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  • Reducir la jornada de trabajo ayudaría a cerrar la brecha laboral de género: Coneval

    Reducir la jornada de trabajo ayudaría a cerrar la brecha laboral de género: Coneval

    Para superar la brecha de participación económica entre mujeres y hombres, hay que generar estrategias “en torno al acceso a guarderías, flexibilización de tiempos de trabajo y reducción de la jornada laboral”, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

    Es lunes, el organismo presentó el Estudio diagnóstico del derecho al trabajo 2022. El análisis identifica las condiciones que determinan en la actualidad el acceso al empleo y propone formas de garantizarlo “en un contexto cambiante” originado por la reforma laboral, la pandemia de covid-19 y “la profundización” de las brechas de género y la informalidad laboral.

    El Coneval destaca varios logros en materia laboral de la actual administración. Sin embargo, señala que la informalidad sigue siendo quizá el mayor reto. “Tan sólo entre 2009 y 2020, la informalidad laboral en México ha registrado porcentajes cercanos al 60% de la población ocupada”, destaca.

    Los empleos informales están ocupados principalmente por jornaleras y jornaleros (87%), población con menor escolaridad (80%), personas adultas mayores (76%) y jóvenes (59%).

    Para remediar esta situación, el organismo recomienda “una política integral” que ponga atención en todas las personas trabajadoras informales, pero con especial foco “en los grupos y sectores más afectados por la informalidad”.

    En octubre pasado, más de 32.4 millones de personas trabajaban en la informalidad, es decir, el 55.4 % de la población ocupada, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

    Las consecuencias de tener un trabajo informal en México van desde la falta de seguridad social, poca estabilidad laboral y, ante la falta de vigilancia, menor probabilidad de contar con prestaciones de ley y flexibilidad laboral. Por otro lado, más posibilidades de tener bajos salarios y jornadas de trabajo más largas.

    De acuerdo con los resultados de la ENOE, las mujeres tienen una mayor tasa de informalidad laboral que los hombres. Para octubre pasado, el 55% de ellos estaba ocupado en un empleo informal, y el 56% de las trabajadoras estaba en esa condición.

    El beneficio de jornadas más cortas

    La falta de apoyo para el trabajo de cuidados y del hogar no remunerado y “el restringido acceso a guarderías” impiden la participación laboral total o parcial de las mujeres, señala el Coneval.

    El acceso a guarderías es un derecho garantizado en la Ley de Seguridad Social (LSS), aclara el organismo. Sin embargo, en México el acceso a la seguridad social sigue estando estrechamente ligado al empleo formal.

    Es necesario, agrega el Coneval en el documento, “reducir el desigual reparto del trabajo de cuidados” a través, por ejemplo, de campañas de concientización. “Además, se requiere atender esta problemática para trabajadoras informales o disponibles para trabajar”.

    Sin embargo, si bien estas medidas son necesarias, también son insuficientes “para posibilitar una mayor participación económica”. Estas estrategias deben ir acompañadas “de la reducción de la jornada laboral y la flexibilidad del tiempo de trabajo a favor de las y los trabajadores, sin que implique pérdida de ingresos, son necesarios para favorecer el trabajo de la mujer”.

    La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y otras instancias podrían coordinar dicha estrategia, propone. La STPS podría “generar espacios para discutir diferentes alternativas para la reducción de la jornada laboral y esquemas de jornadas flexibles que mejoren el equilibrio entre trabajo y familia”.

    Mientras que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Secretaría de Bienestar, agrega el organismo, podrían participar “para adoptar medidas para garantizar el acceso al servicio de guarderías para las hijas e hijos de las mujeres que trabajan o están dispuestas a hacerlo”.

    Actualmente en el Senado y en la Cámara de Diputados hay iniciativas para reducir la jornada laboral. Aunque en realidad los proyectos no tienen un enfoque de género, bajar el número de días obligatorios o las horas semanales que deben ser laboradas podría ayudar a las mujeres, de acuerdo con lo expuesto por el Coneval.

    Blanca Juárez

  • Buscarlas a todas: la crisis de desaparición de niñas y mujeres en México

    Buscarlas a todas: la crisis de desaparición de niñas y mujeres en México

    México cierra el año con la terrible cifra de dque no han vuelto a casa, de acuerdo con cifras oficiales. En el marco de la campaña 16 días de activismo contra la violencia de género, y en un país con una crisis en materia de desapariciones, se debe visibilizar aquellas causas y problemáticas que específicamente se relacionan con la desaparición de mujeres y niñas, así como diferenciar las estrategias con enfoque de género que el Estado debe implementar para frenar la violencia y las violaciones a derechos humanos hacia todas.

    De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, el principal rango de edad se encuentra entre los 15 y 19 años de edad y, en entidades como el Estado de México, Guanajuato, Puebla, Yucatán y Quintana Roo existe un porcentaje mayor de mujeres desaparecidas que de hombres.

