Pese a la falta de apoyo en algunas disciplinas, México hizo historia en la edición XXIV de los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se llevaron a cabo en San Salvador, donde se adjudicó el primer lugar del medallero y, en buena medida, lo hizo con el poder de las mujeres que ganaron una mayor cantidad de preseas.
Mujeres ganaron 152 medallas en Juegos Centroamericanos
Como ha sido costumbre en las últimas ediciones ya sea de Centroamericanos, Panamericanos u Olímpicos, las féminas son las que dan la cara por México y en esta ocasión no fue la excepción debido a que obtuvieron más de 150 medallas. Así quedó distribuida la repartición.
Conade desmiente falta de recursos para que México participara en la Universiada
Cabe destacar que en algunas disciplinas se permite competir de manera mixta, es decir, hombres y mujeres, donde también la delegación azteca quedó en primer rubro en dicha rama.
Además, con un total de 353 medallas, México superó la marca que había establecido en la última edición, que fue en Barranquilla 2019 al obtener 341, así que superó su meta por 12 más.
Por todo ello, el Comité Olímpico Mexicano (COM) mandó una afectuosa felicitación a las mujeres por su destacada participación en la última edición de los Centroamericanos de El Salvador.
“En el deporte, así como en muchos ámbitos de la vida, ha quedado más que claro que la presencia de las mujeres es un factor de éxito.
Hacemos un especial reconocimiento a las mujeres que asistieron a San Salvador 2023 por su gran contribución a poner en alto el nombre de México”, mencionaron.
En el deporte, así como en muchos ámbitos de la vida, ha quedado más que claro que la presencia de las mujeres es un factor de éxito. 👱♀️ Hacemos un especial reconocimiento a las mujeres que asistieron a @SSalvador2023 por su gran contribución a poner en alto el nombre de México. pic.twitter.com/yl5f78IxmN
— Comité Olímpico Mexicano (@COM_Mexico) July 11, 2023
¿Qué sigue para el deporte de México?
Muchos de los atletas que compitieron en Centroamericanos estarán repitiendo en los Juegos Panamericanos 2023, que se desarrollarán en Santiago de Chile del 20 de octubre al 5 de noviembre, con la misión de seguir cosechando triunfos para la delegación mexicana.
En Obispo Trejo, una localidad del noreste de la ciudad de Córdoba, en Argentina, sorprende el poder de las flores. En pocos años, la propuesta de floricultura sustentable Obispo Trejo Florece ha impulsado el desarrollo de este pueblo con escasas oportunidades de empleo y condiciones territoriales desfavorables.
La promotora del proyecto es la ingeniera agrónoma Alejandra Tuma, titular de la Cátedra de Floricultura de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que con esta iniciativa productiva y social encontró alternativas para dos problemas: el desempleo y la escasez de mano de obra especializada.
Tuma sabía que en la provincia de Córdoba cada semana se importan flores desde Ecuador o Colombia porque la demanda local está insatisfecha (el 70% de las rosas que se comercializan son ecuatorianas) a los productores les costaba encontrar personas capacitadas para el cultivo. También conocía las altas tasas de desocupación en Trejo, un pueblo de 3.000 habitantes, y la falta de emprendimientos con continuidad en el tiempo. Imaginó entonces que el cultivo de flores orgánicas podría ser el enlace para generar empleo digno y poner un granito de arena para transformar la realidad.
La ingeniera agrónoma, con 20 años de trayectoria en Argentina y experiencia educativa y laboral en España y Portugal, ganó en 2018 una convocatoria del Ministerio de Educación nacional para promover actividades de desarrollo local.
Dos mujeres transplantan plantines en el invernadero en Obispo Trejo.RAMIRO PEREYRA
Aquello fue la punta de lanza para llegar a Obispo Trejo con la colaboración de la Fundación 20 de noviembre y Fundación Potentia. El municipio cedió en comodato un terreno para los campos de flores y, con el incentivo económico, 50 personas recibieron capacitación en la producción sustentable de cultivos florales, comercialización, márketing y gestión de recursos humanos.
“El norte de Córdoba es una zona bastante desfavorecida. Obispo Trejo es conocido por sus inundaciones, suelos salinos, agua de mala calidad, napas freáticas muy cercanas al suelo y sin producción propia”, explica la directora del proyecto. Las autoridades del Gobierno, relata Tuma, admitían que la gente pedía trabajo al municipio y no tenían nada para brindarle.
Las primeras tareas fueron nivelar el terreno, elevar canteros, preparar la tierra, instalar el sistema de riego por goteo y plantar especies que se adaptaran a la zona. La construcción de los invernaderos comenzó en enero de 2020, poco antes de la pandemia. El primer ciclo de producción de flores se produjo durante el confinamiento, en medio de videollamadas y una campaña impulsada desde la facultad para donar flores a los médicos, enfermeras y otro personal en la primera línea de lucha contra el covid.
Cultivo intensivo
Aunque las floricultoras ya están organizadas en una cooperativa de trabajo, siguen recibiendo asesoramiento profesional y capacitación de la universidad. Hoy producen y venden unas 120.000 varas o flores de corte por año (alrededor de 15.000 por invernadero), especialmente bulbos de lilium (azucena) pero también statice, anthirrinum (conejito), crisantemo (margarita), aleli, helianthus, dianthus (macetilla), craspedia y lisianthus.
Cuatro floricultoras trabajan la tierra para plantar flores.RAMIRO PEREYRA
La producción completa se comercializa en la ciudad de Córdoba y en zonas cercanas a Obispo Trejo. Se venden todas las flores en cada ciclo y aún así el mercado queda insatisfecho. Durante años, Argentina fue el país de la región que más flores consumía. Hoy está detrás de Brasil, pero la costumbre de comprar flores persiste y ha crecido la venta después de la pandemia, confirman algunas florerías, por su comprobado efecto en el bienestar personal.
