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  • Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

    Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

    El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), seguido de la campaña mundial 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, es un momento para reflexionar acerca de los compromisos para eliminar la violencia contra las mujeres para 2030, renovarlos, amplificarlos y elaborar estrategias que permitan alcanzar este objetivo.

    Poner fin a la violencia contra las mujeres es posible, pero solo si actuamos juntos, ahora. La OMS desempeña un papel fundamental a la hora de llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres entendida como una cuestión de salud pública, igualdad de género y derechos humanos, y de dar respuesta a esta violencia.

    Información y promoción de la salud pública

    En todos los países y culturas, es necesario adoptar más medidas para garantizar que las mujeres, en toda su diversidad, vivan una vida libre de violencia y coerción. Las estimaciones a escala mundial (en inglés) son preocupantes:

    • aproximadamente 1 de cada 3 (30%) mujeres en todo el mundo sufre violencia física y/o sexual, mayoritariamente en el seno de una relación íntima.
    • Esta violencia empieza alarmantemente temprano: casi 1 de cada 4 (24%) adolescentes de 15 a 19 años que han tenido una relación íntima ha sufrido violencia física o sexual a manos de su compañero.

    Los efectos en la salud pueden durar toda la vida: la violencia afecta a la salud física, mental (en inglés), sexual y reproductiva de las mujeres. Existen programas prometedores para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas. El marco interinstitucional «RESPETO a las mujeres» resume la evidencia para prevenir la violencia contra las mujeres. Las mujeres y las niñas afectadas por la violencia deben tener a su disposición mecanismos de apoyo, incluido un acceso seguro a la atención y a servicios.

    ¿Cómo puede implicarse?

    • Busque más información, visite la página sobre temas de salud de la OMS relativa a la violencia contra las mujeres y la nota descriptiva que la acompaña, o utilice la base de datos interactiva para ampliar sus conocimientos acerca de la prevalencia por países, regiones y grupos de edad.
    • En los medios sociales, comparta las infografías y los vídeos de la OMS para fomentar la sensibilización y la búsqueda de atención de salud. Puede etiquetar a @WHO y @HRPresearch y usar los hashtags de la campaña de ONU-Mujeres: #OrangeTheWorld / #16Days

    Perfeccionar los datos a fin de poder adoptar medidas

    Disponer de unos datos fiables y comparables sobre la violencia contra las mujeres es fundamental para comprender y promover las intervenciones en materia de prevención y respuesta, actuar y hacer un seguimiento de los avances a ese respecto. La OMS desempeña un papel destacado a la hora de perfeccionar los datos para que puedan orientar la elaboración de políticas y programas. Base de datos mundial de la OMS sobre la prevalencia de la violencia contra la mujer (en inglés).

    Fortalecer la capacidad de los sistemas y los proveedores de atención de salud

    Capacitar a los proveedores de atención salud y mejorar el grado de preparación del sistema para proporcionar una atención de calidad son aspectos clave de la respuesta de los sistemas de salud a la violencia contra las mujeres. El sector de la salud debe ser capaz de proporcionar una atención segura, eficaz y centrada en las supervivientes. Entre los instrumentos de la OMS para ayudar a los sectores de la salud a lograr este objetivo cabe destacar: una carpeta de recursos para fortalecer la respuesta de los sistemas de salud de los paísesun plan de estudios para capacitar a los proveedores de atención de salud (en inglés), una guía para integrar el contenido de la respuesta a la violencia contra las mujeres en la formación previa al empleo para personal médico, de enfermería y de partería, y un plan de estudios que puede implementarse en línea para contextos en los que la capacitación presencial no es factible.

    Intensificar los esfuerzos en entornos humanitarios

    La OMS también trabaja con asociados de todo el mundo para promover una respuesta de los sistemas de salud a la violencia contra las mujeres y las niñas en situaciones de crisis (en inglés). Esto incluye actividades para fortalecer la respuesta del sector de la salud a las violaciones y la violencia de pareja en emergencias humanitarias, donde, como consecuencia de los desplazamientos masivos y del colapso de las medidas de protección social, el riesgo al que están expuestas mujeres y niñas es mayor. El acceso a una atención y unos servicios de alta calidad centrados en las supervivientes es esencial.

    Hacer un seguimiento la rendición de cuentas

    Los sistemas de salud desempeñan un papel fundamental en la respuesta a las mujeres víctimas de violencia. En mayo de 2016, los Estados Miembros de la OMS refrendaron un plan de acción mundial para fortalecer la respuesta de los sistemas de salud a la hora de responder a la violencia interpersonal.  Para hacer un seguimiento de los progresos en esta esfera, la OMS ha publicado el informe titulado Addressing violence against women in health and multisectoral policies: A global status report. Este recurso apoya los esfuerzos encaminados a garantizar que los protocolos del sector de la salud sobre la violencia contra las mujeres estén en consonancia con las recomendaciones de la OMS.

