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  • Maternidad, trabajo doméstico y teletrabajo: La triple jornada laboral de miles de mujeres en la pandemia

    Maternidad, trabajo doméstico y teletrabajo: La triple jornada laboral de miles de mujeres en la pandemia

    Son miles las mujeres que, mientras realizan el trabajo remunerado desde sus hogares, también se hacen cargo de su rol de madres, conjugando dos labores que no se pueden abandonar. Radio y Diario Universidad de Chile recogió cuatro testimonios de mujeres líderes en sus áreas, quienes compartieron sus experiencias ante este desafío.

    Históricamente ha existido desigualdad entre hombres y mujeres en el cuidado y las labores domésticas. Es conocido que en la mayoría de los hogares estas tareas recaen sobre las mujeres, incluso a pesar de que ellas tengan trabajos remunerados a los que responder en su día a día.

    En el contexto de la pandemia por COVID-19, la situación se ha acrecentado, puesto que ahora muchas mujeres a lo largo del país están realizando sus trabajos remunerados desde casa, lo que las obliga a ejercer al mismo tiempo y en el mismo lugar sus labores de maternidad, trabajo doméstico y trabajo remunerado.

    Respecto de esta situación, Paula Poblete, directora de Estudios de ComunidadMujer, señaló que “la prevención y el cuidado de las y los familiares por el coronavirus ha aumentado la carga de trabajo de las mujeres. Además, para quienes pueden hacer teletrabajo es peor, porque cuando nuestro hogar es también la oficina, pareciera dificultarse nuestra capacidad de armonizar los tiempos laborales, familiares y personales. La carga mental y la suma de las horas dedicadas al trabajo, tanto remunerado como no remunerado, han crecido para las mujeres”.

    Paula Poblete

    Paula Poblete. Créditos fotografías: ComunidadMujer

    Agregó que lo importante es entender que esto no es un problema personal de las mujeres, o un asunto de pareja, sino que es “un problema social, que, como tal, debe ser abordado por la política pública. Un país que pretenda ser desarrollado, que aspire a un progreso sostenible para todos sus ciudadanos y ciudadanas, no debe permitir que una mitad de la población abuse sobre la otra. Es hora de que los hombres hagan la parte de la pega no remunerada que les corresponde, es decir, que hagan la mitad de la pega. Ni más ni menos”.

    Junto a ello destacó que ninguna política pública es neutral al género, puesto que muchas de las que se han establecido durante esta crisis tienen directa relación con la afectación o exposición de las mujeres, como los perjucios de la cuarentena para quienes sufren violencia. O, que quienes atienden servicios esenciales como supermercados y salud son mayormente mujeres, o en el caso de la ayuda a familias más vulnerables, la mayoría de los hogares en situación de pobreza son liderados por una mujer.

    Hay menos trabajo remunerado, más trabajo doméstico

    Magaly Ávila es vocera del Comité Educacional de la Coordinadora Feminista 8M. Por decisión personal, antes de la pandemia ya realizaba el trabajo desde casa pues es periodista independiente, activista de derechos humanos y participa en organizaciones vinculadas al área de la educación.

    Si bien se puede pensar que para alguien que ya hacia teletrabajo este nuevo escenario no significa mayores cambios, ocurre todo lo contrario, pues la presencia de sus dos hijos en casa ante la suspensión de clases, sumado al aumento del trabajo doméstico y la incertidumbre laboral, ha generado un panorama diferente en su vida y la de su familia.

    “Por la pandemia el trabajo remunerado ha bajado, y el de la casa ha aumentado, porque como sucede con otras madres hago también las tareas domésticas. Hay más desorden, el lugar donde se come es el mismo donde se trabaja y estudia, y el tema de las salidas también provoca más atención, más trabajo por sacar permiso, revisar lo que se necesita para salir, confeccionar las mascarillas, y sanitizar todo al volver. Lavar la ropa, siempre hay más, la casa hay que limpiarla más, además de todas las tareas que ya se hacían antes, como el tema de cocina, por ejemplo”, cuenta a través de Whatsapp sobre su experiencia.

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    En un mensaje de audio reconoce que el encierro ha generado ventajas en la familia, como poder estar más tiempo con sus hijos, verlos, generar espacios de conversación y que se reconozca y valore el trabajo y cuidado doméstico que se hace a diario, pero a la vez comenta que el confinamiento ha dado paso también a dificultades.

    “Las dificultades son muchas, la tensión que significa el aislamiento, no hay privacidad, el tiempo que se dedicaba para una es mínimo, si es que hay. Hay más bulla, menos concentración para la creación por ejemplo, más ansiedad, más conflictos, más gastos en electricidad, en agua, en gas, en comida (…)  El trabajo remunerado escasea porque siempre está la disyuntiva de si a va llegar, si tendré el otro mes o la otra semana“, dijo.

    Magaly es enfática en reconocer que sabe que sus problemas son pocos en comparación a la realidad de otras mujeres que están sufriendo violencia en sus hogares, o que sumado al trabajo doméstico y también el remunerado deben hacerse cargo de cuidados de adultos mayores, personas con discapacidad o niños pequeños. Por eso, asegura que las autoridades deben hacerse cargo de estas situaciones.

    “Hay que exigirle al Gobierno que implemente políticas públicas para apoyar a mujeres precarizadas, decirle que cuide a las personas más que a la economía. Que más que ayudar a las empresas ayude a las y los trabajadores, porque sin ellos y ellas las empresas no son nada y eso se ha demostrado estos días”, finaliza.

    En el marco de un nuevo 1 de mayo, desde la Coordinadora Feminista 8M conmemoran esta fecha poniendo en el centro de la discusión la diversidad de trabajos que sostienen la vida. Para esto realizarán una jornada de agitación transmitida en línea, bajo la consigna “los trabajos serán para sostener la vida y no sus ganancias”, en las que se discutirán temas como la necesidad de un sistema de cuidados, la potencia internacionalista que emerge desde la huelga general feminista, la lucha en defensa por el agua y los territorios, la profundización de la crisis social en tiempos de pandemia, entre otras demandas.

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    Maternidad y trabajo político 

    Desde la política nacional, la diputada PPD, Loreto Carvajal, compartió su experiencia con la combinación maternidad y teletrabajo. En su caso, en un escenario normal debido a las labores como parlamentaria durante la semana no puede ver a su hijo, quien se encuentra en Chillán con su padre, o en caso de que él no pueda estar a su lado, con sus abuelos. Siempre, por supuesto, manteniendo un contacto y cuidado permanente del niño a la distancia.

