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  • Nace en Oaxaca un laboratorio para visibilizar a las mujeres en el arte

    Nace en Oaxaca un laboratorio para visibilizar a las mujeres en el arte

    Pese a que el trabajo de las artistas plásticas oaxaqueñas se conoce un poco más, aún permanecen en este sector prácticas de invisibilización, machismo y acoso contra las mujeres que muestran interés en desarrollar sus habilidades plásticas, expresa Alejandra Canseco, creadora de Alalimón Laboratorio de Arte.

    “Oaxaca es muy machista y creo que muchas prefieren no ser frontales, pero sí me parece que la lucha de las mujeres y el trabajo que se ha dado desde los feminismos en Oaxaca hoy está dando resultado, es visible en el trabajo creativo de chicas jóvenes, pues abordan de manera directa la condición de las mujeres y la necesidad de plantearse otros modos de ser”.

    Sentada en una mesa al aire libre, frente a su taller de Libres #800 en la ciudad de Oaxaca, explica que en este espacio se trata de enfocar el trabajo de las mujeres y de “equilibrar la balanza”, pues los lugares en donde se aprende y se exhibe arte siguen siendo “asimétricos”.

    whatsapp_image_2023-01-27_at_08.24.21.jpegConvaleciente tras enfermar de Covid-19, pese al cual sigue trabajando, detalla que el laboratorio funciona para abrazar los proyectos de mujeres y rehacer sinergias con ellas, que sirva para que algunas de ellas den talleres o sea una ventana para la visibilidad de su obra.

    “Algo pasa en el trayecto de producción a la exhibición y la venta que muchas mujeres se quedan en el camino. Para varias, es complicado y muchos de los espacios de gráfica en Oaxaca están dirigidos por hombres y la mayoría de los que están ahí son chicos”.

    Canseco recuerda las dificultades y violencias que ha vivido a lo largo de 10 años, desde que estudiaba la instructoría en Artes Plásticas y posteriormente la licenciatura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).

    En ese tejido, trabajando entre maestros reconocidos de las artes gráficas en el estado, afirma que le fue posible entender cómo funciona el “pacto patriarcal”, pues atravesó situaciones de acoso, que no se le reconociera su trabajo en proyectos en los que participó o, incluso, recibir o escuchar comentarios sexistas de profesores hacia ella y otras mujeres.

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    “Yo me molestaba mucho y no entendía por qué mis compañeras se reían, que hicieran esta complicidad, yo me enojaba y confrontaba. En ese tiempo quizá mis compañeras no eran conscientes de eso, era raro que se lo cuestionaran”.

    El mantener el dedo sobre el renglón en su trabajo como artista plástica le develó la necesidad de tener un espacio físico, algo parecido al libro de Virginia Woolf, Una habitación propia, y abrirlo al público, en un sentido de profesionalizar su trabajo.

    Fue así como nació el laboratorio en el que ahora ofrece talleres de grabado, expone su obra personal y de otras mujeres, además de vender cuadros, playeras y objetos diversos intervenidos con alguna obra.

    “A lo largo de mi camino me he dado cuenta que hacen falta muchos espacios para mujeres, sigue predominando mucho el machismo, la estructura patriarcal, esta idea de los maestros, la idea de las mujeres como secretarias, como musas y solamente se puede contrarrestar esa parte con el trabajo”.

    Además, alterna su labor en el laboratorio con talleres que ofrece a defensoras de derechos humanos, quienes canalizan el desgaste de su labor mediante el ejercicio de la gráfica, como una forma de sanación.

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    Con su mandil de trabajo manchado de tinta y pintura, y las manos entrelazadas sobre la mesa de madera en la que da sus talleres, Alejandra habla de la importancia de la educación artística en las niñas, pues afirma que es fundamental para el desarrollo de su creatividad, autoconocimiento, canalizar sus inquietudes y aptitudes.

    “Es muy difícil acercar el arte a las mujeres en Oaxaca, pero pienso que son herramientas que te pueden dar la posibilidad de caminar hacia otros lugares, sobre todo si desde más pequeñas empiezan a acceder a talleres de grabado, de pintura, de mural, eso les ayuda a canalizar mucha energía, porque hay mucha violencia que no pueden expresar en casa o en la escuela. El acceso a las artes y/o procesos estéticos debería ser un derecho humano”.

  • Año 2022, más violento para mujeres en la historia reciente

    Año 2022, más violento para mujeres en la historia reciente

    Ni las crecientes expresiones de protesta de mujeres contra la violencia de género ni los esfuerzos de gobiernos federales y locales han sido suficiente para frenar la incidencia delictiva contra las mujeres en México.

    Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelan que 2022 es el año más violento desde 2015, año en que se comenzó a contabilizar el número de víctimas.

    Antes de 2022, fue 2019 el año de mayor violencia contra la mujer, con 111 mil 553 víctimas de delitos.

    Entre enero y diciembre pasado las autoridades contabilizaron 122 mil 11 mujeres que fueron víctimas de algún delito. Se trata de una cifra 12.5 por ciento mayor a la registrada en 2021, cuando hubo 108 mil 411 víctimas.

    Según las cifras oficiales, se trata de un promedio de 334 víctimas por día, 14 víctimas por hora o una víctima cada cuatro minutos.

    Por metodología, el SESNSP no incluye la totalidad de tipos penales para el caso de víctimas del delito. Por ello, el número de mujeres víctimas del delito es mayor.

    Así, por ejemplo, la cifra no incluye los casos de mujeres víctimas de robo, en sus diversas modalidades. Dicho ilícito es el de mayor incidencia a nivel nacional, ya que concentra 30 por ciento del total de delitos en el país.