  • Ante el Senado, Boric condena la violencia contra las mujeres en México

    Ante el Senado, Boric condena la violencia contra las mujeres en México

    En sesión solemne en el Senado de la República, el presidente de Chile, Gabriel Boric Font, llamó a México a no mirar a otro lado ante violaciones a derechos humanos en otras naciones de Latinoamérica, ni naturalizar la violencia contra las mujeres.
    “Once mujeres todos los días asesinadas acá en México, brutal. No naturalicemos estas violencias, tenemos que combatirlas en conjunto”, pidió el mandatario, desde la tribuna del Senado.

    En honor a su primera visita a México, el Senado recibió a Boric en sesión solemne, marco en el que el mandatario planteó que ninguna nación podrá resolver los problemas solo, y por eso no se puede dejar de ver los problemas que tienen los países del continente.

    “Ningún país va a solucionar solo esto, no podemos mirar para el lado ante, por ejemplo, la crisis que se está viviendo en Haití; no podemos mirar para el lado ante los presos políticos en Nicaragua. No podemos mirar para el lado cuando en cualquier país de nuestra América Latina se violen los derechos humanos”, dijo el mandatario chileno.

    Al Senado, dijo, “no vengo a dictar cátedra, en nuestro país hace poco también sufrimos violaciones a los derechos humanos y sabemos que acá en México también lo han sufrido de manera muy fuerte”.

    El presidente chileno planteó la agenda pendiente de las naciones del continente: pobreza, “que nos debe seguir escandalizando”, combate al narcotráfico, destrucción de la selva, violencia contra las mujeres, y pidió colaboración para resolverlos conjuntamente, pues la relación entre Chile y México no es sólo cuestión histórica, sino que sigue vigente.

    “Quiero invitarlos, invitarles a que trabajemos juntos y juntas en enfrentar unidos esta agenda, y hagámoslo profundizando siempre nuestra democracia, porque en Chile lo decimos con mucho orgullo, cuando tenemos problemas de convivencia, cuando tenemos diferencias entre los diferentes sectores políticos, los problemas de nuestra patria los solucionaremos siempre con más democracia y no con menos”, dijo.

    El presidente de la mesa directiva del Senado, Alejandro Armenta, agradeció la presencia del mandatario chileno. “Representa para nosotros un momento fundamental en las relaciones bilaterales entre México y Chile para profundizar en los acuerdos comerciales y de integración, como lo es la Alianza del Pacífico”, dijo.

    “Reconocemos en Chile al primer país de Latinoamérica a nivel de economía. Algo están haciendo fundamental en Chile, que tenemos también nosotros que observar en nuestra nación”, apuntó el morenista.

  • Mujeres migrantes son las que más sufren violencia de género en México

    Mujeres migrantes son las que más sufren violencia de género en México

    En un comunicado explican que “a medida que los niveles de violencia de género en México aumentan, para las mujeres y niñas en movimiento este es uno de los principales riesgos que experimentan”.

    Los lugares de los que se destacó que son un riesgo fueron las ciudades fronterizas del norte, ya que la violencia sexual es el primer problema al que se enfrentan las personas que piden asilo (23 por ciento).

    En el caso de las mujeres, la organización señaló que el 60 por ciento son consideradas como un riesgo principal, mientras que la trata y la violencia doméstica y económica fueron los que han sido percibidos como principales, después del mencionado (14 y 13 por ciento).

    Las mujeres que deciden desplazarse e irse de sus hogares se encuentran en constante movimiento con el fin de estar a salvo, ya que puede llegar a sufrir violencia de género de manera “desproporcionadamente”.Las mujeres que deciden desplazarse e irse de sus hogares se encuentran en constante movimiento con el fin de estar a salvo, ya que puede llegar a sufrir violencia de género de manera “desproporcionadamente”.

    “Lamentablemente, aunque la escalada de violencia contra mujeres y niñas en México ha llegado a niveles críticos, lleva tanto tiempo normalizada que corre el riesgo de ser invisibilizada”, confesó Estefani Beltrán del Río, coordinadora de protección transfronteriza de IRC.

    De este mismo tema, habló sobre un caso: “hace un par de meses, por ejemplo, se informó que, de los más de 50 millones de mujeres y niñas de 15 años o más en nuestro país, el 70 por ciento había experimentado algún tipo de violencia en su vida”.

    Las mujeres que deciden desplazarse e irse de sus hogares se encuentran en constante movimiento con el fin de estar a salvo, ya que puede llegar a sufrir violencia de género de manera “desproporcionadamente”.

    “En un país como México, que es a la vez un lugar de origen, tránsito y posible destino para solicitantes de asilo, debemos asegurarnos de que los mecanismos de protección existentes se fortalezcan para crear las condiciones para que las mujeres y las niñas reconstruyan sus vidas libres de violencia”, confesó.

    Migrante centroamericanos intentan atravesar México para llegar a la frontera sur de los Estados Unidos (Foto: Isabel Mateos/ Cuartoscuro)Migrante centroamericanos intentan atravesar México para llegar a la frontera sur de los Estados Unidos (Foto: Isabel Mateos/ Cuartoscuro)

    La IRC, aseguró en su comunicado que va a brindar servicios de protección integrados como parte de un proyecto regional financiado por la Unión Europea.

