Autor: Editora

  • ¿Por qué los hombres no hablan sobre si quieren o no tener hijos? La conversación subterránea que solo presiona a las mujeres

    ¿Por qué los hombres no hablan sobre si quieren o no tener hijos? La conversación subterránea que solo presiona a las mujeres

    En Literatura infantil (2023), Alejandro Zambra recuerda que, tras ser padre por primera vez, muchos conocidos le preguntaron por qué quiso tener un hijo. “Después de los chistes, respondo o trato de responder. Soy incapaz de articular un discurso exclusivamente racional, pero salir nada más del paso, con económico cinismo, sería colaborar con ese vacío de conocimiento que todos hemos sentido y padecido y que descorazona y aturde”, escribe el chileno. Son muchos los libros surgidos tras el nacimiento del primer hijo: de Sergio Fanjul a Manuel Jabois, la perplejidad ante la paternidad (ese “estoy oyendo crecer a mi hijo” que escribió Francisco Umbral en Mortal y rosa) es el punto de partida de decenas de obras publicadas por hombres cada año. Y es que esa relación —imaginada o proyectada— del padre con el hijo recién nacido o la recopilación de detalles sobre los primeros años de crianza forman parte de los temas universales de la literatura. “Decir que hay demasiados libros sobre maternidad o sobre paternidad es como decir que hay demasiados libros sobre el amor, sobre la muerte o sobre la guerra”, corrobora el propio Zambra, que continúa: “Cada nueva madre y cada nuevo padre descubre asuntos que siempre estuvieron allí, y hablar como flamantes descubridores de la pólvora parece inocentón o vergonzoso, pero justo por eso es necesario hacerlo. Y desafiante y atractivo”.

    La conversación sobre la paternidad está más viva que nunca entre quienes han tenido hijos, pero no es la más habitual entre hombres que todavía no lo han hecho o que no lo harán. Si la presión social sobre la maternidad es muchas veces insoportable para las mujeres alrededor de los 30 años, no parece que exista ese escrutinio sobre los hombres. En los grupos de amigos o entre compañeros que mantienen una relación profesional casi nunca se da una de las “conversaciones subterráneas” de las que habla la escritora Begoña Gómez Urzaiz en la parte final de Las abandonadoras (2022)Esa conversación sería el modo en que las mujeres comparten, casi en todo momento y en cualquier espacio, sus inquietudes sobre la maternidad: “A veces pienso —escribe Gómez— que todas las mujeres en edad fértil, y por edad fértil me refiero a la edad fértil en Occidente entre las clases medias algo ilustradas, que es muy corta y va de los 34 a los 42 años, nos pasamos una década manteniendo la conversación subterránea. Hasta cuando no hablamos de eso en realidad estamos hablando de eso. ¿Quieres tener un hijo?, ¿quieres tenerlo ahora?, ¿quieres tener otro hijo?”.

    “Las charlas que he tenido con mujeres de todo tipo me sugieren que la conversación existe. ¡Hasta Charli XCX está en ello!”, comenta Gómez. En I think about it all the time la artista canta: “Quizá algún día lo haga / si no se me acaba el tiempo / ¿me hará echar de menos toda mi libertad?”. Ahí está todo, según la escritora: la duda y la conciencia de que el tiempo para procrear no es infinito. “Charli tiene solo 31 años, le queda más de década y media de conversación subterránea y explícita. Tendrá todavía centenares de diálogos sobre el tema con amigas, desconocidas y periodistas. Cuando pasas de los 40, la conversación se vuelve menos abierta, mucho más concreta y realista. Sin embargo, esta no es una conversación habitual en ambientes exclusivamente masculinos y es que, entre hombres, siempre parece que lo habitual es pensar que la decisión sobre los hijos corresponde a la pareja o que ‘nunca es tarde”, critica.

    Según el estudio del Instituto Nacional de Estadística sobre Hombres que tienen intención de tener hijos en los próximos 3 años, un 19% de los hombres expresaron que “tener hijos siempre había estado en su proyecto de vida”, mientras que más de la mitad (el 55%) englobaron su deseo dentro de la ambigua expresión “quiero ser padre”. Quizá sí que piensan en la paternidad, pero no hablan demasiado sobre el tema. “Hay un vacío comunicativo inmenso, y mucho conocimiento desperdiciado debido a una concepción cerrada, antigua y simplista de lo masculino. Estamos demasiado acostumbrados a los discursos paralizadores, normativos, pretendidamente prácticos, imperativos, dogmáticos”, cree Zambra.

    Según el estudio sobre 'Hombres que tienen intención de tener hijos en los próximos 3 años', un 19% expresó que “tener hijos siempre había estado en su proyecto de vida”.
    Según el estudio sobre ‘Hombres que tienen intención de tener hijos en los próximos 3 años’, un 19% expresó que “tener hijos siempre había estado en su proyecto de vida”.Manu Vega (Getty Images)

    En foros masculinos (en España, Forocoches es el mejor ejemplo), estos discursos oscilan entre dos polos opuestos: por un lado, los natalistas (tan relacionados con la extrema derecha) llaman a los hombres a tener hijos para así “defender su legado”; por otro, existe toda una corriente que defiende que la paternidad supone renunciar a la aventura, como si tener uno o varios hijos fuera la derrota cotidiana que termina de convertirte en normie (se alían el tópico más rancio con el consumismo más contemporáneo). En cualquier caso, aunque se perciben ciertas dudas y temores, la discusión nunca escapa de estos polos que tienen más que ver con la presunta responsabilidad o irresponsabilidad del potencial padre que con la crianza en sí. “La paternidad antes era automática, los hombres se convertían en padres porque sí, presentes o ausentes, buenos, malos o mediocres. Ahora las cosas han cambiado, pero quizás no tanto. Me parece importante recordar que hablamos de micromundos, y en todas las comunidades el grupo de personas que ha pensado en la paternidad, que ha decidido si quiere o no tener hijos, es ínfimo. Parece numeroso, pero es ínfimo”, recuerda el escritor chileno.

