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  • Las mujeres piloto que surcan los cielos de Alaska

    Las mujeres piloto que surcan los cielos de Alaska

    En el terreno enorme y escasamente poblado de Alaska hay un sonido que se escucha en casi cualquier lugar: el zumbido distante de una aeronave. Solo un 20% de Alaska es accesible por vía terrestre. Docenas de sus comunidades aisladas —predominantemente aquellas de pueblos nativos— dependen del transporte aéreo para servicios esenciales como el correo, los suministros y la atención médica. Alaska tiene seis veces más pilotos per capita que cualquier otro lugar en Estados Unidos, con unos 8.000 pilotos registrados. Crecí en Anchorage, la ciudad más grande del Estado, y todos los pilotos que conocí eran hombres. Cuando era niña, volar era tan normal para mí como andar en coche o en barco, pero nunca pensé en ser piloto, en parte porque nunca había visto a una mujer como yo comandando una avioneta. Leighan Falley, la primera mujer piloto que fotografié, describió volar como una forma de conectarse espiritualmente con las montañas del campo alaskeño. Cuando la conocí, ella trabajaba como piloto de glaciares en las afueras de Talkeetna y sobrevolaba esas mismas montañas donde alguna vez había guiado a escaladores. Conocer a Falley me llevó a encontrar a otras. Como Heidi Reuss, de 87 años, que había sido instructora de vuelos comerciales durante más de 60 años, o a Jamie Klaes, de un pueblo remoto del Ártico, quien entrenó a jóvenes nativos alaskeños para convertirse en pilotos. Dolena Fox, de 26, acababa de convertirse en la primera mujer piloto yupik de su región. Cada una de estas mujeres me hacía sentir como si volar fuese algo que yo también podía aprender. Los hombres que se hicieron famosos décadas antes no tenían nada que ver con estas pilotos que yo conozco y admiro.

    La instructora de vuelo Heidi Reuss, de 87 años, sentada en el asiento de su Taylorcraft, una avioneta que ella describe como “parte de su propio cuerpo”. Reuss lleva volando desde hace más de seis décadas. “Incluso a mis 80 años lo sigo amando, no puedo dejarlo”, explica.
    La instructora de vuelo Heidi Reuss, de 87 años, sentada en el asiento de su Taylorcraft, una avioneta que ella describe como “parte de su propio cuerpo”. Reuss lleva volando desde hace más de seis décadas. “Incluso a mis 80 años lo sigo amando, no puedo dejarlo”, explica.ACACIA JOHNSON
    Una avioneta-taxi atraviesa el alga en un lago del sur de Alaska.
    Una avioneta-taxi atraviesa el alga en un lago del sur de Alaska.ACACIA JOHNSON
    Tosha Cypher, de 38 años, prepara su Piper Pacer de 1956 en la localidad de Hatcher Pass. Ella fue antes piloto de helicóptero, pero ahora vuela su avioneta como parte de una creciente comunidad de mujeres piloto en el valle de Matanuska-Susitna. “La aviación es parte de nuestra comunidad y de nuestro estilo de vida”, señala.
    Tosha Cypher, de 38 años, prepara su Piper Pacer de 1956 en la localidad de Hatcher Pass. Ella fue antes piloto de helicóptero, pero ahora vuela su avioneta como parte de una creciente comunidad de mujeres piloto en el valle de Matanuska-Susitna. “La aviación es parte de nuestra comunidad y de nuestro estilo de vida”, señala.ACACIA JOHNSON
    El río Knik, cerca de Anchorage, la ciudad más poblada del Estado de Alaska.
    El río Knik, cerca de Anchorage, la ciudad más poblada del Estado de Alaska.ACACIA JOHNSON
    Mary Creighton, de 35 años, y Tosha Cypher, de 38, posan junto a un Pacer de 1956 en la superficie congelada del lago George, en Alaska. Ellas son parte de la comunidad de mujeres piloto que crece cada vez más en el valle de Matanuska-Susitna. “Cuando pienso en la aviación, pienso en los valores familiares y en enseñar estas habilidades a la próxima generación. Esto es amor por tu tribu”, explica Creighton.
    Mary Creighton, de 35 años, y Tosha Cypher, de 38, posan junto a un Pacer de 1956 en la superficie congelada del lago George, en Alaska. Ellas son parte de la comunidad de mujeres piloto que crece cada vez más en el valle de Matanuska-Susitna. “Cuando pienso en la aviación, pienso en los valores familiares y en enseñar estas habilidades a la próxima generación. Esto es amor por tu tribu”, explica Creighton.ACACIA JOHNSON
    Un río glacial en Cook Inlet, Alaska.
    Un río glacial en Cook Inlet, Alaska.ACACIA JOHNSON
    La piloto de glaciares Leighan Falley lleva una escalera en medio de la bruma para poner una cobertura a las alas de su Turbine Otter. "Creo que el aviador moderno de hoy tiene muy poco que ver con los pilotos que volaron y estrellaron un montón de aviones en los años 60, 70 e incluso 80", dice. "Somos más conscientes del riesgo, tenemos mejor equipo y mejor información. Podemos caminar cerca del límite sin pasarlo".
    La piloto de glaciares Leighan Falley lleva una escalera en medio de la bruma para poner una cobertura a las alas de su Turbine Otter. «Creo que el aviador moderno de hoy tiene muy poco que ver con los pilotos que volaron y estrellaron un montón de aviones en los años 60, 70 e incluso 80», dice. «Somos más conscientes del riesgo, tenemos mejor equipo y mejor información. Podemos caminar cerca del límite sin pasarlo».ACACIA JOHNSON
    La piloto Phyllis Tate, de 82 años, en la cabina de su Cessna 206 en Fairbanks, Alaska (EE UU). Tate, quien ha pasado gran parte de su vida en las zonas rurales del Estado, es ahora la líder de una organización de mujeres piloto. “Me siento muy satisfecha de haber logrado esto. Amo la aventura, conocer a otras mujeres y que haya camaradería”.
    La piloto Phyllis Tate, de 82 años, en la cabina de su Cessna 206 en Fairbanks, Alaska (EE UU). Tate, quien ha pasado gran parte de su vida en las zonas rurales del Estado, es ahora la líder de una organización de mujeres piloto. “Me siento muy satisfecha de haber logrado esto. Amo la aventura, conocer a otras mujeres y que haya camaradería”.ACACIA JOHNSON
    Dolena Fox, de 25 años, fotografiada con el Cessna 182 que utiliza
para dar clases de vuelo en Palmer, Alaska. Originaria de Kipnuk, un pequeño pueblo, Fox es la única mujer piloto de la comunidad yupik en su región. “Yo quería ser parte de ese estilo de vida tan importante para Alaska”.
    Dolena Fox, de 25 años, fotografiada con el Cessna 182 que utiliza para dar clases de vuelo en Palmer, Alaska. Originaria de Kipnuk, un pequeño pueblo, Fox es la única mujer piloto de la comunidad yupik en su región. “Yo quería ser parte de ese estilo de vida tan importante para Alaska”.ACACIA JOHNSON
    Un grupo de aviones vuela sobre el valle Knik River cerca de Palmer, Alaska. Los vuelos sociales son una forma para que los pilotos jóvenes aprendan de sus amigos más experimentados y al mismo tiempo acumulen las horas que necesitan para certificarse.
    Un grupo de aviones vuela sobre el valle Knik River cerca de Palmer, Alaska. Los vuelos sociales son una forma para que los pilotos jóvenes aprendan de sus amigos más experimentados y al mismo tiempo acumulen las horas que necesitan para certificarse.ACACIA JOHNSON
    Una avioneta en medio de una tormenta en el lago Hood Seaplane en Anchorage, Alaska.
    Una avioneta en medio de una tormenta en el lago Hood Seaplane en Anchorage, Alaska.ACACIA JOHNSON
  • Síndrome de la Cenicienta: El fenómeno vinculado a los roles de género que afecta más a las mujeres

