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  • Maternar en solitario en tiempos de COVID: ocho mujeres de familias monoparentales narran sus experiencias de confinamiento

    Maternar en solitario en tiempos de COVID: ocho mujeres de familias monoparentales narran sus experiencias de confinamiento

    Aina, 29 años, madre monomarental por divorcio: «He sobrevivido a la situación. Si miro atrás no sé ni cómo aguantamos. Maternar es colectivo, nadie debería hacerlo sola».

    Crianzas, puerperios, embarazos, cuidados 24×7. ¿Cómo fue maternar en pandemia para aquellas mujeres que crían en solitario? ¿Cuáles fueron los principales desafíos? Los retos del distanciamiento social, las dificultades de la conciliación, la incertidumbre económica, la carga mental, las secuelas psicológicas, el aprendizaje sobre los vínculos, y el miedo a enfermar. La cuarentena y la maternidad, ¿se parecen?

    Soledad e incertidumbre son las dos palabras que más se repiten cuando se le pregunta a una madre que materna en solitario qué le significó la cuarentena. «He conocido lo peor de mí», afirma Raquel, madre de Nora. La monoparentalidad se presenta como una estructura familiar donde solo uno de los progenitores atiende las responsabilidades del hogar. De los 18.535.900 de hogares de España, que recoge la Encuesta Continua de Hogares 2018, el 10,1% son hogares monoparentales. Estos hogares están fuertemente feminizados: un 82% de ellos está encabezado por una mujer. De ahí que, desde la Federación de Asociaciones de Madres Solteras, afirmen que «el término ‘monomarental’ es más útil ya que contribuye a visibilizar sobre una realidad, la de mujeres que crían en solitario, más allá de que la raíz de parental venga de pariente».

    En España, es una tipología de familia que está en auge, hay un 2% más de hogares monoparentales que el año anterior. En la monomarentalidad convergen e interactúan componentes de diferente naturaleza: la diversidad familiar, las asimetrías históricas de las mujeres, la precarización de los trabajos, la feminización de los cuidados, y la dimensión sociocultural en relación con las representaciones sociales. Se trata de una realidad polifacética que ha existido siempre, aunque el concepto es reciente: «Tradicionalmente, estas madres fueron estigmatizadas y no necesariamente consideradas como un tipo de familia. La ausencia de la figura masculina era vista como una falla irreparable», explica Paloma Hernández, técnica de FAMS. Sin embargo, los caminos que llevan a una persona a asumir el papel de madre como única persona a cargo han ido evolucionando.

    En la actualidad, según FAMS «la principal ruta de acceso se debe al elevado número de separaciones o divorcios, pero también hay un número cada vez mayor de mujeres que deciden formar una familia como proyecto de vida y no como proyecto de pareja». Según Esther Vivas, en su libro «Mamá desobediente», «estas familias no la tienen fácil. Seguimos viviendo en una sociedad que intenta imponer un determinado arquetipo de maternidad y familia. Cada vez son más mujeres que ante la dificultad de encontrar una pareja con la que tener descendientes y ante el deseo de ser madres, deciden emprender una maternidad por su cuenta. Son madres que plantan cara al estigma que las asocia a abandono y deshonra».

    La mitad de los hogares monoparentales vive en una situación de riesgo de pobreza y exclusión social. «Dos sueldos son mejor que uno, sobre todo cuando pagas alquiler», reconoce Yolanda, viuda y madre de 3. Según la organización internacional Save the Children, «la falta de oportunidades laborales, la brecha salarial o la imposibilidad de conciliar su vida personal y profesional condicionan muy significativamente a estas mujeres y a sus hijos e hijas que crecen en desigualdad de condiciones». En la actualidad, no existe una ley a nivel estatal que contemple las necesidades específicas de estas familias.

    Entre los meses de marzo y abril, desde FAMS realizaron una encuesta sobre las condiciones de vida de familias monomarentales durante el estado de alarma. Los datos recogidos fueron preocupantes: el 87% de estas madres vieron cómo su situación laboral u ocupacional empeoró, un 48% respondió que echaron de menos ayudas para afrontar la situación, el 27% expresó mucha preocupación por no tener suficiente comida en casa por el hecho de que sus hijos e hijas no pudieran acompañarlas a hacer la compra por la hostilidad que sufrían en las tiendas. El apoyo psicológico y emocional es otro de los aspectos que más mencionaron las madres, afirman desde FAMS.

    Aquí se han reunido relatos honestos de mujeres durante un confinamiento inédito en plena maternidad en solitario.

    Aina Paradede Viyet (29 años)

    Madre monomarental por divorcio. Barcelona.

    Aina abrazando a su bebé.

    -El propietario no quiere a una madre sola y a un niño -, le contestaron a Aina cuando preguntó por qué no le alquilaban. «Ya por ser mujer eres discriminada. Pero ser mujer, madre y soltera te discrimina aún más.» Con Salvador en brazos, de 4 meses, acababa de dejar la casa de su ex. Lo decidió una noche luego de que una ambulancia la asistiera por un ataque de ansiedad: «Tenía que echar un paso adelante si quería estar bien. Y tenía que hacerlo sola con mi hijo».

    Aina sintió que había tocado fondo. No esperaba ser madre monomarental: «Es un paso muy duro con el que no contabas. Porque una va aguantando, pero la maternidad te cambia, lo que no haces por ti lo haces por tu hijo», dice con sus potentes ojos húmedos.

    «Mi cuarentena consistió en intentar teletrabajar con un bebé de 9 meses. Terminé histérica llorando y colapsé. Incluso medicándome me volvían las fobias. La cuarentena significó hundirme más en el pozo del que estaba saliendo. En vez de subir por la cuerda, me solté y me di contra el suelo. Eso hizo el confinamiento, meterme más adentro». Aina estuvo unas semanas de baja por ansiedad. «Yo veía a la gente en redes haciendo actividades y decía: ¿cuándo voy a hacer actividades con él? Hemos tenido momentos de baile, pero estaba agotada y sigo agotada. ¿Cómo barres, cómo friegas? Eres monomarental para todo». Cuando salía a la calle para conseguir comida era una diana: «Me iba justificando a cada lado que iba con él».

    Cuando llamó al hospital dijo: estoy sola con el niño, dame un permiso para poder ir sentarnos al banco a tomar sol. «Realmente hasta que no pudimos salir y abrieron los parques, aquí no había ninguna luz. Salvador empezó gateando y salió andando de la cuarentena. Pasamos su primer cumpleaños aquí. Yo noté que estaba nervioso, me mordía. ¿Cómo controlas esa energía contenida en un cuerpecito que no tiene espacio?», dice mientras Salvador le estira los brazos.

    «Desde el momento en que nació mi hijo yo he sobrevivido a la situación. Si miro atrás no sé ni cómo aguantamos. Maternar es colectivo, nadie debería maternar sola».

    María Gutierrez (43 años)

    Madre monomarental por ausencia de progenitor. Barcelona.

    María junto a su hijo.

    «Tienes que pensar en lo que sí tienes y no en lo que no tienes», le había dicho la psicóloga del centro de salud cuando María le contó que la relación no había funcionado. Salió pensando en positivo: «iba a ser mamá, iba a tener un bebe y lo iba a hacer todo yo sola». María, que siempre había querido formar una familia con una pareja, cuenta que «tener un hijo yo sola, no lo hubiera hecho nunca jamás, pero cuando llegó ese momento, decidí pues eso, seguir adelante».

    Cuando comenzó la cuarentena María sintió angustia: «si a mí me pasa algo, ¿a quién acudo? Mi madre está lejos, en Castilla, y es una persona mayor». La pandemia significó para María mucho estrés: «Tuve que poner internet en casa para poder teletrabajar. Me empecé a agobiar, yo soy teleoperadora, atiendo llamadas de emergencia, y cuando tengo a alguien que está tirado en la autopista yo no puedo decir: espera ahí, pongo el cola-cao de mi hijo y ahora te envío la grúa. Estoy 6 horas pendiente del teléfono y del ordenador y mi niño vagabundea por la casa haciendo nada, se levanta tarde, casi no me da tiempo a ponerle el desayuno, come mal. Piensas si se olvidará de saber leer, piensas en los deberes, piensas en la comida, piensas en la compra, piensas en entretenerlo un rato, en que no esté siempre pegado a una pantalla. Eso ha sido lo más difícil. Lo de conciliar es muy relativo, o sea, puedo cuidar, que no le pase nada físicamente pero no podía estar por él».

