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  • Exigen paridad de género en la Corte-IDH

    Exigen paridad de género en la Corte-IDH

    Lideresas de AL en derechos humanos piden romper el dominio masculino.

    Una docena de lideresas de América Latina y el Caribe en defender los derechos humanos, proteger al sexo femenino, luchar contra la discriminación, salvaguardar la libertad de expresión y enfrentar al cambio climático clamaron ayer por romper el dominio masculino en los puestos de jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) y elegir a mujeres para alcanzar la paridad de género.

    En una declaración emitida en esta capital, las 12 recordaron con pesar que desde que la Corte empezó a funcionar, en septiembre de 1979, sólo cinco de sus 39 cargos jerárquicos en casi 41 años fueron ocupados por mujeres y que en la actualidad hay una jueza y seis jueces.

    “Nuestro continente cuenta con mujeres juristas altamente calificadas en materia de derechos humanos para ejercer como juezas”, plantearon.

    “Su designación para el cargo no sólo debe hacerse como medida para corregir la desigualdad de género, sino también como reconocimiento del capital humano y valor de las mujeres y la importancia de su aporte en la protección de los derechos humanos en el hemisferio”, adujeron.

    La Organización de los Estados Americanos (OEA) deberá elegir en 2021 a cuatro miembros de la Judicatura de la Corte para un periodo de seis años.

    Los nombramientos serán hechos por los Estados parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, suscrita en 1969, en vigencia desde 1978 y con dos instancias de cumplimiento: la Corte, en Costa Rica, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington.

    “Esta elección presenta una oportunidad única para transformar una desigualdad histórica en la composición del Tribunal” y contribuir “a consolidar los valores y principios de igualdad, inclusión, representatividad y pluralismo democrático a los que aspiramos en el continente”, indicaron.

    Las 12 exhortaron a nominar y elegir a mujeres para “la más alta” corte de derechos humanos de la región para “alcanzar la paridad de género”.

    “Ello requiere una acción decidida, enérgica y urgente”, afirmaron.

    Las firmantes son las costarricenses Elizabeth Odio, presidenta de la Corte; Sonia Pica, exvicepresidenta, y Christiana Figueres, exsecretaria ejecutiva de Naciones Unidas para cambio climático; la chilena Cecilia Medina, expresidenta de la Corte; la peruana Gladys Acosta, vicepresidenta del Comité para Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de las Naciones Unidas, y la paraguaya Lina Bareiro, experta del Comité.

    También figuran la colombiana Catalina Botero, exrelatora de libertad de expresión de la CIDH; las argentinas Stella Maris Martínez, defensora General de Argentina, y Mónica Pjnto, especialista en derechos humanos; la brasileña Sylvia Steiner, exjueza de la Corte Penal Internacional, y las jamaiquinas Tracy Robinson y Margarette May Macaulay, expresidentas de la CIDH.

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/mundo/exigen-paridad-de-genero-en-la-corte-idh
  • Sara Omar, la escritora que da voz a las mujeres musulmanas

    Sara Omar, la escritora que da voz a las mujeres musulmanas

    Nacida hace 34 años en el fragor de la guerra del Kurdistán iraquí, la escritora danesa Sara Omar denuncia en sus libros la violencia infligida a las mujeres en nombre de un islam reaccionario, un “sacerdocio” asumido que va acompañado de tener que vivir con protección.

    Su primera novela, “La lavadora de los muertos”, ha vendido más de 100.000 ejemplares en Dinamarca, un resultado impresionante en un país con 5,8 millones de personas. Es como el “MeToo de las musulmanas”, dice durante una entrevista con la AFP en Copenhague.

    En su literatura y en el debate público, la joven novelista describe las vejaciones que sufren mujeres y niñas (violaciones, maltratos, crímenes de “honor”) detrás de las puertas de los hogares, y molesta a una franja oscurantista de la comunidad musulmana, que la ha llevado a tener que vivir con protección.

    “Gracias por darme voz”

    Publicado en 2017, este éxito de ventas cuenta la historia de Frmesk, “lágrima” en kurdo. El relato comienza con el nacimiento de la protagonista en 1986 en Solimania, Kurdistán, el mismo sitio en que nación la autora. Termina en una cama de hospital en Dinamarca en 2016, donde Frmesk conoce a una joven interna, también kurda, atrapada entre su deseo de emancipación y el control excesivo de su padre.

    Muchas son las mujeres, sobre todo en las comunidades musulmanas nórdicas, atrapadas entre el liberalismo de su país de adopción y el conservatismo de su familia, que se han acercado a ella para agradecerle haberle dado forma a su sufrimiento a través de Frmesk.

    “Mis libros han iniciado un movimiento muy discreto entre las mujeres, particularmente las de origen musulmán en Escandinavia, ya que se identifican con los personajes y los temas de las novelas”, explica.

    “Una reacción que me conmovió hasta las lágrimas fue la de una mujer entre los 45 y 50 años, que se me acercó y mi dijo al oído: ‘gracias por darme voz’”, cuenta todavía emocionada.

    Tan combativa como su heroína, que fue violada por un tío en su infancia, la escritora prefiere no dar detalles sobre su vida, una decisión que se ha hecho necesaria por “su situación de seguridad”, según contó su asistente.

    La escritura

    Llegada a Dinamarca a los 15 años, tras haber pasado varios años en campos de refugiados, Sara Omar comparte una señal distintiva con su heroína: una mecha blanca en el centro de una cabellera negra como el azabache.

    En el pasado aseguró que había estado casada y que era “madre de una niña asesinada” y que empezó a escribir la historia de Frmesk durante un ingreso en un hospital psiquiátrico tras varios intentos de suicidio.

    Para ella, la escritura no es “un sueño, la vivo como un sacerdocio ya que he sacrificado todo por ella”, resume con una mirada determinada y una sonrisa triste.

    Pese a las amenazas, esta “musulmana agnóstica” rechaza enjuiciar al islam y subraya el alcance universal de su mensaje.

