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  • CDMX la segunda entidad con más agresiones contra mujeres

    CDMX la segunda entidad con más agresiones contra mujeres

    La Ciudad de México es la segunda entidad en la que prevalecen las agresiones contras mujeres de 15 años y más con 76.2% de casos, 6.1 puntos por arriba de la media nacional que es de 70.1 por ciento. El Estado de México es la primera entidad que encabeza el mayor porcentaje de violencia con 78.7%, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Dinámica de Relaciones en los Hogares 2021 del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI).

    En los últimos 12 meses, la violencia psicológica fue la más alta con 29.4%; seguida de la sexual: 23.3%, la económica, patrimonial y/o discriminatoria: 16.2% y la violencia física con 10.2 por ciento.

    La Secretaria de las Mujeres de la ciudad con motivo de la glosa del Informe de Gobierno refiere en su diagnóstico que las mujeres de 15 años y más en la CDMX, 60.9% han estado expuestas a lo largo de su vida a violencia en el ámbito comunitario, 41.6% han tenido experiencias de agresiones en pareja en su relación actual o última y 38.5% han sufrido violencia obstétrica durante los últimos cinco años.

    Respecto al delito sexual, refiere 64.5% de las mujeres han sido víctimas de ella lo largo de su vida y 14.5% reportan haber vivido menos un Incidente antes de cumplir 15 años.

    En el último año las alcaldías que tuvieron el mayor número de carpetas de investigación por feminicidio son Gustavo A. Madero con 12; Iztapalapa con 9 y Cuauhtémoc con siete, de acuerdo con las carpetas de investigación de la Fiscalía General de Justicia capitalina.

    Aumentó el número de imputados

    De acuerdo con el último informe de resultados (mes de octubre de 2022) de Alerta por Violencia contra Mujeres, aumento 28% el número de personas vinculadas proceso por feminicidio. Es decir, de enero de 2019 al 30 de septiembre de 2022 fueron 9 mil 323 agresores de mujeres vinculados a proceso.

    Ante esta situación, la Secretaría de las Mujeres menciona que se aplicó la estrategia de prevención de feminicidio, que abarca el alertamiento temprano de violencia, detección de riesgo feminicida, atención especializada multidisciplinaria y se creó una casa de pernoctar de emergencia.

    A través de la Línea SOS Mujeres *765 se han recibido 21 mil 792 llamadas totales, de las cuales 17 mil 433 (80%) han sido de emergencias; 4 mil 358 han sido de orientación. De estas mil 161 fueron retenciones por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana; se abrieron mil 39 carpetas de investigación iniciadas por la Fiscalía General de Justicia de la capital.

  • México sube en embarazo adolescente y recorta apoyos a mujeres en esa situación

    México sube en embarazo adolescente y recorta apoyos a mujeres en esa situación

    A pesar de que el embarazo adolescente es una de las principales causas de abandono escolar, durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador han disminuido los recursos o desaparecido los programas de apoyo a estudiantes embarazadas.

    Mientras que en 2012 había 49 programas educativos dedicados a la “atención contextualizada” de los y las estudiantes, en 2022 la cifra se redujo a 17 programas, de acuerdo con un análisis de la organización civil Mexicanos Primero.

    Y para el próximo año, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) contempla recursos únicamente para 15 programas de este tipo.

    Entre los programas dedicados a la “atención contextualizada” de las y los estudiantes figuraban los apoyos a madres adolescentes o embarazadas; hijos e hijas de personas jornaleras, y a estudiantes indígenas, telesecundarias, actores pedagógicos y tecnologías educativas, entre otros, explicó Fernando Ruiz, director de Investigación de Mexicanos Primero.

    “Esto atenta contra la diversidad”, lamentó el experto.

    Algunas becas de esos programas las incluyeron en el fondo global de becas para educación básica, pero sin etiquetar recursos específicos para cada grupo de estudiantes, lo que aumenta las posibilidades de ejercer los recursos con discrecionalidad, detalló.

    “Entonces, en teoría, las autoridades dicen: ‘no las dejamos de atender porque hay una beca para estas personas’; pero cuando tú revisas, cuando estaban etiquetados recursos para mujeres embarazadas, eran 140 millones de pesos, y ahora en el fondo de becas de educación básica solamente les dan 40 millones”, explicó.

    Estos recortes ocurren, además, en un contexto de aumento de embarazo adolescente en México, impulsado por la pandemia de Covid-19, que causó que las adolescentes dejaran de tener acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, y debido a que la violencia contra las mujeres creció durante el confinamiento, incluido el abuso sexual.

     

    De acuerdo con datos del Banco Mundial, en México la tasa de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años fue de 58.54 en 2019. Es decir que, de los nacimientos por cada 1,000 mujeres, 58 ocurrieron en jóvenes de ese rango de edad.

    Para 2021 la tasa de fecundidad aumentó a 67.7, según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo).

    La beca para estudiantes embarazadas

    En 2004, se creó el Programa Becas de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas (Promajoven) con el fin de reducir el rezago educativo de las adolescentes de 12 a 19 años en esas condiciones. En 2014, se incluyó en el Programa Nacional de Becas como un componente.

    Durante el actual gobierno, el componente Promajoven se incorporó al Programa de Becas Elisa Acuña, se explica en el estudio Impacto del Programa Beca de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas: estudio exploratorio con enfoque cualitativo, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

    “En 2020, a través del Programa de Becas Elisa Acuña (…) se da continuidad al componente Promajoven; sin embargo, de acuerdo con las Reglas de Operación 2020 del Programa, solo se atiende a becarias que fueron incorporadas hasta el cierre del ejercicio fiscal 2019, lo que indica que no se está apoyando a población objetivo que antes no era atendida”, expone el estudio.

    Este programa de becas recibió en 2022 un presupuesto de 107 millones 199,664 pesos para brindar 12,500 becas. Sin embargo, hasta marzo de este año, el programa no había ejercido los recursos, de acuerdo con su Primer Informe Trimestral de 2022.

    Además, para el siguiente año el PPEF no contempla recursos para el Programa de Becas Elisa Acuña.

    El estudio del Coneval advierte el riesgo de avanzar hacia la desaparición del componente Promajoven.

    “Como el embarazo adolescente sigue presentando alta incidencia en la población mexicana, prescindir de un apoyo como éste dejaría un vacío en la atención a la población en condiciones de vulnerabilidad agravada”, subraya.

    El impacto del embarazo joven en la educación

    De la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018 se desprende que, de las mujeres que han tenido al menos un embarazo, 87.11% no asistía a la escuela al momento de la entrevista, mientras que este porcentaje disminuyó hasta 25.89% en las adolescentes que no habían tenido embarazos.

    Además, solo 30.95% de las adolescentes de 15 a 19 años que tiene al menos un hijo reporta niveles educativos de preparatoria o bachillerato, frente al 61.57% de las jóvenes de esa edad que no son madres.

    “Estos datos reflejan que las adolescentes de 15 a 19 años que son madres tienen menor nivel educativo que el resto de las adolescentes de su edad”, señala la encuesta del Inegi.