El poder de las flores
Edilma Páez, de 48 años, se encarga de los arreglos florales y del armado de las coronas fúnebres. Cree que la producción ha cambiado las costumbres en Trejo. “Antes la gente no compraba ramos de flores para un acontecimiento y ahora sí; para cumpleaños, aniversarios, se ven arreglos en una mesa, en un acto”, apunta. Incluso en el cementerio las flores naturales están reemplazando a las de tela.
Tuma observa que las mujeres se han empoderado hasta el punto de ser casi otras personas. “Este proyecto me impactó mucho. Diría que mi vida está acá”, resume Claudia Villafañe, de 44, una de las floricultoras, a las que el cultivo no sólo le dio trabajo después de separarse de su marido sino mejores maneras de expresarse y el deseo de volver a la escuela que abandonó de chica.
La ingeniera explica que muchas de ellas se encontraban en situación de vulnerabilidad, con estudios incompletos, problemas domésticos, sometimiento, dependencia de sus parejas o les faltaban oportunidades. Pero ahora cambiaron su postura física, la forma de hablar, de manejar su hogar y se sienten orgullosas de sí mismas.
“Esto me aporta independencia económica, tener mi dinero y saber que es algo mío y que yo puedo apoyar en mi casa”, asegura Karina Tissera, de 44 años.
Gladys Prado y Karina Tissera cortan varas de alelí que serán utilizadas para el armado de los ramos.RAMIRO PEREYRA
Durante muchos años, Gladys Prado, de 37 años, horneaba masas para ofrecer casa por casa. Hoy es la encargada de ventas de Obispo Trejo Florece. “Me parecía que no iba a poder vender. Yo le decía a una compañera: ‘Hacelo vos que sabés hablar mejor’. Yo no tengo el secundario completo. Ahora me encanta. Esto me cambió muchísimo la vida, hasta el tipo de persona que soy”, asegura.
Tuma dice que le emociona la transformación de tantas familias y destaca el efecto multiplicador. “Son un ejemplo para sus hijos y es un motivo de orgullo para una localidad que siempre, como dicen ellas, ha sido conocida por la desgracia”, apunta.
Pero no fue fácil convencer a todos de que la idea iba a dar frutos. “La gente nos decía: ‘¡Qué van a poner eso en Trejo!’, No creían que fuera a funcionar, no veían esto en el pueblo. Y nosotras, con nuestra persistencia, lo logramos y nos compran”, resume Claudia Villafañe.
Empleo y ascenso social
El florecimiento de Trejo despertó interés en más localidades y en nuevos emprendedores. Ya se replica en otros tres puntos con distinto grado de avance, con la intención de abarcar a toda la provincia y desarrollar “Córdoba Florece”. “La importancia del proyecto radica no sólo en una actividad productiva distinta que aporta a la sustentabilidad del territorio, sino en el impacto social con oportunidades de empleo y de ascenso social a parte de la población más vulnerable”, opina Jorge Dutto, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Mirta Almada, de 67 años, y Mabel Chavez, de 64, dan fe del poder de la floricultura. Dicen que es su cable a tierra, una terapia.
Claudia Villafañe en el campo de flores.RAMIRO PEREYRA
“Este proyecto es todo. Me gusta hacer algo para Trejo, para mi pueblo. Cuando empecé a ver que todo marchaba no me cabía la alegría en el pecho”, dice. Mirta ha trabajado durante años en el campo, con sacrificios y pocos recursos. Hoy se siente feliz con el crecimiento personal y cuenta que ha aprendido mucho. “Viene gente a comprar y cuando te pregunta, ¡vos sabés contestar! Nunca pensé llegar a esto porque ya soy grande”, plantea.
La intendenta de Trejo, Silbia Mansilla, asegura que la gente del pueblo ha tomado conciencia de lo que significa esta iniciativa para la comunidad. “Incentiva muchísimo porque es un proyecto que no tiene techo”, piensa.
Un cambio cultural
Obispo Trejo Florece recibió hace dos años el premio Abanderados y hoy sus flores, subraya Alejandra Tuma, “son conocidas en toda Argentina”. Produce en ocho invernaderos de 400 metros cuadrados cada uno (y uno el doble), es un proyecto de economía circular, genera ingresos directos a 12 familias y beneficia indirectamente a muchas otras.
“Es un orgullo impresionante que hablen de nosotros a través de este proyecto productivo de flores. Está contagiando a otras mujeres y ya se está pensando en más capacitaciones porque el impacto social es importante; es un cambio cultural”, aporta Mansilla.
La localidad está ubicada en el corredor turístico del Parque Nacional Ansenuza, un humedal de un millón de hectáreas. Por eso, la cooperativa de mujeres, junto al municipio, aspira a convertir el predio en una opción de “turismo de experiencia”. La idea es acondicionar una antigua casona con varias habitaciones donde alguna vez funcionó una escuela y hoy hay una sala de poscosecha para que los turistas que se dirigen al Mar de Ansenuza, el mayor lago salado de Sudamérica, hagan un alto, pernocten, amanezcan con un buen desayuno, cosechen flores y aprendan el armado de ramos. “Aspiramos a más, a que esto sea más grande”, se ilusiona Karina Tissera, una de las mujeres. Y hacia allá van.
Varias ministras de Exteriores y Defensa de la OTAN abordaron este miércoles en Vilna, en los márgenes de la cumbre de la Alianza Atlántica, la influencia de las mujeres en puestos de poder y también qué apoyo se les puede dar en la guerra de agresión rusa contra Ucrania.
Las ministras, entre las que se encontró la titular española de Defensa, Margarita Robles, discutieron “cómo las mujeres en roles de liderazgo pueden inspirar el cambio” y cómo “respaldar a las mujeres en todas las fases de la conflicto en Ucrania”, indicó en un comunicado la Alianza Atlántica.
El encuentro estuvo organizado por la representante especial del Secretario General de la OTAN para la Mujer, la Paz y la Seguridad, Irene Fellin, y la portavoz del Parlamento lituano, Viktorija Cmilyte-Nielsen.
