A lo largo del último año, el 93.2 % de los negocios han tenido impacto por la pandemia del Covid-19 en el Estado de México, situación que ha repercutido más en las mujeres porque forman parte de los sectores afectados por la recesión: servicios y el comercio.
En el marco del Día de la Mujer Mexicana, que se conmemora este 15 de febrero, María de Lourdes Medina Ortega, presidenta del Patronato de Empresarios de la entidad, pidió tomar en consideración que las mujeres han conseguido ganar espacios en los últimos 50 años, dirigiendo empresas y generando valor social, sin embargo, la actual crisis les ha afectado de manera importante.
más en las mujeres, porque tienen presencia mayoritaria en los sectores más dañados por la pandemia.
Aunado a lo anterior, destacó el hecho de que las mujeres debieron hacerse cargo de la educación escolar de sus hijos al suspenderse las clases presenciales e incluso indicó que en un periodo de crisis como el que se vive en la actualidad, es indispensable valorar y potenciar el papel de las mujeres en la vida productiva del país, ya que ocho de cada 10 pesos que perciben como fruto de su trabajo es invertido en educación y bienestar para su familia.
“La brecha salarial, la carga del trabajo doméstico y el cuidado de los hijos, además de la limitación en las oportunidades que tiene actualmente este segmento de la población en los ámbitos económico y profesional, siguen siendo de los grandes temas a los que se tiene que apostar en nuestro país”, apuntó.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), actualmente las mujeres generan el 78% del empleo en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y representan el 52% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que se hace indispensable crear oportunidades de crecimiento para las unidades económicas lideradas por este sector.
A pesar de lo anterior, señaló que la contingencia es un momento de oportunidad para que las mujeres emprendedoras muestren su enfoque flexible y su capacidad de innovar, empatizar y solucionar problemas, porque es indispensable apoyarlas para que dichas iniciativas encuentren eco y se conviertan en proyectos exitosos.
Phumzile Mlambo-Ngcuka considera prioritario conseguir que las mujeres ocupen más posiciones de liderazgo para avanzar hacia la igualdad.
Phumzile Mlambo-Ngcuka (65 años, Sudáfrica) es directora de ONU Mujeres desde que en 2013 Ban Ki-moon, el entonces secretario de las Naciones Unidas, la propusiera para el cargo. Por entonces contaba ya con una dilatada experiencia en romper techos de cristal. Licenciada en Educación por la universidad de Lesoto (1980), fue elegida miembro del Parlamento en 1994. Poco más de una década después, en 2005, fue la primera mujer en ser Vicepresidenta de su país hasta 2008, año en el que creó una fundación para apoyar a las escuelas de áreas desfavorecidas en Sudáfrica y Malaui.
Este 2021 afronta otro desafío: liderar el Foro Generación Igualdad, que no pudo celebrarse el año pasado debido a la pandemia y aún con fecha por determinar. Y hacerlo en medio de una crisis sanitaria y económica que ha restado atención a cualquier otra agenda, especialmente la feminista. Los derechos de las mujeres han pasado a un segundo plano político cuando, según la ONU, se encuentran en serio peligro. Pero Mlambo-Ngcuka no parece de las que se cansan o cejan en su empeño. En esta entrevista, realizada por videoconferencia, soporta con paciencia los cortes de conexión y se une a la conversación una y otra vez hasta que concluye con un mensaje: “Quiero invitar a la gente a que se una al Día Internacional de la Mujer, con un enfoque en su liderazgo en estos tiempos de crisis”.
Pregunta. ¿Por qué es tan lento el progreso hacia la igualdad de género?
Respuesta. El avance ha sufrido el rechazo que existe en el mundo contra los derechos de las mujeres y, en cierta medida, contra los derechos en general. Los movimientos populistas no son partidarios de los derechos de las mujeres, y hemos visto un ascenso de gobernantes que afirman, por ejemplo, que los derechos reproductivos y la salud femenina se tienen que combatir. Cuando los gobiernos tienen dificultades financieras, además, tienden a recortar en servicios sociales, que son importantes para la calidad de vida de las mujeres, como por ejemplo, los que tienen que ver con el cuidado infantil, fundamentales para que ellas tengan la capacidad de participar en el mercado laboral. Uno de los desafíos más significativos es, por otra parte, la reducción del espacio para la actividad democrática de la sociedad civil. Los derechos de las mujeres progresan más rápido en aquellos países donde hay mayor libertad de actividad para la sociedad civil, por lo que los recortes en este sentido, también afectan.
P. El progreso era muy lento y ahora la pandemia va a revertir algunos avances.
R. Ninguna pandemia es neutral al género. Y esta tampoco. Las mujeres han experimentado el impacto desproporcionadamente. Por ejemplo, en la economía, dos tercios de puestos de trabajo perdidos eran femeninos. Esto se debe a que ellas trabajan en los sectores más afectados por la pandemia, como el de la hostelería. En muchos casos, no tienen siquiera un contrato legal y son mayoría en el sector informal. Por lo tanto, no se han podido beneficiar de los mecanismos de ayuda que los gobiernos han diseñado.
Y tenemos, por supuesto, el problema de la violencia contra la mujer, que ha aumentado sobre todo durante los confinamientos. Muchos gobiernos tomaron medidas para abordarlo y queremos que estas se mantengan más allá de la pandemia, para que no volver ni siquiera a los niveles de violencia anteriores. Debemos hacer más para erradicarla. Estamos particularmente preocupados por las jóvenes, por el número de adolescentes que han quedado embarazadas durante el encierro, las que no regresarán a la escuela, el aumento del tráfico de niñas. Todos estos son desafíos que enfrentamos las mujeres y las niñas debido a la covid. A lo que se suma la escasa representación y liderazgo femenino en las decisiones que tienen que ver con la pandemia, no solo en el sector de la salud, sino en todos los aspectos.
P. La mayoría de líderes se manifiestan a favor de la igualdad de género, pero las políticas no acompañan. ¿Cree que estamos atrapados en la pura retórica en lo que respecta a los derechos de las mujeres?
