En entrevista para Enfoque Noticias, Marcela Millán, gerente senior de comunicaciones de América Latina de Bumble habló sobre la reciente encuesta de Bumble sobre igualdad financiera.
Señaló que el reporte arrojó que la gran mayoría de las mujeres encuestadas, creen que todavía no se alcanza una igualdad financiera.
Con el objetivo de promover la independencia financiera de las mujeres mexicanas y unirse a la lucha por la equidad de género en todos los ámbitos, ha surgido el Proyecto Minerva. Esta iniciativa nació con el propósito de llevar educación financiera a un mayor número de mujeres en México.
La necesidad de contar con mujeres financieramente independientes
Este programa surge de la necesidad de proporcionar a las mujeres del país información y herramientas que les permitan acceder, comparar y elegir los servicios financieros más adecuados para ellas, sus familias e incluso sus negocios.
Una colaboración perfecta
La colaboración entre la Condusef y la AMIS dio origen a esta herramienta que busca fomentar la perspectiva de género y fortalecer las capacidades financieras de las mujeres. Esto les permitirá participar de manera más activa en actividades económicas y tomar decisiones que conduzcan a su empoderamiento y al desarrollo personal, familiar, profesional y comunitario.
¿Por qué Proyecto Minerva podría ser una opción asombrosa para las finanzas de las mujeres en México?
Este proyecto puede ayudar a las mujeres mexicanas a:
Administrar sus ingresos mediante la elaboración de un presupuesto.
Establecer metas de ahorro claras y alcanzables.
Diferenciar entre deudas beneficiosas y perjudiciales.
Identificar el seguro adecuado para sus necesidades específicas.
Tomar decisiones financieras informadas y conscientes.
Planificar su futuro financiero con mayor certeza y confianza.
Proyecto Minerva representa un paso significativo hacia la autonomía financiera de las mujeres en México, brindándoles las herramientas necesarias para tomar el control de sus finanzas y alcanzar sus objetivos económicos con mayor eficacia y seguridad.
De acuerdo con un estudio realizado por la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD), entre 2015 y 2022, México registró un alarmante número de 27 mil 133 asesinatos de mujeres y niñas, es decir que en siete años 10.61 murieron de forma violenta.
De esta cifra total, se determinó que 6 mil 689 casos (25 por ciento) correspondieron a feminicidios, mientras que los restantes 20 mil 444 delitos (75 por ciento) fueron catalogados como homicidios intencionales.
La investigación denominada “Feminicidios y homicidios intencionales de niñas y adolescentes en México”, a cargo de la investigadora Irma Kánter Coronel, pone de manifiesto que la mayoría de los crímenes, específicamente el 80 por ciento, se perpetraron contra mujeres de 18 años en adelante.
Por otro lado, 2 mil 166 delitos, equivalente a el 8 por ciento del total, afectaron a niñas y adolescentes de entre 0 y 17 años. Este estudio resalta la grave situación de violencia contra mujeres y niñas en el país.
Además, se identificó que el 49 por ciento de todos estos crímenes tuvo lugar en siete entidades federativas, siendo el Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Chihuahua, Veracruz, y Zacatecas los estados con las tasas más elevadas de asesinatos de mujeres.
Feminicidio de policía en Veracruz
Estos datos refuerzan la preocupación existente respecto a la seguridad y protección de las mujeres en ciertas regiones de México, urgiendo a medidas más efectivas para combatir esta problemática.
El análisis exhaustivo de esta situación, realizado por el Instituto Belisario Domínguez, no solo pone en evidencia la magnitud del problema de la violencia contra mujeres y niñas en México, sino que también subraya la necesidad de políticas públicas más eficientes y específicas para erradicar tanto los feminicidios como los homicidios intencionales.
La información recabada sirve como un llamado urgente a las autoridades y a la sociedad en su conjunto para tomar acciones concretas y evitar que este tipo de delitos sigan incrementando.
Gracias a sus investigaciones sobre los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez (caso Campo Algodonero) se logró instaurar el delito de feminicidio en el Código Penal Federal. Foto: X/@museodelamujer
Las menores son asesinadas con mayor crueldad, según estudio
Entre 2015 y 2022, el 64.6% de los feminicidios de niñas y adolescentes menores de 18 años en México se realizaron con métodos que no incluían armas blancas ni de fuego, revelando una espeluznante predisposición hacia la crueldad extrema en estos crímenes.
