Autor: Editora

  • Siete de cada 10 desempleados por la pandemia en México son mujeres

    Siete de cada 10 desempleados por la pandemia en México son mujeres

    La crisis del coronavirus ha dejado a México con menos y peores puestos de trabajo. Un año después del inicio de la pandemia, todavía quedan 2,1 millones de empleos por recuperar, según datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para el primer trimestre del año. Las mujeres se han llevado la peor parte; ellas representan el 71% de los que todavía no han vuelto a trabajar. Además, la recuperación económica se ha dado a costa de un aumento de la precariedad. Un 13,8% de la población está disponible para laborar más horas, frente al 8,4% de hace un año.

    Si uno compara el momento actual con los meses más duros de confinamiento, el rebote es claro. De los aproximadamente 12 millones de puestos de trabajo destruidos durante el inicio de la pandemia, se ha recuperado la gran mayoría gracias a la reapertura de la industria y al levantamiento gradual de las restricciones. Con todo, en el primer trimestre del año, la población activa, la que está ocupada o busca un empleo, registra una disminución de 1,6 millones de personas, es decir, algunos trabajadores han optado por abandonar el mercado laboral. En paralelo, la población ocupada experimenta una reducción similar, al pasar de 55,1 a 53 millones de personas.

    La meseta en la que se encuentra la recuperación tiene ya un tinte “estructural”, según el economista José Luis de la Cruz. “Después del proceso de reapertura y de reactivación de agosto a diciembre, el arranque de 2021 confirma que no hay una mejora sustancial en términos de generación y calidad de empleo. La precarización del mercado se mantienen a niveles de hace tres meses”, señala el experto.

    La crisis ha golpeado más a las mujeres que a los hombres. Ellas representan siete de cada 10 desempleados. De los 2,1 millones de empleos que no se han recuperado, 1,5 millones corresponden a mujeres y apenas 604.000 a hombres. El cierre de las escuelas ha forzado a muchas madres, que llevan el peso de las tareas domésticas, a quedarse en casa con sus hijos, lo que ha retrasado su vuelta al mercado laboral.

    La brecha de género se explica también por la caída del sector servicios, el tradicional puente al empleo femenino. Pese a las vacaciones de Semana Santa y a la modesta recuperación del turismo, la hostelería registra a 656.000 personas menos que un año atrás y los comercios, a 712.000 menos. Por tamaño, los negocios que reportan una mayor impacto son aquellos que emplean a menos de 10 personas, con una disminución de 924.000 puestos de trabajo. De estos, 825.000 corresponden a mujeres y 99.000, a hombres.

    La amenaza de una reactivación a dos velocidades es real, afirma De la Cruz. “El micronegocio había sido el mecanismo de las mujeres para poder insertarse en el mercado laboral. De no tomarse las medidas para fomentar el mercado interno, se va a abrir la brecha de desigualdad porque se está observando una recuperación de los sectores exportadores, y el marco legal del T-Mec impone que se mejore, mientras los otros se van quedando atrás”, apunta el economista.

    Quintana Roo, con una tasa de desocupación del 8,2%, es el Estado más afectado. Su dependencia en el sector turístico, que se desplomó un 46% en 2020, le ha pasado factura. A la región caribeña, le siguen Ciudad de México, con un 7,3% de desocupación, y el Estado de México, con el 6,5%. Tampoco es casualidad. Son las dos entidades más golpeadas por los contagios y los fallecimientos por covid-19.

    La precariedad es otra de las secuelas de la crisis. Las personas subocupadas, aquellas que estarían dispuestas a trabajar más horas, han aumentado de 4,6 millones en el primer trimestre de 2020 a 7,3 millones en los tres primeros meses de 2021; un aumento de 2,7 millones de personas. Hay otras señales que confirman la tendencia. Las personas que trabajan más de 48 horas semanales han pasado de representar el 26,9% de la población ocupada al 25,9%, mientras que las que laboran menos de 15 horas han subido del 6% al 6,7%.

    Después de encajar una caída del 8,5% del PIB en 2020, la mayor desde los años treinta, la economía creció un 0,4% durante el primer trimestre del año en comparación con el trimestre precedente, lo que apunta a una ralentización de la reactivación. En los últimos meses del año pasado, el PIB había avanzado un 3,3% respecto al periodo anterior.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/mexico/economia/2021-05-17/siete-de-cada-10-desempleados-por-la-pandemia-en-mexico-son-mujeres.html

  • 84% de quienes perdieron su empleo por la pandemia fueron mujeres: Inegi

    84% de quienes perdieron su empleo por la pandemia fueron mujeres: Inegi

    Entre enero marzo de 2021, la población económicamente activa en México fue de 55.4 millones de personas; 1.6 millones menos que en el mismo periodo de 2020.

    La mujeres son el sector más afectado laboralmente hablando a consecuencia de la pandemia por COVID. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el primer trimestre de 2021, 1.6 millones de personas salieron de la fuerza laboral, de las cuales, el 84% son mujeres.

    Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), correspondientes al periodo de enero marzo de 2021, muestran que nuestro país pasó de 57 millones de personas en la Población Económicamente Activa (PEA), en el mismo periodo de 2020, a 55.4 millones de personas.

    Es decir, un millón 629 mil personas perdieron su empleo para este año como consecuencia de la pandemia.

    De ese total, un millón 363 mil 287 son mujeres, cifra que representa el 83.6% de las personas que salieron de la PEA. Mientras que 266 mil 547 son hombres.

    Por otro lado, la ENOEN señala que entre enero y marzo, la población ocupada fue de 53 millones de personas, cifra inferior en 2.1 millones comparada con la del primer trimestre de 2020.

    En esos 2.1 millones de personas, 7 de cada 10 son mujeres.

    “La población ocupada de hombres fue de 32.7 millones, cifra menor en 604 mil con respecto al mismo trimestre del año anterior, y la población ocupada de mujeres fue de 20.3 millones, 1.5 millones menos en el mismo lapso”, indica la encuesta.