    Síndrome de la Cenicienta: El fenómeno vinculado a los roles de género que afecta más a las mujeres

    “Ser una persona independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes”, así lo postuló el famoso pensador del S.XIX Nietzsche.

    La independencia no solo es hacer lo que deseas sin depender de nadie, sino que también son aspiraciones, objetivos, hacer uso de tus propias habilidades, hacer tus propias tareas sin precisar constantemente ayuda de los demás, creer en tu manera de mirar el futuro…

    Podría decirse, que la independencia o la autonomía es esa capacidad de una persona de tomar sus propias decisiones, definiendo así su propio rumbo.

    En definitiva, una forma de tomar las riendas de tu propia vida, en la que no hay cabida para aptitudes como las que incluye el denominado Síndrome de la Cenicienta.

    ¿Aún no sabes de qué trata este fenómeno social? El síndrome de la Cenicienta es precisamente lo contrario a la independencia y también se encuentra relacionado con el conocido síndrome de Wendy, ya que afecta precisamente a aquellas personas incapaces de tomar el control en cada uno de los ámbitos de su vida.

    Un síndrome mucho más frecuente en las mujeres y basado en los roles de género tradicionales. Así es cómo podrás reconocerlo y evitarlo.

    ¿Qué es el Síndrome de la Cenicienta?

    El Síndrome de la Cenicienta es un fenómeno psicológico, que habitualmente hace que las mujeres se valoren a sí mismas o tomen las decisiones en su vida dependiendo de una persona ajena a ellas mismas, y que habitualmente tiene que ver con una figura protectora, como puede ser la pareja.

    Este síndrome favorece el pensamiento de que esa persona o esa pareja da sentido a su vida y alimenta la creación de una dinámica de relaciones basadas en la dependencia emocional con esa otra persona.

    Normalmente, se trata de un síndrome que afecta a mujeres con cierto temor a la independencia y que habitualmente relacionan su propia felicidad con esa búsqueda del ‘príncipe azul’, por ese deseo inconsciente y tan arraigado durante años en la sociedad de ser cuidadas, rescatadas y atendidas constantemente por otras personas.

    Un tipo de actitud y pensamiento que, aunque poco a poco va superándose y abriéndose paso cada vez más a la independencia personal, lo cierto es que aún sigue alimentándose a través este tipo de roles de género todavía presentes incluso desde una etapa tan temprana como la infancia.

    Características del Síndrome de la Cenicienta

    Lejos de tratarse de un trastorno mental, el Síndrome de la Cenicienta se trata más bien de un concepto bautizado así en Psicología para describir un patrón de conducta, alimentado precisamente por esa diferencia entre hombres y mujeres que promueven este tipo de estereotipos. A continuación, destacamos algunas de las características principales de este síndrome:

    • Dependencia constante de otras personas
    • Miedo a la independencia y a tomar decisiones
    • Baja autoestima
    • Temor a salir de tu zona de confort
    • Idealización de la pareja

     ¿Cómo ser una persona independiente?

    Una de las mejores formas para favorecer tu independencia y de encontrar la felicidad en tí misma, sin duda consiste en aprender a disfrutar de tí misma y de tus propios momentos a solas.

    Aprende a reencontrarte con tus propios sentimientos, escúchate y enfréntate también a tus miedos o dudas. Solo aprendiendo a estar bien contigo misma y valorando tus momentos de soledad, conseguirás invertir en tu propia felicidad y disfrutar realmente de tus momentos con otras personas.

    Otro aspecto igual de importante consiste en invertir tiempo en trabajar tu propia autoestima. Aprende a amarte sin caer en la arrogancia, cuídate, cultívate y respétate. También deberás analizar dónde terminan realmente tus capacidades reales y donde se hace realmente necesaria la colaboración de personas ajenas como amigos, familia, compañeros de trabajo o pareja.

    Si aún así, ves que huir de la dependencia se hace demasiado cuesta arriba, no dudes en recurrir a la ayuda de un psicólogo o psicóloga profesional que pueda darte las herramientas necesarias para empezar a luchar por tu felicidad y para tomar las riendas de tu propia vida.

  • Resumen del año 2022: Homenaje a las mujeres que luchan por sus derechos

    Resumen del año 2022: Homenaje a las mujeres que luchan por sus derechos

    Defender los derechos de las mujeres suele implicar una gran valentía. La ONU, que está comprometida con el empoderamiento de las mujeres y las niñas, trabaja sin descanso con activistas y organizaciones de todo el mundo para protegerlas de los abusos, apoyar iniciativas sanitarias y mejorar sus vidas.

     Translation results Select target language. Currently selected: Spanish Automatic Estudiantes afganos realizan sus promesas de graduación durante la ceremonia de entrega de diplomas en una universidad de Herat, Afganistán.
    UNAMA/Fraidoon Poya

    Las mujeres que viven bajo el régimen talibán en Afganistán

    El pasado mes de agosto se cumplió un año desde que los talibanes retomaron el control del poder en Afganistán desatando un temor generalizado por los derechos de las mujeres, gravemente mermados durante la anterior etapa del régimen en el poder, a finales de la década de 1990.

    Doce meses después, ONU Mujeres anunció su compromiso de continuar la lucha por los derechos de las mujeres en Afganistán, el único país del mundo donde las niñas no pueden ir a la escuela secundaria y tienen vetada de hecho la participación política.

    Con motivo del primer aniversario del regreso del régimen talibán, presentamos las historias de algunas mujeres que decidieron quedarse en el país, a pesar de los cambios que han sufrido en sus vidas.