    De los 14 tipos penales que contempla el SESNSP, en 10 hubo incremento en 2022 con relación a 2021. El más moderado fue el homicidio doloso, con 2.1 por ciento, y el más virulento, la violencia de género, que se incrementó 32 por ciento.

    En tanto, la trata de personas se incrementó 24.8 por ciento; lesiones culposas, 23.4 por ciento; la corrupción de menores, con alza de 23.4 por ciento; homicidio culposo, que se elevó 18.5 por ciento, y la extorsión, 12.1 por ciento.

    Finalmente, la violación subió 9 por ciento, mientras que las lesiones dolosas se incrementaron 7.9 por ciento y la violencia familiar tuvo un repunte de 6.6 por ciento.

    Los delitos que registraron una baja en su incidencia fueron el tráfico de menores (33.3 por ciento), rapto (26.7 por ciento), secuestro (17.7 por ciento) y feminicidio (4.8 por ciento).

    Al analizar las cifras por delitos totales contra la mujer, por estado, se muestra que 24 entidades tuvieron alza. Destaca Campeche, gobernado por Layda Sansores, que tuvo, en 2022, alza de 421.1 por ciento, en relación con 2021.

    Nayarit registró 92.5 por ciento de incremento, seguido de Baja California, con 28.1 por ciento; Aguascalientes, 25.2 por ciento; Guerrero, 18.8 por ciento; Sinaloa, 17.9 por ciento, y el Estado de México, con 16.9 por ciento.

  • ¿Qué delitos impusieron récord de violencia contra las mujeres en 2022?

    ¿Qué delitos impusieron récord de violencia contra las mujeres en 2022?

    El año pasado se ubicó como uno de los más violentos para las mujeres en México, con seis delitos de alto impacto que alcanzaron niveles récord de incidencia delictiva.

    Las víctimas mujeres de lesiones dolosas, de corrupción de menores, extorsión y los casos de violencia familiar, violación y violencia de género en todas sus modalidades distinta a la violencia familiar registraron máximos históricos, que perfilan el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, como el más inseguro para las mujeres en la historia reciente.

    Según el último reporte sobre violencia contra las mujeres, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESSNP), al menos 67 mil 315 mujeres fueron víctimas de lesiones dolosas, la cifra más alta desde 2015 que se tiene registro.

    Agreden a 184 mujeres al día en 2022

    Lo anterior significa que en promedio 184 mujeres fueron agredidas diariamente en el país durante 2022, principalmente en Campeche, Guanajuato, Michoacán, Estado México y Baja California Sur, entidades con más víctimas por cada 100 mil habitantes.

    Aunque los asesinatos de mujeres no impusieron récord de víctimas el año pasado, las víctimas mujeres de homicidio culposo sí, con un total de 3 mil 892, lo que para algunos expertos en seguridad significa una manipulación de las cifras reportadas al Sistema Nacional de Seguridad Pública por las fiscalías o procuradurías estatales, con base en las carpetas de investigación abiertas.

    También las víctimas mujeres de corrupción de menores alcanzaron cifra histórica de mil 910, con la incidencia de víctimas por cada 100 mil habitantes concentrada en Quintana Roo, Guanajuato, Baja California, Baja California Sur y Campeche, según el informe anual.

    En tanto, las víctimas mujeres de extorsión sumaron 3 mil 765 el año pasado, en números absolutos, superando las 3 mil 359 de 2021, que mantenía el récord de víctimas de este delito de alto impacto, con incidencia en Zacatecas, Baja California Sur, Estado de México, Colima y Nuevo León, en tasa por cada 100 mil habitantes.

    La violencia familiar cerró con un máximo histórico de 270 mil 546 carpetas de investigación, con Colima, Ciudad de México, Nuevo León, Coahuila y Baja California a la cabeza en casos por cada 100 mil habitantes.

    El año pasado se registraron 23 mil 102 denuncias por el delito de violación en el país, principalmente en Quintana Roo, Chihuahua, Baja California Sur, Campeche e Hidalgo.

    En 2022, las fiscalías o procuradurías estatales abrieron al menos 63 carpetas de investigación diariamente por el delito de violación.

    La violencia de género en todas sus modalidades distinta a la violencia familiar alcanzó un récord de 5 mil 525 carpetas de investigación, la mayoría abiertas por fiscalías o procuradurías de Querétaro, Veracruz, Estado de México y Guerrero, de acuerdo las estadísticas del reporte sobre violencia contra mujeres publicado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

  • MC Millaray, la rapera adolescente mapuche que pide derechos indígenas con su música

    MC Millaray, la rapera adolescente mapuche que pide derechos indígenas con su música

    Justo antes de subir al escenario, la rapera, una adolescente indígena, tenía los ojos cerrados, respiró hondo y se tranquilizó.

    Su padre se acercó para sacar una lentejuela del párpado de su hija, pero ella, de 16 años, se encogió de hombros avergonzada. Entonces, Millaray Jara Collio, o MC Millaray, como se hace llamar la joven rapera, se volteó e irrumpió en el escenario con un rap vibrante sobre la presencia del ejército chileno en el territorio de los mapuches, el grupo indígena más numeroso del país.

    La actuación apasionada de MC Millaray sucedió durante un acto de campaña en Santiago, la capital de Chile, hace unos meses, y justo una semana antes de que el país votara sobre la adopción una nueva Constitución. De aprobarse, la carta magna habría garantizado algunos de los derechos de mayor alcance para los pueblos indígenas en todo el mundo.

    Aunque era demasiado joven para votar en el referéndum, MC Millaray fue una de los cientos de artistas que hicieron campaña a favor de la nueva ley fundamental.

    “Soy dos personas en una”, dijo tras su actuación. “A veces me siento como una niña pequeña; juego, me divierto, me río. Pero en el escenario todo lo que digo, lo digo rapeando. Me libera. Cuando tengo un micrófono en la mano, soy otra persona”.

