Categoría: Noticias

  • Inclusión de las mujeres en logística y transporte: los beneficios laborales de la diversidad

    Inclusión de las mujeres en logística y transporte: los beneficios laborales de la diversidad

    La industria del transporte y logística ha dado grandes pasos en los últimos años con la incorporación de soluciones tecnológicas que han revolucionado la manera en que la cadena de suministro se conecta en el mundo. Sin embargo, desde las operaciones hasta las altas cúpulas corporativas, el transporte y la logística siguen siendo un mundo predominantemente masculino. La inclusión femenina en todo el abanico de cargos laborales en el negocio logístico puede entregar grandes beneficios, desde “nuevas habilidades, frescos puntos de vista y diferentes soluciones, desarrollar nuevas maneras de trabajar de manera más eficiente y facilitar la disrupción de modelos de negocios existentes”, según revela un estudio realizado por la consultora Ti dedicado a la inclusión de las mujeres en logística y transporte –al cual MundoMaritimo accedió de manera exclusiva.

    “Una representación más amplia de las mujeres en este campo laboral puede incluso redituar en sueldos más altos tanto para ellas como para sus pares masculinos. Consecuentemente, enfocarse en reducir la brecha de género debiera ser evaluado por los líderes de negocios como una ruta para una mayor productividad y por políticos como una manera de aumentar la actividad económica, competitividad y, por supuesto, aumentar las contribuciones impositivas”, destaca el texto respecto de los beneficios de negocios y económicos de aumentar la presencia de mujeres en cargos laborales. Según un proyecto de investigación del Instituto Europeo para la Paridad de Género citado en el estudio de Ti, con la equidad de género en la industria logística y de transporte, habría un aumento en el PIB de 6,1-9,6% al 2050, equivalente a €1,95- €3,15 trillones, producto del incremento de plazas laborales, el 70% de las cuales habrían sido ocupadas por mujeres. Así, al 2050, las exportaciones habrían crecido en un 1,6- 2,3% y las importaciones disminuirían en 0,4-0,7%.

    Atractivo femenino

    No, no se trata de coquetería de mujeres, sino de cómo atraerlas a ellas hacia una industria que no ha hecho esfuerzos por reclutar profesionales femeninas más allá de cargos administrativos. Los desafíos son sociales y sectoriales. Primero, se deben derribar las barreras y estereotipos y luego desplegar el abanico de oportunidades.

    Los impedimentos son los mismos de siempre: educación y cultura. Para que las mujeres lleguen al mundo laboral, primero deben acceder a la educación y preparación académica que les permita ejercer estos trabajos, por lo que la reducción de la brecha educacional es clave para el siguiente paso que es la paridad laboral. Otro obstáculo cultural, donde el cuidado no remunerado de menores de edad y adultos mayores recae exclusivamente en ellas, lo que obliga a mujeres a no adentrarse en el campo laboral o limitarse a trabajos informales o de media jornada.

    Inversión en talento

    La verdadera inclusión laboral no solo atrae talento femenino, sino que además invierte en educar futuras generaciones y en retener a quienes han forjado una opción profesional en un sector que tradicionalmente ha ignorado el aporte de las mujeres. Por eso, se requieren importantes cambios estructurales para la retención y proyección profesional. El reporte de Ti destaca la importancia de la colaboración entre la propia industria y la institucionalidad para proveer un escenario que cuente con cambios legislativos respecto de la discriminación y permisos de maternidad, flexibilidad laboral para el cuidado no remunerado, soporte en la crianza, mejora en las instalaciones de transporte y cambios en los diseños de camiones (para el caso de transporte terrestre), automatización y digitalización en función de trabajos físicos, junto con programas de entrenamiento para el desarrollo de carrera, calificación técnica para el desarrollo de cargos, programas de reinserción laboral (tras prolongadas ausencias), mentoría respecto de estereotipos de género y orientación para crecimiento laboral.

    Por MundoMaritimo

  • Crece delito de extorsión contra mujeres en México

    Crece delito de extorsión contra mujeres en México

    El delito de extorsión en donde las víctimas fueron mujeres creció 12 por ciento, entre 2021 y 2022, al pasar de 3 mil 359 a 3 mil 765 personas afectadas por este delito, de acuerdo con el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

    En mayo del año pasado se alcanzó la cifra más alta de mujeres extorsionadas en el país, desde enero de 2015, con 400 casos, de acuerdo con el reporte del organismo.

    El 2022 inició con 236 mujeres extorsionadas en enero, con 261 en febrero, en marzo fueron 335, al mes siguiente 394 y luego del pico en mayo, comenzó un descenso de 361 casos en junio y 275 al mes siguiente.

    En agosto fueron 336 víctimas de extorsión, en septiembre 287, en octubre hubo 317 casos, 268 en noviembre y cerró el año con 295 personas afectadas.

    En lo que va de los primeros cuatro años de la presente administración, el delito de extorsión mantiene una tendencia a la alza, con 3 mil 172 casos en 2019, 2 mil 864 en 20202 y 3 mil 359 mujeres víctimas de este ilícito en 2021.