    “Toda religión monoteísta tiene un lado oscuro y un lado luminoso. El islam tiene también este lado oscuro pero deja lugar a la interpretación. Todo depende de quién tiene el libro en la mano”, sostiene.

    En un país obnubilado por los riesgos del comunitarismo y todavía impactado por el explosivo caso de las caricaturas de Mahoma, Sara Omar defiende con uñas y dientes la libertad de expresión.

    “Mientras haya gente que amenace a los escritores y a aquellos que luchan por el derecho de utilizar las palabras, seguiremos teniendo problemas”, dice.

    La saga de Frmesk tiene un segundo tomo que también ha ganado un premio en Dinamarca.

    “No he terminado con la historia de Frmesk ya que pienso que es más que una niña abusada y una mujer oprimida. Es una luchadora y necesito escribir el resto de su historia”, dice la joven con voz dulce.

    Mientras estudia un máster de ciencias políticas, Sara Omar trabaja actualmente en la traducción de su libro en kurdo y en árabe, que espera editar ella misma para evitar la censura.

    Toda la información e imágenes son de REVISTA ARCADIA.
    Link original: https://www.revistaarcadia.com/libros/articulo/sara-omar-la-escritora-que-da-voz-a-las-mujeres-musulmanas/202129/

  • La violencia de género digital debe tratarse como un fenómeno estructural y no como delito aislado

    La violencia de género digital debe tratarse como un fenómeno estructural y no como delito aislado

    El acoso, la difusión de contenidos íntimos, el hostigamiento o el envío de contenidos sexuales no solicitado no deben tipificarse sólo como delitos; deben visibilizarse y entenderse como parte de una estructura de violencias que suceden en espacios físicos, digitales, públicos y privados, coincidieron expertas en materia de ciberseguridad y género.

    La violencia ejercida contra las mujeres y niñas no ocurre sólo en las calles, en los hogares o en las oficinas. El internet y las plataformas que operan virtualmente se han convertido en nuevos espacios en los que es posible acosar, discriminar, amenazar y hasta violentar la intimidad de las personas.

    En México y en gran parte del mundo el blanco de estas agresiones personales son las mujeres, especialmente las más jóvenes. Y la intervención del Estado a través de la tipificación de estos delitos no ha sido suficiente para frenar este tipo de violencias, adicionalmente las medidas tomadas por las plataformas y redes sociales tampoco han impactado positivamente en la erradicación de agresiones.

    Visibilizar y entender esta problemática como un problema estructural y no como un delito aislado son claves para la erradicación de estas violencias, coincidieron expertas durante sus ponencias en la mesa de discusión Visibilización y prevención de la violencia digital en redes sociales como parte de un foro organizado por el INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la información y Datos Personales).

    En México sólo 19 entidades han incorporado la violencia digital como parte de la ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, es decir como parte de una estructura sistemática y no como una agresión aislada que ocurre en espacios digitales. En contrasentido, 28 (casi la totalidad de los estados) sí tienen tipificada la violencia digital como un delito.

    Esta situación produce que sólo se castigue penalmente una agresión virtual sin que se entienda la raíz de la misma y sin que esta perspectiva se integre dentro de todas las leyes y programas de prevención de la violencia de género, dijo Fátima Gamboa, abogada y Codirectora en la organización Equis Justicia.

    La problemática adicional de sólo castigar es que, aún con la tipificación del delito la mayor parte de las víctimas de cualquier modo no reciben justicia. Por ejemplo, en los últimos tres años las autoridades han recibido 2,143 carpetas de investigación relacionadas con agresiones virtuales de las cuales 80% de las víctimas eran mujeres y cerca del 83% todavía no se han resuelto, de acuerdo con cifras del estudio Violencia digital en trámite de la organización Luchadoras.

    Otra de las omisiones de considerar la violencia digital como un delito aislado es que omite la responsabilidad de las plataformas y los espacios donde suceden las agresiones, Paz Peña Ochoa, resalta la importancia de insistir en la implementación de normas y protocolos de prevención y acción ante situaciones de acoso, amenazas, suplantación de identidad, difusión de contenidos íntimos sin consentimiento o discriminación.

    “No se puede omitir la responsabilidad de las plataformas que fungen como intermediarios privados y mientras no sean obligadas a cambiar sus modelos de extracción de datos y de crecimiento mediante interacciones la violencia digital no sólo seguirá sino que se hará endémica. También hay que obligar a las plataformas a elaborar informes y estadísticas sobre la ocurrencia de estas agresiones”, aseguro Paz, consultora en Tecnologías, Derechos Humanos y Género.

    La tipificación de la violencia digital como delito es importante, sí, en la lucha para visibilizar que existen dichas agresiones, que los espacios virtuales no son completamente seguros para las mujeres y que la violencia ejercida por esos medios también tiene consecuencias. Pero es importante acompañar dicha tipificación con una perspectiva integral y transversal en todos los entes involucrados, así como con presupuesto destinado no a castigar sino a prevenir toda expresión de violencia contra mujeres y niñas, coincidieron las expertas.

    No basta con hacer leyes, y quedar bien, hay que meterle dinero a esas leyes para que no queden de adorno. Hay que capacitar a autoridades, a plataformas, a usuarios. Hay que invertir más en la prevención”, comentó Paz Peña durante su intervención.

    Las agresiones ejercidas a través de plataformas y redes sociales violentan el derecho a la libertad de expresión, a la protección de datos y a la privacidad y el acceso a la justicia; pero fundamentalmente vulneran el derecho de las mujeres y niñas, en su mayoría, a una vida libre de violencia y el impacto que tienen estas agresiones puede salir de los espacios virtuales donde fueron cometidas.

    De acuerdo con el estudio de Luchadoras, el 33% de las víctimas sufrió daño emocional causado por la agresión digital, el 20% sufrió daño reputacional e incluso un 9% reportó daño sexual.

