Los rarámuris son la etnia más representativa del estado de Chihuahua. Cada vez se abren más paso en su entidad, ya no solo en aspectos deportivos, también en la vida académica, culturales y laborales del territorio más grande del país.
Bertha Alicia Carrillo Castro habló con HuffPost México, gracias al apoyo de la representación del estado de Chihuahua en Ciudad de México, acerca de su logro académico y su visión para atender a las comunidades del suroeste del estado de Chihuahua.
Estoy muy contenta por haber logrado terminar mi maestría y poder ayudar a que las comunidades de la sierra tengan mejor atención medica.
La maestra Carrillo Castro, es originaria de San Isidrio, municipio de Urique, en plena Sierra Tarahumara. Ella al terminar la preparatoria se fue a Chihuahua Capital a estudiar, ahí radicó 5 años para obtener su licenciatura en Enfermería.
«A mí me motivó estudiar esto, porqué me parecía muy curioso como la medicina que tenemos nosotros era diferente a la que tenían los sistemas de salud».
Al egresar de la licenciatura, Bertha fue a trabajar a la clínica de primer nivel donde hizo su servicio social en Cerocahui, localidad próxima a donde está su domicilio.
Cerocahui está ubicado a 403 kilómetros de Chihuahua Capital, más de 7 horas de viaje por carretera y 12 horas en tren.
Copper Canyon (Barrancas del Cobre) – Sierra Madre Occidental, Chihuahua, Mexico
La Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad Autónoma de Chihuahua fue su alma mater, ahí prosiguió su preparación para lograr su maestría, donde se convirtió en la primera rarámuri en lograr este grado en la carrera de Enfermería.
Recibió Mención Honorífica por su trabajo de tesis: «Cuidado humano de enfermería transcultural mediante su negociación y complementariedad en personas rarámuri». Su trabajo consistió en vencer las limitaciones de comunicación que existen entre los pueblos originarios al ser atendidos en las instituciones de salud.
«Los rarámuris tienen desconfianza de los métodos medicinales que aplican los chabochis(mestizos), porque ellos tienen sus propios remedios; mi tesis consistió en buscar como ‘negociar’ entre los médicos o enfermeros mestizos con los rarámuris, siempre respetando al paciente».
Bertha explica que los pacientes rarámuris no tienen como primera lengua el español, por lo que expresar sus molestias puede ser complicado para lograr entender los malestares y las posibles soluciones.
Chihuahua tiene más de 85 mil hablantes del idioma rarámuri.
«Ellos recurren a sobadores y remedios, no todos acuden con los médicos a las clínicas y llegan cuando el problema ya se ha complicado mucho, por lo que he visto, es importante que haya un intérprete y que se conozca la forma en que los pacientes rarámuris se manejan».
Raramuri girls taking a walk in the Sinforosa Canyon, in Guachochi.
La maestra en Enfermería recuerda que estuvo también en Retosachi, una comunidad durante su servicio social, hizo trabajo de campo y acompañamiento con las personas locales que únicamente hablaban el rarámuri.
«La gente se siente en confianza hablando en su idioma, les hacia visitas domiciliarias de seguimiento, ellos se sentían entendidos y yo como rarámuri podía interpretar algunas de sus reacciones a las peticiones de la medicina moderna, para ellos es diferente».
La profesional de la salud buscará apoyo en el área de Salud del estado de Chihuahua para implementar su modelo en la región serrana, en el cual implica que haya dos elementos de enfermería uno rarámuri y uno mestizo.
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Irlanda a favor de la legalización del aborto. Este jueves, el Parlamento del país aprobó, por amplia mayoría, el proyecto de ley denominado «The Regulation of Termination of Pregnancy Bill» (Ley de Regulación de la Terminación del Embarazo), el mismo que derogará la prohibición constitucional de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
La medida entrará en vigencia a partir de enero, pero antes será enviado al presidente Michael D. Higgins para su firma y promulgación.
Hace siete meses, el 25 de mayo, Irlanda acudió a las urnas y decidieron apoyar la legalización del aborto, puesto que el histórico referéndum demostró el apoyo del 66% de irlandeses. La cifra constituyó una evidencia del cambio cultural de un país de arraigada tradición católica.