    En la frontera norte el proyecto incluye creación de espacios seguros para niños, mujeres y miembros de la comunidad LGBT, entre otros. De igual forma, tiene la promoción del acceso a “información confiable y actualizada a través de InfoDigna, una plataforma digital que forma parte del proyecto global Signpost y es impulsada por Zendesk”.

    InfoDigna brinda soporte personalizado a través de moderadores capacitados que da seguimiento a los casos de los usuarios, ofreciendo orientación y ayudándoles a conectarse con proveedores de servicios de acuerdo con sus problemáticas.

    En 2019, el IRC iniciaron sus operaciones en México para responder a las necesidades humanitarias de las personas solicitantes de asilo atrapadas en la frontera de los Estados Unidos como consecuencia de políticas como los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP) y el Título 42.

    Desde entonces, el IRC se expandió para responder a lo largo de los principales corredores migratorios en México: de la frontera sur al norte y a lo largo de las rutas del país.

    Con información de EFE

  • Dos de cada tres mujeres han sido violentadas a en su vida: Inegi

    Dos de cada tres mujeres han sido violentadas a en su vida: Inegi

    Se estima que dos de cada tres mujeres en México ha experimentado alguna forma de violencia a lo largo de su vida, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el próximo viernes 25 de noviembre.

    El porcentaje de mujeres que han contado a alguien las experiencias de violencia que han vivido a lo largo de su vida fue mayor en el ámbito comunitario (68.3%), seguido del ámbito familiar (65.4%) y laboral (65.1%), de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021.

    De quienes la han padecido en el ámbito escolar, sólo 58.8% lo verbalizó. De hecho, los datos indican que casi cuatro de cada diez mujeres que han vivido violencia en la escuela o con la pareja y tres de cada diez en el trabajo, la comunidad o la familia, contaron por primera vez sus experiencias durante el proceso de levantamiento de la Encuesta.

    Las personas a quienes más recurrieron las mujeres que vivieron algún tipo de violencia fueron: algún familiar (80.7%, 61.5%, 80.5% en los ámbitos escolar, laboral y de pareja, respectivamente) y a amigas, amigos, compañeras o compañeros (39.6%, 46.8% y 41.0% en los ámbitos escolar, laboral y de pareja, respectivamente).

    En los ámbitos comunitario y familiar fueron el esposo, novio o pareja (40.0% y 40.2%) y algún familiar (78.0% y 79.4%). Lo anterior refleja que, en todos los ámbitos, el círculo de apoyo más cercano se encuentra en los integrantes de la familia.

    Si se toma como universo únicamente a las mujeres que experimentaron violencia física y/o sexual en el ámbito de pareja, un 13.1% presentó una queja o denuncia ante alguna autoridad, con o sin solicitud de apoyo. En el ámbito escolar el porcentaje fue de 7.8%, en el familiar 7.1%, en el laboral 6.5% y en el comunitario 4.3 por ciento.

    De las mujeres que vivieron violencia física o sexual a lo largo de la vida y solicitaron ayuda a alguna institución, la Defensoría Pública fue la institución a la que más se acercaron para pedir apoyo en el ámbito comunitario (34.4%), el Instituto de las Mujeres fue el más visitado para el ámbito familiar (21.9%) y el DIF fue la institución más buscada cuando la violencia ocurría en la relación de pareja (35.2%).

    El porcentaje de mujeres que han experimentado violencia física y/ o sexual y presentan una queja o denuncia fue mayor que el de mujeres que solo piden ayuda o asistencia. Hay variaciones si se considera el ámbito en donde se experimentó la violencia.

    Así, de las mujeres que vivieron violencia física y/ o sexual en el ámbito escolar y presentaron una queja o denunciaron, 90.2 % lo hizo ante las autoridades escolares. En el ámbito laboral, 69.2 % presentó la queja o denunció ante las autoridades de su trabajo o del sindicato.

    Ahora bien, la Fiscalía, Procuraduría, Ministerio Público fueron las autoridades a las que más recurrieron en los ámbitos comunitario (49.3 %), familiar (62.6 %) y también, cuando la violencia ocurrió en la relación de pareja (55.3 %).

  • El costo de la violencia contra las mujeres para las empresas

    El costo de la violencia contra las mujeres para las empresas

    Cuando hablamos de violencia de género de acuerdo con ONU Mujeres, se refiere a los actos dañinos de violencia física, sexual o mental dirigidos contra una persona o un grupo de personas debido a su género y se puede producir en la vida pública como privada. Este tipo de violencia tiene origen en la desigualdad de género y el abuso del poder, y si bien es cierto que las mujeres son la población que más situaciones de violencia recibe, la violencia de género también impacta a otros grupos en situación de vulnerabilidad.

    Los actos de violencia contra la mujer no solo tienen altos costos emocionales, familiares y de desarrollo de las sociedades, sino también derivan en implicaciones relacionadas a la productividad y a la economía de un país, provocan altos gastos relacionados con la atención a personas afectadas por la violencia, así como la pérdida de ingresos por ausencia laboral, pérdida de calidad de vida de la víctima y traumas personales que afectan el ecosistema familiar a nivel físico, psicológico y legal.

