Autor: Editora

  • Un gráfico frente a los estereotipos: la mitad de España iguala en paridad a Noruega en ciencia e ingeniería

    Un gráfico frente a los estereotipos: la mitad de España iguala en paridad a Noruega en ciencia e ingeniería

    Este jueves, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia desde la Oficina Europea de Estadística, más conocida como Eurostat, publicaron un gráfico que refleja cual es la situación de las ingenieras y científicas en Europa en cuanto a proporción con respecto a sus compañeros con datos de 2019. De ese gráfico se desprenden cifras interesantes y se cae algún mito como que en los países nórdicos siempre (casi) todo es mejor que en España.

    Eurostat ha publicado un gráfico que refleja la paridad en ciencia e ingeniería en la Unión Europea con buenos resultados para España. (Foto: Eurostat)
    Eurostat ha publicado un gráfico que refleja la paridad en ciencia e ingeniería en la Unión Europea con buenos resultados para España. (Foto: Eurostat)

    Con el mapa coloreado según el porcentaje de mujeres en ciencia e ingeniería en la Unión Europea se puede ver que una buena parte del territorio español figura en azul oscuro al igual que Noruega. Eso indica que hay un porcentaje de mujeres en el sector por encima del 50%. Es decir, que son mayoría. En el caso del país nórdico, la media nacional es de un 55%, como señalan Statista. En España, si bien este dato es del 49,3%, lo cierto es que hay hasta cinco regiones en las que se supera el 50%.

    De hecho, en el texto que acompaña al gráfico publicado por Eurostat en su página señalan que “a nivel regional, las científicas e ingenieras eran mayoría en 13 regiones de la UE”. Y de esas 13 regiones, cinco están en España. No es una división por comunidades autónomas, sino por reparto geográfico según los puntos cardinales. De esta manera, el noreste (53%), noroeste (52%), Canarias (52%), Este y Baleares (52%) y Centro, sin incluir Madrid, (51%).

    En cuanto al resto del territorio nacional, este se sitúa en la horquilla de menos del 50% y por encima del 45% en el sur y de entre el 40% y el 45% en la capital. Eso arroja una media a nivel nacional para España del antes mencionado 49,3%. Un porcentaje considerablemente por encima de la media de la Unión Europea, donde el dato es del 41% con 6,3 millones de mujeres científicas ingenieras de un total de 15,4 millones.

    Desde Eurostat señalan que los “los países en los que hay más paridad entre mujeres y hombres en este sector son Noruega, Lituania y Dinamarca, donde hay más del 50% de presencia femenina entre científicos e ingenieros”. Por contra, quien obtiene el resultado más bajo en este sentido es Luxemburgo con un 28%.

    Sin duda, el gráfico, visto en comparación con el resto de la Unión Europea, da una idea de la paridad en el sector en España, por encima en la comparación con a otros países como Francia, Italia y Alemania.

    Toda la información e imágenes son de YAHOO NOTICIAS.
    Link original: https://es.noticias.yahoo.com/paridad-ciencia-ingenieria-espana-noruega-grafico-eurostat-124929801.html

  • Persiste desigualdad de género en investigación; sólo 30% son mujeres

    Persiste desigualdad de género en investigación; sólo 30% son mujeres

    La participación de las mujeres en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas sigue siendo baja en todo el mundo. De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en la actualidad alrededor de 30 por ciento de los investigadores pertenecen al género femenino, explicó Tamara Martínez Ruiz, coordinadora para la Igualdad de Género en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que se celebra este jueves, en México, niñas y jóvenes luchan contra la brecha de género en estos sectores, y han tenido éxito.

    Ana Paula, Karla Rebeca y Ana son tres destacadas campeonas de la Olimpiada Europea Femenil de Matemáticas, quienes lograron preseas de oro y plata para México. En entrevista con La Jornada, coinciden en la importancia de “tener un ejemplo a seguir que te enseñe que sí se puede, que las mujeres podemos y sabemos hacer muy buenas matemáticas”.

    Para Ana Paula, un aspecto clave para incentivar la participación de niñas y jóvenes en los diversos campos de la ciencias, incluidas las matemáticas, “es que sepan que pueden ser exitosas, que no les dé miedo porque parece un medio donde la mayoría son hombres. Hay que quitarse ese estereotipo de que las ciencias son sólo para ellos”.

    Karla Rebeca, otra destacada competidora en el campo de las matemáticas, señala que a pesar que las niñas “son muy inteligentes, muchas piensan: ‘esto no es para mí’, porque no ven a mujeres más grandes que hagan estas cosas”.

    Pero todo cambió, asegura, cuando participó en la Olimpiada Femenil de Matemáticas y conoció a muchas niñas, adolescentes y jóvenes que como ella sienten pasión por esa materia. “Fue muy emocionante ver que hay tantas chicas que están interesadas en este campo y darme cuenta de lo importante que es saber que puedes hacerlo”.

    Ana, con tan sólo 15 años, también es una campeona olímpica en matemáticas, quien desde la primaria fomentó su interés por este campo, lo que la ha llevado a participar en seis olimpiadas, tanto nacionales como internacionales. Reconoce que puede ser desmotivante “que te hagan creer que las matemáticas sólo son para niños, porque no es cierto”.

    Por separado, Elena Centeno García, doctora en geología de la UNAM, señaló que a pesar de que poco a poco ha cambiado la discriminación en estas áreas, aún hay casos de hombres que continúan expresando comentarios machistas. Claudia Valeggia, directora del Consejo de Estudios Latinoamericanos e Ibéricos de la Universidad de Yale, expuso que “la socialización patriarcal es uno de los obstáculos más importantes” que enfrentan desde la infancia.

    Toda la información e imágenes son de LA JORNADA.
    Link original: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/02/11/sociedad/persiste-desigualdad-de-genero-en-investigacion-solo-30-son-mujeres/

  • ONU y UE piden a Honduras investigar muertes violentas de mujeres

    ONU y UE piden a Honduras investigar muertes violentas de mujeres

    La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y Estados Unidos instaron este jueves (11.02.2021) a Honduras a investigar las muertes violentas de mujeres, luego del fallecimiento de una enfermera en una celda supuestamente a manos de policías.

    «El Sistema de las Naciones Unidas y la Unión Europea en Honduras condenan la muerte violenta de mujeres en los últimos días e instan a las autoridades a realizar acciones encaminadas al esclarecimiento de estos hechos», anotó un comunicado conjunto de ambos organismos. La investigación debe ser «de manera minuciosa, imparcial, expedita y transparente», añadieron las entidades.

    Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Honduras también instó en un tuit a llevar a cabo «investigaciones expeditas exhaustivas» sobre la muerte de Keyla Martínez.

    Un comunicado de la Policía emitido el 7 de febrero dijo que Martínez -una estudiante de enfermería, de 26 años- fue arrestada la medianoche del 6 de febrero por «escándalo público» y violar el toque de queda de la pandemia en la comunidad de La Esperanza, oeste del país. Horas después de ser internada en una celda fue encontrada por agentes «intentando quitarse la vida», por lo que fue llevada a un hospital, añadió el comunicado policial.

    El hospital dijo, en otro comunicado, que al ser ingresada ya no llevaba signos de vida. En tanto, la Fiscalía aclaró que la autopsia reflejó que la mujer fue ahorcada. La Policía informó en un comunicado que los agentes que estuvieron de turno esa noche en La Esperanza fueron puestos a la orden del Ministerio Público este jueves.