    Distintos cambios y compromisos

    Una de las posibilidades hacia las que apunta todo este silencio compartido es la de que los hombres no necesitan preocuparse demasiado por ser padres o no, porque, si llegan a serlo, podrán decidir cómo enfocarlo —también a nivel literario, en el caso de tantos escritores—. En este terreno, los hombres disponen de un nivel de autonomía mucho mayor respecto al de las mujeres, socialmente empujadas a los cuidados. Además, tal y como indica Gómez: “Si eres un hombre, tener o no tener hijos no altera fundamentalmente tu identidad, no modifica de manera radical cómo te percibe el mundo”.

    En 2016, Eurostat publicaba que mientras que un 95% de las mujeres españolas con hijos se involucraba diariamente en su “cuidado y educación”, esto era así solo para un 68% de los hombres. Así que, mientras la maternidad se presenta como una práctica y un compromiso unívocos, la paternidad todavía ofrece muchas posibilidades; incluso la de no darle demasiada importancia (o no dedicarle demasiado tiempo). Con los años, estas diferencias se van amortiguando, aunque la percepción social sobre padres y madres y sus obligaciones apenas cambia, desde los detalles (esos testimonios de profesores que prefieren llamar por teléfono solo a las madres porque los padres apenas saben de qué problemas o situaciones les están hablando) hasta la representación de cada figura en la cultura pop (el padre que se ocupa de su hijo es a menudo heroico y la madre que no lo hace, monstruosa).

    Según un informe de 2016 de Eurostat, mientras que un 95% de las mujeres españolas con hijos se involucraba diariamente en su “cuidado y educación”, esto era así solo para un 68% de los hombres.
    Según un informe de 2016 de Eurostat, mientras que un 95% de las mujeres españolas con hijos se involucraba diariamente en su “cuidado y educación”, esto era así solo para un 68% de los hombres.Rawlstock (Getty Images)

    Zambra se muestra optimista y esperanzado y tiene “la sensación placentera de una inminente conversación mucho más amplia y generosa”. Esa conversación tendría que abarcar no solo la paternidad, sino también la idea más convencional de familia y dar oportunidades a todos los hombres para, en palabras del escritor, “emprender unos rodeos muy largos antes de decidir si convertirnos en padres o no y demorarnos discutiendo desde la raíz de las ideas tradicionales”.

    Gómez no se muestra tan esperanzada, y es que cree que las diferencias biológicas también influyen (“las personas gestantes somos muy conscientes de que hay un declive, de que el tiempo social ya no va ligado al tiempo del cuerpo, porque casi nadie está pensando en tener hijos cuando está en su pico de fertilidad”) o sirven de coartada (“no quisiera caer en estereotipos de comedia mala, pero hay hombres que parecen ir por el mundo pensando que esa posibilidad siempre está abierta, como si fueran un rockero anciano con mechas”). Aunque es consciente de que casi ningún hombre quiere ser un rockero anciano con mechas, la escritora concluye: “Si no vives rodeado de señales constantes, internas y externas, que te recuerdan que cada día que pasa eres un poquito menos fértil, aunque te esté pasando también, es lógico que el tema no te consuma de la misma manera”.

  • Kate Winslet: “Las mujeres deberían celebrar tener una forma corporal real y tal vez tener algunos rollitos de más»

    Kate Winslet: “Las mujeres deberían celebrar tener una forma corporal real y tal vez tener algunos rollitos de más»

    La actriz británica Kate Winslet le dijo a la BBC que las mujeres deberían celebrar «tener una forma corporal real» después de que en el rodaje de su última película le sugirieran que se sentara más derecha para ocultar sus rollitos de la barriga.

    Hablando el domingo con la periodista Laura Kuenssberg sobre el filme “Lee”, en el que interpreta a Elizabeth “Lee” Miller, una de las únicas fotógrafas femeninas que trabajó durante la Segunda Guerra Mundial, Winslet dijo: “Es interesante ver cuánto le gusta a la gente etiquetar a las mujeres”.

    “Les encantaba hacerlo en la época de Lee y, fastidiosamente, lo siguen haciendo”.

    Les ponemos estas etiquetas a las mujeres que simplemente no tenemos para los hombres, lo encuentro muy extraño”, dijo.

    Winslet señaló que su trabajo en su nueva película fue «convertirse en Lee”, una modelo de moda que acabó trabajando como fotógrafa de guerra.

    «Ella no estaba levantando pesas ni haciendo Pilates. Estaba comiendo queso y pan, y bebiendo vino, y no le daba mucha importancia al tema. Así que, por supuesto, su cuerpo estaría blando».

    “Estamos tan acostumbrados a no necesariamente ver eso y disfrutarlo. El instinto, extrañamente, nos lleva a verlo y criticarlo. O a comentar sobre ello”, agregó.

    Según la intérprete, “como mujeres deberíamos celebrar tener una forma corporal real, ser blandas y tal vez tener algunos rollitos de más».

    “La vida es demasiado corta”, afirmó. “No quiero mirar atrás y decir ‘¿por qué me preocupé por eso?’ y entonces, ¿adivina qué?, ya no me preocupo más”.

    La ganadora del Oscar señaló que el tema del etiquetado de mujeres es una conversación que se debe tener.

    Kate Winslet en el film "lee".

    Fuente de la imagen,Sky UK

    Pie de foto,Winslet interpreta a la fotoperiodista de la Segunda Guerra Mundial y exmodelo Elizabeth «Lee» Miller en el filme “Lee”.

    «Es mi vida en mi rostro»

    Winslet, de 48 años, siempre ha sido una defensora de las mujeres y se ha pronunciado abiertamente en contra de la humillación corporal en el pasado.

    En una reciente entrevista con la revista Harper’s Bazaar UK, Winslet habló de cómo le dijeron que se sentara más derecha para ocultar sus «rollitos de la barriga» mientras filmaba “Lee”.

    «Hay una escena en la que Lee está sentada en un banco en bikini», contó.

    «Y alguien del equipo se acercó entre tomas y me dijo: ‘Quizás quieras sentarte más derecha’. ¿Así no puedes ver mis rollitos de la barriga? ¡Ni en sueños! Fue deliberado«.

    Se le preguntó a Winslet si le importaba verse «menos que perfecta» en la pantalla, a lo que respondió: «Todo lo contrario. Me enorgullezco de ello porque es mi vida en mi rostro, y eso importa. No se me ocurriría taparlo».