    Sin embargo, con la pandemia las dificultades para combinar ambos roles han sido aún más duras, pues a pesar de que el Congreso ha permitido el teletrabajo, la zona geográfica en la que vive su hijo ha problematizado los encuentros. La región de Ñuble ha sido una de las más afectadas por el COVID-19, por lo que juntarse con su familia ha sido complicado para la parlamentaria, ya que podría implicar riesgos tanto para ella como para sus cercanos.

    “Ha sido muy difícil, muy duro, como mujer, como madre. Ya estar una semana fuera, que es el tiempo común del Congreso, es difícil, porque un hijo demanda la cercanía, el apoyo, ese acompañamiento que es tan importante en el caso de una mamá. Imagínate ahora en tiempos de pandemia, donde hay que ir saltándose las etapas, más aún cuando sus familiares más cercanos podrían contagiarse. Su padre es funcionario de la salud y sus abuelos grupo de riesgo, entonces hemos tenido que tomar todas esas precauciones. Ha sido durísimo y afecta también en lo que a uno respecta sobre sus emociones”, comentó sobre su experiencia.

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    Diputada Loreto Carvajal.

    En este contexto, el uso de la tecnología y las videollamadas han sido claves para la diputada a la hora de mantener la cercanía y el contacto con su hijo de 7 años.

    “La situación que viven las mujeres hoy creo que lleva a entender que la respuesta que a propósito de esto ha tenido el Estado ha sido muy débil, porque hay mujeres que podemos tener la opción de teletrabajo, pero otras no, y efectivamente han visto hoy vulnerados sus derechos laborales cuando hay que atender un hijo menor de edad”, comentó la diputada PPD.

    En tanto, la diputada RN, Marcela Sabat, también comentó su experiencia a Diario y Radio Universidad de Chile. Al respecto, la parlamentaria dijo que efectivamente existe una mayor dificultad en las labores al encontrarse con un hijo en casa, especialmente si son más pequeños, como es su caso con un niño de un año.

    “Me ha tocado esta experiencia de teletrabajar con él, en el hogar, con lo que eso implica. Es bien complejo porque no te permite poner límites al trabajo, muy por el contrario quizás de lo que uno creía, que podía alivianar un poco la carga. Hoy tengo también la obligación de generar más espacios de gestión para dar soluciones a muchas chilenas que están super angustiadas, entonces primero obviamente agradecer que estoy en condiciones muy privilegiadas para ejercer el teletrabajo porque no tengo la angustia de donde dejar a mi hijo, que sí la sufren hoy muchas madres que no cuentan con una sala cuna abierta”, señaló.

    Además, dijo que, en este proceso, considerando que dada la emergencia muchas veces el trabajo legislativo es de largo aliento, compartir la responsabilidad de cuidado con el padre de su hijo es de suma importancia.

    “Yo creo muchísimo, defiendo y promuevo mucho la corresponsabilidad, y en mi caso tengo la suerte de contar con un padre de mi hijo, mi marido que en eso me entiende muy bien y lo comparte plenamente. Cuando yo trabajo hasta las 2 de la mañana en sesión legislativa, él está ahí para continuar con sus labores de padre, eso me ayuda bastante”, contó.

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    En la fotografía la diputada Marcela Sabat y su hijo: Créditos: Instagram diputada.

    Por otra parte, la militante de Renovación Nacional comentó hacia las mujeres que están enfrentando la triple jornada de trabajo doméstico, maternidad y teletrabajo que hace suya dicha angustia, lo que la motiva a buscar alternativas de respuesta estatal para esas madres. Por ello, ha sostenido reuniones tanto con autoridades de Gobierno como del mundo privado para solicitar que se dispongan medidas de colaboración y ayuda hacia las madres y padres que tengan hijos menores de 2 años y no cuenten con alternativas para garantizar su cuidado. Agregó que, hacia el futuro, más allá de esta emergencia, es clave avanzar en políticas de corresponsabilidad efectiva.

    En la misma línea apuntó la diputada PPD Loreto Carvajal, quien dijo, respecto del rol que deben ejercer las autoridades en esta materia, que es esencial que se tome consciencia del problema de desigualdad de género que existe en el país, y con ello se vayan estableciendo medidas. Entre ellas, señaló la extensión del postnatal en la crisis o permisos especiales de trabajo cuando hay hijos menores. Para la parlamentaria, estos temas deben estar dentro de las prioridades.

    Avanzar hacia la igualdad

    Claudia Heiss es doctora en ciencia política, académica y jefa de la carrera de ciencia política del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile. Durante este semestre imparte tres clases, y acaba de lanzar un libro referente a una posible nueva Constitución. Todas labores que la han mantenido muy ocupada en lo que a la docencia y trabajo remunerado refiere.

    A esto, se ha sumado la maternidad y el cuidado doméstico durante la pandemia, pues producto del COVID-19 se encuentra en su hogar con teletrabajo, cuidando a su hija de 12 y su hijo de 7 años.

    Así, la académica ha tenido que distribuir su tiempo diario en el cuidado de los niños, ayudarlos en los deberes del colegio – especialmente a su hijo menor – y también responder a sus labores de docencia y trabajo administrativo en la Universidad.

    “Ha sido lindo, por un lado, trabajar con mi hijo más chico, porque la niña es más independiente, pero por otro súper desafiante, porque cuando yo estoy muy exigida de trabajo finalmente no tengo alternativa más que dejarlo que use las pantallas: si no lo dejo usar la tele o el ipad no me deja trabajar. Entonces estoy con la culpa permanente, cuando estoy muy exigida, de no estar haciendo cosas con él y que de alguna forma paga el costo de que yo esté dedicada al trabajo. Entonces ese tironeo es súper duro para quienes estamos a cargo de niños”, comentó respecto de su experiencia.

    Ante esta situación, Claudia decidió que el cuidado de sus hijos se compartiera con su ex esposo durante la emergencia sanitaria. Luego de verse sobrepasada por la triple jornada en un inicio, comenzaron a rotar la custodia, por lo que una semana es ella quien se hace cargo, y la siguiente el padre, manteniendo con ello todas las medidas sanitarias que se requieren para la prevención del COVID-19.

    La docente reconoce que por tomar esta decisión en algunos casos puede ser mirada como mala madre, pero asegura que es necesario terminar con esos prejuicios y avanzar en compartir los roles, especialmente ante este tipo de emergencias, garantizando una buena calidad de vida en todos los integrantes de una familia. Asimismo, señaló que para ella ha sido clave no sobre-exigirse, entendiendo que bajo este nuevo escenario no se puede controlar todo. Y que se puede vivir con menos de lo que uno suponía.

    Además, indicó que en esta situación actual en la que se ha evidenciado aún más la sobrecarga que hay en las mujeres, al caer sobre ellas todo este trabajo, es probable que se genere una mayor valoración del trabajo doméstico y de cuidados, tal como los cuestionamientos a cómo se distribuye.