    La Coalición Anticorrupción -una alianza de organizaciones de la sociedad civil- demandó «poner a la disposición de las autoridades correspondientes a los responsables de la muerte violenta de la joven enfermera», para que el crimen no quede en la impunidad, como «el 90 por ciento de los asesinatos mujeres» en Honduras.

    Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional, en los últimos 16 años han perdido la vida en forma violenta 6.045 mujeres, 30 en lo que va del presente año.

    Toda la información e imágenes son de DW.
    Link original: https://www.dw.com/es/onu-y-ue-piden-a-honduras-investigar-muertes-violentas-de-mujeres/a-56543484

  • Número de trabajadoras sexuales en CDMX se duplica por pandemia

    Número de trabajadoras sexuales en CDMX se duplica por pandemia

    La pandemia por coronavirus ha duplicado el número de trabajadoras sexuales independientes en la Ciudad de México, según estimaciones de la asociación Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” publicadas este miércoles.

    En un comunicado, la organización señaló que antes de la pandemia había unas 7,700 trabajadoras sexuales, actualmente se estima que el número ascendió a 15,200 tan solo en la capital mexicana, debido a las difíciles condiciones económicas derivadas de la crisis sanitaria.

    El organismo detalló que de este aumento, 40% son mujeres que habían dejado el trabajo sexual, pero han tenido que regresar a las calles; otro 40% son mujeres que iniciaron a raíz de la crisis; y el 20% restante representa a las que no están en un punto específico, es decir, caminan en vía pública buscando clientes.

    Arlen Palestina Pandal, representante legal de Brigada Callejera, señaló que estas mujeres están continuamente olvidadas, violentadas y estigmatizadas, además, tienen mayores posibilidades de contagio, no cuentan con apoyos del gobierno ni con espacios para trabajar como los hoteles.

    “Lo que nosotros urgimos es respeto al trabajo sexual y el reconocimiento al amparo ganado 112/2013, que permita en vía publica que las compañeras ejerzan su oficio con respeto y corresponsabilidad”, indicó.

    Señaló que a partir de la pandemia por Covid-19, no se ha tenido una respuesta clara ni honesta del gobierno mexicano para este grupo de trabajadoras.

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    Elena Reynaga, secretaria ejecutiva de la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex) señaló que este es un problema regional derivado de que ningún gobierno definió una política para las trabajadoras sexuales ante del Covid-19.

    Recordó que esto ha empujado a las mujeres a trabajar aún más en la clandestinidad, además dijo que la pandemia “ha hecho más urgente” reconocer el trabajo sexual para evitar mecanismos de chantaje y explotación laboral.

    Ante este panorama, la organización Tejiendo Pueblos, Amigos Remendando Oficios desde el año pasado puso en marcha una iniciativa para apoyar a esta población con entrega de despensas, comida, condones y cubrebocas.

    Además, ha iniciado su campaña 2021 para apoyar a trabajadoras sexuales cisgénero y trans con una despensa que las ayude a sobrellevar la situación.

    En México, un estudio del Consejo Nacional para la Prevención y Control del Sida (Conasida) reveló que el 70% de las trabajadoras sexuales no tiene pareja, pero el 78% tiene hijos, por lo que se vuelve fundamental la búsqueda de mecanismos para apoyarlas.

    Toda la información e imágenes son de FORBES.
    Link original: https://www.forbes.com.mx/noticias-numero-trabajadoras-sexuales-cdmx-se-duplica-tras-estragos-pandemia/

  • Importancia de las mujeres mexicanas en el sector biofarmacéutico

    Importancia de las mujeres mexicanas en el sector biofarmacéutico

    Romper estereotipos, uno de los retos pendientes en México para impulsar a más mujeres dentro del sector científico.

    Romper el paradigma de las mujeres en los grandes puestos de ciertos sectores debe ser prioridad en las ciencias e ingenierías, afirma la jefa de Excelencia de Negocio de Takeda México, Coral García del Valle Moreno.

    A propósito del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebró el 11 de febrero, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) abrió el espacio “Mujeres con ciencia” en su sitio web dedicado a mujeres vinculadas a las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) que trabajan en la industria biofarmaceútica.

    “Aún falta impulsar más la equidad y la visión que no hay carreras para hombres o para mujeres. Hay carreras que requieren ciertas cualidades y quienes las desarrollen destacarán y aportarán más en cualquier industria. Hay que retar los estereotipos que como sociedad hemos construido”, expresa la ingeniera industrial.

    Obstáculos para las mujeres

    Profesionistas como Coral García del Valle comparten las razones por las que decidieron estudiar carreras vinculadas a STEM, así como sus puntos de vista sobre los avances y pendientes para romper los estereotipos y obstáculos a los que se enfrentan las mujeres.

    “Aprender ciencias es retarte a ti misma. Entusiasmarte, querer mejorar todo el tiempo. El talento no depende del género. Puedes hacerlo y ser muy exitosa”, dice la gerente de producción de Sanofi México, Roxana Ordaz.

    La directora de farmacovigilancia de Sanofi México, María Teresa García, recomienda hacer divulgación de las ciencias de manera amigable y desde temprana edad para despertar el interés de las niñas.

    Importancia de la divulgación

    “Manténganse firmes y entusiastas en los temas de ciencia que les apasionan. Pueden presentarse altas y bajas en el camino, pero la persistencia es la clave para el éxito”, sostiene.

    ¿Por qué importa difundir y echar luz sobre esos logros? “Porque no puedes ser lo que no puedes ver. ¿Cómo pueden las niñas, adolescentes y adultas sentirse inspiradas por una profesión si no ven a otras mujeres desempeñándola? Por eso hemos creado este espacio, señaló Cynthia Ramírez, directora de Comunicación de AMIIF.

    En México, el 38% de las mujeres estudian carreras STEM, pero en edades tempranas apenas 9% de las jóvenes (contra 28% de jóvenes varones) manifiesta interés en estudiar ciencias o ingeniería, de acuerdo con una investigación del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) y Movimiento STEAM publicada en octubre pasado.

    A nivel Latinoamérica, en México, Chile y Perú las mujeres aún representan menos del 34% del total de investigadores, de acuerdo con un estudio de ONU Mujeres publicado en mayo de 2020.

    Basado en un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, ONU Mujeres refiere que si se eliminara la desigualdad de género en los procesos de promoción de investigadores a las categorías superiores, el sistema académico nacional se vería beneficiado con un aumento de entre el 17% y el 20% de la productividad científica, medida en número de artículos publicados en revistas especializadas con referato.

    A nivel mundial, menos del 30% de profesionales en ciencia son mujeres, y la probabilidad de que las mujeres finalicen una licenciatura es de 18%; una maestría, de 8%, y un doctorado, de 2%. En contraste, la probabilidad para los hombres es del 37%, 18% y 6%, según Movimiento STEAM.

    Como parte de su compromiso con el Pacto Mundial de Naciones Unidas, AMIIF fortalece su programa de integridad corporativa y trabaja en acciones que permitan alcanzar la meta de igualdad de género.