    «Me siento más cómoda conmigo misma a medida que pasan los años. Me permite dejar que las opiniones de los demás se evaporen», agregó.

  • Mujeres de la tercera edad toman la pasarela de la Semana de la Moda de Viena

    Mujeres de la tercera edad toman la pasarela de la Semana de la Moda de Viena

    «¡Se acabó eso de las abuelitas sentadas sin hacer nada!», exclama Brigitte Hrdlicka, de 63 años, ocupada con los últimos retoques antes del espectacular desfile de jubiladas en la Semana de la Moda de Viena.

    Con paso firme y actitud altiva, estas modelos por un día, de entre 60 y más de 80 años, desfilaron el martes en la pasarela, que fue la culminación de un proyecto inédito en Austria.

    «Tenemos muchas cosas que mostrar», explica esta exempleada del sector hospitalario, inclinada sobre su máquina de coser, rodeada de percheros llenos de telas multicolores, confeccionadas a partir de materiales de segunda mano.

    Para adquirir experiencia las aprendices, que diseñan todo desde cero, incluso los bocetos, recibieron creaciones únicas de cuatro marcas vienesas, encantadas de asociarse con la iniciativa.

    Como consejera contaron con la ayuda de Irina Reichel, quien lleva varios años impartiendo talleres de costura en clubes de jubilados de la ciudad, y este año tuvo la idea de entrar en el restringido sector de la moda.

    «Hacer desfilar a estas diez damas es tomar una posición contra el edadismo y a favor de la inclusión social. ¡Miren cómo brillan de alegría y de placer!», declara con una sonrisa, señalando a las participantes, cada una más elegante que la otra.

    Diversidad

    Con alfombra roja, cócteles y aperitivos el desfile no tiene nada que envidiar a los de otras casas de moda en la ciudad natal del famoso diseñador Helmut Lang.

    Solo que aquí las modelos lucen sus propias creaciones, con una sonrisa de oreja a oreja, cada una mostrando su personalidad única.

    Vestidos de gala, estampado de leopardo, rayas marineras e incluso un vestido de novia naranja como punto culminante, hay para todos los gustos y tallas.

    «‘Quiero ser como ellas a su edad’. Eso es lo que dicen las más jóvenes», comenta Zigi Mueller Matyas, responsable de la Fashion Week, destacando la evolución del mundo de la moda hacia una mayor diversidad.

    Entre el público Verena Heger, jubilada desde hace dos años, califica la iniciativa como «fantástica».

    «¡No es porque tengamos más de 60 años que hacemos cosas anticuadas!», insiste.

    «La modernidad no tiene edad», destaca, mientras una deslumbrante septuagenaria, con el cabello corto y pelirrojo, avanza entre los aplausos vistiendo una blusa transparente que deja ver un sostén negro.

    FUENTE: AFP

  • Abiertas inscripciones del curso “Mujeres, violencia, conflicto armado y construcción de paz”.

    Abiertas inscripciones del curso “Mujeres, violencia, conflicto armado y construcción de paz”.

    El Curso “Mujeres, violencia, conflicto armado y construcción de paz” es virtual y tiene una duración de 8 semanas | 80 horas, del 23 de septiembre al 17 de noviembre. Y si te gusta, puedes continuar con la segunda parte: “Laboratorio sobre la República Democrática del Congo para el estudio de la violencia y sus guerras desde la perspectiva de las mujeres”, y de esta manera completar el diplomado y obtener un certificado del Instituto de Estudios para la Acción Humanitaria de España (IECAH).

    Las periodistas del colectivo LolaMora Producciones organizan desde hace ocho años el curso sobre mujeres, violencia, conflicto armado y construcción de la paz y, a través de entrevistas, videos y textos abren un espacio para el conocimiento y la práctica a partir del estudio de estrategias de acción de numerosos colectivos de mujeres en África, América Latina, Europa y Medio Oriente.

    Este año se amplían los casos de estudio a la violencia en Ecuador con entrevistas al Taller Comunicación Mujer; a la situación de las mujeres en Afganistán, con la participación en el webinar de una periodista afgana; y a la perspectiva ecofeminista para mirar de cerca el impacto de la minería en las mujeres de la RDCongo.

    El propósito principal del diploma es analizar el impacto que tienen los conflictos armados y las dinámicas violentas -producto de estructuras patriarcales dominantes- en el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, entre ellos el derecho a la no discriminación por condición de género y a la igualdad en escenarios como por ejemplo, la reconstrucción posbélica o la resolución de disputas sobre megaproyectos energéticos o derechos de los pueblos originarios.

    Superar el curso junto al “Estudio del caso práctico: RDCongo”completan el itinerario formativo que permite recibir el Diploma de Mujeres, violencia, conflicto armado y construcción de la paz expedido el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).

    Hay becas para estudiantes y personas en desempleo. Precios especiales para ONG y colectivos. Hay teoría, práctica y foros y debates colectivos, pero cada participante organiza los tiempos de estudio.

    Este proceso está organizado por IECAH – LolaMora Producciones

    No te lo pierdas: Súmate a la #Conversación de @LolaMoraProducciones sobre #ViolenciadeGénero en tiempos de conflicto armado y de paz.

    Información e inscripciones en https://iecah.org/producto/curso-virtual-mujeres-violencia-conflicto-armado-y-construccion-de-la-paz/

    Si deseas más información sobre becas y precios especiales para periodistas, colectivos y ONG escribe a: cursos@iecah.org

  • «Womenomics»: qué efectos ha tenido en Japón el esfuerzo por aumentar la presencia de mujeres en la economía

    «Womenomics»: qué efectos ha tenido en Japón el esfuerzo por aumentar la presencia de mujeres en la economía

    «Japón debe convertirse en un lugar donde las mujeres brillen. Para 2020, haremos que el 30% de las posiciones de liderazgo sean ocupadas por mujeres», dijo Abe, quien murió en un atentado en 2022.

    Era un anuncio importante para Japón, si se tiene en cuenta que el país estaba rezagado en cuestión de participación femenina en el mercado laboral, no solo en comparación con el resto de países que forman la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), sino también frente a países de mercados emergentes.