El ministro de Salud de Irlanda, Simon Harris, saludó la aprobación de la legalización del aborto, a través de su cuenta de Twitter: «Hace poco más de 200 días, vosotros, el pueblo irlandés, votasteis por derogar la octava (enmienda de la Constitución irlandesa, que en 1983 grababa a fuego el tabú del aborto en Irlanda) para que cuidemos de las mujeres con compasión. Hoy hemos votado la ley que transformará (este deseo) en realidad», indicó.
Además, celebró «un voto que pone fin a los viajes solitarios, a la estigmatización y apoya las decisiones de las mujeres en nuestro país».
Just over 200 days ago, you, the people of Ireland voted to repeal the 8th so we could care for women with compassion. Today we have passed the law to make this a reality. A vote to end lonely journeys, end the stigma and support women’s choices in our own country
El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, también se pronunció acerca de la legalización del aborto y señaló que el hecho representa un «momento histórico para las mujeres irlandesas».
Historic moment for Irish women. Thanks to all who supported and well done to @SimonHarrisTD for steering this through both Houses https://t.co/0of3qfrNwm
El proyecto estipula que el aborto es permitido, sin condiciones, hasta las 12 semanas del embarazo o en los casos en los que se compruebe que representa un alto riesgo para la vida de la madre.
También permite el aborto en caso de anomalía del feto, cuando dicha condición podría desencadenar su muerte ‘in utero’.
Hasta hoy, las mujeres que querían someterse a un aborto se veían en la obligación de viajar hasta Reino Unido.
Frida Kahlo, es tal vez la pintora mexicana más conocida a nivel mundial, no tiene voz. En 2008, la Fonoteca Nacional —encargada de la investigación, el registro, la conservación y difusión del patrimonio sonoro de México—, lanzó una convocatoria al público buscando una grabación de la voz de la artista a cambio de una recompensa. El resultado fue inesperado: hasta ahora no se posee de ningún registro en audio.
«Nadie ha salido a decir ‘aquí está la voz de Frida’ y pensé en darle voz a través de mujeres destacadas en la cultura o la investigación», explica la gestora cultural Yunuen Díaz, quien en marzo pasado tomó entre sus manos la tarea de hacerle «justicia poética» a la pintora mexicana.
De esta forma, 13 mujeres le devuelven a Kahlo la voz perdida a través de 18 textos de toda índole: cartas, invitaciones, telegramas. Así, la artista mexicana se reconfigura ante nuestros oídos como una persona con problemas cotidianos, que tiene necesidad de pedir dinero prestado a sus amigas y que sufre las urgencias de un corazón herido; también es una fémina que acepta su naturaleza de espíritu triste y cuerpo enfermizo.
«Decidí que, como no había voz de Frida, lo que podíamos hacer era una especie de justicia poética para darle voz».Yunuen Díaz.
«Decidí que, como no había voz de Frida, lo que podíamos hacer era una especie de justicia poética para darle voz; empezaron a venir muchas reflexiones, que me llevaron al tema del género, sobre cómo Diego Rivera había pintado grandes murales en grandes espacios, daba conferencias, mientras que ella siempre estuvo más en un ámbito privado, incluso en su obra, en formato pequeño», apunta la artista creadora del proyecto Las voces de Frida.
Para hablar de la voz en el encierro de Frida, Yunuen remite a ‘La Odisea’, donde se recoge el primer ejemplo documentado en la tradición literaria occidental de un hombre diciéndole a una mujer que guarde silencio.
En el primer canto de la obra de Homero, Penélope es silenciada por su hijo Telémaco: «Vuelve a tu aposento y ocúpate en tus labores, en la tela y en el huso (…) La palabra corresponde a los hombres y a mí principalmente, que poseo el mando de la casa», espeta el joven a su bella madre.
‘Calladita te ves más bonita’
«Calladita te ves más bonita», una frase repetida como ‘herencia cultural’ por madres, amigas, hermanas, hijas y, por supuesto, los hombres en México. La idea de que las mujeres deben estar en silencio y que es mejor abrir la boca solo si se tiene «algo inteligente, luminoso» que compartir, ha sido aceptada casi en su totalidad, refiere Yunuen.
«Nosotras mismas vamos aprendiendo esa idea y muchas veces cedemos al silencio», manifiesta antes de hablar sobre cómo se sumergió en archivos, periódicos y libros para traer al presente los textos poco conocidos que Frida escribió de su propia mano.