R. Sí. Es un campo muy desigual. Algunos países progresan y otro no avanzan nada en absoluto. Los hay que incluso retroceden un poco. Y el ritmo es lento. Le pongo un ejemplo: cuando se formaron las Naciones Unidas, no había mujeres Jefas de Estado. En la Conferencia de Beijing, eran 12. En 2020, en el 25 aniversario de aquella cita, había 22. Podemos decir que es un progreso. Pero lento, lento, lento. A este ritmo, tendremos que esperar más allá de 2050 para alcanzar la paridad en las jefaturas de Estado. En el encuentro en Pekín, había un 10% de parlamentarias. En 2020, el promedio mundial es del 23%. Es un progreso, pero a paso de tortuga. Debemos enfatizar la necesidad de acelerar y asegurarnos de que los avances no sean fácilmente reversibles.
A este ritmo, tendremos que esperar más allá de 2050 para alcanzar la paridad a en las jefaturas de Estado
P. Usted subraya la importancia del liderazgo femenino, en ese sentido, ¿ayuda tener ejemplos como Kamala Harris?
R. De hecho, cualquier ejemplo ayuda. Pero como Estados Unidos es tan influyente y lo que allí sucede, para bien y para mal, es visible para todos, es bueno tener una Kamala Harris. También será particularmente positivo si Harris representa la agenda feminista. Sus declaraciones sobre querer ser un modelo a seguir e inspirar a las niñas y no ser la última en estar en esta posición envían un excelente mensaje que interpela a otros países. El ejemplo de Estonia es también muy bueno. Tanto la presidenta como la primera ministra son mujeres. Por favor, cuente esta historia en su artículo para que la gente vea que es posible. Siempre hemos tenido países donde los hombres ocupan la primera y la segunda posición. Por primera vez tenemos mujeres y el cielo no se ha caído.
P. ¿Cree que el Foro Generación Igualdad conseguirá el salto de las palabras a la acción?
R. Para ser parte de Generación Igualdad tienes que presentar lo que te comprometes a hacer, tanto desde el punto de vista económico como político. A juzgar por los países que se han inscrito y lo que están poniendo en marcha, soy muy optimista, pero con cautela. Una de las cosas que aprendimos en Beijing fue que adoptamos una declaración, pero no trazamos un plan de acción, ni identificamos el dinero para implementarlo. No teníamos medidas de rendición de cuentas que responsabilizaran a los países. Lo que estamos haciendo ahora a través de la Generación Igualdad es poner en marcha un plan de acción. Estaba preocupada de perder impulso por la pandemia, pero no hemos perdido ni un solo país, participante del sector privado o de la sociedad civil. Es complejo porque sentamos a la sociedad civil y los Estados miembros en la misma mesa como socios iguales. Y en Naciones Unidas esto no suele ocurrir. Pero queríamos asegurarnos de que hay personas involucradas que exigirán rendición de cuentas. Es nuestra manera de protegernos ante la falta de responsabilidad e implementación. La mayoría han aceptado, aunque hay algunos países que no quieren participar porque no están de acuerdo con estos términos.
Las más jóvenes son feministas y ambientalistas, son feministas y activistas contra la desigualdad racial, son feministas y luchan contra la homofobia. Todo al mismo tiempo. E incluyen a los hombres
P. ¿Cree que la cuarta ola feminista está perdiendo fuerza?
R. No diría que estemos perdiendo impulso. Pero la realidad es que tenemos un nuevo tipo de feminismo. Las más jóvenes, que son las que ahora están a la vanguardia de la expansión feminista, tienen una visión diferente, son más interseccionales que las generaciones anteriores. Son feministas y ambientalistas, son feministas y activistas contra la desigualdad racial, son feministas y luchan contra la homofobia. Todo al mismo tiempo. E incluyen a los hombres. Acogen a los varones feministas más fácilmente que las feministas de mi generación. Enfrentamos tantos problemas con los hombres que nos costó trabajar con ellos. Pero a las jóvenes les resulta más fácil trabajar juntos y luchar contra todos estos males de la sociedad.
P. Los ejemplos son importantes, pero la ONU no ha tenido en 76 años de historia una Secretaria General. ¿Cómo avanza el organismo hacia la paridad?
R. El progreso también es lento en la familia de las Naciones Unidas. El Secretario General ha llevado a cabo acciones en las áreas en las que puede hacer cambios. De tal modo que en el nivel ejecutivo, hemos alcanzado la paridad y la diversidad racial. Pero por debajo de eso, en aquellas entidades de la ONU en las que son los Estados miembros los que deciden, no hay avances. Lo vemos en la elección de Secretario General: si los países no apuestan más fuerte para que haya una mujer en la cima de la ONU, no la tendremos. Necesitamos que los ciudadanos reclamen el nombramiento de mujeres.
En el nivel ejecutivo de la ONU, hemos alcanzado la paridad y la diversidad racial
En ONU Mujeres somos firmes defensoras del feminismo masculino
P. ¿Qué cambio o avance le gustaría ver realizado este 2021?
R. Primero, más liderazgo femenino. No cuesta dinero, nadie puede decirme que debido a la pandemia, no puede apoyar el liderazgo de las mujeres. El hecho de que tengamos una crisis financiera no lo impide. Es una cuestión solo de voluntad política. En segundo lugar, la violencia de género. Hemos visto la arquitectura de la batalla contra una pandemia, lo que se necesita: pones a tus trabajadores de primera línea a luchar las 24 horas del día, tomas medidas importantes, como cerrar fronteras, que no es una decisión fácil, y dejas a los aviones en tierra sin ir a ninguna parte. La violencia de género es una pandemia en la sombra, tan devastadora como la de coronavirus, por lo que necesita trabajadores de primera línea con un marco legal adecuado para ponerle fin. En tercer lugar, me gustaría ver progresar la justicia económica. Los gobiernos están tomando numerosas decisiones para reactivar la economía. Se está proporcionando mucho dinero y ese dinero también tiene que beneficiar a las mujeres.
