En la FES Cuautitlán, alumnas ha presentado 77 denuncias por acoso sexual; los responsables han recibido amonestaciones, expulsión o rescisión.
Las denuncias por acoso sexual por parte de estudiantes de la FES Cuautitlán se elevó a 77.
Por lo anterior, la Facultad de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a informado a través de un comunicado, que existen casos de acoso en los que no se ha levantado ningún acta, por lo que invita a la comunidad a denunciar.
“Los exhortamos a presentar sus denuncias en las instalaciones correspondiente a fin de iniciar el Protocolo para la atención de los casos de violencia de género”, indicó la Facultad de Cuautitlán.
Además, informó que el coordinador de la Unidad para la Atención de Denuncias de la UNAM (UNAD), Julián Nava Hernández asistiría a la FES para brindar atención y asesoría a las víctimas de acoso.
Por otra parte invito a los estudiantes a solucionar cualquier diferencia a través del dialogo abierto y con respeto.
Desde hace unos días la FES Cuautitlán, se encuentra en paro indefinido como protesta al acoso sexual que sufren las alumnas y profesoras de esta casa de estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El programa ‘Assís Llars’ ofrece viviendas a las personas sin hogar desde una perspectiva de género.
Fati Guah es una mujer que ahora puede dormir tranquila en una cama. Lo más importante para ella es descansar en un espacio relajado. Tiene 59 años y pernoctó de un lugar a otro desde 2012, cuando perdió su trabajo como interna por una lesión en el hombro. Con un vestido negro y un hiyab color arena, relata que era hasta hace poco alguien que no tenía un hogar fijo en Barcelona. Una persona doblemente vulnerable, tanto por su situación, como por su género. Guah fue beneficiada por el Centre d’Acollida Assís, que tiene un programa de alojamientos protegidos que ayuda a mujeres sin techo desde una perspectiva de género.
La mujer marroquí no desea que se le reconozca. Es introvertida pero sonriente. En 2017, tras un periodo fuera de España, regresó al país y una conocida la acogió en su hogar. Guah no se sentía cómoda ya que, a cambio, no quería negarse a hacer cualquier cosa que le pidiesen, como cuidar a los hijos de esa persona todo el día. Decidió salirse y un día, pidiendo ayuda en el metro, un extraño se le acercó y le dijo de acudir a Assís.”Cuando hablaron de un piso me quedé sorprendida», asegura.
La responsable del programa Assís Llars, Roser Arcas, expone que dentro de este proyecto diseñaron una vertiente con perspectiva de género que ofrece tres pisos para seis mujeres. Guah es la primera beneficiada en L’Hospitalet. Arcas precisa que la entidad obtiene los hogares a través de las fundaciones Mambré y Pacamu. Ellos, por su parte, cubren un porcentaje del alquiler, que varía en cada caso, y los servicios. “Queremos ofrecer viviendas dignas y estables”, comenta. De manera simultánea, iniciaron hace un mes la construcción de un centro femenino con 10 plazas en su proyecto Dones amb Llar. Se prevé que sea inaugurado en un año.
Desde el centro de Assís, en el barrio de Sarrià, procuran que la atención a mujeres sea realizada por mujeres. Así lo explica el encargado del área social, Roger Fe, quien dice que han tenido que rediseñar sus estrategias internas para atenderlas ya que antes no contaban con baños o duchas femeninas. “Imagínate, llegan a centros como el nuestro, como otros, que no están pensados para proteger o separar en un entorno rodeado de hombres que también han pasado muchos procesos», sostiene.
Las mujeres sin techo son una minoría en la capital catalana. La Red de Atención a Personas Sin Hogar de Barcelona (XAPSLL) informó, en junio, que las 80 mujeres registradas representan solo el 12% de la población sin techo. El inconveniente radica en que la cifra podría ser mayor, ya que en Assís afirman que muchas de ellas viven con conocidas o amigas, y no pueden ser registradas en los conteos.
