Autor: Editora

  • Persiste brecha de género en puestos clave de Congresos

    Persiste brecha de género en puestos clave de Congresos

    A pesar de que gran parte de los Congresos locales tienen representación de género paritaria, las mujeres no suelen ocupar puestos clave en las Comisiones principales dentro de sus Congresos o en las Juntas de Coordinación Política, evidenció el “Informe Legislativo 2021″.

    A pesar de que gran parte de los Congresos locales tienen representación de género paritaria, las mujeres no suelen ocupar puestos clave en las Comisiones principales dentro de sus Congresos o en las Juntas de Coordinación Política, evidenció el “Informe Legislativo 2021: Composición partidista y de género de los Congresos estatales”, del IMCO.

    Al señalar que la presencia de las mujeres en los órganos legislativos es clave para atender la falta de oportunidades y eliminar violencias específicas que viven las mujeres en las 32 entidades federativas, ya que su presencia en los Congresos no sólo tiene que ser descriptiva, sino sustantiva, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) identificó que, a principios de este año, 1,113 congresistas estatales estaban en funciones, de las cuales 555 eran mujeres (49.8 por ciento).

    Sin embargo, las comisiones que suelen ser muy importantes dentro de los Congresos estatales (Presupuesto, Fiscalización, Hacienda y Gobernación) no suelen ser presididas por mujeres. En cambio, otras comisiones con un rango temático y presupuestal reducido (igualdad de género, medio ambiente, derechos humanos, desarrollo social y salud) suelen ser presididas por mujeres.

    Además de que, en los órganos de gobierno, sólo 25% de las Juntas de Coordinación Política son presididas por mujeres, mientras que 50% de las Mesas Directivas son presididas por mujeres.

    “También existen diferencias en la paridad con la que cuentan los grupos parlamentarios de cada partido político.

    Mientras que 53% de los congresistas estatales del partido Morena son mujeres, sólo 43% de los congresistas del PES lo son. Aunque no son un grupo coordinado, 52% de los congresistas independientes son mujeres. Entre los congresistas que obtuvieron su asiento a través de un partido con registro local (sin registro nacional), 45% son mujeres”, plasmó el documento.

    Casos particulares

    En lo particular, el estudio indicó que en el estado de Morelos, la paridad de género se expresa en que 70% de los asientos en su Congreso son ocupados por mujeres.

    En los Legislativos de Chiapas, Coahuila y Tlaxcala, más de 60% de sus congresistas son mujeres. En contraparte, en Durango, Michoacán y Nayarit, las mujeres ocupan 40% o menos de los asientos.

    Por otro lado, sobre la composición general de los Congresos y su composición partidista, el IMCO detalló que la política estatal sigue dominada por partidos con registro federal, ya que la mayor parte de los congresistas están afiliados a alguno de los ocho partidos con registro a dicho nivel (92.6%), mientras que el resto o no cuenta con afiliación partidista (3.8%) o pertenece a alguno de los 12 partidos estatales sin registro nacional (3.6 por ciento).

    Asimismo, en 10 Congresos, legisladores de un solo partido político tienen más de la mitad de los asientos; siete estados son de Morena; dos son del PAN; uno del PRI y sólo en el Congreso de Nayarit, un partido sin registro federal, Nueva Alianza, tiene el mayor número de asientos (30 por ciento).

    maritza.perez@eleconomista.mx

    Toda la información e imágenes son de EL ECONOMISTA.
    Link original: https://www.eleconomista.com.mx/politica/Persiste-brecha-de-genero-en-puestos-clave-de-Congresos-20210521-0012.html

  • ¿Eres mujer? Conoce estas aplicaciones para pedir ayuda si estás en peligro

    ¿Eres mujer? Conoce estas aplicaciones para pedir ayuda si estás en peligro

    Estas aplicaciones fueron creadas para que las mujeres puedan pedir ayuda cuando estén en peligro. Te decimos cuáles son y las funciones de cada una.

    Para combatir la violencia contra la mujer, diversas aplicaciones están disponibles para que las mujeres puedan alertar o pedir ayuda, en caso de que no se sientan seguras en las calles o en cualquier lugar. Aquí te las decimos para que puedas tenerlas.

    Dichas aplicaciones tienen distintas funciones como el reconocimiento de voz, geolocalización sincronizada con servicios de emergencia, ubicación en tiempo real y más. Afortunadamente, las enlistadas aquí son gratuitas y están hechas tanto para iOS como para Android.

    Diversas aplicaciones están disponibles para que las mujeres puedan alertar o pedir ayuda.
    Diversas aplicaciones están disponibles para que las mujeres puedan alertar o pedir ayuda. / Getty Images

    URSAFE:

    UrSafe es una aplicación diseñada principalmente para que, mediante el reconocimiento de voz, los servicios de emergencia puedan actuar de forma inmediata. De igual forma, puedes compartir tu ubicación en tiempo real a tus familiares o amigos. Incluso, puedes enviársela directamente a la policía.

    VOY Y CONTIGO:

    A diferencia de la pasada, en Voy y contigo puedes comunicarte con otras mujeres que se encuentren cerca de ti cuando no te sientas segura. Funciona mediante un radio que visualiza en todo momento la disponibilidad de otras mujeres en situaciones de riesgo.

    SISTER:

    Sister tiene como función principal la geolocalización de ubicación en tiempo real. Al ser una aplicación diseñada para responder en caso de emergencia, los contactos de confianza recibirán una alerta si tú no llegas al lugar ni a la hora indicada.

    Podrás activar un botón de emergencia si te encuentras en peligro, el cual te permitirá grabar audio y tomar fotografías.

