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  • Cuando el feminismo nos hace replantearnos nuestras amistades machistas

    Hace casi un mes tuve que ponerle un alto a una de las amistades más importantes de mi vida: uno de mis mejores amigos. A raíz de un episodio que involucró alcohol, una fiesta, varios amigos y hechos confusos que nadie recuerda muy bien, decidí que, como mujer feminista, no podía permitirme seguir siendo su amiga. O más bien, no podía permitirme seguir teniendo amigos así en mi vida.

    Cuando una mujer se asume como feminista muchas cosas cambian en su vida. Los días dejan de ser una sucesión de horas y pasan a ser medidos por cuántas veces nos cuestionamos la vida y la realidad que nos rodea, viéndola injusta con nosotras por todo lado. La vida se nos llena de preguntas sin responder; desde lo más elemental —¿por qué en la mayoría de reuniones de trabajo que tengo casi todos son hombres?— hasta preguntas que no nos dejan dormir — ¿por qué alguien decidió asesinar de una manera tan vil a Leidy Johana Morales y qué licencias le dio la sociedad a un feminicida de ese talante para cometer la aberración que cometió?—.

    Así se nos van los días desde que el feminismo llegó a nuestras vidas.

    Y con estos lentes puestos, que no nos dan la opción de ser removidos, empezamos a ver a la gente a nuestro alrededor. Entonces, nos damos cuenta de cómo toda la estructura machista de esta sociedad empieza a verse visible en muchos de nuestros mejores amigos y amigas, de nuestra familia, de nuestras parejas.

    Comenzamos a ver cuáles de nuestros amigos son más privilegiados, y quiénes están atravesados por una o varias opresiones. Y con esto en la cabeza, empezamos a incomodarnos cada vez más con los chistes machistas de nuestros amigos cuando salimos con ellos, tratamos de evitar esos episodios cuando nuestras amigas empiezan a rajar de otras mujeres sin ninguna razón, o cuando una mujer pasa y nuestros amigos la acechan con la mirada; incluso nos dan ganas de salirnos de nuestros grupos de Whatsapp cada vez que alguien manda un meme que atenta contra las mujeres de alguna manera, mientras todos se cagan de la risa.

    Hay un momento en la vida de muchas en el que estos episodios empiezan a ser no solo repetitivos, sino cada vez más difíciles de pasar por alto, cada vez más incómodos. Sentimos una mayor necesidad de explicarle a nuestro amigo por qué el meme que mandó sobre mujeres venezolanas en Colombia es misógino, o de corregir a la amiga que dice que ella no es ni feminista ni machista sino humanista. Ya podemos sentir nuestras sienes temblando cuando alguien de nuestro círculo se burla de nosotras diciéndonos ‘feminazis’, u ofensas parecidas. Nos cansamos de ser siempre las “mamonas” del parche, de andar siempre explicando, invitando a la reflexión, rechazando muchas expresiones, sin que, muchas veces, las cosas cambien con nuestras amistades.

    La incomodidad creciente, la solidaridad con otras mujeres, la rabia muchas veces, nos ha llevado a tomar decisiones, algunas más duras que otras. Hemos eliminado gente de nuestras redes sociales para evitar leer sus comentarios machistas. Hemos dejado de frecuentar amigos muy fraternos de manera silenciosa, porque quizá así dolía menos, así como también nos hemos encontrado con ellos para decir que hasta acá nos traía el río, porque nuestro proceso no podía encontrarse en ningún punto con el de ellos o ellas. Nos hemos enfrentado a familiares, gente que nos crió toda la vida, nuestros propios papás y nuestras propias mamás, en un intento por remover lo inamovible en nuestros núcleos familiares. Muchas no tuvimos éxito, y algunas quizá se separaron de manera irreconciliable con sus orígenes, con el dolor que eso supone. Algunas otras, muchas, después de tropezones, abusos, y muy probablemente luego del apoyo de varias mujeres en red, pudieron por fin terminarle a sus parejas tóxicas, con todo el trabajo de desprendimiento sentimental e independencia tanto mental, como física, y hasta económica, que eso significa.

    Luego de la conversación que tuve con mi amigo, donde dejé claro que mi lucha feminista era la razón principal por la que debía separarme, así fuera por un rato, él me cuestionó, pues no entendía por qué alejarme iba a ayudar en algo. “Alejándote de mí no estás protegiendo a nadie, ni solucionando nada”. Comparaba mi decisión con la de la persona antiuribista que bloqueaba a los uribistas de su Facebook y expresaba sus opiniones políticas por ahí mismo. “Aislar y marginalizar a las personas peligrosas no ayuda en nada, y antes puede ser contraproducente”, me decía. “La solución es hacer pedagogía con estas personas, hablar con ella para que cambien su mentalidad y se deshagan de sus ideas peligrosas”. Según él, yo ya llevaba un proceso parecido con él, sin proponérmelo.

    Las razones por las que me había alejado las tenía claras. La separación, antes que nada, era una suerte de castigo hacia él, primero que todo, por su comportamiento. La separación también la sentí necesaria, pues mi proceso de los últimos meses, muy apegado al feminismo, no me dejaba sentir cómoda con la relación. Y decidí terminar la amistad antes que decidir escrachar o denunciar, porque la persona involucrada decidió no actuar frente a los hechos, una decisión que debe respetarse, y también porque, sí, debo admitirlo, a veces el corazón sigue jalando muy fuerte. Supongo que a veces, antes de ser feminista, soy humana.

    Sin embargo, mi amigo expuso un punto que yo ya llevaba pensando desde hacía varios días, y que se ahondó en las últimas semanas: ¿hasta dónde es bueno segregar y separarse de las personas machistas, y hasta qué punto una debería considerar la pedagogía de estas personas? ¿Cabe la resocialización en el machismo? Es decir: ¿nos alejamos de nuestros amigos machistas porque no tienen salvación? Y si no tienen salvación: ¿qué hacemos con ellos aparte de separarnos de ellos, denunciarlos y evitarlos? ¿Qué hacemos si tenemos que seguir conviviendo con tantos como ellos en todos los sitios de nuestra cotidianidad?

