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  • La Suprema Corte despenaliza el aborto en México a nivel federal

    La Suprema Corte despenaliza el aborto en México a nivel federal

    La marea verde en México ha conseguido este martes una nueva conquista. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha despenalizado el aborto a nivel federal en todo el país. Esta decisión unánime del máximo tribunal obliga a las instituciones de salud pública federales, como son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o Pemex, a ofrecer el servicio de forma gratuita. Además, indica la resolución de la Corte, en ningún caso el personal médico podrá ser criminalizado. Esta decisión es un escalón más hacia la libertad de interrumpir el embarazo, después del precedente histórico de 2021.

     

    Hace justo dos años que la Suprema Corte apuntaló el curso de la lucha feminista. El tribunal dictaminó que ninguna mujer podía ir a la cárcel por abortar, por lo que obligaba a los jueces a desechar el caso penal cuando llegaba a sus manos. Además, la SCJN ordenó al Estado de Coahuila —donde se había presentado la acción de inconstitucionalidad— a cambiar su código penal. Este paso debía ser el primero para que el resto de entidades de México retirara de sus legislaciones las penas por interrumpir el embarazo, puesto que el máximo tribunal de México impide sancionarlo. Sin embargo, el avance ha sido muy irregular desde entonces y solo 11 Estados, de los 32, habían modificado sus legislaciones.

    Este martes, gracias a un amparo de la organización feminista Gire, la Primera Sala de la Corte resolvió: “Es inconstitucional el sistema jurídico que penaliza el aborto en el Código Penal Federal, ya que viola los derechos humanos de las mujeres y personas con capacidad de gestar”. Esto supone varios avances, por un lado, ya no es solo que no se pueda criminalizar el aborto, sino que las instituciones federales de salud deben prestar el servicio. Esta era una de las principales batallas de las organizaciones de derechos de las mujeres.

    Además, implica modificar el Código Penal Federal para eliminar el delito de aborto, que está definido en el artículo 329 como “la muerte del producto de la concepción en cualquier momento de la preñez”, y que contempla una pena de uno a tres años para los que “hagan abortar a una mujer”, aunque sea con su consentimiento. También incluía inhabilitaciones de dos a cinco años para los médicos que lo practicaran.

    “Este es el mayor avance que hemos conseguido en esta lucha”, señala a EL PAÍS Isabel Fulda, subdirectora de Gire. Por un lado, suprimir el delito de aborto del código federal “envía un mensaje” y “quita el estigma”, apunta Fulda, pero también era clave porque ese era el argumento bajo el que no se estaban practicando las interrupciones del embarazo en los centros médicos públicos.

    “Que estuviera en el código penal federal se usaba como razón para negar el acceso en estas instituciones, el personal de salud se negaba a practicar abortos”, explica la activista, en función de los numerosos casos que ha acompañado Gire, “ahora se abre la puerta a estos servicios en las instituciones federales que son las que atienden a la mayor parte del país: alrededor del 70% de la población tiene IMSS, ISSSTE o IMSS Bienestar”.

    Así, hace dos años que se ganó la batalla contra la criminalización, para que no haya en las cárceles mujeres por abortar. Ahora se está fraguando el verdadero acceso al aborto. “La implementación sigue siendo el gran pendiente”, afirma Fulda, “porque hay una gran brecha entre que esté permitido abortar y que realmente se pueda hacer”, explica la activista, que nombra la necesidad de insumos y de capacitación para el personal médico.

    La lucha tampoco ha terminado a nivel judicial. En México se permite un acceso parcial al aborto, en la mayoría de los casos hasta las 12 semanas de embarazo, en Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz —donde estaba aprobado antes de la decisión de la Corte de 2021—, y a raíz de la resolución del tribunal se aprobó en Coahuila, Baja California, Colima, Sinaloa, Guerrero, Baja California Sur y Aguascalientes, este último hace apenas una semana gracias a un amparo también de Gire. Ahora falta el resto.

    La organización feminista, explica su subdirectora, tiene ya presentados otros 21 amparos para los Estados que faltan por modificar su código penal. Isabel Fulda explica que eso puede provocar un efecto dominó para que los Congresos locales se adelanten y quiten el aborto de la legislación, o también puede ser al contrario: “A los Estados más conservadores les ayuda que sea la Suprema Corte quien les obligue porque así no asumen ellos el coste político”.

    El faro en el horizonte es Colombia. Las organizaciones feministas colombianas consiguieron despenalizar el aborto hasta las 24 semanas, y ahora trabajan para eliminar este delito por completo de los códigos penales. “Lo de hoy ha sido un avance enorme, histórico, pero sigue acotado”, dice Fulda, “el horizonte es que el aborto salga por completo de los códigos y se regule como un servicio de salud”.

  • Tres de cada 10 mujeres indígenas han sido discriminadas: Conapred

    Tres de cada 10 mujeres indígenas han sido discriminadas: Conapred

    El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) resaltó que resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis 2022), indican que todavía persisten estereotipos por origen étnico en el país, debido a que tres de cada 10 mujeres indígenas en este rango de edad señalaron haber vivido algún acto de discriminación.

    En el Día Internacional de la Mujer Indígena, llamó a reforzar las acciones para lograr la inclusión social de esta población, debido a que aun enfrentan prácticas discriminatorias en distintos ámbitos, entre ellos, el transporte público, la escuela, el trabajo e incluso, dentro de sus propias familias.

    Las mujeres indígenas mayores de 12 años de edad que participaron en la Enadis 2022 señalaron que estos espacios son en los que más percibieron actos discriminatorios.

    El estudio indica que las situaciones mayormente asociadas a la discriminación son rechazo, exclusión de actividades sociales, miradas incómodas, insultos y burlas, así como amenazas o empujones.

    Además, nueve de cada 10 personas indígenas de 6 años de edad o más se ubican en los estratos socioeconómicos más bajos, 53.6 por ciento en el bajo y 37.7 por ciento en el medio bajo.

    Asimismo, dos de cada tres mujeres que se autoadscriben indígenas residen en localidades no urbanas (66.5 por ciento), es decir, viven en una comunidad con una población menor a 15 mil habitantes.

    En la región sursureste de México se ubica la mayor parte de la población de mujeres reconocidas como indígenas.

    En particular, la distribución por entidad federativa donde se encuentran las mayores poblaciones de mujeres indígenas son Oaxaca (15.7 por ciento), Veracruz (12.2 por ciento), Puebla (8.7 por ciento), Guerrero (8.2 por ciento) y estado de México (7.9 por ciento).

    Los datos anteriores muestran una alta prevalencia de prejuicios, estereotipos, actitudes de rechazo y discriminación hacia las mujeres indígenas, por ello el Conapred exhorta a deconstruir estas conductas, y en su lugar avanzar para lograr una sociedad más incluyente.

    “Ser mujer indígena es motivo de orgullo e identidad, porque todas las personas son diferentes e iguales en derechos”, precisó el Conapred.

