Autor: Editora

  • Grandes mujeres a las que les robaron el nombre

    Grandes mujeres a las que les robaron el nombre

    Esta es la historia de cuatro creadoras a las que un hombre les robó su nombre, mujeres opacadas por una sociedad que las rodeó de obstáculos. Sin embargo, el tiempo les hizo justicia…

    A través de los siglos, grandes mujeres han escondido sus obras bajo un pseudónimo masculino para protegerse de las cortas posibilidades de reconocimiento que la sociedad les ha otorgado históricamente. Le sucedió a Violet Paget (Vernon Lee), a Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero) y a Mary Ann Evans (George Eliot), por citar algunas. De no ser por los nombres y apellidos que encubrieron el género de estas autoras probablemente nunca hubieran sido publicadas, y mucho menos alcanzado la popularidad. Esto también se extendió a otros ámbitos, el de las mujeres científicas, músicos, pintoras, fotógrafas, escritoras, cuyos nombres han sido opacados u ocupados por el de un hombre sin que ellas tuvieran conocimiento, avalados por una sociedad a la que le resulta(aba) imposible atribuir a las mujeres capacidades más allá de lo doméstico, el matrimonio o la maternidad.

    Sofonisba Anguissola (Cremona, c. 1535-Palermo, 1625) 

    La primera mujer pintora reconocida en la historia del arte, nació en la plenitud del renacimiento, en el seno de una familia noble de Cremona (actual Italia). Sofonisba recibió desde temprana edad educación en artes con algunos de los renacentistas más reconocidos de la época, como Bernardino Campi, Bernardino Gatti y Miguel Ángel. Su tutelaje sentó un precedente para que las mujeres fueran aceptadas como estudiantes de arte, sin embargo, no tardó en enfrentarse con las limitantes que la sociedad imponía para su sexo: no estaba permitido que estudiara anatomía o dibujo del natural; era inaceptable que una mujer viera cuerpos desnudos.

    Con sólo 25 años, en 1559 fue invitada a la Corte de Felipe II. Se trasladó a Madrid para fungir como retratista de la corte y dama de compañía de la nueva reina,  Isabel de Valois. A pesar de tener un amplio reconocimiento, su condición de mujer la enfrentó a un nuevo obstáculo. Sus retratos más distinguidos de la corte española, específicamente el de Felipe II o el de Isabel de Valois sosteniendo un retrato de Felipe II, fueron atribuidos durante siglos a Juan Pantoja de la Cruz, quien fue el retratista más importante de la corte durante el reinado de Felipe II y Felipe III. Luego de un proceso de revalorización en los años cuarenta del siglo pasado, la autoría fue adjudicada a Alonso Sánchez Coello, con quien Sofonisba trabajó estrechamente en la corte hasta aproximarse a su estilo.

    La autoría de Sofonisba Anguissola se consolidó hasta 1990, a partir de la exposición “Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II” que tuvo lugar en el Museo del Prado. Se realizaron análisis técnicos de las dos obras en función del retrato de la reina Ana de Asturias, pintura confirmada de Sofonisba. Los investigadores concluyeron con la definitiva adjudicación de ambas obras a la pintora cremonesa.

    Sidone-Gabrielle Colette (Saint-Sauveur-en-Puisaye, 28 de enero de 1873 – París, 3 de agosto de 1954)

    Las ambiciones rupturistas de Sidonie-Gabrielle Colette la llevaron a explorar los terrenos de la dramaturgia, la actuación, el cine, la crítica literaria, teatral, cinematográfica y de moda, la crónica bélica y el oficio de bailarina y cabaretera. Pero su faceta de novelista fue, sin duda, la más revolucionaria para la escena sociocultural francesa de principios del siglo XX. Con sus  textos, reflejo de su vida libertina, logró enloquecer a la juventud parisina y crear el modelo de la adolescente moderna.

    Con sus memorias escolares y experiencias de la juventud, sembró su primer éxito editorial en 1900: Claudine, cuyos frutos fueron cosechados por su esposo, Henry Gauthier-Villars, apodado Willy, quien firmó su nombre sobre el texto de su esposa. Rápidamente fue aclamado por el público lector de París, cuyas calles se inundaron con jovencitas vestidas de colegialas. La osadía de Colette para mantener relaciones bisexuales, andar de melena corta y pantalones en un contexto de nula liberación femenina, fue la estrategia publicitaria que Willy utilizó para crear expectativa en cada nueva entrega de Claudine.

    Colette, hastiada de ser concebida como la esposa burlada por el adulterio, se divorció y emprendió un juicio contra la explotación laboral a la que había sido sometida por su exmarido al ser encerrada y obligada a realizar jornadas de escritura de hasta 16 horas. La demanda también pretendía devolverle los derechos sobre las primeras cuatro entregas de las Claudine, que para 1907 ya había vendido medio millón de ejemplares.

    Después de lograr su independencia, Colette se entregó al camino de la reinvención constante, que la llevó a lograr grandes méritos como ser la primera novelista en ingresar en la Academia Goncourt y la primera mujer en presidirla, entre 1949 y 1954. Después de fallecer se convirtió en la primera mujer en ser despedida con honores por Francia.

    Rosalind Franklin  (Reino Unido, Londres, 25 de julio de 1920-Londres, 16 de abril de 1958)

    El padre de Rosalind Franklin no estaba de acuerdo en que su hija asistiera a la universidad, pero con la ayuda de las mujeres de su familia, en 1938, Rosalind logró estudiar química en la Universidad de Cambridge, donde también se doctoró en 1945. Trabajó en la Asociación Británica para la Investigación del Uso del Carbón en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado, en París, donde aprendió la técnica de difracción de Rayos X. Este conocimiento le consiguió una plaza en la universidad King’s College de Londres, como experta en la materia.

    A pesar de que los dos años que Rosalind trabajó en King’s College fueron cruciales en su carrera, la experiencia no fue grata. Desde su llegada le exasperó ser excluida de los debates informales entre los colegas investigadores, pues a las mujeres no se les permitía el acceso a la sala común de café y descanso del departamento. Rosalind tuvo roces laborales con Maurice Wilkins, investigador del King’s College, que llevaba muchos años trabajando en el ADN sin lograr ningún progreso.

    Rosalind aplicó sus conocimientos en rayos X a la estructura del ADN y pronto consiguió la famosa Foto 51, una radiografía de una nitidez sin precedentes, en la que podía observarse perfectamente la estructura de la molécula en forma de equis. Luego de que Wilkins la considerara una “simple ayudante”, Franklin decidió no compartir sus resultados con él. Pero, sin que ella lo supiera, Maurice Wilkins vió la Foto 51 y compartió los resultados con sus colegas de Cambridge, Francis Crick y James D. Watson.

    Diez años después y gracias a las bases sentadas por Rosalind Franklin, imprescindibles para la comprensión de la estructura del ADN, en 1962, la Real Academia Sueca de Ciencias otorgó a Wilkins, Crick y Watson el premio Nobel de Medicina por su descubrimiento. Rosalind Franklin murió cuatro años antes de la premiación, sin recibir siquiera una mención por parte de los tres científicos en sus respectivos discursos de aceptación.

    Rosalind pasó sus últimos años en la Universidad de Birkbeck, donde lideró a su propio equipo de investigadores en el estudio de la estructura molecular de los virus. En 1982, su compañero, Aaron Klug, ganó el premio Nobel de Química, gracias a la continuación de la investigación emprendida por Rosalind Franklin.