La atención a los problemas
La coordinadora de la asociación Lola no estás sola, Clara Naya, considera que las mujeres sin techo no solo tienen una doble vulnerabilidad por su género y situación sino que muchas de ellas sufren de violencia, según asevera, antes de llegar a la calle. “Ya sea antes, porque vienen de relaciones tóxicas, como cuando llegan a las avenidas, donde padecen situaciones como abusos sexuales o acoso”, detalla.
Naya relata que algunas de estas mujeres se relacionan con hombres para tener protección, que masculinizan su aspecto con prendas más holgadas o que duermen tapadas para no ser identificadas. “Muchas veces cuando volvemos a casa solas, por las noches, pasamos miedo. Ellas no tienen un espacio a donde llegar y, por lo tanto, ese miedo se extiende durante toda su estancia en la calle”, describe.
Por su parte, la coordinadora del equipo de Salut Mental Sense Sostre (ESMES) del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, Yolanda Osorio, expone que la calle es un factor detonante para que desarrollen patologías mentales. “Son personas que ya tienen un impacto, una mayor fragmentación. Si para un hombre es duro para una mujer es doblemente difícil por la cuestión de género y por la estigmatización”, comenta.
El equipo atiende a personas a través de los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona y proporciona un abordaje individual teniendo en cuenta aspectos como el género o la nacionalidad. Osorio tienen la percepción de que las mujeres que ayudan vienen con una situación “de mayor gravedad”. “Para que lleguen a la calle han agotado muchos recursos. La propia enfermedad, en diversas ocasiones, hace que acaben sin hogar. Es una causa consecuencia, consecuencia causa”, finaliza.
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Prevén la participación de representantes gubernamentales, organizaciones sociales y actores privados que respaldan el empoderamiento de las mujeres.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, confirmó este miércoles que el Foro para la Generación de Igualdad, convocado por Naciones Unidas (ONU Mujeres), copresidido por Francia y México para el 2020, concluirá en la nación europea.
México acogerá el evento mundial que promueve la igualdad de género durante los días 7 y 8 de mayo del próximo año, mientras que París lo recibirá del 7 al 10 de julio.
Está prevista la participación de representantes gubernamentales, organizaciones sociales, instituciones, medios de comunicación y actores privados que respaldan el empoderamiento de las mujeres.
In 2019, 35 million women & girls found themselves in a situation of vulnerability in face of sexual violence.
“The testimonies we heard illustrate the horror of sexual violence, which goes beyond any notion of humanity”
Los coordinadores del evento aseguran que el objetivo es fortalecer la igualdad de género mediante acciones globales y compromisos públicos, así como garantizar los derechos de las mujeres, la solidaridad feminista y el liderazgo juvenil para lograr un cambio transformador.
Además, consolidar acciones concretas para promover medidas que encaminen hacia los objetivos del encuentro, por lo que los debates serán transmitidos en vivo mundialmente y permitirán la interacción para promover la participación.
Como resultado del encuentro se conformará una agenda de cara al 2030, que tenga una campaña innovadora y multigeneracional con el lema «Generación para la Igualdad: Hacer realidad los derechos de las mujeres para un futuro igual».
En muchos países, las mujeres cobran menos salarios que los hombres por una misma labor, sufren violencia y acoso sexual en sus lugares de trabajo, en las calles o en sus casas.
Asimismo, tienen menos acceso a cargos de dirección y de política, son más vulnerables en situaciones de conflictos y mayores probabilidades de vivir en la extrema pobreza.
La iniciativa ‘Women in Motion’ lanzó la red global en México con el objetivo de influir en la agenda de movilidad de la capital
Con el objetivo de influir en la agenda de movilidad para cambiar las calles y hacerlas más amigables y seguras para las mujeres, este miércoles la iniciativa Women In Motion lanzó la red global en México.
