Autor: Editora

  • Reducir los recursos en pro de mujeres evidencia poco entendimiento del problema

    Reducir los recursos en pro de mujeres evidencia poco entendimiento del problema

    La facilidad para quitar recursos a las instituciones de ayuda a las mujeres, denota desconocimiento sobre causas de la violencia de género y la falta de estrategia para atenderlas, dicen activistas.

    “Nunca se había protegido tanto a las mujeres de México como ahora” y “no hay disminución del presupuesto”, fueron las frases con la que el pasado martes 14 de julio el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó lo hecho por su administración, para atender la violencia contra las mujeres y para garantizar que su política de austeridad no impactará los recursos destinados ese fin.

    “No estamos abandonando a las mujeres, se está protegiendo a las mujeres, se está castigando a los que asesinan mujeres», respondió el presidente a una reportera de un medio de comunicación internacional, donde se preguntan cómo un país puede dejar que le asesinen 10 mujeres al día y seguir como si nada ocurriera.

    Pero los números y las acciones no le dan la razón al mandatario federal. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en lo que va de esta administración, 6,770 mujeres han muerto (1,456 víctimas de feminicidio y 5,314 por homicidio doloso), es decir, en promedio cada uno de los 538 días del gobierno de López Obrador perdieron la vida 12 mujeres.

    El aumento de la violencia también se ha visto reflejada en las llamadas al 911 al que las mujeres reportan emergencias relacionadas con incidentes de violencia familiar. En los primeros 17 meses del gobierno de López Obrador se registraron 1 millón 62,562 ‘gritos’ de auxilio, es decir, cada día marcaron 2,968 mujeres pidiendo ayuda.

    Pese a esos números, el presidente López Obrador ha desestimado la violencia contra las mujeres y sus causas, incluso ha dicho que en México si bien hay machismo, también hay «mucha fraternidad familiar».

    El recorte al presupuesto

    Tan solo 24 horas después de que el presidente López Obrador aseguró que no había disminución del presupuesto en el tema, el recorte sucedió en el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la institución encargada de velar por la igualdad y erradicación de la violencia contra el 52% de la población en México.

    El miércoles 15 de agosto del Inmujeres aprobó una reducción de 151.9 millones de pesos a su presupuesto, de los cuáles 147.2 millones son del capítulo “3000” de servicios generales y 4.7 millones del capítulo “2000” para materiales y suministros.

    Si bien el Inmujeres explicó que el ajuste fue en gastos operativos como insumos de papelería, viajes, viáticos, estudios e investigaciones y comedor, incluir en la política de austeridad a la principal institución encargada de velar por la igualdad y erradicación de la violencia contra las mujeres, es una muy mala señal consideran especialistas.

    Las expertas consultadas por Expansión Política señalan que la facilidad para ordenar una reducción de recursos a las instituciones de ayuda a las mujeres, deja en evidencia que el presidente y su equipo, desconocen las causas de la violencia de género y que no hay estrategia para atenderla.

    “Eso puede impactar a los servicios de atención de mujeres, no porque el Inmujeres financie ciertos programas, pero sí por el papel que tiene dentro del diseño y evaluación de la política pública federal”, planteó Maïssa Hubert, subdirectora ejecutiva de Equis Justicia para las Mujeres.

    Las otras afectaciones

    Pero ésta no es la única modificación que han tenido los recursos destinados a la atención de las mujeres en este sexenio.

    En febrero de 2019, se informó que suspendían los subsidios a los refugios para mujeres y niños víctimas de violencia extrema y se eliminó el Programa de Estancias Infantiles (PEI) y aunque se creó Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras a través del cual se le otorgan los recursos directamente a los padres de familia, especialistas alertaron que esta no era una opción de desarrollo ni ayuda optima para las madres trabajadoras. Además se canceló el presupuesto para las Casas de la Mujer Indígena (CAMIS).

    A esto, hace unas semanas se sumó la renuncia de Candelaria Ochoa Ávalos al frente de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), dejando acéfala la política pública enfocada a promover la cultura de respeto a los derechos humanos de las mujeres y la erradicación de la violencia en su contra.

    Hace unos días, diversos medios dieron a conocer que 10 estados del país se quedarían sin el presupuesto federal para la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), lo cual fue negado por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al señalar que los presupuestos destinados a la protección de los derechos humanos y la atención a las violencias contra mujeres y niñas, serían respetados.

    Incertidumbre ante la política de género

    Es justo esta falta de claridad la que preocupa a organizaciones como Equis Justicia para las Mujeres y la Red Nacional de Refugios.

    La subdirectora ejecutiva de Equis Justicia para las Mujeres consideró que hasta ahora la política de austeridad impulsada por el presidente ha propiciado incertidumbre.

    “Hay muy poca claridad sobre los reales impactos de la política de austeridad tanto para la perspectiva de género, atención a la violencia de género, se tiene que interpretar… estamos frente a una incertidumbre en momentos cuando la violencia contra las mujeres ha aumentado”, planteó Maïssa Hubert.

    Con ella coincidió Wendy Figueroa, directora general de la Red Nacional de Refugios, quien dijo que no se trató de un mal entendido, sino de una rectificación de la Segob.