    Margaret Keane (Nashville, Tennessee, 15 de septiembre de 1927) 

    Margaret Kane pintó su primer cuadro profesional en 1959. Los ojos grandes que caracterizaban sus retratos de niños, mujeres y animales domésticos, pronto ganaron popularidad en Estados Unidos. Margaret firmaba como Keane cada una de sus pinturas y confiaba la distribución a su esposo, Walter Keane, quien vio en la ambigüedad de la firma de su esposa la oportunidad para adjudicarse la autoría y convertirse así en uno de los pintores más populares del mundo en la década 1960.

    Las obras se vendían muy bien. Pronto se volvieron vecinos de celebridades hollywoodenses como Natalie Wood, Robert Wagner y Joan Crawford, que conformaban las lista de clientes de Walter. Margaret pasaba en su estudio jornadas de hasta 16 horas pintando los retratos que después su marido se adjudicaría.

    Margaret se enteró del hurto una vez en un club nocturno de San Francisco, donde Walter exhibía y vendía las pinturas, cuando alguien se acercó y le preguntó si ella también pintaba. En 1986, 12 años después del divorcio, demandó a su exmarido por difamación. El juez les pidió a ambos que dibujaran un retrato en ese preciso momento. Ella pintó a un niño de enormes ojos tristes en apenas 53 minutos. Él se negó a hacerlo alegando que tenía un problema en un hombro. El jurado falló a favor de Margaret y condenó a Walter Keane a una retribución de cuatro millones de dólares por daños emocionales y menoscabo a su reputación. Actualmente los cuadros de Margaret están valuados hasta en 200,000 dólares.

    Estas grandes mujeres son tan solo unos pocos ejemplos, pues a lo largo de la historia se pueden encontrar cientos de nombres sustituidos, arrancados de su verdadera dueña, para darle crédito a un hombre. Contar los nombres verdaderos es, de alguna forma quizá laxa, reivindicarlas y darles el lugar que merecen.

    Toda la información e imágenes son de GATOPARDO.
    Link original: https://gatopardo.com/noticias-actuales/las-grandes-mujeres-a-las-que-les-robaron-el-nombre/?fbclid=IwAR2j9NyV3RTvVRyYJPxZni0owgrMZ9ixFKd_XBRr6L7dy_lJqgAuaggyTFo

     

  • Ladrillos de plástico, ejemplo de sustentabilidad en la arquitectura

    Ladrillos de plástico, ejemplo de sustentabilidad en la arquitectura

    En Kenia, una empresa de mujeres ha creado un nuevo tipo de ladrillo, más resistente que el de hormigón y eco friendly.

    Lo sustentable es el futuro, ya lo hemos mencionado. Día a día, la arquitectura nos muestra como existen herramientas y materiales que nos permiten cuidar al medio ambiente. Utilizar los desechos de plástico personales y de grandes fabricas para construir ladrillos es posible y viable. Gjenge Maker, empresa ubicada en Kenia, África es prueba de ello.

    https://www.instagram.com/p/CKwdedrgStX/?utm_source=ig_web_copy_link

    Empresa creativa que ve posibilidades en la basura

    Con una producción de mil quinientos ladrillos al día la empresa Gjenge Makers desarrollada por la ingeniera de materiales Nzambi Matee, aprovecha los residuos de plásticos de las fabricas de Kenia, África para crear ladrillos sustentables y eco friendly. Gjenge Makeer se ubica en Nairoibi, capital de Kenia y desde su inauguración en 2017, ha reciclado veinte toneladas de residuos de plástico empleando el método y proceso creado por Matee.

    https://www.instagram.com/p/B58fs1Tgx8o/?utm_source=ig_web_copy_link

    La mujer detrás de la idea

    En diciembre del año pasado, Nzambi Matee recibió el premio Jóvenes Campeones de la Tierra de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, «por desarrollar materiales de construcción alternativos, sostenibles y asequibles, así como por promover la cultura del reciclaje en Kenia y África».

    Nzambi Matee es ingeniera de materiales y ha creado un método para reciclar los residuos de platico y fabricar ladrillos con ellos. Mucho se ha pensado acerca de la durabilidad y capacidad de los ladrillos fabricados por la empresa de Matee, sin embargo, ella misma menciona que «nuestro producto es casi de cinco a siete veces más resistente que el hormigón». La ingeniera en materiales ha diseñado sus propias maquinas con las cuales procesa el plástico que obtiene de las fábricas gratuitamente o en su caso, paga a otros medios para obtener residuos. Actualmente, Gjenge Maker la empresa de Nzambi Matee produce mil quinientos ladrillos al día y aproximadamente un ladrillo llega a costar 7.70 dólares.

    «Estaba cansada de estar al margen» mencionó Nzambi Matee para una entrevista. Por lo que la ingeniera en materiales decidió que ya era hora de hacer algo con los millones de residuos plasticos en el mundo. Hoy en día, la fabrica de ladrillos sustentables de Matee cuenta con tres maquinas, que han reciclado desde el 2017 veinte toneladas de basura.

    https://www.instagram.com/p/B-eVrcgFl-e/?utm_source=ig_web_copy_link

    Empresa sustentable con ideas ecologías y herramientas ecofriendly

    Gjenge Maker utiliza diferentes tipos de plástico como el polietileno de baja densidad, usado en las bolsas de cereal o de supermercado, polietileno de alta densidad, ubicado en envases de crema, leche o yogurt, y el polipropileno, que se encuentra en las tapas de refrescos o cuerdas. Cabe mencionar que Gjenge Maker no trabaja con PET, tereftalato de polietileno, uno de los plásticos más comunes ya que se encuentra en todas las botellas de plástico más usadas: refrescos y agua.

    El proceso y método creado por Matee consiste en mezclar con arena todos los residuos de plástico para después calentarlos y comprimirlos en ladrillos con la ayuda de moldes, diseñados también por Matee. Los ladrillos creados se venden a diferentes precios dependiendo de su grosor y color. No sólo lo sustentable de estos ladrillos proviene del uso de materiales reciclados para su fabricación, sino también en su peso más ligero, en comparación de los de concreto, lo cual facilita la transportación e instalación ya que se realiza más rápido.

    Un gran futuro le espera a Nzambi Matee y a su empresa Gjenge Maker. Ya tienen un objetivo fijo de reciclar cincuenta toneladas de residuos plásticos para fin de este año y Matee busca aumentar su distribución de ladrillos a toda África «para impactar y motivar a otras personas, otros jóvenes a hacer tareas similares en diferentes lugares».

    Toda la información e imágenes son de AD MAGAZINE.
    Link original: https://www.admagazine.com/arquitectura/la-empresa-que-tranforma-el-plastico-en-ladrillos-20210209-8099-articulos.html

  • Dejad que las mujeres envejezcamos en paz

    Dejad que las mujeres envejezcamos en paz

    Hace poco, hablando con unas amigas sobre cómo la sociedad se enfrenta al envejecimiento femenino  me vino a la mente un reciente caso claro de doble rasero. Recordé cuando en 2019 se empezaron a publicar unas imágenes de Keanu Reeves –la persona favorita de todo internet– junto a una mujer que, según decían los rumores, era su nueva pareja. Esta mujer es Alexandra Grant, una artista que vive en Los Ángeles, de la que los medios destacaron sobre todo un detalle: que ha decidido no teñirse el pelo y lucir sus canas sin complejos. Así que, mientras internet se deshacía en elogios hacia Keanu Reeves por salir con una mujer más o menos de su edad –el actor tenía en aquel momento 55 años y ella 46–, rompiendo así con el tópico hollywoodiense de hombres mayores que solo salen con mujeres jovencísimas (hola, Leonardo DiCaprio), muchos aprovecharon para cebarse con ella, criticándola por no teñirse el pelo, – cosa que por cierto, se convertiría en tendencia durante los meses de pandemia – por parecer mucho más mayor de lo que es o por no preocuparse lo suficiente por su aspecto.