    Sector terciario, el más afectado

    Con relación a los sectores laborales, la encuesta del Inegi muestra que el terciario, que incluye al comercio, ha sido el más afectado por la pandemia.

    Las personas ocupadas en este tipo de actividades descendieron 1.9 millones, “siendo el impacto mayor en el sector comercio con una reducción de 712 mil y en el sector de restaurantes y servicios de alojamiento con 656 mil”.

    En tanto que las personas ocupadas en “servicios diversos” descendieron 568 mil.

    A pesar de ello, las actividades terciarias siguen concentrando la mayor parte de la población ocupada, con una participación del 61.6% en el primer trimestre de 2021.

    Por su naturaleza y las características de la pandemia, los micronegocios también registraron una importante caída de 924 mil personas que perdieron su fuente de ingresos en este sector.

    La disminución se vio más en los casos donde cuentan con establecimiento para operar, con 537 mil personas menos.

    Finalmente, la población subocupada (personas de 15 y más años de edad que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más horas de trabajo) aumentó 2.7 millones, al pasar de 4.6 a 7.3 millones, entre el primer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2021.

    Estados con mayor desocupación

    A nivel nacional, el estado con más población desocupada en el primer trimestre de 2021 es el Estado de México con 472 mil 365 personas, seguido de la Ciudad de México con 305 mil 203 y Guanajuato 158 con 700 personas.

    Sin embargo, las tasas más altas de desocupación por cantidad de población la reportó Quintana
    Roo, con 8.2%. Ciudad de México y Estado de México también aparecen en el top 3 de esta lista, con tasas del 7.3% y 6.5%, respectivamente.

    En el lado opuesto, las tasas más bajas por desocupación se registraron em Oaxaca (1.5%), Guerrero (1.7%) y Morelos (2%).

    Mientras que las las tasas más altas de informalidad laboral se registraron en: Oaxaca (79.7%), Guerrero (76.1%) y Chiapas (74.2%).

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2021/05/mujeres-perdieron-empleo-pandemia-2021-inegi/

  • Investigadoras en América Latina, cerca de la paridad de género

    Investigadoras en América Latina, cerca de la paridad de género

    En América Latina, 45% de las personas en la investigación son mujeres, mientras que el nivel mundial es de 29.3%, de acuerdo con la Unesco.

    Las científicas avanzan a paso firme en América Latina y el Caribe, donde existe la mayor proporción de investigadoras a nivel mundial, aunque todavía les cuesta acceder a puestos jerárquicos en el ámbito académico y empresarial, según la Unesco y especialistas en temas de ciencia y género.

    Un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y de ONU Mujeres mostró que la proporción de mujeres en el área de investigación de la región es del 45%, mientras que a nivel mundial es del 29.3%.

    Las mujeres estamos avanzando en carreras que antes eran muy masculinas o totalmente masculinas“, dijo en una entrevista telefónica Gloria Bonder, directora de la cátedra regional Unesco Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina.

    Las investigadoras latinoamericanas enfrentan también una segregación por disciplinas: mientras que la mayoría se destaca en ciencias sociales y médicas, están menos representadas en algunos de los saberes conocidos como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), considerados los de mayor perspectiva de desarrollo en el futuro.

    “En matemáticas estamos casi en la mitad, en física hay más varones, pero en biología hay predominio de mujeres (…) Hoy las mujeres son conscientes y están en la lucha por revertir esas desigualdades”, agregó.

    Si bien se gradúan más mujeres que varones y casi hay paridad entre los dos géneros en la investigación, sólo hay un 18% de rectoras de universidades públicas y el número de científicas en empresas alcanza apenas el 27%, explicó Bonder.

    Investigadoras y pandemia

    Muchos gobiernos, universidades e institutos de investigación de la región han implementado en los últimos años programas para promover la igualdad de género y prevenir la discriminación, pero en la práctica muchas mujeres sienten que aún enfrentan trabas culturales y económicas para avanzar en las carreras científicas.

    La pandemia de Covid-19 ha puesto en evidencia la importancia de tener científicos capacitados en todo el mundo, pero también dejó en evidencia cómo las tareas de cuidado que suelen recaer más en las mujeres– afectan la productividad, vital para obtener becas y subsidios.

    “Creo que ese techo de cristal está dado por la maternidad y las tareas de cuidado. La pandemia lo visibilizó con todas las letras porque estábamos todos en casa. Se está trabajando mucho para romper esa brecha“, dijo a Silvina Sonzogni, licenciada en Genética y doctora en Química Biológica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

    Sonzogni, de 38 años e investigadora asistente del CONICET, forma parte de la Comisión de Género del Departamento de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, una de las tantas organizaciones de científicas de la región que buscan concientizar sobre las desigualdades para generar un cambio.

    Los expertos dicen que se necesitan más políticas públicas, estímulos a las empresas y cambios en el sistema educativo.

    “Tenemos que cambiar las formas y las oportunidades que les damos a las niñas, a las jóvenes, a las mujeres en sus varias esferas de actuación y en particular de la ciencia, de la tecnología y la innovación“, dijo Lidia Brito, directora de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe.

    “Estoy esperanzada de que vamos a continuar viendo un crecimiento de las mujeres en la ciencia. Esta pandemia mostró que debemos tener más científicos y excluir al 50% de la población capaz de serlo es un problema”, concluyó.

    Toda la información e imágenes son de FORBES.
    Link original: https://www.forbes.com.mx/investigadoras-america-latina-cerca-paridad-de-genero/

  • COVID-19 impactó desproporcionadamente a las mujeres: Inegi

    COVID-19 impactó desproporcionadamente a las mujeres: Inegi

    De acuerdo con datos del instituto, 71% de las personas que aún no regresan a trabajar es del género femenino.