Métodos como golpes, estrangulaciones, asfixias y envenenamientos destacan entre las formas en que estas jóvenes perdieron la vida, según datos recopilados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Este mismo informe detalla que en un 5.2% de los casos se emplearon armas blancas, incluyendo cuchillos o navajas, mientras que el uso de armas de fuego se registró en 13.6% de los incidentes.
Esta distribución de métodos ilustra no solo la variedad de medios utilizados para cometer estos actos atroces sino también la intención de provocar sufrimiento prolongado a las víctimas.
Caso de Ayelín, niña asesinada en Guerrero
Flora Marcelo Rojas, madre de Ayelín Iczae Gutiérrez Marcelo, una niña de 13 años brutalmente asesinada en 2020, ha manifestado su apoyo a la candidata presidencial Xóchitl Gálvez. Desde un campamento en las proximidades de la Secretaría de Gobernación, Marcelo Rojas solicitó a Gálvez intervención para conseguir justicia por el feminicidio de su hija.
La trágica perdida de Ayelín, quien fue “secuestrada, violada y mutilada”, resalta no solo la violencia de género en México sino también la lucha de las familias afectadas por tales actos.
A más de tres años del homicidio, Marcelo Rojas denunció haber sido víctima de amenazas y desplazamiento forzado hacia Ciudad de México, como resultado de su exigencia de justicia.
“Llevo tres años viviendo en la calle en un plantón que está fuera de la Secretaría de Gobernación he ido de dependencia en dependencia buscando ayuda buscando justicia, pero no he tenido respuesta en el gobierno de López Obrador (…) Xóchitl me dirijo a ti porque estoy segura que eres la mejor”, argumentó la madre en en un video.
Ni citas, ni sexo, ni bodas, ni hijos. Las mujeres en Corea del Sur consideran que la misoginia está tan dentro de las estructuras sociales, políticas y económicas, que la única manera de que exista una sociedad igualitaria, es erradicándolo. Antes que tener cualquier vínculo con los varones, prefieren extinguirse.
Esto es lo que creen y predican las mujeres que forman parte del movimiento feminista “4B” en Corea del Sur. Su nombre responde a las palabras surcoreanas “bihon”, “bichulsa”, biyeonae” y “biseksu”, sus traducciones reflejan las cuatro áreas fundamentales en las que accionan, que son la sexualidad, las relaciones, el matrimonio y la reproducción.
En un contexto en donde la violencia y discriminación han oprimido históricamente a las mujeres y vulnerado sus derechos, este movimiento crece con mayor fuerza desde 1980. Se estima que actualmente hay 50,000 mujeres siguiendo los principios de este movimiento.
Las principales reglas del movimiento son:
No a las citas o vínculos afectivos con hombres (biyeonae)
No a las relaciones sexuales con hombres (biseksu)
No al matrimonio heterosexual (bihon)
No a tener hijos (bichulsa)
Al seguir estos principios, las mujeres consideran que alteran las estructuras de misoginia y, al mismo tiempo, logran construir vidas más seguras sólo entre mujeres.
¿Cómo viven las mujeres en Corea del Sur?
Aunque no existen muchos datos sobre la violencia y la discriminación con perspectiva de género, estimaciones de organizaciones internacionales muestran que en todos los ámbitos de la vida (social, económico y político) hay profundas brechas de género.
Por ejemplo, Corea del Sur tiene la brecha de ingresos laborales más amplia entre hombres y mujeres de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Crecimiento Económico): ellas ganan, en promedio, 37% menos que sus pares hombres.
Por otro lado, de los puestos gerenciales y directivos, las mujeres representan apenas el 2%, para dimensionar esta problemática observar que en economías similares la representación de mujeres asciende hasta 20 por ciento.
En el trabajo, 8 de cada 10 mujeres han sido víctimas de acoso u hostigamiento; las mujeres no consideran que sus lugares de empleo sean espacios seguros.