    Es normal que esta relación generase, y aun siga generando cierta expectación. Keanu Reeves es una persona de lo más discreta y, desde hace años, no aparecía en público con una pareja. Puesto que, dada su repentina fama en internet, la felicidad de Reeves parece haberse convertido en un asunto de estado, es normal que la gente se alegre de que el actor haya encontrado el amor. Más aún teniendo en cuenta que su pasado sentimental está marcado por la tragedia: en 1999, él y su pareja Jennifer Syme perdieron al bebé que acaban de tener y, dos años después, ella murió en un accidente de tráfico. Desde entonces, no se le han conocido otras parejas. La historia entre Reeves y Grant comenzó como una amistad, que derivó en una colaboración profesional –juntos publicaron el libro Ode to Happiness en 2011 y su secuela Shadows en 2016, e incluso han fundado la editorial X Artists’ Books– y poco a poco, se fue convirtiendo en algo más.

    https://twitter.com/jackiembouvier/status/1191694070785204224?s=20

    Así que es justo decir que muchas de las reacciones han sido positivas (algunas también han sido delirantes, como quienes confundieron a Alexandra Grant con Helen Mirren, algo que, por cierto, ella se tomó como un verdadero halago), pero las que no lo han sido se han centrado básicamente en criticar el aspecto de ella. Pasando por alto el hecho de que el listón está muy bajo si, en pleno siglo XXI, estamos alabando a un hombre por no elegir una pareja 30 años más joven que él, el caso de Alexandra Grant es un claro ejemplo de que a las mujeres siguen sin dejarnos envejecer en paz.

    Por mucho que insistamos en que el pelo gris es tendencia o en que las arrugas son de lo más natural, la presión por tratar de aparentar siempre menos edad de la que tenemos, sigue estando ahí. Y aunque es perfectamente normal que una mujer de 46 años tenga el pelo gris –yo estoy en la treintena y tengo un millón de canas en la cabeza–, seguimos asociándolo a la vejez. De hecho, al ver las fotos de la pareja por primera vez, mucha gente pensó que ella era mayor que él, cuando en realidad, Reeves tiene nueve años más que Grant.

    El problema es que la vejez, de acuerdo con los estándares de nuestra sociedad, es algo malo. En inglés existe el término ageism, que podría traducirse como edadismo o discriminación por edad. Hace referencia a las creencias, prejuicios y estereotipos que rodean a las personas mayores y que, en muchos casos, les llevan a vivir situaciones de discriminación en una sociedad donde lo que prima es la actividad, la productividad y la juventud. Tenemos asociada la vejez a ciertos aspectos indeseables que nos provocan rechazo y, por tanto, hacemos extensivo ese rechazo a las personas que ya han envejecido.

    Ni siquiera es el caso de Alexandra Grant, que no ha cumplido aún los 50, pero debido a su pelo canoso, todo el mundo se ha inclinado a pensar que es más mayor de lo que en realidad es. Y eso, al parecer, es un problema, porque los estándares de belleza que se  nos aplican a las mujeres dictan que alguien con el pelo gris debería teñírselo para no aparentar más edad de la que tiene. A las mujeres solo se nos permite envejecer si seguimos estando guapas, o al menos, esforzándonos por estarlo. Si no te tiñes el pelo no pareces estar esforzándote mucho. Y sinceramente, ¿por qué tendríamos que esforzarnos si no queremos? El color de pelo debería ser una simple elección estética más y no un signo que determine nuestra edad o el empeño que ponemos en nuestro cuidado personal. Ya es hora de que a las mujeres nos dejen envejecer como nos de la gana, con canas o sin ellas, que nos dejen mostrarnos como más cómodas nos sintamos sin ser juzgadas por todas y cada una de nuestras decisiones estéticas.

    Toda la información e imágenes son de FREEDAMEDIA.
    Link original: https://freedamedia.es/2021/05/17/dejad-que-las-mujeres-envejezcamos-en-paz-2/

  • Un cuento para hablar del (no tan obvio) derecho de las madres a viajar y tener tiempo libre

    Un cuento para hablar del (no tan obvio) derecho de las madres a viajar y tener tiempo libre

    La escritora Coral Herrera ha querido poner el foco en el derecho de las madres a tener ocio, descanso: «He pasado tres años agotada con la crianza».

    «Nos dimos cuenta de que Mamá quería realmente ir a las montañas, y nos sentíamos extraños imaginándonos tres o cuatro días ¡y cuatro noches! sin ella». Estas palabras son de Manu, un niño de 10 años y uno de los protagonistas del cuento ‘Mamá se va de viaje’. Un día su madre anuncia a toda la familia que se va a ir de viaje con unas amigas. Y comienzan los problemas, las reticencias e incluso los enfados. Con este hilo conductor, la escritora Coral Herrera ha querido poner el foco en el derecho de las madres a tener ocio, descanso y tiempo libre. Algo que, aunque parezca obvio, no lo es tanto en la práctica.

    «Mis amigas me llevan reclamando desde hace mucho tiempo que nos vayamos juntas de viaje», explica la autora sobre la idea del cuento. En su caso comenta que todos los años les ha dicho que no por cuestiones relacionadas principalmente con la lactancia. En paralelo recibió la propuesta de la empresa Getting Better para realizar, mediante el Ayuntamiento de la localidad madrileña de Humanes, una publicación sobre la igualdad y la corresponsabilidad. Y el resultado se puede descargar libremente, incluyendo también una completa guía didáctica con datos y consejos para trabajar el cuento con niños y niñas de 8 a 14 años.

    Reflexiona Herrera sobre su caso personal e incide en que hay que hablar sobre la «energía» y el «tiempo» mientras eres madre. «Yo me he pasado tres años agotada por la crianza y el trabajo», reconoce. «Cuando reivindico los derechos de las mujeres uso mucho la estadística del tiempo libre. Es un dato que permite entender por qué no hay igualdad entre hombres y mujeres. Le digo a la gente que es imposible quererse bien en una pareja cuando no hay un equilibrio en el uso del tiempo libre. Muchos de mis amigos hacen deporte, se preparan oposiciones, hacen máster, tienen su grupo de rock como cuando eran adolescentes y nosotras no. Veo que hay una desigualdad profunda», comenta la escritora. «Yo llevo varios años sin ver una serie y hace mucho que no leo una novela. El poco tiempo disponible lo uso para dormir porque no tengo energía. Hay gente que no se lo cree», añade.

    En un primer momento, Herrera iba a plantear un cuento en el que la madre quería tiempo para poder estudiar otra carrera. «Pero claro, es muy fácil pedirle al compañero colaboración para algo importante que sea productivo como lo entendemos en el capitalismo. Es interesante plantearlo con algo improductivo, dedicarte a lo que te gusta, tiempo para aficiones, pasiones, descansar o no hacer nada. Me parece muy importante reivindicar el derecho de las mujeres madres, sobre todo con críos muy pequeños, a poder divertirnos. Porque es un tema de salud mental y emocional. Una de las principales reivindicaciones del feminismo debería ser esa, el derecho de las mujeres a disfrutar, al placer y tener un ratito de tiempo para nosotras mismas», argumenta.

