Autor: Editora

  • Un Nobel para demostrar cuánto importan las mujeres

    Un Nobel para demostrar cuánto importan las mujeres

    El progreso tecnológico es una fuente esencial de crecimiento económico, pero sus consecuencias no siempre se reflejan del todo en el producto interior bruto. A veces, una nueva tecnología lo cambia todo: la forma en que trabajamos, la forma en que vivimos, la forma en que nos relacionamos en la sociedad. Pensemos, por ejemplo, en los efectos de la píldora anticonceptiva. Si nunca se les ha ocurrido que la anticoncepción moderna es una tecnología transformadora o, en términos más generales, que la ampliación de la capacidad de elección de las mujeres ha tenido profundas repercusiones económicas y sociales, no son, ni muchos menos, los únicos.

    Se han escrito innumerables libros y artículos sobre el impacto de, por ejemplo, la globalización y la tecnología de la información en la economía. Pero en 2002, cuando Claudia Goldin y Lawrence F. Katz publicaron un artículo titulado El poder de la píldora: los anticonceptivos orales y las decisiones profesionales y sobre el matrimonio de las mujeres, se adentraban en un campo escasamente poblado.

    El lunes, Goldin, catedrática de Harvard, recibió el Premio Nobel de Economía en reconocimiento a su contribución al conocimiento de los resultados de las mujeres en el mercado laboral. Fue un honor muy merecido. De hecho, si me preguntan a mí, el anuncio del Nobel fue un poco injusto con Goldin al no destacar sus importantísimas contribuciones más allá del tema del trabajo femenino. En particular, no mencionaba su trabajo sobre la desigualdad en general, en particular su papel en la documentación de la disminución repentina y drástica de la desigualdad que tuvo lugar en la década de 1940, que creó la sociedad de clase media en la que me crié (y que ahora ha sido destruida).

    Lo cual no quiere decir que el trabajo de la mujer sea un tema menor. Es un tema inmensamente importante, de cuyo estudio Goldin fue pionera. Pongámoslo así: durante la mayor parte de la década de 1960, las mujeres estadounidenses en la plenitud de su vida laboral tenían menos de la mitad de probabilidades que los hombres de formar parte de la población activa remunerada; en el año 2000, se habían eliminado tres cuartas partes de la brecha de género en la participación en la población activa.

    Esto supuso un gran aumento de la oferta de mano de obra de la economía y, por consiguiente, del producto interior bruto en potencia; mis cálculos retrospectivos indican que el impacto del aumento del empleo femenino en el crecimiento económico es comparable, por ejemplo, a los efectos de la globalización.

    Pero el impacto en el PIB era solo una parte de la historia. En 2006, Goldin publicó una extraordinaria panorámica de la historia de la mujer trabajadora en Estados Unidos. Como demostró, el porcentaje de mujeres en la población activa remunerada aumentó de forma constante entre 1930 y 1970, un incremento que Goldin atribuía a la combinación del desplazamiento de la economía del trabajo manual al trabajo de oficina y al aumento de la educación de las mujeres, junto con la difusión de tecnologías domésticas como frigoríficos y lavadoras que liberaron a más mujeres casadas para trabajar fuera de casa.

    Pero estos cambios, según ella, no modificaron en un principio la idea que la sociedad y las propias mujeres tenían del trabajo femenino. En su mayor parte, las mujeres eran vistas y se veían a sí mismas como asalariadas secundarias, que trabajaban para complementar los ingresos de su familia, pero estaban dispuestas a abandonar la vida laboral si tenían hijos o sus maridos ganaban lo suficiente como para no necesitar el dinero.

    Sin embargo, en torno a 1970 se produjo lo que Goldin denominó una “revolución silenciosa” en el papel económico de la mujer, que empezó a ver el trabajo de forma muy parecida a como lo veían los hombres. Se veían a sí mismas con posibilidades de seguir trabajando incluso después de casarse, lo que las llevó a formarse más, a casarse más tarde y, como siempre habían hecho los hombres, a ver su trabajo como una parte importante de su identidad. Esto supuso una profunda transformación de la sociedad, yo diría que para mejor.

    Y un importante facilitador de esta transformación fue la píldora anticonceptiva, que posibilitó que las mujeres retrasaran el matrimonio, lo que, a su vez, escribía Goldin, significó que “podían tomarse más en serio la universidad, planificar un futuro independiente y formar su identidad antes de casarse y tener familia”. Dicho esto, no hay que tragarse el crudo determinismo tecnológico. Goldin y Katz señalaban que la píldora no tuvo sus efectos más profundos hasta que, a finales de la década de 1960, se eliminaron las restricciones legales que la hacían inasequible para la mayoría de las mujeres solteras. El último trabajo de Goldin se titula Why Women Won [por qué ganaron las mujeres], y subraya la importancia de la gran expansión de los derechos de la mujer entre 1965 y 1973.

    Y mientras revisaba el trabajo de Goldin para esta columna, no pude evitar preguntarme si estas victorias corren peligro.

    Muchos de los comentarios que he visto sobre Goldin desde el anuncio del Nobel se centran en las perspectivas de eliminar las barreras que aún existen para el avance de la mujer. Pero en el entorno político actual, creo que también debería preocuparnos el retroceso. Los conservadores han conseguido anular la sentencia de la causa Roe contra Wade [sobre el derecho a abortar], y muchos estados republicanos se han apresurado a prohibir el aborto. Una facción significativa se propone ahora restringir el acceso al control de la natalidad, y no hay que dar por hecho que no vaya a ocurrir.

    Sin embargo, dejando a un lado los presagios, este es un momento maravilloso para la profesión económica. La investigación pionera de Goldin, muy arraigada en la historia, pero enormemente relevante para el presente, es un modelo de lo que deberían ser las ciencias sociales. Este es verdaderamente un Nobel que merece ser celebrado.

  • Cómo el activismo ambiental de las mujeres en el sur global puede crear un mundo mejor

    Cómo el activismo ambiental de las mujeres en el sur global puede crear un mundo mejor

    El cambio climático tiene impactos distintos en hombres y mujeres, especialmente en el sur global .