    El impacto de la pandemia cayó “desproporcionalmente” sobre las mujeres, señaló Julio Santaella, presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

    En el primer trimestre de 2021, a un año de la pandemia, la población ocupada fue de 53 millones de personas, 2.1 millones menos que en el mismo periodo de 2020, de acuerdo con los datos que publicó esta mañana el Instituto.

    De la reducción, 1.5 millones son mujeres y 604 mil hombres, es decir, 71 por ciento de las personas que aún no regresan a trabajar es del género femenino.

    Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el desempleo fue de 4.4 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en los primeros tres meses del año, frente al 3.4 por ciento observado un año antes.

    En términos absolutos, ello implica que la desocupación aumentó en 455 mil habitantes, para llegar a 2.4 millones.

    Las personas ocupadas que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les demanda (población subocupada) pasaron de 4.6 millones en el primer trimestre de 2020 a 7.3 millones en mismo trimestre de 2021, con un aumento de 2.7 millones de personas.

    La población ocupada informal fue de 29.2 millones durante el primer trimestre, 1.6 millones menos comparada con igual trimestre de 2020, según el Inegi.

    Toda la información e imágenes son de EL HERALDO DE MÉXICO.
    Link original: https://heraldodemexico.com.mx/economia/2021/5/17/covid-19-impacto-desproporcionadamente-las-mujeres-inegi-296707.html

  • Certámenes de belleza: el patriarcado nos viste de gala

    Certámenes de belleza: el patriarcado nos viste de gala

    En el año 1920, el dueño del hotel Monticello en Atlantic City (Estados Unidos) reunió un grupo de hombres empresarios para venderles una idea. Quería extender la temporada de compras más allá del Día del Trabajo, que es un día festivo federal, y que coincide con el fin del verano el primer día de Septiembre. ¿Qué tal si hacemos un concurso en el que 350 muchachas vírgenes y bonitas compiten por un premio? Eso atraería más turismo a la ciudad y aumentaría las ventas de sus negocios. A los dueños de los periódicos también les gustó la idea y entre todos, hombres empresarios y hombres dueños de periódicos, acordaron que todos los años realizarían un concurso donde a la ganadora (que sería juzgada por hombres) le entregarían $100 y la coronarían Miss América.

    La treta funcionó y los empresarios obtuvieron sus remuneraciones monetarias, a pesar de las duras críticas del enérgico movimiento sufragista estadounidense que denunció la explotación de las mujeres en un momento en la historia en que, curiosamente, las mujeres empezaban a afianzar su presencia como actores políticos en la sociedad. Fíjense cómo el mismo año en que surgió el concepto de los concursos de belleza en EEUU (que luego se exportó a nivel mundial) fue el mismo año en que las mujeres consiguieron el derecho al voto en EEUU.

    Cuando las críticas, tanto de las feministas como de los sectores conservadores, llegaron a un punto de ebullición, los empresarios decidieron cancelar el concurso. Pero cuando llegó la Gran Depresión y estaban desesperados por volver a ganar dinero, lo reinstauraron. Tan sencillo como deprimente; hombres de dinero decidían sobre la imagen y el estatus de las mujeres en la sociedad dependiendo de las fuerzas del mercado. Los periódicos de la época también jugaron un papel crucial, porque promocionar mujeres bonitas en traje de baño en sus páginas les generaba muchas ganancias. Al punto que, al inicio de los certámenes de belleza, casi todas las concursantes eran patrocinadas por los periódicos de sus respectivos estados locales.

    Obviamente, esas dinámicas de poder se quedaban tras bambalinas. Al público en aquel entonces, igual que ahora, casi 90 años después, se le vendía la idea de que la reina de belleza “es más que un título. Es un movimiento para empoderar a las mujeres jóvenes de todo el mundo para que logren sus sueños. Les damos una voz y las inspiramos a que sean agentes de cambio ayudando a los demás”, tal y como se puede leer en la página web del concurso. Resulta extraño leer ese lenguaje decididamente feminista cuando de por sí ya existe un movimiento político articulado donde las mujeres son verdaderas agentes de cambio en la sociedad. Pero lo que pasa es que en el feminismo a las mujeres nunca las pondrían a concursar sobre la base de la belleza externa y peor aún, las feministas son unas rebeldes y no tienen el más mínimo interés en exhibirse como modelo en traje de baño a ningún jurado. Sólo les interesa desmantelar el patriarcado y acabar con la violencia machista… ideales no muy fotogénicos.

    A medida que las mujeres ganan más derechos sociales y políticos, más delgada se vuelve la estética idealizada que nos vende el patriarcado.

    Las feministas teorizamos que en una sociedad patriarcal, mientras más espacio ocupan las mujeres en la palestra pública (en las universidades, en la política, en el mercado laboral) más diminutas tienen que ser físicamente. A medida que las mujeres ganan más derechos sociales y políticos, más delgada se vuelve la estética idealizada que nos vende el patriarcado. Es una manera muy literal de compensar lo que un sistema de opresión considera como una intromisión de las mujeres a lugares donde no les pertenecen. Hoy más que nunca, mientras menos espacio ocupemos, mejor. De forma similar, no es coincidencia que los concursos de belleza hayan surgido el mismo año que las mujeres ganaron el derecho al voto en los EEUU. Fue una manera simbólica de recordarle a todas las mujeres (las que participan, pero crucialmente también a las que no) que no importa cuánto avancemos en la sociedad, al final del día la sociedad nos aplaude con más ahínco cuando nos ponemos un traje de baño y buscamos aprobación externa.

    Para justificarse, los concursos de belleza buscan excusas bonitas que satisfagan a las más ilusas y a los más machistas. Nos dicen que son un programa de becas, que lo que se examina es “el porte” y el dominio en escena, que las concursantes promocionan sus estados y la identidad nacional de su país… todo menos admitir lo obvio: que es un espectáculo que sirve para poner a la mujer en una posición subordinada, en una sociedad machista que disfruta cosificándolas.

