Autor: Editora

  • Día de las madres: diez datos sobre las mujeres mexicanas con hijos por el 10 de mayo

    Día de las madres: diez datos sobre las mujeres mexicanas con hijos por el 10 de mayo

    En 2020, siete de cada 10 mujeres de 15 años y más han tenido al menos un hijo nacido vivo; a su vez, las mujeres cada vez tienen menos hijos, de acuerdo con cifras del INEGI.

    En México se celebra, todos los 10 de mayo, el Día de las Madres desde 1922 y su propósito es generar un espacio de reflexión para valorar la labor de las mujeres que han tenido hijos. A propósito de esta conmemoración, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) generó y difundió una amplia gama de indicadores sobre las características sociodemográficas de las mujeres de 15 años y más que han tenido al menos un hijo nacido vivo, es decir, que son madres.

    A continuación, se presentan algunos datos sobre las madres hablantes de lengua indígena, y se comparan con las que no tienen esta condición y que también son madres; asimismo se presenta información de las madres que están privadas de su libertad. Esta información proviene del Censo de Población y Vivienda y del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales, ambos de 2020.

    Con respecto al monto y estructura de la población, en el país residían 48.6 millones de mujeres de 15 años y más en 2020, de las cuales 72.4% son madres, es decir, unas 35.2 millones. De este total, 7.1% son hablantes de lengua indígena, lo que equivale a unos 2.5 millones de mujeres.

    En 2020, en México residían 48.6 millones de mujeres de 15 años y más, de las cuales 72.4% son madres (Foto: Cuartoscuro)En 2020, en México residían 48.6 millones de mujeres de 15 años y más, de las cuales 72.4% son madres (Foto: Cuartoscuro)

    Por otra parte, la tasa global de fecundidad (TGF) es un indicador que refiere el número de hijos que en promedio tendrá una mujer al final de su vida reproductiva. Las cifras muestran que las mujeres cada vez tienen menos hijos: en 1999 la tasa global de fecundidad fue de 2.86 y se redujo a 1.88 hijos por cada 1,000 mujeres en 2019.

    En particular, la TGF para las mujeres que hablan lengua indígena fue de 2.85 en 2019, cifra menor a la de 1999 que fue de 4.15 hijos por cada 1,000 mujeres. Mientras que para las mujeres que no son hablantes de lengua indígena fue de 1.82 hijos por mujer en 2019 y de 2.76 en 1999.

    En las adolescentes que hablan lengua indígena, la tasa de fecundidad fue de 73.5 hijos por cada 1,000 mujeres de 15 a 19 años, dato que contrasta con respecto a la fecundidad de las adolescentes que no hablan lengua indígena, unas 41.2 por cada 1,000.

    Según reportes internacionales, las madres adolescentes tienen mayor probabilidad de enfrentarse a situaciones que vulneran sus derechos como es la violencia, y son más propensas a repetir ciclos de pobreza.

    En México, el Día de las Madres se celebra desde 1922 (Foto: Cuartoscuro)En México, el Día de las Madres se celebra desde 1922 (Foto: Cuartoscuro)

    En el caso de la situación conyugal de las madres mexicanas, el 47% de las mujeres de 15 años y más con al menos un hijo nacido vivo están casadas. En el caso de quienes hablan lengua indígena, 28% se encuentran en unión libre y 14% son viudas. Esta estructura es similar en las madres que no hablan lengua indígena, pero con un porcentaje menor (22% en unión libre y 10% en las viudas).

    En el apartado del nivel de escolaridad, los datos del INEGI indican que 26% de las mujeres de 15 y más años que son madres indígenas no tienen escolaridad. El 62% tienen instrucción básica (preescolar, primaria o secundaria), un 8% tiene algún grado aprobado en el nivel medio superior y apenas 4% cuenta con estudios a nivel superior. Estos dos últimos porcentajes son 21% y 17% entre las mujeres que no hablan lengua indígena y tienen al menos un hijo.

    Sobre las mujeres privadas de la libertad con hijos menores de seis años, al cierre de 2019, en los centros penitenciarios estatales, se encontraban 415 mujeres privadas de la libertad que tuvieron consigo a sus hijos menores de seis años, las cuales representan 4.4% del total de mujeres privadas de la libertad en los centros penitenciarios estatales.

    El mayor número de personas se encontraba en el estado de México, Ciudad de México y Veracruz, que en conjunto concentraron 36.9% de las mujeres privadas de la libertad que vivían con sus hijos menores de seis años.

    Toda la información e imágenes son de INFOBAE.
    Link original: https://www.infobae.com/america/mexico/2021/05/10/dia-de-las-madres-diez-datos-sobre-las-mujeres-mexicanas-con-hijos-por-el-10-de-mayo/

  • La maternidad feminista avanza ante estereotipos y violencias

    La maternidad feminista avanza ante estereotipos y violencias

    El rol de las madres ha cambiado con el tiempo, pasando de la “ama de casa” a la madre trabajadora, incluso a retomar los espacios de maternidad como algo deseado y no por la presión social, compartieron madres feministas a propósito del Día de las Madres. Sin embargo, las mujeres aún luchan contra la romantización de la maternidad, los padres ausentes y estereotipos que siguen arraigados, como el de la “madre modelo y abnegada” o “la superwomen” .

    Patricia Miranda tiene 28 años de edad, es profesionista en pedagogía y madre de dos pequeños de cinco y dos años de edad. Ella, como miles de madres, está orgullosa del papel que desempeña porque fue por elección propia y no un “deber social”.

    Ella está convencida que, con el paso de los años y a la fecha, este rol sí ha cambiado ya que ahora las mujeres tratan de retomar el espacio de la maternidad como algo deseado y no por presión social.

    “Creo que es importante para nosotras el poder decidir en qué momento nos sentimos preparadas o deseamos concebir y traer al mundo a nuestras crías, en comparación con otros tiempos donde prácticamente era obligada la maternidad, es decir, que al llegar a cierta edad tenías que casarte, tener hijos y llegar hasta ahí”, comentó.

    María Flores, de 37 años de edad, lleva cinco años como mamá y coincide con Patricia en que la perspectiva y el rol materno no es lo mismo que antes. Ahora a la madre ya no se le ve como la mujer que tiene que quedarse en casa para el cuidado, sino que ya son muchas más las mujeres que están activas en el mundo laboral y son madres.

    No obstante, tanto Patricia como María, ambas integrantes del colectivo Madres Insurrectas, destacan que aún existen varios estereotipos en torno a las maternidades, principalmente la romantización de este concepto, que van desde la errónea idea que las madres deben de ser “unas santas” y que las mujeres, para ser plenas deben vivir esta experiencia.

    “La maternidad está romantizada con eso de que la maternidad ‘es rosa y es lo mejor que te puede pasar porque cuando eres madre eres la mujer plena’, yo creo que ese es uno de los estereotipos que también sigue muy arraigado porque no se habla de todo lo que hay detrás de la maternidad. No se habla de todo el proceso que implica tal vez la leche materna o de los problemas que hay. Otro estereotipo es el de la madre buena, la no alza la voz de la madre, que está callada, que no reclama”, platicó María.

    Y Patricia coincidió: “El mayor reto que enfrentamos es el hecho de que nos sentimos juzgadas todo el tiempo […] Sigue este estereotipo de la buena madre, que tenemos ser siempre perfectas. En el momento en el que te conviertes en madre tienes que cumplir con ciertas normas sociales, como esta imagen de la maternidad todo color de rosa que siempre nos hace sentir mal cuando de pronto no encajamos en eso. Casi siempre es a la mujer a la que juzgan cuando no hacemos lo que se debe hacer, según las normas sociales de lo que es maternal”.

