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  • En todo el mundo, las mujeres empatizan mejor que los hombres, según estudio

    En todo el mundo, las mujeres empatizan mejor que los hombres, según estudio

    No importa en qué parte del mundo vivan ni cuáles sean sus influencias culturales o familiares: en general, las mujeres son mejores que los hombres a la hora de empatizar con otras personas, según un estudio publicado este lunes en la revista PNAS.

    Los investigadores, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), afirman que el estudio es el mayor de este tipo realizado hasta la fecha sobre una forma concreta de empatía, algo que los científicos denominan «teoría de la mente» o «empatía cognitiva».

    La empatía es una cualidad importante porque rige la forma en que las personas interactúan socialmente e influye en el modo en que se desarrollan sus relaciones personales.

    La empatía cognitiva es cuando una persona es intelectualmente capaz de entender lo que otra persona puede estar pensando o sintiendo, e incluso es capaz de utilizar ese conocimiento para predecir cómo actuará o se sentirá esa persona en el futuro. Así, por ejemplo, si una persona te cuenta que pasó un mal rato con su familia durante las vacaciones, una persona con empatía cognitiva entenderá cómo le hace sentir ese mal rato poniéndose intelectualmente en el lugar de esa otra persona, por así decirlo.

    Es diferente de otro tipo de empatía llamada empatía afectiva -o emocional-, cuando una persona siente las emociones de otra y responde con una reacción o emoción apropiada. Por ejemplo, si alguien llora por la ruptura de una relación, una persona con empatía emocional empezaría a sentirse triste también y, en consecuencia, sentiría compasión por esa persona.

    En el sitio web de la Universidad de Cambridge hay un test que evalúa ambas formas de empatía. Para llevar a cabo este nuevo estudio, los investigadores utilizaron una prueba distinta, denominada «Reading the Mind in the Eyes Test» («Test de lectura de la mente en los ojos»). Ayuda a medir la capacidad de una persona para reconocer el estado mental o las emociones de otra.

    En la prueba se pide a los participantes que miren fotos de la zona que rodea los ojos de una persona. La persona hace un tipo concreto de expresión facial y el participante en el estudio debe identificar lo que esa persona está pensando o sintiendo de entre una serie de posibilidades. Los científicos suelen utilizar esta prueba para ayudar a determinar si alguien tiene problemas mentales o cognitivos. Investigaciones anteriores demostraron que las personas con autismo, por ejemplo, suelen obtener puntuaciones más bajas en estas pruebas, al igual que las personas con demencia y las que padecen trastornos alimentarios, entre otras.

    Para ver si las diferencias culturales influían en las puntuaciones de empatía, se recogieron datos de equipos de todo el mundo. Los autores del estudio trabajaron en la Universidad de Cambridge y la Universidad de Harvard en Estados Unidos, la Universidad de Bar-Ilan y la Universidad de Haifa en Israel, así como en Italia en la Escuela IMT de Estudios Avanzados Lucca. Fusionando sus resultados con grandes muestras de distintas plataformas en línea, los autores del estudio pudieron captar los resultados de casi 306.000 personas de 57 países, entre ellos Argentina, Croacia, Egipto, India, Japón y Noruega.

    En 36 países, las puntuaciones promedio de las mujeres en empatía cognitiva fueron significativamente más altas que las de los hombres. En 21 de los países, las puntuaciones de mujeres y hombres fueron similares. No hubo ni un solo país en el que los hombres obtuvieran, en promedio, mejores puntuaciones que las mujeres. Los resultados se obtuvieron en ocho idiomas y en todas las etapas de la vida, desde los 16 hasta los 70 años.

    Los científicos observaron lo que el autor David M. Greenberg denominó un «declive superficial» de la empatía cognitiva a medida que la gente envejecía.

    «Ese descenso superficial de la empatía plantea algunas preguntas sobre los factores que contribuyen a ella», afirma Greenberg, psicólogo e investigador de la Universidad de Bar-Ilan y la Universidad de Cambridge.

    El estudio no pudo determinar por qué se produce este declive. Greenberg dijo que podría ser en parte biológico; tal vez haya cambios hormonales que se producen en el cuerpo, o también podría ser algo social o ambientalmente impactante.

    El estudio tampoco pudo explicar por qué las mujeres tenían mucha más empatía cognitiva que los hombres, ni tampoco pudo hablar de diferencias individuales entre los participantes.

    El estudio se basa en investigaciones anteriores que llegaron a la misma conclusión: que las mujeres tienen puntuaciones de empatía cognitiva más altas que los hombres.

    En algunos de esos estudios anteriores, las diferencias de sexo en la empatía se atribuían a veces a factores biológicos y sociales.

    Algunos estudios en animales y en bebés también muestran esta diferencia de sexo en la empatía. Es posible que existan diferentes vías genéticas subyacentes al desarrollo de este tipo de empatía en los distintos sexos.

    Comprender las diferencias sexuales en la empatía podría ayudar a los investigadores a entender mejor por qué determinados problemas de salud mental afectan más a los hombres que a las mujeres. Según los investigadores, este último estudio también podría ayudar a los científicos a desarrollar un mejor apoyo para las personas que pueden tener dificultades para leer las expresiones faciales.

    «Este estudio demuestra claramente una diferencia de sexo muy consistente entre países, idiomas y edades», dijo en un comunicado de prensa Carrie Allison, coautora del estudio y directora de Investigación Aplicada del Centro de Investigación del Autismo de la Universidad de Cambridge. «Esto plantea nuevas preguntas para futuras investigaciones sobre los factores sociales y biológicos que pueden contribuir a la diferencia de sexo observada en promedio en la empatía cognitiva».

  • ¿Por qué seguimos utilizando la imagen de las brujas que crearon los inquisidores?

    ¿Por qué seguimos utilizando la imagen de las brujas que crearon los inquisidores?

    Aunque es ampliamente conocido que las mujeres víctimas de la caza de brujas no eran hechiceras adoradoras de Satán, aunque el propio término “caza de brujas” se refiera ahora a la persecución de inocentes, la imagen que ha trascendido y que se sigue difundiendo es la de la mujer mayor, fea, con una gran nariz y una verruga, de aliento maloliente y sonrisa diabólica, acompañada de un gato negro y montada en una escoba. Algunas incluso lucen una incomprensible piel verde. Es decir, un aspecto parecido al que difundieron en los pueblos los inquisidores y los cazadores de brujas, la manera en la que las imaginaban aquellos que las temían, el relato de los vencedores.

    “La caza de brujas es el feminicidio más grande de la historia, pero no se estudia en las escuelas o en las universidades. No solo se ha olvidado, sino que se ha convertido en una leyenda. La bruja es un personaje de fábula, casi un chiste”, explicó la pensadora italoestadounidense Silvia Federici, autora de obras como Calibán y la bruja (Traficantes de sueños), en la presentación del II Encuentro Feminista Internacional sobre la Caza de Brujas, celebrado en el museo Reina Sofía y en la librería Traficantes de Sueños, ambos en Madrid, el pasado mes de octubre.

    Basta con hacer una búsqueda en un banco de imágenes en internet, como Getty Images, para comprobar cómo ha calado el estereotipo. Aparecen miles de archivos donde la bruja es representada a la manera habitual. A veces en grabados antiguos, a veces en fiestas de Halloween, a veces perdidas en bosques brumosos, a veces en juegos en escuelas infantiles. A veces la que va disfrazada de brujita es una niña juguetona, otras veces es una mujer en pose erótica. A veces la imagen trata de infundir miedo, otras veces es una caricatura inofensiva. Pero siempre son las brujas de la escoba y el sombrero puntiagudo. Así es como se recuerda a las que fueron víctimas de una matanza.