    “La pandemia nos da una oportunidad de ver cómo los cuidados están tan feminizados. Hay que tratar que cuando volvamos a la situación normal no se mantenga esta diferencia de género tan grande, donde incluso cuando las personas tienen ayuda doméstica o para el cuidado de niños o adultos mayores, siempre lo hacen recaer en otras mujeres”, expresó.

    Añadió que es esencial reconocer el problema que aquí existe y que es de toda la sociedad. “Hay que valorizar los cuidados, que la sociedad en su conjunto valore lo que significa el trabajo con los niños, enfermos mayores y domésticos. Que lo valore y una vez valorado lo reparta, que se pueda hacer de forma equitativa. Hay que desvincular el género de los cuidados”.

    Así, son miles las mujeres a lo largo del país que ante la pandemia han tenido que hacerse cargo de al menos tres tipos de labores en sus hogares: maternidad, trabajo doméstico y trabajo remunerado, exponiéndose a grandes cargas de estrés e incertidumbre generadas por la desigualdad de género que todavía existe en la sociedad. Una realidad que debe ser enfrentada para avanzar hacia su erradicación.

    Toda la información e imágenes son de RADIO UCHILE.
    Link original: https://radio.uchile.cl/2020/05/02/maternidad-trabajo-domestico-y-teletrabajo-la-triple-jornada-laboral-de-miles-de-mujeres-en-la-pandemia/?fbclid=IwAR0fgC4K_pXgr4niPKQDO1xt2Uhugk1E78uSFTfCCXS0hvMQi00d5BY4MT0

  • Día Internacional de la Partera: dar vida en tiempos de pandemia

    Día Internacional de la Partera: dar vida en tiempos de pandemia

    Desde que tenía 20 años de edad, María Petra Saucedo Martínez se dedica al oficio que aprendió de su madre: la partería. Esta labor, que ha retomado fuerza con el aumento de la preferencia de dar en luz en casa, también ha cobrado importancia durante la emergencia por Covid-19.

    El Día Internacional de la Partera se celebra cada 5 de mayo. María Petra fortaleció sus conocimientos con los cursos para parteras impartidos por el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), por lo que cuenta con el respaldo del sector salud. Una partera, precisó, se prepara adquiriendo conocimientos tanto teóricos como con la experiencia y la práctica.

    Con una sonrisa dibujada en su rostro, doña Petra, como es conocida en Guadalupe, relató cómo fueron sus inicios: cuando ayudaba a su madre, se encargaba de limpiar y atender a cada bebé que recibía en sus manos.

    “Mi mamá me decía que le ayudara a limpiar a los bebés, a quitarles las flemas… me decía que me sentara en una silla y le hiciera el procedimiento, pero me daba miedo y me subía a una cama y allí los cambiaba”, narró. Con el tiempo, comenzó a atender sus primeros partos.

    Doña Petra compartió que, antes de que existiera el Hospital de la Mujer Zacatecana, ella atendía a embarazadas en ranchos y lugares alejados, pues desde a las embarazadas de las comunidades se les complicaba llegar a los nosocomios en las ciudades.

    Resaltó que, actualmente, debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus Covid-19, las solicitudes de sus servicios han incrementado. “Estoy atendiendo partos porque las mamás tienen miedo de ir al hospital por el virus”, explicó, pese a que por la contingencia se han habilitado sitios especiales o convenios para estas pacientes.

    Saucedo Martínez detalló que la mayoría de las mujeres a las que asiste son madres primerizas, “ya que buscan la experiencia de un parto”. Otras tantas, afectadas por la contingencia, recurren a ella porque cambiaron sus planes. “Viene mucha gente a tener sus hijos conmigo, como señoras que ya no se pudieron ir a los Estados Unidos”, ejemplificó.

    La partera describió que con cada madre que ha asistido para traer hijos al mundo sintió “una experiencia única”. “Cada parto es diferente, cada mujer es diferente y ninguno se repite. El ayudar a dar vida es algo muy bonito y gratificante”, puntualizó.

    Toda la información e imágenes son de NTR ZACATECAS.
    Link original: http://ntrzacatecas.com/2020/05/04/dia-internacional-de-la-partera-dar-vida-en-tiempos-de-pandemia/

  • Hacienda retiene los recursos para atención a violencia contra mujeres indígenas

    Hacienda retiene los recursos para atención a violencia contra mujeres indígenas

    La Secretaría de Hacienda decidió reservar el dinero que estaba destinado a este programa para atender la contingencia por COVID-19.

    A pesar de que los servicios de atención a la violencia contra las mujeres fueron declarados “esenciales” durante la pandemia de COVID-19, a los que atienden a mujeres indígenas el gobierno los dejó sin dinero en plena contingencia.

    Se trata de las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana (CAMIs). Hay 35 en el país enfocadas sobre todo en dos vertientes: derechos sexuales y reproductivos, y prevención y atención de la violencia de género. Funcionan a través de subsidios del Programa de Derechos Indígenas, a cargo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).

    La convocatoria para acceder a ese dinero se publicó desde inicios de año y estuvo vigente durante todo febrero. Las encargadas de las CAMI presentaron sus informes de actividades del año pasado y sus proyectos para seguir trabajando este año, con montos que van de los 350 mil pesos al millón y medio para las que ya tienen más tiempo y servicios. Los subsidios solían llegar en abril o mayo, aunque el año pasado ya se habían atrasado hasta junio.

    Pero el pasado 3 de abril, el INPI publicó el aviso de que se suspendía la publicación de resultados y, por lo tanto, la entrega de dinero de todas las convocatorias del Programa de Derechos Indígenas. El argumento fue que no hay condiciones para los proyectos y para proteger a los beneficiarios, a pesar de que las CAMI ya están en marcha y algunas tienen casas temporales que sirven de refugio a mujeres originarias víctimas de violencia familiar.

    “Se ha determinado posponer la publicación de los resultados relacionados con dichas Convocatorias, dada la imposibilidad de iniciar con la implementación de los proyectos que resulten aprobados y con la firme convicción de cuidar y proteger la salud de la población beneficiada perteneciente a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas que atiende este Instituto”, señaló el organismo en un comunicado.

    “Dichos resultados se darán a conocer con posterioridad al día 30 de abril del presente año, o cuando las condiciones así lo permitan”, agregó.

    Animal Político preguntó al INPI por esta situación, pero la respuesta fue que ya no está en sus manos: la Secretaría de Hacienda fue quien decidió reservar el dinero que estaba destinado a este programa para atender la contingencia por COVID-19.

    Mujeres indígenas reclaman desprotección

    Francisca de la Cruz, “Francis”, coordina la CAMI de Ometepec, en la Costa Chica de Guerrero, que fue una de las Casas de la Mujer Indígena pioneras, fundada en 2003. Cuenta que muchas veces reciben a adolescentes embarazadas porque su comunidad las rechaza, y ahí las reciben y atienden el último mes hasta que tienen a sus bebés, ya que uno de los servicios que dan es el de parteras tradicionales.