    La perspectiva de género es necesaria y debe ser integral; las mujeres no son el único blanco de la ciberviolencia pero sí son víctimas desproporcionales de ataques intencionados y personales. A diferencia de los hombres que generalmente son víctimas de delitos virtuales como el fraude o el robo de datos financieros, delitos más relacionados con la delincuencia que con una estructura de violencias.

    Lo personal de los ataques virtuales contra mujeres se observa y se entrelaza con la cercanía que tienen las víctimas con sus agresores; cerca del 40% de las agresiones son cometidas por personas conocidas o incluso muy cercanas a las víctimas.

    En este sentido también es importante resaltar el derecho de las víctimas a procesar sus situaciones o a negarse a enfrentar los procesos legales para acceder a la justicia. Incluso para quienes están dispuestas a denunciar tienen obstáculos para probar las agresiones, “a veces las plataformas mismas donde sucede la violencia no atienden tus solicitudes, tardan en actuar o no te brindan las herramientas o informes necesarios para fortalecer la denuncia”, dijo Jessica Matus, fundadora de Datos Protegidos, organización para la privacidad de datos, libertad de expresión y ciberseguridad con perspectiva de género.

    Bajo estas omisiones, la tarea es formar sistemas integrales que más que castigar el delito se enfoquen en capacitar para prevenir cualquier tipo de violencia en redes sociales o plataformas virtuales. Y que, al momento de ejercer justicia, protejan y brinden atención especializada a las víctimas.

    Toda la información e imágenes son de EL ECONOMISTA.
    Link original: https://www.eleconomista.com.mx/politica/La-violencia-de-genero-digital-debe-tratarse-como-un-fenomeno-estructural-y-no-como-un-delito-aislado-20210130-0006.html

  • Mujeres pierden empleos en turismo, entretenimiento, ventas y salud

    Mujeres pierden empleos en turismo, entretenimiento, ventas y salud

    Desarrollar nuevas habilidades y formar a más jóvenes en carreras orientadas a tecnología y ciencias, será la ventaja competitiva para que recuperen terreno en el ámbito profesional, señaló Mónica Flores, presidente de ManpowerGroup Latam.

    Los sectores con predominio de mujeres profesionales, como turismo, entretenimiento, ventas y salud, son los de mayor impacto en pérdidas de empleo, por la pandemia, y los más complicados en recuperación.

    Desarrollar nuevas habilidades y formar a más jóvenes en carreras orientadas a tecnología y ciencias, será la ventaja competitiva para que recuperen terreno en el ámbito profesional y se posicionen en puestos de mayor responsabilidad, señaló Mónica Flores, presidente de ManpowerGroup Latam.

    “Debemos aprovechar la natural propensión a tener las habilidades demandadas en el siglo 21, con la formación de competencias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), para crear modelos sustentables donde las mujeres tengan participación y más independencia económica. Para disminuir los niveles de violencia y la repetición de estereotipos, el enfoque es mujeres independientes en lo financiero”, dijo Barragán durante su participación en el Women Economic Forum, en España, desarrollado en esta ocasión de manera virtual.

    Las empresas, por su parte, deben convertirse en organizaciones que prometan a las mujeres la capacidad de aprender nuevas habilidades transversales y desarrollarse, precisó Flores Barragán.

    Una formación o entrenamiento que involucre cualquiera de las competencias STEM ayuda a que las mujeres se posicionen en cualquier de las áreas que hoy tienen una importante salida profesional. Flores precisó que la investigación y exploración, destrezas STEM, son clave para despertar el interés en querer saber más sobre un negocio o empresa, aprender a diseñar modelos de trabajo propios, desarrollar un pensamiento crítico y otras cualidades con gran demanda en periodos de crisis.

    Creatividad y el liderazgo, como parte de las destrezas sociales, también tienen una demanda creciente en las empresas y son el tipo de habilidades que se pueden transferir de un trabajo a otro, entre industrias, pero solo uno de cada cinco empleadores (19%) está invirtiendo en programas de perfeccionamiento de competencias centrados en las habilidades sociales, arrojó el informe ‘La Revolución de Habilidades’, de ManpowerGroup, en el que se revela el impacto del COVID-19 en la digitalización y las soluciones innovadoras de la fuerza laboral.

    Mayores desafíos en América Latina 

    Para las empresas, contar con mujeres en cargos de dirección ejecutiva puede incrementar sus resultados financieros y generar ventajas competitivas, de manera particular en un periodo de crisis, pues son ellas las que suelen promover de manera más activa la capacitación y la superación. Ésta fue una de las conclusiones a las que se llegó en diversas ponencias del Women Economic Forum.

    Mónica Flores puntualizó que si bien existen avances, la pandemia ha agudizado una realidad para el mercado laboral, y ésta consiste en que las mujeres no alcanzan equidad profesional, pero además están más expuestas a perder su fuente de empleo y, en muchos casos, son víctimas de violencia psicológica y física en los hogares.

    “Las cifras al respecto son contundentes, nos ha tomado muchos años llegar a los niveles en Europa, donde 33% de la participación en puestos de alta dirección y consejos está representado por mujeres. En América Latica sumamos menos del 25%”, aclaró la presidente de ManpowerGroup.

    Aseveró que el cambio no ocurrirá con rapidez mientras no se cumpla con dos elementos. El primero es romper con la idea de que hay carreras para mujeres y otras para hombres. Además, los estereotipos sobre cómo es la vida laboral de las mujeres sigue siendo “un fantasma” en su desarrollo. El estereotipo que prevalece es el de mujeres felices en su trabajo, pero infelices en su vida personal y social.

    “Este tipo de perspectiva son un lastre. Son modelos que se han perpetuado, que condenan al fracaso como economía y nos impide generar negocios sustentables”, agregó la directiva.

    Por lo tanto, las mujeres, así como las marcas y las organizaciones deben alinearse bajo nuevas perspectivas, visiones post crisis, donde ellas tienen la capacidad de elegir qué habilidades deben desarrollar, qué tipo de carrera buscan desarrollar y no centrarse en que el mercado profesional y la vida en la empresa las espera solo para cumplir ciertos roles.

