos decían: ‘Queremos estar todas trabajando, sino no entramos’, pero para las 14 no había lugar. Entonces se les propuso que se dividieran el sueldo hasta que hubiera la oportunidad de igualarlo. No es que las hiciéramos menos”, aclara Hubert Méndez.
Las mujeres entonces se organizaron y se dividieron en dos grupos para cubrir los horarios de toda la jornada y con apoyo de la Marina limpiaron la ensenada.
El trabajo de guardianas no ha sido fácil. “Nos pasaron cosas fuertes”, dice Verónica Méndez, quien relata que “una vez, uno de ellos sacó un cuchillo y se fue contra Martha, una de nuestras compañeras. Ella le dijo: ¡No tengo miedo, a mí no me asustas! ¡Vete!”, María Dionicia Avilés continúa el relato, “en otras ocasiones llamábamos a la policía y se iban, pero al poco tiempo regresaban. Pero nosotras nunca bajamos la guardia, eso fue lo que nos ayudó”.
La llegada de NOS
Avilés nació en el barrio de El Manglito, uno de los más antiguos de la ciudad de La Paz, ubicado en la orilla de la playa y a unos metros de la ensenada. Su historia y su herencia familiar está marcada por la búsqueda de perlas y por la venta de moluscos, almejas y ostiones.
Gran parte de los habitantes de ese barrio tienen un mismo origen familiar, por ello comparten el apellido Méndez. Por generaciones han extraído productos del mar por buceo tipo hooka, es decir, por medio de un compresor a bordo de la lancha que provee de aire al buzo. También extraen los recursos mediante una motobomba de agua a presión que se usa para desenterrar los moluscos.
Pero esa comunidad comenzó a cambiar su relación con la ensenada un 3 de octubre de 2008, cuando abrió sus puertas la oficina de Noroeste Sustentable (NOS), una organización civil en la que participan principalmente biólogos marinos y que tiene como propósito contribuir al desarrollo de comunidades sostenibles.
Manglares en la Ensenada de la Paz. Foto: Adriana Navarro Ramírez
“Las ensenadas por lo general tienden a ser muy productivas debido a que cuentan con esteros, manglares, son refugios de peces y tienen variedad de nutrientes. Pero al paso del tiempo, la Ensenada de La Paz se fue acabando por el desarrollo de la ciudad, la pavimentación, la contaminación de las aguas, la tala de manglares y la sobrepesca. Nosotros queríamos restaurarla y lograr que la comunidad trabajara por medio de la pesca sustentable”, dice Alejandro Robles, director de la organización.
Silvia Ramírez, bióloga marina, experta en recursos pesqueros y exmiembro de NOS, detalla que la Ensenada de La Paz es un ecosistema donde históricamente habían sido muy abundantes las conchas del bivalvo como almejas, caracoles, y los callos de hacha. “En los años cincuentas y sesentas, los bivalvos fueron los recursos más importantes para la gente de El Manglito”, dice. “Pero conforme fueron incrementando las zonas urbanas, aumentó la demanda de recursos marinos”, agrega. Además, la llegada del Huracán Liza en 1976 hizo que las condiciones del fondo de la ensenada cambiarán al recibir un exceso de sedimento lo que afectó las condiciones ambientales de los moluscos, explica la experta. Todo eso, junto a “la mala visión de las políticas públicas que consideraban a los recursos del mar como inagotables, fue lo que terminó por acabar con ellos”, asegura Ramírez.
La unión de los pescadores
“Antes de NOS, éramos muy felices. Hacíamos lo que queríamos, pero no nos dábamos cuenta de que nos estábamos perjudicando”, dice Hubert Méndez, originario de El Manglito, quien desde niño se ha dedicado a la pesca y quien a los 13 años aprendió a bucear con hooka.
“Recuerdo que solo había tres permisos en esos tiempos (2008). Si uno tenía un permiso de 100 kilos, sacaba una tonelada. Quienes no teníamos, sacábamos lo que queríamos. Cuando limpiábamos la ensenada (cuando se acababan los organismos), nos íbamos a otros lugares. Honestamente pescábamos ilegalmente”, cuenta.