    LIFE 360:

    Esta aplicación es de uso familiar; sin embargo, resulta útil al momento de querer protegerse o conectarse con ellos en momentos de riesgo. Permite compartir la ubicación en tiempo real y ofrece un historial de las ubicaciones recientes.

    A su vez, la actualización Círculos Life 360 incluye un mapa donde podrás encontrar el lugar donde se encuentra cada miembro de tu familia. En esta aplicación, también se permite recibir mensajes o mandar alertas de llegada.

    Toda la información e imágenes son de W RADIO.
    Link original: https://wradio.com.mx/radio/2021/05/19/sociedad/1621432990_463304.html

  • Las mujeres en Suiza dedican un 50% más de tiempo que los hombres a las tareas domésticas

    Las mujeres en Suiza dedican un 50% más de tiempo que los hombres a las tareas domésticas

    Las mujeres invirtieron más tiempo que los hombres en las labores domésticas y familiares en Suiza el año pasado (28,7 horas semanales frente a 19,1 horas). Sin embargo, los hombres han mejorado desde 2010, cuando solo dedicaban 16,2 horas a la semana a estas tareas no remuneradas.

    Las mujeres invirtieron más tiempo que los hombres en las labores domésticas y familiares en Suiza el año pasado (28,7 horas semanales frente a 19,1 horas). Sin embargo, los hombres han mejorado desde 2010, cuando solo dedicaban 16,2 horas a la semana a estas tareas no remuneradas.

    Tanto las mujeres como los hombres mayores de 15 años destinaron unas 46 horas semanales a trabajos remunerados y no remunerados, según la Encuesta de Población Activa en SuizaEnlace externo que publicó la Oficina Federal de Estadística el jueves.

    De media, los hombres invirtieron más tiempo en trabajos remunerados (25,3 horas semanales, frente a 15,8 de las mujeres). Sin embargo, desde 2010 los hombres dedican más horas a la semana a preparar la comida, hacer la colada (1,7 horas más), así como a limpiar y ordenar el hogar (30 minutos más).

    Preparar la comida sigue siendo una de las tareas domésticas que más tiempo requiere (7,8 horas semanales para las mujeres, 4,5 para los hombres). Le sigue la limpieza (4,5 horas para las mujeres, 2,1 para los hombres). Las mujeres dedican una media de 2,1 horas a la semana a hacer la compra, mientras que los hombres invierten 1,9 horas. Hacer la colada y planchar siguen siendo claramente responsabilidad de las mujeres (2,0 horas a la semana frente a 0,6 horas).

    Las mujeres destinan 2,6 horas semanales a los animales, las plantas y la jardinería (los hombres, 1,9 horas). Los hombres solo les ganan en el tiempo que dedican a los trabajos manuales (1,6 horas frente a 1,0 horas). Sin embargo, ambos sexos se reparten a partes iguales las gestiones administrativas (1,4 horas para los hombres, 1,3 para las mujeres).

    La situación no mejora para las mujeres una vez alcanzada la jubilación. En el grupo de edad de 65-74 años, la carga de trabajo en 2020 fue de 31,5 horas semanales para las mujeres y 27,1 para los hombres. Las tareas domésticas y familiares son las que más tiempo ocupan: 26,5 horas para las mujeres, 19,6 horas para los hombres.

    Toda la información e imágenes son de SWISSINFO.
    Link original: https://www.swissinfo.ch/spa/las-mujeres-dedican-un-50–m%C3%A1s-de-tiempo-que-los-hombres-a-las-tareas-dom%C3%A9sticas/46635432

  • Mujeres indígenas y afromexicanas piden ser incluidas en el proceso electoral

    Mujeres indígenas y afromexicanas piden ser incluidas en el proceso electoral

    Las mujeres exigieron a las autoridades fortalecer mecanismos para que sean personas de origen indígena y afrodescendiente las que ocupen los lugares que les corresponde en el proceso.

    La Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas y la Colectiva de Mujeres Afromexicanas en Movimiento llamaron a el Estado mexicano su inclusión en el proceso electoral, además de poner un alto a la violencia política con razones de etnia y de género.

    A través de un comunicado, las instituciones detallaron que a pesar de que las leyes mexicanas contemplan más participación de las personas de origen indígena y afrodescendiente para este proceso electoral, pues la Cámara de Diputados aumentó las cuotas de 13 a 21 y por primera vez se pide a los partidos garantizar tres espacios para personas afromexicanas, las instituciones mexicanas han olvidado hacer valer estos derechos.

    «La situación actual de usurpación de candidaturas indígenas y afromexicanas, campañas sin recursos, designación del lugar sin presencia del partido, negación, intimidación y violencia, aunado a impunidad y corrupción, constan que las mujeres indígenas y afromexicanas estamos quedando fuera de los espacios», detalla el comunicado.

    Por lo que dichas colectivas exigieron a las instituciones electorales, generar espacios de diálogo, alto a la simulación de lugares en el proceso electoral actual, fortalecer mecanismos para que sean personas de origen indígena y afrodescendiente las que ocupen los lugares que les corresponde en el proceso, generar datos desagregados sobre la participación política de las mujeres pertenecientes a estos grupos. https://www.milenio.com/politica/mujeres-indigenas-afromexicanas-piden-incluidas-elecciones

    Además de garantizar transparentar y vigilar el 3 por ciento de recursos destinados a los partidos para fortalecer la presencia de las mujeres, principalmente de origen indígena y afrodescendiente, capacitar a hombres para reconocer el derecho de las mujeres, entre más mecanismos para su participación, no solo en este proceso electoral.