    Estas diferencias se deben a la cultura patriarcal. A menudo no se implica a las mujeres en la respuesta a los problemas medioambientales . Con demasiada frecuencia son excluidas de los debates sobre las soluciones a la crisis climática.

    Dejar de lado a las mujeres a la hora de idear soluciones medioambientales las coloca en posiciones más vulnerables. Cuando se producen fenómenos relacionados con el cambio climático –como condiciones meteorológicas más extremas, incendios forestales o inundaciones– las mujeres y las niñas soportan una carga más pesada y experimentan impactos más graves. La violencia contra las mujeres también está aumentando debido al calentamiento global.

    Sin embargo, tenemos que cambiar la narrativa de que las mujeres son meras “víctimas” de la crisis climática. En realidad, las mujeres de los países del sur global también poseen la capacidad y la fuerza para proteger el medio ambiente . Y lo demuestran mediante diversas acciones, tanto formales como informales, tanto individuales como colectivas.

    Movimientos de mujeres en el sur global

    Históricamente, las mujeres han desempeñado un papel importante en la protección del medio ambiente en los países asiáticos y sudamericanos.

    Un ejemplo es el movimiento ecologista Chipko en la India , en la década de 1970. Su actividad comenzó en 1974, cuando las mujeres y la comunidad indígena de la aldea de Reni lucharon para salvar al bosque de la tala que amenazaba su medio de vida. Actuaron colectivamente protegiendo y abrazando árboles para hacer retroceder a los contratistas y evitar la deforestación. Su lucha se hizo global, causando un gran impacto en todo el mundo .

    Mujeres Chipko rodeando un árbol para proteger el bosque. Arnab Chaudhary / Wikimedia Commons , CC BY-NC-ND

    Durante la Conferencia de Nairobi de 1985 sobre los logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, se subrayó la importancia de la conservación de la naturaleza y de las acciones medioambientales de las mujeres. En esta conferencia se debatieron testimonios del movimiento Chipko y de movimientos de mujeres similares en otros países.

    Luchando por el cambio en México y Bolivia

    Además del movimiento Chipko, hay un ejemplo reciente en Zapotalito, un pueblo situado en la zona del Parque Nacional de la Laguna Chacahua-Pastoría, en el sur de México.

    Zapotalito ha sufrido una serie de problemas medioambientales, como muertes masivas de peces, un espantoso olor a amoníaco y el deterioro de la calidad del aire y del agua. Todo ello como consecuencia de un proyecto de presa y de la contaminación de una fábrica de aceite de lima .

    Pues bien, las mujeres de Zapotalito trabajaron juntas para limpiar el canal natural de la zona de manglares de Coaxaca . Utilizaron palas y azadones para realizar limpiezas periódicas en 2016. E incluso mientras luchaban por el cambio, continuaron con sus rutinas diarias. Cocinaban, hacían tortillas, limpiaban las casas, cuidaban a los niños, cuidaban a las mascotas y las plantas y pescaban para el consumo de sus familias, incluso en medio de las malas condiciones medioambientales.

    Por otro lado, el movimiento de mujeres en Chiquiacá, Bolivia, lleva desde 2017 protegiendo la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía de la expansión de empresas petroleras y de gas en la zona.

    En 2019, se bloqueó la entrada al área de conservación durante la friolera de cinco meses para evitar que se introduzcan equipos de perforación. Las mujeres de Chiquiacá también llevaron su protesta a las calles, impidiendo activamente cualquier desarrollo en sus tierras. Lo que comenzó como un movimiento local se ha convertido en una poderosa acción colectiva que sigue vigente y ha conseguido el apoyo de miles de personas en Bolivia.

    Mujeres de Chiquiacá en acción en Bolivia.

    El liderazgo de las pescadoras indonesias.

    En Indonesia, las pescadoras de Java Central han estado trabajando para mantener a su comunidad en medio del cambio climático desde 2020 . El aumento del nivel del mar ha incrementado el riesgo de inundaciones en sus barrios, lo que les ha obligado a tomar medidas mediante la colaboración con los responsables políticos, la sensibilización y la recaudación de fondos para tender puentes.

    Por desgracia, las mujeres de estos movimientos se enfrentan a menudo a amenazas, intimidación y violencia. Sus enemigos han intentado socavar sus acciones, señalando que “ las mujeres deben quedarse calladas en casa y ocuparse de la cocina ”. Algunas de ellas han recibido incluso amenazas de muerte .

    Sin embargo, a pesar de estos desafíos, continúa su lucha para proteger su tierra.

    Un reconocimiento mundial creciente

    Las historias anteriores demuestran que las mujeres son capaces de marcar la diferencia en el activismo medioambiental, desde sus hogares y comunidades hasta la escena nacional.

    La comunidad internacional también reconoce cada vez más sus esfuerzos. Desde los años 90, cada vez más políticas internacionales hacen hincapié en el género como elemento crucial para la conservación de la naturaleza y el desarrollo sostenible.

    Por ejemplo, la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 reconoce el papel vital de las mujeres en la gestión del medio ambiente y el desarrollo.

    La Plataforma de Acción de Beijing, establecida en 1995, es una resolución que apoya la igualdad de género y la capacitación de las mujeres en todo el mundo.

    Los informes de la Reunión Intergubernamental de Alto Nivel sobre la Plataforma de Acción de Beijing en Asia y el Pacífico destacan el vínculo fundamental entre el cambio medioambiental y el papel de la mujer como gestora y proveedora de recursos naturales.

    También está la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación de 2004, que subraya el papel crucial de las mujeres en las zonas afectadas por la sequía, sobre todo en las regiones rurales de los países en desarrollo.

    Documentos recientes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) destacan el papel fundamental de los movimientos locales de mujeres y de las mujeres indígenas en la configuración de las políticas y acciones climáticas.

    Numerosas políticas promueven también la participación de las mujeres en la agenda del desarrollo sostenible aunque, lamentablemente, no todos los países las adoptan.