  • El 85% de las mujeres con síntomas de menopausia no recibe una terapia eficaz

    El 85% de las mujeres con síntomas de menopausia no recibe una terapia eficaz

    La mitad del planeta ha pasado, pasa o pasará por la menopausia. Alrededor de los 50 años, la actividad ovárica de la mayoría de las mujeres cesa, la menstruación desaparece, se dejan de generar hormonas reproductivas y se produce una pérdida irreversible de la fertilidad. Pero, pese a su impacto en el ciclo vital de cualquier mujer, la menopausia sigue rodeada de incógnitas científicas y de estigma y silencio en la calle. Una revisión científica publicada en la revista Cell ha repasado la evidencia disponible sobre la biología y las consecuencias de la menopausia y ha encontrado lagunas de conocimiento en por qué ocurre, cómo se manifiesta y cuál es el mejor abordaje terapéutico de los síntomas, como los sofocos, la sequedad vaginal o los cambios en el estado de ánimo. Aunque no se trata de un camino tortuoso para todas, este proceso vital puede llegar a ser incapacitante para muchas, señalan los autores. Y advierten de que más del 85% de las mujeres con síntomas menopáusicos no reciben un tratamiento eficaz y aprobado por las agencias reguladoras para tratarlos.

    “El reconocimiento de que la menopausia, para la mayoría de las mujeres, es un evento biológico natural, no exime del uso de intervenciones para aliviar los síntomas”, exponen los científicos en el artículo de Cell. Ellos han repasado todo lo que la ciencia sabe —y lo que no sabe— sobre la menopausia y ha concluido que falta investigación “para cerrar las brechas de conocimiento y lograr una mejor atención”. Y defienden: “Aunque no todas las mujeres experimentarán síntomas molestos relacionados con la menopausia, los efectos silenciosos de la transición a la menopausia pueden ser sustanciales, como la pérdida ósea que aumenta el riesgo futuro de fracturas por fragilidad y los efectos adversos sobre los lípidos sanguíneos y el riesgo de enfermedades cardiometabólicas. Por lo tanto, todas las mujeres deben tener acceso a una evaluación de salud general en el momento de la transición a la menopausia para maximizar su bienestar físico, incluida su salud cardiometabólica y musculoesquelética, y su bienestar psicológico y sexual”.

    Para Silvia P. González, jefa clínica de la Unidad de Menopausia de HM Gabinete Velázquez y portavoz de la Asociación para el Estudio de la Menopausia, la revisión científica, en la que no ha participado, es “equilibrada, bien documentada, actualizada y científicamente relevante”, dice. Entre otras cosas, apunta, porque pone sobre la mesa las brechas de conocimiento y destaca “la repercusión social y laboral” de los síntomas de la menopausia.

    Sobre ese 85% de mujeres con síntomas sin tratamiento eficaz, la profesora Susan R. Davis, directora del Programa de Investigación sobre Salud de la Mujer de la Universidad de Monash (Melbourne, Australia) y autora del estudio, apunta a un fenómeno multifactorial de “reticencia, miedo, escaso conocimiento de la comunidad y de los proveedores de atención sanitaria, y escasa formación” de los profesionales de la salud. González coincide: “Hay muchísimas mujeres que dan los síntomas por normal y en países en vías de desarrollo no tenemos ni datos. Hay también mujeres a las que les da vergüenza hablar de determinados síntomas y no quieren exponerlos. Y, por otra parte, los tratamientos disponibles no son homogéneos entre países”.

    Los investigadores insisten en profundizar en la investigación y mejorar el abordaje terapéutico con estrategias individualizadas. Davis plantea muchas incógnitas por resolver: “¿Por qué ocurre la menopausia? ¿Es envejecimiento cerebral, envejecimiento ovárico o ambos? ¿Por qué algunas mujeres tienen síntomas como sofocos y sudores? ¿Por qué algunas tienen síntomas que se resuelven rápidamente y otros que duran décadas? ¿Son seguros los regímenes de tratamiento que utilizamos ahora? Si es así, ¿por cuánto tiempo?”. Los autores defienden que optimizar la salud en la menopausia es “la puerta de entrada a un envejecimiento saludable”.

    ¿Cuándo empieza la menopausia?

    En la mayoría de los casos, la última menstruación marca un punto de inflexión claro: un año después de esta, se confirma médicamente la entrada en esta etapa vital. Pero todo el engranaje que pone fin a la actividad ovárica es más complejo y acostumbra a empezar antes, meses o, incluso, varios años atrás de esa última regla.

    Alrededor de los 49 años es la edad de inicio de ese proceso menopáusico. Aunque puede haber menopausias precoces (antes de los 40) o situaciones médicas que alteren esta línea temporal —como la menopausia quirúrgica, por la extirpación de los ovarios, por ejemplo—, la edad de los 49 es bastante similar en distintas áreas geográficas y etnias, explican los autores de la revisión cientifica. En torno a esos años puede empezar a haber ya cambios menstruales, en la frecuencia o el flujo de los sangrados, y la mujer entra en la llamada perimenopausia, un bloque temporal que incluye esa transición inicial hacia la menopausia, la última regla y los 12 meses posteriores. En todas las etapas de esa transición a la menopausia, la mujer ya puede experimentar síntomas más o menos severos asociados a ese cese de la actividad ovárica.

    ¿Qué síntomas pueden aparecer?

    Los sofocos, el insomnio, la sequedad vaginal y los cambios en el estado de ánimo son los más frecuentes. Desde las primeras etapas de transición a la menopausia ya se pueden experimentar algunos de ellos. En cualquier caso, tras la última menstruación, la prevalencia de los síntomas menopáusicos clásicos crece. “Estos incluyen el empeoramiento de los síntomas vasomotores (sofocos y sudores nocturnos), sequedad vaginal, empeoramiento del sueño y estado de ánimo adverso”, expone el estudio.

    La prevalencia de cualquier síntoma vasomotor relacionado con la menopausia oscila entre el 53% y el 80% en todo el mundo. “El camino hacia la menopausia no es difícil para todas, pero para algunas los síntomas pueden ser graves o incluso incapacitantes y perjudiciales para el trabajo y la familia”, avisan los científicos. La duración de los síntomas vasomotores es variable, pero hay un estudio que calcula que se prolongan, de media, durante más de siete años y otras investigaciones australianas recogen que el 42% de las mujeres de 60 a 64 años y un tercio de las de 65 a 79 todavía los experimentan.

    La prevalencia de cualquier síntoma vasomotor relacionado con la menopausia oscila entre el 53% y el 80% en todo el mundo

    Además, según recoge la revisión de Cell, casi tres de cada cuatro mujeres posmenopáusicas sufren fatiga y dos de cada tres tienen dificultades para dormir. Y si bien la interrupción del sueño suele deberse a múltiples factores, los investigadores añaden: “Los trastornos del sueño parecen aumentar a medida que las mujeres avanzan en la transición a la menopausia. Los niveles bajos de estrógeno se han asociado con una mayor dificultad para conciliar el sueño y despertares frecuentes”.

    ¿Cambia el estado de ánimo?

    Sí hay cambios, pero los expertos advierten de que, en ocasiones, se asocia la menopausia con estados de ansiedad y depresión preexistentes. “Contraintuitivamente, se ha observado que las mujeres que tienen mucha ansiedad cuando entran en la transición a la menopausia experimentan una disminución de su ansiedad a medida que avanzan hacia la posmenopausia”, exponen los autores.

    Davis concluye: “Para muchas mujeres, los síntomas vasomotores o los problemas de sueño, son los que causan este daño colateral. Para algunas, la irritabilidad, la ansiedad y la labilidad son directamente hormonales, como el síndrome premenstrual”.

    ¿Puede afectar a la vida sexual?

    Sí. De hecho, otro de los síntomas habituales asociados a la menopausia es la atrofia urogenital, una afección crónica y progresiva que provoca síntomas molestos, como sequedad e irritación, y es una de las principales causas de disfunción sexual, explican los investigadores.