    “Las cifras muestran que las mujeres cada vez tienen menos hijos”, detalló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al informar que la tasa global de fecundidad en el país se redujo drásticamente en 10 años.

    De acuerdo con los datos del organismo, esta tasa en el año 1999 fue de 2.86 hijos por cada mil mujeres, en tanto que para el año 2019, se situaba en 1.88 hijos por cada mil mujeres.

    En México, al menos 35.2 millones de mujeres son madres, es decir el 72.44 por ciento de las mexicanas, según el más reciente censo del INEGI del 2020, que detalla que siete de cada 10 mujeres de 15 años y más han tenido al menos un hijo nacido vivo.

    Patricia Miranda considera que uno de los principales motivos por los que ha cambiado el rol de las maternidades se debe en parte al auge que ha tenido el movimiento feminista en los últimos años.

    “Sí creo que tiene que ver con lo que desató el movimiento feminista, de retomar los espacios privados y públicos, y justo también por este auge del aborto legal, cuando se empezó a hablar de las maternidades deseadas y también de las que en algún momento, aunque fueron tal vez un tanto obligadas, pues también justo de esta libertad de criar con amor y respeto, aunque en algunas circunstancias no todas las maternidades se pueden dar desde el privilegio porque lamentablemente hay muchas situaciones en las que la maternidad no se puede elegir”, platicó.

    María y Patricia coincidieron en que el movimiento feminista ha ayudado a visibilizar los retos, conflictos y violencias que enfrentan las madres y a darse acompañamiento.

    “Creo que las compañeras feministas también han sabido crear espacios seguros para las mamás. El colectivo de Maternidades Insurrectas surgió justo de ese acompañamiento entre mujeres con la necesidad de tener amigas que pasan las mismas situaciones o parecidas y no sentirse solas dentro de lo que es maternal”, narró.

    “El feminismo ha ayudado sobre todo a quitarnos culpas sobre los estereotipos de ser la buena madre, la callada, la que sólo cuida de todos, la que está ahí solamente sirviendo a los y las otras. Creo que más bien ha hecho conciencia sobre eso, que también tenemos que enfocarnos a nuestro autocuidado”, abundó María.

    En México siete de cada 10 mujeres son madres. Foto: Sashenka Gutiérrez, EFE.

    MUNDO LABORAL, OTRO RETO

    María también destacó que a partir de que la mujer ha ganado derechos y se han integrado más al mundo laboral y profesional, también se ha complicado el rol de las madres porque el mercado ya exige a las mujeres, sin dar oportunidades ni derechos necesarios.

    “Y sí, de pronto más bien el mercado dice: ‘también las necesito a ustedes y a ver ahora cómo le hacen porque además de atender al trabajo, pues tienen que atender a sus hijas y a sus hijos’”.

    Otro de los principales retos que enfrentan las mujeres y las maternidades, además de no tener políticas y una agenda que las incluya para mejorar su rol, es el hecho de las paternidades ausentes.

    “El auge del movimiento feminista también ha ayudado a visibilizar esas violencias que de pronto en casa vivimos incluso con acciones muy sencillas como la de los padres ausentes, que no ayudan, que no aportan nada en casa y pues es la mujer la que al final tiene que sacar adelante a sus crías”, detalló Patricia.

    Las renuncias personales que hacen las mujeres por los hijos son tan profundas como invisibles, y en muchos casos van en detrimento de la propia integridad y la salud. Foto: Bernardino Hernández, Cuartoscuro

    De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el número de jefas de hogar en México creció exponencialmente en una década. En 2008, un cuarto del total de los hogares fue encabezado por una mujer, mientras que, en 2018, esta proporción creció a un tercio. Estas relaciones se presentaron tanto en contextos de pobreza como en ausencia de ésta.

    En ese sentido, María Flores detalló que incluso existe una tendencia de las mujeres a criar solas a sus hijos ante el descuido de los padres.

    “Lo que estaba sucediendo, más que el hecho de que los hombres se involucren más en estos cuidados, lo que ocurría es que las mujeres preferían maternar solas. Entonces decían, ‘pues si tengo aquí al hombre, tengo que limpiar lo que él hace, tengo que hacer más comida, además tengo que lidiar con sus cambios de humor y de carácter’. Entonces había una tendencia a separarse y a decir ‘no te necesito, mejor vete y me quedo yo aquí con mi hijo’” detalló.

    Toda la información e imágenes son de SIN EMBARGO.
    Link original: https://www.sinembargo.mx/09-05-2021/3973035

  • Violenta personal médico a 33% de mujeres durante el embarazo

    Violenta personal médico a 33% de mujeres durante el embarazo

    Los maltratos durante la atención obstétrica son violencia de género, un atentado contra los derechos humanos y reproductivos, señala el Instituto Nacional de las Muje-res (Inmujeres).

    De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh, 2016), en México 33.4 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto o cesárea experimentó algún tipo de estos incidentes, los cuales también son considerados como violencia institucional, y consisten en regaños, burlas, ironías, insultos amenazas, reclamos, discriminación y humillación, negación de tratamiento, y también que sean esterilizadas o les coloquen métodos anticonceptivos sin su consentimiento o que les realicen cesáreas que no son necesarias.

    De acuerdo al análisis Violencia Obstétrica y Morbilidad Materna: Sucesos de Violencia de Género, del Instituto Nacional de Perinatología, existe una relación entre la violencia durante la atención al embarazo y la morbilidad materna y, en tal sentido, refiere que “ésta es una de las consecuencias de la violencia de género (…) la práctica médica al ejercer violencia obstétrica hacia las usuarias refleja hechos que llevan a la morbilidad materna” y “además conlleva consecuencias emocionalmente desagradables para la mujer por no ser parte activa de su proceso reproductivo y, por el contrario, tener un papel de espectadora”.

    El trabajo realizado por Mayra Chávez Courtois y Norma Sánchez Maya se basó en entrevistas sobre la atención médica durante el parto que recibieron mujeres de la sierra norte de Puebla, expone el poder del médico sobre la usuaria en este proceso, y plantea que se debe entender que “la toma de decisiones tiene que ser consensuada por ambas partes; es decir, por el personal médico y la embarazada.

    Acciones y omisiones

    La violencia en la atención obstétrica es toda acción u omisión por parte del personal de salud que cause daño físico o sicológico a la mujer durante el embarazo, parto o puerperio. Según la Endireh 2016, 11.2 por ciento de las mujeres experimentó gritos o regaños durante la labor de parto o cesárea; 10.3 tardó en recibir la atención porque gritaba o se quejaba mucho; a 9.9 por ciento se le ignoró cuando preguntaba cosas sobre su parto o bebé y a 9.2 se le presionó para que aceptara un dispositivo u operación para no tener más hijos.

    La Organización Mundial de la Salud ha llamado a erradicar y prevenir la violencia obstétrica, porque los tratos irrespetuosos u ofensivos no sólo violan los derechos de las mujeres, sino que también amenazan sus derechos a la vida, la salud y a la integridad física y la no discriminación.

