Las mujeres han ocupado apenas el 12% de los altos cargos de 33 de las mayores instituciones multilaterales desde 1945. Y más de un tercio de esos organismos, incluidos los cuatro grandes bancos de desarrollo, nunca han sido dirigidos por una mujer, mostró un nuevo estudio publicado el lunes.
Cinco de los organismos sólo han tenido una presidenta en su historia, entre ellas la actual directora de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo Iweala, según el informe elaborado por GWL Voices for Change and Inclusion, un grupo formado por 62 mujeres que ejercen o han ejercido cargos de liderazgo.
El estudio, que se dará a conocer durante la reunión de esta semana de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, pide una representación proporcional de las mujeres en todos los niveles de las organizaciones multilaterales, desde las oficinas en terreno hasta las sedes, así como en las secretarías y los órganos de gobierno.
«La verdad es que los números importan», dijo María Fernanda Espinosa, excanciller ecuatoriana que se desempeñó como presidenta de la Asamblea General de la ONU entre 2018 y 2019.
«Somos el 50% de la población mundial, así que es una cuestión de justicia demográfica, para empezar», dijo a Reuters en una entrevista el viernes. «Pero también creo que las mujeres aportan esta combinación de liderazgo, sabiduría y empatía, y a veces, una comprensión aún mayor de lo que está sucediendo en el mundo».
Desde 1945, las 33 instituciones estudiadas han tenido 382 líderes, pero sólo 47 eran mujeres, según el informe. Y a pesar de los recientes avances, sólo un tercio de las instituciones están actualmente dirigidas por mujeres.
GWL Voices anunció que en septiembre publicaría una versión más extensa del informe, que también analizaría los equipos directivos y los órganos de gobierno de las 33 instituciones. Afirmó que estaba impulsando reformas de gobernanza que podrían «acelerar la transición hacia un liderazgo equilibrado entre hombres y mujeres».
El informe enumeraba 13 instituciones que nunca han estado dirigidas por una mujer desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando se crearon la mayoría de estos organismos, entre ellos el Banco Mundial, las Naciones Unidas, el Organismo Internacional de Energía Atómica y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Espinosa dijo que era decepcionante que Estados Unidos, que es el mayor accionista del Banco Mundial e históricamente ha elegido a su presidente, propusiera el mes pasado a un hombre, el ex director ejecutivo de Mastercard Ajay Banga, para el puesto, a pesar de los llamamientos urgentes de su grupo y de otros Estados miembros del Banco Mundial para que se eligiera a una mujer como dirigente.
Espinosa se mostró partidaria de tener al frente del Banco Mundial a alguien como Banga, que nació y se educó en la India y pasó allí gran parte de los inicios de su carrera, pero hay cientos de mujeres con antecedentes y cualificaciones similares.
Rosana y su hija, Sofía, de 15 años, llegaron hasta la frontera norte de México. Ahí donde termina Sonora y comienza Arizona. Arribaron huyendo de su pueblo, localizado en el noreste de Guerrero, porque, a la mala, entendieron que, para Sofía, ir a la escuela sola significaba arriesgarse a ser violada o desaparecida.
Los resultados del trabajo de personas y organizaciones que se han dedicado a investigar esa problemática son elocuentes: dos alertas de Violencia de Género en el estado y un incremento de más de 100% de la violencia sexual, entre 2019 y 2021, según el Observatorio Ciudadano de Violencia de Guerrero.
La insoportable inseguridad fue causada por la disputa territorial de dos grupos de esos que llaman de la delincuencia organizada, que hizo insufrible el pueblo que habitaban o, como dicen los expertos en la materia: padecieron las consecuencias de un incremento exponencial de la probabilidad de ser víctima de algún tipo de violencia feminicida en un contexto extremadamente violento, agravado por dinámicas de corrupción e impunidad donde resulta sumamente difícil denunciar agresiones sufridas.
Relatan en la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) que la propia Rosana expone eso más claro y sólo con preguntas: “¿A quién le decimos? , ¿A quién le vamos a decir allá, si el crimen organizado se junta con los militares a conversar como si nada?”.
Por eso salieron huyendo, buscando protección en Estados Unidos, pero cuando llegaron ante las autoridades estadounidenses no pudieron comprobar sus dichos pues no contaban con documentos oficiales que los respaldaran. Y en el camino se encontraron una serie de riesgos y cargas por el hecho de ser mujeres.
Ese es solo un asomo a la situación de una de las violenciasque padecen las mujeres en México, donde el feminicidio se ha incrementado 77% (desde 2015, cuando comenzó a llevarse un registro); donde hay más de 26,000 mujeres desaparecidas o no localizadas; donde hay un número no cuantificado de víctimas de desplazamiento forzado interno por violencia y donde hay activadas 32 Alertas de Violencia de Género, que constituyen hoy la política pública más agresiva del gobierno con el que busca protegerlas.
La violencia feminicida no para
En México, cada dos horas y 20 minutos es asesinada una mujer. A veces, cuando se investiga, aparecen como víctimas de feminicidio y otras como homicidio doloso, pero en 9 de cada 10 casos los culpables quedan sin castigo.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) a partir de 2015, cuando inició el registro desagregado de violencia contra mujeres, a 2019, los reportes de víctimas de presunto feminicidio más homicidios dolosos contra mujeres, mostraron una tendencia al alza: pasaron de 2,161 en 2015 a 3,844 en 2019, es decir, un incremento de 77.90 por ciento.
En 2020 bajó a 3,776 casos, es decir apenas 1.8% con todo y que ese año ocurrió el confinamiento para contener la pandemia de la Covid-19 y para 2021 y 2022 se mantuvo en niveles similares. En 2022 se registraron 1,616 asesinatos más contra mujeres que en 2015, es decir 75% más.