    Los síntomas están relacionados con el descenso de estrógenos en la vagina, la vulva y el tracto urinario inferior. La prevalencia de estos cuadros urogenitales se estima en el 70%. “Los síntomas urogenitales de la menopausia están infradiagnosticados e infratratados. Las mujeres pueden dudar en informar estos síntomas, posiblemente porque creen que son esperados con la edad”, recoge el artículo de Cell.

    ¿Qué implicaciones tiene en la salud global de la mujer?

    Los autores de la revisión científica son tajantes: “Las investigaciones han destacado que la transición menopáusica se asocia con efectos cardiovasculares, óseos y anímicos y puede afectar los riesgos futuros para la salud de las mujeres posmenopáusicas”.

    Los investigadores también hacen hincapié, además, en el impacto en el entorno laboral: cuanto más graves son los síntomas vasomotores, más se ven afectadas las actividades diarias. “Los riesgos para la salud de la menopausia temprana y las migrañas perimenopáusicas, la menorragia y los problemas del estado de ánimo generan preocupaciones de salud adicionales en el lugar de trabajo. Los síntomas vasomotores de moderado a gravemente molestos se asocian con un deterioro del bienestar psicológico y general en las mujeres de mediana edad y pueden afectar negativamente el desempeño laboral”, avisan. Estudios del Reino Unido, Países Bajos, Australia y EE UU muestran que los síntomas vasomotores moderados a graves se asocian con una menor capacidad laboral.

    Los síntomas vasomotores moderados y graves pueden afectar negativamente el desempeño laboral

    Además, agregan los científicos, independientemente de la sintomatología asociada a la menopausia, “los cambios hormonales en la menopausia tienen efectos sistémicos, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, cánceres asociados con la adiposidad central y pérdida ósea y fracturas por fragilidad”.

    ¿Con la menopausia se engorda?

    Esta situación vital provoca “cambios perjudiciales en el sistema metabólico”, asumen los investigadores. “Durante la transición menopáusica se observa comúnmente un aumento de la grasa corporal, particularmente de la grasa visceral”, apuntan.

    Los autores señalan también que acostumbra a haber un descenso de la actividad física en mujeres de mediana edad y se genera un descenso del gasto energético. Esto es, unos cambios corporales y en el estilo de vida que tienen implicaciones cardiometabólicas adversas. Pero los investigadores admiten que “no está claro cómo y si esta modificación del equilibrio energético en la mediana edad” está asociado con el descenso de los estrógenos. “La redistribución de la grasa hacia las regiones abdominal y subcutánea coincide con la transición a la menopausia, pero las observaciones de cohortes a largo plazo muestran que este proceso comienza mucho antes”.

    ¿Qué alternativas terapéuticas hay para tratar los síntomas más severos?

    Hay varios tratamientos disponibles para aliviar los síntomas, como la terapia hormonal, fármacos no hormonales y remedios alternativos, pero no todo vale para todas y el acceso a estos preparados varía según los países. Los investigadores llaman a individualizar el abordaje terapéutico.

    A propósito de las terapias alternativas, los autores advierten de que su eficacia, cuando se exponen a estudios serios, es muy limitada. Los más estudiados, dicen, son los suplementos de fitoestrógeno y el cohosh negro, pero las revisiones sistemáticas en los fitoestrógenos no encontraron beneficios para aliviar los síntomas vasomotores y tampoco el ensayo más riguroso sobre cohosh negro, con 351 participantes, demostró una mejora de síntomas respecto al grupo que tomó placebo. La acupuntura tampoco parece ser más eficaz que el placebo.

    En cambio, exponen, “se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual reduce significativamente los molestos síntomas vasomotores y podría haber añadido beneficios para el sueño y el estado de ánimo”.

    Otro remedio terapéutico es la terapia hormonal, eficaz para aliviar síntomas severos, como los sofocos, pero rodeada de controversia desde hace años. Concretamente, desde que en 2002 se publicó un estudio (el Women’s Health Initiative, WHI) que asociaba su consumo con un mayor riesgo de desarrollar cáncer y otras dolencias. Esos hallazgos se fueron puliendo y afinando, pero un poso de suspicacias ha quedado en la calle y en muchas consultas. Las sociedades científicas, con todo, tienen el debate zanjado: la terapia hormonal no es recomendable para prevenir enfermedades crónicas, pero sí para tratar síntomas severos de la menopausia, como los sofocos. No todas las mujeres, sin embargo, pueden tomar estos fármacos. La recomendación generalizada es que el perfil más adecuado son mujeres posmenopáusicas sanas, con síntomas vasomotores severos y menores de 60 años o que llevan menos de 10 años desde el inicio de la menopausia. Las contraindicaciones más claras en este grupo son tener antecedentes de cáncer hormonodependiente, de trombos, de accidentes cerebrovasculares o de infartos.

    Los autores de la revisión de Cell, por su parte, admiten que la relación beneficio-riesgo de la terapia hormonal ha sido muy debatida y el impacto de estos fármacos sobre el riesgo de cáncer de mama aún es “controvertido”. Los científicos animan a seguir investigando estos tratamientos: “Falta evidencia que justifique la aplicación de estos límites de edad y años desde la menopausia al inicio de la terapia con estrógenos no orales en mujeres sintomáticas o para la prevención de fracturas. Estas recomendaciones generales necesitan una revisión urgente”. Los autores, de hecho, plantean que la limitación de la terapia hormonal por edad “debería relajarse” y la recomendación debe “individualizarse según la edad y los riesgos para la salud”. Incluso añaden: “Cuando existe incertidumbre en cuanto a los riesgos, es necesario considerar el papel del uso compasivo de la terapia hormonal, a pesar de los riesgos potenciales”.

    Otro fármaco en el que los investigadores ponen el foco es una terapia no hormonal aprobada recientemente en Estados Unidos: el fezolinetant, una molécula capaz de bloquear el receptor de neuroquinina-3, que influye en la regulación de la temperatura en el hipotálamo, y que consigue reducir los sofocos graves. En Europa todavía no está aprobada.

  • Mujeres ocupan sólo el 12% de los consejos de administración de las empresas más relevantes de México

    Mujeres ocupan sólo el 12% de los consejos de administración de las empresas más relevantes de México

    Aún existe una brecha de género en los consejos de administración de las 50 empresas más relevantes de México, sólo el 12.4% de los puestos son cubiertos por mujeres, detalla un estudio realizado por la consultoría World Talent Advisors (WTA).

    De los 605 puestos de consejería, solo 77 son ocupados por mujeres, revela el informe anual de Consejos de Administración y Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo en México.

    “Todavía hay una prevalencia muy mayoritaria de consejeros hombres, el 87.3% de participación masculina”, revela el informe.

    Además, 11 empresas de las 50 analizadas no cuentan con ninguna mujer en el consejo; sin embargo, de las compañías que sí integran mujeres, el 34% tiene al menos una mujer consejera, el 20% solo dos y únicamente el 8% cuenta con cuatro.

    Para que haya más mujeres consejeras “falta todavía una toma de conciencia real del valor de la diversidad de las empresas y como esto aporta a mejores resultados de negocios”, destacó María Teresa Arnal, consejera Walmart de México y Centroamérica y exdirectora de Google México y Stripe Latam.

    En tanto, Georgina Kessel exsecretaria de Energía en el Gabinete de Felipe Calderón y experta en consejos de administración y Gobierno Corporativo, detalló que es importante que los líderes en la organización estén realmente comprometidos con la atracción de talento, independientemente del género.

