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  • 57% de las mujeres piensa sumarse al paro nacional

    57% de las mujeres piensa sumarse al paro nacional

    En la Ciudad de México, el 55 por ciento de las mujeres entrevistadas expresó su intención de sumarse al paro este lunes 9.

    La convocatoria para hacer un paro nacional “Un día sin mujeres” el lunes 9 de marzo, cuenta con el apoyo del 67 por ciento de las personas entrevistadas a nivel nacional, y también el 67 por ciento en la Ciudad de México, según revelan dos encuestas de El Financiero realizadas los dos últimos fines de semana de febrero.

    Según la encuesta nacional, el 57 por ciento de las mujeres en todo el país manifiesta que sí piensan sumarse al paro nacional, principalmente las de edad entre 30 y 49, entre quienes la proporción aumenta a 67 por ciento.

    En la Ciudad de México, el 55 por ciento de las mujeres entrevistadas expresó su intención de sumarse al paro este lunes 9, principalmente las jóvenes de 18 a 29 años, entre quienes esa intención aumenta a 70 por ciento.

    Mexicanos apoyan el paro nacional de mujeres

    Mexicanos apoyan el paro nacional de mujeresEspecial

    Cuestionados acerca de si creen que habrá o no sanciones para las mujeres que no acudan a realizar sus labores o actividades, el 22 por ciento de las personas entrevistadas a nivel nacional cree que sí habrá sanciones para la mayoría de ellas; el 25 por ciento, que habrá sanciones solamente para algunas, y el 45 por ciento cree que no habrá ninguna sanción. El 8 por ciento restante no sabe qué opinar al respecto.

    Encuestados descartan sanciones para mujeres que se sumen al paro

    Encuestados descartan sanciones para mujeres que se sumen al paroEspecial

    En la encuesta de la Ciudad de México también se abordaron algunas preguntas que se hicieron el año pasado con respecto al Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo.

    Según el estudio, el porcentaje de entrevistados que dicen que sí celebran el Día de la Mujer creció 14 puntos, de marzo de 2019 a marzo de 2020, al pasar de 29 a 43 por ciento. Ese crecimiento se observa principalmente entre los hombres, con un aumento de 16 puntos (de 27 a 43 por ciento), frente a un aumento de 12 puntos entre las mujeres (de 31 también a 43 por ciento).

    Encuestados si celebran el Día Internacional de la Mujer

    Encuestados si celebran el Día Internacional de la MujerEspecial

    Por otra parte, en la encuesta se preguntó si los entrevistados se consideran o no feministas: según este estudio, el porcentaje de feministas creció ligeramente, de 28 por ciento, en 2019, a 34 por ciento, en este año. Nuevamente, el crecimiento fue más notable entre hombres, con 11 puntos al alza, de 20 a 31 por ciento, que entre las mujeres, quienes suman dos puntos, al pasar de 35 a 37 por ciento de feministas.

    Crece porcentaje de quienes se consideran feministas

    Crece porcentaje de quienes se consideran feministasEspecial

    Finalmente, se repitió una cuestión de prioridades que se había preguntado en 2019: combatir la violencia y el hostigamiento se consideraba como lo más importante hace un año, con 37 por ciento, y esa percepción creció a 48 por ciento en este año, dejando claro que el tema central en las percepciones públicas es el combate contra la violencia de género.

    No obstante, ese crecimiento se da a costa de mejorar las oportunidades laborales de las mujeres, que baja de 27 a 14 por ciento.

    Combate a la violencia contra mujeres, la prioridad para encuestados

    Combate a la violencia contra mujeres, la prioridad para encuestadosEspecial

  • El miedo y la pena matan, denuncien a su agresor: María Elena Ríos

    El miedo y la pena matan, denuncien a su agresor: María Elena Ríos

    La saxofonista María Elena Ríos, quien fue atacada con ácido en septiembre del año pasado, pidió a las mujeres no silenciar la violencia que viven y denunciar a sus agresores. “El miedo al qué dirán mata y no quiero que las asesinen”, dijo.

    En entrevista con Notimex, la artista, quien actualmente se encuentra en recuperación en la Ciudad de México, sostuvo que a pesar de que las autoridades “quedan a deber” en atención y procuración de justicia en los casos de violencia de género, siempre es recomendable acudir a un Ministerio Público y exigir ser escuchadas.

    “Las mujeres estamos pasando tiempos de pánico, de emergencia, de alerta, donde gritamos auxilio pero no nos escuchan, pero aun así necesitamos denunciar para que logremos castigos ejemplares para los agresores y que en un futuro no exista otra María Elena, otra niña Fátima, otra Ingrid”, sostuvo.

    Comentó que hoy por hoy se encuentra recuperándose de las quemaduras que le provocó el ácido que le fue arrojado por un sujeto en septiembre pasado cuando ella se encontraba en su casa.

    Derivado de esto, María Elena tiene injertos de piel en sus brazos, piernas, pecho, abdomen y rostro. Los médicos le han pronosticado un tiempo de sanación de entre cinco y seis años.

    “Tengo que cuidarme del roce de cualquier cosa porque (los injertos) se me abren con facilidad; a veces me dan comezón y no me dejan dormir y mis papás se tienen que levantar a darme masajes para que descanse pero me temo que así voy a estar los primeros años”, señaló.

    Refirió que desde hace un mes recibe fisioterapia en el Instituto Nacional de Rehabilitación en la Ciudad de México gracias a la cual ha logrado recuperar la movilidad en las piernas e incluso a podido tocar el saxofón.

    “Me siento bien porque esa sensación de ser inútil, pues ya se ha ido un poco, antes estaba como bebé porque mis papás me bañaban, me ayudaban a hacer del baño y me daban de comer en la boca porque yo estaba en cama sin poderme mover.

    “No poder tocar el saxofón es lo que más me preocupaba porque mi boca no estaba en condiciones pero afortunadamente, pues le he echado muchas ganas a la fisioterapia facial porque mi boca estaba muy chiquita, ni las cucharas para bebé me entraban”, recordó.

    Aunque el presunto autor intelectual de su ataque, el exdiputado priista, Juan Vera Carrizal, sigue prófugo de la justicia, ella no desiste en animar a las mujeres a denunciar los abusos que sufren.