    El Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas en su informe de su visita a México de 2021 señaló que las desapariciones de mujeres y niñas han ido en aumento, y que algunos casos correspondían a desapariciones vinculadas con la sustracción de niños y niñas (dentro o fuera del ámbito familiar); a desapariciones como medio para ocultar la violencia sexual y feminicidio y, otros, a la trata de personas y explotación sexual (párrafo 14). Mientras que el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), en sus observaciones finales sobre México, mencionó su “profunda preocupación” por la persistencia de patrones generalizados de violencia contra las mujeres, incluyendo el aumento de desapariciones, para lo cual reiteró sus recomendaciones sobre la necesidad de adoptar medidas urgentes, combatir la violencia armada, la delincuencia organizada, los estereotipos, la pobreza y marginación.

    Sin embargo, lejos de cumplir con las recomendaciones internacionales, el escenario de violencia extrema contra las mujeres se ha mantenido y agravado. Por ejemplo, se ha profundizado la militarización, mediante la emisión de acuerdos presidenciales  y reformas legislativas que hacen extensiva la intervención de la Fuerza Armada Permanente en labores de seguridad pública. Como hemos sostenido diversas organizaciones de derechos humanos, la militarización de la seguridad no ha contribuido a reducir la violencia;  incluso, la evidencia sugiere que en algunos contextos regionales este despliegue la incrementa y a quienes más afecta es a niñas, adolescentes y mujeres.

    Además, la estrategia de seguridad no ha priorizado el fortalecimiento y destino de recursos para atender la problemática, tomando en cuenta las características y contextos específicos en cada entidad. El Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará, ha llamado reiteradamente al Estado Mexicano a revisar los planes de seguridad para garantizar la adopción de medidas para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Hasta hoy, eso no ha ocurrido.

    En el Centro Prodh, a partir del  Taller Nacional de Herramientas para Familiares en Búsqueda de Mujeres y Niñas Desaparecidas, el trabajo con colectivos de familiares, así como el acompañamiento y orientación jurídica, hemos identificado la reiterada aplicación de estereotipos de género en las investigaciones y acciones de búsqueda por parte de fiscalías y comisiones de búsqueda estatales. Las autoridades aún se niegan a implementar acciones de búsqueda inmediata, a partir de aseveraciones basadas en prejuicios de género como “seguro, se fue con el novio” o “se fue de fiesta y mañana regresa”, con ello se minimiza la desaparición y obstruye la búsqueda en las primeras horas que son claves para localizar con vida a las mujeres.

    Además, las autoridades continúan sin construir líneas de investigación que realmente apliquen la perspectiva de género como una herramienta que contribuya a esclarecer los hechos. Muestra de ello es la omisión de investigar a personas que tenían antecedentes de haber ejercido violencia familiar en contra de las mujeres previo a su desaparición, o la incorporación de análisis de contexto en regiones en donde se encuentren identificadas otras dinámicas de violencias relacionadas con la trata de personas o el narcotráfico, lo que provoca que se pierda la oportunidad de avanzar en las indagatorias.

    También hemos atestiguado impactos diferenciados para las familias de personas desaparecidas: abuelos, abuelas, tíos o tías se hacen cargo de las hijas e hijos de quienes no han vuelto a casa y asumen el rol de cuidado y manutención, disminuyendo la posibilidad de que se involucren en la búsqueda de las mujeres.

    En un país con miles mujeres desaparecidas o no localizadas, la perspectiva de género debe utilizarse más allá de los discursos oficialistas, y debe más bien aplicarse como una herramienta real, atravesando las investigaciones, búsquedas y la política de seguridad no militarizada. En estos 16 días de activismo, recordamos la necesidad de enfocar los esfuerzos, a partir de medidas concretas dirigidas a contextos diferenciados, para erradicar esta forma de violencia contra las mujeres y niñas, garantizar los derechos humanos y proteger la integridad de todas.

    @CentroProdh

  • Ven 2022 como año letal para mujeres periodistas

    Ven 2022 como año letal para mujeres periodistas

    El año 2022 fue el más letal para mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos al reportarse 14 feminicidios y 2 transfeminicidios en contra de este sector, de acuerdo con el informe Datos y tendencias del registro de agresiones a mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos, periodo 2020–2022.

    Este texto, elaborado por la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, también registró en este periodo un intento de feminicidio y uno de transfeminicidio, más 53 casos de detenciones arbitrarias.

    Asimismo, detalla que en 2021 hubo tres casos de feminicidio y uno de transfeminicidio; un intento de feminicidio y 107 casos de detenciones arbitrarias. En 2020, contabilizó 5 feminicidios y 4 transfeminicidios y 5 intentos de feminicidio; un intento de transfeminicidio y 89 casos de detenciones arbitrarias.

    Por otro lado, el Registro de Agresiones a Mujeres Periodistas y Defensoras de Derechos Humanos destaca que al corte con fecha 28 de noviembre, hubo mil 318 agresiones contra 296 mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos en México.