    Respecto al cole, «todavía es pequeño, no sabía ni entrar en su correo. Yo tenía que conectarme al ordenador, abrir mi mail, ver qué habían mandado, insistirle en que lo hiciera, aunque nunca había ganas», cuenta mientras Diego le pide permiso para jugar a un videojuego.

    María reconoce que el espacio en la casa es demasiado pequeño: «la convivencia es muy estrecha, pero Diego ha estado más cariñoso que nunca». Cuando iban pasando los días María pensaba: «No veo la luz al final del túnel… ¿Cuándo se acaba esto? ¿Cuándo se va a poder hacer vida normal? ¿Cuánto tiempo va a estar mi niño 6 horas al día tumbado en el sofá viendo la tele?

    Miriam Martín Gutiérrez (37 años)

    Madre monomarental por elección. Barcelona.

    Miriam con su hija.

    La comunidad de vecinos recuerda hasta el día de hoy cuando Miriam abrió la ventana de su piso y gritó con todas sus fuerzas: «no puedo más, no puedo más, necesito ayuda». Era abril y acababan de anunciar que el confinamiento seguiría 15 días más.

    «Eso es para las feas» le había contestado un amigo cuando Miriam le había confesado tiempo atrás que quería maternar en solitario. Pasarían unos años hasta que una mañana decidiera llamar con «vergüenza» al centro de salud pública para pedir cita con ginecología. Recuerda ir con miedo: «Quiero ser madre soltera», le dije con voz baja a la doctora el día de la cita.

    Miriam, feliz, pasó a formar parte de la larga lista de espera para inseminaciones. En el medio decidió probar suerte con una clínica privada, aunque lo recuerda como un «subir y estrellarte. Me embaracé, pero tuve un aborto. No contaba con eso. Con que se podía perder. Tenía 35 años. Yo no sabía ni el punto de inflexión de reserva ovárica. Tuve que dejarlo». Recuerda aquellos días como un abandonarse y flotar: «No podía ni ver mujeres embarazadas. ¿Soy la persona más egoísta del mundo?», se reclamaba por entonces.

    Casi dos años después, una voz le preguntó otro lado del teléfono:’¿Todavía estás interesada en la inseminación? Somos del centro de salud’. «Curiosamente yo estaba en una relación con un chico. Recuerdo que le dije en ese momento: «No me estás entendiendo, yo quiero ser madre, sola». Con los meses, la felicidad crecía en su barriga. Cuando cogió la baja maternal fue porque ya no cabía en su puesto de trabajo: «Fue en la semana 37, y cobre el 70% como si tuviera una gripe. Yo necesitaba el 100% del salario para pagar mi hipoteca». Lamenta cómo, embarazada de Iria, el gerente de la empresa en la que trabaja como ingeniera, la presionó:

    -¿Cuándo piensas volver después de dar a luz?

    Durante el parto sintió que su cuerpo se rompía en dos: «Nadie te habla de desgarros, de puntos, de la sombra del posparto. No sentí que eso de que ahora éramos dos. Ella era uno y yo era medio. No podía caminar, no podía sentarme. No podré volver a trabajar en la vida, pensaba. Los primeros días fueron de sombra total.»

    En marzo, un mes y medio después de parir, cuando apenas lograba volver a dar paseos, un coche de la guardia urbana gritó en altavoz: ‘vuelvan a sus casas’. «Cuando apenas retomaba mi vida me dijeron ‘ahora te vas a la jaula’». A partir de ahí, perdió el apoyo de sus padres, que eran su gran ayuda, porque eran de personas de riesgo con la pandemia. «No puedo más», explicó cuando recibía ayuda psicológica. «Cuando pienso en esos días me voy hacia lo oscuro, pero hay de todo claro, luz y sombra, como la vida. Enlacé dos cuarentenas, acabé una y me metí en la otra. Siento que la vida me debe un posparto en condiciones».

    Yolanda Akpoli (40 años)

    Madre monomarental por viudez. Badalona.

    Yolanda junto a su hijo y sus dos hijas.

    Yolanda siente que si no enloqueció aquellos primeros años recién llegada de Togo, no lo hará nunca más. Vivían con su familia en una habitación en un piso de acogida: «Fue difícil compaginar país nuevo, trabajo, crianza y médicos». Gloria, la más pequeña, nació en Barcelona con malformaciones y una cardiopatía: «a los 7 meses de gestación, yo estaba- sin saberlo- con gripe A, y la tos desencadenó el parto. Parí sola. Cuando llegó la ambulancia, a mí me aislaron y a Gloria la operaron de urgencia». No había pasado mucho tiempo de aquello, cuando Yolanda se enteró una tarde de que su marido fallecía, quedándose viuda.

    Para ella, la gran diferencia de ser madre monomarental inmigrante es la falta de tribu, de comunidad: «es muy doloroso no tener a nadie en quien apoyarte, amistades, familia… aquí nadie te conoce». De la cuarentena recuerda la incertidumbre: «una anhela la vida caótica que tenía, porque dentro de lo que cabe la tenía controlada». Yolanda perdió sus 3 trabajos de limpieza aquel lunes que iniciaba la cuarentena obligatoria. Gracias a una ONG que les llevó comida, «más el ahorro pequeño que tenía guardado», sobrevivieron. Sin embargo, su mayor preocupación no fue lo económico: «recuerdo por mi gripe A lo que es no poder respirar, tenía miedo sobre todo de que Gloria enfermara. Ese 14 de marzo teníamos una cita muy urgente con la nefróloga, que se canceló. ¿Y si le pasa algo, qué? ¿Qué hago?, pensé, porque te das cuenta de que toda su vida depende de eso». Recién en agosto Yolanda pudo llevar a su hija al hospital.

    «Dos sueldos es mejor que uno, sobre todo cuando pagas alquiler», reconoce Yolanda sobre la economía de las familias con una sola persona a cargo: «Como madre monomarental me falta apoyo. Pero no somos pobrecitas que no tenemos marido, ni tampoco una súper mujer. Soy yo, Yolanda, con mis dificultades, lográndolo, a mi manera. No soy espabilada, la vida me espabiló», dice con su mirada ancha.

    A la maternidad en solitario, la compara con estar corriendo todo el día: «llegas súper cansada y quieres darle todo de ti a tus hijos. La pandemia en eso nos ha ayudado, porque yo siempre estaba corriendo, haciendo las cosas sin darme cuenta, sin vivir el momento».

    Susana Segovia Sanchez (48 años)

    Madre monomarental por distancia con progenitor. Barcelona.

    Susana junto a su hija.

    «Fue difícil, no es lo mismo separarte y vivir en la misma ciudad que separarte y vivir a diez mil kilómetros de distancia», dice Susana. Conoció al padre de Naku cuando ella vivía en Ecuador: «él es dirigente de un pueblo indígena de la Amazonia. Cuando vivimos en Ecuador, tuvimos diferencias, ella tenía 3 años, allí estábamos solas, solo teníamos amigas, a su padre lo veíamos poco, y para criarla sola mejor criarla en Barcelona, pensé. Yo necesitaba estar bien y para estar bien necesitaba tener cerca a mi familia, somos de aquí».

    Regresar no le resultó fácil: «Soy periodista, llevaba mucho tiempo afuera, encontrar trabajo me costó un montón, estuve un año y medio en el paro. Como en Ecuador había tenido activismo político cuando llegue aquí seguí con mi activismo». Hoy Susana es diputada en el Parlament de Catalunya por la formación En Comú – Podem.

    En Ecuador, Susana ya se sentía madre monomarental: «a pesar de estar casada, te das cuenta cuando la niña se pone mal y tienes que salir corriendo sola. Yo tomando todas las decisiones, las dudas, educando, reconciliando, enfadando, toda la atención es ella conmigo y yo con ella. Yo no lo elegí para nada, de hecho, me resistía hasta a ser madre. Pero se fue dando. Mi trabajo y mi vida profesional también son muy importantes así que estamos buscando el equilibrio».