    Para lograr su objetivo de una mayor participación de las mujeres en el mercado, Abe puso en marcha una serie de medidas que buscarían no solo facilitar su ingreso a la fuerza laboral, sino que también las incentivaría a escalar la pirámide organizacional.

    Pero hoy, 10 años después de ese discurso, la meta está lejos de alcanzarse: menos de un 1% de las empresas del país que cotizan actualmente en la bolsa de valores nipona está liderada por mujeres y se estima que la cifra de mujeres que ocupan las posiciones gerenciales ronda el 14%.

    De hecho, apenas un par de años después de aquel discurso, el gobierno japonés revisó sus pronósticos y definió nuevos objetivos: la meta de liderazgo femenino se redujo al 7% para trabajos gubernamentales de alto nivel y al 15% en empresas, para 2030.

    ¿Qué pasó? ¿Qué impacto tuvieron las medidas en la población en Japón?

    Shinzo Abe

    Fuente de la imagen,Getty Images

    Pie de foto,El exprimer ministro Shinzo Abe, muerto en un atentado en 2022, llamó a convertir a Japón en un «lugar donde las mujeres brillen».

    La era de Womenomics

    Hacia finales de los años 2000, la creciente edad de la población japonesa empezó a encender las alarmas con respecto a la fuerza laboral del país, como le contó la analista de mercados de la firma Goldman Sachs, Kathy Matsui, al programa Business Daily de la BBC.

    «La realidad es que este país se está quedando sin gente, y a menos que abran las puertas a los migrantes, lo cual no veo que ocurra pronto, tiene que utilizar lo que está a su alcance, que es su población existente», expuso.

    Matsui fue la primera en usar el término womenomics (combinación de las palabras women y economics) en Japón, en 1999.

    En un artículo de la época, argumentó que al incorporar a más mujeres en la fuerza laboral menguante de Japón, la economía iba a recibir un impulso.

    Y para lograrlo, sugirió la implementación de medidas gubernamentales como el aumento de la licencia de maternidad y paternidad, o el limitar las horas de trabajo para facilitar la vida de las personas con hijos.

    En algunos aspectos, las políticas dieron resultado: “Ha habido áreas de progreso y áreas en las que trabajar”, le dijo Matsui a Business Daily.

    Kathy Mastsui

    Fuente de la imagen,Getty Images

    Pie de foto,La analista de mercados de la firma Goldman Sachs Kathy Mastsui fue la primera en usar el término womenomics en Japón.

    «En las áreas de progreso: número uno, desde que escribí ese artículo, el porcentaje de mujeres japonesas trabajando fuera del hogar subió a un máximo histórico justo antes de la covid.

    «Número dos, vimos el impulso de los beneficios de la licencia parental, algo que creo que en muchos países fuera de Japón sigue siendo un desafío. El gobierno japonés aumentó estos beneficios para que hoy, tanto la madre como el padre sean elegibles para un año de licencia parental».

    Y como factor número tres, apuntó: «La transparencia en torno a la diversidad de género ha mejorado significativamente«.

    Pero hay al menos un elemento clave que Matsui ha podido identificar al actualizar su investigación con los datos de la última década en el que las políticas se han quedado cortas: «El área principal que creo que sigue rezagada es la representación femenina en puestos de liderazgo«.

    «Aunque en el sector privado [la representación femenina] ha mejorado en los últimos 25 años desde que escribí el primer artículo de Womenomics, todavía está rezagada respecto a la mayoría de las otras naciones desarrolladas».

    Primeros ejemplos

    En abril, la aerolínea más influyente del país, Japan Airlines, anunció que tendría a su primera mujer presidenta: Mitsuko Tottori, quien empezó su carrera como asistente de vuelo en 1985.

    Esto causó un gran revuelo en el sector corporativo del país. Los titulares iban desde «inusual» hasta «imposible».

    Un sitio web incluso la describió como una «molécula alienígena» o «mutante», por haber comenzado su carrera de azafata en una aerolínea que Japan Airlines había absorbido hacía un tiempo atrás.

    Pero según le dijo Matsui a Business Daily, la elección de Tottori pudo ser el arma que se necesitaba para empezar a romper con las inequidades del pasado.

    «No puedes ser lo que no puedes ver. Y muchas mujeres jóvenes en Japón que aspiraban a ser asistentes de vuelo, ahora ven que la azafata puede ser CEO. Y creo que eso no era fácil de decir en el pasado, y ahora ves un ejemplo vivo, algo que creo es muy emocionante».

    Mitsuko Tottori

    Fuente de la imagen,Getty Images

    Pie de foto,Mitsuko Tottori fue la primera mujer presidenta de Japan Airlines.

    Tottori concuerda en decir que una de las barreras más difíciles que la sociedad japonesa debe superar para que las mujeres logren mayor representación en el mercado laboral es romper los límites sociales que aún persisten y que, para algunas mujeres, constituyen la única manera de existir.

    «Creo que es importante que las mujeres tengan la confianza para convertirse en gerentes. Y, al ser nombrada para el puesto más alto, espero que esto anime a otras mujeres a intentar cosas que temían intentar», explicó la presidenta de Japan Airlines.

    La analista Matsui dice que, a través de su trabajo con la comunidad de emprendimiento en Japón, se ha dado cuenta de que hay un cambio en las expectativas de los jóvenes frente a los valores de los hombres en la sociedad y sobre lo que se espera de su rol en la familia.

    «No estoy diciendo que sea perfectamente igual de ninguna manera, pero creo que en esta generación más joven hay un conjunto de valores muy diferentes en comparación con la generación de sus padres o abuelos, algo que es muy emocionante y alentador de ver porque es mucho más equilibrado», afirmó.

    «Hay menos estereotipos arraigados sobre lo que las mujeres deberían hacer y no hacer, lo cual creo que va a ser muy positivo y útil a medida que intentamos avanzar con esta agenda”.

    Sin embargo, hay elementos que persisten.

    Casarse con un hombre rico

    La periodista de la BBC Mariko Oi lleva 10 años cubriendo el tema de womenomics, un asunto muy personal para ella al ser madre de dos hijas.