«Les mandé (a las participantes) dos o tres cartas relativas a sus quehaceres. Por ejemplo, la artista plástica Mónica Mayer lee una carta donde Frida relata el proyecto para un mural. También está Jessy P, una de las mujeres que más ha impulsado el rap y el hip hop con mujeres en México, ella le da voz a unos corridos. Busqué textos que pudieran tener resonancia«, cuenta Yunuen.
Las otras Fridas
«Dolores linda, espero me perdones esta molestia, ¿podrías prestarme 250 dólares. Necesito para resolver caso urgente, pagándotelos en 2 meses. Es todo. Caso seas tan amable, suplícote los mandes por cable a Londres 127 Coyoacán, DF. Millones de gracias. Frida Rivera», escribe la pintora mexicana a la actriz Dolores del Río en un telegrama de marzo de 1940. En él, Frida tiene la voz de Antígona Segura, doctora en Ciencias de la Tierra.
«Fue muy sorprendente para mí que me invitaran a este proyecto, porque normalmente a las científicas no nos invitan a hacer ese tipo de cosas. Acepté porque cuando supe que no había ningún tipo de grabación con la voz de Frida, estaba muy sorprendida. Yo leí una carta que le escribe a Dolores del Río, súper cariñosa, de cómo se apoyaban entre ellas, para mí fue interesante ver a esta mujer, que era como cualquiera de nosotras, que tenía problemas de dinero y pedía prestado a su amigas; es lo que yo esperaba del proyecto, que tuviéramos otra visión de Frida», cuenta Antígona a este medio.
La artista Irene Pamela Cárdenas también puso sus ‘cultivos sonoros’ para escuchar a Frida: a través de programación, las cartas fueron traducidas en frecuencias audibles.
«Para mí el arte tiene más valor cuando el espectador se hace partícipe; hice un programa que armoniza las cartas de Frida, a partir de lo que las personas escriben en la computadora», explica la joven.
Adriana Camacho imagina la voz de Kahlo «muy echada para adelante», con la gravedad de un contrabajo, y por eso fue a través de este instrumento que jugó musicalmente con las cartas.
«Me interesó por ser Frida, pero más por el tema del género. Soy una artista y me parece muy importante la difusión del trabajo de las mujeres en un mundo plagado de hombres. A mí sí me gusta su obra, aunque hay muchos que la critican, me gusta que no claudicó, luchó con su enfermedad y con su condición de mujer», apunta la contrabajista.
Más voces
Yunuen planea ir por una segunda fase para Las voces de Frida, otras cartas, otras mujeres, otras cadencias.
«Me gustaría, de aquí a un año, tener muchas más voces de otras mujeres que también están haciendo activismo, tener un mapa sonoro de todas ellas, que están buscando espacios y luchando», dice Yunuen sobre su proyecto, galardonado por el movimiento de arte global ‘Nasty Women‘, que fue bautizado así porque fue la frase que Donald Trump utilizó para referirse a su entonces adversaria, Hillary Clinton, durante la campaña que lo llevo a la presidencia.
«Eso es lo principal para mí, Frida como una mujer que se atrevió a hacer cosas que no estaban permitidas en su época, pese a tener detrás la enorme figura de Diego Rivera».Yunuen Díaz.
Cuando Yunuen evoca a Frida, piensa en ella como una artista que logró abrir espacios para otras mujeres en ese ámbito, que encontró una voz para todas sus inquietudes.
«Eso es lo principal para mí, Frida como una mujer que se atrevió a hacer cosas que no estaban permitidas en su época, pese a tener la enorme figura de Diego Rivera que la opacaba. A veces, en las relaciones de pareja entre dos artistas, lo que sucede comúnmente es que una deja de producir porque es demasiada la carga social sobre la mujer, y eso sigue pasando. Me parece que con Kahlo no sucedió así y ahí hay una gran fuerza de voluntad y de expresión».
La ausencia de voz de Frida levanta una torre de Babel, con muchas lenguas, muchos medios, para reflexionar sobre «si seguimos permitiendo que otros hablen por nosotros», medita Yunuen.
«Y todas estas cuestiones empezaron a crecer a partir de darse cuenta que no había un registro de la voz de Frida», concluye la artista, minutos antes de presentar su proyecto en Ciudad de México.