    El Estado de México es la entidad que presenta la mayor cantidad de mujeres extorsionadas durante el año pasado, con mil 238 casos, lo que representa el 32.8 por ciento del total nacional de 3 mil 765 víctimas.

    Le sigue Veracruz con 358 mujeres extorsionadas, Jalisco con 296, Guanajuato 283 y Nuevo León con 282 víctimas, en los cinco primeros lugares de entidades afectadas por este ilícito.

    Al hacer la medición de la extorsión en las entidades, por cada 100 mil mujeres, Zacatecas es la entidad más peligrosa al registrar 25 casos por esa tasa de población.

    Le sigue Baja California con 17.23 casos por cada 100 mil mujeres, el Estado de México con 13.62 casos, Colima con 13.05 y Nuevo León con 9.78 casos.

     

  • “Basta de impunidad”: otras sobrevivientes de ataques con ácido exigen justicia

    “Basta de impunidad”: otras sobrevivientes de ataques con ácido exigen justicia

    Sobrevivientes de ataques con ácido exigen a las autoridades de México poner un alto a la impunidad que rodea sus casos y otorgar justicia a todas las mujeres víctimas de esta violencia extrema.Agrupadas en un frente común, decenas de mujeres que han sobrevivido a este tipo de agresión se pronunciaron ante la postura de la Fiscalía del Estado de Oaxaca, que estuvo a punto de conceder arresto domiciliario a Juan Vera Carrizal, exdiputado local del PRI señalado de ser el autor intelectual del ataque con ácido en contra de la saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos.

    Aunque esa resolución se echó para atrás por los reclamos de mujeres, organizaciones de la sociedad civil, legisladoras y hasta por la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, otras sobrevivientes ven como un riesgo latente que las fiscalías consideren estas decisiones porque “transmiten un mensaje de indiferencia e impunidad”.

    “Están abriendo puertas para que se sigan cometiendo más de estos crímenes. Por eso, en un grito desesperado, decimos ¡ya basta! y exigimos que el Estado mexicano nos haga justicia. Exigimos un alto a la impunidad”, dijo en entrevista Carmen Sánchez, sobreviviente de ataque con ácido y directora de la fundación que lleva su nombre.

    Impunidad, la constante

    La Fundación Carmen Sánchez MX, que brinda apoyo a mujeres que han enfrentado la llamada violencia ácida, registra 34 casos de mujeres atacadas con ácido en México. Solo en uno se ha sentenciado al agresor a una pena de ocho años de prisión.

    Sin embargo, considera la activista, se trata de una sentencia que no corresponde con el delito cometido, debido a que antes de que se aprobara la tipificación del delito de feminicidio en grado de tentativa, la mayoría de las autoridades clasificaban estas agresiones como “lesiones menores, que sanan antes de 30 días”.

    Ahora han logrado que algunas carpetas de investigación sobre los ataques con ácido se reclasifiquen como tentativa de feminicidio, un logro, dice Carmen, de las mujeres que no han cedido en su búsqueda de justicia.

    “La realidad es que las mujeres que sobrevivimos a un ataque con ácido no solo nos tenemos que enfrentar a la violencia machista del hombre que intentó asesinarnos, sino también a la violencia e indiferencia institucional, a la impunidad del Estado, a la revictimización social”, lamenta.

    Por ello, ante el primer intento de una fiscalía para liberar a un agresor, aunque no se trate de su caso, crece el miedo en las sobrevivientes.

    En esta fundación han identificado que casi todas las mujeres agredidas con ácido tenían entre 20 y 30 años al momento del ataque, y los intentos de feminicidio los cometieron sus parejas o exparejas.

    “Nos intentan asesinar en los lugares que creemos seguros: la propia casa, el trabajo o en el trayecto de la casa al trabajo”, expone.

    El caso de Carmen Sánchez

    Tenía 30 años cuando en 2014 la atacaron con ácido. El 20 de febrero de 2023 se cumple el noveno aniversario de este evento traumático que, aunque no logró arrebatarle la vida, la hirió profundamente.

    Ahora, Carmen Sánchez tiene 39 años y continúa demandando justicia. Siete años después de la agresión, la Fiscalía del Estado de México, donde se cometió el intento de feminicidio en su contra, detuvo a su agresor y todavía no recibe una sentencia.

    “Desde 2014 yo he emprendido una lucha, es una lucha dolorosa. Han pasado ya casi nueve años y, sin embargo, no he logrado obtener justicia”, lamenta Carmen.

    Su caso está plagado de irregularidades. Primero, el Ministerio Público minimizó la agresión al considerar que eran lesiones menores. Después, la carpeta de investigación de su caso se “extravió” por cuatro años, hasta que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) intervino y la fiscalía mexiquense retomó el caso.

    Carmen sigue luchando. Este viernes 27 de enero se realizó una audiencia y, por fin, declaró su agresor. Otras citas previas habían sido pospuestas.