    Todas las declaraciones, los documentos y los recortes que han impactado en las atenciones son lamentablemente un hecho. Son 11 feminicidios diarios, las mujeres no están protegidas”.

    Wendy Figueroa, directora general de la Red Nacional de Refugios.

    Consideró que, ante tanta incertidumbre, es necesario vigilar que los recursos se otorguen y se apliquen. “Tenemos que asegurar que estos discursos no se queden en eso, sino que se lleven a la práctica y esto será visibilizado en el ejercicio pleno del 100% presupuesto”.

    Para este 2020, al Anexo de Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (conocido como Anexo 13) se le otorgaron 103, 000 millones de pesos, y para Wendy Figueroa, hacer alguna reducción implicaría violar el Artículo 58 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

    Para la creadora del Mapa Nacional de los Feminicidios en México, María Salguero, estos embates del gobierno hacia la protección de las mujeres, es muestra de que no le interesa ni conoce del tema.

    Refirió que las más de 2,600 mujeres que han perdido la vida este año no tienen como única causa la violencia intrafamiliar, sino también el sello del crimen organizado.

    La dinámica de violencia de cada territorio también afecta la vida de las mujeres. Si el gobierno no lo comprende, no lo va a atacar y entonces piensan, ah, se les puede quitar dinero”.

    María Salguero, creadora del Mapa Nacional de Feminicidios.
  • En México 6 de cada 10 niños han sufrido violencia en su hogar: UNICEF

    En México 6 de cada 10 niños han sufrido violencia en su hogar: UNICEF

    Este 20 de julio el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) presentó su informe Anual 2019 en el que destacó los avances que se lograron en materia de derechos de los niños y adolescentes en México, pero también de las cosas que faltan por hacer. Algunos de los datos que rebela el informe son verdaderamente alarmantes.

    Si hablamos de la violencia a la que menores de edad se enfrentan, en México 6 de cada 10 niñas y niños de entre 1 y 14 años han sufrido alguna agresión psicológica o castigo físico por algún miembro de su hogar.

    En este mismo sentido, el 5.4% de los padres, madres o cuidadores aprueban abiertamente el castigo físico. En el hogar, las niñas sufren más agresiones psicológicas y los niños suelen ser disciplinados con castigos físicos.

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    Foto: Unicef

    Violencia en la comunidad

    De manera increíble, el 32.8% de las adolescentes de entre 15 y 17 años han sufrido alguna forma de violencia sexual en su comunidad, es decir que 4 de cada 10 probables violaciones sexuales sucedieron en sus entornos más cercanos y cotidianos.

    Desafortunadamente 4 niñas, niños y adolescentes son asesinados a diario en el país, 8 de cada 10 asesinatos son de adolescentes hombres de entre 12 y 17 años y la mitad de estos crímenes suceden en la vía pública.

    Si hablamos de desapariciones, 2 de cada 10 personas desaparecidas en México son niñas, niños y adolescentes: el 80% tienen entre 12 y 17 años y el 20% son niñas o niños de entre 0 a 11 años.

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    Foto: Unicef

    Y las cifras de la violencia a la que se enfrentan en la escuela no son menores.

    6 de cada 10 adolescentes agredidos en las escuelas son hombres. Las principales agresiones son golpes, patadas y puñetazos pero también existen las agresiones verbales.

    Conforme los adolescentes alcanzan la mayoría de edad, el robo con violencia, los tocamientos indeseados para las mujeres y las amenazas para hombres se vuelven más usuales.

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    Foto: Pixabay

    Pero no es el único indicador. Otro de los ámbitos en los que los datos son alarmantes es en el de nutrición y hábitos saludables.

    Nutrición en niños

    En México el 22% de los niños entre 0 y 4 años están en riesgo de padecer sobrepeso. Sin embargo el 35.6% de los niños de entre 5 y 11 años padecen sobrepeso y obesidad.

    Si seguimos avanzando en la edad, el 38% de los adolescentes de entre 12 y 19 años presentan sobrepeso y obesidad.

    Es importante mencionar que el sobrepeso y la obesidad en menores de edad es mayor en las zonas urbanas que en las rurales.

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    Foto: Pixabay

    En contraste con esta información y con la cantidad de comida chatarra y procesada que los niños consumen en México, solo 2 de cada 10 niños de entre 10 y 14 años realizan al menos 60 minutos de actividad física los 7 días de la semana.

    Toda la información e imágenes son de SOPITAS.
    Link original: https://www.sopitas.com/noticias/unicef-informe-anual-2019-ninos-violencia-hogar/?fbclid=IwAR0RcPbhpld0h4Co8PPW7D-PV8N03FF6lmPvb5Qc-zE7xw81WTXkKQXf3I8

  • Solo 36.6% de las MiPymes en México es propiedad de una mujer: Inegi

    Solo 36.6% de las MiPymes en México es propiedad de una mujer: Inegi

    Las mujeres empresarias del país emplean a dos millones 904 mil 432 personas, es decir, 10.7 por ciento de la población ocupada en el país.

    En el país, alrededor de 36.6 por ciento de los establecimientos con menos de 100 personas es propiedad de una mujer, lo que significa que en una década hubo un avance de 0.8 puntos porcentuales.