Si se comparan las cifras del último año de la administración del presidente Enrique Peña Nieto con las de 2022, es decir el cuarto del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, se observa un incremento de 3%, es decir el problema sigue igual o ligeramente peor, aunque se contuvo el ritmo de crecimiento.
Asimismo, los registros de llamadas de emergencia al 911 relacionadas con presuntos incidentes de violencia contra mujeres de 2016 a 2022 muestran una tendencia al alza. Mientras en 2016 se registraron 92,604; en 2022 la cifra llegó a 339,451, es decir 267% más.
Aumenta tasa de feminicidio; Colima y NL reportan las cifras más altas
De acuerdo con el análisis “Impunidad en Homicidio Doloso y feminicidio 2022”, realizado por la organización Impunidad Cero, la tasa de víctimas de feminicidio pasó de 0.69 por cada 100,000 mujeres en 2015 a 1.55 en 2021. Con base en la población del censo de 2020 y los datos del (SESNSP) en 2022 la tasa de feminicidios fue de 1.47.
De los 17 estados que superan el promedio nacional, los casos más graves son Colima, que tiene la tasa más alta con 4.85, seguido por Nuevo león, con 3.53 y Morelos, con 3.14. En tanto, los estados con registros menores son Nayarit con 0.32, Yucatán con 0.42 y Tlaxcala con 0.43.
El problema tiene que ver con los contextos de violencia en los que nos ha tocado vivir. América es la región del mundo que, por mucho, tiene las tasa de homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes más altas del planeta. Tan solo de 2008 a 2018 se ubicaron entre 15 y 17; África entre 12 y 14 mientras que Oceanía, Europa y Asia menos de 5, según un análisis realizado por la organización Impunidad Cero.
La misma fuente destaca que, de acuerdo con los datos recolectados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés), México es uno de los países con mayor tasa de homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes en América Latina. Tan sólo en 2020 ocupó el tercer lugar, sólo superado por El Salvador y Honduras.
De acuerdo con datos del INEGI, la tasa de homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes pasó de 17 en 2015 a 29 y así se mantuvo en 2019 y 2020 y en 2021 bajó apenas a 28.
Activas, 32 procedimientos de alertas de género
Si bien se han implementado una serie de políticas públicas con el objetivo de generar condiciones de seguridad para las mujeres, tanto a escala municipal, estatal y federal, las Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres son uno de los instrumentos más fuertes con los que cuenta el Estado mexicano para hacer frente a la violencia feminicida y garantizar que todas las mujeres gocen del derecho a una vida libre de violencia.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), hasta el 31 de diciembre de 2022, había un total de 32 procedimientos de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en 25 entidades federativas, de los cuales 25 son declaratorias y siete son solicitudes (Sonora, Ciudad de México, Guanajuato, Veracruz, Nayarit, Tabasco y Puebla).
De las 25 declaratorias, la mayoría son por violencia feminicida. Destacan los casos de Estado de México, Guerrero y Veracruz, que cuentan con dos declaratorias de AVGM y las emitidas en Guerrero y Veracruz por agravio comparado. Además el Estado de México tiene otra por desaparición.
Calculan que hay más de 26,000 mujeres desaparecidas
Por otra parte, según ONU Mujeres, las desapariciones forzadas en México hoy constituyen una de las principales violaciones contra los derechos humanos. Al 17 de noviembre de 2022, los datos oficiales reportaban más de 107,000 personas desaparecidas y no localizadas, 25% de las cuales son mujeres. Eso quiere decir que hay más de 26,000 mujeres desaparecidas o no localizadas
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, esa cifra representa un incremento de 10% desde 2018. La Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración estima que se registra la desaparición de 9 mujeres por día.
Padecen el desplazamiento forzado por violencia
Por otra parte, las mujeres son tambien una proporción importante de las víctimas de desplazamiento forzado interno por causas de violencia, fenómeno que durante los últimos años se ha incrementado considerablemente en el país, aunque no se tienen registros oficiales.
La CMDPDH asegura que desde hace al menos una década México sufre una grave crisis humanitaria causada por el desplazamiento forzado interno y en ello una parte importante la padecen las mujeres.
Tan solo en 2021 la CMDPDH estimó que en 2020 58.33% de los eventos de desplazamiento forzado interno tuvieron presencia de mujeres.
Cada uno de esos casos expresados en cifras tienen rostro y unos de ellos son Rosana y su hija, Sofía, que tuvieron que salir huyendo de Guerrero en busca de refugio. Se alejaron del peligro que las amenazaba, pero en el camino se toparon con otros, pues México les es hostilmente inseguro.
El ritmo de las reformas para reducir la desigualdad de género se desaceleró en 2022 hasta caer a su nivel más bajo en 20 años, afirmó este jueves el Banco Mundial (BM) en un informe en el que América Latina es la tercera región con mayor puntuación.
El índice que mide el avance de las reformas a favor de una mayor igualdad jurídica solo ha aumentado 0.5 puntos para situarse en 77.1, «lo que indica que, en promedio, las mujeres gozan apenas del 77% de los derechos que tienen los hombres ante la ley», escribe la institución en su informe para 2022.
Durante el último año se llevaron a cabo 34 reformas en 18 países, lo que se convierte en el total más bajo desde principios de siglo.
Al ritmo actual de las reformas, una mujer joven que entra hoy a la vida laboral se jubilará sin haber conseguido los mismos derechos que los hombres en la mayoría de los países, alerta el informe.
«No solo es injusto para ellas, también es un obstáculo que menoscaba la capacidad de los países para promover el desarrollo verde, resiliente e inclusivo», asegura Indermit Gill, economista jefe del Grupo Banco Mundial, citado en un comunicado.