    “En este momento a una niña la están violando, prostituyendo, o a una mujer la están estrangulando, le están pegando o echando ácido, imagínese los gritos de la mujer en ese momento y ¿quién la escucha?

    “Por eso hago un llamado a las autoridades para que nos escuchen que nos volteen a ver lo pedimos a gritos. Mujeres ante el más mínimo detalle en el que se sientan agredidas, denuncien”, puntualizó.

    Toda la información e imágenes son de Uniradionoticias.
    Link original: https://www.uniradionoticias.com/noticias/mexico

  • Las mujeres tienen razón: se nos ha acabado el tiempo

    Las mujeres tienen razón: se nos ha acabado el tiempo

    Las mujeres están enojadas. Lo están en México pero también en toda América Latina. Tienen razón en estarlo. Por demasiados años el Estado, protegiendo un sistema económico que por definición las explota y un modelo de organización social y familiar que usa y abusa de su tiempo por su condición de género, ha ignorado su demanda de justicia, de equidad y, sobre todo, de vivir sin violencia.

    La violencia contra mujeres, niñas y adolescentes crece en la precariedad, en la falta de recursos, en la frustración que muchos sujetos viven en esta sociedad, bajo este modelo de capitalismo tardío y altamente agresivo que llamamos también neoliberalismo, cuando no logran cumplir las misiones que el patriarcado les ha reservado como género: controlar, someter, dominar y tutelar a las mujeres. Es el sexismo, pero también es el racismo, el clasismo, la discriminación y el odio en sus más diversas formas, contra todo aquello que es diferente. Esta violencia ataca a las mujeres y niñas pero también a todo aquello que culturalmente se relaciona con lo femenino: el desarme, el diálogo y la paz.

    En las semanas recientes, México se ha sacudido con brutales caso de violencia y feminicido contra mujeres y niñas. Son casos que nos impactan y conmueven. Nos recuerdan la enorme responsabilidad – y la deuda pendiente – que tenemos como gobierno con la seguridad de las mujeres. Pero no solo eso. También nos demuestran, por la cobertura de muchos medios, que nuestro problema es también cultural.

    Tienen razón las mujeres cuando gritan su furia para que escuchemos bien y con claridad que se nos ha acabado el tiempo. No se vale que digamos que llegamos hace poco más de un año, no podemos decirles que esperen porque han esperado ya por muchos años. Tenemos que mostrar que somos el cambio. Que no es lo mismo. Que no gobierna la indiferencia, ni la omisión y mucho menos la indolencia.

    Por demasiados años el sistema judicial no ha respondido en tiempo ni forma a la violencia de género, e incluso la ha reproducido. Sabemos que solo 7 de cada 10 mujeres que denuncian violencia reciben órdenes de alejamiento a tiempo.

    Esto obedece a estereotipos y prejuicios de jueces y juezas. Pero estamos actuando. Hemos avanzado en la capacitación en nociones de género, en las evaluaciones y mecanismo de trabajo con el poder judicial. Tan importante como eso, es que estamos habilitando a que cualquier juez, sin importar su responsabilidad, pueda emitir órdenes de protección. Esto manda un poderoso mensaje al poder judicial sobre la importancia de poner la protección de las mujeres en primer lugar.

    La impunidad es un problema que no acepta medias tintas. Las cifras son alarmantes y nuestra preocupación se centra en proteger la vida de las mujeres y mejorar la atención y capacitación de las fiscalías. Queremos que toda muerte de una mujer se investigue como feminicidio desde un principio; si después se descarta legalmente es otra cosa. Pero empezar por el supuesto del feminicidio le da una fuerza especial a las investigaciones.

    Tienen razón las mujeres. Las estamos escuchando, y les digo, como feminista de toda la vida, como parte de un equipo comprometido y progresista: sus palabras nos mueven, nos conmueven y nos identifican. Porque las mujeres, todas, hemos sufrido algún tipo de violencia. No estamos lejos ni estamos mirando a otro lado. Las estamos mirando a ellas.

    Asumimos este desafío sin engañarnos y con responsabilidad. Estamos trabajando para cambiar las relaciones de opresión, explotación, violencia en todas sus formas y las desigualdades económicas que son las que más vulneran a los grupos históricamente discriminados y en particular a las mujeres.

    El movimiento organizado de mujeres ha hecho que el país entero se involucre como nunca en estos problemas: se habla de violencias, de brechas salariales, de machismos cotidianos, de sexismo, de lenguaje incluyente, de espacios paritarios, de participación política.

    En las calles, en las plazas, en los cafés, en el transporte público, en los trabajos las mujeres y hombres hablan sobre la marcha y sobre el paro. Centros de trabajo públicos y privados se han pronunciado, por decenas, a favor de los derechos de sus trabajadoras alentándolas a hacer efectivo su paro.

    México no será el mismo después de este 8 de marzo. Las demandas de las mujeres están instaladas en el imaginario público, y los hombres empiezan a revisar y repensar sus conductas. Este 8 de marzo será un parteaguas del que ya no podemos dar marcha atrás y desde el lugar que nos corresponde como gobierno haremos efectivas las acciones que se requieren para prevenir, atender y sancionar las violencias.

    En México ha llegado el momento en que la sociedad por fin nos mira y, como pocas veces antes, sabe que ya no nos puede mirar con desprecio y condescendencia.

    Porque para muchas niñas y mujeres de este país el futuro es una palabra que hoy por hoy no existe, o solo genera temor, miedo e incertidumbre. Y para pensarnos como sociedad con un futuro incluyente, de paz, de bienestar, de igualdad y de solidaridad, necesitamos cambiar las estructuras que hoy se demuestran obsoletas y violentas. Que ponga al alcance de las niñas y jóvenes la idea, poderosa, de que sus vidas, su integridad, su dignidad, importan. Que nos importan. Que queremos para todas un futuro de derechos y libertades y ese es el compromiso que asumimos como gobierno. Porque no hay otro camino. Porque ha llegado la hora.