    En comparación a 2020 y 2021, periodo de confinamiento por la contingencia sanitaria de Covid 19, la Red, enumeró un volumen considerable de agresiones con mil 701 ataques a 392 periodistas y defensoras, en 2020, y mil 574 actos en contra de 373 mujeres de ambos sectores, en 2021.

    Las expertas de la red enlistaron que el tipo de agresiones cometidas de forma recurrente en 2022, son: en primer lugar, amenazas; segundo, violencia física y tercero, limitación, impedimentos y ataques por comunicar y/o recibir información.

    Luego, hostigamiento y finalmente limitación, impedimentos y ataques por manifestarse.

    Entre otros ataques, que fueron cometidos durante los dos años de confinamiento, se encuentran: campañas de desprestigio, cuestionamientos o puestas en duda del liderazgo y credibilidad de la defensora o periodista y, detención arbitraria e inicio de causas o juicios penales, fiscales o administrativos.

    La compilación de datos también identifica a los responsables materiales e intelectuales de las agresiones cometidas pues señala que quienes encabezan la lista de perpetradores son en su mayoría autoridades públicas de distintos niveles de gobierno.

    En primer lugar, se encuentran autoridades públicas: federales, nacional o central/estatales o provinciales/municipales/comunitarias; en segundo lugar, Policía: federales, nacional o central/estatales o provinciales/municipales/comunitarias y en tercer lugar desconocidos.

    Luego, usuarios virtuales desconocidos y finalmente partidos políticos o sus integrantes.

    Las entidades federativas en donde los agresores perpetraron el mayor número de actos en contra de mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos durante 2022, son: Ciudad de México, Guanajuato, Estado de México, Michoacán y Nuevo León.

    Otros estados peligrosos para que las mujeres ejerzan su profesión son Puebla, Oaxaca, Chiapas y Guanajuato.

    Al respecto, Aurora de la Riva, codirectora de Incidencia de la RNDDHM, atribuyó el aumento de la violencia en contra de las profesionales en comunicación y defensoría de derechos humanos a que de por sí una mujer en la normalidad ya es sujeto de agresiones y el alzar su voz para denunciar denuncias, la triplica.

    “Una mujer que se apropia de su voz, que se reúne con otras mujeres para hacer denuncias, desafiar intereses y denunciar ilícitos es mayor blanco de actos violentos por parte de una sociedad machista y ya la violenta desde el aspecto familiar”, dijo.

  • Talento en fuga: Renuncia de mujeres en puestos ejecutivos duplica la cifra de ascensos

    Talento en fuga: Renuncia de mujeres en puestos ejecutivos duplica la cifra de ascensos

    “Las empresas tienen un nuevo problema de tubería. Las mujeres líderes están dejando sus empresas a la tasa más alta que jamás hayamos visto, y a una tasa mucho más alta que los líderes hombres”, advierte la consultora McKinsey en un nuevo informe. De acuerdo con la investigación de la firma, dos mujeres en puesto de liderazgo renuncian por cada una que logra ascender a ese nivel.

    Por octavo año consecutivo, la investigación de la firma muestra que las empresas mantienen un peldaño roto que impide a las mujeres ascender a los puestos gerenciales. Por cada 100 hombres que son promovidos a un nivel de entrada en posiciones gerenciales, sólo 87 mujeres logran estos ascensos. Pero este año, las compañías tienen un nuevo desafío: la permanencia de las trabajadoras que lograron romper con el techo de cristal.

    Fátima Masse, coordinadora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), considera que esta fuga de talento femenino en puestos de liderazgo se vincula con el diseño de las posiciones, es decir, los trabajos en estos niveles no suelen estar diseñados para las mujeres.

    “No es como que los puestos deban tener un perfil muy adecuado, pero hay una razón por las que muchas mujeres se ven desalentadas de tomar promociones o de trabajar en ciertas ocupaciones y es que son incompatibles con la realidad que viven y no es falta de aspiración, sino una incompatibilidad real. Esto se combina con esta mayor necesidad de bienestar que nos quedó después de la pandemia”, expone la especialista.

    A principios de este año, un estudio de Qualtrics alertó sobre este fenómeno. El reporte de Tendencias en la experiencia del empleado 2022 evidenció una disminución en el interés de las mujeres en puestos de toma de decisiones en permanecer en sus empresas.

    Aunque el análisis de McKinsey está acotado al mercado laboral de Estados Unidos. Para Fátima Masse, la falta de posiciones directivas diseñadas para el talento femenino es un fenómeno que también se observa en nuestro país.

    De acuerdo con la investigación de la firma, la fuerza laboral femenina en puestos de liderazgo renuncia por factores como las microagresiones (más tendencia a percibir que no están calificadas para el puesto, por ejemplo), las sobrecargas de trabajo y el bajo reconocimiento, así como por un deseo de flexibilidad laboral y compromiso con el bienestar de los empleados.