    Para Susana, ser madre monomarenal es tener la sensación constante de no llegar: «no llegas a la maternidad, no llegas al trabajo, siempre pones excusa en el trabajo, y siempre pones excusas a ella de que no puedo recogerla». Susana sintió con la cuarentena que dejaba de correr: «Yo llevo una vida loca de trabajo, el tema de conciliación es súper complicado, la queja normal es que no estoy bastante, siempre corriendo, corriendo, corriendo, a todos lados. De repente por la mañana no hay que salir corriendo. En mi caso fue pasarme más horas sentada teletrabajando desde casa, con una silla que no es para pasarte tantas horas sin levantarte. A veces ella entraba y el micro estaba encendido, y la oían». La primera quincena fue bastante bien. Pero luego apareció el miedo: «Enfermar me daba miedo, porque una monomarental, ¿cómo se aísla? Es inviable. Y más en pisos pequeños. Pero si se enfermaba ella, ¿la encerraba? Naku tiene tendencia a bronquitis. Ella empezó con tos, a mitad de la cuarentena». Susana sintió que entraba en un ataque de histeria y angustia, y tuvo que recibir ayuda psicológica. Para ella, el aislamiento obligatorio fue un «hacer todo como puedes. La chica para todo, esto es siempre, pero en cuarentena más».

    Nina Eriksen Ramon (30 años)

    Madre monomarental por elección. Masquefa, Barcelona.

    Nina con sus bebés en brazos.

    -Yo siempre he visto que podrías hacerlo, muchas veces, aunque tengamos pareja, seguimos estando solas en la maternidad-, le había dicho su madre cuando Nina le habló de su deseo de maternar pero no de estar en pareja.

    Nina recuerda que sintió un «click» y se puso a ahorrar. «No sólo existe la familia normativa», pensó.

    – ¡Lo has conseguido!- le dijo una voz al otro lado del teléfono luego de varios meses e intentos fallidos de inseminaciones y FIV. Ethan y Jared estaban de camino.

    Durante el aislamiento, estuvo enfadada: «Me dio la sensación de que me robaron el embarazo, llevas años pensándolo, y te imaginas compartiéndolo…», dice mientras uno de los gemelos le acaricia suave el cabello. Nina sonríe. Lo que más recuerda de parir en pandemia es «ese sentimiento de soledad, sin mi gente alrededor». Ethan nació con los pies hacia adentro: «La pediatra me dijo que era postural por el embarazo gemelar y que en un par de días se resolvería». Pero no sucedió. Nina sintió rabia cuando supo tiempo después que su hijo había sido mal diagnosticado y todas las citas estaban canceladas: «Estamos hablando de un recién nacido, que lo dejarían cojo para toda la vida. Y hasta incluso me sentí privilegiada por pagar luego una visita privada de urgencia».

    Los primeros días de posparto fueron difíciles: «Ahí me di cuenta de la carga mental para mí solita, el miedo, la responsabilidad. Tardé cinco meses en dormir con la luz apagada porque necesitaba verlos en todo momento». Nina pidió como muchas otras madres monomarentales la transferencia del permiso de «paternidad» para que sus hijos tuvieran «el mismo tiempo de cuidado que los de familias biparentales». Pero se lo denegaron.

    En la vida no siempre las cosas resultan como esperamos: «Yo empecé el embarazo con mis padres autónomos, que me ayudarían con la gestación y la crianza y pasé a tener que cuidarles yo porque eran de riesgo. Mi padre tiene afección cardíaca, y a mi madre la tenían que operar… pero por la pandemia se canceló y ella comenzó a sentir mucho dolor. Le decían que tenía que esperar y que mientras tomara paracetamol».

    En septiembre pasado la madre de Nina fue por fin ingresada y diagnosticada. Sufría un cáncer terminal. «Me convertía en madre mientras perdía a la mía. ¿Por qué el coronavirus se lo ha comido todo?».

    Raquel Orgillés (36 años)

    Madre monomarental por elección. Manresa, Barcelona.

    Raquel dando la teta a su bebé.

    Cuando Raquel llamó al 112 aquella tarde con Nora en brazos, dijo: «Hola, soy madre monomarental, estoy sola con una bebé encerrada, económicamente no llego, físicamente me mareo, tengo miedo de mí misma».

    -¿Crees que le puedes hacer daño a tu hija?, preguntó una voz al otro lado. Raquel decidió ser madre hace un año, tras algunas desilusiones amorosas. Se sintió juzgada: «Me imaginaba un embarazo más alegre. Te hacen sentir mal porque has escogido hacerlo sola. ¿Eso me priva de derechos?».

    Durante la cuarentena, ha estado prácticamente sin cobrar: «Esos 3 primeros meses me fui quedando a 0 en el banco». Es complicada la conciliación. «Hasta que no eres madre no sabes exactamente qué es. Yo recuerdo el confinamiento con dos extremos. Ella, y yo solas, y nuestra intimidad. Pero a la vez, la preocupación. Días enteros sin dormir, sin comer bien, sin bañarme bien y a tope dedicada a ella. Tuve que apagar la televisión porque me volvía loca. Todo este pasillo, porteaba con ella encima. Horas porteando. Aquí no teníamos espacio de nada. Se me empezó a nublar la vista. Sentía que me podía caer, me dolían los tobillos, físicamente sentía que petaba. Empecé a transmitirle mi angustia. Ella empezó entonces a tener otra temporada de llorar. Yo aluciné. Hasta que un día empecé a chillar. Y la empecé a chillar a ella. Estuve como una semana que se me iba de las manos. Comencé a dar golpes en las mesas. Y hubo un día que tuve miedo. Ella lloraba mucho. Me fui al baño y me mordí la mano hasta sangrar». Hace un breve silencio que Nora deshace con dulzura intentando jugar con el micrófono. Raquel la abraza: «Al día siguiente pensé ‘tengo que hacer algo, se me va a ir de las manos, y voy a hacer algo con ella que no quiero hacer’».

    Durante el confinamiento se sumó a unas charlas de maternidad: «pero yo no empatizaba, eran todas madres con pareja y yo no. Me desconecté y me puse a llorar». Raquel dice sobre aquellas semanas: «He conocido lo peor de mi. Se me ha juntado con un postparto. De golpe eres madre, de golpe te confinan y de golpe conoces lo que es la maternidad. Una bomba. He pasado dos cuarentenas seguidas».

    Pilar Pujol Aznar (50 años)

    Madre monomarental por divorcio. Barcelona.

    Pilar, entre su hijo y su hija.

    -Tu hijo y tú se tienen que aislar. ¿Tienen dos baños? –, le preguntó la doctora. – No-, le contestó Pilar. Es un piso pequeño y estamos solos.

    Madre de dos, de distintos padres y divorciada, supo desde muy pronto que eran una familia monomarental: «siempre parece que las mujeres nos quejamos, tenemos esa fama las mujeres divorciadas, que nos quedamos con todo, nada más lejos. Ser monomarental es duro. Y ya de por sí estamos en desigualdad de sueldos respecto a un hombre».

    Los primeros días de cuarentena, Pilar trabajaba algunos días desde casa y algunos presencial: «es una empresa de energía, de primera necesidad». Su hijo ya no tenía cole, y su hija, que trabajaba en un hospital, prefirió irse a la casa de su pareja para proteger a su familia. Pilar recuerda que aquellos días de marzo salía de la oficina y se iba a ver a su madre, ingresada por anemia en el hospital: «Pero a los días la enviaron a su casa, le tenían que hacer un tratamiento especial, pero no pudieron por la pandemia».

    El 18 de marzo recuerda cómo cambió todo: «Por la noche me empecé a encontrar mal. Fiebre, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar… pero no sabía qué hacer. Estaba todo colapsado. Pilar recuerda la lluvia golpeando la ventana de aquel domingo. «Era una noche desangelada, no había nadie en la calle, eran las 9 y parecía que se había acabado el mundo, si me caigo aquí en la calle no me recoge nadie», recuerda que pensó cuando caminó las calles que la separan del centro de salud. «Cuando vieron mi estado, querían enviarme al hospital porque me costaba mucho respirar». Pero Pilar se negó rotundamente: «no podía, mi hijo de 12 años estaba solo en casa, ¿dónde se va mi hijo? ¿Qué hago con el?». Pilar sintió que nadie contemplaba cómo sería el aislamiento de una madre monomarental sin otra persona a cargo.