    En dicho comunicado las agrupaciones también llamaron a los partidos políticos a respetar las organizaciones de los pueblos indígenas, así como su autonomía y capacidad de autogobierno, fortalecer el liderazgo de las mujeres de origen indígena y afrodescendiente, y la no manipulación en el proceso.

    Así como a las comunidades originarias establecer presupuesto y espacio para generar espacios de género, que se comprometan a una agenda de género, apoyar a las mujeres en un cargo comunitario y el apoyo mutuo entre hombres y mujeres.

    Toda la información e imágenes son de MILENIO.
    Link original: https://www.milenio.com/politica/mujeres-indigenas-afromexicanas-piden-incluidas-elecciones

  • La pandemia agravó desigualdad contra mujeres en América Latina, advierte Cepal

    La pandemia agravó desigualdad contra mujeres en América Latina, advierte Cepal

    La pandemia de covid-19 agravó las condiciones ya de suyo desiguales de la región y afectó en mayor medida a los grupos vulnerables, como las mujeres, advirtió la Cepal.

    La pandemia de covid-19 agravó las condiciones ya de suyo desiguales de la región y afectó en mayor medida a los grupos vulnerables, como las mujeres, señaló la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena Ibarra.

    Al participar en la serie de conferencias magistrales “Después del 2030: Mujeres líderes por un futuro sustentable” en la UNAM, añadió que la región enfrenta una década perdida en materia de Producto Interno Bruto per cápita, así como un retroceso de 20 años en pobreza extrema y 12 años en pobreza.

    La pandemia, resumió, dejó 208 millones de personas en pobreza extrema, 78 millones en pobreza, un aumento del 4.9% en la desigualdad y un desencanto hacia un modelo económico y una cultura del privilegio que naturalizan la desigualdad, las jerarquías sociales, el patriarcado y la discriminación.

    Bárcena consideró que la pandemia debería hacernos repensar el desarrollo de la infraestructura de la vida, el sistema de seguridad social, vivienda, empleo, la extensión de beneficios sociales y tareas del cuidado.

    Durante la conferencia “Construir la sociedad del cuidado para una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad”, la mexicana indicó que la pandemia mostró que la tarea de los cuidados es algo fundamental, sin embargo, es una tarea que no es reconocida económicamente ni, en ocasiones, socialmente.

    La división sexual del trabajo ha exacerbado la labor no remunerada y la carga de los cuidados en hogares, apuntó, provocando que una de cada cuatro mujeres de 15 a 24 años no pueda estudiar ni trabajar, y donde el 75% de ellas se dedican a cuidar a sus hermanos, padres y abuelos.

    “Tenemos un retroceso de una década con relación a la inclusión laboral de las mujeres y un impacto desigual en los jóvenes, sobre todo en trabajadores informales. Lo que urge es un pacto social y político para avanzar hacia un estado de bienestar con sistemas de protección social universales”, puntualizó.

    Bárcena Ibarra resaltó que en un año de pandemia el PIB de la región cayó 7.1% y cerraron 2.7 millones de empresas, lo que ocasionó desocupación laboral, en particular en mujeres, con agudas brechas laborales de género.

    En Latinoamérica el 57% de las mujeres perdió su empleo, la mayoría laboraba en sectores de alto riesgo, con informalidad, bajos ingresos; mientras que en el Caribe 45% carece de protección social.

    El 73.2% de los trabajadores del sector salud y el 70.5% del educativo en la región son mujeres, comentó, y no ganan lo mismo que los hombres haciendo un trabajo similar, ya que la diferencia salarial es de casi 30%.

    Aunado a esto, la sobrecarga del trabajo de cuidados ha sido dramática y el índice de pobreza femenina mayor, ya que, de 209 millones de pobres, 118 son mujeres, de las cuales el 39% carece de ingresos propios.

    Además, recordó que solo el 60% de los hogares de Latinoamérica y el Caribe tiene internet; 46 millones carecen de conexión; solo 21.2% ciento de empleados pueden teletrabajar, mientras que 46% de los niños de cinco a 12 años viven en hogares que no cuentan con ningún tipo de conexión; “es decir, perdieron un año de educación”.

    Bárcena Ibarra expuso la existencia de nudos estructurales de desigualdad que atentan contra la autonomía de las mujeres, como la desigualdad socioeconómica y pobreza, la concentración del poder, el aumento de la violencia familiar y en el ciberespacio, así como el rezago que enfrentan las mujeres en materia educativa, sobre todo en disciplinas científicas y tecnológicas.

    Para lograr la autonomía económica de las mujeres, la física (sobre su cuerpo), política, salud sexual y reproductiva, y aquellas contra la violencia, dijo, hay que ir hacia una sociedad del cuidado con efectos multiplicadores, políticas de empleo claras, con un motor emancipador para la autonomía de ellas y un cambio de paradigma en términos de empleo, políticas fiscales e industriales, con un enfoque transversal, afirmó.

    Toda la información e imágenes son de PROCESO.
    Link original: https://www.proceso.com.mx/internacional/2021/5/20/la-pandemia-agravo-desigualdad-contra-mujeres-en-america-latina-advierte-cepal-264328.html

  • Feminismo de datos: por qué la inteligencia artificial es machista y cómo podemos cambiarla

    Feminismo de datos: por qué la inteligencia artificial es machista y cómo podemos cambiarla

    «El feminismo interseccional no trata solo de mujeres. Ni siquiera de género. Tiene que ver con el poder: con quién lo tiene y quién no. Y en un mundo en el que los datos son poder, el feminismo de datos puede ayudarnos a comprender cómo desafiar y cambiar el sistema». Catherine D’Ignazio y Lauren Klein arrancan con este alegato su ensayo Data Feminism, un libro que habla sobre los sesgos de la inteligencia artificial y la manera de revertirlos.