    Toda la información e imágenes son de LA JORNADA.
    Link original: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/05/08/politica/violenta-personal-medico-a-33-de-mujeres-durante-el-embarazo/

  • Pilar Quintana: “Tendemos a poner a las mujeres bajo esta idea que tienen que ser magníficas y perfectas”

    Pilar Quintana: “Tendemos a poner a las mujeres bajo esta idea que tienen que ser magníficas y perfectas”

    La autora colombiana dialogó con Infobae Cultura sobre “Los abismos”, novela que le valió el Premio Alfaguara 2021, como también sobre la infancia, la maternidad y la memoria, entre otros temas

  • Mujeres mexicanas pasaron de tener 6 hijos en los 60 a 1 en 2020: UNAM

    Mujeres mexicanas pasaron de tener 6 hijos en los 60 a 1 en 2020: UNAM

    Las tasas de fecundidad han ido a la baja en mujeres mexicanas por diversos factores aunque aún persisten prejuicios sobre las que deciden no ser madres o no tener hijos.

    Las mujeres mexicanas pasaron de tener 6 hijos en la década de los 60 a un solo hijo en 2020, informaron académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el marco del Día de las Madres.

    Las académicas de la UNAM aprovecharon para mencionar que a pesar de que los índices de fecundidad en México van a la baja, aún existe presión social sobre las mujeres mexicanas para que sean madres y que incluso en algunos sectores permanece la idea de que es una obligación ser mamá.

    También añadieron que, aunque ser madre no es un impedimento para realizar actividades o ejercer cargos, en México aún existen prejuicios para contratarlas en algunos sectores, por el tiempo que exigen las labores de cuidados.

    Nivel de escolaridad impacta en índices de maternidad

    Así lo mencionaron Tania Meléndez Elizalde, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón y coordinadora del Seminario Interinstitucional de Familia y Diversidad, junto a Alejandra Collado Campos, especialista en Estudios de la Mujer y jefa de Medios de Comunicación del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) a través de un comunicado de la UNAM.

    En dicho documento indicaron que el escenario varia por entidad, pues según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en la CDMX la tasa de fecundidad es de 1.2 hijos por mujer mientras que en Chiapas es de 2.7; y en Guerrero de 2.3.

    Influyen muchos factores culturales, por ejemplo, la Ciudad de México tiene el nivel de escolaridad y profesionalización más alto del país, tanto en mujeres como hombres, lo que impacta en estas cifras.

    Meléndez Elizalde, maestra en Estudios Políticos y Sociales, detalla que se trata de una tendencia general en la sociedad occidental. Las causas son múltiples: los movimientos feministas que han promovido un entendimiento distinto del papel de la mujer en la sociedad; la divulgación y uso de diversos métodos anticonceptivos, así como el incremento de la escolaridad de la población en general.

    En la medida en que las mujeres tienen más acceso al conocimiento, a adquirir grados escolares mayores, proponen proyectos de vida enfocados a su profesionalización, postergan la vida reproductiva y en muchos casos, deciden no tener hijos.

    Además, destacaron que las mujeres que tienen mayor nivel académico tienen menos hijos, no tienen o los tienen mucho más tarde, en contraste con las mujeres con escolaridad de primaria, quienes tienen más de dos hijos o las que son madres más jóvenes, lo que genera que dejen de estudiar y se quedan en esa escolaridad y es mucho más complejo escalar en lo laboral.

    Se rompe con ideas como el llamado instinto maternal o situaciones idealizadas en los medios de comunicación y productos culturales que indican que no hay nada más hermoso que ser mamá. Los ginecólogos dicen: útero que no da hijos, da tumores o que hay un reloj biológico; el religioso señala que las mujeres vinieron al mundo a procrear, y el institucional o de la familia refiere que si una mujer no tiene hijos ¿cómo va a dejar huella y cómo va a seguir el apellido?

    Prejuicios sobre la maternidad en México

    Las académicas de la UNAM mencionaron que a pesar de que poco a poco se han erradicado ideas como que las mujeres “nacieron para ser madres” y se impulsa que la maternidad debe ser una elección, aún hay discursos violentos ante la elección de no ser madre.

    Decidir no ser madre se atribuye a que algo no funciona bien con esa mujer y se le castiga simbólicamente al representarla como la solterona, amargada, enojona o la que nadie quiso, y no se concibe que pueda ser plena y estar feliz, desarrollarse completamente, sin tener que ser mamá. Sin embargo, esa carga negativa no existe hacia los hombres que deciden no ser padres.

    También destacaron que cada vez hay más mujeres mexicanas que ante la posibilidad de prepararse mejor académicamente y tener experiencias que no son necesariamente compatibles con tener hijas o hijos, optan por las segundas; aunque está mal vista o estigmatizada esta decisión.

    Toda la información e imágenes son de ADN40.
    Link original: https://www.adn40.mx/mexico/mujeres-mexicanas-6-hijos-1960-1-hijo-2020-unam-erv

  • Mujeres de Atenco: 15 años de lucha por la verdad, la justicia y la no repetición

    Mujeres de Atenco: 15 años de lucha por la verdad, la justicia y la no repetición

    La digna rabia de las mujeres que por 15 años han denunciado la violencia y la tortura a las que fueron sometidas ha exhibido a un Estado responsable de la represión. Su denuncia ha retratado también un Estado que continúa perpetuando la impunidad.

    Lo ocurrido el 3 y 4 de mayo de 2006 en Atenco y Texcoco, Estado de México, representa uno de los casos más emblemáticos de represión de la protesta en el país. En ambos días, elementos de la policía municipal de dichos municipios, de la policía estatal del Estado de México, así como de la Policía Federal Preventiva reprimieron de manera atroz la manifestación. Durante el operativo que implementaron, los policías hicieron uso de la fuerza de manera ilegítima e innecesaria. Como consecuencia de ello, murieron dos jóvenes de 14 años: Ollin Alexis Benhumea y Javier Cortés Santiago, fueron detenidas arbitrariamente más de 240 personas, algunas pertenecientes al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FDPDT), otras simpatizantes del movimiento, así como personas sin militancia alguna. Cuarenta y siete de las personas detenidas fueron mujeres. La mayoría de ellas sufrieron diversas formas de violencia por parte de los policías, como tortura sexual al interior de los vehículos en los que las trasladaron al Centro de Readaptación Social “Santiaguito”. Al ingresar a dicho centro, veintiséis de ellas declararon haber sido víctimas de violencia física, psicológica y sexual, recibido amenazas de muerte y de dañar a sus familias por parte de los elementos de policía antes mencionados. Sin embargo, no solo no fueron atendidas adecuadamente, sino que fueron revictimizadas. El personal médico del lugar se negó a revisarlas, a realizarles exámenes ginecológicos y a reportar la violencia sexual. En algunos casos, se burlaron de ellas y las insultaron.

    A pesar de que tales hechos fueron denunciados, y que la tortura fue ampliamente documentada por el Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad y  por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, únicamente fueron consignados 22 policías estatales: 21  por abuso de autoridad y uno más por el delito de actos libidinosos. Todos fueron absueltos. Como resultado de la falta de acceso a la verdad, a la justicia y a garantías de no repetición en México, Yolanda Muñoz Diosdada, Norma Aidé Jiménez Osorio, María Patricia Romero Hernández, Mariana Selvas Gómez, Georgina Edith Rosales Gutiérrez, Ana María Velasco Rodríguez, Suhelen Gabriela Cuevas Jaramillo, Bárbara Italia Méndez Moreno, María Cristina Sánchez Hernández, Angélica Patricia Torres Linares y Claudia Hernández Martínez acudieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en abril de 2008.