“Tenemos la responsabilidad colectiva de hacer más”, aseguró Fellin, quien agregó que “estamos aquí haciendo el cambio que buscamos, liderando con el ejemplo e inspirando a mujeres y niñas a unirse a nosotros ahora y en el futuro. El liderazgo importa”.
El evento se basa en una iniciativa impulsada el año pasado al margen de la cumbre de la OTAN Madrid que proporciona “una plataforma única para el diálogo y la consulta de alto nivel”.
Su objetivo es fomentar un “cambio transformador” y reforzar el diálogo transatlántico sobre el liderazgo de las mujeres, forjando “un camino hacia un futuro más brillante, seguro e inclusivo”, explicó la organización.
El liderazgo y la participación de las mujeres en cuestiones de paz y seguridad es el núcleo de la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad de la OTAN y está al frente de los compromisos de la Alianza, como quedó reflejado en el Concepto Estratégico de 2022, la estrategia de los aliados para la próxima década. EFE
Por primera vez desde que el pasado 28 de junio Guy Oseary informara que tuvo que ser ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos a causa de una infección bacteriana grave, Madonna ha dado señales de vida en sus redes sociales. Además de agradecer a sus fans y al público el apoyo y amor recibido, informaba de que su gira mundial no se cancela definitivamente: solamente se pospone.
En cualquier caso, la situación se ha manejado con sumo secretismo. Dos de sus mejores amigas, las actrices Rosie O’Donnell y Debi Mazar, desvelaron después del susto inicial que se encontraba bien y recuperándose en su apartamento del Upper East Side neoyorquino. El pasado domingo la podcaster Lauren Conlin compartió en TikTok unas instantáneas de la cantante caminando por su propio pie por las calles de Nueva York. Después vino su propio comunicado.
Sin embargo, el silencio de Oseary y Madonna estas últimas semanas ha propiciado un sinfín de titulares sin contrastar, a cada cuál más alarmista. Mientras que el británico Daily Mail publicó que su círculo más cercano se temió lo peor y hasta hubo una videollamada grupal vía Zoom para decidir los siguientes pasos en el supuesto de que falleciera, The Sun no tardó en rememorar el trágico final de Michael Jackson. TMZ, aparte de revelar que arrastraba una ligera fiebre desde hacía un mes, aseguró que tras el alta apenas podía moverse de la cama. Page Six, el medio que se marcó el tanto de la exclusiva, afirmó que al menos estuvo una noche entubada en la UCI y que su cuerpo se debilitó por culpa de meses ensayando 12 horas diarias. Y, hace escasos días, la web Radar Online difundió que, al encontrársela inconsciente en casa, los paramédicos la revivieron con una inyección de Narcan (un medicamento usado para superar las sobredosis de drogas) debido a que la infección había derivado en una sepsis.
En la era del clickbait no sorprende que ninguna de estas informaciones citara el nombre de una sola fuente. Ni tampoco que, siendo una de las artistas más fotografiadas de la historia, prácticamente todos los medios nacionales e internacionales decidieran ilustrar la noticia de su hospitalización con una imagen muy poco favorecedora de su última aparición en los Grammy, que parecía apoyar de forma sibilina todos los rumores.
Cuando este mismo diario se hizo eco del comunicado de Oseary, los comentarios en Facebook, Twitter e Instagram del artículo se llenaron de lindezas como las siguientes: “se vio a un espejo y cayó al suelo”, “Leviatán ya quiere cobrar la factura”, “el relleno se le ha infectado”, “abuela, ya es hora de colgar los guantes”, “cómo no la van a ingresar si cada vez quiere estar más joven”, “vete a saber lo que se ha metido”, “es momento de sacrificar a Madonna” o “fue y será, pero mejor que se retire”.
Incluso, en el último post que subió a Instagram cuatro días antes de terminar en el hospital (con el premonitorio mensaje de “La calma antes de la tormenta”), puede leerse: “Chica, por favor, acepta que estás envejeciendo”, “suficiente cirugía estética”, “tienes que aceptar tu edad antes de descomponerte psicológicamente”, “nadie quiere besar a alguien de 60 años”, “¿pagar por verla romperse la cadera en el escenario?”, “muerta cerebral” o “en serio, mejor que te retires. No has hecho nada bueno o interesante en años. Sólo tú sigues pensando que eres relevante”. La célebre humorista Kathy Griffin, (que fue despedida de la cadena estadounidense CNN tras protagonizar una fotografía sujetando una cabeza decapitada del presidente Trump y que de cancelaciones y acoso en redes sabe bastante) denunció que Madonna es víctima del edadismo y la misoginia más que sus pares masculinos dentro de la industria y más que otras mujeres del espectáculo. ¿Por qué?
La inquina viene de lejos: Madonna lleva contrariando al público más conservador desde 1984, cuando se revolcó por el suelo y mostró su ropa interior mientras entonaba Like a Virgin en la primera edición de los MTV Video Music Awards. Un lustro más tarde, levantó ampollas en la Iglesia por besar a un santo negro en el vídeo de Like a Prayer. Poco después, el Vaticano trató de impedir que su icónico Blond Ambition World Tour recalara en Roma porque simulaba una masturbación sobre el escenario. En 1992, justo en la cúspide de su carrera, fue nombrada la enemiga número uno de Estados Unidos por posar desnuda y salir en defensa del colectivo LGTBIQ+ (entonces estigmatizado por el VIH) en el libro Sex. Y, en la actualidad, es denigrada porque libremente ha decidido pasar por el quirófano, sobreexponerse en Instagram y abusar de los filtros faciales como si fuera una centennial más, solo que no lo es: es una mujer de 64 años.