    De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el abandono escolar y el embarazo adolescente constituyen un problema económico, ya que llevan a un escenario en el que se combinan, por un lado, la necesidad de un trabajo y, por el otro, la falta de estudios necesarios, con el resultado de que se reducen las posibilidades de las adolescentes de conseguir un empleo remunerado que les proporcione un ingreso suficiente.

    En 2015, de las adolescentes de 15 a 19 años que tuvieron un hijo o una hija en 2011, solo 8.3% desempeñaba una actividad laboral remunerada.

    Laura Flamand, investigadora de El Colegio de México y una de las autoras del informe Embarazo temprano en México, explicó que están en mayor riesgo de embarazo temprano involuntario las adolescentes y niñas de bajos ingresos, con baja escolaridad; indígenas y las que no tienen acceso a métodos anticonceptivos.

    «No es un problema individual de estas adolescentes que se embarazaron; es un problema donde estamos fallando como sociedad y gobierno en proteger los derechos sexuales de este grupo. Es una injusticia social, porque hay niñas y adolescentes que están más en riesgo de embarazarse de manera temprana e involuntaria por sus condiciones sociales, económicas, de origen. Las estamos colocando en posiciones de vulnerabilidad y no las estamos protegiendo», explicó.

  • Dedican mujeres en AL 20% de su tiempo al trabajo no remunerado: Cepal

    Dedican mujeres en AL 20% de su tiempo al trabajo no remunerado: Cepal

    Las mujeres latinoamericanas dedican hasta el 20 por ciento de su tiempo al trabajo no remunerado, el triple que los hombres, y esta proporción ha aumentado con la pandemia de coronavirus que recargó la carga de cuidados en ellas, expuso Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal).

    El valor del trabajo no remunerado representa entre el 16 y el 28 por ciento del producto interno bruto de las economías de América Latina y el Caribe; y en promedio el 74 por ciento de ese volumen es realizado por las mujeres, contextualizó la funcionaria de la comisión de Naciones Unidas.

    Esto implica que las mujeres están sosteniendo gran parte de la economía sin obtener una remuneración, al tiempo que se amplían las brechas para que ellas accedan a un espacio en los mercados laborales formales, amplió Güezmes, durante una conversación con medios previa a la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe que se celebrará en Buenos Aires, Argentina.

    El evento intergubernamental busca discutir y acordar compromisos para acelerar políticas públicas en la región que pongan al centro la sociedad del cuidado, tanto en el rubro legislativo como en dar servicios que liberen las cargas de trabajo no remunerado que, por inercia patriarcal, tienen encima las mujeres.

    Güezmes detalló que la región, como la economía mundial, vive una serie de crisis en cascada: la pandemia, una crisis financiera global, la guerra entre Ucrania y Rusia y la inflación que en suma se traducen en una crisis de desarrollo que amplía las desigualdades, entre ellas las de género.

    Como evidencia, una de cada dos mujeres están fuera del mercado laboral en América Latina y el Caribe y han tenido más dificultades para volver a él tras la pandemia, debido a que se les ha dejado la carga de cuidado infantil y por el cambio demográfico se viene “una enorme carga del cuidado de las personas mayores”, explicó la funcionaria de la Cepal.

  • Olvidan atención de mujeres violentadas; plantean crecimiento real de 1% al gasto

    Olvidan atención de mujeres violentadas; plantean crecimiento real de 1% al gasto

    Las complicaciones cotidianas en la atención a las víctimas de violencia a través de los Centros de Justicia para la Mujer, la Red Nacional de Refugios, las Alertas de Género y espacios en comunidades indígenas han sido expuestas en la Cámara de Diputados como parte del análisis del proyecto presupuestal para 2023.

    Los testimonios compartidos en San Lázaro dieron cuenta del carácter sustantivo que estas tareas tienen en un país donde entre enero y agosto hubo más de 45 mil víctimas mujeres de lesiones dolosas y arriba de 230 mil llamadas de emergencia al 911 por razones relacionadas con violencia de género.

    En las consultas organizadas por el Grupo de Trabajo de Presupuesto con Perspectiva de Género, presidido por la diputada Mirza Flores Gómez (Movimiento Ciudadano), los legisladores se han enterado de las dificultades que afrontan quienes laboran con mujeres que huyen de sus casas en búsqueda de resguardo y seguridad.

    Según datos de la Subsecretaría de Derechos Humanos, en este sexenio se ha dado atención a 1.2 millones de mujeres en 60 Centros de Justicia para la Mujer (Cejum) que operan en toda la República, donde en promedio cada día se ofrecen servicios a 890 mujeres que afrontan algún tipo de violencia.

    La coordinadora del Área de Políticas Públicas de Equis Justicia para las Mujeres, Nancy Carmona, expuso a los diputados que los Cejum son espacios multidisciplinarios e interinstitucionales que brindan servicios de atención a mujeres víctimas de violencia y a sus hijos menores de 18 años, donde reciben atención médica y psicológica; orientación y representación legal; albergue temporal, trabajo social; gestiones para acceder a la educación y asesoría para gestionar su autonomía económica.

    UN SERVICIO DE 24 /7

    Desplegados en 30 entidades, estos centros cuentan con personal propio –en un 60 por ciento– y con asignado por otras dependencias gubernamentales, lo cual genera inestabilidad en la planta laboral.

    Expuso Nancy Carmona que de cada 100 pesos que los Cejum reciben, 82 pesos son para el pago de sus empleados, 9 pesos en servicios generales (luz, teléfono, agua, internet, arrendamiento en 45 por ciento de los casos), y 5 pesos para suministros materiales.

    Detalló la consultora que una encuesta aplicada este año reveló que la demanda de los servicios se ha incrementado, ya que éstos se ofrecen sin interrupción, lo cual genera la necesidad de mayor personal calificado en áreas específicas, particularmente en la médica, psicológica y jurídica.

    Describió la especialista de Equis Justicia que además de la fluctuación de personal que cuando procede de otras instituciones no se identifica con la naturaleza del trabajo y sus horarios, los Cejum siguen presupuestalmente sujetos a la suerte de la disposición y sensibilidad de los funcionarios locales que se preocupan por el tema: sea un fiscal, un secretario, el gobernador o del hecho de que se haya decretado la Alerta de Género en la entidad. “Esto es peligroso, porque en cualquier momento el escenario puede cambiar”, advierte.

    Narró Nancy Carmona que los responsables de los centros compartieron que las necesidades de éstos incluyen desde productos de higiene menstrual, pañales de bebés hasta transportes para el rescate de víctimas, mobiliario y mantenimiento.

    Así que además de la aprobación de recursos suficientes, la representante de Equis Justicia hizo votos porque se concrete la reforma pendiente a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en materia de Centros de Justicia, a fin de que éstos cuenten con asignación específica, tanto en el presupuesto federal como en las entidades.

    NO HAY PERSPECTIVA DE GÉNERO

    Mientras la ley subsana ese pendiente, organizaciones de mujeres hicieron llegar a la Cámara de Diputados el señalamiento de que tal y como se prevé el reparto de recursos para 2023, el rubro de prevención y atención a las violencias no experimenta un incremento que responda al alza del problema.