La institución estima que la reducción de la brecha de género en empleo podría incrementar el producto interno bruto (PIB) per cápita a largo plazo en un promedio de casi un 20% en todos los países, con ganancias económicas globales estimadas entre 5 y 6 billones de dólares, si las mujeres iniciaran y ampliaran nuevos negocios al mismo ritmo que lo hacen los hombres.
El nivel de igualdad es más alto en las economías avanzadas, pero entre las 44 con puntajes superiores a 90 figuran tres latinoamericanas: Costa Rica (91.9), Paraguay (94.4) y Perú (95). Por el contrario, Haití tiene el más bajo (61.3).
En general, América Latina y el Caribe es la tercera región con mayor puntaje (80.9) en el informe «La mujer, la empresa y el derecho 2023».
Costa Rica alcanzó 100 puntos en el indicador de remuneración laboral tras la eliminación de las restricciones al empleo femenino en trabajos considerados peligrosos.
El Banco Mundial estudió todas las leyes y reglamentos aprobados o implementados en 190 países en 2022, teniendo en cuenta ocho áreas: movilidad, trabajo, ingresos, matrimonio, paternidad, emprendimiento, patrimonio y jubilación.
Las economías de América Latina y el Caribe tienen un buen desempeño en las áreas de activos (puntaje promedio de 97.5), movilidad (92.2) y matrimonio (90.6).
En el ámbito de la movilidad, todas han implementado legislaciones que permiten a las mujeres salir de su hogar y viajar fuera de su país de la misma manera que los hombres.
A pesar de los desafíos, los países de la región han mejorado su puntaje en parentalidad (+0.7 puntos en promedio), en comparación con el informe anterior, aunque más de la mitad (19 de 32) no tiene legislación que garantice 14 semanas de licencia de maternidad remunerada.
También han avanzado en remuneración (+0.7 puntos), pese a que solo 11 economías exigen igualdad por trabajo de igual valor y nueve aún limitan los tipos de empleos industriales que pueden realizar las mujeres: Argentina, Barbados, Belice, Colombia, Dominica, Jamaica, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas, y Uruguay.
Progresó asimismo en trabajo (+1,6 puntos). De las 30 economías del mundo que no prohíben legalmente la discriminación por motivo de género en el empleo, siete se encuentran en la región: Belice, Bolivia, Dominica, Guatemala, Jamaica, Saint Kitts y Nevis, y San Vicente y las Granadinas.
La violencia de género es la violación de los derechos humanos más generalizada. Una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido algún tipo de violencia. Para ponerle fin, el Programa Regional de la Iniciativa Spotlight se orientó a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Para lograrlo, en un territorio tan vasto como América Latina, el Programa Regional se asoció con contrapartes de la sociedad civil que cuentan con fuerte presencia en el territorio y una gran experiencia de trabajo con problemáticas y contextos específicos de la región.
CECADDHI es una organización que trabaja en favor de la libre determinación de los pueblos y el anti-racismo y que prioriza el trabajo con mujeres y jóvenes. Con ese fin prumeve la defensa legal colectiva, el aprendizaje compartido, y la investigación-acción.
Es por eso que CECADDHI organizó talleres en la comunidad de Bawinokachi en el municipio de Bocoyna en Chihuahua, México. Allí se abordaron las diferentes formas de vivir la violencia en la comunidad y, como resultado, se elaboró un plan de diagnóstico para poder trabajar con mujeres y también con hombres. Dicho plan se lleva a cabo con un grupo de 10 mujeres de la comunidad y aproximadamente 6 niñas y niños de la comunidad.
El diagnóstico es elaborado por las mujeres de la comunidad y el equipo CECADDHI, y tiene por objetivo observar las diferentes formas de violencia que atraviesan las mujeres. Se trata de una conversación para evaluar cómo era la situación antes, cómo vivían, qué hacían y qué sucede ahora. Se trata de conocer para luego evaluar el tipo de violencia que viven en la comunidad. Todo este proceso es realizado por el mismo grupo de personas que ya están familiarizadas con el lugar y tienen trato personal lo que facilita la recolección de información para luego dar respuesta.
Hortensia Juárez Herrera tiene 61 años, forma parte de la comunidad y narra cómo ha cambiado a lo largo del tiempo la situación en cuanto a las relaciones con los hombres y cómo la intervención de CECADDHI ha tenido un impacto positivo.
“Les quiero platicar un poco de como vivíamos antes, cómo éramos, cómo nos educaban antes y cómo éramos maltratadas las mujeres. Eran muy bravos los padres y cuando una se casaba, también, los señores, los esposos eran muy bravos y nos maltrataban mucho; también a los hijos”, explica Hortensia.
Sin embargo, gracias al trabajo territorial y en conjunto con CECADDHI, la realidad cotidiana para las mujeres de Bawinokachi cambió: “Ahora estamos aprendiendo a defendernos, y ya no son tan bravos los señores como eran antes. Estamos aprendiendo a defendernos porque llegó una organización, CECADDHI, hicimos un grupo de 10 mujeres para ir y aprender con ellas”.
Pero el impacto positivo no es casualidad; antes de llegar a platicar sobre las violencias de género con el grupo de mujeres de la comunidad, el personal de CECADDHI se dialogó sobre violencias de género con una mujer Rarámuri, quien ya había trabajado en las comunidades para abordar el tema. Allí se compartieron herramientas sobre cómo dar a conocer estos temas y que procesos llevar a cabo. También se expuso sobre los derechos de las mujeres indígenas y el racismo que se vive, tan solo por pertenecer a una comunidad de ésta índole, o por ser una mujer indígena. Además se llevo a cabo un taller creativo para poder replicar el mismo dentro de la comunidad. Dicho taller, con herramientas de la investigación participativa, busca obsvervar y comprender las distintas formas de aplicar el diagnóstico sobre las violencias de género dentro de la comunidad.