Por eso, Robles asegura que al principio había mucha tensión entre NOS y los pescadores. “Me decían ‘no queremos ser ilegales, pero no hay permisos de pesca’”, dice. De hecho, Méndez reconoce que la comunidad pensaba que NOS se había instalado en su barrio para perjudicarlos. Pero con el tiempo el pescador fue viendo que el director de la organización limpiaba la playa y ayudaba a los jóvenes con el equipo de fútbol, entonces cambió de opinión. Además, a Méndez le gustaba la idea de ver una ensenada saludable como la habían conocido sus abuelos y sus padres.
En 2012, tanto Hubert Méndez como su hermano Guillermo se involucraron con NOS en censar la población de organismos de la ensenada donde contabilizaron solo 60 mil callos de hacha. “Le dijimos a la palomilla (un grupo de 10 pescadores) que había poco molusco. No nos creyeron. Entonces los invitamos al segundo censo para que lo comprobaran”, cuenta Méndez.
Al saber de la escasez, NOS impulsó en ese mismo 2012, junto a los pescadores de la palomilla, un proyecto de fomento de acuicultura de almeja catarina en 12 hectáreas dentro de la ensenada y con esas acciones lograron el repoblamiento de 125 mil organismos.
Méndez describe que los demás pescadores del barrio “eran como niños chiquitos, nos preguntaban qué hacíamos en la ensenada, y así se fue corriendo la voz de que la estábamos restaurando”.
La bióloga y experta en el manejo de recursos naturales Liliana Gutiérrez, ex directora ejecutiva de NOS, indica que en 2012 la comunidad hizo sus propios acuerdos, primero de palabra y luego imprimieron su firma. Los convenios estaban enfocados a evitar la extracción por medio de compromisos de no pesca, desincentivar la extracción ilegal mediante acciones de vigilancia, permitir el repoblamiento en forma natural y monitorear el incremento poblacional mediante censos participativos. La idea era pasar de un estado de escasez a uno de abundancia donde los mismos pescadores restauraran a su patrimonio, explica Gutiérrez.
Al cabo de 2015, se registraron 2 366 000 callos de hacha, detalla la bióloga Silvia Ramírez. “Todos estábamos felices”, agrega Guitierrez. “Pero ese año también detectamos algo terrible”, indica. “Unos bichos llamados tunicados crecieron en la boca de los callos de hacha y mataron el banco (de moluscos)”.
La imaginación y el juego son libres, pero los adultos socializamos a los menores según unos roles que determinan qué es lo masculino y qué es lo femenino.
La imaginación y el juego son libres, no entienden de género, pero los adultos socializamos a los niños según unos roles que determinan qué es lo masculino y qué es lo femenino. Somos los padres y las madres (y la sociedad) quién acaba educando a ellas como personas tranquilas y cuidadoras, y a ellos dejándoles ser más movidos y premiándoles cuando son competitivos. Como decía Jean Piaget, los menores no juegan para aprender, sino que aprenden porque juegan, y si ese juego, deporte o clase extraescolar muestra que los chicos juegan a unas cosas y las chicas a otras (por el hecho de serlo), puede parecer que eso es algo natural, pero no, nada más lejos de la realidad, ya que hay una intención (un adulto) que guía a la niña al rosa (al ballet) y al niño al azul (al fútbol).
Sheila Villalba y Patricia Cardeñosa forman Geuk Consultoría desde dónde realizan talleres, proyectos coeducativos, seguimiento y puesta en marcha de planes de igualdad en centros o entidades relacionadas con la educación o el ámbito social. La educadora social y promotora de igualdad Patricia Cardeñosa nos cuenta: “No es algo nuevo que los datos sobre el mercado laboral, la participación sociopolítica, la realización y las horas de dedicación al trabajo doméstico, la violencia contra las mujeres o la feminización de la pobreza, siguen siendo el reflejo de una sociedad desigual, y muestran la existencia de una jerarquización. Una posición asentada en una muy desigual valoración y reconocimiento económico y social. Esta situación tiene su origen, en primer lugar, en un sistema de organización social que distribuye el poder y los recursos de manera desigualitaria según el sexo, posicionándonos a nosotras en una situación de subordinación. Y en segundo lugar, en la mayoría de los roles, estereotipos y patrones socioculturales de conducta aprendidos en función del sexo. De esta forma creamos una organización dualista y discriminatoria”. Para Cardeñosa es una necesidad reinventar, crear y fomentar espacios de ocio y juego que rompan con los roles tradicionales y que tengan en cuenta todas las formas de diversidad sexual, sin excepciones. Este es el único camino hacia la igualdad afirma.