    “Según la propuesta que el Ejecutivo federal envió a la Cámara de Diputados, los recursos que se agrupan en el Anexo Transversal 13 para la igualdad y combate a las violencias de género tendrían un aumento real del 41% con respecto al último presupuesto. Sin embargo, como distintas organizaciones hemos documentado, los incrementos de los últimos años se explican casi exclusivamente por la inclusión de programas públicos que no están diseñados para reducir brechas de género ni erradicar las violencias contra las mujeres: casi 9 de cada 10 pesos se destinan a programas como la Pensión para las Personas Adultas Mayores, el programa de Becas de Educación Básica, Sembrando Vida”, se indica en el documento firmado por Fundar, Raíces y Aliadas, entre otras.

    “En su lugar, programas clave para los derechos de las mujeres y la igualdad sustantiva tendrían un aumento marginal o incluso un decremento en términos reales respecto a lo aprobado para 2022. De manera específica, el Proyecto de Presupuesto propone, en la práctica, liquidar el programa de Equidad de Género y reducir los recursos hacia los programas de Apoyo a Madres Trabajadoras y Salud Materna, Sexual y Reproductiva”, se precisa en el pronunciamiento que con fecha 20 de octubre entregaron a los diputados.

    “Por su parte, los fondos para Refugios Especializados para Mujeres víctimas de violencia; para el Programa de Promoción, Atención y Prevención de la violencia contra las Mujeres (que asegura recursos para los Centros de Justicia para las Mujeres y la atención de las alertas de género); y para las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) incrementarán menos del 1% en términos reales”, se precisó en el comunicado.

    TAMPOCO EXISTE TRANSPARENCIA

    Pero tampoco existe transparencia respecto a los recursos que le corresponden a los CEJUM.

    Elsa Conde de Aliadas explicó que si bien se conoce la cifra que llega de presupuesto a las diversas acciones de las que es responsable la Comisión Nacional para la Prevención de la Violencia (Conavim), esto no necesariamente ocurre así.

    Ejemplificó la especialista en el tema esta falta de claridad con lo sucedido en el asignado en 2021, ya que al analizar las cuentas de entonces se pudieron comprobar que, si bien los centros tenían una asignación de 300 millones de pesos, al final sólo se ejercieron 240 millones.

    “Los 60 millones restantes para el 2022 fueron asignados a los programas de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación”, precisó.

    Dijo que por ahora en los informes públicos no se conoce el monto de las asignaciones hechas a los Cejum.

    En el comunicado, las organizaciones exigen que para 2023 aseguren una asignación progresiva de recursos a los programas que sí están orientados a la atención y erradicación de las violencias contra las mujeres, garantizando su suficiencia presupuestaria; establecer los enlaces necesarios para darle seguimiento, desde el inicio del año fiscal, a la debida y oportuna transferencia de los montos que eventualmente se aprueben en los próximos días en la Cámara de Diputados.

    RED NACIONAL DE REFUGIOS

    En el acopio de testimonios, reflexiones y solicitudes la subcomisión legislativa escuchó también, a través de un video enviado exprofeso, el mensaje de Reem Alsalem, Relatora Especial para la violencia contra las mujeres y las niñas en Naciones Unidas.

    “Sabemos que la mejor manera de proteger a las mujeres y niñas contra la violencia es prevenir la violencia. Esto requiere del compromiso político, pero también de adoptar la ley y asignar presupuesto para tener casas seguras, pero también poder efectuar órdenes de protección”, expuso.

    Definió la relatora de la ONU que las casas seguras son parte de los servicios esenciales y que aun cuando los efectos de covid-19 hacen reducir los presupuestos a nivel mundial, los recursos para prevenir y atender las violencias no se pueden ni se deben recortar.

    Reem Alsalem explicó que las consecuencias de estos recortes van más allá de lo financiero. “Tener los recursos puede hacer o significar la diferencia entre asegurar o no el respeto a los derechos de la mujer, como son el derecho a la vida, seguridad, vivir sin violencia. Y el acceso a estos derechos no es un tema de lujo, sino que es una obligación del Estado”.

    De ahí la preocupación expuesta en varias ocasiones por la Red Nacional de Refugios en el actual proceso de análisis presupuestal en San Lázaro, ya que según compartió la directora Wendy Figueroa, el incremento para 2023 es de apenas 0. 6%, luego de que este año han padecido la retención de hasta el 80 por ciento de los recursos asignados.

    Para la promotora de estos 75 espacios de atención a las mujeres en todo el país ese 0.6 por ciento contrasta con la demanda de atención que en 2022 creció en 16 por ciento y los endeudamientos que el subejercicio presupuestal les generó.

    Wendy Figueroa sostuvo que esas retenciones constituyen una violencia institucional que revictimiza a las más de 28 mil personas que la Red atiende: mujeres, niñas y niños víctimas de violencia de género.

    REASIGNACIONES

    Como resultado de este acercamiento, el Grupo de Trabajo con Perspectiva de Género de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados elabora ya una propuesta de ajuste que en el caso de la Red Nacional de Refugio busca incrementar de 443. 7 millones de pesos asignados por la Secretaría de Hacienda para 2023 a 495. 6 millones, es decir, un 11 por ciento más.

    Igualmente, se plantea elevar de 39.3 a 46. 8 el monto previsto para el Instituto Nacional de Cancerología Micaela, un alza de 12 por ciento.

    Para la Red Nacional de Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana y las Casas de las Mujeres Indígenas se propone un incremento del 25%, aunque no se especifica cuánto le asigna de presupuesto el proyecto enviado por la Secretaría de Hacienda a San Lázaro.

  • La discriminación hacia mujeres campesinas e indígenas complica la equidad en salud: The Lancet

    La discriminación hacia mujeres campesinas e indígenas complica la equidad en salud: The Lancet

    De acuerdo con el estudio multinacional, Acceso a diagnósticos de salud, difundido por la revista médica británica The Lancet, en América Latina las mujeres indígenas, las campesinas y otras habitantes de zonas rurales son quienes enfrentan más obstáculos para recibir prevención, diagnósticos tempranos y atención a la salud.

    Los datos detallados del estudio fueron presentados por la Universidad de Waterloo, Canadá, en el seminario de periodismo latinoamericano Roche Press Day, que se llevó a cabo en Cartagena, Colombia, y coincidió con el Congreso Latinoamericano de Ginecología y Obstetricia, donde se reunieron mil expertos en salud femenina.

    Entre mujeres latinoamericanas las enfermedades se manifiestan con más agresividad en zonas rurales y en comunidades aisladas geográficamente, cuyas habitantes enfrentan obstáculos adicionales de los que ya padecen otras mujeres que habitan ciudades, sobre todo cuando tienen escasos recursos económicos o no existen leyes o normas que obliguen a las autoridades a proporcionarles consultas y medicinas, como indican datos presentados por la doctora Sue Horton, vicepresidenta de la Comisión de Diagnósticos de The Lancet e investigadora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Waterloo.