En su primera visita oficial a Bangladés, Phumzile Mlambo-Ngcuka, fue al campo de refugiados rohingya en Cox’s Bazar para reunirse con mujeres.ALLISON JOYCE / ALLISON JOYCE
P. Solo con más mujeres líderes y leyes ya sabemos que no se erradican prácticas nocivas para las niñas y las mujeres como la mutilación genital femenina o el matrimonio infantil, ¿cómo se trabaja contra las tradiciones, normas sociales y religiosas que las sustentan?
R. Nos hemos esforzado por colaborar con líderes tradicionales y religiosos. Y con hombres. Esos son los tres frentes para cambiar normas y prácticas culturales que son dañinas para las mujeres. Hemos formado en África una organización panafricana de líderes tradicionales, una organización muy fuerte que sigue luchando, por ejemplo, proporcionando reglamentos en las áreas donde tienen jurisdicción para prohibir el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina y combatir la violencia contra las mujeres, así como evitar que los padres saquen a sus hijas de la escuela. Están encontrando familias que no están cumpliendo con esas normas, anulando matrimonios de niñas y enviándolas de regreso a la escuela, incluso pagando sus tasas. Estamos evaluando si podemos replicar este modelo en tantos lugares como sea posible, donde haya una autoridad tradicional y religiosa. Nos hemos dado cuenta, que los países más resistentes a las leyes y más lentos son aquellos con una fuerte autoridad tradicional y una fuerte influencia religiosa, por lo que necesitamos trabajar con esos líderes. Y, por supuesto, en ambos, el factor común son los hombres.
Los hombres todavía tienen un papel dominante en la configuración de la cultura y en las decisiones que las mujeres pueden tomar
Pero incluso cuando no existe una influencia religiosa y tradicional fuerte en la sociedad, los hombres todavía tienen un papel dominante en la configuración de la cultura y en las decisiones que las mujeres pueden tomar. Por eso, nuestra campaña He For She (Él por ella), que interpela a los hombres, se está intensificando y colabora con otros proyectos de naturaleza similar. En ONU Mujeres somos firmes defensoras del feminismo masculino. Y los hombres deben saber que cuando se unen al movimiento feminista que lideran las mujeres, no solo nos apoyan, sino que también hacen algo por sí mismos, se liberan para ser mejores personas.
P. ¿Recuerda alguna historia en especial de cuando todavía podía viajar?
R. He vivido momentos muy memorables. Recuerdo a las mujeres de un pueblo de India que no sabían leer ni escribir. Pero estaban cansadas de que las leyes y normas de su comunidad no tuvieran en cuenta sus prioridades y se organizaron para postularse a cargos de mando. Muchas fueron elegidas. ¿Y sabe qué? En las áreas donde ganaron, hay leyes más progresistas en favor de la familia, mejoras para el cuidado de los niños, para el transporte y la seguridad. Esto muestra cuántos cambios pueden conseguir las mujeres. En aquella misma comunidad, ellas se hicieron cargo de la radio y empezaron a contar sus historias hasta el punto de cambiar la cultura y las normas, y mostraron a sus vecinos lo que ellas pueden conseguir para la sociedad. Cuando hablamos de la participación de las mujeres, no solo debemos pensar en los cargos directivos, sino también en aquellas que pueden transformar sus aldeas, pero el entorno no es el propicio. Necesitamos que esas mujeres estén empoderadas en sus propios derechos.
P. Esta es una historia positiva, pero ¿no se siente cansada a veces al ser testigo de las violaciones de derechos de las mujeres?
R. Sí, a veces me vengo abajo. He conocido a muchas cuyos derechos son pisoteados. He visto a discapacitadas víctimas de malos tratos por parte de sus cuidadores, quienes no solo se quedan con la pequeña asignación que reciben debido a su situación sino que luego abusan sexualmente de ellas. He sido testigo de ese tipo de dolor. Hay países en los que todavía estamos luchando para detener los asesinatos por motivos de honor. Hemos avanzado, en muy pocos países es probable que se produzcan o están permitidos por la ley. Pero es triste porque, a pesar de lo que peleamos, usualmente cuando conseguimos un gran avance se debe a que algo horrible le ha sucedido a una mujer. He visto feminicidios. He visto a jóvenes, ancianas, bebés, ser víctimas de agresiones sexuales. No quiero agobiar con tanto dolor, pero debemos recordar a estas mujeres siempre.
Los bosques son parte esencial para la salud del planeta. Con una extensión que cubre casi un tercio de la superficie terrestre mundial, los bosques se encargan de tareas vitales como absorber las partículas de carbono, la regulación de las temperaturas globales, la preservación de las cuencas hidrográficas y evitan la erosión del suelo.
Sus beneficios no culminan ahí, pues juegan un rol socioeconómico vital para mil millones de personas que viven en este ecosistema y sus alrededores. Además, son el hogar de muchos pueblos indígenas y comunidades locales en todo el mundo, quienes fungen como actores fundamentales para su conservación.
En México, según cifras de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), alrededor de 5 millones de personas pertenecientes a algún pueblo indígena habitan en ecosistemas forestales; es decir, más de 41 por ciento de la población indígena vive y depende en gran medida de los bosques para satisfacer sus necesidades de alimentación y desarrollo.
Un ejemplo se ubica en Santa Catarina Cuexcomatitlán, en Jalisco, donde viven 936 indígenas wixárikas, quienes son dueños de 24 mil 676 hectáreas de bosque. De acuerdo a CONAFOR, dentro de su estructura social, 400 mujeres de esta comunidad tienen un vínculo de protección hacía la naturaleza, lo que las ha motivado a realizar diversas acciones de conservación, con las que se han autoempleado.
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A pesar de la labor indispensable de los bosques en la vida del planeta y de los seres humanos, su degradación y depredación avanza a paso veloz. La producción agrícola, el uso de combustibles fósiles y la extracción de madera de forma ilegal, así como el incremento de los incendios debido al calentamiento global, son las principales causas que están devastando la biodiversidad, los ecosistemas vitales y los medios de vida de millones de personas a una escala nunca vista en la historia de la humanidad.