    Esto da como resultado un costo de la violencia contra las mujeres de más de 245 mil millones de pesos cada año en México, según datos de 2015 del estudio El Costo de la Violencia contra las Mujeres en México. Esta cifra considera solo 13% de las mujeres violentadas que denuncia, lo que nos indica que, en realidad, el costo es todavía mucho mayor.

    Ahora bien, desde el punto de vista laboral, debido a la violencia contra las mujeres se pierden en México poco más de 14 mil 600 millones de pesos anuales en descuentos por retardos, fluctuación del personal, bajo rendimiento, ausentismo y bajas laborales.

    Entonces, las repercusiones sociales y económicas que trae consigo la violencia hacia la mujer son muy altas porque las mujeres pueden verse aisladas o incapacitadas para trabajar, perder su trabajo o alejarse de las actividades cotidianas, así como minimizar sus fuerzas para cuidar de sí mismas y/o de sus hijos e hijas.

    De acuerdo con un informe de la Organización Internacional de Trabajo, en el entorno laboral la violencia rebasa las fronteras de los países, los ámbitos de trabajo y las categorías profesionales. Además, en algunos lugares de trabajo y ocupaciones existe un grado de riesgo mayor de ser violentada o violentado. Tal es el caso de las personas taxistas, el personal de los servicios sanitarios, el personal docente, las y los trabajadores sociales, el servicio doméstico en países extranjeros o el trabajo solitario, sobre todo en los turnos de noche, en éstos últimos el riesgo es aun mayor para las mujeres.

    Entonces, erradicar la violencia contra las mujeres es en principio un tema de respeto a los derechos humanos de las personas, Por otra parte, lograr ese objetivos se traduciría en un mejor desempeño empresarial y en una mayor calidad de vida para todas las familias y las sociedades. Existen estudios del Foro Económico Mundial que destacan que los países más competitivos tienen mayor equidad de género y menos violencia.

    Además, es bien sabido que la presencia de mujeres en puestos directivos genera mejores resultados financieros en las compañías; a veces, hasta 43% de retorno en ventas. Por otro lado, lograr la paridad de género podría generar un crecimiento de 25% en el Producto Interno Bruto (PIB) a escala mundial; esto equivaldría a que China y Estados Unidos aportaran dos veces su PIB, de acuerdo con investigaciones realizadas por la consultora McKinsey.

    Por ello, resulta importante que la mujer cuente con un entorno libre de violencia, no solo en ámbitos laborales, en los que deben existir mecanismos de denuncia adecuados y seguros para levantar la voz ante la violencia, sino en todo aspecto en el que se desenvuelve la mujer.

    También es importante que las empresas inviertan en el empoderamiento de las mujeres y les brinden las herramientas de trabajo y de desarrollo para desempeñarse de forma óptima en todos los sectores y niveles de la actividad económica, pues la participación de la mujer resulta fundamental para construir economías fuertes, establecer sociedades más estables y justas y, con ello, contribuir a mejorar la calidad de vida de las mujeres, hombres, familias y comunidades.

    Por eso, te sugiero estas cuatro medidas para hacer frente a la violencia en el entorno laboral:

    • Medidas preventivas, que tomen en consideración las raíces de la violencia y no sólo sus efectos. • Medidas específicas, dado que cada forma de violencia exige intervenciones distintas. • Medidas inmediatas, es decir, hay que establecer con anticipación un plan de intervención inmediata para contener los efectos de la violencia. • Medidas favorables a la participación de todas las personas directa o indirectamente afectadas, incluidos los familiares, las y los directivos de la empresa, las y los colaboradores y las propias víctimas.

  • México: un infierno para las mujeres

    México: un infierno para las mujeres

    Basta entrar a redes sociales o acercarse a los medios para corroborar que, pese a los discursos triunfalistas de autoridades locales y federales, la violencia contra mujeres y niñas sigue sembrando muerte y destrucción. No es exagerado decir que México es un infierno para las mujeres, tampoco afirmar que los gobiernos mantienen una negligencia criminal, aun cuando resuelvan algún caso, en general por presión mediática. Si con la pandemia la situación laboral y económica de las mujeres ha retrocedido de 10 a 20 años (CEPAL), la persistencia de las violencias machistas agrava el deterioro de su vida personal y social.

    Imposible e insoportable sería trazar aquí un panorama exhaustivo de las violencias cotidianas que degradan la vida y el bienestar de las mujeres. Llevamos años acumulando datos, analizando distintas manifestaciones de agresión, abuso y crueldad, planteando la urgencia de dar prioridad a la prevención para frenar esta espiral demoledora. ¿Cómo se responde a las denuncias y señalamientos? Con aseveraciones falsas sobre la dimensión de los delitos, con iniciativas punitivistas o con nuevas leyes, que de poco servirán mientras no cambien las fiscalías, no se castigue a los agresores y a funcionarios omisos o corruptos, y no se actúe de manera integral contra la normalización de la violencia en el ámbito laboral y escolar, en la casa y en la calle, en los medios y en el discurso oficial.