A través de ésta se busca hacer valer el liderazgo de las mujeres que trabajan en la agenda de transporte y sustentabilidad. “WIM es una red de mujeres empoderando mujeres, para que a través de su liderazgo se haga frente a la emergencia climática y a la falta de acceso de las mujeres al derecho a la ciudad”, señaló Areli Carreón, alcaldesa de la bicicleta en CDMX.
Luego de una rodada que realizaron de la Estela de Luz por Paseo de la Reforma hacia la Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma Metropolitana, las mujeres de esta red manifestaron que van a influir en las acciones gubernamentales en la CDMX para que haya cambios profundos, a fin de que esta gran urbe sea más justa, igualitaria y segura para las mujeres.
Los integrantes del colectivo mencionaron que dicho movimiento es en solidaridad a las víctimas de feminicidio y diversos delitos
El Colectivo Colmena Verde anunció la realización de una «caminata silenciosa» el próximo viernes primero de noviembre, en el Puerto de Veracruz.
Los integrantes del colectivo mencionaron que dicho movimiento es en solidaridad a las víctimas de feminicidio y diversos delitos en contra de las mujeres. También señalaron que es una muestra de rechazo a los diferentes casos de abuso sexual que se han registrado recientemente en la entidad.
Los organizadores detallaron que la caminata dará inicio en punto de las 18:00 horas, partiendo desde el zócalo de la ciudad con dirección al Callejón Ocampo, donde hace apenas unas semanas una mujer de la tercera edad fue abusada sexualmente, lo que posteriormente le provocó la muerte.
Las mujeres y los empleados menores de 29 años son los que más sufren de desigualdad laboral, explicó el Observatorio de Trabajo Digno.
Tanto las mujeres como los jóvenes de 15 a 29 años son los sectores que más adversidades y factores de desigualdad enfrentan en el mundo laboral, develó un estudio del Observatorio de Trabajo Digno.
En México hay más del doble de mujeres desempleadas en comparación con los hombres, puesto que la brecha entre un sector y el otro es del 10 puntos. Es decir, del 18% de mujeres desempleadas, la cuales son 4.6 millones aproximadamente, existen 2.9 millones de hombres sin trabajo, lo cual representa un 8%.
Además, el ingreso promedio mensual es desigual para ambos sexos, puesto que una mujer tendría que trabajar cinco días más al mes para tener el mismo sueldo que un hombre, refirieron cifras del estudio de la asociación civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Por ejemplo, el promedio de la retribución económica mensual de un hombre es de 5, 825 pesos, mientras la de una mujer es de 5, 029 pesos, lo cual da como diferencia 979 pesos menos en el sueldo del sector femenino.
Aunado a esto, las mujeres duplican su jornada laboral al destinar tiempo para las labores domésticas, aun cuando también tienen un empleo. Mientras el trabajador del sexo masculino sólo dedica 17 horas a la semana en cuidados para el hogar, el sector femenino dedica 43 horas a la semana en este rubro al salir de su empleo.
Juventud no garantiza buen trabajo
En contraparte con los adultos que tiene entre 30 y 64 años de edad, sector donde el porcentaje del desempleo es el 8%,para los jóvenes de entre 15 y 29 años el índice de desempleo es del 18%, 10 puntos más.
Por tanto, existe 2.3 veces más desempleo en los jóvenes que para adultos, puesto que hay 3.4 millones de muchachos menores de 29 años que no tienen un trabajo, contra 18.6 millones que sí lo tienen, mientras hay 3.1 millones de adultos desempleados por 39.1 millones laboristas.
La seguridad social es otro rubro que carece la juventud trabajadora, puesto que 5 de cada 10 empleados jóvenes no cuentan con ello, es decir 5.9 millones de empleados no cuenta con esta prestación, de un total de 11.6 millones.
Para los trabajadores de más de 30 años, sólo 8.4 millones no cuenta seguridad social, de un total 22.3 millones, por tanto sólo el 38% de ellos no goza de este derecho laboral.