“Sale con hombres 30 y 40 años más jóvenes que ella. Va a discotecas y baila toda la noche. Se sube a la mesa de Jimmy Fallon y se exhibe ante su público. Pero lo hace con sentido del humor, sabiendo muy bien que ya no se parece a la deslumbrante joven que fue y siendo consciente de lo que dirán los que la odian por intentar supuestamente ‘recuperar la juventud’. Madonna siempre ha explorado el significado de lo que implica ser sexual, ser sexualizada y sexualizarse a sí misma. Y ahora está explorando lo que todo eso significa como mujer mayor, el último tabú para muchas personas que creen que las mujeres mayores simplemente deberían desaparecer”, expuso Nancy Jo Sales, autora del libro American Girls: Social Media and the Secret Lives of Teenagers, en una columna de The Guardian que abordaba la controversia que genera su sola presencia en las redes sociales.
En realidad, la suma de edadismo y misoginia es algo distintivo del pop, un género que glorifica lo nuevo y degrada la veteranía en pro del enésimo producto de usar y tirar. “En el soul, seas hombre o mujer, se considera positivo seguir en activo pasados los setenta porque representa que tienes muchas tablas y la voz más curtida. Y en el rock pasa lo mismo. No oirás a nadie decir que Joan Jett o las L7 están mayores porque lo que les importa a sus fans es que sigan ‘rockeando’. La edad no es un hándicap”, afirma Joan S. Luna, redactor jefe de la revista Mondo Sonoro. Siendo más mayores que Madonna, leyendas como Bruce Springsteen (73 años), Bob Dylan (82), Iggy Pop (76), Rod Stewart (78), Paul McCartney (81), Mick Jagger (79), Peter Gabriel (73) o Roger Waters (79) continúan actuando en vivo sin que nadie ponga en entredicho sus capacidades, critique su aspecto o desee su inminente jubilación. Ni siquiera Elton John (76), quien este fin de semana se despidió de los escenarios, va a desaparecer del foco mediático: ya ha avanzado que tiene intenciones de grabar nuevas canciones. Pero no parece justo decir que es solamente una cuestión del género musical: por mucho que sea una rockera, los comentarios sexistas y degradantes han acompañado por ejemplo con frecuencia a mujeres como Debbie Harry. “Hasta el momento ningún estudio ha analizado la media de edad en la que se retiran los artistas dependiendo de si son hombres o mujeres”, asevera Maria Fuster desde el departamento de comunicación de la escuela de música Taller de Músics, “pero sí existen datos que recalcan el trato discriminatorio que reciben las mujeres de la industrial musical por cuestiones tan banales como su físico o su fecha de nacimiento”.
Este el caso del estudio internacionalBe The Change: Women In Music in 2022, que después de encuestar a 952 miembros que trabajan en la industria musical (en concreto, 631 mujeres, 267 hombres y 54 personas con otras identidades de género), radiografió el problema. El 67% de las mujeres creadoras entrevistadas precisó que con frecuencia han sido testigo de cómo se presiona a las demás artistas para que “tengan buen aspecto”, un 50% confirmó que, asiduamente, presenciaron algún tipo de trato discriminatorio por la edad. En cuanto a géneros musicales, el 79% de las mujeres que se dedican al pop confesó que el edadismo está entre sus mayores preocupaciones. El siguiente género donde la cuestión de la edad es un tormento femenino es el hip-hop.
La propia Madonna parece ser perfectamente consciente de las críticas feroces y crueles que se le hacen por ser una mujer mayor que no quiere retirarse y que interviene en su físico como le da la gana: “Nunca me he disculpado por ninguna de las elecciones creativas que he hecho, ni por la forma en que me veo o me visto, y no voy a empezar ahora. He sido degradada por los medios desde el comienzo de mi carrera, pero entiendo que todo esto es una prueba y estoy feliz de ser una pionera para que todas las mujeres detrás de mí puedan tenerlo más fácil en los años venideros». Esto mismo ya lo había dicho con motivo de la reedición de Sex, el libro de fotografías eróticas que realizó en colaboración con Steven Meisel que en su día generó una enorme controversia y ahora es considerado una obra de arte. «Con ganas afronto más años de subversión, de empujar los límites enfrentándome al patriarcado y, sobre todo, disfrutar mi vida”, fue uno de sus últimos mensajes aunque, afortunadamente, no el último.
Ceci Flores y Delia Quiroa eran dos mujeres que tenían una vida normal hasta que hace unos años el crimen organizado desapareció a varios de sus familiares. Ante la inacción de las autoridades y con sus propios medios, Flores empezó a buscar a sus dos hijos; Quiroa, a su hermano. Sin querer y a medida que pasaron los años, se convirtieron en activistas por los derechos humanos en un país con una crisis de desaparecidos que rebasa las 110.000 personas y que afecta a miles de familias. Ante la desesperación y la ausencia del Estado, las madres optaron por pedirle permiso al narco para desenterrar a sus muertos. “Lo que queremos es que nos respeten la vida y nos dejen buscar a nuestros familiares, que no sigan desapareciendo personas y, por último, que los cárteles pacten entre ellos una paz”, señala Quiroa.
La primera solicitud que firmó el colectivo de Madres Buscadoras de Tamaulipas, al que pertenece Quiroa, fue en 2021. El narco les permitió que excavaran en La Bartolina un campo de exterminio junto al mar del que extrajeron 500 kilos de restos óseos calcinados. “Las familias de Tamaulipas estamos desesperadas porque las autoridades no buscan, identifican y entregan a nuestros familiares, por lo que enviamos este mensaje al líder de Los Ciclones del Cartel del Golfo en Matamoros”, decía el primer mensaje dirigido al narco.
Ceci Flores y el colectivo de madres buscadoras al que pertenece hicieron lo mismo en Sonora y Sinaloa y la petición la replicaron varios colectivos del país. “Le pido a los jefes de los carteles que nos den permiso para encontrar a nuestros desaparecidos. No queremos justicia, lo único que queremos es encontrarlos y darles sepultura”, se escucha decir a Flores en el video que difundieron en redes sociales. Hasta la fecha, las madres han pedido a nueve carteles que las dejen trabajar y un cese de la violencia contra ellas. Entre los grupos criminales están Cartel Jalisco Nueva Generación, Cartel de Sinaloa, Cartel de Sonora, Cartel de Los Salazar, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Los Zetas Vieja Escuela, entre otros.