Otra de las expresiones de violencia más claras en este país es la opresión sobre las mujeres debido a los estándares de belleza inalcanzables, así como a la normalización de intervenciones quirúrgicas e incluso dietas insalubres que llevan las mujeres con tal de no sentirse juzgadas.
La violencia doméstica y familiar también es otra de las denuncias que hacen las mujeres surcoreanas.
Corea del Sur tiene una de las tasas más bajas de natalidad en el mundo, apenas 0.72 hijos nacen por cada mujer. Para dimensionar: la de México asciende a 1.90 hijos por cada mujer, de acuerdo con cifras del Banco Mundial.
Esta tasa se alinea con el total absoluto de nacimientos al año, y en los recientes, la tendencia a la baja se ha profundizado.
Las mujeres y las personas con capacidad de gestar están decidiendo esquivar el camino de la maternidad; se estima que 6 de cada 10 mujeres que están activas en el mercado laboral rechazan la maternidad.
En conjunto, esto refleja que incluso sin saberlo y sin conocer los principios del movimiento feminista 4B, son muchas las mujeres en Corea del Sur que están priorizando sus estudios, carreras o trabajos, y desafiando los prejuicios y expectativas que la sociedad pone sobre ellas.
Por otro lado, las mujeres que se adhieren explícitamente al 4B se inclinan por vivir en comunidades cooperativas y de organización colectiva desde la concinecia. También, desde este lugar, participan en actividades exclusivas de mujeres a modo de resistencia.
El movimiento feminista 4B en Corea del Sur está desempeñando un papel crucial en la lucha por la igualdad de género y la justicia social en todas las esferas de la vida y ha captado la atención del mundo entero, por la contundencia de sus principios y la convicción de quienes lo abanderan.
A medida que gana impulso y apoyo, se espera que tenga un impacto positivo en la transformación de la sociedad surcoreana hacia la igualdad y justicia. Los cambios se esperan no sólo desde la creación y modificación de las políticas públicas, sino desde la reflexión y deconstrucción de la población misma.
Las mujeres en Corea del Sur y el resto del mundo están luchando por sus derechos.
Virginia fue considerada una de las escritoras referentes del modernismo vanguardista del siglo xx y del movimiento feminista, nacida en Londres el 25 de enero de 1882, le tocó vivir en un mundo de hombres pues era la única mujer entre sus cuatro hermanos.
La infancia de Virginia estuvo rodeada de intelectualidad por los cuatro costados, en su casa se respiraba arte, política y un ambiente tan liberal como complejo. A pesar de esto, fueron sus hermanos varones los únicos que pudieron estudiar en la Universidad, ya que en aquella época se consideraba que las mujeres de la familia debían quedarse en casa para cuidar de su padre y, por lo tanto, ser educadas por un tutor.
Los recuerdos de infancia de Virginia se enmarcan en sus visitas veraniegas a la zona de Cornualles donde su familia se trasladaba en verano. A los trece años, Virginia sufrió un duro golpe del cual no se recuperaría jamás, ya que el 5 de mayo de 1895 su madre murió repentinamente, lo que provocó en Virginia su primera crisis depresiva.
Durante el periodo de entreguerras fue una figura significativa en la sociedad literaria de Londres y miembro del Círculo de Bloomsbury, el cual era un conjunto de intelectuales británicos que durante el primer tercio del siglo XX destacaron en el terreno literario, artístico y social.
Fue revolucionaria en su narrativa y precursora en sus ideas, que la ubican como una pionera del feminismo y la crítica acérrima del patriarcado. Se autodefinido como la “hija de un hombre educado”. La expresión quedó plasmada en su obra Tres Guineas, y esconde un mensaje anti patriarcal con el que la novelista atacaba la situación de la mujer en la vieja sociedad victoriana.
Dueña de una narrativa y una poética exquisita que dejó un legado valioso en la literatura universal de todos los tiempos.
Pese al éxito de sus obras, una posición económica cómoda y una vida social demandante, atravesó depresiones profundas que la atormentaron y ahogaron en oscuros tormentos que la orillaban a cometer seguidos intentos de suicidio que le resultaron falidos.