    «No me malinterpretes, esta tecnología tiene un enorme potencial para hacer el bien», explica D’Ignazio. La directora del laboratorio Data + Feminism del MIT sabe que la inteligencia artificial puede cambiar el mundo. Y espera que lo haga para bien.

    Los algoritmos no tienen prejuicios, son fórmulas matemáticas. Pero las bases de datos en las que se entrenan sí. La inteligencia artificial aprende lo que le enseñen, puede ser una estudiante brillante, pero tiene un libro con unos cuantos sesgos: internet. La inteligencia artificial de Microsoft se volvió filonazi en un día. No porque estuviera programada para ello, sino porque lo aprendió en Twitter. La app de Google que te dice a qué cuadro te pareces solo funcionaba bien con las personas blancas, no con las negras o asiáticas. No por cómo fue construída, sino porque fue entrenada con los cuadros de los museos más prestigiosos del mundo occidental, donde apenas hay retratos de gente de color.

    Pasa con las técnicas de reconocimiento facial, con la tecnología que usa la policía de EEUU para patrullar por los barrios más conflictivos, con los algoritmos que se usan para conceder ayudas sociales… La inteligencia artificial es machista y racista porque las bases de datos en las que aprende lo son. Porque nosotros lo somos. Y Catherine D’Ignazio y Lauren Klein quieren poner el foco sobre este problema.

    Lo que hace especial a este tratado es que no enumera los problemas generales de la inteligencia artificial, sino que se centra en los sesgos de género para analizar qué puede aportar el movimiento feminista al big data

    «No somos las primeras», reconoce D’Ignazio. Y tiene razón. Está la organización Algorithm Justice League, de su colega del MIT, Joy Buolamwini, que lucha contra el reconocimiento facial. Está Cathy O’Neil, autora del libro Armas de destrucción matemática, que narra cómo los algoritmos pueden llevar a decisiones que perjudican a los pobres y amplifican la desigualdad. Está Jen Jack Gieseking, que analiza los sesgos del big data desde una perspectiva queer. El colectivo Data for Black Lives, que intenta desagregar las muertes de covid por raza para demostrar que el racismo y la desigualdad han influido en cómo ha golpeado la pandemia…

    Todos ellos son citados en Data Feminism. Lo que hace especial a este tratado es que no enumera los problemas generales de la inteligencia artificial, sino que se centra en los sesgos de género para analizar qué puede aportar el movimiento feminista al big data. «Queríamos tratarlo desde una perspectiva interseccional del feminismo», reconoce D’Ignazio. «En la intersección del feminismo con la raza, con el género y la sexualidad o con el colonialismo. Pero a la vez, pensamos que estos son campos enteros de conocimiento. No queríamos reducirlo a un capítulo, pues estos problemas se merecen su propio libro». Ellas querían hacer un libro sobre feminismo y datos. Así que empezaron por el principio.

    Christine Darden en el centro de investigación de Langley de la NASA en 1975

    Virginia, EE UU, 1967. Christine Mann Darden empieza a trabajar en el Centro de Investigación Langley de la NASA. Es mujer, es negra y es muy, muy buena. La informática digital empieza a dar sus primeros pasos, pero para la mayoría de tareas de análisis de datos se usan computadoras humanas como Darden. Eran todas mujeres matemáticas, pero eran tratadas como secretarias. Y no ascendían como sus compañeros.

    Darden se quejó varias veces a sus superiores, como recoge el libro Hidden Figures: The American Dream and the Untold Story of the Black Women Who Helped Win the Space Race. Ella era consciente de que su situación obedecía al machismo, pero era difícil de demostrar. Fue su compañera, Gloria Champine, quien cambió la situación. Hizo una serie de estadísticas internas sobre género y rango. Los datos mostraron que hombres y mujeres con credenciales académicas y laborales idénticas, tenían puestos muy diferentes. La disparidad se hizo evidente cuando se presentó en forma de datos. Y Darden recibió el ascenso que se merecía desde hacía años.

    «Si eres una mujer sabes, de una forma íntima y personal, qué clase de opresiones y discriminaciones hay. Los sientes día a día. Pero los datos pueden ayudarte a confirmar que esa discriminación no es una vivencia personal, sino algo generalizado»

    «Empezamos el libro contando esta historia por dos motivos», justifica D’Ignazio. «Por un lado, al pensar en ciencia computacional, pensamos que es algo muy masculino. Pero en el pasado hubo mujeres, especialmente mujeres negras, detrás de algunas de las innovaciones computacionales más increíbles en la historia».

    La historia de Darden, además, explica muy bien cómo funciona el feminismo de datos. Cómo a través de la experiencia personal se pueden detectar problemas que, mediante los datos, podemos extrapolar a gran escala. «Si eres una mujer sabes, de una forma íntima y personal, qué clase de opresiones y discriminaciones hay. Los sientes día a día», señala la experta. «Pero los datos pueden ayudarte a confirmar que esa discriminación no es una vivencia personal. Que es un problema estructural. Tu problema es el problema de mucha más gente, y esos son los potenciales que tiene el feminismo de datos».

    «N1 m1ch1sm1 n1 f1m1n1sm1». Los algoritmos son unos cuñados

    El feminismo de datos puede ayudar, pero por el momento, lo que más impera es el machismo de los datos. Este se filtra de internet a las inteligencias artificiales y de estas a nuestro día a día. Google Translate traducía judge como juez, y nurse como enfermera, asignando un género basado en estereotipos a una palabra que en inglés es neutra. Este sesgo ha sido corregido en los idiomas mayoritarios, pero sigue dándose en otros más pequeños.