    Por ello, dice que se sorprendió negativamente cuando estuvo hablando con algunas alumnas de una universidad de Tokio donde ofreció una conferencia sobre periodismo y surgió un tema con el que ella estaba muy familiarizada por sus épocas de estudiante: mujeres que dicen preferir casarse con un hombre rico porque creen nunca poder alcanzar un sueldo que les permita vivir esa vida.

    «Lo que más me sorprende es que la idea de que las mujeres quieran casarse con un hombre rico sigue estando profundamente arraigada en Japón», le contó la estudiante Sai Kondo a la reportera.

    «Realmente me sorprende que muchas de mis amigas, muchas muy capacitadas, elijan trabajos administrativos o posiciones en las que haya altas probabilidades de conocer a personas, como ser secretarias legales».

    La periodista Mariko Oi explica que ciertos trabajos aumentan las posibilidades de que mujeres conozcan a hombres con salarios altos: «Convertirse en secretaria legal aumenta tus posibilidades de conocer y casarte con un abogado o fiscal que gane mucho dinero».

    La estudiante Akiko Kajita le dijo a Oi que son situaciones como éstas las que le hacen pensar sobre el rol de la mujer en la sociedad del país: «Creo que la sociedad japonesa funciona sin problemas porque las mujeres aguantan y se mantienen calladas. Y en este sentido, son violentamente y de manera inconsciente discriminadas».

    Japón

    Fuente de la imagen,Getty Images

    Pie de foto,Estudiantes universitarias en Japón piensan que no podrán ganar salarios suficientes en el mercado de trabajo.

    Una mayor representación

    Aunque hay mucho trabajo por hacer para alcanzar algo parecido a la equidad de género en Japón, hay áreas donde el progreso no solo es visible, sino que se ha sostenido a través del tiempo, dijo la periodista Oi.

    «Tokio recientemente reeligió a Yuriko Koike, quien se convirtió en la primera mujer gobernadora en 2016, para un tercer mandato. Mientras ella agradecía a sus seguidores, recuerdo lo importante que fue cuando fue elegida por primera vez», explicó.

    «Pero esta vez parece que los votantes y los medios ya estaban acostumbrados a tener una gobernadora y candidata femenina».

    Yuriko Koike

    Fuente de la imagen,Getty Images

    Pie de foto,Yuriko Koike fue la primera mujer electa como gobernadora de Tokio.

    Algo similar dijo la concejala local de Setagaya, en Tokio, Elisa Kamiya: «Esta elección de gobernador fue un buen ejemplo: no escuché que se hablara mucho sobre candidatas mujeres. Se trató más de individuos. Así que creo que eso es algo bueno. Además, tenemos más alcaldesas en los 23 distritos de Tokio».

    «Va muy lento, pero creo que está cambiando, y va en una buena dirección», agregó la concejala.

    «Necesitamos tener mucho cuidado con cómo hablamos con nuestras hijas para que tengan una mente abierta y puedan elegir cualquier trabajo que deseen. Para cuando mi hija crezca, espero que la sociedad sea más flexible y pueda elegir cualquier trabajo que quiera hacer».

    Koi asegura que su esperanza es similar: «Mi esperanza es que cuando mis hijas, que ahora tienen 9 y 3 años, crezcan, ni siquiera haya necesidad de políticas como womenomics«.

    * Este artículo es una adaptación de una edición del programa Business Daily, de la BBC. Si quieres escuchar el programa completo, en su inglés original, haz clic aquí.

  • Ya se sabe por qué la menstruación de muchas mujeres se alteró durante la pandemia

    Ya se sabe por qué la menstruación de muchas mujeres se alteró durante la pandemia

    Si durante la pandemia tu regla se alteró, no estás sola. Fue algo que le pasó a muchas mujeres y que ahora, un estudio liderado por dos ginecólogos del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, explica por qué pasó. Y tiene que ver con el estrés y el cambio de estilo de vida, que no con la pandemia y la covid.

    Para hacer el estudio, participaron 4.500 mujeres que menstrúan, la muestra más extensa de este tipo hasta la fecha. Las participantes, con edades comprendidas entre los 15 y 55 años, respondieron a una encuesta online que exploró su actividad sexual, estado emocional, y cambios en el ciclo menstrual durante el confinamiento estricto que tuvo lugar de marzo a mayo de 2020. Para garantizar la validez de los resultados, las encuestadas no debían haber contraído la covid y no debían estar utilizando anticonceptivos hormonales, que podrían haber influido en su ciclo menstrual.

     

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    Reglas más dolorosas

    Los resultados del estudio mostraron que el 92,3% de las mujeres tuvo al menos una menstruación durante el confinamiento, mientras que el 7,7 % experimentó amenorrea, es decir, la ausencia de flujo menstrual. Además, se observaron variaciones en la calidad de vida relacionada con la menstruación: el 19 % reportó un empeoramiento, el 71,7 % no notó cambios y solo un 1,6 % indicó una mejora. Si tu también tuviste, o has desarrollado reglas más dolorosas desde la pandemia, no estás sola.

    El confinamiento afectó también la actividad sexual de las mujeres, que disminuyó en el 49,8 % de las participantes (a ver, esto no es tan sorprendente). A pesar de estos cambios, el estudio no encontró diferencias significativas en la incidencia de amenorrea, la regularidad del ciclo, o la cantidad y duración del sangrado menstrual en las mujeres que no usaban anticonceptivos hormonales. Sin embargo, sí se hallaron diferencias significativas en la regularidad, duración y pesadez de la menstruación en aquellas que experimentaron mayores niveles de estrés emocional.

     

     

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    El estudio señala que los trastornos menstruales observados están más estrechamente relacionados con el impacto emocional del confinamiento que con otros factores como la duración del aislamiento o la percepción de exposición al virus.

    Las conclusiones del estudio remarcan el papel de la salud mental en la regularidad del ciclo menstrual y como incluso el estrés por sí solo puede conducir a un empeoramiento de los ciclos o sus dolores. Los cuales aún necesitan más investigación para poder entender cómo tratarlos.

  • Directed by Women Spain cumple una década visibilizando a mujeres cineastas

    Directed by Women Spain cumple una década visibilizando a mujeres cineastas

    El festival Directed by Women Spain celebra su décimo aniversario y se consolida como un referente en la difusión y promoción del cine dirigido por mujeres en España. Este evento, que se ha convertido en una cita imprescindible en el calendario cultural, inicia su programación en Cineteca Madrid del 4 al 8 de septiembre y continuará en el CICUS de Sevilla del 20 al 22 del mismo mes.