Ceci Flores, fundadora de las Madres Buscadoras de Sonora, el 9 de febrero de 2022.NAYELI CRUZ
Un año después, la propuesta de las madres llegó hasta la conferencia matutina del presidente López Obrador. “¿Qué le parece la tregua de paz que alcanzaron las madres buscadoras?”, le preguntaron al presidente. El mandatario aseguró que ve con buenos ojos que las madres buscadoras hayan logrado una tregua con carteles del narcotráfico para sosegar el clima de violencia que atraviesa el país, pero advirtió que su Gobierno no puede garantizar que no se va a actuar en contra de los que violan la ley. “Todo lo que signifique llamar a la paz y a que no haya violencia, tenemos que apoyarlo”, señaló López Obrador.
La reacción del mandatario sucedió después de que el Cártel de Noreste (CDN) publicara un video en redes sociales en el que varios integrantes con la cara tapada y armados con rifles, ametralladoras ligeras y fusiles Barret aceptan la tregua, según su versión, no como un síntoma de debilidad sino como un camino para “lograr el bienestar en el país”. Con ese mensaje el CDN lanzó el guante al Gobierno federal sobre cuáles serán los “mecanismo jurídicos para tener la certeza y seguridad que los acuerdos se van a respetar”, se escucha decir al sujeto que lee el comunicado. Días después, las palabras de López Obrador dejaban el interrogante en el aire. “Qué bueno que hay esa actitud de las madres de los desaparecidos y también que escuchen los que se dedican a la delincuencia, aunque nosotros no podemos garantizar que no se va a actuar en contra de los que violan la ley. No puede haber impunidad”, respondió el presidente.
Mientras tanto, las madres creen que se han dado algunos pasos a favor. “Me da gusto que nos escuchen”, dice Quiroa. “Lo que pedimos es que cuando los maten, los dejen en un lugar visible donde los podamos encontrar”, dice Flores. “En Ciudad Obregón el día de antier, dejaron a unas personas muertas ahí tiradas, así que creemos que es una respuesta a la petición que hacemos”, agrega de la manera más natural. En 2021, en Tamaulipas, las madres pidieron al cartel que en caso de aceptar la tregua colocaran en la frontera una manta con su respuesta. El mensaje llegó días después.
Pero, ¿cómo se negocia con un cartel? Las mujeres dicen que la comunicación suele ser indirecta a través de redes sociales. Como quien lanza una botella al mar. “Nosotras publicamos los comunicados y los videos y los medios difunden el mensaje”, dice la portavoz de las madres de Tamaulipas. “Después esperamos”. Flores dice que sí ha llegado a hablar con “ellos”. “He tenido dos llamadas en las que me dicen que son de los carteles y que pues es verdad lo que pedimos y que ellos van a tratar de negociar”, asegura. Y así, con cada llamada, con cada mensaje anónimo, la esperanza para ellas se renueva.
La ausencia del Estado
Si algo comparten estas dos mujeres, además del dolor, es el peligro de hacer lo que hacen. Ambas viven desplazadas de Sonora y Tamaulipas, la tierra que las vio crecer y que las expulsó con amenazas de muerte por querer encontrar a sus familiares. Como ellas, cientos de familias integran los colectivos de búsqueda. La violencia, la inseguridad y la falta de Estado en muchas zonas de México ha convertido el país en una inmensa fosa común. Ambas señalan que su decisión de pasar a la acción llegó después de chocar contra el muro de la corrupción y la burocracia. “Si las autoridades hicieran su trabajo, no tendríamos que ser las madres las que arriesgamos nuestra vida constantemente”, denuncia Flores.
En Tamaulipas la situación no es mejor. “El recurso no llega y las camionetas no sirven, se apagan, los policías no traen gasolina, es un show. Es una batalla”, explica Quiroa, abogada de profesión, quien agrega un dato más: ”Las estadísticas nos dicen que del 100% de los asuntos que llevan los ministerios públicos [fiscalías] solamente llegan a un juzgado el 3% y sólo tienen sentencia el 1%. Imagínese cuándo los responsables de nuestros casos van a pagar… no van a pagar nunca”.
Delia Quiroa frente a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas en 2020.NAYELI CRUZ (EL PAÍS)
Ella considera que sería mucho más efectivo que se apliquen mecanismos de justicia transicional a la crisis de violencia, desaparición y terror que atraviesa México. “Es la única manera de poder salir de este hoyo”, dice. Este tipo de justicia se refiere a una serie de mecanismos para acceder a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición posterior a largos periodos de represión o niveles a gran escala que llevaron a cometer una violación masiva de derechos humanos, como ha sucedido en Colombia o Guatemala. “Aquí se necesitan mecanismos de justicia extraordinarios porque los problemas de inseguridad y los delitos de alto impacto rebasaron al Gobierno hace mucho tiempo”, asegura. Con cada día que pasa, la familia Quiroa se hunde más en la tristeza. Aunque sigue adelante, el peso que carga en la espalda, igual que el de Ceci Flores y como el de tantas madres, se vuelve insoportable. “Encontrar a mi hermano es algo emocional, necesitamos saber qué le pasó, dónde está”.
La pregunta se repite hasta el infinito: ¿Dónde están?, ¿dónde están?, ¿dónde están? A Ceci le quitaron a sus dos hijos, Marco Antonio y Alejandro; a Delia se llevaron a su hermano Roberto por negarse a pagar derecho de piso en su restaurante, tenía 29 años. “Si desaparecemos las madres, desaparece la posibilidad de que nuestros hijos un día vuelvan a casa. Porque cuando ellos ya no están, la única que les busca es su mamá”, dice Flores antes de volver a salir a buscar. “Si tengo que ir al mismísimo infierno lo haré, si tengo que acudir al narco lo haré”.