Para la juventud, contar con un trabajo estable es otro problema, puesto que dos de cada tres muchachos que trabajan no tienen un contrato firme, lo cual significa el 63% de ese sector. Para los adultos de más de 30 años, el porcentaje que también carece en este rubro es del 47%.
La desigualdad, la falta de inclusión y violencia contra las mujeres se expresa también en el espacio urbano. Esta es la lucha de las mujeres latinoamericanas por tener ciudades más inclusivas y seguras para ellas.
No es solo falta de seguridad. Las ciudades latinoamericanas han sido planeadas por y para hombres. Esto se nota, por ejemplo, en que no facilitan el acceso al trabajo y a los servicios, las calles son peligrosas y el transporte público no considera los múltiples recorridos propios de las mujeres, que son las que habitualmente están al cuidado de los hijos y los ancianos.
«Las mujeres están ausentes de las políticas urbanas de planificación. Se piensan las ciudades en clave de neutralidad, o masculina”, advierte la arquitecta Ana Falú, de CISCSA, una ONG de la provincia de Córdoba, en Argentina, que trata temas de urbanismo feminista.
«Todo ha sido diseñado desde una visión androcéntrica, basado en cómo se mueven y transitan los hombres”, corrobora en diálogo con DW Maite Rodríguez, de la Fundación Guatemala y coordinadora de la Red Mujer y Hábitat, que reúne a varias organizaciones de América Latina en torno al tema de pensar ciudades con enfoque de género.
Ana Falú observa que «América Latina es urbana. Más del 80% de la sociedad, según la CEPAL, vive en ciudades, y la sociedad urbana se ha complejizado”. Junto con la acentuación de la desigualdad, a la activista le preocupa la creciente violencia urbana que observa en Latinoamérica y que afecta de manera distinta a hombres y a mujeres.
Organizaciones femeninas de América Latina, como CISCSA trabajan por un urbanismo con perspectiva de género, que permitan a la mujer ejercer su derecho a la ciudad.
«A las violencias domésticas se suman las violencias urbanas crecientes, del espacio público. Es un tema crítico y hace que muchas mujeres se retrotraigan a sus hogares por temor al espacio público”, indica Falú, también cofundadora de la Red Mujer y Hábitat.
La creencia tradicional de que el hombre sale a trabajar y la mujer es quien se queda en la casa a cuidar del hogar y la familia, se ve contrastada por una realidad en la que ambos trabajan. Y al salir, la ciudad no está preparada para ayudarles a conjugar esta multiplicidad de tareas.
La violencia y el acoso en la calle y el transporte, así como el temor a sufrirlos, son un fuerte freno para la movilidad, el trabajo y el esparcimiento de la mujer.
Territorio para mujeres
Hoy, las mujeres latinoamericanas están repensando sus ciudades para hacerlas suyas, más seguras y vivibles. La planificación urbana puede ser una poderosa herramienta para la seguridad y la inclusión.
Desde la Red Mujer y Hábitat están desarrollando un urbanismo feminista, trabajando una agenda regional de las mujeres por el derecho a la ciudad, que pueda incidir en políticas públicas, con pautas e ideas sobre temas de movilidad, seguridad, participación, equipamiento y planes de reordenamiento territorial.
«Si las mujeres no entramos al tema del reordenamiento territorial con perspectiva de género, vamos a quedar fuera de todo el proceso de planificación urbana”, afirma Maite Rodríguez.
El acoso que sufren las mujeres en la calle y el transporte es un poderoso factor que desincentiva que trabajen, tengan tiempos de recreación y accedan a servicios básicos en la ciudad.