    En 2014, Amazon puso en marcha un sistema basado en inteligencia artificial para contratar a su personal. Pero el algoritmo penalizaba a las mujeres que aspiraban a puestos tradicionalmente desarrollados por hombres, como, por ejemplo, los desarrolladores de software. La plataforma acabó abandonando el proyecto. LinkedIn también ha sido acusada de usar algoritmos machistas en procesos de selección. Basta echar un vistazo a la hemeroteca para encontrar ejemplos de machismo en todos los campos.

    Apple saltó a los titulares cuando se descubrió que su tarjeta había otorgado un límite de crédito 20 veces mayor a un hombre que a su mujer. Los dos presentaron la declaración de impuestos conjunta y ella obtuvo una mejor solvencia crediticia que él. Una investigación descubrió que el machismo no provenía de Apple, o de Goldman Sach, emisor de la tarjeta, sino del algoritmo, que se basaba en datos históricos.

    El big data no elimina los sesgos, solo los camufla con tecnología. Los algoritmos, en el fondo, pueden ser unos cuñados

    El big data no elimina los sesgos, solo los camufla con tecnología. Los algoritmos, en el fondo, pueden ser unos cuñados. Pero su aspecto futurista nos impide verlos así. La idea de que presentan verdades irrefutables viene ya desde el principio con las propias bases de datos, explica D’Ignazio: «Lo normal es que, cuando ves una hoja de cálculo o un gráfico, asumas que se trata de hechos y no siempre es así. Esos datos son recolectados, tratados y categorizados de una forma específica y pueden incluir sesgos». El problema está en los datos, pero también en la forma en la que los vemos.

    Data Feminism no se centra solo en enumerar estos problemas, sino en buscarles solución. Se pregunta cómo puede el big data ayudar al feminismo y qué puede aportarle este de vuelta. «Gran parte de la educación actual en la ciencia de datos es eminentemente masculina», subrayan las autoras en el texto. «Reproduce la idea de que trabajar con datos es algo abstracto, individual y dirigido por hombres poderosos. Pero ¿qué pasaría si imaginamos la enseñanza de datos como un lugar para comenzar a crear el mundo conectado, colectivo y solidario que queremos ver?», se preguntan. Su libro pretende dar un impulso en esa dirección, animar a más mujeres a trabajar con datos, a mejorarlos, filtrarlos y cultivarlos de tal forma que los sesgos que tenemos como sociedad no se transmitan de humanos a robots.

    Toda la información e imágenes son de YOROKOBU.
    Link original: https://www.yorokobu.es/feminismo-de-datos/

  • Mujeres, las principales afectadas por el desempleo en México durante la pandemia: 5 puntos para explicar este problema

    Mujeres, las principales afectadas por el desempleo en México durante la pandemia: 5 puntos para explicar este problema

    La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado en diversas ocasiones que la pandemia afecta de manera desproporcionada a las mujeres. El pasado mes de marzo, volvió a hacer hincapié en esto con una frase abrumadora: “Covid-19 es una crisis con rostro de mujer”.

    En América Latina, que es la región más afectada del mundo por la pandemia, las mujeres son afectadas tanto en sistemas políticos y sociales como en económicos, agregó la ONU.

    Sobre las afectaciones económicas, México es el país que más recientemente dio a conocer cifras que reflejan las disparidades de género.

    El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó el lunes que 7 de cada 10 empleos que se perdieron entre el primer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2021 pertenecían a mujeres.

    Detalló que, en el primer trimestre del año pasado, la población ocupada en México era de 55,1 millones de personas. Sin embargo, en el lapso enero-marzo de 2021 disminuyó a 53 millones.

    Esto quiere decir que 2,1 millones pasaron al desempleo en un año. Y, de este total, 1,5 millones fueron mujeres; es decir, el 71% o siete de cada 10. Los 604.000 restantes fueron hombres.

    ¿Cuáles son las razones de esta desigualdad de género en el ámbito laboral? Te presentamos cinco de ellas.

    Mujeres y el trabajo en casa

    La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que en la región, y por ende en México, la pérdida de empleo de las mujeres en el contexto de la pandemia se debe a la “demanda de cuidados de sus familias”, razón por la cual no han vuelto a buscar trabajo.

    En el Informe Especial COVID-19 N⁰9: La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdadpublicado en febrero, la Cepal señaló que se trata de una “sobrecarga de trabajo no remunerado y de cuidados”.

    La pandemia “ha demostrado la importancia de la economía del cuidado y de la sociedad del cuidado”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, en conferencia de prensa.

    Sin embargo, insistió en que se debe asistir a las mujeres que debieron dejar sus trabajos para atender sus hogares mediante un “ingreso básico de emergencia”.

    “Es la sociedad toda (la que debe encargarse del cuidado en casa, no solo las mujeres). Y eso requiere un pacto. Un pacto social y político porque hay efectos multiplicadores”, añadió Bárcena.

    Efectos de la pandemia

    Lo anterior acerca del trabajo en el hogar es apenas una de las consecuencias de la pandemia. La disminución de las mujeres en la fuerza laboral también se produjo porque el covid-19 afectó de mayor manera a sectores económicos de amplia participación femenina.

    La Cepal detalló en el informe que principalmente hay cuatro sectores con alta participación de mujeres que tuvieron grandes afectaciones por la pandemia: turismo, manufactura, comercio al por mayor y menor, y trabajo doméstico remunerado.