    “Hemos estudiado, en diferentes regiones del mundo, cuáles son los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres cuando intentan tener acceso a la salud y en el caso de América Latina es notorio que hay una desventaja cuando las mujeres indígenas y campesinas buscan ayuda médica, por su aislamiento geográfico, por sus rezagos económicos y porque muchas de ellas carecen de un seguro de gastos médicos, público o privado. Esto se observa muy claramente cuando uno estudia los datos epidemiológicos del cáncer cérvicouterino”, dijo la profesora e investigadora canadiense.

    MUJERES SUBREPRESENTADAS

    A lo largo de 24 ponencias presentadas por representantes de academia, gobiernos, industria y organizaciones sociales, durante el Roche Press Day, se documentó que, desde el nacimiento de la medicina moderna, las mujeres han sido sistemáticamente ignoradas y subrepresentadas en la atención sanitaria. Por esto se planteó que es urgente realizar cambios profundos en actividades que impactan en la salud pública y que rebasan el ámbito clínico, como la comunicación, la formulación de políticas y el financiamiento de la investigación para que las mujeres puedan acceder a la información, el diagnóstico, el tratamiento y la atención que necesitan, cuando la necesitan.

    La presidenta del Centro Global de Salud y Desarrollo (CGHD), Joanne Manrique, destacó que las barreras culturales y sociales impiden el acceso universal de las mujeres a una atención sanitaria adecuada.

    “Estos obstáculos que enfrentó mi abuela hace 50 años aún están ahí. Necesitamos identificarlos y unirnos todos los actores para abogar en favor de la salud de las mujeres y entre todos buscar soluciones”, dijo la experta, que consideró que los cuatro ejes de acción más urgentes son sobrepasar tabúes, aumentar la inversión, mejorar el diagnóstico, y darles las herramientas a las mujeres, jurídicas y financieras, para tener tratamientos oportunos.

    En relación con las desigualdades, éstas están condicionadas por el nivel de educación, los ingresos, la edad, el origen étnico y el acceso a los servicios sanitarios, y a menudo les impiden a las mujeres recibir la atención que necesitan. Sin embargo, son ellas las que asumen la mayor parte de las responsabilidades de cuidado no remuneradas, desde el cuidado de los niños hasta el cuidado de los enfermos y ancianos.

    La abogada costarricense Elizabeth Odio Benito, segunda mujer en haber ocupado el cargo de jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señaló que es la invisibilidad de las mujeres la que hay que combatir, y destacó el ejemplo de que durante la pandemia no se viera como prioridad que las mujeres, vistas tradicionalmente como las responsables del cuidado de sus familias, y por ello hubo un rezago en la aplicación de citologías y mamografias para prevención de cánceres.

    “Están apareciendo muchas mujeres con diagnósticos tardíos de cáncer de mama porque dejaron de hacerse los exámenes”, indicó la jueza y agregó que las mujeres sufren de una discriminación muy grave que las aísla y las pone en condiciones de subordinación.

    La vicepresidenta de la Comisión de Diagnósticos de The Lancet explicó que desde la infancia y adolescencia las mujeres deben acceder a pruebas diagnósticas que pueden salvar sus vidas si detectan a tiempo infecciones graves. “Esto no sólo nos demostraría los beneficios de la vacunación en niñas sino que nos permitiría detectar infecciones que pueden poner en peligro a las mujeres durante el embarazo, como la sífilis, o identificar en etapas tempranas la aparición de cáncer cérvicouterino por infección persistente del Virus Papiloma Humano”, subrayó.

  • Rosa Montero: “Hay que matar al enemigo interior, ese que dice no vales, que eres una impostora”

    Rosa Montero: “Hay que matar al enemigo interior, ese que dice no vales, que eres una impostora”

    Cuando habla de literatura, los ojos de Rosa Montero brillan como si estuvieran conectados con su último tatuaje: “El arte es una herida hecha luz”. La frase es del pintor francés George Braque. A sus 71 años es jovial y cálida como una adolescente. Cuesta pensar que se está frente a una de las escritoras más celebradas y leídas de Hispanoamérica, pues no hay pizca de arrogancia en sus actitudes ni en su conversación. Sonríe casi todo el tiempo, sentada en la poltrona de un hotel enmoquetado en el norte de Bogotá. Atiende a EL PAÍS para hablar de su último libro El peligro de estar cuerda (Seix Barral). Es una gran conversadora que no le regala espacios al silencio. Tampoco regatea: sus explicaciones son abundantes y sabe decir “no sé” cuando es necesario. Vive en la literatura, y la ciencia y la ficción son dos de sus obsesiones. Sus respuestas son extensiones emocionadas de su libro.

    Pregunta. En una entrevista que le hicieron en este medio, en 2011, dijo lo siguiente: “En periodismo escribo lo que sé, lo que pregunto. Y en novela escribo lo que no sé, lo que me pregunto”. ¿En El peligro de estar cuerda unió ambas cosas?

    Respuesta. Casi todo lo que escribo son novelas, pero tengo tres artefactos literarios que son poco definibles, libros mixtos que son La loca de la casa, La ridícula idea y este, que está compuesto por ensayo, biografía, autobiografía y ficción, pero muy sui géneris. Pasé cuatro años tomando notas, tenía cuatro cuadernos enormes, no sé cuántas cartulinas llenas de notas, una lista de más de 80 temas que quería tocar, y yo decía: cómo los uno. Extendí todo sobre la mesa de la cocina, me lo quedé mirando desmayada durante dos días, porque pensé que no iba a ser capaz de hacerlo. Pensé que iba a tener que tirarlo, que iban a ser dos años tirados de trabajo como me ha ocurrido con otro par de libros, o sea que no era nada nuevo. Pero al segundo día tomé una decisión que fue esencial y que salvó el libro, que tiene que ver con lo que estás diciendo, y es que tuve claro que no iba a hacer este libro desde la cabeza, desde lo que sé, como se hacen el ensayo o el periodismo, sino que iba a cerrar los ojos y me iba a dejar llevar por el ritmo y la música del libro, por el inconsciente, exactamente igual que en mis novelas.

    P. Dice que escribir es una especie de indagación detectivesca y que hay que escribir sin el yo. ¿Cómo conciliar ambas cosas?

    R. Hay que escribir sin el yo siempre. El yo es lo más molesto en la vida, es un pelmazo; hay que matar al enemigo interior, ese que dice “no vale, no sirves, eres una impostora, vas a hacer el ridículo”. El que crea es el inconsciente, entonces el yo que observa y exige cosas está constantemente ahogando el inconsciente. Tienes que liberarte, no solo del yo-enemigo, del yo-maltratador, sino también del yo ambicioso, ese que dice “con esta novela tienes que llegar y vender no sé cuánto”; con eso ya estás fastidiando la creatividad. Todo lo que sea exterior a la búsqueda de la luz en la oscuridad —se escribe en la oscuridad para llegar a alguna luz—, todo lo que sea cualquier otro tipo de imposición es coartar la creatividad. De joven aspiraba a escribir algún día el mejor novelón del mundo, y a lo mejor eso es bueno en etapa formativa porque te ayuda contra la inseguridad, pero llega un momento en que te tienes que liberar de eso. Ya no tienes que aspirar a escribir un novelón, solo tienes que aspirar a bailar con el libro y con las palabras. Tienes que aspirar a hacer todo inconsciente, ser todo cuerpo escritor, y que ese yo desaparezca.