    Por ejemplo, el Miss Republica Dominicana nos recuerda que para calificar hay que tener de 17 a 26 años. Las muchachas no pueden estar casadas ni haber tenido hijas/os. Ponderen unos minutos el porqué de ese último requerimiento… Según sus convocatorias, las concursantes tienen que ser: “Bonitas. Delgadas. Altas. Inteligentes”. ¿En qué otra situación laboral exigirle a una postulante que sea bonita y delgada no se consideraría como altamente inapropiado? ¿En qué otro contexto laboral puede un empleador requerir que la postulante no esté casada y nunca haya tenido hijas/os?

    Los certámenes en realidad nunca responden a estas críticas. Son como una burbuja resguardada que se rompe inmediatamente si se empieza a analizar demasiado. Sólo nos presentan conceptos vacuos y a veces ni siquiera conceptos completos. Un anuncio para el Miss Universo 2017 yuxtapone fotografías estilizadas de las concursantes al compás de música tecno con las palabras “PODEROSA. DINAMICA. AUDAZ. VALIENTE. DECISIVA. INSPIRADORA. POSITIVA” sin ningún contexto ni explicación. ¿Qué tienen que ver esos conceptos con el concurso de traje de baño? También utilizan frases pseudoempoderadoras como “Queremos que las mujeres aprendan a amarse a sí mismas” o “la belleza no tiene fronteras, solo tiene oportunidades”, cuando tenemos claro que en esos concursos jamás coronarían a una mujer de 50 años ni a una mujer gorda o bajita. Tampoco coronarían a ninguna mujer que sea madre, embarazada o con capacidades distintas. ¿No son ellas “inteligentes” y “audaces” también?

    A los hombres que nunca han querido saber mucho de mujeres empoderadas que no buscan ningún tipo de aprobación, los concursos de belleza les ofrecen un refugio donde escapar de la sociedad cada vez más igualitaria. A las mujeres que han interiorizado su propia opresión, los concursos de belleza les dicen subliminalmente “si me subo a la caminadora todos los días/si adelgazo 20 libras/si ahorro suficiente dinero para hacerme los senos”, entonces yo también puedo ser considerada la más bonita. A ambos sexos, los certámenes de belleza les vende la ilusión de que el extenuante y poco valorado trabajo de acabar con la violencia contra la mujer, la realidad de los abortos clandestinos, la cara femenina de la pobreza, la disparidad salarial y la falta de representación política de las mujeres, son problemas postergables. Durante esas dos horas, todo el que ve el certamen puede pretender que lo que más atañe a las mujeres en la sociedad son los trajes de lentejuelas, verse delgadas en un traje de baño y que un grupo de extraños las considere dignas de ser cosificadas por un año entero.

    No sabemos cuál de entre las 85 concursantes será coronada la noche del 29 de enero. Pero sabemos que, sea cual sea la ganadora, todos aquellos que se interesan más por la belleza de las mujeres que por sus derechos fundamentales, lo van a celebrar.

    De las concursantes en sí no se puede decir gran cosa. Su responsabilidad está en ser conscientes de que cuentan con los atributos favoritos del patriarcado y capitalizar ese potencial para conseguir un propósito, sean contratos lucrativos o una posición como presentadora de televisión en su país natal, entre otras opciones. Supongo que ellas tienen pleno conocimiento de que perpetúan ideas altamente retrógradas de la mujer en la sociedad, pero sea como sea, la realidad es que las concursantes son peones en un juego de ajedrez que otra gente creó y que no beneficia a largo plazo ni a las mujeres que concursan ni a las que no. Después de todo, solo son consideradas las más bellas del país y del Universo (Plutón incluido) por doce meses. En ese momento el reconocimiento como “la mujer mas bella” caduca y hay que buscar un modelo nuevo. No podemos darle la idea a las niñas de que las mujeres pueden ser bellas su vida entera…

    No es ninguna sorpresa que las muchachas quieran concursar. En una sociedad patriarcal, en donde desde que nacen a las niñas se les enseña que la estética es mucho más importante que lo que tienen dentro de la cabeza, a las mujeres que más asimilan los preceptos del patriarcado les dan un premio, en algunos casos, una corona. Los certámenes de belleza son una celebración muy pomposa, donde criticar y debatir sobre la belleza (o la supuesta falta de ella) en las mujeres, se ve no como un síntoma del sexismo de una sociedad machista, sino como una fiesta al pseudoempoderamiento de la mujer.

    Como todos los sistemas de opresión, Miss Universo (y todos los demás concursos de belleza) pretende modernizarse no porque adquieran nueva sensibilidad social, sino porque saben que para perpetuarse tienen que dar la impresión de que se ajustan a los tiempos. Es por eso que indagar en las páginas web de los concursos de belleza de renombre, nos coloca en un a posición en que la estructura elemental del patriarcado (valorar a las mujeres en base a su juventud, patrones de belleza casi imposibles y hacerlas competir con otras mujeres) es presentada en lenguaje feminista. “Las mujeres no son cosificadas, están siendo empoderadas” nos dicen. No debe entristecernos que las 2017 mujeres apliquen a un concurso para que un grupo de extraños y millones de espectadores las critiquen por no ser los suficientemente altas o flacas… tenemos que considerarlo todo un reto de superación personal. Los estándares de belleza no son efímeros y opresivos; son inspiradores. De manera algo deprimente, una de las concursantes demuestra la trágica mentalidad del concurso cuando dice “Verme en un espejo y decirme a mí misma que soy bella es lo que me hace sentir segura”.

    En la actualidad, los concursos pregonan sobre las carreras universitarias de las concursantes. “La representante de tal país es dentista”, “la de este otro es policía”, “tal concursante estudia para ser cirujana”… como si en medio del concurso fuesen a sacar una camilla con un paciente para que la joven lo opere y así demostrar sus habilidades como doctoras.