    Las mujeres de Atenco han sostenido la mirada y la palabra, la denuncia y la dignidad, por 15 años. El proyecto Mirada sostenida, de Liliana Zaragoza Cano, ha acompañado esta lucha por  verdad y justicia.

    Por su parte, la CIDH admitió en 2011 el caso con el número 12,846 y, en 2013, se llevó a cabo la audiencia pública sobre el fondo del caso. En 2015, la Comisión aprobó el informe de fondo 74/2015 resolviendo a favor de las once mujeres.1 Sin embargo, tras nueve meses de la emisión del informe de fondo, el Estado no cumplió con las recomendaciones aun cuando recibió cuatro prórrogas, por lo que en septiembre de 2016 se envió el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH). En septiembre de 2017 se realizó la audiencia pública del caso ante dicho tribunal.

    Ha sido y sigue siendo la digna rabia de las mujeres que por quince años han denunciado las violencias y la tortura a las que fueron sometidas, la que ha mostrado a un Estado responsable de la represión. Su denuncia ha retratado también un Estado que continúa perpetuando la impunidad. Norma, sobreviviente de tortura sexual en Atenco, relató en la audiencia ante la CoIDH los efectos de esta represión: “me siento completamente diferente a la que era antes. Me cuesta mucho trabajo poder encontrar alegría o satisfacción en las cosas que antes para mí eran importantes. No puedo dormir”. Ante la pregunta de sus representantes legales de cuáles serían las medidas que la repararían, Norma afirma: “la verdad, el poder esclarecer lo que ocurrió, el que pueda ser de conocimiento general en el país en donde vivo. Fuimos señaladas y estigmatizadas. Nos llamaron mentirosas y todo este tiempo hemos defendido la verdad. Y merecemos que se reconozca que estamos diciendo la verdad. Justicia. (…) Que se investigue. Es tan importante, no solo para que se haga justicia, sino para que estos hechos no vuelvan a ser repetidos”.2

    Claudia, también sobreviviente de tortura sexual, declaró en la audiencia ante la CoIDH: “Aunque ellos nos habían amenazado de muerte, yo solo quería sobrevivir”. Además de haber sobrevivido al horror, las mujeres de Atenco han seguido denunciando. “Porque tenemos dignidad estamos levantando la voz aquí”, dijo Claudia. “Ha sido un camino difícil porque yo no pude recuperar mi vida”. Ante la Corte, también declaró que lo que la repararía sería: “Castigo a los responsables de toda la cadena de mando (…) Queremos garantías de no repetición. Nuestra lucha ha sido porque demás personas no pasen por lo que nosotras hemos pasado y que haya castigo a todos los que se atreven a violar los derechos humanos. (…)”.

    Como resultado de la tenaz búsqueda de verdad, justicia y no repetición por parte de las mujeres sobrevivientes de tortura sexual, el 28 de noviembre de 2018, la CoIDH emitió su sentencia en el caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco, declarando la responsabilidad internacional del Estado mexicano por las violaciones a los derechos humanos de once mujeres detenidas arbitraria e ilegalmente por agentes policiales, en específico por la violación a los derechos a la integridad personal, a la vida privada y la prohibición de tortura; el derecho de reunión; el derecho a la libertad personal y el derecho a la defensa; los derechos a las garantías judiciales y la protección judicial, y el derecho a la integridad personal de los familiares de las once mujeres. En la sentencia se declara que las mujeres fueron víctimas de tortura sexual, sin que los hechos fueran debidamente investigados y los responsables fueran sancionados.

    Las organizaciones que acompañan el caso, en particular el Centro Pro y CEJIL, han mostrado cómo este caso ilustra tres patrones nacionales: la represión y criminalización de la protesta social; la tortura sexual a mujeres detenidas, y la impunidad ante violaciones a derechos humanos. En términos de las medidas de reparación, el equipo que acompañó el caso a la CoIDH, destaca lo señalado por ese tribunal en términos del deber de investigar todas las formas de responsabilidad. Además, resalta dos medidas estructurales que buscan evitar la repetición de hechos de violencia como los ocurridos en el caso de gran trascendencia en el contexto mexicano: por un lado, establecer un observatorio independiente a nivel federal que permita dar seguimiento a la implementación de las políticas en materia de rendición de cuentas y monitoreo del uso de la fuerza de la Policía Federal y la policía del estado de México, dentro del cual se permita la participación de miembros de la sociedad civil. Por otro lado, el tribunal requirió al Estado que elabore un plan de fortalecimiento calendarizado del Mecanismo de Seguimiento de Casos de Tortura Sexual cometida contra Mujeres, que incluya la asignación de recursos para el cumplimiento de sus funciones en el territorio nacional, y establezca plazos anuales para la presentación de informes.

    Uso ilegítimo de la fuerza en protestas

    En el contexto actual, donde el ejercicio del derecho humano a la protesta social sigue siendo reprimido y es constantemente estigmatizado, criminalizado y restringido de manera arbitraria a través del uso ilegítimo de la fuerza por parte de elementos del Estado —principalmente policías de todos los niveles y elementos de las fuerzas armadas—, resulta imprescindible señalar la violación de los estándares internacionales sobre el uso de la fuerza en el caso específico de Atenco. El actuar del Estado en este caso tuvo como consecuencia que se cometieran graves violaciones en contra de los derechos humanos a la libertad de expresión, reunión, petición y participación así como en contra de la integridad física de las y los participantes, e incluso de las personas que realizaban labores de documentación y las terceras afectadas.3 Estas violaciones facilitan la represión en contextos de manifestaciones actualmente, ya que se mantienen las condiciones para que se repitan estos hechos. Un hecho reciente que lo demuestra fue lo sucedido el 22 de agosto de 2020, en León, Guanajuato, donde 22 mujeres fueron detenidas arbitrariamente y sufrieron violencia física, psicológica y tortura sexual por parte de elementos de la policía municipal. Durante 2020, autoridades de los estados de Guanajuato, Chihuahua, México, Sinaloa y Quintana Roo estigmatizaron y criminalizaron en múltiples ocasiones a las mujeres que protestaban contra la violencia de género con diversas acciones: detenciones arbitrarias, amenazas, violencia verbal, física y sexual para silenciarlas.

    Cabe recordar que los criterios internacionales sobre el uso de la fuerza son la base del actuar de las fuerzas del orden de cualquier Estado. Estos criterios son aún más delimitados cuando se aplican dentro del contexto de la protesta social y la manifestación pública, por constituir un espacio legítimo para que las inconformidades y las demandas sean escuchadas y, en consecuencia, contribuyan al intercambio de ideas y a la participación política de la población. El uso de la fuerza por parte del Estado siempre debe ser excepcional y sólo será justificado en la medida en que el Estado satisfaga los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, precaución y rendición de cuentas. Como parte de la responsabilidad del Estado de garantizar la rendición de cuentas, deben presentar informes que documenten cualquier evento en donde se haya utilizado el uso de la fuerza de manera ilícita, así como tener un sistema de registro “de todas las decisiones de los oficiales al mando en todos los niveles”, así como “del equipamiento que se suministra a cada agente en una operación, lo cual incluye los vehículos, las armas de fuego y la munición”.