Según un estudio la revista Nature, desde que los seres humanos comenzaron a practicar la agricultura hace unos 12,000 años, hemos perdido la mitad de los 5.8 billones de árboles estimados en el mundo. Más aún, un reciente reporte de World Wildlife Fund reveló que más de 43 millones de hectáreas de bosques se perdieron entre 2004 y 2017; un área aproximadamente del tamaño de Marruecos.
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No obstante, no todo son malas noticias. En los últimos años, a raíz de un incremento en la conciencia mundial sobre el calentamiento global impulsado por el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, diversas naciones, comunidades e, incluso, grandes empresas comienzan a tomar pasos decisivos para salvar a los bosques.
Por ello, hoy los enfoques para detener la deforestación han evolucionado de la dependencia única de las políticas públicas y regulaciones estatales hacia mecanismos de certificación de producción y el comercio de productos maderables legales, la protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas y comunidades locales, la creación de cadenas de suministro sostenibles y soluciones tecnológicas, entre otras.
Con esto en mente, Reforestamos México, MEM Industrial – Tecno Mueble Internacional, Wise women, ANCE e INNOVATURE nos unimos para impulsar el evento “Bosques del Futuro 2021”, a celebrarse de forma virtual el 2 y 3 de marzo de 2021.
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El foro de este año lleva por tema “Diseñando un Nuevo Futuro para el Mundo Rural” y buscará impulsar fuertemente la participación de la mujer, con el lema: “La madre naturaleza nos llama a actuar”.
Durante dos días, reuniremos a mujeres brillantes que están haciendo un cambio desde diversos espacios: ciencia, arte, academia, comunicación y pueblos indígenas. El 90% de las panelistas y moderadoras serán mujeres, quienes compartirán sus experiencias, trabajo en zonas rurales y visión de futuro para inspirar acciones disruptivas que nos lleven a tener una nueva relación con nuestro entorno.
En la próxima votación, el Senado debe asegurar que la justicia y los servicios sean accesibles.
El Senado de México debe asegurar protección a las mujeres con discapacidad que son víctimas de violencia, según lo manifestó hoy una coalición de organizaciones de derechos humanos. Se espera que, en breve, el Senado vote una serie de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. La minuta que se aprobó en la Cámara de Diputados en diciembre de 2020, no incluyó medidas que se necesitan para extender las protecciones previstas en la norma a las mujeres con discapacidad.
“El Senado de México tiene la oportunidad de dejar en claro su compromiso con la protección igualitaria de las mujeres con discapacidad que han sobrevivido a hechos de violencia”, expresó Maryangel García Ramos Guadiana, de Mexicanas con Discapacidad. “El Senado debe votar a favor de reformas que garanticen el acceso a la protección, la justicia y los servicios a todas las mujeres por igual”.
El 5 de febrero de 2021 un grupo de organizaciones de derechos humanos presentó a la senadora Malú Micher, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado, un conjunto de recomendaciones sobre reformas a la ley. En las recomendaciones, se insta a asegurar que en la minuta se incluyan disposiciones sobre ajustes para las mujeres con discapacidad; principios orientadores para hacer frente a la discriminación interseccional – es decir, aquella basada en más de una característica; medidas para que las mujeres con discapacidad puedan escapar de sus agresores; y la exigencia de que los Centros de Justicia para las Mujeres brinden medios accesibles de comunicación a las mujeres que los necesiten.
Las organizaciones son Human Rights Watch; el Centro Interdisciplinario de Derechos, Infancia y Parentalidad; Equis: Justicia para las Mujeres; Documenta; Mexicanas con Discapacidad; Instituto Mexicano de Sexualidad en la Discapacidad; Fundación para la Inclusión y Desarrollo de Personas con Discapacidad, A.C. y Yo También A.C.
Las investigaciones realizadas por Human Rights Watch y otras partes han concluido que la mayoría de los refugios y otros servicios destinados a sobrevivientes de violencia son inaccesibles para las personas con discapacidad. Según datos de un estudio oficial del Instituto Nacional de las Mujeres, el 80 % de los refugios para víctimas de violencia doméstica no son íntegramente accesibles para las mujeres con discapacidad. Los albergues en México incluyen 44 Centros de Justicia para las Mujeres, en los que se brindan servicios adicionales. En un informe publicado en junio de 2020, Human Rights Watch determinó que muchos de ellos no eran accesibles.
En la actualidad no hay requisitos legales específicos de que los Centros de Justicia u otros refugios tengan que ser accesibles. Según lo señalaron las organizaciones, las reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia es un paso que contribuirá a que esa situación cambie.
“El gobierno mexicano promueve el mensaje ‘No estás sola’ en los medios de comunicación, en un intento por asegurar a las mujeres que sufren violencia que hay asistencia a la que pueden acceder”, expresó Katía D´Artigues, fundadora de la organización Yo También, que promueve los derechos de las personas con discapacidad. “Sin embargo, para las mujeres con discapacidad, esta frase pierde plausibilidad porque la mayoría de los servicios son inaccesibles”.
“La accesibilidad implica mucho más que una rampa en el ingreso a un refugio”, explicó Carlos Ríos Espinosa, investigador y abogado sénior sobre derechos de las personas con discapacidad en Human Rights Watch. “Las mujeres con discapacidad, incluidas aquellas que necesitan apoyo para tareas esenciales, deben tener acceso igualitario a refugios y protección. En algunos casos, esto implica que los refugios les brinden ayuda para que puedan dejar al agresor”.
“Las mujeres con discapacidad que sobreviven a hechos de violencia enfrentan graves obstáculos para obtener a servicios y justicia debido a información y comunicaciones que son inaccesibles”, señaló Yereli Rolander del Centro Interdisciplinario de Derechos, Infancia y Parentalidad.
Rolander desarrolló la primera aplicación de telefonía celular para mujeres con discapacidad en México que son víctimas de violencia. Se llama App Morada y les permite obtener información sobre servicios en formatos accesibles.