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/cartera/mujeres-pierden-empleos-en-turismo-entretenimiento-ventas-y-salud

  • Cuerpos que importan: la lucha feminista en pandemia

    Cuerpos que importan: la lucha feminista en pandemia

    Resulta imposible separar las luchas que se vienen llevando adelante desde los movimientos feministas de la situación actual de pandemia. El coronavirus ha logrado exponer las enormes desigualdades de clase y el alto grado de precarización en que se encuentras las mujeres y disidencias en Argentina. Desde hace años venimos denunciando las violencias a las que estamos expuestas en tanto debemos continuar con nuestras tareas productivas y reproductivas.

    Hoy resulta indispensable pensar la situación actual de crisis sanitaria en clave de género, poniendo de manifiesto el rol fundamental de las mujeres en el sostenimiento de los hogares, en el marco del desarrollo de un sistema capitalista cada vez más opresor. Desde la economía feminista se construye una perspectiva para hacer frente a la crisis proponiendo una salida que nos incluya a todxs.

    Desde el espacio donde vengo trabajando, me toca pensar las juventudes. Íntimamente comprometidas en la ola feminista de los últimos años, las mujeres y disidencias jóvenes han copado la escena con su glitter y su increíble entusiasmo de querer cambiarlo todo. Esa potencia feminista de la que habla Gago (2019) se ve encarnizada en los cuerpos de todas las que salimos a la calle para protegernos, defendernos y reivindicar otros modos de vivir.

    Se vuelve necesario gritar “niñas, no madres” cuando ciertos sectores de la sociedad, representados por los medios hegemónicos de comunicación, buscan aferrarse al ideal de la mujer madre, cuidadora y sumisa, aunque estas tengan a penas 12 o 13 años. Las que tienen que cuidar a sus hermanxs, las que no pueden ir a la escuela porque tienen que quedarse en su casa ayudando a su mamá, las que no consiguen empleo por estar embarazadas, las mismas que salieron de Ciudad Juárez en busca de una vida mejor.

    Todas ellas, todas nosotras nos merecemos una sociedad que no nos confine dentro de nuestros hogares, que no nos condene a una trayectoria laboral precarizada o nos mate en manos de un femicida. Es necesario pensar salidas posibles para nuestras jóvenes, aquellas que más padecen la crisis y deben poner el cuerpo en sus casas y en sus barrios.

    Hace décadas atrás, las feministas ya alzaban sus voces para denunciar las relaciones de violencia a las que estaban sometidas las mujeres. En los 70, las feministas marxistas instalaban el debate en torno al trabajo reproductivo y su función dentro del capitalismo. Ellas piensan la reproducción social como condición necesaria para la explotación de las mujeres y su desvalorización frente a los hombres.

    Federici (2018) considera al trabajo doméstico como la base de las desigualdades de género. Históricamente, las mujeres al quedar relegadas al espacio privado del hogar se vuelven dependientes del salario masculino, en lo que define como patriarcado del salario. Al tener el poder del salario, el hombre desarrolla un poder disciplinar y violento sobre las mujeres. Este modo de organización familiar no solo jerarquiza a los hombres por sobre las mujeres, sino que permite un desarrollo exponencial del capitalismo, lo cual demuestra la complicidad entre ambos sistemas.

    Esto se puede constatar con las estadísticas que se encuentran en nuestro país. Según el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), en base a la última Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAUH) del INDEC, la tasa de participación de las mujeres, es decir las que realizan trabajo doméstico, llega casi al 90%, contra el 58% de los hombres que declara hacerlo. A su vez, las mujeres que realizan trabajo no remunerado dedican una cantidad significativamente mayor de tiempo a esas tareas que los hombres que participan de las labores domésticas. Otro dato que arroja la encuesta es que las mujeres de hogares de menores ingresos son las que más tiempo destinan al trabajo no remuneradoenfrentando mayores demandas de cuidado y accediendo a empleos peores remunerados.[1]

    Mies (2019) también forma parte del movimiento de mujeres en los 70’ y de la “Campaña salario para el trabajo doméstico”. Esta campaña busca poner sobre la mesa la necesidad de pensar las violencias machistas en clave económica y la relación existente entre capitalismo y patriarcado. Considera que es necesario lograr un entendimiento materialista e histórico de la división sexual del trabajo para comprender las desigualdades sociales entre hombres y mujeres.

    De acuerdo con estas feministas, se vuelve evidente la necesidad de sublevarnos contra la naturalización de las tareas domésticas y luchar por el reconocimiento salarial del trabajo doméstico (Federici, 2018), sobre todo en un contexto de aislamiento donde las tareas se hacen cada vez más pesadas. Mientras ocupamos cada vez más horas en limpiar, cocinar y sostener a nuestras familias, es necesario gritar más fuerte “que eso que llaman amor es trabajo no pago”. Exponer la raíz de la opresión de las mujeres permite visibilizar los mecanismos con los que el capitalismo se ha sostenido a lo largo de la historia y su vinculación con la violencia hacia las mujeres.

    En momentos de enorme incertidumbre donde vemos como se profundizan las desigualdades, sostenemos la premisa de Susy Shock, “no queremos ser más esta humanidad”. Pero ¿cómo construir una sociedad más justa e inclusiva cuando nuestras compañeras villeras se mueren por falta de agua? ¿De qué modo nos organizamos los feminismos para hacer frente a esta nueva crisis mundial que golpea como siempre con más crudeza a los sectores más vulnerables? ¿Cómo peleamos contra las cada vez más precarias condiciones de existencia que nos ofrece el neoliberalismo?

    Lorey (2016) nos propone pensar a la precariedad no como una situación pasajera o eventual, como podría pensarse en este contexto de pandemia, sino como un nuevo modo de regulación de nuestras vidas. A partir de la imposición del sistema neoliberal y con el fin de las coberturas sociales de los Estados de Bienestar, se instaura lo que ella denomina un Estado de Inseguridad donde se reproduce y normaliza lo precario como condición social.