    Veamos sólo algunos ejemplos. A unos meses del feminicidio de Debanhi, que causó particular indignación por la usual culpabilización de la víctima por medios y autoridades, Ariadna, asesinada en la Ciudad de México y tirada en Morelos, fue revictimizada por diversos medios y usada como botín político por la máxima autoridad capitalina. ¿Dónde queda la justicia?

    El feminicidio sigue siendo un delito negado, ocultado como homicidio doloso, culposo o suicidio, para no “alertar” a la sociedad. Quienes denuncian un intento de feminicidio o maltrato grave se siguen topando con MPs que les aconsejan no exagerar porque siguen vivas. Si quieren justicia, ellas, como las familias de chicas asesinadas, pasarán meses o años en procesos judiciales tortuosos. La madre de Ingrid Escamilla tuvo que perseverar más de dos años para que se dictara sentencia contra el asesino de su hija; Irinea Buendía ha esperado más de 12 años y aún no hay justicia para Mariana Lima. Ambos son casos mediáticos; del segundo se deriva una Sentencia de la SCJN (2015) que obliga a investigar toda muerte violenta de mujer como feminicidio. Como afirma el OCNF, “justicia no expedita no es justicia”.

    La negligencia de las autoridades ante el feminicidio desde los años 90, y la expansión de la violencia extrema, han favorecido su generalización e impunidad. Las consecuencias de la omisión o colusión ante el crimen son tan evidentes que indigna que el Estado pretenda seguir ocultando la magnitud de las violencias machistas y se aferre a “estrategias de seguridad” que no frenan ni al crimen organizado ni al “común”. Así, lo mismo que el feminicidio, se van multiplicando las desapariciones de niñas y adolescentes ante autoridades omisas, incapaces o desbordadas. Algunos casos recientes en la CDMX sugieren que, cuando la sociedad presiona, las autoridades logran ubicar a las víctimas. La semana pasada, por fortuna, encontraron con vida a tres de cuatro niñas desaparecidas en Álvaro Obregón. ¿A cuántas más no han siquiera buscado? ¿En cuántos casos habrán argumentado que se fueron “por su propia voluntad”? Lo mismo se decía de las chicas desaparecidas en Cd. Juárez. Luego se les encontraba cruelmente asesinadas.

    En vez de descalificar y desoír las exigencias de justicia que sin duda resonarán en las calles del país este viernes #25N, las autoridades deberían reconocer el hoyo negro que han contribuido a cavar, abandonar su fallida “estrategia de seguridad”, acabar con la impunidad de criminales y funcionarios/as omisos/as, dar prioridad a la prevención con políticas eficaces.

    Lucía Melgar

  • Cinco mujeres o niñas son asesinadas cada hora por alguien de su propia familia

    Cinco mujeres o niñas son asesinadas cada hora por alguien de su propia familia

    El hogar es un lugar mortal para muchas mujeres y niñas, según muestra un informe llevado a cabo por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y ONU Mujeres, publicado este martes en vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra anualmente el 25 de noviembre.

    De acuerdo con el estudio, en 2021, una media de más de cinco mujeres o niñas fueron asesinadas cada hora por alguien de su propia familia. De las 81.000 mujeres y niñas asesinadas intencionadamente el año pasado, 45.000 -alrededor del 56%- murieron a manos de sus parejas u otros familiares.

    El estudio indica que el porcentaje de homicidios masculinos que se perpetran en el ámbito privado es del 11%.

    Individuos, no estadísticas

    «Detrás de cada estadística de feminicidio está la historia de una mujer o niña individual a la que se le ha fallado. Estas muertes se pueden prevenir: ya existen las herramientas y los conocimientos para hacerlo», dijo Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres al dar a conocer el informe.

    Las cifras también muestran que el número total de homicidios de mujeres se ha mantenido prácticamente sin cambios en la última década, lo que subraya la urgencia de una acción más fuerte en materia de prevención y respuesta.

    El documento es un terrible recordatorio de que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más generalizadas en todo el mundo.

    Contabilizar a todas las víctimas

    Según el informe, todavía hay demasiadas víctimas que no se contabilizan. Aunque aproximadamente cinco de cada diez mujeres y niñas fueron asesinadas intencionadamente en 2021, no existe suficiente información para identificarlas como feminicidios.

    «Ninguna mujer o niña debe temer por su vida por ser quien es», dijo Ghada Waly, directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

    «Para poner fin a todas las formas de asesinatos de mujeres y niñas relacionados con el género, necesitamos contar a todas las víctimas, en todas partes, y mejorar la comprensión de los riesgos y los impulsores del feminicidio para que podamos diseñar respuestas de prevención y justicia penal mejores y más eficaces».

    Un problema en todas partes

    La violencia contra la mujer y el feminicidio es un problema en todos los países del planeta, aunque el informe señala la existencia de disparidades regionales.

    Por ejemplo, en África las mujeres y las niñas corren más riesgo de ser asesinadas por sus parejas u otros miembros de la familia.

    El año pasado, la tasa de asesinatos relacionados con el género en el ámbito del hogar se estimó en 2,5 por cada 100.000 mujeres en África. La tasa fue de 1,4 en América, 1,2 en Oceanía, 0,8 en Asia y 0,6 en Europa.