    Mejores soluciones gracias a la participación de las mujeres

    A pesar de verso gravemente afectado por los daños ambientales, las mujeres siguen demostrando su capacidad de resistencia y sus conocimientos para hacer frente al cambio climático.

    Para potenciar el activismo femenino, los gobiernos de todo el mundo deben formular políticas que integren el papel de la mujer en las estrategias de conservación y desarrollo sostenible dentro de sus propias naciones.

    Mujeres marchando por la justicia climática en Yakarta en 2017. Red indonesia de la sociedad civil por la justicia climática

    Es crucial también documentar el activismo de las mujeres. Tanto las medidas gubernamentales como las sociales son esenciales para evitar simplificar en exceso las experiencias de las mujeres en diversos países, y para ir más allá de la narrativa que las retrata únicamente como víctimas.

    Tener en cuenta a las mujeres es un primer paso para encontrar nuevas y mejores soluciones a los problemas medioambientales.

  • Mujeres mexicanas son las que más trabajan en AL: Cepal

    Mujeres mexicanas son las que más trabajan en AL: Cepal

    Nadie trabaja tanto tiempo en América Latina y el Caribe como las mujeres mexicanas. El problema, exhibe un comparativo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), es que de las 64.8 horas que ellas dedican al trabajo, dos terceras partes, 42.8 horas se van en ocupaciones no remuneradas que subsidian las inversiones en cuidados que deberían hacer las administraciones públicas, así como en tareas del hogar.

    Tal como las mujeres en México reportan el mayor número de horas de trabajo en un comparativo con otros quince países de la región, los hombres mexicanos también son los que más se ocupan a lo largo de una semana respecto a sus pares de género, 61.5 horas semanales, pero en ellos la mayor parte del tiempo tiene un retorno monetario, 44.6 horas son de ocupaciones remuneradas, de acuerdo con lo expuesto por Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género de la Cepal.

    Persiste una feminización de la pobreza a nivel regional, exhibió Güezmes, durante la 65 Reunión Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe. Por cada 100 hombres viviendo en hogares pobres, hay 118 mujeres, lo cual responde a la falta de autonomía económica de ellas, quienes en ausencia de otros ingresos, sobre todo laborales, son más proclives a una o más carencias económicas, mostró la funcionaria de la Cepal.

    En la cantidad de trabajo no remunerado radica una buena parte de la desigualdad económica entre mujeres y hombres de América Latina y el Caribe. Güezmes reportó que a nivel regional las mujeres dedican el triple de tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, frente a los que ocupan en ellos los hombres, lo cual está “directamente vinculado a las barreras que impone la división sexual del trabajo para su ingreso al mercado laboral”.

    De acuerdo con las estadísticas presentadas por Güezmes, la pobreza no ataca de la misma manera, independientemente del género. La tasa de pobreza de las mujeres de 20 a 59 años es más alta que la de los hombres en todos los países latinoamericanos; al tiempo que el 46.3 por ciento de las mujeres indígenas en América Latina y el Caribe son pobres, por debajo del 24.9 por ciento que es la media general para el sexo femenino.

    Racismo laboral

    La discriminación misógina y racista atraviesa estos números, incluso en el empleo se imponen los sesgos de género y étnico raciales, exhibe la Cepal. Lo demuestra con un comparativo de remuneraciones entre seis grupos: mujeres indígenas, afrodescendientes, y no indígenas ni afrodescendientes; y hombres indígenas, afrodescendientes, y no indígenas ni afrodescendientes.

    Sin importar el nivel educativo -desde cero años de estudio, hasta 13 o más- los hombres no indígenas ni afrodescendientes son los que más ganan y en el opuesto se encuentran las mujeres indígenas. Ellos perciben ingresos laborales de casi el doble que ellas, pese a que tengan el mismo grado de preparación.

    Los datos de la Cepal exhiben que incluso el sesgo de género puede remitir más que el racismo contra la población indígena. Entre las personas con 13 años de estudios o más, las mujeres indígenas son las que tienen la menor remuneración, y apenas son rebasadas por los hombres indígenas.

    Los ingresos laborales del resto de grupos es superior, pese a que se tenga el mismo grado de estudios: mujeres afrodescendientes, no indígenas ni afrodescendientes; y por encima de todos, los hombres afrodescendientes y los no indígenas ni afrodescendientes.

    “A quien niega que hay discriminación, a quien niega que hay desigualdad, este es el tipo de información que le podemos mostrar”, enfatizó Güezmes.

  • Ellas son las 3 mujeres aspirantes a la Rectoría de la UNAM que podrían romper el techo de cristal

    Ellas son las 3 mujeres aspirantes a la Rectoría de la UNAM que podrían romper el techo de cristal

    Tras darse a conocer la lista de los finalistas para ocupar la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), son tres las mujeres que aspiran a convertirse en la primera rectora: Laura Susana Acosta Torres, Guadalupe Valencia García y Patricia Dolores Dávila Aranda.

    Ellas son las mujeres que aspiran a ser rectora de la UNAM:

    Laura Susana Acosta Torres

    Laura Susana Acosta Torres, de 44 años de edad, es directora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León. En una plática con EL UNIVERSAL realizada hace unas semanas, la cirujana dentista y doctora en Ciencias señaló que uno de los principales motivos que la llevaron a participar en el proceso de sucesión de la Rectoría fue el conocimiento que tiene sobre la Universidad.

    “He transitado por esta Universidad desde ser alumna en licenciatura, en posgrado, estudiando una estancia postdoctoral, estando en un centro de investigación, posteriormente siendo profesora de asignatura y desde hace seis años siendo directora de un campus de la UNAM en León. Y eso me ha dado una experiencia importante en todos los sentidos y me motiva a querer permear las buenas prácticas y los logros que hemos tenido”, comentó.

    También se definió como una “líder innovadora”: “Como una persona que tengo una escucha abierta a las propuestas de todas y de todos, que puede ejercer una gestión con libertad para todas las personas de la comunidad, pero además estoy inmersa, enfocada, inmersa y comprometida con la igualdad de género y sobre todo, con el acompañamiento y la generación de sanciones en todos los casos de la violencia de género”.