    “La permanencia es clave en toda la estructura, porque si quieres pensar en la posibilidad de que las mujeres vayan creciendo, es importante que se considere desde el punto de entrada, donde vemos que en su mayoría hay paridad”, apunta Fátima Masse.

    Para Aideé Zamorano, fundadora de Mamá Godín, el gran desafío en México sigue focalizado en la incorporación de mujeres al mercado laboral. Sin embargo, el estudio Women in the Workplace 2022 de McKinsey muestra que hasta en las economías más avanzadas, la fuerza laboral femenina no ha superado las barreras tanto para el ingreso como para la permanencia en las empresas.

    “En México nuestras propias leyes nos ponen el piso muy disparejo a las mujeres, sobre todo cuando decidimos convertirnos en mamás. Una de las soluciones que veo es la falta de un sistema nacional de cuidados para que todas las personas participemos en los cuidados de infancia, personas adultas mayores o con discapacidad, porque si revisamos la historia, estas tareas de cuidado son las que han caído en las mujeres y las que no permiten participar en el mundo laboral”, señala la especialista.

    Los datos del ranking de Mamá Godín 2022 evidencian que sólo el 8% de las empresas en México tiene al menos el 50% de representación femenina en puestos de liderazgo. “Las mujeres se quedan en la entrada, te abren la puerta, pero te quedas en el pasillo, en las posiciones de staff o de contribución personal, pero cuando analizas los organigramas de las empresas que están en la lista, ves cómo va cayendo la representación de las mujeres en los niveles más altos”, comparte.

    ¿Cuáles son las tareas pendientes?

    McKinsey les recomienda a las empresas fortalecer pilares como el trabajo remoto, el desarrollo de líderes que promuevan el respeto y la inclusión, e implementar beneficios y políticas que fomenten tanto el ingreso como la permanencia de las mujeres en el mercado laboral.

    “Para lograr un progreso significativo y sostenible hacia la igualdad de género, las empresas deben considerar centrarse en dos objetivos generales: lograr que más mujeres ocupen puestos de liderazgo y retener a las mujeres líderes que ya tienen. Eso requerirá ir más allá de las prácticas comunes. Las empresas con una mejor representación de mujeres, especialmente mujeres de color, van más allá”, subraya la firma en su investigación.

    Desde la perspectiva de Fátima Masse, un punto importante que se debe fortalecer es que los empleadores vean el beneficio de sumar a más mujeres. “Hoy se ve como una agenda a la que ceden por presiones, pero se asume como un tema de responsabilidad social y se hacen cosas para dar un palomeo”.

    Pese a que la capacitación en materia de género es importante, no son acciones suficientes, señala la especialista. “Pero si estás convencido de que te conviene tener a más mujeres en la toma de decisiones, lo que necesitas es entender primero cómo estás. Si el nivel gerencial es la principal coladera y sabes qué sucede por la maternidad, por ejemplo, entonces tienes qué reflexionar en qué se puede hacer”.

    En la opinión de Aideé Zamorano, el sistema nacional de cuidados y el incremento en los permisos de paternidad intransferibles son acciones que pueden impulsar la incorporación y permanencia de más talento femenino en las empresas.

    Por otra parte, los centros de trabajo tienen que innovar, considera la especialista. “Se vale ir más allá de lo que dicta la Ley Federal del Trabajo, que hoy tiene muchos huecos. Se vale que desde el sector privado también innovemos y pensemos en qué prestaciones se les puede ofrecer a sus empleadas y empleados que les permitan participar en la escalera corporativa, pero también combinar el trabajo con la esfera personal”.

    Gerardo Hernández

  • Parir o abortar en Tijuana: el derecho a decidir de las mujeres migrantes

    Parir o abortar en Tijuana: el derecho a decidir de las mujeres migrantes

    Ailyn sale con un listado en la mano y alzando la voz pregunta: “¿Julissa?”. Cerca de la puerta de la clínica hay decenas de mujeres y algunos niños esperando su turno. Al escuchar su nombre, Marlen Julissa emerge entre todos ellos. Su cabello tiene reflejos de color castaño en las puntas y lleva una tripa de embarazada de siete meses. Se levanta con la fuerza de alguien que va a ser madre dentro de poco y cruza la puerta detrás de Ailyn.

    —¿El café no te ha dado acidez?— pregunta la partera Ailyn.

    —De momento no— responde Julissa acariciándose la barriga.

    Julissa es hondureña y hace tres meses que llegó a Tijuana, una ciudad fronteriza en la esquina noroeste de México, que empieza —o termina— al otro lado de un largo muro, que probablemente es uno de los más fotografiados del mundo y que separa a México de Estados Unidos. Cuenta que se embarazó en el Estado de Chiapas, ubicado en la frontera con Guatemala.

    Ailyn continúa rellenando el formulario clínico con los datos de Julissa. Le pregunta qué come o si se le hinchan las extremidades.