En lo práctico, entre otros objetivos, se trata de generar mapas de las ciudades que identifiquen los lugares más y menos seguros, y los distintos servicios que requieren las mujeres, que no siempre están ubicados en sus trayectos habituales, para luego promover cambios que faciliten las múltiples tareas femeninas y eviten grandes traslados. Desde jardines infantiles en el entorno de la vivienda y el trabajo, hasta comisarías, juzgados, consultorios, oficinas públicas y áreas de recreación en sus recorridos habituales.
Otra clave son calles iluminadas, abiertas, sin rincones oscuros o matorrales en que puedan esconderse agresores. También revitalizar los espacios públicos, mejorar infraestructura y crear lugares de esparcimiento y encuentro al aire libre, no solo canchas de fútbol.
Ordenamiento territorial con enfoque de género
Organizaciones de la red Mujer y Hábitat en América Latina impulsan mejoras en sus ciudades, en conjunto con las comunidades locales y los municipios. Entre otros proyectos, promueven campañas contra el acoso callejero y en el transporte, para visibilizar los derechos de la mujer en la ciudad y promover ciudades inclusivas y sin violencia.
Entre otros avances, por ejemplo, se están creando vagones de metro exclusivos para mujeres o sistemas tipo Uber, de y para ellas. «Que los lugares donde tomamos el transporte sean iluminados y los trayectos más cercanos, porque en esos trayectos ocurren las agresiones contra las mujeres. Necesitamos pensar la ciudad. A veces nos encontramos con que todos los servicios a los que las mujeres necesitan acceder están en diferentes puntos, la movilidad pública es un desastre en nuestras ciudades”, señala Maite Rodríguez.
Mejorar la iluminación de los espacios públicos y las aceras, podar arbustos en lugares peligrosos, despejar calles o poner bancos son propuestas que benefician a todos. «Queremos crear espacios de convivencia para que mujeres, hombres, niños y niñas puedan dialogar y convivir”, indica Maite Rodríguez.
«Las mujeres, que son pobres en tiempo y que están pobres en derecho, tienen derecho a los servicios urbanos, a la salud, a la educación, a la vivienda y a equipamientos próximos, en una vida libre de violencia”, concluye Ana Falú.
Toda la información e imágenes de Deutsche Welle.
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La cámara de diputados aprobó un dictamen para declarar el 5 de septiembre como el Día Nacional de la Mujer Indígena en honor a la líder aymara Bartolina Sisa, de Bolivia, quien fue asesinada en 1782.
El día de ayer la Cámara de diputados aprobó un dictamen para que el Congreso de la Unión declare el 5 de septiembre como el Día Nacional de la Mujer Indígena. Aún falta por erradicar como la efectiva participación política, al acceso a la tierra y a la justicia, señaló Rosenda Maldonado, integrante de La Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas.
El elegir el 5 de Septiembre como el Día Nacional de la Mujer Indígena, tiene su origen en la conmemoración en honor a la líder Aymara Bartolina Sisa, que fue asesinada por las fuerzas españolas el 5 de septiembre de 1782. Hoy muchos pueblos retoman esta conmemoración para prestar mayor atención a las situaciones de desigualdad y opresión que viven las mujeres indígenas.
En México, las mujeres indígenas representan 13.2 millones de personas que históricamente han vivido la discriminación, el racismo, la violencia en razón de género, la pobreza, el monolingüismo, colocándolas en situaciones de exclusión de oportunidades que aumentan las desigualdades, así el acceso a la justicia se vuelve casi una utopía.
En acceso a la escuela, los años de estudio de mujeres indígenas es de 5.1 años comparado con 6.2 años de los hombres. En población no indígena la diferencia es de 9 años de estudio en mujeres y 9.3 años en hombres. A su vez, el porcentaje de alfabetismo entre mujeres es de 29.2% y de 16.4% hombres, para población no indígena (mujeres 6.5% y hombres 4.4%).
El porcentaje de analfabetismo es especialmente alto en mujeres indígenas adultas, mayores de 65 años, en donde prácticamente seis de cada diez mujeres indígenas no sabe leer ni escribir el 56.4%. La pobreza de las mujeres es una característica más de la inequidad de género en México.