    Toda la información e imágenes son de El País.
    Link original: https://elpais.com/sociedad/2020-03-06/las-mujeres-tienen-razon-se-nos-ha-acabado-el-tiempo.html?ssm=TW_AM_CM

  • Un día sin mujeres, contra la violencia y por derechos

    Un día sin mujeres, contra la violencia y por derechos

    El paro nacional, sororidad y el papel de actores sociales, fueron algunos temas sobre los que reflexionó Hilda Tellez, defensora de derechos humanos.

    En México, alrededor de 10 mujeres son asesinadas diariamente, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

    Asimismo, el 66.1% de las mujeres mayores de 15 años ha sufrido, al menos un incidente de violencia emocional, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida. Aunado a esto, la violencia ejercida contra ellas ocurre principalmente en las instalaciones de trabajo; de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016.

    Es así como en México, América Latina y a nivel mundial, se vive una situación compleja en temas de violencia de género, la cual ha sido representada y denunciada, señala Hilda Téllez Lino, defensora de Derechos Humanos en entrevista para Mundo Ejecutivo.

    “Creo que ahora como nunca, las mujeres hemos mostrado un papel proactivo en relación a cómo combatirla y exigir al Estado el cumplimiento del derecho fundamental de las mujeres a una vida libre de violencia”.

    Puntos buenos y puntos malos

    Para Hilda, uno de los aciertos dentro de la agenda de los derechos de las mujeres, tiene que ver con la paridad de género, pues señala por primera vez se habla del tema.

    “Hoy Congresos, tanto en la Cámara de Diputados, como en la de senadores, se encuentran conformados de manera paritaria. Cada vez esta situación va permeando más, a nivel de instituciones públicas”.

    En ese sentido, la experta menciona que esto es un gran avance, pues, para lograr una efectividad en derechos de las mujeres, un punto fundamental tiene que ver con el desarrollo de su economía. Sin embargo, todavía quedan aspectos pendientes como salud, educación y lograr una igualdad sustantiva.

    “La despenalización del aborto todavía es una situación pendiente en el país. Podemos hablar de este tema que tiene ver con los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres. Todavía hay una brecha de desigualdad enorme”.

    En el país, la Ciudad de México es la única entidad donde el aborto es legal, mientras que en octubre 2019 se publicó la reforma al Código Penal en el Periódico Oficial del Estado de Oaxaca (POE) que hace la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) efectiva.

    Datos de la Secretaría de Salud de la CDMX señalan que, desde 2007 hasta septiembre 2019 se han realizado 216 mil 755 procedimientos, pero 66 mil 018 pacientes provenían del resto de las entidades donde el aborto está tipificado como delito.

    Integración, la clave

    Uno de los retos para lograr el reconocimiento de los derechos de las mujeres es la integración de los diferentes actores como: gobiernoempresassociedad y medios de comunicación. Téllez señala que, si bien el estado es el principal garante de los derechos humanos, hay otros actores que también son importantes.

    “Es fundamental avanzar en el reconocimiento de las cualidades y habilidades de las mujeres para estar en puestos de alta dirección”, aseguró.

    No obstante, también se deben garantizar espacios seguros donde las mujeres puedan desarrollarse en la parte profesional, económica sin violencia, acoso o mobbing.

    La esfera social es uno de los actores más potentes, pues, la familia es el primer entorno de construcción social. Ante ello, menciona que el tema es revertir la educación basada en estereotipos y roles de género, desde lo más básico. “Eliminar esta educación donde las mujeres tenemos un nivel inferior a los hombres”.

    En tanto, el rol de los medios de comunicación es clave en el tema. Es fundamental trabajar en la eliminación de estereotipos y la objetivización de la mujer como si solo fuera un rostro bonito o un cuerpo.

    Alzar la voz

    El descontento por violaciones a los derechos de las mujeres, feminicidios y brecha laboral es cada vez más fuerte. Hilda señala que muchas mujeres han luchado porque existan cambios en el reconocimiento de los derechos humanos y en los últimos años, hay fuerza en las jóvenes.

    “Hoy, lo que la agenda feminista busca es visibilizar los grandes pendientes en el reconocimiento de los derechos y esto sucede a través de distintas manifestaciones”.

    Sin embargo, lo importante es centrar la atención y no pensar que se trata de un tema separatista. “Hay una responsabilidad social, donde quien ejerce la violencia es otro y ese otro se tiene que poner el dedo, ahí es necesario establecer acciones. No sobre las mujeres”.

    No trabajes, reflexiona

    Por ello, la defensora de derechos humanos asegura que este 8 de marzo junto con el paro convocado para el 9 es un llamado a reflexionar sobre los pendientes en torno a la agenda de los derechos de las mujeres en el país. La responsabilidad como mujeres dentro del movimiento es construir sororidad.

    “Alcanzar la sororidad es una construcción dinámica, que nos debe ocupar todos los días. No amanecemos de pronto sororas, nos vamos reconociendo a nosotras mismas; y vamos reconociendo que la mujer de a lado me puede dar la mano y le puedo dar la mano”, concluyó.

    Toda la información e imágenes son de Mundo Ejecutivo.
    Link original: https://mundoejecutivo.com.mx/actualidad/2020/03/06/un-dia-sin-mujeres-contra-la-violencia-y-por-derechos/

  • 8M 2020: qué papel deben tener los hombres en el feminismo

    8M 2020: qué papel deben tener los hombres en el feminismo

    ¿Es el feminismo un asunto solo de mujeres o debe involucrar a los hombres también? ¿Deben los hombres participar en actos feministas, como las marchas de Día Internacional de la Mujer, por ejemplo?

    Lo cierto es que en el movimiento que lucha por la igualdad de género no hay una única manera de entender ese rol del hombre.

    Y justamente eso es lo que exploramos en este video, con la ayuda de cuatro voces implicadas en el feminismo pero desde posturas diferentes, desde Chile, Argentina y España.