    “Esto combinado con procesos de selección transparentes y criterios de selección que incluyan habilidades complementarias, podría sentar las bases para atraer a un mayor número de mujeres no solo para su participación en los consejos de administración sino también a nivel directivo”.

    Nuevos nombramientos

    A pesar de la brecha de género que existen en los consejos de administración, se continúa impulsando que más mujeres ocupen estas sillas, pues en el 2022 se nombraron a 9 nuevas consejeras, de las cuales cuatro no tenían experiencia previa en consejerías; sin embargo, se requieren más esfuerzos, debido a que este número de nombramientos es menor a los que se tuvieron en 2020 y 2021, cuando se lograron 11 nombramientos de mujeres.

    “Falta mucha profesionalización en los consejos en México todavía. El gran reto es reconocer que hay una necesidad y que la diversidad por sí misma enriquece cualquier discusión. Una vez que se hace consciente esa necesidad de abrirse a nuevos perfiles, la parte que considero más importante es la de asegurarse que se crea un ambiente inclusivo donde todas las voces son escuchadas”, destacó Arnal.

    ¿Cómo es la mujer consejera?

    El perfil de las mujeres consejeras es distinto a sus pares hombres, la edad promedio de ellas es de 58 años, mientras que ellos suelen tener 64 años, en cuanto a la antigüedad en el puesto, ellas suelen ocupar en promedio un periodo de 6.87 años, frente a 13 años de los hombres.

    Anteriormente, el perfil de las mujeres consejeras era de accionistas o miembro de la familia propietarios y solo existían tres consejeras independientes con más de 10 años de antigüedad.

    “Sin embargo, en los últimos años, el perfil más demandado está evolucionando. Un 64.7% de las consejeras nombradas en los últimos cinco años lo hacen en calidad de independientes», revela el informe.

    Ser escuchadas, uno de los retos

    En cuando a la experiencia, las áreas solo eran en negocio, operación y finanzas, pero cada vez hay más mujeres con experiencia en tecnología, política y legal/jurídico, pues el 49% tiene un background diferente a negocio o finanzas y la edad media en el momento del nombramiento fue de 52.1 años.

    “Muchas empresas en México se siguen manejando de manera muy cerrada y casi como empresas familiares. El traer personas con un punto de vista, una experiencia o un background diferente genera incomodidad y rompe una dinámica que funciona”, precisó Arnal.

    En tanto, Yvone Ochoa, miembro del consejo de administración de Viva Aerobus, Grupo Pochteca, entre otros, y experta en estrategia empresarial y finanzas precisó en la importancia de que los dueños de los negocios crean en el valor de la participación de las mujeres en sus consejos de administración y acepten la diversidad de opiniones.

    “Uno de los principales retos como mujer para abrirte puertas en los consejos de administración es ser escuchadas y tomadas en cuenta, sobre todo en consejos de administración de industrias que están más identificadas con el sexo masculino”.

  • Por qué se celebra el 5 de septiembre el Día Internacional de la Mujer Indígena

    Por qué se celebra el 5 de septiembre el Día Internacional de la Mujer Indígena

    Cada 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Indígenas. La fecha rememora el fallecimiento de Bartolina Sisa, una mujer aymara que fue asesinada por las fuerzas realistas en el Alto Perú, señala el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina.

    La efeméride busca rendir homenaje a todas las mujeres de los pueblos indígenas del mundo y visibilizar su trascendencia histórica, agrega el organismo argentino.

    Por qué se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena

    La conmemoración se estableció en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en Tihuanacu (Bolivia) en 1983, señala el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos que funciona bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (CIPDH-Unesco).

    De acuerdo con ese organismo, la fecha se propone reivindicar las luchas que estas mujeres han llevado y llevan adelante en distintos lugares del mundo.

    Cuál es la situación de las mujeres indígenas en América Latina

    Se calcula que hay 476.6 millones de personas indígenas en el mundo, de los cuales más de la mitad (238.4 millones) son mujeres, revela ONU Mujeres, una entidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento.

    Este grupo de mujeres cumple un papel fundamental en la conservación de su cultura, sus lenguas y sus tradiciones; en la protección del medio ambiente y la biodiversidad; y en la lucha contra el cambio climático, sostiene ONU Mujeres.

    Sin embargo, advierte la entidad, existen brechas de desigualdad en América Latina y el Caribe que atentan gravemente contra la autonomía de las mujeres. Esa situación se agrava en el caso de los grupos indígenas, quienes enfrentan múltiples tipos de violencias y discriminación desde hace siglos.

    Por ello, el organismo mundial insta a los países a promover una cultura que respete, reconozca y apoye los liderazgos de las mujeres indígenas. Asimismo, destaca la importancia de prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia hacia ellas, incluyendo la violencia que impide y afecta su participación en la vida pública.

  • El suntuoso ascenso de Ailyn Pérez

    El suntuoso ascenso de Ailyn Pérez

    Ailyn Pérez no tuvo oportunidad de ver los carteles en Nueva York: los anuncios de la Ópera Metropolitana (también conocida como el Met) para su próxima temporada, en los que aparece un retrato de ella vestida de blanco espectral, con los ojos cerrados mientras se encuentra cara a cara con una mariposa.

    Pérez había estado muy ocupada participando en el concierto centenario de la Ópera de San Francisco, para luego correr a Múnich para interpretar a Desdémona en Otelo, de Verdi, y luego volar a Santa Fe para protagonizar Rusalka, de Dvorak. En el escenario al aire libre en Nuevo México, Pérez no encontró mariposas, pero sí se tragó un insecto.

    “Comencé a toser”, contó entre risas Pérez, de 44 años, durante una entrevista el mes pasado en las instalaciones de la Ópera Santa Fe. “Pero esta es mi tércera ópera aquí, y he aprendido a que tienes que lidiar con los elementos”.

    Sus amigos le han enviado fotos de los anuncios en Nueva York, algo nuevo para ella. Se ha presentado en la Ópera Metropolitana desde 2015 —convirtiéndose en una soprano de exuberante belleza vocal, agudeza dramática y presencia imponente— pero no había tenido una producción nueva diseñada en torno a ella hasta esta temporada, cuando Florencia en el Amazonas, de Daniel Catán, tenga su estreno en la compañía.

    “No he publicado ninguna de las fotos, porque no quiero publicar algo y que luego desaparezca”, dijo Pérez. “Pero las veo y solo pienso: ‘Guau, siempre he querido esto’, y no sabía que sucedería con este personaje. Me deja boquiabierta”.

    Pérez está emocionada no solo por el hito profesional sino también por lo que Florencia en el Amazonas significa para el Met. La ópera de Catán de 1996 —una historia inspirada en la obra de Gabriel García Márquez sobre el regreso de una diva a su país natal, la cual se estrenará el 16 de noviembre— forma parte de una oleada de obras contemporáneas que se han unido al repertorio de la Ópera Metropolitana. Más notablemente, es el primer espectáculo en español de la compañía. Y su corazón es Pérez, hija de inmigrantes mexicanos.

    Marcar el comienzo de esta era de la historia del Met es, dijo, “un gran honor”. Sin embargo, para sus colegas, especialmente para Yannick Nézet-Séguin, el director musical de la compañía, y quien dirige Florencia en el Amazonas, este momento es bien merecido para una de las principales sopranos de la casa.

    “Nos conocemos desde hace una década, en el Festival de Salzburgo”, afirmó Nézet-Séguin, sobre su relación con Pérez. “Y hemos estado haciendo música juntos con regularidad. La generosidad de su persona se manifiesta en cada interpretación vocal que ofrece. El refinamiento, la calidad de la voz, la generosidad del corazón, todo eso es lo que la hace excepcional”.