    Entre ellas se encuentran Zarina*, una de las empresarias más jóvenes de Afganistán, que se vio obligada a cerrar su panadería en medio de las crecientes restricciones impuestas a las empresarias; Nasima*, pacifista y activista por los derechos de las mujeres, que se vio obligada a paralizar la mayoría de sus proyectos, aunque consiguió reiniciar alguno de ellos posteriormente; y Mahbouba Seraj, una veterana activista que eligió quedarse  en Afganistán y presenciar lo que está ocurriendo en su país.

    El aleccionador mensaje de Seraj para quienes piensan que Afganistán es un caso excepcional, es el siguiente: “Lo que les está ocurriendo a las mujeres de Afganistán puede ocurrir en cualquier parte del mundo».

    Añadió que el litigio judicial «Roe contra Wade [el caso propició el derecho nacional al aborto en Estados Unidos y que fue anulado por el Tribunal Supremo de ese país en 2022] destruyó años de progreso, arrebatando a las mujeres el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. En todas partes se están arrebatando derechos a las mujeres y, si no tenemos cuidado, les ocurrirá a todas las mujeres del mundo».

    *Nombres modificados para proteger las identidades.

    Manifestantes reunidos en Estocolmo, Suecia, tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, bajo la custodia de la policía iraní de la moral.
    Unsplash/Artin Bakhan

    Mahsa Amini: la fuente de inspiración de las protestas en Irán

    La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó en noviembre la respuesta del régimen iraní a los manifestantes que protestaban por la muerte de Mahsa Amini, una joven que murió bajo custodia policial en septiembre, tras ser detenida por llevar el hiyab de forma incorrecta, según la llamada policía de la moralidad.

    Su muerte provocó manifestaciones en muchas ciudades e incluyó las protestas de chicas en edad escolar. El gobierno iraní respondió deteniendo a miles de manifestantes, entre ellos mujeres, niños, jóvenes y periodistas.

    El 22 de noviembre, la Oficina liderada por Volker Türk cifró en más de 40 el número de muertos, entre ellos dos adolescentes, durante la primera semana de protestas. Dos días después, el Consejo de Derechos Humanos creó una misión de investigación en relación con las manifestaciones.

    «Me duele ver lo que está ocurriendo en el país», afirmó Türk a los asistentes a la sesión en la que se votó en favor de la creación de la misión. «Las imágenes de niños asesinados. De mujeres golpeadas en las calles. De personas condenadas a muerte», detalló.

    La creciente repulsa internacional a la represión iraní se plasmó el 14 de diciembre cuando los miembros del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) decidieron excluir a Irán de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, el principal órgano internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género.

    La resolución presentada por Estados Unidos recibió 29 votos a favor, ocho en contra y 16 abstenciones.

    Integrantes de una cooperativa agrícola de mujeres en Chipata, Zambia
    © UNICEF/Karin Schermbrucker

    Las mujeres y la crisis climática

    Se ha demostrado que la crisis climática afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas. En las semanas previas al Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 6 de marzo, Noticias ONU destacó este año la manera en que las mujeres activistas mejoran su entorno local y ayudan a su comunidad a adaptarse a un clima cada vez más hostil.

    Una de estas mujeres es la violinista mexicana Martha Corzo, la “maestra Pati”, quien lideró e inspiró a un grupo de unos 17.000 activistas ambientales locales dedicados a proteger la Sierra Gorda. También hay un grupo de mujeres en Níger que ha integrado a refugiados y migrantes en su intento de evitar la desertificación mediante la creación de un próspero mercado de huertas; y una ingeniera en Kenya que tuvo que luchar contra la discriminación de género para desarrollar soluciones energéticas prácticas y asequibles.

    En mayo, se reconocieron los esfuerzos de la activista camerunesa Cécile Ndjebet para mejorar la vida de quienes dependen de los bosques, cuando se le otorgó el premio Wangari Maathai Forest Champions 2022, presidido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

    En Camerún, cerca del 70% de las mujeres viven en áreas rurales y su sustento depende, al menos en parte, de la cosecha de productos forestales silvestres. Sin embargo, en algunas comunidades, las mujeres no pueden ser propietarias de tierras forestales, heredarlas si muere su esposo, no pueden siquiera plantar árboles en tierras degradadas.

    “Los hombres generalmente reconocen el gran papel que juegan las mujeres en la mejora del nivel de vida de las familias”, dijo en la ceremonia, “pero es importante que también estén de acuerdo en que, para que las mujeres sigan desempeñando ese papel, e incluso lo mejoren, necesitan un acceso seguro a la tierra y los bosques”.

    Mujeres integrantes de las fuerzas de paz de la ONU interactúan con las habitantes de una comunidad en Beni, República Democrática del Congo.
    TANZBATT 7/Ibrahim Mayambua

    Fuerzas de paz

    Las mujeres de las fuerzas de mantenimiento de la paz y la policía de ONU continuaron sirviendo con gran dedicación en algunos de los lugares más peligrosos del mundo, enfrentando desafíos como amenazas de ataques terroristas y violencia alimentada por un aumento de desinformación, en medio de crecientes tensiones políticas y el deterioro de las situaciones de seguridad.

    En el Día Internacional del Personal de Paz de la ONU, en mayo, la Mayor Winnet Zharare de Zimbabue recibió el Premio a la Militar Defensora de Género del Año en reconocimiento a su trabajo con la Misión de la ONU en Sudán del Sur, (UNMISS), donde fue una firme defensora de la igualdad de género y las mujeres como líderes y responsables de tomar decisiones.

    “Su diligencia y habilidades diplomáticas ganaron rápidamente la confianza de los comandantes militares locales que buscaron su consejo sobre los derechos y la protección de las mujeres”, dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, en la ceremonia. “Su enfoque ayudó a la UNMISS a fortalecer los lazos con las comunidades locales y cumplir con su mandato”.

    En julio, en una ceremonia histórica en Sudán del Sur, los miembros del primer despliegue de personal de mantenimiento de la paz de la ONU de Liberia, incluidas varias mujeres, fueron honrados con la prestigiosa Medalla de la ONU.

    Su logro simbolizó el gran cambio en la suerte de Liberia, que sufrió una brutal guerra civil en la década de 1990 y principios de la de 2000, antes de alcanzar un alto el fuego, supervisado por la Misión de la ONU en el país (UNMIL), que también apoyó actividades humanitarias y de derechos humanos y ayudó en la reforma de la seguridad nacional, incluido el entrenamiento de la policía nacional y la formación de un ejército nuevo y reestructurado.

    “Nuestra experiencia de una guerra civil de 14 años y el impacto que tuvo el personal de mantenimiento de la paz de la ONU es real y tangible para las personas a las que servimos sobre el terreno”, dijo la oficial de policía de la ONU (UNPOL) Elfreda Dennice Stewart. “Nos beneficiamos mucho de las fuerzas de mantenimiento de la paz y es un honor para nosotros servir ahora en esta joven nación bajo la icónica bandera azul”.