    Toda la información e imágenes son de BBC.
    Link original: https://www.bbc.com/mundo/noticias

  • Norma Bastidas: de víctima de explotación sexual a récord Guinness de ultramaratón

    Norma Bastidas: de víctima de explotación sexual a récord Guinness de ultramaratón

    Se tardó más de 20 años en darse cuenta y aceptar que había sido una víctima. La mexicana Norma Bastidas ya estaba en lo alto de su carrera deportiva: había sido la mujer más rápida en correr siete ultramaratones en los siete subcontinentes en siete meses, el 777 Run for sight, y recibió un reconocimiento de la popular presentadora estadounidense Oprah Winfrey. Pero todavía no había hablado nunca en público del infierno que vivió en su juventud.

    Fue hasta 2012, que decidió correr de Vancouver, Canadá, donde vivía, de vuelta a su casa familiar, en Mazatlán, Sinaloa, donde había empezado una vida de abusos y violencia machista. Corrió durante 78 días. Cuando cruzó la frontera con México, en Tijuana entró en contacto con una red de refugios para víctimas de trata de personas. Hasta entonces, ella había asumido con culpa sus años trabajando con hombres en un bar de Japón, a donde llegó engañada a los 19 años, y ahí la ayudaron a entender que no había sido su culpa.

    De visita en México para el lanzamiento del documental Woman, que se presenta este domingo en el Museo Memoria y Tolerancia y da voz a dos mil mujeres sobre lo que significa ser mujer, Norma charla con Animal Político sobre cómo transformó el curso de su historia.

    Habla tan rápido como corre. Solo tiene media hora para dar entrevistas y toda una vida que contar. Sufrimientos que todavía le entrecortan la voz cuando los recuerda, pero triunfos que le iluminan la mirada, al explicar que los ultramaratones son carreras de más de 50 kilómetros, 100, 500, y que le encanta el reto de pasar días corriendo sola durante horas.

    El primer abuso sexual que sufrió fue a los 11 años, en su propia familia. Hoy, a sus 52, también alza la voz para que se hable de eso, de que las niñas mexicanas viven violencia desde que nacen en su entorno más próximo y la comunidad lo permite.

    A los 19, le ofrecieron un supuesto trabajo para ser modelo en Japón. Era la posibilidad de ayudar económicamente a su familia y lo tomó. Pero se encontró con que en realidad había sido vendida a un bar que la puso a trabajar con hombres, a hacer cosas que ella no quería, le quitó su pasaporte y sin conocer ni el idioma ni a nadie, quedó en una situación de vulnerabilidad absoluta.

    Pero en 1986, dice, no se hablaba de trata de personas y la idea que tenía de la esclavitud sexual era una mujer encadenada, sin comer, maltratada, y lo suyo no se veía tan mal. Las mujeres en ese entorno le repetían una y otra vez que lo que hacía era normal y le permitía mandar dinero a su familia. Que entre menos luchara, más tranquila se iba a sentir.

    Ella trató de ir a la policía japonesa una vez, pero la ignoraron.

    —¿Cómo escapaste?

    “No escapas… De alguna manera llega alguien y te ayuda”.

    Hasta en la prostitución hay clases sociales, explica, y en ese mismo bar había geishas de clase alta, mujeres que sí estaban ahí por su propia cuenta, pero que no hacían cosas que no querían.

    “Como sucede en los masajes, que hay quienes sí dan masajes, y en la parte de atrás hay personas vulnerables que las traen, que no tienen papeles, que están siendo forzadas”, cuenta.

    Una de esas fue la única persona que la escuchó de verdad y cuando pudo recuperar su pasaporte, la ayudó a entrar a una escuela para obtener visa de estudiante y aprender japonés. Norma, que ya tenía problemas con la bebida, seguía trabajando en el bar porque no tenía dinero, pero ya no en esa “parte de atrás”.

    Un día, trataron de matarla en la calle. Quizá un recordatorio de que no era tan fácil salirse, cree. Y cuando fue a la policía, otra vez ignoraron su denuncia por el tipo de negocio al que había estado vinculada.

    Entonces conoció a un canadiense que le pidió matrimonio y aceptó sin pensarlo.

    “Es triste, lo quise mucho pero es triste que no hay rescate, y muchas veces es la única manera de una mujer de salir adelante, un matrimonio. Porque ya tenía educación, ya hablaba japonés y aun así todavía no había manera de yo parar la violencia. Es triste que solo respetamos a una mujer si está casada. Y es mundial”, señala.

    Se fue a Canadá, donde estudió una carrera, consiguió trabajo, tuvo dos hijos y aunque se divorció a los pocos años, su vida ya parecía normal. Pero seguía cargando en su espalda el peso de su pasado: en México supieron lo que hacía en Japón y siempre se sintió juzgada.

    Cuando su hijo mayor cumplió 11 años, le diagnosticaron una enfermedad degenerativa en los ojos, una distrofia de conos y bastones que lo dejaría ciego, y que empezó a avanzar muy rápidamente.

    “Ahí sí, todo el mundo se me fue abajo, porque perdí mi empleo, toda la seguridad que yo pensé que ya tenía… Porque, te lo dicen: si ya no sales, ya no fumas, vas a la escuela, si estás educada, no sales con hombres, tu vida va a ser normal. Y ahí me di cuenta de que no es tan fácil. Porque la mujer, siempre, por ser mujer, que regularmente somos las que estamos a cargo de los hijos. Y al momento que mi hijo fue diagnosticado de que iba a perder la vista, la que se hizo cargo, que tuvo que dejar el empleo, fui yo”, lamenta.

    “Pero fue donde dije: esta vez no lo voy a manejar como me he manejado antes. Voy a luchar. Y empecé a correr porque no podía dormir. Porque sentía tanta rabia, de decir: bueno ya, ya me toca vivir una vida más tranquila. Y pensaba: ¿cuántas veces tengo que volver a empezar? Pues las que sean necesarias. Así de fácil”.

    Entre más corría, mejor se sentía, y entre más estrés y preocupaciones, más corría. Así que lo convirtió en una rutina. Hasta que una amiga le propuso ir a correr el maratón de Boston.

    “Estaba por cumplir los 40 años, y el que te dé alguien un poquito de esperanza de algo, cuando tu vida está fuera de control, que no tienes control de si te van a despedir o no, si tu hijo va a perder la vista mañana o en 10 años, y que te den esa esperanza de algo que tú puedes controlar, porque yo me puedo levantar, ponerme los zapatos e irme a correr… Eso fue algo increíble. Y corrí mi primer maratón como ocho meses después de que había empezado a correr. Y entonces dije: ¿qué más tengo yo de potencial adentro que no me he dado la oportunidad? De aquí en adelante yo los límites no los encuentro”.