    “El Ministerio Público se da el gusto de no presentarse a las audiencias y cancelarlas, y después llamarme y decirme: ‘Pero, señora Carmen, lo tenemos detenido, cuál es su preocupación’», sostiene.

    La preocupación, dice Carmen, es similar en todas las sobrevivientes; temen que sus agresores queden o sigan libres y concreten lo que no lograron antes: asesinarlas. Como María Elena Ríos, ellas también viven con miedo.

    “Estos agresores nos iban a matar. Nos han dejado con vida, pero eso no es un privilegio”, subraya.

    A Carmen, por ejemplo, la familia de su agresor la ha amenazado y acosado. Además, denuncia, en dos ocasiones han querido ingresar al departamento donde vive con sus hijas.

    Por eso desea que el Poder Judicial del Estado de México juzgue debidamente y sentencie a su agresor.

    “Estoy a punto de obtener la sentencia y, con lo que está pasando con María Elena Ríos, tengo muchísimo miedo. Yo espero que el Estado de México deje un precedente de no repetición sobre los ataques con ácido, que no le abran la puerta a más personas que quieran seguir quemando a mujeres y que no les tiemble la mano para dar la sentencia ejemplar”, exige.

  • Mujeres, más propensas a ser víctimas de sextorsión a cambio de servicios públicos

    Mujeres, más propensas a ser víctimas de sextorsión a cambio de servicios públicos

    En México, las mujeres son más propensas que los hombres a ser víctimas de extorsión para acceder a los servicios de salud y educación, a sufrir “sextorsión” (cuando son coaccionadas para brindar “favores sexuales” a cambio de recibir servicios públicos), además de que son ellas quienes más sufren violencia de género y delitos sexuales, lo que aumenta su vulnerabilidad a actos de corrupción en la búsqueda de acceso a la justicia, de acuerdo con el Sistema Nacional Anticorrupción y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

    Datos del más reciente informe “Mujeres ante la corrupción” agregan que existen altos índices de corrupción en el Poder Judicial que impiden que los feminicidios sean juzgados o sancionados de la manera adecuada.

    “En este sentido, juzgar la muerte violenta de una mujer o feminicidio como homicidio común deriva en impunidad. Los actos de corrupción que se presentan en el proceso para denunciar, investigar y sancionar un feminicidio son el pago de sobornos, el tráfico de influencias o la complicidad con los criminales.”

    Por otra parte, el texto señala que “la hipótesis de que las mujeres son menos corruptas que los hombres no es cierta” y que se basa en estereotipos de género, no en hechos.

    “Si bien se ha notado una disminución de la corrupción cuando hay mayor participación de mujeres, ésta no se debe a que las mujeres sean menos corruptas que los hombres, sino que al abrir la participación al cien por ciento de la población (en lugar de sólo 50 por ciento que representan los hombres), es más posible toparse con personas adversas a la corrupción”, indica el reporte.

    Según el documento, que cita distintos estudios, “al tener las mujeres asignado por los roles de género el trabajo de cuidado, entre cuyas responsabilidades está la atención de la salud, ellas sean más vulnerables al pago de sobornos para acceder a servicios de esta naturaleza”.

    Añade que los roles de género que ubican a las mujeres en el ámbito privado, comunitario y reproductivo, y a los hombres en el público y productivo, así como de mayor valor sociocultural definen, asimismo, una relación desigual de poder en el ámbito público; esto no obstante la cada vez mayor participación de mujeres en este espacio, tanto en el trabajo remunerado, la política y la economía.

    “Sin embargo, lo anterior no se ha traducido en una mayor participación de varones en el ámbito privado y en las responsabilidades de crianza y cuidado de otras personas, por ejemplo. Esto genera desigualdades, vulnerabilidades y tensiones que impactan de manera particular la relación mujeres-género-corrupción”.

    Entre otros puntos, el documento plantea que es evidente la necesidad de que las políticas anticorrupción y las instancias públicas y de la sociedad civil involucradas transversalicen la perspectiva de género en todo su trabajo.

  • Estamos Listas, el movimiento de mujeres que busca llegar al Congreso en Colombia

    Estamos Listas, el movimiento de mujeres que busca llegar al Congreso en Colombia

    “¿Y ustedes sí están listas?” La pregunta que durante años escucharon muchas mujeres en Colombia cuando buscaban presentarse a cargos políticos ha encontrado una respuesta contundente en un movimiento feminista que, por primera vez en la historia del país, se postula al Congreso. Lo llamaron Estamos Listas como una afirmación a ese cuestionamiento hecho tantas veces con sorna. “Claro que estamos listas para gobernar este país”, dice Magaly del Carmen Belálcazar, una mujer campesina de la Amazonia colombiana que integra este movimiento sin filiación a ningún partido.

    Esta ambientalista que lleva años defendiendo la igualdad de tierras para las mujeres y el medio ambiente en el sur del país, dice que estaba lista hace tiempo, pero solo ahora se atreve a hacerlo desde lo electoral. “Todo lo que hacemos nosotras es política, desde la siembra, la cosecha, la movilización social. Al entrar al movimiento empecé a reflexionar por qué si somos las que defendemos el territorio y la vida cedimos a que otros decidan por nosotras”, dice a EL PAÍS.