Las reformas propuestas también asegurarían la accesibilidad del sistema de justicia penal, algo que en la actualidad se encuentra en una instancia muy rudimentaria o, en muchos estados de México, directamente está ausente. Según un informe de 2015 elaborado por Equis: Justicia para las Mujeres, una organización de derechos de la mujer que tiene una fuerte presencia, la mayoría de los estados de México no capacitan a los funcionarios judiciales sobre los derechos de las personas con discapacidad. Apenas 9 de los 32 estados ofrecen algún tipo de formación, e incluso en aquellos que sí lo hacen, no tiene carácter generalizado. Por ejemplo, en la Ciudad de México en 2015 la capacitación consistía en apenas 12 horas al año.
“El gobierno mexicano no ha asegurado el acceso a la justicia para muchas mujeres en México y, en muchos sentidos, esto ha excluido por completo a las mujeres con discapacidad”, apuntó Fátima Gamboa, codirectora de Equis. “Las reformas que se proponen garantizarían los ajustes a los procedimientos para que las mujeres con discapacidad puedan participar en igualdad de condiciones en las investigaciones, las audiencias, los procesos y otros pasos indispensables para acceder a la justicia”.
A su vez, las mujeres con discapacidad pueden enfrentar discriminación por parte de policías, investigadores u otros funcionarios de aplicación de la ley.
“Los funcionarios de la justicia a menudo cuestionan que las mujeres con discapacidad puedan tomar decisiones o hablar con claridad sobre la violencia que han experimentado, e incluso les niegan la oportunidad de presentar una denuncia”, indicó Diana Sheinbaum, coordinadora del Programa Discapacidad y Justicia de Documenta.“El proyecto de ley podría cambiar esta situación al establecer de manera muy clara la obligación de las autoridades de aplicación de la ley de cerciorarse de que las mujeres con discapacidad puedan acceder a la justicia en igualdad de condiciones con las demás mujeres”.
Con el objetivo de que se generen acciones concretas que permitan terminar con el miedo que las mujeres sienten en Guatemala, así como el despertar a la sociedad sobre esta problemática de género un grupo de mujeres lanzan la campaña #TengoMiedo, la cual durará tres días, a partir de este lunes 15 de febrero.
“Esta campaña debe convertirse en el primer paso para que se generen acciones concretas que permitan terminar con el miedo que todas sentimos”, señalan.
Explican que antes de recibir violencia, las mujeres se enfrentan al miedo, ese es el sentimiento que surge en un primer momento, por ello indican, arrancamos la campaña expresándolo.
“Después de sentir miedo, muchas de nuestras hermanas se han convertido en víctimas de violencia, muchas de ellas desaparecieron y nunca regresaron. Por eso, el segundo día (martes 16) simboliza la desaparición de esas mujeres y niñas. Tras estas desapariciones llega el duelo, el dolor y la impunidad que ya no toleraremos. En el tercer día (miércoles 17) hacemos un llamado para que se presenten acciones que terminen con esta pesadilla”.
Las organizadoras piden usar el #TengoMiedo en todas las publicaciones que se realicen durante los tres días de la campaña.
En el día uno #TengoMiedo, la primera publicación (6:00 a.m.), consiste en que a través de las redes sociales (Facebook, Twitter Instagram, WhatsApp, TikTok o las que más utilices) y compartas un video corto para ilustrar la gravedad de la situación de la violencia contra mujeres y niñas en Guatemala.
A las 7:00 am deberás hacer una segunda publicación en la cual compartas la imagen TENGO MIEDO. Recuerda usar el #TengoMiedo.
Para las 10:00 de la mañana, habrá una tercera publicación (10:00 a.m.) en la cual debes dar tres motivos por los cuales has sentido miedo o sientes miedo actualmente. En esta misma publicación, deberás etiquetar a otra mujer para que continúe la dinámica en sus redes sociales, quien deberá seguir las mismas instrucciones.
“En el día dos (martes 16 de febrero) se usarán los #Desaparecida #SeBusca a partir de las 6:00 a.m. El segundo día de la campaña simboliza el momento de la desaparición. En esta fase necesitamos que coloques en tus fotos de perfil e historias en todas tus redes sociales una imagen que diga DESAPARECIDA. En estas imágenes utilizamos también el #Desaparecida. NO OLVIDES que el #TengoMiedo es el principal y debe ir en todas las comunicaciones”.
Para este segundo día, explican las organizadoras, los hombres también se involucran. Así que a partir de las 11:00 a.m., papás, hermanos, primos, amigos, etc. Podrán compartir una imagen que diga “desaparecida” y “se busca” y deberán utilizar los #Desaparecida y #SeBusca.
Finalmente, en el tercer día, #DeLuto, es decir, el miércoles 17 de febrero, se le rendirá homenaje a todas las mujeres y niñas que han sido víctimas de violencia.
“A partir de las 6:00 a.m. sube a tus historias y/o foto de perfil un filtro que pondremos a tu disposición, el cual representa el miedo y el duelo que se producen a causa de la violencia. Utiliza la postura que sugiere la imagen que te compartimos, eso permitirá que tu fotografía se adapte perfectamente al filtro”.
A partir de las 11:00 a.m. se utilizará a #EsNormal, frase planteada en positivo para expresar las condiciones ideales (lo normal) en las cuales las mujeres deberían poder desarrollarse dentro de la sociedad.
¿Aglutinar dos mundos aparentemente antagónicos como la ciencia y las artes escénicas? Helena González lo consigue.
Tendemos al desorden, al caos, al desparrame. Solo hace falta ir a una piscina publica en agosto para ver que tendemos al desparrame”. Carcajada del público. “Los átomos son como la Guardia Civil: van en parejas. A la que se pierde uno el sistema se desestabiliza”. Nueva carcajada. Aunque pueda parecer inverosímil, son extractos de un monólogo sobre radicales libres, un tema estrictamente científico. Su protagonista, Helena González Burón, una mujer que ha conseguido aglutinar sus dos grandes vocaciones, la ciencia y las artes escénicas, con el objetivo de divulgar el conocimiento. La ciencia con humor entra y, si no, al menos te ríes un rato.