    P. Dice en el libro: “Cuanto más te gusta la idea de lo que vas a escribir, más miedo te da no estar a la altura de tu musa”. ¿Cómo vence el miedo de sentarse a escribir?

    R. Intentando hacer oídos sordos; como las sirenas y Ulises, hay que echarse cera en los oídos, pero poniéndote en riesgo. Toda la vida me he puesto en riesgo y lo paso fatal, porque ese yo asqueroso está lleno de trucos. Por ejemplo, te dicen: “Pero cómo vas a sentirte insegura con todos los libros publicados, con los éxitos y los premios”, y el yo te dice: “Vale, a lo mejor antes sabías escribir, pero ya no sabes, eres una porquería, estás acabada” (risas). Siempre hay una manera de hundirte.

    P. ¿De dónde cree que provenga esa necesidad de justificar la existencia? ¿Es una necesidad puramente racional o hay algo más?

    R. Lo que [Luis] Landero llamaba el afán: ¿Qué hago con mi vida, para qué sirve? No sé.

    P. Dice en el libro que la existencia y la vida no tienen sentido.

    R. No soy creyente, entonces no creo que tengan ningún sentido. La vida está hecha para vivirla, entonces hay que intentar disfrutar de ese impulso, de ese latido de la vida —que es un regalo, un misterio, un enigma—, sin buscarle más trascendencia. Creo que la serenidad no va por arriba, por la búsqueda de grandes respuestas a la vida —que no creo que existan—; va por abajo, por la humildad de sentirte parte de un todo.

    P. ¿Alguna vez fue creyente?

    R. Sí, pero desde muy pequeña dejé de creer. Debía tener 7 u 8 años cuando fui a ver Los diez mandamientos, de Cecil B. DeMille. (Siempre he sido una niña con una parte racional enorme, y por otro lado tengo una parte imaginativa y fantástica también enorme, las dos cosas para mí son perfectamente compatibles). Y vi la escena espantosa de que Dios dice a los judíos que marquen la puerta de sus casas y eso los salva, pero mata a los bebés primogénitos de todos los que no son judíos, y me pareció tan espeluznante ese Dios del Antiguo Testamento —que es brutal— que dije: “¿Cómo es posible que Dios —que se supone que es el más poderoso— llega y mata a los bebés que no tienen ninguna culpa?”. Estuve con pesadillas como una semana, no podía dormir, y llegué a una conclusión: ese Dios que hace eso no merece la pena llamarse Dios. Y en ese Dios no creo. A partir de ahí dejé de creer.

    P. Ha dicho que escribe, entre otras razones, para intentar perderle el miedo a la muerte. ¿Le tiene miedo a algo?

    R. A todo. Desde luego a la muerte. Tengo un miedo horrible al sufrimiento, a la crueldad del ser humano. Le tengo miedo horrible a la violencia, a la injusticia, al dolor físico mío, al deterioro, y luego al dolor y al deterioro de la gente que quiero.

    P. ¿Ese temor a la muerte ayuda de alguna manera a darle sentido a la vida?

    R: Lo que le da es un sinsentido total, es decir, ¿para qué hacemos todo esto si vamos a morirnos? Entonces, lo que tienes que hacer es intentar encontrar el sentido de vivir a pesar de que nos morimos. Ese es el gran reto.

    P. Ha dicho que uno de los rasgos que le caracteriza es la falta de recuerdos. ¿Lleva algún diario? ¿Tendremos algún libro suyo de memorias?

    R. Nunca he llevado diario, y es una pena porque serviría. Ahora una amiga me ha dado unas cartas de cuando yo tenía treinta y tantos años y estaba viviendo en Estados Unidos —cartas en papel—, y me quedo patidifusa con las cosas que decía. No tengo ningún material del que agarrarme, y tengo esa memoria horrible de la que no me fío. En la vida haré un libro de memorias más allá de estos libros que he escrito en los que cuento cosas que pueden ser verdad, o a lo mejor me las he inventado.

    P. Se asocia la verdad a la razón y la mentira al arte, sin embargo ¿no hay parte de verdad y de mentira en cada una?

    R. Totalmente. En la mentira artística hay una verdad mucho más profunda. Esto se ve muy bien cuando se contraponen periodismo y ficción. La verdad del periodismo es la del que el notario puede dar fe, pero es una verdad muy alicorta, muy encerrada en lo actual y en lo local. En periodismo hablas de los árboles, tú eres un árbol y hablas de los árboles que están alrededor; en la novela intentas hablar del bosque. Es una verdad mucho más profunda, más completa y más compleja; son dos maneras de alcanzar los niveles de la realidad. Creo que en las mentiras artísticas hay más verdad.

    P. A Emily Dickinson la poesía le permite encontrar la belleza salvadora de la oscuridad. ¿Es el arte, además, una medicina contra el dolor y la enfermedad?

    R. Sin arte nos moriríamos. Es lo que dice George Braque: “El arte es una herida hecha luz”. ¿Qué vamos a hacer con las heridas de la vida sino intentar convertirlas en luz para que no nos destruyan? Todo arte nos permite vivir. Lo dice también Fernando Pessoa: “La existencia de la literatura es la prueba inequívoca de que la vida no basta”,. Donde pone literatura pon otro arte, y efectivamente la vida no nos basta. Si no tuviéramos eso, sería insufrible vivir.

    P. ¿Qué piensa sobre la cultura de la cancelación? ¿Cree que es una amenaza o una barrera para el pensamiento, por ejemplo, la excesiva corrección política?

    R. Depende. Tenemos todo el derecho y la necesidad de cambiar abusos de maltrato, por ejemplo, el sexismo, el racismo u otro tipo de abusos sociales que durante muchos años han sido invisibles, porque se nos enseña que el mundo en el que vivimos es neutro y no está manchado de valores, pero todos los mundos, las normalidades en las que se nos enseña a vivir están manchadas de unos valores determinados que ha puesto el poder. Cuanto más avanzada es una sociedad democrática, más espacio tienen las otras voces. En las sociedades dictatoriales hay una sola manera de ver las cosas. Tenemos que defendernos e intentar dar la vuelta a esas visiones, que son unos prejuicios terribles: los prejuicios sexistas, los prejuicios racistas. Que de ahí se pueda ir a extremos banales como “hay que quitar de las librerías Lolita, de Nabokov” es un exceso de un estúpido que probablemente ni siquiera ha leído Lolita o no se ha enterado de que es una novela maravillosa absolutamente en contra de la pedofilia. El principio de que hay maneras de ser que antes eran admitidas y que han sido siempre abusivas para una determinada gente hay que cambiarlas y denunciarlas, y me importa un pito que haya unos cuantos tontos que vayan quedándose arrastrados por ahí por los límites llevando a extremos banales.