    El 3 y 4 de mayo de 2006, las fuerzas de seguridad de los distintos niveles de gobierno no aplicaron un criterio diferenciado y progresivo del uso de la fuerza. Por el contrario, actuaron de manera arbitraria, desproporcionada e ilegal, vulnerando gravemente los derechos humanos de las personas participantes en la manifestación, en general, y los de las once sobrevivientes de tortura sexual, en particular. Las violaciones a derechos humanos cometidas en Atenco representan el horror inenarrable, los testimonios que duelen profundamente, hasta lo más hondo. Los relatos de la tortura psicológica y física, y específicamente la sexual que sufrieron las mujeres de Atenco son, como han señalado sus representantes legales, la imagen de un Estado represor e impune que, a quince años de estos hechos, sigue con pendientes fundamentales en términos de verdad y justicia. Las voces de las mujeres de Atenco siguen representando la dignidad, la memoria, y la fuerza de la lucha. En tanto el Estado siga sin escuchar cada una de estas voces y sin cumplir la sentencia de la Corte Interamericana a cabalidad, en específico sobre el observatorio independiente a nivel federal para evaluar la implementación de las políticas de rendición de cuentas y monitoreo del uso de la fuerza de las policías así como el plan de fortalecimiento del Mecanismo de Seguimiento de Casos de Tortura Sexual cometida contra Mujeres, como parte de las medidas de no repetición, estos hechos podrán seguir sucediendo.

    Cinthya Cecilia Alvarado Rivera es Investigadora de Derecho a la información. María De Vecchi Gerli es coordinadora de Derecho a la Verdad y Rendición de Cuentas en @article19mex.

    1 Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, Mujeres de Atenco, sentencia contra la tortura sexual, Relevancia de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Mujeres víctimas de tortura sexual vs México.

    2 Los testimonios completos de la audiencia ante la Corte Interamericana pueden verse aquí.

    3 Article 19 Oficina para México y Centroamérica, Caso Mariana Selvas Gómez y otras vs los Estados Unidos Mexicanos, Memorial Amicus Curiae.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/altoparlante/mujeres-de-atenco-15-anos-de-lucha-por-la-verdad-la-justicia-y-la-no-repeticion/

  • El Día de las Madres nació como una protesta

    El Día de las Madres nació como una protesta

    En mi casa no se celebraba el Día de las Madres. Mi abuela lo odiaba. Le recordaba los bordados y manualidades que la ponían a hacer en la escuela para regalárselos a su madre, que siempre le salían mal. Le recordaba también a su propia madre, enferma de Parkinson, a quien cuidó durante sus últimos años. Mi bisabuela se emocionaba mucho ese día y se arreglaba para ver a sus hijos. Durante el resto del año la visitaban muy poco, pero ahí estaban ese día, puntuales y con flores. A mi abuela le daba tristeza, pena ajena y coraje tener además que hacerle de anfitriona. Nunca quiso festejarlo, no aceptaba regalos ni felicitaciones. Le parecía una fecha hipócrita y artificial. Lo que sí le gustaba era ir a los restaurantes ese día —en particular a Sanborns—, para ver cómo sacaban “a pasear a las viejitas”, así decía. Se reía de los peinados bombachos, de los atuendos, y escuchaba las conversaciones en las mesas de junto. Luego volteaba para contarnos de qué estaban hablando. Sus diagnósticos nos mataban de risa. El último Día de las Madres que salimos con mi abuela, ella tenía ya una demencia senil avanzada y todo el trayecto fue deseándonos feliz navidad.

    Mi madre también aborrecía la fecha. Un poco por herencia, supongo, pero su mirada era —es— más ideológica porque la consideraba una celebración consumista y llena de clichés, cuyo único propósito era hacer gastar a la gente. En la primaria hippie a la que asistí no se celebraba el Día de las Madres, por los mismos motivos. Así que nunca hice tarjetas, no recité poemas ni armé espectáculos ni desfiles. La conmemoración, en realidad, nunca me significó realmente nada —salvo mucho tráfico en las calles— y eso no cambió cuando nació mi hijo. Empecé, eso sí, a recibir cadenas por WhatsApp, rosas virtuales y mensajes empalagosos que me enchinaban las pestañas y me ponían de pésimo humor. También, lo admito, recibí un dibujo indescifrable de mi hijo que me encantó, aunque no más que los que hace todos los días.

    Ya no recuerdo cómo di con la historia del origen del Día de las Madres, pero de ahí nació mi convicción de que la fecha tiene remedio, si logramos retomar sus raíces de protesta. Hoy, la celebración se construye alrededor de los estereotipos decimonónicos de la madre sacrificada, entregada, amorosa y perfecta que tanto daño les hacen a las mujeres en general y a las madres en particular. Todo gira alrededor del consumo, en especial de los electrodomésticos, como para regresar a la madre a su lugar patriarcal por excelencia: la cocina, y ahí retenerla con juguetes nuevos. Parece inverosímil que esta celebración edulcorada y cursi tuviera, en realidad, un origen feminista. Pero lo tiene.

    Ann Maria Reeves Jarvis nació en Estados Unidos en 1832 y durante varios años organizó lo que llamaba “clubs de trabajo del día de las madres”, para mejorar la salud y la higiene a través de la educación de las mujeres. Durante la Guerra de Secesión, Jarvis cuidó de muchos heridos y su idea era organizar un Día de las Madres de protesta pacifista en contra de la guerra. La feminista y sufragista Julia Ward Howe retomó la idea de Jarvis y escribió una potente declaración del Día de la Madre, donde instaba a las mujeres a oponerse a la guerra, a sentir empatía por las madres de otros países y a no permitir que sus hijos sean entrenados para lastimar a los hijos de alguien más. “Desde el seno de la devastada tierra, una voz se alza con la nuestra. Dice: ¡Desarme, desarme!”.

    Cuando su madre murió, la hija de Ann Maria Reeves Jarvis, Ann Jarvis, comenzó a mandar peticiones para declarar un día de celebración nacional en honor a su madre pacifista. Luego de mucho esfuerzo lo consiguió, y se volvió una celebración oficial en Estados Unidos en 1914. Pero muy pronto los empresarios vieron el enorme potencial en el día y la idea original se corrompió. Unos años después, Jarvis escribió una declaración diciendo que los floristas y los vendedores de tarjetas eran “charlatanes, bandidos, piratas, estafadores, secuestradores y termitas que tratan de demeritar con su avaricia uno de los movimientos, y una de las celebraciones, más nobles y verdaderas”. Trató durante el resto de su vida de acabar con el Día de las Madres, pero era demasiado tarde.

    En México llegó ya echado a perder. Como explica Guadalupe Nettel, el Día de las Madres fue importado por el periódico Excélsior, con apoyo de la Secretaría de Educación Pública y de la Iglesia católica, y su propósito era intentar detener un importantísimo movimiento feminista en Mérida, Yucatán, donde Elvia Carrillo Puerto, entre otras cientos de participantes, realizaron en 1916 un congreso feminista

    Durante una manifestación a favor del aborto legal y seguro en Argentina, en diciembre de 2020
    Credit…Reuters
    Una activista durante la marcha por el Día de la Mujer en México
    Credit…David Guzman/EPA vía Shutterstock

    Así, el Día de las Madres se fue volviendo antagonista del feminismo, pero en su raíz histórica perdura la batalla de las madres por transformar el mundo. Si a esos orígenes nos aferráramos, sería posible convertir el día en un bastión para las luchas de las “madres desobedientes”, por retomar el término que usa Esther Vivas en Mamá desobediente, el brillante libro que reconcilia al feminismo con las madres.