    De acuerdo con los resultados definitivos de los Censos Económicos 2019, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mujeres empresarias del país emplean a dos millones 904 mil 432 personas, es decir, 10.7 por ciento de la población ocupada en el país.

    Durante el censo 2009 los resultados arrojaron que 35.8 por ciento de los establecimientos con menos de 100 personas eran propiedad de una mujer.

    Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, o una reducción de la disparidad entre la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral, produce un crecimiento económico más rápido.

    La participación de los hombres dueños de empresas tuvo una baja de 6.5 por ciento respecto al censo de 2009 y alcanzó un 35.7 por ciento el año pasado.

    En tanto, los establecimientos con propiedad mixta pasaron de 8.6 por ciento a 9.3 por ciento en las cifras más recientes. El Inegi expuso que 18.3 por ciento de los establecimientos del censo no reportaron dueños.

    De las mujeres propietarias de negocios dentro de la industria de Manufacturas, Comercio y Servicios, 78.4 por ciento (un millón 288 mil 196) se encuentran en el sector informal; en tanto, 21.6 por ciento (354 mil 604) están en el segmento formal.

    De los colaboradores, alrededor de 46.7 por ciento son personas mayores de 41 años y 53.1 por ciento de ellos cuentan con educación básica. El censo detectó que las mujeres tienen 14 por ciento de rotación de personal.

    El reporte que dio a conocer el Inegi la semana pasada señala que 12.8 por ciento de las dueñas de establecimientos obtuvo algún tipo de financiamiento.

    La OCDE señala que las mujeres tienden a tener menor acceso a las instituciones financieras y mecanismos de ahorro formales. En promedio, mientras 55 por ciento de los hombres informa tener una cuenta en una institución financiera formal, esa proporción es de sólo 47 por ciento en el caso de las mujeres a escala global. Dicha disparidad es mayor en las economías de ingresos medios bajos, así como en Asia meridional y en Oriente Medio y África del Norte.

    El censo 2019 destaca que sólo 2.9 por ciento de los comercios manejados por mujeres realizó ventas por internet. Se estima que 29.5 por ciento usó equipo de cómputo y 25 por ciento utilizó internet.

    Por otro lado, del total de personas ocupadas del país 43.9 por ciento son mujeres y 56.1 por ciento hombres. Las entidades con mayor participación de mujeres son Oaxaca, Guerrero y Tlaxcala.

    Alrededor de 37.7 por ciento de las mujeres trabaja en el sector de manufactura mientras 45.4 por ciento lo hace en servicios; y 48.5 por ciento en comercio.

    Dentro del sector privado y paraestatal la actividad económica con más mujeres que hombres son servicios educativos, con una participación de 63.2 por ciento; en tanto, los sectores con mayor participación de hombres que mujeres son minería y construcción, con una participación de 87.1 por ciento.

    Toda la información e imágenes son de MILENIO.
    Link original: https://www.milenio.com/negocios/inegi-mujeres-duenas-empresas-crece-1-punto-10-anos

  • Feminicidios alcanzan en junio la cifra más alta en lo que va de 2020

    Feminicidios alcanzan en junio la cifra más alta en lo que va de 2020

    En junio fueron asesinadas 309 mujeres, tomando en cuenta feminicidios y homicidios dolosos; es decir, en promedio 10.3 asesinatos por día.

    Los feminicidios alcanzaron en junio la cifra más alta en lo que va del año 2020 al registrarse 99 asesinatos de mujeres por razón de género, con lo que suman 489 en el primer semestre del año.

    Al presentar el reporte mensual de incidencia delictiva, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, también informó que en este mismo mes también se reportaron 210 homicidios dolosos de mujeres en México, por lo que, en el sexto mes del año, en México fueron asesinadas 309 mujeres, es decir, en promedio 10.3 crímenes por día.

    El mes con más feminicidios en este 2020 era febrero con 92, pero en junio se reportaron siete más. “Es uno de los temas más sensibles en términos de opinión pública y es no donde tenemos mayor énfasis del problema”, destacó Durazo Montaño.

    En el acumulado de enero a junio, 13 estados reportan que, en feminicidios por cada 100,000 mujeres, están por arriba de la media nacional que se ubica en 0.74. Se trata de Colima, Morelos, Nuevo León, Baja California, Nayarit, Veracruz, Puebla, San Luis Potosí, Coahuila, Oaxaca, Chihuahua, Quintana Roo, Sinaloa.

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://politica.expansion.mx/presidencia/2020/07/20/feminicidios-alcanzan-en-junio-la-cifra-mas-alta-en-lo-que-va-de-2020

  • Protestan mujeres contra feminicidios frente a Palacio Nacional

    Protestan mujeres contra feminicidios frente a Palacio Nacional

    Un grupo de mujeres protestan en Palacio Nacional en contra de los feminicidios y en apoyo al plantón de familiares de víctimas que instalaron desde el pasado 6 de julio en demanda de una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Como parte de su protesta las manifestantes encapuchadas hicieron pintas en las paredes del recinto y rompieron vidrios de las ventanas. “Si no hay solución seguiremos en plantón” y “¿A cómo el cachito de justicia?” fueron algunas de las consignas plasmadas.