    Esta normalidad no solo se manifiesta en las condiciones de explotación laboral o en la vulneración de nuestros derechos, sino también a partir de la inseguridad traducida en una amenaza. En este sentido, la precarización de la vida no solo produce subjetividades sino también un estado de inseguridad constante que se busca revertir a través del aumento del aparato punitivo y represivo. Las nuevas formas de gobierno están marcadas por esta definición de “defensa contra una amenaza”.

    Este análisis resulta muy pertinente al pensar la realidad actual. Nos vemos enfrentados a una enfermedad que genera incertidumbre y un estado de paranoia constante. El temor al otrx se vuelve algo común, en tanto aumentan la cantidad de denuncias entre vecinxs y de discursos en defensa de la policía.

    Frente a esta situación, Lorey nos plantea la posibilidad de pensar en alternativas a los estados inducidos de miedo e inseguridad como forma de gobierno. Ante este aumento del “sálvese quien pueda” y de discursos liberales e individualistas, recuperar las formas de organización colectiva aparece como contrapartida. Ella nos propone pensar la precariedad como activismo político. En contra de estos discursos punitivos y sus promesas de seguridad, podemos pensar en la necesidad de otros modos de acción política. Pensar la precariedad como un devenir común que nos conduzca a nuevas formas de organización y comunidad.

    Butler (2006) también reflexiona en torno a las condiciones de precariedad de la vida como modo de relacionarnos con lxs otrxs. Piensa en una precariedad jerarquizadora la cual opera de forma diferencial sobre los cuerpos. Se produce un reparto desigual de las condiciones de vida y de su protección.  La estigmatización ha generado un acceso desigual y una atención médica deficitaria que ha provocado un aumento de los fallecimientos en zonas con mayor población afroamericana.

    Al comienzo de la pandemia en los medios de comunicación decían que este virus “no distinguía entre ricos y pobres” y que “cualquier persona está expuesta al contagio”. Hoy podemos afirmar que el virus no es inocente, es el claro reflejo de las políticas neoliberales y de su impacto diferenciado sobre los cuerpos. No afecta de la misma forma a todxs: impacta sobre los cuerpos pobres, racializados y feminizados.

    Frente a este escenario desesperante, podemos retomar los aportes de Gago (2018) en torno a lo comunitario. Ante el avance del neoliberalismo y a la normalización de las condiciones de explotación, nos propone pensar nuestras luchas desde la organización comunitaria: “la noción de lo comunitario como teoría del cambio, donde la cuestión reproductiva de los cuidados toma un papel político clave en tanto se evidencia como recurso a la vez de los momentos de crisis y resistencia abierta pero también como engranaje de unas flexibles formas productivas que lo ponen en juego, evidenciando ser un campo en disputa.”

                En tiempos donde abunda la incertidumbre y afloran las violencias, esas redes de mujeres que venimos construyendo se hacen fundamentales. En los últimos años hemos aprendido que entre todas nos cuidamos mejor. Frente un sistema opresor, buscamos las formas de construir trayectorias marcadas por el deseo, que rompan las cadenas de la heteronorma patriarcal. Pensarnos desde lo comunitario, rompe con la idea de familia nuclear y de mujeres privatizadas, al mismo tiempo que atenta contra los modos de producción capitalista.

    Desde los comedores en los barrios, pasando por la organización de alumnxs para defender la ESI, hasta los grupos de WhatsApp de socorristas, nuestros lazos colectivos han sostenido y reivindicado la lucha por el reconocimiento del trabajo reproductivo que hacen las mujeres. Las tareas que se vuelven más pesadas en tiempos de pandemia hacen aún más notoria la necesidad de poner sobre la mesa la importancia de los trabajos no remunerados que hacen las mujeres y como esto crea la base de una relación desigual frente a los hombres.

    Es en ese sentido, seguimos tejiendo redes y espacios colectivos, aunque sea en este contexto de virtualidad, para repudiar la violencia machista y su impacto sobre nuestros cuerpos. Continuamos desafiando los límites que nos han impuesto, contraatacando desde la cocina como dice Federici, organizándonos a pesar de la dificultad de estar juntas. Como afirma Gago (2019) “invención común contra la expropiación, disfrute colectivo contra la privatización y ampliación de lo que deseamos como posible aquí y ahora.”

    A pesar de la tristeza de no poder encontrarnos hoy en las calles, hoy más que nunca, gritamos bien fuerte: “Vivas y desendeudadas nos queremos!”

    [1] Rodriguez Enriquez, C. El trabajo de cuidado no remunerado en Argentina: un análisis desde la evidencia del Módulo de Trabajo no Remunerado.

    por Victoria Grinstein

    Toda la información e imágenes son de HYSTERIA.
    Link original: https://hysteria.mx/cuerpos-que-importan-la-lucha-feminista-en-pandemia/

  • Mujeres, las más afectadas por el desempleo en Colombia durante el 2020

    Mujeres, las más afectadas por el desempleo en Colombia durante el 2020

    Mujeres, las más afectadas por el desempleo en Colombia durante el 2020.

    El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló que en el año 2020 la tasa de desempleo en Colombia se ubicó en un 15,9 % cifra por encima al 10,5 % reportado el año anterior. De acuerdo con el director de Dane Juan Daniel Oviedo, las mujeres sufrieron más el golpe del desempleo que los hombres, pues la brecha entre hombres y mujeres pasó de 5,4 puntos a 7.7% en un año.

    Las actividades más afectadas por la pandemia y que sufrieron por falta de trabajo fueron comercio y reparación de vehículos; actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios y administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana. Y entre las que más ganancia género fueron las actividades relacionadas con electricidad, gas, agua y gestión de desechos fue la única rama que contribuyó positivamente a la variación del mercado laboral.