Según la experta en Igualdad de género María Gijón, orientar a los niños a una actividad y a las niñas a otra es un craso error: “Crecen pensando que por haber nacido niña o niño no pueden hacer determinadas cosas y eso es absolutamente falso y, además es limitante. Los estereotipos de género son la base de la pirámide de las desigualdades de género, en cuyo punto más alto está la violencia de género. Hay estudios que muestran cómo las niñas se consideran menos fuertes y menos inteligentes a partir de los seis años, algo que, además de falso hace que comiencen a situarse en un segundo plano de la vida a una edad increíblemente temprana”. A través de los roles (el niño al fútbol y la niña a patines) se marcan y controlan los comportamientos, definen los referentes de masculinidad y feminidad y se desaprueban las actitudes o conductas que se salen de las normas sociales o de lo que se espera de nosotras o nosotros. Y como afirma Patricia Cardeñosa aunque puedan parecer inofensivos, marcan la existencia de las personas, condicionando los gustos, las expectativas, las ocupaciones, el salario y en general, la forma de vivir.
Clara Merín nos habla desde su proyecto Educaiguales. Para ella, lo primero es ser consciente de que hemos crecido rodeados de estereotipos, asumirlo y eliminarlos: “Como personas adultas que crecimos con unos estereotipos interiorizados de lo qué es ser hombre y mujer, es importante deconstruirnos y darnos cuenta de que ni ellos son de Venus ni nosotras de Marte. Todas esas teorías están superadas, el argumento biológico no se sustenta, no estamos más capacitadas genéticamente nosotras para poner lavadoras. Seamos conscientes de las desigualdades que nos rodean y cómo las transmitimos sin darnos cuenta en el lenguaje (que por definición es sexista), en los juegos que les ofrecemos a nuestras hijas e hijos, en los contenidos audiovisuales a los que les exponemos (la mayoría de películas Disney son sexistas), en las extraescolares a las que les apuntamos, en los libros infantiles que les compramos (¿quién los protagoniza? ¿Un personaje masculino o femenino?)”.
María Guijón desde sus redes sociales comparte recursos e ideas para Educar sin estereotipos: “Hay que empezar por la utilización del lenguaje inclusivo con nuestras hijas e hijos. Desde los dos años diferencian perfectamente cosas de niña o cosas de niño por eso es tan importante tener muchos cuentos que combatan estos estereotipos. Las madres y padres también tendríamos que elegir juguetes no estereotipados, incluir regalos contrarios a su sexo según la sociedad, mostrarles referentes que rompan estereotipos (mujeres policías, bomberas, científicas u hombres con pelo largo, de rosa, bailando, llorando), fomentar mucho el deporte en las niñas, y por ejemplo analizar dibujos y series previamente cuando puedan hacerlo”.
Para Sheila Villalba de Geuk Consultoría lo fundamental es que desde bien pequeños se les permita y se les facilite diferentes juegos; juegos que promuevan y estimulen su desarrollo, “que no todo sea que ellas jueguen a muñecas y ellos a los coches, sino que puedan disponer de múltiples estímulos y que con ellos, aprendan y desarrollen diferentes formas de jugar. Sabemos que esto no es fácil, ya que salir a la calle y ver que un niño o niña va disfrazado sin ser carnavales, sigue siendo algo chocante y más aún si el disfraz que lleva el niño es de su ídola Frozen, por ejemplo. Pero hay que tener bien claro que, cuando se está en los primeros años de vida o primera infancia, lo que se quiere es jugar”.
Concluye Clara Merínde Educaiguales: “Lo más importante es alimentar y trabajar con ellas y ellos su autoestima y su amor propio para que no sientan que tienen que encajar a la fuerza en estereotipos del pasado que nosotras aprendimos sin cuestionarnos, se trata de darles alas, no encorsetarles y limitarles.
Como una forma de contribuir a empoderamiento del género femenino, que se vio fuertemente impactado por la pandemia, y reforzando su compromiso con la equidad de género, L’Oréal, a través de su programa “Belleza Por Un Futuro”, y en colaboración con la fundación “Casa Gaviota” buscan capacitar a 5,000 mujeres hacia el 2024 para lograr obtener un empleo.