Hoy en día se considera que Virginia Woolf padeció un trastorno bipolar con fases depresivas severas, a pesar de su inestabilidad mental, contrajo matrimonio con Leonard Woolf, un teórico político, escritor, editor y antiguo funcionario público británico, mismo a quien dejó su última carta antes de suicidarse.
“Querido, estoy segura de que estoy enloqueciendo otra vez. Siento que no podemos volver a atravesar aquellos tiempos terribles otra vez. Y no me recuperaré esta vez. Empiezo a oír voces y no me puedo concentrar. Así que estoy haciendo lo que pareciera ser lo mejor que puedo hacer. Me has dado la mayor felicidad posible. Has estado en todos los sentidos todo cuanto se pudiera.No creo que dos personas hubieran podido estar más felices hasta que llegó esta terrible enfermedad. No puedo pelear más.Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Ya ves que ni siquiera puedo escribir esto correctamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno.Si alguien me hubiera salvado habrías sido tú. Ya no puedo seguir arruinando tu vida. No creo que dos personas hubieran podido ser más felices de lo que hemos sido nosotros. V”.
Virginia, una mujer sensible y nostálgica, se suicidó el 28 de marzo de 1941, sumergiéndose en el río Ouse.
El Museo Nacional de la Estampa (Munae) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) llevará a cabo la primera sesión del Círculo de bordado feminista el sábado 30 de marzo de las 11:00 a las 14:00 h, en el cual el público podrá realizar un grabado en placa de linóleo, imprimir su diseño sobre tela e intervenirlo con bordado, como un medio para construir memoria y exigir una vida libre de violencias.
De este modo, el Munae se suma a la iniciativa del Observatorio de Mujeres Raquel Padilla Ramos, integrado por mujeres trabajadoras de museos, apoyado por la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con la intención de abrir espacios seguros y libres de violencias para las mujeres dentro de estos recintos, a través de actividades como el bordado que les permita compartir saberes, señala Alma Laura Amaya, responsable del área de Mediación y Servicios Educativos del Munae.
El material que utilizarán en esta actividad es una placa de linóleo de diversos tamaños, gubias para linóleo, un diseño elaborado a lápiz en papel albanene, hoja calca, tela manta prelavada de 30 x 30 cm y materiales básicos de bordado.
“Entre puntadas e historia del bordado, las participantes podrán compartir saberes sobre la historia de las mujeres, explorar las posibilidades del bordado feminista como un medio para construir memoria, imaginar y crear la vida que queremos”, señala Alma Laura.
Para la tallerista, el feminismo es un tema importante, porque “como mujer he sido atravesada por distintas formas de violencia de género y sé que muchas mujeres también, por lo cual no puedo ser ajena o indiferente ante estas situaciones, como lo leí en algún cartel en una marcha feminista: Una se hace feminista por su propia historia”.
Asimismo, afirma que como pedagoga dedicada a la educación en museos ha tratado de accionar actividades y espacios donde el arte gráfico, el grabado, la estampa y la perspectiva de género se entretejan para ser un medio de expresión libre y seguro, y que el público no piense que los museos son espacios únicamente para el deleite, la investigación y la conservación de arte u objetos de gran valor patrimonial, sino que son lugares dispuestos a ser habitados, en este caso por mujeres, con sus narrativas, sentires y vivencias.
Esperamos que más mujeres se sumen al círculo de bordado feminista del Munae, para hacer de la gráfica y el bordado un medio de expresión, demanda, memoria y exigencia de vidas libres de violencias de género.
Alma Laura Amaya es egresada del Colegio de Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con 17 años de experiencia en accionar con pasión la pedagogía en museos.
Ha desarrollado propuestas educativas en pro de una vida libre de violencias para las mujeres y con perspectiva de género, mediadora educativa, tallerista y voluntaria en museos como Papalote, Museo del Niño y Universum, Museo de las Ciencias- UNAM. Asimismo, ha colaborado en la investigación y elaboración de contenidos para personas mediadoras y educadoras del programa Un museo para ti del Inbal.
Para participar se requiere registro previo en munae.serveducativos@inba.gob.mx. El cupo es para 15 personas, con entrada libre. El Museo Nacional de la Estampa y el Observatorio de Museos Raquel Padilla Ramos organizan esta actividad en la que la gráfica y el arte textil se convierten en un instrumento de lucha.