    • Sobre el turismo, la Comisión informó lo siguiente: “La caída de la demanda de turismo afecta a las trabajadoras de los servicios de alojamiento y comidas”.
    • Manufactura: “La interrupción de las cadenas de valor mundiales y el cierre de fábricas afecta a las trabajadoras de la industria de exportación”.
    • Comercio al por mayor y menor: “Los menores ingresos, la caída de la demanda y los cambios en los patrones de consumo afectan a las trabajadoras del comercio”.
    • Trabajo doméstico remunerado: “La imposibilidad de realizar trabajo a distancia expone a las trabajadoras domésticas al virus y al deterioro de sus condiciones de empleo”.

    Además, las mujeres perdieron empleos en los sectores del cuidado de la salud y de la educación, esto debido a las carencias de los sistemas de salubridad (lo que expone a las trabajadoras al virus y obliga al abandono del empleo) y educativo (el cierre de las escuelas provoca una mayor carga laboral por la poca capacitación que hay acerca de la enseñanza a distancia).

    Sobrerrepresentación

    El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que en muchos países “la primera ola de despidos colectivos” fue grave en el sector de servicios.

    Justamente, en dicho sector las mujeres “están sobrerrepresentadas”. En el caso de América Latina y el Caribe llegaban al 80% en 2019. Lo que significa que más mujeres en comparación a los hombres perdieron su trabajo. Y, por lo tanto, su sustento e independencia económica.

    “Hay una brecha gigante entre hombres y mujeres en el sector laboral y en el sector económico, que se ha visto muy afectada por la pandemia”, señaló a CNN Catalina Calderón, directora de Latinoamérica y el Caribe de la ONG Women’s Equality Center, centrada en la libertad reproductiva de las mujeres.

    Violencia contra las mujeres

    Calderón dijo que el hecho de que las mujeres estén perdiendo sus trabajos “tiene todo que ver con la violencia. En la mayoría de los casos, la violencia intrafamiliar tiene un altísimo peso económico”.

    La explicación de Calderón es que, cuando las mujeres son económicamente independientes, hay un freno al control sobre ellas que ejercen sus parejas y que se traduce en violencia. Pero, cuando pierden sus trabajos, esa independencia se esfuma.

    “La violencia arranca con el control de la no dependencia económica. Lo hemos visto en esta pandemia, las cifras de feminicidio están altísimas”, insistió.

    Asimismo, una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia sexual o física en el mundo. Y aunque la cifra del 35% es bastante alta, no incluye el acoso sexual.

    ONU Mujeres advirtió que a raíz de la pandemia las llamadas a las líneas telefónicas de asistencia se quintuplicaron en algunos países. Todo por el aumento de la violencia doméstica.

    En pocas palabras, algunas mujeres están encerradas con sus agresores, a la vez que quedan alejadas de personas y recursos que las pueden ayudar.

    A esto hay que sumar que menos del 40% de las mujeres víctimas de violencia buscan algún tipo de ayuda, ya que en muchas ocasiones desconocen a dónde pueden acudir para recibir servicios de apoyo.

    Trabajo informal

    Ahora bien, el 70% del empleo de las mujeres en países en desarrollo, como México, está en el sector informal.

    Esta situación trae dos consecuencias: no tienen prestaciones sociales por su trabajo y la pandemia afectó la oferta que les permitía trabajar.

    Según la ONU, el covid-19 “afectará desproporcionadamente” a las mujeres porque “ganan menos, ahorran menos y tienen puestos de trabajo más vulnerables” que los hombres.

    En un informe publicado el mes de marzo, la Cepal registró que en 2020 empeoró la desigualdad en las tasas de ocupación y participación laboral, especialmente para las mujeres.

    De manera que “la injusta división sexual del trabajo y organización social del cuidado” atentan contra su autonomía y ejercicio de derechos.

    Con información de María Camila Rincón Ortega, de CNN.

    Toda la información e imágenes son de CNN ESPAÑOL.
    Link original: https://cnnespanol.cnn.com/2021/05/18/mujeres-desempleo-mexico-pandemia-puntos-explicar-problema-orix/

  • El desempleo afecta más a las mujeres: ¿qué hacemos?

    El desempleo afecta más a las mujeres: ¿qué hacemos?

    84% de los 1.6 millones de personas que perdieron su empleo entre enero y marzo de este año son mujeres. Ellas enfrentan problemas estructurales, como la responsabilidad de los cuidados.

    La pandemia azotó a toda la población, pero no lo hizo de igual forma para todos. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 1.6 millones de personas que perdieron su empleo durante el primer trimestre, 84% son mujeres. Más de 1.3 millones de mujeres perdieron su fuente de ingreso durante los primeros tres meses del año.

    Lucía Lagunes, directora General de Cimac, explica que los sectores que se vieron más afectados por la pandemia son el de sector servicios, restaurantes y hotelería, que es además donde más participación hay de mujeres en la primera línea de contacto.“Antes de la pandemia ya enfrentaban condiciones difíciles porque tienen los salarios más bajos e, incluso, sus esquemas de pago muchas veces no pertenecen a la economía formal como por ejemplo las meseras, quienes no tienen un contrato ni seguridad social”, apunta.

    La experta de Cimac señala que se trata de mujeres que, en su mayoría, ganan salarios mínimos, o de baja remuneración. Y si no es así, de todos modos están sujetas a la brecha salarial por género que existe en distintas industrias. “Muchas ya se apoyaban en otros recursos informales como la venta por catálogo o venta de artículos que ellas mismas hacen a conocidos”, dice sobre mujeres que, en su mayoría son madres y tienen de 22 a 30 años.