Como una forma de contribuir a empoderamiento del género femenino, que se vio fuertemente impactado por la pandemia, y reforzando su compromiso con la equidad de género, L’Oréal, a través de su programa “Belleza Por Un Futuro”, y en colaboración con la fundación “Casa Gaviota” buscan capacitar a 5,000 mujeres hacia el 2024 para lograr obtener un empleo.
“La iniciativa surgió hace cinco años con la cual pretendemos brindar herramientas a mujeres en situación de vulnerabilidad en formación de maquillaje o estilismo, con el objetivo de que ellas tengan las herramientas técnicas y emocionales para salir a la vida, sobre todo porque la situación en el país en temas de violencia de género es grave, sobre todo la violencia doméstica”, comentó en entrevista Araceli Becerril, directora de Comunicaciones, Asuntos Públicos y Responsabilidad Corporativa para L’Oréal México.
Es sabido que cuando una mujer vive una situación de violencia es difícil que pueda salir de ella principalmente porque no tienen una independencia económica, por ello L’Oréal impulsa estos talleres conformados por 400 horas de formación brindándoles los recursos para integrarse a la vida laboral o autoemplearse, sobre todo en las profesiones enfocadas al cuidado y belleza, porque pueden organizar sus tiempos con las labores de casa y su empleo.
Como en todo gran proyecto se requieren alianzas, L’Oréal encontró apoyo en Casa Gaviota, quien realizan la labor de acompañamiento y selección de mujeres que se integrarán al curso. “Casa Gaviota acompaña a mujeres en el acceso a la justicia, a mujeres que no cuentan con una defensa legal, porque sabemos que las mujeres somos un gran pilar en la sociedad, por ello brindamos acompañamiento para que ellas identifiquen la violencia y rompan esos círculos, la iniciativa de L’Oréal creará un impacto muy fuerte en la vida de muchas mujeres debido a que es un proyecto completo con herramientas internas para el autoestima y autocuidado fomentando el emprendedurismo a través de un empleo digno”, declaró Dolores Blancas, presidenta y directora de Casa Gaviota, Un Vuelo Sin Violencia AC.
La convocatoria se abrió el 5 de mayo y finalizará el 31 de mayo, la capacitación tendrá una duración aproximada de cinco meses tomando las clases, por ahora virtuales, cuatro días a la semana y estará enfocado en mujeres de la CDMX y zonas conurbadas.
Las seleccionadas recibirán todos los materiales necesarios para las clases que serán enfocadas en maquillaje y colorimetría para iniciar a mediados de junio, en esta primer selección contemplan a 500 mujeres. Las interesadas pueden registrarse a través de la página oficial de L’Oréal o de Casa Gaviota.
La crisis económica derivada del Covid-19 ha tenido efectos diferenciados que han profundizado desigualdades estructurales, particularmente por razón de género. “Las mujeres ocupadas disminuyeron con una magnitud de casi el doble que los hombres. A falta de un sistema nacional e integral de cuidados, las mujeres le dedican lo equivalente a una jornada de trabajo completa a tareas del hogar y de cuidados sin pago”, se establece un análisis elaborado por el Observatorio Género y Covid-19 en México.
Luego de un año de trabajo colaborativo en la recopilación de información sobre las afectaciones de la pandemia en diversos grupos de mujeres, las organizaciones que integran el Observatorio Género y Covid-19 en México elaboraron un diagnóstico y emitieron una serie de recomendaciones para hacer frente al impacto de la pandemia.
Isabel Fuida, subdirectora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Indra Rubio, coordinadora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), Katia Guzmán, coodinadora en México de ¿Cómo vamos? y Jeras Contreras, oficial de proyecto en Equis Justicia para las Mujeres, encabezaron la conferencia virtual Nos cayó el 20. Diagnóstico y recomendaciones del Observatorio Género y Covid-19 en México.
Dicho diagnóstico está dividido en tres ejes prioritarios: Violencia y acceso a la justicia, Salud y Bienestar, es un ejercicio colectivo que expone los contextos adversos hacia las mujeres y propone una serie de recomendaciones a distintos actores estatales, tanto para mejorar la atención inmediata como para impulsar reformas estructurales a mediano y largo plazo.