    Margaret Hamilton, en 1938, en el papel de Miss Gulch, la Bruja del Oeste, en el musical 'El mago de Oz', dirigido por Victor Fleming.
    Margaret Hamilton, en 1938, en el papel de Miss Gulch, la Bruja del Oeste, en el musical ‘El mago de Oz’, dirigido por Victor Fleming.VIRGIL APGER (GETTY IMAGES)

    Recordar bien a las brujas

    “Es preciso recuperar de forma fidedigna la memoria de aquellas mujeres que fueron asesinadas, encarceladas, desterradas o torturadas”, explica Beatriz García, una de las promotoras de la Campaña por la memoria de las mujeres perseguidas por brujería, que tiene grupos de lectura e investigación en varias ciudades de España, pero también en Quito o en Nueva York. En España han recorrido varios lugares donde tuvo lugar la persecución de mujeres; en el mapeo realizado se encuentra el caso de las brujas de Laspaúles, sucedido en este municipio de Huesca en 1593, donde 24 mujeres acusadas de brujería fueron torturadas y ahorcadas, y donde un parque temático recuerda hoy su historia (en el que se utiliza la iconografía habitual de la bruja de silueta negra y sombrero picudo). O el de Miraflores de la Sierra, en la Comunidad de Madrid, donde, a mediados del siglo XVII, dos mujeres viudas y pobres fueron culpadas por una serie de inexplicables muertes de niños y enviadas a la prisión de la Inquisición en Toledo.

    Parque temático en Laspaúles, Huesca, dedicado a las brujas, donde se reproduce la iconografía habitual.
    Parque temático en Laspaúles, Huesca, dedicado a las brujas, donde se reproduce la iconografía habitual.CAMPAÑA POR LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA DE LA MUJERES PERSEGUIDAS POR BRUJERÍA

    “Encontramos que en muchos lugares en los que hubo caza de brujas no existe memoria”, dice García, “lo sorprendente es que en aquellos en los que sí existe, e incluso allí donde se explican los hechos históricos tal y como sucedieron, sigue utilizándose la imagen clásica de la bruja en la iconografía, los souvenirs o las fiestas populares”. La figura de la hechicera es muy anterior a la caza de brujas de la era moderna, existe desde que existen las mitologías y las literaturas. Algunas son malvadas, como la bruja Circe, que Ulises se encuentra en la Odisea y que transforma a los hombres en bestias. Otras son benevolentes, como las magas, por ejemplo, la dama del lago que en el ciclo artúrico custodia la prodigiosa espada Excalibur. Pero la imagen estereotípica de la hechicera maligna, como la anciana que come niños y que fabrica ungüentos y venenos en el fondo del bosque, es la propia de la caza de brujas de la Edad Moderna, y la más difundida hoy.

    “Algunas mujeres acusadas de brujería eran prominentes, pero la gran mayoría eran mayores y pobres, muchas de las cuales tenían conocimientos de medicina o hierbas y no tenían un hombre que las protegiese”, explica la química Adela Muñoz, que llegó al mundo de las brujas investigando sus ungüentos y venenos y ha publicado el libro Brujas. La locura de Europa en la Edad Moderna (Debate). “Eran poderosas en la mente de los cazadores de brujas, pero no en la realidad”, añade la autora.

    La pervivencia de la imagen perversa de las brujas, cuando en realidad fueron mayormente campesinas sin ninguna relación con los aquelarres a medianoche o el trato con machos cabríos, se debe a diferentes factores. El peso de la tradición, su replicación en numerosos productos culturales, desde cuentos de terror gótico hasta películas y musicales, o la rentabilidad del estereotipo de la bruja a la hora de vender productos, idear atracciones de feria o generar interés turístico en ciertos lugares.

    Representación de la imagen de la bruja en Soportújar, Granada, conocido como "el pueblo de las brujas".
    Representación de la imagen de la bruja en Soportújar, Granada, conocido como «el pueblo de las brujas».CAMPAÑA POR LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA DE LAS MUJERES PERSEGUIDAS POR BRUJERÍA

    En algunos municipios de España se celebran festejos relacionados con la caza de brujas: el Ball de las Bruixes en Viladrau, Girona; la Feria de las Brujas en Sant Feliu Saserra, Barcelona; las Fiestas de la Bruja en Alcantarilla, Murcia; la Noche de Brujas en Soportújar, Granada… Aunque en el discurso oficial de estos eventos suele hacerse hincapié en el carácter ficticio de las acusaciones de brujería, se sigue representando a estas mujeres de manera estereotipada y en algunos sitios hasta se recrea el ahorcamiento o la quema de brujas en clima festivo. En Cataluña abundaron los procesos a mujeres acusadas de brujería (y abundan hoy las festividades), tanto que a principios de 2022 el Parlament aprobó una resolución que insta a “reparar la memoria” de estas mujeres víctimas de una “persecución misógina”, impulsando estudios académicos o promoviendo su inclusión en los callejeros.

    En Terrasa, Barcelona, un caso olvidado en el que se ahorcó a seis supuestas brujas volvió a emerger cuando el Archivo Histórico publicó un monográfico con la documentación del proceso, sucedido a principios del siglo XVII. La red feminista de la ciudad recogió el guante y colaboró en la difusión, por ejemplo, mediante paseos donde se visita los lugares en los que vivieron aquellas mujeres o donde fueron torturadas. “Ahora se está empezando a hacer una revisión más consciente de la iconografía de las brujas, pero de forma muy lenta”, dice Clara Massana, del Grup per a la Recuperació de la Memòria Històrica de les Bruixes de Terrasa, “queremos que la gente sienta vergüenza de estas imágenes: hay que dar la verdadera dimensión del feminicidio más grande de la historia de la humanidad”.

    Curiosamente, también se ha heredado una visión positiva de las brujas, aunque menos difundida. “Sucede cuando a la bruja se le quitan sus connotaciones perversas y se la deja en mujer poderosa, como símbolo de empoderamiento”, dice Muñoz. Un colectivo estadounidense entre 1968 y 1970, por ejemplo, hizo feminismo de guerrilla, muy propio del radicalismo de la época, bajo el nombre WITCH, que significa bruja y que era el acrónimo en inglés de Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno. No sin dosis de humor, las integrantes de WITCH realizaban actos de protesta y performances ataviadas con toda la imaginería brujil, lanzando sortilegios delante de la bolsa de Wall Street o celebrando aquelarres públicos. Un libro publicado por la editorial La Felguera cuenta su historia: mediante esta actitud se reapropiaban para sus fines del estigma de la bruja. Hay quien las ve como precursoras de otros movimientos como las Guerrilla Girls, Pussy Riot o Femen.

    La caza de brujas y el nacimiento del capitalismo

    Las explicaciones del fenómeno de la caza de brujas que sucedió en aquel momento concreto de la historia son variadas: la psicosis colectiva, la publicación del Malleus Maleficarum, un muy difundido manual de caza de brujas publicado por los dominicos Heinrich Kramer y Jacob Sprenger en 1487, la cristalización de la misoginia exacerbada, las dinámicas de las creencias religiosas o de la propia Iglesia.

    La aproximación de Silvia Federici se centra en lo político y lo económico. El paso del sistema feudal al capitalismo, según sus investigaciones, necesitó del disciplinamiento de las mujeres para replegarlas al papel reproductivo en el ámbito doméstico. Esa disciplina se consiguió con la caza de brujas, de igual manera que, como observó Marx, el capitalismo necesitó del expolio de las tierras comunales o el esclavismo, en los procesos llamados de acumulación de capital originaria. “Se produjo un cambio y una nueva tipología de mujer: pasiva, obediente, sin derechos”, explica Federici, “hasta hace poco la mujer no era una persona jurídica y tenía que ser representada por un hombre para cualquier gestión”. La caza de brujas no se quedó en Europa o Estados Unidos, sino que se transmitió a todas las colonias, de la mano de misioneros y conquistadores.

    El curandero Voster Ngona, en Malaui, afirma que puede "ver" quién es brujo.
    El curandero Voster Ngona, en Malaui, afirma que puede «ver» quién es brujo.WESTER TORBJÖRN

    En este sentido, la caza de brujas, que asociamos con el pasado, continúa en lugares de Latinoamérica, Asia o África, según se expuso en el encuentro celebrado en Madrid y citado al principio, y según denuncian informes de Naciones Unidas, organización que mantiene una Red de Brujería y Derechos Humanos. En una resolución de julio de 2021, la ONU insta a los Estados a tomar todas las medidas necesarias para eliminación de la violencia relacionada con las acusaciones de brujería. Según Federici, Estados y grandes empresas utilizan estas acusaciones para aprovecharse del persistente pensamiento mágico, crear la discordia en las comunidades y romperlas desde dentro, con fines extractivistas. “Así se pretende destruir la relación comunitaria, con el fin del expulsar a la población y privatizar la tierra. No debemos dejar que esta historia se olvide”, concluyó la pensadora, “no es una historia del pasado, sino del presente”. Por eso, a juicio de las activistas por la recuperación de la memoria, la frivolización de las representaciones de las brujas es hoy aún más grave.