    Estamos Listas surgió en Medellín en 2017, pocos meses después del plebiscito por la paz en el que triunfó el ‘No’ a los Acuerdos entre el gobierno y las FARC. Esa tristeza que les produjo el resultado a un grupo de mujeres de la ciudad, que en Colombia se conoce como plebitusa, las hizo tomar una decisión: ocuparían más espacios de poder de la vida política para incidir en las decisiones clave de Medellín. Reunieron a más de 2.000 mujeres y se postularon de forma colectiva al Concejo de la ciudad.

    Mientras una de ellas, Dora Saldarriaga, conquistó un escaño en ese espacio de política local, desde otras regiones comenzaron a pedir entrada al movimiento. La imagen, que consta de una búha con las alas abiertas y los colores violeta y amarillo y del árbol guayacán tradicional de Medellín y representa la lucha de las mujeres, se ha ido haciendo conocida desde entonces en todo el país. En 2021, decidieron constituirse como un movimiento de carácter nacional, recogieron 90.000 firmas y obtuvieron el aval de la Registraduría Nacional para postularse a las elecciones a Senado el próximo 13 de marzo.

    En Colombia hay una “subrepresentación de mujeres en el Congreso”, asegura el informe Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia, de ONU Mujeres, la Consejería Presidencial para la Mujer y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que presenta un panorama detallado sobre la situación económica, educativa y de violencia contra las mujeres en Colombia entre los años 2008 y 2019. La desigualdad es evidente en la Cámara de Representantes (Cámara baja), donde de los 171 escaños solo 32 son ocupados por mujeres; algo similar al Senado, que de 108 asientos, solo tiene 23 ocupados por mujeres.

    “En el Congreso colombiano la tasa de representación de mujeres es del 19,7%, 10 puntos porcentuales por debajo del promedio de representación de América Latina y el Caribe, que se ubica en el 29,7%. También se halla lejos del promedio mundial de 24,5%, por ende se sitúa en el lugar 119 de la clasificación internacional de la Unión Interparlamentaria (IPU, 2020). En consecuencia, el Congreso de Colombia está lejos de la cuota del 30% establecida por el propio país, y más lejos aún de la paridad que plantean los ODS a nivel mundial”, dice el documento.

    “Es el primer movimiento feminista definido y organizado como feminista que hace esta gran apuesta sin ningún tipo de partido ni alianza y por fuera de las coaliciones de centro y de izquierda”, explica Marta Restrepo, una de sus fundadoras. Esta trabajadora social reivindica la diversidad de feminismos, un tema que ha estado en el centro de la discusión en las elecciones en Colombia después de que el candidato de izquierda Gustavo Petro dijera que solo reconoce el feminismo popular y criticara el “feminismo intelectual de las ciudades”.

    “Más allá de dar esa discusión en la voz de un hombre, nosotras demostramos que sí podemos trabajar juntas. En nuestro movimiento hay mujeres campesinas, con doctorado, madres cabeza de familia, otras haciendo sus estudios universitarios”, dice Restrepo. Hasta ahora son 1.700 mujeres afiliadas que están en 150 lugares de Colombia y 28 países.

    De la misma manera que lo hicieron al Concejo de Medellín, cualquiera de las 1.700 mujeres se podía postular a la lista del Congreso. La selección se hacía de forma plural y a través de una votación digital y según los votos que obtenía cada una se establecía el orden de la lista. Magaly fue una de las que obtuvo un espacio. “En Colombia es complicado participar en política sin ser hijo o hija de un cacique o sin tener un padrino. Por eso que una mujer campesina como yo se pueda postular habla de la importancia del trabajo colectivo de este movimiento”.

    Magaly Belálcazar, candidata al Senado por el movimiento de Estamos Listas
    Magaly Belálcazar, candidata al Senado por el movimiento de Estamos ListasESTAMOS LISTAS

    Así confeccionaron una lista de 11 candidatas. “Son mujeres en toda su diversidad, disidentes sexuales, afrodescendientes, palenqueras [descendientes de esclavos], y departamentos subrepresentados en el Congreso, de zonas a las que los políticos tradicionales solo van a pedir votos en campaña”, dice Restrepo.

    Pero también hay algunos hombres. Para ser avalado, el movimiento debía cumplir la cuota de género que se exige en el país, pero esta vez a la inversa. “Son cinco hombres que son aliados y están ahí al final de lista sin reclamar protagonismo”, recuerda la fundadora. Y son también de diversos orígenes: hay un padre de familia o un músico, entre otros.

    Aunque se definen como movimiento feminista no reivindican solo una “agenda netamente mujerista” en el Congreso. Señalan que la agenda es de una nueva humanidad que pone en el centro el cuidado de la vida de todas las personas. “Creemos que las mujeres no se emancipan solas sino con sus comunidades”, agrega Restrepo.