    Empezó a hacer activismo con las carreras que hacía, para recaudar fondos para fundaciones que ayudaban a personas con problemas como el de su hijo. Ahí se dio cuenta de que el deporte era una llave para abrir la puerta a la atención de la gente, que no sabe preguntar “¿cómo estás?” y no quiere involucrarse en problemas ajenos; pero a través de las carreras sí se interesaban por ella, y de paso, terminaban informándose de la enfermedad de su hijo y ofreciéndole ayuda.

    También fue una manera de poder hablar con los hombres y empezar a educarlos, dice, porque el deporte es un espacio que ven más como suyo, y al encontrar una mujer con esos logros, entonces sí le ponen atención.

    Después de unos años, su hijo decidió que había aceptado la condición con la que vive y ya no quería que los esfuerzos de su madre fueran por tratar de encontrarle una cura. Fue ahí cuando Norma se dio cuenta de que si su hijo ya no la necesitaba, con la plataforma de atención que ya tenía, valía la pena adoptar como causa la lucha contra la violencia que ella misma había vivido.

    Le querían dar un premio en su natal Sinaloa por su activismo por la enfermedad de su hijo. Y ella solo pensaba que había hecho lo que cualquier madre haría, pero a ella no la habían aceptado antes con su historia de vida, porque cuando había dicho que fue víctima, la respuesta había sido que no, que lo hizo porque quiso.

    “¡Salí huyendo de mi comunidad y ahora me quieren dar un premio! Dije no. Si me aceptan, que me acepten con todo, o que me odien por todo. No es justo porque estoy teniendo la misma tenacidad para salir adelante como víctima de trata y de violencia sexual que para salir adelante como madre de un hijo con una discapacidad. Es la misma tenacidad y no podemos decir: esto sí te admiro, pero esto no. Entonces ahí fue donde dije que sería más fácil si me fuera corriendo que si mentalmente regresara al pasado. Y decidí: eso voy a hacer”.

    Llamó a su carrera “Corriendo a casa, la lucha contra la violencia”, porque si la violencia no se erradica desde donde empieza, no se va a terminar, afirma. A ella, huir de su casa no la protegió, porque a donde iba se encontraba con más violencia.

    Hasta entonces no había hablado públicamente de lo que vivió, sino solo con pocas personas que la conocían y querían. “Es una cosa que no te sana el hablarlo públicamente; te sana hablarlo con las personas adecuadas que sabes que van a reaccionar adecuadamente para ayudarte. Eso es lo que sana. El secreto no. Pero hablarlo públicamente y exponerte a la revictimización es una de las cosas más peligrosas”, reflexiona. Aun así, decidió que era el momento.

    Norma transformó su condición de víctima a la de sobreviviente. Para ella, no se es víctima solo cuando se está viviendo una situación como la explotación sexual, sino también después, porque las secuelas en su caso la seguían marcando, porque llegó a pensar que no tenía la habilidad de tomar buenas decisiones en su vida y que nunca iba a lograr salir adelante ni lo merecía. Se asumió como sobreviviente al darse cuenta de que no fue ella, sino las circunstancias.

    “Esa es la diferencia… Mi pasado no cambia; lo que cambió es mi percepción de lo que sucedió. Es cuando sabes que el pasado no te va a definir y no te va a destruir. Que claro que te va a afectar muchas veces de una manera negativa, de una forma u otra, pero tú estás completamente segura que puedes salir adelante”.

    Después de haber sido la mujer más rápida en la carrera 777 en 2009, y de cruzar de Canadá a México en 2012, en 2014 obtuvo el récord Guinness por hacer el triatlón más largo del mundo. Nadó, pedaleó en bicicleta y corrió más de seis mil kilómetros desde Cancún hasta Washington DC, cruzando por el centro de México hasta Ciudad Juárez. Lo hizo siguiendo la ruta de los traficantes de niñas y mujeres. Lo hizo por ellas. Y nunca más volvió a callar ni avergonzarse por lo que le había pasado.

    Pensó que el recibimiento del tema iba a ser negativo, porque hasta la familia trató de decirle que mejor no, con la idea de protegerla, pero la respuesta fue totalmente positiva.

    “Los mensajes que me llegan de gente que no me conoce, que se toma el tiempo de decirme todo lo que piensa, eso es increíble, es increíble la respuesta positiva. También de gente que me dice: me ayudaste, tengo tiempo lidiando con esto, nadie me escucha, y hasta ahora no me he sentido validado mi dolor y tú eres la única persona que ahora siento que me identifico contigo”, cuenta.

    “Lo más lindo que me han dicho, es una vez que presenté uno de mis documentales cuando rompí el récord Guinness, una sobreviviente de trata sexual me dijo: a mí nunca me ha dado pena quién soy ni mi pasado, pero es la primera vez que estoy orgullosa”.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2020/03

  • Ellas paran el mundo, huelgas de mujeres

    Ellas paran el mundo, huelgas de mujeres

    Las mujeres realizan huelgas nacionales en diferentes países desde el siglo XIX. Aunque el movimiento feminista fue activo en México durante los noventa, sus integrantes organizan por primera vez un paro masivo el próximo 9 de marzo.

    Las huelgas de trabajadoras y los paros nacionales son una constante en la historia de la lucha de las mujeres para obtener derechos.

    Activistas, profesionistas y otras mujeres han detenido todas sus actividades en diferentes países como Estados Unidos, España, Islandia e Irlanda desde el siglo XIX hasta la actualidad.

    Su objetivo era que se valorara su aporte en las labores privadas y públicas, acceder a los mismos derechos que los hombres y que presionar a los gobiernos para que garanticen su seguridad.

    Las mexicanas se suman por primera vez el próximo 9 de marzo a estas mujeres de todo el mundo. Su intención es no acudir al trabajo ni a la escuela y tampoco hacer ninguna labor doméstica con el objetivo de que sus demandas sean escuchadas, entre ellas políticas públicas efectivas para frenar la violencia de género.