    En los certámenes de belleza, lo que está en exposición no es solo un grupo de mujeres en vestidos de gala y traje de baño; es también un grupo de mujeres en vestidos de gala y trajes de baño que están hambrientas por aprobación patriarcal.

    La mitología popular también nos dice que a las muchachas les hacen preguntas muy complicadas para que “demuestren su inteligencia” y así argumentar que el concurso no es tan vano como parece. Pero si prestamos atención, las preguntas son solo un ardid para exponerlas al ridículo. Jamás exigiríamos que alguien responda inmediatamente, en un periodo de 20 segundos preguntas como “¿Consideras que las personas que filtran información gubernamental clasificada deben ser sometidas a juicio por traición?” y “En las últimas semanas los Estados Unidos ha liberado 5 prisioneros de Guantánamo a cambio de un soldado que era mantenido como rehén en Afganistán. La política de los Estados Unidos es que no se puede abandonar ningún soldado. ¿Consideras que es justo intercambiar vidas como se hizo en este caso para mantener esta política?”. Mi análisis feminista es que el propósito de los concursos de belleza es humillar a la mujer mientras pretenden que la celebran. Por ende, la intención de las preguntas no es proporcionarle complejidad a la personalidad de las concursantes, sino satisfacer el morbo machista de ver muchachas jóvenes en trajes muy brillantes pasar trabajo respondiendo las preguntas.

    Es un sexismo irónico: “¡Mira la estupidez que acaba de decir esta!” dice la audiencia cuando inevitablemente alguna concursante mete la pata. “Las 10 Misses más bruta del Universo” nos dice un video de YouTube mientras que otro proclama “Las 12 peores respuestas de las Misses”. En los comentarios alguien expresa “la mala alimentación hace q no puedas pensar bien. estas viejas pasan días sin comer para que les entren sus vestidos!… anoréxicas de cuerpo y mente Xp” mientras que otra persona dice “hay un poco de machismo en este vídeo, sí, pero es verdad que todas estas tipas son bien pendejas, sólo sirven para las revistas, de ahí, dudo que sepan sumar o alguna otra ciencia”.

    Un sistema patriarcal no solo nos impone estereotipos de belleza y comportamiento, sino que nos condiciona para que interioricemos el mensaje de que en verdad somos nosotras las que queremos esos estándares.

    Y es en este punto donde los certámenes de belleza alcanzan su clímax.

    Un sistema patriarcal no solo nos impone estereotipos de belleza y comportamiento, sino que nos condiciona para que interioricemos el mensaje de que en verdad somos nosotras las que queremos esos estándares. La femineidad funciona como una camisa de fuerza de una seda muy elegante que nos han condicionado toda la vida a querer lucir. En los certámenes de belleza, lo que está en exposición no es solo un grupo de mujeres en vestidos de gala y traje de baño; es también un grupo de mujeres en vestidos de gala y trajes de baño que están hambrientas por aprobación patriarcal. Cuando socializamos a las mujeres a anhelar una corona de belleza, la socializamos para que se repita a sí misma “Elíjanme a mí. Digan que yo soy la más flaca. Declaren que yo soy la más bonita del Universo. Díganle a todas las otras que ellas no son tan preciosas como yo. Valídenme como mujer”.

    Ahí están las candidatas, desesperadas por la aprobación del jurado en un certamen que las descartará en un año porque esa ansiada exaltación como la Favorita del Patriarcado solo dura doce meses. Deseosas de contar con la adoración de un público que las ve concursar en un certamen arcaico que no es más que una oda a la cosificación. Han sido entrenadas la vida entera para atar su confianza en sí mismas al falso consuelo que le ofrecería un concurso que nunca ha querido celebrarlas sino humillarlas.

    Y aquí estamos las demás mujeres. Viendo cómo cada foto de las candidatas en el certamen es una evidencia de que nosotras ni siquiera somos lo suficientemente bonitas para competir por tal honor.

    Por:

    Escritora dominicana. Especialista en Estudios de la Mujer, Género y Sexualidad. Arde por el desmantelamiento del patriarcado en su totalidad, pero muy especialmente, arde con ansias por ver el fin de la violencia contra niñas y mujeres. Todas las violencias.
    Toda la información e imágenes son de TRIBUNA FEMINISTA.
  • Claudia Ruiz Sántiz, una mujer tsotsil en la lista de los mejores 50 chefs del mundo

    Claudia Ruiz Sántiz, una mujer tsotsil en la lista de los mejores 50 chefs del mundo

    Claudia Albertina Ruiz Sántiz, Chiapaneca tzotzil, destaca en la industria gastronómica como una de las 50 mejores chefs del mundo.

    La Chef Claudia Ruiz Sántiz, además, fue la primera mujer indígena en entregar una tesis un recetario en tzotzil y español.

    La lista «The World?s 50 Best» reconoce a las 50 personas jóvenes brillantes que están cambiando el mundo de la gastronomía de formas únicas e interesantes. Y sí, la chef Claudia Ruiz, indígena tzotzil, aparece en la lista inaugural 50 Next, compuesta por personas identificadas como líderes de la próxima generación en el ámbito gastronómico.

    https://www.instagram.com/p/COLKvk2nLOn/?utm_source=ig_web_copy_link

    Claudia Ruíz fue considerada entre 700 candidatos de un grupo de solicitudes, nominaciones y talentos seleccionados directamente por Basque Culinary Center.

    Entre los nombres se encuentran Baya Ashtin de Nueva Orleans, EU, Douglas McMaster de Londres, Reino Unido, Diego Prado de Copenhague, Dinamarca, y sí, Claudia Albertina Ruíz Sántiz de San Cristóbal de Las Casas, México.

    https://www.instagram.com/p/CN7kh09nI-6/?utm_source=ig_embed&ig_rid=c740f6aa-4d66-4680-9fda-a4998db0b1a9

    Claudia Albertina Ruíz de 33 años, está en el listado en la rama “Pioneros de la Hospitalidad”, junto a otros jóvenes menores de 35 años que provienen de 34 países a lo largo de seis continentes.