    También dan albergue por unos días a quienes sufren violencia en el hogar; hace poco tuvieron a una mujer cuya situación era tan preocupante, que por seguridad la llevaron a un refugio para víctimas de violencia en Acapulco.

    “La verdad yo he visto que la violencia no porque esté este problema se paró; no, día a día sigue. Pero veo que el gobierno le da prioridad a otras cosas y no le da prioridad a los problemas de las mujeres indígenas”, lamenta.

    El pasado 24 de abril, la Red Nacional de Casas de la Mujer Indígena envió una carta al INPI —con copia a la Secretaría de Gobernación (Segob), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim)— reclamando que se haya parado el proceso de resultados y entrega de recursos a la convocatoria para recibir subsidios, cuando el mismo gobierno ha advertido del aumento en la violencia de género durante el confinamiento en los hogares para prevenir contagios de COVID-19.

    “Manifestamos nuestra gran preocupación puesto que como ya se ha visto, en todo el país la violencia contra las mujeres se ha incrementado y esto también está repercutiendo en las regiones indígenas. Son alarmantes los datos que día con día se publican sobre los feminicidios en el que también lamentablemente hay mujeres indígenas”, señaló.

    Agregó que no solo tienen que seguir dando servicios durante la contingencia, sino que se ha incrementado la demanda, que resuelven como pueden dando asesorías por teléfono en lenguas originarias, y que también han tenido más partos porque los Centros de Salud están priorizando la atención de enfermedades del coronavirus.

    “URGIMOS a que los recursos económicos que se deben destinar a las CAMI y que han sido autorizados en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el presente año, se apliquen de manera inmediata, entendiendo que puede derivar atrasos por las medidas de contingencia aplicadas pero se debe garantizar que este recurso se asigne para continuar las actividades urgentes para atenuar la violencia que enfrentamos las mujeres indígenas en nuestras regiones”, pidió.

    Pero hasta ahora, no ha habido respuesta positiva, sino todo lo contrario. De la Cruz dice que cada vez que pregunta, solo le contestan que espere. Ismerai Betanzos, activista y excoordinadora de Derechos Indígenas de la entonces Comisión de Pueblos Indígenas (CDI, ahora INPI), tiene varios reportes de directoras de otras casas a las que este viernes les llamaron para avisarles que no habrá dinero porque Hacienda decidió no entregarlo.

    De por sí, el actual gobierno ha hecho recortes al presupuesto asignado al Programa de Derechos Indígenas, del que alrededor de una tercera parte se destina a las CAMI. En 2019, de 310.7 millones de pesos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), el monto se modificó a 212.3, un 32% menos. Y en el PEF 2020 se le asignaron 199.8 millones, lo que significa un recorte de otro 6%.

    Mientras tanto, las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana están sobreviviendo como pueden, con lo que siempre guardan para operar los primeros meses del año, mientras se hace la nueva asignación, pero advierten de que si no se entrega el dinero destinado a su funcionamiento, corren el riesgo de cerrar.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2020/05/hacienda-retiene-recursos-atencion-violencia-mujeres-indigenas/?fbclid=IwAR1Z1_wl_yPrkfVQAQTi5ETYW7l2-ApXCZo9IF9i3e–tj19CM_qIBkTpR0

  • Mujeres embarazadas tienen mayor vulnerabilidad ante Covid-19

    Mujeres embarazadas tienen mayor vulnerabilidad ante Covid-19

    Las mujeres embarazadas pasan por cambios fisiológicos que afectan al sistema inmune y las deja más susceptibles a enfermedades.

    Las mujeres embarazadas tienen mayor vulnerabilidad ante la enfermedad Covid-19, indica la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Rosario Cárdenas Elizalde.

    La investigadora dijo que las mujeres embarazadas atraviesan por cambios fisiológicos y metabólicos que afectan su capacidad inmunológica, lo que hace que el organismo sea más susceptible a las enfermedades. Destacó que la preocupación aumenta dado que la Covid-19 es una enfermedad nueva de la cual no se tienen muchos datos.

    Dio como referencia el brote de influenza AH1N1 en México durante el 2009 donde se dio incremento considerable de la muerte materna durante el embarazo, esta experiencia llevó a considerar a las mujeres en gestación como un grupo poblacional con mayor vulnerabilidad.

    Aclaró que hasta ahora no se ha encontrado una transmisión intrauterina del coronavirus ni se ha asociado a un peligro mayor de aborto, muerte prenatal o secuelas en el desarrollo fetal, ya que “aún son pocos los estudios sobre el tema, debido a que estamos en el transcurso de la pandemia y la información ha sido limitada, no está homologada y los reportes parecen indicar que no es especialmente grave para las embarazadas”.

    La especialista recalcó que las mujeres embarazadas deben tomar con mayor apego las medidas de prevención de contagio del nuevo coronavirus como quedarse en casa, lavarse las manos constantemente y evitar tocarse la cara.

    Toda la información e imágenes son de DEBATE.
    Link original: https://www.debate.com.mx/salud/Mujeres-embarazadas-tienen-mayor-vulnerabilidad-ante-Covid-19-20200504-0063.html

  • Feminicidios en la pandemia

    Feminicidios en la pandemia

    En México son más los casos diarios de violencia en contra de las mujeres que los diagnósticos de coronavirus.

    El aislamiento no debe desatender la creciente cantidad de casos de violencia contra las mujeres en México especialmente en esta cuarentena. Comparemos los casos de la covid-19 con los casos de violencia de género: el primer caso positivo del coronavirus reconocido oficialmente por las autoridades en México fue el 27 de febrero de 2020, para mediados de esta semana hay 17.799 diagnósticos confirmados acumulados, es decir, en promedio hay 282 casos al día. Durante el primer trimestre de 2020 hay un total de 26.695 casos de violencia en contra de las mujeres, que contempla feminicidios, tráfico de menores, trata, lesiones dolosas, violaciones: en promedio hay 293 casos por día. En México son más los casos diarios de violencia en contra de las mujeres que los casos de coronavirus. Desde que se instauró la sana distancia el 26 de marzo, el Estado mexicano ha tomado una serie de medidas en torno a la pandemia, como la cancelación de clases, el llamado a evitar aglomeraciones en espacios públicos, como parques, gimnasios y templos religiosos, y todas las noches, a diferencia de la falta de comunicación oficial en otros países, hay una conferencia de prensa para informar a la población mexicana sobre todo lo relacionado con la crisis sanitaria, sin embargo, ¿cuáles son las medidas del Estado para prevenir y detener la creciente violencia en contra de las mujeres?