    A performance shot shows Pérez in a white nightie in a white room with lots of white chairs, including many in the air and hanging from the ceiling.
    Pérez, cuyo repertorio incluye papeles líricos y dramáticos, protagonizó Rusalka en la Ópera de Santa Fe este verano.Credit…Curtis Brown
    Pérez creció en Chicago, donde sus padres, ambos oriundos de pueblos cercanos a Guadalajara, México, se conocieron. Comenzó la escuela en el South Side, pero a los 6 años se mudó a los suburbios de Elk Grove Village. Allí, se propuso hablar inglés en el aula a pesar de que el español era el lenguaje predeterminado en su hogar.

    “Era una época en la que, si hablabas español, tenías clases de ESL lo cual estoy segura era la forma que tenía el sistema de demostrar su atención”, dijo Pérez refiréndose a la sigla en inglés de “inglés como segundo idioma”, y añadió, “pero también impidió que un grupo de estudiantes aprendiera con todos los demás”.

    Fue complicado hacer amigos. Sus sándwiches caseros venían con jalapeño y aguacate, lo cual, según Pérez, no era bueno para intercambiar almuerzos. También estaba el hecho de que lucía diferente a los otros niños.

    Pero esa escuela primaria de Elk Grove fue el primer lugar donde tomó clases de música. El instructor era jocoso y enseñaba ritmo y tempo con un guiño y sonidos de pedos. “Se supone que esto es divertido”, recordó haber pensado Pérez. Alquiló una flauta dulce, luego se dedicó al violonchelo para unirse a la orquesta y a la flauta para estar en la banda.

    En el bachillerato comenzó a tomar lecciones vocales porque eran obligatorias para formar parte en un musical. En su primera sesión, el profesor le entregó una partitura y le pidió que cantara. Pérez se sintió confiada en cuanto a la respiración por su experiencia con la flauta, y pudo leer la partitura. “El profesor me miró como diciendo: ‘¿Quién eres?’”, recordó Pérez. No sabía nada sobre ópera pero había cantado con facilidad el famoso aria de Puccini, “O mio babbino caro”.

    Al final pudo participar en los musicales —como Sarah en Ellos y ellas, y como Reno Sweeney en Anything Goes— pero su interés rápidamente se concentró en la ópera. Pérez buscó CDs en la biblioteca y repasó las grabaciones clásicas de Maria Callas, Renata Tebaldi, Mirella Freni y Montserrat Caballé. Le llevó una grabación de La Traviata a su profesor y le preguntó por qué la música la hacía llorar.

    Adoraba a Renée Fleming, a quien pudo conocer tras un recital en Chicago. La gran soprano le dijo que tenía unos “pómulos muy bonitos”, a lo que ella respondió: “Dios mío, ¡gracias!”. Pero lo más importante es que ese concierto fue el momento, contó Pérez, en el que “vio a alguien hacer el acto” de cantar.

    Pérez todavía no había ido a una ópera. Eso no sucedería hasta que vio Fausto de Gounod —protagonizada por el entonces estudiante Lawrence Brownlee— en la Universidad de Indiana Bloomington. Estudió allí porque, según le dijeron, había cantantes del Met en la facultad. Entre sus profesores estuvieron las sopranos Martina Arroyo y Virginia Zeani, quien originó el papel de Blanche en Diálogos de carmelitas de Poulenc, el cual Pérez luego interpretaría en el Met.

    Pérez continuó sus estudios en la Academia de Artes Vocales en Filadelfia, y culminó en 2006. Dos años después ya se estaba presentando en Salzburgo, junto al tenor Rolando Villazón, bajo la dirección de Nézet-Séguin, en Romeo y Julieta, de Gounod. Tras ese prestigioso debut, pasaron varios años hasta que en 2015 llegó a la Ópera Metropolitana, donde interpretó a Micaela en un reestreno de Carmen.

    “Una presencia segura y directa en un papel que podría fácilmente diluirse en un rol recatado, Pérez brinda una voz penetrante y decidida”, escribió Zachary Woolfe sobre esa noche en The New York Times. “Puede que su tono no sea suntuoso, pero es claro y articulado, y lo utiliza con inteligencia y sentido de propósito”.

    A performance shot shows Pérez kneeling, hands in prayer. Behind her is something like a clump of rocks.
    Pérez como Micaela en Carmen en el Met: “Una presencia segura y directa en un papel que podría fácilmente diluirse en un rol recatado”, escribió el crítico del Times.Credit…Marty Sohl/Met Opera

    Difícilmente se podría acusar a Pérez de no tener hoy una voz suntuosa. Su sonido se ha enriquecido, sin dejar de ser lo suficientemente ágil para un repertorio de canto spinto que abarque roles tanto líricos como dramáticos; puede inspirar maravilla como la Condesa de Almaviva en Las bodas de Fígaro una noche y como la ninfa condenada de Rusalka en la siguiente.

    Su carrera en la Ópera Metropolitana ha sido representativa de ese rango, en parte porque es de las artistas predilectas de Peter Gelb, gerente general del Met. “En cada temporada ha crecido, se ha desarrollado, y, francamente, no ha parado de ser cada vez mejor”, afirmó. “Se convierte de forma muy convincente en los personajes que interpreta, pero sobre todas las cosas, su voz es absolutamente hermosa”.

    En la primavera de 2020, Pérez iba a cantar en Simón Boccanegra en la Ópera Metropolitana, pero la temporada fue interrumpida por la pandemia. “El cierre realmente me afectó”, afirmó. Sin embargo, ayudó —y mucho— el hecho de que para ese entonces ya había conocido a Soloman Howard.

    Habían sido presentados en Santa Fe. En 2016, Pérez interpretó a Julieta en Romeo y Julieta y entre sus colegas se encontraba Howard, un bajo barítono, como el duque de Verona. “Me dejó sin aliento”, contó Pérez. “Es un artista y conector tan brillante. Ya sea hablando o cantando, la presencia aporta algo que atrae a la gente pero que también transmite un gran poder. Supe que su vocación en la vida sería grande”.

    Sin embargo, no fue sino hasta 2019 que empezaron a salir. Asistieron juntos al baile de la Ópera de Viena y viajaron para verse cantar el uno al otro. Cuando llegó la pandemia, se refugiaron juntos en Chicago. Si bien ella se sentía abatida, él fue ingenioso. Howard instaló equipos para que ambos comenzaran a grabar música en casa.

    En cierto momento, la Ópera de Santa Fe le pidió a Pérez que se grabara cantando “Song to the Moon” de Rusalka, y Howard dijo: “‘Vamos a hacer un video’”, recordó Pérez. “Cortó estrellas de papel aluminio y las clavó en las cortinas. Consiguió una roca en una tienda local de artículos para el hogar. Yo era como La Sirenita en la roca, y todo eso lo hizo él”.

    Cuando se reanudó la ópera en vivo, Pérez reabrió el auditorio del Met como la soprano solista del Réquiem de Verdi, para conmemorar el vigésimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre. Pérez no recuerda realmente esa noche —“estaba fuera de mi cuerpo”— pero otros sí. Gelb, quien dijo: “No se puede fingir a Verdi”, recordó que Pérez sonaba “absolutamente magnífica”. Nézet-Séguin lo llamó “una presentación histórica”.

