Autor: Editora

  • CNDH pide a autoridades difundir información sobre violencia contra mujeres

    CNDH pide a autoridades difundir información sobre violencia contra mujeres

    Ante el aumento de la violencia contra las mujeres durante el confinamiento por la pandemia del virus SARS-CoV-2, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) consideró que es indispensable que las autoridades comuniquen información oficial para no minimizar la violencia contra las mujeres como lo han hecho hasta ahora.

    El organismo autónomo señaló en un comunicado que las violencias contra las mujeres es la otra pandemia que aún no ha sido reconocida para poder ser erradicada en el mundo, y México no es la excepción.

    Con base en datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la CNDH apuntó que, hasta el 7 de mayo, registraron en 2019, 10.5 asesinatos de mujeres al día y para 2020 en el periodo de enero a marzo, el número fue de 10.6; sin embargo al incorporar los datos del mes de abril, ascendió a 10.8 en promedio. Es decir, en el primer cuatrimestre del año, asesinaron en promedio a 11 mujeres al día.

    La información oficial sobre la violencia hacia las mujeres parte de las llamadas de emergencia al 911 –clasificadas como “relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres– y de las carpetas de investigación ante la autoridad ministerial por presuntos delitos de agresión, lesiones o intimidación hacia las mujeres, aseguró la CNDH.

    Respecto de los datos del Secretariado, se registró una disminución de llamadas de marzo a abril (pasó de 26 mil 171 a 21 mil 722), en comparación con el año anterior y se advirtió un aumento sostenido en todos los meses.

    En cuanto a las carpetas de investigación por presuntos feminicidios, en abril de 2019 fueron 77 y en 2020 sumaron 68. Sobre presuntos homicidios dolosos contra mujeres se registra un preocupante aumento: de 234 casos en abril de 2019 y se registraron 267 en 2020.

    En ese sentido, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 puntualizó que el hogar no es un espacio seguro para las mujeres: hubo un aumento de la violencia sexual y de género: de las mujeres casadas o unidas 25.8 por ciento han sido agredidas físicamente por su pareja, 11.7 por ciento agredidas sexualmente, 56.4 por ciento han vivido violencia económica, 89.2 por ciento han sido agredidas psicológicamente por su pareja.

    Por lo anterior, la CNDH manifestó un extrañamiento respecto a la campaña presentada el día 26 de mayo, “Cuenta hasta 10”, cuyos contenidos invisibilizan la gravedad del problema de la violencia contra las mujeres en el período de confinamiento, pues colocan a la institución familiar como un espacio seguro.

    También indicó que de enero al corte del 26 de mayo, recibió 56 quejas por violencia de género: 26 por violencia sexual, 14 por acoso laboral y ocho por violencia obstétrica. Los presuntos responsables por ejercer las violencias mencionadas son el Instituto Mexicano del Seguro Social, con 16 quejas, ISSSTE con siete y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con ocho.

    Bajo este panorama, instó a las autoridades para que cualquier campaña a erradicar la violencia sea presentada con responsabilidad y realidad, porque las situaciones de abuso y violencia están presentes y es necesario atenderlas con urgencia.

    Asimismo, llamó al gobierno y a la ciudadanía a reconocer la violencia hacia las mujeres como una pandemia actual que requiere acciones conjuntas y con perspectiva de derechos humanos y género. Y se comprometió a realizar un informe especial que proyecte una recomendación urgente para que las autoridades asuman con responsabilidad el problema de la violencia contra las mujeres.

    Toda la información e imágenes son de CONTRALÍNEA.
    Link original: https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2020/06/05/cndh-pide-a-autoridades-difundir-informacion-sobre-violencia-contra-mujeres/

  • El coronavirus no discrimina a las mujeres, las normas patriarcales de género sí

    El coronavirus no discrimina a las mujeres, las normas patriarcales de género sí

    Más de uno de cada cuatro hogares de América Latina están a cargo de mujeres, la tasa más alta del mundo. Las mujeres y las niñas de la región se ven afectadas por la pandemia de manera desproporcionada, tanto por el riesgo a contraer la enfermedad como por las medidas de salud pública para contenerla. Las tareas de cuidado atribuidas a las mujeres y su mayor exposición a la precariedad del empleo están entre las causas que las exponen más al COVID-19.

    La pandemia de coronavirus amenaza con empeorar los profundos niveles de desigualdad en la región de América Latina y el Caribe empujando a casi 16 millones de personas más a la pobreza extrema. Con esa cifra el número de personas pobres en la región alcanzaría los 214 millones, o el equivalente al 34% de toda la población de América Latina y el Caribe.

    Un informe conjunto de la agencia humanitaria internacional CARE y ONU Mujeres concluye que, aparte de la persistente y omnipresente desigualdad entre los géneros en la región, uno de los grupos poblacionales más perjudicados por la enfermedad es el compuesto por las mujeres, las niñas y las personas LGBTIQ+.

    Las altas tasas de participación en la fuerza de trabajo informal y la precariedad laboral propician que las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por las medidas de contención.

    Pese a que los principales afectados por la COVID-19 son los hombres, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas y sistemas inmunológicos débiles, las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada tanto por el riesgo a contraer la enfermedad como por las medidas de salud pública para contenerla.

    «Las normas patriarcales de género colocan la carga del trabajo de cuidado directamente sobre los hombros de las mujeres y las niñas, exponiéndolas a un riesgo adicional tanto en la esfera profesional como en la doméstica» destaca el informe.

    La precariedad laboral afecta a las mujeres desproporcionadamente

    Además, las altas tasas de participación en la fuerza de trabajo informal y la precariedad laboral propician que las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por las medidas de contención política, económica y social, ya que sus sectores de trabajo son los más afectados.

    Más de uno de cada cuatro hogares de la región están a cargo de mujeres, la tasa más alta del mundo. Esta situación ahonda aún más la feminización de la pobreza y la vulnerabilidad de las mujeres a los efectos sanitarios y económicos de COVID-19, ya que muchas dependen del trabajo informal y precario para sus ingresos.

    En comparación con el 93% de los hombres, sólo el 67% de las mujeres de América Latina y el Caribe participan en la fuerza de trabajo formal y más de 126 millones trabajan en el sector informal. Asimismo, sufren más complicaciones para acceder a las opciones de teletrabajo o generar ingresos a través del trabajo fuera de sus hogares.

    Así, el escenario de interrupción laboral debido a la covid-19 provoca que las mujeres y niñas tengan más probabilidades de perder su fuente de ingresos que sus contrapartes masculinas y menos acceso a los mecanismos de protección social.

    En especial, preocupa la situación de vulnerabilidad de las trabajadoras domésticas que se enfrentan a una mayor exposición al riesgo en los hogares de sus empleadores, así como a una mayor carga de cuidados.

    [Descarga nuestra aplicación Noticias ONU para IOS o Android. O subscríbete a nuestro boletín.]

    Trabajo en el hogar y desigual reparto de tareas

    OPS
    Una mujer y su hija en un hospital de Colombia durante la pandemia de COVID-19.

    El cierre de escuelas, espacios públicos o guarderías como medida de respuesta a la pandemia agrava aún más las tareas no remuneradas de las mujeres en el hogar y la división de éstas. Antes de la aparición de la enfermedad, las mujeres latinoamericanas ya dedicaban casi 3 veces más tiempo al trabajo de cuidado no remunerado que los hombres.

    «Esta carga de trabajo invisible es lo que ha sostenido a los hogares, los sistemas de salud y la economía a lo largo de la respuesta a la pandemia y ha sido esencial para respaldar las estrategias nacionales de salud pública a lo largo de COVID-19», indica el estudio.

    Otra fuente importante de ingresos para los hogares de América Latina y el Caribe son las remesas y la interrupción de esta fuente de ingresos debido al coronavirus se prevé que «tendrá un impacto desproporcionado en las mujeres y sus familias, que dependen de estos recursos, afectando sobre todo a quienes viven en la pobreza y la extrema pobreza».

    El sector sanitario es mayoritariamente femenino

    Las mujeres representan un 74% de la fuerza de trabajo en el ámbito sanitario y social por lo que muchas de ellas entrarán en contacto directo con los pacientes de COVID-19 y corren un mayor riesgo de contraer el virus.

    «Aunque las mujeres constituyen más que la mayoría de este sector, ocupan pocos puestos de liderazgo y de toma de decisiones, y los hombres ocupan el 75% de todos los puestos de liderazgo en el sector de la salud», añade el informe.