  • 10 libros con mirada feminista e inclusiva que deja este 2022

    10 libros con mirada feminista e inclusiva que deja este 2022

    El año que nos deja, 2022, ha tenido una buena cosecha en el mundo del libro con mirada feminista, plural e inclusiva. Novelas, ficción, ensayos, filosofía, pensamiento y novelas gráficas han buscado dar respuesta o, mejor aún, plantearse preguntas sobre los muchos debates y retos que propone este siglo: la violencia, la igualdad, la memoria, el género, la identidad, la inclusividad, las crisis o las migraciones.

    Temas, todos ellos, tratados desde distintos ángulos y desde diferentes rincones del mundo. Efeminista ha hecho una breve selección con 10 títulos.

    2022, El año de Annie Ernaux

    2022 ha sido el año de la escritora francesa Annie Ernaux, de 84 años. Recibió el Premio Nobel de Literatura con un discurso emocionante en el que no faltó su eterno compromiso social y su defensa del feminismo. “Hay hombres en el mundo, incluso en los círculos intelectuales occidentales, para quienes los libros escritos por mujeres simplemente no existen, nunca los citan”, señaló.

    Su origen humilde y la lucha y la mirada de las mujeres están desde sus primeros libros. Con su escritura directa, con la pluma como bisturí, Ernaux toma su propia vida como material para hacer el retrato de un mosaico de mujeres en un mundo complejo.

    Los armarios vacíosLa ocupaciónPura Pasión, El acontecimientoUna Mujer, El lugarLa vergüenzaPerderseMemoria de chica o La mujer helada, son algunos de sus títulos. En 2023 se publicará La escritura como cuchillo, un ensayo publicado por Annie Ernaux en Francia en 2003, Cabaret Voltaire, la editorial que publica a la escritora junto con Tusquets.

    La sala de los espejos, Liv Strömquist

    La historietista y filósofa sueca Liv Strömquist regresó, tras No siento nada, el libro con el que consiguió 10 mil lectores en España, con otro ensayo gráfico en el que hace un repaso histórico de la mano de filósofos como Zygmunt Bauman o Naomi Wolf para abordar cómo la dictadura de la belleza siempre ha estado ahí; pero, sobre todo, cómo en la actualidad las redes sociales creadas por empresas de Sillicon Valley la han convertido en una “obsesión”.

    ¿Nos estamos convirtiendo en la madrastra de Blancanieves? ¿Nuestro espejo mágico es la pantalla y la belleza la dictaminan los likes?

    Estas y muchas otras cuestiones las aborda la autora sueca (Lund, 1978) en el libro La sala de los espejos, este nuevo cómic (Penguin Random House y Editorial Finestres en catalán) en el que esta referente del ensayo gráfico analiza cómo la “era Instagram» ha traído una “dictadura de la imagen”.

    “Hay muchas situaciones donde uno puede olvidarse de su cara; sin embargo, de repente, estamos en un momento en el que nuestro rostro se refleja en todas partes, como en una sala de espejos. Incluso cuando nos reunimos con amigos pensamos en hacer una foto, hacer un contenido para redes, es como si tuviéramos un ojo que nos mira siempre y nuestra apariencia nos preocupa todo el tiempo”, explicaba la autora en Madrid durante su presentación.

    Antología feminista, LasTesis

    El colectivo chileno LasTesis, conocido por su exitosa performance Un violador en tu camino, cree que es importante que las mujeres y disidencias estén “constantemente atentas, revisando el pasado y el presente” para garantizar que “el futuro sea feminista”. Y esa es la invitación que han hecho con su libro Antología feminista, una selección de obras que datan de 1610 y que para ellas son fundamentales dentro de la historia de los feminismos.

    El título, publicado en España por la editorial Debate, es un collage de textos en el que Sibila Sotomayor, Paula Cometas, Dafne Valdés y Lea Cáceres entrecruzan las miradas de Mary Wollstonecraft, Judith Butler, Alejandra Pizarnik, Paul B. Preciado, Chimamanda N. Adichie, Simone de Beauvoir, Silvia Federici, Virginie Despentes y Lina Meruane, entre otras. E incluyen fotografías, pinturas y poemas.

    “Es una antología feminista desde nuestro punto de vista, desde nuestra perspectiva como porteñas, de Valparaíso, chilenas, sudamericanas, feministas y también desde la perspectiva interseccional, en diálogo con la teoría queer. Intentamos realizar un camino que no fuera cronológico, sino que respondiera a la metodología que nosotras utilizamos en nuestro trabajo creativo”, relataba a Efeminista Sibila Sotomayor, integrante del colectivo.

    Feminismo de barrio, Mikki Kendall

    Para la activista, ensayista y crítica cultural estadounidense Mikki Kendall “ser feminista es una acción, no es solo una identidad” y así lo explica en su libro Feminismo de barrio. Lo que olvida el feminismo blanco, en el que hace una crítica al feminismo dominante que, asegura, ha fracasado al no integrar a la lucha las cuestiones de raza, clase y orientación sexual.

    En el título, publicado en España por Capitán Swing, Kendall cuenta a través de sus propias experiencias por qué el hambre, la violencia, la hipersexualización, la falta de vivienda y la satisfacción de las necesidades básicas deben tratarse también como una cuestión feminista.

    Foto: Efeminista 

    Maternidades precarias, Diana Oliver

    La pandemia puso en evidencia la desigual carga de cuidados que ha recaído siempre sobre las mujeres, un problema que desde organismos internacionales se busca erradicar, pero que no se logrará sin que los gobiernos se comprometan y destinen dinero para realmente “poner los cuidados en el centro”.

    Así lo aseguraba la periodista y escritora Diana Oliver, quien publicó Maternidades precarias, un libro muy personal sobre el deseo de ser madre, las exigencias sociales, la idealización de la maternidad, y sobre cómo el traer hijos al mundo y cuidarlos se ha convertido en un privilegio que muchas mujeres, aunque quieren, no pueden asumir.

    La ciudad, Lara Moreno

    Un edificio de la Plaza de la Paja, en el barrio madrileño de La Latina, es el punto de encuentro de tres mujeres de distinto origen cuyas vidas están atravesadas por la violencia, pero que, aunque se cruzan en el camino, nunca se ven. Es el reflejo de lo que se vive y se oculta en Madrid y que la escritora Lara Moreno diseccionó bajo el manto de la ficción en su última novela La ciudad.

    “Quise contar de forma milimétrica cómo es una relación de maltrato, cómo una relación de maltrato es una cárcel para las mujeres que la viven, independientemente del nivel cultural, económico y de la raza de esas mujeres”, aseguraba Moreno (Sevilla, 1978) en una entrevista con Efeminista.