Licenciada en Biología y en Bioquímica por la Universidad de Salamanca, su ciudad natal, González se doctoró en Biomedicina por la Universidad de Barcelona y se especializó en epigenética del cáncer. “Apasionada de los genes, la herencia, la ingeniería genética, la inestabilidad cromosómica y demás cochinadas moleculares, me dedico a divulgar ciencia con Big Van desde que lo fundé en el 2013. Estoy especialmente interesada en la educación científica en educación primaria, más que nada porque mi mente de diez años empatiza perfectamente con ese tipo de público”, relata en su biografía.
“Tenemos que estar del lado de la ciencia porque la ciencia nos va a sacar las castañas del fuego”
González decidió cambiar los laboratorios por los escenarios. “Parecen cosas dispares hasta que empiezas”, afirma. Lo cierto es que la idea pionera de “comunicar de manera lúdica y llegar público menos especializado” funciona. La doctora ha publicado quince libros de divulgación y sus monólogos están a la altura de los de los mejores humoristas. Uno de sus títulos versa sobre la genética y la epigenética: Tenemos menos genes que un brócoli… y se nota (La esfera de los libros). “Sí, parece mentira pero no lo es: muchos vegetales tienen el doble de genes que nosotros los humanos. El brócoli, sin ir más lejos, es uno de ellos. ¡Y eso al final se nota!”.
El pasado jueves se subió al escenario de CosmoCaixa, en Barcelona. No fue a hablar de sus libros, sino a disertar sobre epigenética, sobre los últimos descubrimientos que indican que no todo está escrito en los genes y que aspectos como el entorno o la educación también influyen en nuestro destino. “A la gente le da reparo intentar entrar a entender determinados conceptos complicados con una terminología científica. Es un esfuerzo tratar de entender determinadas noticias de ciencia. Nosotros lo que intentamos es traducir la ciencia para llevarla a un plano cotidiano de la gente y con un lenguaje mucho mas cercano para un público no especializado. Se trata de llevar la ciencia donde no esta representada, fuera de las universidades y los centros de investigación. Así es mucho más fácil que la gente empiece a interesarse”, razona González.
Según la divulgadora, la sociedad tiene interés por la ciencia. “Simplemente hay que saber la manera en que hay que comunicarla”, argumenta. “Más que analfabetos, hay gente que no ha tenido posibilidad de acercarse a la ciencia”. En este sentido, la pandemia ha puesto de manifiesto como nunca antes el rol social de la ciencia y la importancia de que sea una disciplina cercana. “Tenemos que estar del lado de la ciencia porque la ciencia nos va a sacar las castañas del fuego. Debemos permanecer alejados de teorías conspiranoicas o negacionistas que nada tienen que ver. Si se da pábulo a muchas teorías sin base de evidencia, eso nos pone en riesgo a todos y a todas”.
El jueves se celebró el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia. En el mundo solo el 28% de los profesionales de la investigación y el 35% de los estudiantes de carreras de ciencias son mujeres. No es un chiste. Son datos de la Unesco. Una situación que, según González, se debe a una carencia histórica de referentes científicos femeninos y a la insuficiente visibilización de los modelos que han existido. “Otro aspecto está en la educación que se les da a las niñas o a los niños, cuáles son los valores que como sociedad les damos”. De todas formas, la doctora observa una tendencia a la normalización en las carreras científicas y en el ámbito investigador. “Donde queda más por hacer es en las direcciones de los laboratorios de investigación. Es un sesgo que tenemos y creo que se va a corregir en los próximos años”, matiza.
González es la mujer capaz de explicar genética a partir de Hollywood: “Si nos ponemos a hablar de pelis de estas que se pasan la ciencia por el forro, tenemos las de superhéroes, esas que te irradias con radiación X, radiación gamma, esa radiación llega a tus células, impacta con el ADN y crea ahí una mutación. Esto, por Dios, no lo hagáis en casa, no os metáis de cabeza en un reactor nuclear porque
no vais a salir de allí superhéroes o supervillanos: vais a salir chamuscados y oliendo a hamburguesa (…) No podemos explicar los superhéroes a partir de mutaciones. Si
nos ponemos un poquito riguro-sos podemos decir que son transgénicos”.
La trata de mujeres fue una de las violencias que se habrían agravado en México durante el 2020, en plena pandemia COVID-19. Los estados de Quintana Roo, Tlaxcala, Baja California, Nuevo León y Ciudad de México son los que registran las tasas más altas de mujeres víctimas de trata.
La trata de mujeres se recrudeció en México frente a un entorno mundial de crisis por la pandemia COVID-19, pues al menos las denuncias de mujeres víctimas de este delito crecieron el año pasado un 13.52 por ciento.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró 453 casos en su indicador “mujeres presuntas víctimas de trata”, 54 más que en el 2019, y un incremento de 25.83 por ciento respecto al año 2018, que registró 360 casos.
TRATA DE MUJERES EN LOS ESTADOS
El Estado de México, Ciudad de México, Nuevo León, Quintana Roo y Baja California son las entidades que concentran el mayor número de víctimas con 70, 66, 47, 38 y 36 denuncias respectivamente.
Chihuahua se ubica en el sexto lugar con un total de 18 casos; Guerrero y Tlaxcala con 15 denuncias cada una, y Oaxaca y Puebla reportan 12 cada una. Por otra parte, Campeche, Colima y Durango no reportaron ni una sola denuncia o víctima de este delito.
Con relación a la tasa de presuntas víctimas por cada cien mil mujeres, las entidades federativas que encabezan la lista son: Quintana Roo, Tlaxcala, Baja California, Nuevo León y Ciudad de México con 4.45, 2.12, 1.98, 1.67 y 1.40 víctimas de trata por cada 100 mil mujeres, respectivamente.
Por otra parte, Veracruz, Tabasco, Guanajuato y Morelos se colocan como las entidades con las tasas más bajas: 0.23, 0.15, 0.13 y 0.10 respectivamente.