“Invitamos a jóvenes para que ellos también aprendan a defenderse. Gracias a la organización que tenemos para trabajar todos juntos, los jóvenes pueden aprender mucho más”, finalizó Hortensia.
La historia de la joven Sagrario González Flores suena al aleteo de pájaros. Alas que se mueven violentamente dentro de una jaula y que permiten que se cuele de pronto el sonido del aire y del patio de madrugada. González, una joven de 17 años, que trabajaba como operadora de maquila en Ciudad Juárez, Chihuahua, partió a su trabajo muy temprano el 19 de abril de 1998 para no volver jamás. Antes de salir de casa hizo lo que habitualmente hacía, además de trenzarse el cabello y preparar su bata blanca de operadora, alimentó a sus dos periquitos a quienes decía dulces palabras cada vez que se acercaba a ellos.
Así se escucha el primer capítulo de Diez mujeres, la producción sonora que un batallón de mexicanas de distintas profesiones han concretado con esfuerzo, trabajo y creatividad durante los dos últimos años. El equipo ha estado liderado por Ashley Frangie y Lety Sahagún, las creadoras de uno de los pódcast mexicanos con más éxito en este tipo de plataformas a nivel global: Se regalan dudas. Además, la producción ha contado con el trabajo de investigación y seguimiento de la periodista Daniela Rea y, en los guiones, la pluma potente de la escritora y editora Alma Delia Murillo. Una combinación poderosa para construir un relato sonoro cuyo formato consumen cada vez más mexicanos. Historias y producciones donde los recursos de la voz y el peso de los testimonios son suficientes —como en este caso— para llegar hasta lo más profundo de las conciencias.
Lety Sahagún y Ashley Frangie, productoras de ’10 Mujeres’ y fundadoras de la productora Dudas Media.CORTESÍA (DUDAS MEDIA)
La productora y presentadora Lety Sahagún ha explicado que han aprovechado el lugar que ya tienen dentro de las producciones de audio para contar la historia de un día en este país, es decir, la historia de un lugar en el que a diario asesinan a 10 o más mujeres: “Lo hicimos a través del audio porque es en donde está nuestra fuerza, es la forma que conocemos, y también porque queríamos contar historias que por razones estructurales no escuchamos”.
Su proyecto insignia Se regalan dudas es considerado como el podcast más exitoso de América Latina. Se ha mantenido entre los 10 más escuchados en todo el continente desde el 2020, cuando fue premiado como el más compartido y seguido de Spotify. Tras el éxito, cobró fuerza y se convirtió también en una productora, Dudas Media, que ya participa activamente en Diez mujeres de la mano de Amazon Music.
Para tejer este largo proceso de contar las historias, la producción ha elegido cuidadosamente a actrices cuyas voces narran cada uno de los episodios. Los testimonios de víctimas de feminicidio como Fátima, Ericka, Bianca, Maicha Pamela, Sagrario, Idaly, Nataly, Paola, Mara y Fernanda, serán narrados, desde los puntos de vista de un árbol, un cuaderno, o un periquito, en voces de las actrices Angélica Aragón, Yalitza Aparicio, Mabel Cadena, Zuria Vega, Bárbara López, Karol Sevilla, Bárbara Mori, Morganna Love, Natasha Dupeyron y Eréndira Ibarra.
Esta nueva forma de contar la gran tragedia humana que significa un feminicidio, solo pudo conseguirse con el trabajo y las horas que pasó la periodista Daniela Rea con las familias de cada una de las víctimas. Ashly Frangie recuerda que para poder relatar ciertos detalles desde puntos de vista tan cercanos e íntimos a las mujeres de distintas edades y contextos sociales, y lograr que la voz de esos objetos que las rodeaban fuera suficiente para causar un efecto potente, el trabajo de Rea y de Alma Delia Murillo fue clave. “Daniela Rea fue quien estuvo en contacto con las familias. Se encargó de entrevistarlas, de ir a cada uno de los lugares del país y ponerlas en el centro. La única forma que supimos de los periquitos es porque la mamá de Sagrario contó la historia. Otro testimonio lo cuenta un árbol, y fue justo la mamá quien nos describió cómo eran los árboles donde vivía. Y luego fue bajar todas esas palabras a los guiones de Alma”.
La producción estrenará sus dos primeros capítulos este mismo miércoles. Será el 8 de marzo cuando los episodios puedan ser escuchados en diversas plataformas. Además, desde este 1 de marzo estará habilitado el sitio web diezmujeres.com en donde no solo se podrá acceder a los audios, sino que, las mujeres que llegaran a necesitar acompañamiento sobre temas de violencia machista, lo podrán hacer directamente en el sitio.
En un artículo publicado en 2021 en este periódico, La revolución femenina del ‘podcast’, María Jesús Espinosa de los Monteros, especialista en el tema, hacía un recorrido por las producciones de audio que están dirigidas, creadas o llevadas por mujeres. Al respecto hace esta reflexión: “Casos como Estirando el chicle, El podcast de Cristina Mitre, Gabinete de Curiosidades o Deforme Semanal en España, Concha Podcast en Argentina o Se regalan dudas en México muestran la relevancia de las creadoras sonoras. El primer podcast de masas en Estados Unidos, Serial, fue producido por una mujer: Sarah Koenig. Detrás del apabullante éxito de The New York Times Audio hay una periodista llamada Lisa Tobin. Dawn Ostroff es la directiva que está detrás de la formidable apuesta de Spotify por el audio. En Latinoamérica, Carolina Guerrero es la CEO del prestigioso podcast de Radio Ambulante y Martina Castro está al frente de la productora Adonde Media. La escucha entre mujeres está tejiendo hermosas comunidades en todo el mundo. La voz femenina, en definitiva, puede entenderse como un nervio que atraviesa nuestra historia y conecta siglos. No debe ser casualidad entonces que palabras como sonoridad y sororidad sean casi idénticas”.