    Ella no sólo fue la primera indígena tzotzil egresada de la Licenciatura en Gastronomía en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, sino también la primera en publicar una tesis en una lengua madre.

    https://www.instagram.com/p/CN_NZteHYfy/?utm_source=ig_web_copy_link

  • La maestra de surf de las mujeres mazatlecas

    La maestra de surf de las mujeres mazatlecas

    El surf ha sido un deporte asociado principalmente a los hombres, pero en los últimos años cada vez son muchas más las mujeres que se animan a practicarlo.

    Alexia Ceballos Echeagaray, de 28 años de edad, desde muy pequeña practicó varias actividades como la danza y deportes como el voleibol, basquetbol, futbol y skateboard, pero nada le dio la satisfacción y el sentimiento que le da el surfing.

    A sus 28 años, la joven es toda una maestra del surf. Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán

    Fue a los 17 años cuando por primera vez, en un viaje familiar a Puerto Escondido, Oaxaca, tomó dos clases y de ahí se enamoró de este deporte y decidió practicarlo en Mazatlán.

    Recuera que cuando «corrió» su primera ola, supo de inmediato que quería hacerlo por el resto de su vida, es una sensación que no se la da nada, aunque su mamá al principio no estaba convencida, hoy se arrepiente de no haberla apoyado desde más joven.

    “Mi mamá no quería que practicara el surf, porque era para vagos, decía, después entendió que debió de haberme apoyado desde muy joven, porque la verdad había un futuro, pero por empezar muy grande ya era más difícil”.

    Por su mente jamás pasó que un año y medio después su vida se encontraba en una disciplina de carácter extremo, fue su dedicación y perseverancia lo que le permitió a Alexa abrirse camino.

    Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán

    “Al principio fue como un hobbie al que le dediqué horas y horas de mi tiempo, después empecé a irme a viajes, me empezaron a gustar las competencias y porque estaban empujando a mejorar y entrenar más duro, me gustó mucho, pero sobre todo pude vencer mis miedos, eso fue un gran reto”.

    Comparte que al principio le tenía miedo al mar, le aterraba, además de que la vieran surfear, pero quería superar esos miedos, no sólo es de practicar deportes, sino todo lo que se aprende: paciencia, perseverancia, constancia y disciplina.

    Es una manera de practicar la paciencia todos los días, el entender que no sólo tú tienes el control, mucha adaptabilidad, porque es lo que te da el mar, nunca es lo mismo, siempre está cambiando y te tienes que adaptar a lo que hay y divertirte en todo el proceso”.

    Su dedicación, pasión, talento y energía le dieron la oportunidad de «montar» olas en varias partes del mundo, así como obtener cinco veces el Campeonato Estatal, además de representar a Sinaloa en torneos internacionales.

    Participó en 15 competencias, representó a Sinaloa en Rosarito, Baja California; Pascuales, en Colima; Zihuatanejo y Mazatlán, también estuvo en competencias internacionales en Puerto Escondido, Acapulco y en California.

    Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán

    Fue en 2012 cuando empezó a dar clases de surf en Estados Unidos y un año después lo hizo en Mazatlán, mientras seguía compitiendo y hacia otras actividades. Fue en enero de 2021 cuando finalmente abrió Lexie Surf Academy, con tres alumnas, y hoy ya tiene casi 20, en su mayoría mujeres.

    Alexia estudió negocios y actualmente cursa la carrera de Marketing, le gusta prepararse, pero el surf siempre ha sido su «primer amor», desde que lo probó, y nunca pensó que iba a dedicarse de lleno a esta actividad.

    El practicar y enseñar este deporte le ha dejado muchas satisfacciones en su vida, obviamente quisiera tener más mujeres en el agua, pero también tiene mucho interés en los niños, porque hay muchas posibilidades para ellos, sobre todo porque el surf ya es un deporte olímpico y México tiene un buen futuro para eso.

    “Tengo una niña de 8 años, hasta una señora de más de 50 años, el rango es muy abierto, tengo muchas mamás, mujeres solteras, niñas y niños, hay quienes ya tienen nivel, pero quieren avanzar porque hay detalles que no reconocían que hacían mal y ahí es donde yo entro, es algo que se tiene que trabajar constantemente, porque el surf es un deporte muy celoso en el sentido que tienes que ser muy constante para avanzar. Si vienes una vez al mes, nunca vas aprender”.

    Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán

    Falta que más mujeres se animen

    La joven mazatleca señala que falta que muchas de sus alumnas se den a conocer y que también faltan más chicas que se animen a desafiar sus límites y adentrarse en el universo de las olas.

    «No hay muchas mujeres que lo practiquen, invito a que se atrevan, es mucho más seguro y divertido de lo que creen, hacen muchas amistades, conocen gente de todo el mundo, la verdad, no hay muchas mujeres que se animen a competir y yo siempre las encamino a eso y creo que ahí vamos, poco a poquito, cada vez somos más mujeres en el agua, domando las olas».

    La meta de ella es seguir preparando atletas de alto rendimiento, quiere que sus alumnos lleguen a surfear muy bien y puedan participar en unas Olimpiadas.

    México tiene calidad de olas a nivel mundial, tan sólo en Puerto Escondido puedes surfear olas hasta de cinco metros de altura y personas de todo el mundo vienen sólo a eso.Alexia

    «Y en el caso del puerto de Mazatlán, es un buen lugar para aprender el surfing, ya que tiene varios puntos excelentes para practicar este deporte, desde Playa Brujas hasta la Isla de la Piedra”.

    Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán

    JOVEN PREPARADA

    Alexia estudió negocios y actualmente cursa la carrera de Marketing, pero el surf siempre ha sido su “primer amor” y ahora se siente realizada al dedicarse de lleno a él.