    En el centro de su agenda está la búsqueda de redistribución económica y de poder, pero apuestan fuertemente a la implementación de los acuerdos de paz en un país en el que la guerra ha dejado millones de víctimas, muchas de ellas mujeres. “Para nosotras es importante defender la tenencia de la tierra y la desmilitarización del cuerpo de las mujeres porque de donde yo vengo una vaca tiene más derechos que una mujer”, dice Belálcazar.

    El feminismo se ha convertido pues en un tema determinante de la actual política colombiana. “Hay un movimiento feminista creciente en el país por mujeres integrado en su mayoría por jóvenes, disidentes sexualmente. El país está maduro para abordar la igualdad de derechos entre quienes estamos históricamente excluidas”, concluye Restrepo.

  • ‘Ruido’, un retrato de las miles de mujeres desaparecidas y asesinadas en México

    ‘Ruido’, un retrato de las miles de mujeres desaparecidas y asesinadas en México

    “México feminicida”, “Si tocan a una, respondemos” o “Dejen de matarnos”. Son los lemas que decoran la entrada de una de las sedes de la Fiscalía General de Justicia del país norteamericano, a la que acude Julia a reconocer un cuerpo. Al menos, para eso la han llamado. Julia Velázquez, el personaje interpretado por Julieta Egurrola (la madre de la directora de la película, Natalia Beristáin), lleva nueve meses buscando a su hija Ger, desaparecida tras un viaje con sus amigas. La historia de Ruido es la de muchas otras mujeres que siguen buscando a sus desaparecidos en México tras años de odiseas burocráticas, amenazas e inacción de las administraciones.

    Los miles de mujeres que “aprendieron a buscar” por sí mismas a sus familiares desaparecidos en México

    El periplo de Julia está inspirado en las historias de miles de personas que buscan por sí mismas a sus desaparecidos en México ante la inacción de las instituciones. Al inicio de la película, su personaje acude a una asociación de mujeres que “aprendieron a buscar” a sus familiares, como ellas comentan, organizando batidas a lo largo de todo el país en las zonas donde creen que pueden encontrar alguna pista.

    La idea de la directora, que roza el documental con esta película, fue introducir “los rostros y las voces de aquellas mujeres que viven esto fuera de la ficción”, como explica en una entrevista con el Instituto Mexicano de Cinematografía.

    De hecho, en la película aparecen mujeres que integran en la realidad colectivos de búsqueda de personas desaparecidas como la asociación Voz y Dignidad por los Nuestros, que invitan al personaje de Julia a las batidas que organizan siguiendo el rastro de alguna pista o analizando hasta el último recoveco de un zulo para encontrar restos de algún desaparecido. En la cinta también aparecen la activista trans Kenya Cuevas, la fundadora del primer albergue para mujeres trans en México, o la poeta Jimena González, como explica la directora en el Instituto Mexicano de Cinematografía.

    La asociación Voz y Dignidad por los Nuestros lleva años perfeccionando estos dispositivos de rastreo de forma incansable: “Nueve años, dos semanas de búsqueda al mes. Quisiéramos que el mes tuviera más semanas”, cuenta en una de las escenas Edith Pérez, una de sus miembros.

    Otros colectivos como Movimiento por nuestros desaparecidos en México llevan años organizando este tipo de búsquedas. En 2016 “surgieron las primeras dos brigadas nacionales, impulsadas por colectivos de familiares en las que lograron localizar cuerpos y restos de personas, además de fosas clandestinas”, como explican en su web.

    Más de 22.000 mujeres desaparecidas en México desde que hay registros

    El objetivo de estas asociaciones es dar respuesta a la necesidad de las familias de desaparecidos de encontrar alguna esperanza, construyendo comunidad y tejiendo una red de apoyo para ofrecerles recursos y herramientas en momentos complicados.

    En ese sentido, la realidad del país es cada año más dura para estas familias, ya que el número de desaparecidos en México ha ido en aumento en los últimos años. En mayo de 2022, la cifra superó los 100.000 y “el 24,7% de los casos corresponde a niñas y mujeres”, según el último Diagnóstico de mujeres desaparecidas del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, que analiza casos de feminicidios, trata y desapariciones de niñas y mujeres en el país, “entendiendo que los tres fenómenos son parte de la máxima expresión de violencia contra las mujeres”.

    “Haciendo el trabajo de otros”: cuerpos sin identificar, corrupción y odiseas burocráticas

    La película también retrata los fallos del sistema a la hora de acompañar a las familias que buscan a sus desaparecidos. En una de las escenas, Julia acude a una comisaría en busca de pistas del paradero de Ger y se encuentra con la pasividad de los agentes de policía, que solo le ofrecen documentos e informes desactualizados.

    Sin embargo, consigue que la policía la lleve hasta un camión en el que almacenan decenas de cuerpos sin identificar para ver si alguno pertenece a su hija y hacer “el trabajo de otros”, gracias a que Julia soborna a una de las agentes. En otra de las escenas se ve en qué condiciones de insalubridad están (cubiertos con mantas con los brazos colgando).