    La nueva Constitución —que habría facultado a los más de dos millones de indígenas de Chile, el 80 por ciento de los cuales son mapuches, para gobernar sus propios territorios, tener más autonomía judicial y ser reconocidos como naciones autónomas dentro de Chile— fue rechazada de forma contundente en septiembre.

    Pero tras esa derrota, MC Millaray, una estrella en ascenso con más de 25.000 seguidores en Instagram, está más decidida que nunca a transmitir cinco siglos de lucha mapuche contra los colonizadores europeos.

    “Aquí no acaba el proceso”, dijo desafiante tras la votación. “Aquí empieza algo nuevo que podemos construir juntos”.

    MC Millaray actuando con su padre, Alexis Jara, durante un mitin político en agosto en apoyo de una nueva Constitución.
    MC Millaray saluda a una mujer mapuche tras su actuación en el mitin.
    Entre el español y el mapudungun, la lengua indígena que hablaba con su bisabuela materna, MC Millaray articula esa historia con una furia lírica trepidante.

    Sus canciones denuncian las injusticias medioambientales, anhelan la protección de la inocencia infantil y honran a los mapuches caídos. Por encima de todo, pide la devolución de las tierras ancestrales mapuches, conocidas como Wallmapu, que se extienden desde la costa del Pacífico chileno y sobre los Andes hasta la costa atlántica argentina.

    Su canción “Mi ser mapuche”, que salió el año pasado, combina trompetas con el “afafán”, un grito de guerra mapuche. Canta:

    Más de 500 años sin parar de luchar; hay tierras recuperadas pero son nuestras, nuestro hogar; seguimos resistiendo, no nos van a derrotar.

    Desde la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, la tierra que una vez controlaron los mapuches se ha visto sustancialmente mermada a lo largo de siglos de invasiones, traslados forzosos y compras. La pérdida de tierras ancestrales se aceleró en el siglo XIX, cuando Chile atrajo a emigrantes europeos para que se establecieran en el sur, prometiéndoles tierras que, según afirmaba, estaban desocupadas, pero que a menudo estaban pobladas por mapuches.

    Para algunos, es la mayor deuda pendiente de Chile. Para otros, es un impasse de siglos sin solución clara.

    “Para mí, sería un sueño recuperar el territorio”, dijo MC Millaray. “Quiero dar mi vida al weichán”, dijo, refiriéndose a la lucha por recuperar el Wallmapu y los valores tradicionales mapuches. “Quiero defender lo que es nuestro”.

    Millaray, que significa “flor de oro” en mapudungun, creció con su hermano y su hermana menores en La Pincoya, un barrio marginal de la periferia al norte de Santiago, donde las paredes están salpicadas de grafitis vibrantes y el hip-hop y el reguetón resuenan en las casas que se extienden por las laderas.

    La representación de una danza tradicional mapuche, el “purrún”, en un mitin político en agosto
    Portando una bandera con la estrella mapuche en Santiago.
    La zona tiene una fuerte tradición rapera. En la década de 1980 se formaron en el cercano poblado de Renca las Panteras Negras, uno de los primeros grupos de hip-hop de Chile, y Andi Millanao, más conocido como Portavoz, una de las estrellas del hip-hop más conocidas de Chile, escribió por primera vez su incendiario rap político en la vecina Conchalí.

    Millaray dice que cuando era niña lo que más esperaba era viajar todos los veranos al sur, a la comunidad de Carilao, en el municipio de Perquenco, para visitar a su bisabuela materna, y pasar las tardes nadando en un río cercano o recogiendo bayas de maqui en un tarro.

    “Cuando llego al Wallmapu, me llena de libertad y paz”, dice. “Aprendía acerca de lo que soy y represento, lo que corre por mis venas”, añadió, refiriéndose al tiempo que pasaba con su bisabuela. “Me di cuenta de lo poco que conocía a mi lucha”.

    En su casa en su barrio de Santiago, era la música lo que más captaba su atención, y acudía a los talleres de hip-hop que sus padres —dos raperos que se conocieron en un concierto en La Pincoya— organizaban para los niños del barrio. “Crecí en una familia rapera” , dijo Millaray. “Ellos fueron mi inspiración”.

    Una tarde, cuando tenía 5 años, su padre, Alexis Jara, quien ahora tiene 40, estaba ensayando para un evento, y su hija, a su lado en la cama, cantaba con él. Cuando actuó esa noche, Jara vio a su hija llorando entre el público, sintiéndose excluida.

    La subió al escenario y, lloriqueando y con los ojos hinchados, “Y se transformó —¡pah, pah!— empezó a rapear con tanta fuerza que me robó el protagonismo”, recuerda su padre. Cuando se le pasaron las lágrimas, la niña de 5 años se dirigió al público: “Represento a La Pincoya, ¡quiero ver manos en el aire!”.

    “Desde entonces nunca pudimos bajarla del escenario”, dijo su padre. “Ahora está todo al revés: ¡Yo le pido a mi hija que cantemos juntos!”.

    A la espera de los resultados del referéndum constitucional de septiembre. La nueva Constitución fue rechazada por el 62 por ciento de los votantes.

    Una protesta en Santiago tras conocerse los resultados.

    A los 7 años, Millaray ya había escrito y grabado su primer disco, Pequeña femenina, que grababa en CD para venderlos en los autobuses públicos mientras cantaba en los buses con su padre.

    Cuando ganaban suficiente dinero, los dos bajaban por la escalera trasera del autobús y se lo llevaban para jugar con máquinas de videojuegos o comprar dulces.