    Si en vez de pedir flores pidiéramos licencias de maternidad más largas (acordes con el periodo de lactancia que recomienda la Organización Mundial de la Salud). Si en lugar de escribirnos tarjetas con lugares comunes redactáramos las leyes que hacen falta para asegurar jornadas de trabajo reducidas, compatibles con la crianza. Si reemplazáramos los chocolates con licencias de paternidad obligatorias y equivalentes a las de las madres. Si cambiáramos las frases sobre el amor infinito y el sacrificio abnegado por reflexiones para acabar de una vez por todas con los estereotipos románticos de las madres perfectas, y con los tabúes y prejuicios alrededor de la lactancia. Si intercambiáramos las joyas por planes concretos para terminar con la violencia obstétrica. Si dejáramos de inundar las redes con felicitaciones vacuas y mejor las llenamos de ideas para la crianza colectiva. Si en vez de salir a los restaurantes saliéramos a las calles a exigir un sistema nacional de cuidados, aborto legal, seguro y gratuito en todos los estados de México —y en toda América Latina y en el mundo entero—, así como justicia para las madres de personas desaparecidas y víctimas de feminicidios. Si así fuera, el 10 de mayo volvería a tener sentido.

    En los últimos años las marchas del Día de la Mujer, el 8 de marzo, en América Latina han sido colosales y formidables. En ellas salimos a protestar para reclamar, entre otras cosas, el derecho a la existencia, a la autonomía sobre nuestros cuerpos y a una vida digna. Pero un día al año, ya se ve, no es suficiente. Necesitaríamos los 365 días para denunciar todo lo que hay que denunciar, para exigir lo que tenemos que exigir. Apropiémonos por lo pronto del Día de las Madres. Resignifiquemos la fecha y celebremos también lo que es digno de celebrarse: las voces que se alzan, las iniciativas, las leyes, los nuevos discursos y la imparable fuerza colectiva que sigue cambiando el mundo.

    En México, en América Latina y en todo el planeta, queda un enorme camino por recorrer para que las maternidades sean elegidas, libres y gozosas. Hagamos del Día de las Madres un día de lucha, por todas las que han sido, por las que son y serán. Un día así, hasta mi abuela lo habría celebrado.

    Madres de mujeres asesinadas protestan contra la violencia de género en Ciudad Juárez, al norte de México, en marzo de este año.
    Credit…Mahe Elipe/Reuters

    Jazmina Barrera es escritora y una de las fundadoras y editoras de Antílope, una editorial independiente con sede en Ciudad de México. Además de Linea nigra, es autora de Cuerpo extraño y Cuaderno de faros.

  • Las víctimas de Roemer piden al embajador de Israel que informe a su Gobierno del riesgo de tener allí al escritor

    Las víctimas de Roemer piden al embajador de Israel que informe a su Gobierno del riesgo de tener allí al escritor

    El profesor, sobre el que pesa una orden de detención por violación, ha sido visto en aquel país, donde no hay tratado de extradición con México.

    Las mujeres que han sufrido violencia sexual por parte de Andrés Roemer han enviado una carta al embajador de Israel en México para que alerte a su Gobierno de la presencia del escritor en su territorio y el riesgo que corren las mujeres allí, donde una nueva víctima ha denunciado abusos similares a los padecidos antes por las mexicanas. La misiva viene respaldada por más de 60 organizaciones feministas y firmada por algunas de las jóvenes que han denunciado formalmente al profesor y exdiplomático. A petición de la Fiscalía, que ya ha armado una investigación sólida contra el acusado, la policía busca ya a Roemer para que comparezca ante el juez y, eventualemente, sea enviado a prisión preventiva mientras se resuelve su proceso por dos violaciones. La organización Nosotras para Ellas lleva el caso de estas mujeres.

    Tras varios meses sin noticias de Roemer, desde que estalló el escándalo a finales de febrero, el profesor ha sido visto recientemente en Israel, debido a que una nueva víctima lo acusó allí de acoso sexual siguiendo el mismo patrón que usó en México con tantas otras, a juzgar por las más de 60 confesiones públicas que hicieron estas mujeres en apenas unas semanas desde la primera confesión pública, la de la bailarina Itzel Schnaas.

    Roemer, hijo de un director de orquesta judío que emigró a México tras la ocupación de Austria por los alemanes, tiene vínculos con Israel, donde hay una calle que lleva su nombre. A su carrera académica hay que sumar varios cargos públicos en México, uno de ellos como embajador ante la Unesco. La cancillería lo destituyó porque su voto en el organismo internacional ignoraba la política que dictaba el Gobierno mexicano sobre el conflicto israelí.

    Israel no tiene un tratado de extradición con México, debido a lo cual es un territorio donde se refugian algunos de los perseguidos por la justicia por diversas causas. “Buscamos que los países que podrían hacer una diferencia para que tengamos justicia también se responsabilicen de las acciones que les corresponden”, solicitan en la misiva.

    En la carta al embajador Zvi Tal, que firman siete víctimas, se muestra la “inquietud” porque Roemer siga violentando a mujeres en Israel. “Queremos evitar que haya más víctimas que sufran los horrores que hemos sufrido nosotras”, dicen. Y confían en que teniendo el Gobierno de Israel plenos conocimientos de lo que ellas relatan “tomará una posición contundente para proteger a las mujeres de su país”. El acusado tiene ocho carpetas de investigación abiertas en México por acoso y abuso sexuales así como una investigación por dos violaciones. “Escuchen nuestras historias y crean en nosotras”, piden al embajador.

    El profesor y escritor ha sido durante años una persona de prestigio en México, con colaboraciones políticas en varios gobiernos. Conducía un programa en una emisora de TV Azteca, del grupo de Ricardo Salinas Pliego, de quien es socio en el festival Ciudad de las Ideas, un proyecto para impulsar a jóvenes con talento en diversas disciplinas. A decir de las agredidas, el festival era el ámbito en el que contactaba a muchas de sus futuras víctimas, algunas de las cuales acabaron en el sótano de su casa, donde iniciaba y a veces consumaba su estrategia de violencia sexual. Muchos de los científicos y académicos de todo el mundo que participaban de asesores en ese proyecto le dieron la espalda hace unos meses cuando todo este asunto salió a la luz. Y en Puebla, donde se celebra el festival, su gobernador, Miguel Barbosa, ya ha anunciado que Roemer no volverá a desarrollar ningún proyecto allí. La Ciudad de las Ideas recibía de este Estado 35 millones de pesos para su organización.

    Repudiado también por algunas universidades en las que trabajaba, Roemer es ahora una persona a la que pocos quieren arrimarse, pero su comparecencia ante el juez, si es que sigue en Israel, puede ser complicada. Un comunicado sin firmar emitido por algunos medios de comunicación en México, supuestamente del propio Roemer, decía este jueves que había tenido conocimiento por la prensa de la orden de detención contra él y acusaba a la Fiscalía de no respetar las garantías procesales. Se declaraba inocente por completo de todas las acusaciones de las víctimas. Andrés Roemer habló con este periódico el 20 de febrero. Afirmó que no se reconocía en los comportamientos que denunciaban las víctimas, pero, en todo caso, dijo, “nunca hay que desmentir a un ser humano, solo escucharle y crecer”. “Ofrezco, en nombre de muchos hombres, nuestra ignorancia en temas que tenemos trabados inconscientemente”. Siempre se ha manifestado víctima de un complot empresarial.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/mexico

  • Científica explica que es el mapeo feminista

    Científica explica que es el mapeo feminista

    El feminismo ha producido cambios profundos y positivos beneficiando con las reformas culturales que ha planteado.