    Como publicaron Almudena Barragán y Darinka Rodríguez en este periódico, durante la cuarentena las llamadas por violencia de género aumentaron un 60% y las peticiones de asilo aumentaron un 30%, de acuerdo con la Red Nacional de Refugios. Debido a las implicaciones que conlleva la inestabilidad económica, la intensidad con la que agudizan los estereotipos en las labores del hogar y, en una gran cantidad de casos el consumo de alcohol por parte de los agresores, crece la ya normalizada violencia. No hay que olvidar que alrededor del 8 y 9 de marzo, cuando en España, Italia y Estados Unidos crecían los casos de la covid-19, en México se empezaron a tomar medidas en torno a la pandemia y las demandas a favor de los derechos de las mujeres –la emergencia feminicida y la legalización del aborto en todas las entidades federativas– quedaron desatendidas por el actual Gobierno. No solo eso, no hay que olvidar que Andrés Manuel López Obrador muy simbólicamente desvió la atención al programar la venta de boletos de la rifa del avión presidencial en esas fechas. El mensaje sigue siendo el mismo: al Estado no le importa el derecho a la vida de las mujeres que en cuarentena corre aún más riesgo. Y este otro mensaje que el presidente mexicano hizo evidente al entrar a la segunda fase de la pandemia: “Hago un llamado para que cuidemos en nuestras familias, a los adultos mayores, pero ahora debemos aplicarnos más, es conocido que sobre todo las hijas cuidan a los padres, los hombres podemos ser más desprendidos”. Es decir, el rol de cuidado es de las mujeres, pero no otorga protección de ningún tipo en un momento en el que justamente la violencia crece en las casas.

    No es nuevo que la casa sea un espacio riesgoso para las mujeres, pero es muy significativo que ni antes ni después de la pandemia esto se haya podido reducir, sino todo lo contrario. ¿Por qué? De acuerdo al informe «Claves para entender y prevenir los asesinatos de las mujeres en México», publicado por Data Cívica en 2019, si algo no ha cambiado de 2000 a 2017 ha sido que la violencia en contra de las mujeres en los espacios domésticos ha sido una constante y, ante el aumento en los feminicidios en la última década, el informe señala que la mayoría de los asesinatos ocurren en casa: “Esto se debe principalmente al hecho de que, en proporción, la vivienda no es un espacio de riesgo para los hombres como lo es para las mujeres.” Los feminicidios en los espacios domésticos son particularmente violentos, se llevan a cabo por asfixia, envenenamiento, se ejecutan con armas blancas, se valen de la fuerza física y, en la mayoría de los casos, ocurren con armas de fuego. De hecho, con base en una investigación de Estefanía Vela, 6 de cada 10 mujeres son asesinadas con armas de fuego, lo cual abre otra discusión sobre la posesión de armas en México, pues hay alrededor de 16,8 millones de armas en manos de civiles y, en esta intersección con la cuarentena, los índices de violencia en contra de las mujeres ha crecido.

    La crisis del coronavirus hace visible lo que pasa en México en cuanto a la violencia en contra de las mujeres: durante esta cuarentena, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que mes con mes publica informes con base en las carpetas de investigación del Ministerio Público de las 32 entidades federativas, este primer trimestre ha sido uno de los más violentos para las mujeres. De enero a marzo de este año hubo 964 mujeres asesinadas. El único delito que disminuyó en la cuarentena, previsiblemente, fue el secuestro. El SESNSP es una de las dos fuentes a consultar sobre la violencia contra las mujeres, la otra es el Inegi, sin embargo, los datos que publican son incompletos para comprender la dimensión del problema, y esto es sustancial para idear la prevención y freno, como estas lagunas que apunta Mónica Meltis, directora de Data Cívica: “En México no sabemos mucho sobre cómo mueren las mujeres indígenas, afrodescendientes, con discapacidad y poco también sobre mujeres migrantes. […] Esa falta de información genera, por un lado, que no seamos capaces de saber en qué medida estas características afectan desproporcionalmente a ciertas mujeres. Más aún, ocasiona una doble vulneración, ya que al no tener datos sobre cómo afecta la violencia homicida no es posible generar políticas que estén destinadas a atender estas vulnerabilidades mediante políticas públicas efectivas”. Y para prevenir y detener la triple vulnerabilidad que supone la cuarentena es importante tener la información lo más completa posible para poder hacerle frente al problema.

    Como recientemente dijo Rita Segato: “las plagas son siempre bíblicas, pedagógicas, aleccionadoras.” Ojalá que en México fuera aleccionador que la crisis ante la pandemia urge extenderla a la crisis de seguridad de las mujeres. La covid-19 cambió nuestra realidad y debe enfrentarse este tema de inseguridad específicamente dirigido al derecho de la vida de las mujeres, amparando también la integridad física y psicológica. Silvia Federici, otra escritora que me encanta, hace poco escribió sobre la cuarentena: “Hay redes de mujeres que ya se están formando para fortalecer los lazos. Fortalecer no solo nuestra capacidad de resistencia al Estado, sino de imponer otro tipo de sociedad. Como se dice en España y en América Latina: una sociedad donde la vida esté al centro”. Esto, la vida al centro, no solo ante la amenaza de la covid-19, sino en México también ante la amenaza que supone la creciente violencia en contra de las mujeres en cuarentena.

    Brenda Lozano

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/elpais/2020/04/30/

  • “Mujeres del viento florido” estrena composición colectiva

    “Mujeres del viento florido” estrena composición colectiva

    Dentro de la tradición mixe, la lengua ayuuk significa palabra florida, un símbolo que las mujeres de Santa María Tlahuitoltepec hicieron suyo para encontrarse a través de la música y construir melodías que dieran cuenta de lo que son y aquello que quieren decir, de su historia y su presente.

    Se trata de la Banda Femenil Regional “Mujeres del viento florido”, agrupación integrada en 2009 por mujeres de diferentes pueblos originarios del estado de Oaxaca, quienes presentan su nuevo sencillo este viernes 1 de mayo, a través de las diferentes plataformas de distribución de música.

    En entrevista con Notimex, la maestra Leticia Gallardo, directora de la banda y egresada del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), compartió que este material de creación colectiva integra las voces de muchas mujeres que coincidieron gracias a la música.

    “Esta pieza justamente se llama ‘Mujeres’, es una composición colectiva de las integrantes, una cumbia con letra que escribimos durante el Primer Encuentro de Mujeres Músicos en Tlahuitoltepec, Oaxaca, en el 2018, y justamente habla del proceso que vivimos y de lo que estamos haciendo en la banda”.

    La directora explicó que para ellas es muy importante que estos trabajos se difundan y se empiece a reconocer la capacidad de estas jóvenes para hacer música y componer, pues hasta hace muy poco no había espacios en la región para las expresiones femeninas en este ámbito y ellas han tenido que crearlos.