    La activista Malu García señaló que a 15 días de plantón, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) les envió una respuesta a sus demandas, “en donde dice que ya está la alerta de género en algunas entidades, que ya están trabajando la violencia contra las mujeres, pero no da más información. Una negativa de escuchar a las familias que estamos hoy manifestándonos y entonces a ellos les puede más un piso rayado, que se puede lavar y pintar”.

    Y añadió “¿hasta cuándo vamos a estar arriesgándonos para que ellos nos puedan contestar? Es tan difícil decir: ‘aquí está el escrito, las recibo a 2050’, si se le da la gana, pero que contesten el escrito que se les envió”.

    Otra de las manifestantes señaló: “Las mañaneras ¿de qué nos sirven?, si de todas maneras él (el Presidente) quiere ocultar cifras de feminicidio. La verdadera pandemia es ésta”.

    Toda la información e imágenes son de LA JORNADA.
    Link original: https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/07/20/protestan-mujeres-contra-feminicidios-frente-a-palacio-nacional-1977.html

  • Violencia doméstica contra la mujer aumenta 60% en México durante la pandemia

    Violencia doméstica contra la mujer aumenta 60% en México durante la pandemia

    ONU Mujeres alertó que la violencia de género está creciendo a pasos agigantados y que en el país 2 de cada 3 mujeres mencionan haber vivido algún tipo de violencia desde los 15 años de edad.

    El confinamiento derivado de la pandemia del coronavirus llevó a que los registros de violencia contra la mujer en el hogar amentara 60% en México, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

    En ese sentido, Juliette Bonnafé, integrante del equipo de ONU Mujeres en México, señaló que este dato lo apunta el registro de llamadas a las líneas de apoyo que tiene esta institución para atender a mujeres que enfrentan esta situación.

    Mencionó que estos datos son alarmantes porque la violencia de género está creciendo a pasos agigantados y que en el país 2 de cada 3 mujeres mencionan haber vivido algún tipo de violencia desde los 15 años de edad, es decir, que más de 19 millones de mujeres en México viven desigualdad.

    “La desigualdad entre hombres y mujeres está en cualquier parte que se mire. Las mujeres en espacios de decisión en el sector económico son un 5%, es muy poco; y lo pongo al revés: un 95% de hombres en estos espacios, es sumamente desigual”, subrayó durante su participación en la tercera edición de BonaTalks -que forma parte de la alianza con Bonafont anunciada a principios de este año-.

    ONU Mujeres creó la campaña He for she, la cual busca que hombres y mujeres luchen por la igualdad de género, invitando a empresas, organizaciones y personas que se sumen a la misma para hacer diversos compromisos para erradicar la violencia de género y la tolerancia social al machismo.

    Por su parte, también durante dichas conversaciones, Nicko Nogués, director del Instituto de Machos a Hombres, explicó que el término de masculinidad positiva es la forma de entender ser hombre desde una posición antisexista y antirracista, que permite vivir la masculinidad de una manera amplia para lograr construir una mejor sociedad.

    Hizo hincapié en la necesidad de lograr hogares igualitarios en México, ya que en 6 de cada 10 hogares el padre es una figura ausente a pesar de vivir ahí, debido a que no se involucran en las labores domésticas ni atienden las emociones de su pareja e hijos.

    De acuerdo con las cifras de enero a mayo del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante el confinamiento se registraron 375 presuntas víctimas de feminicidio y 1,233 víctimas mujeres de homicidio doloso, dando un total de 1,608; es decir, un 6% más que en el mismo periodo de 2019.

    Asimismo, se han contabilizado 23,460 presuntas víctimas mujeres de lesiones dolosas y se han atendido 108,778 llamadas de emergencia al número 911, relacionadas con incidentes de violencia contra las mujer.

    Toda la información e imágenes son de FORBES.
    Link original: https://www.forbes.com.mx/women-violencia-mujer-hogar-aumenta-60-pandemia/

  • Una mexicana estará al frente del proyecto de ONU sobre desastres ante pandemia

    Una mexicana estará al frente del proyecto de ONU sobre desastres ante pandemia

    Martha Herrera, directora de responsabilidad social de Cemex, co-liderará la iniciativa global de sociedades resilientes junto a Mami Mizutori, Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas y Jefa de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).

    Martha Herrera fue designada como copresidenta de la Alianza del Sector Privado para la Creación de Sociedades Resilientes a Desastres (ARISE), al convertirse en la primera mujer mexicana y latinoamericana que ocupará el cargo que compartirá con la ONU.

    Con ello, la directora de responsabilidad social de Cemex coliderará la iniciativa global de sociedades resilientes junto a Mami Mizutori, representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas y Jefa de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).

    “Estoy convencida de que a través de alianzas que abonen a la implementación de las 4 prioridades: Pymes, Inversiones, Seguros e Infraestructura Resiliente y los temas transversales como capacitación, comunicación e intercambio de buenas prácticas, podremos detonar el fortalecimiento de todas las redes nacionales de ARISE y así construir sociedades resilientes a los riesgos de desastres locales, que ante tiempos tan retadores como el que estamos, viviendo resulta más relevante que nunca”, expresó Martha Herrera en el marco de la celebración de la Reunión General Anual de miembros de ARISE.