“Las afectaciones que ha traído la pandemia imponen nuevos retos para la defensa y promoción de los derechos humanos. Las noticias sobre feminicidios y asesinatos violentos a mujeres han formado parte de la cotidianidad. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a finales del año 2020, el porcentaje de llamadas de emergencia, relacionadas con incidentes por violencia de género, aumentó un 21.3 por ciento en comparación con el año anterior”.
De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población, durante 2020 habría “145 mil 719 embarazos adicionales al promedio de los esperados en el país debido a la pandemia. La población dejó de acudir a los servicios de salud sexual y reproductiva por temor a contagiarse; las mujeres con discapacidad, las migrantes, las indígenas, las afromexicanas, las privadas de libertad y las mujeres con VIH han enfrentado obstáculos en el ejercicio de su derecho a la salud debido a sus identidades”.
También se hizo visible la precariedad laboral que viven las trabajadoras del hogar en México, a lo cual se suma la gran cantidad de despidos en medio de la contingencia, impactando de manera directa sus ingresos.
“Las organizaciones que integramos el Observatorio Género y Covid-19 en México esperamos que este informe contribuya a que los actores estatales implementen las medidas necesarias para combatir con eficacia las desigualdades que desde hace tiempo imperan en nuestro país y que con la pandemia se han exacerbado”.
La periodista, escritora y activista Gloria Steinem, icono de la revolución feminista y pieza clave en la lucha por los derechos de la mujer en Estados Unidos, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2021, al que optaban 36 candidaturas de dieciséis nacionalidades.
Steinem, de 87 años, referente de la segunda ola feminista, fue cofundadora en 1972 de la revista “Ms.”, considerada la primera publicación feminista creada y dirigida exclusivamente por mujeres. Luchadora por la igualdad entre hombre y mujeres, su labor ha sido fundamental en la lucha reivindicativa a favor de la legalización del aborto, la aprobación de la Enmienda de la Igualdad de Derechos (ERA) en Estados Unidos, así como contra la pena de muerte, la mutilación genital femenina o el maltrato infantil.
El galardón, además, honra la histórica participación de Steinem en la Conferencia Nacional de Mujeres de 1977, la creación de varias asociaciones solidarias alrededor del mundo y sus múltiples escritos, ganadores de otros prestigiosos premios internacionales, que han inspirado a más de una generación de mujeres.
Icono de la revolución feminista
Graduada en el Smith College (Northampton, Massachusetts) en 1956, Steinem se trasladó a la India durante dos años con una beca antes de establecerse en Nueva York en 1960 para trabajar en la revista “Help!”, una etapa en la que se incorporó como empleada de Playboy Club de Nueva York para escribir una exclusiva sobre las condiciones laborales y salariales de estas mujeres.
Colaboradora en la fundación de “New York Magazine”, como periodista independiente escribió para “Esquire” y “The New York Times Magazine”, entre otras publicaciones antes de cofundar “Ms.”, donde fue editora durante quince años y es miembro de su comité asesor, puesto desde el que tuvo un papel destacado en la venta de la revista a la Feminist Majority Foundation en 2001.
Su militancia feminista la llevó a participar en distintos foros y en la fundación de organizaciones de mujeres, como el National Women’s Political Caucus, la Ms. Foundation for Women, la Women’s Action Alliance, el Women and AIDS Fund y el Women’s Media Center.
La periodista y escritora adquirió notoriedad con la publicación del artículo «After Black Power, Women’s Liberation» («Después del poder negro, la liberación de las mujeres») en 1969 en New York Magazine y ha centrado sus trabajos en la problemática laboral y los derechos de las minorías.
Escritura y reivindicación
Es autora de varios superventas como “The Beach Book” (1963), “Outrageous Acts and Everyday Rebellions” (1983), “Revolution from Within: A Book of Self-Esteem” (1992) (Revolución desde dentro: un libro sobre la autoestima, 1995), “Marilyn” (1997), “Doing Sixty & Seventy” (2006) y “My Life on the Road” (2015) (Mi vida en la carretera, 2016) y en 2020 se estrenó la película biográfica The Glorias, basado en este último libro.