    Y aunque el origen de las violencias es distinto, las tres la sufren por el hecho de ser mujer. En el caso de dos de las protagonistas, Damaris y Horía, las desigualdades de género se perpetúan porque son migrantes y pobres.

    Mira a esa chica, Cristina Araújo Gámir

    Después de sufrir una violación, las sobrevivientes recorren un “larguísimo camino» cuesta arriba del que poco se habla y en el que además de la salud física y sicológica hay situaciones mucho más “profundas” que les pueden afectar, así lo aseguraba la escritora Cristina Araújo Gámir, quien decidió explorar en detalle ese recorrido en su ópera prima Mira a esa chica.

    Ganadora del Premio Tusquets de Novela 2022, Mira a esa chica cuenta la historia de Miriam, una joven que es violada por un grupo de hombres en el portal de un edificio después de salir de una fiesta y que tras el crimen se enfrenta a los constantes cuestionamientos de la sociedad, de sus amigos, de los medios de comunicación y los suyos propios al transitar por experiencias desconocidas de la mano del miedo y del desconcierto que, a decir de la autora, deberían abordarse más.

    El fin de la novela de amor, Vivian Gornick

    El amor romántico ha dejado de ser el foco central de las mujeres en la literatura y en la vida, es la premisa bajo la cual la escritora Vivian Gornick reúne once ensayos de 1997 bajo el título El fin de la novela de amor, que publica Sexto Piso.

    Simone Veil, amanecer en Birkenau

    Cinco años después de la muerte de Simone Veil (1927-2017), superviviente del Holocausto, figura clave en la política francesa y primera presidenta del Parlamento Europeo, la editorial Pre-textos publica una recopilación de sus escritos en Simone Veil, amanecer en Birkenau.

    El libro recoge los textos recopilados por el cineasta David Teboul, durante más de 40 horas de grabación, quien dice que este volumen, plagado de testimonios gráficos sobre la infancia, la vida y legado de Veil, entre ellos su visita a Auschwitz, “permite leer su voz”.

    Dysphoria mundi, Paul B. Preciado

    El filósofo español Paul B. Preciado, escritor, crítico de arte y una de las figuras contemporáneas más influyentes por su trabajo sobre las políticas del cuerpo, el género y la sexualidad, especialista en teoría queer, publicó Dysphoria mundi (Anagrama), un libro en el que plantea las «mutaciones» y convulsiones que vive el planeta y que ofrecen una oportunidad de cambio de paradigma menos “opresor”.

  • La ONU suspende proyectos en Afganistán tras el veto de los talibanes a las mujeres

    La ONU suspende proyectos en Afganistán tras el veto de los talibanes a las mujeres

    Algunos programas urgentes en Afganistán se han suspendido temporalmente después de que los talibanes prohibieran a las mujeres trabajar en organizaciones no gubernamentales (ONG), dijo la madrugada del jueves (29.12.2022) el Comité Permanente entre Organismos de las Naciones Unidas (IASC, por sus siglas en inglés). Prohibir que las mujeres hagan trabajo humanitario en Afganistán «tiene consecuencias inmediatas que amenazan la vida de todos los afganos», dijo en un comunicado el IASC, que coordina el trabajo de las distintas agencias de la ONU para la asistencia humanitaria, instando a los talibanes a revocar la prohibición.

    «Mientras las organizaciones humanitarias continúan involucrando a las autoridades de facto, no podemos ignorar las limitaciones operativas que ahora enfrentamos como comunidad humanitaria», dijo el comité, que coordina 18 organizaciones de la ONU y de fuera de la organización y es el foro de coordinación humanitaria de más alto nivel de las Naciones Unidas. El organismo asegura que continuarán involucrando a las autoridades de facto en sus programas, aunque sin ignorar las limitaciones que supone no poder contar con mujeres en sus equipos de trabajo.

    «Nos esforzaremos por continuar con las actividades críticas para salvar vidas a menos que se impidan… Pero prevemos que muchas actividades deberán detenerse ya que no podemos brindar asistencia humanitaria basada en principios sin trabajadoras humanitarias», dijo. Y es que las mujeres son «clave en todos los aspectos de la respuesta humanitaria en Afganistán», continúa la nota, ya que pueden acceder «a poblaciones a las que sus compañeros masculinos no pueden llegar», por lo que su participación en los programas de ayuda «no es negociable y debe continuar».

    La declaración, firmada por los jefes ejecutivos de las principales organizaciones humanitarias de la ONU, incluido el jefe de ayuda de emergencia, Martin Griffiths, y el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que algunos «programas en los que el tiempo es crítico» ya han tenido que detenerse «debido a la falta de personal femenino».

    Un hombre pinta con un rodillo sobre la imagen de una mujer en el escaparate de una tienda de moda.Insivisbilización de la mujer: operarios tapan un cartel publiciario con la imagen de una mujer después de la toma del poder por parte de los talibanes en agosto del año pasado.

    La situación humanitaria en Afganistán se considera precaria. Desde que los talibanes regresaron al poder el año pasado en medio de la retirada de las tropas internacionales la economía se ha derrumbado. Las Naciones Unidas y sus socios, incluidas ONG nacionales e internacionales, están ayudando actualmente a más de 28 millones de afganos que dependen de la ayuda humanitaria para su supervivencia, según cifras de la ONU, de una población estimada total de 37 millones.

    Los talibanes han restringido enormemente los derechos de las mujeres desde que asumieron el poder en agosto de 2021. Las niñas y las mujeres han sido excluidas en gran medida de la vida pública y a muchas no se les ha permitido regresar a sus trabajos. Más recientemente, el régimen prohibió a las mujeres asistir a la universidad. Los ministros de Relaciones Exteriores de 12 países, incluidos Estados Unidos, Francia y Alemania, así como el Alto Representante de la Unión Europea, se unieron el miércoles al Consejo de Seguridad de la ONU para condenar la prohibición de que las mujeres trabajen en ONG y pidieron su revocación.

    En una declaración conjunta, los ministros de Relaciones Exteriores expresaron su preocupación de que «la orden imprudente y peligrosa de los talibanes que prohíbe a las empleadas de organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales e internacionales estar en el lugar de trabajo pone en riesgo a millones de afganos que dependen de la asistencia humanitaria para su supervivencia». «Hacemos un llamado a los talibanes para que revoquen urgentemente esta decisión», se lee en el comunicado. «Los talibanes siguen demostrando su desprecio por los derechos, las libertades y el bienestar del pueblo afgano, en particular las mujeres y las niñas, y su desinterés por las relaciones normales con la comunidad internacional», añadía.