Gropius, Mies van der Rohe, Albers, Klee y Breuer son nombres que recuerdan el excepcional talento artístico de la escuela Bauhaus. Pero un aspecto excepcional pero menos conocido de la Bauhaus es que la escuela experimental alemana de arte de principios del siglo XX fue una de las primeras instituciones educativas que aceptaría abiertamente a mujeres calificadas en el programa.
Una vez que ingresaron al programa, las mujeres no fueron tratadas exactamente como iguales a sus pares masculinas, pero en 1919 la aceptación de estas apasionadas fue el comienzo de una ola de artesanas modernas que hicieron contribuciones significativas, pero no tan reconocidas en el movimiento Bauhaus. Conócelas a continuación:
1. Anni Albers
Albers comenzó su educación en la Escuela de Artes y Oficios en Hamburgo, Alemania. En 1922, llegó a la Bauhaus con interés en tejer. Ella era conocida por sus patrones de abstracción geométrica. A lo largo de su carrera, experimentaría con las funciones de los textiles y las propiedades físicas de ciertos materiales de tejido. Después de emigrar a los Estados Unidos en 1933, cuando los nazis tomaron el poder, continuó su trabajo, abriendo un estudio en donde colaboró con compañías internacionales de diseño y muebles como Knoll. En 1949, obtuvo un gran reconocimiento del MoMA en Nueva York en una exposición individual.
Gunta Stolzl, uno de los primeros miembros de la Bauhaus, llegó a la escuela en 1919. Stolzl tenía un gran interés en las artes, pero a su llegada, se inclinó hacia el tejido. A pesar de la misión de la escuela de incluir mujeres, la arquitectura, el diseño industrial y la escultura estaban reservados para los hombres. El tejido y la cerámica se convirtieron en las principales formas de arte exclusivamente para mujeres. Ella ayudaría a Marcel Breuer a tapizar muchas de sus piezas de muebles. Su matrimonio con un compañero de clase judío eventualmente causaría que Stolzl dejara la Bauhaus a medida que el nazismo seguía creciendo. La pareja se mudó a Suiza, donde Stolzl abrió su propia práctica como diseñadora textil.
3. Marianne Brandt
Courtesy of Widewalls
Marianne Brandt continuó empujando los límites para las mujeres en la Bauhaus. Laszlo Maholy-Nagy, director de la Bauhaus, quedó impresionado con el joven Brandt y le permitió al artista usar el taller de metal, una primicia para mujeres en la Bauhaus. Ella también trabajó en el taller textil bajo Gunta Stolzl. En 1928, Brandt reemplazaría a Maholy-Nagy como jefe del taller de metal, continuando su trabajo de creación de productos innovadores y convirtiéndose en uno de los diseñadores industriales más famosos. A lo largo de su vida, perseguiría y destacaría en muchas disciplinas artísticas: pintura, escultura y fotografía.
4. Margarete Heymann
via Sotheby’s
Margarete Heymann ingresó a la escuela Bauhaus con un gran interés por la cerámica. Gropius le permitió entrar al taller, pero se fue después de un año debido a las frustraciones con la administración Bauhaus y las limitaciones que se le impusieron. Heymann continuó experimentando con la cerámica después de su tiempo en la Bauhaus y organizó, con su esposo, un taller durante un par de años antes de su trágica muerte.
Gertrud Arnt era una mujer apasionada por la arquitectura. Después de ganar una beca para estudiar en la Bauhaus, pensó que la escuela le daría la oportunidad de perseguir su pasión, pero la administración no le permitió tomar el curso de arquitectura. En cambio, Arnt se dirigió hacia los talleres textiles, que estudiaría mientras estuviera allí. Después de graduarse, Arnt nunca volvería a practicar diseño textil. En cambio, enfocó sus esfuerzos creativos en la fotografía.
6. Benita Koch-Otte
Benita Koch-Otte fue una de las artistas textiles más destacadas de la Bauhaus. Utilizó su experiencia previa como maestra de dibujo, textiles y educación física como una base para su interés en las artes. Después de su tiempo en la Bauhaus, Koch-Otte enseñaría en el laboratorio de tejidos creando nuevas técnicas para enseñar a los estudiantes de Bauhaus. Continuaría enseñando a lo largo de su carrera y en el retiro. Sin embargo, es mejor conocida por su investigación en técnicas innovadoras de tejido.