    La pandemia le dejó al comercio una pérdida de 5.000 empleos, sin embargo, se pudieron recuperar fácilmente en el tiempo de reactivación económica. Diferente a otras actividades como las actividades artísticas y de recreación, donde antes habían 2 millones de personas activas y se redujeron a un 1 millón cuatrocientas mil personas y que no se han podido recuperar de forma rápida.

    El saldo negativo que dijo el 2020 en materia de mercado laboral es de un incremento de unas 1,14 millones que quedaron desempleadas y de ellas 752.000 están concentradas en las 13 principales ciudades. Siendo las más afectadas Neiva con 26,1 %, Ibagué con 25,6 % y Cúcuta con 23,7 %.

    En una entrevista con W Radio, Juan Daniel Oviedo, explicó que “el rango entre los 25 y 54 años es el que mayor registra desempleo en el país, en el año 2020 casi 3.75 millones de personas que están en desempleo, vemos que casi 2.4 millones están el rango mencionado, y el 1.1 millones tienen menos de 25 años”.

    Pese a que el rango está en una población de edad amplia los más afectados por el desempleo en el país siguen siendo los jóvenes. Y entre la población joven, la población femenina es la más afectada, ya que una gran parte de las mujeres participan en los sectores más afectados como el comercio, las actividades relacionadas con entretenimiento, trabajo doméstico entre otros. Si se analiza la variación de la ocupación 167.00 mujeres que quedaron sin empleo trabajaban en servicios domésticos.

    Además, el director aseguró que en general se mantiene la brecha laboral entre hombres y mujeres ya que “aproximadamente por cada hombre que perdió el trabajo en el año 2020, 1,4, es decir por cada dos hombres, tres mujeres perdieron el empleo en diciembre de ese año. Eso lleva a que la brecha de la tasa de desempleo haya pasado de 5,4 puntos porcentuales del 2019 a 7.7% a 2020”.

    Esto quiere decir que la tasa de desempleo en las mujeres en 2020 fue 60,6 % más alta que la de los hombres, lo cual refleja un problema de inequidad y de brecha de género en el país que ha sido constante año tras año y que como consecuencia de la epidemia se agudizó.

    El desempleo femenino estuvo por encima del promedio nacional, que fue del 15,9 %. Una diferencia considerable de 7,7 comparada con la de los hombres.

    Diciembre fue un mes clave para la reactivación, sin embargo, no cumplió las expectativas de muchos sectores económicos del país. Sin embargo, en Dane resalta que el mes de diciembre tuvo un incremento importante del empleo en Colombia, pese que la economía en el año 2020 tuvo un comportamiento atípico.

    “Las personas que salen de confinamiento comienzan a ser nuevamente llamadas, bien sea por su actividad económica propia o por su empleador, pero eso no necesariamente implica que todos comiencen a ser llamados o activarse de forma inmediata”, aseguró Oviedo.

    Toda la información e imágenes son de INFOBAE.
    Link original: https://www.infobae.com/america/colombia/2021/01/31/mujeres-las-mas-afectadas-por-el-desempleo-en-colombia-durante-el-2020/

  • Tras las amenazas contra Jana y Selene se debe actuar y evitar tragedias

    Tras las amenazas contra Jana y Selene se debe actuar y evitar tragedias

    Después de las amenazas contra Jana Gutiérrez y Selene Varela, Leonardo Cuéllar, técnico del América, aceptó que estas situaciones sacuden y lo importante es actuar antes de esperar a que pase una tragedia. El timonel también reiteró el apoyo del club a las jugadoras para proteger su integridad física y mental.

    Estos actos son una llamada de atención para todos, dijo en videoconferencia. Consideró que el ciberacoso es el producto de una sociedad contaminada que no usa las redes sociales sólo para algo propositivo, pero en el equipo tomamos esto con mucha responsabilidad.

    Las amenazas y acoso a futbolistas detonaron una alerta en el balompié, luego de que Jana Gutiérrez, de 17 años de edad, fue víctima de mensajes intimidatorios previo al duelo del domingo entre América y Mazatlán. Greta Espinoza, de Tigres, Ana Paola López, de Toluca, y Selene Valera, de las Águilas, también han recibido advertencias.

    Cuéllar recordó que al enterarse de la situación que enfrentaba Jana nos quitó el sueño toda la noche, aún estamos con esa sacudida. Sin embargo, analizó el caso y decidió darle minutos de juego contra Mazatlán teniendo el respaldo del plantel.

    “Hubo comunicación no sólo con Jana, sino también con su familia. Se decidió que participara bajo todos los lineamientos de seguridad, fue algo de común acuerdo, era una situación muy especial y buscamos darle cierta normalidad a las cosas.

    Jana también ha reaccionado con mucha madurez y entereza, ha sido respetuosa de los protocolos y las cosas que debe hacer ahora en adelante, apuntó.

    Sostuvo que desde el inicio el club ha apoyado a las jugadoras con un protocolo de seguridad. “Estamos en una empresa que toma responsabilidad plena y las niñas tienen cursos de manejo de redes sociales, coaching, así como capacitación personal y profesional. Se arropa al equipo femenil con profesionalismo, orden y sobre todo proyectando a futuro”.

    Por su parte, Carlos Roberto Pérez, técnico del Cruz Azul femenil, condenó los recientes casos de jugadoras mexicanas, tanto del club América, como de Tigres y Toluca, que han recibido amenazas de muerte en redes sociales.

    Rechazamos rotundamente esta situación, de ninguna manera podemos tolerarla, se debe llegar a las últimas instancias para investigar y castigar a los culpables, porque se hace muy fácil hablar, amenazar y eso es un delito. Apoyamos a las jugadoras del América y a las de todos los equipos, de nuestra parte humana y como institución, por supuesto que estamos con ellas, declaró ayer en conferencia virtual.

    Asimismo, aseguró que su plantel está protegido ante ese tipo de situaciones, además de que ya fue asesorado en el tema.