    Guadalupe Valencia García

    Es coordinadora de Humanidades de la UNAM y está consciente de las campañas políticas que se avecinan con miras a las elecciones federales de 2024, pero dice que la UNAM no debe convertirse en una palestra política.

    “La UNAM no es ajena a los procesos políticos, mucho menos a una elección como la que se avecina. Veo con muy buenos ojos que en facultades como en Ciencias Políticas, Filosofía y en algunos institutos de Ciencias Sociales y Humanidades se organicen encuentros para analizar las diferentes campañas pero no podemos convertir a la UNAM en palestra política, pero sí dar cabida a la discusión de los procesos políticos de los que todos somos partícipes”, señaló en una charla con El Gran Diario de México.

    De 65 años de edad, 40 de los cuales los ha dedicado a esa institución educativa, externa a EL UNIVERSAL que no sólo disfruta de leer poesía, divulgación científica, nadar y de cocinar en sus ratos libres sino también tejer sueños e ilusiones.

    “Sigo tejiendo sueños e ilusiones, desde luego. Soy una persona que peca de optimista. Siempre he creído que se puede mejorar el futuro pero no por arte de magia, sino a través del trabajo colectivo. Algunos que me han ido a apoyar, señalan que sé conciliar. Y alguno se expresó así: ‘Ella es una tejedora’. A mí me gusta que me vean así porque además me recuerda que sé tejer”, declaró.

    Patricia Dolores Dávila Aranda

    Secretaria de Desarrollo Institucional de la máxima casa de estudios, expresó a este diario que quiere ser una rectora de a pie para escuchar de viva voz a la comunidad universitaria.

    “Yo fui una directora (de la Facultad de estudios Superiores, campus Iztacala) de a pie y quiero ser una rectora de a pie, acercándome a la gente, caminando. Ando de tenis, porque siempre ando de un lado para otro y yo creo que la mejor manera es acercarse a las muchachas, a los muchachos, a todo mundo, hablar con ellos y tratarlos. Esa soy yo, una persona muy sencilla, no tengo un nombre rimbombante ni nada. Soy una persona que tiene muchos años trabajando, lo hago desde los 15 años”, dijo

    Señaló que es muy importante que el rector o las autoridades universitarias “se bajen, salgan y hablen y entiendan qué está pasando, a nivel de suelo, allá abajo, con la gente. Yo sí soy de las personas que cree que hay que acercarse más con las personas”.

    Dávila Aranda tiene 68 años de edad, 37 de los cuales los ha dedicado a la Universidad, a la que asegura amar y tener mucho que aportar todavía. Se define como una persona de carácter fuerte, “pero fomento el diálogo, voy para adelante y trato de resolver problemas, no sólo firmar papeles y ganar más”.

    “Yo tengo una carrera académica sólida. Soy bióloga y he hecho varias cosas relacionadas con la conservación de recursos. En las zonas áridas trabajando principalmente en cómo mantener los recursos de un lugar, las plantas, los animales y cómo hacemos que la gente los utilice adecuadamente. Fui una bióloga de botas, no de bata al hacer mucho trabajo de campo”, expresó.

  • El Nobel de Economía y la importancia de las mujeres en el mercado laboral

    El Nobel de Economía y la importancia de las mujeres en el mercado laboral

    No podemos soslayar por más tiempo la importancia del tema de las mujeres en el mercado laboral. Si bien es cierto que se ha avanzado mucho, también lo es que la distancia que falta por recorrer es amplia. La brecha de género no es una moda ni una tendencia, es la realidad. La Academia sueca de las Ciencias se hace cargo de la relevancia del tema y ha concedido el premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel 2023, comúnmente conocido como Nobel de Economía, a la estadounidense Claudia Goldin, profesora de la Universidad de Harvard (Massachusetts) por sus estudios en torno a las mujeres en el mercado laboral.

    El galardón es una muestra representativa de la gran grieta que existe entre el reconocimiento que se da al trabajo hecho por las mujeres y lo que falta por hacer.  El premio convierte a Goldin en la tercera mujer en obtenerlo después de 55 ocasiones en las que en 53 fueron hombres los galardonados. No se trata de una cuota, lo que deba ser reconocido no debiera estar sesgado por ningún otro atributo que la calidad del trabajo. Pero, es magnífico enterarse de que los estudios de la profesora Goldin, la primera en ser galardonada ella solita, son reconocidos. ¿A qué se han dedicado sus investigaciones? Se refieren a la infrarrepresentación femenina y los menores salarios de las trabajadoras en el mercado laboral.

    Según sus propias palabras: “Pese a la modernización, el crecimiento económico y el aumento de la proporción de mujeres empleadas en el siglo XX, durante un largo período de tiempo la brecha salarial entre mujeres y hombres apenas se cerró”, subraya la academia en el fallo, publicado al filo del mediodía. “Y ella ha proporcionado el primer relato completo de los ingresos de las mujeres y la participación en el mercado laboral a lo largo de los siglos”.

    La profesora Goldin es una mujer que ha tenido un profundo entendimiento en torno a las brechas de género en el terreno laboral. Sus esfuerzos han mostrado con claridad lo absurdo que resultan las diferencias salariales y de oportunidades a las que se somete a las mujeres en el mundo. Busca evidenciar que estas diferencias persisten y las desigualdades continúan siendo muy grandes.

    Las argumentaciones de la profesora Goldin son muy interesantes. Sostiene que el origen de la brecha de género no se trata nada más de discriminación: “Hay algo más”, dice. Esta monstruosidad, según sus investigaciones, ha crecido de manera sustancial con el incremento de los trabajos administrativos y de servicios, un nicho del mercado laboral en el que los responsables de ciertas posiciones tienden a sobrevalorar —de maneras exageradas— a los colaboradores que pasan más tiempo sentados en su puesto de trabajo y desestimas que no sean necesariamente los más productivos.