    Aquí puedes leer sus historias:  https://amiif.org/mujeres-con-ciencia/

    Toda la información e imágenes son de EL MEDICO INTERACTIVO.
    Link original: https://elmedicointeractivo.com/importancia-de-las-mujeres-mexicanas-en-el-sector-biofarmaceutico/

  • Pese a los obstáculos de la desigualdad de género, las mujeres y niñas brillan en la ciencia

    Pese a los obstáculos de la desigualdad de género, las mujeres y niñas brillan en la ciencia

    Aún cuando han aumentado las investigadoras científicas, las mujeres todavía son una minoría en disciplinas como las matemáticas, la informática, la ingeniería y la inteligencia artificial. Publican el mismo número de estudios científicos que los hombres, pero su representación en las publicaciones de prestigio es inferior. Durante la pandemia de COVID-19 se enfrentan al cierre de sus laboratorios mientras crecen sus responsabilidades de cuidar a otras personas. Las mujeres representan a la mayoría del personal sanitario y son uno de los grupos más afectados por la emergencia.

    Como cada 11 de febrero, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la UNESCO y la Fundación L’Oréal premiaron este jueves a cinco investigadoras. En esta ocasión, las ganadoras trabajan en los campos de la astrofísica, las matemáticas, la química y la informática.

    Con motivo de la efeméride, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó un estudio mundial sobre la igualdad de género en la investigación científica. Titulado “Para ser inteligente, la revolución digital deberá ser inclusiva”, el documento muestra que, aunque el número de mujeres en la investigación científica representan tan solo un tercio de los investigadores del mundo, continúan siendo minoría en las matemáticas, la informática, la ingeniería y la inteligencia artificial.

     Las mujeres escriben anualmente tantos artículos científicos como los hombres, pero sus posibilidades de aparecer en revistas de prestigio son menores. Aunque representan el 33% del total de investigadores, sólo ocupan una media del 12% de los puestos en las academias científicas nacionales de todo el mundo.

    La proporción de mujeres entre los licenciados en ingeniería es inferior a la media mundial en muchos países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Es el caso, por ejemplo, de Australia (23,2%), Canadá (19,7%), Chile (17,7%), Estados Unidos (20,4%), Francia (26,1%), Japón (14,0%), la República de Corea (20,1%) o Suiza (16,1%).

    Pero no existe un patrón regional

    Además, no existe un patrón regional definido. Algunas de las proporciones más elevadas de mujeres graduadas en ingeniería se encuentran en los Estados árabes, por ejemplo, en Argelia (48,5%), Marruecos (42,2%), Omán (43,2%), Siria (43,9%) y Túnez (44,2%), y en América Latina, donde las mujeres representan el 41,7% de los graduados en ingeniería en Cuba, el 47,5% en Perú y el 45,9% en Uruguay. También se observan grandes disparidades entre los países de una misma región.

    El capítulo también destaca el hecho de que las mujeres no se benefician plenamente de las oportunidades de empleo abiertas a los expertos altamente formados y cualificados en campos de vanguardia como la inteligencia artificial, donde solo uno de cada cinco profesionales (22%) es una mujer, según un estudio de 2018 del Foro Económico Mundial sobre la Brecha Global de Género.

    Asimismo, las mujeres fundadoras de empresas emergentes siguen teniendo dificultades para acceder a financiación y, en las grandes empresas tecnológicas, siguen estando infrarrepresentadas tanto en los puestos de dirección como en los técnicos.

    También son más propensas que los hombres a abandonar el campo de la tecnología, y a menudo citan las malas perspectivas de carrera como motivo clave para su decisión. Sin embargo, la actitud de las empresas hacia las mujeres está evolucionando, ya que los estudios relacionan la confianza de los inversores y los mayores márgenes de beneficio con la existencia de una plantilla diversa.

    Centros para el Control y la prevención de las Enfermedades (CDC)
    Una científica analizando una muestra sospechosa de contener una toxina bacteriana.

    La inteligencia artificial no es tan inteligente si le falta la mujer

    Las mujeres deben formar parte de la economía digital para evitar que la Industria 4.0 perpetúe los prejuicios tradicionales de género. A medida que aumenta el impacto de la inteligencia artificial en las prioridades de la sociedad, la escasa representación de la contribución de las mujeres a la investigación y el desarrollo supone que probablemente se pasen por alto sus necesidades y perspectivas en el diseño de productos que repercuten en nuestra vida cotidiana, como las aplicaciones para teléfonos inteligentes.

    El llamado techo de cristal -la limitación del ascenso laboral de las mujeres en las organizaciones y empresas- también sigue siendo un obstáculo para las carreras de las mujeres en el mundo académico, a pesar de algunos avances. A nivel mundial, las mujeres han alcanzado la paridad numérica (45-55%) en los niveles de estudio de grado y máster y están en puertas de conseguirla en los niveles de doctorado (44%), según el Instituto de Estadística de la UNESCO.

    La brecha de género se amplía a medida que las mujeres avanzan en su carrera académica, con una menor participación en cada peldaño sucesivo del escalafón, desde la estudiante de doctorado hasta la profesora asistente, pasando por la directora de investigación o la profesora titular.

    Los sesgos están en todos los ambitos, sean becas o congresos

    En general, las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos. Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.

    El sesgo de género también se constata en los procesos de revisión por pares y en los congresos científicos, en los que se invita a hombres a hablar en paneles científicos dos veces más que a mujeres. (Los datos sobre la proporción mundial de mujeres investigadoras se basan en la información recopilada en 107 países en el periodo 2015-2018 por el Instituto de Estadística de la UNESCO).

    Esta persistente desigualdad es contraria al artículo 24 de la Recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia y los Investigadores Científicos (2017), que afirma que los Estados deben velar por que los investigadores científicos disfruten de condiciones equitativas de trabajo, contratación y promoción, evaluación, formación y remuneración sin discriminación.

    La base de datos Request a Woman Scientist [Solicite una mujer científica] es una de las respuestas a la discriminación de género en la ciencia. Forma parte de la organización 500 Women Scientists. Conecta una red multidisciplinar de mujeres científicas profesionalmente avaladas con cualquier persona que necesite identificar, consultar, invitar o colaborar con una mujer especializada.

    Rimma Mukhtarova and Sabina Baki
    Niñas en Uzbekistán durante una clase de tecnología.

    No poner obstáculos a sus carreras

    «No basta con saber captar a las mujeres para una disciplina científica o tecnológica. También hay que saber retenerlas, garantizando que sus carreras no estén plagadas de obstáculos y que sus logros sean reconocidos y apoyados por la comunidad científica internacional», dijo la subdirectora general de Ciencias Naturales de la UNESCO, Shamila Nair-Bedouelle.

    Por su parte, la directora de la Fundación L’Oréal, Alexandra Palt, destacó la necesidad de romper con las limitaciones en el campo de la investigación científica y la importancia de lograr más visibilidad.

    “En la actualidad, menos del 4% de los Premios Nobel científicos se han concedido a mujeres y el techo de cristal sigue persistiendo en la investigación. Mientras se mantenga el desequilibrio de género en la ciencia, nunca podremos afrontar los retos de una sociedad inclusiva ni abordar los problemas científicos a los que se enfrenta el mundo.»

    Ante esta panorama, la directora general de la Organización , Audrey Azoulay denuncia que “todavía hoy, en el siglo XXI, las mujeres y las niñas son marginadas en la esfera científica debido a su sexo” y añade que “las mujeres deben saber que tienen un lugar en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y que tienen derecho a participar en el progreso científico”.