El Informe de CONEVAL 2016, dice que en el año 2010 el 31.9 % de mujeres indígenas estaba en condición de pobreza y el 22.3 % en pobreza extrema, para el 2016 aumentó el número al 40.1 % estaba en pobreza y al 45% en pobreza extrema.
“Las mujeres indígenas celebramos el reconocimiento de esta fecha y continuaremos trabajando para ser reconocidas como sujetas de derecho, que contribuimos a la configuración de la identidad nacional, al cuidado de la sociedad y la permanencia de nuestros pueblos indígenas” señaló Zenaida Pérez, coordinadora del programa de mujeres indígenas del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir e integrante de la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas.
Mujeres de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río se manifestaron para pedir un alto a la violencia contra las mujeres, luego de los ataques sexuales que se han registrado en los últimos días.
Con pancartas, rap y lonas se plantaron en la Plaza de la Soberanía para exigirle a las autoridades una estrategia clara, puesto que hasta el momento no han dejado claro su actuar.
“La violencia contra las mujeres es nota diaria, piensan asumirse como algo con lo que tenemos que aprender a vivir (…) La semana pasada se registraron casos donde violaron a cuatro de nuestras mujeres en la vía pública”, indicaron.
Arusi Unda, integrante de la colectiva Brujas del Mar, indicó que actualmente las autoridades tampoco están siguiendo los protocolos de apoyo a las mujeres, como en el caso cuando acuden a presentar denuncias donde en lugar de apoyar les se les revictimiza.
Ante esto integrantes de la colectiva Brujas del Mar, invitaron a las asistentes a crear redes de apoyo para monitorearse entre mujeres y de esta manera se puedan evitar más casos de violencia contra las mujeres.
“La violencia contra las mujeres no desaparecerá mientras sigamos alimentando la indiferencia la impunidad y la revictimización. Necesitamos darle a nuestras mujeres las herramientas para que sientan la seguridad y la necesidad de denunciar “, añadieron.
Para incorporar todo tipo de avance tecnológico se consideró que será considerada violencia digital si se usa “cualquier otro espacio digital que atente contra la integridad, dignidad, intimidad, libertad, vida privada o vulnere algún derecho humano de las mujeres”.
Diputados de la Comisión de Igualdad de Género aprobaron en comisiones incorporar en la ley la definición de violencia digital, entendida como los actos de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, vulneración de datos e información privada o apócrifa, mensajes de odio y difusión de contenido sexual sin consentimiento.
Podrá incurrirse en esas conductas irregulares a través de la difusión de textos, fotografías, videos y/o datos personales o cualquier otro tipo de impresiones gráficas o sonoras, verdaderas o alteradas, o cualquier otra acción en que se incurra a través de internet, redes sociales, correo electrónico o aplicaciones.
Para incorporar todo tipo de avance tecnológico se consideró que será considerada violencia digital si se usa “cualquier otro espacio digital que atente contra la integridad, dignidad, intimidad, libertad, vida privada o vulnere algún derecho humano de las mujeres”.
Las reformas en materia de violencia digital se realizaron en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y buscan fortalecer los derechos humanos de las mujeres y niñas.
La diputada Wendy Briceño Zuloaga, presidenta de la Comisión, destacó que debe atajarse ese tipo de violencia, pues se basa en el uso de estereotipos discriminatorios y está conectada directamente con feminicidios o agresiones sexuales.
Ese tipo de violencia digital refleja que los responsables de esa conducta consideran que el cuerpo de la mujer que no le pertenece a ella, y creen que “puede ser usado, agredido, vejado..pueden ser fotografiadas, filmadas y difundidas sin su consentimiento”, agregó en la dictaminación de la iniciativa, propuesta por la legisladora Lizeth Amayrani Guerra Méndez, también de Morena.