    La familia del cuento está formada por dos niñas, dos niños y un padre. Y como es lógico centra también su mirada en el papel del hombre. «Cuanto más tiempo dedican los hombres a las tareas, más tiempo libre tiene la mujer», afirma Herrera. Para ella, el punto álgido del cuento es cuando el padre se da cuenta de que no es justo que él pueda irse de viaje y ella no.

    Y por supuesto, otro foco importante se sitúa en los hijos. «Las mamás nos desdibujamos un poco en la crianza. Y hay un momento en el que un niño descubre que su madre es una persona. Eso le pasa a Manu en el cuento. Los niños y niñas deben ver a sus mamás como personas que tienen derecho a hacer cosas que les gustan y que lo disfrutan. Y que además luego la mamá vuelve más contenta. Está apuntada la idea de que hay que cuidar a la mamá, que los niños pueden aportar su granito de arena para que su mamá tenga una buena vida», destaca la autora.

    No sentirse culpable

    El tener tiempo y el derecho al cuidado y al autocuidado es un tema que han trabajado mucho organizaciones feministas como el club de MalasMadres. Han publicado recientemente un informe titulado «La hora de cuidarse«, que destaca que 9 de cada 10 mujeres se sienten culpables si realizan actividades de tiempo libre por tener la sensación de estar restando tiempo a su familia.

    «Detrás de ese sentimiento de culpabilidad están estos roles aprendidos, estas creencias de cómo ser una buena madre, que pasa por ser una madre abnegada y completamente disponible para nuestra familia», comenta Maite Egoscozabal, responsable de Investigación Social del Club de Malasmadres y la Asociación Yo No Renuncio.

    En línea con el cuento de Herrera, consideran desde MalasMadres que este tipo de actividades son un derecho para todas. «Esos viajes con amigas y escapadas deberían estar subvencionadas por el Estado para nuestra salud mental. Lo decimos en plan humor, pero hay que romper con esa creencia de que si eres madre no puedes irte de viaje o hacer ciertas cosas», comenta Egoscozabal. «Una de nuestras frases preferidas es entender el autocuidado como un derecho y no como un privilegio», añade.

    Según su visión, si una madre se cuida, eso se va a traducir en un bienestar propio y, en consecuencia, de la propia familia. «Convertirse en una madre abnegada logrará lo contrario, que te sientas frustrada, que veas que tu M de madre está chafando tu M de mujer y que por tanto te sientas mal. Y eso se va a traducir en malestar familiar», señala.

    Para este colectivo, libros como el de Herrera son fundamentales. O lecturas que muestren un modelo de mujer diferente al que hemos aprendido una generación. «Nos hemos criado con cuentos donde la figura de mujer y madre que se representaba tenía más que ver con estas mujeres entregadas a la familia», afirma. Pero incide en una cosa: «el mejor ejemplo es practicarlo». «Es fundamental explicar a tus hijos el por qué mamá se va a pasear, con sus amigas, a un concierto o a tomar café. El visibilizar que mamá está cansada, que necesita tumbarse, descansar, estar una hora leyendo un libro porque le apetece. Ese tipo de cosas es también poner un límite y que los niños entiendan que el espacio de desarrollo personal es importante».

    Para Egoscozabal, «el valor del cuidado pasa por entender quién está cuidando y quién cuida al cuidador». Es decir, «un cuidado recíproco». «El ejemplo es fundamental, porque es lo que ven los niños y lo que acaba reproduciéndose», incide. Eso es lo que practica Mariana, la protagonista del cuento, viajando a la montaña con sus amigas de toda la vida. Y como dice su hijo Manu al final: «A partir de ese viaje, nuestra vida cambió: desde que Mamá empezó a tener tiempo libre para hacer las cosas que le gustaban, ya no está siempre agotada, a menudo canta y casi siempre está de muy buen humor».

    Toda la información e imágenes son de EL DIARIO.ES
    Link original: https://www.eldiario.es/nidos/cuento-hablar-no-obvio-derecho-madres-viajar-tiempo-libre_1_7850994.html

  • Fepade registró 33 denuncias por violencia política contra mujeres en un mes

    Fepade registró 33 denuncias por violencia política contra mujeres en un mes

    En un mes, la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) recibió 33 denuncias por delitos de violencia política contra mujeres.

    La Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) ha recibido 33 denuncias por posibles delitos de violencia política contra mujeres.

    Así lo indicó a través de un documento publicado en las redes sociales de la Fiscalía CDMX, en el que destacó que las más de 30 denuncias se realizaron del 5 de abril a la fecha y que al menos 14 de las 33 mujeres que dennunciaron violencia política recibieron medidas de protección.

    Otros delitos electorales

    Aseveró que al 15 de mayo, se han recibido en la Fepade, 162 denuncias, de las cuales, el 30% están relacionadas con la colocación, retiro, destrucción y sobreposición de propaganda de política electoral, agresiones verbales y físicas contra candidatos, brigadistas, simpatizantes, voluntarios y la ciudadanía, derivados de actos de promoción de las candidaturas, así como amenazas e intimidación para realizar actos proselitistas.

    En este sentido añadió que los partidos políticos, coaliciones, candidatas y candidatos están obligados a generar y respetar a fin de evitar ser sancionados.

    Los partidos políticos tienen la obligación de conducir sus actividades dentro de los cauces legales y ajustar su conducta y la de sus militantes a los principios del estado democrático, respetando la libre participación política de los demás partidos políticos y los derechos de los ciudadanos.

    Debido a esto, la Fepade emitió un exhorto a dirigentes de partidos políticos y coaliciones, candidatas, candidatos, organizadores de actos de campaña e integrantes de comités de campaña, militantes, simpatizantes, integrantes de brigadas y voluntarios.

    En este, los invitó a conducirse de manera pacífica y respetuosa dentro del marco normativo que regulan las campañas electorales y las actividades de promoción del voto.

    También los llamó a abstenerse de destruir propaganda política, así como a no caer en provocaciones que deriven en agresiones verbales y físicas, amenazas o descalificaciones por cualquier medio.

    Toda la información e imágenes son de ADN 40.
    Link original: https://www.adn40.mx/mexico/fepade-33-denuncias-violencia-politica-mujeres-erv

  • 3 mujeres chef frente a la pandemia

    3 mujeres chef frente a la pandemia

    Antes de que la pandemia irrumpiera había poco más de 600,000 restaurantes en todo el país, de los cuales han cerrado por lo menos 90,000.

    «Es terrible decirlo, pero me he esforzado tanto para que olviden que soy una mujer, para que los hombres me acepten», dijo en 2018 Anne-Sophie Pic, la única mujer que dirige un restaurante con tres estrellas Michelin en Francia. Eso antes de que la pandemia golpeara sector restaurantero de México y el mundo, sin embargo, el sexismo en la industria no se esfumó ni siquiera mientras chefs -hombres y mujeres- buscan sobrevivir al impacto de la emergencia sanitaria.

    Tal es el caso de Viviana Parra, chef del restaurante SIMA café y del proyecto Dos Puntos Cervecería, ambos ubicados en Colima. “He aprendido a defenderme de actitudes machistas, pero sobre todo aprendí a trabajar en todas las áreas de un restaurante, porque existe la idea de que las mujeres sólo deben estar en repostería o en fríos. Y aunque sigo peleando porque tengo a mi cargo a varios cocineros hombres que no siempre comulgan con mis ideas, mi principal foco es sobrevivir el embate de la pandemia”, dice.