    Desde que los talibanes prohibieran trabajar a las mujeres en ONG y organismos internacionales el pasado sábado, varias ONG como Save the Children, CARE, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) y el Comité Internacional de Rescate (IRC) suspendieron sus programas en Afganistán. Mientras, otras muchas organizaciones permanecen indecisas a la espera de que el Organismo Coordinador de Agencias para la Ayuda Afgana (ACBAR), formado por un centenar de organizaciones afganas y 83 internacionales, tome una decisión.

    lgc (dpa/efe)

  • Las mujeres que marcaron este 2022

    Las mujeres que marcaron este 2022

    Este año quedará como un recordatorio para la mujer latinoamericana; la mujer que resiste, que lucha y que se enfrenta a las deficiencias de un sistema que las ha excluido de diferentes espacios que poco a poco, hemos comenzado a reivindicar haciéndolos nuestros. Mujeres activistas que señalan las inconsistencias del estado mexicano; mujeres que estuvieron en el espacio; mujeres que lideraron uno de los partidos de fútbol en la Copa del Mundo; una vicepresidenta que ha puesto en la agenda pública el feminismo, la lucha y la conservación de los pueblos indigenas.

    En un año de tanto cambio, nos queda esperar porque no sea un único sino un avance continúo, donde las generaciones venideras se sepan capaces de apropiarse del lugar que deseen porque detrás de ellas, existirán mujeres que son ejemplo, compañía y forjadoras de caminos que hasta hace unas décadas, eran impensables de transitar para la mujer.

    «Las luchas de nuestras compañeras, las luchas de todas y el feminismo es para que lo que no fue para nosotras, sea para sus hijas, para ellas, para las que vienen»
    (Olimpia Coral Melo)
    Katya Echazarreta

    Formó parte de la misión Blue Origins de la Administración Nacional de Aeronáutica el el Espacio (NASA) convirtiéndose en la primer mujer mexicana en viajar al espacio. Recuerda los colores, la forma de la tierra y la sensación de estar en el espacio; estas emociones la han impulsado para fomentar las misiones hechas por y para mexicanos a través de la Agencia Espacial Mexicana.

    Ha reconocido en el Pleno de la Cámara de Diputados que México necesita impulsar las oportunidades para las generaciones venideras y señaló que mientras se encontraba trabajando para la Nasa le fue inevitable no pensar en su país y en lo mucho que desea que los mexicanos puedan realizar esta clase de misiones.

    “Esas oportunidades no están para mi país y yo quiero crearlas; les prometo que haré lo necesario para ayudar a los mexicanos y hago un llamado a estas personas (políticos que se encontraban en la Cámara de Diputados) a trabajar en conjunto”

    Katya se ha convertido en una representación muy importante al pertenecer a un sector que históricamente ha sido rezagado dentro de la industria espacial; las mujeres continúan en la búsqueda de ocupar lugares que les han sido negados por décadas al  considerarlas no aptas para desempeñar ciertas labores en la industria aeroespacial y precisamente, a raíz de esta exclusión, el trabajo de Katya renueva la importancia de la representación.

    “Yo siempre he dicho que no puedes ser lo que no puedes ver” (Katya sobre la representación)

    Karen Díaz

    El fútbol es un espacio que tiene un claro corte masculino; jugadores, árbitros, técnicos, afición y en general, todo el equipo técnico. Desde el lenguaje, reconocemos la palabra “árbitro” en masculino porque es la realidad imperante, ¿qué tal árbitra?

    Karen Díaz representó el arbitraje femenino mexicano por primera vez en la historia de las Copas del Mundo, siendo juez de línea para el partido Marruecos / Coracia.

    Su papel en el mundo del arbitraje no es una decisión aleatoria que intenta colgar medallas por la inclusión, su colega y exárbitro Alejandro Ayala señala que es necesario reconocer el trabajo de Karen no como una casualidad, sino como un esfuerzo real, dedicación y una lucha por abrirse camino en un espacio sexista.

    Durante la presentación oficial de Qatar, Karen señaló que las mujeres también forman parte del futbol y la representación, es algo muy grande para formar parte de ello.

    Francia Márquez-Mina

    Mujer feminista, defensora de los derechos humanos, adrofescendiente y protectora del medio ambiente; ella es Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia.

    «Vengo del territorio de los nadies y de las nadies, vengo de los territorios olvidados en términos de inversión social, pero violentados por una política de muerte»

    https://www.instagram.com/p/Cly9wWgpxeW/?utm_source=ig_web_copy_link

    La congresista Silvia del país vecino, Brasil, definió la trayectoria de Francia como la representación en su totalidad de un pueblo latinoamericano que durante cinco siglos, se escribió con sangre negra e indígena.

    Francia Márquez ha priorizado en la agenda colombiana salvaguardar los territorios de las comunidades indigenas, la protección de las tierras, las especies y las actividades tradicionales.

    Olimpia Coral

    La Ley Olimpia fue impulsada por ella al enfrentarse a un sistema deficiente donde la difusión de contenido sin el consentimiento de la otra persona no estaba tipificado como un delito; la violencia digital no estaba contemplada como una agresión para el estado mexicano.

    Su activismo y su lucha conjunta con otras mujeres víctimas de violencia digital, la llevó a liderar la modificación de una serie de reformas que sancionan a nivel federal de 3 a 6 años de prisión al agresor y reconocen como delito la violación de la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales.

    Times la reconoció como una de las cien personas más influyentes. Olimpiadas señala que este hecho no sólo se trata de una ley punitiva en contra de las personas que ejercen violencia, manipulación y amenazas, sino también, su lucha está orientada a que las mujeres dejemos de sentir vergüenza de nuestro cuerpo.

    «Dejemos de temerles, dejemos de sentir culpa por nuestros cuerpos. Dejemos de escondernos. Que se escondan ellos, los agresores; que sientan vergüenza ellos, los violadores, los que nos difunden nuestros videos íntimos sin nuestro consentimiento. (…) la Ley Olimpia, las luchas de mis compañeras, las luchas de todas y el feminismo es para que lo que no fue para nosotras, sea para sus hijas, para ellas, para las que vienen”.

    Norma Andrade

    En 2001, la hija de Norma Andrade fue víctima de feminicidio en Ciudad Juárez, México. Al buscar guía, acompañamiento y justicia por parte del Estado, Norma encontró que accesar a la justicia era imposible y que ni siquiera existía el delito de feminicidio.

    Desde entonces, Norma ha dedicado su vida a ser compañera de las mujeres que buscan a sus hijas, madres, hermanas, abuelas o amigas. Asimismo, Norma fue una piedra angular para el reconocimiento del feminicidio en el código penal mexicano.

    Este 2022 recibió el Premio Edelstam en Estocolmo, Suecia por su lucha a favor de las mujeres y la búsqueda de justicia ante la impunidad de los feminicidios en nuestro país desde hace 20 años.

    Su fundación “Nuestras hijas de regreso a casa” tiene como objetivo primordial acompañar a los familiares de mujeres desaparecidas / víctimas de feminicidio y en sus propias palabras; “soñar es mucho, no hay debemos soñar sino vivir en realidades (…) quiero evitar el dolor de otra familia, de otras niñas, eso es lo que más quiero.”

  • Atendió el Conavim en 2022 a 890 mujeres por día

    Atendió el Conavim en 2022 a 890 mujeres por día

    Mediante los programas operados por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), entre ellos los Centros de Justicia para la Mujer y los refugios y centros de atención externa, durante 2022 se atendió a 890 personas por día, cifra similar, por ejemplo, a la cantidad de llamadas que recibió la línea 911 en ese mismo tiempo en noviembre, con reportes de probables incidentes de emergencia de este tipo de agresiones.

    Según datos de la Conavim, durante el actual sexenio la capacidad de atención en los servicios especializados creció 27 por ciento, y en total un millón 202 mil 918 mujeres han sido atendidas por 7 mil 208 especialistas. Asimismo, fueron capacitadas alrededor de 56 mil servidoras públicas en materia de género y derechos humanos.

    En estos cuatro años de gobierno, indicó, se han invertido 3 mil 512 millones de pesos en los principales programas de atención para la población femenina. Entre las acciones realizadas, se han inaugurado 15 Centros de Justicia para la Mujer, para sumar 61 en total instalados en todo el país, que son espacios con servicios gratuitos a donde las mujeres pueden acudir en caso de ser víctimas de algún delito de violencia de género.

  • Mujeres lideran 35% de las startups en Latinoamérica, pero aún enfrentan retos

    Mujeres lideran 35% de las startups en Latinoamérica, pero aún enfrentan retos

    Uno de los efectos que dejó la pandemia es el avance tecnológico, sobre todo en el sector fintech pues desde que inició la crisis a la actualidad, en México se pasó de tener 200 fintech a 500, de las cuales una gran parte está liderada por mujeres. Tan solo a nivel Latinoamérica, 35% de las fintech, tienen a una mujer como fundadora, revelan datos de TwelveHundred.

     

    Adriana Tortajada, Managing Partner de TwelveHundred, explicó que cada vez son más las mujeres que incursionan y creen en sectores tecnológicos y muestra de ello es que en Latinoamérica, 35% de las startups tiene una mujer de fundadora, un porcentaje que supera el promedio a nivel global que es de 7%, lo que refleja el talento de Latinoamérica y la importancia de su aporte al sector.

    Durante el Open Finance 2020, en su edición 2022, detalló que las mujeres están desempeñando un papel crucial en el desarrollo del sistema, ya que con su talento, capacidad y diferentes formas de pensar y concebir ideas, se pueden generar nuevas oportunidades de negocio, lo que ha incentivado nuevos productos que atiendan a diferentes sectores de la población.

    Por ello, ahora las mujeres ocupan más posiciones de liderazgo, intervienen en la toma de decisiones cruciales para la organización y dan una nueva cara al sector; sin embargo, el camino no es sencillo.

    Los retos

    Si bien la presencia de mujeres en el emprendimiento está creciendo, especialmente en el ámbito tecnológico, aún enfrentan muchos desafíos para comenzar y potenciar su proyecto.

    El primer desafío comienza en la educación, pues solo cuatro de cada 10 mujeres concluye una carrera universitaria, además que la mayoría se inclina por carreras sociales y humanitarias, dejando a las de ciencias, matemáticas e ingenierías (STEM, por sus siglas en inglés) en último término.

    En promedio, solo 28% de las mexicanas estudia carreras de ingeniería, de acuerdo con datos de la Unesco. En 2021, de las 9 millones de mujeres egresadas de nivel universitario, únicamente 13.5% lo hizo en carreras STEM.

    “La cantidad de mujeres que estudian alguna carrera de ciencia y tecnológica solo alcanza 13% de la matrícula total de las universidades; es un número muy corto que debe preocuparnos y ocuparnos, porque a mayor diversidad la brecha se reduce”, aseguró Erika Quezada, cofundadora de Finvero.

    El segundo desafío son los recursos para llevar a cabo su idea, donde se suele complicar al solicitar financiamiento o levantar inversión, ya que el acceso suele ser más limitado y existe desigualdad en los montos otorgados entre ellas y los hombres.

    El tercer desafío son los estereotipos culturales, donde ellas se conciben más en sectores de salud y cuidado así como entornos sociales o administrativos, y pocas en el sector de innovación tecnológica, que por años ha sido dominado por los hombres.

    Parte de los estereotipos que padecen se amplían al cuidado de la familia, hijos (si los tienen) y las obligaciones del cuidado del hogar.

    “Las que ya formamos parte del ecosistema estamos comprometidas a propiciar espacios idóneos para las demás, porque no solo se incorporan mujeres innovadoras, sino personas multifacéticas que están al frente de un hogar, que son pilares de una familia y la mayoría necesita condiciones mínimas para desarrollarse”, explicó Marlene Garayzar, cofundadora de Stori.

    Un comportamiento que se ha observado en las mujeres que emprenden es que la mayoría decide hacerlo en colaboración con sus parejas sentimentales (esposos o novios principalmente) quienes en el caso del 24% se vuelven cofundadores, mientras que en 20% se da con amigos cercanos, 10% con otra mujer y únicamente un 8% lo hace sola, indica el Reporte sobre mujeres líderes de startups en Latinoamérica, elaborado por Platzi.

    Los sectores en los que más se están enfocando son: fintech e insurtech, comercio electrónico, venta al por menor y servicios empresariales. Otro punto importante es que en más del 50% de los casos nace por resolver una problemática planteada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

    Unicornios a la alza
    Muestra de la importancia del talento femenino en el sector fintech es que en el mundo se han registrado nacimientos de unicornios que están liderados por mujeres.

    Ejemplo de ello es Stori, que el pasado mes de julio se convirtió en el noveno unicornio mexicano después de que recibió una ronda de inversión por 50 millones de dólares en capital y 100 millones de deuda, con lo que obtuvo una valuación de 1,200 millones de dólares.

    Para la fintech, el objetivo principal es fomentar la inclusión financiera a través de tarjetas de crédito Mastercard para personas con problemas de historial crediticio o que carezcan de él.

    Otro ejemplo de unicornio es Habi, en Colombia, que fue fundada por Sebastián Noguera y la estadounidense Brynne McNulty Rojas con el objetivo de ayudar a vender viviendas de forma rápida y segura. En mayo de ese año, lograron una ronda de inversión de 200 millones de dólares con lo que lograron convertirse en unicornio.