NIÑAS Y ADOLESCENTES
El más reciente Informe Global sobre Trata de Personas publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) reiteró que las mujeres y las niñas son los principales objetivos de la trata de personas.
El estudio en mención, publicado el pasado 2 de febrero, expone que de cada 10 víctimas de trata detectadas a nivel mundial en 2018, aproximadamente cinco eran mujeres adultas y dos eran niñas; en tanto que cerca del 20 por ciento de las víctimas eran hombres adultos y el 15 por ciento, niños pequeños.
El Estado de México concentra el mayor número de víctimas menores de edad al momento de interponer la denuncia, con el 50 por ciento (35). Le sigue Nuevo León, donde 25 de las 47 víctimas eran niñas y adolescentes, es decir, el 53.19 por ciento.
En Baja California el 52.78 por ciento de las 36 víctimas eran menores y en la Ciudad de México, de las 66 víctimas, 16 tenían entre los 0 a 17 años, es decir, el 24.24 por ciento.
VÍCTIMAS POR RANGO DE EDAD
( Enero – diciembre 2020)
El informe sobre trata de personas de la ONU muestra que hay un marcado aumento de víctimas menores de edad, tanto niñas como niños, quienes concentran el 30 por ciento del total de casos dectados.
En los últimos tres lustros el porcentaje de niños identificados como víctimas de trata pasó del 3 al 15 por ciento y el de niñas víctimas subió del 10 al 19 por ciento, “lo que se debe, entre otros temas, a la tolerancia social en ciertos entornos”.
De acuerdo con el estudio, las niñas son tratadas principalmente con fines de explotación sexual y los niños, en su mayoría son utilizados para trabajos forzados.
TRATA DE PERSONAS Y LA COVID-19
Si bien la trata de personas afecta mayormente a mujeres y niñas (quienes representan el 65 por ciento de las víctimas), sin embargo, las Naciones Unidas advirtió que la trata de hombres y niños (quienes aglomeran el 35 por ciento) también ha crecido.
“El porcentaje de hombres adultos casi se ha duplicado, pasando de alrededor del 10 al 20 por ciento en 2018”.
Las crisis en las economías derivadas de la pandemia han potencializado esta problemática, pues “la recesión causada por la COVID-19 impacta directamente en el riesgo de ocurrencia del delito de trata de personas principalmente por el incremento de población con necesidades económicas derivadas del incremento del desempleo”, destaca el informe.
Y es que, según explica la ONU, los traficantes se aprovechan de quienes están en situación de vulnerabilidad, como los migrantes y las personas sin trabajo.
“Millones de mujeres, niños y hombres en todo el mundo están sin trabajo, sin escolarizar y sin apoyo social en la continua crisis del COVID-19, lo que los deja en mayor riesgo de trata de personas. Necesitamos acciones específicas para evitar que los traficantes criminales se aprovechen de la pandemia para explotar a los vulnerables”, expresó en un comunicado la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly.
Aunque las mujeres son las principales afectadas de la trata de personas, este delito también ha crecido en contra de hombres, especialmente, niños. . Foto: EFE/Archivo.
NO SOLO PARA EXPLOTACIÓN SEXUAL
Alrededor de 50 mil víctimas de trata de personas fueron detectadas en 148 países en el año 2018, es la cifra global más reciente; sin embargo, la cifra real de víctimas podría ser mucho mayor, dada la naturaleza oculta de este delito, alertó la ONU.
La trata es un delito que consiste en captar, trasladar y retener a una persona mediante la fuerza o la amenaza para explotarla durante largos periodos de tiempo.
La explotación sexual es la forma más conocida sobre la trata de personas, pero otras víctimas de este delito son utilizadas para trabajos forzados en condiciones de esclavitud; esta modalidad ha crecido, pues el 34 por ciento del total de las víctimas identificadas en 2016 subió a 38 por ciento en 2018.
Los sectores con mayor ocurrencia de casos de trabajo forzado son las labores domésticas, de la construcción, la agricultura, economías extractivas como la minería, el sector textil y los trabajos informales.
La explotación sexual se mantiene como la principal finalidad para la trata de personas al concentrar el 50 por ciento de las víctimas, mientras que el 38 por ciento fueron explotadas para realizar trabajos forzados; el 6 por ciento fueron objeto de actividades delictivas forzadas; el 1 por ciento fueron obligadas a mendigar y un número menor a contraer matrimonios forzados, a la extracción de órganos y a otros fines”, detalla el documento.
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La mayoría de las personas condenadas por trata son hombres, con alrededor del 64 por ciento del total. Los delincuentes pueden ser desde miembros de grupos organizados a individuos aislados. Cuanto mayor es el nivel organizativo, mayor es también el tiempo de explotación.
“Los tratantes ven a sus víctimas como mercancías sin tener en cuenta su dignidad y derechos humanos. Venden a sus semejantes a un precio que puede oscilar entre decenas y decenas de miles de dólares de los Estados Unidos, siendo las grandes organizaciones delictivas las que obtienen los mayores ingresos”.
Otro aspecto que destaca el informe es los criminales y redes de trata de personas han integrado la tecnología a sus modos de operación, desde la captación hasta la explotación de las víctimas.
De acuerdo con la UNODC, los delincuentes utilizan el Internet y particularmente las redes sociales para buscar a sus víctimas (principalmente menores de edad), pero también lo pueden utilizar para transmitir en vivo la explotación sexual de sus víctimas, lo que multiplica las ganancias de las mafias.
Poco más de la mitad de los habitantes del país mayores de 15 años mantiene una relación de pareja formal en México, una disminución respecto al año 2000, cuando 60 por ciento afirmó estar casado o en unión libre, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A propósito del 14 de febrero, la institución señaló que al inicio del siglo, 49 por ciento aseguró haber contraído nupcias y 11 por ciento dijo estar en convivencia con otra persona.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2020, esta tendencia disminuyó 38 y 20 por ciento, respectivamente.