    Parra inició el proyecto en diciembre de 2019, y justo en los primeros meses de 2020 llegaron los tanques para hacer la cerveza. Pero a las semanas se les vino la pandemia encima con todo y el confinamiento.

    El ingenio fue una herramienta para Viviana Parra y su equipo porque, debido al corte en el insumo de maltas, con la contingencia sanitaria, tuvieron que trabajar con lo que tenían. Y después iniciaron las negociaciones con proveedores para que pudieran operar bajo esquemas más flexibles que les permitieran comprar al día.

    “También he encontrado modos de preservar más los alimentos. Yo compro diario, nada enlatado o congelado, eso me ha llevado a buscar opciones para que la comida dure el mayor tiempo posible sin gastar más para lograrlo, porque obviamente no estamos operando bajo las proyecciones originales de ganancias”, explica la empresaria.

    Antes de que la pandemia irrumpiera había poco más de 600,000 restaurantes en todo el país, que que generaban 2 millones de empleos de forma directa y 3.5 millones de manera indirecta.

    Y ahora por lo menos 15% de las unidades, es decir, 90,000 no sobrevivirán a esta crisis, de acuerdo con Germán González, presidente de Canirac.

    Para Lula Martín Del Campo, chef y dueña del restaurante Cascabel, en la Ciudad de México, la pandemia todavía no termina. “Seguimos reinventándonos acorde a la nueva normalidad para garantizar la continuidad del negocio, no sólo por la estabilidad económica sino para encontrar una oferta para quienes volverán con más tranquilidad cuando todo pase”, dice.

    De acuerdo con estimaciones de Deloitte, un restaurante requiere vender entre 60% y 70% del volumen de sus ingresos antes de la pandemia, considerando que su margen de ganancias, antes del COVID-19, rondaba el 30%.

    La chef, que en 2011 obtuvo, con su primer libro de recetas, el premio The Best Woman Chef Cookbook in Mexico, tiene dos prioridades a la hora de tomar decisiones: seguir manteniendo los trabajos y que el restaurante no muera.

    Los aliados de las chefs en México

    Viviana Parra asegura que el apoyo que recibió por parte de Canirac y de Concanaco, dos cámaras involucradas con el desenvolvimiento del sector en el país, fue determinante para implementar los cambios necesarios para que su negocio naciente saliera al mercado.

    “Ellos nos recomendaron cursos del IMSS para certificarnos en términos de medidas de seguridad sanitaria. También como intermediarios entre los proveedores que accedieron a probar nuevos calendarios de entrega y pago”, aseguró.

    En el caso de Martín del Campo, aunque en varias ocasiones pensó en cerrar Cascabel, ha recibido la ayuda que el negocio necesitó de dos frentes principalmente: “Las marcas nos han ayudado a sortear este bajón financiero a través de intercambios económicos”, dice sobre firmas como La Costeña, que le ha dado productos para Cascabel a cambios de clases o asesorías impartidas por ella.

    También menciona que la colaboración con aplicaciones de delivery ha sido determinante para adaptar su oferta y que sea posible que los clientes consuman a distancia, desde sus domicilios. “Aplicaciones como Rappi han negociado con nosotros las tarifas de sus comisiones con la intención de que nos vaya bien a todos”, dice.

    Uno de los problemas a los que se enfrentó en medio de la transición para ser un restaurante que ofrece comida a domicilio fue reproducir la experiencia del fine dinning, restaurantes especializados que no solamente ofrecen platillos, sino toda una experiencia gastronómica.

    La cocinera reestructuró el menú para ser más inteligente y práctico y ahora cuentan con 30 platillos, a diferencia de los 50 que ofrecían antes de la pandemia.

    “Rappi abrió una nueva categoría de alta cocina en su app y ahora nos ofrecen mejores condiciones porque los repartidores tienen mejor capacitación y nos ayudan a entregar nuestros platillos sin ningún inconveniente”, afirma.

    Martín del Campo llegó a un acuerdo con los caseros que rentan el local donde está ubicado Cascabel, en Park Plaza de Santa Fe. “Acordamos que íbamos a pagar un 12% de las ventas”, de esa forma por lo menos una parte de su gasto operativo es proporcional a los ingresos que genera el restaurante.

    Con los proveedores también llegó a un entendimiento en el que, desde septiembre de 2020, las compras de insumos se hacen al día con el fin de adquirir únicamente lo que necesitan.

    “Cascabel vive al día, pero no tiene deuda”, afirma.

    Por último, la cabeza del restaurante decidió solicitar más dinero a los socios. De los ocho asociados, sólo tres decidieron poner una parte adicional, la cual está siendo liquidada ahora que el sector pudo operar con normalidad debido a que Ciudad de México pasó a semáforo amarillo.

    No ha sido fácil. La empresaria asegura que no ha recibido sueldo desde hace un año y que gracias a los intercambios con las marcas ha podido tener ingresos para cumplir con sus compromisos personales.

    Por su parte, María Elena Lugo, fundadora y chef del restaurante Nicos, asegura que al igual que mujeres mexicanas “que hacen rendir el presupuesto de sus familias”, ella ha buscado la forma de que el restaurante que fundó con su hijo Gerardo Vázquez sobreviva.

    “La pandemia nos dejó seguir buscando y creando platillos de lo que que tengamos en el restaurante. Además, por el tema asociado a la salud, buscamos eliminar grasas y ahora los platillos no tienen nada de grasa adherida”, cuenta.

    Nicos ha recibido un golpe económico muy fuerte y de acuerdo con su fundadora todavía falta mucho que abonar a sus proveedores, de los que recibieron créditos a tasas preferenciales. “Pedimos créditos a bancos, pero a la larga nos convino más negociar directo con los proveedores pues ellos saben bien por lo que la industria está pasando”, explica.

    Al respecto, el estudio ‘Experiencias para el cliente: el ‘ingrediente’ de los restaurantes en 2021’, que publicó Deloitte en enero asegura que frente a las constantes restricciones del consumo presencial de alimentos, los miembros de la industria se vuelcan a un modelo de negocio a domicilio.

    “Sin embargo, sólo unos cuantos han podido tener ganancias y crecimiento en este entorno: aquellos que se han asegurado de brindar buenas experiencias a sus comensales, aun en casa, revisando que los alimentos «viajen bien» hasta los domicilios, que lleguen calientes y mantengan el sabor y la presentación que los caracterizan”, tal como narra Martín del Campo que trasladó la experiencia del “bien comer” a casa.

    Otros restaurantes han creado paquetes a domicilio que incluyen platillos con bebidas y postres, todo acompañado de una presentación estética para mayor disfrute de los comensales. De esta forma, la industria logró que 20% de sus compras, se dieran en linea, según la Cámara Nacional de la Industria de restaurantes y alimentos (Canirac).

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://mujeres.expansion.mx/actualidad/2021/05/18/3-mujeres-chef-frente-a-la-pandemia

  • Desmedido daño por la pandemia en el empleo femenino

    Desmedido daño por la pandemia en el empleo femenino

    El efecto económico de la pandemia del coronavirus ha impactado “desproporcionadamente” la participación de las mujeres en el mercado laboral mexicano, reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

    La fuerza laboral, representada por la Población Económicamente Activa (PEA), se redujo en el año reciente 1.63 millones de personas, al pasar de 57 millones en el primer trimestre de 2020 –justo antes del inicio del confinamiento para enfrentar la pandemia– a 55.3 millones de personas en marzo pasado, reportó el Inegi.