    No voy a decir que en nosotras está esa responsabilidad. Aparte de todas las opresiones que sufrimos por parte de la estructura patriarcal de nuestra sociedad, y de haber tenido que, con mucho trabajo, haber desestructurado ese sistema en nosotras mismas, no tenemos ahora por qué cargar con la responsabilidad de resocializar a los mismos hombres machistas que nos violan, nos matan y nos violentan de muchas otras maneras en los sitios que frecuentamos. Convivir obligadamente con hombres machistas ya es mucho pedirnos, ¿entonces, aparte de eso, tenemos que hacerles pedagogía?

    En mí no está la responsabilidad de que mi amigo se replantee sus comportamientos machistas.

    Pero vale la pena preguntarse si estamos luchando por un mundo más igualitario, cómo hacer que los opresores sean más conscientes de la desigualdad. Esa noche le conté a una amiga mi decisión y me dijo que mi magia de mujer, y lo que había aprendido estos meses probablemente, ya le habían enseñado suficiente, y que seguir haciendo eso era quizá más feminista que separarme de él.

    Aún no me decido qué es más feminista. Por lo pronto, sigamos señalando todas las formas de violencia machista en las amistades que siguen a nuestro lado, es más que necesario. Solo así se va a caer esta estructura patriarcal. Yo, por ahora, sigo separada de mi amigo.

    Toda la información e imágenes son de VICE.
    Link original: https://www.vice.com/es_latam/
  • La BBC elige las 100 mejores películas dirigidas por mujeres

    La BBC elige las 100 mejores películas dirigidas por mujeres

    Cada año, BBC Culture organiza una macroencuesta masiva entre expertos de cine de todo el mundo. Esta vez, el tema elegido han sido las mejores películas de toda la historia del cine dirigidas por mujeres.

    Y el estudio, el más descomunal organizado nunca por el canal. Les han pedido sus 10 películas favoritas dirigidas por mujeres a 368 reconocidos expertos en audiovisual y crítica cinematográfica (185 mujeres, 181 hombres, 1 persona no binaria y 1 que prefirió no identificarse), procedentes de 84 países de todo el globo, han votado hasta 761 títulos diferentes.

    La votación ha dado para organizar un ranking con las 100 películas más votadas. Como suele suceder en este tipo de encuestas, la mayoría pertenecen al ámbito anglosajón (y son producciones de las últimas tres o cuatro décadas). No obstante, la belga Agnès Varda ha sido la cineasta más repetida, con seis películas diferentes en la lista final; la siguen en número de apariciones Kathryn Bigelow, Claire Denis, Lynne Ramsay Sofia Coppola. 

    El piano, el drama romántico escrito y dirigido por Jane Campion en 1993 (a día de hoy, la única película dirigida por una mujer que ha ganado la Palma de Oro del Festival de Cannes), ha sido la película más votada (casi el 10% de los críticos consultados la colocaron encabezando su top) y corona el ranking. Bajo ella, un centenar de grandes películas y numerosas obras maestras de cineastas imprescindibles (de Chantal Akerman Ida Lupino, de Věra Chytilová Lynne Ramsay, o de Maya Deren Amy Heckerking).

    ¿La única pega? A pesar de la presencia de la argentina Lucrecia Martel con tres títulos, se echa de menos representación hispana. ¿Para cuándo una reivindicación de la obra de Cecilia Bartolomé, Josefina Molina Ana Mariscal?

    Estas son las 100 mejores películas dirigidas por mujeres según la encuesta de la BBC:

    100. Los chicos están bien (Lisa Cholodenko, 2010)
    99.    The Souvenir (Joanna Hogg, 2019)
    98.    Somewhere (Sofia Coppola, 2010)
    97.    Adopción (Márta Mészáros, 1975)
    96.    Los encuentros de Ana (Chantal Akerman, 1977)
    95.    Ritual in Transfigured Time (Maya Deren, 1946)
    94.    News from Home (Chantal Akerman, 1977)
    93.    Red Road (Andrea Arnold, 2006)
    92.    Crudo (Julia Ducournau, 2016)
    91.    Una mujer en África (Claire Denis, 2009)
    90.    Aquel excitante curso (Amy Heckerling, 1982)
    89.    Las playas de Agnès (Agnès Varda, 1977)
    88.    Los silencios del palacio (Moufida Tlatli, 1994)
    87.    35 rhums (Claire Denis, 2008)
    86.    La bicicleta verde (Haifaa Al-Mansour, 2012)
    85.    Una canta, otra no (Agnès Varda, 1977)
    84.    Portrait of Jason (Shirley Clarke, 1967)
    83.    Algo para recordar (Nora Ephron, 1993)
    82.    At Land (Maya Deren, 1944)
    81.    Una chica vuelve a casa sola de noche (Ana Lily Amirpour, 2014)
    80.    Big (Penny Marshall, 1988)
    79.    Shoes (Lois Weber, 1916)
    78.    La manzana (Samira Makhmalbaf, 1988)
    77.    Tomboy (Céline Sciamma, 2011)
    76.    Girlhood (Céline Sciamma, 2014)
    75.    Meek’s Cutoff (Kelly Reichardt, 2010)
    74.    Chocolat (Claire Denis, 1988)
    73.    En cuerpo y alma (Ildikó Enyedi, 2017)
    72.    Europa Europa (Agnieszka Holland, 1980)
    71.    El clérigo y la caracola (Germaine Dulac, 1928)
    70.    Whale Rider (Niki Caro, 2002)
    69.    La conexión (Shirley Clarke, 1961)
    68.    Eve’s Bayou (Kasi Lemmons, 1997)
    67.    Las hermanas alemanas (Margarethe von Trotta, 1981)
    66.    Ratcatcher (Lynne Ramsay, 1999)
    65.    Leave no Trace (Debra Granik, 2018)
    64.    The Rider (Chloe Zhao, 2017)
    63.    María Antonieta (Sofia Coppola, 2006)
    62.    Días extraños (Kathryn Bigelow, 1995)
    61.    India Song (Marguerite Duras, 1975)
    60.    Ellas dan el golpe (Penny Marshall, 1992)
    59.    The Long Farewell (Kira Muratova, 1971)
    58.    Buscando a Susan desesperadamente (Susan Seidelman, 1985)
    57.    Babadook (Jennifer Kent, 2014)
    56.    Enmienda XIII (Ava DuVernay, 2016)
    55.    Monster (Patty Jenkins, 2003)
    54.    Bright Star (Jane Campion, 2009)
    53.    La mujer sin cabeza (Lucrecia Martel, 2008)
    52.    Lázaro feliz (Alice Rohrwacher, 2018)
    51.    Harlan County, USA (Barbara Kopple, 1976)
    50.    Ultraje (Ida Lupino, 1950)
    49.    Salaam Bombay! (Mira Nair, 1988)
    48.    El síndrome asténico (Kira Muratova, 1989)
    47.    Un ángel en mi mesa (Jane Campion, 1990)
    46.    Los viajeros de la noche (Kathryn Bigelow, 1987)
    45.    El triunfo de la voluntad (Leni Riefenstahl, 1935)
    44.    American Honey (Andrea Arnold, 2016)
    43.    Las vírgenes suicidas (Sofia Coppola, 1999)
    42.    Las aventuras del príncipe Achmed (Lotte Reiniger, 1926)
    41.    Cafarnaúm (Nadine Labaki, 2018)
    40.    Boys Don’t Cry (Kimberly Peirce, 1999)
    39.    Retrato de una mujer en llamas (Céline Sciamma, 2019)
    38.    Paris Is Burning (Jennie Livingston, 1990)
    37.    Olympia (Leni Riefenstahl, 1938)
    36.    Wendy and Lucy (Kelly Reichardt, 2008)
    35.    Matrix (Lana and Lilly Wachowski, 1999)
    34.    Morvern Callar (Lynne Ramsay, 2002)
    33.    En realidad, nunca estuviste aquí (Lynne Ramsay, 2017)
    32.    El portero de noche (Liliana Cavani, 1974)
    31.    Los espigadores y la espigadora (Agnès Varda, 2000)
    30.    Zama (Lucrecia Martel, 2017)
    29.    La boda del monzón (Mira Nair, 2001)
    28.    La felicidad (Agnès Varda, 1965)
    27.    Selma (Ava DuVernay, 2014)
    26.    Stories we Tell (Sarah Polley, 2012)
    25.    La casa es negra (Forugh Farrokhzad, 1963)
    24.    Lady Bird (Greta Gerwig, 2017)
    23.    El autoestopista (Ida Lupino, 1953)
    23.    Tenemos que hablar de Kevin (Lynne Ramsay, 2011)
    21.    Winter’s Bone (Debra Granik, 2010)
    20.    Clueless (Fuera de onda) (Amy Heckerling, 1995)
    19.    Orlando (Sally Potter, 1992)
    18.    American Psycho (Mary Harron, 2000)
    17.    Pascualino Siete Bellezas (Lina Wertmüller, 1975)
    16.    Wanda (Barbara Loden, 1970)
    15.    La ciénaga (Lucrecia Martel, 2001)
    14.    Le llaman Bodhi (Kathryn Bigelow, 1991)
    13.    Sin techo ni ley (Agnès Varda, 1985)
    12.    La hora más oscura (Kathryn Bigelow, 2012)
    11.    La ascensión (Larisa Shepitko, 1977)
    10.    Daughters of the Dust (Julie Dash, 1991)
    9.    Fish Tank (Andrea Arnold, 2009)
    8.    Toni Erdmann (Maren Ade, 2016)
    7.    En tierra hostil (Kathryn Bigelow, 2008)
    6.    Margaritas (Věra Chytilová, 1966)
    5.    Lost in Translation (Sofia Coppola, 2003)
    4.    Beau travail (Claire Denis, 1999)
    3.    Jeanne Dielman, 23 Quai du Commerce, 1080 Bruxelles (Chantal Akerman, 1975)
    2.    Cléo de 5 a 7 (Agnès Varda, 1962)
    1.    El piano (Jane Campion, 1993)

    Toda la información e imágenes son de CINEMANIA 20 MINUTOS.
    Link original: https://cinemania.20minutos.es/noticias/

  • VIDEOS: Mujeres protestan en la CdMx contra la violencia de género: “¡El violador eres tú!”

    VIDEOS: Mujeres protestan en la CdMx contra la violencia de género: “¡El violador eres tú!”

    Daffne Valdés, Sibila Sotomayor, Paula Cometa y Lea Cáceres, todas de 31 años, decidieron ocupar el espacio público para visibilizar, con una fórmula de alto impacto y provocación, la violencia estructural que viven las mujeres en Chile. En varios puntos del mundo, mujeres replican este viernes el performance “Un violador en tu camino”. 

    Cientos de mujeres se reunieron en el corazón de la Ciudad de México para participar en la intervención “Un violador en tu camino”, performance que nació en Chile para protestar contra la violencia de género.

    En varios puntos del planeta mujeres han participado este mismo día en la misma intervención. Madrid, España, Berlín, Alemania, París, Francia, Ecatepec, en el Estado de México, son algunos de los sitios en los que se ha llevado a cabo.

    En la Ciudad de México, el performance estuvo precedido por una marcha que arrancó en Bellas Artes.

    La protesta. Foto: Montse Soriano, SinEmbargo.

    Son cuatro amigas de Valparaíso, se presentan en Instagram como un “colectivo interdisciplinario de mujeres” llamado Lastesis, y fueron las creadoras de la aplaudida y viralizada intervención “Un violador en tu camino”, que representaron unas 200 mujeres en varios espacios públicos de Santiago en el marco del Día mundial contra la violencia machista. Con los ojos vendados y a ritmo de una base electrónica, bailan y cantan la letra todas a una:

    “El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer. Y nuestro castigo es la violencia que ya ves: es femicidio, impunidad para mi asesino, es desaparición, es la violación”.

    Daffne Valdés, Sibila Sotomayor, Paula Cometa y Lea Cáceres, todas de 31 años, decidieron ocupar el espacio público para visibilizar, con una fórmula de alto impacto y provocación, la violencia estructural que viven las mujeres en Chile (y en el mundo) y que desde hace más de 40 días, con el contexto del estallido social, se ha agudizado de forma notable, con varias denuncias que acusan a militares o carabineros de haber cometido actos de violencia sexual durante el transcurso de las protestas en el país.

    Las cuatro mujeres –vinculadas al mundo de las artes escénicas, el diseño, la historia y el diseño de vestuario– convocaron a través de Instagram a “mujeres y disidencias” e invitaron a quienes quisieran acompañar sin intervenir a “asistir como círculo de contención/campo de fuerza”.

    Para participar bastaba sólo la convicción feminista que defiende el mensaje del texto y vestirse con “atuendo de noche/fiesta (‘glam’, brillo, flúor, lo que para ustedes sea nocturno), llevar una venda negra translúcida (ej. gasa, red, malla) y la letra de la canción impresa y/o aprendida”. Para facilitar el ensayo, difundieron el enlace de unas imágenes de la performance en Youtube.

    BERLÍN:

    MADRID:

    CDMX:

    PARÍS:

    Toda la información e imágenes son de SIN EMBARGO.
    Link original: https://www.sinembargo.mx/29-11-2019/3687428?fbclid=IwAR3-YS0ZFuzYEKZD_pc8eA5wxLjqXLHfeQdvBOQYdhlLsmKRD7WFihJ5H-I

  • ‘Un violador en tu camino’ suena en Madrid, Bogotá y otras ciudades del mundo

    ‘Un violador en tu camino’ suena en Madrid, Bogotá y otras ciudades del mundo

    “El violador eres tú”, un grito de protesta creado por el colectivo feminista chileno Lastesis fue replicado en varias ciudades a nivel mundial este viernes. El colectivo hizo un llamado a través de su cuenta de Instagram para que la intervención titulada Un violador en tu camino fuera replicada en otros lugares de Chile.

    La convocatoria llegó a varias ciudades de Latinoamérica y Europa. Como mencionó el colectivo a Verne, la idea era que cada lugar pudiera adaptar la letra a su lugar o territorio. En España, la intervención se hizo frente al Arco de Triunfo en Barcelona y en la plaza del Museo Reina Sofía en Madrid.

    En París, un colectivo feminista realizó esta intervención en francés. “Le violeur c’est toi”, se escucha a las mujeres frente a la torre Eiffel. En Reino Unido, se hizo una intervención en Bristol y en Londres. En América Latina, las mujeres realizaron esta coreografía en Bogotá y en varias ciudades de Chile. En México, la intervención se hará en el Zócalo de la capital.

    El pasado 25 de noviembre, durante las protestas en Chile por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, decenas de mujeres realizaron esta coreografía, que se hizo popular en varios lugares del mundo. Un violador en tu camino forma parte de un performance contra la violencia de género contra las mujeres creada por lcuatro chilenas de Valparaíso.

    https://twitter.com/chilenosnmadrid/status/1200416599578206208?s=20

    https://twitter.com/imandroide/status/1200468687741956096?s=20

    https://twitter.com/VirgiCocina/status/1200472876970844161?s=20

    Toda la información e imágenes son de VERNE.
    Link original: https://verne.elpais.com/verne/2019/11/29/mexico/1575056631_964160.html?ssm=FB_MX_CM&fbclid=IwAR0bBdVkIkMsVSKFzjHoi-sfQa4LyKMvN77jN_J92WCdjVSxf9p9UV7JA2w

  • Pedir favores sexuales a cambio de calificaciones es violencia de género: UNAM

    La máxima casa de estudios pidió a los estudiantes que denuncien y advirtió que solo podrán intervenir cuando haya una queja formal ante el protocolo atención a casos de violencia de género.

    La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reconoció que pedir favores sexuales a cambio de mejorar las calificaciones, reprobar o aprobar una materia, u obtener un trato especial, es violencia de género, por lo que pidió a sus estudiantes que denuncien y advirtió que la UNAM solo podrá intervenir cuando haya una queja formal ante el protocolo atención a casos de violencia de género.

    A través de un video que distribuye en redes sociales, la institución explica que la violencia de género puede ocurrir en contra de cualquier persona, pero que es más frecuente que las víctimas sean mujeres.

    «Insinuaciones u observaciones marcadamente sexuales. Pedir favores sexuales a cambio de subir una calificación, aprobar una materia o una promesa de cualquier tipo de trato preferencial. Amenazar a una persona de reprobarla, bajar de puesto o cuestiones similares si no se mantiene un contacto sexual».

    Señala que la denuncia es importante para tener registro del número de casos de violencia, se ayuda a desnaturalizar el fenómeno y se puede identificar a un mismo agresor.

    Para activar el protocolo para atender los casos de violencia de género que se viven en la institución, se requiere que los hechos hayan ocurrido dentro de las instalaciones de la UNAM o en espacios de ésta, como el Pumabús, que el agresor sea integrante de la comunidad, y que exista una relación académica, laboral o entre pares, como las que existen entre profesores y alumnas o entre estudiantes.

    Advierte que para que la UNAM intervenga es necesario que se presente una queja formal, que en caso de que la víctima sea menor de edad, se le dará aviso a un adulto, y que las denuncias se pueden presentar en cualquier momento.

    ¿Cuáles son los delitos sexuales?


    Los delitos sexuales han incrementado un 19% en el último año, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
    Las expertas en el tema consideran que las agresiones sexuales inician con el acoso, que consiste en miradas lascivas, piropos o “perseguir” a una persona.

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://sanluis.eluniversal.com.mx/nacion/27-11-2019/pedir-favores-sexuales-cambio-de-calificaciones-es-violencia-de-genero-unam

  • Contra las mujeres que quieren cambiar el mundo

    Contra las mujeres que quieren cambiar el mundo

    Ante el avance de la diversidad, la reacción de quienes están en el poder se ha tornado cada vez más virulenta y las mujeres han sido uno de los principales objetivos de esa brutalidad.

    A más de un año del asesinato de Marielle Franco, concejala de Río de Janeiro, aún no se conoce a sus asesinos. Durante este tiempo, tanta sospechosa desidia en la investigación solo ha alimentado la teoría de que detrás del crimen hay intereses muy poderosos: agentes del Estado, policía militar y hasta el propio presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y uno de sus hijos.

    Marielle era un lastre para las aspiraciones del nuevo mandatario brasileño: afrodescendiente nacida en un favela, feminista y anticapitalista, tenía una agenda que consistía en pelear por los derechos de los oprimidos. En marzo de 2018, la mataron por ser una de las voces más persistentes en denunciar a grupos paramilitares que operan como crimen organizado en las favelas de Río. No le perdonaron querer cambiar la política desde adentro.

    Las ejecuciones, amenazas y marginalización contra mujeres y disidencias funcionan como advertencias. El hecho de que las mujeres hayan pasado de la sumisión al cuestionamiento y a la acción en la vida pública de Latinoamérica hace que la violencia sea aún mas salvaje contra ellas. Denunciar, visibilizar y defender esas voces que son un peligro para el statu quo son hoy acciones urgentes y necesarias. Ante el avance de la diversidad, la reacción de quienes están en el poder —estatal o fáctico— se ha tornado cada vez más virulenta.

    Es lo que tienen en común el asesinato de Franco, la amenaza y ejecución de defensores de la tierra como Berta Cáceres o el acoso a periodistas como Lydia Cacho, que denuncian crímenes como la trata de personas y confrontan al poder. Son operaciones diseñadas para acallarlas.

    La violencia se ha ensañado con los nuevos sujetos políticos —las mujeres, los indígenas y las disidencias sexuales— porque han empezado a disputar y ocupar cuotas de poder para representar los intereses de sus comunidades y ponerlos en el centro de las políticas públicas. Pero quizás, en la política del siglo XXI, las mujeres sean uno de los principales objetivos de esta brutalidad.

    Si Marielle cayó enfrentándose al poder político y militar de su país, la hondureña Berta Cáceres —quien se opuso a la construcción de un proyecto hidroeléctrico en el río Gualcarque— y otros cientos de luchadores medioambientales han sido asesinados en Latinoamérica por poner el cuerpo para alterar los planes de depredación de los grandes intereses económicos. Pese a la falta de protección de sus gobiernos, aún resisten mujeres como la campesina peruana Máxima Acuña, quien sigue defendiendo las lagunas del avance del proyecto minero Conga, que la intimida y ataca.

    En el periodismo, las investigaciones de Cacho han señalado directamente a altos mandos políticos mexicanos en una red de trata de personas. Y eso no se lo perdonan. Tampoco que sea una mujer. Al poco tiempo de publicar sus investigaciones, Cacho fue detenida arbitrariamente, torturada y sus derechos, violados, según condenó la ONU. Eso no impidió que este año, entraran a su casa para saquearla y matar a sus perros.

    Las formas de intimidar mujeres activistas son muy específicas, de ahí que tantos ataques a la libertad de expresión y asesinatos políticos sean a la vez feminicidios y casos de violencia de género. Durante las movilizaciones en Chile, se hicieron públicas decenas de casos de abusos y violación sexual a mujeres por parte de carabineros y militares.

    El acoso es físico pero también político, laboral y económico; aquellas que confrontan a las fuerzas hegemónicas se arriesgan al desprestigio constante a través de las redes sociales, así como a intentos de silenciamiento que promueven los círculos machistas y el veto en sus profesiones, más aún si ostentan cargos públicos. Lo hemos visto con mandatarias como la brasileña Dilma Rousseff, destituida en un proceso muy cuestionado en 2016, pero ocurre en todos los sectores y escalafones. La última agredida por una turba afín a los ultraderechistas que han tomado el poder en Bolivia fue una alcaldesa del Movimiento al Socialismo (MAS), Patricia Arce, quien fue rapada y embadurnada de pintura roja antes de ser arrastrada por las calles.

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    Credit…Ronaldo Schemidt/Agence France-Presse — Getty Images
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    Centenares de mujeres marcharon en las calles de Santiago, la capital de Chile, el Día de la Mujer, el 8 de marzo.
    Credit…Esteban Félix/Associated Press

    La legisladora más joven de la historia de la Argentina, la recién electa Ofelia Fernández (de 19 años), una de las “pibas” artífices de la Marea Verde por el aborto legal, sufre hoy los embates de un sector de la prensa que ha lanzando contra ella bulos que involucran incluso a su madre. “Qué miedo les da una pibita”, respondió en sus redes.

    Se ha declarado la guerra a esta nueva energía rebelde que defiende las lagunas, los bosques, la diversidad sexual y los cuerpos de las mujeres. En estas décadas, el activismo femenino ha hecho de Latinoamérica un lugar un poco más progresista y justo: de Argentina a Chile —fueron mujeres las primeras en ocupar el metro en Santiago—, las pibas han liderado una pequeña revolución que consiste en no conformarse.

    Esta es la hora en que esas otras, otros y otres se levanten también para repensar el poder. Se trata de imaginar otras alternativas de movilización, de participación y de gobierno.

    Quizás una solución sería forjar, como dice la académica Rita Segato, una “politicidad en clave femenina”. Ejemplo de ello es el flamante Parlamento de Mujeres en Bolivia, un espacio autónomo para la reflexión y la búsqueda de soluciones democráticas, promovido por el colectivo Mujeres Creando, en plena ola de violencia institucional y en la zozobra de la crisis social y política boliviana. Esos espacios de debate brotan y se multiplican también de Santiago a Quito, de Río de Janeiro a Puerto Príncipe, de Ciudad de México a Lima. Y ya corren llamamientos a la creación de un gran proyecto de organización global entre mujeres y disidencias, una especie de Internacional Feminista que luche por frenar el avance de la ultraderecha.

    No sabemos si es la solución a tantas amenazas a las mujeres que le hablan de frente al poder y lo cuestionan y desnudan, pero es un primer paso esperanzador para cambiar de una política de unos cuantos a una de todos los ciudadanos.

    Credit…Carl De Souza/Agence France-Presse — Getty Images

    Gabriela Wiener es escritora y periodista peruana. Es autora de los libros SexografíasNueve lunasLlamada perdida y Dicen de mí.

    Toda la información e imágenes son de NYTIMES.
    Link original: https://www.nytimes.com/es/

  • Cómo detectar los primeros signos de violencia en una relación

    Cómo detectar los primeros signos de violencia en una relación

    Hace algunos años, comenzamos a utilizar la imagen de un iceberg para hablar de la violencia de género. Se trata de una imagen muy gráfica que nos ayuda a entender que, detrás del maltrato y los asesinatos de mujeres, a menudo existen multitud de comportamientos más sutiles que también se incluyen dentro de lo que entendemos por maltrato, pero que pueden resultar más difíciles de identificar. Hablamos del lenguaje, el humor o la publicidad sexista, del chantaje emocional, los desprecios y las humillaciones, pero también de otros gestos más pequeños que se pueden dar en el marco de una relación y que podemos aprender a identificar antes de que vayan escalando posiciones en este iceberg de la violencia de género.

    El control

    Ninguna relación sana debería basarse en el control de una persona sobre la otra. Si nuestra pareja pretende controlar nuestra forma de vestir, nuestro dinero, si vigila quién nos llama o quien nos escribe por el móvil –incluso cogiendo el teléfono y revisándolo directamente– o si pretende saber en todo momento dónde estamos, con quién y qué estamos haciendo, deberíamos estar alerta y ponerle freno. Recordemos también que los celos son otra forma de control, no una muestra de amor como durante mucho tiempo se han empeñado en repetirnos.

    El aislamiento

    Las parejas enriquecen nuestras vidas, pero no deberían convertirse en el centro de nuestro universo ni mucho menos separarnos de las personas que formaban parte de nuestro círculo más cercano antes de su llegada. Si sentimos que nos está alejando de nuestras amistades o de nuestra familia, debemos tomárnoslo como una señal de alarma. A veces, este tipo de actitudes pueden ir enmascaradas en forma de excusas como “no me caen bien”, o se pueden manifestar de forma directa, impidiéndonos que veamos a estas personas. Si estamos inmersas en una situación de violencia, estar solas nos hará más vulnerables y dependientes, por lo que es muy importante mantener a nuestro lado a esa red de personas que nos quieren y nos protegen por encima de todo.

    El desprecio

    Puede que desde fuera estos comportamientos se perciban fácilmente como signos de maltrato, sin embargo, desde dentro de la relación, puede resultar más difícil identificarlos. Una de las cosas que más nos pueden ayudar a percibir estos indicios es preguntarnos a nosotras mismas cómo nos hacen sentir las actitudes de nuestra parejasi nos hace sentir inferiores a él, si ignora o menosprecia nuestros sentimientos, comentarios e ideas –hasta el punto que hemos dejado de expresarlas libremente cuando estamos con él–, si nos ridiculiza o humilla –ya sea en público o en privado– o si nos hace sentir culpables por todo tipo de cosas, esa persona no nos está demostrando su amor, sino tratándonos con violencia. Herramientas como este test también pueden ser útiles para identificar algunos de estos signos.

    El chantaje emocional

    Nuestra pareja puede ser una de las personas que mejor nos conoce, por eso, se puede valer de este conocimiento para manipularnos o hacernos sentir mal con nosotras mismas. El chantaje emocional tiene como finalidad someternos a la voluntad de quien nos chantajea, lo que afecta a nuestra autoestima, puede hacernos sentir culpables o hacer que dudemos de nosotras mismas. El chantaje emocional se puede manifestar en forma de promesas de lo que hará por nosotras si accedemos a hacer lo que él nos dice, de manera pasivo-agresiva haciéndose el mártir o en forma de amenazas.

    Las amenazas

    Cuando nuestra pareja nos amenaza verbal o físicamente, a menudo puede ser el paso previo al maltrato físico. Si nos amenaza como respuesta a algo que hemos hecho o que vayamos a hacer, o si nos sentimos intimidades en su presencia, deberíamos pedir ayuda. No podemos aceptar vivir con alguien que nos genera miedo e inseguridad.

    Cuando estemos en alguna de estas situaciones, es importante reaccionar a tiempo, pero no siempre tenemos la fuerza para hacerlo o nos somos capaces de darnos cuenta de hasta qué punto estamos sufriendo violencia. Por eso, es importante apoyarnos en nuestros amigos y en nuestra familia o saber que podemos pedir ayuda a servicios como el teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico 016. Si por el contrario, crees que alguna mujer que conoces puede estar sufriendo maltrato, el Ministerio de Igualdad recomienda lo siguiente:

    Es importante que comprendas la complejidad de la violencia de género. En numerosas ocasiones son las propias víctimas las que se oponen a denunciar a su agresor por diversas razones, entre las que se pueden incluir el miedo, la culpabilidad, la vergüenza, la falta de redes de apoyo social o familiar o la dependencia económica del agresor. Esta resistencia puede provocar incomprensión en el entorno, por lo que la ayuda que personas cercanas (familiares, amistades, compañeros de trabajo) podáis brindarle es esencial.
    Te recomendamos que no la presiones y le hagas saber que estás ahí para apoyarla. Trata de comprenderla y no la juzgues. Intenta hablar con ella de sus sentimientos, del maltrato, del control que ejerce su pareja y de la oportunidad de empezar a vivir sin miedo y en un ambiente libre de violencia.

    Toda la información e imágenes son de FREEDAMEDIA.
    Link original: http://freedamedia.es/2019/11/25/como-detectar-los-primeros-signos-de-violencia-en-una-relacion/?fbclid=IwAR3cKQAZU3PTUgqE0T6Rhr-Q_Q2y-vb84DngBUP6CSj0NYGgRH6d1HPJ4XEI

  • Cada dos horas se asesina a una mujer en México: Amnistía Internacional

    La consejera de Amnistía Internacional dio a conocer que a nivel global una de cada tres mujeres han vivido violencia física y sexual a lo largo de su vida.

    Amnistía Internacional dio a conocer que cada dos horas y media una mujer es asesinada en México.

    De acuerdo con Marta Martin-Roldán, doctora en derecho y maestra en criminología y políticas públicas en la Universidad Pompeu Fabra, esta violencia se extiende en todo el país, su alcance es global y llega incluso a las cárceles del país, en donde se agudiza la violencia física y sexual en contra de las mujeres de escasos recursos.

    Al participar en el VI Coloquio de Reinserción Social: Situación de las Mujeres en el Sistema Penitenciario, organizado por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, la consejera de Amnistía Internacional dio a conocer que a nivel global una de cada tres mujeres han vivido violencia física y sexual a lo largo de su vida

    Mientras, 66.7 por ciento de las mujeres en el país han sufrido algún tipo de violencia por lo menos una vez en su vida, y uno de los sectores más vulnerables y propensos a sufrir violencia generalizada son las mujeres extranjeras, las indígenas, las reclusas y transgénero.

    “La violencia de género es extensa en cuanto a las formas, comentarios machistas, acoso en espacios laborales, feminicidios, que son la forma más grave de violencia de género. La violencia de género es una violación a los derechos humanos que hace que incluso las personas que provienen de situaciones de marginación caigan en si sistema penitenciario perpetrando y agudizando esta espiral de violencia”, dijo Marta Martin-Roldán.

    Durante su intervención, la consejera de Amnistía Internacional explicó que ya en prisión, las mujeres son abandonadas más frecuentemente por sus familiares y quedan más vulnerables a cualquier tipo de violencia.

    En el sistema penitenciario en México, sólo 5.2 por ciento son mujeres, mientras que 6.9 por ciento de las mexicanas se encuentra privada de su libertad.

    También explicó que el sistema penitenciario no toma en cuenta las necesidades de las mujeres y que la violencia de género tiene una relación directa con la privación de la libertad, como es el caso de las mujeres que van a la cárcel por la tipificación del aborto como un crimen.

    “El sistema judicial no toma en contexto que las mujeres cometen el homicidio en defensa de otros abusos”, detalló Marta Martín-Roldán.

    Toda la información e imágenes son de REPORTE ÍNDIGO.
    Link original: https://www.reporteindigo.com/reporte/

     

  • El exdirector de Amazon en México, principal sospechoso del asesinato de su exesposa

    El exdirector de Amazon en México, principal sospechoso del asesinato de su exesposa

    Abril Pérez Sagaón había denunciado a su marido por intento de homicidio en enero pero un juez lo dejó en libertad. Este lunes recibió dos disparos en un coche en el que viajaban también dos de sus hijos.

    Cuando el hijo mediano escuchó la pelea, su padre estaba a punto de degollar a su madre con una navaja en el cuarto de al lado. Era enero de este año. Abril Pérez Sagaón estuvo a punto de morir asesinada por su entonces marido, Juan Carlos García, exdirector de la filial mexicana de Amazon y director de comercio digital de la multinacional de electrodomésticos Elektra. Y aunque no eran los primeros golpes y amenazas que recibía, sí fue la primera vez que decidió gritar basta. Una decisión mucho más que valiente en México, donde al menos ocho de cada 10 casos permanece impune, según los datos de transparencia. Pérez Sagaón hizo lo que podía legalmente. Y este lunes 25 de noviembre fue asesinada de dos balazos en la cabeza y en el cuello mientras viajaba en un coche por la capital. Sus hijos adolescentes vieron todo desde los asientos de atrás.

    Abril Pérez ya no vivía en la Ciudad de México desde que su exmarido había intentado asesinarla. Huyó a Monterrey con su familia y desde allí inició el proceso de divorcio y continuó el proceso penal por intento de homicidio. García fue detenido y poco después liberado. El testimonio de Pérez y del hijo mediano de ambos, que presenció todo, no fue suficiente para que el juez del Tribunal Superior de Justicia de la capital Federico Mosco González lo considerara como intento de feminicidio y reclasificó el delito a violencia intrafamiliar y lesiones. Una modificación que convirtió a un presunto asesino en un hombre que, mediante fianza, pudo librar la cárcel. El juez es conocido también en la capital por haber liberado a un médico acusado de violar a una paciente en 2018, lo exculpó de ese delito pero sí reconoció que hubo abuso sexual, para el que en ese caso no exigía pena de cárcel.

    Después de 11 meses de batallas legales contra su agresor y exmarido, de divorciarse y lograr la custodia de sus tres hijos, todavía seguía peleando por demostrar que ese hombre había intentado asesinarla. Esta semana había acudido a la capital para realizarse una prueba psicológica que formaba parte del proceso de apelación contra García. La defensa de su exmarido había sido informada de esto, «y es muy posible que él también supiera que ella estaba en la ciudad», cuenta por teléfono un miembro de la familia, que prefiere no dar su nombre.

    El que fuera el elegido de Amazon para inaugurar en México su filial en 2015, tenía una orden de alejamiento. Pero la familia de Pérez está convencida de que él mandó matarla. «Tiene suficiente dinero como para contratar a un sicario. A nosotros no nos cabe duda de que fue él. Por cómo sucedieron las cosas, porque ya lo había intentado antes y porque sabemos cómo es», cuenta el familiar. La fiscalía de la capital maneja estos días esta línea de investigación. Pero García se encuentra en paradero desconocido. «Probablemente esté desde hace tiempo fuera de México», apunta la familia.

    García se convirtió en el director de Amazon en su división de México y ocupó el puesto durante dos años y medio, según su perfil de Linkedin. Unos años antes, había fundado las startups de ventas en Internet Decompras.com y PlazaVIP.com que después vendió a Terra Networks y Grupo Carso. También fue, durante dos años, vicepresidente de comercio electrónico para Walmart México. Y durante el presunto homicidio de su esposa ocupaba el puesto ejecutivo como director de ventas web de Elektra.

    El día que la asesinaron iba con sus dos hijos menores y su abogado en un coche rumbo al aeropuerto de la capital. Había terminado los trámites que requería en ese momento el proceso judicial e iba a regresar a Monterrey. Estaba sentada en el lugar del copiloto. Y alrededor de las 17.30 horas, un hombre en una moto alcanzó su ventanilla y disparó directamente a su cabeza, otro balazo alcanzó su clavícula. Ni el conductor, que era su abogado, ni sus hijos recibieron un disparo. «El ataque fue totalmente dirigido hacia ella. Y el único enemigo que tenía en su vida era él», señala el familiar. Después de más de seis horas, los médicos no pudieron salvarla. Y falleció cerca de la media noche.

    El caso de Abril ha indignado a un país donde mueren asesinadas 10 mujeres al día, unas cifras que no han dejado de crecer desde que se tienen registros y que no se pueden relacionar con la violencia del narco y la generalizada del país, que también ha alcanzado cifras históricas este año. Mientras en 2012 los homicidios descendían, los feminicidios se mantenían como un drama estructural que no le ha dado tregua a la mitad de la población. El día que la asesinaron, en la calle principal de la capital, unas 3.000 mujeres protestaban contra la violencia de género.

    Con motivo del día mundial contra este tipo de violencia, miles de manifestantes enfurecidas pintaban estatuas y destrozaban a martillazos marquesinas y mobiliario urbano ante la estupefacción y críticas de muchos otros por sus «métodos violentos» de hacer justicia. Al mismo tiempo, en otra calle no muy lejos de ahí, a una madre le pegaron un tiro en la cabeza y otro en la clavícula mientras viajaba con sus hijos en un coche hacia el aeropuerto. Una mujer que había denunciado a su exmarido por intento de homicidio en enero y que continuaba con la batalla legal para demostrar que ese hombre podía intentar matarla de nuevo. «Temo por mi vida», le había dicho al juez. Ahora el exesposo de Abril Pérez Sagaón es el principal sospechoso del feminicidio de su exmujer. Y para que la justicia de este país lo busque, han hecho falta esos dos balazos.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/sociedad/2019

  • “Un violador en tu camino” de Chile se replicará en el Zócalo de la CDMX

    “Un violador en tu camino” de Chile se replicará en el Zócalo de la CDMX

    El performance se hará a las 17:00 horas en el Zócalo; participantes deben cubrir sus ojos con cintas negras y portar pañuelos verdes o morados.

    La Colectiva Aquelarre Violeta y Marea Verde convocan a mujeres a participar en “Un violador en tu camino”, performance realizado el 25 de noviembre en Chile con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que ha dado la vuelta al mundo.

    La convocatoria señala que la breve acción se realizará el viernes 29 de noviembre a las 17 horas en el Zócalo de la CDMX, pero será necesario que las participantes cumplan con algunos requisitos.

    Requisitos para participar en Un violador en tu Camino

    Convocatoria para México.Colectiva Aquelarre Violeta

    Si bien la acción se realizará a las 17 horas en el Zócalo, esta comenzará a prepararse dos horas antes en la Alameda Central. Al lugar las participantes deberán llevar una cinta negra para cubrirse los ojos y portar algún pañuelo verde o morado, símbolos de la interrupción legal del embarazo y feminismo.

    La reunión previa establecida a las 15:30 horas en la Alameda Central busca que la acción sea coordinada, por lo que se ensayará la coreografía y la letra de la pegajosa canción.

    Fuera de la cinta para los ojos y las pañoletas, la convocatoria no establece ninguna vestimenta en especial pero sí demanda que antes hayas leído la letra de la canción, por lo que la compartimos a continuación para comiences a ensayar si quieres participar:

    Letra «Un violador en tu camino» versión México.Marea Verde

    ¿Cómo surgió Un violador en tu camino?

    El pasado 25 de noviembre se llevaron a cabo diversas concentraciones en el marco del Día de Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y Chile no fue la excepción, pues un mensaje que destacó fue el realizado por el colectivo interdisciplinario de mujeres Lastesis.

    Este grupo de mujeres chilenas protestó con una intervención que incluía un canto, música y una coreografía: “Un violador en tu camino”, mismo que se hizo viral por redes sociales debido al intenso mensaje que mandaban al Estado chileno y en un contexto de revueltas sociales.

    Debido al éxito de la intervención, Lastesis emitió una convocatoria por su cuenta de Instagram para que mujeres de diferentes países la realicen este 29 de noviembre y compartan por redes sociales. Ellas también se unirán a la acción mundial este viernes en la Plaza Sotomayor de Valparaíso, Chile.

    https://www.instagram.com/p/B5X2BJ2lJ4H/?utm_source=ig_web_copy_link

    Escuelas, ciudades y países se unen

    La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM también hizo un llamado a las mujeres que se quieran unir la intervención que realizarán en dicha escuela. Hasta ahora, se convocó a una reunión organizativa y se espera que por la tarde de hoy se publique la información para llevar a cabo “Un violador en tu camino”.

    Este 29 de noviembre, la intervención también se realizará en otros estados como: en el Zócalo de Chilpancingo, Guerrero; la Alameda Central de Celaya, Guanajuato; el Palacio Municipal de Tampico, Tamaulipas; en el Jardín de las Jacarandas de Aguascalientes; la Plaza de Morelia, Michoacán; en la Plaza de Armas de Guadalajara; y en el Monumento a la Mujer Mazatleca en Sinaloa.

    nivel mundial, hay eventos programados para realizar “Un violador en tu camino” en Puerto Rico, Paraguay, Guatemala, en el Arco del triunfo en Barcelona, España.

    Toda la información e imágenes son de SDP NOTICIAS.
    Link original: https://www.sdpnoticias.com/local/cdmx/un-violador-en-tu-camino-convocatoria-zocalo-cdmx-que-debo-llevar.html?fbclid=IwAR3JgBk7tqP4LF9Zb1sPSQA2HlHBpXgANYQ1xMZ9EuIuupndCJlETfp9tF4