    “Como mujer de alguna manera cumples un rol, te casas, tienes tus hijos y tu familia, hay algunos parámetros que tienes cumplir y es muy difícil que te inviten a tocar. Fue ir coincidiendo y retomar intereses comunes, en este caso la música, por todas estas coincidencias se forma la agrupación y ha servido mucho porque es un espacio donde se han empezado a romper estos esquemas”.

    Tejer historia

    “Santa María Tlahuitoltepec es un pueblo donde hay muchos músicos y la institución que ha servido como base que es el CECAM, muchas de nosotras nos formamos ahí pero hay un punto en el que cumples con el proceso de estar en la escoleta y no hay más allá, no había espacios para tocar. No porque tengas hijos, seas madre o esposa no tienes derecho a hacer música, también lo puedes seguir haciendo y Viento florido es ese espacio”.

    La también clarinetista refirió que este trabajo resultó en el bicompacto Mujeres y Viento Florido, el primer material de su tipo en la historia de Oaxaca, integrado con música y composiciones de mujeres y uno de los primeros pasos para que siga creciendo esta iniciativa, donde también se reconoce la labor y el legado de aquellos compositores tradicionales que las antecedieron.

    “Estamos esperanzadas en que esta tiene que ser la semilla para ir contagiando a otras compañeras, para que digan que sí es posible, que también nosotras podemos expresar lo que sentimos y pensamos… hacerlo y plasmarlo en música; yo creo que es un paso muy importante”.

    Señaló que en estos tiempos debe existir la apertura a estas voces, en un momento complejo en el que hay mucha violencia, feminicidios y otros problemas, “es otra forma de decir ‘aquí estamos’, otra forma de resistir y otra forma de luchar, desde lo que sabemos hacer y a partir de la música”.

    “Lo que nosotras deseamos es que este disco llegue a escucharlo mucha gente, lo compartimos con mucho gusto, es un trabajo de varias mujeres músicos, yo siempre he dicho que un trabajo así fortalece, lo hacemos con mucho gusto y lo ofrecemos a las personas de todo corazón».

    Toda la información e imágenes son de NOTIMEX.
    Link original: http://www.notimex.gob.mx/

  • El liderazgo de las mujeres ante el Covid

    El liderazgo de las mujeres ante el Covid

    Hace poco más de un año, en el debate de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU, sobre la participación de las mujeres en puestos de poder, se refería que apenas un 10% ocupan una posición como Jefas de Estado o de Gobierno. Hoy, en medio de la crisis mundial generada por la pandemia del Covid-19, siete de esas mujeres son noticia por su asertiva gestión ante la emergencia sanitaria.

    Se trata de Ángela Merkel (Alemania), Mette Frederiksen (Dinamarca), Sanna Marin (Finlandia), Katrín Jakobsdóttir (Islandia), Erna Solberg (Noruega), Jacinda Ardern (Nueva Zelanda) y Tsai Ing-wen (Taiwán), que entre una veintena de mujeres en el mundo, dirigen los destinos de una nación.

    ¿Quiénes son estas mujeres y cómo alcanzaron el liderazgo de sus países?

    Ángela Merkel (1954), creció en la extinta RFA. Doctora en Física y especialista en Química, tras 12 años en un laboratorio, a la caída del Muro de Berlín, salta a la política en una exitosa carrera que la llevó a ser electa Canciller en 2005, primera mujer en asumir este encargo, actualmente en su cuarto mandato. Ha sorteado con extrema habilidad varias crisis económicas y políticas en el complejo sistema alemán y dentro de la Unión Europea.

    En 2019, a los 41 años, Mette Frederiksen, madre de 2 hijos, fue elegida Primera Ministra, segunda mujer en ocupar este encargo, aunque la más joven en la historia danesa. Estudió Ciencias Sociales y desde temprana edad dejó ver sus inclinaciones políticas, a los 24 años era ya diputada del Parlamento.

    Defensora del estado del bienestar, la reducción de las desigualdades sociales, la supresión de cualquier forma de discriminación y la lucha contra el cambio climático, Sanna Marin, en 2019, a sus 34 años se convirtió en la tercera jefa de Gobierno en la historia de Finlandia, encabezando un gabinete de 19 miembros de los que 12 son mujeres. Hija de una pareja homoparental, destaca por la defensa de la diversidad y por encarnar la feminización de la política. En 2017, Katrín Jakobsdóttir, madre de 3 varones, considerada la política más confiable de Islandia, a los 41 años es elegida Primera Ministra, segunda en ocupar este cargo. Considerada una mujer con peso político e ideas claras, es reconocida por su defensa del medio ambiente y la igualdad de género, así como por romper con la imagen tradicional de los políticos.

    Desde 2013 Erna Solberg (1961), conocida como Erna de Hierro, es Jefa de Gobierno de Noruega. Desde muy joven incursionó en la política, a los 18 años era ya concejal suplente del ayuntamiento de Bergen, su ciudad natal. Vista como una mujer sólida y confiable, se caracteriza por su tenacidad, franqueza y sentido del humor.

    Jacinda Ardern (1980) señalada como icono de la política y el feminismo, personifica el estilo de gobernar de las nuevas generaciones. Asesora de Tony Blair, Presidenta de la Unión Internacional de las Juventudes Socialistas y parlamentaria, en 2017 accede como Primera Ministra de Nueva Zelanda. Al año siguiente dio a luz, luego de gozar de la licencia de maternidad, se reincorporó a sus funciones, quedando su pareja a cargo de las labores de crianza en el hogar.

    En enero pasado, Tsai Ing-wen fue electa para un segundo mandato como Presidenta de Taiwán, primera mujer en ocupar el cargo. Destacada abogada y exitosa empresaria, salta de profesora universitaria a la política en 1993. Es señalada como de carácter firme, disciplinada, estudiosa, muy inteligente y férrea defensora de la soberanía de la isla.

    Mujeres de distintas generaciones, ideologías, formación y estilo de gobernar, pero con un rasgo que las distingue, su evidente e innovadora capacidad de liderazgo, que emerge con indiscutibles resultados en medio de la emergencia sanitaria.

    Si como se ha dicho, “las mujeres deben demostrar a cada paso que son aptas, capaces, competentes”, estas líderes se han medido en una de las mayores crisis de los últimos tiempos, y han dejado en claro, frente al mundo entero, que están a la altura.

    Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/yasmin-esquivel-mossa/el-liderazgo-de-las-mujeres-ante-el-covid

  • Sudán prohíbe la mutilación genital femenina y da un paso histórico hacia los derechos de la mujer

    Sudán prohíbe la mutilación genital femenina y da un paso histórico hacia los derechos de la mujer

    En un paso histórico hacia los derechos de la mujer, Sudán finalmente ha criminalizado la práctica de la mutilación genital femenina. Una práctica que los activistas en contra celebran, aunque con la preocupación de que una ley no sea suficiente para poner freno a una práctica socialmente muy arraigada. 

    En el futuro, quienes llevan a cabo la mutilación genital femenina, ya sea dentro de un establecimiento médico o en otro lugar, ahora pueden enfrentar tres años tras las rejas y una multa, según informó el medio The New York Times.

    Esta enmienda a la legislación penal se hizo el 22 de abril y ha sido aclamada como el comienzo de una “nueva era” para los derechos de las mujeres en Sudán.

     

    Según cifras de la ONU, aproximadamente el 87% de las mujeres y niñas sudanesas entre las edades de 14 y 49 años han sufrido alguna forma de mutilación genital femenina.

    Esta práctica es sumamente riesgosa para las mujeres ya que puede provocar problemas médicos graves, como infecciones del tracto urinario, infecciones uterinas, infecciones renales, quistes, problemas reproductivos y relaciones sexuales dolorosas.

    Organizaciones en defensa de los derechos de las mujeres han declarado que este nuevo castigo ayudará a detener la mutilación genital femenina. Sin embargo, creen que aún habrá dificultades por delante.

    Además, aunque esta legislación es bienvenida, todavía existen pocas políticas para proteger a las mujeres y las niñas. Por ejemplo, delitos como la violación conyugal y el matrimonio infantil no se consideran delitos.

    Se estima que al menos 200 millones de niñas y mujeres en todo el mundo han sufrido esta práctica en al menos 27 países africanos, así como zonas de Asia y Oriente Medio.

    Toda la información e imágenes son de INTRIPER.
    Link original: https://intriper.com/sudan-prohibe

  • Empleadas de maquiladoras sobreviven a la cuarentena sin agua y con 600 pesos de sueldo

    Empleadas de maquiladoras sobreviven a la cuarentena sin agua y con 600 pesos de sueldo

    La desfavorable condición de paro de labores que han aplicado las maquiladoras está acentuando las condiciones de pobreza para sus trabajadores.

    Adentro de la vivienda no hay servicio de luz ni agua, fueron cortados hace un mes, poco antes de que la planta “Lear” suspendiera labores por la pandemia de COVID-19 y enviara a sus casas a trabajadoras como Yaneth, con el pago de medio sueldo.

    “600 pesos cobré esta semana, ahora pues a tratar de sobrevivir”, dice Yaneth, acompañada de su cuñada Diana en el fraccionamiento de interés social de nombre Villarreal.

    “Mi esposo es albañil, pero ahorita la obra también está suspendida”, detalla mientras sostiene al más pequeño de sus dos hijos, de solo 10 meses de nacido.

    El servicio de agua fue suspendido en la casa por autoridades locales debido a un atraso en pagos, pues Yaneth, hoy único sostén de su familia, dedica los 600 pesos de sueldo a la semana a comprar sopas y frijol para que coman sus niños.

    El agua para uso diario es regalada por su vecina y se guarda en un tinaco sentado en rejas de envases de refresco en la entrada de la casa. Al destapar el depósito se observan larvas en el interior, pero es el único liquido del que puede disponer esta familia en plena cuarentena.

    “Quédate en casa” es una frase poco aplicable en este hogar, donde además está suspendido el servicio de electricidad, por eso la mayor parte del día la pasan en el pequeño patio de esta casa de interés social.

    Sigue la información sobre la economía y los negocios en Forbes México

    “Pagamos mil 200 de renta, ese va a ser otro batallar”, dice Yaneth.

    Los 600 pesos que está cobrando Yaneth por semana es un monto equivalente casi a la mitad del salario mínimo establecido para la frontera norte y que de acuerdo con el artículo 429 de la Ley Federal del Trabajo, debería entregarse en forma íntegra a los trabajadores en una contingencia como la actual.

    “Lo que hay es mucha confusión porque maquiladoras como Lear no suspendieron por proteger a sus trabajadores del virus, sino que fue por el paro en las unidades de Estados Unidos, por eso lo que aplicaron fue un paro técnico y con ese argumento les están dando la mitad del sueldo a sus trabajadores”, expone en entrevista Julia Quiñones, líder del Comité Obrero Fronterizo.

    La defensora de los derechos de trabajadoras de maquiladoras indica que en la mencionada empresa se detectó el pasado mes de marzo un caso de COVID-19 en un trabajador, sin embargo, la empresa únicamente desinfectó las instalaciones para continuar laborando varios días hasta que fue detenida la producción automotriz en Estados Unidos.

    “Urge una inspección de las autoridades, porque también está el caso contrario que son las maquiladoras que están argumentando a sus trabajadores que no pueden ser enviados a sus casas porque su labor es de carácter esencial, a pesar de que no son productos que no entran en esa categoría”, subraya.

    En cuestión de condonaciones del servicio de agua, algunos municipios de Coahuila como Nava, Acuña o Monclova han otorgado suspensiones de cortes o cancelación de pagos, sin embargo, en Piedras Negras no se han aplicado tales beneficios para los más de 10 mil trabajadores que se encuentran en la condición de Yaneth.

    Tener a los niños en la casa implica un gasto más fuerte para las trabajadoras de maquiladoras, que ni siquiera están recibiendo completo un salario mínimo, por eso la situación que están viviendo es verdaderamente desesperante”, recalca la líder del Comité Obrero Fronterizo.

    Sin luz, sin alimentación básica y sin agua, el elemento preponderante en las medidas de higiene para evitar contagios; la cuarentena de Yaneth y su familia parece más cercana a un peor riesgo para su salud que una medida preventiva como se supone debería ser.

    La desfavorable condición de paro de labores que han aplicado estas empresas está acentuando las condiciones de pobreza para sus trabajadores.

    Toda la información e imágenes son de FORBES.
    Link original: https://www.forbes.com.mx/noticias-

  • Están solas: Mujeres con discapacidad que son violentadas carecen de opciones de apoyo

    Están solas: Mujeres con discapacidad que son violentadas carecen de opciones de apoyo

    En muchos Centros de Justicia para las Mujeres se niegan a recibirlas. Si se atreven a denunciar, tampoco les creen que viven violencia.

    Una de las consecuencias del aislamiento por el COVID-19 es que hay más mujeres y niñas que viven violencia en sus casas. Si ya era una emergencia antes de la pandemia, ahora se ha, por lo menos, duplicado. Sin embargo, pese a que sabemos que las mujeres y niñas con discapacidad viven hasta 10 veces más violencia (según datos del Fondo de Población de Naciones Unidashay muy pocas o casi ninguna alternativa, sobre todo para aquellas que son sordas o tienen una discapacidad psicosocial.