    Siguen actuando juntos: Jara, un enérgico torbellino de trenzas y ropa holgada, su hija, más tranquila y precisa con sus palabras. “Tic Tac”, la primera canción que escribieron juntos, sigue en su repertorio.

    Fue cuando aún estaba en primaria cuando recibió la sacudida que reforzaría su decisión de retomar la lucha de sus antepasados en su música, y en su vida.

    En noviembre de 2018, su profesora de historia le dijo a la clase que Camilo Catrillanca —un mapuche desarmado que murió ese mes por disparos de la policía en la comunidad de Temucuicui, en el sur del país— había merecido su destino.

    “No podía quedarme callada”, recuerda. “Me paré, llena de rabia, y dije: ‘No, nadie merece morir y menos por defender a su territorio’. En aquel momento defendí mis convicciones, y me cambió”.

    A finales de 2021 y en la primera parte de 2022, el conflicto en los territorios mapuches, donde el estado de excepción ha sido renovado periódicamente por gobiernos tanto de derecha como de izquierda, se encontraba en uno de sus periodos más tensos en décadas.

    Además de las sentadas pacíficas de activistas mapuches en terrenos de propiedad privada y en edificios del gobierno regional, se produjeron decenas de casos de incendios provocados, cuya autoría fue reivindicada por grupos de resistencia mapuches, así como ataques contra empresas forestales.

    En 2022 se registraron al menos siete muertes en la zona del conflicto, entre cuyas víctimas estaban activistas mapuches, un hombre que se dirigía a una ocupación de tierras y trabajadores forestales.

    En marzo, cuando la ministra del Interior de Chile visitó la comunidad de la que era oriundo Catrillanca, fue recibida con un crepitar de disparos y rápidamente sacada de allí en una furgoneta.

    Cuando no actúa, MC Millaray es Millaray Jara Collio.
    MC Millaray, vestida con el traje tradicional mapuche, habla con su madre, Claudia Collio, antes de subir al escenario en un mitin político.

    En las protestas a veces violentas contra la desigualdad económica que estallaron en todo Chile en octubre de 2019 —desencadenadas por un aumento de 30 pesos chilenos (4 centavos de dólar) en las tarifas del metro—, los símbolos y lemas mapuches eran omnipresentes.

    En la plaza principal de Santiago, los manifestantes fueron recibidos por un chemamüll, una estatua de madera tradicionalmente tallada por los mapuches para representar a los muertos. En las protestas, Millaray rapeaba o paseaba entre los manifestantes con su bandera azul pintada a mano con el Wünelfe, una estrella de ocho puntas sagrada en la iconografía mapuche.

    “Ahora somos más visibles que en cualquier momento de mi vida”, dijo Daniela Millaleo, de 37 años, una cantautora de Santiago a la que MC Millaray cuenta entre sus mayores inspiraciones. “Antes eran los mapuche que marchaban por nuestros derechos, pero ahora tanta gente siente nuestro dolor”.

    Tras su agotadora agenda de actuaciones en actos de campaña a favor del fallido esfuerzo constitucional —así como un viaje a Nueva York para cantar en Times Square como parte de la Semana del Clima de la ciudad de Nueva York— MC Millaray se centra ahora en grabar nuevo material.

    “Quiero llegar a un público más amplio, pero quiero que cada rima tenga un mensaje; no quiero hacer música solo por hacer música”, dijo. “No importa el estilo, siempre me pregunto qué más puedo decir”.

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    “Quiero llegar a un público más amplio, pero quiero que cada rima tenga un mensaje; no quiero hacer música solo por hacer música”, dijo MC Millaray.
  • ¿Cómo afecta el sesgo de género al analizar y otorgar un ascenso en las empresas?

    ¿Cómo afecta el sesgo de género al analizar y otorgar un ascenso en las empresas?

    El potencial para desempeñar un cargo directivo no es el mismo en hombres y mujeres, en ellos es mayor, aunque sus calificaciones sean menores. Al parecer, eso piensan las personas que deciden a quién darle un puesto y lo ha comprobado Kelly Shue, investigadora en la Escuela de Administración de la Universidad de Yale.

    “Mostramos que las evaluaciones subjetivas ampliamente utilizadas del ‘potencial’ de los empleados contribuyen” a atrapar a las mujeres en los puestos de base o cargos medios, donde el salario es menor, explica Shue en el reporte Potencial y la brecha de promoción de género.

    Para la investigación, en la que también participaron Alan Benson, de la Universidad de Minnesota, y Danielle Li, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), utilizaron datos de 29,809 trabajadores y trabajadoras de gestión “de una gran cadena minorista” de Estados Unidos.

    El resultado fue que en el nivel inicial, el 56% de la plantilla la conforman mujeres y a partir de ahí se van desvaneciendo. En las gerencias de departamento son el 48%; en las gerencias de tienda, el 35%; y en las gerencias de distrito, 14 por ciento.

    Cuando las mujeres se presentan para un cargo superior “reciben calificaciones de potencial sustancialmente más bajas a pesar de recibir calificaciones de desempeño laboral más altas”, señala el estudio.

    Una investigación del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) destaca que en las empresas listadas en las bolsas de valores en el país, las mujeres ocupan el 21% de las direcciones de áreas jurídicas, 10% de las direcciones de finanzas y 4% en la dirección general.

    Según el informe Women In Business 2022, de la auditoría Grant Thornton “el porcentaje de

    mujeres en puestos directivos en México disminuyó dos puntos con respecto al año pasado y se sitúa en 33%”.

    El camino que no va al ascenso
    Una guía para elegir a quién ascender a un puesto de mayor responsabilidad es usar información sobre el desempeño laboral anterior de un trabajador o una trabajadora. Sin embargo, el pasado “es un predictor imperfecto” porque las personas podemos cambiar “y porque los roles de nivel superior pueden requerir un conjunto de habilidades diferentes”, se destaca en la investigación académica.