    Los premios para desafiar estereotipos

    Los premios de prestigio son otra forma de mostrar la excelencia y desafiar los estereotipos negativos sobre las mujeres en la ciencia. Un ejemplo es el programa L’Oréal-UNESCO La Mujer y la Ciencia, que a lo largo de los últimos 23 años ha dado a conocer a investigadoras destacadas mediante la atribución anual de premios y becas de investigación con el fin de cambiar actitudes y proporcionar modelos femeninos positivos.

    En 2019, el programa amplió sus propios premios y becas internacionales para incluir las matemáticas y las ciencias de la computación, en reconocimiento de la falta de visibilidad de las mujeres en campos que están en el centro de la Cuarta Revolución Industrial. El 11 de febrero se anunciarán cinco nuevas galardonadas, una de cada continente.

    Asimismo, los Premios de la Fundación OWSD-Elsevier para las mujeres científicas que inician su carrera, cuyas cinco galardonadas de 2021 recibirán sus premios en una ceremonia en línea el 9 de febrero. Desde 2013, la UNESCO y la Fundación Elsevier conceden anualmente premios a mujeres de países en desarrollo que han superado obstáculos considerables para alcanzar la excelencia en la investigación.

    La profesora Alicia Dickensein, ganadora por América Latina y el Caribe

    El Premio Internacional L’Oréal-UNESCO para las Mujeres en la Ciencia en América Latina y el Caribe lo recibió la profesora Alicia Dickensein, de la Universidad de Buenos Aires, por su trabajo en el campo de las matemáticas. La ganadora del prestigioso galardón recibirá una compensación de 100.000 euros (unos 120.000 dólares).

    El reconocimiento de la profesora Dickensein se debe a sus contribuciones “a la vanguardia de la innovación matemática al aprovechar la geometría algebraica en el campo de la biología molecular”.

    La UNESCO afirmó que las investigaciones de la docente “permiten a los científicos comprender las estructuras y el comportamiento de las células y las moléculas, incluso a escala microscópica. Actuando en la frontera entre las matemáticas puras y las aplicadas, ha forjado importantes vínculos con la física y la química, y ha permitido a los biólogos obtener una profunda comprensión estructural de las reacciones bioquímicas y las redes enzimáticas”.

    © UNICEF/Omid Fazel
    Una joven afgana muestra durante una exhibición en Kabul cómo funciona un robot que ella construyó.

    Guterres: A mayor diversidad, mayor innovación

    En su mensaje para la jornada, el Secretario General de la ONU destacó, por su parte, que la igualdad de género en la ciencia y la tecnología “es esencial para construir un futuro mejor”.

    António Guterres recordó que el 70% del personal sanitario se compone de mujeres, uno de los grupos que más ha sufrido los efectos de la pandemia del coronavirus y que, al mismo tiempo, ha capitaneado las actividades para combatirla.

    El titular de la ONU ahondó en el problema y también se refirió a las dificultades a las que se enfrentan las investigadoras con la crisis provocada por la COVID-19.

    “Muchas científicas no solo tienen que hacer frente al cierre de sus laboratorios, sino también al aumento de sus responsabilidades de cuidar a los demás, lo que les resta tiempo para una labor de investigación que resulta vital. Estos retos han agravado una situación ya de por sí difícil para las mujeres que trabajan en el ámbito científico”, enfatizó.

    Guterres sostuvo que los estereotipos han alejado a las mujeres y niñas del ámbito científico y aseveró que ha llegado el momento de “reconocer que, cuanto mayor sea la diversidad, mayor será la innovación”, ya que su falta de representación en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas provoca que los hombres continúen diseñando un mundo “a su medida”.

    Para lograr esta mayor innovación, el Secretario General calificó de necesidad imperiosa el acceso de las niñas a una educación que les sirva para “labrarse un futuro” en áreas como la ingeniería, la programación informática, la tecnología en la nube, la robótica y las ciencias de la salud.

    “Esto es indispensable para nuestra tarea de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una mayor participación de las mujeres en las ciencias y la tecnología puede cerrar la brecha salarial de género y aumentar los ingresos de las mujeres en 299.000 millones de dólares en los próximos diez años”, resaltó.

    Toda la información e imágenes son de NOTICIAS ONU.
    Link original: https://news.un.org/es/story/2021/02/1487952

  • «Cuando no haga falta el Día de la Mujer en la Ciencia habremos llegado a donde debemos estar»: Laura Morrón nos habla de su libro

    «Cuando no haga falta el Día de la Mujer en la Ciencia habremos llegado a donde debemos estar»: Laura Morrón nos habla de su libro

    El 11 de febrero es un buen momento para reivindicar la necesidad de igualdad entre géneros en la carrera investigadora. Aunque también para recordar las aportaciones, a menudo silenciosas, que tantas mujeres han hecho a la historia de la ciencia. Cada vez son más las personas que ponen su granito de arena para que así sea. Este año, Laura Morrón ha colocado el suyo con la publicación de A hombros de gigantas, un libro en el que se cuenta la historia de 110 mujeres científicas que dejaron huella en áreas de lo más variadas. Pero lo hace de un modo muy original, a través de haikus o, como se llama a aquellos de contenido científico, scikus. En Hipertextual hemos hablado con ella, para que nos cuente cómo se ha sentido al condensar más de un centenar de vidas fascinantes en composiciones de tres versos.

    De todas las herramientas a las que podrías haber recurrido para dar a conocer a esas mujeres científicas has elegido el haiku. ¿Por qué?

    En realidad ya había escrito sobre algunas de ellas en mi blog, Los Mundos de Brana, pero en prosa. La decisión de utilizar haikus surgió de un concurso de Zientzia Astea, que es la Semana de Ciencia y Tecnología de la Universidad del País Vasco. Allí se propuso hacer un haiku inspirado en las matemáticas y yo pensé; ¿por qué no las mujeres matemáticas?

    Yo ya había hecho varios de ciencia en general. De hecho, nuestros libros de la colección Café Cajal empiezan todos con uno. También había dedicado alguno a unas pocas personas de ciencias, pero no había profundizado en las mujeres científicas. Me animé con ese y me pareció muy diferente y bonito intentar informarme sobre ellas y ver lo que me inspiraba para resumirlo. Era como un juego.

    Los ‘scikus’ del libro recuerdan un poco al formato de píldoras de 15 minutos de congresos como Naukas o Desgranando ciencia, en los que te enseñan lo básico, a la vez que generan interés para seguir buscando. ¿Es esa una de las utilidades de este formato?

    Desde luego. El objetivo es también que el lector haga el camino contrario al que he hecho yo y amplíe la información. A mí me encanta que los libros interactúen con el lector, que le creen una interrogación. Y si es de una manera bonita y poética, mejor. A mí es una de las cosas que más ilusión me hacen si se consigue. Además, pienso que puede ser una buena herramienta de descubrimiento de las gigantas para los más jóvenes.

    mujeres científicas, a hombros de gigantas

    ¿Crees que para divulgar es importante derribar la vieja frontera entre ciencias y letras en la que todavía creen muchas personas?

    Sí, totalmente. Yo creo que somos personas y personas con muchas aficiones, lo que pasa es que por cuestiones prácticas nos hacen escoger muy pronto, porque existen muchas especialidades. A mí eso de que en cuanto alguien hace dos cosas ya le llamen hombre o mujer del Renacimiento me da un poco de risa, porque tendría que ser lo normal. Lo que pasa es que, por razones prácticas, a veces nos hacen elegir y nos perdemos cosas. Y claro, si luego tú mismo no intentas tener más sensibilidad y buscar, pues es una lástima.