    En ese sentido, la organización Movimiento por nuestros desaparecidos lleva tiempo denunciando las deficiencias a la hora de contabilizar a los fallecidos sin identificar y conservar los cuerpos. En un informe de 2021, la asociación elevó la cifra a 52.000, la mayoría inhumados en “fosas comunes de cementerios públicos” con “registros deficientes y alta probabilidad de extravío de cuerpos”.

    Todo enmarcado en una “crisis forense” por el “personal insuficiente, bajos sueldos y contratos temporales” con bastantes carencias “de sistemas de supervisión y control de calidad”, además de unas “bases de datos subutilizadas”, como apunta el documento.

    Otras referencias a hechos reales: el homenaje a Marisela Escobedo y la oleada de protestas contra los feminicidios

    Otro de los personajes que aparecen en la película es el de Abril Escobedo, una periodista que acompaña a Julia en su búsqueda para documentar su historia. Abril, como explicó en la presentación del filme la actriz que le da vida, Teresa Ruiz, se inspira en Marisela Escobedo, “una madre que se convirtió en activista social para reclamar justicia en el caso de su hija Rubí”, asesinada en 2008, todo un símbolo de la lucha contra los feminicidios.

    Además, en la última parte de la película, la directora retrata la oleada de protestas contra los asesinatos de mujeres, un problema estructural en el país, que inundaron de morado en los últimos años las calles de México y gran parte de América Latina. Solo en 2022, el Gobierno de México registró 947 feminicidios en todo el país.

  • Una mujer indígena “valiente” que sueña con un espacio digno para trabajar y sobrevivir

    Una mujer indígena “valiente” que sueña con un espacio digno para trabajar y sobrevivir

    En la vereda Villanueva, en el departamento colombiano de Nariño, frontera con Ecuador, hay una mujer de apariencia “menuda”, baja estatura, piel morena y mirada delicada. Todos le dicen Anita y dedica sus días a enaltecer el papel de la mujer indígena en la sociedad.

    Quién mejor que una mujer como ella para hacerlo. Ana Lucía Yamá nació hace 37 años en el resguardo indígena Tatag y creció, como todas las demás niñas de su comunidad, bajo un modelo de educación patriarcal, en el que las mujeres solo se dedican a las labores del hogar y la familia.

    Esto no es culpa de los hombres. Ellos también han recibido siempre la misma educación. Por siglos nuestro sistema de crianza ha sido patriarcal y la mujer ha sido relegada. No hay empoderamiento femenino y se nos limita a actividades de la casa”, dice Ana Lucía

    Sin embargo, desde muy pequeña Anita supo que había algo diferente en ella.

    “Yo sentía que podía hacer más, (sabía) que quedarme únicamente en el hogar no era una opción. Fui siempre muy soñadora y quería ayudar a salir adelante a las mujeres de mi comunidad”, recuerda.

    Ana Lucía Yama lleva años trabajando en defensa de las mujeres indígenas de su comunidad en Colombia. A través del programa Valientes, ayuda a otras mujeres en situación de vulnerabilidad.
    UNHCR/Colombia

    Estudiar para liderar

    Impulsada por las ideas liberales de su abuela, Ana Lucía decidió estudiar y prepararse para algún día guiar a otras integrantes de su comunidad hacia un modelo más igualitario de sociedad.

    Ahora es una lideresa destacada en Villanueva. Todas y todos en su comunidad la reconocen como la indígena que tiende puentes y construye lazos solidarios con aquellas mujeres víctimas de delitos como discriminación, maltrato o abuso.

    Por años los saberes de nuestras mayoras fueron menospreciados. No se reconocía su trabajo y su sabiduría. Pero yo me propuse a que eso cambiara y que ellas tuvieran un rol mucho más activo dentro y fuera de la comunidad”, explica Ana Lucía.

    Día y noche, Ana concentra su esfuerzo en darles una mano a las mujeres no solo de cabildo, sino de su región en general. Ha visibilizado sus historias a través de programas de radio y televisión comunitaria, liderado talleres para capacitarlas en artes, dictado charlas sobre sus derechos y deberes, y cuanta cosa se le ocurre para destacar el poder femenino.

    Mi vocación de vida es presentarles esas vías alternas que buscan las mujeres en el ámbito psicológico, jurídico, y humanitario”, afirma Ana Lucía Yamá.
    UNHCR/Colombia
    Mi vocación de vida es presentarles esas vías alternas que buscan las mujeres en el ámbito psicológico, jurídico, y humanitario”, afirma Ana Lucía Yamá.

    Una “valiente”

    Porque una cosa tiene clara: “Mi vocación de vida es presentarles esas vías alternas que buscan las mujeres en el ámbito psicológico, jurídico, y humanitario”.

    Fue justamente su entrega y convicción por el empoderamiento femenino lo que la llevó a hacer parte del Programa Valientes’ de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y ONU Mujeres.

    Su objetivo, el de Ana y el de las agencias de la ONU, es sensibilizar a la población sobre la situación que enfrentan cientos de mujeres colombianas y venezolanas, que tienen que salir de sus comunidades y hoy enfrentan una dura realidad como refugiadas y migrantes.