    Entonces, lo que muchos empleadores le piden a quienes ocupan las gerencias es que infieran el potencial del personal, explican las investigadoras. Pero es donde entra un mayor grado de subjetividad, prejuicios y machismo.

    Por ejemplo, según la teoría de la congruencia de roles, de Alice Eagly y Steve Karau, “a las personas les resulta difícil imaginar a las mujeres como líderes porque las cualidades estereotípicamente asociadas con líderes efectivos, como asertividad, competitividad, ambición y orientación hacia la ejecución se asocian con los hombres”.

    Y hay otro problema en esta forma de definir quién asciende: la elección deliberada de elegir al favorito. “Tal ‘acaparamiento de talentos’ conduce a tasas de promoción desproporcionadamente más bajas para las mujeres, posiblemente porque las subordinadas tienen una mayor aversión a la confrontación con sus gerentes”.

    ¿Y si mejor se deconstruyen los directivos?

    Luego de estudiar las promociones entre 29,809 trabajadores y trabajadoras, son tres los hallazgos más relevantes que destacan las investigadoras en su reporte.

    “Primero, las mujeres reciben calificaciones de potencial más bajas y calificaciones de desempeño más altas que los hombres”. Esto provocó que menos de la mitad de las trabajadoras hayan sido ascendidas.

    Segundo, “las calificaciones potenciales subestiman sistemáticamente las contribuciones futuras de las mujeres”. Aunque ellas tuvieron calificaciones de desempeño futuro más altas y es más probable que permanezcan en la empresa, les siguen dando menor puntuación en el potencial que los hombres hacia el año siguiente.

    “De hecho, proporcionamos evidencia sugestiva de que estas brechas son impulsadas en parte por motivos de retención: es más probable que los hombres se retiren, especialmente cuando se les ha pasado por alto para una promoción”, dicen las investigadoras.

     

    Así, en lugar de ver la renuncia de los hombres como una señal negativa de sus contribuciones futuras, “las calificaciones potenciales parecen recompensar a los hombres por tener menos apego a la empresa”.

    Las investigadoras proporcionan “evidencia de mala asignación en las promociones: las mujeres con promociones marginales se desempeñan mejor que los hombres con promociones marginales”.

    El tercer hallazgo son las posibles soluciones. No es que se deban abandonar las evaluaciones del potencial, pero las empresas podrían invertir en capacitar, informar, sensibilizar y deconstruir “los sesgos de los gerentes”.

    Las calificaciones de potencial más bajas de las mujeres pueden estar justificadas si ellas contribuyeran menos a la empresa en el futuro. Pero la investigación encontró “que éste no es el caso. Entre los empleados con el mismo desempeño actual y calificaciones potenciales, las mujeres superan a los hombres en las evaluaciones de su desempeño futuro y es menos probable que abandonen la empresa”.

    La brecha de género en las promociones no se cierra automáticamente teniendo más gerentes mujeres, destacan las investigadoras. Sí la atenúa, “pero, en general, las mujeres gerentes aún otorgan calificaciones de potencial más bajas a las mujeres”. Por eso, las políticas deben abordar cuestiones organizacionales más amplias “en lugar de simplemente cambiar el género del evaluador”.

    Para esto, es mejor sustituir los indicadores de potencial por uno “menos propenso a los estereotipos de quién puede ser un líder efectivo”.

  • ONU presiona a talibanes a revertir restricciones contra mujeres

    ONU presiona a talibanes a revertir restricciones contra mujeres

    Dos altos cargos de la ONU dijeron el miércoles que presionan a los talibanes para que reviertan sus restricciones contra las mujeres en Afganistán, en especial la prohibición de trabajar en la entrega de ayuda.

    La subsecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, señaló en Nueva York que presionó «bastante fuerte» sobre los temas de mujeres en su visita de la semana pasada a Afganistán y que a veces «la reacción no fue agradable».

    En las últimas semanas, las autoridades han permitido a las mujeres trabajar únicamente en el sector de salud.

    El subsecretario general de Asuntos Humanitarios y Emergencias, Martin Griffiths, dijo esperar que más sectores humanitarios se vuelvan a abrir para las mujeres trabajadoras.

    Varios dirigentes talibanes me han dicho que los talibanes, como gobierno, trabajan en lineamientos que van a aclarar el papel y la posibilidad y esperamos que la libertad de las mujeres de trabajar en asuntos humanitarios», dijo Griffiths a AFP en la sede de la ONU en Kabul.

    Desde su retorno al poder en agosto de 2021, el gobierno talibán sacó a las mujeres de la vida pública y les prohibió la educación secundaria, trabajar en el sector público y acceso a parques y baños.

    El país enfrenta una de las peores crisis humanitarias del mundo, con más de la mitad de su población de 38 millones con hambre y casi cuatro millones de niños desnutridos.

    La crisis se agravó cuando los talibanes prohibieron a las mujeres afganas trabajar con ONGs, obligando a varias agencias de ayuda a suspender actividades.

    Es muy importante que mantengamos el foco en el proceso que lleva a esos lineamientos», indicó Griffiths al concluir su visita a Afganistán.

    El diplomático encabezó una delegación de ONGs que se reunieron esta semana con dirigentes talibanes para presionarlos a reducir la prohibición sobre las mujeres trabajadoras.

    La delegación de Griffiths llegó poco después de la visita de Mohammed a Kandahar, donde urgió al gobierno talibán a revertir dos recientes decretos que restringieron severamente los derechos de las mujeres.

    Además de prohibir a las mujeres de trabajar en ONGs, los talibanes les impidieron acceso a la educación universitaria.