Además, la cadena HBO produjo la serie “Mrs. America”, que narra algunos de los episodios principales de los inicios de la lucha feminista en Estados Unidos protagonizados por Steinem.
Doctora honoraria por varias universidades, ha obtenido premios como el Penney-Missouri Journalism Award (1970), el Women’s Sports Journalism Award (2004) y el Richard C. Holbrooke Distinguished Achievement Award (EE. UU., 2015) y en 1993 se la incluyó en el National Women’s Hall of Fame mientras que siete años después la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos la incluyó entre sus Leyendas Vivas.
En 2013, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad y cuatro años después la Universidad Rutgers creó la Gloria Steinem Endowed Chair in Media, Culture and Feminist Studies como reconocimiento para la que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, proclamó el 31 de marzo de 2019 como Día de Gloria Steinem.
Unos premios con Historia
Este premio a Steinem (Ohio, 1934) es el segundo en fallarse de los ocho premios que convoca anualmente la Fundación Princesa de Asturias después de que la semana pasada se distinguiera con el de las Artes a la serbia Marina Abramovic por una trayectoria de más de cinco décadas que la han convertido en el máximo exponente de la “performance”.
El jurado que ha concedido el galardón, reunido de forma telemática, ha estado presidido por el exdirector de la Real Academia Española Víctor García de la Concha, y la candidatura premiada había sido propuesta por la catedrática y coordinadora del Grupo de Investigación TransLIT de la Universidad de Oviedo, Socorro Suárez Lafuente.
El Premio de Comunicación y Humanidades recayó el pasado año de manera conjunta en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) y el Hay Festival of Literature & Arts tras haberse concedido en ediciones anteriores, entre otros, al Museo del Prado, Les Luthiers, James Nachtwey, Emilio Lledó, Joaquín Salvador Lavado “Quino”, Annie Leibovitz o The Royal Society.
Sector TI tiene un gran potencial de crecimiento para aprovechar las oportunidades de la equidad de género.
Es un hecho que una de las áreas donde hay mayor desigualdad de género es en el sector de la tecnología. Pero me parece que pocas veces se aborda esta problemática desde la perspectiva de las empresas. Al ponernos también en el lugar de las empresas, podremos determinar globalmente cómo afecta esta situación a las organizaciones y evidenciar los beneficios que puede traer al favorecer la inclusión.
En los últimos 15 años se han visto una gran cantidad de cambios que han consolidado la economía digital, revolucionando los requerimientos que las empresas necesitan de su fuerza laboral. La automatización ha hecho que miles de trabajos sean reemplazados por sistemas digitales pero, por otro lado, ha surgido la necesidad de profesionales con nuevas habilidades para imaginar, programar, implementar y liderar el uso de dichas tecnologías.
Es más, la pandemia de Covid-19 ha exacerbado la necesidad de especialistas que apoyen la implementación de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) en el contexto del confinamiento, ya que la mayoría de las interacciones personales y laborales se han vuelto remotas. Pero esta necesidad ya lleva varios años de no ser satisfecha al mismo ritmo de la demanda y, sobretodo, las mujeres son las que se han quedado particularmente rezagadas en esta industria. A nivel global, apenas el 25% de quienes trabajan en el sector de las TIC son mujeres de acuerdo a un estudio de ONU Mujeres. Adicionalmente, en la región de América Latina, las mujeres sólo constituyen en promedio el 32% de las estudiantes y graduadas de carreras en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés) pero de estas, menos del 10% logra emplearse en esta industria (UNESCO).
Pero buscar la equidad de género en este sector no solo es cuestión de hacer lo ético y responder a la justa causa de la lucha de las mujeres por mejores oportunidades laborales. Existen también razones económicas muy fuertes para buscar su participación. De acuerdo al mismo estudio de ONU Mujeres, la falta de participación femenina en la innovación tecnológica provoca la pérdida de billones de dólares en la economía mundial y si se reduce esta brecha se aumentaría en un 4% el producto interno bruto de los países en América Latina y el Caribe.
Esta realidad se puede ver de una manera más concreta en los requerimientos laborales que la nueva economía digital de la región necesita para poder competir a nivel global. Se estima que en la región se necesitarán más de un millón de desarrolladores de software en los próximos tres años adicionalmente, estas tecnologías son un gran aliado para la recuperación económica de América Latina después de la crisis provocada por la Covid-19 ya que generan mayores oportunidades de empleo y de inclusión para las mujeres.