    «Los primeros días yo no podía con mi alma. Estábamos muy solos. No podía estar con mi hijo, aprendió a cocinarse solo. Él comía solo, desayunaba solo, cenaba solo, estudiaba solo, todo solo. Fue horroroso. No lo podía creer. Y a él le entró pánico. Nos hablábamos a distancia. Él estaba agobiado de estar en una habitación tan pequeña, me decía que se ahogaba». Con los días, las cosas fueron a peor: «Mi madre dijo que no se encontraba bien, llamó al hospital y la fueron a buscar». La madre de Pilar dio positivo en Covid. «Yo estaba aquí aislada, no podía hacer nada», recuerda Pilar con ojos húmedos. La madrugada del jueves 15 de abril recibió la peor llamada. Su madre había fallecido.

    La pandemia significó para Pilar no poder ocuparse de su hijo y despedir a su propia madre: «Vas oyendo por la tele que si 8, 9, 10 mil personas fallecidas, pero cuando te pasa a ti dices….qué fuerte. No poder ni abrazar a tus hijos cuando tu madre ha muerto es muy triste».

    Toda la información e imágenes son de EL DIARIO.ES
    Link original: https://www.eldiario.es/nidos/

  • Está listo el nuevo museo de Leonora Carrington en la colonia Roma

    Está listo el nuevo museo de Leonora Carrington en la colonia Roma

    A partir del día de mañana podrás conocer la antigua casa de Leonora Carrington en la colonia Roma. Te contamos todos los detalles.

    Los admiradores de Leonora Carrington ahora tendrán un nuevo lugar para aprender más sobre la pintora. Se trata de la casa de de Leonora en la colonia Roma, la cual pertenece a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Próximamente será abierta como museo y centro de investigación, una vez que las condiciones sanitarias lo permitan.

    El proyecto requirió de una inversión de 12 millones de pesos, mismos que se utilizaron para la compra del inmueble, así como su adecuación museográfica. El edificio fue comprado por Pablo Weisz Carrington, hijo de la artista, quien también donará 45 esculturas hechas por su madre.

    El Rarvarok — Leonora Carrington

    “Tratamos de preservar, en la medida de lo posible, el último momento de la casa cuando la habitó Leonora”, explica Mata Rosas. Mantenerla a partir de “testimonios verbales, fotográficos, de videos y documentales que hemos visto, y entrevistas”. En eso fue “fundamental” el acompañamiento de Pablo Weisz.

    El próximo martes 6 de abril, durante el 104 aniversario del natalicio de Leonora, el recinto activará un recorrido virtual 360º de la casa en que vivió la pintora inglesa nacionalizada mexicana. Leonora Carrington habitó la casa ubicada en Chihuahua 194, colonia Roma, durante más de 60 años.

    Durante el recorrido virtual, la Universidad Autónoma Metropolitana dará a conocer los avances de la restauración y el desarrollo conceptual del proyecto.

    Cabe señalar que los más de 8 mil objetos que pertenecieron a Leonora Carrington ya están inventariados; los mismos fueron recuperados tras su muerte.

    Leonora Carrington – Woman Art House

    En cuanto a la remodelación, esta consistió en arreglos a los sistemas de agua, luz y de estructura, sin que ello implicara modificaciones que cambiaran el espíritu del lugar. Se trató de hacer “un balance entre los espacios que Leonora y su familia habitaban cotidianamente –sala, comedor, cocina, cuarto de la pintora, el de su esposo, el fotógrafo húngaro Emérico Chiki Weisz y el estudio de la artista–, y otros que estaban más indefinidos, donde implementamos oficinas”, apunta Alejandra Osorio, quien coordinó con Mata Rosas los trabajos.

    Con información de La Jornada

    Toda la información e imágenes son de MÉXICO DESCONOCIDO.
    Link original: https://www.mexicodesconocido.com.mx/esta-listo-el-nuevo-museo-de-leonora-carrington-en-la-colonia-roma.html?fbclid=IwAR3H5uafnpo8H4j6r30dFi_02kKgv6wMyUpCMX7p4kTP0QlmqUyWLzJx6fg
  • Acompañamiento para mujeres atacadas con ácido

    Acompañamiento para mujeres atacadas con ácido

    Carmen Sánchez, sobreviviente de este tipo de violencia, y Ximena Canseco, investigadora independiente, crearon la primera fundación feminista para acompañar de forma integral a mujeres rociadas con químicos y una de sus primeras acciones fue una protesta artística.

    “Las mujeres atacadas con ácido existimos, resistimos y sobrevivimos a este Estado feminicida”, dice el mural que visibiliza el rostro de cuatro sobrevivientes. La protesta artística hecha en marzo es una de las primeras acciones de la Fundación Carmen Sánchez MX.

    La obra se titula “La digna rabia tiene rostro de mujer” y se ubica en el Estado de México, entidad donde Efrén García, expareja de Carmen Sánchez, le aventó el químico en rostro y cuerpo en 2014.

    “Este mural fue realizado para una exigencia de justicia al gobernador Alfredo del Mazo Maza. Cuando me ofrecieron esa barda no lo pensé y, de inmediato, dije que sí porque él tiene que saber que las autoridades no están haciendo su trabajo, que las mujeres atacadas con ácido estamos en espera de justicia”, dice Carmen, en entrevista con Reporte Índigo.

    Alejandro León, presidente del Consejo de Organizaciones de la Sociedad Civil del Estado de México (Coscemex), fue quien le propuso a la también activista por los derechos de las mujeres, Carmen Sánchez, la intervención de una barda en el municipio de Huixquilucan. Él también la motivó a crear una fundación para sobrevivientes de ataques con ácido.

    “Me dicen que quieren pintar sólo mi cara y, de inmediato, pensé que tendríamos que estar todas. Mi propuesta fue que nos incluyeran a las sobrevivientes, los cuatro rostros de las mujeres que ya mostramos la cara”, menciona sobre quienes han hecho públicos sus casos.

    El presidente de Coscemex la contactó con los artistas Pedro Peña ReyesTrom y Miguel Sant. El acuerdo al que llegaron fue representar los rostros no de dolor, sino de lucha.

    “Cuando yo empiezo a mandar las fotos que eligieron las cuatro que aceptamos, acordamos que no se iba a pintar la parte lastimada porque no es lo que pretendemos reflejar, sino la fortaleza”, comenta Carmen Sánchez.

    Así, en el mural también está Esmeralda Millán, cuya expareja la roció con ácido en 2018, en Puebla; María Elena Ríos, la saxofonista de Oaxaca que fue atacada en 2019 y el autor intelectual es Juan Antonio Vera Carrizal, un exdiputado local priista; y Ana Helena Saldaña, quien fue agredida en la Ciudad de México en noviembre de 2018. La idea es que en cada entidad donde alguna mujer haya sido atacada con ácido se intervenga un muro no para decorar, sino para protestar.

    “Las personas que se quejan tanto de que les rayamos, rompemos, quemamos, pues ahora vamos a hacerlo de esta forma para que vean que ni siquiera con el arte nos hacen caso. A las autoridades ya no hay que sensibilizarlas, hay que exigirles, que sepan que existimos y que resistimos a todos los olvidos que han tenido con nosotras”, reclama.

    Otra acción realizada por la fundación durante el mes de las mujeres fue escribir los nombres de quienes han sido atacadas con ácido en las vallas de color negro que resguardaron Palacio Nacional previo a la marcha del 8 de marzo. En México no hay una cifra oficial, pero Carmen Sánchez y Ximena Canseco han documentado 21 casos del año 2000 a la fecha, tres son hombres y 18 mujeres, tres de las cuales fueron torturadas con sustancias químicas antes del feminicidio.

    Mi gran sueño, también para mis compañeras, es que la vida no se nos vaya esperando justicia. A mí me hubiera gustado ser la última y la única mujer atacada con ácido y ahora no quiero que ninguna pase todo lo que yo viví porque es un proceso muy doloroso, sobre todo, cuando te sientes sola

    Carmen Sánchez

    Activista

     

    Desde el feminismo, Fundación Carmen Sánchez MX

    En diciembre de 2020 fue constituida la fundación creada por Carmen Sánchez y Ximena Canseco, investigadora independiente que le ha brindado acompañamiento desde hace dos años.

    “Lo íbamos a anunciar desde el mes de diciembre pero entré a una cirugía. Queríamos regalarnos este gusto por Navidad o Año Nuevo y decirlo hasta que ya tuviéramos el acta constitutiva. Cuando nos la estaban leyendo, yo estaba recordando todo lo que había vivido”, cuenta la sobreviviente y activista.