    La designación de la junta directiva, que se realizó desde Ginebra sede de la oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, completa el proceso que inició hace un par de meses para elegir a los 10 integrantes que liderarán el consejo global ARISE al 2022.

    El evento, se realizo en formato virtual debido a la pandemia, durante la reunión se presentaron los avances de la iniciativa global, las expectativas para el siguiente año y la relevancia de la reducción del riesgo de desastres para alcanzar el desarrollo sostenible.

    “La reducción del riesgo de desastre ha sido oficialmente incluida como una de las 10 prioridades que impulsará ONU en la Década para la Acción. El trabajo de ARISE está ahora más enfocado que nunca, y esta reunión anual es la ocasión perfecta para fortalecer nuestra asociación, colaboración y liderazgo” señaló Mami Mizutori, Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas.

    Toda la información e imágenes son de EL ECONOMISTA.
    Link original: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Una-mexicana-estara-al-frente-del-proyecto-de-ONU-sobre-desastres-ante-pandemia-20200717-0032.html

  • Invisibilidad de mujeres indígenas, una huella de racismo y colonialidad

    Invisibilidad de mujeres indígenas, una huella de racismo y colonialidad

    “Con la llegada de los españoles Dios dejó de ser dualidad 

    masculina y femenina, y pasó a ser uno, único y macho,

     el Padre.  Y jamás a partir de entonces una mujer

     ocuparía un lugar igual al hombre” 

    Guiomar Rovira

    Ser mujer, indígena y habitar espacios empobrecidos son las tres razones por las cuales las integrantes de los pueblos originarios son “desvalorizadas” por instituciones, la sociedad y los propios compañeros dentro de sus comunidades, considera Elizabeth Olvera Vásquez, coordinadora de la Red Nacional de Abogadas Indígenas (RAI).

    En entrevista, advierte que esta triple discriminación es un legado del pensamiento colonial y de una mirada “sistemática racista” persistentes en México.

    En ese contexto, indica que la retención de recursos primero y luego el recorte presupuestal a las Casas de la Mujer Indígena y Afroamexicana (Cami) puso sobre la mesa esa discriminación e invisibilidad del Estado hacia tal sector. Ello, al dejarlas sin la labor alterna de las Casas para garantizarles derechos, como el acceso a la justicia, a la salud y a una vida libre de violencia ante la nula garantía del gobierno.

    Las Cami resistieron con pocos, o nada de recursos durante 2 meses en el contexto de la pandemia por el SARS-CoV-2. Fue hasta el 8 de junio que aceptaron recibir del 25 al 30 por ciento del presupuesto total etiquetado para 2020, mismo que sólo servirá para la operación en los próximos 3 meses. Pero fue hasta mediados de julio que las Cami lograron sensibilizar a la autoridad federal para que entregara los recursos públicos.

    Más que tratarse de un tema “meramente económico”, es importante resaltar que las Casas son “espacios que acercan derechos negados a personas excluidas y vulneradas, quienes tienen poco acceso para ejercer el pleno ejercicio de éstos” (como el acceso a una vida libre de violencia, a la salud, la educación y a la no discriminación), menciona la abogada binnizá (zapoteca) Olvera Vásquez.

    Agrega que las comunidades indígenas “han sido invisibilizadas desde los hechos y la práctica”, pues la manera de palparlas ha sido “mediante una forma de folclor, de artesanía; mediante una historia que venda, desde un aspecto económico y no desde un sujeto de derecho”.

    No obstante que han habido avances –como el reconocimiento de los pueblos a nivel constitucional en el artículo 2, las leyes “muy avanzadas” o que México haya ratificado tratados internacionales–, el tema es cómo son garantizados esos derechos, señala la abogada.

    Al respecto, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece ?en su artículo 1? la prohibición de la discriminación “por origen étnico o nacional, el género […] o por alguna otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. Pero en los hechos eso no se cumple.

    Olvera Vásquez reflexiona que incluso la labor de las Cami está velada por el cruce de la discriminación y el racismo. Y no sólo se trata de la invisibilidad hacia fuera, sino también al interior: quienes laboran en las Casas no son colocadas como “mujeres indígenas” ni mucho menos como “profesionales”: al trabajar en la organización, civil, sus servicios no tienen retribución económica. “Al final del día, el trabajo de las mujeres, inclusive desde el propio activismo, es muy dado a lo gratuito”.

    La coordinadora de la RAI recuerda la importancia de las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana: “las Cami, precisamente lo que pretende es dar acompañamiento desde el interior de las comunidades mismas, pero también fuera, porque al final del día las mujeres también al no encontrar justicia de manera interna y bajo su propio sistema, buscan la justicia externa [a sus comunidades]”.

    Elizabeth Olvera agrega que frente a la falta de garantía de derechos universales, las mujeres dentro de contextos comunitarios han empezado a colocar como temas prioritarios las violaciones a los derechos humanos de las mujeres indígenas. También desde las comunidades ?y de las organizaciones? “se ha tenido que hacer todo un esfuerzo conjunto para visibilizar, porque también solas no podemos”.