    Recomendaciones clave del estudio

    • Las distintas organizaciones deberían seguir invirtiendo en el análisis de género e intersectorial, especialmente a medida que evolucionan las respuestas de los gobiernos
    • Además, deberían asegurarse de que todos los nuevos informes se compartan ampliamente y de que la programación y las políticas se adapten a las necesidades continuas y cambiantes a medida que se modifican las respuestas a la pandemia
    • A medida que los gobiernos comiencen a levantar los cierres de salud pública y otras medidas de COVID-19, será esencial que los actores humanitarios y los responsables de la formulación de políticas se aseguren de que se incluya una perspectiva de género en todo el proceso de respuesta y recuperación

    Otras recomendaciones

    • Realizar análisis de género e intersectoriales específicos por país con recomendaciones de respuesta contextualizadas para diversos grupos de mujeres, hombres, niños, niñas y personas LGBTIQ+; especialmente aquellos que actualmente están subrepresentados en los datos.
    • Recopilar sistemáticamente datos desglosados por sexo y edad (como mínimo) en todas las esferas pertinentes para la respuesta de COVID-19 en materia de salud, social, económica y política.
    • Asociarse con diversas mujeres y organizaciones de LGBTIQ+ y apoyar su participación y liderazgo como piedra angular de una respuesta y recuperación eficaces de COVID-19
    • Garantizar que todas las actividades de respuesta y recuperación de la COVID-19 proporcionen entornos laborales bien informados sobre el padecimiento, favorables a las mujeres e inclusivos.
    • Identificar y abordar la división desigual del trabajo relacionado con los cuidados de personas, y el trabajo doméstico no remunerado, como elemento esencial de la respuesta económica y de salud pública de emergencia.
    • Ofrecer el apoyo socioeconómico adecuado a las mujeres y niñas que prestan servicios de cuidado como piedra angular de todo el diseño de programas humanitarios y de todas las políticas de recuperación, desde la definición de «trabajadores esenciales» hasta los programas de transferencia de efectivo y/u otros apoyos humanitarios sectoriales.

    Toda la información e imágenes son de ONU NOTICIAS.
    Link original: https://news.un.org/es/story/2020/06/1475492

  • Edomex, violencia de género sin fin

    Edomex, violencia de género sin fin

    La Alerta de Género en la entidad mexiquense no erradicó las agresiones en contra de las mujeres a pesar de haberse decretado hace casi cinco años, dos casos recientes que involucran a figuras públicas demuestran que todavía hay muchas carencias en esta materia y que deben atenderse.

    A casi cinco años de que se decretó la Alerta de Género en el Estado de México, el número de feminicidios que se registran en la entidad y las recientes agresiones de figuras públicas a mujeres evidencian que aún hay un gran pendiente en esa materia.

    El 31 de julio de 2015, el Estado de México fue la primera entidad del país en emitir esta declaratoria en 11 de sus 125 municipios: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco, Toluca, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Naucalpan, Tultitlán, Ixtapaluca, Cuautitlán Izcalli y Chalco.

    De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a abril de este año se han registrado 308 presuntos delitos de feminicidio y 987 presuntos homicidios dolosos de mujeres en todo el país.

    De esa cifra, en el Estado de México han sucedido 38 probables feminicidios y 95 presuntas víctimas de homicidio doloso, es decir, el 10 por ciento del total.

    La entidad mexiquense volvió a estar en la mira por el tema de violencia contra las mujeres después de que el miércoles 27 de mayo se hicieran públicos los casos de un notario y de un exdiputado por este tipo de agresiones en Naucalpan, las cuáles se han incrementado en el confinamiento causado por la pandemia del COVID-19.

    Debido a los cargos que ostentan y su conocimiento sobre las leyes, las sanciones por estos delitos deben de ser ejemplares y una advertencia para evitar que este tipo de situaciones se repitan.

    La Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, tanto federal como del Estado de México, es clara, pues establece que si eres servidor público el castigo debe ser doble (…)

    – Yuritzi Hernández De La Rosa

    Coordinadora del Mexfem

    “Ellos por ser servidores se les implica el doble de la pena de lo que exijan. Por ejemplo, por lesiones, si él iba a pagar seis meses es un año lo que debe de pagar, ¿por qué? Porque es servidor o fue servidor y conoce de leyes”.

    Así lo explica Yuritzi Hernández de la Rosa, coordinadora del Observatorio Ciudadano en contra de la Violencia de Género, Desaparición y Feminicidio en el Estado de México (Mexfem).

    “Imagínate a estos hombres que conocen de leyes y se atreven a golpear a sus compañeras de vida, porque no son de su propiedad, en la calle, ¿qué cosas no les hacen en su casa?”, cuestiona Yuritzi.

    La coordinadora del Mexfem señala que la responsabilidad de combatir la violencia de género no es solamente de la Alerta de Género, sino que involucra a todos los niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, quienes deben de trabajar en conjunto en la creación de políticas públicas con perspectiva de género.

    “No es que no funcione, yo creo que sí funciona. En el Estado de México tenemos uno de los mejores mecanismos en los que se ha avanzado tanto en materia de desaparición como en materia de feminicidio, pero nos falta mucho”, agrega.

    Entre las carencias que están presentes en el sistema de justicia para que las agresiones no queden impunes, expone la activista, se encuentran la falta de enfoque de género en los ministerios públicos, coordinación interinstitucional – entre funcionarios y expertos de la sociedad civil en tema de búsqueda e investigación– y voluntad política para resolver todos los casos.

    Sin embargo, Hernández de la Rosa aclara que, debido a que la violencia estructural está presente desde hace muchos años, no se puede esperar que la Alerta de Género funcione como una varita mágica.

    “Me preocupa que se malentienda la Alerta de Género, porque es solo un mecanismo para atender de manera emergente la violencias que viven en estos territorios las mujeres y hacer política pública con perspectiva de género es otra cosa y ese es otro mecanismo que los gobiernos deben de implementar para seguir avanzando”, indica.

    AGRESORES PODEROSOS

    El primer caso se trata del notario público 102 del Estado de México, quien fue exhibido en una grabación cuando agredía a su esposa en las calles de la colonia Lomas Manuel Ávila Camacho, en Naucalpan.

    Tras la agresión, el Gobierno del Estado de México anunció que lo sancionaría por cometer violencia de género, mientras que la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de esa entidad abrió el expediente CODHEM/ TOL/IG/58/2020.

    La Escuela Libre de Derecho (ELD) también condenó el hecho e informó que el notario ya no era parte de su plantilla de profesores desde enero del 2019, institución en la que laboró el notario público. E incluso, en sus redes sociales, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, se posicionó al respecto.

    “La pregunta es: por qué ante las reiteradas denuncias de las alumnas, se protegió durante décadas a este ‘profesor’?”, cuestionó Zaldívar Lelo de Larrea sobre el comunicado de la ELD.

    El 31 de julio de 2015, el Estado de México fue la primera entidad del país en declarar la alerta de violencia de género en 11 de sus 125 municipios

    La Secretaría de Gobernación (Segob) a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), también pidió investigar y sancionar la violencia ejercida por el notario.

    El segundo suceso involucra al político Horacio Jiménez, quien fue detenido el mismo 27 de mayo por golpear a su esposa y privarla de su libertad.

    Jiménez fue diputado local y, durante el gobierno del panista Édgar Olvera que encabezó la presidencia municipal de Naucalpan (2015-1018), fue secretario del Ayuntamiento.

    En un comunicado de Movimiento Ciudadano, emitido el 28 de mayo, se informó que Jiménez sería destituido como su representante suplente ante el Instituto Electoral del Estado de México, figura que desempeñaba al momento de agredir a su cónyuge.

    Toda la información e imágenes son de REPORTE ÍNDIGO.
    Link original: https://www.reporteindigo.com/reporte/edomex-violencia-de-genero-sin-fin-confinamiento-agresiones-feminicidios-victimas/

  • Heroínas contra la Covid-19, las mujeres que luchan en la pandemia

    Heroínas contra la Covid-19, las mujeres que luchan en la pandemia

    Ellas están en la primera línea de batalla contra un nuevo virus que recorre el mundo. Médicas, enfermeras, telefonistas, policías, vendedoras, fabricantes de material sanitario, trabajadoras sexuales, epidemiólogas, psicólogas, activistas y fotoperiodistas forman parte de un abanico de mujeres que convive de cerca con la Covid-19.