La inequidad laboral sigue afectando más a las mujeres en México que a los hombres, reveló un estudio por el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE Business School).
“En los últimos 18 años, el mercado laboral mexicano ha incorporado lenta pero continuamente a la mujer; no obstante, aún existen desafíos para poder proyectar equidad de género en el futuro laboral en nuestro país”, señaló el IPADE Business School en un comunicado divulgado este viernes.
La investigación, que contó con el apoyo de la empresa Gentera, se basa en la generación de 16 indicadores con frecuencia anual desde 2005 hasta 2022, así como 14 brechas de género relacionadas, con lo que fue posible señalar progresos y desafíos en el ámbito laboral mexicano.
Foto: UNAM
Con base en el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), las brechas de género toman como referencia el número 1, que implica igualdad entre hombres y mujeres.
Brechas de género menores a 1 muestran datos superiores para las mujeres, mientras que brechas mayores a 1 representan datos más elevados para los hombres.
Dentro de los resultados positivos, la presencia de las mujeres en alta y media dirección ha mantenido una tendencia creciente en el periodo de estudio, al aumentar 10,6 puntos porcentuales en la participación de las mujeres en este tipo de puestos, al llegar a un 38,6 % en 2022.
Sin embargo, uno de los resultados más preocupantes es el referente a las jóvenes sin estudiar, capacitarse o trabajar, ya que en este indicador la brecha es de 0,37 en 2022.
“Este indicador muestra que 26,3 % del total de este grupo poblacional femenino no estudia, trabaja o se capacita, quedando en desventaja para insertarse en el mercado laboral”, destacó Yvette Mucharraz y Cano, directora del CIMAD.
Además, precisó, la brecha de la relación empleo-población para 2022 es de 1,73 lo que significa que los hombres se integran con mayor frecuencia al mercado laboral que las mujeres.
Sobre el trabajo informal, el estudio revela que las mujeres suelen integrarse más en este sector, con una brecha de 0,965 para 2022, casi igual al 0,969 en 2005.
Respecto a pobreza laboral, tanto mujeres como hombres presentan cifras similares, lo que arroja una brecha de 0,99 en 2022.
No obstante, también hay una ligera diferencia entre las mujeres y los hombres con salarios bajos, con una brecha de 0,972.
Por otro lado, la precariedad en el empleo, que se refiere a la falta de seguridad y estabilidad laboral derivada de la situación contractual de los trabajadores, es similar entre hombres y mujeres.
Su brecha de género es 1,08; mientras que el pago por incapacidad laboral es un poco más frecuente en mujeres, lo que se representa en una brecha de 0,93, análoga a la de cobertura de seguridad social, con 0,95.
El reporte también indica que la brecha de género del trabajo infantil, una de las modalidades de trabajos que deberían abolirse es de 2,36.
Finalmente, destaca que los hombres tienden a padecer con mayor frecuencia jornadas laborales excesivas, representados por una brecha de 1,65.
Sin embargo, los hombres tienen más tiempo libre que las mujeres, que se expresa en una brecha de 1,1, lo que representa aproximadamente 8 horas más de tiempo libre promedio para los hombres al 2022.
Benjamín Alemán Castilla, profesor del área de Entorno Económico del IPADE, afirmó que “es necesario enfocarse en reducir la pobreza laboral y trabajar en la disminución de las jóvenes sin estudiar”.
La mexicana Verónica Cruz Sánchez, activista al frente del grupo Las Libres, fue destacada por la revista TIME como una de las doce ‘Mujeres del Año 2023’ en una lista publicada este martes (02.03.2023). La publicación destaca que «esta activista mexicana está ayudando a las estadounidenses a desafiar la prohibición del aborto».
Cruz, de 52 años, declaró a la revista que «en Estados Unidos, las mujeres que vemos están aterrorizadas». Desde que Texas vetara el aborto en mayo de 2021, ha recibido una avalancha de mujeres en busca de ayuda en Guanajuato, un estado mexicano «profundamente conservador». Las Libres cuentan con una red de unas 300 voluntarias en Estados Unidos, que han asistido a unas 10.000 mujeres, entre otras cosas, dispensando píldoras abortivas.
En México, el pasado 7 de septiembre se despenalizó el aborto. Fue «gratificante», recuerda Cruz en declaraciones a la revista, ver a los políticos mexicanos apoyar el fallo. «Durante veinte años me dijeron que estaba loca y ahora están repitiendo mis palabras».
La hermana de Marielle Franco, también en la lista
Entre las doce mujeres del año destacadas por TIME está también Anielle Franco, ministra de Igualdad Racial de Brasil. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se apresuró a felicitarla en las redes sociales: «Representante del Gobierno brasileño, la ministra de Igualdad Racial de Brasil es una de las mujeres del año. Felicitaciones @aniellefranco», dijo en Twitter.
La heredera política de su hermana, la asesinada concejala carioca Marielle Franco, fue incluida por la revista estadounidense en la lista, que también incluye a la actriz Cate Blanchett, ganadora de dos premios Óscar, a la campeona mundial de boxeo Ramla Ali, la futbolista Megan Rapinoe, la cantante Phoebe Bridgers o a la disidente iraní Masih Alinejad. «Estoy muy orgullosa de haber sido la primera y única brasileña indicada como ‘Mujer del año’ entre las doce escogidas por la revista estadounidense TIME. Estoy muy feliz y no llego sola. Es un reconocimiento no solo a mí sino a todas las mujeres negras de Brasil», afirmó la activista de derechos humanos, periodista, escritora y educadora, también en sus redes sociales.