    “Mujeres colombianas y venezolanas nos unimos para transformar las realidades de nuestras comunidades. Si nos unimos y nos apoyamos podemos sacar adelante más fácilmente lo económico y lo social”, dice Ana.

    La campaña se da en las calles, portando camisetas que les recuerda que son ‘Valientes’ y hablando con otras mujeres y también con hombres, sobre la importancia de reconocer el papel femenino en todos los ámbitos de la sociedad.

    “Al principio, a los hombres de mi comunidad no les gustaba mucho. Sentían raro que una mujer decidiera hablar de temas que para muchos son prohibidos. Tenía temor a ser rechazada, pero con el tiempo todo ha ido mejorando y tanto hombres como mujeres son más receptivos a hablar. Definitivamente ayudar a sanar y ser un puente para mis mayoras es un regalo divino”, señala.

    Paradójicamente, aunque en su día a día está rodeada siempre de mujeres, en casa Ana Lucía solo comparte su día a día solo con hombres; es madre de tres jovencitos, uno de 18 y un par de gemelos de 13.

    “Yo sueño con que algún día todas las mujeres, y en especial nosotras las indígenas, tengamos un espacio digno para trabajar y sobrevivir. Mi propósito de vida es ver mujeres empoderadas y con una sonrisa en su corazón”, concluye.

    Programa Valientes

    El programa Valientes entrega información útil a las mujeres en 12 ciudades del país, para que conozcan los centros de atención a los que pueden acudir, en caso de ser víctimas de violencia.

    La iniciativa nació como resultado de la llegada de centenares de mujeres venezolanas al país, lo que ha representado desafíos específicos para ellas. Muchas han sufrido manifestaciones de xenofobia, estigmatización, violencias y explotación.

    Valientes busca que comprendan que, sin importar su situación migratoria, tienen derecho a la atención, la protección y la orientación.

    Reportaje producido por Paola Rojas Camacho

  • Fomentan con cursos reinserción de mujeres excarceladas

    Fomentan con cursos reinserción de mujeres excarceladas

    Rocío Carrasco y Hermelinda Martínez recuperaron su libertad hace dos años, tras egresar del penal de Santa Martha Acatitla. Ahora, buscan reinsertarse socialmente al tomar un curso de maquillaje.

    Desde ayer, forman parte de la primera generación del taller que es impartido por el Instituto de Reinserción Social de la CDMX y Karina Cavazos, dueña de la marca de maquillaje.

    «Ya empezamos con las clases, aunque esta es la primera vez que voy a tener un maquillaje de este tipo para poder empezar mi negocio», destacó Rocío, de 40 años.

    En el 2016, la mujer fue acusada por ser cómplice de violación sexual, acto por el cual se declaró inocente y cinco años después pudo recobrar su libertad.

    «La ex pareja de mi hermano me acusó de ese delito, yo no tenía nada que ver y ella decidió que yo era cómplice de un delito del que nunca supe, hasta que me acusaron. Me costó cinco años comprobar mi inocencia», detalló.

    Además, estos cursos representan una oportunidad para retomar las actividades laborales, como es el caso de Hermelinda Martínez, de 66 años, quien estuvo recluida por 13 por el delito de homicidio.

    «No sé cómo acabé en una situación así, mi esposo me había dejado un negocio de combis, tenía un chofer que tuve que despedir por cosas laborales y de hostigamiento», explicó.

    «Después, su familia me acusó de su asesinato, porque lo encontraron en la calle. No pude comprobar mi inocencia, porque no había cámaras en donde lo encontraron y me costó 13 años comprobar que yo no fui».

    Tras haber recibido la capacitación, planea ofrecer sus servicios a amigas que ha conocido en un grupo de la tercera edad al que asiste y a sus vecinas.

    «Lo que estamos buscando es generar cursos de maquillajes profesionales a las mujeres liberadas del sistema penitenciario (…) que puedan generar un nuevo proyecto de vida después de recuperar su libertad», explicó Arturo Morell, director del Instituto de Reinserción Social.

  • ¿Quién es Luz Jiménez y por qué Google dedica su doodle hoy 28 de enero?

    ¿Quién es Luz Jiménez y por qué Google dedica su doodle hoy 28 de enero?

    Este 28 de enero se conmemoran 126 años del natalicio de Julia Jiménez González, mejor conocida como Luz Jiménez y como en cada fecha importante en nuestro país, Google dedica su doodle a grandes personalidades con el objetivo de conocer y reconocer su historia.

    ¿Quién es Luz Jiménez y por qué el doodle de Google le rinde homenaje?

    Luz Jiménez también fue conocida ‘como la mujer más pintada de México’ ya que fue retratada por reconocidos artistas mexicanos a inicios del siglo XX, como Diego Rivera Fernando Leal, David Alfaro Siqueiros, entre muchos otros.

    Luz nació el 28 de enero de 1987 en el seno de una familia nahua de Milpa Alta bajo el nombre de Julia Jiménez González. Fungió como educadora para algunos artistas enseñándoles su lengua natal mientras la retrataban, además de ser escritora y traductora de algunas obras importantes.