    Resistir a la discriminación

    En un contexto permanentemente adverso, los pueblos indígenas han resistido toda su vida. La abogada zapoteca dice que “han pasado sistemas distintos, se ha resistido a invasiones, a plagas; se ha resistido en muchos sentidos. En realidad, no podemos vivir solamente de resistencia. Se ha quedado tan plasmado que los pueblos tenemos que resistir; [pero] no se trata de eso sino de que se tiene que ir otorgando como tema de derechos humanos”.

    No obstante, la realidad sigue dominada por la discriminación racial, que no sólo es institucional sino social. Para Olvera Vásquez, ello ocurre por la carencia de empatía y el pensamiento “colonial” persistente en el país, mismo que permite plasmar y replicar “estereotipos racistas” existentes desde la invasión europea al continente.

    Con la Colonia, la “estructura biológica posicionó a unos en situación natural de inferioridad respecto de los otros”, según el texto “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”, del sociólogo peruano Aníbal Quijano. Lo que “quizás se originó como referencias étnicas entre conquistadores y conquistados”: el color de piel fue el distintivo de la categoría raza.

    Olvera Vásquez le atribuye al rastro colonial la invisibilidad de los pueblos y “sobre todo de las mujeres indígenas”. Al respecto, el artículo “La revolución feminista se llama: despatriarcalización” –de María Galindo, cofundadora del colectivo Mujeres Creando– dice que “el racismo no es solamente una construcción de jerarquía colonial, sino fundamentalmente patriarcal”.

    Violencia estructural

    Las mujeres indígenas sufren una suma de desigualdades como consecuencia del contexto histórico: al hecho de ser mujer se suma el pertenecer o reconocerse parte de una comunidad indígena; “y no sólo eso: por vivir en lugares empobrecidos porque no es que seamos pobres y nacimos así, somos de territorios empobrecidos”, por lo que “nosotras hablamos de una triple discriminación”, advierte Elizabeth Olvera.

    A partir de la interseccionalidad ?como es conocido el cruce de las distintas condiciones? “nos daríamos cuenta que no a todas nos cruza similar la violencia”; es por ello que ese factor debe ser tomado en cuenta “para poder disminuir desigualdades y garantizar todos los derechos”, en opinión de la defensora de los derechos de las mujeres.

    Como consecuencia de las desigualdades, ser parte de “un mundo global” se dificulta para las mujeres pertenecientes a una comunidad indígena (aunque vivan en territorios regidos por sistemas y lógicas propias), pues no están preparadas para enfrentarse con ambos mundos, más con el exterior, considera.

    La también fundadora de la asociación Coldiba, Mujeres Tejiendo Realidades, explica: afuera de sus comunidades se mueven otros mecanismos colocados por el propio Estado, mismos que son desconocidos “inclusive para las propias mujeres que viven en la parte urbana”; desconocen cómo maniobran las instituciones, los aparatos de atención y procuración de justicia.

    Ser objeto de violencia ocurre dentro y fuera de las comunidades. Desde la creación de la ley revolucionaria de mujeres, impulsada por las zapatistas, comenzaron a cuestionar y evidenciar que dentro del propio territorio indígena había prácticas denigrantes y desfavorecedoras para las mujeres, recuerda la coordinadora de la RAI.

    Si bien la violencia en las comunidades no es concebida como tal, sí como “maltrato o como abuso”, el reconocimiento de las prácticas violentas y discriminatorias por el hecho de ser mujeres fue “lo que nos empezó a unir incluso con otras mujeres que no compartían esta parte identitaria. Teníamos algo en común: la violencia de género”.

    Desde el movimiento y organización de mujeres zapatistas empezó “una fuerte crítica hacia el actuar de los compañeros que también mantienen prácticas similares a los no indígenas”, es decir, a quienes las desfavorecían por ser mujeres. Crítica que, específica, “no tienen nada que ver la discusión de nuestros territorios y de nuestros territorios ganados en conjunto”.

    Y es que la abogada Olvera Vásquez considera que los hombres “pueden pensar que nosotras estamos hablando mal de los territorios indígenas, que no queremos o creemos que éstos son solamente violentos y no es así. Reconocemos que la violencia se da en todas partes: en lugares urbanos, en territorios de otros ámbitos. Sin embargo, no podemos dejar de colocar lo que también ahí sucede”.

    La invisibilidad vivida dentro de sus pueblos, Elizabeth Olvera la ejemplifica con la lucha por la existencia del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas. Misma que “se logró a partir de una lucha del movimiento de pueblos y comunidades indígenas en general”; pero en ésta “se olvida a las mujeres indígenas” debido al doble discurso de los derechos colectivos, de la autodeterminación y la autonomía.

    Parte en la que “mujeres y hombres de los pueblos coincidimos, pero también vale la pena que desde los propios pueblos tengamos de manera interna una nueva forma de mirar el tema de los derechos, porque no puede estar encima lo colectivo: éste es colocado desde una mirada masculina; la autonomía y la libre determinación del territorio y de toda esta concepción ancestral también se coloca desde una mirada meramente masculina. Nosotras las mujeres no queremos justificar al Estado, ni al sistema colonial al momento de situar los derechos de las mujeres indígenas”.