Anielle Franco, durante su presentación como ministra de Igualdad Racial en el Palacio de Planalto el pasado 11 de enero.
“Ser buena no es suficiente, tienes que ser excepcional”. No es el eslogan de una nueva línea de zapatillas, ni de un posgrado, ni el reclamo aspiracional de un coach de la felicidad. Es una realidad. La de millones de mujeres que “necesitan hacer algo extraordinario para ser noticiables: el referente de mujer que reflejan los medios es, con mucha frecuencia, de excepcionalidad”. Esa es una de las conclusiones del último estudio sobre Igualdad de la consultora LLYC, que pone como ejemplo las noticias sobre mujeres políticas:
“Destacan un 50% más sus aciertos y minimizan sus errores en comparación con los dirigentes masculinos. Y esto a pesar de que las políticas son las lideresas menos asociadas al liderazgo y menos confiables como autoridad, aunque las noticias exponen más sus aciertos”. ¿Tiene esto paradójicamente implicaciones negativas? “Cuando es tan notorio que solo sean reseñables sus grandes logros, que no pueda existir una cierta “mediocridad”, la imagen que se proyecta de la mujer es de perfección. Esto alimenta el síndrome de la impostora, la inseguridad y el burnout”.
El informe Mujeres sin nombre, avances de la presencia de la mujer en medios de comunicación y el desafío pendiente ha analizado 14 millones de noticias de más de 78.000 fuentes de información en 12 países para ver cómo tratan los medios de comunicación a las mujeres. “El tipo de referentes femeninos que estamos proyectando en las nuevas generaciones y los futuros decisores está todavía distorsionado: se habla poco de las mujeres, y a menudo de forma sesgada”, se afirma en el estudio. Y aunque ha habido avances, la desigualdad persiste, e incluso en aquellas cuestiones positivas, existen connotaciones negativas.
Ocurre con el ejemplo anterior de las mujeres en política, y también en los resultados que recabaron sobre información científica: “Una de cada cinco noticias que expone liderazgo resulta inspiracional, con términos como “líder”, “reconocida” o “representa”. El éxito femenino, en este campo, viene dado por ser “la primera en inventar o descubrir algo, pero no se da el mismo valor a la continuidad, la mejora o el progreso en tendencias científicas”.
De la idea de ‘superwoman’ a la inseguridad por no alcanzar a serlo
La realidad que subyace a esa conclusión, dice Luisa García, socia y directora global de operaciones de LLYC, no solo crea una imagen “de superwoman”, sino que “puede estar muy vinculada” a varias cuestiones como “el sesgo de autolimitación de las mujeres desde la infancia, escuchando que destacar tanto a lo mejor no es tan buena idea”, al “gap de autopromoción por el que las mujeres no ven una asociación tan clara entre ponerse en valor con el beneficio económico o profesional”, y a “todos los datos que ponen de manifiesto que la valoración del potencial femenino siempre se infravalora al lado del masculino, siempre se pone un pero: es muy buena, pero no tanto como para ser jefa, por ejemplo”.
Esto, a su vez, “incide en que las mujeres que no se sienten tan extraordinarias se sientan muy inseguras a la hora de desarrollar su propia visibilidad o que piensen que para hacerlo el nivel de dedicación tiene que ser tan relevante que no es compatible con su agenda”, una en la que a menudo se cruza la carga laboral de la casa o el cuidado de los hijos u otros familiares.
Todo ello, apunta García, genera “un círculo vicioso” que se relaciona con el resto de las conclusiones del estudio. Entre ellas, que haya 2,5 más noticias sobre hombres que sobre mujeres en los medios; que se mencione un 36% más a la familia en noticias sobre mujeres, ese dato crece hasta el 366% en informaciones sobre empresa y hasta un 191% en el caso de ciencia; que se siga poniendo el foco en la víctima en vez de en el agresor y se nombre casi tres veces más a la mujer que al hombre cuando se habla de violencia y el doble en situaciones de acoso; que el nombre propio de ellas aparezca un 21% menos en titulares, y hasta un 40% menos en las temáticas consideradas más relevantes en el informe, como Ciencia o Economía; o que el apellido común para todas sea “femenino”, ya que la “mención explícita al género es 2,3 veces más frecuente en mujeres que en hombres”, apunta el informe.
Ellas: poesía, baile o literatura
Así se “perpetúan clichés, arquetipos y roles e introducen sesgos temáticos”, como la asociación al activismo (tres veces más cuando se menciona a lo femenino en comparación con los hombres), la sostenibilidad (dos veces más), la cultura (ellas están un 20% más asociadas a la poesía, el baile o la literatura) o la salud mental (la depresión se menciona dos veces más y la ansiedad, un 22% más).
Según García, esto responde en parte a la realidad —hay menos mujeres en puestos de poder o con mayor visibilidad—, pero también a “esos sesgos, que ayudan a configurarla”, y se ve “claramente” en áreas muy definidas. Aunque en general los hombres firman más noticias que las mujeres —lo hacen un 50% más—, el estudio establece que “suelen hacerlo en secciones y temáticas asociadas a Economía, Política, Tecnología y Deporte, mientras que las mujeres suelen escribir sobre Cultura, Salud o Sociedad”.