    De acuerdo con la encuesta, de los 1.63 millones de personas que salieron de la fuerza laboral en el periodo, 84 por ciento, 1.3 millones, son de sexo femenino. Así, a marzo pasado hay 29.7 millones de mujeres de más de 15 años que están fuera de la fuerza laboral; y de ellas, 17 por ciento –5.04 millones– afirmó estar disponible para trabajar, mientras que 80 por ciento aseguró que atiende otras ocupaciones o que enfrenta un entorno difícil para emplearse.

    “El impacto de la pandemia en el mercado laboral ha caído desproporcionadamente sobre las mujeres (…) tan sólo siete de cada 10 personas de los 2.1 millones que ya no están ocupadas también eran mujeres”, detalló Julio Santaella, presidente del Inegi, en su cuenta de Twitter.

    La pandemia no ha afectado a todos por igual, ha habido (y continúa habiendo) grupos de población especialmente vulnerables a los efectos del Covid-19. Es el caso de las mujeres.

    Guillermina Rodríguez, subdirectora de Estudios Económicos de Citibanamex, afirmó que “las mujeres han sido impactadas de manera desproporcionada, tanto en el ámbito laboral como en la dimensión más general de bienestar; asimismo, la reacción de política pública ha sido insuficiente”.

    La mayor pérdida de empleos se registró en el sector servicios, en donde la población ocupada cayó 1.9 millones de personas, y donde labora casi 80 por ciento de las mujeres.

    Con ello, la tasa de participación de las mujeres en la fuerza laboral descendió a 41.7 por ciento en enero-marzo del 2021, menor a la de 45.1 por ciento en el primer trimestre de 2020, lo que representa un retroceso a niveles de hace más de 15 años, según Rodríguez.

    Para Janneth Quiroz, subdirectora de análisis de Monex, el estallido de la pandemia en México provocó que las mujeres salieran de la PEA, debido a que muchas debieron ocuparse de cuidar a sus hijos y apoyarlos en sus estudios, ya que, a más de un año, las escuelas permanecen impartiendo educación de forma virtual.

    “Estimamos que una vez que se reanuden las clases presenciales, las mujeres empezarán a buscar empleo y regresarán al mercado laboral, ya que sin duda el cierre de las escuelas provocó un reajuste en la dinámica de las familias que se ve reflejado en el desplome de la ocupación laboral de mujeres”, explicó Quiroz.

    La ENOE, que fue realizada a partir de la nueva estimación de la población, precisó que hay 96.9 millones de personas con 15 años y más. Así, hay 2.4 millones de personas desempleadas que activamente están buscando trabajo; mientras que cerca de 7.3 millones de empleados están dispuestos a trabajar más y alrededor de 8.4 millones están disponibles, desempleados, pero sin buscar trabajo.

    Toda la información e imágenes son de LA JORNADA.
    Link original: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/05/18/economia/desmedido-dano-por-la-pandemia-en-el-empleo-femenino/?s=09

  • Nos obligaron a dejar nuestros trabajos: mujeres luchan con el desempleo que dejó la COVID

    Nos obligaron a dejar nuestros trabajos: mujeres luchan con el desempleo que dejó la COVID

    Entre enero y marzo de 2020, 1.6 millones de personas salieron de la fuerza laboral, de las cuales el 84% corresponde a mujeres.

    Como cualquier día, Marimar Salinas llegó a su trabajo en una empresa transnacional de venta de cosméticos por catálogo. En el corporativo ella era la encargada de toda la parte de comunicación en Latinoamérica. Era noviembre de 2020.

    Apenas se había sentado en su escritorio y un mail llegó a su bandeja de entrada: habría una reunión de trabajo a las 17:00 horas. Desde ese momento supo que algo no estaba bien.

    Continuó con sus tareas y a la hora marcada fue a la oficina de su jefe. “Ahí me dijo que me iban a liquidar”, dice Marimar de 44 años en entrevista.

    “Íbamos bien hasta que empezó la pandemia porque empezaron a recortar poco a poco personal de todos los niveles (…) el primer recorte fue muy grande y después cada quince días veías que se iba uno, se iba otro”.

    Al momento de notificarle que se quedaría sin empleo le dieron la opción de decidir cuánto tiempo más quería permanecer en su puesto, mientras arreglaba los pendientes que tuviera.

    En un acto de profesionalismo les indicó a sus jefes que se quedaría el tiempo necesario mientras capacitaba a quien ocuparía su lugar.

    “Yo les dije que si querían que capacitara a alguien que se fuera a quedar con mis labores porque no iban a contratar a nadie, entre varias personas iban a asumir lo que yo hacía, entonces yo les dije, ‘les entrego el área, les entrego todo y capacito a quien tenga que capacitar y después ya me voy’”, comparte.

    ¿Por qué hacerlo y no tomar tus cosas y ese mismo día dejar tu trabajo?

    “Viéndolo en retrospectiva ya veo que mejor hubiera hecho eso, pero no, la verdad es que finalmente está la responsabilidad y la parte profesional de cada persona, dices ‘no quiero quedar mal’ y finalmente hay que dejar las puertas abiertas, aunque te estén despidiendo y no haya opción de regreso”. Ella estaba por cumplir seis años en su trabajo.

    Desde hace seis meses Marimar no tiene un empleo formal. Desde que fue liquidada buscó a un amigo que estaba emprendiendo en el campo de los detergentes y sanitizantes biodegradables con quien se asoció.

    Ahora ese es su trabajo. Juntos desarrollaron un sanitizante para patitas de mascotas y sus accesorios, así como un sanitizante para accesorios de bebé.

    Sabe que los frutos de este emprendimiento, con suerte, se verán en tres años, pero no es algo que la detenga porque sabe que tiene que mantener a su familia.

    “Claro que es difícil. Mucha gente dice que es horrible, pero finalmente el ser empleado te da la comodidad y seguridad de tener tu dinero cada quincena, que si en diciembre tienes un poco de deudas sabes que va a llegar el aguinaldo, o el fondo de ahorro en las empresas que lo dan. Por supuesto que da una tranquilidad enorme, ahorita yo que estoy emprendiendo pues no estoy percibiendo nada porque en el inicio de un emprendimiento es pura inversión”, subraya.

    Con el dinero que le dieron por su liquidación es que ha seguido aportando para la casa y para cubrir las necesidades de sus dos hijos -de ocho y seis años, respectivamente-, y aunque su esposo también trabaja, recalca que desde hace mucho tiempo “en México ya es difícil vivir con un solo sueldo”.

    La pandemia de COVID-19 ha impactado en todos los niveles y sectores imaginables, sin embargo, el impacto que ha tenido entre las mujeres trabajadoras es preocupante.

    De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) del Inegi, entre enero y marzo de 2020, 1.6 millones de personas salieron de la fuerza laboral, de las cuales el 84% corresponde a mujeres.

    Se trata, lamentablemente, de una tendencia que se viene registrando desde el inicio de la pandemia.

    En octubre de 2020, Animal Político publicó, con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que, para marzo de 2020 -cuando inició la crisis sanitaria-, la tasa de desocupación de las mujeres era del 3%, unas 688 mil mujeres sin empleo y que estaban en busca de uno.

    Sin embargo, conforme pasaron los meses, la situación se fue recrudeciendo.

    Para julio, el desempleo entre las mujeres ya se ubicaba en el 6.34%, un incremento del 110%.

    Y aunque para agosto de 2020 la tasa de desempleo había tenido una ligera reducción al ubicarse en el 5.16%, es claro que las mujeres trabajadoras habían sufrido en mayor grado la crisis sanitaria al quedarse sin empleo.