    Toda la información e imágenes son de EL SOL DE MAZATLÁN
    Link original: https://www.elsoldemazatlan.com.mx/local/la-maestra-de-surf-de-las-mujeres-mazatlecas-6717974.html

  • Mujeres líderes de la ciencia y la tecnología

    Mujeres líderes de la ciencia y la tecnología

    Influyentes mujeres que lideran campos tan relevantes como la ciencia y la tecnología participarán en el próximo congreso Santander WomenNOW.

    Samantha Cristoforetti está acostumbrada a romper barreras. Esta piloto de aviación nacida en Milán en 1977 sirvió en las Fuerzas Aéreas italianas, pero su intención era llegar mucho más alto. Y lo consiguió. En sentido figurado y literal. En 2009 fue seleccionada entre 8.500 candidatos por la Agencia Espacial Europea -ESA, por sus siglas en inglés- y, desde entonces, ha participado en múltiples misiones.

    Entre otras, Cristoforetti ha dirigido la iniciativa Spaceship EAC para abordar los retos de las futuras misiones a la Luna; ha trabajado en el proyecto Gateway para establecer un puesto de escala en la órbita lunar; y ha permanecido diez días en Aquarius, la única estación de investigación submarina del mundo, que lidera la NASA. Además, la milanesa es la tercera mujer astronauta en la ESA y la primera en Italia. Entre 2014 y 2015, batió el récord de permanencia femenina en el espacio: pasó nada menos que 200 días en la Estación Espacial Internacional, en la misión Futura, como ingeniera de vuelo de la Soyuz. Y está previsto que allí vuelva, en una nueva misión, en la primavera de 2022.

    Cristoforetti es una de las mujeres que está liderando la ciencia y la tecnología y que participará en Santander WomenNOW, pero no será la única. El congreso también contará con una de las investigadoras más influyentes del mundo: Cori Bargmann (Virginia, Estados Unidos, 1961). Esta neurobióloga y genetista, especializada en larelación entre la genética y el comportamiento, es, desde 2016, directora científica de la fundación Chan Zuckerberg Initiative (CZI), el organismo filantrópico creado por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y su esposa, Priscilla Chan. Bargmann maneja un presupuesto de 3.000 millones de dólares para los próximos diez años. Por sus investigaciones y sus avances en el campo de la genética, Bargmann también fue elegida miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

    Durante la pandemia, la CZI proveyó de test a los hospitales de la bahía de San Francisco y desarrolló tecnologías de análisis para detectar el nuevo virus. Además, ha dado soporte a la plataforma bioRxiv, un repositorio de investigaciones abierto que sirve para que los investigadores compartan información, algo esencial en una crisis de salud pública como la que estamos viviendo.

    Lucha contra el Covid

    Precisamente, de salud pública y de la pandemia hablará durante el congreso María Neira, directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Nacida en La Felguera (Asturias) en 1962, esta licenciada en Medicina por la Universidad de Oviedo tuvo una impresionante carrera en cooperación internacional antes de llegar a los despachos. En los años 90 fue coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Centroamérica y, desde esa posición, trabajó sobre el terreno con refugiados de Honduras y El Salvador.

    Tras una primera etapa en la OMS, en la que dirigió el departamento de Prevención y Erradicación de Enfermedades Infecciosas y trabajó en Ruanda y Mozambique, en 2002 regresó a España para tomar las riendas de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. En 2005 recibió de nuevo la llamada de la OMS y se trasladó a Ginebra para ocupar su puesto actual.

    Además de recibir la Orden del Mérito Nacional del Gobierno francés en 2006, en 2009 se encargó, junto a Margaret Chan, presidenta de la OMS, de recoger el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional que le fue concedido al organismo. Durante la pandemia, María Neira ha sido una de las caras más visibles de la OMS.

    Toda la información e imágenes son de ABC.
    Link original: https://www.abc.es/sociedad/abci-mujeres-lideres-ciencia-y-tecnologia-202105160048_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F

  • ¿Machismos cotidianos?, desde memes hasta burlas en público, este diccionario te explica qué son

    ¿Machismos cotidianos?, desde memes hasta burlas en público, este diccionario te explica qué son

    Subestimar los argumentos de una mujer en público o burlarse de ella con memes en redes sociales y whastapp, parecen conductas cotidianas, pero en realidad son machismos.

    “… Son pequeños gestos, expresiones sexistas y son súper sutiles normalmente, pero que ayudan de alguna manera a perpetuar roles de género, machismo y esta violencia suavizada…”

    Sofía Alessio Robles | Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir

    Pictoline creó el “Pequeño Diccionario de machismos cotidianos”, que busca concientizar sobre estas prácticas.

    “Uno de los objetivos del diccionario es nombrar todas estas violencias, creo que cuando alguien empieza a nombrar algo empieza ser más evidente su existencia…”

    Flora Sandoval | Creadora “Pequeño diccionario de machismos cotidianos”, Pictoline

    Son infografías que ilustran términos como Mansplaining.

    “… Nada más porque soy hombre asumo que tengo más información y que sé más que tú sólo porque eres mujer, así de básico…”

    Sofía Alessio Robles | Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir

    Slut-Shaming, burlas hacia el comportamiento de una mujer y Bropropriating, apropiarse del mérito de una mujer.

    “Tenemos una de las palabras que recuperamos que es Maninterrupting, que es como esta interrupción innecesaria que se hacen las mujeres, sobre todo en cuestiones públicas”.

    Flora Sandoval | Creadora “Pequeño diccionario de machismos cotidianos”, Pictoline

    Estas publicaciones se han vuelto virales y generado polémica en redes sociales; muchos de lso comentarios son negativos y la mayor parte son por parte de los hombres.

    Sin embargo visibilizar la violencia cotidiana es parte de la solución.

    “Podemos dejar de reírnos de un chiste machista por ejemplo, eso ya es colaborar”.