    Los resultados también sugieren que el inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020 coincidió con un aumento significativo de los asesinatos relacionados con el género en la esfera privada en América del Norte, y en cierta medida en Europa Occidental y del Sur.

    Prevención y acción

    Sin embargo, los asesinatos relacionados con el género, así como otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas, no son inevitables, subraya el informe.

    Estos crímenes pueden y deben prevenirse con una combinación de medidas como la identificación temprana de las mujeres afectadas por la violencia, y el acceso a un apoyo y protección centrados en las supervivientes.

    Otras recomendaciones se referían a abordar las causas profundas, entre ellas la transformación de las masculinidades y normas sociales perjudiciales, y la eliminación de las desigualdades estructurales de género.

    Reforzar la recopilación de datos sobre los feminicidios es también un paso

    El Secretario General, António Guterres, habla con las mujeres desplazadas en Ouallam.
    ONU/Eskinder Debebe
    El Secretario General, António Guterres, habla con las mujeres desplazadas en Ouallam.

    Guterres: un coste muy elevado

    Para el Secretario General de la ONU, esta discriminación, violencia y abuso contra la mitad de la humanidad tiene un coste muy elevado.

    «Limita la participación de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida, niega sus derechos y libertades básicas, y bloquea la recuperación económica equitativa y el crecimiento sostenible que nuestro mundo necesita», dijo António Guterres en un mensaje con motivo del Día Internacional.

    El máximo responsable de la ONU esbozó lo que hay que hacer cuando dijo, entre otras cosas, que los gobiernos diseñen, financien y apliquen planes de acción nacionales para hacer frente a esta lacra.

    Además, los grupos de base y de la sociedad civil deben participar en todas las fases de la toma de decisiones y todas las leyes deben aplicarse y respetarse, para que las supervivientes puedan ver defendidos sus derechos a la justicia y al apoyo.

    También instó a todos a apoyar las campañas públicas que desafían las normas patriarcales y promueven diferentes formas de masculinidad que rechazan la misoginia y la violencia.

    «Hago un llamamiento a los gobiernos para que aumenten la financiación en un 50% a las organizaciones y movimientos por los derechos de las mujeres para 2026«, declaró.

    Para terminar, el Secretario General abogó por que el mundo «adopte una postura y alce la voz en apoyo de los derechos de las mujeres… [y] declare con orgullo: Todos somos feministas».

     

    fundamental para fundamentar las políticas y los programas correspondientes.

    «Las organizaciones de derechos de la mujer ya están supervisando los datos y abogando por el cambio de políticas y la rendición de cuentas», señaló Bahous, que añadió: «Ahora necesitamos la acción concertada de toda la sociedad que haga realidad el derecho de las mujeres y las niñas a sentirse y estar seguras, en casa, en la calle y en todas partes».

    El informe servirá de base para los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, la campaña internacional anual que comienza el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y se extiende hasta el Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre.

  • Sólo 13.1% de mujeres denuncia agresiones

    Sólo 13.1% de mujeres denuncia agresiones

    En el ámbito comunitario, 68.3 % de las mujeres mexicanas de 15 años y más han contado a alguien las experiencias de violencia que han vivido a lo largo de su vida, y de las mujeres que experimentaron violencia física y/ o sexual en el ámbito de pareja, 13.1 % (promedio nacional) interpuso una queja o denuncia ante alguna autoridad, revela la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021.

    Levantado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el sondeo hecho público a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemorará mañana, refiere que después del ámbito comunitario, en el familiar y laboral es donde más mujeres mexicanas (65.4 y 65.1 %, respectivamente) contaron a alguien su vivencia de violencia.

    Con respecto a la presentación de denuncias o quejas ante alguna autoridad, 7.8, 7.1, 6.5 y 4.3 % de las mujeres que vivieron violencia física y/o sexual en los ámbitos escolar, familiar, laboral y comunitario, respectivamente, lo hizo, en promedio, a nivel nacional.

    En total, 21 millones de mujeres del ámbito comunitario que experimentaron violencia física o sexual no buscaron ayuda, atención o no denunciaron ante ninguna institución o autoridad, mientras que, en los ámbitos escolar, de pareja, laboral y familiar no lo hicieron 12, 7, 6 y dos millones, respectivamente.

    Del total de mujeres violentadas física o sexualmente, en el ámbito escolar 43.1% no denunció ni buscó ayuda por considerar que “se trató de algo sin importancia que no le afectó’’.

    Por la misma razón, no lo hizo 42.4, 31.6, 31.4 y 27.7% de las mujeres que sufrieron el mismo tipo de agresiones, respectivamente, en los ámbitos comunitario, laboral, familiar y de pareja.

    En el ámbito familiar, 22.8% no acudió a institución o autoridad alguna por “miedo a las consecuencias o a las amenazas’’; 22.2% en los ámbitos de pareja y laboral se abstuvo por la misma razón.