  • Talibanes prohíben a las mujeres trabajar para organizaciones no gubernamentales en Afganistán

    Talibanes prohíben a las mujeres trabajar para organizaciones no gubernamentales en Afganistán

    Los gobernantes talibanes de Afganistán ordenaron a todas las ONGs nacionales e internacionales que impidan a sus empleadas trabajar, después de las «graves quejas» sobre el incumplimiento del código vestimentario adecuado, informó el sábado a AFP el ministerio de economía.

    «Ha habido graves quejas sobre el incumplimiento del uso del hiyab islámico y otras normas y reglamentos relacionados con el trabajo de las mujeres en organizaciones nacionales e internacionales», dice una notificación enviada a todas las ONGs.

    Un portavoz del ministerio confirmó que el Ministerio de economía envió la orden a las ONGs.

    «En caso de incumplimiento de la directiva (…) se cancelará la licencia de la organización que fue expedida por este ministerio», especifica la notificación.

    El anuncio se produce solo cuatro días después de que el gobierno talibán decidió prohibir indefinidamente a las mujeres afganas asistir a universidades públicas y privadas del país.

    El ministro de Educación superior, Neda Mohammad Nadeem, explicó en una entrevista televisiva que tomó esta decisión porque las «estudiantes que iban a la universidad (…) no respetaron las instrucciones sobre el hiyab».

    «El hiyab es obligatorio en el islam», insistió, refiriéndose a que las mujeres en Afganistán deben cubrirse la cara y todo el cuerpo.

    A pesar de sus promesas de ser más flexibles, los talibanes han vuelto a su rigurosa interpretación del islam, que marcó su primera etapa en el poder, entre 1996 y 2001.

    Desde su regreso al poder en agosto de 2021, se han multiplicado las medidas en contra de las libertades, principalmente de las mujeres, quienes han sido excluidas progresivamente de la vida pública y de los centros educativos.

  • Las 3 mujeres que cambiaron nuestra forma de ver el universo

    Las 3 mujeres que cambiaron nuestra forma de ver el universo

    Recibieron peores sueldos, a menudo sus trabajos fueron ignorados por ser mujeres o, directamente, sus compañeros o superiores se apropiaron de sus descubrimientos. Hasta tuvieron que luchar por cosas tan básicas como tener un baño de mujeres en su lugar de trabajo.

    Muy pocas de ellas recibieron en vida el reconocimiento que merecían.

    Son muchas las mujeres pioneras de la astronomía que han contribuido con su trabajo a que hoy comprendamos algo mejor el universo.

    Henrieta Swan Leavitt, Cecilia Payne-Gaposchkin y Vera Rubin lograron superar obstáculos en los que aún hoy muchas mujeres podrían reconocerse y permitieron cambiar la forma en la que entendemos el cosmos, inspirando a nuevas generaciones.

    Henrietta Swan Leavitt, la medida del universo

    Henrietta Swan Leavitt

    FUENTE DE LA IMAGEN,HARVARD UNIVERSITY ARCHIVES

    Cobraba 30 céntimos de dólar a la hora y estaba casi sorda desde los 17 años.

    Pero su descubrimiento nos dio la llave para entender la medida del universo y sus hallazgos siguen utilizándose hoy para medir la expansión del cosmos.

    Una de las pioneras de la astronomía, la estadounidense Henrietta Swan Leavitt (1886-1921) empezó a trabajar en el Observatorio del Harvard College en 1895.

    Formó parte de un extraordinario grupo de mujeres conocidas como las «computadoras de Harvard», contratadas por el astrónomo Edward Charles Pickering para procesar y clasificar las enormes cantidades de imágenes del universo que requerían sus estudios.

    Las "computadoras de Harvard" con Edward Charles Pickering.

    FUENTE DE LA IMAGEN,HARVARD UNIVERSITY ARCHIVES

    Las «computadoras de Harvard» con Edward Charles Pickering.

    Las mujeres cobraban mucho menos, por lo tanto, Pickering podía permitirse contratar a varias de ellas que, además, eran consideradas concienzudas y observadoras, ideales para el aburrido y repetitivo trabajo que requería el análisis de los datos.

    Por ser mujeres, ninguna de ellas tenía derecho a operar los telescopios, lo que limitaba en gran medida su trabajo. Despectivamente, el resto de colegas se referían al grupo como «el harén de Pickering».

    A Leavitt le tocó trabajar con la estrellas variables Cefeidas, cuyo brillo cambia con el tiempo. A pesar de las restricciones con las que contaba en su trabajo, ella se fijó en 1908 en un detalle al que los demás científicos no habían prestado demasiada atención: las estrellas palpitaban con un ritmo regular y, cuanto más largo era su periodo, más luminosidad intrínseca tenían.

    El patrón se conoce ahora como la «ley de Leavitt», que dice que una estrella que tarda más en palpitar es intrínsecamente más brillante que una que lo hace rápidamente.

    Henrietta Swan Leavitt

    FUENTE DE LA IMAGEN,SCHLESINGER LIBRARY, HARVARD RADCLIFFE INSTITUTE.

    Esto podía haberse quedado en una simple curiosidad, pero Leavitt aplicó este conocimiento a las imágenes de la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia enana cercana a la Vía Láctea. En esta muestra más pequeña, su teoría se veía aún más clara.

    Leavitt concluyó que simplemente midiendo la velocidad de pulsación, que puede ser de días o semanas, y viendo su brillo desde la Tierra, un astrónomo puede deducir lo lejos que se encuentra el objeto observado. Esto fue tan transformador que convirtió la imagen bidimensional del universo en una en 3D.

    Su trabajo, quizás por ser adelantado a su época, o quizás simplemente por ser mujer, quedó arrinconado una década hasta después de su prematura muerte debido a un cáncer estomacal.

    Fue entonces cuando Edwin Hubble utilizó el descubrimiento de Leavitt de 1920 para deducir que las manchas de luz en el cielo eran galaxias enteras mucho más lejanas a la nuestra.

    El universo, nos enseñó, era mucho más grande de lo que se pensaba.

    Cecilia Payne-Gaposchkin, la materia de la que están hechas las estrellas

    Cecilia Payne-Gaposchkin trabajando.

    FUENTE DE LA IMAGEN,HARVARD UNIVERSITY ARCHIVES.

    En la Universidad de Cambridge, Cecilia Payne (más tarde Payne-Gaposchkin, 1900-1979), siendo la única mujer en su clase de física, tenía que sentarse en la primera fila y soportar una humillación diaria.

    Su profesor Ernest Rutherford, el padre de la física nuclear, la miraba fijamente y empezaba: «Señoras y señores».

    «Todos los chicos recibían regularmente esta ocurrencia con aplausos estruendosos y pateando con los pies… en cada clase deseaba hundirme en la tierra. Hasta el día de hoy, instintivamente, ocupo mi lugar lo más atrás posible en una sala de conferencias», confesó en su autobiografía.

    Los desplantes de sus compañeros no lograron desanimarla, pero Payne pensó que, como mujer, tendría más oportunidades para trabajar en astronomía en Estados Unidos que en su Reino Unido natal.

    De hecho, a pesar de completar sus estudios en Cambridge, jamás obtuvo allí su título, ya que la universidad no permitió a las mujeres graduarse hasta 1948.

    En 1923 obtuvo una beca de investigación para entrar en el Observatorio del Harvard College donde, como Henrietta Swan Leavitt, trabajó asociada a las «computadoras de Harvard».

    Allí utilizó los últimos conocimientos en física cuántica para elaborar la idea de que las estrellas están hechas principalmente de hidrógeno y helio, una idea revolucionaria en la época.

    Cecilia Payne-Gaposchkin.

    FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

    Llegó a esta conclusión después de relacionar con precisión los diferentes tipos de espectros de las estrellas con sus temperaturas reales aplicando la teoría de la ionización desarrollada por el astrofísico indio Meghnad Saha.

    Demostró que la gran variación que se observaba en las líneas de absorción estelar se debía a diferentes cantidades de ionización a distintas temperaturas, no a diferentes cantidades de elementos.

    Hasta entonces, la ciencia no había logrado deducir de qué estaban hechas las estrellas, y se pensaba que tenían ingredientes similares a los del planeta Tierra. Payne aseguró que las estrellas eran mucho más sencillas de lo que nadie hubiera pensado, e incluyó sus hallazgos en su tesis doctoral.