La capital mexicana se prepara para modificar los nombres masculinos de algunas calles y avenidas por nombres de mujeres destacadas del país y del mundo, en un ejercicio de reivindicación del legado femenino y para borrar a personajes que han “agraviado a la sociedad”. El Gobierno de Ciudad de México ha lanzado una plataforma en la que la ciudadanía puede emitir su voto y también hacer otras propuestas. Por ahora la fecha límite para participar es el 25 de marzo.
“El nombre de las calles de la Ciudad de México es preponderantemente, abrumadoramente, abusivamente masculino: son más del 90% de las calles, calles que llevan nombres de hombres. La labor, la lucha de muchas mujeres destacadas de México y del mundo ha sido invisibilizada, ha sido borrada”, ha dicho el jefe de Gobierno de la capital, Martí Batres, en una conferencia de medios el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en la que presentó la iniciativa La Ciudad de las Heroínas.
Batres ha explicado que decenas de calles se llaman Gustavo Díaz Ordaz (1911-1979), el presidente mexicano responsable de la matanza de Tlatelolco en 1968. “Ninguna calle debería llevar ese nombre, y hay también calles que se llaman, por ejemplo, Antonio López de Santa Anna”, afirmó. “La idea es que el nombre de mujeres destacadas pueda sustituir nombres de hombres que han agraviado a la sociedad y que, sin embargo, aparecen en diversas calles o avenidas”.
El proceso
Las votaciones ya están abiertas en el sitio web de la plataforma, donde cada personaje cuenta con una breve biografía elaborada por la la Secretaría de las Mujeres. Los resultados serán analizados por la Comisión de Nomenclatura de Ciudad de México, que sesionará de manera permanente para determinar los cambios.
El criterio para que una mujer pueda ser votada, además de que pueda ser considerada “heroína”, es que hayan pasado por lo menos cinco años de su fallecimiento. “Algunos nombres que nos hubiera gustado poner en la mesa como propuestas, como el de Rosario Ibarra [de Piedra] o el de Cristina Pacheco, entre otros, aún no cumplen esa temporalidad”, ha asegurado Inti Muñoz Santini, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda capitalino, en la conferencia.
Así van los votos
Revolucionarias, activistas, escritoras o artistas están entre las figuras propuestas por el Gobierno. Algunos nombres a elegir son: Adela Velarde, creadora del grupo revolucionario de Las Adelitas; Matilde Montoya, médica y promotora de la salud de las mujeres, la escritora Pita Amor, la pintora Leonora Carrington, la feminista Rosa Luxemburgo, las cantantes Nina Simone, Aretha Franklin, Amparo Ochoa, Chavela Vargas, Mercedes Sosa, entre otras.
Entre los nombres que hasta ahora acumulan más votos están: Rita Guerrero, vocalista de Santa Sabina y activista (3.410); Adela Salazar, lideresa del movimiento del 68 (1.712); Benita Galeana, escritora, sufragista y sindicalista (1.385), o Elvira Carrillo Puerto, primera mujer electa como diputada en Yucatán (879).
Durante la presentación, Íngrid Gómez Saracíbar, secretaria de las Mujeres en Ciudad de México, ejemplificó el predominio de los nombres masculinos con una colonia popular. “Tenemos una colonia de los Doctores, así en masculino, porque además hay puras calles de hombres. No está Matilde Montoya, que fue la primera médica de la ciudad y del país y que, además, abrió brecha a que otras mujeres se incorporaran a hacer medicina”.
Martí Batres y Eduardo Clark, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, la responsable de la logística de la plataforma, han enfatizado que esta iniciativa busca contribuir al cambio de la cultura y el pensamiento patriarcal por una cultura de la igualdad.