    Desde su creación en 2015, Directed by Women Spain ha trabajado para visibilizar el trabajo de cineastas mujeres, ofreciendo un espacio donde sus narrativas y propuestas creativas puedan ser apreciadas por el público.

    A lo largo de estos años, el festival ha presentado más de 320 películas (85 % cortometrajes, 11 % documentales y 5 % películas de ficción) y ha destacado el trabajo de hasta 400 cineastas.

    La ópera prima de Clara Bilbao

    Este año, el festival refuerza su apuesta por el género experimental y el formato de cortometraje y contará con la participación de 60 cineastas, tanto consagradas como emergentes. En esta décima edición, además, más del 40 % de la programación está compuesta por óperas primas.

    La apertura del festival será la proyección de la ópera prima de Clara Bilbao, Tratamos demasiado bien a las mujeres, una comedia negra basada en la novela de Raymond Queneau que cuenta con las actuaciones de Carmen Machi y Antonio de la Torre.

    Un año más, el festival reafirma su compromiso con el cortometraje, un formato que sigue siendo el pilar de su programación. Este año, se proyectarán 45 cortometrajes en siete sesiones, abarcando una amplia variedad de géneros y estilos, desde el surrealismo de Uranites de María Arenas hasta la videodanza de Tuer le minotaure/Muerte al minotauro de Naya Kuu.

    Entre las novedades de este año, también destaca la inclusión de una sesión de piezas experimentales bajo el título Tocar el cielo con los ojos, comisariada por la investigadora audiovisual Natalia Salazar, que reúne trabajos de seis cineastas que exploran las posibilidades expresivas del color, el cuerpo y el movimiento de la cámara.

    Documentales, mesas redondas y programación familiar

    El documental es otro de los formatos clave en la programación del festival, que incluye cuatro sesiones dedicadas a este género. Entre los títulos destacados se encuentra La Singla, de Paloma Zapata, galardonada con el Premio Feroz Arrebato de No Ficción 2024.

    Este documental, junto a Arnasa Bertean (A pulmón) de Bertha Gaztelumendi y Rosa Zufía, Sew to say (Coser para decir) de Rakel Aguirre y La mecánica de los fluidos de Gala Hernández López, ofrece una mirada profunda y comprometida sobre diversas realidades sociales y culturales, y será seguido de coloquios con sus directoras, fomentando un diálogo directo entre creadoras y público.

    El festival también acogerá la mesa redonda Intimidad y cine: rodajes sin tabúes, organizada en colaboración con la Asociación Española de la Coordinación de Intimidad (AESCI). Este encuentro abordará la necesidad de establecer límites y regulaciones en las escenas íntimas dentro del cine, con la participación de figuras destacadas como María Herrera, Violeta Orgaz y Lucía Delgado.

    Para el público familiarDirected by Women Spain ha preparado una programación especial que incluye la proyección de la película de animación Hanna y los monstruos de Lorena Ares, y el taller Los colores se juntan, dirigido por la artista y socióloga Mariquiña Díaz, donde los más pequeños podrán explorar el cine a través de la creación colectiva.

    Organizado por la asociación sin ánimo de lucro By Women, el festival ha crecido gracias al apoyo de cineastas, instituciones y el público, y se ha expandido a ciudades como Barcelona, Logroño, Málaga, Murcia, y a sedes internacionales en Reino Unido y México.

  • El grito desesperado de las madres buscadoras: acampar bajo la bandera del Zócalo para encontrar a un hijo

    El grito desesperado de las madres buscadoras: acampar bajo la bandera del Zócalo para encontrar a un hijo

    María Icela Valdez contempla las puertas cerradas del Palacio Nacional a lo lejos. Está sentada en una sillita diminuta en el Zócalo de Ciudad de México. Mientras habla, se recuesta sobre el mástil de la inmensa bandera nacional que ondea en el centro de la plaza. Ella y otras madres buscadoras llevan siete días acampando bajo el asta bandera frente a la residencia del presidente como protesta. “El Gobierno está en guerra contra las madres con hijos desaparecidos, por eso no dejamos que bajen la bandera. Según la ley marcial, cuando un país está en guerra, la bandera siempre tiene que estar ondeando”, dice Valdez, de 65 años. En otra pancarta con las caras de sus hijos puede leerse: “Las víctimas estamos en guerra con el Gobierno”.

    Las mujeres quieren hablar con López Obrador y exigen a las autoridades que busquen a sus hijos, muchos de ellos desaparecidos en Tamaulipas, un Estado muy castigado por la violencia y lleno de fosas clandestinas. Están desesperadas. La mayoría tiene entre 50 y 70 años, complicaciones de salud y un gran desgaste emocional. Junto a María Icela están sentadas Patricia de la Cruz, Ana María Maldonado y Laura Sánchez, todas ellas madres de desaparecidos. “Nos hermana el amor y el dolor de no saber dónde están nuestros hijos”, dice una de ellas.

    Hubo un tiempo en el que las puertas de Palacio Nacional estuvieron abiertas para las madres buscadoras. Valdez se acuerda bien. Era 24 de junio de 2019. Ella estuvo ahí dentro, con el presidente, la comisionada de Búsqueda y la plana mayor de las instituciones de Derechos Humanos en México. Valdez siempre recordará aquella fecha porque su fotografía acaparó las portadas de los periódicos. Arrodillada, frente a López Obrador, implorando ayuda para encontrar a su hijo, Roberto Quiroa, desaparecido el 10 de marzo de 2014. “El presidente me dijo: No te preocupes, yo te lo voy a entregar”. Cinco años después de aquello, María Icela mira hacia Palacio Nacional con los ojos llenos de lágrimas. Se siente traicionada, abandonada y ninguneada. “Nos ha tratado con mucho desprecio”, dice al hablar del presidente. “El Gobierno nos maltrata y nos humilla. No se dan cuenta de que nosotros les votamos”, remarca con amargura.