    Sin embargo, uno de los astrónomos más reconocidos de la época, Henry Norris Russell, le aconsejó que eliminara esa idea de su tesis doctoral en 1925 porque iba en contra de la corriente de pensamiento dominante.

    Unos años después, sin embargo, Russell llegó a la misma conclusión por otros métodos y acabó, durante muchos años, llevándose el crédito del descubrimiento.

    Pionera en muchas cosas, Payne-Gaposchkin fue la primera doctorada en física del Radcliff College, que en su momento era la rama femenina de Harvard. Años después se convirtió en la primera mujer que dirigió el departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard.

    Vera Rubin, la pionera de la materia oscura

    Vera Rubin.

    FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

    Siendo niña, Vera Rubin (1928-2016) construyó su primer telescopio con un tubo de cartón que le dieron en un comercio de linóleos y con unas pequeñas lentes que compró en una tienda de material científico.

    Años después, fue la primera mujer a la que se permitió operar el Observatorio Palomar en California, desde donde hizo un descubrimiento del que aún hoy se están intentado descifrar sus misterios: la materia oscura.

    Hoy, lleva su nombre el observatorio con la lente más potente jamás fabricada para un telescopio se construye en el norte de Chile.

    Aunque su familia siempre fomentó su talento y pasión por la ciencia, cuando Rubin contó a su profesor de física del instituto, donde era prácticamente la única chica, que planeaba ir a la universidad, este le recomendó que evitara las carreras científicas.

    Por suerte, ella no le hizo caso y se graduó en el Vassar College en 1948.

    Finalizó su doctorado seis años más tarde, a la vez que cuidaba de sus hijos pequeños y teniendo que acudir muchas veces a clases nocturnas, mientras que sus padres cuidaban de los niños y su marido, también científico, la esperaba en el coche.

    Durante casi toda su carrera Vera Rubin tuvo que enfrentarse a los prejuicios machistas de los que consideraban que la vida de una madre de cuatro hijos era incompatible con la ciencia, pero ella siempre se mostró combativa.

    Vera Rubin.

    FUENTE DE LA IMAGEN,AIP EMILIO SEGRÈ VISUAL ARCHIVES, RUBIN COLLECTION

    Un ejemplo es cuando pudo por fin tener acceso al Observatorio de Palomar, donde no había baño de señoras. Ella decidió no echarse atrás y le pegó una falda de papel a la puerta del baño de hombres para crear el suyo propio. A lo largo de su vida luchó por la inclusión de las mujeres en los comités y conferencias científicas.

    Rubin estaba fascinada con las galaxias espirales y quiso estudiar cómo rotaban. Hasta entonces, se asumía que esta rotación se ralentizaba según la distancia al centro de la galaxia, igual que los planetas orbitan más lentamente cuanto más lejos del Sol están.

    En uno de sus primeros estudios, ella cuestionó esta idea, y aunque su posición fue recibida con escepticismo, acabó teniendo razón.

    Más tarde, en los años 70, Rubin descubrió algo sorprendente: las galaxias que observaba giraban tan rápido, que lo lógico sería que se separaran si solo fuera la gravedad de sus estrellas la que las mantenía unidas. Sin embargo, se mantenían unidas, por lo que tenía haber algo más grande pero completamente invisible que ejerciera esa fuerza: la materia oscura.

    50 años más tarde, sabemos que en torno al 84% del universo está compuesto de materia oscura, aunque aún no comprendemos lo que es.

  • Este año, 2,458 procesados por violencia contra mujeres: FGJ

    Este año, 2,458 procesados por violencia contra mujeres: FGJ

    A pesar de las medidas aplicadas para disminuir los actos de violencia de los que son víctimas las mujeres en la Ciudad de México, las agresiones persisten y este año un promedio de seis personas fueron llevadas ante jueces del Tribunal Superior de Justicia por diversos delitos, de acuerdo con el reporte anual que presentó la titular de la Fiscalía General de Justicia, Ernestina Godoy.

    Entre los casos de mayor impacto que mencionó la funcionaria está el de la joven Ariadna Fernanda, quien fue encontrada sin vida a principios de noviembre en el estado de Morelos. Por el feminicidio, su amiga Vanessa y la pareja sentimental de ésta, Rautel enfrentan ya un proceso.

    También destacó el asesinato de la cantante Irma Lydia en un restaurante de la colonia Del Valle. Su esposo –quien ya falleció– y su escolta fueron vinculados a proceso por ese caso.

    En el recuento anual, la fiscal capitalina detalló que del 1º de enero al 15 de diciembre un total de 2 mil 458 personas fueron acusadas por cometer delitos contra mujeres, entre las que se encuentran niñas y adolescentes.

    Precisó que se cumplimentaron 632 órdenes de aprehensión y se detuvo a mil 826 personas en flagrancia, además de llevar a proceso a 2 mil 458. De ellas, mil 352 fueron acusadas por violencia familiar, 615 de abuso sexual, 215 por violación y 79 por feminicidio.

    A 69 se les imputó acoso sexual, 54 por tentativa de feminicidio, 40 contra la intimidad sexual, 24 por trata de personas y 10 por tentativa de violación.

    Sobre estos casos, Godoy destacó que la Policía de Investigación detuvo a dos hombres acusados de ataques sexuales en serie, identificados como Miguel N y Marcelo N, quienes fueron identificados como “el violador de Periférico y el falso trabajador de la Comisión Federal de Electricidad”.

    El primero está relacionado con al menos 31 ataques sexuales y fue sentenciado a más de 143 años de cárcel por varios procesos relacionados con distintas carpetas de investigación. El segundo recibió su primera vinculación a proceso, pero ya se integran otras indagatorias en su contra porque se le relacionan con al menos 10 agresiones.

  • Mujeres con minusvalía, las que menos ingresan a la universidad: estudio

    Mujeres con minusvalía, las que menos ingresan a la universidad: estudio

    Las mujeres con discapacidad tienen menos oportunidad de cursar estudios universitarios en comparación con los hombres que se encuentran en la misma condición. Un análisis elaborado por el Observatorio sobre Inclusión Social de las Personas con Discapacidad (Obindi) arrojó que sólo el 3.18 por ciento de ellas accede a ese tipo de educación, mientras que en los varones son el 6.08 por ciento.

    Por otra parte, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres)advirtió que el 74.4 por ciento de las féminas que tienen alguna limitación han vivido violencia, en contraste con las mujeres que no están en esta condición el porcentaje es de 66.7.

    El Obindi, en el que participan expertos de las universidades Iberoamericana y la Autónoma Metropolitana, unidad Lerma, subrayó que las diferencias en el acceso a la educación entre mujeres y hombres con discapacidad también se refleja de manera pronunciada en el nivel de posgrado, donde ellas registran una participación de 26.51 por ciento, en tanto que ellos 73.49 por ciento, lo anterior con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

    Indicó que al observar la matrícula de estudios profesionales, las mujeres con alguna discapacidad registran 46.8 por ciento de participación, contra el 53.1 por ciento de los hombres. En este sentido, apuntó que en las carreras técnicas predominan las féminas, con 83.2 por ciento, por 16.75 por ciento de los hombres.

    Respecto a la violencia que vive este sector de la población, el Inmujeres señaló que según los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021, entre las mujeres de 15 años y más hay, 22 millones con discapacidad o limitación, de las cuales 16.3 millones han vivido algún incidente de violencia.

    Reconoció que debido a que en algunas ocasiones ellas no pueden responder directamente los cuestionarios, es probable que haya un subregistro.

    La mayoría de ellas reportan violencia sicológica, sexual, física y económica o patrimonial.

    Ante estos resultados, el instituto resaltó que es fundamental que puedan hacer uso de su capacidad jurídica para denunciar o tomar decisiones sobre su vida para lograr la igualdad de género y su empoderamiento.

  • Las crónicas en primera persona que revelan los abusos a las mujeres que están en prisión

    Las crónicas en primera persona que revelan los abusos a las mujeres que están en prisión

    “Dolores intensos y hemorragias, ese era mi día a día en la cárcel. ¡Tantas mujeres y tan pocos médicos! (…) ¿Cómo iba a decirle que había estado en la cárcel y que no era culpa mía la falta de cuidado? ¡Qué iba a pensar la doctora! Fue a causa de ese abandono y por la falta de atención en salud dentro de la cárcel que debían sacarme el útero: ya no había cómo salvarlo”. Así inicia el relato de ‘la profe’, uno de los 18 textos compilados en ‘Oscuridad Mágica’, un libro de cuentos, crónicas y poemas que cuentan en primera persona las violencias que vivieron varias mujeres mientras estaban privadas de la libertad.

    El proyecto literario fue impulsado por la corporación ‘Mujeres Libres’ y busca, a través de estas narraciones, hacer pedagogía sobre las Reglas de Bangkok, un conjunto de 70 normas que ONU adoptó en 2010 para mitigar el impacto que tiene el sistema penitenciario sobre las mujeres y sus núcleos familiares. Por ejemplo, en el caso de la ‘profe’ se estaría violando la Regla número 18, que indica que las reclusas deben tener acceso pleno al cuidado de su salud sexual y reproductiva.

    Claudia Cardona, líder de ‘Mujeres Libres’, la corporación que desde hace cinco años agrupa a mujeres ex prisioneras y a algunos de sus familiares, decidió crear la cartilla porque en su experiencia de casi una década en prisión encontró que estas orientaciones son muy poco conocidas.

    “Yo no quería darles unos papeles para que leyeran y ya. Yo quería que se capacitaran y analizaran sus experiencias a la luz de esta normativa”, cuenta Cardona. Durante 8 meses la corporación formó a 15 mujeres privadas de la libertad en escritura narrativa y en las Reglas de Bangkok, para que ellas mismas las socialicen con otras internas.

    Un sistema en crisis

    “Golpes en las paredes y forcejeo de los cuerpos de las guardianas contra el chico. Él convive con su pareja desde hace ocho años. Vemos como una dragoneante lo somete por el cuello, mientras otra logra botarlo contra el suelo.

    Su compañera ruega que no lo golpeen… Solo se sigue escuchando la pelea por la escalera del cuarto tramo.

    Las guardias hacen “pasillo de honor” para golpearlo, patadas y puños vuelan. Se sigue escuchando entre gritos que no le peguen (…) Lo maltratan por 20 minutos más. Suena un silbato que las calla a todas, es a la hora del almuerzo, ‘aquí no pasó nada’, un silencio acompaña la fila hacia el rancho.”

    Tal y como lo cuenta la crónica firmada por ‘Esmeralda’, el colapso del sistema penitenciario y las violaciones a los DDHH en las prisiones de Colombia son apenas evidentes. La Corte Constitucional ha dictado varias sentencias para proteger a la población carcelaria y en tres de ellas, las T-760 del 2008, T-388 de 2013 y T625 del 2016, declaró el Estado de Cosas Inconstitucional en el sistema carcelario. Es decir, encontró que hay una vulneración repetida y constante de los derechos fundamentales en estos centros.

    La corporación ‘Mujeres Libres’ socializa su libro de crónicas en la cárcel distrital en Bogotá, el 9 de diciembre de 2022.
    La corporación ‘Mujeres Libres’ socializa su libro de crónicas en la cárcel distrital en Bogotá, el 9 de diciembre de 2022.RRSS

    El escenario empeora si se es mujer o se tiene identidad de género diversa, tanto por las condiciones dentro de los centros penitenciarios como por el impacto en sus núcleos familiares, pues en la mayoría de casos las labores de cuidado y el hogar recaen en las mujeres. Así lo confirman datos del ministerio de Justicia que en 2020 encontró que de las 6.623 mujeres en prisión, el 94% eran madres, en su mayoría de menores de edad, y el 75% eran las principales proveedoras de su hogar.

    A estos datos se le suman los consignados en el informe “Mujeres y prisión en Colombia: Desafíos para la política criminal desde un enfoque de género”, de investigadores del Centro de Investigación y Docencia Econóomicas (CIDE) de México, del Comité Internacional de la Cruz Roja de y la Universidad Javeriana. En él se advierte otra triste realidad: al menos la mitad de las mujeres en prisión han sido víctimas de violencia en algún momento de su vida. El 48% han sufrido violencia física, el 43% violencia psicológica y el 22% de violencia sexual.

    La relación entre la violencia y la privación de la libertad no es un coincidencia para la artista Manuela Besada-Lombana, quien acompañó el proceso creativo detrás de las dolorosos relatos: “Las mujeres no tenemos acceso a la justicia cuando somos víctimas, pero cuando somos las victimarias se nos castiga con todo el rigor”, aseguró. “A nivel personal fue un proceso de confrontación. Me permitió pensar la justicia de una forma más amplia y restaurativa”, explica Besada, quien además participó en la ilustración del libro.

    Precisamente, el Ministerio de Justicia ha alertado por la tendencia de que cada vez haya más mujeres en las cárceles, un fenómeno que no han abordado como prioridad los últimos Gobiernos. Por eso organizaciones como ‘Mujeres Libres’ siguen luchando por lograr avances en la garantía de derechos básicos para las mujeres privadas de la libertad. Uno de sus logros más importantes es la aprobación, en julio pasado, de la Ley 2261 o de salud menstrual. Ésta garantiza la entrega mensual de material de higiene menstrual por parte de las autoridades carcelarias. Según cuenta Claudia, antes de esta ley les daban solo 10 toallas higiénicas cada tres meses.

    El siguiente hito de ‘Mujeres Libres’ y otras organizaciones aliadas es lograr que el presidente Gustavo Petro firme la ley de alternatividad penal para mujeres cabeza de familia. El proyecto está en el limbo desde que el entonces presidente Iván Duque se negó a firmar por no incluir a los hombres y por considerar alivios penales por delitos relacionados a drogas, por los que están condenadas el 52% de las mujeres privadas de la libertad.

    A la par de esos esfuerzos legislativos, las activistas quieren llevar el libro ‘Oscuridad Mágica’ a diferentes cárceles del país. Ya iniciaron en la Cárcel Distrital de Bogotá. A Cardona le hace ilusión que en un futuro ninguna mujer tenga que vivir las violencias que ella y muchas mujeres más han sufrido. Y destaca la acogida que han tenido: “ver cómo sus rostros cambian cuando les habla alguien que ha vivido la prisión es increíble. Como lo es la fuerza y el amor de quienes decidieron contar sus historias”.

  • Desapariciones de niñas y adolescentes aumentan 19%

    Desapariciones de niñas y adolescentes aumentan 19%

    Los casos de niñas y adolescentes entre 10 y 19 años que desaparecieron en México y que no han sido encontradas crecieron 19% este 2022 en comparación con el 2021, según muestran datos de la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación (Segob).

    Entre enero y hasta ayer, 21 de diciembre del 2022, en el referido rango de edad desaparecieron 1,280 niñas y adolescentes, mientras que para el mismo periodo pero del 2021 los casos ascendieron a 1,075.

    En las menores de 10 a 14 años se han registrado este año al menos 420 casos mientras que para el 2021 fueron 361. En tanto que entre las jóvenes de 15 a 19 años se pasó de 714 a 860.

    En general, el número de mujeres que han desaparecido y no han sido encontradas este año asciende a 3,000, mientras que para el 2021 la cifra fue de 2,871 víctimas, es decir, hay un alza de 4.4 por ciento.

    Los datos de mujeres desaparecidas este año contrasta con el de hombres ya que en ellos los casos en general disminuyeron, según los datos de Segob.

    De enero y hasta ayer se contabilizaban 6,503 casos mientras que para el 2021 la cifra fue de 7,303, es decir, una baja de 10.9 por ciento.

    Ven desdén a problemática

    Las desapariciones de mujeres son reflejo de las tendencias delictivas que, en gran parte, el crimen organizado ha impulsado. Sin embargo, también son muestra de las deficiencias y el desdén por parte del gobierno para implementar estrategias a favor de las mujeres, señalaron activistas.

    Leticia Burgos Ochoa, fundadora de la Red Feminista Sonorense y la Red Nacional de Alertistas, destacó que a diferencia de la década de los 70 o 80, cuando las mujeres desaparecían por razones políticas, hoy se observa claramente cómo los asesinatos y las desapariciones se ven fuertemente ligadas a delitos como feminicidio o por el crimen organizado, sin dejar de lado la tendencia al alza de los casos en donde está presente en violencia de pareja, o la trata de personas.

    La activista y exlegisladora añadió que la problemática de las desapariciones de mujeres también se ve enmarcado por una tendencia a minimizar y, subestimar, los casos por parte del gobierno.

    Hay un “desdén” por “no querer reconocer plenamente la problemática y consecuentemente falta de una estrategia”, dijo.

    Para María Josefina de León, madre de Cinthya Mabel Pantoja de León, desaparecida el 22 de abril de 2012 en el municipio de Nuevo Padilla, Tamaulipas, las desapariciones de mujeres se han incrementado en los últimos años por motivos como el confinamiento provocado por el Covid-19; delitos de trata, explotación sexual o aquellos casos relacionados con feminicidios.

    Sin embargo, la también fundadora de la Red de Desaparecidos de Tamaulipas advirtió que a pesar de que la problemática ha obligado a generar avances en la última década en materia de búsqueda e investigación del delito, estos no se ven reflejados en la erradicación de las malas prácticas que existen al interior de las instituciones.

    Agregó que aún se ven Ministerios Públicos que no sirven, que revictimizan, o donde la perspectiva de género no se aplica, mientras que no hacen uso de los instrumentos que fueron creados para los protocolos de búsqueda.

    Faltan muchísimas cosas de fondo, los procedimientos y protocolos han avanzado, pero la gente, los que operan, viven en el pasado, haciendo que las familias sean sometidas a una serie de situaciones de revictimización que no dejan avanzar”.

    Un total de 520 personas extranjeras se encuentran desaparecidas y no localizadas en nuestro país del primero de enero al 21 de diciembre de este año, esta cifra es 9.9% más que en el mismo lapso, pero del 2021.

    Durante ese periodo, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), se registró un total de 473 víctimas.

    Dicho datos señalaron que del total de este año, 463 son varones, mientras que 219 son mujeres y nueve se catalogaron como indeterminadas.

    Con lo que respecta a la ubicación de las desapariciones este año, la RNPDNO que dependen de la Comisión Nacional de Búsqueda, detalló que Coahuila es el estado que concentró el mayor número con un total de 106, en segundo lugar se encuentra Nuevo León con 101 y en tercer lugar está Chiapas con 75 personas sin ubicar.

    En el otro extremo, Campeche, Tlaxcala y Aguascalientes no registraron ningún evento de este tipo de característica y Oaxaca con 1.

    Por otro lado, se determinó que entre enero y el 21 de diciembre de este año se localizaron a 171 personas de las cuales, 159 fueron halladas con vida (92.8%) y 12 sin vida, es decir 7.025% del total. (Redacción)

  • Tras condenar la prohibición de los talibanes a las mujeres de ir a la universidad, la ONU pide su revocación inmediata

    Tras condenar la prohibición de los talibanes a las mujeres de ir a la universidad, la ONU pide su revocación inmediata

    La ONU, todas sus agencias y los expertos en derechos humanos han condenado la decisión de los talibanes de cerrar las universidades a las mujeres y han solicitado a las autoridades de facto que gobiernan Afganistán que «revoquen inmediatamente la decisión».

    En un comunicado, la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) instó a tales autoridades a «reabrir las escuelas para niñas más allá del sexto grado y poner fin a todas las medidas que impiden a las mujeres participar plenamente en la vida pública cotidiana».

    Violación clara del derecho a la educación

    El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, describió la prohibición como «otro golpe atroz y cruel a los derechos de las mujeres y niñas afganas y un revés profundamente lamentable para todo el país».

    Tras recordar que su exclusión sistemática de prácticamente todos los aspectos de la vida «no tiene parangón en el mundo», sostuvo que prohibir a las mujeres la educación terciaria es «aún más desgarrador» si se tienen en cuenta sus vitales contribuciones a lo largo de los años.

    «Además de la prohibición de que las niñas asistan a la escuela secundaria, basta pensar en todas las doctoras, abogadas y maestras que se han perdido, y que se perderán, para el desarrollo del país», dijo el alto funcionario de la ONU.

    Afirmó que suspender el acceso de las mujeres a la educación terciaria y superior supone una «clara violación» de las obligaciones contraídas por Afganistán en virtud del derecho internacional, y añadió que su derecho a acceder a todos los niveles educativos sin discriminación es «fundamental e incuestionable».

    Unas niñas leen sus libros de texto en el centro educativo Dasht-e-Barchi de Kabul (Afganistán). (archivo)
    © UNICEF/Shehzad Noorani
    Unas niñas leen sus libros de texto en el centro educativo Dasht-e-Barchi de Kabul (Afganistán). (archivo)

    Confinamiento entre cuatro paredes

    La prohibición de que las mujeres asistan a la universidad es una continuación de las políticas de discriminación sistemática de los talibanes.

    Desde agosto de 2021, han prohibido a las niñas cursar estudios secundarios, han restringido la libertad de circulación de mujeres y niñas, han excluido a las mujeres de la mayor parte de la población activa y les han prohibido utilizar parques, gimnasios y baños públicos.

    Estas restricciones culminan con el confinamiento de las mujeres y niñas afganas a las cuatro paredes de sus hogares, según la UNAMA.

    «Impedir que la mitad de la población contribuya de forma significativa a la sociedad y a la economía tendrá un impacto devastador en todo el país».

    Hacerse daño a sí mismo

    La UNAMA recordó que estas prácticas expondrán a Afganistán a un mayor aislamiento internacional, penurias económicas y sufrimiento, «lo que repercutirá en millones de personas durante años».

    «La ONU estima que restringir el trabajo de las mujeres puede suponer una pérdida económica de hasta 1000 millones de dólares, o hasta el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) del país», explicaron, y añadieron que prohibir el acceso de las mujeres a las universidades, incluidas las maestras y profesoras, contribuirá a pérdidas económicas adicionales.

    La educación es un derecho humano básico, recordó la misión de la ONU. Excluir a las mujeres no sólo les niega este derecho, «sino que niega a la sociedad afgana en su conjunto el beneficio de sus contribuciones».

    Repercusiones

    La exclusión de facto de mujeres y niñas de la educación, el lugar de trabajo y otros ámbitos de la vida por parte de las autoridades aumenta los riesgos de matrimonios forzados y de menores, así como la violencia y los abusos, señaló la UNAMA.

    «La discriminación continuada contra más de la mitad de la población del país se interpondrá en el camino de Afganistán hacia la consecución de una sociedad inclusiva en la que todos puedan vivir con dignidad y disfrutar de igualdad de oportunidades», aseguraron los responsables de la Misión.

    La ONU recuerda a los talibanes que arrebatar el libre albedrío a las mujeres y excluirlas de todos los aspectos de la vida pública y política va en contra de las normas universales de derechos humanos en las que se basan las sociedades pacíficas y estables.

    «Esta decisión será un factor negativo para los afganos en el extranjero que se planteen regresar y obligará a más personas a huir del país», continúa el comunicado.

    Un grupo de niñas de primaria sentadas en su clase en un instituto de la provincia afgana de Nuristán.
    © UNICEF/Sayed Bidel
    Un grupo de niñas de primaria sentadas en su clase en un instituto de la provincia afgana de Nuristán.

    Cerrar la puerta al futuro

    El máximo representante de la ONU en el país, Ramiz Alakbarov, afirmó en Twitter que la Organización «habla con una sola voz», al compartir la indignación de millones de ciudadanos, así como de la comunidad internacional.

    «La educación es un derecho humano fundamental», tuiteó.

    «Una puerta cerrada a la educación de las mujeres es una puerta cerrada al futuro de Afganistán».

    Persecución de género

    Al mismo tiempo, 19 expertos independientes en derechos humanos nombrados por la ONU condenaron la decisión en los términos más enérgicos, señalando que, entre otras muchas «restricciones irracionales», esta medida puede equivaler a persecución por motivos de género, un crimen contra la humanidad.

    El anuncio es «una violación flagrante de sus derechos humanos consagrados en múltiples tratados internacionales, de los que Afganistán es signatario, y tendrá consecuencias desastrosas para los afganos», afirmaron en un comunicado.

    Los expertos también señalaron que otros eruditos islámicos afirmaron que no existe ninguna justificación religiosa o cultural para ello.

    Impacto profundo

    Educar a mujeres y niñas sienta las bases de la autonomía económica de las mujeres y es fundamental para lograr la igualdad de género.

    Sin mujeres instruidas, habrá menos profesionales para atender a la población y sacar adelante a Afganistán, sostuvieron los expertos.

    Señalaron que las doctoras son necesarias para proporcionar a las mujeres una atención médica adecuada, ya que las autoridades de facto restringen a los médicos varones el tratamiento de mujeres y niñas.

    Sin maestras, que antes constituían el 82% del Ministerio de Educación, el aprendizaje de los niños se resentirá, y sin abogadas, las mujeres y sus familias tendrán acceso a la justicia.

    «Las repercusiones intergeneracionales de tal restricción serán profundas y desastrosas para Afganistán».

    Instaron a los talibanes a «dejar de utilizar la seguridad de las mujeres y las niñas como pretexto para imponerles restricciones severas y desproporcionadas y, en su lugar, abordar la causa fundamental de la violencia y la discriminación contra las mujeres y las niñas, a saber, el comportamiento y las actitudes de los hombres que las consideran inferiores y subordinadas a los hombres y los niños».

    Mujeres veniendo sus pertenecencias en la provincia afgana de Balkh.
    PMA/Julian Frank
    Mujeres veniendo sus pertenecencias en la provincia afgana de Balkh.

    Los más afectados

    Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) presentó los resultados de una encuesta que revela que las mujeres y las niñas de Afganistán son las más afectadas por la crisis humanitaria y económica actual.

    Las limitaciones para trabajar hacen imposible que muchas de ellas puedan alimentarse a sí mismas y a sus hijos, lo que aumenta el riesgo de que adopten estrategias desesperadas para hacer frente a la situación, como vender sus bienes, sacar a sus hijos de la escuela o saltarse por completo las comidas, explicó el PMA.

    Restricciones y más restricciones

    La movilidad de las mujeres se ha visto aún más limitada al obligarlas a ir acompañadas de acompañantes masculinos, lo que ha dificultado su acceso a mercados, clínicas y puntos de distribución.

    Las trabajadoras humanitarias, esenciales para las mujeres y niñas vulnerables, se enfrentan a retos similares.

    Se calcula que en Afganistán hay unas 800.000 mujeres desnutridas embarazadas y lactantes, la cifra más alta jamás registrada en Afganistán, lo que perpetúa un círculo vicioso de madres desnutridas que dan a luz a niños desnutridos.

  • Mujeres en gestación subrogada: procedimientos motivados por la pobreza y marcados por el abuso

    Mujeres en gestación subrogada: procedimientos motivados por la pobreza y marcados por el abuso

    Si no hubiera sido por grupos de Facebook, ‘L’, Angélica y Sofía jamás se hubieran enterado de que podían rentar su vientre y recibir una cantidad de dinero con la que, pensaron, cubrirían las necesidades del día a día y cambiarán su vida en pobreza.

    Entrevistadas por separado, las tres mujeres dijeron primero que aceptaron ser gestantes subrogadas porque querían ayudar a aquellas personas que deseaban tener hijos, pero que por distintas razones no podían.

    Conforme avanzó la charla, aceptaron que la posibilidad de acceder a recursos económicos a cambio de convertirse en madres gestantes fue también un incentivo para hacerlo, aun cuando nunca nadie les dijo de qué forma la ley las protegía al aceptar el procedimiento, cuáles eran sus derechos como subrogantes o si debían recibir más información sobre los riesgos a su salud por someterse a estos procedimientos.

    “Tienen un catálogo y los papás escogen a la gestante”

    ‘L’, de 32 años, vive en Cancún, Quintana Roo, y hace tres años decidió someterse a un proceso para ser madre gestante y poder recibir una compensación económica de 14 mil 500 dólares, unos 290 mil pesos mexicanos.

    Cuenta que antes de 2019 jamás había escuchado nada sobre el alquiler de vientres hasta que un día, mientras revisaba su Facebook, leyó un anuncio en el que solicitaban mujeres jóvenes. El anuncio llamó mucho su atención, pero el miedo a que se tratara de una estafa la detuvo y no contestó el anuncio. Mejor, explica, comenzó a investigar de qué se trataba y si era real.

    Unas semanas después, y luego de darle vueltas al asunto, se decidió y pidió informes a la clínica que había publicado el anuncio. Sus necesidades económicas, acepta, eran tantas que en ese momento encontró una posible solución.

    A los dos meses de escribir para pedir informes, ‘L’ ya estaba embarazada.

    “Pasé todos los exámenes, me dijeron ‘estás lista’ y empecé a tomar los medicamentos, muchos medicamentos, porque empiezan a preparar tu cuerpo de una manera especial”, dijo ‘L’.

    “Ellos (la clínica) tienen como un catálogo (…) y los papás me eligieron para gestar a su hijo”.

    En Quintana Roo, la maternidad subrogada no está legislada; sin embargo, en los últimos años se ha convertido en un paraíso al que acuden parejas y personas solteras de todo el mundo para tener a sus hijos a través de procesos de maternidad por sustitución. Una pareja homoparental que reside en Australia fue quien escogió a ‘L’.

    Antes y después del proceso, comparte la joven, nunca preguntó qué pasaría si el embarazo se complicaba, confió en que la clínica se aseguraría de su bienestar durante todo el proceso y jamás preguntó qué trámites legales se tenían que hacer para que el bebé, una vez que naciera, se fuera con sus padres a Australia.

    Incluso, compartió la joven, aunque el proceso se hizo a través de una clínica de subrogación —o al menos eso fue lo que a ella le dijeron—, una vez que la bebé nació y aún en el hospital, los representantes de la clínica le dieron a firmar una serie de papeles en los que quedaba asentado que ella estaba dando en adopción a la bebé.

    “(En ese entonces) mi hija tenía tres años y necesitaba dinero porque mis opciones ya se me habían acabado y pues vi que eso de rentar mi vientre sería buena opción… sentía que eso me iba a ayudar a salir de mis problemas”, afirmó.

    Antes de tomar la decisión de someterse al procedimiento, se acercó con su familia, específicamente a su mamá y hermana, para platicarles sobre la maternidad subrogada y las compensaciones económicas que recibían las mujeres que lo hacían. De inicio, no lo vieron mal y, si bien no le dijeron que lo hiciera, coincidieron en que era una buena opción y que la cantidad de dinero que ofrecían era adecuada.

    Semanas después, cuando ‘L’ volvió a su casa y les dijo que había empezado el procedimiento y que ya estaba embarazada, toda su familia se enojó, la juzgaron y le dejaron de hablar.

    “Fue la parte más complicada (…) mi mamá me dejó de hablar, mi hermana me bloqueó (de sus redes sociales) y se enojó conmigo. Yo pensaba, creía, que iba a recibir mucho apoyo pero fui un cero para ellos”, recordó.

    Si no es porque durante el embarazo se contagió de COVID-19 y su familia pensó que moriría —pues en aquel momento no había vacuna y la información que se tenía sobre la enfermedad era muy poca—, seguirían sin dirigirle la palabra.

    Víctimas de violencia y en soledad 

    La reacción de la familia de ‘L’ no fue aislada; de hecho, en México suele ser la respuesta común.

    Aunque en solo dos entidades la maternidad subrogada está legislada (Tabasco y Sinaloa), estos procedimientos se llevan a cabo sin control en todo el país violentando los derechos humanos de las mujeres que deciden someterse a ellos.

    María Cristina Pérez Agüero, profesora en la Facultad de Psicología de la UNAM, alerta sobre las complicaciones y secuelas en la salud mental de las mujeres que rentan su vientre porque no solo son juzgadas por sus familias y conocidos, lo que las obliga a llevar los embarazos en completa soledad, sino que también son víctimas de violencia psicológica por parte de las clínicas y agencias que las reclutan.

    Y es que, para garantizar que la mujer no se encariñe con el bebé que crece en su vientre y asegurar que al final del proceso lo entregue a los padres que contrataron el servicio, es más común de lo imaginado que les digan, una y otra vez, que no es de ellas y que solo son incubadoras.

    “Cualquier entorno violento puede conllevar aspectos desde depresión, ansiedad hasta estrés postraumático, y al objetivizar o minimizar un vientre subrogado a ser solo la incubadora no se está viendo todo lo que implica el proceso del mismo embarazo”, dijo Pérez Agüero.

    “Puede no ser el óvulo de la persona que está prestando el vientre, pero es un cuerpo que no está escindido de la mente, de las emociones, y por mucho que la mujer esté consciente de que es una subrogación de vientre, no implica que no vaya a crear ningún vínculo con el ser que está gestando y el que se le esté recordando continuamente que no es la madre, o que solo está funcionando casi como una máquina, pues evidentemente sí atenta contra los derechos de la persona”, subrayó.