    Para todas ellas quedarse en casa no es una opción y con sus acciones personifican la definición de la palabra “heroína”: mujeres que actúan “de manera valerosa y arriesgada”, según el diccionario.

    Si México hubiera logrado aplanar la curva de la desigualdad en la más reciente década (2008 a 2018) —prácticamente la mitad de la población, hoy 61 millones de personas, se mantiene inferior a la línea de pobreza por ingreso—, ahora muchas de estas mujeres no tendrían que salir todos los días a arriesgar sus vidas por salarios precarios, sin seguridad social, y con la posibilidad de ser discriminadas o incluso atacadas, como es el caso de las enfermeras. Ellas representan el 79% de ese sector, y trabajan por un sueldo promedio que no llega a los 10 mil pesos mensuales.

    Entre las heroínas de esta primera línea, aunque poco visibles, están las médicas epidemiólogas, responsables de vigilar las cifras de contagios para tratar de contenerlos, aunque reciban un salario menor que el de sus pares hombres. A ellas se suman una cantidad incontable de psicólogas al otro lado del teléfono, atendiendo 24/7 a mujeres violentadas en su propio hogar. Su voz no es solo un alivio, puede salvar vidas.

    Con el mismo objetivo trabajan las policías que son primeras respondientes ante los casos de violencia doméstica, mientras que ellas mismas, en sus entornos laborales, sufren discriminación y acoso de parte de sus pares hombres: 7 de cada 10 mujeres policías han recibido piropos ofensivos o comentarios lascivos en sus corporaciones.

    TE RECOMENDAMOS: TABACALERAS APOYAN EL QUÉDATE EN CASA… PERO FUMANDO

    A estos grupos hay que agregar las cajeras de supermercados y comerciantes informales —56% de la población trabaja en este sector informal al primer trimestre de este 2020, situación que afecta a la mayoría de las mujeres económicamente activas— que se exponen al contagio cada minuto. Todas ellas, más las colectivas formadas por activistas que recorren las calles del país recolectando comida y enseres para la población vulnerable —adultas mayores, trabajadoras sexuales y transexuales, entre ellas—, nos ayudan a luchar con sus propios recursos en cualquiera de las realidades que les ha tocado vivir.

    Brenda, Julia, Ana Gabriela, Diana, Linda, Jessica Natividad, Violeta, Martha y Natalia quedarán en los registros de las mujeres que contribuyeron a contener la ola de contagios y muertes.

     

    SI TUVIERA OTRA OPORTUNIDAD VOLVERÍA A SER ENFERMERA

     

    Toluca, Estado de México.– Brenda Abad consiguió su trabajo anhelado en un hospital público del Estado de México, debido a la demanda de enfermeras por la pandemia de Covid-19. Desde su primera jornada le asignaron un puesto en el filtro respiratorio, el protocolo diseñado por la Secretaría de Salud para detectar a los infectados por el virus.

    En sus turnos nocturnos de 12 horas, tres noches a la semana, la enfermera debe llevar puesto todo su equipo de protección para revisar a los pacientes que llegan con síntomas de tener la Covid-19. “Al principio me daba mucho miedo contagiarme y andar contagiando”, confiesa, “pero al final tienes que hacer tu trabajo y estás capacitada para ello”.

    A los sospechosos y a los casos graves debe referirlos a los hospitales especializados, ya sea para que se internen o para hacerse la prueba. A medida que avanza la epidemia, afirma Abad, encontrar una cama para estos pacientes es cada vez más complicado. Peor aún en el Estado de México, la segunda entidad con más casos comprobados después de la capital del país.

    Brenda Abad, de 25 años, hizo la carrera técnica en enfermería y ahora está cerca de terminar la licenciatura. Antes trabajaba en una clínica privada, pero justo en marzo logró ingresar a un hospital en Tepotzotlán, a raíz de la creciente necesidad de personal médico. Con un sueldo de 6 mil pesos al mes, ella es el sustento de su hijo de seis años y de su abuela de la tercera edad, a quienes no ha podido abrazar por miedo a contagiarlos.

    Ella cuenta que andar por la calle con su uniforme blanco nunca había sido un problema, pero esto cambió tras la declaración de emergencia sanitaria. El primer episodio de discriminación que sufrió Brenda sucedió cuando se dirigía de Coyotepec hacia su guardia nocturna en el hospital. Su trayecto habitual de media hora se hizo más largo ese día, pues un conductor del transporte público, al verla, se negó a ofrecerle el servicio.

    La segunda agresión también sucedió en su ruta hacia el hospital. Ella traía puesta la mascarilla N95 mientras esperaba el autobús. “Unos muchachos pasaron, yo creo que estaban borrachos, y desde su coche me gritaron ‘¡Traes el Covid!’ y me escupieron”, relata Brenda. “Cuando volteé y me di cuenta de lo que había sucedido, me dieron muchas ganas de llorar. Pensé, ‘¿en dónde estamos cayendo”.

    Los reportes de agresiones a enfermeras durante la contingencia sanitaria se han multiplicado por todo México. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) informó que entre el 19 de marzo y el 19 de mayo se presentaron 288 peticiones relacionadas con Covid-19, de las cuales, 15 fueron interpuestas por personal de enfermería, 19 por médicos/as y 35 por personas trabajadoras en centros de salud.

    Como luchadora en el primer frente contra el nuevo coronavirus, y a pesar de las dificultades y la presión, Brenda considera que luchar contra la pandemia ha sido una gran oportunidad en su carrera para “aprender cosas nuevas”, y cree que la situación le ha permitido valorar más a sus colegas.

    “Elegí esta profesión para contribuir a cambiar la vida de muchas personas; si tuviera otra oportunidad de elegir, lo volvería hacer”, asegura.

    —Por Eugenia Coppel

     

    UN ESLABÓN EN LA MAQUILA JUARENSE

     

    Ciudad Juárez, Chihuahua.– El día que Julia* escuchó sobre el coronavirus pensó que era una situación descabellada o, al menos, “súper apocalíptica”. Se enteró el primer mes del año dentro de un salón de clases, luego su vida empezó a cambiar. A pesar de que es propensa a desarrollar asma, tiene que ir a trabajar para salvar otras vidas en medio de la pandemia.

    Su familia es originaria de Veracruz, pero migraron a Ciudad Juárez, Chihuahua, “porque la situación económica era horrible, (…) ganas 700 pesos por trabajar 7 días, 12 horas”. Hoy Julia va por las mañanas a la escuela y en la madrugada trabaja como operadora de producción en Medtronic, una maquiladora donde hacen productos médicos. Su madre está desempleada y su hermano está en casa recibiendo el 45% de su sueldo por la crisis que ha provocado el virus SARS-CoV-2; de modo que ella se ha convertido en el principal sustento de su familia.

    Su trabajo es hacer los tubos que conectan a los —ahora muy famosos— respiradores: “Hay dos mangueras, una verde y una transparente; trabajamos de 2 metros o de 4. A una se le pone un filtro que es como el conector a la máquina (…) al final ponemos la cánula, que es la parte que va aquí en la nariz”, señala su rostro. Ella no sabe hacia qué países llega su trabajo o cuántas vidas ha salvado, pero le dijeron que la planta de Juárez se encarga principalmente de abastecer a México.

    La trabajadora cuenta que han tenido que cubrir muchas horas extra: “Es de… tienes que venir el sábado, tienes que venir el domingo. Esta semana casi todos se quejaron porque vinieron tiempo extra y no se les pagó”.

    Sobre la emergencia sanitaria, Julia menciona que la empresa les dijo que podían irse a sus casas si querían, pero que “nada más nos iban a pagar 30 días y después de eso ellos ya no podían hacer nada”. Luego, un trabajador falleció; empaquetaba productos. “Nos notificaron de esto un martes o miércoles. Fue una junta prolongada y ya nos dijeron que… pues sí había fallecido y tenía los síntomas, pero que nadie había asegurado que fuera por Covid-19; y que en cualquier caso ya habían sanitizado su línea, pero nada más”.

    Su rutina en el trabajo se modificó. Al entrar a trabajar le toman la temperatura corporal y le dan un cubrebocas de esponja, pero siente que no es seguro. Al estar en fila deben pararse sobre marcas que guardan distancia en el piso. La cafetería, el gran punto de reunión y conversaciones, ahora tiene divisiones de plástico para impedir el acercamiento social y se debe usar cubiertos y platos desechables. También hay menos personas por área y eso le inquieta: “La gente sí está muy asustada, hace unos días empezaron huelga algunas líneas”.