    Andrés Manuel López Obrador y la señora María Isela Valdez, el 24 de junio de 2019.
    Andrés Manuel López Obrador y María Isela Valdez, el 24 de junio de 2019.

    Valdez cuenta que, al igual que otras madres, sí tuvo esperanzas renovadas en el nuevo Gobierno y que las tiene en Claudia Sheinbaum, próxima presidenta del país. “Dice que es el tiempo de las mujeres, ojalá que se acuerde de nosotras, eso nos mantiene un poco con fuerza”, agrega. Ana María Maldonado, de 72 años, reconoce que creyó en que López Obrador pondría remedio a la crisis de desaparecidos en el país. También estuvo en Palacio Nacional aquel 24 de junio y guarda en su celular una fotografía junto al presidente. “Le pidió a Alfonso Durazo (secretario de Seguridad en aquel momento y actual gobernador de Sonora) que buscara a los muchachos, pero hasta el día de hoy nada”. Maldonado busca desde 2010 a su hijo Carlos Palomares, desaparecido el 22 de septiembre en la colonia Narvarte, de Ciudad de México.

    Aquel día en Palacio Nacional fueron presentados los primeros pasos del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas ante las familias y se anunció una inversión millonaria con la que se pretendía solucionar el problema forense en el país. Pese a aquellos pasos adelante, la crisis continúa y el maltrato institucional a las víctimas ha aumentado. La herencia recibida del Gobierno anterior se convirtió en un problema propio que la Administración actual no ha conseguido frenar. “Necesitamos que arreglen el problema de la identificación y la entrega. En muchos casos no hay laboratorios, ni genetistas, no hay forenses…”, enumera Valdez.

    Ana María Maldonado es recibida junto a otras madres buscadoras por el presidente López Obrador, en 2019.
    Ana María Maldonado es recibida junto a otras madres buscadoras por el presidente López Obrador, en 2019.CORTESÍA

    Las mujeres denuncian la violencia que en los últimos años sufren las familias que buscan a sus desaparecidos. Expuestos a los ataques de las autoridades y del crimen organizado. La última de una larga lista de asesinadas fue la buscadora Ángela Meraz León, en Baja California. “Esta vida no es vida”, dice Mendoza. Entre las madres que están en el Zócalo también está Laura Sánchez, de 50 años, enferma de diabetes, hipertensión y con problemas de movilidad. Busca a su hijo Miguel Ángel Hernández, desaparecido en Reynosa, el 25 de agosto de 2019. Dice que la Fiscalía de Tamaulipas le avisó de que su hijo está preso en un Cefereso de Michoacán, sin embargo, después de la pandemia las autoridades ya no le dicen qué pasó con él. “Quiero que me digan cómo está, por favor. El presidente también es padre, por favor, que se tiente el corazón y que me ayude a encontrarlo”, ruega Sánchez.

    En 2023 la comisionada Quintana decidió renunciar por desacuerdos con el nuevo censo de personas desaparecidas encargado por el Gobierno. De más de 110.000 desaparecidos contabilizados, la Administración de López Obrador redujo el número a unos 90.000. Meses más tarde, Quintana reconoció que su dimisión tuvo que ver con las diferencias que tuvo con sus superiores. La asociación que María Icela Valdez y su hija Delia crearon, el Colectivo 10 de Marzo AC, interpuso un amparo para que los nombres de esas personas no desaparecieran del censo y lo ganaron. Actualmente su organización busca a unas 15.000 personas.

    Patricia de la Cruz, madre de Fernando Hernández de la Cruz, desaparecido el 22 junio 2022, en Altamira (Tamaulipas).
    Patricia de la Cruz, madre de Fernando Hernández de la Cruz, desaparecido el 22 de junio 2022, en Altamira (Tamaulipas).Mónica González Islas

    Por las noches la lluvia y el frío hacen más difícil aún permanecer en el Zócalo. En el campamento improvisado han instalado cinco tiendas de campaña para resguardarse. Sin embargo, ninguna autoridad local o federal ha mostrado el más mínimo interés en las mujeres que están bajo la bandera. Ellas dicen que nadie se ha acercado para hablar o para conocer cuáles son sus reclamos. Los pocos apoyos que llegan son de parte de la sociedad civil, entre ellos, el dinero para contratar un baño portátil donde hacer sus necesidades. “Convocamos no solo a otras madres buscadoras a que se unan a nosotras, sino a todas las personas de la sociedad civil porque ellos también corren peligro, nadie estamos exentos de que nos pase esto”, comenta Patricia de la Cruz, de 57 años. Busca a su hijo Fernando Hernández de la Cruz, desaparecido el 22 de junio de 2022 en Altamira, Tamaulipas.

    “Tenemos derecho a saber qué pasó con nuestros hijos”, agrega Mendoza y denuncia que el único detenido por la desaparición de su hijo Carlos fue puesto en libertad por una mala investigación de la Fiscalía. Cuando salió, el perpetrador amenazó de muerte a la familia. Otro de sus hijos falleció de un infarto poco después. “Ya solo me quedan dos hijos de los cuatro que tuve”, se lamenta.

    Las madres que en algún momento fueron abrazadas como un símbolo nacional por la llamada cuarta transformación, se han convertido en las enemigas incómodas del oficialismo. El último recurso ha sido tomar la bandera, el símbolo patrio por excelencia. Cada día le recuerdan al Estado mexicano la deuda pendiente que tiene con sus desaparecidos.

    El plantón de las madres buscadoras en el Zócalo de Ciudad de México.
    El plantón de las madres buscadoras en el Zócalo de Ciudad de México.Mónica González Islas
  • La poeta tsotsil Ruperta Bautista Vázquez gana el Premio de Literaturas Indígenas de América 2024

    La poeta tsotsil Ruperta Bautista Vázquez gana el Premio de Literaturas Indígenas de América 2024

    Al expresar la sabiduría milenaria de su pueblo, que ha aprendido a convivir con los seres visibles e invisibles, humanos y no humanos de su territorio, el poemario en lengua tsotsil Presagio lóbrego, de la escritora Ruperta Bautista Vázquez, ganó la duodécima edición del Premio de Literaturas Indígenas de América (Plia) 2024, según se anunció el martes 27 de agosto.