El Frente Nacional Deudores Alimentarios en Puebla, evidenció que uno de los grandes obstáculos que las mujeres enfrentan en este tipo de casos, es la lentitud del sistema judicial, así como
En rueda de prensa, integrantes de dicho frente informaron sobre el caso de Said N., quien ha sido denunciado en varias ocasiones a través de los tendederos y la patrulla feminista que acompañó a Sheridan Mata y sus dos hijas, a exponerlo afuera de su trabajo en una sucursal de Home Depot.
La madre de las menores informó que su agresor interpuso una demanda por divorcio incausado en su contra y ha iniciado la primera audiencia de dicho proceso; no obstante, manifestó temor a que los derechos de sus hijas queden aún más desprotegidos, pues Said sigue incumpliendo con el pago de la pensión alimenticia y es protegido por sus familiares.
Refirió que en 2021 interpuso una denuncia por violencia física, la cual fue desestimada por las autoridades ministeriales quienes supuestamente desecharon los videos en donde se evidencia la persecución y golpes que propinó en contra de su esposa.
Sheridan hizo un llamado al juez Gustavo Torres Parras para considerar todos los elementos y juzgar con perspectiva de género el caso, anteponiendo el interés superior de la niñez y priorizando sus derechos.
El Frente Nacional ha registrado 150 casos de madres que denuncian violencia económica, y advirtieron que uno de los grandes obstáculos que ellas enfrentan para defender los derechos de las infancias y las adolescencias es la lentitud del sistema judicial y la revictimización.
“Esto se suma a la precaria situación económica y otras violencias sistemáticas y estructurales bajo las cuales viven, así como las que sus exparejas continúan ejerciendo en contra de sus hijas e hijos”, señalaron
La Delegación Mexicana, que participó en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, hizo historia al sumar 353 medallas (145 de oro, 108 de plata y 100 de bronce).
Los atletas de alto rendimiento que nos representaron en San Salvador 2023 lograron superar la actuación de Barranquilla 2018, donde se obtuvieron 341 preseas.
Además de conseguir el bicampeonato, México rompió su propio récord de medallas áureas al ganar 145 y dejar atrás las 138 ganadas en 2002, también en San Salvador.
Pero lo más relevante de esta nueva edición de los Juegos Centroamericanos es que las mujeres sacaron la cara por la delegación de nuestro país.
¿Por qué las mujeres sacaron la cara por México en los Juegos Centroamericanos?
Las representantes mexicanas obtuvieron más medallas (175) que los hombres (152); también los superaron en la cantidad de oros y platas, sólo en bronce los varones ganaron más.
FOTO: @COM_Mexico
El Comité Olímpico Mexicano (COM) no dudó en felicitar a las atletas mexicanas por su destacada participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
“En el deporte, así como en muchos ámbitos de la vida, ha quedado más que claro que la presencia de las mujeres es un factor de éxito”.
A través de sus redes sociales, el COM compartió un emotivo mensaje para reconocer a todas las mujeres que consiguieron medallas.
“Hacemos un especial reconocimiento a las mujeres que asistieron a San Salvador 2023 por su gran contribución a poner en alto el nombre de México”.
Leidy Johana Beltrán soñaba con ver a su hija de cinco años con el uniforme colegial. Estaba apenas en el jardín, pero ella ya se imaginaba verla crecer y pasar al colegio. Su hermano, Camilo Beltrán, la describe como una madre entregada y una mujer trabajadora. De cariño la llamaban Ojitos. Tenía 29 años y dos hijas. De ambas se hacía cargo sola, ya que el padre de las menores nunca asumió tal responsabilidad. Vivía en el suroccidente de Bogotá, en la localidad de Kennedy. Allí mismo fue asesinada, a dos cuadras de su casa. De una puñalada en el corazón, quien era su pareja en el momento, Waldo Morales, truncó sus sueños.
Al igual que a Leidy, a Elva Eloísa la mató su esposo, el pasado 3 de julio en Cúcuta. Un día antes a Luisa Higuera la asesinó su novio en Cartagena, y a Yudy Rodríguez, su pareja sentimental en Bogotá. Una oleada de feminicidios en solo un fin de semana que una vez más evidencia la emergencia por violencia de género que vive el país, donde, según la Procuraduría General de la Nación, a diario una mujer es asesinada por el hecho de serlo.
Las cifras respaldan las alertas. En 2021 se registraron 210 feminicidios; en 2022 se triplicaron y alcanzaron los 614 casos; y en apenas seis meses de 2023, las ONG ya señalan 213 homicidios por razones de género. Además, de acuerdo con Medicina Legal, en 2022 más del 10% de los crímenes contra las mujeres fueron cometidos por sus parejas y suelen estar antecedidos por otros tipos de violencias como golpes o celos excesivos. Precisamente, esas señales las identificó, antes de la tragedia, la familia de Leidy. Según cuenta su hermano, Morales era posesivo y la alejaba de su círculo cercano. Esa no era la primera vez que la mujer era víctima de violencia, ya que había separado del papá de sus hijas por las mismas razones.
La violencia intrafamiliar también ha crecido. En el año 2022 se registraron 47.771 casos, un aumento de 7.713 casos con respecto al año 2021. Y aunque en el país existe una amplia normatividad para hacerle frente a la violencia machista, como la Ley Rosa Elvira Cely (1761 de 2015) —que tipifica el feminicidio como delito autónomo—, o la reciente declaratoria de emergencia nacional por violencias basadas en género que se incluyó en el plan de desarrollo, el panorama muestra que las leyes no han tenido un impacto real a la hora de prevenir las violencias machistas.
Para Olga Amparo Sánchez, directora de Casa de la Mujer, una de las ONG feministas más antiguas de Colombia, la esperanza está puesta en el naciente Ministerio de la Igualdad: “Necesitamos acciones que rompan con la impunidad y programas que tengan el propósito explícito de romper con los imaginarios que naturalizan y normalizan las violencias. Todo ello necesita recursos humanos y económicos, al igual que voluntad para que desde el Gobierno se rompa con el pacto patriarcal entre los varones; porque no puede ser posible que un Gobierno del cambio y comprometido con la igualdad tenga en altos cargos a hombres denunciados por violencias contra las mujeres”, sostiene.