    Howard, dice Pérez, le dio razones para tener esperanza en los meses previos a ese Réquiem. Se refiere a él como “mi vida”. En el mundo de la ópera, son una especie de pareja poderosa, querida y difícil de ignorar con su estilo listo para la alfombra roja. (“Todo eso es por Soloman”). Días después del estreno de Rusalka en Santa Fe, se casaron.

    La ceremonia fue pequeña y privada. Se tiene prevista una celebración más grande, que se planeará en los espacios entre dos carreras itinerantes, las cuales traerán pronto a Pérez de regreso al Met para los ensayos de Florencia en el Amazonas.

    Es una ópera que Gelb quería montar en el teatro desde hacía mucho tiempo; solo estaba esperando, dijo, a la estrella adecuada. Y supo que su apuesta por Pérez había dado sus frutos la temporada pasada cuando, durante la temporada de Diálogos de carmelitas, le pidió que cantara el aria final de Florencia en el Amazonas para la junta directiva del Met con sólo un día de antelación. Pérez cantó, añadió Gelb, “con tanta belleza y convicción que prácticamente logró que toda la junta directiva quedara embelesada con ella”.

    En Santa Fe, Pérez habló del papel con la profundidad de una pensadora literaria, pero reconoció que tiene que esperar a ver qué se le ocurre a la directora, Mary Zimmerman, para la producción. Está segura, al menos, de la confianza que le está aportando a Florencia en el Amazonas, producto de los años previos a este momento.

    “Ya no me siento como una principiante”, afirmó Pérez. “No me ando preguntando qué pasará después. Ahora realmente puedo mirar atrás y verlo todo”.

  • Colectiva Caminantas lanza campaña para recaudar fondos para crear red entre mujeres migrantes

    Colectiva Caminantas lanza campaña para recaudar fondos para crear red entre mujeres migrantes

    Caminantas es una organización de mujeres migrantes que busca apoyar a otras mujeres en el proceso de migrar a otro país, y lo hacen mediante acompañamiento, información, talleres y asesorías que brindan desde Guadalajara, Jalisco.

    “Hace como dos años empezamos a juntarnos varias de nosotras para compartir información útil, especialmente lo del permiso de trabajo que fue como un problema para todas nosotras que queríamos trabajar acá regularmente, así fue como empezamos con el proyecto de difundir información”, comenta Laura Cortés de Caminantas.

    El motivo de realizar esta campaña de recolección de fondos es con el fin de tener capital suficiente para el desarrollo de proyectos, realizar trámites de la organización, pero todo con el objetivo de ayudar a más mujeres migrantes: “Es como para tener una caja chica para eventos, hacer acompañamiento o si se necesita asesoría de alguien especializado”, explica Laura.

    Quien forma parte de Caminantas, además, comenta que las causas por las que las mujeres migran son diversas, aunque en sus registros se han podido identificar causas repetitivas, como: la trata de personas, la imposibilidad de acceder a derechos como la educación y la salud, así la violencia de género.

    Dentro de los servicios que realizan en Caminantas está el acompañamiento psicosocial, el cual va desde asesorías psicológicas en temas puntuales o hasta situaciones más específicas, como; violencia de género, víctimas de trata o alguna imposibilidad que tengan las mujeres migrantes para acceder a sus derechos. También, Caminantas organizan talleres y grupos de fortaleza para las mujeres, así como actividades informativas y proyectos de integración.

    Sobre esto, Laura comenta que “el objetivo es ser una red de apoyo de mujeres migrantes en Guadalajara”.

    Uno de los proyectos más significativos de Caminantas fue la creación de un Manual para trabajar en México dirigido para personas migrantes, el cual realizaron en conjunto con el Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL); en éste ofrecen contenido informativo sobre cómo  obtener un permiso de trabajo; así mismo explican los pasos para registrarse como empleador y qué trámites se deben hacer para tener un negocio propio.

    Sobre esta misma línea, Caminantas se encuentra en el desarrollo de un proyecto de integración laboral, la idea es tener una especie de directorio donde se pueda ubicar a empleadores que puedan contratar a personas migrantes, esto con información brindada con la base de datos del Servicio Nacional de Empleo y con datos de personas registradas en el Instituto Nacional de Migración y la Plataforma Nacional de Transparencia, todo esto con el fin de poder identificar vacantes para mujeres migrantes.

    “Para este proyecto sí queremos implementar talleres sobre cómo poder utilizar el directorio que se está buscando desarrollar y además fortalecer la difusión de los derechos laborales”, explica Laura.

    La activista señala que el desarrollo de este proyecto se da a raíz de que han localizado que el poder encontrar empleos para mujeres migrantes y el tramitar permisos de trabajo son problemas muy comunes.

    “Es uno de los principales problemas que hemos tanto vivido como detectado es, en el caso de refugiados no, pero las personas migrantes no pueden hacer un trabajo formal normalmente porque pues es muy complicado obtener el permiso de trabajo”.

    Además, comenta que la búsqueda de profesionales para trabajar en la colectiva ha sido difícil, debido a que el colectivo es una propuesta nueva y que directamente no es un trabajo fijo: “No es totalmente trabajo gratis no es un trabajo fijo, entonces, es muy complicado encontrar a alguien que quiera entrarle por eso, no es un trabajo fijo, sino un proyecto en el que creemos, de carácter político y en el que, a veces, nos entra dinero”.

    Es por esto que considera realmente importante el poder recaudar los fondos de la campaña, ya que son necesarios para poder desarrollar todos estos proyectos, tanto de acompañamiento, de trámites como organización y de gestión de proyectos para las mujeres migrantes que buscan ayuda: “Por eso queremos como una caja chica, como para poder gestionar ese tipo de apoyos, o digamos herramientas para el trabajo, los talleres”.

    Otro proyecto para apoyar a las mujeres migrantes es el bazar que Caminantas organiza de manera semestral, donde las mujeres traen sus productos, lo que les genera una ganancia económica. Para realizar el bazar, Caminantas presta el espacio para apoyarlas de esta manera: “Van mujeres migrantes de diferentes lugares para vender sus productos lo que se recauda en el bazar es para cada mujer de la red que vende sus productos”, comenta Laura.

    Sobre la campaña de recolección Laura Cortés de Caminantas precisaa que no ha sido fácil, ya que encontrar personas o grupos que quieran ayudar es bastante difícil, incluso, por la situación en el país en la que por la economía no es fácil el poder donar.

    “Yo creo que es uno de los principales problemas de las organizaciones de la sociedad civil, el recaudar fondos, pues porque estamos desarrollando una actividad productiva en la que no queremos y no debemos cobrarle a nadie por lo que estamos haciendo. Las organizaciones de la sociedad civil se mantienen en medida que la sociedad civil la apoye”, comenta Laura.

    Otra dificultad que han podido identificar es el someterse a todos los trámites como organización, ya que al ser extrajeras desconocen el sistema: “es un rollo y más para una que no es mexicana todos estos trámites son muy raros”, comenta Laura.

    Caminantas se encuentra a unos cuantos pasos de constituirse como una Asociación Civil; con ello, esperan hacer un poco más atractivo las donaciones para continuar trabajando.

    Otro de los aspectos que se busca dentro de la colectiva es dignificar a las mujeres migrantes, ya que se tiene solo una idea de migración como una sola cara y la realidad es que vienen mujeres de diferentes lados y por distintas cuestiones.