Dichos datos observan que la población que mantiene una relación de pareja más allá del noviazgo ha disminuido.
El número de personas casadas es menor frente al de hace dos décadas, mientras el dato de las parejas en unión libre aumentó.
La población soltera permanece sin grandes cambios, pues mientras en 2000 era 31 por ciento, en 2020 estuvo en 30 por ciento.
Los registros administrativos de 2019 indican que en ese año se realizaron 504 mil 923 matrimonios legales. De esa cantidad, 3 mil 596 fueron parejas del mismo sexo.
En el caso de la proporción de divorcios respecto de los matrimonios ha aumentado, pues entre 2000 y 2019 casi se quintuplicaron, al pasar de siete a 32 divorcios por cada 100 matrimonios.
En 20 años el número de personas separadas, divorciadas o viudas pasó de 9 a 12 por ciento.
La vida más allá del matromonio.
Aunque se podría pensar que la disminución de los matrimonios se debe principalmente a que los jóvenes le temen al compromiso, lo cierto es que han influido más los movimientos sociales de las mujeres y el factor económico, señalaron especialistas.
Óscar Galicia, coordinador de la licenciatura en sicología de la Universidad Iberoamericana, señaló que la inserción de las mujeres a la economía ha llevado en un primer momento “a un fenómeno de emancipación. Esto es, ellas han alcanzado una independencia que les plantea formas de vida más allá del matrimonio”. Su profesionalización las lleva “a que esta historia de encontrar al príncipe azul no sea la única opción que tengan para su desarrollo personal”.
Carlos Welti Chanes, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que el censo 2020 reflejó que la mayor parte de las mujeres en el grupo de 20 a 24 años se declaran solteras. “Esto es algo inédito y por tanto nos anuncia un panorama de transformación de esos patrones de formación conyugal. Es importante porque hasta hace muy poco tiempo a las mujeres que llegaban a cumplir 25 años y no se habían casado, coloquialmente se decía que se les había pasado el tren”.
Añadió que esto también refleja que las mujeres “tienen identificado un papel en su vida que no es solamente el matrimonio o la maternidad. El desarrollo personal en otros ámbitos, como el incremento en el nivel de escolaridad y sobre todo su participación en la actividad económica, reflejan este tipo de situaciones”. A ello, dijo, hay que agregarle la posibilidad de que pueden controlar su fecundidad. En este sentido, mencionó que anteriormente muchas veces el compromiso matrimonial estaba asociado con el embarazo.
La mexicana Cecilia Santiago, arquera del PSV de Holanda, se sinceró en una videoconferencia donde señaló la importancia de dar las condiciones laborales necesarias a las futbolistas con una perspectiva de género, así como lo positivo de la asignación de Mónica Vergara al frente de la selección tricolor.
Desde que llegó a los Países Bajos hace año y medio, Santiago se sorprendió debido a que los clubes “acababan de firmar un acuerdo con la federación de futbol”, en el cual se tomaban en cuenta “los periodos de embarazo y de menstruación, el pago completo de maternidad o dar un día de descanso cuando fuera necesario”.
Reconoció que si bien en cuestiones económicas “aún no nos acercamos a los sueldos de los hombres, poco a poco seguimos trabajando para lograrlo”.
El trato hacia las jugadoras también es otro de los aspectos que destacó Santiago, al indicar que mientras en “Holanda los directivos nos preguntan sobre nuestras necesidades”, en México “no sabían cómo lidiar con tantas mujeres”.
Incluso reveló que cuando jugaba para el América, en los inicios de la Liga Mx Femenil, “teníamos restringidos ciertos horarios en los comedores, nos asignaban la última cancha en el último horario y era complicado”.
Ahora, hace un análisis de la evolución de los planteles en México al aplaudir a quienes invirtieron desde el inicio, como Tigres y Monterrey, por lo que consideró importante seguir de cerca las acciones que tomarán los clubes sotaneros.
“Hubo equipos que metieron dinero y buscaron patrocinios, eso motiva, como jugadora quieres los mejores beneficios, y esos clubes ahora son los mejores, pero, ¿qué van a hacer los últimos equipos de la tabla?
A lo mejor no les interesó al inicio, es importante ver lo que harán para motivar a las jugadoras. Los clubes grandes se pueden mantener del varonil, pero a los equipos chicos les está costando un poco más”, dijo.
Santiago, quien ha sido parte de la selección mexicana desde hace una década, celebró el nombramiento de Mónica Vergara. “Es un paso muy importante, no sólo por ser mujer, sino porque es una persona preparada y nos enseñó a cumplir los sueños con el subcampeonato de la categoría Sub 17. Además, es diferente el lazo con una entrenadora que con un técnico.
“También es un motivo de inspiración para las diferentes generaciones. Hace años ni siquiera había pensado en ser entrenadora y ahora lo considero”.
Pese a destacar la aportación de las mexicano-estadunidenses en la selección nacional, apuntó que ahora “es importante darle el foco de atención a las jugadoras de la Liga Mx y de otros países, las que estén serán las mejores”.
La Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) impulsan un trabajo colectivo para la creación de mecanismos que permitan prevenir y responder eficazmente a los actos de violencia contra el sector femenino en las escuelas.
En un comunicado conjunto, informaron que se revisan los mecanismos y las prácticas institucionales vigentes que propicien la cultura en favor de la igualdad de género y brinden respuestas efectivas para el ejercicio pleno de los derechos humanos de las comunidades educativas, a fin de prevenir conductas de hostigamiento o acoso sexual.
Se promueve la adopción de protocolos eficaces y la capacidad de respuesta expedita de los equipos directivos frente a actos de violencia, así como contenidos curriculares y experiencias de aprendizaje que contribuyan a la formación integral y a la cultura en favor de la igualdad por parte del personal académico y los estudiantes. Agregaron que se han elaborado directrices –que se encuentran a disposición de las instituciones de educación superior– para orientar el diseño de procedimientos preventivos y, en su caso, implementar acciones correctivas, a fin de que la seguridad e integridad de las comunidades educativas y la igualdad de género sean una realidad.