    “Me gusta creer que estoy haciendo algo por la vida de otras personas, pero en un punto me da miedo. Mi mamá es asmática y pues… si yo me enfermo y yo la enfermo… no sé si ella va a salir de eso. No sé si podría perdonármelo. ¿Realmente vale la pena estar exponiéndola por el salario mínimo?”. Ella no descarta la opción de renunciar.

     *Julia es un seudónimo que usamos para proteger su identidad porque teme represalias en su trabajo.

    —Por Ciela Ávila

     

    PSICÓLOGAS AL TELÉFONO CONTRA LA VIOLENCIA

     Ciudad de México.– La voz de Diana Macías Santos es suave, habla con tranquilidad y transmite paz. Parte de su expertise consiste en detectar los niveles de riesgo de quienes llaman a la Línea Mujer y Familia. Desde hace semanas su trabajo se ha triplicado debido al confinamiento por la emergencia sanitaria por Covid-19.

    “Sabemos que un caso puede ser más grave porque se hacen peticiones de que les marquemos en cierto horario o porque cambian la conversación (seña de que se ven impedidas para hablar)”. Diana se vuelve cómplice experta en aparentar que es alguna conocida en caso de que responda el agresor, pues lo primero es la seguridad de la víctima.

    Con WhatsApp ha sido más sencillo, pues se pueden mandar mensajes al 55 5533-5533, e incluso enviar fotos o videos, lo que les facilitan la atención.

    Diana es psicóloga y literalmente está en la primera línea de atención durante la pandemia en la Ciudad de México. Lleva siete años trabajando para la Línea Mujer y Familia del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX, y hace parte de un equipo de 102 psicólogas(os) y 85 abogadas(os) que reparten sus horarios para no dejar ni un minuto descuidada esta labor las 24 horas del día durante todo el año.

    TE RECOMENDAMOS: HISTORIAS DEL ÚLTIMO ADIÓS. ASÍ ES TRABAJAR EN UNA FUNERARIA EN FASE 3

    En una habitación tipo call center los profesionistas atienden las llamadas que cientos de mujeres hacen a diario para denunciar actos de violencia psicológica, sexual y física, llamadas de auxilio que en marzo de 2020 (mes cuando comenzó el confinamiento) subieron 70% con respecto al mismo mes de 2019.

    El personal trabaja frente a una computadora, con teléfonos y diademas (ahora personalizadas y no intercambiables) que les permiten tener las manos libres para hacer apuntes.

    Hace unos días atendió el caso de una chica de 25 años, víctima de violencia psicológica y física que alcanzó a sus hijos de 3 y 6 años. “Sucede que muchas mujeres toleran la violencia en su cuerpo, pero cuando tocan a sus hijos es cuando deciden denunciar. Fuimos a un Centro de Justicia para las Mujeres en Iztapalapa, realizamos las diligencias y la canalizaron a un albergue porque no tenía redes de apoyo en la ciudad, estuvo ahí varios días hasta que pudo ser trasladada a Oaxaca con un familiar”.

    La cuarentena ha encendido las luces rojas debido a que “en este momento de estar en casa, muchas mujeres están todo el tiempo con su agresor, y no cuentan con redes de apoyo”, explica.

    Cuando llega una petición de auxilio se toma el reporte, y si no hay voluntad de denunciar, se da seguimiento por medio de llamadas de control en las que se trabaja en el empoderamiento “para dejar claro que la violencia no es algo normal y que (la víctima) tiene la posibilidad de vivir en un entorno sano, pero debe decidirse a hacerlo”.

    Diana sabe que para una víctima de violencia, denunciar no es sencillo: “No es lo mismo denunciar a un delincuente que te robó la bolsa a hacerlo con un compañero que tú elegiste en algún momento y ahora se ha tornado en tu peor enemigo”.

    La campaña por la contingencia en la zona metropolitana se llama “No Estás Sola”, y a la Línea de la Mujer y Familia se canalizan las llamadas de Locatel y del 911. Un esfuerzo en la misma línea a nivel federal es la campaña en la que ONU Mujeres acompañó a la Secretaría de Gobernación y a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), también titulada “No Estás Sola”, cuya tarea es generar información sobre violencia hacia niñas y mujeres, dar a conocer las acciones que se deben tomar si ocurre una agresión de este tipo y ofrecer contactos de instituciones para auxilio.

    “Lo que más me gusta es poder ser un soporte y poderlas acompañar a realizar una denuncia… Al final la satisfacción llega cuando veo sus caras y me dicen ‘gracias, ya me siento más segura’”, concluye Diana al otro lado de la línea.

    —Por Cristina Salmerón

     

    SIGUIENDO LA CURVA DE LA EMERGENCIA

    Guadalajara, Jalisco.– La doctora Ana Gabriela Mena Rodríguez comenzó a seguirle los pasos a la Covid-19 a principios de enero de 2020. Desde su oficina en la Secretaría de Salud Jalisco, ella y su equipo convirtieron en prioridad el seguimiento diario de la información oficial y mediática proveniente de Wuhan, China. En ese momento, Mena Rodríguez era la coordinadora de Urgencias Epidemiológicas y Desastres en la dependencia estatal.

    “Nosotros entramos en estado de alerta el 22 de enero, al registrarse los primeros casos sospechosos en la entidad”, relata la médica de 40 años. Cuando finalmente se confirmó la llegada del virus a Jalisco, el 11 de marzo, Mena ya había sido ascendida a su actual puesto como jefa del Despacho de la Dirección General de Prevención y Promoción de la Salud. Ahora tiene tres direcciones y 75 personas a su cargo.

    Desde que entró a trabajar en el sector de la salud pública, en 2005, la doctora Mena ha vigilado de cerca las tres grandes epidemias que han afectado a su estado en la historia reciente: la gripe A (H1N1), en 2009el dengue, activo hasta la fecha, y ahora el nuevo coronavirus. En todas ha sido responsable del análisis de la información epidemiológica, que a grandes rasgos consiste en dar seguimiento a los casos confirmados, los sospechosos y los decesos.

    La pandemia que se originó en México hace 11 años, causada por otro virus respiratorio, lo vivió como un momento “más complejo y estresante”, confiesa la doctora. “Había mayor incertidumbre porque fuimos el Wuhan del mundo. Tuvimos que generar las primeras informaciones y la evolución de los casos, mientras que ahora ya teníamos las experiencias de otros países”.

    Mientras gran parte de la población jalisciense permanece aislada, la doctora Mena sale a trabajar todos los días. Sus jornadas se han vuelto “más extenuantes”, tanto a nivel físico como mental. Al ser madre de un niño de 10 años que permanece en casa, también ha experimentado situaciones difíciles a nivel emocional y familiar. A pesar de todo, la doctora afirma que siente “una gran satisfacción” por poder contribuir a luchar contra la pandemia.

    De hecho –Jalisco es uno de los estados con la tasa más baja de contagios– ya que se tomaron medidas anticipadas respecto al resto del país. El último día de clases en todos los niveles educativos fue el 13 de marzo —siete días antes que en la mayoría de los estados— y el gobernador Enrique Alfaro exhortó a un confinamiento voluntario pocos días después. Hasta el 25 de mayo, según datos del gobierno federal, se habían confirmado 1,180 casos y 107 muertes en el estado con 8.3 millones de habitantes.

    Aunque la mayoría de los puestos más altos de la Secretaría de Salud Jalisco están ocupados por hombres, Mena Rodríguez considera que en los últimos años ha visto un mayor impulso de la equidad. Ella misma ha sido promovida dos veces desde finales de 2018. Su último ascenso, en medio de la emergencia sanitaria, es un reconocimiento al esfuerzo diario de 15 años como vigilante de la salud de las y los jaliscienses.

    —Por Eugenia Coppel.

     

    DETRÁS DE LA CAJA ‘Y CON LA BENDICIÓN DE DIOS’

     

    Ciudad Juárez, Chihuahua.– Linda duerme solo una vez a la semana con sus hijos. Desde hace casi cuatro años, pasa parte de sus noches y madrugadas de pie frente a una caja registradora. Vive con su hermano y sus padres. Es una madre soltera que, como otras tantas, trabaja en un supermercado de Ciudad Juárez, Chihuahua, que está abierto las 24 horas. Este es de una empresa de Estados Unidos, país que hace frontera con la ciudad donde habita.