    Se trata de la primera fundación en México dirigida a víctimas de ataques con ácido que se posiciona desde el movimiento feminista. Además fue constituida por y para mujeres.

    “Algo que ha guiado a la asociación civil ha sido el feminismo, es muy importante decirlo y lo asumimos con la responsabilidad que implica. No es solamente nombrarse, sino posicionarse y queremos que sea una oportunidad para acercar a más mujeres al movimiento”, expresa Ximena Canseco.

    En un principio, antes de conocer a las nueve sobrevivientes de ataques con ácido con las que ahora tiene contacto, Carmen pensó en enfocar su fundación a la violencia en general. Después su objetivo cambió a tipificar como delito en el Código Penal Federal lo que sólo es una agravante provocada con sustancias nocivas. Y ahora, junto con Ximena Canseco, busca apoyo integral (médico, psicológico, legal, económico) para las víctimas directas e indirectas.

    “Otra de las preocupaciones no es nada más brindar atención médica, psicológica y legal a las mujeres que son atacadas con ácido porque sería como esperar que esto siga ocurriendo y la intención es que no haya más casos”, explica la investigadora.

    La Fundación Carmen Sánchez MX busca realizar campañas sobre las violencias de género y de capacitación al personal de salud y de justicia sobre cómo actuar ante un ataque con ácido.

    “Esta fundación es el amor que ha surgido entre nosotras a pesar del dolor, las cicatrices, el sufrimiento que tenemos, que no sólo es físico; de puras mujeres, de todas esas redes que hemos ido tejiendo, para que vayamos recuperando la dignidad sin perder la indignación”, afirma Carmen.

    Con Ximena hace un llamado de sororidad a las mujeres que quieran unirse a la causa como dermatólogas, cirujanas, abogadas, psicólogas, incluso a quienes estén dispuestos a la inserción laboral de quienes han sido atacadas con ácido.

    Toda la información e imágenes son de REPORTE ÍNDIGO.
    Link original: https://www.reporteindigo.com/reporte/acompanamiento-para-mujeres-atacadas-con-acido/

  • Más mujeres participan en la vida política de México, pero aún no hay paridad

    Más mujeres participan en la vida política de México, pero aún no hay paridad

    Luego de una serie de reformas electorales desde 2014, se ha impulsado la participación de mujeres en la política; sin embargo aún hay muchos pendientes para lograr la equidad.

    ¿Sabes cuántas mujeres encabezan actualmente una secretaría? Sólo 26% de las dependencias tienen a una mujer como titular, sólo en cuatro entidades hay más secretarias que secretarios, pero en Aguascalientes y Sonora ninguna mujer encabeza alguna.

    Con esa pregunta inicia el informe Mujeres y Poder, que elaboraron y presentaron María Eugenia Vergara Robredo y Ramiro Suárez Galán días antes de que iniciaran las campañas electorales para el próximo proceso que sucederá el 6 de junio.

    Durante su presentación, Maria Eugenia Vergara explicó que el informe se hizo con el objetivo de analizar la participación de las mujeres y mostrar evidencia de cómo se necesita impulsar aun más una actividad pública paritaria.

    “Por lo que respecta al ámbito político era necesario realizar reformas para garantizar su participación en términos de paridad de género, pero con los resultados vemos que, por ejemplo, el hecho de tener cabildos más paritarios no implica que estos sean presididos por mujeres, pues sólo 12% de los cabildos son presididos por ellas”, dijo.

    Eso sin considerar que las secretarías que suelen dirigir reciben menos presupuesto que aquellas que presiden hombres, como las de Gobierno, de Economía, de Finanzas o de Seguridad Pública.

    “De las Secretarías estatales encabezadas por mujeres, 6% son de Gobierno, 7% de Seguridad Pública y 28% de las Secretarías de Finanzas. En contraste, las que más suelen encabezar las mujeres son las de Igualdad de Género (100%) y Función Pública (55%)”, apunta el informe.

    Además, en 2019, sólo 2 de cada 10 dependencias estatales estaban encabezadas por mujeres.

    Vergara detalló, respecto a la confirmación de comité ejecutivos nacionales, que estos siguen siendo hombres quienes ocupan los espacios de liderazgo, pues de 212 presidencias, 38 son mujeres y 174 hombres continúan siendo para los hombres. Asimismo, ninguno tiene a más presidentas que presidentes de partido y en 5 estados 100% de las dirigencias de los partidos políticos recaen en hombres.

    En consecuencia, considera, se acentúan conductas tradicionales hacia los roles femeninos.

    “Lo que se traduce en acoso o amenazas hacia mujeres con ambiciones políticas lo cual inhibe su participación política”, advirtió.

  • Las mujeres ‘informales’ aportan 9 mdp diarios al PIB… y tienen más riesgo de ser pobres

    Las mujeres ‘informales’ aportan 9 mdp diarios al PIB… y tienen más riesgo de ser pobres

    Más de 9 millones de hogares en México son sostenidos por una jefa de familia; ante los efectos de la pandemia en el empleo formal, muchas mujeres han tenido que recurrir al comercio informal.

    Las mujeres que trabajan en la economía informal son más vulnerables a vivir en situación de pobreza, sin embargo, su labor contribuye diariamente con más de 9 millones de pesos a la economía del país, según cifras del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN).

    De acuerdo con el Banco Mundial, como un efecto de la pandemia, muchas mujeres desempleadas optaron por introducirse en el mercado laboral como comerciantes pese a ser un empleo informal. En México, 9 millones 266 mil 211 hogares son dirigidos por una mujer, de acuerdo con la Encuesta Intercensal.

    “El empleo informal, el subempleo y el desempleo está asociado con menores niveles de ingresos laborales y, por tanto, una mayor probabilidad de que esa mujer y su familia estén en situación de pobreza o vulnerabilidad”, denuncian Gabriela Inchauste y Ayslin Isik-Dikmelik, economistas del Banco Mundial, entrevistadas por Forbes México.

    Una de las consecuencias de la informalidad laboral a nivel nacional es una alta tasa de desempleo y una menor productividad, por tanto, menor crecimiento económico, de acuerdo con las estimaciones de las economistas, si las mujeres participaran en la fuerza laboral a la misma tasa que los hombres, el ingreso per cápita sería 22% más alto.

    Las mexicanas ya enfrentaban brechas económicas y sociales desde antes de la pandemia, sólo el 45% de las mujeres en México participaban en el mercado laboral en 2020, comparado con 77% de los hombres.

    La pandemia agravó la brecha de género que existía en el mercado laboral debido a que las mujeres tienen que asumir las tareas que requieren de una mayor interacción directa, tales como el cuidado de personas o tareas domésticas.

    “Algunos países han tenido éxito con programas de transferencia que ayudan a que las trabajadoras independientes reinicien sus negocios, ya que los sectores con alta participación laboral de mujeres son más propensos a verse afectados negativamente debido al distanciamiento social”, señalan Gabriela Inchauste y Ayslin Isik-Dikmelik.

    Las economistas recomiendan apoyar a las empresas que son propiedad de mujeres, pues esto contribuiría a una reactivación inclusiva. Cabe destacar que la profesionalización en las habilidades digitales aseguraría la inclusión laboral sin precariedad.

    Actualmente, México tiene el nivel más alto de empleo informal entre las economías más importantes de América Latina con 60% de acuerdo con la OCDE, lo que se traduce en una población con bajos salarios y una escasa cobertura de la seguridad social, incumplimiento de los derechos laborales y no pagan impuestos.

    De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el empleo informal impacta a casi 30 millones de personas que trabajan en el sector informal. México es uno de los países con menor recaudación de impuestos, según la OCDE, solo se recauda el 30% de lo que se podría captar.

    La venta de productos mediante el e-commerce sostenida por las mujeres mexicanas suman más de 9 millones de pesos diarios a la economía del país, de acuerdo con un estudio del académico José Ignacio Martínez Cortés publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien afirma que la contribución mensual de este estrato social a la economía rebasa 285 millones de pesos.

    “En la medida en que esas acciones apoyen la participación plena de las mujeres en la actividad económica del país, será posible revertir los efectos de la pandemia y asegurar un México más próspero e incluyente”, concluyen las economistas del Banco Mundial.