    “Hay muchas variables: hay gente que es refugiada, hay gente que se viene caminando, hay gente a la que le pagan los pasajes y gente que ahorro toda la vida por uno y se quiere cruzar al otro lado. Hay muchas posibilidades, es muy heterogéneo. Yo siento que, a veces, se tiene como estoy de la sociedad mexicana de pobretear a las personas migrantes, y se tiene esta visión como de apoyar por caridad y lo que nos interesa nosotraS, desde la experiencia compartida, es que sea una visión más de solidaridad, pues no tenemos que mendigar ningún derecho”.

    Además de eso es importante entender a las múltiples vulnerabilidades violencias que las mujeres migrantes deben enfrentarse al momento de migrar y llegar a un lugar nuevo, en las que se puede encontrar: la hipersexualización, el acoso, la reproducción de estereotipos, entonces, lo que busca esta red es el acompañamiento, contención y apoyo para afrontar estas situaciones.

    “hay una idea de aprovecharse de la vulnerabilidad de las mujeres a través de una hipersexualización, como que no solamente es una curiosidad, sino que también muchas veces esta mediada por esa situación”.

    A pesar de esto han luchado contra las dificultades para poder continuar con el proyecto, por ser red de acompañamiento donde se comparten experiencias para resistir juntas.

    Laura Cortés señala que es importante el comenzar a hablar de estos temas con respecto a las asociaciones civiles, donde es importante el recaudar y contar con los fondos suficientes para poder trabajar para las personas de una manera digna: “No solamente es decir qué bonita gente como trabaja, sino también decir de dónde vienen sus recursos, cómo se utilizan, y de qué manera se logra la relación financiamiento-autonomía”

    La campaña de recolección de fondos estará abierta hasta mediados de septiembre y se puede donar en el siguiente link: https://donadora.org/campanas/caminantas

  • Orfandad por desaparición: 159 mil niñas y niños afectados por la crisis de desaparecidos en México

    Orfandad por desaparición: 159 mil niñas y niños afectados por la crisis de desaparecidos en México

    La orfandad por desaparición afecta a alrededor de 159 mil niñas y niños en México; además, la crisis de desaparecidos impacta en el desarrollo de esta población, señaló la organización Tejiendo Redes Infancia.

    En el marco de este 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, Redes Infancia en América Latina y el Caribe resaltó la problemática de la orfandad por desaparición de personas como una consecuencia de la desaparición forzada y entre particulares.

    El cálculo fue así: en México 205 mil 193 personas en edad reproductiva, de los 15 a los 50 años, han sido reportadas como desaparecidas, no localizadas y localizadas, de las cuales 83 mil 886 siguen desaparecidas.

    Para llegar a la aproximación de niñas y niños en orfandad, la organización retomó la tasa global de fecundidad que, según el Inegi, en 2019 fue de 1.9 hijas e hijos por cada mujer.

    Esto significa que aproximadamente 159 mil 383 niñas y niños podrían vivir actualmente en orfandad por desaparición.

    busqueda desaparecidos
    Niños observando la búsqueda de desaparecidos en México. Foto: Cuartoscuro

    Las afectaciones en niñas y niños en orfandad por desaparición en México

    Tejiendo Redes Infancia dijo, en un comunicado, que la realidad que enfrentan niñas y niños en orfandad por desaparición en México es poco visibilizada y que las infancias se ven afectadas por angustia e incertidumbre de no saber qué pasó con sus padres o seres queridos.

    “La desaparición se usa como estrategia de terror porque no sólo impacta a los familiares directos, sino a toda la comunidad y a la sociedad en su conjunto; también es una amenaza directa a las familias que saben que pueden ser desaparecidos o expuestos a un riesgo mayor por denunciar”, señaló.

    Además, la desaparición de un integrante de la familia afecta económicamente, así como que los aísla socialmente y pueden ser víctimas de desplazamiento.

    Pese a este contexto, la organización dijo que en México no se cuenta con programas de apoyo para las familias y comunidades afectadas por la desaparición, menos aún para atender a la orfandad por esta crisis.

    En cuanto a las niñas y niños, además de la pérdida del ser querido, enfrentan estigma social, afectaciones en su desarrollo emocional, seguridad económica y violación a sus derechos humanos.

    El llamado que hace el coordinador regional Juan Martín Pérez es a atender a las infancias en orfandad por desaparición con un programa específico de acompañamiento.

    Desapariciones de niñas, niños y adolescentes aumentan: Redim 

    La Red por los Derechos de la Infancia (Redim), en cifras de 2022 y en el marco de este Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, exhibió en un informe que las desapariciones de niñas, niños y adolescentes han aumentado en México.

    El informe “La Infancia Cuenta en México 2022 Niñez y Desapariciones: Cómo la desaparición afecta a niñas, niños y adolescentes en México” reveló que niñas, niños y adolescentes, al igual que adultos jóvenes de 19 a 29 años, destacan entre las principales víctimas del delito de desaparición.

     Además, a nivel nacional desaparecen más mujeres que hombres y cada día, 17 personas entre 0 y 17 años se reportaron desaparecidas en México durante 2021.

    A pesar de las cifras, la investigación de Redim desvela que en las fosas clandestinas no suelen aparecer cuerpos de personas menores de 17 años de edad.

    “El estudio evidencia también la profunda desatención que en la actualidad tiene la crisis de desapariciones no sólo por parte del Estado mexicano, sino también de la sociedad, quienes dejan el problema solamente a las familias de las víctimas”, resaltó Tania Ramírez, directora de la Redim.

    Los problemas persisten en los procesos de búsqueda desde que no se registran las desapariciones hasta que las alertas no se emiten adecuadamente.

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    Búsqueda de desaparecidos en México. Foto: Cuartoscuro

    Desaparecidos en México 

    Hasta este 30 de agosto de 2023, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) indican que en México hay 111 mil 090 desaparecidos.

    Estos datos son relevantes en medio de un contexto en el país donde la comisionada nacional de Búsqueda, Karla Quintana, renunció.

    Y a raíz de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un nuevo “censo” para actualizar los datos porque, asegura, la cifra es menor.

  • En Francia, 118 mujeres fueron asesinadas por su cónyuge durante 2022

    En Francia, 118 mujeres fueron asesinadas por su cónyuge durante 2022

    En Francia, 118 mujeres fueron asesinadas en 2022 por su cónyuge o excónyuge, cuatro menos que en 2021, según el balance de las «muertes violentas en la pareja» publicado el sábado 2 de septiembre por el Ministerio del Interior.

    Según este estudio, en 2022 se registraron 145 muertes violentas en la pareja, entre ellas 118 mujeres y 27 hombres (+6 respecto a 2021), es decir, casi el mismo total que el año anterior (143).

    De media, en Francia se produce un feminicidio cada tres días.

    Una activista lleva una pancarta con el nombre de una víctima durante una manifestación organizada por el colectivo #NousToutes, contra los feminicidios en París, el 9 de octubre de 2022.
    Una activista lleva una pancarta con el nombre de una víctima durante una manifestación organizada por el colectivo #NousToutes, contra los feminicidios en París, el 9 de octubre de 2022. AFP – JULIEN DE ROSA

    Fuerte aumento de los intentos de asesinato conyugal

    El estudio también constata un fuerte aumento de las tentativas de homicidio en el seno de la pareja (+45%), con 366 hechos (incluidas 267 víctimas mujeres) registrados en 2022, frente a 251 en 2021.

    «El perfil típico del agresor no ha cambiado. Es predominantemente hombre (84%), la mayoría de las veces en pareja, de nacionalidad francesa, de 30 a 49 años y que no ejerce o ya no ejerce una actividad profesional», resume el Ministerio del Interior. Las mujeres víctimas (81%) son en su mayoría de nacionalidad francesa, de entre 30 y 49 años y desempleadas.