    El poemario de Bautista Vázquez habla de la muerte, la natural y la causada por la violencia generalizada; en específico, las muertes de mujeres de Chiapas —estado mexicano del que es nativa la autora— portadoras de conocimiento y sabiduría.

    “Expresa el dolor, la sensación de orfandad, el desconsuelo, el abatimiento al ver cómo se va deshebrando la vida de quien se despide de este mundo. Este poemario está dedicado a la memoria de las mujeres madres que, aún sin llegar su tiempo, alguien cortó el hilo de su vida. Dedicado a todas aquellas mujeres que dejaron su legado en diferentes manifestaciones comunitarias”, expresó la ganadora.

    Se trata de la quinta obra de Bautista Vázquez, quien destacó que en un país que discrimina a las mujeres, dedicarse a las áreas científicas o literarias representa un gran esfuerzo, más aún si se trata de mujeres de pueblos originarios.

    “Sabemos que vivimos en un país discriminatorio, donde las mujeres somos las que más la sufrimos (la discriminación). Hay menos disposición y posibilidad de manifestar nuestras actividades literarias, científicas y de investigación. El que una mujer de un pueblo originario pueda hacer este tipo de actividades, representa un gran esfuerzo”, dijo.

    El jurado estuvo integrado por la maestra Celerina Patricia Sánchez (mixteca), Liliana Ancalao (mapuzungún o mapuche) de Argentina y la maestra Angélica Ortiz López (wixárika). Ortiz López expresó que la obra de Bautista Vázquez sostiene la tensión poética de principio a fin, con el uso de variados recursos literarios.

    “Da cuenta de la vitalidad de su lengua originaria tomando decisiones sobre la traducción de las palabras; recrea los elementos propios de su cultura y expresa la preocupación contemporánea por la muerte de las ancianas y los ancianos, que vulnera la continuidad de esa sabiduría”, dijo Ortiz López.

    El rector del Centro Universitario del Norte (CUNorte), maestro Uriel Nuño Gutiérrez, celebró la continuidad de un premio en un mundo más globalizado, donde la homogeneización cultural amenaza con borrar las particularidades de los pueblos originarios.

    “La difusión de la literatura en lenguas indígenas se erige como un acto esencial de resistencia y reivindicación. No se trata únicamente de preservar un conjunto de palabras o de frases, sino de mantener vivo un legado cultural, histórico y filosófico que ha sido transmitido de generación en generación a lo largo de siglos”, expresó Nuño Gutiérrez.

    La encargada de despacho de la Dirección General del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), maestra Alma Rosa Espíndola Galicia, informó que fueron 47 las personas participantes en esta edición del Plia, una muestra del trabajo creativo y del dominio del bilingüismo de los participantes.

    “El Plia pondera sin duda alguna el bilingüismo en lenguas indígenas y nos da cuenta del trabajo creativo en dos lenguas: la lengua originaria de las personas que participan y la lengua de convivencia del país”, explicó Espíndola Galicia.

    De los 47 trabajos participantes, treinta fueron de hombres y diecisiete de mujeres, de países como Bolivia, Argentina, Ecuador, Perú, Guatemala, Colombia y México. Algunas lenguas participantes son: hñähñu (Hidalgo), tu’un savi (Oaxaca), náhuatl, maya (Guatemala), quechua (Perú), mapuzungún o mapuche (Argentina), misak (Colombia) y kichwa (Ecuador).

    La entrega del Plia será en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) el viernes 6 de diciembre. La ganadora recibirá un reconocimiento y un estímulo económico de 300 mil pesos.

  • Estudiantes indígenas mexicanas obtienen diploma de excelencia en Premio Mundial Juvenil del Agua, en Suecia

    Estudiantes indígenas mexicanas obtienen diploma de excelencia en Premio Mundial Juvenil del Agua, en Suecia

    Dos jóvenes indígenas zapotecas, de 16 y 17 años, estudiantes de un bachillerato comunitario en el municipio de Teotitlán del Valle, estado de Oaxaca, México, alcanzaron por vez primera para ese país el Diploma de Excelencia en el Premio Mundial Juvenil del Agua, la competencia juvenil más importante en materia de agua, impulsada por el Stockholm International Water Institute (SIWI).

    En el marco de la Semana Mundial del Agua que organiza el instituto, México ganó la distinción con el trabajo de Shanni Valeria Mora Fajardo y Rosa Mendoza Sosa, quienes diseñaron un sistema de filtración casero para purificar las aguas residuales del teñido textil en el cultivo de vegetales en su comunidad, indicó la Red del Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    En su proyecto, las jóvenes plantearon «un método accesible para el tratamiento y reutilización del agua entintada proveniente de la producción de tapetes de lana artesanales para el cultivo de hortalizas», a fin de obtener resultados positivos en su comunidad, misma que se caracteriza por esta tradición ancestral que es heredada de generación en generación.

    El reconocimiento, a manera de mención honorífica, fue para aquellos proyectos que pueden tener un gran impacto positivo en temas ambientales y sociales y la estudiantes mexicanas fueron premiadas entre más de 30 delegaciones finalistas durante la Semana Mundial del Agua celebrada en Estocolmo, Suecia.

    «Shanni y Rosa son un orgullo para México. No solo representan a los jóvenes, también a las mujeres, a las poblaciones originarias y, sobre todo, el futuro de la ciencia con sentido social”, dijo Jorge Arriaga, coordinador ejecutivo de Red del Agua de la UNAM y del Centro Regional de Seguridad Hídrica (Cershi), bajo los auspicios de la Unesco.

    Explicó que este tipo de concursos brindan la oportunidad de que los jóvenes mexicanos, provenientes de cualquier región, como es el caso Shanni y Rosa, originarias de Teotitlán del Valle, «puedan desarrollar ideas innovadoras que contribuyan con la solución de problemas hídricos que beneficien su entorno, por lo que debemos sentirnos orgullosos de este logro».

    También apuntó que la participación y el desarrollo de proyectos respaldados por la Red de Agua de la UNAM, el Cershi, auspiciado por UNESCO y la Embajada de Suecia en México «son el reflejo de que se pueden generar alianzas para que entre los diversos actores de la sociedad se puedan obtener soluciones y alcanzar la seguridad hídrica para todos».