    “Nos están obligando a tomar una pausa laboral que no queríamos”, lamenta Marimar. “Esto va a implicar un retroceso al país, al mundo laboral y a las mujeres como fuerza laboral. Y si estábamos buscando una igualdad laboral, híjole, pues es empezar desde cero (…) con el hecho de despedir sobre todo a mujeres se reafirma el hecho de que las mujeres deben estar en casa y son las que menos se necesitan en la oficina”.

    La mujer está clara en que destinará todo su trabajo y empeño en el emprendimiento de detergentes y sanitizantes biodegradables que tiene con su amigo.

    No descarta que en algún momento pueda buscar algún trabajo formal, pero de momento no es su prioridad. Ya lo vivió y con la crisis sanitaria es momento de tomar otras decisiones para bien de su familia.

    “Yo tuve la suerte de hacer un emprendimiento muy rápido, pero hay muchas (mujeres) que están en la búsqueda y obviamente está súper difícil”, agregó.

    Tengo la esperanza de que me llamen

    Andrea de 25 años estudió ingeniería textil en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). En junio de 2019 la joven se graduó y luego de buscar y buscar, en noviembre de ese mismo año encontró un empleo como auxiliar de graduación en una empresa de ropa para mujer. Cuatro meses después de terminar su carrera había conseguido un trabajo formal con las prestaciones mínimas de ley.

    Cuenta que estaba muy contenta, era un empleo que le gustaba y le permitía no solo poner en práctica los conocimientos adquiridos en la universidad, sino tener un aprendizaje continuo.

    Ya que su horario laboral era de lunes a viernes también tuvo la posibilidad de inscribirse a la especialidad de diseño de modas que estudia los sábados. Con su sueldo le alcanzaba para cubrir sus necesidades y pagar su preparación profesional.

    Sin embargo, la crisis sanitaria por el COVID-19 comenzó y poco a poco vio cómo lo que había construido comenzaba a desmoronarse.

    “Me salvé de varios recortes, como de tres, porque desde que mandaron a confinamiento empezaron a recortar. Yo regreso (al trabajo presencial) en junio y en agosto es cuando me dicen que ya no voy a poder continuar ahí”, comparte la joven.

    “Mi jefe me dijo que lamentaba perder mi ayuda porque yo era un buen elemento, porque tenía todo a tiempo. Yo todavía sigo con la esperanza de que algún día me llame (para volver)”.

    Cuando fue a recursos humanos, detalla, el encargado le dijo que lo mejor era liquidarla en ese momento, de lo contrario más adelante ni siquiera tendrían para pagarle lo que por ley le correspondía por prescindir de sus servicios. La empresa pasaba por el peor momento.

    Afortunadamente tenía un poco de dinero ahorrado y con ello pudo seguir pagando sus estudios, pero para diciembre -cuatro meses después de quedarse sin empleo-, la situación volvió a complicarse.

    Por más que buscaba, las opciones laborales que encontraba eran inviables, no solo por la ubicación, sino por los salarios que ofrecían.

    “Los sueldos están muy bajos. Hay lugares en los que me ofrecen menos -siendo yo la encargada- de lo que ganaba en mi antiguo trabajo siendo auxiliar; con un horario más extenso, con más días de trabajo, con menos beneficios… todo a cambio de un salario mucho menor”, lamenta Andrea.

    Un día en diciembre, de esos que no tenía mucho qué hacer, decidió subir una foto de ella en pijama al Instagram “presumiendo” su outfit de pandemia y sin empleo. Ahí fue que una de sus tías se enteró que la joven se había quedado sin trabajo.

    La mujer tiene algunos locales comerciales dentro del Metro de la Ciudad de México y ofreció a Andrea a que le ayudara en la atención de uno de ellos.

    Con un salario 70% menor de lo que ganaba en la fábrica de ropa, sin prestaciones, y con un horario laboral de domingo a viernes, la joven no tuvo mayor opción que aceptarlo porque ya no le era posible seguir pagando su especialidad en diseño de modas.

    “Yo estoy muy consciente de que yo sí quiero regresar a un empleo formal, o sea, yo no me quiero quedar en el empleo que tengo ahorita o algo similar, pero mientras es lo que voy a tener que hacer porque no quiero dejar por nada mi especialidad porque sé que eso me va a servir mucho para trabajar en lo que yo quiero”, sentencia la joven.

    ¿Por hay tanta gente trabajando y yo no?

    Hace un año, justamente el 15 de mayo de 2020, María José recibió su última quincena. La agencia en la que trabajaba la liquidó. Con el confinamiento instruido por las autoridades, no era posible sostener la plantilla de empleados que tenían, así que poco a poco comenzaron a prescindir de sus empleados.

    “Ahí vino lo más duro, independientemente de si la liquidación fue buena o fue mala. Yo empiezo a buscar trabajo de nuevo, pero ya éramos muchos en esa situación (de desempleo), mucha gente y sobre todo muchas mujeres buscando trabajo”, recuerda la ejecutiva de cuentas.

    ‘¿Qué aceptar?’ era la pregunta. Un empleo con un sueldo “humillante” pero dentro de tu rama de conocimiento, o lanzarse a la aventura por un sueldo mayor en un área que no conocía. La respuesta no era fácil, solo tenía la certeza de que necesitaba encontrar un nuevo empleo lo más rápido posible.

    “Empecé a trabajar en un sitio (web) con unos conocidos que me dijeron ‘ven con nosotros’ y también, de buenas a primeras, después de casi un mes, ‘qué crees, que se nos fueron los clientes; vamos a cerrar, la situación nos pegó muy duro’, y ahí sí me sentí peor porque de andar de atorada y aceptar lo primero que me saliera me fui a perder tiempo que pude haber usado buscando mejores oportunidades”, reclama Majo.

    Julio, agosto, septiembre y octubre y principios de noviembre estuvo desempleada. Durante este tiempo echó mano de la comunidad virtual que se fue construyendo en torno a la búsqueda de empleo.

    Ahí observó que los despidos y liquidaciones, principalmente a mujeres, no era una situación exclusiva de México

    “En verdad no le saqué nada a eso, no conseguí trabajo (a través de estos grupos), pero era como una vía un poco para escapar. De alguna manera sabes que no es tu culpa, que todo obedece a una situación global, que no era algo de desempeño, pero al mismo tiempo te preguntas ‘¿por qué hay tanta gente trabajando y yo no?, empezaban estos cuestionamientos de por qué ellos sí y yo no’”.

    Después de meses de turbulencia en noviembre pasado por fin encontró un trabajo. Ahora es productora.

    “Algo que ha estado muy de manifiesto es que muchos buscamos no salirnos de nuestra área, pero muchas otras sí fue de ‘no, yo tengo una familia’ (…) y todas se pusieron a hacer algo y más que nunca veías en las redes sociales venta de comida o cualquier cantidad de cosas que no eran usualmente su trabajo, pero se trata de cubrir la necesidad. Ese ser protector inevitable que se junta con el ser profesional”, resaltó Majo.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2021/05/trabajos-mujeres-desempleo-covid/

  • La inflación golpea los bolsillos de los más pobres; son mujeres las más afectadas

    La inflación golpea los bolsillos de los más pobres; son mujeres las más afectadas

    El aumento de precios reduce la capacidad de compra de la canasta básica por parte de las familias en pobreza.