    “En Cruz Azul tratamos de tener blindado nuestro equipo, a las jugadoras las llevan, las traen, tienen charlas del manejo de redes y de medios de comunicación, y también desde la parte sicológi-ca; en ese sentido, todo lo que ha estado en manos del club lo hemos tratado de hacer.

    Cuando ocurre una situación como ésta, las alertamos de tener mucho cuidado, que no den información de más, si notan algo extraño deben reportarlo, protegemos a nuestro equipo, es una situación muy delicada. Repudiamos ese tipo de manifestaciones, esto no puede existir en el futbol, en ningún deporte ni en la vida. Estoy muy molesto por este asunto, pero espero que se resuelva de la mejor manera, mencionó.

    La Máquina se medirá el domingo ante el Puebla, donde buscará sumar su tercer triunfo en el Guardianes 2021, mientras el América, que marcha en el noveno lugar, enfrentará el lunes a Toluca, el cual se encuentra en el tercer puesto de la tabla general.

    Toda la información e imágenes son de LA JORNADA.
    Link original: https://www.jornada.com.mx/2021/01/30/deportes/a09n1dep
  • Mujeres Albañiles rompiendo prejuicios machistas

    Mujeres Albañiles rompiendo prejuicios machistas

    Ante la desigualdad en la remuneración, la falta de espacios, la discriminación y prejuicios machistas en contra de las mujeres albañiles, este sector decidió conformar en La Paz un sindicato que vele por sus derechos.

    “Vayan a la cocina”, “¿no tienen algo que remendar?, “vayan a dar leche a sus hijos”, “solo los hombres servimos para esto (construcción)” son algunos de los muchos insultos que enfrentan las mujeres albañiles en sus fuentes laborales por parte de los varones del rubro, dijeron  35 afiliadas a la Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) de La Paz.

    Elizabeth Ticona, secretaria general de Asomuc, detalló que las mujeres en la construcción también soportan la desigualdad en la remuneración y citó como ejemplo que un ayudante hombre gana Bs 100, por determinado trabajo, mientras que a la mujer le pagan Bs 80, pese a que realiza la misma labor.
    “Queremos sindicalizarnos porque hay mucha desigualdad contra nosotras, empezando desde los sueldos. Si vamos a seguir sometidas a los hombres, nunca nos darán espacio para ascender, ellos quieren que seamos peón o ayudante para siempre y no tenemos oportunidades para ser maestras de obras o contratistas”
    Ante esta situación, Asomuc tramita su personería jurídica para ser un sindicato legalmente constituido. “El objetivo principal de este sindicato es ir contra la discriminación que sufre la mujer en este rubro, vamos a recoger y atender las denuncias que lleguen y hacer respetar las leyes”.
    Actualmente, la asociación cuenta con 35 afiliadas, aunque se esperan más miembros una vez que se consiga la personería. La mayoría de este grupo es madre soltera o separada.
    Justina Soria de Torrico, de 60 años y especializada en pintura, contó que es el sustento de su esposo, quien ya no puede trabajar por su edad avanzada, y del estudio de sus tres hijos. “La ventaja es que nosotras somos más detallistas por naturaleza, entregamos trabajos de primera.
    Los hombres piensan que la construcción es solo para ellos, por eso nos insultan, pero nuestro trabajo demostró lo contrario”
    Trámite. Regina Flores, de 34 años, ingresó al rubro hace tres meses. Ella contó que sus días comienzan a las 04.00, pues debe dejar listo el almuerzo antes de ir al trabajo. “No hay mucho descanso para mí, el fin de semana es para lavar ropa”. También recordó que la primera vez en una construcción, unos albañiles le dijeron que “vaya a la cocina”. “Yo les respondí que vayan ellos, porque yo tengo que trabajar”.
    “Mi familia está orgullosa de mí, incluso mi hija dice que cuando sea grande quiere ser constructora, pero yo quiero que sea profesional”, manifestó Sonia Quispe, de 32 años. Relató que desde un comienzo enfrentó el desprecio de los albañiles. “Me gusta comparar nuestro trabajo con el de ellos, y nosotras lo hacemos mejor, con más detalle”.
    Fausta Quispe, de 39 años y divorciada, señaló que debe solventar los estudios universitarios de su hijo de 18 años, pues su papá se niega a enviar más dinero. “Mi hijo quiere ser arquitecto y yo tengo que trabajar para eso”. fausta recordó que una vez tuvo un altercado con un albañil. “Ni siquiera había empezado a trabajar y me dijo ‘inútil’, hay mucho machismo”.
    Actualmente, Nevy Chacón, de 45 años, tiene a su cargo a cinco albañiles hombres en una obra de Río Seco (El Alto). “Nos está costando mucho enfrentarnos a los hombres, pero hay que defendernos. En este rubro aprendí a gritar, porque solo así ellos respetan”.
    “A todas las mujeres que quieran trabajar, decirles que sí se puede, éste es un rubro bonito y amplio. No tenemos por qué dejarnos humillar con los varones, ni con nuestros esposos, hermanos ni compañeros de trabajo. Estamos dispuestas a recibirlas con los brazos abiertos”.

    *Articulo publicado en febrero de 2015 en La Razón de Bolivia, Fotografías proporcionadas por Wara Vargas a Mujeres Ixchel. 
    Fotografías de Wara Vargas 
    Texto: Guiomara Calle
     La Paz, Bolivia 

    Toda la información e imágenes son de GRUPO MUJERES IXCHEL.
    Link original: https://grupodemujeresixchel.blogspot.com/

  • Secretaría de Economía dará 60,000 créditos a mipymes y mujeres a partir de febrero

    Secretaría de Economía dará 60,000 créditos a mipymes y mujeres a partir de febrero

    Los créditos serán de 25,000 pesos y se repartirán en tres modalidades: Bienestar, Empresas Cumplidas y Mujeres Solidarias, con 20,000 créditos cada uno.

    La Secretaría de Economía otorgará 60,000 créditos a la palabra a microempresas familiares durante el 2021 por medio del Programa de Apoyo a Financiamiento para Micro empresas Familiares, el equivalente a 1,500 millones de pesos.