    En esta condición, la profesora Goldin afirma que “Los hombres están desproporcionadamente disponibles para hacer largas jornadas en el trabajo, mientras que las mujeres están desproporcionadamente disponibles para dedicarse a tareas del hogar”. Esa, argumentaba, “es la otra cara de la moneda de la desigualdad en la pareja”. Esa es la historia del desempeño profesional y laboral femenino. Hay un desequilibrio que afecta también el entorno personal.

    Una mujer que trabaja fuera de casa cumple una jornada laboral extenuante —física o mentalmente— tiene que llegar a hacerse responsable de las tareas domésticas. Así sucede en todas partes del mundo. Mientras que, es más frecuente que a un hombre se le exenten esas ocupaciones y se le disculpe la participación en responsabilidades de la casa o del cuidado de la familia. Goldin es una defensora de que los permisos de paternidad y maternidad sean iguales, como ocurre en muchos países europeos.

    No se trata de hacer la guerra, más bien hay que equilibrar. La maravilla es que el mundo está cambiando. Muchos hombres quieren participar en el cuidado de sus hijos, verlos crecer y ser parte de esa vida. Goldin ha luchado porque los padres tomen permisos laborales exactamente igual que sus parejas femeninas. El problema es la percepción. Hay empresas que dificultan estos trámites y ven mal que los caballeros quieran solicitar estas facilidades. “Se espera y se asume que las mujeres deben disfrutar una baja de maternidad, pero no se espera lo mismo de los hombres. Es necesario que esta actitud cambie para que deje de pensarse que el hombre que disfruta de una baja por paternidad no es un buen trabajador”, ha dicho la profesora de Harvard.

    Goldin es valiente. Es pionera en el tema. En 1990, la hoy galardonada con el Premio Nobel de Economía publicó Understanding the gender gap – An Economic History of American Women (Entendiendo la brecha de género, una historia económica de las mujeres estadounidenses), una obra ya icónica en la que se cuestionan seriamente buena parte de las explicaciones que se habían dado a la brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras. El origen de la discriminación concluye en el libro, radica en gran medida en los mecanismos de promoción, con políticas institucionales y empresariales de gestión del personal que han contribuido a perpetuarla aún más con el paso de los años.

    Hay que reconocer los avances y seguir poniendo el dedo en el renglón porque falta mucho por recorrer. Las mujeres en el mercado laboral somos un factor importantísimo que abona al crecimiento de las economías tanto a nivel microeconómico como macroeconómico. Lo mismo con proyectos de pequeños y medianos emprendimientos, como con trabajos profesionales en corporativos internacionales.

    Para Goldin, lo importante es ir a la raíz de los problemas y ser claros al momento de plantearlos. Las mujeres hemos tenido menos oportunidades de desarrollo laboral y cuando se han presentado, nos han pagado menos, en términos generales. Es verdad, existen honrosísimas excepciones que no son regla. La mayoría de las historias son las de mujeres que estudiaron una carrera profesional y no ejercieron por dedicarse a la crianza de sus hijos; de mujeres que ejercen, trabajan el doble, siguen trabajando en el ámbito del hogar, son exigidas y se les paga menos.

    Por lo tanto, Goldin sostiene que: “Los factores cruciales que han reducido las diferencias de género tienen que ver con lo que está ocurriendo en el entorno de los individuos, más que con los propios individuos. Sobre todo, se debe a cambios educativos que dan a las mujeres el empoderamiento necesario para desarrollar sus carreras profesionales”.

    Reconocer estos temas, hablar de ellos con claridad y hacer entender que el papel de las mujeres es crucial, relevante y necesario en el mercado laboral es una forma de atacar el problema, tomarlo por los cuernos y caminar a la solución. El reconocimiento a la profesora Goldin es un paso en la dirección correcta.

    Contacto:

    Correo: ceciliaduran@me.com / Twitter: @CecyDuranMena

  • Mujeres, determinantes para la recuperación

    Mujeres, determinantes para la recuperación

    La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, felicitó a la investigadora Claudia Goldin de la Universidad de Harvard por ganar el Premio Nobel de Economía 2022.

    En un mensaje a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter) destacó su increíble carrera dedicada a la vida laboral de las mujeres. “Sé que el personal del FMI que trabaja en la incorporación de la perspectiva de género se sentirá inspirado el día de hoy”.

    Goldin fue reconocida por su estudio sobre la relevancia de las mujeres en el mercado laboral de Estados Unidos y la brecha salarial respecto de los hombres en los últimos 200 años.

    Es la tercera mujer galardonada con el Nobel de economía desde 1969. La primera en conseguirlo fue Ellinor Ostrom, en el 2009, junto con el economista Oliver Williamson, reconocida por su análisis de gobernabilidad económica.

    La segunda mujer que fue distinguida con el Nobel de Economía, fue Ester Duflo, en el 2019, junto con Abhjit Banerjee y Michael Kremer, por su aportación al alivio de la pobreza mundial con métodos prácticos.

    FMI y la inclusión femenina

    Durante sus primeras actividades públicas en las Reuniones Anuales del FMI y Banco Mundial, que este año se realizan en Marrakech, Marruecos, Georgieva comentó que no se puede hablar de una recuperación económica sólida si no hay mayor participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.

    Al participar en un diálogo con líderes del Futuro inclusivo para los países de Asia del Este y África, detalló que en los países con mayor desigualdad de género, una reducción de la brecha de participación de las mujeres puede contribuir a incrementar el PIB hasta en medio punto.

    Pero advirtió que los choques como desastres climáticos y sanitarios, disturbios sociales y la guerra continúan empeorando la desigualdad de género, afectando a las mujeres de la escuela y el empleo formal.

  • Escritos por mujeres: 140 libros para descargar gratis en PDF

    Escritos por mujeres: 140 libros para descargar gratis en PDF

    Desde clásicos escritos por mujeres como La novela de Genji —cumbre de la literatura japonesa, considerada la primera novela moderna del mundo— hasta obras contemporáneas como las de Beauvoir, Woolf, Mistral, Lispector y muchas más mujeres escritoras.