    Por eso es tan importante la divulgación, y no solo la científica, sino la de todas las materias. Así podemos ver que aquello que en su momento no pudimos aprender también es muy disfrutable.

    Además, está todo relacionado. En el arte hay ciencia, en la ciencia hay música… Son conocimientos humanos y están todos unidos.

    El arte en este libro no se ve solo en los scikus. Llama la atención desde el primer momento en que lo tienes en tus manos. ¿Buscabais ese efecto con el proceso de edición?

    Buscábamos que la lectura fuera toda una experiencia. A mí me gustaría resaltar la labor de edición de Estíbaliz Espinosa, porque una sola no se puede editar. Además, ella es poeta y divulgadora científica e hizo un trabajo estupendo. Y también quiero destacar el papel de la diseñadora, Itziar Goñi. Si nos enamoramos del libro es gracias a su gran labor.

    ¿En qué te basaste para seleccionar a las mujeres científicas que aparecen en el libro?

    Me costó mucho quedarme con 110, porque hay muchas mujeres científicas. Una vez que empecé, las primeras me salieron rápido, porque las conocía. Pero cuando tenía más o menos la mitad y Marta Macho, la autora del prólogo, me dijo que me animara a hacer más, fui ampliando. Y una vez que empiezas, encuentras a tantas… Sobre todo me quedé con aquellas que me inspiraban por sus logros.

    Por desgracia, como hasta hace poco la mujer no podía ni siquiera estudiar, hay muchas que son “la primera de”, pero he intentado ir más allá de eso, que sus logros fueran potentes y me inspirasen. Por otro lado quise ser plural, porque la mayoría de mujeres científicas que yo conocía eran europeas, blancas, de un tiempo no muy lejano… Por eso busqué gigantas de otros países, culturas y etnias. Para buscar información hay webs que son un lujo. El blog de Mujeres Con Ciencia es una de ellas, yo ahí descubro muchísimas. Por eso también he querido poner al final del libro un “Para saber más”, para dar herramientas. Si yo quiero que la gente se haga preguntas, también debo ayudarles a encontrar las respuestas.

    ¿Tienes alguna favorita entre todas las mujeres científicas que has seleccionado?

    Es muy complicado elegir solo a una. Siempre he tenido debilidad por Lise Meitner, pero es verdad que cuando empiezas a buscar y te aparecen tantas mujeres científicas, ya no sabes cuál te gusta más. Me quedaré con una que además conozco, que es María José Yzuel, porque es una referente actual en óptica y también una persona super sencilla, que ha hecho una gran labor tanto por la mujer como por la divulgación. En tiempos en los que la divulgación no estaba bien vista, ella estando arriba del todo lo hizo.

    Además, creo que nos tenemos que fijar en las gigantas que tenemos aquí y ahora, pues también hay muchas de España. Otra muy interesante es Ángeles Albariño. Pero ya te digo que es difícil quedarse solo con una, que las demás no se enfaden, porque me gustan todas.

    Hay científicas de todas las épocas, incluyendo la actualidad. Por ejemplo, mencionas a Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier, ‘madres’ de la técnica CRISPR y recientes ganadoras del Nobel, ¿crees que a veces en momentos como el 11F caemos en el error de dar el valor que por supuesto merecen a las científicas del pasado, pero olvidándonos de las del presente?

    Es cierto que sí que hay actividades en las que las propias científicas van a las aulas, por ejemplo. Pero no, no podemos caer en el error que comentas. Los referentes son buenos, por muchos motivos, pero sin dejar a un lado a las mujeres científicas actuales.

    Si siempre vamos tan atrás, se puede llegar a pensar “¿y ahora qué?” A mí me gusta mucho una obra de teatro sobre esta temática. Fíjate, arte y ciencia juntas como hablábamos antes. Se llama Científicas: pasado, presente y futuro, de Paco Vega. Las actrices, que son mujeres científicas en la actualidad, interpretan a las del pasado y luego hablan de su investigación.

    Yo personalmente con este proyecto de las gigantas quisiera crecer en esa línea, con la colaboración de investigadoras, aunque ya no sea en formato libro.

    ¿Crees que todavía nos falta mucho para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito de la ciencia?

    Sin duda. Es verdad que ahora hay mucha más sororidad y también compañerismo y voluntad por parte de los hombres, pero tenemos que ponernos las pilas, porque por inercia podríamos quedarnos 150 años más así.

    Hay gente que se piensa que las cosas están bien y es que si no te pones en los zapatos de otras personas no te das cuenta de lo que hay. El 11 de febrero es una alerta de que las cosas no están bien. Cuando no haga falta este día habremos llegado a donde debemos estar. Yo espero que todas estas iniciativas hagan que más días sean 11F, que tanto las niñas como los niños entiendan que no hay estudios para un género o para otro y que poco a poco no haga falta hacer libros de historia especiales, solo de mujeres científicas, porque tengan el espacio que merecen en los generales.

    Toda la información e imágenes son de HIPERTEXTUAL.
    Link original: https://hipertextual.com/entrevistas/mujeres-cientificas-laura-morron-gigantas

  • Científicas históricas que cambiaron el mundo

    Científicas históricas que cambiaron el mundo

    A pesar de vivir en sociedades llenas de prejuicios contra las mujeres, estas pioneras cambiaron el saber humano con sus investigaciones.

    Las posibilidades para el desarrollo intelectual de las mujeres han sido escasas hasta tiempos recientes. Las leyes y la sociedad patriarcal así lo dictaban, por lo que hacerse un hueco en ciertos campos de conocimiento, reservado a los hombres, era toda una proeza. Logros científicos como los de Hipatia de Alejandría (s. IV) o Mae Jemison (todavía viva) son una auténtica anomalía de su tiempo. La mayoría no tuvieron acceso a una formación reglada o se vieron obligadas a realizar sus investigaciones a escondidas, pues incluso en ciertos casos tenían vetado el acceso a los laboratorios. Aun así, gracias a su tenacidad y perseverancia, consiguieron sortear los obstáculos que, por su género o condición racializada, el sistema patriarcal les fue poniendo en el camino.

    El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha para recordar a todas esas mujeres que realizaron aportaciones esenciales en la historia de la investigación. Sus historias son inspiradoras, pues manifestaron la originalidad de su pensamiento, creativo e innovador, a pesar de las trabas. Y aunque parezca algo del pasado, según la ONU «la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, estas todavía se encuentran insuficientemente representadas en estos campos». Aquí este homenaje en forma de fotogalería para visibilizar este problema persistente a día de hoy.

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    Hipatia de Alejandría

    Se trata de la primera mujer matemática y astrónoma de la historia cuya obra está documentada. 1.600 años después de su nacimiento -alrededor del año 370 d.C., en Alejandría- su aportación a la ciencia sigue siendo extraordinaria. Gracias a sus escritos han llegado hasta nuestros días tratados matemáticos de la antigüedad. Entre ellos destaca la edición de los ‘Elementos de la Geometría de Euclides’, pues es la que aún se emplea actualmente. También escribió sobre ‘La Aritmética’, de Diofanto -conocido como el padre del álgebra-, un ‘Canon de Astronomía’ o la revisión de ‘Las Tablas Astronómicas’, de Claudio Tolomeo, por citar algunos. Según el filósofo Sinesio de Cirene, mejoró el astrolabio (el instrumento que permite determinar la posición de las estrellas) e inventó un hidrómetro y un hidroscopio. Asimismo, se le atribuye la autoría de un densiómetro, un aerómetro y un aparato para la destilación del agua. Gran oradora, fue profesora de matemáticas tanto de estudiantes paganos como de cristianos. A pesar de su tolerancia, fue acusada de blasfema y anticristiana por el obispo Cirilo, lo que desembocó en su brutal asesinato a manos de una turba de gente.