    Toda la información e imágenes son de FORBES.
    Link original: https://www.forbes.com.mx/forbes-women-mujeres-informales-9-millones-pesos-pib-pobreza/
  • Mujeres en política local: dirigen solo 24% de organismos estatales y 30% de municipales

    Mujeres en política local: dirigen solo 24% de organismos estatales y 30% de municipales

    En las elecciones de 2021 no solo debe haber mitad de candidaturas femeninas, sino que por ley también deberá nombrarse la mitad de secretarias de gabinetes estatales.

    Las mujeres siguen siendo minoría en los gobiernos locales en México: apenas un 24% de quienes dirigen una dependencia en los estados y 30% en los municipios, de acuerdo con el estudio Mujeres y Poder, realizado por la asociación civil Más Democracia.

    Incluso hay dos entidades donde no hay ninguna presencia femenina en el gabinete estatal: Aguascalientes y Sonora. Eso a pesar de que esta última es una de las únicas dos que tienen a una mujer como gobernadora, Claudia Pavlovich, que nombró solo a hombres como secretarios. La otra gobernadora actualmente es Claudia Sheinbaum, en la Ciudad de México, quien por el contrario, tiene incluso más secretarias que secretarios.

    En 2021 se van a votar 15 gubernaturas en el país y los partidos están obligados legalmente a postular al menos siete mujeres para garantizar que haya más representación femenina, ya que en la historia de México solo ha habido nueve gobernadoras. La primera fue Griselda Álvarez en Colima, en 1979; pero desde el año 2000, es decir, durante el siglo XXI, de 107 elecciones a gubernaturas solo cinco las han ganado mujeres.

    Este panorama fue una de las razones que motivó a los autores del estudio, María Eugenia Vergara y Ramiro Suárez, a hacer un análisis a nivel detallado de la presencia femenina en política local, según explicaron. Eso y que en diciembre el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, presumió en Twitter que México es el país número uno en “política feminista” porque tiene casi la misma cantidad de hombres y mujeres en las Cámaras de Diputados y Senadores y en el gabinete federal. Pero en los estados y municipios, la realidad es muy diferente.

    En promedio, solo una de cada cuatro secretarías estatales está encabezada por una mujer. Y hay diferencias importantes en el tipo de temas que se ponen a cargo de ellas o ellos: mientras que el 100% de las secretarías de Igualdad de Género son dirigidas por una mujer, en las secretarías de Gobierno son hombres más del 90% de sus titulares, igual que en las de Seguridad Pública.

    Esto empezará a cambiar gracias a la reforma conocida como “paridad en todo” aprobada en 2019 y que obligará a que todos los cargos en los tres poderes de gobierno se distribuyan paritariamente entre hombres y mujeres.

    Y es que al observar cómo ha avanzado la presencia femenina en cargos locales en la última década, las secretarias aumentaron de 12% en 2010 a 24% en 2019, por lo que a ese ritmo, llegar a ser el 50% tomaría entre 20 y 25 años más.

    A nivel municipal, gracias a la obligación legal de paridad de género, los Ayuntamientos ya se componen, en promedio, de 56% de sindicaturas ocupadas por mujeres y 47% de regidurías.

    Aunque al revisar las presidencias municipales, cargos que son votados, las mujeres solo llegan al 20%. Es decir, hay solo 512 alcaldesas frente a mil 901 alcaldes hombres. Los estados con menos municipios gobernados por mujeres son Tlaxcala (10%), Oaxaca (11%) y Estado de México (12%); a diferencia de Tamaulipas, Tabasco, Baja California y Baja California Sur, que tienen 40% o más.

    Tampoco hay paridad en las dependencias municipales, ya que tienen dirigencia femenina solo en el 30% de los casos. Hace una década, eran 21%, por lo que alcanzar la paridad sin las reformas legales tomaría otros 20 años.

    Desigualdad en salarios, organismos autónomos y partidos políticos

    El estudio detectó que no basta con la paridad para que haya realmente igualdad de condiciones, ya que además de que a los hombres se les dan cargos con mayor transcendencia o manejo de presupuesto, los salarios también son distintos.

    Por ejemplo, de todos los y las empleadas de la Administración Pública Federal, aunque 51% son mujeres, entre quienes tienen salarios arriba de 60 mil pesos solo hay 28% de mujeres.

    En el Poder Legislativo, donde por regulación legal ya hay paridad, ésta no ha permeado hasta el resto de cargos: todavía hay mayoría de hombres entre asesores, asistentes personales y personal administrativo —es decir, puestos de análisis y toma de decisiones—, mientras que casi la totalidad de secretarias sí son mujeres.

    La actual ausencia de mujeres en cargos públicos se nota incluso en organismos autónomos cuando son dirigidos por una sola persona: de las universidades públicas autónomas del país, solo el 8 de 32 (el 25%) tiene una rectora; en las Comisiones de Derechos Humanos, son 6 (el 19%); y en Fiscalías, apenas 4 de 32 (el 12%).

    La situación cambia cuando se trata de órganos con dirigencias colegiadas, ya que en institutos electorales, el 51% son consejeras, y en institutos de transparencia, 48% son comisionadas.

    Por último, los investigadores revisaron las dirigencias de partidos políticos a nivel local. En México, solo hay 38 presidentas de distintos partidos, mientras que hay 174 hombres en esos cargos. En Aguascalientes, Baja California, Guerrero, Sinaloa y Veracruz, no hay una sola mujer dirigiendo algún partido político. Tan solo en Zacatecas son ellas quienes están al frente en 40% de casos.

    Al analizar cada instituto político, de los 10 que se van a presentar en las elecciones de este año, el estudio de Más Democracia encontró que el que más mujeres dirigentes tiene es Fuerza por México, que ni siquiera llega al 10% de lideresas. Le siguen Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo (PT), el PAN y el PRI. A la cola, el Partido Verde (PVEM) y el PRD no tienen ni 5% de mujeres en sus dirigencias estatales.

    De Morena, que es el partido en el poder, Encuentro Solidario y Redes Sociales Progresistas, que será su primera elección, ni siquiera fue posible recabar información actualizada, reportó el estudio.

    “No me imaginaba, la verdad, que la situación estuviera así. Me había imaginado que la paridad de género que ya existe en los congresos locales y en los cabildos hubiera permeado en el resto de las instituciones y municipios”, comentó Maru Robredo, coautora del estudio.

    “La realidad actual de nuestro país exige más espacios a las mujeres en todas las instituciones del Estado mexicano. Necesitamos más mujeres en la política y en la toma de decisiones públicas, y no solamente porque es nuestro derecho, sino también porque es necesario reducir la brecha de género en materia económica, educativa, de salud, de justicia, de derechos humanos… Necesitamos que se tomen decisiones y se gobierne con perspectiva de género”.

    El informe completo, publicado por la organización Nuestras Voces, se puede consultar en este enlace.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2021/04/mujeres-en-politica-local-organismos-estatales-municipales/

  • La brecha de género post- Covid

    La brecha de género post- Covid

    Los movimientos de marzo 8 alrededor del Día Internacional de la Mujer nos recuerdan la importancia de atender con urgencia la disparidad de género que existe en México. La pandemia de Covid-19 ha levantado nuevas barreras para construir economías y sociedades inclusivas y prósperas. Hace unos días, el Foro Económico Mundial publicó un reporte sobre este tema donde demuestra que la desigualdad se ha agudizado a nivel mundial. Las brechas de género preexistentes han amplificado la crisis de manera asimétrica entre hombres y mujeres.

    El índice del Foro Económico Mundial de la brecha de Género compara la evolución de las brechas basadas en el género en cuatro dimensiones clave: La participación y oportunidades económicas, los logros educativos, la salud y supervivencia, y el empoderamiento político. Este índice es muy útil porque hace un seguimiento de los avances hacia la eliminación de estas brechas a lo largo del tiempo. Los resultados son contundentes. El mundo ha empeorado de manera importante en la equidad. A medida que el impacto de la pandemia de Covid-19 continúa sintiéndose, el cierre de la brecha de género mundial ha aumentado significativamente. Cuando previamente se esperaba que esta brecha se cerraría en 99 años, ahora se pronostica que será en 135 años. Un retraso de una generación.