    El análisis de las diferencias entre mujeres de diversos grupos de edad apunta a que las mujeres más jóvenes, de 15 a 24 años, vivieron mayor prevalencia de violencia (58.3 %) y que la violencia sexual fue la más frecuente (42.0 %).

    rolando.ramos@eleconomista.mx

     

  • ‘Feminicidios son una emergencia de salud pública’: ONU Mujeres

    ‘Feminicidios son una emergencia de salud pública’: ONU Mujeres

    Los feminicidios constituyen una emergencia de salud pública y deberían comenzar a tratarse como tal si se quiere por fin atajar este problema global, asegura en una entrevista con EFE la directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, Anita Bhatia.

    “Hay tanta violencia doméstica y tanta violencia contra las mujeres que el mundo de alguna forma lo ha normalizado y no reacciona con el horror que esto merece”, explica Bhatia, que ve necesario buscar formas “creativas” de llamar la atención sobre este drama.

    “Si algo te está matando, eso es una emergencia sanitaria”, insiste para pedir que también desde el punto de vista de la salud se puedan aportar recursos para combatir la violencia machista.

    Según datos presentados hoy por ONU Mujeres, un 56% de las alrededor de 81,000 mujeres y niñas asesinadas en 2021 en todo el mundo murieron a manos de sus parejas o de otros familiares.

    “Si uno se para un minuto a pensa en esto, es un número impactante”, señala Bhatia, quien recalca el hecho de que un alto número de mujeres “no puede confiar en las personas con las que viven a diario”.

    FALTA LIDERAZGO POLÍTICO

    La responsable de ONU Mujeres llama la atención además sobre el poco progreso que se ha logrado en la última década, pues la cifra de homicidios de este tipo es hoy muy parecida a la de hace diez años.

    La causa, en su opinión, es que el problema no se ha tratado de forma prioritaria en términos de financiación y de atención pública.

    “Necesitamos más líderes políticos que digan: ‘la violencia contra la mujer es una violación absoluta de los derechos humanos, es incorrecta moralmente y por tanto tenemos que asegurar que no exista”, explica Bhatia, que también ve importante que los Gobiernos expliquen que eliminar este problema es fundamental para ser un país más desarrollado y próspero.

    ‘Los feminicidios son una emergencia de salud pública’, alerta ONU Mujeres

    Para ONU Mujeres, a la hora de combatir la violencia machista es clave trabajar mucho más en el ámbito educativo desde muy pronto y “cambiar mentalidades y actitudes culturales”, pues “en partes del mundo es aceptable culturalmente”.

    Además, Bhatia cree que hay que hacer frente a la reacción que se está viendo al feminismo y al avance de los derechos de la mujer, un fenómeno que vincula al auge de líderes autoritarios.

    Sobre las medidas en el ámbito jurídico, la responsable de ONU Mujeres cree que el primer paso es acabar con toda ley que discrimine a la mujer o le dé menos derechos para ejecutar un marco legal con igualdad de género y luego centrarse en la implementación.

    “Puedes tener las mejores leyes, pero si no se aplican no valen para nada, así que hay que centrase en la rendición de cuentas y la implementación”, señala.

    En ese sentido, defiende la creación de tribunales especiales para violencia de género como uno de los instrumentos que ha demostrado funcionar mejor al acelerar los procesos y llevar a los responsables ante la Justicia sin grandes retrasos.

    “Creo que es muy importante que los países consideren mecanismos, tribunales y fiscales especiales, y envíen una señal muy importante de que hay tolerancia cero contra el feminicidio y la violencia contra las mujeres. Pero lamentablemente esto no pasa en muchas partes del mundo”, apunta.

  • 1 de cada 3 mujeres víctimas de violencia no denuncian: INEGI

    1 de cada 3 mujeres víctimas de violencia no denuncian: INEGI

    Una tercera parte de las mujeres que han sufrido violencia no denuncian; entre las principales razones se encuentra el miedo y la falta de información, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), quien compartió los datos en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

    La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 reveló que 51.6% de las mujeres sufrieron violencia psicológica, 34.7% física, 49.7% sexual y 27.4% económica o patrimonial.

    El 45.6% de los casos ocurrieron en entornos comunitarios, 39.9% con su pareja, 32.2% en la escuela y 27.9% en el trabajo, mientras que 11.4% fueron registrados en la familia.

    No obstante, cerca de una tercera parte de las encuestadas no había compartido con nadie esta vivencia hasta antes de responder el cuestionario. Entre las principales razones para no buscar ayuda o no denunciar la violencia experimentada en todos los ámbitos fue porque no sabía cómo y dónde denunciar, o bien, por miedo a las consecuencias o a las amenazas, así como porque se trató de algo sin importancia que no le afectó.

    Los datos indican que casi cuatro de cada diez mujeres que han vivido violencia en la escuela o con la pareja y tres de cada diez en el trabajo, la comunidad o la familia, contaron por primera vez sus experiencias durante el proceso de la encuesta.

    Solo el 68.3% de quienes la sufrieron en el ámbito comunitario verbalizaron sus experiencias, mientras que en el familiar solo 65.4% lo hicieron, en el laboral solo 65.1% y en el escolar solo 58.8%.