Justicia tardía
El hermano de Leidy se ha propuesto que se haga justicia. Es él quien vio por primera vez el vídeo del asesinato, quien identificó al feminicida, buscó los medios y se ha encargado de todo lo necesario para seguir con el proceso. La lucha no ha sido fácil. Hace algunos meses, cuando por fin todo parecía avanzar, la defensa del homicida solicitó lo que en la jerga jurídica se conoce como un “recurso de casación”, a través del cual se busca la absolución o la reducción de su condena. Esto entorpece el progreso del caso porque la impugnación tarda entre seis meses y dos años en resolverse. “Como familia seguimos esperando respuestas. No es justo que estemos en esta incertidumbre. Aquí se necesitaría mayor celeridad”, exige Camilo.
Pero la ausencia de prisa por parte de las autoridades en situaciones de este tipo parecen ser la regla, en particular cuando se trata de prevenir las tragedias. Un claro ejemplo fue Erika Aponte, asesinada por su expareja en el centro comercial Unicentro, en Bogotá, y que causó conmoción en el país. Días después del episodio, la opinión pública conoció que la mujer ya había denunciado ante las entidades el maltrato y huyó de la casa que compartía con su pareja, buscando resguardarse. Sus llamados de auxilio fueron en vano. La Personería alertó de que, al igual que Erika, 2.200 mujeres pidieron medidas de protección el año pasado.
Los huérfanos a la deriva
Detrás de las mujeres asesinadas han quedado relegadas otras víctimas: sus hijos. Las dos hijas de Leidy tuvieron que enterarse del feminicidio de su mamá en las noticias, y luego pasaron por un complejo proceso dentro de lo que el Instituto Colombiano de Bienestar Familia (ICBF) llama restablecimiento de derechos. La menor pasó por un breve acompañamiento psicosocial en ese tiempo. Pero ha sido la única vez.
El duelo familiar empeora por la complejidad del proceso penal en contra del homicida, y la compleja situación económica que implica el sostén de las dos hijas de Leidy. Feminicidios Colombia señala que anualmente 700 niños y niñas quedan huérfanos por culpa de este delito. Y, pese a que es un dato preocupante, existen pocas medidas que tengan en cuenta a todos esos menores de edad que son igualmente víctimas de la violencia de género.
Ante el desamparo, las familias víctimas de feminicidios han decidido brindarse conjuntamente el apoyo que las instituciones no les han dado. Varias se organizaron en Bogotá en Unidos por una Causa, un grupo de WhatsApp en el que se aconsejan, dialogan, se desahogan y a veces se encuentran. De esas conversaciones, y con el impulso de Carolina Giraldo Botero, representante a la Cámara por la Alianza Verde, surgió la idea de un proyecto de ley que saque del olvido a los huérfanos por este delito para que desde el Gobierno se les asista económica y socialmente, dándoles acceso prioritario a ciertos programas del Estado, o garantizándoles educación y salud. Por ahora, el proyecto espera el nuevo período legislativo para continuar la discusión en el Congreso.
Camilo se siente afortunado porque él y sus padres pudieron obtener la custodia de sus sobrinas. Las niñas también querían quedarse con su abuela materna, a quien consideran su otra mamá. Han sido ellas quienes la alientan a seguir cuando el dolor por la ausencia de Leidy, su única hija y con quien tenían una relación muy cercana, se hace insoportable. Para ellas, su madre quedó grabada con una sonrisa y así la recuerdan. La familia lucha ahora porque las niñas tengan la vida que Leidy siempre les quiso ofrecer.
Si usted es víctima de violencias basadas en género puede llamar de manera gratuita a la línea 155 que funciona en todo el territorio nacional. Si está en Bogotá puede comunicarse con la Línea Púrpura al 01 8000 112 137, todos los días, las 24 horas y así no tenga minutos en el celular. O directamente al Chat Púrpura de WhatsApp en el número 3007551846. También si requiere orientación de cómo interponer una denuncia de violencia intrafamiliar, violencias basadas en género y violencia sexual, puede comunicarse al numeral 122 de Fiscalía General de la Nación.
Casi ningún otro país coarta tanto los derechos de la mujer como Afganistán. «En los últimos 22 meses se han restringido todos los aspectos de la vida de las mujeres y las niñas. Están discriminadas en todos los sentidos», declaró el 19 de junio Nada Al-Nashif, Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Derechos Humanos.
En su momento, los talibanes justificaron su prohibición alegando que muchas alumnas no habían llevado el atuendo islámico adecuado, como el hiyab, y que se había producido una mezcla de géneros.
En diciembre de 2022, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo que era difícil imaginar cómo Afganistán podría desarrollarse y abordar los retos a los que se enfrenta sin la participación activa de las mujeres y la educación que aportan, señalando el «impacto devastador en el futuro del país».
Excluidas del mercado laboral
No solo se ha prohibido a las mujeres acceder a la educación, sino que también se las ha excluido del mercado laboral. Según la Organización Internacional del Trabajo, el número de mujeres empleadas el año pasado descendió un 25 % en comparación con mediados de 2021.
A principios de este año, Yamini Mishra, directora regional de la oficina de Amnistía Internacional para Asia Meridional, afirmó que prohibir a las mujeres trabajar para ONG en Afganistán estaba agravando la crisis humanitaria. «Es como si los talibanes estuvieran llevando intencionadamente al país a la hambruna», afirmó.
La atención sanitaria también está restringida
Afganistán es uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres, las madres y los bebés. Cada año, unas 70 de cada 1.000 mujeres mueren durante el embarazo o el parto. Muchas madres no tienen suficiente para comer, lo que aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo. Después de dar a luz, luchan por alimentar a sus hijos.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras ha declarado que la decisión de los talibanes de excluir a las mujeres de la educación superior y de su empleo en organizaciones de ayuda ha empeorado drásticamente el acceso al tratamiento médico. Esto se debe especialmente a la restricción de viajar que los talibanes han impuesto a las mujeres. En las zonas rurales, el hospital más cercano suele estar a más de 75 kilómetros de distancia, y las mujeres no pueden viajar sin ir acompañadas de un «mahram», un padre, marido o hermano que actúe como chaperón. Para empeorar las cosas, muchos afganos apenas pueden permitirse el billete de un viaje tan largo, y mucho menos para dos personas.