    El feminismo ha producido cambios profundos y positivos beneficiando con las reformas culturales que ha planteado; sin embargo, no se ha podido acabar con el patriarcado, el sexismo ni la opresión sexista, “por eso las conquistas feministas están siempre en peligro, por lo que invito a estar atentas, para seguir haciendo geografías feministas desobedientes, que desenmascaren las desigualdades y las opresiones”, puntualizó Diana Lan, profesora del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina.

    “Mapear desigualdades es pensar en otro mundo”, compartió Diana Lan quien consideró como un desafío la construcción de una base geográfica feminista, como forma epistemológica que reconozca a quienes están oprimidos, pero luchan y no se dan por vencidos.

    Durante su participación en el 4º Congreso Internacional sobre Género y Espacio, en el que la investigadora ofreció la conferencia magistral Geografías feministas, para mapear desigualdades, señaló que las metodologías feministas tratan de construir un método no sexista ni androcéntrico, y reconoció que aunque existen mínimas diferencias en cada concepto, en la práctica el método engloba los dos, “expresa de manera explícita la relación entre política y ciencia”.

    Mencionó que las mapeadoras tienden a añadir información de la realidad ignorada, como es el caso de Angélica Lucía Damián Bernal, del Estado de México; María Salguero, creadora del mapa nacional de feminicidios en México, y Amanda Yépez, geógrafa integrante del colectivo Geografía Crítica de Ecuador.

    Explicó que las geografías feministas constituyen un campo académico y político en donde algunas son más visibles que otras, dejando fuera discusiones como la colonialidad de género, racismo y la construcción espacial de la blanquitud.

    Estas geografías trabajan para desnaturalizar la dominación masculina del espacio, y encaran un proceso de concienciación y sensibilización de las desigualdades y opresiones de género, que las metodologías feministas otorgan a la geografía feminista latinoamericana un importante marco para el mapeo de la violencia de género que pone de relieve la importancia de utilizarlo como herramienta de comunicación, que además de elaborar datos estadísticos oficiales ayudan al posicionamiento de mensajes que son omitidos sistemáticamente por la sociedad.

    “Desde estas geografías se necesita develar las asimetrías de poder para resignificar las prácticas espaciales de los lugares donde vivimos y defendemos, para crear una justicia feminista más inclusiva,”, destacó.

    Recordó que en el primer encuentro de la Red de Geografías Feministas del Sur, efectuado el 16 de septiembre de 2020, se abordaron temas como geografía racializada, las descoloniales y las negras e indígenas, como parte de los debates actuales dentro del feminismo y las luchas sociales, políticas y ambientales latinoamericanas.

    Dijo que ésta ha sido una lucha ardua por el contraste permanente que tiene en las sociedades racistas, transhomofóbicas, machistas, masculinistas y patriarcales.

    Toda la información e imágenes son de EL SOL DE CORDOBA.

    Link original: https://www.elsoldecordoba.com.mx/local/cientifica-explica-que-es-el-mapeo-feminista-diana-lan-profesora-geografia-universidad-nacional-la-plata-argentina-6676854.html

  • Mujeres a la estela de Vera C. Rubin, la astrónoma pionera que descubrió la materia oscura

    Mujeres a la estela de Vera C. Rubin, la astrónoma pionera que descubrió la materia oscura

    FILE – In this Thursday, March 14, 2019 file photo, U.S. astronaut Christina Koch, member of the main crew of the expedition to the International Space Station (ISS), speaks with her relatives through a safety glass prior the launch of Soyuz MS-12 space ship at the Russian leased Baikonur cosmodrome, Kazakhstan. Koch will set a new record
    Las mujeres llegan cada vez más alto. En febrero de este 2021, la voz de la ingeniera aeroespacial colombiana Diana Trujillo, directora de vuelo de la misión Mars 2020, líder de la misión Curiosity y del equipo de ingenieros detrás del robot Perseverance, fue la primera en narrar en español el aterrizaje de una nave de la NASA en Marte.

    El año pasado, la estadounidense Christina Koch rompió el récord del vuelo espacial más largo hecho por una mujer, después de haber hecho en 2019 la primera caminata lunar solo de mujeres junto a Jessica Meir. La científica de la computación Katie Bouman lideró ese mismo año el primer equipo en tomar una fotografía de un agujero negro.

    Las investigaciones de Vera Rubin confirmaron la existencia de la materia oscura.
    Las investigaciones de Vera Rubin confirmaron la existencia de la materia oscura. Terceros
    La astrofísica Katherine Freese se destaca en el sector por ser pionera en el desarrollo de teorías sobre la materia oscura y la ingeniera aeroespacial keniana Gladys Ngetich se impone con sus investigaciones en la integración de combustibles alternativos sostenibles para el lanzamiento de satélites.

    En 2022, abrirá sus puertas el primer observatorio estadounidense nombrado en honor a una mujer, Vera C. Rubin, la astrónoma pionera, que entre otras cosas, confirmó la existencia de la materia oscura.

    La ingeniería aeroespacial sigue siendo una profesión masculina, las alumnas de estos estudios son un 25%, una cifra que lleva así desde la década de los 90
    Cristina Cuerno
    Directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio
    A pesar de que cada vez son más las grandes figuras que abren paso, el sector aeroespacial es todavía un campo dominado por hombres. “Se han producido avances notables en nuestra sociedad en temas de igualdad y nuestro sector no es impermeable a ello. No obstante, las cifras hablan por sí solas y las diferencias existen”, asegura la directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) y una de las fundadoras de la asociación Ellas Vuelan Alto, Cristina Cuerno, quien además fue la primera mujer en doctorarse en ingeniería aeroespacial en España y en dirigir la ETSIAE.

    Cristina Cuerno, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio

    Cristina Cuerno, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio

    En este sentido, Cristina Cuerno apunta que “la ingeniería aeroespacial sigue siendo una profesión mayoritariamente masculina dado que los porcentajes de alumnas que realizan estos estudios está, de media, en un 25%, una cifra que lleva así desde la década de los 90. La primera mujer ingeniera aeronáutica terminó sus estudios en 1974 y desde entonces la proporción de alumnas fue creciendo hasta ese 25% hasta los años 90, en el que está estancada ya hace treinta años”.

    Esas cifras, explica, “son mucho más bajas en otras profesiones del ámbito aeroespacial como las pilotos, que en el caso del transporte aéreo comercial suponen del orden del 5% del colectivo”.

    En la Agencia Espacial Europea hay un 30% de mujeres y vimos que había que hacer una campaña deliberada para incentivar a que hubiera más

    Lucía LinaresResponsable de Estrategia y Vuelos Institucionales de la ESA

    “En la industria espacial europea, habrá en total un poco menos de 50.000 empleos a tiempo completo, de los cuales un 22% son ocupados por mujeres. Hoy en día, en la Agencia Espacial Europea, hay alrededor de un 30% de mujeres”, dice Lucía Linares, responsable de Estrategia y Vuelos Institucionales en la Dirección de Transporte Espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).