    Por Jesús Lévan0

    Escrita por mujeres: 140 libros para descargar gratis en PDF
    Escritos por mujeres: 140 libros para descargar gratis en PDF

    Hemos buscado en internet país por país, investigando sobre la literatura de cada región —con énfasis en Hispanoamérica y los nombres más resaltantes de los otros continentes— y hemos hecho una lista con links de descarga 100% gratis, para que puedan revisarse las obras de estas autoras.

    En la lista hallarás libros de poesía, narrativa, cartas y ensayos, ordenados por géneros y fecha de publicación. Encontrarás el país también de las escritoras por si te interesa la literatura de alguna región en especial. Falta mucho más por ingresar, algunos nombres quedaron fuera solo porque no se encontró —por ahora— libros suyos en internet.

    Todos estos libros se han recopilado gracias a plataformas que proveen estos enlaces como Lectulandia, Memoria Chilena, Poetry will be made by all, Biblioteca Virtual Universal, Literatura peruana en PDF, entre muchas otras, a quienes agradecemos su enorme trabajo.

    Escritos por mujeres: 140 libros para descargar gratis en PDF
    Escritos por mujeres: 140 libros para descargar gratis en PDF

    Para obtener los libros en PC solo basta ingresar al enlace del título del libro, se abrirá una nueva pestaña con el libro en PDF disponible para leerlo online, pudiendo guardarlo en tu PC. En el caso de celulares se descargará inmediatamente al dar clic en el título.

    Para evitar la pérdida del contenido en páginas caídas, y mejorar la seguridad en la descarga, los enlaces están almacenados en un Google Drive, garantizando la seguridad y permanencia de los enlaces.

     

    ¿Cómo obtener los libros?

    Solo basta darle clic al título del libro y te dirigirá a una página donde podrás descargarlo. En la mayoría de casos podrás ver inmediatamente el libro en PDF (listo para leerlo online). En otros casos será la página de un proveedor del PDF, donde seguirás solo un par de pasos.

    • Si el título dirige a Free editorial: En la página saldrán botones con opciones para leer el libro online o descargarlo en PDF. Recomendamos dar clic en Descargar PDF o PDF. Es muy clara la opción y muy seguro. Obtendrás el libro inmediatamente.
    • Si el título dirige a Literatura Peruana en PDF: dale clic a la única foto que se encuentra en la página, y que contiene la portada del libro, se descargará el libro automáticamente.
    • Si el título dirige a Lectulandia:
      • Dale clic al botón azul que dice «pdf» y que está justo encima del botón rojo que dice «reportar link caído».
      • Te dirigirá a una ‘página de espera’, durará unos 5-8 segundos (en esta página sale un botón verde de DESCARGAR, no le des clic, es un anuncio).
      • Llegarás a la página de descarga real: dale clic al botón azul que dice «DOWNLOAD NOW» y listo. Parece complicado, pero es una página muy segura y no te tomará más de 15 segundos.

    En todos los otros casos, los PDFs se verán de forma inmediata. ¡Disfruta y comparte!

    Libros de narrativa y ensayo

    Edición de Una habitación propia, de Virginia Woolf
    @australeditorial

    La dramaturga chilena Isidora Aguirre.
    @festivalencuentroh

    Libros de poesía y teatro

    Poema El falso teclado, de Blanca Varela.
    @poetasdelfindelmundo

    En este breve repaso por la literatura escrita por mujeres, faltan muchos libros de autoras representativas de hispanoamérica como Victoria Ocampo [Argentina], Adela Zamudio [Bolivia], Dulce María Loynaz [Cuba], Flora Tristán [Perú/Francia], Elisa Hall de Asturias [Guatemala], Carmen Ollé [Perú], Julia de Burgos [Puerto Rico], Armonía Somers [Uruguay] y en otras lenguas autoras importantes como Anne Sexton [EE.UU], Nelly Sachs [Alemania], Elsa Morante [Italia], y mucha literatura asiática, africana y europea.

    Muchas autoras no se han incluído por el simple hecho de que sus obras no están libres en internet o porque sus editoriales responsables no nos permitieron compartir sus libros, y a pesar de nuestros más grandes esfuerzos, no hemos podido conseguirlas.

    Sin embargo, esta lista irá actualizándose y esperamos poder reunir las obras más interesantes escritas por mujeres de todos los países del mundo, así que revísala siempre.

    Escritos por mujeres

  • Los sujetadores son más antiguos de lo que creías

    Los sujetadores son más antiguos de lo que creías

    Los sujetadores modernos levantan, separan y contribuyen a un mercado de lencería valorado en cerca de 80 mil millones de euros en ventas anuales solo en los EE. UU. Pero si bien las versiones actuales pueden contener telas de vanguardia y soporte diseñado con precisión, se sostienen (¿cuelgan de?) los hombros de antepasados sorprendentemente antiguos. Desde las antiguas corazas hasta los íconos ardientes, así es como evolucionaron los precursores del sujetador y por qué el sostén moderno ha resistido la prueba del tiempo.

    Épocas anteriores al sujetador

    Aunque no está claro cuándo se inventó el primero de los muchos precursores del sujetador, los historiadores han encontrado referencias a prendas similares a los sostenes en obras griegas antiguas como la Ilíada  de Homero, que representa a la diosa Afrodita quitándose una «cinto bordado, de variada labor» de su pecho, y Lisístrata de Aristófanesen la que una mujer que retiene el sexo de su marido se burla de él diciéndole que se está quitando el strophion, torpemente traducido como «banda pectoral».

    La historiadora Mireille Lee escribe que, aunque el strophion tenía connotaciones sexuales y de género, es difícil determinar exactamente qué llevaban los antiguos debajo de la ropa, si es que llevaban algo: sólo hay una representación artística de la época que muestra a una mujer llevando un strophion debajo de la ropa.