Además, los talibanes han dictaminado que las mujeres solo pueden ser atendidas por médicas. Hasta ahora, han podido seguir trabajando en los hospitales, pero hay muy pocas médicas, sobre todo en las zonas rurales. Y ellas también están sujetas a las mismas restricciones de movimiento que sus pacientes.
Por primera vez en la historia moderna de México, más de la mitad de los cargos públicos en el Gobierno federal, un 51.05%, son ocupados por mujeres, según cifras recabadas por el monitor de paridad de la Secretaría de la Función Pública (SFP) del país latinoamericano.
De acuerdo con el mapa Mujeres en la Política 2023, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas enfocada en las mujeres (ONU Mujeres), México ocupa el lugar 26 a nivel mundial de ministras en el gabinete. Concretamente, de las 19 secretarías de Estado existentes en el país, nueve son dirigidas por mujeres, casi la mitad.
En tanto, la Cámara de Diputados se ocupa en una proporción del 50% por mujeres (250 de un total de 500 legisladores son mujeres) y en un 50,4% en el senado, con un total de 64 mujeres en sus 128 escaños, lo que convierte a ese país en el quinto con mayor porcentaje de mujeres en el parlamento federal.
Además, de cara a las elecciones presidenciales de 2024, dos de los nombres más fuertes para protagonizar los comicios son mujeres: Claudia Sheinbaum, por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y Xóchitl Gálvez, que de acuerdo con medios nacionales encabeza la carrera por la candidatura de la oposición, en alianza desde sus principales fuerzas partidistas, los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).
Si bien, por números, podríamos decir que en México existe una representación femenina dentro de la esfera política, para la investigadora de tiempo completo Núñez, activa en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no es verdad que en general la política en México experimente un tiempo de mujeres.
De acuerdo con la estudiosa en temas de género, las mujeres que tienen acceso a puestos como secretarías de Estado o una curul en el Congreso de la Unión son en su mayoría quienes han tenido acceso a educación universitaria y que gozan privilegios de los que la mayoría carece.
«Estas mujeres son de cierto color de piel, con cierta experiencia de vida, con acceso a universidades (…) y muy pocas de esas mujeres son mujeres indígenas politizadas, precisamente por las desigualdades sociales», indica la investigadora.
«Se vende la idea de la mujer como si fuera una panacea»
Mientras que desde el oficialismo se clama que «es tiempo de mujeres», para Núñez la afirmación se inserta y explica en el contexto económico neoliberal. «Este tipo de feminismo institucionalizado, que finalmente es el que accede a los puestos de poder y que tiene más representación en lo que llamamos ahora paridad, es muy acorde con el neoliberalismo porque se vende la idea de la mujer como si fuera una panacea, sin tener un objetivo de transformación», asevera.
Y es que, subraya, una verdadera representatividad con visión de género no solamente se logra teniendo un mayor número de mujeres en posiciones de poder, pues el feminismo «tiene que ver con una transformación radical de las estructuras y de las relaciones».
En ese sentido, sentencia la experta, la frase «es tiempo de mujeres» es simple y llanamente un slogan político «en un momento adecuado».
«Como políticamente las mujeres somos un botín, lo voy a decir así en términos que se oyen muy feos, pero algunas personas nos ven como botín político porque damos votos y el que una mujer acceda al poder, si bien es bueno, no nos garantiza el bienestar para todos, para todas», apunta la investigadora universitaria.
Las mujeres no sufren los mismos tipos de opresión
En septiembre de 2009, durante la primera sesión de la LXI Legislatura del congreso federal mexicano, ocho diputadas electas solicitaron licencia al cargo para que sus suplentes, todos varones, se quedaran con la curul.
Estas parlamentarias son recordadas como las Juanitas, en alusión al caso del candidato del Partido del Trabajo (PT) a la jefatura delegacional de Iztapalapa, Rafael AcostaJuanito, quien renunció al cargo tras ganar la elección para dejar el puesto a Clara Brugada.
Ejemplos como en el anterior abundan en la historia de la política mexicana, en donde los políticos han encontrado la forma de burlar las cuotas de paridad sin romper la ley, aparentemente.
Al respecto, Núñez enfatiza que con todo «estas mujeres que al final terminan negociando su postura para beneficiar a un candidato varón y que de alguna manera parecen instrumentalizadas no son cualquier tipo de mujeres».
«Más que instrumentalizadas, ellas, en el fondo, me parece que están de acuerdo con eso y es una negociación política, o sea, no son mujeres víctimas, instrumentalizadas por los varones», asevera la experta en temas de género.
En el 2019, México aprobó la ley conocida como Paridad de género en todo, que establece la obligatoriedad constitucional de observar el principio de paridad en la integración de los poderes de la unión —ejecutivo, legislativo y judicial. Es decir, la mitad de los cargos de decisión del Estado mexicano deben ser ocupados por mujeres.
«Fue necesario tener esta reforma constitucional de igualdad en todo para ver lo que está pasando y afinar nuestros mecanismos como movimiento político, de mujeres y feministas, para tener claro que si antes no teníamos este acceso y era difícil y solamente ciertas mujeres lo tienen, tenemos que transformar esa estrategia, para no quedarnos en lo cuantitativo», menciona la estudiosa de temas de género.
Por consiguiente, para Núñez, es necesario ir más allá de la creencia de que con más mujeres en el poder, las instituciones y las cosas cambiarán. «No es así y lo estamos viendo. Entonces, tenemos que pasar de lo cuantitativo, es decir, de estar luchando por más mujeres en el Gobierno, por más mujeres en todo, a luchar por más justicia social, lo que puede ser de luchas por mujeres, pero también de otros sujetos», puntualizó.