7. Lou Scheper-Berkenkamp
Nacida en 1901, Lou Scheper-Berkenkamp, formalmente conocida como Hermine Louise, se inscribió en la Bauhaus en 1920. Completó los cursos preliminares y comenzó a enfocar su esfuerzo artístico en la pintura mural. Después de su tiempo en la Bauhaus, Scheper-Berkenkamp permaneció involucrada en la escuela, particularmente en el teatro y las exposiciones. Tras la muerte de su esposo, también ex alumno de Bauhaus, Lou asumió muchos de sus deberes en el diseño de colores en la arquitectura. Más adelante en su vida, publicaría una serie de libros infantiles y desempeñaría un papel activo en representación de las mujeres en la Asociación Profesional de Bellas Artes.
Durante décadas, la ropa fabricada para mujeres ha carecido de bolsillos con espacio suficiente. Mientras que la ropa masculina tiene amplias bolsas para guardar el celular y la cartera, en los bolsillos de la ropa para mujeres apenas caben un par de monedas. Es eso, o los pantalones de mezclilla tienen un par de costuras que simulan bolsillos, con las que no queda de otra que guardarse el teléfono y las llaves en cualquier otra parte.
Pero, ¿de dónde salió esta desigualdad en el diseño textil? ¿Por qué la ropa para mujer no tiene bolsillos decentes?
En un libro titulado The Pocket: A Hidden History of Women’s Lives, 1660-1990 (El bolsillo, una historia oculta de la vida de las mujeres 1660-1990), Arianne Fenetaux y Barbara Burman señalaron que el asunto de los bolsillos data del siglo XVII. En ese entonces, una especie de bolso que se ata a la cintura era una de las prendas más populares, no solo por su utilidad sino por la privacidad que daba a las mujeres.
Sin embargo, todo cambió en el siglo XIX, cuando las siluetas de los vestidos cambiaron y los críticos de moda empezaron a reprobar el uso del bolsillo atable. Fue así como nacieron los bolsos de mano, que empezaron como un minúsculo accesorio llamado “ridículo”. Como señala Rachel Lubitz en Mic, su tamaño era inversamente proporcional al estatus de la mujer que lo llevaba: era tan pequeño que en él no cabía dinero, y era sabido que las mujeres no debían meterse en asuntos financieros.
“Las frustraciones y limitaciones del acceso de las mujeres al dinero y a la propiedad se reflejaban en el tamaño restringido de sus bolsos”, escribió Burman.
El siglo XX trajo consigo la invención de los pantalones de mezclilla y, con ella, bolsillos para las mujeres que los usaban. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los blue jeans se popularizaron entre las clases privilegiadas, el tamaño de las bolsas se redujo considerablemente: los bolsillos añadían volumen a esas áreas que las mujeres debían “disimular” como la cadera y el trasero, por lo que se volvieron más pequeños o se eliminaron de forma definitiva. (Vía: Vox)
Si bien durante las décadas de los 70 y 80 se puso de moda la ropa “masculina” para las mujeres y esto significó un regreso de los bolsillos de gran tamaño, los 90 vieron nacer el culto a los bolsos de diseñador: descendientes del mencionado ridículo pero en distintas formas y colores, como esas bolsas Coach que estaban en todas partes y, por su gran demanda, eran falsificadas alrededor del mundo.
Más tarde, en el inicio del siglo XXI se impuso la moda de los jeans a la cadera: pantalones con el tiro tan bajo que era prácticamente imposible añadirles bolsillos. Una vez más, la apariencia se priorizó encima de la practicidad en el diseño textil, como se puede observar en este video de Britney Spears:
Hoy en día, los bolsillos de las mujeres siguen siendo, en promedio, 48% más cortos y 6.5% más angostos que los de los hombres, como reveló un estudio publicado en The Pudding. No obstante, con la consigna ‘Lo personal es político‘ cada vez más extendida, los bolsillos están dejando de ser un aspecto inocuo de las prendas femeninas para ser una muestra de que la desigualdad afecta incluso la forma en que transportamos nuestras pertenencias.
El Congreso de la Ciudad de México aprobó integrar el concepto “violencia política de género” a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Con 53 votos a favor y cero en contra, los diputados determinaron adicionar la fracción seis al artículo sexto de dicha ley, donde se estipulan los tipos de agresiones.