En aquellas con más hombres en las firmas, como Deporte o Economía, usan más “el apellido femenino”. Por ejemplo, en el ámbito deportivo, “sucede en los casos del baloncesto femenino y el fútbol femenino (98% de mención “femenino”) y en Economía, en los casos del emprendimiento, el talento y el liderazgo (80% de mención “femenino”)”. Y en las secciones en las que las mujeres firman más, “aun siendo menos que los hombres, se mencionan más nombres propios”, por ejemplo, en el caso de periodistas: 2% de mención “femenino” frente a 79% de mención a sus nombres. “Estos datos ponen de manifiesto que en las temáticas menos maduras en materia de igualdad también hay menos firmantes femeninas”, concluye el documento.
García apunta a que la especialización de periodistas en los medios desde hace unos años ha mejorado el tratamiento que se da a las mujeres, pero que aún “queda lejos eliminar por completo los estereotipos”. ¿Hay alguna solución para un ámbito, el de los medios de comunicación, cuyo trabajo es contar la realidad? La socia de LLYC cree que sí: “Puedes compensar de la misma manera que lo hacen los departamentos de Recursos Humanos, siendo muy conscientes de que el punto de partida no es igualitario y que tienes que hacer un esfuerzo mayor para igualar”.
También cree con todos los temas relativos a la igualdad, “el principal error que se comete es pretender que sea fácil o que salga de manera natural”. “Eso es lo que lleva a decir ‘ah, bueno, es que la realidad es así’, como no hay mujeres, por ejemplo, en Ciencia, saco solo hombres, y no, creo que hay que hacer un esfuerzo adicional para intentar balancear lo máximo posible la visibilidad de las mujeres en ciencia. Y habrá campos en los que cueste más llegar a un 50-50 porque efectivamente la profesión no está compuesta por un 50-50, y por eso precisamente hay mucho trabajo pendiente para lograr ese equilibrio, por parte de todos”.
Diferencias por países
El estudio de LLYC ha recopilado datos de 12 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana. Entre ellos hay diferencias.
La mención explícita al género. En español, 3 de cada 5 noticias (un 60%) que hablan de un género apuntan a la mujer. Y en Argentina y México se menciona “mujer” y “femenino” incluso más, el doble que al hombre. Sin embargo, en EE.UU, Brasil y Portugal se menciona más al hombre, especialmente en EE.UU., donde la mención al género masculino es un 30% superior al femenino.
Economía. En EE UU las informaciones económicas reflejan una mujer mucho más cercana a la idea de negocio y compañía, referencias más débiles en Iberoamérica, es decir, en el resto de países analizados, incluidos España y Portugal.
Salud. En las secciones de salud de los 12 países monitoreados existe una mayor asociación de la mujer con los términos “salud”, “dieta”, “vitamina” y “tratamiento”, una terminología que está ligada a hábitos y cuidados. A los hombres, sin embargo, se les relaciona con los términos “enfermedad, “virus”, “adicción” y órganos como el corazón o el pulmón. Además, los términos “vacuna” y “patógeno” también se perciben como masculinos. La depresión figura el doble que en hombres en Iberoamérica y un 10% más en EE UU, mientras que la ansiedad lo hace un 22% y un 3% más en esos lugares, respectivamente.
Cultura. En EE UU el cine, el espectáculo y el teatro son más masculinos que femeninos, señal que se invierte en Iberoamérica. Asimismo, la gastronomía, la orquesta y la música son términos con una menor predominancia femenina en el país norteamericano. Por el contrario, Iberoamérica enlaza menos a las mujeres con la poesía, el documental, el baile y la literatura que EE UU.
El Día Internacional de la Mujer es una fecha que se conmemora cada 8 de marzo con el objetivo de reconocer la lucha y los obstáculos a los que se ha enfrentado las mujeres a lo largo de los años, de esta manera es como ellas toman las calles para exigirle a las autoridades y a la sociedad en general justicia y equidad.
En la actualidad este tipo de manifestaciones se realizan en diferentes partes del mundo, en cada nación las mujeres realizan reclamos de acuerdo al movimiento en el que militan, por ejemplo, piden por las que han desaparecido, el acceso al aborto legal y gratuito, derechos laborales y demás cosas originadas por la brecha de género.
Las movilizaciones no son recientes, ya que desde hace varios años este tipo de colectivos han tenido que pelear por sus derechos, incluso en la forma en cómo lo hacen ha estado presente en la historia de la humildad. A continuación te hablaremos del origen de la primera marcha:
Los orígenes de estas marchas
Estas marchas están relacionadas con las diferentes movilizaciones que han realizado las mujeres, por ejemplo, uno de los antecedentes más importantes fue la lucha de ‘Las Sufragistas’ en Reino Unido, quienes a finales del siglo XIX empezaron a pelear por el derecho a votar y a ser votadas.
Durante estas movilizaciones, diferentes colectivos recurrían a la iconoclasia, es decir, a destruir monumentos, en especial los religiosos, además, solían estrellar vidrios de establecimientos privados y rayar paredes.
A su vez, en otras partes del planeta este tipo de reclamos se replicaron, pues Susan B. Anthony y Elizabeth Cady Stanton fundaron en Nueva York un movimiento por el derecho al voto de la mujer llamado National Woman Suffrage Association (Asociación Nacional para el Sufragio de las Mujeres).
De esta manera es como la primera nación en tener el voto para todas y todos sus ciudadanos fue Nueva Zelanda en el año 1893. Mientras que Las Sufragistas lo consiguieron en 1908, aunque con ciertas restricciones, ya que solo podían votar las mayores de 30 años.
Las mujeres de la ‘Textilera Cotton’
Las especialistas sostienen que las marchas se originaron por lo que ocurrido en 1908 en la ‘Textilera Cotto’, ubicada en Nueva York. En este lugar varias mujeres se manifestaron en contra de los malos tratos que recibían de sus patrones.
Ellas exigían mejores condiciones de trabajo y la reducción de la jornada laboral, así como ponerle un alto al acoso sexual que vivían en la fábrica. Sus movilizaciones eran brutalmente reprimidas por las autoridades.
Esto las llevó a proclamar una huelga. El 8 de marzo de ese mismo año, un poco más de 120 mujeres manifestantes murieron en un incendio provocado por los dueños de la fábrica. Ese día se hicieron cientos de funerales para recordar a las víctimas. Esta fecha fue retomada poco después como el Día Internacional de la Mujer.
Fue así como las marchas de este día se tomarían como las primeras en conmemoraciones por las mujeres. Años más tarde, se esparció a más lugares. En México la primera se llevó a cabo el 9 de mayo de 1971, estuvo a cargo del colectivo Mujeres en Acción Solidaria.
DiDi presentó un informe en marco del Día Internacional de la Mujer, de cómo las aplicaciones que facilitan los servicios de movilidad, de entrega de comida y de servicios financieros, están facilitando el acceso al emprendimiento digital de las mujeres.
La tecnología ha significado una ayuda importante para todas las personas en el mundo, en especial para las mujeres, quienes están logrando mayor independencia económica, usando las diversas apps que existen para emprender nuevos negocios y laborales. Este dato lo dio a conocer una investigación realizada recientemente en México por la aplicación de servicio de movilidad DiDi, destacando como las mujeres están creciendo cada día más en estos sitios.
En los últimos años, el mundo se ha digitalizado por completo, dejando un camino más fácil para trabajar, estudiar, emprender, comprar, vender y hasta para asistencia médica. Ante eso aún siguen existiendo datos que reflejan cómo el mundo del internet no es tan Democrático cuando de hombres y mujeres se habla.
De acuerdo a datos del Foro de Mujeres Empresarias 2021, promovido por Unión por el Mediterráneo (UpM), el 60 por ciento de los hombres utiliza internet en el móvil, en el caso de las mujeres este ratio desciende al 47 por ciento. Además, ellas representan solo el 18 por ciento de los expertos en tecnología punta.
En ese sentido, la brecha digital de género aumenta a nivel global con un impacto negativo para el desarrollo económico y social de los países. Otro dato de Gender Snapshot 2022 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, la exclusión de las mujeres en el mundo tecnológico, ha recortado alrededor de 1 billón de dólares del producto interno bruto de los países de ingresos bajos y medios en la última década.
Asimismo, una encuesta realizada por la OIT (Organización Internacional del Trabajo), muestra que en el 2021, si se considera, por ejemplo, la fuerza de trabajo de plataformas de comercio electrónico, streaming, redes sociales o buscadores en línea, de cada 10 trabajadores seis son hombres y cuatro son mujeres. Mientras que el personal ocupado en las plataformas dedicadas al “delivery” como DiDi Food, Rappi, Glovo y UberEats, las mujeres representaban apenas el 8 por ciento del total, y en las plataformas de transporte como Beat, Uber y DiDi, la proporción de mujeres no llega ni al 5 por ciento.
En ese mismo contexto, datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), indican que por cada 100 personas que trabajan como conductores en alguna plataforma de servicio de transporte como Uber o Cabify, solo cinco son mujeres.
En México, el 94.8 por ciento de los conductores de Uber y el 94.4 por ciento de Didi, son hombres y menos del 6 por ciento son mujeres, según datos del estudio ‘La autonomía de las mujeres en escenarios económicos cambiantes’, con datos de 2018.
Mujeres y apps para independencia económica
Ante todo ese contexto, DiDi presentó un informe en marco del Día Internacional de la Mujer, de cómo las aplicaciones que facilitan los servicios de movilidad, de entrega de comida y de servicios financieros, están facilitando el acceso al emprendimiento digital de las mujeres, aportándoles mayores oportunidades de independencia económica, flexibilidad y desarrollo personal en México.
En su investigación, la marca destacó que desde su llegada al país, la compañía ha impulsado programas para promover la equidad de género e incentivar la presencia de las mujeres en la economía digital.
“Por ejemplo, desde el año 2020, a través de la función que conecta conductoras y pasajeras DiDi Mujer, se han realizado más de 2 millones de viajes. Otro dato de la presencia de mujeres es que el 12 por ciento de viajes históricos ejecutados a través de la aplicación de DiDi han sido hechos por conductoras”, explica.
Por su parte, en su aplicación de DiDi Food, el incremento de la participación de las mujeres ha sido significativo, donde en el último semestre de 2022, el número de repartidoras que usaron la aplicación para ofrecer sus servicios incrementó un 46 por ciento y, en promedio, el 5 por ciento de las entregas totales realizadas a través de la app.
Otro dato que desglosa la investigación es que en la esquina de los restaurantes, el 25 por ciento de las Dark Kitchens con las que DiDi Food tiene una relación comercial son propiedad de mujeres; y el 36 por ciento de todos los restaurantes disponibles en la aplicación son dirigidos por mujeres.
“Un alto porcentaje de mujeres utilizan DiDi para lograr mayor independencia económica o alguna meta en particular, tales como terminar sus estudios, contar con ganancias para su familia o impulsar sus negocios. En este aspecto, una conductora puede obtener ganancias mensuales de hasta 23 mil pesos, dependiendo del número de viajes realizados”, indica la investigación.
Estos datos se le suman a los ya existentes mencionados al principio, donde la participación de las propias marcas y empresas que se dedican a este segmento han ido, incluyendo con sus propuestas como ejemplo Uber, también tiene su programa especialmente para las mujeres que quieran trabajar y emprender en la aplicación de movilidad bien sea como conductoras o hasta repartidoras.
Por su parte, existen diversas apps como Cornershop, Rappi, entre otras, que también están apostando a las mujeres como socias y así disminuir la brecha de género en estos temas laborales.