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    Hildegard von Bingen

    Conocida como la primera sexóloga de la historia, la alemana Hildegarda (1098-1179) sentó las bases para el estudio de la ginecología y la salud femenina. Además de naturalista y científica, se desempeñó como filósofa, sanadora, teóloga, poeta y compositora. Sobre esta última faceta, se dice que también fue precursora de la ópera. Desde niña confesó tener visiones místicas y a los 15 años se ordenó como monja bajo la regla benedictina. Con 38 años, una voz interna le reveló su designio: transmitir el conocimiento del mundo a través de la escritura. ‘Liber Scivias’ fue su primer libro, y en él recogía su propia visión cosmogónica, basada en la tradición griega. Más adelante, en su volumen ‘Physica (Liber Simplicis Medicinae)’ llevaba a cabo una descripción de los elementos del mundo natural -vegetal, animal y mineral- indicando propiedades útiles para el común de los mortales. Finalmente, en el libro ‘Causa et curae’ recopiló sus conocimientos sobre la menstruación y síntomas como la amenorrea, ofreciendo consejos sobre alimentación para disminuir el exceso de sangrado.

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    Trótula de Salerno

    Hay quien duda de su existencia o piensa que, en realidad, se trataba de un hombre, pero Trótula (1110-1160), conocida como la primera ginecóloga de la historia, fue una mujer real que vivió en Salerno, donde se encontraba por aquel entonces la más famosa de las universidades del orbe conocido. En ella ejerció su magisterio sobre una materia que a los médicos de aquella época les estaba vedada: la atención de las mujeres en el parto. De su trabajo surgieron dos libros que marcaron la historia de la ciencia. ‘De passionibus mulierum ante in et post partum’, un libro ninguneado hasta comienzos del siglo XVI, cuando la imprenta le permitió hacerse más conocido y de este modo expandir los conocimientos estudiados sobre una nueva rama médica: la ginecología y obstetricia. También escribió un librito dedicado a la cosmética femenina, ‘De ornatu mulierum’, en el que aparecen consejos para realzar la belleza y procurar la higiene.

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    Mary Anning

    Aunque la recordamos como “la madre de la paleontología” o “la buscadora de fósiles”, Mary Anning (1799-1847) no recibió en vida el reconocimiento que merecía. La suya, especialmente, es una historia de superación. Pobre y sin estudios, de niña acompañaba a su padre a recoger restos marinos que luego vendían a los turistas que visitaban su pueblo natal, al sur de Inglaterra. Cuando este murió, ella continuó con la búsqueda entre riscos afilados y acantilados inestables. A los 12 años encontró un cráneo que resultó ser el primer fósil completo de un ictiosaurio. A este le siguieron los dos primeros esqueletos de plesiosaurios y uno de pterosaurio, el primero fuera de Alemania, así como diversos fósiles de peces. A pesar de ello, por ser mujer, no se le permitió formar parte de la Sociedad Geológica de Londres. Fueron los científicos hombres los que escribieron artículos sobre sus hallazgos que luego publicaban, sin nombrarla, en revistas científicas. Todavía hoy la contribución de Anning a la comunidad científica no está suficientemente reconocida. Gracias a sus descubrimientos de los primeros restos de dinosaurios, se produjeron grandes cambios en las ideas sobre los orígenes de la Tierra.

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    Ada Lovelace

    Considerada la primera programadora, Augusta Ada Byron (1815-1852), condesa de Lovelace, fue la primera persona en escribir un algoritmo apto para ser procesado. Lo hizo a partir de la Máquina Analítica, invento de Charles Babbage, capaz de realizar cualquier cálculo matemático. Además de explicar cómo se introduciría dicho algoritmo y las operaciones que debería realizar la máquina para calcularlos, descubrió que también se podrían procesar otros símbolos, como las notas musicales o las letras. En otras palabras, la “científica poetisa” -hija del poeta romántico Lord Byron, así se llamaba así misma-, imaginó algo que todavía no existía: el ordenador.

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    Marie Curie

    Maria Salomea Sklodowska (1867-1934), nacida en Varsovia, fue la primera mujer en recibir un premio Nobel y la primera persona en recibir dos. Licenciada en Física y Matemáticas en la Sorbona, dedicó su tesis doctoral a profundizar en la radiación espontánea del uranio a partir de los trabajos previos llevados a cabo por el científico Henri Becquerel. Inició, junto a su marido Pierre Curie, investigaciones en torno a la radiactividad que les llevaron a descubrir el polonio y el radio. En 1911 recibió el Premio Nobel de Física, compartido con su esposo y Becquerel. En 1906 recibió una cátedra en la Sorbona, convirtiéndose así en la primera mujer de Francia en ocupar dicho puesto. En 1911 recibió el Premio Nobel de Química por sus avances en el estudio de la naturaleza y los compuestos del radio.

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    Henrietta Swan Leavitt

    Pionera de la cosmología moderna, la astrónoma americana Henrietta Swan Leavitt (1868-1921) reveló el universo. Tras graduarse, trabajó en “el harén de Pickering” o “las computadoras”, un grupo de mujeres del Observatorio de Harvard liderado por Charles Pickering, cuya ambiciosa misión era la catalogación de cada estrella del firmamento. Fue un trabajo mecánico, infravalorado y mal pagado, pero allí descubrió 2.400 Cefeidas, estrellas variables que brillaban intermitentemente. A partir del hallazgo, estableció la relación entre su luminosidad y los periodos con los que cambiaban el brillo: cuanto más brillante era una estrella, más duraba su pulsación. La ley de Leavitt permitió calcular la distancia a la que se encuentran estrellas y galaxias del planeta Tierra, permitió determinar que el universo se estaba expandiendo y facilitó la comprensión de las escalas cósmicas. También desarrolló un patrón de medidas fotográficas y descubrió cuatro estrellas novas. Aunque su trabajo no fue reconocido en vida, en 1925 fue nominada a título póstumo para el Premio Nobel.

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    Lise Meitner

    Descubrió, junto con Otto Hahn, la fisión nuclear. Sin embargo, la discriminación de género y la persecución racial jugaron en su contra y el Premio Nobel de 1944 reconoció solo el mérito de su compañero de laboratorio. Lise Meiter (1878 – 1968), sueca de origen autriaco, estudió física en Viena y en 1906 obtuvo su doctorado. Posteriormente se trasladó a Berlín, donde midió las longitudes de onda de los rayos gamma. Y lo hizo sin remuneración económica y en un sótano, pues no se permitía la entrada de mujeres en el laboratorio. En 1938, por la anexión de Austria con Alemania, las leyes antisemitas le llevaron a refugiarse en Estocolmo. Meitner y Hahn fueron capaces de fisionar el uranio, descubrimiento que allanó el camino para lograr la liberación de energía atómica, lo que sirvió como base para la construcción posterior de la bomba atómica. Un proyecto en el que la científica se negó a participar. A partir de ese momento, aunque recibió un total de cinco doctorados y varias condecoraciones, nunca más volvió a trabajar sobre la fisión y dedicó su energía al uso pacífico de la energía atómica.