Esto representa una oportunidad enorme para las empresas y organizaciones ya que se ha identificado que la ausencia de mujeres en las compañías tiene repercusiones que reducen su competitividad desde distintos puntos de vista, pero el que destacaremos será el económico. Diversos estudios confirman que la presencia de las mujeres trae beneficios económicos: un estudio hecho por Laboratoria con BID Lab muestra que las compañías que tienen más del 40% de mujeres en sus equipos ejecutivos tienen 21% más probabilidades de mostrar rendimiento sobresaliente en sus respectivas industrias en comparación con aquellas que tienen menos de 5% de mujeres en puestos ejecutivos. En cambio, las compañías que tienen equipos con menor diversidad de género y origen cultural tienen 33% peores resultados de rentabilidad esperada que las que tienen mayor diversidad.
Otro aspecto no menos importante es que la participación femenina incrementa la innovación en productos y servicios, particularmente en el desarrollo de software y el diseño de productos tecnológicos y digitales. Adicionalmente, las compañías con mayor equidad de género tienden a tener liderazgos colaborativos, mayor compromiso con la organización y un mejor ejercicio de autonomía en sus actividades. Concretamente, las compañías que crean un ambiente laboral con condiciones más favorables tienen un margen de ganancias del 17%, en comparación con el 13% que alcanzan las que no favorecen dichas condiciones, según este mismo estudio de Laboratoria y BID Lab.
En definitiva, se puede llegar a la conclusión que las empresas que están comprometidas por tener un equipo de colaboradores diversos y equitativos tienden a presentar grandes beneficios económicos, organizacionales y creativos. Esa fórmula no solo es importante hoy, sino que será cada vez más imprescindible en un mundo digital que cambia tan rápido y que requiere cada vez más de habilidades diferentes para el siglo XXI. Las empresas que logren interiorizar esa perspectiva y hacer cambios profundos en sus estructuras y cultura para lograr mayor diversidad de género y una verdadera inclusión son las que sobrevivirán y triunfarán.
En los últimos años, el feminismo ha aterrizado con fuerza en el mundo de la música, que se ha convertido en un canal esencial para llevar mensajes transformadores a las nuevas generaciones. Ese fue el motivo por el que la periodista chilena Martina Orrego decidió crear ‘M, Mujeres que suenan’, un podcast en el que reconocidas cantantes hablan sobre su música y sobre su forma de vivir la lucha por la igualdad.
“El arte retrata realidades y en estos años se está plasmando una realidad que tiene que ver con la violencia de género, con las desigualdades. Pero así como muestra una realidad, a través del arte también se puede iniciar un cambio”, cuenta Orrego en una entrevista con Efeminista desde Chile.
‘M, Mujeres que suenan’ es un proyecto que nació junto a ONU Mujeres al inicio de la pandemia y que en su primera temporada tuvo a doce artistas como Mon Laferte y Danna Paola. En esta segunda temporada se han sumado otras doce, entre las que están NathyPeluso, Vivir Quintana y Lola Índigo.
“Creo que el poner la misma realidad que se muestra en las cifras, pero en palabras de un artista genera una cercanía distinta. Ellas lo cuentan desde sus experiencias, lo que les ha pasado, lo que han aprendido y como se construyen y se deconstruyen”, explica la también directora de la radio Los 40.
Un podcast sobre música y feminismo
Después de 10 años de carrera en la radio, Martina Orrego se dio cuenta de que las conversaciones con las artistas habían sido insuficientes para abordar otros temas importantes dentro de la industria. Fue ahí cuando pensó en hacer un proyecto nuevo enfocado en ellas.
“Las mujeres están liderando la industria musical actual y sentía que había mucho más por contar de lo que ya se hablaba. Además, quería dejar un registro de lo que está pasando en este momento”, relata.
Lo primero que pensó fue en un podcast, pues es un formato “que está cada vez creciendo más”. “Era muy importante porque yo vengo del mundo de la radio. Estas son conversaciones acompañadas de música porque yo siento que la mejor forma también de conocer a las artistas es a través de su música”. Después buscó el acompañamiento de ONU Mujeres.