    No obstante, para la activista “nosotras estamos entre la espada y la pared: nuestros derechos están en juego”. Es como si permanecieran en una disputa en donde por ser mujer no tienen que señalarse otros privilegios.

    “También la exigencia misma de los propios territorios que nos exigen estar con nosotros o estar a favor de la mirada colonial. Y eso no, más bien nosotros decimos: no garantizar los derechos a los pueblos indígenas desde nuestro propio sistema normativo es una mirada patriarcal y colonial, inclusive, sólo hablar desde nuestros derechos colectivos.”

    El sistema y el mundo mismo están distribuidos a través de miradas de hombres, comenta Elizabeth Olvera, indígena binnizá originaria de Tehuantepec, Oaxaca. Tal es el caso del tema económico. Por ello, reflexiona en torno a la exigencia de la liberación presupuestaria para la operación de las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana: “desde ese punto de vista es hasta muy penoso, al parecer, que las mujeres lo estemos exigiendo. No tendríamos por qué sentirnos mal estar exigiendo el tema económico; los hombres a diario pueden dialogar del tema financiero y no se ve nada mal”.

    Que los temas como el financiero hayan estado por años sólo en el discurso y en la práctica masculina es por la dicotomía del espacio público-privado, explica la activista por los derechos de las mujeres indígenas. “En el espacio privado estamos nosotras, solas distribuimos el dinero, pero el dinero que ellos dan y que además tiene que alcanzar”. Para la coordinadora de Coldiba, no es casualidad la retención presupuestaria, pues en todos los ámbitos hay una lógica consiente e inconsciente de replicar el pensamiento colonial patriarcal.

    En opinión de Elizabeth Olvera Vásquez, en las comunidades y en la propia lucha de los movimientos indígenas deber haber una madurez para abrirse al diálogo y reflexión sobre los derechos de las mujeres, para pensarlos “con nuestros propios compañeros sin necesidad de que ese discurso se ocupe, o se favorezca, para justificar la violencia e intromisión del Estado y de agentes externos que pretenden justificar, exterminar o de cierta manera manipular otros derechos ganados de manera conjunta”.

    Sometimiento histórico

    El sometimiento de las mujeres por el sistema patriarcal es histórico. Antes de la Colonia había una jerarquía de dominación masculina en Abya Yala ?nombre del continente antes de la llegada de Cristóbal Colón?, las mujeres eran respetadas y poseían estatus. Ellas tenían sus trabajos, los que no eran tomados por los hombres: “la mujer era la yerbera (ahora conocida con el nombre occidental de consejera), era la costurera, la hiladora, la tejedora. Era quien podía acceder a posiciones de poder y era respetada por lo que hacía”. Entonces, “nosotras pasamos a ser nada”, comentó a Contralínea Yael García, feminista comunitaria, al finalizar la charla virtual “Feminismo comunitario y territorial”.

    La miembro de la colectiva Sur Replicante aclara que pese a ser respetadas “había violencia”. Yael, dice que un vestigio del patriarcado ancestral originario, detalla, fue cuando los cuerpos de doncellas jóvenes eran entregados a los Cenotes; los cuerpos de mujeres jóvenes eran los sacrificados y considerados regalos ?en la península yucateca y en el Perú?, o que los señores eran enterrados con mujeres jóvenes.

    Con la invasión, los hombres de los dos patriarcados [el ancestral y el moderno occidental] se aliaron y “las mujeres perdimos el estatus totalmente. Ese entronque patriarcal, esa alianza entre varones hecha reforzó la violencia y opresión hacia nuestros cuerpos de mujeres (…)”, afirmó Yael García.

    Toda la información e imágenes son de CONTRALÍNEA.
    Link original: https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2020/07/15/invisibilidad-de-mujeres-indigenas-una-huella-de-racismo-y-colonialidad/

  • Desaparecidas, 18 mil 258 mujeres y niñas en México

    Desaparecidas, 18 mil 258 mujeres y niñas en México

    En México hay 18 mil 258 mujeres y niñas desaparecidas y no localizadas, la mayoría de entre 15 y 19 años, gran parte de ellas en el Estado de México, Tamaulipas y Veracruz, de acuerdo con los datos del nuevo Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

    De acuerdo con Cimacnoticias, la Secretaría de Gobernación (Segob) presentó este 13 de julio el informe sobre Búsqueda, Identificación y Versión Pública del Registro de Personas Desaparecidas. Este registro estaba desactualizado desde el 2018.

    El nuevo Registro contiene nuevos datos que permiten caracterizar mejor la desaparición de personas en México, por ejemplo, desagrega cuántas de las personas desaparecidas o no localizadas son defensora de los Derechos Humanos o periodistas, migrantes, tienen una discapacidad o pertenecen a la comunidad LGBTTI.

    De acuerdo con ese registro, en México hay 18 mil 258 mujeres desaparecidas y no localizadas y de acuerdo con su clasificación, en el caso de las desaparecidas, su ausencia podría estar vinculada con algún delito, en el de las no localizadas, su ausencia no estaría vinculada a ningún delito. En total representan 24 por ciento del total de personas desaparecidas y no localizadas en México desde los años 60 hasta el 13 de julio de 2020.