    Junto a ambas se coloca otra de las parteras. Se llama Maritere y ahora atiende a una mujer con 28 semanas de gestación que ha llegado con un dolor en el pecho. Ylouseda, la mujer embarazada, es de Haití y habla criollo. Partera y paciente se comunican a través de una traductora. “Va a ser niño”, le dice Maritere, y le entrega una bolsa con hierbas de árnica para calmar el malestar y un pequeño papel cuadrado con la fecha de su próxima cita.

    En México, cada día, más de 1.000 adolescentes de entre 12 y 19 años se convierten en madres sin planearlo o desearlo

    En el piso de arriba del mismo edificio, justo encima de esa planta baja que ocupa la clínica donde se encuentran Aylin, Maritere, Ylouseda y Julissa, se extiende una tela con los colores del aborto legal y el feminismo: mitad verde y mitad morada. La está pintando la activista y “acompañanta” Crystal, que se prepara para la manifestación del 28 de septiembre, el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro. Es una persona que acompaña, desde el cuidado, a las mujeres durante la interrupción del embarazo, con el objetivo de que este sea seguro, libre y cuenten con una red de apoyo. Las acompañantas y las parteras trabajan de forma complementaria. Las primeras atienden a las mujeres, la mayoría migrantes, y cuando alguna de ellas quiere abortar, derivan el caso a las segundas y ellas se encargan de continuar el proceso.

    Crystal, la activista de la agrupación Bloodys, pinta una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.
    Crystal, la activista de la agrupación Bloodys, pinta una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.MAHE ELIPE

    Crystal pertenece a las Bloodys, una agrupación de “acompañantas” de Tijuana, que se creó hace seis años y que se dedica a informar y ayudar —de manera presencial o virtual— a mujeres que quieren realizar un aborto médico, algo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como un método seguro. Dentro de México y a veces en Estados Unidos, estas activistas también entregan o envían el medicamento que se necesita para interrumpir el embarazo.

    Las acompañantas ofrecen información sobre el aborto y el apoyo que pueden prestar, así como indicaciones sobre cómo acceder al misoprostol —el medicamento para abortar— y cómo utilizarlo. “Si queremos sociedades deseadas, necesitamos hijas e hijos deseados”, zanja Crystal. En México, cada día, más de mil adolescentes de entre 12 y 19 años se convierten en madres sin planearlo o desearlo, según una investigación de 2022 del Colegio de México. Al mes, las Bloodys atienden a entre 200 y 300 mujeres que quieren abortar.

    La primera zona de México que despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación fue la capital, Ciudad de México, en 2007. Los datos del Gobierno de la Ciudad de México dicen que desde aquel 2007, en la capital se han realizado un total de casi 253.000 Interrupciones Legales del Embarazo (ILE). Pero tuvieron que pasar 14 años hasta que la Corte Suprema del país fallase también a favor de la legalización, en 2021. Aun así, la legislación varía en cada Estado y todavía hay muchos lugares donde la interrupción del embarazo es muy restringida. Está permitido en todo el país si es producto de una violación, pero el aborto libre solo existe en Baja California —el Estado donde se sitúa Tijuana— y en cinco Estados más.

    Algunas se enteran de que están gestando después de una violación o tenemos que darles la noticia de que tienen VIH positivo

    Ximena Rojas, partera

    Esa atención a mujeres migrantes empezó con Ximena Rojas en 2016, en Tijuana, durante un repunte de las cifras de personas que se acercaban a la frontera con el sueño de cruzar a Estados Unidos. “Yo lo único que pude hacer fue traer mi maleta de partera y con las que estaban embarazadas preguntarles si podíamos escuchar a su bebé y ahí mismo, en mi coche, hacía algunas consultas”, cuenta Rojas. Recuerda que luego las consultas pasaron a ser en los albergues para migrantes o incluso en las calles, en tiendas improvisadas, hasta que llegó un momento en que llegó a atender a más de 40 personas al día.

    Con el paso de los meses se fueron uniendo más personas con otros perfiles profesionales, hasta que fundaron Refugee Health Alliance, una organización sin ánimo de lucro que ofrece atención médica a las personas que llegan a esa frontera entre México y Estados Unidos. “Desafortunadamente, muchas de las usuarias que vienen a nuestros servicios han sido asaltadas sexualmente durante la migración. Incluso hay casos de trata. Cuando llegan con nosotras, les hacemos exámenes de laboratorio, ultrasonido, pruebas de embarazo. Algunas se enteran de que están gestando después de la violación sexual o tenemos que darles la noticia de que tienen VIH positivo”, lamenta la partera.