    La especialista señala que para muchas, este tipo de empleos es la única alternativa por la flexibilidad que ofrecen para cumplir con otras tareas, como los de cuidados o el hogar.

    Los cuidados, la clave del asunto

    “Si mantenemos a las mujeres como responsables de la crianza y el cuidado de personas enfermas, no podremos incrementar el nivel de participación de las mujeres ni subir tampoco la calidad de los empleos que les ofrezcan para volver al mercado laboral”, advierte.

    Según datos del Coneval del año pasado, las mujeres dedican por lo menos 22.5 horas a la semana a estas labores, mientras que los hombres solo pasan una hora en las mismas actividades.

    «Se habla del desempleo como si todos estuvieran en las mismas condiciones, pero no sé es así, porque el género sí influye»

    LUCIA LAGUNES, DIRECTORA GENERAL DE CIMAC

    Lagunes sugiere que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) coloque en el centro las condiciones de desigualdad como eje para diseñar los impulsos a la creación de empleo. “Se tiene que atender partiendo de ahí para subsanar esas condiciones. Y no solo eso, se tienen que generar mejores condiciones de trabajo, porque para qué van a querer regresar a un mercado formal con jornadas extenuantes y salarios mínimos”, cuestiona.

    Sunny Villa Juárez, directora de Gasto Público del CIEP, refuerza la idea de que la pandemia sacó a relucir toda esta carga de trabajo de cuidados que tienen las mujeres. “Ellas salieron del mercado laboral no porque quisieron, sino porque son responsables de los cuidados y ese carga se les fue al cielo en la pandemia con todos en casa”, señala.

    Las mujeres sí trabajan, pero su trabajo no es remunerado

    Por eso, sostiene que es necesario reconocerlo e insertarlo en el sistema formal de la economía. “El Sistema Nacional de Cuidados está detenido en el Senado. Es un gran avance, pero no es suficiente. Además, tienen que ser las legisladoras quienes deben tener la voz para proponer iniciativas desde la perspectiva de quien padece esas opresiones estructurales”, dice.

    Asimismo, recomienda que el gobierno y los grupos empresariales consideren la reapertura de guarderías y estancias que permita a las mujeres cumplir con sus jornadas laborales sin ninguna interrupción y con toda la seguridad de que sus hijos están bien.

    Por su parte, Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), coincide en que es necesario reconocer -desde los más altos niveles de gestión pública y privada- que este problema está afectando desproporcionadamente a las mujeres.

    Señala que 21% de las mujeres que perdieron su empleo fue porque asumieron otra responsabilidad en casa, pero la proporción de quien asume esas tareas no ha cambiado, siguen siendo las mujeres quienes se responsabilizan de ellas.

    “No podemos esperar que el gobierno arregle todo. Por eso, las empresas tenemos que tomar cartas en el asunto de manera urgente porque, al no reconocer las necesidades de las mujeres se pierde productividad por los niveles de rotación en empleos mal pagados”, explica.

    De ahí la importancia, apunta, de contar con esquemas laborales híbridos, que lleven la flexibilidad no solo a los grandes corporativos, también a las pymes, para que sus plantillas trabajen sobre objetivos y metas específicas, no por horarios laborales tradicionales. “Se tiene que empezar con la convicción de que las colaboradoras son personas y tienen que lidiar con otras cosas más allá de un empleo”, dice.

    La otra gran medida, explica, es crear un proyecto de ley que otorgue una licencia de paternidad para que estos recursos, que actualmente son permisos, no se otorguen arbitrariamente y las labores de cuidados se repartan en la pareja.

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://mujeres.expansion.mx/especiales/2021/05/20/el-desempleo-afecta-mas-a-las-mujeres-que-hacemos

  • Crisis por COVID dejó más estragos en mujeres, altos niveles de pobreza e informalidad

    Crisis por COVID dejó más estragos en mujeres, altos niveles de pobreza e informalidad

    El nivel más alto de informalidad laboral registrado para mujeres en el primer trimestre de 2021 se observó en Oaxaca.

    Los estragos ocasionados por la pandemia del COVID-19 en México fueron profundos, sin embargo, dispares, ya que fueron las mujeres mexicanas las que se vieron más afectadas ante la crisis económica y sanitaria. Los datos de informalidad laboral más recientes publicados por el Inegi son un claro ejemplo de lo anterior.

    En el primer trimestre de 2021, el 50.8% de los trabajadores mexicanos ocupados en labores no agropecuarias tuvieron un trabajo informal. Esto quiere decir que más de la mitad de la población ocupada no agropecuaria -alrededor de 22 millones de trabajadores- cuentan con un empleo sin vínculo laboral reconocido, sin prestaciones de ley y en condiciones más vulnerables que un empleo formal.

    En particular la tasa de informalidad laboral (TIL2) en mujeres se ubicó en 53.3% en el primer trimestre de 2021, nivel 2.5 puntos porcentuales por arriba del nivel nacional y 4.4 puntos mayor que la tasa registrada en hombres en el periodo (48.9%).

    De acuerdo con México, ¿cómo vamos? este hecho refleja que son las trabajadoras mexicanas las que se enfrentan a una mayor vulnerabilidad en el ámbito laboral

    A nivel estatal esta disparidad se mantiene. En el primer trimestre de 2021, la tasa de informalidad laboral en mujeres es mayor que la de los hombres en 27 de las 32 entidades federativas, y en 17 de los 32 estados las mujeres registraron tasas de informalidad laboral mayores al promedio nacional, mientras que en hombres esta situación se dio en 15 entidades. Lo anterior pone en evidencia que existe una importante brecha de género en cuanto al tema de la informalidad laboral que persiste en nuestro país.