    La titular de Inmujeres, Nadine Gasman, lo aceptó este lunes 27 de abril en una entrevista que tuvo con Javier Risco en su programa “La Nota Dura” de El Financiero Televisión cuando le preguntó sobre si hay alternativas para mujeres con discapacidad: “estamos haciendo todo lo posible por crear formas, digamos, de acceso. La Conapred está trabajando de cerca con el 911 buscando alternativas. Las organizaciones de la sociedad civil también han desarrollado, buscado alternativas y estamos trabajando también con los refugios para asegurarnos que en el modelo se cumple con la protección de todos los derechos humanos.

    “Sin duda es una asignatura pendiente, un área que tenemos que mejorar, pero estamos trabajando junto con la Conapred para este tipo de… para hacer más accesibles los servicios”.

    ¿No estás sola? Sí, lo estás

    “No estás sola” es una de las frases que se repiten en los mensajes en redes, radio, televisión a mujeres que viven violencia y donde se les dan alternativas para buscar apoyo. Pero en el caso de las mujeres con discapacidad, a menos de que se busquen sus propias redes de apoyo entre familiares y amigos, sí están solas.

    Una de los pocos mensajes dirigidos a la comunidad sorda, por ejemplo, la hizo la Red Nacional de Refugios. Un mensaje con Lengua de Señas Mexicana:

    https://www.facebook.com/watch/?v=1286864741515331

    Y si piden ayuda, no se las dan o no les creen

    Pero fuera de eso no hay nada y sí muchas discriminaciones como lo ha estudiado y registrado Ana Pecova, la directora ejecutiva de Equis, Justicia para las mujeres con la que hablé del tema. Destaca que no sólo no hay datos de mujeres con discapacidad que viven violencias, sino que se ve “hasta un esfuerzo por invisibilizar, borrar”, siendo que están en un mayor riesgo de vulnerabilidad también por su condición.

    Pecova relata la experiencia reciente que tuvieron en prisiones.

    Preguntaron cuántas mujeres con discapacidad tenían y la respuesta fue ridícula. Había muy pocos casos. Entonces, se preguntaron cómo fue que definen la discapacidad. “Desde ahí inicia la bronca. Ven discapacidad como la falta de capacidad para hacer algo o sólo la física, la que se puede ver. Está ausente del radar de las autoridades todas las demás discapacidades y sospecho que pasa con todas las autoridades, no solo las penitenciarias. No contemplan temas de salud mental que tienen impacto incluso años después de prisión”.

    Si las mujeres con discapacidad ni se cuentan, tampoco se pueden trazar medidas y se agrava también su acceso a la justicia, por la falta de visibilidad.

    “Por supuesto que las mujeres con discapacidad viven violencia. Tenemos políticas que están pensadas en un solo tipo de mujer y ese es un gran problema. Es una oportunidad de reflexión adentro del movimiento feminista, cómo hemos dejado fuera la diversidad de las propias mujeres”.

    Pecova adelanta que en Equis van a sacar un estudio del tema de mujeres internadas contra su voluntad, sobre todo por el uso de sustancias, como drogas (y que pueden tener discapacidad psicosocial no diagnosticada).

    “Los índices de violencia sexual antes de que entren al centro o después del centro son altísimas: 45%. Pero se duda de su palabra. En muchos casos son mujeres que no han recibido ninguna respuesta a pesar de que denunciaron”, agrega.

    Equis también hizo solicitudes de acceso a la información pública a los Centros de Justicia para las mujeres y preguntaron sobre atención a mujeres con discapacidad. La respuesta es la que siempre se recibe, como por ejemplo en las escuelas que deben incluir pero no lo hacen: “no estamos preparadas, requieren otro tipo de atención”. Sigue Pecova: “Las mandan a centros psiquiátricos, pero no se les da ahí (en los Centros de Justicia) una respuesta. No se hace un esfuerzo para garantizar su acceso a la justicia. Pasa también con las mujeres indígenas”.

    De 44 Centros de Justicia a quienes les hicieron preguntas, sólo 9 aceptaban a mujeres que fueran usuarias de alcohol o ¡hasta tabaco! Y sólo si estaban ya en un proceso de desintoxicación.

    La especialista cuenta un caso particular que lo ejemplifica. No sólo no se les atiende sino se les niega la justicia:

    “Nos hizo reflexionar mucho el caso de una mujer indígena con discapacidad. La violó alguien de su comunidad, cercano a su familia. Se acercaron con la autoridad para pedir medidas que lo alejaran y no se tomó ninguna acción. Fue violada una segunda vez por la misma persona. Se embarazó en las dos ocasiones y también se le negó el derecho al aborto. El juez dijo y cito: ‘No se trata de una persona normal, que pueda distinguir entre lo bueno y lo malo. Se dejó copular y eso no es violación’”.

    Equis, en un informe alternativo que hizo junto con otras organizaciones y entregó a la ONU, hizo una dura crítica de la casi nula de capacitación en el Poder Judicial para que jueces y juezas puedan juzgar con perspectiva de género y discapacidad.

    “Han invertido 70 millones de pesos a lo largo de 2 años en temas de derechos humanos o género pero discapacidad, en 19 tribunales fueron cero pesos, en lo que sí se gastó fue en una charla de 40 minutos”.

    A Pecova le preocupa la “compartimentalización”. “O eres mujer o indígena o tienes discapacidad. No puedes ser mujer, indígena con discapacidad. Hay un comité de género, de grupos indígenas, de discapacidad. ¿Con quién veo este caso? Hay que pensar en políticas de no discriminación que abran el panorama. Lo tomo como una autocrítica al movimiento feminista, si bien hemos construido en contra de los prejuicios, muchos de estos mismos prejuicios los aplicamos en las políticas. Tampoco tomamos en cuenta que a raíz de la violencia también se adquieren discapacidades”.

    Se podría dar información, pero… ¿quién las recibiría?

    “El tema no es crear información accesible”, dice Pecova. Eso se puede hacer de manera relativamente fácil como lo hizo la Red Nacional de Refugios en el video con Lengua de Señas Mexicana. El reto es que, una vez que puedan comunicarse, existan opciones para que las reciban y atiendan, de manera integral en refugios, centros, casas seguras que puedan recibir a estas mujeres en peligro.

    Y ni Ana Pecova, que lleva años trabajando en esto, sabe dónde hay una.

    Tampoco Nadine Gasman, la titular de Inmujeres, por lo dicho en la entrevista antes citada.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2020/05/mujeres-discapacidad-solas-opciones-ayuda/?fbclid=IwAR24OAMJfGmrk9ikNnTuOSdE6HPecK5MXuIMu0LMBfZuWrsE98INiZqGcyI