    P. No cancelaría, por ejemplo, a Woody Allen…

    R. Tienes que tener un cierto sentido común, una cierta cautela. Muchas veces ese tipo de cosas son terriblemente difíciles de probar, pero también hay maneras de hacerlo. Por ejemplo, Plácido Domingo. Para mí está probado al cien por cien por las investigaciones internas del Metropolitan, por montones de testigos que han dicho con nombre y apellido que ha hecho lo que ha hecho. Para mí ese tipo está acabado. Ha sido un grandísimo tenor, eso no lo quita nadie, pero como persona me parece inadmisible. El caso de Woody Allen es mucho más complicado, no está nada claro, entonces no puedes condenarle al fuego eterno. Hay que ir caso por caso. En todos hay que plantearse la duda e ir con pies de plomo, pero desde luego hay que mirarlos con radicalidad porque han sido muy habituales. En el mundo había una serie de depredadores. Por fortuna, la mayoría de los hombres no han sido así, pero lo que hacía la mayoría de los hombres y las mujeres era no protestar.

    P. ¿Entonces sí lo cancelaría?

    R. Depende de hasta qué punto esté demostrado. Cancelar a Plácido Domingo, sí, para mí está demostrado. A Woody Allen, no, para mí no está demostrado.

  • ¿Cómo cambiaría la historia del arte si se viera a través de las mujeres?

    ¿Cómo cambiaría la historia del arte si se viera a través de las mujeres?

    La muralista María Izquierdo está sentada ante un lienzo, echada hacia adelante, con las piernas desplegadas y firmes. Sobre el caballete, pinta a Rufino Tamayo y en el fondo, el mismo pintor posa con las piernas cruzadas vestido con un traje azul. La pintura, titulada María Izquierdo con Tamayo como modelo (2005), es de la mexicana Inda Sáenz Romero. ¿Cómo cambiaría la historia del arte si se viera a través de las obras de mujeres? Una muestra temporal del Museo Kaluz, en Ciudad de México, reúne 109 piezas de artistas de diferentes generaciones, procedencias y estilos para repensar, desde sus miradas, la historia del arte.

    La escena que imaginó Sáenz Romero aparece al inicio de la muestra (Re)Generando, que se expone hasta el 24 de abril en Ciudad de MéxicoEl cuadro comparte esa primera sala con el video de una performance de María Gimeno en la que la artista española corta con un cuchillo las hojas de un libro de historia del arte y le introduce obras de mujeres, ausentes en la publicación. También con piezas de la colombiana Yohanna M. Roa, que interviene con bordados páginas de libros con la misma temática, y con la obra de la fotógrafa Carol Espíndola, que introduce su cuerpo desnudo en pinturas neoclásicas.

    ¿Cómo cambia, entonces, la historia del arte a través de sus miradas? La crítica Karen Cordero, curadora de la muestra, señala que “la exposición pretende ser una respuesta” a esa pregunta. “Se cuestiona una visión racionalista, muy diacrónica, muy verbal de la historia del arte que expulsa el cuerpo”, explica la crítica, y sigue: “Hay otras miradas, otros espacios y otras subjetividades. También hay un cambio en la definición del arte, porque las mujeres han hecho muchas cosas creativas que no han sido consideradas arte. Por ejemplo, el bordado, el tejido, la costura”.

    Karen Cordero, curadora de la exposición '(Re)Generando' en un recorrido por las salas del Museo Kaluz.
    Karen Cordero, curadora de la exposición ‘(Re)Generando’ en un recorrido por las salas del Museo Kaluz.AUREA DEL ROSARIO

    La muestra reúne piezas de artistas como Manuela Ballester, Paloma Altolaguirre o Elvira Gascón, que pertenecen a la colección del Kaluz, y obras que provienen de otros museos mexicanos, además de colecciones privadas y de préstamos de artistas contemporáneas.

    Dentro de las colecciones de los museos mexicanos, el número de mujeres creadoras representa el 15% en promedio: una de cada cuatro artistas de la colección del Museo de Arte Contemporáneo son mujeres; le siguen el Jumex (20,1%), el Museo de Arte Moderno (16,6%) y, en cuarto lugar, el Museo Kaluz (15,1%). “Linda Nochlin se lo preguntó en 1971: ¿por qué no hay grandes mujeres artistas? Ella misma contestó diciendo que no es que no haya, sino no han sido incluidas”, explica Cordero. La crítica señala que “a pesar de todos estos años de reflexión sobre género” ha sido “muy difícil que haya un cambio en la estadística”.

    Cordero cuenta que la exposición no busca solamente incluir mujeres artistas para exponer un mayor número: “La idea es crear nuevas narrativas sobre la historia del arte e imaginar otras maneras de organizar la sociedad, las jerarquías e incluso la definición mismo de arte”.

    Dos cuadros en exposición, ambos del siglo XIX, desafían de forma muy temprana lo que se espera de ellas en su época. Uno, de Guadalupe Carpio, pintado en 1865, muestra a la artista en el centro y mirando de perfil al espectador. La mujer está pintando a su marido rodeada de sus hijos pequeños. “Se está representando a sí misma como productora. Ella decidió, antes de cualquier discurso feminista explícito, mostrarse a sí misma de esta manera”, comenta Cordero. En la segunda pintura, de Josefa Sanromán, de 1849, otra artista se representa a sí misma pintando en una sala en compañía de otras jóvenes. “Está pintando puras mujeres: monjas, maternidades, vírgenes…”, señala Cordero.

    Una mujer recorre la exposición de '(Re)Generando'.
    Una mujer recorre la exposición de ‘(Re)Generando’.AUREA DEL ROSARIO

    “Son materia para que podamos saber más de cómo las mujeres llegaron a ser artistas. Son testimonios visuales de cómo se consideraban y la importancia que daban a su propia obra y cómo lo relacionaban con el entorno. Siempre hay una relación muy compleja entre las artistas –las mujeres profesionistas en general– y la domesticidad y la maternidad”, dice Cordero, y confiesa: “Haciendo esta exposición he pensado mucho en lo increíble que deben de haber sido estas mujeres que en el siglo XVIII o XIX lograron hacer algo que estaba completamente fuera de las expectativas”.

    Cordero avanza entre las salas y señala obras que buscan abrir la gama de mujeres, de técnica, de edades, de situaciones sociales. A su izquierda, señala Huesitos (1993), de Mónica Mayer, donde la artista mexicana reflexiona sobre la vejez y el paso del tiempo en una instalación documental que tiene en el centro a su tía Anita. Más adelante, Mujeres frente al tribunal (2021), de Carla Rippey, resignifica fotografías antiguas hechas a mujeres detenidas y Las tres gracias, un tríptico de Teresa Velásquez, muestra las sombras de tres mujeres libres en el mar. “¿Qué cambia cuando son mujeres las que están creando y representando cuerpos de mujeres?”, pregunta Cordero.

    La muestra sigue activando preguntas. ¿Por qué, en el siglo XVIII, una mujer le encarga a otra que la retrate si no es lo habitual? Lo dispara Retrato de una dama, de Élisabeth Vigeé-Lebrun. ¿Cómo se han formado como artistas mujeres en diferentes momentos de la historia? Surge al ver Tejedoras de acompañamiento, una obra encargada para la exposición al grupo de investigación y creación Mitote que evoca otras formas de apoyo y creación. ¿Cuál es la relación de las mujeres con sus entornos? Salta al encontrarse de frente con la silueta de una mujer de espejo creada por la fotógrafa Sonia Madrigal para La muerte sale por el Oriente (2014), un trabajo que aborda la violencia feminicida. ¿Cómo representa una mujer la masculinidad?