    En otro ejemplo, los arqueólogos que excavaban la Villa del Casale de Sicilia descubrieron un mosaico del siglo IV d.C. que mostraba a mujeres romanas atléticas con senos atados por una prenda que los estudiosos creen que pudo haber sido un amictorium, una prenda de lino cuya apariencia similar a un bikini les valió a los sujetos del mural el apodo de «Mujeres en bikini». Otro cubrepechos romano, el mamillare, estaba hecho de cuero más resistente. Pero como escribe el clasicista Jan Radicke, aunque las mujeres romanas parecen haber «tenido varias opciones para cubrir y dar forma a sus senos… Tenemos muy poca evidencia para hacer una afirmación» sobre cómo se veían realmente las prendas o si sus usos eran decorativos, sexuales o simplemente de sostén.

    Un sujetador del siglo XV encontrado en un castillo de Austria.

    El descubrimiento en 2008 de «sujetadores» del siglo XV en el castillo de Lengberg de Austria, como el de arriba, sorprendió a los historiadores de la indumentaria que pensaban que el desarrollo de las copas de sujetador era una innovación del siglo XIX.

    FOTOGRAFÍA DE INSTITUTE OF ARCHAEOLOGYUNIVERSITY OF INNSBRUCK

    Bolsas para los pechos del siglo XV

    En 2008, los arqueólogos descubrieron cuatro «sostenes» de lino en una bóveda que contenía un trastero del siglo XV en el castillo de Lengberg en Austria. Las prendas, que se parecen mucho a los sostenes modernos, pueden ser evidencia de las «bolsas para los pechos» a las que se refieren algunos autores medievales.

    En ese momento, explican las historiadoras textiles Rachel Case, Marion McNealy y Beatrix Nutz, los senos grandes no se consideraban de moda y las mujeres usaban prendas de apoyo para reducir su tamaño y reducir los cotilleos sobre sus cuerpos. Las «bolsas para los pechos» de 600 años de antigüedad descubiertas en el castillo de Lengberg tenían copas como los sujetadores modernos y, en palabras de los historiadores, «son obras maestras de trabajar con la tela» para dar forma y sostener los senos. El hallazgo electrizó a los historiadores de la moda, dando evidencia de que los sostenes con copas, que alguna vez se pensó que se originaron en el siglo XIX, se inventaron antes de lo que se pensaba.

    (Relacionado: Vestidos con arsénico, sombreros con mercurio: la moda mortal del siglo XIX)

    La creación del sujetador moderno

    El sujetador tal y como lo conocemos surgió cuando tanto los inventores como los reformadores de la vestimenta pusieron en primer plano nuevas formas de dar forma y sujetar los senos, pero las opiniones sobre el inventor del sujetador moderno varían: ¿fue Herminie Cadolle, la minorista francesa de la década de 1880 que vendió el corte de un corsé por la mitad y lo vendió como un «soutien-gorge» (soporte para la garganta en francés)? ¿Olivia Flynt, la modista cuyo sustituto del corsé «cintura Flynt» recibió una patente estadounidense en 1873? ¿O tal vez Caresse Crosby, a quien se le concedió una patente en 1914 para una «corslette» para apoyar las modas transparentes y sin espalda de la época? (Crosby vendería más tarde la patente a Warner Brothers Corset Company, cuya marca de sujetadores todavía existe hoy en día).

    En la década de 1930, los sostenes estaban reemplazando al corsé, y en esa década la industria de la lencería introdujo tamaños de copa estandarizados y correas ajustables a la prenda cada vez más esencial. En 1968, los sostenes que realzaban la forma eran tan omnipresentes y se asociaban con la sexualidad femenina y los estándares de belleza que las feministas que protestaban contra el concurso de Miss América en Atlantic City los tiraron a la basura. Aunque en la cultura popular se las estigmatizó como «quemadoras de sujetadores», las manifestantes nunca quemaron sus sujetadores: «Teníamos la intención de quemar [un cubo de basura lleno de sujetadores en el paseo marítimo de Atlantic City]», dijo la organizadora de la protesta Carol Hanisch a NPR en 2008, «pero el departamento de policía… no nos dejaba hacer la quema».

    Luego están los sujetadores deportivos. Antes de su desarrollo, escribe el historiador de ropa deportiva Jaime Schultz, muchas mujeres solo usaban sostenes regulares o se vendaban los senos con tela como las antiguas «mujeres en bikini» romanas. Luego, en la década de 1970, dos corredoras se inspiraron en el suspensorio masculino para hacer el Jockbra, ahora considerado el primer sujetador deportivo moderno. Pero, hubo que esperar  hasta 1999 para que los sostenes deportivos fueran más aceptados como prendas independientes gracias a la estrella del fútbol estadounidense Brandi Chastain, cuyo gesto de victoria en la Copa del Mundo de  quitarse la camisa y celebrar en el campo de fútbol con su sostén deportivo sirvió como lo que Schultz llama la «fiesta de presentación» de la prenda.

    La pandemia ha provocado otro cambio en el uso de sujetadores, lo que ha empujado a muchas personas a ir sin sujetador o a usar bralettes con menos apoyo y sujetadores deportivos lugar de los sujetadores plunge, los push-up y las camisetas de sostén que se han popularizado en los últimos años. Pero desde los bandeaus hasta los bolsos para el pecho y mucho más, la innovación de los sujetadores sigue avanzando. Un ejemplo: en 2022, el Ejército de los EE. UU. exhibió prototipos del sujetador táctico del ejército ignífugo que eventualmente se incorporará a los uniformes militares, lo que demuestra que siempre hay espacio para mejorar las formas en que levantamos, posicionamos y envolvemos el seno femenino.

  • La mujer de 104 años que ha saltado en paracaídas y que espera entrar en los Récords Guinness

    La mujer de 104 años que ha saltado en paracaídas y que espera entrar en los Récords Guinness

    Una mujer de 104 años saltó en paracaídas en Chicago, Estados Unidos, y ahora espera ser reconocida por Récord Guinness como la persona de más edad en haberlo hecho. «La edad es solo un número», aseguró Dorothy Hoffner el pasado domingo ante las personas que festejaban su proeza, luego de que tocara tierra en Skydive Chicago, en Ottawa, a unos 140 kilómetros al suroeste de Chicago, según informó el diario Chicago Tribune.