    A nivel global, la distancia cubierta para alcanzar paridad es de 68%, una pérdida de 0.6% vs el año pasado. La brecha de género en el empoderamiento político sigue siendo la más grande de las cuatro brechas medidas, con solo el 22% cerrado hasta la fecha. En los 156 países cubiertos por el índice, las mujeres representan solo el 26% de 35,500 escaños parlamentarios y tan sólo el 23% de más de 3,400 Ministros en todo el mundo. En 81 países, hasta el 15 de enero de 2021, nunca había habido una mujer como jefa de estado. Al ritmo actual de progreso, se estima que pasarán 145 años para lograr la paridad de género en la política. La brecha de género en la participación y las oportunidades económicas sigue siendo la segunda más grande de las cuatro. Según los resultados de este año, solamente el 58% de esta brecha se ha cerrado hasta el momento. Se estima que tardará otros 267 años en cerrarse. Para los que no creen que este es un tema real de medición de prosperidad a nivel mundial, basta revisar los índices de los mejores países. Islandia, Finlandia y Noruega son los países con el índice más cercano a la paridad de género con porcentajes de 89%, 86% y 85% respectivamente. No es casualidad que también son países que regularmente están en lo más alto de la clasificación como países ejemplares en el bienestar de sus ciudadanos. México se ubica en la posición #38 a nivel mundial, habiendo descendido 9 lugares sobre la medición del 2020. Es evidente que todavía nos falta mucho por hacer.

    Las estrategias de recuperación que tengan en cuenta las cuestiones de género serán fundamentales para recuperar el terreno perdido durante 2020 a fin de evitar cicatrices a largo plazo en el mercado laboral. La tarea es difícil, pero no imposible. Los líderes tienen una oportunidad sin precedentes de construir economías más resilientes y con igualdad de género invirtiendo en lugares de trabajo inclusivos, creando sistemas de atención más equitativos, promoviendo el ascenso de las mujeres a puestos de liderazgo, e incorporando la paridad de género en el futuro del trabajo.

    Director General de Strategy Primus y Presidente del Comité de Difusión de la COPARMEX.
    @LuisEDuran2
    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL/Luis Durán.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/luis-duran/la-brecha-de-genero-post-covid
  • Adulta mayor entrega nota de auxilio al ser vacunada en CDMX; sufría maltrato en casa

    Adulta mayor entrega nota de auxilio al ser vacunada en CDMX; sufría maltrato en casa

    La SSC de CDMX rescató a una adulta mayor que era maltratada por su hija y por su yerno, gracias a una nota de auxilio que ella entregó cuando la vacunaron contra Covid-19.

    La vacunación contra el coronavirus en México nos ha dejado muchos casos indignantes, como la enfermera que fue sorprendida fingiendo vacunar a un señor. Pero este fin de semana también se dio una buena, pues una adulta mayor fue rescatada del maltrato que vivía en su casa, gracias a que le pidió ayuda al enfermero que la vacunó contra el coronavirus en CDMX… mediante una nota de auxilio.

    Adulta mayor entrega nota de auxilio al ser vacunada en CDMX; sufría maltrato en casa

    Foto ilustrativa: Cuartoscuro

    Así sucedieron las cosas…

    El caso fue dado a conocer este domingo por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC)A través de un comunicado, la dependencia informó que el caso tuvo lugar en la alcaldía Iztapalapa, entidad donde la vacunación comenzó este viernes 2 de abril.

    Sucede que una adulta mayor, de 85 años de edad, acudió en compañía de una pareja al centro de vacunación ubicado en la Vocacional No. 7. Pero justo después de recibir la dosis, hizo entrega de una nota al enfermero que le aplicó la vacuna, donde le contaba que en casa sufría maltrato. La nota señalaba que sus acompañantes la encerraban, humillaban y mantenían en pésimas condiciones.

    Adulta mayor entrega nota de auxilio al ser vacunada en CDMX; sufría maltrato en casa

    Foto ilustrativa: Cuartoscuro

    El enfermero no dudo en dar el pitazo al personal de seguridad y jurídico que se encontraba en el centro de vacunación, quienes dieron aviso a la SSC. Elementos de dicha dependencia llegaron al lugar y, tras ver la nota de auxilio entregada por la señora, decidieron resguardarla y detener a la pareja que la llevó a vacunar.

    Mujer que entregó nota de auxilio en CDMX, era maltratada por su hija y por su yerno

    Los detenidos son una mujer de 39 años (identificada como la hija de la adulta mayor que entregó la nota), y un hombre de 59 (que vendría siendo el yerno). Ambos fueron presentados ante el Ministerio Público, el cual se encargará de realizar todas las investigaciones necesarias para determinar su situación jurídica.

    Mientras tanto, la SSC informó que la señora de 85 años fue llevada a un lugar seguro y que darán seguimiento a su caso.

    No sé si a ti te pase igual, pero si hay algo que no resisto, es enterarme de que un adulto mayor es maltratado, mucho peor cuando es en su casa y por su propia familia. Ojalá que las autoridades hagan bien su chamba en este caso y esta señora pueda vivir libre del maltrato físico y psicológico que denunció.

    Toda la información e imágenes son de SOPITAS.
    Link original: https://www.sopitas.com/noticias/adulta-mayor-entrega-nota-de-auxilio-enfermero-vacuna-cdmx-iztapalapa/?fbclid=IwAR3ROAmz_LEALLkY7PdwsAVOu3j402dkvwBbUz3ql5xJTFeL9NcNa99OCdU

  • Mujeres ausentes en los medios de comunicación

    Mujeres ausentes en los medios de comunicación

    Solo el 25% de las noticias hablan de las mujeres.

    Uno de cada dos habitantes de México son mujeres; sin embargo, su representación en los medios de comunicación es de tan sólo .5 por cada habitante, cifra que no ha mejorado desde el 2015.

    El Proyecto de Monitoreo Global de Medios (Global Media Monitoring Project), es el más grande estudio sobre la representación de las mujeres en las noticias, que en colaboración con Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) y un equipo de personas voluntarias entre periodistas y estudiantes de comunicación; monitorearon 160 medios de comunicación de las 32 entidades federativas durante un día (el 29 de septiembre) con la ayuda de 120 voluntarios, quienes analizaron un total de mil 920 noticias, del que se calificaron 17 rubros.

    Al compararse con el último análisis de 2015, en muchas secciones se registra nulo avance; incluso, de seguir este ritmo, alcanzar la igualdad en los medios de comunicación llevará otros tres cuartos de siglo.

    “Noticias que destacan la desigualdad de género”, “¿Están presentes los derechos humanos de las mujeres en la agenda mediática?” y “Noticias que cuestionan los estereotipos de género” son algunos rubros que mantienen bajas cifras.

    El monitoreo presenta un claro panorama sobre quién figura en las noticias a las que tenemos acceso, ya que se analizaron los cinco medios más importantes de cada entidad, así como quiénes escriben sobre los mismos.

    Invisibles en las noticias

    En las noticias, solo el 25 % de quienes conducen, reportan o hablan como voceras o sujetas de noticia son mujeres; esta cifra decayó 2%, en los últimos 5 años.

    Sin embargo, si nos aceramos a la representación por entidad, hay algunas, como Chiapas en que el número es mucho menor, tan solo un 9%, seguido de Querétaro y Campeche, con un 16 por ciento.

    En contraparte, estados como Tlaxcala, representan el otro extremo de la balanza, con un 40 por ciento de notas en donde las mujeres estuvieron presentes en las noticias.

    Sin igualdad en generación de información

    Otro de los rubros analizados fue “¿Quién firma las noticias?”, cuyos resultados arrojaron que el 36% de las notas revisadas fueron creadas por mujeres, es decir, un 7 por ciento más que en 2015.

    Colima y Guanajuato representan los extremos en este rubro; mientras que en la primera entidad solamente el 13 por ciento de las notas analizadas fueron escritas por mujeres, en el segundo registra que el 64 por ciento de las notas, son creadas por las comunicadoras.

    Los derechos humanos no son “nota”

    El Observatorio reportó que solamente en un 10 por ciento las notas publicadas hicieron referencia a legislaciones en materia de igualdad de género y derechos humanos, por lo que es un ámbito en el que no se ha avanzado.

    Incluso, hay estados en los que el avance es nulo o aún más mínimo, como Nayarit, en donde no se registraron notas sobre el tema, Morelia, en donde se obtuvo un 2 por ciento, o Tamaulipas, Sinaloa y Chiapas, en donde se reportó un tres por ciento.