“¿De dónde vamos a sacar mujeres para poner en las listas?”, le han preguntado una y otra vez a la senadora uruguaya Gloria Rodríguez, impulsora de un proyecto de ley que busca garantizar la participación política paritaria en Uruguay. La legisladora, del oficialista Partido Nacional, responde a sus interlocutores con otra pregunta: “¿De dónde sacan a los hombres?”. Pese a las críticas y luego de permanecer tres años postergado, el proyecto de Rodríguez ha tomado impulso en este 2024 electoral y cuenta con el respaldo para ser aprobado este mes en la Comisión de Derechos Humanos y Equidad de Género del Senado. Pasaría después al pleno de la Cámara alta, donde la senadora tendrá que defenderlo de fuego amigo, integrantes de la coalición conservadora gobernante que se resisten, en algunos casos furibundamente, a esta legislación paritaria.
“Esto no es un enfrentamiento entre hombres y mujeres, de ninguna manera, es un proyecto de justicia e igualdad de derechos”, decía Rodríguez recientemente en el Parlamento. Como ocurre ya en nueve países de América Latina, esta iniciativa plantea la presencia consecutiva y alternada, de hombres y mujeres, en las listas de candidatos a las Cámaras, Juntas Departamentales, Municipios y a la dirección de los partidos políticos. Busca sustituir la actual Ley de Cuotas, que en los hechos ha resultado insuficiente, según lo ha expuesto la legisladora en consonancia con el análisis de los expertos. Esa norma garantiza que por lo menos un tercio de la terna de candidatos sea ocupado por mujeres, pero en la práctica las listas han seguido la secuencia hombre-hombre-mujer, en detrimento de esta última
Bajo la Ley de Cuotas, en los comicios generales de 2019 las mujeres electas senadoras y diputadas representaban solo el 19,2 % del Parlamento uruguayo, porcentaje que alcanzó el 23,2% cuando algunos representantes hombres pasaron ocupar cargos en el Poder Ejecutivo. Uruguay aparece en el puesto 96 en el ranking de la Unión Interparlamentaria que muestra la presencia de legisladoras, lejos de México, Costa Rica o Argentina, por ejemplo, donde las mujeres ocupan más del 40% de las bancas. En este contexto, el proyecto “busca ser coherente con el grado de desarrollo democrático alcanzado por el Uruguay”, ha señalado Rodríguez. La senadora ha hecho hincapié en que el país “no puede permitirse” tener estos registros tan alejados de la participación paritaria, habiendo sido el primero en autorizar el voto femenino en América Latina (1932) y siendo hoy reconocido internacionalmente por su democracia plena. “La sociedad está preparada para la paridad, la palabra la tiene el Parlamento”, ha asegurado.
La senadora Gloria Rodríguez, en noviembre de 2020.PARLAMENTO UY
De acuerdo con un informe presentado por ONU Mujeres, el 64% de la población uruguaya considera que debería haber más mujeres legisladoras. Asimismo, el 47% se muestra a favor de “ir hacia una ley de paridad”, 10 puntos porcentuales más que en la campaña electoral de 2019, según el estudio divulgado la semana pasada a partir de una encuesta de Equipos Consultores. “La experiencia demuestra que el principal obstáculo para el avance de la paridad está en la interna de los partidos políticos, por eso es tan necesaria la implementación de medidas afirmativas”, señala ONU Mujeres. En esa dirección, la ley de paridad política “es la forma más eficaz de aumentar la presencia de mujeres en el Parlamento”, afirma la organización, como lo muestra su puesta en práctica en otros países. La carrera de obstáculos que enfrentan las mujeres al interior de los partidos políticos fue reconocida por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. “No es para quedar bien, pero la mayoría de las militantes mujeres sobrepasan en preparación, en capacidad, y muchas veces comprensión de los militantes hombres”, dijo Lacalle en vísperas del 8M a propósito de la participación de las mujeres en política. En diálogo con la revista Búsqueda, afirmó que hay decisiones que se toman “en la barra, comiendo un asado” y que por lo general “esas reuniones son reuniones de hombres”. Eso explicaría, siguiendo la argumentación del mandatario, la baja presencia de mujeres en las listas. “Esa cultura esencialmente debería cambiar”, indicó.