La violencia política de género quedó definida como “cualquier acto, omisión y/o tolerancia, cometido por sí o por interpósita persona que, basado en elementos de género, tenga por objeto o resultado amenazar, dañar, hostigar, lesionar, limitar, negar, obstaculizar, perseguir, y/o presionar la integridad y libertad de las mujeres y/o sus familiares, en el ejercicio pleno de sus derechos político electorales o bien en el ejercicio de un cargo público”.
Paula Soto, diputada de Morena, señaló que el pasado proceso electoral fue escenario para exhibir las distintas formas de violencia contra las mujeres, las cuales se convirtieron en instrumentos de intereses particulares, atentando contra los derechos político electorales de aquellas que decidieron participar en la vida política del país.
“En abril, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales informó que desde 2016 se han recibido 200 denuncias por violencia política en contra de las mujeres, y consideraron tanto agresiones verbales como físicas”, dijo.
La también presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en el Congreso local indicó que pese a los logros que han alcanzado las mujeres, 52% de ellas viven en la subrepresentación.
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Cuenta Paula que cuando ella era muy, muy pequeña, su padre abría la puerta de la habitación y se «colaba» en mitad de sus noches. El edredón desaparecía y ese era el pistoletazo de salida a recuerdos que guarda «como diapositivas». No hay rencor ni ira ni deseo de venganza. «Pero están ahí», dice después de un breve silencio al teléfono. El 27 de abril, a las 21.06, usó 219 de los 280 caracteres que permite Twitter: «Tengo 32 años y me despierto con miedo cuando se me cae el edredón por las noches. Cuando era pequeña me pasaba igual. El hombre que más tenía que haberme querido tiraba el edredón al suelo y ahí empezaba todo #cuéntalo». Quiso formar parte de aquel hashtag que se había vuelto viral en cuestión de horas: «Decirlo de forma tan abierta fue una catarsis, difícil, pero catarsis».
Ella fue una de las 790.000 mujeres —en su mayoría lo fueron, aunque también hubo hombres— que entre el 26 de abril y el 9 de mayo escribieron casi tres millones de tuits contando, compartiendo o contestando a historias como la suya. Un torrente que cruzó a América Latina. Más de 50.000 de aquellos mensajes fueron testimonios en primera y segunda persona: hablaban de asesinatos (9,8%), de violaciones (14%), de agresiones sexuales (28%), de maltrato (15,7%), de acoso (35,5%) o del miedo a salir de noche, a caminar sola, a llegar tarde a casa (29,5%). Hubo más de 3.500 relatos sobre violaciones a menores de 18 años y más de 1.000 a menores de 12.
Estas cifras son una radiografía del movimiento, espontáneo y de denuncia, en más de 60 países —34% de los testimonios se escribieron desde España, 32% desde Argentina, 8% de Colombia, 5% de Chile y Mexico— y se ha conocido este jueves 12 de diciembre después del trabajo de 10 analistas del Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC por sus siglas en inglés), que, además, han creado una herramienta para que albergue los datos, permita su consulta y sirva para seguir recopilando testimonios; y una web que los recoge, Proyecto Cuéntalo.
El origen de todo ello está en La Manada. Aquel 26 de abril la Audiencia Provincial de Pamplona dictó sentencia: abuso sexual con prevalimiento para los cinco hombres que abusaron de una chica de 18 años durante la primera noche de San Fermín en 2016. Mientras las calles de decenas de ciudades se llenaban con una queja unánime sobre el delito —pedían una condena por agresión y no por abuso—, la periodista Virginia P. Alonso publicó La ‘no violación’, el relato de la agresión que sufrió cuando tenía 13 años, y Cristina Fallarás, también periodista, pensaba «me muero» al escuchar el veredicto.
«Creer o no creer es un acto consciente, y ni los hombres ni la justicia estaban creyendo en su relato [se refiere a la víctima de La Manada]. Y en parte es porque no existe este relato común. Decidí que tenía que llamar a la gente a contarlo», cuenta Fallarás, que publicó el tuit que hizo nacer el movimiento #Cuéntalo esa misma tarde: «Este relato nos lo han hurtado. Debemos construirlo para que otras reconozcan…». La respuesta masiva a su llamamiento produjo un documento que Fallarás califica como «una nueva memoria colectiva nunca antes narrada» que tiene números «abrumadores» y que «no se parece al Me Too porque no hay nadie conocido detrás». Para ella este es un chorro horizontal en el que hubo 2,6 millones de retuits y 9.500 retuits con comentarios, 128.400 con contenido propio, y 22.500 respuestas.