    “Nos dimos cuenta de que para que hubiera más mujeres en la agencia, necesitábamos más solicitudes de mujeres y para ello había que hacer una campaña deliberada para incentivarlas a aspirar a los distintos puestos, ya sea de astronautas, ingenieras o científicas. Desde 2015, ha habido un esfuerzo muy fuerte en este sentido”, explica Linares e indica que “en 2020, las aplicaciones de mujeres para los programas ESA de postgrado para jóvenes (Young Graduate Trainees e Internal Research Fellows) aumentaron en un 30% respecto al año anterior y tuvimos selecciones prácticamente equilibradas en términos de género, con un 40% de mujeres. Es un trabajo de varios años y en todos los niveles, sobre todo educación. Según los datos que nos llegan de la OCDE, sólo alrededor del 30% de las estudiantes mujeres seleccionan carreras STEM. Entonces hay que actuar desde pequeñas”.

    Techo de cristal hacia las estrellas

    Según cifras de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), sólo el 25% de los expertos que lideran los equipos de investigadores en el mundo son mujeres

    Si ponemos la lupa en España, la cantidad de mujeres que siguen carreras de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas es aún más reducida donde, según un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos (IOE) de este año, son solo un 13% las estudiantes femeninas. Además, el techo de cristal hace que, según cifras de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), sólo el 25% de los expertos que lideran los equipos de investigadores a nivel mundial sean mujeres.

    “Hay que luchar contra los roles preestablecidos que hacen que ciertas profesiones o actividades se identifiquen con un género. En el caso de la ingeniería aeroespacial, hay una falta de referentes femeninos para las niñas”, dice Cristina Cuerno y apunta que “el desconocimiento de que se pueden ejercer ciertas profesiones impide, evidentemente, escogerlas como una salida profesional. Pensar que van a exigir una dificultad tremenda también es disuasorio. Hay que ir a los colegios y presentarles estos referentes para que los incorporen con naturalidad. Normalizar esta opción para que la sientan más cercana y alcanzable”.

    Cartel de la ESA animando a las mujeres a incorporarse a la carrera espacial

    Cartel de la ESA animando a las mujeres a incorporarse a la carrera espacial

    La carrera espacial fue pensada durante mucho tiempo como una tarea de hombres. A principios de los 60, las trece mujeres seleccionadas en el programa privado de la Fundación Lovelace Mercury 13, tras haber pasado y en algunos casos superado las marcas obtenidas por los hombres del Mercury 7 de la NASA en las mismas pruebas para demostrar sus capacidades para volar, vieron frustrados sus sueños al cancelarse el proyecto.

    Janey Hart y Jerry Cobb, dos de estas mujeres, presentaron su rechazo en el Senado de EE.UU. en 1962. “Me parece inconcebible que el mundo del espacio tenga que estar limitado a los hombres, como si fuera un club masculino”, dijo Hart en su intervención. “No queremos iniciar una batalla de sexos. Sólo queremos participar en el futuro espacial de nuestra nación. Sin discriminaciones”, declaró Cobb.

    No queremos iniciar una batalla de sexos, sólo queremos participar en el futuro espacial de nuestra nación, sin discriminaciones

    Jerry CobbSeleccionada en un programa espacial privado a comienzos de los años 60 

    Por su parte, John Glenn, uno de los astronautas seleccionados para la misión Mercury, testificó en su contra: “Los hombres van a luchar en las guerras y pilotar los aviones y vuelven para diseñarlos, construirlos y probarlos. El hecho de que las mujeres no estén en este campo es un hecho del orden social. Sólo buscamos a personas con ciertas cualificaciones. Si alguien puede reunirlas, estoy a favor de ellas”, dijo.

    Glenn sería recordado por convertirse en el tercer astronauta en viajar el espacio, al dar tres vueltas al planeta en 1962. Solo unos meses más tarde, en junio de 1963, la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, fue la primera mujer en atravesar la atmósfera y dio un total de 48 giros -45 más que Glenn- en la órbita de la Tierra, a bordo de la nave espacial Vostok 6. Durante esos mismos días, Valery Bykovsky orbitó el planeta unas 81 veces en la Vostok 5.

    “En el campo espacial, Tereshkova fue la primera referente. En plena carrera espacial, supuso una revolución sin precedentes. Pensemos que en España hubo que esperar hasta 1974 para que egresara la primera ingeniera aeronáutica”, dice Cristina Cuerno. Pasaron 19 años hasta que otra mujer pudiera llegar al espacio después de Tereshkova, con Svetlana Savítskaya en 1982. En 1983, más de veinte años más tarde que su primer vuelo espacial, EE.UU. envió por primera vez a una astronauta, Sally Ride.

    Lucía Linares, responsable de Estrategia y Vuelos Institucionales de la Agencia Espacial Europea

    Lucía Linares, responsable de Estrategia y Vuelos Institucionales de la Agencia Espacial Europea

    En su camino a convertirse en la primera doctora en ingeniería aeroespacial en España, Cristina Cuerno explica que la falta de mujeres en el sector era evidente. “Durante los estudios de ingeniería aeronáutica, me fui acostumbrando a no tener profesoras, muy pocas compañeras y a desenvolverme en un ámbito netamente masculino. Esto continuó durante el doctorado y me enfrenté al hecho de ir rompiendo algunas barreras, comenzando con la obtención del grado de doctora, siempre trabajando para lograr mis objetivos”, dice.

    Las mujeres no tenemos que demostrar nada, pero sí es bueno visibilizar la labor que hacemos para que las niñas tengan referencias claras para su futuro

    Cristina CuernoDirectora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio

    “Las mujeres no tenemos que demostrar nada, pero sí es bueno visibilizar la labor que hacemos en campos tradicionalmente considerados masculinos para romper estos encasillamientos culturales que se convierten en obstáculos infranqueables para otras mujeres, especialmente cuando son niñas y necesitan referencias claras a la hora de tomar decisiones que afectan a su futuro”, agrega la directora de la ETSIAE.

    El pasado 31 de marzo, la ESA abrió una nueva convocatoria para selección de astronautas. La última fue hace once años y recibió un 16% de solicitudes femeninas, entre las que una de ellas, Samantha Cristoforetti, fue elegida para ocupar uno de los seis puestos. Lucía Linares explica que en esta ocasión “se ha hecho un esfuerzo muy grande de comunicación para atraer a mujeres. Las imágenes de la campaña muestran deliberadamente distintos perfiles de mujeres para alentarlas a aplicar”.

    Lo que nos permite lograr grandes metas es formar equipos donde hay hombres y mujeres, y además de diferentes culturas, nacionalidades y capacidades

    Lucía LinaresResponsable de Estrategia y Vuelos Institucionales de la ESA

    La responsable de Estrategia y Vuelos Institucionales de la ESA apunta que “el hecho de mostrar mujeres que han logrado objetivos, y que además son accesibles y alcanzables, es algo muy importante para que las niñas y chicas que hoy están estudiando y que van a decidir qué hacer en su futuro no se pongan barreras”. Sin embargo, indica que lo que a ella más la motiva como profesional dentro de este sector es, más que las figuras de mujeres destacadas, el poder formar parte de equipos diversos.

    “Lo que me inspira en el día a día es, más que ver mujeres que han roto barreras, formar parte de equipos donde hombres y mujeres trabajamos juntos, donde hay una diversidad no sólo de género, sino también personas de diferentes culturas, nacionalidades, capacidades multidisciplinares, y se reconoce como algo enriquecedor. Eso es lo que nos permite lograr grandes metas”, comparte Linares.

    Toda la información e imágenes son de LA VANGUARDIA.
    Link original: https://www.lavanguardia.com/magazine/personalidades/20210506/7355914/mujeres-espacio.amp.html