    Ella cuenta cómo es trabajar en medio de la emergencia sanitaria que ha frenado a casi todo el mundo. Su horario laboral inicia a las 10 de la noche y finaliza a las 6 de la mañana. Aunque para mucha gente suene horrible, a ella le viene bien. Su rutina, antes de la pandemia, era volver a casa caminando, con alimentos para preparar el desayuno. “Era llegar y levantarlos; asearlos, que se uniformaran, que llevaran todo”. A las 7 am ellos ya estaban en la escuela y ella iniciaba su descanso del trabajo.

    Esa rutina le permitía dormir solo 5 horas, pues después de ir por ellos a la escuela, iniciaba otra jornada con actividades como lavar ropa, pagar servicios de la casa, comprar material escolar o limpiar.

    Ahora, durante el confinamiento, esa doble jornada de trabajo se ha hecho una tercera, pues debe fungir de maestra para los niños, y siente que los gastos en casa han aumentado. Entre risas menciona: “Ahorita que los niños están en casa, como que… les dan más ganas de comer y a cada rato”.

    Ya es de noche y Linda está en el supermercado. Tiene menos de 15 minutos para ordenar, desinfectar y estar lista para atender a la clientela. Ahí no hubo juntas informativas sobre la Covid-19, solo cartelones que explicaban la situación. Las medidas de prevención y protección modificaron la forma de trabajo: se limitó la entrada de clientes, colocaron un plástico de protección en las cajas y, ahora, utilizan guantes, gel antibacterial y un cubrebocas. Al preguntarle si se sentía segura con las medidas dice: “Debería haber un poquito más, pero pues sí es lo básico”.

    Ser cajera es una de las actividades esenciales en medio de la pandemia y a ella le tocó estar al frente: “Sí da temor seguir trabajando, de que uno no sabe si el cliente que llegó trae síntomas, ¿verdá?… o, por ejemplo, trae su dinero en manos y uno no sabe. Sí da temor. Y ¿a quién no le gustaría estar en casa?, pero pos’ con la bendición de Dios yo me voy al trabajo, pidiéndole que no me vaya a enfermar porque soy sustento de mis hijos. Creo que… pues una mamá lo es todo”.

    —Por Ciela Ávila

     

    FOTOPERIODISTA, LA NOTICIA NO SE QUEDA EN CASA

     

    Chilpancingo, Guerrero.– Jessica Natividad Torres Barrera es fotógrafa en Chilpancingo, palabra en náhuatl que en español es “lugar de avispas”. Desde el mes de marzo, antes de salir de casa a fotografiar la pandemia, no solo hace repaso de sus propios protocolos de seguridad por el contexto de violencia que se vive en Guerrero, ahora la contingencia también la obliga a llevar puesto un cubrebocas, guantes de plástico, un líquido desinfectante que ella misma hizo y, como siempre, su cámara.

    Su piel es morena y brilla tanto como sus ojos café. Quien la conoce la describe como una compañera “solidaria”. Hace periodismo gráfico para el diario El Sur de Guerrero. Solo descansa un día a la semana y el resto trabaja sin horarios, porque así es el diarismo.

    En estos días, su campo de acción es el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, una clínica de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), otra del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) e instituciones privadas.

    En una de estas jornadas diarias caminamos juntas, tomamos fotos. Ella confiesa que le angustia no saber si hace lo necesario para cuidarse: “Al final tú no debes ser una cifra más, no debes convertirte en la nota, tú debes dar la nota”, dice.

    Dentro del área de urgencias del Hospital General no hay divisiones y mucho menos sana distancia: mujeres embarazadas junto a personas enfermas. “Parece un mundo libre del coronavirus. Aquí no existen estos trajes que vemos en la televisión, todos blancos”, dice Jessica.

     TE RECOMENDAMOS: CALOR. CUARENTENA. CRISIS. FACTORES QUE INCREMENTAN LA VIOLENCIA INFANTIL

    Ella es la única mujer entre los cuatro fotoperiodistas del periódico. Es afortunada porque tiene seguro médico que le da su medio.

    A Jessica le preocupa la falta de agua en colonias de la capital de Guerrero, cuando uno de los remedios más efectivos para combatir al coronavirus es lavarse las manos. Desde hace décadas los políticos prometen infraestructura para abastecimiento, pero los gobiernos pasan y los pobladores siguen esperando.

    A pesar de los riesgos, la fotorreportera conoce su labor: le toca estar en la calle para contar lo que ocurre en los centros de salud y denunciar las carencias.

    A veces, entre trayecto y trayecto, escucha “Oye cómo va”, de Carlos Santana, y por un momento se olvida de la epidemia. Es uno de sus métodos de contención, dice, y nos despedimos para que siga su recorrido por los hospitales.

    –Por Scarlett Arias

     

    MUJERES CUIDANDO MUJERES

     

    Guadalajara, Jalisco.– Violeta Castillo es la guardiana del Código Violeta. Ella es una de las dos mujeres policías con mayor rango en la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco. Dicho Código es su misión más reciente como Jefa de Planeación Operativa, y consiste en vigilar un nuevo mecanismo de prevención de la violencia de género durante el confinamiento por Covid-19.

    La comisaria Violeta explica que el sistema agiliza la atención de las autoridades ante los llamados de mujeres atrapadas con su agresor. Al marcar el 911, ellas solo necesitan decir que son “Código Violeta” para activar el protocolo. Entonces policías municipales y estatales despliegan de inmediato a un equipo especializado en estos casos. Si la víctima ya tiene medidas cautelares, los agentes deben dar parte del nuevo evento a la fiscalía. Si no las tiene, deben ofrecerle el traslado a la fiscalía y, si así lo desea, a un refugio temporal.

    “Los policías tienen que tener una sensibilización”, señala la comisaria jefa. “En casos de violencias o abuso, tratamos de que la mayoría de las primeras respondientes sean mujeres, para dar a la víctima un sustento como autoridad y como mujer. Eso facilita el flujo de información, que es fundamental para hacer la investigación”.

    Fue hace apenas unas semanas cuando la funcionaria estatal supo que era tocaya del color representativo del feminismo. A ella le encomendaron el operativo de seguridad de la marcha del 8 de marzo en Guadalajara, donde cerca de 35 mil mujeres exigieron un alto a la violencia machista. “Hicimos un compromiso de mujeres cuidando mujeres”, dice la comisaria, quien junto a representantes de la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Hombres y Mujeres (SISHM) estableció un diálogo previo con las líderes de organizaciones feministas.

    “Ahí empecé a conocer que todo radica en pedir un alto a la violencia y la impunidad, y eso es algo que comparto y con lo que comulgo”, afirma Castillo, de 39 años. La operación de seguridad fue un éxito ese día, pues la ciudad terminó con saldo blanco.

    En contraste, la violencia hacia las mujeres en sus propios hogares ha aumentado con el confinamiento a nivel global. De acuerdo con la Red Nacional de Refugios, en México se  incrementaron las llamadas de auxilio en 80% durante el primer mes de encierro. Igualmente, en marzo, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó 115 mil 614 llamadas al 911 por violencia contra las mujereslo que representó un aumento de 22.3% con relación a febrero, cuando aún no había aislamiento en casa. En Jalisco, de enero a marzo de 2020 se registraron 3,978 llamadas de emergencia por violencia contra las mujeres, de enero a abril se registraron 5,279 llamadas, es decir, que incrementó un 33% (1,301 llamadas).

    La comisaria Violeta acepta haber sufrido violencias en un ambiente laboral predominantemente masculino. Cuando ingresó a la academia de policía, tras estudiar y ejercer el Derecho, ella era una de tres mujeres en un grupo de 35 hombres. Ascender en la pirámide no ha sido sencillo.

    “Lo que ha sido un gran reto es refrendar el por qué estoy aquí, ganarme la credibilidad, sobre todo de los hombres”, cuenta quien ha escuchado muchas veces los mismos cuestionamientos: “¿Cómo una mujer me va a venir a decir qué hacer? ¿Qué sabe ella de seguridad? ¿Cuántas veces se ha agarrado a golpes?”. Pero Castillo lo tiene claro: “Yo llegué por mi trabajo, por lo que sé, por lo que he aprendido con la experiencia… Poco a poco te vas ganando el espacio que tienes”.