    Sofía Alessio Robles | Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir

    Toda la información e imágenes son de UNO TV.
    Link original: https://www.unotv.com/reportajes-especiales/machismos-cotidianos-este-diccionario-te-explica-que-son/?fbclid=IwAR3cild_wEbDc0ELUKp1nJtmHgI-ADLwTcUpc3hQCFfxwaD3u9BqNLdZkQ4

  • La pandemia deja al descubierto la plaga de los crímenes sexuales en México

    La pandemia deja al descubierto la plaga de los crímenes sexuales en México

    En un año en el que la tasa general de delitos se ha reducido más de un 10% en el país, los que atentan contra la libertad sexual son los más altos de décadas: en 2020 se presentaron 54.314 denuncias.

    Explica orgulloso el director de Seguridad Pública de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, que durante la pandemia todas las cifras de delitos han caído. Para una ciudad históricamente afamada por la violencia, este ha sido un buen año. Excepto, reconoce, por las violaciones. Son prácticamente lo único que ha aumentado. En Iztapalapa, en Ciudad de México, la revelación es la misma: después de un proyecto de alumbrado público, la tasa de crímenes se hundió un 60%, menos, de nuevo, las agresiones sexuales. En un año en el que la tasa general de delitos se ha reducido en México más de un 10%, los crímenes sexuales son más altos que nunca. En 2020, se denunciaron 54.314 delitos contra la libertad sexual, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Es la cifra más alta desde los registros disponibles de 1997.

    La explicación a este aumento alarmante está escondida en una consigna política: quédate en casa. “Prácticamente todas las violaciones que registramos durante la pandemia tuvieron lugar dentro del hogar y fueron cometidas por algún miembro del núcleo familiar”, señala Jorge Amador, encargado de la seguridad de Neza. Es una vieja idea que la mayoría de las agresiones sexuales las cometen conocidos. Ahora, las medidas de distanciamiento social y los confinamientos impuestos por algunos Estados para luchar contra los contagios de covid-19 han dejado al descubierto esta plaga. “Es una segunda pandemia, una que no quiere ver nadie, que la quiere tapar el sistema”, define Samantha Baéz, directora de Casa Gaviota, una organización de apoyo a mujeres víctimas de violencia.

    En México, en 2020 se denunciaron 46 violaciones al día. Este dato no incluye los abusos, acosos u otro tipo de delitos sexuales. En los tres primeros meses de 2021, aumentaron a 53 diarias. La mayoría de las víctimas son mujeres adultas, aunque el año pasado las que más aumentaron fueron las violaciones sufridas por menores de 15 años.

    “Los gobiernos se olvidaron de la mirada de género: los confinamientos ponen a las mujeres y a las infancias en una situación de riesgo”, apunta Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios de México. De las víctimas atendidas por esta red, entre un 70% y un 75% había sufrido la violencia dentro del hogar. “Se supone que en nuestra casa tendríamos que estar seguras y protegidas, pero no es así. La pandemia nos ha devuelto a cuando la violencia contra las mujeres era un asunto privado, que ocurría dentro del hogar y no se podía atender. Ahora estamos regresando a ese espacio privado y las violencias se extienden”, añade.

    Cae el total de delitos, suben los sexuales

    La pandemia supuso un punto de inflexión para la seguridad en México. El año 2019 había sido el más violento de la historia reciente del país: por primera vez se superaron los dos millones de denuncias de delitos, se contabilizaron 44.860 asesinatos y 944 feminicidios y un Estado como Colima tuvo una tasa de homicidios superior a la de El Salvador. No fue difícil que en 2020 y con la llegada de la crisis sanitaria se denunciaran 230.000 crímenes menos que el año anterior. Sin embargo, esta mejora generalizada excluye a las víctimas de violencia sexual. Se interpusieron un 2% más de denuncias

    “Durante todos estos meses, las mujeres tuvieron que estar todo el tiempo con su agresor, 24/7, antes podían salir, ir a trabajar, pero este año han estado encerradas”, apunta Baéz, que cree que la pandemia no solo ha afectado a los delitos sexuales sino que “todas las violencias contra las mujeres y los niños han aumentado en este período”.

    Los datos, además, recuerda Figueroa, la directora de la red de refugios, son parciales: “Son una pincelada, porque hay un subregistro de casos que no son conocidos, de mujeres que no han tenido la oportunidad de denunciar”. Las expertas piden al Gobierno que invierta en prevención y que lleve a cabo un monitoreo de cómo se está viviendo la violencia de puertas para dentro. “Quedarse en casa no es una opción con una falta de seguimiento público y con este sistema tan vulnerable”, apunta Figueroa.

    La cifra de delitos sexuales más alta en décadas

    El registro más antiguo disponible en los informes de incidencia delictiva —preparado bajo una metodología que solo desglosa las denuncias contra la libertad sexual en categoría de violaciones, estupro y otras— es de 1997. Entonces se contabilizaron 20.695 delitos sexuales; en 2010, fueron 34.086, y en 2020, más de 54.314. Esto supone un aumento del 60% de estos crímenes en solo una década. En este período también aumentaron las denuncias totales, pero solo un 7%.

    Los datos de ahora son, en palabras de las especialistas, “alarmantes”. “Son un reflejo de la cadena de omisiones, de impunidad y de corrupción, de un sistema revictimizante, creado para ser impune e impedir que las mujeres puedan acceder a la restitución de sus derechos”, valora Figueroa. Además advierte que un gran número de víctimas de violencia sexual sufre también otro tipo de violencias: “Estos delitos sexuales desencadenan feminicidios”.

    Las expertas terminan resumiendo de la misma forma esta situación de violencia: “No hay ningún lugar en México seguro para las mujeres, ni la calle, ni las redes sociales, ni la casa”.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/mexico/2021-05-11/la-pandemia-deja-al-descubierto-la-plaga-de-los-crimenes-sexuales-en-mexico.html