    Los procesos inflacionarios tienen los peores efectos en las familias de menos recursos, pues cuando hay una escalada de precios su capacidad de compra de la canasta básica se ve severamente impactada.

    En términos generales, entre el primer trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021 la población ocupada pasó de 55.1 millones a 53 millones; sin embargo, en el sector comercio y de servicios, el impacto ha sido hasta 10 veces más severo que en el sector de la industria de las manufacturas.

    En medio de la pandemia, quienes están pagando los mayores costos son las mujeres. En efecto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de los 1.6 millones de personas que salieron de la fuerza laboral durante la pandemia, 1.34 millones eran mujeres, cifra equivalente a 84% de la suma señalada.

    El incremento en el valor de las líneas de la pobreza

    El incremento que se ha dado en la inflación del país en los últimos meses ha impactado de inmediato el valor de las líneas de la pobreza extrema y la línea de la pobreza por ingresos. En efecto, en abril de este 2021 se registró el mayor incremento del año en el valor de la línea de la pobreza extrema en el sector rural, con  5.1%, mientras que para los ámbitos urbanos, el incremento fue de 4.9 por ciento.

    Por su parte, la línea de la pobreza que suma a la canasta alimentaria (pobreza extrema) y la canasta no alimentaria creció en 6.1% para los ámbitos rurales y en 7.1% para los ámbitos urbanos.

    Para dimensionar lo anterior, es importante decir que el valor de la línea de la pobreza extrema rural pasó de 1,218.00 pesos en enero de 2019, a 1,344.23% en abril de 2021, es decir, un incremento acumulado de 10.36% en 28 meses. Por su parte, en el ámbito urbano creció de 1,600.70 pesos por mes, a 1,759.59 pesos mensuales en el mismo periodo, un incremento de 9.92% en el lapso señalado.

    Por su parte, la línea de la pobreza por ingresos en el ámbito rural (canasta alimentaria más no alimentaria) pasó de 2,406.97 en enero de 2019 a 2,617.71 pesos mensuales, en abril de 2021 (8.7% más); mientras que en el ámbito urbano pasó de 3,437.22 pesos mensuales en enero de 2019 a 3,722.4 en abril de 2021 (8.3% más).

    ¿Y eso para qué alcanza?

    De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los 1,759.59 pesos que constituyen la línea de la pobreza extrema en contextos urbanos permitirían comprar mensualmente, distribuidos en los rubros de mayor gasto: 71.4 pesos de tortilla de maíz, 26.5 pesos de pan blanco, 60.3 pesos de pan dulce, 83.9 pesos de bistec de res, 44.9 pesos de molida de res, 56.9 pesos de costilla de puerco, 38 pesos de muslo o pechuga con hueso, 23.8 pesos muslo o pechuga de pollo sin hueso, 26.5 pesos de pollo entero, 107.5 pesos de leche, 48.1 pesos de huevo de gallina, 31 pesos de papa, 20 pesos de cebolla, 36.7 pesos de jitomate, 49.2 pesos de frijol, 28.3 pesos de limón, 27 pesos de manzana o perón, 28.5 pesos de pollo rostizado, 27 pesos de agua embotellada, 32.6 de jugos o néctares, 75.3 pesos en refrescos y 94 pesos en otros alimentos preparados.

    Toda la información e imágenes son de EXCELSIOR.
    Link original: https://www.excelsior.com.mx/nacional/la-inflacion-golpea-los-bolsillos-de-los-mas-pobres-son-mujeres-las-mas-afectadas/1449447

  • Índice de Brecha Global de Género: Las mujeres en México

    Índice de Brecha Global de Género: Las mujeres en México

    Índice de Brecha Global de Género: Las mujeres en México

    Diversas reformas han tenido que aprobarse para garantizar que las mujeres integren paritariamente los cargos públicos

    Los índices o indicadores que desarrollan instancias nacionales e internacionales, sean gubernamentales o de la sociedad civil, son mediciones que evalúan, comparativamente, diversas condiciones como desarrollo económico, sustentabilidad, defensa de los derechos humanos, factores que fortalecen un sistema democrático, entre otras.

    Estos índices, cuando son expuestos públicamente, permiten observar las condiciones de una o diversas variables en nuestro país, respecto a otro u otros países con el objetivo de conocer nuestra realidad y buscar acciones que permitan desarrollar políticas públicas que alcancen los indicadores registrados en otras latitudes con base en sus experiencias.

    El Índice de Brecha Global de Género del Foro Económico Mundial, publicado por primera vez en 2006, mide la magnitud de la brecha entre hombres y mujeres respecto a variables como salud, en donde analiza las expectativas de vida y proporción entre hombres y mujeres; educación, que revisa los niveles de educación básica y los registros educativos más elevados; economía, que registra temas fundamentales como los salarios, la participación de la población, entre otras, y los indicadores políticos que miden la representación en las estructuras de toma de decisiones.

    De los datos más representativos en este índice se reporta que 35 países de los 153 que analiza el Foro Económico Mundial, ya han logrado una igualdad de género en materia educativa y se esperaría que muy probablemente todos los países alcancen esta meta en un tiempo aproximado de 12 años.

    Respecto a la participación económica y las oportunidades de las mujeres se presenta un rezago importante, ya que de conformidad con este informe el mundo necesitaría aproximadamente 257 años para lograr la igualdad en esta materia.

    La brecha de género respecto a la representación política también va tarde toda vez que ningún país ha alcanzado la igualdad. Este índice proyecta que para lograrlo tendrían que transcurrir, al menos, 95 años.

    El índice presenta un dato revelador y muy preocupante respecto al tiempo estimado que se necesita para lograr una igualdad de género a nivel global: 99.5 años, aspecto que atenta no solo contra los derechos humanos de las mujeres sino también, contra cualquier sistema democrático.

    Nuestro país se posiciona en el lugar 25 de 153 países que analiza el Foro Económico Mundial en razón de varios de sus resultados. Entre los datos más significativos está que México tiene una brecha de género de 75.4%; nuestro país ha disminuido las diferencias entre hombres y mujeres respecto al año pasado que alcanzaba 72%.

    Este progreso está relacionado con al aumento de mujeres en diversos puestos del poder público, pasando de 15.9% en 2018 a 42.1% en 2020. Además, las mujeres en México, en el ámbito legislativo a nivel federal han alcanzado proporciones de representación política de más de 48% y lo mismo pasa Congresos locales en las entidades. Estos factores muestran que México ha cerrado en 46.8% la brecha de género en el subíndice de Empoderamiento Político, donde nuestro país ocupa el lugar 14. Diversas reformas constitucionales y legales han tenido que aprobarse en todo el país para garantizar que las mujeres integren paritariamente los cargos públicos.

    Económicamente, sin embargo, las mujeres en México siguen en desventaja pues, entre otros aspectos, las mujeres se enfrentan a un menor reconocimiento de su trabajo que los hombres. Asimismo, sólo el 47% de las mujeres se encuentran dentro de la población económicamente activa, de donde el 26.4% trabaja de tiempo parcial y perciben menos ingresos por el mismo trabajo realizado.

    Mucho hay que hacer aún para garantizar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres en nuestro país, muchos son los temas y las áreas en las que tenemos que redoblar esfuerzos para conseguirla.

    El Informe completo del Índice de Brecha Global de Género del Foro Económico Mundial 2020, puede ser consultado en el siguiente link: http://www3.weforum.org/docs/WEF_GGGR_2020.pdf

    Carla Humphrey Consejera del INE

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/carla-humphrey/indice-de-brecha-global-de-genero-las-mujeres-en-mexico