    A la vez está Silvina Moschini, presidente y fundadora de Transparent Business quien en 2020 se convirtió en unicornio con su plataforma digital de trabajo y talento remoto. Con ello, fue la primera mujer en Latinoamérica en lograr ser unicornio.

    Finalmente está Kavak, que de la mano de sus fundadores Loreanne García, Carlos García Ottati y Roger Laughtlin, logró el estatus de unicornio en 2020.

    “Está comprobado que el equipo diverso genera más rentabilidad, productividad y se combinan roles. Es importante que todos nos llevemos la tarea de que en el mundo financiero podemos ser más incluyentes para seguir transformando e innovando el ecosistema”, finalizó Adriana Tortajada.

    Elizabeth López Argueta

  • Cuatro delitos contra mujeres rompen récord en México

    Cuatro delitos contra mujeres rompen récord en México

    Cuatro delitos contra las mujeres rompieron por segundo año consecutivo su récord e impusieron nueva marca de incidencia en números absolutos en 2022, que ya es el más inseguro para ellas.

    Las víctimas mujeres de extorsión, corrupción de menores y las carpetas de investigación por violación y violencia de género alcanzaron en 11 meses de 2022 la cifra más alta desde que en 2015 se comenzaron a registrar estos delitos del fuero común en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

    Salvo el feminicidio y secuestro contra mujeres, los asesinatos de mujeres y las víctimas de lesiones dolosas también se perfilan para imponer máximos históricos de denuncias ante las fiscalías o procuradurías estatales en este año, pues aún falta por contabilizar la incidencia delictiva de diciembre, que se conocerá hasta el 20 de enero.

    “Conforme a las estadísticas oficiales, y si lo vemos de forma anual, la violencia contra las mujeres sigue y cada vez es más cruel, más agresiva”, consideró la especialista de la UNAM en temas de violencia contra la mujer, Blanca Ivonne Olvera Lezama.

  • La ONU suspende proyectos “vitales” en Afganistán por la prohibición a las afganas de trabajar en las ONG

    La ONU suspende proyectos “vitales” en Afganistán por la prohibición a las afganas de trabajar en las ONG

    La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha anunciado la suspensión temporal de varios programas de ayuda “vitales” en Afganistán debido a la prohibición de los talibanes de que las mujeres trabajen en las organizaciones no gubernamentales, adoptada el pasado 24 de diciembre. Esa orden motivó el domingo la suspensión de la actividad humanitaria de varias ONG en ese país en protesta por el veto a sus trabajadoras, que definieron como “indispensables”.

    En un comunicado conjunto firmado este miércoles por el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, los responsables de diversas agencias de Naciones Unidas y otras organizaciones de ayuda humanitaria, se lee que la “participación de las mujeres en el suministro de la ayuda no es negociable y debe continuar”, y se insta a los fundamentalistas afganos a revertir esta decisión que representa una amenaza en términos de “pérdida de vidas humanas”. También los ministros de Exteriores del G-7 y la Unión Europea han llamado a los talibanes a revocar “con la mayor urgencia” esa prohibición “irresponsable y peligrosa”.

    “Nos esforzaremos por continuar salvando vidas en proyectos en los que el tiempo es vital. Pero prevemos que muchas actividades deberán detenerse, ya que no podemos brindar asistencia sin trabajadoras humanitarias”, afirma el comunicado de Naciones Unidas, rubricado, entre otros, por los responsables de UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Mundial de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y los altos comisionados de la ONU para los refugiados y los derechos humanos. “Ningún país puede darse el lujo de excluir a la mitad de su población”, agregan los firmantes.

    Los responsables de los programas humanitarios de Naciones Unidas en Afganistán alertaron de que la prohibición de los talibanes “tiene consecuencias inmediatas” en un país donde “más de 28 millones de personas requieren de asistencia para sobrevivir mientras se lidia con el riesgo de la hambruna, el declive económico, la pobreza arraigada y un invierno brutal”.

    El secretario general adjunto para la ayuda humanitaria declaró la semana pasada ante el Consejo de Seguridad que el 97% de los afganos viven en la pobreza, dos tercios de la población necesita ayuda para sobrevivir, 20 millones de personas padecen hambre aguda y 1,1 millones de adolescentes no pueden ir a la escuela.

    Al suspender la ayuda humanitaria sin retirarse del país de forma definitiva, Naciones Unidas trata de gestionar la encrucijada que supone tener que elegir entre cumplir con su mandato de exigir el respeto de los derechos humanos, sobre todo los de las mujeres, y dejar a los millones de afganos que precisan de ayuda humanitaria para sobrevivir abandonados a su suerte.

    La ONU ha optado por la vía intermedia de congelar de forma temporal algunos de sus proyectos, algo en lo que seguramente influye la suspensión del trabajo en Afganistán de varias grandes ONG internacionales —Save the Children, el Consejo Noruego de los Refugiados, Care International, International Rescue Committee y Médicos del Mundo—. Las agencias de la ONU externalizan parte de sus proyectos de cooperación encargándoselos a esas y otras ONG, que son quienes, en muchas ocasiones, los llevan a cabo. Sin su trabajo, la labor humanitaria de la ONU se ve seriamente comprometida.

    Otras muchas ONG permanecen indecisas a la espera de que el Organismo Coordinador de Agencias para la Ayuda Afgana (ACBAR), formado por un centenar de organizaciones afganas y 83 internacionales, tome una decisión sobre cómo responder a la prohibición de los talibanes de emplear mujeres. Decenas de miles de afganas trabajan para estas organizaciones y esas trabajadoras son, no pocas veces, la única fuente de ingresos de sus familias. En un país cuyas prácticas culturales imponen una rígida segregación por sexos, el trabajo de estas humanitarias es fundamental para acceder a las mujeres y los niños, precisamente los colectivos que, según Naciones Unidas, se ven más afectados por la pobreza y otras lacras relacionadas con el subdesarrollo en Afganistán.

    La orden de los fundamentalistas a las ONG de que no empleen a mujeres se conoció cuatro días después de que el Gobierno de los talibanes ordenase la exclusión de las mujeres de la universidad. Con esta medida extendieron así al ciclo superior el veto que ya pesaba sobre la educación secundaria femenina, adoptado poco después de que la milicia radical llegara al poder en agosto de 2021.

    El Consejo de Seguridad de la ONU condenó este martes las dos últimas prohibiciones contra las mujeres mediante una declaración consensuada, firmada por unanimidad por los 15 miembros del órgano ejecutivo de Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad utiliza esta fórmula a menudo cuando no es posible adoptar una resolución formal de condena, más difícil de aprobar al ser de carácter vinculante y enfrentarse al posible veto o la simple amenaza de veto de alguno de los cinco miembros permanentes de ese órgano. Esos cinco Estados son China, Estados Unidos, Rusia, Francia y el Reino Unido.