    Un grupo de activistas del grupo de acompañantas de Tijuana, las Bloodys, extienden una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.
    Un grupo de activistas del grupo de acompañantas de Tijuana, las Bloodys, extienden una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.MAHE ELIPE

    Llega el día de la manifestación por un aborto legal y seguro y Karen, una de las parteras, coge el micro: “Estamos acompañándonos mujeres a mujeres desde tiempos inmemorables. Es muy importante estar visibilizando que parir y abortar es parte de la vida de las mujeres y es necesario dejar de juzgarnos”. Son más de las cuatro de la tarde y en Tijuana hace un calor intenso. La manifestación se concentra en un trozo de césped, a pocos metros de donde los peatones hacen cola para cruzar por la garita a Estados Unidos.

    Muchas de las usuarias que vienen a nuestros servicios han sido asaltadas sexualmente durante la migración. Incluso hay casos de trata

    Ximena Rojas, partera

    Parteras y acompañantas ahora se unen para visibilizar la importancia del acceso a un sistema de educación sexual basado en las redes de cuidado y en el respeto a la autonomía de las mujeres. “Somos una ciudad donde parteras y acompañantas hemos estado supliendo los accesos a la sexualidad, a una vida de información, libre de violencia institucional y libre de violencia hacia las mujeres”, exclama Crystal durante la manifestación por el aborto legal y seguro.

    “En este lugar”, continúa Crystal, “estamos pensando en todas esas mujeres que han hecho camino antes que nosotras, décadas atrás, desde Baja California Sur hasta California. California es uno de los Estados más accesibles en temas de aborto. Baja California —el Estado donde se sitúa Tijuana— acaba de despenalizarlo el año pasado y Baja California Sur recientemente. Es algo histórico que nos está sucediendo en la región”.

  • 2022: el más violento para mujeres defensoras y periodistas en 10 años

    2022: el más violento para mujeres defensoras y periodistas en 10 años

    El 2022 ha sido el año más violento para defensoras de derechos humanos y mujeres periodistas en los últimos 10 años, advirtió la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM).

    De acuerdo con la organización, durante los primeros seis meses del año se registraron el mayor número de casos de asesinatos contra este sector debido a la labor que realizan, con un registro de 14 feminicidios y 2 transfeminicidios. Asimismo, contabilizó que en este año se ha cuadriplicado este tipo de agresiones letales en comparación con 2021, al pasar de 4 a 16 casos.

    Desde 2020, se han reportado 29 feminicidios, de los cuales 4 fueron de periodistas y 25 de defensoras, siendo estas últimas las que reportan el mayor número de víctimas de violencia feminicida.

    “Todos nos quedamos más pobres cuando una defensora es atacada”, subrayó Ricardo Neves, de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).

    Solo en 2022 se tiene registro el feminicidio de cinco mujeres buscadoras. Los estados donde han ocurrido la mayor cantidad de este tipo de ataques letales son Guanajuato, Sonora, Veracruz y Sinaloa.

    Por su parte, las defensoras del derecho a la tierra sufren agresiones principalmente en Oaxaca, Puebla, Querétaro, Baja California, Nayarit y Jalisco.

    “Han sido asesinadas principalmente por defender el derecho a la verdad, justicia y reparación, el derecho a la diversidad sexual, seguido del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”, concluye la investigación.

    El informe también detalla que solo en 2020 sucedieron mil 701 agresiones contra 392 mujeres periodistas y defensoras. En dicho año, ocurrieron 5 feminicidios y 4 transfeminicidios, así como 6 intentos de cometer estos crímenes. A estos se suman 89 casos de detenciones arbitrarias.

    A su vez, en 2021 ocurrieron mil 574 ataques contra 373 mujeres de estos grupos, de los cuales 3 fueron feminicidios, 1 fue transfeminicidio y hubieron 107 detenciones arbitrarias.

    En el primer semestre de este año se registraron mil 318 violencias contra 296 defensoras y periodistas. Al corte del 28 de noviembre, se habían contabilizado 14 feminicidios y 2 transfeminicidios y un intento de cada uno. Además, han habido 53 detenciones arbitrarias.

    Tanto en este año como en 2021, los principales agresores han sido autoridades federales, estatales o municipales. En 2022, el segundo lugar lo ocupan los policías de los tres niveles. En 2020, el 42% de las agresiones estaban representadas por el Estado, incluyendo autoridades públicas, policías y fuerzas armadas. Para 2021, la cifra equivalió al 34%.

    “Son las autoridades públicas de los distintos niveles de gobierno quienes encabezan a lista de los perpetradores, lo que representa un margen preocupante de impunidad ante la falta imparcialidad y complicidades institucionales en la investigación y sanción a los responsables”, advirtió Sandra Torres, miembro de la RNDDHM, durante la presentación del informe.

    La Red también señala que el 26% de las víctimas en 2021 contaban medidas de protección, mientras que en el 2020 el 17% las tenía.

    Ricardo Neves, de la ONU-DH, recalcó durante la presentación de los datos, que uno de cada cuatro mujeres atacadas estaban bajo un programa de protección.

    Aurora de la Riva, miembro de la RNDDHM, reiteró que el Estado no está brindando las herramientas de protección suficientes.