    En contraste, 41.2% de las víctimas en las escuelas no le contaron a nadie, mientras que ese fue el caso para el 34.9% de los casos en el trabajo, 31.7% en lo comunitario, 34.6% en lo familiar y 44.7% cuando el perpetrador fue su pareja.

    Las personas a quienes más recurrieron fueron algún familiar (80.7 %, 61.5 %, 80.5 % en los ámbitos escolar, laboral y de pareja, respectivamente) y a amigas, amigos, compañeras o compañeros (39.6 %, 46.8 % y 41.0 % en los ámbitos escolar, laboral y de pareja, respectivamente). En los ámbitos comunitario y familiar fueron el esposo, novio o pareja (40.0 % y 40.2 %) y algún familiar (78.0 % y 79.4 %).

    Lo anterior refleja que, en todos los casos, el círculo de apoyo más cercano se encuentra en los integrantes de la familia. Sin embargo, los datos también muestran que los principales agresores son familiares.

    Por su parte, el último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) alerta que las mujeres y las niñas corren más riesgo de ser asesinadas en el hogar. En concreto, recoge que, en promedio, más de cinco mujeres o niñas fueron asesinadas cada hora por parejas íntimas u otros miembros de la familia en 2021.

    El estudio determina que, de todas las mujeres y las niñas asesinadas intencionalmente el año pasado, alrededor del 56% fueron asesinadas por parejas íntimas u otros miembros de la familia (45,000 de 81,000), lo que, según los expertos, demuestra que “el hogar no es un lugar seguro para muchas de ellas”.

    El INEGI también reveló que, si se toma como universo únicamente a las mujeres que experimentaron violencia física y/ o sexual en el ámbito de pareja, solo 13.1% presentó una queja o denuncia ante alguna autoridad. En el ámbito escolar el porcentaje fue 7.8 %, en el familiar 7.1, %, en el laboral 6.5 % y en el comunitario 4.3%.

    Por el contrario, las cifras para quienes no presentaron una denuncia sube a 91.2% en el ámbito escolar, 92% en el laboral, 94.7% en el comunitario, 89.9% en familiar y 78.3% cuando ocurrió en su relación de pareja.

    En la escuela, el 90.2% de las quejas o denuncias fueron ante las autoridades escolares, mientras que en el trabajo 69.2 % las presentaron ante las autoridades de sus empleos o del sindicato.

    Ahora bien, la Fiscalía, Procuraduría, Ministerio Público fueron las autoridades a las que más recurrieron en los ámbitos comunitario (49.3%), familiar (62.6 %) y también, cuando la violencia ocurrió en la relación de pareja (55.3%).

    A su vez, solo 0.9% de las víctimas en el ámbito escolar solicitaron apoyo a una institución, 1.4% en el laboral, 1% en el comunitario, 3% en familiar y 7.4% cuando ocurrió en su relación de pareja.

    La Defensoría Pública fue la institución a la que más se acercaron para pedir apoyo en el ámbito comunitario (34.4 %), el Instituto de las Mujeres fue el más visitado para el ámbito familiar (21.9 %) y el DIF fue la institución más buscada cuando la violencia ocurría en la relación de pareja (35.2 %).

    En México, 7 de cada 10 mujeres de 15 años y más han sufrido algún tipo de violencia al menos una vez en su vida, mientras que el 49.7 % han sido violentadas sexualmente, según el INEGI.

    Del casi 40% de las mujeres que ha experimentado algún tipo de violencia en su relación actual o última, 18.5%, es decir 8.7 millones, han sufrido violencia física y/ o sexual por parte de su pareja.

    En total, 35.2 % tuvo daños físicos como consecuencia, incluidos moretones o hinchazón (30.3 %), hemorragias o sangrado (4.9 %), cortadas, quemaduras o pérdida de dientes (4.4 %), hospitalizaciones u operación (3.5 %) y fracturas (3.0 %).

    La ENDIREH también estima que 21.1 millones de mujeres, es decir, 41.8% de las mujeres en México, sufrieron violencia durante su infancia y 6.4 millones fueron abusadas sexualmente en su niñez.

    Este miércoles, Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México, señaló durante entrevista en Aristegui en Vivo que, a pesar de esfuerzos, la violencia contra las mujeres y las niñas es la violación contra Derechos Humanos más extendida, generalizada y más tolerada. Por lo tanto, denunció que se trata de una crisis de DDHH.

    Según la representante del organismo de las Naciones Unidas, 1 de cada 3 mujeres o niñas en el mundo ha sido víctima a lo largo de su vida de distintas formas de violencia, incluida física, sexual, verbal, patrimonial, psicológica, entre otras, es decir, mil 300 millones. Esto equivale a casi 10 veces la población de México.

    Sanz Luque recalcó que no es un fenómeno aislado, sino que está vinculado a la discriminación de género y la desigualdad entre mujeres y hombres que provoca que las primeras no tengan las mismas oportunidades, condiciones y derechos garantizados que los segundos.

    En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas definió el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Desde entonces, se conmemora este día con el fin de prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y niñas en todo el mundo.