    Caída libre es una obra de la artista Irma Sofía Poeter que muestra a un hombre cayendo de espaldas al vacío. El hombre moreno está desnudo y su cuerpo ha sido bordado con flores rosas y lentejuelas sobre un mantel. “En esa caída hay un proceso de transformación y se desplaza de la posición de seguridad al cuerpo masculino”, dice Cordero. La curadora señala hacia otra obra: un hombre delineado en lápiz se abre el pecho, como una vulva, y enseña su corazón. La pieza se llama Y me busco por dentro y fue creada en 1952 por Elvira Gascón. “[Estas obras] desmontan la idea clásica del desnudo masculino heroico”, apunta la crítica.

    Obra titulada 'Tejedoras de acompañamientos'.
    Obra titulada ‘Tejedoras de acompañamientos’.AUREA DEL ROSARIO

    El recorrido sigue y se mete dentro de los hogares, en las habitaciones, o sale fuera, hacia la naturaleza, hacia la ciudad. La muestra presenta una última pregunta: ¿cómo contribuye la obra de mujeres artistas a transformar su contexto y a concebir y crear otros futuros?

    En el proyecto Naturaleza postindustrial, hecho entre 2017 y 2020, Mariana Galluco trabajó con desechos para cuestionar el manejo de esos residuos y proponer un trato más amable de los ecosistemas. La pieza expuesta, Cacti, está formada por cactus hechos a partir de cápsulas de café que la artista implantó en diferentes espacios naturales. Otra obra, Sé-Nos, de la Colectiva Lana Desastre, presenta senos diversos tejidos en talleres y colocados sobre una plataforma. “Están creando otra posibilidad de sistema social y de sistema artístico menos jerárquico e individualista”, cuenta Cordero. La pieza también incluye paneles que cuelgan de las paredes y que se irán completando con nuevos senos tejidos en talleres que se harán en los próximos meses.

    “Hay una historiadora del arte, Griselda Pollok, que tiene un libro que llama Encuentros en el museo feminista virtual, donde plantea que una visión feminista de la historia del arte no puede tener en los museos porque los museos son espacios de poder”, dice Cordero. La intelectual, que publicó el libro en 2007, propone que esos discursos pueden ser desmontados en salas imaginarias. Pero Cordero no cree que haya que crear espacios virtuales para exponer a artistas mujeres. (Re)Generando, dice, es un intento por contradecir a Pollok y hacer su propia idea realidad.

  • Una vacuna experimental extendió más de cinco años la vida en mujeres con cáncer de mama avanzado

    Una vacuna experimental extendió más de cinco años la vida en mujeres con cáncer de mama avanzado

    El cáncer de mama suele ser un tumor de buen pronóstico sin embargo, a veces el cuadro se agrava por algunos subtipos que tienen una mayor agresividad. Un estudio realizado en la última década parece traer algo de luz para encarar esta enfermedad, ya que una vacuna experimental demostró generar de manera segura una fuerte respuesta inmune frente a una proteína tumoral clave.

    El estudio se realizó en 76 mujeres con ese cáncer. Los resultados, publicados en la revista JAMA Oncology, arrojaron que el 80% de las pacientes tratadas seguía con vida diez años después de haber recibido la inyección. Esto significa casi cinco años más de lo que se logra con las terapias existentes.

    El tratamiento común es una intervención quirúrgica, pero algunas mujeres también reciben quimioterapia y radiación para evitar que desarrollen cáncer de mama invasivo. “Lo ideal es que la vacuna sustituya esos tratamientos”, comentó la autora principal, Mary L. Disis, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle.

    Si bien reconoció que los resultados son preliminares, afirmó que “son lo suficientemente prometedores como para que la vacuna ahora se evalúe en un ensayo clínico aleatorizado más grande”.

    “Los resultados mostraron que la vacuna era muy segura. De hecho, los efectos secundarios más comunes observados aproximadamente en la mitad de los pacientes fueron muy similares a los que se ven con las vacunas contra el covid: enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección y tal vez algo de fiebre, escalofríos y síntomas similares a los de la gripe”, agregó.

    El 10% de los casos de cáncer de mama se detecta antes de los 40 años (Gettyimages)El 10% de los casos de cáncer de mama se detecta antes de los 40 años (Gettyimages)

    Las mujeres tratadas completaron un curso estándar de terapia y lograron una remisión completa o solo les quedaba un tumor en el hueso, que tiende a crecer lentamente.

    El equipo de expertos que llevó adelante el estudio controló a las pacientes durante un periodo de 3 a 13 años; aunque el seguimiento promedio fue de casi 10 años.

    Según explicaron los especialistas, un seguimiento prolongado es importante porque la proteína llamada receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2) se encuentra en muchos otros tipos de células.

    El HER2 positivo es una de las variantes con la tasa más alta de mortalidad en cáncer de mama: la alteración de este gen hace que se transmitan señales a las células tumorales para que crezcan más rápido de lo normal, lo que acelera la progresión de la enfermedad.

    Durante el estudio los investigadores querían asegurarse de que la vacunación no desencadenara una respuesta autoinmune contra otros tejidos sanos que portan HER2.

    Para la investigación se elaboraron tres grupos. Cada mujer tratada recibió tres vacunas: un grupo recibió tres inyecciones de dosis baja (10 mcg); otro una dosis intermedia de 100 mcg y el tercero 3 inyecciones de dosis alta, 500 mcg. También recibieron el fármaco inmunoestimulante factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos (GM-CSF), que promueve la inmunidad citotóxica.

    La primera fase del ensayo estuvo destinada a evaluar la seguridad de la vacuna y a determinar si generaba una respuesta inmunitaria a HER2. Se estima que hasta en el 30% de los cánceres de mama se produce un exceso de esa proteína hasta cien veces más que en las células normales. Estos tumores tienden a ser más agresivos y tienen más probabilidades de reaparecer después del tratamiento.

    Médico revisando si existe cáncer de mama en una radiografía (BBC)Médico revisando si existe cáncer de mama en una radiografía (BBC)

    De acuerdo a lo explicado por los expertos, las mujeres con cáncer de mama HER2 positivo que generan inmunidad citotóxica tienen menos probabilidades de que la enfermedad reaparezca después del tratamiento y presentan una supervivencia general más prolongada que el resto.

    Con el objetivo de estimular este tipo de respuesta, los científicos fabricaron una vacuna de ADN. La fórmula utilizada en este ensayo contenía las instrucciones de ADN para una parte de HER2 que generalmente se encuentra dentro de la célula.

    Los investigadores encontraron al final del proceso de seguimiento que la vacuna estimuló con éxito la respuesta inmunitaria citotóxica deseada sin provocar efectos secundarios graves.

    Tras la realización de la primera fase, los especialistas dieron paso al nuevo ensayo de fase dos. Disis remarcó que si los resultados vuelven a ser positivos, será una señal sumamente importante para dar inicio a un ensayo de fase tres definitivo.