    La experta abundó en que este tipo de situaciones también son resultado de la falta de una regulación específica sobre los procedimientos, que ha llevado a que en el país se lleven a cabo en la clandestinidad, dejando a la deriva a las mujeres que deciden someterse a ellos.

    “Es completamente una violación a sus derechos y esto debería atenderse como parte del respeto básico y mínimo de cuando una persona accede a un vientre subrogado”, consideró Pérez Agüero.

    “Quisiera saber de los bebés”

    Angélica vive en Puebla, tiene 31 años y hace tres años fue madre gestante para un papá soltero. Tuvo mellizos.

    “Abrí mi Face y leí una historia de una pareja que no podía tener hijos. Su historia me conmovió mucho porque habían tenido tres intentos fallidos y seguían buscando alguna (madre) gestante… fue por eso que me llamó la atención y empecé a buscar en internet y me uní al grupo”, narró la mujer.

    “Un día me postulé. Puse mi nombre, mi edad, de dónde era, puse una foto mía y dije ‘si en algún momento yo puedo ayudar a alguien, es como dejar una huellita en el mundo, saber que hicimos feliz a alguien o completamos una familia’”.

    Su esposo la acompañó a la Ciudad de México para llevar a cabo el procedimiento. El último mes del embarazo, detalla, ella se fue a vivir al departamento del hombre quien había contratado los servicios de una agencia de subrogación a fin de que estuviera al pendiente y pudiera llevarla de inmediato al hospital cuando fuera necesario.

    Angélica sostiene que la experiencia fue única. Los recordatorios continuos de que ella no era la madre y que se le pagaría por ello, acepta, no los vio mal en ese momento pues pensó que era normal y parte del proceso; incluso, durante la charla informó que estaba en conversación con otra clínica para hacerlo de nuevo porque conoce el proceso y su familia necesita el dinero.

    Sin embargo, conforme avanzó la plática, reconoció que hasta la fecha añora saber qué pasó y cómo están los mellizos.

    “Me quedó la espinita (…) porque no sé cómo son. Alguna vez sí quise saberlo y chequé el perfil (del papá) pero me bloqueó por todas partes… le mandé mensajes pero ya nunca me contestó, no quiere que sepa ya nada”, dijo la mujer.

    “Es un proceso difícil para las mamis gestantes… hay un lazo porque no somos animales, sentimos… de repente sí me pongo a pensar: ¿cómo serán? No sé, muchas cosas que pasan en mi mente”.

    La compensación económica que le dieron a Angélica fue de 180 mil pesos, los cuales recibía tanto en efectivo como en distintas transferencias electrónicas que le hacía directamente el hombre que buscaba ser padre, no la clínica que supuestamente la contrató.

    Al final del procedimiento, detalla, tuvo que destinar parte de ese dinero para atenderse y sobreponerse, porque la clínica y el hombre que se llevó a los mellizos la dejaron completamente sola. Incluso, nunca volvieron a contestar una llamada ni un mensaje.

    “Me costó un poquito de trabajo reponerme (…) tenía yo leche y en la cesárea me fue mal porque se me infectó y los puntos se me estaban encarnando; entonces, todos esos gastos ya fueron parte mía, porque él ya ni siquiera ‘oye, ¿cómo estás?, ¿cómo te fue hoy, ya te recuperaste?’, nada”, lamenta.

    Alquilar su vientre para construir un baño en su casa

    Sofía, a quien se le cambió el nombre al igual que las otras dos entrevistadas para proteger su identidad, vive en el estado de Morelos, está casada y tiene dos hijos.

    Una tarde, cuenta, mientras revisaba su Facebook le apareció una publicación que le llamó mucho la atención: era un anuncio —con videos incluidos— en el que se leía que buscaban a mujeres gestantes quienes recibirían una compensación económica de 250 mil pesos.

    Un anuncio la llevó a otro y a otro y a otro, hasta que encontró un grupo privado al que se sumó con la idea de convertirse en madre gestante y con ello poder acceder al dinero que le servirá para hacer frente a todas las carencias con las que viven ella y su familia.

    Sin mayor información, publicó un mensaje en el que daba a conocer que quería rentar su vientre. Detalló que tenía 24 años, que era madre de dos hijos y que se encontraba completamente sana. De inmediato comenzaron a llegarle decenas de mensajes privados con un sinnúmero de ofrecimientos.

    “Me llegaron varios mensajes de agencias. Unos ofrecen lo que es toda la hospitalización, las citas clínicas, los ultrasonidos. Hay unos que te ofrecen dinero para ropa de maternidad y a lo mejor también hasta alimentación. Hay unos que te ofrecen hasta 250 mil pesos y hay otros que no, que te ofrecen 300 mil, y ya por decir, si lo haces fuera de una agencia depende de la pareja lo que te quiere ofrecer. Hay unos que ofrecen 80 (mil pesos), hay unos que ofrecen 150 o 200 (mil pesos)”, compartió Sofía.

    Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), con actualización a 2020, dan cuenta de que en México el 52.8% de la población se ubica en condición de pobreza y un 17.2% de la población se ubica en extrema pobreza.

    Entre las principales carencias de la población se encuentra el acceso a la seguridad social (52%), acceso a los servicios de salud (28.2%) y acceso a la alimentación nutritiva y de calidad (22.5%).

    Así, con la realidad que se vive en México, Sofía está convencida de que rentar su vientre es una salida a la complicada situación económica que vive.

    “El dinero no sería nada más para mí, sería para el bienestar de mis hijos, comprarles a lo mejor ropa, zapatos o cosas que hagan falta aquí en la casa (…) nosotros somos una pareja joven y la verdad pues el único apoyo que recibí de mi papá fue que nos compró un terrenito”, explicó Sofía.

    “De hecho, ni tenemos baño y digo, pues con ese dinero podemos hacer el baño, las cosas que le hagan falta a la casa y más aparte para nosotros”, detalló.

    Después de su publicación, hubo personas que la contactaron ofreciendo 80 mil pesos en efectivo y en una sola exhibición. Sin tener mayor información y sin saber de qué personas se trata, o con qué objetivo real la buscan, ha estado tentada en aceptar el ofrecimiento. “Peor es nada”, dice resignada.

    Durante semanas contestó a escondidas de su esposo decenas de mensajes privados que le mandaban supuestas clínicas y particulares pidiendo detalles de su estado de salud o solicitando fotos de cuerpo completo. Fueron semanas de soledad e incertidumbre porque no sabía a quién platicarle lo que pretendía hacer.

    Cuando los mensajes se volvieron más y más insistentes, la joven tomó valor y le contó a su madre.

    “Le expliqué y me dice ‘órale, pues anímate… tú todavía puedes tener hijos’. ‘Anímate, dice, y así tienen un dinero y pues no lo vas a criar tú’”, recuerda la mujer.

    Con el aval de su mamá y más tarde el de su esposo, comenzó a tener contacto permanente con las supuestas clínicas que creyó eran las más serias para buscar un buen trato.

    De contratos, seguro médico, seguro de vida, riesgos, legalidad, no sabe nada. No ha preguntado y tampoco es algo que de momento la tenga inquieta. Solo le han dicho que firmarán un contrato en la Ciudad de México, entidad en donde la maternidad subrogada no está legislada.

    “Ya había dicho que me quería operar este año, pero si cabe la posibilidad de poder ser madre gestante pues qué padre. Digo, así nomás lo hago una vez, me opero y ya, ahora sí que todos felices y contentos”, sostiene.

    Hasta agosto de 2022, Sofía no había comenzado el procedimiento por falta de recursos económicos, y es que todo lo que le prometió la agencia que más le convenció y que se presentó bajo el nombre de Baby Boom ha ido cambiando sobre la marcha. Si desea ser mujer gestante, le informaron, ella debe pagar todos los gastos de traslado para realizarle estudios y confirmar si es candidata al procedimiento.

     

    El proyecto Baby Broker Investigation contó con la participación de periodistas de Animal Político en México, iFact en Georgia, The Observer en el Reino Unido y Eesti Päevaleht en Estonia. Reporteras independientes en Kenia y Camboya también participaron. La investigación fue coordinada por Finance Uncovered y recibió apoyo y financiamiento del Pulitzer Center. La investigación completa puede leerse, en inglés, aquí.