“En términos de participación política de las mujeres los indicadores son muy malos y los avances legislativos para intentar que mejoren son muy lentos o inexistentes”, dice a EL PAÍS la politóloga Verónica Pérez, autora del informe Por más y mejor democracia, elaborado para la Red de Mujeres Políticas del Uruguay. En la democracia uruguaya, reflexiona Pérez, hay un problema de acceso a los cargos de representación política, no así de participación militante en las bases de los partidos políticos, donde es bastante paritaria. “Esas brechas ocurren en todos los países, por eso muchos han logrado cerrarlas usando leyes de cuotas y más recientemente leyes de paridad, sobre todo para la elección de los Parlamentos”, añade. En Uruguay, estima la politóloga, las chances de aprobar la segunda opción son bajas.
¿Por qué es tan difícil votar una ley de paridad en Uruguay? “Porque la tienen que votar quienes se van a ver ‘perjudicados’ por ella. Si se vota una ley de paridad, va a haber hombres que tendrán que dejar sus lugares en las listas a las mujeres”, responde Pérez. En ese sentido, observa que en Uruguay pesa el hecho de que “las carreras legislativas son muy preciadas por los políticos”, que buscan ser reelegidos y apuntan a mantener sus bancas. Además, explica que para aprobar una norma de este tipo en Uruguay se requieren mayorías especiales en ambas cámaras legislativas e implica acuerdos multipartidarios. “Eso lo hace aún más difícil”, agrega.
Para avanzar, el proyecto de la senadora Rodríguez tendrá que lidiar con la oposición de sus correligionarios en el Partido Nacional, no de la bancada del Frente Amplio (centroizquierda), que aplica motu proprio la paridad en sus listas desde 2019. “No creo en ningún mecanismo que limite la libertad del ciudadano para votar y hacerse representar”, dijo el senador nacionalista Jorge Gandini, que votó en contra de la ley de cuota y mantiene su postura con respecto a la de paridad. “¡Calma, que muchos NO vamos a votar la Ley de Paridad!”, expresó en las redes sociales la senadora oficialista Graciela Bianchi. “A mí la ley de paridad, como mujer, me da vergüenza”, le dijo al periódico ladiaria. Como Gandini, Bianchi opinó que “la ciudadanía tiene derecho a elegir entre los que ellos quieran”.
“No nos está resultando nada fácil”, reconocía la senadora Rodríguez, que se considera “hija de la ley de cuota”, aplicada desde 2014. “Actualmente, se está imponiendo una oferta electoral que no es representativa del 51% de la ciudadanía”, decía al programa radial En perspectiva, frente a las críticas de quienes ven en la ley de paridad una “imposición” de candidatas mujeres. “La presencia femenina es sumamente importante en todos los ámbitos y nadie la puede discutir”, apuntó. Pero cuando se avecina el momento de acceder a cargos de toma de decisiones, ilustró Rodríguez, todavía aparecen preguntas que no se formulan cuando el candidato es hombre: ¿Estará preparada? ¿De dónde vamos a sacar mujeres para poner en las listas? “Es ofensivo”, manifestó. Frente a este panorama, asegura que la norma será el motor del cambio: “Lamentablemente, hay que legislar”.
Promover la autonomía económica de las mujeres, entendida como la capacidad de acceder y controlar recursos productivos, financieros, tecnológicos, ingresos propios y el tiempo, como elemento clave para disminuir la violencia de género, es una meta prioritaria en la agenda internacional, nacional y estatal.
De acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) de la ONU, la desigual distribución del tiempo y del trabajo no remunerado entre mujeres y hombres, al interior de los hogares, es un indicador clave para analizar las brechas de género.
En México, los varones utilizan 44.6 por ciento de su tiempo al trabajo pagado, mientras las mujeres solo 22.1 por ciento. Por el contrario, en las tareas domésticas como limpieza, preparación de alimentos y cuidados a menores, personas enfermas o adultas mayores, sin recibir pago alguno, los hombres apenas ocupan 16.9 por ciento, mientras las mujeres destinan 42.8 por ciento.
En Hidalgo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), un 53 por ciento de mujeres en edad productiva, no cuenta con un trabajo remunerado; es decir, laboran en el hogar pero no generan ingresos y dependen de un proveedor, principalmente hombre, para su subsistencia y de los demás miembros.