    Ante este este contexto, demandaron al Estado Mexicano que garantice las condiciones para el ejercicio del derecho a defender derechos humanos y que cesen las agresiones contra este grupo por su labor. Asimismo hicieron un llamado a organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales a que se sumen a la exigencia para detener dichas ataques.

  • Información sobre embarazos y anticonceptivos se enfoca a grupos vulnerables

    Información sobre embarazos y anticonceptivos se enfoca a grupos vulnerables

    Ante una alta tasa de embarazos en adolescentes que llevan a México a ocupar el primer lugar en América, la industria farmacéutica, en conjunto con el sector público de salud, busca revertir lo que es, pese a su gratuidad, la baja utilización de métodos anticonceptivos para mujeres, sobre todo en grupos vulnerables.

    Mercedes Álvarez, especialista del área de salud femenina de Bayer de México, expuso que anualmente a nivel mundial hay más de 193 millones de embarazos, pero se estima que más de 85 millones no son planeados.

    Destacó que en América, México ocupa el primer lugar en embarazos en adolescentes, mientras que sólo 11 de cada 100 mujeres tienen un anticonceptivo adecuado o están utilizando un método.

    Foto Bayer.

    “Muchos de estos embarazos no planeados, también son no deseados y esto incrementa tanto la carga emocional para la paciente que está cursando el embarazo que no planeó, como para el sistema de salud es un costo en el control prenatal. Si tienen un mal control prenatal tienden a complicarse más y suma el aumento de gasto”, dijo.

    Irma Garcidueñas, gerente de producto de anticoncepciones de larga duración en Bayer, comentó que a través de capacitación a médicos, enfermeras del sector público y parteras, difunde información y características de los métodos de anticoncepción que existen en el mercado mexicano —sin enfocarse en los elaborados por la firma—.

    Relató que el personal médico hace pláticas sobre salud sexual femenina y planeación que llaman consejería anticonceptiva, en la que el encargado junto con la paciente eligen el método más adecuado, pues se consideran su características físicas, de salud y estilo de vida.

    “Lo que queremos encontrar es un anticonceptivo adecuado para la mujer adecuada, si esto se logra entonces vamos a tener una mayor adopción y un descenso en los embarazos no planeados, impactando positivamente en la salud reproductiva de las mujeres”, dijo Álvarez.

    “Cuando tu haces esa consejería y das el abanico de métodos, la mujer se siente mucho más segura, mucho más informada y puede elegir, la empoderas y rompes este círculo de pobreza que empieza muchas veces en la adolescencia con el embarazo”, comentó Garcidueñas.

    Foto Bayer.

    En la tarea de Bayer de México por difundir los métodos, que no son coercitivos y son gratuitos en las clínicas del sector público y otras instituciones, Álvarez apuntó que el programa se enfoca a grupos vulnerables como las adolescentes, en particular de escasos recursos, así como mujeres indígenas.

    Para atender a esta última población y hacer comprensible la información, se han hecho traducciones de las consejerías al rarámuri para la Sierra Tarahumara en Chihuahua; totonaca para Puebla y Veracruz; náhuatl en Puebla y Veracruz; huichol para Jalisco, Nayarit y Michoacán; purépecha para Michoacán; mayo para Sonora y Sinaloa; otomí Guanajuato y estado de México; zapoteco para Oaxaca; tzeltal en Chiapas; maya en Yucatán; y tzotzil en Chiapas.

    Ambas comentaron que esta estrategia con mujeres indígenas ha tenido éxito, al romper con la barrera de lenguaje y cultural, pues la demanda de solicitud de métodos se ha incrementado.

    Álvarez destacó que existen anticonceptivos altamente efectivos que funcionan por cinco años, con menos efectos secundarios porque son de acción prolongada, como es el caso del implante subdérmico o el diu hormonal.

    Insistió en que las pacientes de 10 a los 19 años de edad pueden acceder a los métodos de manera gratuita en las clínicas de planificación familiar.

  • El ABC del género de Mariana Gabarrot para reconocer y aceptar las diferencias

    El ABC del género de Mariana Gabarrot para reconocer y aceptar las diferencias

    Para Mariana Gabarrot, antropóloga social, hablar de género es un diálogo en el que todas y todos tienen una opinión arraigada y cánones que determinan estándares de qué es lo masculino y femenino.

    Sin embargo, que al día de hoy se puedan discutir ha sido gracias a la lucha del feminismo, movimiento que ha permitido que estén en la palestra pública, pues son temas que han existido siempre, pero no se discutían.

    “Hay dos parteaguas en los temas de género y en cómo los abordamos, el primero la crisis de feminicidio, el cual hacen visible las compañeras feministas de Ciudad Juárez. También creo que después del #MeToo se abrió el debate”, precisa Gabarrot.

    En entrevista, la socióloga, quien presenta el libro El ABC del género (Lumen), indica que las feministas han trabajado desde hace muchos años para visibilizar estos temas tan importantes que permean en la vida cotidiana.