    El récord Guinness para el paracaidista de más edad lo estableció en mayo de 2022 la sueca Linnéa Ingegärd Larsson, de 103 años. Por eso, Skydive Chicago comenzó a realizar el proceso para que Guinness World Records certifique el salto de Hoffner como la nueva marca.

    Un salto de récord

    Experiencia previa. Lejos de ser ser la primera vez que salta en paracaídas, Hoffner tuvo esa experiencia por primera vez a los 100 años. El domingo, dejó su andador justo antes de llegar a la avioneta y recibió ayuda para subir la escalerilla y unirse a los demás que esperaban dentro.

    Dorothy Hoffner en paracaídas a sus 104 años

    Dorothy Hoffner en paracaídas a sus 104 años

    @NewsHour / Twitter

    Confiada. Aunque la primera vez que saltó tuvieron que empujarla de la aeronave, el domingo, enganchada a un instructor certificado por la Asociación Estadounidense de Paracaidistas, Hoffner insistió en ser la primera en lanzarse desde 4.100 metros (13.500 pies) de altura.

    Parecía tranquila y segura cuando, en pleno vuelo, la puerta del avión se abrió para revelar un paisaje de campos de cultivo poco antes de dirigirse al borde y saltar al vacío.

    Duración. El salto completo duró siete minutos, incluyendo el lento descenso en paracaídas hasta su aterrizaje en una zona con pasto. Los amigos se apuraron a felicitarla, mientras alguien llevaba su andador rojo. Se levantó rápidamente y a la pregunta de qué sentía al volver a pisar tierra firme, respondió: “Maravilloso”.

    “Pero fue maravilloso allí arriba. Todo fue hermoso, maravilloso, no podría haber sido mejor”, añadió.

    Tras la hazaña, su mente se centró rápidamente en el futuro y en próximos desafíos. Hoffner, que nació en Chicago y cumplirá 105 años en diciembre, apuntó que lo próximo podría ser volar en un globo aerostático. “Nunca he estado en uno de esos”, dijo.

  • Las mujeres y las niñas siguen siendo asesinadas solo por el hecho de ser mujeres y niñas

    Las mujeres y las niñas siguen siendo asesinadas solo por el hecho de ser mujeres y niñas

    La violencia contra las mujeres y niñas es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras de nuestro tiempo, afirmó el martes una experta en derechos humanos de la ONU.

    «Las mujeres y las niñas siguen siendo asesinadas por razón de su sexo y género, siendo más vulnerables al feminicidio cuando el hecho de ser mujeres y niñas se cruza con otros motivos o identidades», afirmó Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre sobre la violencia contra la mujer, cuyo cometido incluye examinar las causas y consecuencias de los ataques.

    Alsalem afirmó que las mujeres «siguen sin poder organizarse libremente, creer y hablar, y sufren las consecuencias», dijo en unas declaraciones que siguieron a la presentación de su informe ante la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

    «En algunos países, hemos sido testigos de preocupantes regresiones en su capacidad para acceder a la educación, moverse libremente y acceder a la salud sexual y reproductiva”, explicó.

    «Estos retrocesos se producen mientras el mundo atraviesa múltiples crisis provocadas por guerras, el cambio climático, la pobreza y pandemias que tienen un claro impacto de género y afectan de manera desigual a mujeres y niñas», añadió Alsalem.

    En todo el mundo, casi la mitad de las mujeres casadas carecen actualmente de poder de decisión sobre su salud y sus derechos sexuales y reproductivos.

    Violencia contra las mujeres

    Nos encontramos en el ecuador de la carrera para cumplir la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, y «nos hemos dado cuenta dolorosamente de que no estamos ni cerca de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5” sobre igualdad de género y empoderamiento, dijo la experta.

    Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 736 millones de personas son víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, o de violencia sexual por parte de una persona que no es su pareja, una cifra que ha permanecido prácticamente invariable en la última década.

    La violencia infligida por la pareja es la forma más común, con unos 641 millones de mujeres afectadas en todo el mundo.

    Según la organización, las más jóvenes siguen estando especialmente expuestas a este tipo de violencia, ya que una de cada cuatro mujeres de entre 15 y 24 años sufre violencia a manos de su pareja cuando alcanza la veintena.

    Discriminación de género

    «La igualdad de género no puede lograrse sin garantizar que las mujeres y las niñas puedan disfrutar de sus derechos humanos fundamentales y participar en la sociedad en igualdad de condiciones y sin discriminación», señaló Alsalem.

    En la actualidad, 50 países siguen teniendo leyes de nacionalidad que contienen disposiciones discriminatorias por razón de género, y en 24 de esos países se niega a las mujeres el derecho a conferir la nacionalidad a sus hijos en igualdad de condiciones con los hombres.

    Claudine fue agredida sexualmente cuando tenía 16 años.
    ONU/Daniel Dickinson
    Claudine fue agredida sexualmente cuando tenía 16 años.

    Apatridia

    La experta independiente añadió que la discriminación por razón de sexo y género en las leyes de nacionalidad es una de las principales causas de la apatridia.

    «No nos equivoquemos: La apatridia y las leyes de nacionalidad discriminatorias por razón de sexo equivalen a violencia contra la mujer, ya que constituyen formas graves de discriminación contra las mujeres y las niñas, tal como se definen en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.»

    Tales situaciones «dan lugar a un círculo vicioso de incumplimientos y violaciones de los derechos humanos, exacerbando directa e indirectamente la violencia psicológica, sexual y física», concluyó Alsalem.

    La relatora pidió a los Estados que «defiendan el objetivo, el espíritu y el significado de las obligaciones fundamentales en materia de derechos humanos».

    Objetivo de Desarrollo número 5

    • Poner fin a todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres y las niñas
    • Eliminar prácticas nocivas como los matrimonios precoces y forzados y la mutilación genital femenina
    • Adaptar y reforzar la legislación para promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres y las niñas
    • Garantizar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo en la vida política, económica y pública
    • Garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva.