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  • Quisiera que este libro sea un abrazo para quienes han criado en soledad: Daniela Rea

    Quisiera que este libro sea un abrazo para quienes han criado en soledad: Daniela Rea

    Hablar con Daniela Rea es meterse en las entrañas de la especie humana y escudriñar, desde las historias más sencillas de la vida cotidiana, los resortes que mueven nuestra sociedad. Fruto, su libro más reciente, es un relato de su vida, y también es un relato de la vida de todas. Es un espejo que, sin más ambiciones que prestarnos sus ojos para abrazarnos, termina develando cada una de las capas de opresión del patriarcado, del capitalismo, de la política. Porque es un libro que habla desde el corazón, pero que es profundamente político.

    No es una sorpresa, pues, que el libro, editado por Antílope, casi se haya agotado en la primera semana de su salida al público. Aún se puede conseguir en Ciudad de México en Casa Tomada, Vulcana, Incendiarias y Marabunta. En Morelia, en el Traspatio. En las librerías de la UAM y en la página de Antílope.

    Hablamos del libro mientras vamos en el Metro, junto con Laura, una de las mujeres que presta sus ojos y su historia. Lo que me gusta es que nos hace pensar cosas que no habíamos pensado, dice Laura, mientras caminamos hacia mi casa. Son historias duras, son las que somos. Me sigue diciendo mientras cocinamos y antes de darme un abrazo.

    Hablamos del libro por zoom, interrumpidas por las hijas, los gatos, el señor del gas. Hablamos y hablamos, en una conversación que lleva muchos años, sobre los cuidados y las crianzas colectivas. Le digo que voy a la mitad del libro y no puedo dejar de leerlo. En cada página voy anotando conversaciones con tantas mujeres que vivimos lo mismo, que sentimos lo mismo.

    Esta es parte de un relato que no empieza ni acaba con nosotras ni con esta entrevista…

    Aquí estamos

    —¿Como pensaste la idea?

    Cuando nacieron las niñas sentía una sensación de soledad muy fuerte, a pesar de que tengo familia compañeros, etcétera. Eso me hizo pensar en la cuestión de los cuidados en términos sociales.  A las madres se les exige que críen y entreguen hijos de bien, pero las dejan solas.

    Lo sentía en mujeres que había conocido en la chamba y empecé a pensarlo mucho más en términos socioeconómicos: qué implica nuestro trabajo de cuidados, quién se beneficia de él. La lectura de Silvia Federici fue muy iluminadora en esa primera mirada.

    Yo quería escribir unos reportajes, pero con Naira recién nacida empecé a entrevistar a mamás por Facebook. Conforme iba avanzando en las entrevistas y lecturas empecé a tener enojo de sentir que nosotras estamos sosteniendo el capital con nuestra vida, con nuestro trabajo, y que después nuestras hijas iban a ser lo mismo. Me empezó a dar una soledad de sentir que muchas mujeres lo están llevando solas y que, más allá de que esto esté englobado en un contexto económico, se revertía mucho en términos de soledad y de culpa.  Porque nunca somos suficientes, aunque hagamos hasta lo imposible, aunque nos multipliquemos, aunque durmamos cuatro horas nunca nuestro trabajo no va a ser suficiente. Eso me parecía muy doloroso, entonces, dentro del enojo y de querer hacer un reclamo de lo que implica nuestro trabajo en términos socioeconómicos que no es reconocido, pasé a la sensación de querer como acompañar a estas mujeres.

    Me imaginaba el libro, como si al leerlo pudiera correr la ventana o la cortina o la puerta de donde estas mujeres están criando en soledad y que este gesto de leer sus historias, de hacer un ladito la cortina era una forma de acompañarnos y de decirles: Aquí estamos, no eres la única.

    El diario de Naira

    Pensaba el libro como una especie de relatos individuales, como en los cuentos de Doris Leasing. Y paralelamente estaba escribiendo el diario. (Yo escribí el diario de Naira en el embarazo y parto). Entonces, las cosas pasaron en paralelo: entrevistar las historias, leer, escribir el diario. Gaby Jáuregui me invitó a leer un ensayo de maternidad para el libro de Tsunami, yo no tenía qué escribir y lo que hice fue pasar algunos fragmentos del diario. Yo tenía muchas dudas de si se justificaba publicar algo así y fue una sorpresa ver que el relato significara tanto en términos de lo que viví.

    —¿Por qué?

    —Pensaba que quizá fuera demasiado narcisista, o dramático. Sobre todo, pensaba por qué esta historia tan nuestra le puede importar a la gente o por que puede serle útil.

    Todas cuidamos

    Entrevistar a otras mujeres sobre cómo habían cuidado a sus hijos me hizo pensar en mi mamá.  Entonces entrevisté a mi mamá sobre cómo había sido para ella cuidarnos. Fueron varias sesiones largas durante varios años.

    Empecé a pensar ya no solo en la maternidad o la crianza, sino en los cuidados como algo que nos incumbe a todos. Y algo que he pensado mucho: No todas somos madres, pero todas hemos cuidado. A la hermana, a la sobrina, a la mama a la abuela.

    No es un relato de maternidad

    Conocí a Marina Azahua en 2017, ella tenía su proyecto editorial y me dijo: si tienes alguna historia, adelante. Le dije que sí, que quería escribir estas historias, todavía pensando como pequeños relatos, y a partir de platicar con ella y de un ejercicio que hicimos en la pandemia, pues el libro fue quedando así.

    Como que después de publicar el diario en Tsunami era evidente que tenía que estar aquí. Luego fue pensar cómo hilar todo, cómo hilar mi historia, que tiene una situación particular, con las historias de ellas, que también tienen sus propias particularidades.

    —¿Y te gustó?

    —Si, mucho. No tenía ganas de acabar este libro porque me gustaba mucho estar ahí, en paz, platicando con ellas platicando sin ninguna intención más que de escuchar nuestras vidas.

    —Al leerlo, he pensado que es un libro que debería leerse en grupo…

    —Lo que he sentido es que hay muchos lugares desde los que nos puede hablar. Era algo que iba sintiendo mientras escribía. Ese espacio tan complejo que es ser madre e hija al mismo tiempo, por ejemplo, pero también hermana, pero también nieta o amiga. Y creo que, en ese sentido si hay varios lugares de interpelación.

    El libro no solo busca hablar desde las que somos mamás, a mí las historias de ellas me interpelan desde distintos lugares y me gustaría que fuera así, que no fuera solo un relato destinado a las mamás. Creo que fue una de las razones de buscar un título o una  portada que no prejuzgara que es un tema de maternidad. Porque creo que justo es regresar a esa idea de que solo los  cuidados nos incumben a quienes somos mamás.

    Yo creo que es un relato de como las mujeres han sostenido esta vida y como hay un asedio brutal.

    Asistentes a la presentación del libro «Fruto», de Daniela Rea. Foto: Daliri Oropeza

    El asedio cotidiano

    Un día que estaba en las últimas revisiones del borrador, lo leí y dije: ¡qué horror de libro! Como que de repente me pareció súper tiste, súper dramático, y pensé: ya no lo quiero hacer. Ya no lo quería entregar, estaba muy enojada conmigo misma por haber seguido escribiendo ese.

    Tenía la sensación de que era un valle de lágrimas. Y luego me di cuenta de que está cabrón: no era un libro que tenía la intención de buscar historias de abusos y acosos, ni de asedio constante contra nosotras, pero es algo que está ahí, siempre. Las historias de las mujeres que indistintamente busqué estaban en un asedio de una violencia terrible: abusos, maltrato, abandono. Eso me hizo pensar en eso, que el asedio existe de manera cotidiana en la vida de las mujeres. Eso me sorprendió y me pareció brutal. O sea, no es un libro de feminicidios, no es un libro de mujeres desaparecidas ni de violencia contra las mujeres, y sin embargo, todo eso está ahí.

    —¿Te parece que es un relato triste?

    —Si, me parece triste. Y lo que puedo hacer es ofrecer este libro y abrazarnos. Es lo que puedo hacer. Porque me parece muy brutal que todas las mujeres vivan eso. Y yo creo que si escuchamos con atención la historia de cada mujer vamos a encontrar algo así y eso me parece muy jodido, me hace enojar mucho. Pero yo pocas veces actúo desde el enojo, yo soy así, soy mas bien triste, y me gustaría que este libro pudiera ser un abrazo para todas, las que están aquí entrevistadas y todas las demás que lo lean.

    Prestarnos los ojos

    —¿Qué diferencias ves con los otros libros que has escrito, coordinado?

    —Este es un libro que está hecho para las niñas, y pienso en todas las niñas y adolescentes. No me alcanzarían mis manos, ni mi existencia, ni mi energía, ni sabiduría —poca o mucha—, ni mi paciencia, ni mi ternura, para cuidarlas. Se que necesito de otras y lo pongo ahí, en el diario. Se que este libro también es un intento de hacer una crianza colectiva.  Pero no solo de niñas, pienso también en nuestras abuelas y nuestras mamás.

    Algo muy bonito que me pasó con este libro fue poder entender a mi mamá y decirle: Te presto mis ojos para que veas como te vemos nosotros, que somos tus hijos. Y que ella me dijera: Dani, te presto mis ojos, para que tu también te veas, como me estás viendo a mi y a las otras mujeres. Y que después mi mamá y yo le podríamos decir a Chani que es muy dura consigo misma: Chani, te prestamos nuestros ojos para que te veas con otros lugares, con más ternura, con más amabilidad. Y como con más… no se si compasión, pero sí con un reconocimiento profundo de lo que ella y las otras honran con su vida.

    Tomamos decisiones que no siempre son las mejores, pero que son las que podemos tomar. Y me gustaría mucho eso, que quienes lo lean se sientan abrazadas, que nos sintamos abrazadas por todas.

    Nos dejan solas

    —Volviendo a las madres, aunque no sea un libro sólo para madres. Decías hace rato que se nos exige que criemos hijos de bien. Pero nos dejan solas. ¿Quiénes os dejan solas?

    —Todos. El gobierno, la comunidad, la sociedad, los vecinos, la familia, el mercado para quienes trabajamos. Pensé en esa frase mucho con Margarita Zavala, porque me parecía muy injusto y muy culero que, cuando hicieron su campaña contra la violencia, siempre achacaran a las familias no criar hijos buenos. Me daba mucho coraje que desde ese gobierno no tuvieran empacho en decirnos esto. Me parece cruel e injusto, porque todos esos programas de gobierno, todas esas estructuras sociales te dicen: hay, pues así los crían, es que la mamás no están ahí para cuidarlos, ¡uta! Me hubiera gustado incluir un montón de historias, como las que conocí en Ciudad Juárez, una vez que trabajé con Nashieli Ramírez y entrevistamos a mujeres que trabajaban en las maquilas sobre cómo se las arreglaban allá, desde dejar a los niños encerrados en casa porque no había quién los cuidara, despertarlos más tarde o dormirlos mas temprano para darles solo dos comidas al día. Y entonces, que vinieran estos idiotas a decir: Es que no los cuidan bien, no les enseñan valores. Me parece, en serio, una ceguera brutal.

    —¿Te acuerdas del News Divine? ¿Cómo la responsabilidad de la policía fue trasladada a los padres por no saber que estaban en un bar? Es muy fuerte, porque se reclama un cuidado cuando no  hay condiciones para ese cuidado…

    —No hay condiciones socioeconómicas y tampoco hay comprensión ni gestos de entendimiento. Todas las personas que salimos todos los días a vivir a trabajar a divertirnos, lo hacemos porque alguien nos cuidó. Si estamos vivos ahorita porque alguien nos cuidó y no hay un reconocimiento de eso.

    —Pasa también con las personas mayores o con discapacidad. Es un sistema que desecha todo lo que no es productivo…

    —Sí. En este sistema, las abuelas existen, cuando pueden producir algo, esto es, cuidado de alguien.

    No hay una vida individual

    —¿Qué te han dicho las mujeres entrevistadas, después de leerlo?

    —Platicaba con Laura como ella puede sentir una especie de ternura y compasión hacia otras mujeres que están en ese libro. Hubo de todo, desde quien me dijo que escuchar su historia le permitió reconciliarse con su mamá. O que fue una especie de darle sentido a todo ese dolor, de significarlo como una ofrenda para que las demás no tengan vivir lo mismo.

    El libro nos ha permitido entender que nuestras vidas no nos pertenecen enteramente. Que nunca una vida puede ser individual, sino que siempre está tejida con otras y está en reciprocidad por otras.

    Una acaba de mirar la propia historia y lo que nos rodea con más compasión. Nos permite reconciliarnos de nuestros propios errores y nos permite nombrarlos y vivirlos desde otro lugar, no solas.

    Yo buscaba que este libro fuera un abrazo a quienes han criado en condiciones injustas y solitarias.

    El lugar de ellos

    —¿Has tenido reacciones de hombres sobre el libro?

    —Ha habido un par de hombres que leyeron el diario o que han leído el libro y que han pensado también su lugar en esas historias. Eso me parece súper importante. Era algo que no había hecho de maneta consciente, pero me parece muy importante que los hombres también piensen en cuál es su lugar en todo esto. Porque el cuidado es algo que no solo nos incumbe a las mujeres.

    —¿Crees que eso se logra? Es decir, que no solo se horroricen de las historias de asedio sobre las mujeres, sino que tomen conciencia de su propio papel en la reproducción de ese sistema…

    —Yo esperaría eso también. Que se pudieran ver involucrados de esto.

    —Tomaste una decisión de no incluir la parte de tu papá…

    —Yo no podía poner en cuestión la experiencia de mi mamá, no porque la de él no valiera sino porque este no era un espacio para confrontar ambas. En el libro no hay una intención de buscar una verdad de nada, el hecho es que así lo hemos vivido. Y creo que justo el libro quería hacer un espacio para nosotras, para que se pudiera enunciar lo que hemos vivido.

    Entonces, mi intención de no escucharlo a él no era de mi como hija sino de mi como mama de mis hijas. O sea, de una mamá que necesita que su historia y su experiencia sea escuchada. Digamos que ahí mi complicidad esta con las mamás y las mujeres se que han cuidado, no porque no crea que su historia vale, sino porque esta historia está contada desde ese lugar. Y me gustaría que mi papá no lo leyera como esposo de Rosario sino como hijo de Dolores.

    Abrazar las soledades

    —En la Tertuliana que hicimos sobre marxismos y feminismos hablaron de que las guarderías se crearon en la URSS pensando en el cuidado colectivo. ¿Cómo generar esas dinámicas en las que no tenga que ser la carga para las mujeres?

    —Tendríamos que organizarnos, pero cómo podemos pedirles a esas mujeres. Los espacios de resistencia en muchos lugares en algún momento operan contra nosotras mismas. Lo que implica la resistencia, hacer un paro, finalmente en ese sentido podemos ser desechables. En la vida concreta de estas mujeres no es opción. No podemos exigirles a ellas que hagan las luchas para estos cambios, pero quienes si podamos tenemos que hacerlo.

    —¿Qué nos falta? Es decir, si tuviéramos la élite política responsable, ¿qué le pediríamos?

    —Me gustaría tener una respuesta en términos políticos. Pienso que, así como con La Tropa, una de las cosas de convocar a la sociedad a imaginar qué es lo que estamos sembrando con nuestra vida diaria. Una vez que pensemos eso, por ahí van a poder venir respuesta.

    Hace poco leía un texto de en el que habla de los compromisos transgeneracionales, que son esos compromisos profundos transgeneracionales era donde se comprometía la vida, donde se garantizaba la vida. Y yo, después de mucha chamba que he hecho con perpetradores, soldados, sicarios, lo que he aprendido es que la gran mayoría quiere vivir bien, tener tiempo de ver a sus hijos, enamorarse, tener un trabajo en el que lo respeten, no se estoy siendo como cursi, pero siento que tiene que ver con eso y creo que si lo ponemos en esos términos vamos a encontrar un lugar común.

    En el libro de Perras de Reserva hay un cuento de Dalia de la Cerda basado en hechos reales donde las costureras matan a palos al chico que se metió a robar.  Y primero lees el cuento de las costureras y entiendes su coraje de estas mujeres que están chingando la vida diaria, cosiendo ropa, haciendo maquila para mantener su casa y se mete un tipo a robarles, claro que van a defenderlo suyo, y no solo en términos de propiedad, sino de lo que han construido. Pero páginas más adelante lees el cuento de una chica que necesita ganarse un dinero para sostener, ayudar en su casa y al final termina metiéndose a robar. Uso este ejemplo porque me parece que es muy elemental: Creo que las personas, en su gran mayoría, queremos vivir bien, estar tranquilas. Me pasa mucho con soldados, con sicarios, había un momento en el que hablaban de su mamá de su familia, de sus hijos y había algo ahí que realmente les importaba.

    No se si eso sea suficiente. El libro ni siquiera  alcanza a imaginar como podemos cambiar estas cosas. Es solo una invitación a que abracemos esa soledad de otras

    —Tampoco podemos pedirle que nos de la salida, como si fuera tan fácil, supongo. Más que cursi, me parece una posición humana. Pero eso nos han enseñado, ¿sabes? Que hablar de nuestras historias no importa, que hablar de la felicidad o de vivir bien es cursi…

    —Te escucho y creo que hemos hecho las preguntas equivocadas a los malos cuando hacemos trabajos que tienen la intención de erradicar la violencia. Lo pienso desde el periodismo, quizá los interpelamos desde otro lugar y seguimos oscureciendo esto.

    El vínculo que nos permite vivir

    —En el libro dices que te incomodaba oír a tu mama normalizar el asunto de los cuidados como lo que le toca a lo mujer. ¿Ya estas reconciliada con esa normalización que hicieron nuestras madres de vivir para otros? ¿Se puede no vivir para otros?

    — Creo que no podemos romper ese vínculo. El que nos une a los otres y nos permite vivir, sin ese vínculo no existiríamos, para empezar. Y el vínculo nos une a otres ha sido cimentado en una injusticia brutal. Pero no creo que sea el vínculo lo que está mal, lo que está mal son las relaciones que estos vínculos generan. La reciprocidad me parece algo hermoso, pero no en donde está cimentado.

    Decidí entrevistar a mi mamá, sí para que ella se relacionara con su historia de una manera crítica, asumiendo como el patriarcado nos cruza y decide por nosotras. Ella decía ternura y yo le hablaba de amor romántico, ella vivía orgullo y yo le señalaba sometimiento. Era un intento de quitarle su historia y decirle cómo debía vivirla. Y creo que no tengo derecho a eso. O sea, no tengo derecho a decirle a mi mamá, 40 años después: Estás equivocada.

    Me di cuenta de eso escribiendo el libro. Porque ella me interpeló. Me dijo: Dani, ¿por qué todo lo ves triste? ¿Por qué insistes en que verme a mí lavando uniformes de madrugada es triste? Para mí era bonito porque subía, escuchaba música, veía la luna, y porque ustedes al día siguiente iban limpios a la escuela. ¿Por qué insistes en ver que eso era doloroso para mí? Para mí fue muy importante darme cuenta de eso. A veces, la niña hipercrítica lo que estaba haciendo era anular la forma en la que mi mamá estaba queriendo relacionarse con su historia. Y quizá, más que decirle como debía haber vivido lo que tenía que hacer era prestarle mis ojos para que se vea con mas ternura. Hay una parte que me encanta porque dice: Dani, a mí me encantaría que todo esto de lo que tú hablas del patriarcado todo lo que ves en las mujeres lo vieras en ti. Y eso fue algo muy hermoso porque de alguna manera todas nos prestamos nuestros ojos para vernos desde otro lugar con más amabilidad, con mas gratitud, ¿no? Descubrirlo fue maravilloso. Ese espejeo, ese reflejo entre nuestras historias me parece súper potente. Y es algo que le agradezco al libro. Es decir, no me convenció, no es que yo este de acuerdo, yo no lo vivo así, pero si me hizo ver que yo no puedo decirle a la gente como viva su propia experiencia.

    Una historia que no acaba, que quizá apenas empieza…

    —¿Tendremos segunda parte? ¿Audiolibro? ¿Versión digital?

    Yo no quería acabar el libro nunca porque esta sensación de estar sentada con ellas, de platicar, después de estar acompañada por ellas mientras escribía. A mi me gustaba estar en el espacio grupo, me gustaba ir estar con ellas, reírme. No fue una búsqueda exhaustiva de las historias, eran mujeres que estaban al alcance, y esto me gustaría que fuera un mensaje del libro: que seamos capaces de poner atención a la vida de las personas a las que cuidamos.

    Daniela Pastrana
  • Mujeres podrían ser las más afectadas bajo esquema de trabajo remoto: Manpower

    Mujeres podrían ser las más afectadas bajo esquema de trabajo remoto: Manpower

    En medio de la creciente digitalización del trabajo y la fuerza laboral, las tendencias para este 2023 son nuevos factores, como el cambio generacional en las expectativas de empleo, según detectó el nuevo informe de tendencias de ManpowerGroup, “The New Human Age”.

    Contrario a lo que muchos piensan, las mujeres podrían ser las más afectadas en su desarrollo profesional si permanecen en esquemas de trabajo remoto. Casi cuatro de cada 10, señala que es menos probable tener acceso a tiempo con líderes y tres de cada 10 reportan menos posibilidades de que las consideren para una promoción.

    Se precisa que las empresas que invierten en humanizar su lugar de trabajo, obtendrán la aprobación y lealtad de sus empleados. A lo largo del incierto panorama económico 2023, el compromiso de los empleados será lo que impulse el desempeño y la resiliencia corporativa, manifestó Mónica Flores Barragán.

    La presidenta de ManpowerGroup para Latinoamérica, también comentó que la reducción de los requisitos de títulos universitarios para los solicitantes, la creciente división que enfrentan las mujeres en la fuerza laboral, la evolución continua del trabajo híbrido y mitigar el riesgo en una economía global en constante cambio, son otros de los factores que se encontraron en el último informe.

    ¿Cuáles son las nuevas tendencias laborales?

    Según “The New Human Age” se enfoca a las siguientes tendencias:

    El propósito y el equilibrio importan: Para 2025, la generación Z, constituirá el 27 por ciento de la fuerza laboral y el 88 por ciento de los trabajadores de la misma dijo que la pandemia afectó lo que quieren de su trabajo frente al 65 por ciento de los trabajadores mayores de 55 años.

    También precisa que 8 de cada 10 personas creen que la colaboración presencial genera ideas más creativas e impulsa la camaradería en el lugar de trabajo.

    Por ello, la interacción cara a cara debe valorarse, independientemente de las facilidades que la tecnología nos brinda para estar en comunicación, compartió Mónica Flores Barragán.

    Romper el techo de papel: En 2022, el 75 por ciento de las empresas reportaron escasez de talento. Para ampliar sus grupos con estas habilidades, más empleadores reducen o eliminan los requisitos de títulos universitarios. En cambio, se centran en las habilidades adquiridas a través de la experiencia laboral y de vida previa.

    Buscar trabajadores mayores para aumentar la participación de la fuerza laboral. Sin embargo, solo el 19 por ciento de los gerentes de contratación buscan activamente contratar a jubilados que regresan. Esto crea otra desventaja para los adultos mayores.

    Mejorar las habilidades de los trabajadores o se preparan a sí mismos: el 57 por ciento de los empleados ya buscan capacitación fuera del trabajo, porque los programas de actualización de la empresa no les enseñan habilidades relevantes, no avanzan en su desarrollo profesional o no los ayudan a mantenerse competitivos en el mercado.

    Las mujeres están más motivadas que los hombres para trabajar en la oficina: el 41 por ciento de ellas mencionan la sociabilidad/conexión, una clara segmentación entre el trabajo y el hogar, una colaboración más eficiente, la facilidad para hacer el trabajo y tener un lugar para concentrarse como factores para acudir a la oficina.

    Contrario a lo que muchos piensan, las mujeres podrían ser las más afectadas en su desarrollo profesional si permanecen en esquemas de trabajo remoto.

    Bertha Becerra

  • Leyes a favor de las mujeres se vuelven letras muertas ante jueces: Elena Ríos

    Leyes a favor de las mujeres se vuelven letras muertas ante jueces: Elena Ríos

    Muchas de las leyes e iniciativas a favor de las mujeres, “se convierten en letras muertas ante los ojos de los magistrados y jueces”, expuso la saxofonista María Elena Ríos Ortiz, de origen mixteco, ante integrantes de diversas colectivas que realizaron un encuentro de resistencias en la Glorieta de las Mujeres que Luchan.

    Además planteó que las sobrevivientes tienen que andar “mendigando justicia” y “arañando” los pocos apoyos económicos a que tienen derecho.

    “Quedamos desempleadas, y aún así la poca ayuda a la que tenemos derecho, de acuerdo a la ley general de víctimas, la tenemos que arañar, y cuando la arañamos nos tildan de vividoras del gobierno. ¿Se han puesto ustedes a pensar cuanto gasta un diputado en una cena o un gobernador cuanto gasta en una salida a la Ciudad de México?”.

    Pero “a mí no me pueden pagar 150 mil pesos y no me los comí, fueron tratamientos médicos que necesitamos. Son caros no son faciales, como me dijo hace dos semanas el juez Teódulo Pacheco Pacheco (juez que resolvió cambiar la medida cautelar a prisión domiciliaria). Además no existe ni siquiera reparación del daño integral”.

    Ante diversas mujeres víctimas de violencia indicó que “estamos aquí porque estamos hartas y porque no tenemos privilegios ni tenemos ventajas. Estamos aquí porque queremos vivir, estamos ya cansadas de estar sobreviviendo todo el tiempo y de andar mendigando justicia”.

    En entrevista posterior criticó que a los agresores se les permita ampararse una y otra vez durante los procesos. En su caso dijo que Juan Antonio Vera Carrizal ha interpuesto 11 amparos y destacó que está latente la posibilidad de que sea reclasificado el delito cometido en su contra y que le sean modificadas las condiciones de la pena.

    Justamente ayer el ex diputado priísta solicitó la reconfiguración del ilícito, de tentativa de feminicidio a lesiones.

    “A lo qué le apuestan las autoridades, en contubernio con los agresores es a que se apegue el tema”, y remarcó que en su caso seguirá luchando hasta tener justicia.

    “Acá no solo matan por asfixia, matan con ácido, con gasolina, te echan alcohol, matan con la leña y con electricidad. En el Estado de México matan a mujeres con cables de alta tensión”.

    En su intervención cuestionó la paridad y su influencia en mejoras para las mujeres. “¿De que sirve la paridad en la legislatura, si las mujeres que están en el legislativo siguen subordinadas por los varones machistas?”.

    Criticó que a las sobrevivientes de violencias machistas “se nos ha incluso criminalizado por sobrevivir, como si eso fuera malo, apenas andamos arañándole a la vida”.

  • México rompió cifra histórica de mujeres asesinadas por homicidio doloso en el 2022; los feminicidios no bajan

    México rompió cifra histórica de mujeres asesinadas por homicidio doloso en el 2022; los feminicidios no bajan

    Debanhi Escobar y Yolanda Martínez, en Nuevo León; Ariadna Fernanda, en Ciudad de México (CDMX) y Luz Raquel, en Jalisco fueron algunos de los casos cuyo impacto mediático volvió a evidenciar la brutal agresión en contra de las mujeres en México que amenaza a adultas, adolescentes y niñas día a día.

    Aún cuando los casos mencionados lograron sobrepasar la indiferencia e intensificar la visibilización de la problemática feminicida, la realidad es que éstos figuran tan sólo como una mínima parte de la punta del iceberg del 2022 la violencia de género.

    De acuerdo con del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en los 12 meses del 2022 sumaron 3 mil 754 muertes de mujeres, de las cuales sólo 947 (es decir el 33.7%) se investigaron como feminicidios – los cuales son abordados como “presuntos” ante la falta de resolución -, mientras que el resto se considera por homicidio doloso.

    Con ello, se mantuvo el promedio de diez mujeres asesinadas al día en la República México manejado a lo largo del actual sexenio presidido por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el cual se encamina a cerrar como otro más que fue rebasado por la problemática de la violencia de género.

    Debanhi Escobar, Ariadna Fernanda y Yolanda Martínez fueron algunos de los feminicidios con mayor repercusión mediática en el 2022. (Jovani Pérez/ Infobae)Debanhi Escobar, Ariadna Fernanda y Yolanda Martínez fueron algunos de los feminicidios con mayor repercusión mediática en el 2022. (Jovani Pérez/ Infobae)

    El recuento de la tendencia nacional del SESNSP arroja que 2 mil 807 mujeres murieron por homicidio doloso en el 2022, lo que posiciona a dicho año como el segundo con más víctimas de este delito después del 2019, que cerró con 2 mil 875.

    En concreto, cada uno de los doce meses del 2022 registraron más de 200 asesinatos de mujeres: con 279 víctimasjunio se colocó no sólo como el más mortal de ese año y del obradorato, también como el más violento desde que el Secretariado tiene registro, es decir, desde el 2015.

    Con ello, el sexto mes del 2022 superó el registro máximo de mujeres víctimas de homicidio doloso que antes detentaba agosto del 2021, con 272.

    Respecto a la distribución de casos por entidad federativa, la dependencia arrojó que Guanajuato fue la que más homicidios dolosos de mujeres reportó con 413, seguido de Baja California (276), Estado de México (269) y Michoacán (232). Es importante destacar que estos cuatro estados también figuraron, y con ese mismo orden, entre los seis más violentos de México según la Secretaría de Seguridad y Protección Pública (SSPC).

    México rompió cifra histórica de mujeres asesinadas por homicidio doloso en el 2022 (Secretariado Ejecutivo)México rompió cifra histórica de mujeres asesinadas por homicidio doloso en el 2022 (Secretariado Ejecutivo)

    Contienen feminicidios, pero no disminuyen

    Una tercera parte de las muertes de mujeres reportadas en el 2022 han sido investigados como presuntos feminicidios, la misma cifra que la reportada en el 2020.

    Es decir, ambos periodos detentan la segunda cifra más alta de víctimas de feminicidios registrados en la actual administración, pues la primera fue para el 2021, que tuvo 980 casos, y la más baja ha sido el 2019, con 943.

    Y aunque los números mensuales se mantuvieron en el promedio manejado a lo largo de la administración (aproximadamente entre 60 y 90 casos), e incluso se registró una considerable baja de junio a julio, donde pasó de 93 a 59 casos, la comparación de acumulados anuales arrojaría que las estrategias del Federal y Estatales sólo han logrado contener, más no comenzar a disminuir las muertes por razones de género que cobran la vida de 10 mujeres al día.

    Un hecho que resulta preocupante ya que al menos dos mujeres son víctimas de feminicidio y siete de homicidio doloso al día; esto, sólo considerando el número más bajo de cada delito registrado al mes en el 2022. Si se promediara de acuerdo al más alto, se hablaría de nueve homicidios dolosos y tres de feminicidio, es decir, 12 mujeres asesinadas al día.

    En ese sentido, el Estado de México vuelve a cerrar como la entidad de más incidencia delictiva en cuanto a feminicidios con 138 reportados en el 2022. A este le siguen: Nuevo León con 102, Ciudad de México con 73 y Veracruz con 68.

  • María Ressa, premio Nobel de la Paz: “Las grandes tecnológicas son como las compañías tabaqueras. Saben que lo que hacen es dañino”

    María Ressa, premio Nobel de la Paz: “Las grandes tecnológicas son como las compañías tabaqueras. Saben que lo que hacen es dañino”

    Sin perder la sonrisa, sin alzar la voz, sin mostrar una excesiva preocupación, la periodista filipina Maria Ressa, de 59 años, explica que, pese a haber sido galardonada con el premio Nobel de la Paz en 2021, pese a haber sido designada persona del año por la revista Time en 2018, se arriesga a pasar el resto de su vida en la cárcel. Durante varias décadas fue reportera de la CNN en Asia, pero la llegada al poder del presidente Rodrigo Duterte la convirtió en un referente mundial de la libertad de expresión.

    Aunque el 18 de enero pasado logró una victoria judicial al ser absuelta de evasión fiscal, todavía se enfrenta a otras denuncias que, según varias organizaciones de derechos humanos, también están motivadas políticamente. Su futuro judicial es una incógnita desde la llegada a la presidencia de Bongbong Marcos, hijo del dictador Ferdinand Marcos, por el que su familia se exilió en EEUU. La clave, según Ressa, está en que le importa bastante más la opinión internacional que a Duterte. Y ahora mismo, ella es una figura de relevancia internacional, defendida por la abogada estrella Amal Clooney.

    Desde el medio que fundó y dirige, Rappler —principal diario digital de Filipinas—, lanzó una serie de investigaciones sobre las violaciones de derechos humanos ordenadas por Duterte, que promovió una campaña de asesinatos de la policía contra cualquiera que consumiese o trapichease con drogas (y que ha provocado 27.000 muertos según Amnistía Internacional, 6.000 según la policía filipina). Su relación con el expresidente se puede resumir en una secuencia del documental Ausencia de verdad, dirigido por Ramona Díaz y que puede verse en Filmin, cuando Duterte le espeta en una entrevista: “Usted se cree que por ser periodista no puede ser asesinada”.

    Antes de ganar el Nobel ya hubiese podido exiliarse—tiene nacionalidad estadounidense—, pero ha decidido quedarse en su país y continuar una lucha que cree que va más allá de Filipinas. Considera que la enorme difusión de noticias falsas, gracias a las redes sociales y las grandes compañías tecnológicas, pone en peligro la democracia global. Y está convencida de que esas multimillonarias compañías son conscientes de lo que pasa, pero no mueven un dedo para evitarla.

    En España, acaba de salir su libro Cómo luchar contra un dictador (Península, traducción de Juanjo Estrella), un ensayo en el que relata a la vez su combate contra los abusos de Duterte y contra las noticias falsas. Esta entrevista tuvo lugar el fin de semana pasado en Cartagena de Indias (Colombia), durante el Hay Festival.

    Pregunta. ¿Tiene la esperanza de que alguna vez acaben sus problemas con la justicia en Filipinas?

    Respuesta. No lo sé. Creo que al nuevo presidente, Marcos junior, le importa mucho más lo que piensa la comunidad internacional que a Duterte. Y aunque hay problemas con la independencia judicial, no digo que seamos Rusia o Irán. Creo que seguimos siendo una democracia, por eso es muy importante no rendirse.

    “Esta generación está creciendo sin confianza, que es un pegamento muy importante en la sociedad”

    P. Pero, pese a su reciente victoria judicial, ¿se siente todavía en peligro?

    R. Sin duda. El viejo peligro sigue ahí. Ahora mismo, además, el objetivo de las operaciones de desinformación ya no es que creas en algo, sino que desconfíes de todo. Esta generación está creciendo sin confianza, que es un pegamento muy importante en la sociedad. Es el pegamento que nos mantiene unidos.

    P. ¿De dónde saca tanta fuerza? ¿no se cansa de luchar?

    R. No creo que me canse. Ya soy bastante mayor, voy a cumplir 60 años. He trabajado y vivido en zonas de conflicto. Ahora mismo, siento que es uno de esos momentos en los que tengo que luchar por lo que creo. Es fácil decir que crees en la ética, que defiendes unos principios, que crees en el periodismo cuando nadie te ataca. Pero si alguien te ataca, y te rindes, significa que renuncias a aquello en lo que crees. Eso es una parte. Otra parte es que creo que podemos ganar, si me rindo ayudaré a que perdamos. Y además está mi equipo.

    P. ¿Cree que el premio Nobel de la Paz le protege?

    R. Cuando me lo comunicaron, pensé ¡Dios mío! Pero también me di cuenta de que podría traerme bastantes problemas. Cuando Time me nombró persona del año, inmediatamente pensé que el Gobierno iba a lanzar una ofensiva contra mí. Pero ahora soy consciente de que nos protege. Eso no quiere decir que no pueda pasar el resto de mi vida en la cárcel porque nadie sabe lo que va a ocurrir con los otros casos. Pero tengo esperanza.

    P. ¿Cree que estamos viviendo un momento de retroceso de la democracia global?

    R. No sé si regresión es la forma adecuada de verlo. Es como si el progreso nos hubiese enviado al pasado, como en la película Regreso al futuro. La tecnología ha permitido el ascenso de líderes autoritarios, que han sido democráticamente elegidos. Y eso se ha producido porque el ecosistema informativo está totalmente corrompido. Un estudio del MIT de 2018 sostiene que las mentiras se distribuyen en la web seis veces más rápido que las informaciones verdaderas. Y otro estudio demostraba que los algoritmos de YouTube impulsaban las teorías de la conspiración más delirantes. Todo eso les ha dado muchísimo poder, en el mundo real, pero también en el digital. Las grandes compañías tecnológicas han contribuido a la radicalización y a la polarización. Y han tenido un impacto directo en nuestra sociedad.

    P. ¿Algún ejemplo concreto?

    R. Rusia ha llevado a cabo enormes operaciones de desinformación, utilizaron la misma narrativa para justificar la invasión de Crimea y de Ucrania, ocho años más tarde. Marcos hizo lo mismo en Filipinas y logró pasar de ser un paria a convertirse en un héroe. En 2014 comenzaron muchas operaciones de desinformación y se produjo un efecto dominó: influyeron en Filipinas, en el Brexit, en la crisis de Cataluña, en la elección de Donald Trump en Estados Unidos. Y los bots rusos estuvieron presentes en todos los casos. Hasta ahora podíamos tener diferentes puntos de vista políticos, pero había un acuerdo general sobre los hechos. Pero con el nuevo diseño de los algoritmos de las compañías tecnológicas aumentó muchísimo la polarización.

    Facebook, por ejemplo, utiliza la inteligencia artificial para crear un clon de cada uno de nosotros

    P. Usted ha dicho que los usuarios somos como perros de Pavlov para las grandes tecnológicas. ¿Por qué?

    R. Porque experimentan con nosotros. Utilizan lo que saben de nosotros para manipularnos. Cada una de esas compañías maneja muchísimos datos de nosotros. Facebook, por ejemplo, utiliza la inteligencia artificial para crear un clon de cada uno de nosotros. Ellos lo llaman un modelo. Y va mucho más allá de la publicidad; es microtargetting [mercadotecnia focalizada] porque está a disposición de cualquiera que esté dispuesto a pagar por ello. Puede ser una marca comercial, un gobierno, cualquiera que quiera aprovecharse de tus puntos flacos para hacerte llegar un mensaje. Es como si fueras al psicólogo y le contaras tus miedos más profundos, tus secretos. Y él saliese de la consulta y vendiese toda esa información íntima al mejor postor. El experimento de los perros de Pavlov consistía en darles de comer a la vez que se hacía sonar una campana. Y luego quitaban la comida, pero seguían haciendo sonar la campana y los perros salivaban igual. Conocen nuestros puntos débiles. ¿El miedo a la inmigración es tu punto débil? Pues lo explotarán.

    P. ¿Por qué cree que esos líderes autoritarios le tienen tanto miedo a las mujeres y al feminismo? Para Bolsonaro o Trump es casi una obsesión.

    R. No lo sé, pero los ataques online representan un retroceso de siglos en el trato a las mujeres. ¿Por qué las mujeres? No sé me ocurre ningún dictador que haya sido mujer. En cualquier caso, estamos viviendo una explosión del sexismo y la misoginia de una forma que no se conocía hace mucho tiempo. Es algo que nunca había vivido. Y todo esto se debe a una manipulación de los datos. Y no atacan solo a las periodistas. Mire lo ocurrido con la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, cuando decidió dimitir.

    P. ¿Hasta qué punto podemos fiarnos de las grandes tecnológicas?

    R. En un momento de mi vida, me fié de ellas. Ahora es imposible. Los medios de comunicación tenemos que buscar un balance entre los beneficios y el servicio público. Nos dirigimos a las grandes tecnológicas ya en 2016 y les dijimos todos los problemas que encontrábamos. Y se negaron a verlos. La mayoría de esas plataformas esconden las noticias. En 2018, Mark Zuckerberg manifestó que Facebook se iba a centrar sobre todo en la familia y en los amigos y relegó las noticias a un segundo plano. Algunos medios padecieron una caída de su tráfico en un 60%. Y fue una decisión unilateral. Cuando solo te centras en familia y amigos, y no en información contrastada, las noticias falsas se propagan mucho más. Están protegiendo sus beneficios, no al público. En cambio, son muy buenos protegiendo a los anunciantes. Un cliente puede decir que no quiere aparecer junto a tal noticia y no aparecerá. Pero rechazan proteger a los usuarios, tampoco quieren proteger los hechos. Y no hacen ninguna distinción entre mentiras y hechos.

    Maria Ressa retratada durante el HAY Festival de Cartagena de Indias, el fin de semana pasado.
    Maria Ressa retratada durante el HAY Festival de Cartagena de Indias, el fin de semana pasado.DANIEL MORDZINSKI

    P. ¿Qué ha cambiado en el mundo de las noticias falsas, porque desde Mesopotamia o la antigua Roma los dictadores han utilizado las noticias falsas? ¿es solo la tecnología?

    R. Sí. Es exponencial. Es algo que no hemos visto en la historia. Hay gente que piensa que es una cuestión de libertad de expresión, pero no es así. Elon Musk tiene una aproximación libertaria a la libertad de expresión, pero está claro cuando la desinformación es utilizada para la guerra o por motivos políticos, cuando nos tratan como perros de Pavlov y cambian nuestro comportamiento. Nuestras emociones son la puerta de entrada para que actuemos de forma irracional. El 6 de enero en Washington y el 8 de enero en Brasilia son ejemplos claros. También ha habido una violencia tremenda en Myanmar, en Sri Lanka, en la India, en Pakistán y en gran parte ha sido impulsada desde las redes. Me hice periodista por el poder de la información y porque creo que tenemos una misión de proteger el interés público. Cuando se corrompe el debate público de la forma en que lo han hecho las redes sociales, eso tiene un impacto en toda la sociedad. Las grandes tecnológicas son como las grandes compañías tabaqueras. Saben que lo que hacen es dañino, pero han ganado miles de millones de dólares.

    P. Ahora sabemos que ocurrió lo mismo con las grandes compañías petroleras, que eran conscientes de que los combustibles fósiles provocaban el cambio climático.

    R. Exactamente. Parece un chiste. Eso demuestra hasta qué punto nuestro mundo está roto. De nuevo, las tabaqueras son un ejemplo perfecto. Se tardó mucho tiempo en vencerlas, mucha gente murió. Solo espero que la democracia resista. Pero estamos contemplando una subida de la ultraderecha en todas partes, mezclada con la religión. Que es otro problema.

    P. Puede parecer una paradoja pero ¿resulta más complejo luchar contra líderes autocráticos que han sido elegidos democráticamente como en el caso de Duterte o Bolsonaro porque han logrado un apoyo de la mayoría?

    R. Sí, pero hay que preguntarse en qué condiciones se produjeron esas votaciones, porque antes de ir a las urnas se vivió una intensa manipulación informativa. ¿Cómo se puede considerar que unas elecciones han sido justas si las condiciones en las que han producido no lo son? Numerosos estudios demuestran que mucha gente no vota pensando en lo que cree, sino en lo que siente. Estados Unidos es un ejemplo perfecto. Trump contra Hillary Clinton. Pero luego supimos lo que había hecho Cambridge Analytica [la consultora británica que recopiló millones de datos de Facebook sin permiso de los usuarios para propaganda política], la desinformación rusa… ¿Se puede defender que en estas elecciones hubo fraude, no en las urnas, pero sí en las mentes de la gente? Sin duda. Creo que la democracia funciona si tenemos información veraz, si se puede escuchar a todas las partes, si podemos decidir de forma independiente. Pero ¿qué ocurre si no somos independientes, si cada uno de nosotros hemos sido manipulados? ¿Podemos considerar que son elecciones justas y libres?

    ✍🏼 Guillermo Altares 

  • Standuperas feministas rompen las risas del machismo

    Standuperas feministas rompen las risas del machismo

    Itzel Arcos se considera una activista empeñada en que las mujeres se apropien de su voz y cuenten sus historias, visibilizando las violencias como actoras del cambio.

    Formada en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, esta escritora y actriz es una protagonista del feminismo mexicano que irrumpió desde 2016 para asumir que lo personal es político.

    Tallerista destacada de los monólogos autobiográficos que cientos de mujeres han construido bajo su conducción, Itzel también es pionera en el stand up feminista como autora y promotora.

    Standup FeministaMx lleva ya cinco años y más de 300 alumnas egresadas en el desafío de desnormalizar las risas machistas, misóginas, clasistas y racistas que han caracterizado el humor mexicano para dar paso al artivismo de mujeres que se suben al escenario y con valentía dan cuenta de las paradojas que protagonizan en una sociedad que siempre pide más de ellas.

    En entrevista con Excélsior, Itzel Arcos, sus alumnas y una estudiosa desde la academia de estas expresiones estéticas reflexionan sobre una experiencia única en América Latina de concientización que ha derivado en rutinas diversas que públicamente socializan el costo cotidiano de maternar, dar pecho, cuidar la menstruación, pelear con los estereotipos de belleza, cargar con una colitis que sintetiza las tensiones laborales y domésticas, explicar a los demás una condición conyugal, afrontar el ejercicio libre de la sexualidad, el maltrato normalizado de la familia o la pareja y las contradicciones de la cultura del patriarcado que desde diversas vías pretende despojar a las mujeres hasta de sus propios cuerpos.

    ESCRIBIR TU GUIÓN DE VIDA

    Itzeguanita Pitumayo (1988), como también se hace llamar, explica que el stand up es una disciplina escénica literaria “en la que tú escribes tu propio guion, tú lo interpretas, y eres creadora y actriz de tu propia rutina, y además desde ti, desde quién tú eres, porque no hay personaje, tú eres el personaje”.

    Es en este artivismo donde ha encontrado la posibilidad de hacer el mix del feminismo, el teatro empírico, político y de tablas, el formato escénico del cabaret y del humor político y la escritura autobiografía

    Soy una sobreviviente de feminicidio y cuando eres sobreviviente se tienen que tomar elecciones y eso marca mucho todo el trabajo que hago, sus pautas y lo que intento compartir: uno, que siempre tienes posibilidades de elegir, aunque a veces parece que no, y dos: que la posibilidad de elegir depende mucho también de confiar en ti, en que todas tenemos un algo que tiende a la vida en un país tan difícil para las mujeres”, se presenta.

    Después de escuchar cientos de testimonios de vida en los talleres del stand y up y el de monologo autobiográfico que imparte desde hace ocho años, Itzel sostiene que la mayoría de las historias en las mujeres están llenas de mucha sobrevivencia y de posibilidades. “Creo que siempre hay opciones y creo en compartir con otras mujeres esta noción de que lo que necesitan lo tienes dentro de ti”.

    El trabajo de Itzel Arcos ha transitado por el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, la Secretaría de Educación capitalina, el Instituto de Matemáticas Aplicadas de la UNAM, la Universidad de la Ciudad de México, el programa Pilas y centenares de espacios en la República, incluyendo las decenas que habilitó virtualmente durante los meses de covid, dando paso a los denominados monólogos pandémicos.

    EL ACCESO A LA PALABRA

    En México, el stand up es una disciplina muy joven, con apenas unos 15 años, aun cuando en los 70 y 80 hubo algunos pininos. “Eran como chispas”, reseña.

    Itzel se formó en el estilo apegado a la tradición teatral que concibe al stand up como un acto político, con la maestra Blanca Salces, una de las pioneras que trajo los talleres del género al Foro Shakespeare. “Ella nos transmitió que las posturas políticas importan”. Porque así se desarrolla este en EU e Inglaterra, país de origen, donde se convierte en plataforma de expresión de las clases obreras en el periodo de Margaret Thatcher.

    Eso es el stand up. Su traducción es comedia de pie y la metáfora es ponte de pie, toma una postura. Es una opinión desde donde estás parada. Esto implica que te atraviesa la clase, el género, la raza, el momento, la coyuntura. Son opiniones que caen de una manera amable, porque el humor lo es”.

    Al margen de los formatos comerciales, desafiando los chiches y diseccionando el humor clasista, racista, machista de los espectáculos tradicionales de cuenta chistes, Itzel se define: “Me interesa más el fondo que la forma. Los dos son importantes, pero hay mucha forma y poco fondo, y definitivamente falta más fondo que forma”.

    Por eso pide a sus alumnas escribir con disciplina e inteligencia. “Creo en el arte y en las palabras. Son las llaves, y por eso trato de fomentar procesos para usarlas y lograr que ‘nuestra venganza sea un jardín’. Es una frase de mi hermana”.

    Se trata entonces de talleres en los que ella acompaña el proceso del acceso a la palabra, “secuestrada por otros como parte de la opresión cultural y social”.

    MUJERES QUE RÍEN Y HACEN REIR

    Para lograr este propósito, la escritora y artista ha tenido que lidiar con los lugares comunes de que sólo pueden escribir quienes publican o hacer teatro quienes lo hacen formalmente cumpliendo determinados parámetros.

    Eso me encuentro con las mujeres, esa duda de ¿pero, sí será importante lo que yo digo? ¿Sí me lo van a publicar?”.

    Y en el caso del stand up, además, el trabajo de Itzel revierte la predominancia masculina del género, dominado en un 80% por varones.

    Es un asunto cultural, porque el sentido del humor es una muestra de inteligencia. Y a una comediante le tiene que interesar el mundo para poder jugar con lo que genera, le tienen que interesar las cosas, todas las cosas”, reseña.

    Cuenta que uno de los ejercicios con sus alumnos es hacer analogías, pues el humor se basa en campos semánticos lejanos y en comparaciones. Pero concretarlas con humor se requiere ritmo, agilidad mental, conocimiento. “Es algo que el gran machismo cultural no le quiere ceder a las mujeres”.

    Aunque en toda familia hay una que hace reír a todos, relata Itzel, como lo comprueba en sus talleres cuando se comparten los referentes humorísticos de los participantes.

    Muchas me han dicho, sobre todo mayores, que sus abuelos les decían que no se rieran en voz alta, las regañaban cuando se reían en la comida, en la mesa, en la cena. De hecho, en el tratado de sexo y erotismo que es el Kama Sutra hay una parte donde se indica que una de las pautas para atraer es cuando las mujeres se ríen fuerte.

    Porque la risa y su gozo es un momento muy sensual, de placer, la persona está viva, es una declaración de gusto. Y eso, en nuestra cultura represiva, no ha sido fácil. A mi abuela le costaba trabajo reírse. No le gustaba hacerlo cuando le tomaban fotos. Sólo en lo más íntimo echaba relajo”.

    Sostiene que ha sido una ganancia histórica que las mujeres puedan apropiarse del sentido del humor. “La risa es un pacto. También la comedia. Si yo te hago reír o si decimos algo que nos genere una risa es porque hicimos click”.

    Y en su experiencia, el stand up y el activismo feminista fueron de la mano como la única mujer que se presentaba con varios hombres en un bar de alitas en 2014. “Lo importante no es hacer reír a la gente: es generar empatía, una conexión, un encuentro”.

    HUMOR FEMINISTA

    A partir de la marcha feminista de 2016 que marcó a su generación y de la que fue convocante, Itzel genera este proyecto para formar estanduperas feministas que inicia en 2017 en La Gozadera, un centro cultural en el Centro Histórico que la pandemia se llevó. “No es una etiqueta, es una postura política”.

    De entonces a la fecha, las alumnas han sido de todas las generaciones, oficios y profesiones. Feministas formadas en los 70 escuchando y entendiendo la furia de las jóvenes de la quinta ola en un tiempo de desapariciones y feminicidios; analizando el discurso hegemónico de las palabras machistas, adjetivándose, confrontándose, analizando desde por qué en nuestra sociedad se le dice mamona a una mujer que pone límites y el doloroso humor mexicano, violento, en un país donde si alguien se cae nadie tiene pena de carcajearse de él y donde el albur es esa figura retórica que sólo existe en México y que es metafóricamente “una violación, un te descuidaste y te la metí, por eso es muy difícil que las mujeres hagamos albur”.

    Porque los chistes, nos dice, son pedagogía y en los nuestros las mujeres hartan, aparecen como insatisfechas, como personajes que cansan.

    Los chistes cuentan historias y las historias, al final de cuentas, son ejemplos de cómo vivir, marcan roles, adjetivos, estereotipos, muestran, son pedagógicos”.

    ¿Y cómo es la historia de las mujeres que cuentan en una rutina de stand up su historia?

    ¿Eres un personaje secundario, una testigo, la villana, la víctima? ¿Cómo cuentas tu historia? Y dentro de lo humorístico, jugar con lo absurdo, con la norma, porque ¿qué es la normalidad? Es un pacto de reglas sociales. Eso no significa que sea funcional, porque la normalidad muchas veces no lo es”.

    ES UNA EXPERIENCIA INÉDITA

    Alejandra Gorráez Puga, candidata a doctora en historia del arte, ha seguido desde su experiencia académica el trabajo de Itzel Arcos.

    Standup FeministaMx es una apuesta de acción e interrupción frente al sistema moderno colonial de género en el que existimos y en el que las prácticas de humor y de risa son uno de los, digamos, métodos, en que se normalizan los discursos que sustentan las violencias y que se naturalizan muchísimo. Entonces el stand up feminista para mí es una apuesta por interrumpir esa naturalización, haciéndolo desde lugares críticos.

    Por eso valoro tanto lo que hace Itzel y lo que se ha generado a lo largo de estos años, porque también estamos en un momento en el que empieza a circular mucho más la idea del humor feminista y cada vez más estanduperas dicen que construyen sus rutinas desde los feminismos, y se nombran como feministas.

    Pero a la hora de ver y escuchar sus contenidos son feminismos muy acríticos, sumamente blancos y que perpetúan muchas otras violencias contra las mujeres y cuerpos no hegemónicos.

    Y Standup FeministaMx me gusta porque es una vertiente que permite ser mucho más crítica y generar formas de humor que al menos intentan interrumpir toda la matriz de opresión que existe. Y que no es sólo una cuestión de género, sino más compleja. Y la de Itzel realmente es la única propuesta en México, y podría decir que, en Latinoamérica, que está tratando de hacerlo”.

     

    ALEJANDRA S. GONZÁLEZ

    ANÁLISIS Y DESCUBRIMIENTO

    Hay un proceso donde empiezas a cambiar de visión, a ver situaciones muy absurdas, y eso abre la puerta de la creatividad, y puede darse una risa más inteligente. Uno de los ejercicios es que Itzel nos pedía ‘cuenta un chiste’. Y empezábamos a reflexionar qué tipo de humor era, dónde lo aprendimos y si realmente da risa o sólo nos reímos por costumbre. El acompañamiento de Itzel es feminista porque te hace preguntarte muchas veces ¿por qué no lo estoy viendo desde mi propia realidad?”

     

    FRAGMENTO DE SU RUTINA

    Un día estaba en mi hamaca pensando, trabajando en mi oficina. Y me di cuenta de que cargo con mucha culpa y que la culpa es como una flatulencia. Porque es invisible, apestosa y nunca nadie quiere decir que es suya. Nunca he visto a nadie reclamando: ‘es mía, es mía’. Además, me di cuenta de que, entre mujeres, son colectivas porque tenemos como un pacto de silencio. Porque de repente te llega el olor, hasta con el perfume de tu amiga, y tú te la fumas. Ni siquiera interrumpes la plática. Simplemente le ayudas. Porque ante todo somos sororas y #fuimostodas. Pero, cuidado, amigas, porque la culpa no sirve mucho y hay que soltarla. Y porque la que primero la huela en el subconsciente la tiene”.

     

    DANAE ARCOS

    LA VOZ AL DESNUDO

    Lo que me gusta mucho del stand up es que eres tú, siempre eres tú. Es tu voz desnuda. Es comedia hecha por mujeres y la vulnerabilidad de las mujeres es punzante y es exhibida, todos estamos esperando que las mujeres lloren ¿no? Incluso hay una estética, un arte del sufrimiento de las mujeres, hay ideas preconcebidas de cómo sufren las mujeres. Y la vulnerabilidad tiene que ver con algo intrínseco de cualquier ser vivo, la vulnerabilidad es estar permanentemente ante a la incertidumbre, yo siempre he dicho es estar desnudo enfrente del mar, esa es la vulnerabilidad”

    FRAGMENTO DE SU RUTINA

    Yo soy Danae Arcos y me dedico a los derechos humanos. No mientan. No saben qué es eso, y hagan de cuenta que los derechos humanos son los que protegen nuestra dignidad, otro concepto elevado, y que las educadoras para derechos humanos somos como una mezcla de Elena Poniatowska y Tatiana. Decimos cosas muy aburridas de manera muy carismática.

    Cuando yo entré en un programa de la Ciudad de México que empieza con pi y termina con lares, y llegó una de estas señoras que hablan como Elena Poniatowska y Tatiana dijo: ‘Compañeros les tenemos un regalo de parte de nosotros, para ustedes, su material de todo el año’. Y yo dije a wevo sí, los grandes plumines, las cajas de crayolas, los gises, kits de libros de derechos humanos que van a hacer la vida fácil, niño colorea tus derechos humanos. Llega una fulana y me da un folder de plástico, de estos que venden en el Metro, de unicornio, con 100 hojas de papel tamaño carta, y todavía escucho a la vieja con voz de Tatiana y Elena Poniatowska, ‘y es el de todo el año’, y yo dije ‘¡no mames!’.

    Lo más curioso fue cómo tuve yo que explicar cosas como violencia política con 100 hojas de papel, y cuando acabé les dije ahí me las ponen porque las vamos a volver a usar”.

     

    SILVIA LEÓN

    MISOGINIA DISFRAZADA DE CHISTE

    En el taller con Itzel adquirí conciencia de los chistes, de cómo podemos repetir frases, contenido misógino; una capacidad que tenemos los humanos que se llama negación, que nos acostumbremos a  la violencia del sistema patriarcal. Y nos damos cuenta de nuestro contenido humorístico de violencia.

    El stand up es parte del intento y del esfuerzo enorme que es transformar este dolor y este enojo en un chiste. Y hacer pasar un buen rato a otras mujeres y hombres que asisten es de verdad un triunfo. Y cuando  logras reírte para concientizarte y concientizar al otro, pues es un gran instrumento”.

    FRAGMENTO DE SU RUTINA 

    Asumirse feminista asusta y cómo no, si el feminismo quema puertas de palacios nacionales, realiza marchas, protestas y consignas; eleva humos rosas, verdes y morados; redacta leyes en pro de la mujer, de la responsabilidad de esposos, excónyuges y padres; encarcela hombres violentos, y feminicidas; señala chistes y les quita por completo el chiste; cambia hasta el lenguaje, ¡es una escándala!; provoca discusiones sociales, familiares y en pareja.

    Manda a hombres y mujeres a terapia. En pocas palabras es un desestabilizador del patriarcado, nuestra forma de vivir hasta ahora, así que no, no es fácil ser feminista: hay que tomar postura, identificar y visualizar violencias, entablar juicios, sentir el profundo dolor, el inevitable enojo al sabernos violentadas, y tener que transmutar estos sentimientos en acciones que resuelvan el problema”.

     

    FLORENTINA SCULLY

    STAND UP LA HIZO ENCONTRARSE

    Formé parte de la primera generación de stand up feminista para mamás, mi primer hijo tenía un año y estaba tan abrumada de información, no queriéndome perder en mi ser Florentina, sin ser la mamá de… Sentía muchísimo para decir y no sabía cómo. Mi cerebro estaba hecho ahí una madeja de miles de colores de estambre. Y con el stand up feminista con Itzel fui encontrando de qué hilo jalar y me concentré en la lactancia. Y el espacio que tuve de poder hablar de esto desde la risa, desde mi historia, me hizo hacer las paces al pararme en un escenario y sentirme acompañada al escuchar las vivencias de otras mamás”.

    FRAGMENTO DE RUTINA 

    Soy mamá, soy millennial de panzaso y son prolactancia. Las tres son altamente compatibles; sinónimos de pobreza, de relaciones conflictivas y de trabajos donde no te remuneran lo justo. Y están por ahí las miles de opiniones sobre tu lactancia: que si después de los seis meses es pura agua, que si te vas a descalcificar, que si vas a pervertir a tu hijo. Son como las mañaneras: te cagan, pero sí te las chutas. No vaya a ser que digan algo que sí te sirva. ¿Y adivina quiénes son los que más opinan? Exacto: los hombres. Y, a ver cabrones, no porque tengan chichis pueden opinar. Lo bueno de la lactancia es que te ahorras miles de pesos en fórmula, lo malo es que lo ahorrado me lo voy a tener que gastar en operarme mi chichis caídas”.

  • Más visibles, los tipos de violencia hacia la mujer

    Más visibles, los tipos de violencia hacia la mujer

    • El problema es que vivimos en un sistema desigual; se debe seguir luchando por lograr la igualdad y que ellas no sean consideradas un objeto: Julia Chávez Carapia
    • El 1 de febrero se publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia

    “Al ser seres humanos podemos vivir de otra manera, libre, igualitaria, donde la Ley ha buscado esos factores -que no se han logrado en su totalidad-, precisamente porque vivimos en un sistema de desigualdad. No bajemos la guardia, sigamos luchando por lograr la igualdad para que la mujer ya no sea percibida como un objeto, sino sujetas de derechos, de una vida mejor y más plena”, expresó en entrevista la investigadora.

    Las mujeres, prosiguió, debemos demandar lo anterior de manera abierta y constante, porque es a nosotras a quienes más perjudica, crea conflicto, nos señala y mantiene al margen de la vida social y pública.

    Luego de recordar que la Ley en la materia fue publicada el 1 de febrero de 2007 en el Diario Oficial de la Federación, externó: las mujeres vivimos en un sistema económico-político y social patriarcal; implica que el mundo lo creó el hombre, gira a su alrededor y es para él, mientras que nosotras somos un complemento, objetos -no seres activos, visibles ni individuales o propios- que dependen siempre de él y de la construcción del orden y poder patriarcal.

    Este orden ha permitido a los varones el control y poder sobre lo económico, social y cultural, en tanto que ellas deben estar a la sombra, y solo se les ubica como objetos de reproducción y sexuales, un pensamiento que se ha mantenido por siglos, aseveró la especialista en Estudios de Género y Feminismo.

    En ese sentido, “es nuestro dueño y puede hacer de nosotras y con nosotras lo que quiera, porque somos objetos de uso, apoyo, placer o lo que él considere. Entonces la violencia hacia las mujeres se convierte en un eje ‘normal’ de conducta del hombre, que puede ejercer violencia sexual, tomarlas como objetos, sin su consentimiento. Pueden golpearla o maltratarla si no responde a los planteamientos que ellos hacen”, explicó Chávez Carapia.

    Lo anterior ha provocado que, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 más de 70.1 por ciento de las mexicanas mayores de 15 años han experimentado, al menos, un incidente de violencia ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida.

    Las cifras indican que en 2021 la violencia psicológica fue la más prevalente (51.6 por ciento); seguida de la sexual (49.7 por ciento) y la física (34.7). En comparación con 2016, la violencia psicológica reportada fue de 49 por ciento; la sexual, 41.3 por ciento; la física, 34 por ciento.

    A decir de la autora de “La participación social en cuatro municipios”, el principal reto para ellas a partir del siglo pasado fue cómo hacer visible esta violencia y limitarla, por lo que un elemento para hacerlo público y abierto es planteando los derechos en el ámbito jurídico, como es la referida Ley.

    Los recientes datos del INEGI indican que “ha habido denuncia, y esto se debe a que la mujer está visibilizando el problema, sabe que existe una Ley, que existen procedimientos a los que puede demandar y tener una respuesta; porque la violencia se esconde, siempre se ha escondido, y los datos nos dicen que cada vez hay más denuncias e indican que el problema se está visibilizando”, afirmó la universitaria.

    Chávez Carapia destacó que visibilizar no quiere decir que se elimina o representa una respuesta absoluta contra el problema, sino que las mujeres se percatan cada vez más que son violentadas y exigen mayor respeto a sus derechos.

    “Es importante que se visibilice la violencia para exigir derechos, porque antes la violencia hacia las mujeres siempre se escondía en el ámbito de la casa y el mundo privado; sin embargo, hoy sabemos que la violencia es algo público y que se tiene que demandar porque es un delito agredir a otra persona y eso se contempla en las leyes, normas y en los derechos humanos, por eso hay que demandar todos los tipos de violencia de género”, enfatizó.

    La investigadora abundó que debido a su naturaleza, las leyes no pueden estar estáticas y deben ser renovadas, por lo que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia se ha actualizado con el tiempo (la más reciente en octubre de 2022), a fin de incluir las nuevas formas de violencia de género, por ejemplo la obstétrica que afecta a la mujer en su vida fértil de manera agresiva; además de la que se ejerce en redes sociales.

  • ¿De qué mueren las mujeres en México? Principales causas 2022

    ¿De qué mueren las mujeres en México? Principales causas 2022

    Las muertes de mujeres en el primer semestre del 2022 representaron el 43.4% de las muertes totales, de acuerdo con cifras preliminares del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).

    En este lapso se registraron 190,938 decesos de mujeres y entre las 10 principales causas se encontraron:

    • Enfermedades del corazón
    • Diabetes mellitus
    • Cáncer
    • Covid-19
    • Enfermedades cerebrovasculares
    • Influenza y neumonía
    • Enfermedades del hígado
    • Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas
    • Accidentes
    • Insuficiencia renal
  • Plan B afectaría paridad de género en el INE

    Plan B afectaría paridad de género en el INE

    Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), advirtió que el Plan B de la Reforma Electoral de AMLO vulnera los principios de paridad de género, pues vulnera la inclusión que se ha promovido a lo largo de los años de procesos democráticos.

    Durante la XXII Sesión Ordinaria del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en México (OPPMM), Córdova Vianello reconoció este jueves 26 de enero que el camino de la inclusión para las mujeres, así como el de las minorías representativas en los espacios públicos ha sido larga, de tal modo que hasta hace poco es cuando más se ha manifestado.

    La sesión fue para que el INE entregara la presidencia de este organismo al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), por lo que las consejeras electorales que participan en él presentaran sus avances en materia democrática, así como el reconocimiento de los retos para el resto de la década.

    Sin embargo, al cierre, el consejero presidente atrajo la ceremonia al territorio político contemporáneo y recalcó que fue hasta este sexenio, el del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se ha materializado una verdadera equidad sustancial en el Congreso de la Unión y otras instituciones tanto locales como federales.

    Fue por lo que destacó los logros en materia de inclusión y paridad. “Es mucho lo que hemos avanzado y mucho lo que se puede perder”, sostuvo desde un vehículo en movimiento, pues la sesión se dio en modalidad virtual, después procedió a explicar las desventajas que podrían atraer el Plan B.

    “Por eso no puedo dejar de mencionar el riesgo que implica para todo lo que hemos construido la inminente aprobación del llamado Plan B de la Reforma Electoral”

    Señaló que la representación de las minorías se vería afectada (Foto: Cuartoscuri)Señaló que la representación de las minorías se vería afectada (Foto: Cuartoscuri)

    De acuerdo con el consejero presidente del INE, las modificaciones promovidas en el Plan B constituyen “una medida regresiva”, pues limitan los espacios en las cámaras legislativas para personas indígenas, migrantes, residentes en el extranjero, con discapacidad, afromexicanas y de la diversidad sexual, ya que topa dicha representación a 25 curules, siendo que tiene, al día de hoy, 65.

    Además, señaló que con la Reforma Electoral promovida por el jefe del ejecutivo federal se elimina la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación, en este sentido, condenó que se propusiera, para absorber sus funciones, una nueva Dirección de Partidos Políticos, lo que le pareció una negación a la importancia de la inclusión en México.

    Posteriormente, reiteró lo mencionado el miércoles 25, cuando presentó el informe del INE contra la Reforma Electoral de López Obrador, donde sostuvo que se vulneraría, entre otras cosas, los derechos laborales de miles de funcionarios, la certidumbre democrática y el funcionamiento de los Organismos Públicos Locales (OPLEs).

    Acusó que la paridad de género está en riesgo (Foto: Cuartoscuro)Acusó que la paridad de género está en riesgo (Foto: Cuartoscuro)

    “Las pérdidas en clave democrática que provocaría la entrada en vigencia del llamado Plan B van desde el inicio del proceso electoral, pasando por los derechos laborales del personal del servicio profesional y de carrera del INE, así como de los OPLEs”

    Finalmente, sostuvo que la reforma fue impuesta desde el poder bajo la intención de “destazar al INE”, lo cual quiere decir que se busca debilitarlo estructuralmente para suprimir la capacidad operativa en numerosas áreas, entre ellas, la de inclusión y paridad de género, por lo que invitó a las y los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a que analicen las impugnaciones de esta iniciativa.

    “La mutilación que esta reforma, que como hoy sabemos, siguió la instrucción desde el poder de destazar al INE, implica que quienes hoy son responsables de conducir las investigaciones en materia de violencia política contra las mujeres, van a desaparecer”, cerró Lorenzo Córdova durante su participación en la sesión ordinaria.

  • Una youtuber fue asesinada por su padre en Irak, y Amnistía Internacional reclamó medidas contra la violencia de género

    Una youtuber fue asesinada por su padre en Irak, y Amnistía Internacional reclamó medidas contra la violencia de género

    El asesinato a manos de su padre de una joven iraquí de 22 años aficionada a YouTube debido a una “disputa familiar” generó indignación en el país, donde los femicidios cometidos por parientes son frecuentes.

    Tiba al-Ali fue asesinada por su padre en la noche de 31 de enero en la provincia de Diwaniya, informó el viernes en Twitter Saad Maan, portavoz del ministerio del Interior.

    Según el funcionario, la policía había intentado una mediación entre la joven y su entorno para “resolver de forma definitiva una disputa familiar”.

    En grabaciones de sus conversaciones compartidas en las redes sociales se escucha que a su padre le molestaba que Tiba al Ali viviera sola en Turquía. Entonces la joven acusó a su hermano de haberla acosado sexualmente.

    El portavoz explicó que una unidad de la policía había intervenido. Después de un primer encuentro “debíamos volver, entonces nos sorprendió la noticia de su asesinato por su padre, que efectuó la primera confesión cuando se entregó a la policía”.

    La familia viajó a Turquía en 2017 pero al momento de regresar Tiba al-Ali se negó. Desde entonces vivía lejos de su país, según un funcionario que habló bajo condición de anonimato.

    Su asesinato ocurrió mientras estaba de visita a Irak.

    En su cuenta de YouTube, la joven compartía videos de su vida en las que aparecía muchas veces su prometido.

    El drama generó indignación y grupos de activistas llamaron a manifestarse el domingo delante de un tribunal en Bagdad.

    Tiba al-AliTiba al-Ali

    Las mujeres de nuestras sociedades son rehenes de costumbres anticuadas debido a la ausencia de leyes disuasivas y de medidas gubernamentales que no están a la altura de la violencia doméstica”, deploró en Twitter la exdiputada kurda Ala Talabani.

    La organización Amnistía Internacional (AI) pidió este viernes a Irak que tome serias medidas en su legislación para proteger a las mujeres de la violencia de género, después del asesinato.

    “Mientras las autoridades iraquíes no adopten una legislación enérgica para proteger a las mujeres y las niñas de la violencia de género, inevitablemente seguiremos siendo testigos de horribles asesinatos como el que sufrió Tiba Ali, a manos de su propio padre”, indicó en un comunicado la directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y Norte de África de AI, Aya Majzoub.

    Esta noticia desató una serie de comentarios condenando este crimen de honor y pidieron responsabilidades bajo la etiqueta de “Exigimos los derechos de Tiba”.

    Irak no ha tipificado como delito la violencia doméstica a pesar del aumento de las denuncias de incidentes de violencia doméstica por parte de ONG nacionales. Sorprendentemente, el Código Penal iraquí sigue tratando con indulgencia los llamados “crímenes de honor”, que comprenden actos violentos como agresiones e incluso asesinatos”, señaló Majzoub.

    Un proyecto de ley sobre violencia doméstica fue presentado y debatido en el Parlamento iraquí en 2019 y 2020, pero se ha estancado desde entonces.

    En 2020, las agencias de la ONU en Irak expresaron su preocupación por el aumento del número de casos de violencia doméstica durante la pandemia.

    “El asesinato de Tiba Ali debe ser investigado, el autor ha sido llevado ante la justicia y la condena debe ser proporcional a la gravedad de este terrible crimen, sin recurrir a la pena de muerte”, concluyó Majzoub.

    (Con información de AFP y EFE)