    –Por Eugenia Coppel

     

    CUANDO EL ‘QUÉDATE CASA’ NO SE PUEDE 

     

    Chilpancingo, Guerrero.– Martha Leyva Reyes heredó de su mamá la receta del chilate, una bebida fría originaria de los pueblos de la Costa Chica de Guerrero, donde crecen los árboles de cacao. Es una mezcla de semillas cacao, arroz, canela y azúcar pasadas por un molino de mano.

    Esta mujer de 44 años vive al día gracias a la venta de esa bebida en uno de los mercados más populares de Chilpancingo, por eso lo de confinarse no solo no le funciona, sino que le impediría seguir sosteniéndose. “El gobierno nomás nos dice ‘quédate en casa’, pero no nos dice ‘pasen por un plato de comida diaria’”.

    Martha vende en el local que le dejó su mamá, es comerciante informal y por supuesto no tiene seguro de vida ni seguridad social. Desde su puesto cuenta cómo la pandemia provocada por la Covid-19 le ha obligado a tirar dos cubetas enteras de su elíxir.

    Lleva toda su vida aliviando la sed de quien visita el Mercado de San Francisco. Para enganchar clientes, da pilones: sorbos fríos con la espuma del chilate.

    Desde muy temprano, prepara cinco cubetas de 19 litros. Por cada una que vende obtiene 350 pesos, pero ahora ha tirado casi el 50% al drenaje. Claro, de ese dinero debe guardar para comprar ingredientes con los que hará el chilate del día siguiente.

    “Híjole. Ha sido un cambio bien drástico. Dejó de haber clases, dejó de haber ventas. Tengo a mi hija que estudia aún, son gastos dobles porque hay que hacer almuerzo con ella, cena; antes hacías una comida en abundancia para que alcanzara y ahora ya no. La pandemia me ha cambiado en todos los aspectos, pues. En el moral porque la gente no sale, no te compra; en el económico porque te estás yendo a la quiebra y te endeudas más; sientes que no la vas a armar. Todo, todo afecta”, dice Martha.

    “¿Tú crees que no tengo miedo?; pero lamentablemente somos un estado muy pobre, aquí todos trabajamos y vivimos unos de otros”, dice Martha, pero como puede mantiene la sonrisa porque “el chilate siente. Si estás triste o molesto, se corta”.

    —Por Scarlett Arias

    ACTIVISTAS DANDO ‘ZORRORIDAD’

     

    Ciudad de México.– El 2 de abril, con la orden de suspender actividades económicas no esenciales, entre ellas el turismo, varios hoteles de la Ciudad de México fueron desalojados. Aunque la mayoría de las noticias se centraban en las denuncias de turistas varados, hubo un problema paralelo: las trabajadoras sexuales que pernoctan y viven en cuartos de hotel.

    En la zona centro de la ciudad, les negaron el acceso a las habitaciones que ellas ocupan para atender a sus clientes y como vivienda. Este hecho hizo insostenible su situación, pues días atrás estaban padeciendo una baja de ingresos. ¿Cuánta gente pagaría por dichos servicios sexuales con un lógico contacto físico cuando la medida más estricta de seguridad durante la pandemia por Covid-19 exige permanecer a metro y medio de distancia personal?

    Ante esta situación, Natalia Lane, coordinadora de proyectos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans A.C., se unió con la Alianza Mexicana de Trabajadoras Sexuales para ayudar a sus compañeras que ahora no solo no tenían medios para subsistir, sino tampoco dónde vivir. A esta iniciativa le llamaron “Haciendo Calle”.

    “Se trata de un plan urgente para ayudar a personas que no pueden quedarse en casa porque su economía no se los permite, dentro de este grupo de personas vulnerables están las trabajadoras sexuales”, explica Lane, quien ha llevado esta campaña en redes sociales y buscado el apoyo de otras organizaciones nacionales e internacionales.

    En la vida de una trabajadora sexual, tener más de 55 años se considera estar en una tercera edad, sobre todo para las transexuales, pues según una estimación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, su esperanza de vida es de 35 años.

    La iniciativa ha movilizado a puras mujeres: trabajadoras sexuales (cisgénero y transgénero) y voluntarias que piden donaciones por medio de depósitos bancarios y en especie, con productos básicos para alimentación e higiene personal.

    Tras el cierre de los hoteles, las trabajadoras han tenido que realizar sus actividades en los vehículos de los clientes, “esto genera condiciones de criminalización por parte de la policía. Y tienen que hacerlo porque son madres de familia”, asegura Lane.

    TE RECOMENDAMOS: MUCHO RIESGO, POCA PAGA. ESTO GANAN LOS MÉDICOS POR LUCHAR CONTRA EL COVID

    Natalia ha pasado los días de pandemia en la calle. Por la mañana va con sus compañeras a recolectar insumos. Al entregarlos, guardan su distancia, “pero hay veces que las emociones se desbordan y ellas están tan felices que nos quieren abrazar”, dice entre risas.

    Por las noches y madrugadas, sigue trabajando aunque en un fin de semana le ha bajado 70% la clientela. “¿No te da miedo enfermarte?”, pregunto. “Pues yo sigo puteando, manita, ahí en Calzada de Tlalpan. Estudié Comunicación en la UNAM, pero los caminos de la vida me llevaron a la putería y me siento muy orgullosa. Para mí dejar de trabajar no es una opción, aún con el riesgo de contagio”, dice Natalia.

    Aún cansada, ella mira optimista lo que está por venir: “Entre las que ejercemos el trabajo sexual hay historias que nos inspiran por su fortaleza y resiliencia. Nosotras no somos tristeza y sufrimiento, somos entereza, organización, politización, amor, alegría, respeto. Aquí hay alegría y zorroridad”.

    —Por Cristina Salmerón

    Por Especiales Spotlight * 

    *Este texto fue elaborado por la Alianza de Medios Spotlight, como parte del trabajo de la Iniciativa Spotlight y ONU Mujeres, con el apoyo de la Unión Europea, que tiene el objetivo de transformar las narrativas sobre la violencia contra las mujeres y el feminicidio, modificando los estereotipos y roles de género y visibilizando la contribución de las mujeres a la sociedad.

    **Coordinación y edición: Karla Casillas Bermúdez y Cristina Salmerón. Asesor periodístico: Salvador Frausto.  Ilustraciones: Adán Vega.

    Toda la información e imágenes son de EMEEQUIS.
    Link original: https://www.m-x.com.mx/investigaciones/heroinas-contra-la-covid19-las-mujeres-que-luchan-en-la-pandemia?fbclid=IwAR08izMk8brf4pOXyJDnfgRkAaifq1FHty8eDf-if5e3I_ioj2kSXHQpvSE

  • Retratos de lucha: las mujeres que dan la cara contra el Covid

    Retratos de lucha: las mujeres que dan la cara contra el Covid

    Luego de una jornada de ocho horas y sin comer, personal femenino que atiende a pacientes con Covid-19 en el Centro Médico Siglo XXI sale de trabajar. Pese al cansancio, se dan un minuto para sonreír y mostrar ante la lente de Santiago Arau las huellas que la batalla contra el coronavirus les deja en el rostro. El fotógrafo comparte con EL UNIVERSAL el nombre y los retratos que hizo a 24 trabajadoras de este hospital. Un homenaje a quienes cuidan de la salud de los mexicanos.

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/galeria/nacion/galeria-retratos-de-lucha-las-mujeres-que-dan-la-cara-contra-el-covid#imagen-29

  • Aumenta la violencia de género contra mujeres de 20 y 39 años de edad

    Aumenta la violencia de género contra mujeres de 20 y 39 años de edad

    Aunque han alertado sobre el incremento de violencia a mujeres durante el confinamiento, la atención en los centros de justicia disminuyó 2.6% en 2020.

    En lo que va de 2020, seis de cada 10 mujeres que fueron atendidas en los refugios por violencia tienen entre 20 y 39 años de edad, de acuerdo autoridades federales.

    Para el caso de abril de este año, lo niveles más altos de atención en el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) y en los centros de protección a las víctimas de violencia de género se concentraron las mujeres que tenían entre 25 y 34 años.

    Aunque organizaciones civiles y autoridades gubernamentales alertaron sobre un aumento de la violencia doméstica durante el confinamiento por el coronavirus, la atención en los Centros de Justicia para Mujeres en los primeros cuatro meses de 2020 fue menor respecto al año anterior, indicó María Fabiola Alanís Sámano, directora general para una Vida Libre de Violencia del Inmujeres.

    Lee también: ¿Qué hacer si eres víctima de violencia de género en el confinamiento?