    La intención de escribir este texto es abordar, desde el diálogo, sobre el sexo y el género; el machismo y la cultura patriarcal, así como la diversidad, identidad y de los feminicidios.

    “No es que tengamos que estar todos de acuerdo, pero podemos establecer lenguajes comunes. No sólo es proponer, sino también de escuchar colectivas, convivencias con el movimiento feminista y las nuevas generaciones. Las que ya llevamos más años podemos ayudar en la militancia y reflexión, pues creo es muy importante cruzar esa brecha generacional”.

    “Las pioneras nos dieron el voto, el acceso a los anticonceptivos; pero ahora las jóvenes tienen otra agenda, contra la violencia y buscando a las desaparecidas”

    Mariana GabarrotSocióloga

     

    “Tenemos que buscar esos puntos de encuentro, por eso hice esfuerzo con el texto, no resuelve las preguntas, propone cómo plantearlas para que podamos discutir. No hablamos de naturaleza contra sociedad, sino de cómo se construyen los roles sociales, mostrar cómo la estructura patriarcal está en todas partes y eso hace que vivamos los roles de género”, aclara.

    Mariana Gabarrot y la construcción del género

    Para la también investigadora de la Escuela de Humanidades y Educación, del Tec de Monterrey, los estereotipos de lo femenino y masculino se han construido históricamente a lo largo de los años. Sobre todo, persiste la noción de una masculinidad hegemónica que continúa detentando la mayor parte del poder.

    “Lo peor es que seguimos reproduciendo e imponiendo esto a las nuevas generaciones; influye el cómo te vistas o de cómo se articulan las desigualdades de género en el ambiente laboral. La intención, es decir ‘esto es desigualdad’ y las vivimos todo el tiempo, en lo cotidiano, y tiene distintas manifestaciones”, expresa Gabarrot.

    Para ello, la socióloga retoma en uno de los capítulos el violentómetro que realizó la investigadora del IPN, Martha Alicia Tronco Rosas, pues, a decir de Mariana Gabarrot, es el mismo mecanismo de desigualdad que opera en la brecha salarial y que opera en el feminicidio.

    “En la medida que vayamos deconstruyendo estas casillas toda la sociedad irá cambiando. No se trata de decir que con esto vamos a terminar la violencia de género, pero sí, quizá, empezaremos a desmontarla y aminorarla desde muchos frentes”, comenta.

    Asimismo, dedica un apartado sobre cómo también las masculinidades son una forma de violencia de género, porque hay un mandato que viene históricamente de asignarle a los hombres el rol de la defensa de la nación.

    “La sociedad machista les exige que ejerzan violencia, hace que sean carne de cañón de las guerras. No se trata de un concurso macabro de haber quién muere más, sino de entender cómo la violencia se articula de diferente manera dependiendo del género y cómo vivimos esas violencias”, concluye.

  • Annie Ernaux laureada con el prestigioso Premio de Literatura: El Nobel es una institución «para los hombres»

    Annie Ernaux laureada con el prestigioso Premio de Literatura: El Nobel es una institución «para los hombres»

    El Nobel es una institución «para los hombres», dijo la laureada francesa del prestigioso premio de literatura, Annie Ernaux, en entrevista.

    «Eso se ve en el gusto por una tradición, la de los trajes. Me parece que el apego a las tradiciones es tal vez más masculino, en el fondo se transmite el poder de esa forma», dijo la escritora de 82 años que recibe el sábado su premio en Estocolmo.

    Coronada por «el valor y la agudeza clínica» de su obra en gran parte autobiográfica, Annie Ernaux, es la decimoséptima mujer que gana un Nobel en esta categoría desde la fundación de los famosos premios en 1901.

    «La palabra ha estado monopolizada casi siempre por hombres y noté que las mujeres son menos prolijas en sus discursos que los hombres, cuando se sabe bien que ellas son más prácticas», señaló.

    Según la octogenaria, «es duro decirlo, pero pienso que sí», los premios Nobel deben cambiar.

    Para desempolvar la institución «¿se podría imaginar que haya menos menos fastuosidad, menos faldas largas y fracs?», sugirió Ernaux sonriendo, en referencia a la fastuosa ceremonia de entrega del premio seguida por un banquete de gala.

    Desde que llegó a Estocolmo, se ha visto confrontada a «la solemnidad, la fastuosidad del premio», y se ha dado cuenta de «la magnitud y el papel» que implica, cuando asegura que «verdaderamente no tiene ningún deseo de distinción».

    Sin embargo, esta figura del feminismo comprometido a izquierda quiere dedicar su premio «a todos los que sufren (…) y a todos los que luchan y no son reconocidos».

    La recompensa reforzó su deseo de escribir. Pero espera «seguir escribiendo y al mismo tiempo disfrutar de su vejez».

    «Pienso que es una edad donde se puede reflexionar sobre muchas cosas y para mi eso quiere decir escribir también», concluyó.