    “Hemos seguido a estas mujeres durante diez años y el 80% de ellas todavía están vivas (…) Tengo grandes esperanzas de que estemos cerca de una vacuna que pueda tratar eficazmente a los pacientes con cáncer de mama”, concluyó la autora del estudio.

  • 5 acciones para eliminar las brechas de género en la empresa

    5 acciones para eliminar las brechas de género en la empresa

    En el pasado, la presencia de mujeres en entornos laborales era escasa o nula, pero con el paso de los años esta situación ha cambiado y cada vez más talento femenino tiene representación en las empresas y puestos directivos; sin embargo, aunque se han registrado progresos, aún existe una brecha de género importante que las organizaciones deben trabajar para romper.

    De acuerdo con un estudio de Bain & Company, las mujeres en la fuerza laboral nivel mundial siguen por debajo de lo esperado, con 40% y en algunos países la preparación académica sigue siendo baja, sin educación universitaria, sobre todo en India y Nigeria.

    Este poco acceso al mundo laboral no solo representa un problema de discriminación de género o falta de oportunidades, sino que es un retroceso en la económica y productividad de una organización, ya que ellas aportan parte importante al Productivo Interno Bruto y sus habilidades, en colaboración con sus colegas, permiten obtener mejores resultados en sus centros de trabajo.

    «Los hombres y las mujeres tienen motivaciones consistentes a la hora de trabajar, en factores como la orientación financiera y el compañerismo. También tienen actitudes similares en cuanto a la inclusión, ya que menos del 30% se siente incluido en el lugar de trabajo”, explicó Bianca Bax, socia experta y líder de EMEA DE&I, Bain & Company.

    En México, la situación no es diferente, incluso antes de la pandemia, la participación laboral de las mujeres era de 45% en 2019, comparado con 77% de los hombres, una brecha de 32 puntos porcentuales, de acuerdo con datos del Banco Mundial. Con los recortes de trabajos, las mujeres fueron las más afectadas.

    En promedio, 3 millones de mujeres dejaron de trabajar, en parte, por prejuicios y discriminación, indica el reporte Global Learning Survey 2021, realizado por Pearson.

    Ante este panorama, Bain & Company identificó cinco acciones que las organizaciones pueden tomar para romper con la brecha y permitir más ingresos de mujeres a su plantilla, así como favorecer su crecimiento laboral.

    Lucha activa contra los prejuicios de género

    Las empresas pueden desafiar activamente los prejuicios elevando los modelos de roles diversos, garantizando la igualdad de acceso al patrocinio, promoviendo la alianza e incorporando esfuerzos concretos para mitigar los prejuicios.

    Para hacer frente a los prejuicios de género dentro de la empresa, muchas empresas ofrecen un permiso parental remunerado sin distinción de género, lo que permite tener una maternidad y paternidad responsable sin que nadie afecte su carrera profesional.

    Inculcar prácticas inclusivas

    Menos del 30% de las mujeres y los hombres se sienten plenamente incluidos en el trabajo y quienes se sienten excluidos son más propensos a renunciar, por lo que se requieren prácticas inclusivas que permitan atraer y retener a los mejores talentos.

    En este sentido, los líderes tienen la responsabilidad de adoptar comportamientos inclusivos, por ejemplo, teniendo interacciones diarias entre empleados con los supervisores, ya que así se generará confianza y crecerá la ambición e impacto de la inclusión del empleado.

    Defender a trabajadores flexibles

    La pandemia ha transformado el modelo tradicional de trabajo en una oficina, demostrando que los empleados pueden ser productivos en casa y que a menudo les gusta trabajar desde casa como opción y muestra de ello es que más del 60% de los trabajadores no quieren volver a la oficina a tiempo completo.

    Ante esto, las empresas tienen la oportunidad de redefinir las normas de la oficina, las expectativas y garantizar el progreso continuo de los empleados independientemente del modelo de trabajo. El trato equitativo de los empleados, independientemente de su elección de trabajo, es fundamental para el éxito.

    Crear programas de recualificación y retorno

    Las mujeres abandonaron la fuerza laboral durante la pandemia y ahora tienen la oportunidad de resolver la escasez de talento. Aproximadamente, 90% de las mujeres quiere volver a trabajar, pero sólo 40% lo logra y tres cuartas partes de quienes intentan volver después de una licencia voluntaria, tienen problemas para encontrar un empleo.

    “Las empresas tienen una oportunidad y pueden aprovechar este mercado laboral con los programas adecuados que preparan a las personas para el éxito como rampa de regreso al trabajo”.

    No generar lugares de trabajo parciales

    Muchos comportamientos y estructuras en el lugar de trabajo tienen su origen en prejuicios conscientes e inconscientes, lo que conlleva un trato diferenciado para las mujeres.

    Por ello, constantemente las mujeres no reciben patrocinio, se les pide que asuman la mayor parte del trabajo de administración y prevalece la doble moral cultural centrada en la escalera de promoción tradicional.

    Esto requiere crear entornos que favorezcan el crecimiento y potencien las oportunidades para el talento femenino.

    «Este cambio cultural, junto a las acciones para aumentar la cantidad de mujeres en puestos de liderazgo, puede restablecer los sistemas de valores para que sean más equitativos en todos los niveles de la organización”, finalizó Andrew Schwedel, socio de Bain & Company y copresidente del grupo de expertos de la empresa, Bain Future.

  • Aprueba Senado castigar hasta con 13 años de cárcel ataques con ácido a mujeres

    Aprueba Senado castigar hasta con 13 años de cárcel ataques con ácido a mujeres

    El Senado aprobó sancionar con hasta 13 años de prisión a quien agreda con sustancias químicas o ácido a una mujer. La pena puede llegar a cerca de 22 años de cárcel cuando exista además una relación sentimental o de parentesco.

    Por unanimidad, con 79 votos, fue modificado el Código Penal Federal en su artículo 85 y se adicional el 297 Bis en materia de sanciones. La senadora Geovanna Bañuelos del PT, destacó que con esta modificación se busca elevar hasta en más de dos décadas a quienes atenten contra las mujeres con el uso de estas sustancias químicas.

    Ante el pleno, la senadora Kenia López Rabadán, del PAN, destacó que 80 por ciento de las personas atacadas con ácido son mujeres. Y en nueve de cada 10 casos, fueron agredidas por una persona con la que habían tenido o sostenían una relación sentimental. “La mayor cantidad de este tipo de ataques contra las mujeres, provienen de personas que deberían cuidarlas”, enfatizó.

    Tras recordar los casos de María Elena Ríos, saxofonista oaxaqueña, y de Carmen Sánchez, quienes sufrieron ataques con ácido por parte de sus exparejas, la legisladora destacó que “esto que votamos es un avance para detener esta violencia sistemática en contra de las mujeres”.

    Los senadores también aprobaron adicionar el artículo 259 Ter. del Código Penal Federal para sancionar el acoso sexual, en cualquier espacio público o privado, y el que se realice a través de medios informáticos, con una prisión de uno a cinco años.

    Se establece que si la persona acosadora fuese servidor público, y usa medios o circunstancias de su cargo, será destituido e inhabilitado para ocupar otra responsabilidad pública hasta por un año.