    Utilicé todo lo que sé, todas mis herramientas para intentar defender y recuperar los derechos de las mujeres», declaró Mohammed en una conferencia de prensa en Nueva York.

    Va a ser difícil llevarlos de vuelta al espacio en que necesitamos que estén, donde los derechos de mujeres y niñas sean protegidos y defendidos», agregó.

    Griffiths aseguró que cuando se tenga que enviar ayuda al país, la comunidad humanitaria mundial insistirá en enviar a mujeres trabajadoras.

  • Priorizan a mujeres en entrega de créditos de Fondeso

    Priorizan a mujeres en entrega de créditos de Fondeso

    Los créditos que otorga el Gobierno de la CDMX mediante el Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México (Fondeso) priorizan a mujeres, quienes principalmente utilizan el dinero para impulsar actividades de sustento en el sector de la gastronomía.

    De acuerdo con las cifras presentadas este miércoles por autoridades capitalinas, más de la mitad de los créditos de Fondeso disponibles en lo que va del sexenio han sido autorizados para mujeres.

    De 184 mil 19 que se han aprobado durante la actual Administración, 119 mil 215 han sido para mujeres y 64 mil 804 para hombres.

    El funcionario enlistó que los principales negocios beneficiados con estos créditos han sido loncherías, jarcierías, torterías, taquerías, mujeres que venden plásticos, ropa, calzado en su entorno, entre otros casos.

    «El 65 por ciento de los créditos que ha otorgado Fondeso en esta administración, han sido para mujeres; mujeres que tienen una actividad económica en el autoempleo, en la microempresa, en pequeñas unidades económicas que fabrican productos desde el hogar o en un pequeño local o incorporados al sector de la gastronomía», destacó Fadlala Akabani, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco).

    «El giro en donde más radican los créditos es la gastronomía, la comida. Muchas mujeres, sobre todo, venden comida en su entorno inmediato; también plásticos, enseres, ropa, calzado, es otro de los giros a los que pertenecen especialmente grupos de mujeres; y, sobre todo, igualmente en cadenas, cadenas comerciales. Entonces estos son los principales giros, por un lado, el comercio; y por otro lado, la producción de alimentos.

    «Desde el hogar distribuyen a fábricas, oficinas cercanas o concentraciones urbanas donde también se colocan, ofrecen sus productos y es la forma en que desarrollan su actividad económica. Es muy importante para nosotros, porque esto generó una redistribución de la riqueza, del empleo y que las personas tengan un ingreso.

    Según destacó el funcionario, además un requisito para el otorgamiento del crédito es presentar su plan de negocios.

    Los montos a los cuales se pueden acceder los beneficiarios van desde 10 mil pesos hasta montos mayores para MIPyMEs con la tasa de interés de 6 por ciento anual y con el 0 por ciento para grupos especiales que requieren mayor impulso, con plazos de pago.

  • ImillaSkate: Las mujeres bolivianas que están revolucionando el patinaje

    ImillaSkate: Las mujeres bolivianas que están revolucionando el patinaje

    Son dos horas de diferencia entre Bolivia y México, pero hay cosas que tenemos en común. Como la idea de que las mujeres no pueden, o deberían, hacer skate. Sin embargo, ImillaSkate está cambiando para siempre la forma en la que vemos este deporte.  

    Huara, Eri, Belén, Brenda, Susan, van apareciendo una a una del otro lado de la pantalla. Son muchas las historias que conforman Imilla (la palabra para niña o joven en quechua y aymara). Cada chica tiene una historia distinta, vive el patinaje de una manera única y aún así, encuentran en este deporte el eslabón que las une entre sí y también las conecta con las mujeres de su comunidad.

    Hacia la identidad personal y colectiva

    Huara enseñándole a la mamá de otra patinadora a mantener el equilibrio / Elinor flotando con su vestimenta de cholita / Luisa Dörr

    Huara es la primera que habla. Su primer acercamiento con las tablas fue en la infancia temprana.  Nos cuenta que ella y su hermano se subían a la patineta dentro de una caja. Caída tras caída, Huara complementó su viaje en el skate con el arte. Entre grafitti y las tablas, Huara encuentra en lo urbano un escape. 

    “EN ESE PROCESO DE LA PRÁCTICA LLEGUÉ A UN PUNTO DE MEDITACIÓN,” ME EXPLICA. “DESPUÉS DE UN TIEMPO ME DI CUENTA QUE EL SKATE ME AYUDÓ A VOLVER A ENCONTRARME, VOLVER A ENTENDERME, A ENCONTRAR UNA PAZ EN MI VIDA.“

     

    Aunque el skate es una actividad que parecería individual, es todo lo contrario. Desde el aprendizaje hasta la ejecución, la comunidad y el trabajo en equipo son elementos fundamentales para disfrutar este deporte. Brenda habla de las polleras, prenda en forma de falda que se usa por las mujeres bolivianas. Dice que está orgullosa de formar parte de una genealogía de mujeres de pollera, para ellas es importante mostrar quiénes son y de dónde vienen.  

    “NO SÓLO QUERÍAMOS PATINAR, SINO QUERÍAMOS MOSTRAR NUESTRA IDENTIDAD COMO MUJERES BOLIVIANAS”.

    ImillaSkate trasciende barreras

    Elinor flotando con su vestimenta de cholita / Luisa Dörr

    Belén estaba en Imilla desde el inicio y dice que no siempre estuvieron enfocadas en la vestimenta, sino que fue algo paulatino. Poco a poco, su mirada hacia las mujeres de pollera (las cholitas) ha cambiado.

    “LAS VEO YA CON MÁS ADMIRACIÓN, CON MÁS DETALLE,” COMENTA.