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    Vera Rubin

    La astrónoma norteamericana Vera Cooper Rubin (1928-2016) (la segunda por la izquierda en la imagen) encontró la primera evidencia de materia oscura. Doctorada en la Universidad de Georgetown en 1954 tras muchos sinsabores académicos, dedicó su tesis a esclarecer si las galaxias están distribuidas uniformemente en el Universo. Tras analizar el comportamiento de Andrómeda descubrió que su gran espiral tenía una rotación anómala. A partir de la observación de otros muchos objetos concluyó que esta característica era común a todas las galaxias espirales. De este modo infirió que, transgrediendo las leyes del movimiento de Newton, las estrellas situadas en los bordes se movían con la misma rapidez que las del centro. Se trataba de una materia -hoy sabemos que conforma el 84% del Universo- que no interactúa con la materia común. Tampoco emite luz y solo puede ser deducida a partir de los efectos gravitacionales que sus partículas invisibles generan sobre el movimiento de otras materias, tales como estrellas o galaxias. Los resultados obtenidos por Rubin establecieron la base del estudio a gran escala de la estructura del Universo.

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    Hedy Lamarr

    Recordada por muchos como “la mujer más bella de la historia del cine” o por ser la primera actriz en interpretar en 1933 un orgasmo ante la pantalla, Hedwing Eva Maria Kiesler, conocida artísticamente como Hedy Lamarr (1914-2000), desarrolló la teoría del espectro ensanchado, precursor del wifi. Sin embargo, años antes, ante el escándalo que supuso su carrera cinematográfica -también fue la primera mujer en protagonizar un desnudo-, sus padres le obligaron a casarse con el proveedor armamentístico de Hitler y Mussolini, Friedrich Mandl. El empresario la encerró y terminó con su vida artística, ante lo que Lamarr, considerada superdotada ya desde sus años escolares, aprovechó para estudiar ingeniería. Al mismo tiempo que diseñaba un plan de fuga, fue haciéndose con información valiosa sobre los negocios de su marido. Finalmente logró escapar de su Austria natal a Estados Unidos, donde retomó su carrera en el séptimo arte. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, facilitó al gobierno norteamericano información sobre el armamento del ejército alemán. Contratada en el departamento de tecnología militar, descubrió que las señales de radio de la armada norteamericana eran fácilmente interceptables, por lo que diseñó un sistema capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético. Un método que todavía se utiliza para redes móviles, GPS, Bluetooth o wifi.

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    Ángeles Alvariño

    Nacida en El Ferrol (1916-2005), fue la primera mujer enrolada en un buque oceanográfico. Licenciada en Ciencias Naturales en la Universidad de Madrid, se doctoró en Química en el Instituto Español de Oceanografía de Madrid, donde inició su actividad docente. Fue en 1953, gracias a una beca del British Council, cuando se embarcó en el Sula y en el Sarsia, dos buques de investigación marina. Tan solo un año después, en esta ocasión debido a una beca Fullbright, viajó a Massachusetts para realizar una investigación en el Instituto Scripps de Oceanografía. Posteriormente se trasladó a California y allí obtuvo su segundo doctorado en Biología y llevó a cabo el grueso de sus investigaciones, donde descubrió una veintena de nuevas especies de zooplacton. Contratada por el Gobierno de Estados Unidos, dedicó el resto de su carrera a estudiar el potencial de los caladeros y de los recursos pesqueros del país. Murió como una eminencia de la oceanografía mundial.

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    Katherine Johnson

    Pionera en las misiones especiales de la NASA, el trabajo de la matemática afroamericana Katherine Johnson (1918-2020) fue clave en la llegada de la humanidad a la Luna. La segregación racial y la discriminación por género no le impidieron realizar los cálculos de las trayectorias de los primeros vuelos espaciales de Estados Unidos. Entre ellos, el vuelo espacial de Alan Shepard, primer estadounidense en viajar al espacio en 1961, a bordo del Mercury Redstone 3. Un año después también se encargó de verificar las cuentas del vuelo orbital alrededor de la Tierra llevado a cabo por John Glenn en la nave Friendship 7. Además, en 1969 calculó la trayectoria del viaje que llevaría a Neil Amstrong a bordo del Apollo 11 a la Luna y ayudó a que el Apollo 13 pudiera regresar a la Tierra con su tripulación sana y salva.

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    Jane Goodall

    Pionera en el estudio de los chimpancés, Jane Goodall (1934) llegó a África con 20 años, donde entró en contacto con Louis Leakey, antropólogo, paleontólogo y arqueólogo, quien organizó expediciones para recabar información sobre los primates. Jane se dirigió a la selva de Gombe, en Tanzania, para observar a los chimpancés. Sus compañeras, Dian Fossey y Biruté Galdikas, estudiaron por su cuenta a gorilas u orangutanes, respectivamente. Aquel grupo, gracias a sus investigaciones, inauguró los estudios de primatología. Posteriormente, Goodall se doctoró en Cambridge, lo que le permitió dar clases en la Universidad de Stanford. Fue en 1961 cuando recibió una beca de la National Geographic Society para financiar sus investigaciones en Gombe. Allí descubrió la habilidad de los chimpancés para manejar objetos y modificarlos a su conveniencia para obtener sus fines. Sus observaciones en Gombe sobre los rasgos distintivos de los individuos y su manera de relacionarse y comunicar estados de ánimo -relatadas en su obra ‘A través de la ventana’– revolucionaron los estudios del campo de la etología.

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    Mae Jemison

    Aunque parecía algo inalcanzable a mediados de siglo XX, de niña soñaba con ser astronauta. Con casi 36 años, Mae Jemison (1956) se convirtió en la primera mujer afroamericana en viajar al espacio. Dos décadas antes comenzó a estudiar en la Universidad de Stanford, donde obtuvo su diploma en Ingeniería Química y en Estudios Afroamericanos. Posteriormente se graduó en Medicina en la Universidad de Cornell. Pasó dos años, entre 1983 y 1985, como médica en los Cuerpos de Paz en Liberia y Sierra Leona. A su regreso a Estados Unidos, y tras pedir el ingreso en la agencia espacial, fue una de las quince seleccionadas entre las dos mil candidaturas. El 12 de septiembre de 1992 partió en su única misión espacial -un total de 190 horas-, en la que llevó a cabo experimentos sobre la ingravidez y la cinetosis en ella misma y en el resto de la tripulación. Meses después abandonó la NASA y fundó The Jemison Group con el objetivo de poner en marcha un sistema de telecomunicaciones basado en satélites y cuya misión era mejorar los cuidados médicos en países en desarrollo.​

  • La pandemia eliminó 10 años de avances en la participación laboral de las mujeres en América Latina: Cepal

    La pandemia eliminó 10 años de avances en la participación laboral de las mujeres en América Latina: Cepal

    La pandemia provocó la crisis laboral más grande de la historia moderna a escala global y las mujeres, uno de los grupos históricamente más vulnerables en esta esfera, enfrenta efectos todavía más profundos en términos de trabajo.

    De acuerdo con el último Informe Especial COVID-19 de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la pandemia ha borrado al menos diez años de avances en la participación laboral femenina. En la región de América Latina, la tasa de participación de las mujeres se situó en 46% en 2020 lo que implicó una pérdida de seis puntos porcentuales respecto del nivel previo a la pandemia.