María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres, cuenta que al principio las entrevistas se hicieron a artistas chilenas, pero, ante la gran aceptación, se expandieron. “Hay contenidos que tienen que ver con el feminismo, con la visibilización de la violencia de género, con nuevas maneras de comprender el mundo y la sociedad latinoamericana”, afirma.
Orrego asegura que durante estas entrevistas también ha aprendido sobre la forma en la que cada una de las músicas vive su feminismo. “Hay un factor común que es la igualdad de género, pero sin duda la manera de enfrentar el feminismo se vive de diferentes maneras. Cada vez que yo termino de conversar con ellas quedo emocionada y empiezo a cuestionarme otras cosas”.
Por ejemplo, Lola Índigo dijo que para ella el feminismo es luchar por la igualdad en la vida diaria. “Si ves algo que está fuera de lugar en la igualdad, debes defenderlo y corregir desde la educación”, aseguró.
La transformación a través de la cultura
Salamanca coincide con Orrego en que a través de la cultura es posible acelerar los cambios que la sociedad requiere. “Nosotros escribimos diferentes informes, reportes y estadísticas, pero a veces un mensaje que va a través del arte, de la cultura, es más potente”, menciona.
“Recordemos la performance de Las Tesis que llegó a tener mucho alcance, en distintas partes del mundo se hicieron eco y muchas mujeres dijeron ‘a nosotras también nos ha pasado, nosotras también queremos poner este tema en la mesa”, agrega.
Otro ejemplo que pone la representante de ONU Mujeres es la canción de la mexicana Vivir Quintana, quien también es parte del proyecto, que habla sobre los feminicidios en su país.
“Es doloroso. A raíz de ‘Canción sin miedo’ empecé a recibir muchos mensajes de testimonios, de historias, de fichas de búsquedas. Intento contestar esos mensajes en las redes yo misma y canalizarlo con personas que las pueden ayudar”, dijo Quintana en el podcast disponible en Spotify.
Esta canción, que fue interpretada por Quintana y Mon Laferte en la conmemoración del 8 de marzo de 2020, también es el tema principal de la serie de Netflix ‘Las tres muertes de Marisela Escobedo’.
Salamanca explica que este tipo de trabajos ayuda a visibilizar aún más las discriminaciones y desigualdades que persisten en la región. “Hay un discurso importante en Latinoamérica que nos permite dar cuenta también de lo que pasa a nivel de los movimientos. Recordemos al #NiUnaMenos y a las distintas manifestaciones masivas en América Latina que van poniendo también una agenda feminista en la agenda pública”.
Las desigualdades en el mundo de la música
Además de hablar sobre su música y sobre cómo viven su feminismo, las cantantes y compositoras hablan con Martina Orrego sobre la percepción del machismo en la industria.
“En general, se destaca mucho que la industria a las mujeres les exige mucho más. Por estándares desde el físico, factores emocionales, desde cómo se percibe o desde qué tipo de música debería hacer o no una mujer”, relata Orrego.
La mexicana Danna Paola fue una de las primeras que, en la temporada inicial, se animó a contar su experiencia. “Es complicado y no porque sea más exigente sino porque básicamente somos un poco más señaladas sobre lo que hacemos y creo que debe ser más equitativo eso. Quiero que se me respete y la gente me conozca a raíz de mi trabajo y no por mi vida personal”.
“A ellos los ves con la guitarra y dicen ‘es artista’, en cambio ven a una mujer y dicen ‘a quién le está cuidando el instrumento’”.
Vivir Quintana, ya en esta segunda temporada, relató también cómo en varias presentaciones fue discriminada y menospreciada por ser mujer. “Te cuestionan muchísimo para ver si eres buena, a diferencia de un compañero hombre. A ellos los ves con la guitarra y dicen ‘es artista’, en cambio ven a una mujer y dicen ‘a quién le está cuidando el instrumento’”.
Orrego, quien también es una de las pocas directoras de radios en Chile, asegura que hace diez, quince o veinte años la realidad “era todavía más compleja” porque, si bien había mujeres en la música, eran mucho menos. “Y la relevancia que ellas tenían o el poder definir y mandar sobre su propuesta artística era más difícil. Entonces sí, la industria de la música parece que sigue exigiéndole más a la mujer”.