    Las integrantes no esperaban que ImillaSkate se volviera lo que es. Belén nos cuenta que con el apoyo de la gente, han podido ampliar sus horizontes, enfocarse más en temas sociales y ayudar a las mujeres a romper barreras y vencer miedos. Entre los objetivos de Imilla también está impulsar a más niñas a practicar skate y a motivar a las mujeres de pollera a subirse a las tablas con orgullo de sus atuendos. 

    Elinor, Eli, recuerda la vez que fueron invitadas al Día Internacional de la Mujer en La Paz, donde muchas mujeres mostraron admiración por las cosas que ImilliaSkate defiende. El colectivo de patinadoras se resiste al estigma de que el skate es para hombres, al que dice que las mujeres en pollera no pueden subirse a una tabla. Para Eli, la mejor parte de estar en Imilla es haber podido acompañar y estar acompañada; haber creado un círculo de amistad y conocer las luchas e historias de cada una. El skateboarding les ha cambiado la vida a todas y ha enriquecido su relación con las mujeres de su familia. 

    “NUESTRAS ABUELITAS, NUESTRAS MAMÁS NOS HAN DEJADO TODO UN LEGADO DE CULTURA, UNA CULTURA QUE SE VA PERDIENDO,” DICE ELI. “NOSOTRAS INTENTAMOS REVALORIZAR TODAS ESAS COSAS QUE NOS DEJARON NUESTRAS ABUELITAS Y HEMOS LLEGADO A VERLAS DIFERENTE, A APRECIAR REALMENTE LO QUE ELLAS HAN HECHO POR NOSOTRAS. TODA ESA LUCHA.”

    Ver hacia el futuro

    Algunas integrantes de ImillaSkate comprando polleras / Luisa Dörr

    Susan confiesa que a ella le hubiera gustado tener un referente cuando empezó a patinar. Entre los estigmas y los miedos, una figura femenina a la cual admirar estaba ausente en su vida. “Me hubiese gustado conocer chicas patinando, o chicas que sean amables y que me enseñen a patinar», apunta en entrevista. Imilla busca que eso no vuelva a ocurrir; desean que las niñas interesadas en patinar puedan ver al colectivo y preguntarse “Ay, esas mujeres patinan. ¿y yo por qué no?” 

  • Registran cifras históricas en delitos contra mujeres

    Registran cifras históricas en delitos contra mujeres

    Al cierre de 2022, en México la violencia contra las mujeres alcanzó cifras históricas en al menos cinco delitos, aunado a un alza considerable en las llamadas de auxilio por diversas violencias de género.

    Delitos como el homicidio culposo, las lesiones, extorsión, corrupción de menores y violencia de género presentaron un máximo histórico en 2022, con cifras muy por arriba de 2015, cuando inició el registro desagradado de violencia contra las mujeres en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

    Mientras que violencia familiar (127,424 víctimas) y violación (23,102 investigaciones) también registraron las cifras más altas desde el 2015, aunque el SESNSP detalla que los datos consideran tanto a víctimas mujeres como hombres.

    Durante 2022, un total de 122,011 mujeres fueron víctimas de algún delito en el país, la gran mayoría (73%) reportaron haber sufrido algún tipo de lesión.

    Es así como el año pasado, 67,315 mujeres fueron víctimas de lesiones dolosas, la cifra más alta desde 2015, cuando se reportaron 63,723 de estos delitos.

    Lo anterior también se traduce en un alza de 8% con relación a 2021, periodo en el que 62,370 mujeres fueron lesionadas de manera intencional.

    Por otro lado, las mujeres víctimas de extorsión llegaron a la cifra récord de 3,765 en 2022; un incremento de 80 y 12%, en comparación con 2015 y 2021, respectivamente.

    Las víctimas de corrupción de menores también alcanzaron su máximo histórico en 2022, con 1,910 casos, un incremento de 69% en comparación con 2015, cuando se reportaron 1,128 casos.

    La violencia de género, en todas sus modalidades, llegó a su cifra más alta el año pasado, cuando se reportaron un total de 5,525 casos, lo cual representa un alza de 235% en comparación con 2015, así como un 32% más que lo registrado en 2021.

    Pese a que el homicidio doloso y el feminicidio presentaron una ligera disminución en sus cifras durante 2022, los asesinatos culposos de mujeres alcanzaron su máximo histórico el año pasado.

    Durante 2022 se registró un total de 968 feminicidios, una baja de 4.8% en comparación con 2021 (1,017 víctimas).

    Mientras que las mujeres víctimas de homicidio doloso aumentaron 2.1%, ello al pasar de 2,749 en 2021 a 2,807 para 2022. Sin embargo, esta cifra no ha superado el máximo histórico registrado en 2019 (2,875).

    En cambio, los casos de homicidio culposo, es decir, las muertes de mujeres de manera no intencional rompieron récord el año pasado, con 3,892 de estos asesinatos. Lo anterior se traduce en un incremento de 14.7% en comparación con 2015, así como un alza de 18.5% con respecto a 2021, cuando se registraron 3,284 víctimas.

    Llamadas de emergencia

    Por otro lado, las llamadas de emergencia al 911 año con año siguen subiendo. Durante 2022, al menos 339,451 pidieron auxilio a las autoridades por algún incidente de violencia contra las mujeres, la cifra más alta registrado hasta el momento.

    De igual manera, se reportaron 6,977 llamadas de emergencia por abuso sexual y 11,323 por acoso u hostigamiento, en ambos se llegó a un máximo histórico también.

    Patricia Olamendi Torres, integrante de la Red Nosotras Tenemos Otros Datos, alertó que la violencia familiar registrada en México supera cualquier cifra mundial, con datos que indican que en siete de cada 10 hogares se vive esta violencia.