    Google dedica su doodle en este día en el marco de su natalicio, además de mostrar la importancia de la representación indígena a lo largo de la historia de nuestro país.

    ¿Cómo es el doodle dedicado a Luz Jiménez y qué detalles se encuentran?

    Google muestra una reseña de la vida de la artista mexicana en donde da a conocer parte de su historia en su cumpleaños número 126.

    ¿Cuáles son las obras de arte más reconocidas, inspiradas en Luz Jiménez?

    Las obras más reconocidas de Luz Jiménez son ‘De Porfirio Díaz a Zapata: Memoria náhuatl de Milpa Alta’ y ‘Los Cuentos en Náhuatl de Doña Luz Jiménez’. Además es recordada en varias esculturas y murales de la Ciudad de México, como La Creación, la Fuente de los Cántaros y Cortés y la Malinche.

    ¿En qué países tiene alcance el Doodle de Luz Jiménez?

    Este Doodle de Luz Jiménez tiene un alcance en toda la República Mexicana.

  • Editatona: Así es como un grupo de mujeres busca reducir la brecha de género en Wikipedia

    Editatona: Así es como un grupo de mujeres busca reducir la brecha de género en Wikipedia

    Hasta hace unos días, la biografía de Ángeles Cruz, una actriz, guionista y directora de cine mexicana, no era parte del amplio repositorio de Wikipedia. Quizá su destacada trayectoria no hubiera sido publicada hasta mucho después de no haber sido por las alumnas de la Editatona, una iniciativa de Wikimedia México enfocada en reducir la brecha de género presente en internet.

    La Editatona es una versión feminista de los editatones, los maratones de edición temáticos que congregan a un grupo de personas para editar o crear artículos en Wikipedia. Ahí las participantes aprenden a editar la plataforma, se familiarizan con sus reglas y conocen los ejes básicos de la redacción con perspectiva de género.

    “Consiste en un espacio, en una actividad de todo un día en la que damos un taller sobre edición básica de Wikipedia en español y trabajamos en una lista que previamente fue curada con la institución, organización o asociación con la que estemos colaborando”, comenta la directora ejecutiva de Wikimedia México, Carmen Alcázar, en entrevista para EL FINANCIERO.

    “Generalmente estas listas se componen de biografías de mujeres, pero también pueden incorporarse asociaciones, movimientos históricos, episodios emblemáticos o temáticas relacionadas a las mujeres por ejemplo la interrupción legal del embarazo, la menstruación, etcétera”.

    Desde la primera edición en 2015 hasta la fecha, se han editado más de 600 artículos, entre nuevos y existentes, sobre mujeres, lo que ha llevado a un incremento de este tipo de contenidos en la enciclopedia digital. En febrero de 2020, las biografías de mujeres representaron el 20 por ciento del total de biografías escritas en español, ocho por ciento más que las registradas en 2014.

    Aunque el avance es loable, Alcázar reconoce que sigue siendo más difícil para las mujeres participar en la creación de artículos en Wikipedia debido a cuestiones como la falta de tiempo libre. De acuerdo con la encuesta del uso del tiempo (ENUT) 2019 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), las mujeres dedican 39.7 horas en promedio por semana a labores del hogar, mientras que los hombres solo ocupan 15.2 horas.

    Esta diferencia de ocupaciones entre hombres y mujeres se refleja en la estadística de colaboradores de Wikipedia. Un estudio de la Fundación Wikimedia elaborado en 2012, reveló que, de cada 10 wikipedistas en el mundo, solo una es mujer.

    “Empezamos a analizar los factores, por qué las mujeres no regresaban a los eventos [editatones] o por qué no participaban tan activamente, y pues llegamos a la conclusión de que necesitábamos un espacio más seguro, amoroso, paciente y comprensivo para aprender entre todas”, cuenta Alcázar sobre el inicio de las Editatonas.

    El proyecto que surgió en Ciudad de México de la mano de integrantes de SocialTIC y Luchadoras ya se ha extendido a 13 estados de la República y se ha replicado en 11 países de América Latina. Hasta la fecha se han realizado más de 60 ediciones dentro y fuera del territorio.

    ¿Cuándo será la próxima Editatona?

    Este sábado 28 de enero las integrantes de Wikimedia México realizarán una Editatona en colaboración con el Instituto de la Mujer de Mexicali para publicar artículos sobre mujeres destacadas de Baja California. Para colaborar es necesario haber asistido a la reunión virtual del pasado 21 de enero.

    Si no te presentaste en la reunión o no vives en Baja California, no te preocupes, habrá más actividades a lo largo del año. En febrero, organizarán una serie de talleres enfocados en artistas guatemaltecas y en marzo trabajarán en más ediciones de Editatona en Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León, además de colaborar con Memórica para redactar biografías de mujeres activistas, entre otras cosas.

    Para saber más sobre el proyecto y las fechas de las próximas Editatonas puedes consultar sus cuentas de Twitter e Instagram.