    Amneris Chaparro, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que en Estados Unidos se tiene registro de una primera huelga encabezada por mujeres en 1840.

    “Exigían mejores condiciones laborales, es decir, la idea del paro dentro del mundo del trabajo no es ajena a las mujeres desde hace mucho tiempo”.

    Después de las primeras huelgas laborales en EU, las estadounidenses Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott congregaron a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres en Nueva York, en 1848, de acuerdo con los registros de ONU Mujeres.

    Juntas exigieron derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para las mujeres en una Declaración de Sentimientos y Resoluciones.

    En diferentes momentos del siglo XX, otras mujeres estadounidenses realizaron huelgas en fábricas de ropa. La ONU toma estas protestas como antecedentes para elegir la fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer.

    Por ejemplo, la huelga de las camiseras de Nueva York en 1909 fue un paro laboral en el que participaron mujeres inmigrantes de origen europeo y de familia judía que trabajaban en las fábricas textiles.

    La protesta fue liderada por Clara Lemlich, de origen ruso, y apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres de América (NWTUL, por sus siglas en inglés).

    En febrero de 1910, el frente de sindicatos acordó con los dueños de algunas fábricas mejores condiciones laborales y reducción de la jornada. La huelga general fue suspendida el 15 de febrero de 1910 aunque algunas protestas continuaron.

    Un año después fue el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York. Este evento puso en evidencia las condiciones de trabajo de las mujeres inmigrantes porque el fuego provocó la muerte de 146 personas: 129 trabajadoras y 17 trabajadores.

    Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de Estados Unidos y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones que condujeron al desastre.

    Años después sucedió algo similar en Irlanda. En 1945, mil 500 lavanderas se sindicaron y fueron a la huelga en Dublín porque estaban cansadas de la insalubridad en el trabajo, los bajos salarios, las horas extras y el poco tiempo libre, de acuerdo con los registros de ONU Mujeres.

    Después de tres meses y mucha ropa sucia, la huelga finalizó con éxito y todos los trabajadores irlandeses ganaron una segunda semana de vacaciones al año por ley.

    Otra fecha importante para las huelgas obreras y los paros laborales protagonizados por las mujeres es 1975, el Año Internacional de la Mujer estipulado por la ONU.

    Las islandesas no sólo se reunieron ese año. El 24 de octubre, el 90 por ciento de las mujeres de Islandia abandonaron sus trabajos en protesta por la desigualdad salarial.

    La idea de la huelga fue del Redstockings (medias rojas), un movimiento radical feminista fundado en 1970 en Islandia en la línea del que se creó en Estados Unidos en 1969.

    “Ellas se van a paro nacional para visibilizar el trabajo que hacen las mujeres todos los días y que pasa desapercibido, no es reconocido, es malpagado o no es pagado”, comenta Chaparro.

    La investigadora del CIEG añade que en el siglo XXI se realizaron paros en diferentes países de América y Europa como en Argentina y España, respectivamente.

    “En estos países, el 8 de marzo no sólo supone una movilización, sino también un paro de labores como una forma de estar de brazos caídos para visibilizar la importancia de las mujeres en el espacio público”.

    ANTECEDENTES DE HUELGAS DE MUJERES EN MÉXICO

    Chaparro comenta que aunque existen registros de colectivos feministas en México desde 1916, las convocatorias para realizar marchas masivas y nacionales y huelgas son más recientes en territorio nacional.

    “Es muy interesante porque el movimiento feminista en México es de largo alcance. El primer congreso feminista mexicano se realizó en 1916 en Yucatán y después tenemos grupos de feministas que estaban en las calles protestando durante la segunda ola en los setenta, pero seguían siendo grupos muy pequeños de mujeres organizadas. Eran mujeres atípicas, universitarias, de clase media o alta”, detalla la especialista.

    No obstante, Chaparros considera que en la actualidad la articulación de la convocatoria al paro nacional en México demuestra que la lucha por la defensa de los derechos de la mujer es un fenómeno más amplio.

    “Es un movimiento muy grande, una convocatoria que interpela a mujeres de muchos sectores, no solamente de ciertas clases sociales o ciertas causas.

    La articulación de la violencia hace un llamado para que todas se unan a la protesta, esa es una particularidad muy importante en México

    – Amneris Chaparro

    nvestigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM

    La especialista añade que las mexicanas organizan su primer paro nacional después de las mujeres de otras naciones latinoamericanas y europeas porque México tiene una cultura política distinta y poco democrática.

    “Venimos de una cultura política autoritaria y antidemocrática. El hecho de que un solo partido gobernó este país no sólo impacta las altas esferas de la política, sino también cómo se desarrolla un ethos político en la población”.

    La especialista aclara que las feministas siempre estuvieron presentes en la historia de México y en la producción académica, pero el activismo social tiene otra lógica porque la cultura política del país ha ido despertando poco a poco.

    Toda la información e imágenes son de REPORTE ÍNDIGO.
    Link original: https://www.reporteindigo.com/latitud/

  • Save de Children lanza contador de feminicidios de niñas en México; “viven las peores violencias”, dice

    Save de Children lanza contador de feminicidios de niñas en México; “viven las peores violencias”, dice

    La consejera delegada de Save te Children en México, María Josefina Menéndez, resaltó que en el país, las niñas y las adolescentes se enfrentan por su género “a la posibilidad de ser asesinadas, abusadas o vivir otras formas de violencia que pueden afectarles de manera permanente”.

    La asociación sin ánimo de lucro Save the Children lanzó este viernes, a las puertas del Día Internacional de la Mujer, un contador de feminicidios de niñas en México “con el fin de visibilizar que las niñas y adolescentes están viviendo las peores formas de violencia de género“, informó en un comunicado.

    “En el país, las niñas y adolescentes corren peligro solo por el hecho de ser mujeres, y son más vulnerables a vivir agresiones que las afectan para siempre o terminan con su vida”, recoge la nota.

    Según la asociación, en enero de 2020 cada dos días una niña o adolescente fue víctima de feminicidio, es decir, un asesinato por razones de género.