    Durante la presentación del programa Alejandro Rosas Guerrero, Titular de la Unidad de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Secretaría de Economía detalló que los apoyos serán de 25,000 pesos a pagar en 33 mensualidades y con tres meses de gracia y que los 60,000 créditos se repartirán en tres modalidades: Bienestar, Empresas Cumplidas y Mujeres Solidarias, con 20,000 créditos cada uno.

    El programa enfocado a Bienestar atenderá el rezago de créditos económicos que quedó pendiente el año pasado y contempla la entrega de 20,000 créditos a la palabra.

    Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) precisó que el año pasado se colocaron 192,000 créditos de un universo de 645,000 de los cuales el 94% fueron a empresas de menos de 10 trabajadores. Además 78% de los apoyos fue a empresas no esenciales.

    La iniciativa logró que se conservaran 700,000 puestos de empleo y 70% de los patrones mantuvieron e incluso incrementaron su número de trabajadores.

    Empresas Cumplidas y Mujeres Solidarias

    Empresas Cumplidas es la segunda modalidad que contempla a empresas morales y personas físicas que han sido solidarias con sus trabajadores.

    “Estaremos apoyando a aquellas empresas que han sido solidarias en estos momentos de emergencia sanitaria por Covid-19 y que en noviembre de 2020 mantuvieron el promedio de empleados de los tres meses anteriores”, detalló en conferencia de prensa Ana Bárbara Mungaray, titular de la Unidad de Desarrollo Productivo de la secretaría.

    Para validar esta información el IMSS proporcionará los datos de los beneficiarios potenciales.

    El crédito de Mujeres solidarias está dirigido a mujeres empresarias, quienes han visto afectadas durante la pandemia, pues además de dedicarse al negocio han tenido que apoyar a los hijos en las clases en línea.

    Proceso de solicitud

    Para solicitar el crédito, los interesados deberán ingresar a la página mipymes.economia.gob.mx a partir del 8 de febrero e ingresar los requisitos requeridos (de acuerdo a cada modalidad), así como un correo electrónico.

    Una vez dados de alta recibirán, en un periodo de 24 horas, un correo de validación de los datos, posteriormente deberán agregar el número de cuenta bancaria.

    La información se enviará a la Unidad de Planeación y Prospectiva, quienes realizarán la transferencia del recurso.

    Tenemos calculado que el proceso desde que inicia la solicitud, el registro hasta que es aprobada y reciben el recurso en sus cuentas es de alrededor de 10 días”, precisó Mungaray.

    Detalló que las personas o empresarios que recibieron un crédito en el 2020 no serán elegibles para los créditos del 2021.

    El tiempo para colocar los apoyos están limitados a la veda electoral, por lo cual el último día de marzo se deberán haber terminado de dispersar los 40,000 recursos (Empresas Cumplidas y Mujeres Solidarias), los 20,000 del programa de Bienestar podrán continuar con los trámites.

    Toda la información e imágenes son de EL ECONOMISTA.
    Link original: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Secretaria-de-Economia-dara-60000-creditos-a-mipymes-y-mujeres-a-partir-de-febrero-20210128-0104.html

  • Mujeres profesionales, las más afectadas por desempleo

    Mujeres profesionales, las más afectadas por desempleo

    Los sectores con predominio de mujeres profesionales, como turismo, entretenimiento, ventas y salud, son los que han tenido el mayor impacto en cuanto a pérdidas de empleo por la pandemia de Covid-19, y los más complicados para recuperarse.

    Desarrollar nuevas habilidades y formar a más jóvenes en carreras orientadas a tecnología y ciencias será la ventaja competitiva para que recuperen terreno en el ámbito profesional y logren posicionarse en puestos de mayor responsabilidad, dijo Mónica Flores Barragán, presidenta de ManpowerGroup Latam.

    “Debemos aprovechar la natural propensión a tener las habilidades demandadas en el siglo XXI, con la formación de competencias STEM [Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés], para crear modelos sustentables en los que las mujeres tengan participación y más independencia económica”, mencionó durante el Women Economic Forum.

    “Para disminuir los niveles de violencia y la repetición de estereotipos, el enfoque es [tener] mujeres independientes en lo financiero”. Las firmas deben convertirse en organizaciones que prometan a las mujeres la capacidad de aprender nuevas habilidades y desarrollarse, afirmó.

    Una formación o entrenamiento que involucre cualquiera de las competencias STEM ayuda a que las mujeres se posicionen en algún área de las que hoy tienen una importante salida profesional, afirmó.

    Aseveró que la investigación y exploración, consideradas destrezas STEM, son clave para despertar el interés en querer saber más sobre un negocio o empresa, aprender a diseñar modelos de trabajo propios, desarrollar un pensamiento crítico y otras cualidades con gran demanda en periodos de crisis.

    Sentenció que la creatividad y el liderazgo, como parte de las destrezas sociales, tienen una demanda creciente en las empresas y son el tipo de habilidades que se pueden transferir de un trabajo a otro entre industrias.

    Sin embargo, sólo uno de cada cinco empleadores (19%) está invirtiendo en programas de perfeccionamiento de competencias centrados en las habilidades sociales, muestra el informe La Revolución de Habilidades, de ManpowerGroup, en el que se revela el impacto del Covid-19 en la digitalización y las soluciones innovadoras de la fuerza laboral.

    Más desafíos en AL

    Para las firmas, contar con mujeres en cargos de dirección ejecutiva puede incrementar sus resultados financieros y generar ventajas competitivas en un periodo de crisis, pues son ellas quienes suelen promover la capacitación y superación, se concluyó en diversas ponencias del Women Economic Forum.

    Flores Barragán dijo que el Covid ha agudizado una realidad para el mercado laboral en la que las mujeres no alcanzan equidad profesional y están más expuestas a perder su empleo.

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/cartera/mujeres-profesionales-las-mas-afectadas-por-desempleo