Según la ONU, en el mundo, más de 640 millones de mujeres de 15 años o más (26 por ciento del total) han sido objeto de violencia por parte de su pareja. Se calcula que 24 por ciento de adolescentes de 15 a 19 años de edad ha sufrido violencia física o sexual infligida por su cónyuge o pareja. El 55 por ciento de los homicidios de mujeres son cometidos por sus parejas u otros miembros de la familia.
En Hidalgo, según la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, siete de cada 10 mujeres mayores de 15 años de edad han vivido violencia, y 23.9 por ciento fueron agredidas por su pareja.
En consecuencia, para estas mujeres que viven violencia y a su vez carecen de recursos económicos propios, es más difícil salir de ambientes de violencia, ante la falta de opciones para solventar sus necesidades básicas y las de sus hijas e hijos.
De ahí la importancia que cuenten con herramientas para el desarrollo de habilidades productivas, servicios especializados y gratuitos para la atención a situaciones de violencia.
La noche que Julieta Venegas regaló ayer en el Zócalo fue para alzar la voz por dos causas: las mujeres y los desaparecidos, sin que esta reunión dejara de ser una celebración para todos los presentes.
Eran las 20:00 horas y el grito de “Julieta” resonó por todo el Zócalo, cuando se anunció la llegada de Venegas al escenario, mientras sonaban los temas “Dime la verdad”.
“México hermoso, qué belleza estar aquí, que tengamos tomado el Zócalo con música, con mujeres talentosas y hermosas, tengo el corazón así (simula una explosión con las manos) abierto, mil gracias”, expresó después de cantar “Caminar sola” y “Mismo amor”.
Julieta Venegas en Zócalo
La plancha del Zócalo ya lucía llena para el momento en el que la intérprete ya hacía cantar a los asistentes a este concierto, que se realizó en el marco de Tiempo de Mujeres: Festival por la Igualdad.
“Aquí va una canción de cómo nos deja huella la infancia y que nos marca para todo la vida, pero yo siento que habla de cómo no perder la frescura, la capacidad de sorpresa y decir qué bella la vida”, dijo antes de cantar “Ese camino”, con su acordeón en los hombros.
Luego invitó al escenario a Kike y Meme integrantes de Café Tacvba, a quienes, dijo, primero conoció como fan, luego como colega gracias a las colaboraciones que han hecho y ahora puede considerarlos sus amigos; después explicó que la canción que seguía se la dedicaban a Lynn Fainchtein (supervisora musical de las películas ROMA y Bardo, entre otras).
“La nostalgia”, “Limón y Sal”, “Eres para mí”, “En tu orilla” fueron algunos clásicos con los que complació a su público, antes de alzar la voz por dos causas.
“Esta canción la quiero dedicar a todas las mujeres que saben que por más que todo el mundo nos diga que todo está bien, normal, que salgamos y seamos felices. Sabemos lo que es ser una mujer mexicana, tener miedo, salir a la calle siempre con una sensación de no saber si nos va a pasar algo, si vamos a estar bien”, señaló.
La tijuanense señaló que hay muchas cosas por cambiar, antes de cantar “Mujeres”.
Al terminar, las chicas presentes comenzaron a gritar consignas, entonces Julieta les dijo que ella sólo escribía las canciones y lo que ellas hicieran con sus temas estaba bien, porque ella se sentía conectada con todas y ponía su grano de arena desde su trinchera.
Vino un momento más ligero con “Andar conmigo” y “Lento”.
Julieta Venegas en el Zócalo
“Quiero aprovechar este momento para expresar mi solidaridad con los padres buscadores, me uno al reclamo para que se respeten sus espacios de expresión y de memoria porque, ¡vivos se los llevaron y vivos los queremos!”, expresó antes de interpretar el tema “Tu historia”, en homenaje a los miles de desaparecidos en México
En la mañana, previo al concierto, Julieta se reunió con familias de desaparecidos en el país, después de que éstas protestaron por el retiro de sus memoriales frente a Palacio Nacional, ella les prometió hacer una mención y dedicarles un tema, y se los cumplió. Emocionada, Venegas agradeció la respuesta del público, después que todos cantaran “Me voy”.
“México te amo mucho, de verdad te amo”, fue como se despidió al cerrar con “El presente”.