    “Adicionalmente, 3 mil niñas o adolescentes se encuentran desaparecidas, y 4 de cada 10 víctimas de abuso sexual en México son menores de 18 años, la mayoría son niñas”, expresó la ONG.

    La consejera delegada de Save te Children en México, María Josefina Menéndez, resaltó que en el país, las niñas y las adolescentes se enfrentan por su género “a la posibilidad de ser asesinadas, abusadas o vivir otras formas de violencia que pueden afectarles de manera permanente”.

    La consejera delegada advirtió que “de continuar con la tendencia de enero de este año, se podría llegar a la alarmante cifra de 168 feminicidios de niñas y adolescentes al cerrar el 2020”.

    “Este contexto nos urge, al Estado y la sociedad, dar una respuesta integral que acabe con todas las formas de violencia que experimentan”, pidió Menéndez, quien llamó a crear “políticas públicas que las aborden” y a “apresurar un cambio cultural que garantice la igualdad de género”.

    El contador contempla 29 casos de feminicidios de niñas y adolescentes en el periodo comprendido entre noviembre de 2018 y enero de 2020, aunque un gráfico difundido por la misma ONG con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestra que de 2015 a 2019 hubo 95 asesinatos de esta índole en el país.

    Durante el año pasado se registraron en México mil 10 feminicidios, según esa misma base de datos oficial.

    Save the Children anunció también que se une como organización al paro nacional de mujeres “Un día sin nosotras”, previsto para el próximo lunes 9 de marzo y que protesta contra la desigualdad y la violencia hacia las niñas y las mujeres.

    Toda la información e imágenes son de SIN EMBARGO.
    Link original: https://www.sinembargo.mx/06-03-2020/3743463?fbclid=IwAR1nLr85-kd8m4Nwm5yU6ED1m2KyTHYjJGU8o61bNTkc98e6tQlJ9R_ZpTs

  • La importancia del feminismo en la industria gastronómica

    La importancia del feminismo en la industria gastronómica

    La sociedad no tendría sentido en este mundo sin las mujeres: son la cabeza de la familia; aquella semilla que germina y crece hasta los lugares más recónditos. Su papel y desarrollo en las diferentes industrias marcan un antes y un después dentro del feminismo.

    Afortunadamente y con el paso del tiempo, el rol de la mujer ha ido expandiéndose haciendo a un lado los prejuicios y estereotipos. Cada vez somos más las que nos abrimos camino para tomar aquellos espacios que siempre nos han correspondido por derecho. La gastronomía es uno de ellos.

    De acuerdo con el Anuario de Educación Superior, carreras como Hotelería y Gastronomía en la CDMX arrojan una demanda mayor al 10% de todas las licenciaturas y aproximadamente el 60% de los estudiantes son mujeres.

    Llevado a la vida profesional, la industria restaurantera debería de tener equidad de género por lo menos en términos cuantitativos. La realidad dista mucho de la estadística y se debe a que a la mujer la han alejado de la profesionalización en gastronomía por cuestiones ideológicas.

    El papel de la mujer dentro de esta industria es sumamente importante. Cocinar es un acto revolucionario y político; es una manera de relacionarse con la sociedad desde puntos de vista diferentes.

    La mujer claro que pertenece a la cocina. Igual que el hombre, igual que todas las personas que quieren encontrar en ella un sitio seguro, cálido y donde puedan ser lo que quieran.

    El feminismo busca la igualdad en este sector, igual que en todos los demás. Además de eso, busca eliminar la brecha salarial y dar paridad en oportunidades de desarrollo profesional.

    MUCHOS RESTAURANTES, POCAS MUJERES AL FRENTE 

    El trabajo de las cocineras en el gremio gastronómico sigue siendo poco reconocido dentro de las listas y premios anuales, no sin dar los honores que merecen figuras que nos llenan de orgullo como Elena ReygadasXrysw Ruelas o Daniela Soto-Innes.

    Ante estas figuras mexicanas reconocidas, también ha surgido la inquietud de preguntarse: ¿por qué no pueden competir hombres y mujeres por igual?

    Para darnos una idea, en España, de los más de 195 restaurantes que existen, sólo 18 tienen una chef mujer al frente. Lo cual representa un 9.2% del total.

    feminismo

    Un estudio de la Universitat Politècnica de València realizado por el grupo Cuina y el Departamento de Organización de empresas dio a conocer que las mujeres chefs perciben en cuestión monetaria un 23% menos que sus compañeros hombres lo que marca una gran distinción en la brecha salarial.

    Desde siempre la sociedad ha hecho creer que la mujer única y exclusivamente pertenece a aquellos lugares donde su participación en esta se dedica solamente a los labores del hogar.

    El mundo de la gastronomía es muy público, recibe más reflectores que otros espacios del ámbito privado como es el hogar. Entonces tenemos a grandes chefs súper famosos, casi todos hombres, pero el trabajo doméstico donde miles de mujeres se desempeñan sin salario ni atención sucede en el silencio. Socióloga feminista María Gala Menéndez Zárate

    Cuando éstas deciden ejercer una profesión, lo hacen analizando los pros y contras que esta podría generarles de acuerdo al estilo de vida que llevan.

    GIRL POWER EN LA COCINA

    El año pasado dos grandiosas mujeres chefs mexicanas lograron robarse los reflectores de una industria que es liderada por hombres.

    Daniela Soto y Karime López fueron galardonadas con dos reconocimientos diferentes. Por un lado, Daniela recibió el premio a la mejor chef del mundo dentro de los World’s 50 Best, siendo la persona más joven dentro de estos premios.

    https://www.instagram.com/p/B4yEmIoF705/?utm_source=ig_web_copy_link

    Karime López fue merecedora de una Estrella Michelín, convirtiéndose en la primera mexicana y la única mujer que apareció en la edición del 2019.

    Karime López estrella michelin

    KARIME LÓPEZ. // FOTO: GUÍA MICHELIN

    Poco a poco el techo de cristal que se ha construido desde hace muchísimos años se está quebrando.

    El feminismo y la presencia de las mujeres en las cocina llegó para quedarse.

    Cocinar es sinónimo de resistencia.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL GOURMET.
    Link original: https://www.animalgourmet.com/2020/03/04/feminismo-industria-gastronomica/

  • Parar la violencia contra las mujeres, el objetivo del “Nueve ninguna se mueve”

    • Marchas en todo el país, en el Día Internacional de la Mujer.
    • El paro de las mujeres una oportunidad para un debate genuino, especialistas.

    En vísperas del 8 de marzo Día Internacional de la Mujer y el 9 de marzo, día del Paro Nacional de Mujeres, miles de mujeres se preparan para marchar en todo el país y ocupar las plazas públicas para hacer sentir su presencia. Incluso, hay invitaciones en el extranjero para reunirse fuera de los consulados.

    Las convocatorias para marchar el domingo 8 de marzo por diversas organizaciones feministas abarcan varios horarios; en la mañana o en la tarde, y según sea el caso se solicita ir con vestimenta blanca o negra, pero con distintivos o pañoletas verdes y moradas.

    También con pancartas para hacer tendederos como en Orizaba, Veracruz, o veladoras según sea el caso, o con flores y fotografías de las víctimas como en el caso de Oaxaca para instalar ofrendas. Todo con un objetivo parar la violencia contra las mujeres.

    La invitación para el próximo 9 de marzo, por la colectiva Brujas del Mar de Veracruz, es para no asistir al trabajo, comercios, escuelas, no realizar trabajo del hogar ni salir a la calle para visibilizar la importancia de quienes representan el 51% de la población, así como exigir se detenga la violencia y discriminación en su contra.

    La antropóloga y feminista Friné Salguero, directora del Instituto de Liderqazgo Simone de Beauvoir expuso que este paro será una oportunidad para abrir el diálogo y representará una ventaja a quienes se sumen a la reflexión sobre cómo tener un lugar de trabajo más igualitario, abrir un debate genuino para cambiar la realidad de las mujeres en los espacios laborales.

    Resaltó que el paro tiene la función simbólica de hacer visible cómo 22 millones de mujeres en la fuerza laboral generamos casi 26,000 millones de pesos de trabajo remunerado (al día), más todo el trabajo no remunerado que sostiene al país”.

    Mientras que la doctora en Ciencias Sociales de la UNAM, Raquel Ramírez Salgado expresó que, aunque en muchos lugares se ha dado el día a las mujeres para que puedan parar, también debe revisarse si en esas instituciones existen las condiciones necesarias para que ellas se puedan desenvolver, si cuentan con protocolos de atención al acoso y hostigamiento sexual. Necesitamos hacer un análisis mucho más fino para realmente leer esto como un gesto de solidaridad”, explicó.

    También, dijo que es sospechoso que quienes se sumen al 9M estén usando esta causa para posicionarse o para hacer un ataque al gobierno federal. Sin embargo, destacó que la organización de las mujeres para este paro es algo genuino que debe ser separado de los intereses políticos y económicos y tomar en cuenta que cada vez son más las mujeres que están generando acciones de cambio y que están ya en un punto en el que no están dispuestas a negociar sus derechos.

    Arussi Unda, vocera de las Brujas del Mar, señala que la convocatoria es independiente de los partidos políticos, y que nace como un reclamo ciudadano legítimo. Detalla que esta iniciativa surgió dentro de una red nacional de colectivos de diferentes partes del país de la que forman parte y en la que también participan familiares de víctimas de feminicidios.

    Respecto al eco que ha tenido este llamado en la política, entre empresarios, universidades y dependencias gubernamentales, la vocera de Brujas del Mar reconoce que les ha sorprendido y que les llena de gusto, porque al final de cuentas el feminismo es por y para mujeres, y si muchas mujeres se ven relacionadas con esta necesidad de lucha pues que mejor, se reconozcan o no como feministas.

    Para detener la violencia hay aplicar las leyes, especialistas 

    Respecto a cómo parar la violencia contras las mujeres, las voces de especialistas en políticas públicas advierten que no se necesitan crear más leyes, sino aplicar y reforzar las ya existentes. Que incluye revisar los perfiles de quienes están en los cargos de fiscalías y tribunales.

    México cuenta con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Alerta de Violencia de Género (AVG) para hacer frente a los tipos de violencia contra las mujeres, sin embargo, en un año de 2018 a 2019 el incremento de los feminicidios aumento a 9.6% a nivel nacional, por lo que el promedio diario de los feminicidios paso de 9 a 10, de acuerdo a datos oficiales.

    Para Isabel Erreguerena, coordinadora de Políticas Públicas de Equis Justicia, considera que antes de proponer nuevas políticas en materia de género habría que evaluar las que ya existen. Revisar qué otras políticas públicas existen –y que no están en la ley– o cuáles se puedan reforzar”.

    Mientras que Ana Joaquina Ruiz, consultora de género y políticas públicas e integrante del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, es escéptica respecto a las reformas para aumentar las penas de cárcel por feminicidio que pasan de una mínima de 45 a 65 años, cuando en estos casos existe el 98% de impunidad.

    Señala que hay varios focos previos que el Estado puede detectar para frenar la violencia antes de llegar a un caso de feminicidio; como integrar expedientes médicos efectivos que demuestran que la mujer ha sido víctima de violencia. Propone que se debe empezar por considerar a la violencia doméstica una prioridad nacional, porque “el feminicidio es prevenible desde ese punto”.

    Arely Torres Miranda, exconsejera del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), coincide en que la falla es la aplicación de las leyes, y tiene que ver con las personas que están a cargo de las fiscalías especializadas, de los tribunales y de los institutos para las mujeres, asegura. En México es común que se da el cargo a la gente como un acto de ‘amiguismo’ y nepotismo, sin respetar los perfiles adecuados”.

    Respecto a que al paro nacional se sumen las universidades, dependencias de gobierno y empresas, convocado por el colectivo feminista de Veracruz llamado Brujas del Mar, las especialistas consideran que no es suficiente para detener la violencia de género, pero sirve para visibilizar la importancia de la mujer en el ámbito social y laboral, y también para reflexionar sobre quienes no pueden sumarse a este tipo de movilizaciones.

    Toda la información e imágenes son de SEMMÉXICO.
    Link original: https://www.semmexico.mx/?p=178