    Vale la pena destacar que, el nivel más alto de informalidad laboral registrado para mujeres en el primer trimestre de 2021 se observó en Oaxaca con una tasa de 77.9%, la cual es 8.4 puntos porcentuales mayor a la tasa más alta registrada en hombres (Oaxaca con 69.5%) en el periodo.

    Pobreza laboral 

    Lo mismo ocurre con lo observado en los niveles de pobreza laboral. En el primer trimestre de 2021, de acuerdo con los datos del Coneval, 50.1 millones de mexicanos y mexicanas se encontraron en situación de pobreza laboral, de los cuales 27.1 millones son mujeres y 23 millones hombres. Es decir, por cada hombre en pobreza laboral, hay 1.2 mujeres.

    Esto se traduce a que, en total, el 39.4% de la población mexicana se encontró en una situación donde los ingresos laborales de su hogar no son suficientes para adquirir la canasta alimentaria.

    La proporción observada en el primer trimestre de 2021 de la población mexicana en pobreza laboral significó una disminución de (-) 1.3 puntos porcentuales respecto al nivel del cuarto trimestre de 2020 de 40.7%, sin embargo, todavía se encontró por arriba del nivel del primer trimestre de 2020  (nivel pre-pandemia) en 3.8 puntos porcentuales. De lo anterior se deduce que aún no se mitiga el impacto que la pandemia ocasionó ya que, a un año de la llegada del COVID-19 hay 5.3 millones de personas más en pobreza laboral en México.

    La evolución de la pobreza laboral en el país ha sido dispar para hombres y mujeres, donde son las mexicanas las que se han enfrentado a mayores niveles de pobreza laboral a lo largo de los años. En particular, en el 1T2021, el nivel de pobreza laboral observado en mujeres (41.3%) fue mayor al de los hombres (37.4%) y además se encontró 1.9 puntos porcentuales por encima de la proporción a nivel nacional (39.4%) en el primer trimestre del año.

    A nivel estatal las diferencias por género persisten, donde en todas las entidades federativas del país hay más mujeres que hombres en situación de pobreza laboral. A nivel agregado, hay 20% más mujeres que hombres en esta situación. Por entidad federativa la proporción se mantiene en un rango similar que, a nivel nacional, donde hay entre 10 y 20% más mujeres que hombres en pobreza laboral. La única excepción es el caso de Jalisco, en donde la situación se acentúa, ya que hay cerca de 30% más mujeres que hombres que en pobreza laboral.

    Ante esta situación dispar, la organización México, ¿cómo vamos? presenta la primera edición de sus #SemáforosEconómicos por género de informalidad y pobreza laboral. La amplia brecha de género que se observa en el desempeño reciente de estas dos variables y el impacto que tuvo la crisis del COVID-19 principalmente en las mujeres del país se puede observar en sus #SemáforosEconómicos.

    Con ello, MCV enriquece el análisis de la evolución y recuperación económica a partir del mercado laboral, en concreto con la revisión de la pobreza e informalidad laboral tanto en hombres como en mujeres ya que, el desempeño de estas variables afecta directamente al bienestar de los mexicanos y mexicanas que mediante sus esfuerzos buscan mejorar las condiciones de vida para ellos y sus familias.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2021/05/crisis-covid-mujeres-pobreza-informalidad-laboral/

  • Pobreza laboral alcanza a 50.1 millones de mexicanos: sobre todo mujeres y en el sector informal

    Pobreza laboral alcanza a 50.1 millones de mexicanos: sobre todo mujeres y en el sector informal

    En el primer trimestre del año, la población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria aumentó de 35.6 por ciento a 39.4 por ciento, según el último reporte del Coneval, lo que significa que 50.1 millones de personas no tienen ingresos laborales suficientes para cubrir necesidades básicas en el hogar.

    Entre los factores de este retroceso se indica que el ingreso laboral real bajó 4.8 por ciento y la canasta alimentaria se encareció 3.7 por ciento en zonas urbanas y 4.0 por ciento en zonas rurales.

    El reporte del Coneval dice que la pobreza laboral aumentó en 26 de las 32 entidades federativas, sobre todo en la Ciudad de México, con un incremento de 14.9 por ciento; Quintana Roo con 10.1 y Baja California Sur con 8.3 por ciento.

    Al analizar los datos disponibles, la organización México cómo vamos expuso que del total de 50.1 millones de personas en pobreza laboral, 27.1 millones son mujeres y 23 hombres.

    En la siguiente gráfica se expone el retroceso de la masa salarial, que es monto total del pago de los trabajadores, la cual disminuyó 3.8 por ciento entre el primer trimestre 2020 y el mismo periodo del 2021, al pasar de 218 mil 146 mil pesos a 209 mil 821 millones.

    El reporte del Coneval dice que entre el primer trimestre de 2020 y primer trimestre de 2021, se observa una disminución de 2.1 millones en el número total de personas ocupadas, sobre todo en el sector informal, donde se presentó un descenso de 5.5 por ciento, mientras que en el sector formal esta disminución fue 2.6 por ciento.

    También se indica que en periodos recientes ya hay diversos indicadores económicos que apuntan signos de recuperación, entre ellos el Indicador Global de la Actividad Económica y el registro de ocupados en el IMSS.

    Toda la información e imágenes son de ARISTEGUI NOTICIAS.
    Link original: https://aristeguinoticias.com/1905/mexico/pobreza-laboral-alcanza-a-50-1-millones-de-mexicanos-sobre-todo-mujeres-y-en-el-sector-informal/