    Estos bajos niveles de mujeres ocupadas en actividades remuneradas no se registraban desde hace una década; la proporción de mujeres que fueron expulsadas del mercado laboral se profundizó con la implementación de nuevas dinámicas sociales y escolares.

    En México, según los reportes especiales del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), la mayoría de las mujeres que trabajan declaró que aunque podía hacer home office también tenía jornadas más largas y una mayor carga de labores del hogar o de cuidado de niños y adultos mayores.

    La distribución desproporcional de estas tareas y la vulnerabilidad de las mujeres en el mercado laboral profundizaron no sólo la baja participación laboral femenina sino también la, significativamente amplia, brecha con sus pares hombres. Mientras en 2019 la brecha era de 21 puntos porcentuales, para el 2020 creció a 23.

    La participación de mujeres en el mercado laboral remunerado, además de estar golpeada por la necesidad de destinar más recursos a actividades del hogar, también se vio presionada por la proporción de mujeres que se ocupaban en los sectores informales y de primera línea de atención: la hostelería, el comercio minorista, el trabajo remunerado en hogares, la educación y la salud.

    En estos sectores -que han sufrido las mayores pérdidas de empleo- se registran cerca de 65% de mujeres en riesgo laboral alto por sólo un 44% de hombres en la misma situación, de acuerdo con cifras del Informe elaborado por la Cepal.

    La crisis por Covid-19 generó una contracción de 7.7% del PIB de América Latina, eliminando miles de empleos y arrastrándo a la pobreza a un mayor porcentaje de la población total, especialmente en los países con problemáticas de desigualdad.

    Bajo este contexto, la organización calcula que para 2020 cerca de 118 millones de mujeres en la región caigan en situación de pobreza; esta cifra es equivalente casi al total de habitantes que tiene México. Esta situación implica también que sólo en un año la pandemia habrá sumado 23 millones de mujeres y niñas a la pobreza.

    Toda la información e imágenes son de EL ECONOMISTA.
    Link original: https://www.eleconomista.com.mx/economia/El-Covid-19-elimino-10-anos-de-avances-en-la-participacion-laboral-de-las-mujeres-en-America-Latina-Cepal-20210210-0052.html

  • Las mujeres que no trabajan por cuidar a sus familias en la pandemia de COVID-19 precisan un ingreso básico

    Las mujeres que no trabajan por cuidar a sus familias en la pandemia de COVID-19 precisan un ingreso básico

    La crisis económica generada por el COVID-19 golpea a los mercados de trabajo y aumenta su precarización. En el caso de las mujeres en América Latina y el Caribe, el desempleo llegó a 22,2% en 2020. Un nuevo estudio de la comisión económica para la región explica que su salida de la fuerza laboral responde a la demanda de cuidados en el hogar y pide un ingreso básico de emergencia para las mujeres que debieron dejar el trabajo para atender a su familia.

    La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destacó este miércoles la salida enorme de las mujeres de la fuerza laboral de la región ocurrida en 2020 como consecuencia de la demanda de cuidado de sus familias en el contexto de la pandemia de COVID-19. Por esta misma razón, esas mujeres no han vuelto a buscar trabajo.

    Según los datos de la CEPAL, el nivel de ocupación remunerada de las mujeres retrocedió más de una década como consecuencia de la emergencia derivada del coronavirus.

    La tasa de participación laboral de las latinoamericanas y caribeñas fue de 46% en 2020, en tanto que la de los hombres se ubicó en 69% (en 2019 esas cifras fueron de 52% y un 73,6%, respectivamente).

    En un estudio sobre el impacto de la pandemia en la autonomía económica de las mujeres, la Comisión también señala que el desempleo de las mujeres llegó al 12% en 2020, un porcentaje que se eleva al 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019.

    El documento indica que el desempleo femenino disminuye los ingresos de las familias y advierte que, si se toma en cuenta la sobrerrepresentación de las mujeres en los hogares pobres, unos 118 millones de ellas vivirán en situación de pobreza.

    Sociedad del cuidado

    En una conferencia de prensa para presentar el informe, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, afirmó que la pandemia “ha demostrado la importancia de la economía del cuidado y de la sociedad del cuidado” y pugnó por asistir a las mujeres que debieron dejar sus trabajos para atender sus hogares.

    La Comisión prevé grandes repercusiones de los efectos económicos y sociales de la pandemia en la autonomía de las mujeres y aboga por provisiones que eviten que las crisis económica y social “profundicen los nudos estructurales de la desigualdad de género en América Latina y el Caribe en el corto, mediano y largo plazo”.

    Entre las medidas a tomar para encarar la pandemia, Alicia Bárcena resaltó “el ingreso básico de emergencia para todas las mujeres que tuvieron que salir del mercado de trabajo, así como la protección a todas las adultas mayores con una pensión básica solidaria”, pensión que ya existe en los casos de México y Chile.

    Bárcena consideró que el informe divulgado hoy revela “cómo nos movemos hacia una sociedad del cuidado y cómo la sociedad se manifiesta dispuesta a financiar esa sociedad del cuidado”.

    La carga no es exclusiva de las mujeres

    En ese renglón recalcó que las mujeres no deben ser las únicas responsables de pagar los costos de la sociedad del cuidado.

    “Es la sociedad toda. Y eso requiere un pacto. Un pacto social y político porque hay efectos multiplicadores”, dijo.

    De acuerdo con la Comisión, para afrontar con éxito los efectos económicos y sociales de la pandemia y lograr reconstruir con mayor igualdad, es necesario incorporar a todas las poblaciones que requieren cuidados y generar sinergias con las políticas económicas, de empleo, salud, educación y protección social, partiendo de una base de corresponsabilidad social y de género.

    El trabajo emancipa

    La Comisión también subrayó la importancia de la autonomía económica de las mujeres.

    “Esa autonomía se logra a partir del empleo, de un empleo con derechos, de un trabajo bien remunerado. El trabajo es emancipador”, aseveró.

    En resumen, agregó, la CEPAL llama a un cambio de paradigma “donde la política pública se transforme profundamente”.

    “Que no tengan que ser sólo las ministras encargadas de los asuntos de género las que deban seguir luchando solas. Se requieren políticas fiscales, industriales, ambientales y, des de luego, que protejan los derechos de las mujeres y, hoy por hoy, que nos hagamos cargo de la terrible pandemia en la sombra que es la violencia”, apuntó.

    Bárcena urgió a proteger a las mujeres que están en el sector del cuidado, tanto en la esfera de salud como en el área doméstica.

    Además, sostuvo que las mujeres cuidadoras “deben ser prioritarias en los sistemas de vacunación”.

    Motor económico

    El estudio asegura que un sistema integral de cuidados podría convertirse en un motor para impulsar la recuperación socioeconómica de la región sin dejar a nadie atrás.

    La CEPAL plantea que existe un círculo virtuoso entre la inversión en infraestructura de cuidado y el crecimiento económico ya que la inversión dinamiza la demanda interna de consumo y, con ella, el nivel de actividad.

    Además, la inversión amplía las posibilidades de crecimiento y de desarrollo a largo plazo dado que las mujeres ganan en tiempo a la vez que se profesionaliza y regula la calidad del cuidado, lo que contribuye a que los países salgan de la trampa de bajo crecimiento.

    Toda la información e imágenes son de NEWS ONU.
    Link original: https://news.un.org/es/story/2021/02/1487862