    Dicha disminución fue del 2.6%, puesto que de enero hasta abril de este año se atendieron 60,140 mujeres, mientras en 2019 la cifra fue de 61,787 víctimas, detalló durante el informe mensual de acciones frente a la violencia de género de la Secretaría de Gobernación.

    Para la atención a víctimas se realizaron acciones coordinadas entre los tres niveles de gobierno, además seis estados concentraron el 63% de los servicios de esta clase fueron Jalisco, Estado de México, Coahuila, Ciudad de México y Colima, refirió Alanís Sámano.

    En el caso de abril, se atendieron a 3,306 mujeres en los centros de atención externa de las entidades federativas que dirige la Secretaría del Bienestar por medio de Instituto Nacional del Desarrollo Social (Indeso), abundó la funcionaria

    “Las mujeres en cualquier rincón del país tienen la posibilidad de ser atendidas y apoyadas en el momento en que soliciten el respaldo institucional, por si están enfrentando algún episodio de violencia”, aseguró en conferencia de prensa virtual.

    Te puede interesar: ONU y gobierno lanzan #NoEstásSola para prevenir violencia de género en encierro

    De las 29,872 mujeres atendidas en abril por los Centros PAIMEF, el 68% fue por primera vez y el 32% tuvo atención de continuidad, indicó.

    En el caso de la atención a la violencia de niños y adolescentes, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SINDIF) registró que entre los jóvenes de 12 a 17 años, las mujeres acumulan más casos con el 65.4%.

    Además, de abril a mayo el SNDIF indicó sobre un total de 2,215 niñas, niños y adolescentes que viven violencia, con importantes variaciones por entidad federativa, alertó la representante de Inmujeres.

    Respecto a las entidades que más casos acumularon en ese periodo de tiempo se encuentra Jalisco 334 víctimas, la Ciudad de México con 244 personas, Guanajuato con 148 individuos, Durango con 147 jóvenes y Yucatán con 142 menores.

    Toda la información e imágenes son de FORBES.
    Link original: https://www.forbes.com.mx/noticias-mujeres-refugios-victimas-violencia-20-39-anos/

  • Crimen fue azote de mujeres en cuarentena; la mayoría es arrojada al aire libre

    Crimen fue azote de mujeres en cuarentena; la mayoría es arrojada al aire libre

    La activista María Salguero alerta que 63% de los asesinatos de ellas en este periodo fue a manos de la delincuencia organizada.

    iembros del crimen organizado fueron los responsables de la violencia contra las mujeres durante la cuarentena, denunció la activista María Salguero, creadora de los mapas de feminicidios en México, quien presentó un estudio que realizó durante la primera fase del confinamiento por el covid-19 en el México.

    La también geofísica y científica de datos sostuvo que, de acuerdo con el estudio, 63% de los asesinatos están ligados al crimen organizado; el 10% a violencia familiar; 9% a cuerpos arrojados a espacios abiertos; 7% a violencia comunitaria, 4% a motivación indeterminada, 3% asaltos, 2% a violencia en el noviazgo; 1% a probable feminicidio y otro 1% a riña, bala perdida y a ejecución extrajudicial.

    La mayoría de los delitos queda impune porque los responsables no son identificados, de acuerdo con información que será transmitida hoy en De Pisa y Corre, con Nacho Lozano.

    “En México, las investigaciones avanzan muy lento, entonces tenemos que 63% son desconocidos y también hay otro porcentaje, en el que pistoleros o comandos cometen 21% de todos los asesinatos de mujeres”, explicó.

    Salguero resalta que en 7%  de los casos a veces detienen al presunto feminicida, “pero no te dicen qué relación había entre ambos y los porcentajes más pequeños son padrastros, son el noviazgo, familiares, pero si se fijan al menos de primera instancia no se conocen”.

    De acuerdo con el conteo realizado por María Salguero, 29% de las agresiones se dieron en casa.

    “Pero sigue habiendo un 24%, por ejemplo, en vía pública; 12% en vehículos, poblados, baldíos, caminos, aquí, por lo general, los cuerpos son arrojados en poblados, caminos, carreteras, en otras casas, lugares de trabajo, en establecimiento mercantil, en un tianguis en canales… si te fijas, la mayoría son en espacios abiertos”.

    Añadió que “han asesinado a las chicas en las fiestas, hubo un caso en la Ciudad de México, en el que desgraciadamente fue asesinada, y otra en el Estado de México”.

    De las mujeres asesinadas en su casa, el crimen organizado de nueva cuenta encabeza la lista, con un 49 por ciento.

    La geofísica expuso que, de los casos, “por violencia familiar, 27%; que los agresores entraron a la casa de las mujeres, 8%; motivación indeterminada, 6%; violencia en el noviazgo, cinco por ciento”.

    Durante el periodo del 16 de marzo al 30 de abril, 115 mujeres fueron asesinadas por el sentido de pertenencia.

    Por otra parte, Salguero criticó la nueva campaña lanzada por el gobierno federal contra la violencia contra las mujeres llamada Cuenta hasta 10, pues señaló que “cuento hasta 10 hasta para que me maten, o sea, su campaña sólo se traduce al ámbito familiar y que realmente es una campaña reciclada de los años 80, ni siquiera fueron originales para eso”.

    Toda la información e imágenes son de EXCELSIOR.
    Link original: https://www.excelsior.com.mx/nacional/crimen-fue-azote-de-mujeres-en-cuarentena-la-mayoria-es-arrojada-al-aire-libre/1385427

  • Foro en línea La Brecha #NoesNormal con vistas a la igualdad de género

    Foro en línea La Brecha #NoesNormal con vistas a la igualdad de género

    Este sábado se realizó la primera edición del foro digital La Brecha #NoEsNormal como un esfuerzo para avanzar hacia la igualdad de género en México y promover el empoderamiento de la mujer.

    El encuentro fue organizado por tres plataformas: MIA Co-Growing, iniciativa diseñada para impulsar el talento femenino, Cold Press News y Women’s Ambassador’s Forum.

    Se reunieron más de 20 expertos, que a través de pláticas, entrevistas, presentaciones musicales y stand up buscan concientizar acerca de los obstáculos que limitan el desarrollo y las oportunidades de las mujeres para avanzar en sus carreras profesionales.

    El tema central de este primer encuentro fue la diferencia de la brecha laboral, porque nos dimos cuenta de que en el confinamiento por la pandemia no sólo no ha disminuido la violencia y discriminación contra las mujeres, sino que ha aumentado, por eso nos dimos a la tarea no sólo de visibilizar y concientizar en torno al problema, sino de ofrecer herramientas para regresar a los espacios laborales de forma más sana y productiva, señalaron Ana Cecilia Cárdenas y Marisse del Olmo, de MIA Co-Growing.

    En entrevista con La Jornada, Cárdenas dijo que el nuevo feminismo que con tanta fuerza se estaba manifestando en las calles y foros antes de la crisis sanitaria es un movimiento que ya no lo para nadie.

    “En estos momentos nos tenemos que quedar en casa, pero no nos hemos detenido. Ha habido marchas en línea, como el pañuelazo virtual para legalizar el aborto, y este foro es para colaborar con el reto de seguir alzando la voz, para hacer incidencia en las políticas públicas y que haya un cambio.

    Quizá debido al confinamiento se percibió un apagón en el movimiento, pero no es así. Este foro es para revivir la chispa. En el movimiento feminista las nuevas generaciones han estado muy activas, lo vemos en las universidades, luchan por la igualdad y la seguridad, puntualizaron Cárdenas y Del Olmo.

    En el foro La Brecha #NoEsNormal, añadió, se abordan temas como el hostigamiento y acoso sexual, a cargo de la abogada Jimena Ávalos, quien compartirá espacio con Paula Amor, representante de la iniciativa Ya es Hora, colectivo de mujeres en la industria del cine.

    Participaron también Kenia Cuevas, activista que acompaña a trabajadoras sexuales para hablar del refugio Casa de Muñecas; Marcelina Bautista, fundadora del Centro de Apoyo y Capacitación para Trabajadoras del Hogar; la cantante Ximena Sariñana, en entrevista con Ale Higareda, fundadora de la revista Malvestida, para hablar de cómo amplificar el mensaje a través de la música; Eréndira Derbez y Claudia de la Garza, coautoras del libro No son micro, machismos cotidianos; Alexis de Anda, con un stand up; las cantantes Marcela Viejo y Selene; Ixchel Cisneros, directora de la película El día después; la actriz Eréndira Ibarra; la abogada Mariana Díaz con el tema de discapacidad, así como representantes de ONU-Mujeres, entre otros.