    Persisten los estereotipos

    Solamente el cuatro por ciento de las analizadas son “Noticias que cuestionan los estereotipos de género”; y es justo en este rubro en donde el país muestra las peores calificaciones.

    Tamaulipas, Campeche, Tabasco, Oaxaca, Querétaro y Sinaloa tuvieron cero noticias al respecto; Sonora Chihuahua, Coahuila, Baja California Sur, Guanajuato y Puebla tuvieron uno por ciento.

    En contraste, Durango y Michoacán alcanzaron un 18 por ciento; este rubro tampoco presentó una mejoría respecto al 2015.

    “Noticias que destacan la desigualdad de género” es otro de los rubros que no presentan avances respecto a 2015, con un 8 por ciento de notas a nivel nacional; el 11 por ciento de las mismas fueron escritas por mujeres, mientras que el 6 por ciento, por hombres.

    Tamaulipas, Zacatecas y Campeche destacan por reportar cero notas al respecto.

    Además, se habla dos veces más del rol familiar de las mujeres que de los hombres, según “Referencia al rol familia de las personas en las noticias”, con un 10 por ciento de mujeres y un 4 por ciento de hombres.

    Solo para la foto

    La brecha de género logró ser reducida en “Personas fotografiadas en las noticias”, ya que mientras en 2015 se registraban 38 por ciento de mujeres y 62 por ciento de hombres, en el 2020 se obtuvieron 44 por ciento de mujeres y 47 por ciento de hombres.

    Sin embargo, las fotografías continúan representando de forma sexista, principalmente a las mujeres.

    Sin representación de la mujer indígena

    A pesar de que en México habitan casi 17 millones de personas que se reconocen como indígenas y que representan el 15.1% de la población total, este rubro es el más bajo de los analizados, pues solo un 2 % de las mujeres que son tomadas en cuenta pertenecen a este sector poblacional.

    Vale la pena destacar que hay estados en los que no hubo señalamiento alguno de la presencia de mujeres indígenas, como Oaxaca, Chiapas, Sonora, Coahuila, Sinaloa, Veracruz, Querétaro, Hidalgo, Michoacán y Tabasco.

    Las mujeres, cómo victimas

    El análisis concluyó que las mujeres que aparecen en las noticias son mayormente víctimas, con 12 por ciento frente al 6 por ciento de los hombres, mientras que los agresores son mayoritariamente hombres, con 78 por ciento frente a un 24 por ciento de mujeres.

    En “Temas de la agenda mediática y las mujeres en el contenido de la noticia”, el Observatorio identificó que la temática en la que más se buscan voces expertas femeninas es en Temas de género, con un 63 por ciento, seguido de Social y legal, con un 40 por ciento.

    La representación de mujeres, personas indígenas y el cuestionar públicamente los roles de género forman parte de acciones que nos acercan a una sociedad más igualitaria y justa.

    Si deseas consultar el reporte completo, puedes entrar a https://bit.ly/3rvNusU

    Toda la información e imágenes son de VERIFICADO / Yolanda Chío.
    Link original: https://verificado.com.mx/mujeres-ausentes-en-los-medios-de-comunciacion/

  • Cómo impactó la pandemia en la inclusión laboral de las mujeres

    Cómo impactó la pandemia en la inclusión laboral de las mujeres

    El impacto de la pandemia en el mundo laboral tiene un capítulo específico en relación con las mujeres. Por un lado, los sectores más afectados por la crisis son los que emplean más fuerza de trabajo femenina.

    Por el otro, el paso al home office o a modalidades híbridas de trabajo implicó tanto ventajas como desventajas para las mujeres con familia.

    El estudio “Lo que las mujeres quieren en el trabajo”, publicado por ManpowerGroup, informa que el género femenino es mayoría en dos de los rubros más afectados por la crisis: representa el 59% de las posiciones en la industria de servicios de alojamiento y alimentación y el 54% dentro de los servicios administrativos y comerciales.

    El rol de los varones

    Mientras tanto, «la demanda de expertos en seguridad cibernética, desarrolladores de aplicaciones, almacenes y roles de conducción se disparó. Todos perfiles ocupados predominantemente por hombres«, señala ese informe.

    En cuanto al trabajo en el hogar, «desde el inicio de la pandemia las mujeres dedicaron más tiempo que los hombres a la realización de tareas domésticas, como cuidado de infantes, tareas escolares, cocinar o limpiar», dijo Gala Díaz Langou, directora del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) durante el webinar “Pandemia, Género y Trabajo” organizado por Manpower como parte de un ciclo de encuentros de debate en el mes de la mujer.

    De acuerdo al informe de Manpower, las mujeres ya asumían la mayor parte de la responsabilidad en el cuidado de los niños y adultos mayores y «ese desequilibrio se tornó aún más desigual durante la pandemia».

    Al mismo tiempo, los esquemas tradicionales de trabajo suelen profundizar la brecha entre hombres y mujeres por el cuidado infantil. «El nuevo modelo híbrido parecería ser un gran aliado para mejorar este desequilibrio», dice el informe, dada la mayor presencia de los varones en el hogar.

    El riesgo, advierte, es que «caigamos en un sistema en el cual los hombres estén en la oficina y las mujeres se queden en el hogar, perdiéndose oportunidades de desarrollo y de generación de redes».

    Este tema se profundizó en otro de los webinars organizados por la empresa de capital humano, «Futuro del Trabajo: liderazgo, talento e inclusión», en el cual presentaron junto al Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE las conclusiones de una encuesta sobre las nuevas formas del trabajo y la inclusión de las mujeres.

    «Este estudio ratifica algunas cuestiones que ya veíamos como tendencias», dice Luis Guastini, director general de ManpowerGroup. Y amplía: «Hay un altísimo acuerdo de los entrevistados en la necesidad de trabajar en la inclusión mujeres y 9 de cada 10 señala que los hombres tendrían que ser aliados o agentes de cambio para generar una cultura incluyente. Pero cuando se profundiza, la mayoría prefiere a tener un rol pasivo por miedo a las críticas»

    Por otra parte, «la pandemia ayudó a que el varón se involucrara más en la casa y también replanteó su rol en hogar», señala Patricia Debeljuh, directora de CONFyE y responsable de la encuesta.

    Este aspecto aparece como positivo ya que «están más conscientes de lo que supone el rol de cuidado y eso ayuda a cambiar la mentalidad tradicional de la masculinidad y descubrir que tienen un nuevo rol dentro de la familia», agrega Debeljuh.

    Sin embargo, no todos están dispuestos a involucrarse con los cambios. Por ejemplo, algunas empresas implementaron la extensión de las licencias por paternidad «pero muchos hombres no se la toman», ejemplifica.

    En busca del tiempo perdido

    Según Guastini, «el enorme desafío que presenta la pospandemia está vinculado con la pobreza de tiempo. Porque la pandemia lo que hizo fue involucrar más a los hombres, pero al mismo tiempo ha absorbido más tiempo de las mujeres».

    ¿Qué pasará, entonces, con el regreso a las oficinas y lugares compartidos de trabajo? «Los varones son los que pidieron antes y más volver a la presencialidad», cuenta Debeljuh.

    Pero para las mujeres, el teletrabajo puede ser una espada de doble filo, porque puede presentarse como un obstáculo para su desarrollo.

    «Hay una cierta amenaza para la mujer a la hora de la vuelta al trabajo presencial, porque si las decisiones se siguen tomando según los estereotipos, es probable que el hombre vaya a la presencialidad y siga mostrándose y l a mujer opte por más teletrabajo y esté más resignada a encontrar un equilibrio», dice, al respecto Guastini.

    Para el directivo, se trata de «capitalizar los aprendizajes de la pandemia y no volver al punto de origen. Construir algo distinto. La pandemia cambió las reglas del juego. ¿Bajo qué reglas vamos a volver?«, se pregunta.

    Si la inclusión de las mujeres es un tema del que «ya estamos todos convencidos», el gran desafío es lo que sigue: «el rol que tiene los varones en esta inclusión», concluye Debeljuh.

    Toda la información e imágenes son de CLARIN.
    Link original: https://www.clarin.com/economia/impacto-pandemia-inclusion-laboral-mujeres_0_iAkVyjot4.html