    De los 118 feminicidios, 37 mujeres ya habían sido objeto de violencia por parte de su cónyuge o excónyuge antes de su muerte, 24 de ellas habían denunciado los hechos a la policía, 16 de las cuales habían presentado denuncia.

    Una de las víctimas tenía un teléfono de grave peligro que permitía la rápida intervención de la policía gracias a una llave preprogramada y, para otras dos, su cónyuge o excónyuge era objeto de control judicial.

    Disputas y rechazo a la separación

    Las discusiones (26%) y el rechazo a la separación (23%) siguen siendo los principales motivos para actuar. Los hechos se cometen mayoritariamente en el domicilio de la pareja, de la víctima o del agresor (87%), sin premeditación, principalmente con arma blanca (43%) o arma de fuego (20%).

    Los departamentos que registran el mayor número de hechos son el Norte (siete mujeres víctimas y dos hombres), los Alpes Marítimos y el Ródano (cinco mujeres víctimas cada uno), luego Sena-Saint-Denis (cuatro mujeres víctimas y un hombre).

    Al igual que en 2021, 12 niños menores de edad fallecieron en el ámbito familiar, víctimas de infanticidio.

  • Acoso, soledad y desprestigio: así opera la violencia digital contra mujeres políticas

    Acoso, soledad y desprestigio: así opera la violencia digital contra mujeres políticas

    En julio pasado se cerraron las inscripciones de candidatas y candidatos para las elecciones territoriales en Colombia. Si de números se tratara, podríamos hablar de una participación de mujeres cada vez más fuerte, más consolidada. De 132.553 personas inscritas, 52.209 fueron mujeres, es decir, un 39% del total. Pero los números no son todo. Las mujeres que lograron inscribirse tuvieron que superar bastantes obstáculos para ser parte de listas y les esperan otros tantos de acá al 29 de octubre. Además de recibir menos financiación y visibilidad por los partidos políticos, las mujeres deben enfrentar una violencia distinta, que busca que abandonen la política. No solo ellas, también las demás mujeres que algún día quisieran ocupar puestos de toma de decisiones.

    La mezcla de violencia y política no es nueva en Colombia. Usualmente pensamos que ese es el costo que deben asumir quiénes deciden lanzarse al ruedo. La templanza con la que se responde a la violencia, que ahora se ha trasladado al entorno digital, hace parte de las cualidades que deben tener quienes deciden participar en política. Tan arraigada está esa creencia, que las mujeres que hicieron parte de una investigación de Karisma sobre violencia digital en las elecciones del Congreso pasadas comentaban que era un mal necesario. Que, cuando la violencia que reciben en redes sociales se vuelve insostenible, se toman unos días para descansar y luego volver a las actividades de la campaña. Salirse de las redes sociales no es una opción, a diferencia de lo que pasa con otras mujeres visibles, como las periodistas, que dejan sus cuentas ante la violencia, las candidatas no pueden.

    Las mujeres se quedan y lo hacen solas, sin compañía de los partidos o movimientos políticos que las respaldan ni de las autoridades estatales. Algunas de ellas han recibido capacitaciones de parte de organizaciones internacionales sobre marketing político, pero en general deben encargarse de sus redes sociales y de diseñar sus propios protocolos de respuesta. En esa labor entra en juego la capacidad económica de la mujer: si es alguien con años de experiencia, que ya ha ocupado puestos públicos, podrá contratar a alguien que le ayude a asumir el impacto psicológico de las agresiones y la carga de sus redes sociales, a decidir qué mensajes responder y qué batallas dar. Las demás, generalmente quienes recién entran al ejercicio político, no tienen ayuda, ni saben a quién acudir cuando reciben alguna violencia.

    A pesar de los esfuerzos por construir protocolos de atención y líneas de denuncia, no existe un panorama claro de las acciones concretas que pueden tomar las mujeres para denunciar una agresión. Ninguna de las mujeres o sus equipos de comunicación con los que hablamos sabe a quién acudir. No saben quién es la o el responsable de tramitar sus quejas en los partidos o sus denuncias ante las autoridades cuando se sienten amenazadas. Tampoco conocen las herramientas de las plataformas para reportar los inconvenientes.

    Esa soledad es ensordecedora en un escenario en el que las mujeres políticas ven que sus capacidades son cuestionadas una y otra vez como forma de agresión, lo que refuerza que solo los hombres pueden ejercer cargos públicos. También están solas frente a las amenazas a su integridad y la de su familia, que son desestimadas fácilmente por las autoridades porque ocurren en internet, o frente a los intentos de manipulación de información, por ejemplo, cuando las acusan de pertenecer a grupos armados o circulan videos íntimos que ellas no han grabado. Todo esto, en últimas, tiene el objetivo de deslegitimarlas como posibles representantes de la comunidad. El catálogo de agresiones es amplio y siempre es particular para cada mujer. La violencia digital se adapta para causar el daño deseado.

    ¿Qué podemos hacer?

    ¿Hay algo por hacer en estos dos meses de campaña que quedan? Además de tomarse en serio la violencia que ocurre en internet, el compromiso de partidos y movimientos políticos de visibilizar a las mujeres que hacen parte de sus listas y destinar recursos para capacitarlas sobre seguridad digital, así como contar con acompañamiento cuando sufran violencia, es lo mínimo. Usar las normas existentes para asegurar la reparación integral y la perspectiva de género en los procesos de denuncia debe ser una promesa de autoridades como el CNE y la Rama Judicial. Las plataformas de redes sociales deben crear políticas diferenciales para la atención de estas mujeres y divulgar los resultados de esas políticas una vez terminen las elecciones.

    El camino por recorrer es largo y está lleno de piedras como la falta de voluntad política y los prejuicios de género. Se necesitan soluciones estructurales, porque la violencia, derivada de la discriminación contra las mujeres, no se alivia eliminando publicaciones puntuales ni prohibiendo discursos en internet. Ojalá la ley estatutaria de violencia política que está revisando la Corte Constitucionaayude en la construcción, al tiempo que salvaguarde los derechos a la libertad de expresión y la intimidad.

    La labor de Fundación Karisma en el desarrollo de talleres de seguridad digital y privacidad a lideresas, defensoras de derechos humanos y mujeres políticas en territorio nos ha enseñado sobre formas de mitigar los riesgos de la violencia digital, sin que eso suponga que cuando ocurre la violencia es porque la víctima no tomó suficientes medidas. Tratar de usar redes sociales distintas para la vida política y la vida social es un buen punto de partida. Evitar compartir información privada como fotos familiares o el sitio exacto en el que están también ayuda. Preparar a la familia para que no responda a cuestionamientos sobre la vida política y dar respuesta únicamente a comentarios positivos y no a provocaciones son otras formas de limitar los efectos negativos de las publicaciones. Reportar a perfiles abusivos en redes sociales y servicios de mensajería es posible. Finalmente, contar con contraseñas fuertes, con doble sistema de autenticación y evitar dejar datos en computadores públicos también puede evitar problemas.

    ✍🏼 Catalina Moreno Arocha es coordinadora de Inclusión Social en la Fundación Karisma, organización que busca que las tecnologías digitales protejan y avancen los derechos humanos fundamentales y promuevan la justicia social. Es abogada y ha trabajado en la Corte Constitucional y como asesora de incidencia en asuntos de género.