    Las entidades que concentran más casos son el Estado de México (donde este 2020 se decidió recortar el presupuesto federal para su Alerta de Violencia contra las Mujeres), con 4 mil 131 casos; Tamaulipas, con 2 mil 400 casos y Veracruz (también sin recurso federal para su Alerta) con mil 210 casos.

    Por rango de edad hay desaparecidas y no localizadas, 5 mil 397 niñas y adolescentes de entre 15 y 19 años de edad, 2 mil 275 entre los 20 y 24 años, y 2 mil 30 entre los 25 y 30 años de edad.

    “De esta manera, se podrá conocer en tiempo real cuántas niñas, niños, adolescentes, hombres y mujeres, están reportados o denunciados como desaparecidos, por estado, municipio  y localidad, desde la década de los años sesenta hasta el día de hoy (lunes)”, explicó la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante la presentación este lunes de este nuevo registro.

    Toda la información e imágenes son de EL HERALDO DE SALTILLO.
    Link original: https://www.elheraldodesaltillo.mx/2020/07/15/desaparecidas-18-mil-258-mujeres-y-ninas-en-mexico/

  • Las mujeres, las más perjudicadas durante el teletrabajo; los hombres, los que más se quejan

    Las mujeres, las más perjudicadas durante el teletrabajo; los hombres, los que más se quejan

    Las mujeres han sufrido un 9% más de interferencias del trabajo a la familia que los hombres y un 20% de la familia al trabajo provocadas, mayormente, por los hijos u otros dependientes. Este dato se ve agravado en el caso de madres solteras donde las cifras ascienden al 14% más de interferencia trabajo a familia, y el 25% más de interferencias familia a trabajo, respectivamente. Los hombres por su parte, a pesar de dedicar un 15% menos del tiempo al cuidado de dependientes, reportan que tener a los hijos en casa les ha dificultado un 10% más el trabajo que a las mujeres.

    Este y otros datos se extraen de la segunda parte del informe, realizado por la profesora y directora del Centro Trabajo y Familia del IESE, Mireia las Heras“Mujer y trabajo en remoto durante la Covid-19”, elaborado durante la segunda quincena de mayo y que ha contado con la participación de unas 750 personas, que han respondido en múltiples días, con un total de 3.412 respuestas recogidas. Los participantes eran personas que llevaban más de 30 días teletrabajando.

    Por otro lado, las mujeres que han trabajado en remoto y conviven con otras personas en casa (pareja, hijos, padres) han tenido un 29% más de responsabilidad de cuidado de dependientes que los hombres en las mismas condiciones. Un mayor grado de cuidado de dependientes durante las horas de trabajo ha provocado una menor concentración en el trabajo, menor capacidad de desconexión y relax y mayor fatiga.

    Aunque las mujeres con hijos dedican un 15% más de tiempo y esfuerzo a su cuidado que los hombres; son ellos los que han reportado en un porcentaje mayor (un 10% más que las mujeres), que tener a los hijos en casa les ha dificultado el trabajo.

    Fatiga mental y estrés

    Las mujeres han tenido un 20% más de fatiga mental y un 16% más de estrés que los hombres durante los días de teletrabajo debido a la mayor dedicación al cuidado de hijos y dependientes. Se dispara al 33% y al 18% respectivamente en el caso de las madres solteras.

    Asimismo, las mujeres han mostrado un 11% menos de vitalidad en el trabajo y un 9% en la familia que los hombres debido a la mayor dedicación de tiempo y energía en el cuidado. La fatiga y el estrés se han disminuido un 23% y un 19% respectivamente en aquellas que tienen autoestima más elevada; y un 12% en aquellas cuyas parejas muestran sensibilidad hacia sus necesidades laborales.

    Líderes sensibles

    El estudio llega a la conclusión de que, a más respaldo por parte del jefe, menos estrés, más compromiso y menos angustia por parte de los colaboradores. Por ello, las mujeres cuyos líderes muestran sensibilidad hacia los empleados, tienen un 5% menos de fatiga mental y estrés, reportan mayor vitalidad (6% más) y un 10% menos de dificultad de concentración en el trabajo.

    Mujeres y eficacia personal

    Un 64% de las mujeres que han trabajado en remoto han tenido un alto grado de autoestima, superando al de los hombres en un 7%. La autoestima en esta situación se refiere a la certeza de que con su esfuerzo personal se podría lidiar adecuadamente con la situación laboral y del hogar. Asimismo, un 42% de las mujeres han percibido un mayor riesgo de inseguridad en su trabajo (posibilidad de perder el empleo actual o dificultad de encontrar un trabajo similar), superando a la percepción de inseguridad de los hombres en un 8%.

    Toda la información e imágenes son de OBSERVATORIO DE RRHH.
    Link original: https://www.observatoriorh.com/diversidad-conciliacion-e-igualdad/las-mujeres-las-mas-perjudicadas-durante-el-teletrabajo-los-hombres-los-que-mas-se-quejan.html