    El objetivo del encuentro fue visibilizar que no es natural que hayamos normalizado que las mujeres ganen menos por hacer el mismo trabajo, que las empresas no extiendan licencias de paternidad, que la mayoría de las mujeres que sufren acoso sexual sean quienes tengan que cambiar de trabajo, que 98 por when to take pre workout before a run ciento de estas conductas no se denuncien y que el trabajo de cuidado de familiares y el hogar no sea remunerado, añadieron.

    Esperamos se reflexione sobre la desigualdad de género y que se abra la conversación; que el tema esté en la mesa de muchas familias. Ojalá que el foro brinde una enseñanza amplia acerca de lo que no es normal y lo aprendido se lleve a cabo en forma individual para cerrar la brecha, concluyeron.

    Toda la información e imágenes son de LA JORNADA.
    Link original: https://www.jornada.com.mx/ultimas/cultura/2020/05/31/foro-en-linea-la-brecha-noesnormal-con-vistas-a-la-igualdad-de-genero-4593.html

  • ONU, UE y México lanzan video contra la violencia de género

    ONU, UE y México lanzan video contra la violencia de género

    En el material se pide a las mujeres que se sientan en riesgo que hablen con una amiga o vecina, acuerden un código de alerta y preparen una mochila de emergencia, para después pedir apoyo al 911.

    La Organización de las Naciones Unidas, a través de su iniciativa Spotlight, la Unión Europea y el Gobierno de México lanzaron un video sobre la violencia de género en el hogar, y en el que también invitan a reportar las agresiones de este tipo en el número de emergencia 911.

    En el material se pide a las mujeres que se sientan en riesgo que hablen con una amiga o vecina, acuerden un código de alerta y preparen una mochila de emergencia, para después llamar al 911 y pedir apoyo.

    “Durante el distanciamiento físico a causa del Covid-19 la violencia contra las mujeres y sus hijas e hijos en el hogar se ha incrementado en todo el mundo, y México no ha sido la excepción.

    “Para las mujeres y sus hijas o hijos, la casa no siempre es el lugar más seguro. La violencia en su contra proviene de quienes están en su entorno más cercano: pareja, esposo, padre, hermano, tío, abuelo, familiares y/o quienes dicen ser sus amigos”, señala un comunicado junto con el video que fue lanzado.

    En el audiovisual se observan mujeres en soledad y mostrando un sentimiento de angustia. “Todas tenemos el derecho de quedarnos seguras en casa igual que en las calles, antes de la pandemia luchábamos por nuestra seguridad, hoy nuestra lucha no está en cuarentena”, se escucha en el video.

    Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante los primeros dos meses de cuarentena por el Covid-19 algunos delitos contra mujeres aumentaron y también las llamadas de emergencia.

    En este contexto, el gobierno federal ha lanzado diversas campañas para visibilizar la violencia de género y tratar de prevenir la violencia en los hogares.

    Toda la información e imágenes son de El Universal.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/onu-ue-y-mexico-lanzan-video-contra-la-violencia-de-genero

  • ‘Cuenta hasta 10’: ¿Se dará cuenta el gobierno de México de su error?

    ‘Cuenta hasta 10’: ¿Se dará cuenta el gobierno de México de su error?

    Lulú V. Barrera es activista feminista y defensora de derechos humanos. Fundó y dirige Luchadoras, una colectiva feminista en México que explora las intersecciones entre género, tecnología y derechos de las mujeres.

    En esta foto del 8 de marzo de 2018, Consuelo Salas sostiene una cruz con el nombre de su hija, Victoria Pamela Salas, quien fue asesinada en 2017. (Rebecca Blackwell)

    La pandemia del coronavirus ha aumentado drásticamente la violencia de género al interior de los hogares en México, lo cual ha sido negado por el gobierno federal —incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)— pese a que las cifras oficiales señalan lo contrario. Esta negación de la violencia se refleja en la última campaña publicitaria gubernamental llamada “Cuenta hasta 10”.

    En ella, se pide a las personas “contar hasta 10” para tranquilizarse ante una situación de enojo al interior de los hogares. La campaña carece de perspectiva de género: busca hablar de “bienestar familiar” y se desdibuja por completo a las mujeres como las víctimas de la violencia. El video plasma que las personas atraviesan por un momento de desesperación, producto de las situaciones excepcionales de confinamiento, pero no aborda la violencia estructural producto del machismo que, además, está vinculada a un creciente número de feminicidios. Las mujeres en México son asesinadas al interior del hogar en mayor proporción que los hombres.

    Pedir a las mujeres que cuenten hasta 10 y se sacrifiquen por la paz de la familia es un mensaje peligroso e incita a quedarse en relaciones violentas, bajo el entendido de que es más importante preservar el mandato social de la “integridad familiar” por encima de la propia. Esta campaña, además, no da herramientas a las mujeres para romper con el ciclo de violencia.

    No sorprende esta perspectiva sobre la familia, pues ha sido la línea de pensamiento de AMLO, quien constantemente ha negado o menospreciado la gravedad de la violencia contra las mujeres. Su respuesta ha sido atribuir los feminicidios a la desintegración familiar y los divorcios causados por “el neoliberalismo”, o considerarlos una manipulación mediática para atacar a su gobierno. Las mujeres en México no tenemos en el presidente a un aliado.

    El 6 de mayo, AMLO negó el aumento de las denuncias de violencia a las líneas telefónicas de auxilio, y señaló que 90% de las llamadas son falsas, aunque los datos oficiales dicen todo lo contrario. Después dijo que “la familia en México es excepcional, es el núcleo humano más fraterno”.

    A nivel nacional, en marzo, las llamadas relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres aumentaron 60.7% respecto al año anterior, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En Ciudad de México la línea de atención del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia reportó que, en abril, se incrementó en 120% la cantidad de llamadas por violencia doméstica respecto al mes anterior. Y de acuerdo a Intersecta, la Línea Mujeres del gobierno de Ciudad de México registró 1,724 llamadas en abril, 97% más que en el mismo mes de 2019.

    Una mala campaña como esta no solo corre el riesgo de ser un desperdicio de recursos, sino que manda un mensaje equivocado y podría recrudecer la problemática que busca combatir. Al reproducir la violencia simbólica contra las mujeres en el espacio digital y los medios de comunicación, esta se vuelve viral y las posibilidades de su impacto se vuelven exponenciales.

    El gobierno puede hacerlo distinto. El 13 de mayo, la Iniciativa Spotlight de ONU-Mujeres, junto con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, lanzó la campaña #NoEstásSola, que demuestra que sí se puede hacer una buena campaña de prevención que ponga a las mujeres al centro.

    La campaña, a través de una infografía que podría tener mayor difusión, da información clara, sencilla y entendible sobre qué es la violencia familiar y qué hacer ante ella. Y a través de un video, no pide a las mujeres que hagan una tregua por la “paz familiar” frente al riesgo que enfrentan, sino que las retrata desde una perspectiva digna y resiliente: las refleja en su diversidad de edades, fisionomías, entornos y condiciones sociales; las muestra en un contexto adverso, pero no las revictimiza.

    También reconoce la historia reciente de movilización feminista que ha vivido el país este año con las protestas del 8 y 9 de marzo, y manda un mensaje de acuerpamiento: “No estás sola”. Eso colectiviza la respuesta y no refuerza la carga del conflicto familiar sobre ellas. Termina dando una serie de consejos más realistas: acordar un código de alerta con una amiga o vecina y preaparar una mochila de emergencia.

    Hoy como sociedad estamos reconociendo cada vez más el rol que juegan internet y los medios en sostener la cultura de la violencia de género. Por ello, el gobierno no puede permitirse caer en una comunicación descuidada que reproduzca esta violencia y ponga sobre las mujeres la carga de aguantarla por el bien de la familia. También tiene la obligación de transformarse. No se trata solo de esta campaña, sino de que entiendan el problema de fondo. Y eso incluye al propio presidente. ¿Cuándo se darán cuenta?

    Lulú V. Barrera

    Toda la información e imágenes son de Washington Post.
    Link original: https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2020/05/28/cuenta-hasta-10-se-dar-cuenta-el-gobierno-de-mxico-de-su-error/?fbclid=IwAR0k37U4UegKzOHRvzMZCJMPW3Ikv4_QKWkb1B6X-u2WLAPW-RwAkW8x84k