    Durante el foro nacional “Radiografía de México. Los datos oficiales y la realidad de la violencia contra las mujeres”, realizado en la Cámara de Diputados, la activista resaltó que “la violencia familiar está encubriendo los delitos, entre otros, de tentativa de feminicidio”.

    Por su parte, Wendy Figueroa, presidenta de la Red Nacional de Refugios, subrayó que “más del 40% de los feminicidios pudieron haberse prevenido porque las mujeres ya habían denunciado”.

  • Mujeres de entre 10 y 19 años concentran el 55% de las desapariciones en México

    Mujeres de entre 10 y 19 años concentran el 55% de las desapariciones en México

    Mientras esperaba a que su mamá saliera de un baño público, María Ángela Olguín de 16 años desapareció el pasado 19 de enero. El perfil de la joven encaja en el de la mayoría de las desapariciones en México: 55% eran niñas y jóvenes de entre 10 y 19 años.

    Entre 1965 y el 25 de enero de 2023, se ha acumulado un total de 111,889 mujeres reportadas como desaparecidas en México, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) de la Comisión Nacional de Búsqueda.

    Si bien las desapariciones reportadas incluyen a niñas desde cero años de edad y mujeres de más de 80, la desaparición se concentra en el rango de 10 a 19 años: 61,490.

    Expertos consultados por Expansión Política explican que la desaparición de una mujer oculta otro tipo de violencias contra las mujeres, entre ellas, trata de personas, secuestro y feminicidios.

    “Las desapariciones de mujeres obedecen a múltiples factores. El cuerpo de la mujer es un sujeto de agresión de diferentes sectores. Muchos casos de desaparición tienen que ver con violencia doméstica de sus propias, familias o esposos, colegas, compañeros. También la mujer es vista como sujeto de comercio, muchas de las desapariciones tiene que ver con la trata de personas”, explica Juan Carlos Gutiérrez, especialista en derechos humanos y director general de IDHEAS Litigio Estratégico.

    Dos días después de su desaparición, Ángela Olguín fue encontrada a casi 30 kilómetros de donde se separó de su mamá. De acuerdo con Itzel Álvarez Pérez, policía del municipio de Nezahualcoyotl, quien encontró a Ángela Olguín, la menor aseguró que tras su desaparición, estuvo encerrada en un cuarto en el que había una niña más, de 11 años, y una jovencita de 18 años.

    De acuerdo con el RNPDNO, la mayor parte de las desapariciones de mujeres se han dado a partir del inicio de la llamada ‘guerra contra el narcotráfico’, iniciada por el entonces presidente Felipe Calderón.

    De los 111,889 reportes de desaparición de mujeres, el 82% se dio a partir de 2007.

    De ese total, ocho entidades del país concentran el 56.13 % de las desapariciones de mujeres, adolescentes y niñas. Se trata de Puebla, Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, Colima, Jalisco, Nuevo León y Guerrero.

    Respuesta tardía

    Para búsqueda inmediata para la localización de mujeres y niñas desaparecidas, en México se cuenta con el protocolo Alba .

    En 2003 se comenzó a implementar el protocolo en Ciudad Juárez, Chihuahua, a través del cual los tres órdenes de gobierno deben coordinarse para la búsqueda rápida de las mujeres desaparecidas, en las que se involucra a medios de comunicación, sociedad civil, organismos públicos y privados.

    Este protocolo contempla un Comité Técnico de Colaboración institucional, a través del cual se trabaja coordinadamente entre las Fiscalías y las Comisiones Locales de Búsqueda de Personas.

    Sin embargo, en los hechos suele haber una reacción tardía.

    “Esto se refleja en la realización de la ficha de búsqueda, la solicitud de la sábana de llamadas y geolocalizaciones, obteniendo las órdenes de cateo de forma expedita para ingresar en recintos donde se presume la localización de la persona, entre otras, disminuyendo con rapidez las posibilidades de encontrarlas con vida”, refiere el documento.

    Un caso de esa tardía respuesta se dio con la desaparición de Ivette Melissa Flores Román ocurrida el pasado 24 de octubre de 2012 en Iguala, Guerrero.

    La joven de 19 años de edad fue sustraída de su domicilio por un grupo armado. Su madre interpuso una denuncia ante el Ministerio Público, sin embargo, la averiguación previa y las acciones de búsqueda iniciaron hasta dos semanas después.

    Por este caso, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de la ONU calificó como omiso al Estado Mexicano y concluyó que autoridades violaron el artículo 2 de la Convención sobre Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer porque no realizó una búsqueda inmediata, sin dilación y con enfoque de género, con el que se le negó el acceso a la justicia.

    Al respecto, Juan Carlos Gutiérrez recuerda parte de las anomalías que hubo en la búsqueda de Ivette Melissa.

    “10 años después la Fiscalía del estado de Guerrero envía un oficio a la mamá de Ivette Melissa para que se acerque a ratificar la denuncia de la desaparición de su hija, 10 años después, cuando las aparición fue en 2012, además le dicen que si no se presenta, la van a detener”, sostiene.

    Al respecto, María Teresa Villarreal Martínez, profesora e investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León, explica que además de la respuesta tardía, la impunidad que prevalece en las desapariciones contribuye a que persista este problema.

    «Uno de los problemas más graves ligados directamente la desaparición es la impunidad que atañe tanto a las fiscalías, que son los que persiguen a los autores del delito, como la administración de justicia: los los jueces, los tribunales. Es un problema muy grave que tiene que ver con asignación de recursos, juzgados atiborrados de casos y corrupción generalizada», explica.

    De las más de 111,000 mujeres que han sido reportadas como desaparecidas desde hace casi seis décadas, aún se desconoce el paradero de 22,571.