Cuando Fallarás se dio cuenta de las dimensiones del hashtag, le pareció «una irresponsabilidad» llamar a las mujeres a «contar sus violencias» y que aquello pudiera desaparecer. Las historias de novios que violan a sus novias cuando ellas se emborrachan, tíos que soban a sus sobrinas durante una cena familiar, padres que se meten a hurtadillas en la habitación de sus hijas, desconocidos que se abalanzan sobre mujeres en un bar, que se masturban a escasos metros de alguna adolescente que camina por la calle, que arrinconan de madrugada, que arrancan los dientes de una mujer para obligarla después a practicar una felación.
«Era imprescindible conservar esa información, un aluvión como este da como resultado una realidad irrefutable», explica. Mientras buscaba una forma de extraer y guardar aquellas narraciones, Aniol Maria y Vicenç Ruiz, dos archiveros de Barcelona, habían recuperado, uno a uno, todos aquellos tuits. A Fallarás se lo comunicó otra periodista, Karma Peiró, a través de la cual llegó también Fernando Cuchietti, un doctor en Física Cuántica dedicado al análisis y visualización de datos en el BSC. Acababa de nacer un equipo que, durante siete meses y de forma totalmente voluntaria, recopiló, clasificó y limpió los datos que presentan este jueves en el Teatro del Barrio, en Madrid.
«¿Quién puede atreverse a pensar que cientos de miles de historias son inventadas? Esta nueva memoria colectiva no depende de poderes patriarcales como el judicial o el policial, que es de donde salen las estadísticas oficiales[cifras que, reconocen las fuerzas y cuerpos de seguridad en España y el resto de Europa, están muy por debajo de la realidad, porque se calcula que solo denuncia la violencia alrededor de un 20%]. Esta sale directamente de las víctimas, que han visto en las redes sociales un lugar seguro y gratuito para denunciar. Nos estamos narrando ahí», dice Fallarás. Un relato que habla de una violencia extendida, a cualquier edad y en cualquier parte y, sobre todo, perpetrada por conocidos y que genera una pregunta, según la periodista: «¿Contra qué luchamos cuando hablamos de la lucha contra la batalla de género?».
Para ella es algo que tiene que ver con la cantidad de casos que hay sin denunciar. «Es un hueco gordísimo que hace que la realidad que conocemos sea sesgada, y hemos construido nuestra idea de la violencia sobre esa realidad, una que ya no podemos negar. No después de esto. Ya no puede haber ese desentendimiento social, político, económico…». Fallarás está convencida de que hay que eliminar la duda continua sobre las mujeres y basar todo el pensamiento que se articula alrededor de la violencia de género en la credibilidad de las víctimas: «Y para eso hay que saber cuántas son de verdad, para tomar medidas y decisiones basándose en el conocimiento. Esto es una forma de censar la violencia. Por eso estos datos y la herramienta que ha creado el BSC quedan a disposición de la Administración. Esto debe estar en manos públicas».
Ahora, dice Fallarás, el camino es preguntarse cuántas de aquellas mujeres, después de decidir no callar más a golpe de tuit, lo hicieron a golpe de denuncia. «También cuánta responsabilidad tienen los medios y las instituciones públicas y los organismos en esa especie de silencio que se ha creado durante décadas». Y que ya no existe.
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Establecer cuotas de género puede hacer la diferencia en elevar la participación de las mujeres en la vida política del país, pero debe haber una determinación del gobierno acompañada de acciones que amplíen las oportunidades en todos los sectores, señaló Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Cuando la diferencia de la participación femenina en el mercado laboral es muy grande, ya sea en los consejos de administración de empresas privadas o de los congresos, son necesarias las cuotas de género, no para siempre pero sí para apoyar a reducir esa diferencia”, dijo.
La investigación del FMI muestra que tanto hombres como mujeres se benefician cuando hay un aumento en la participación de las mujeres en la economía. Empoderar a las mujeres puede transformar vidas y sociedad. También puede fortalecer una economía apoyando el crecimiento, la inclusión social y la resiliencia económica.
Cerrar la desigualdad entre hombres y mujeres en la fuerza laboral impulsaría en 26 por ciento el PIB global al agregar 28 billones de dólares para el 2025; para América Latina significaría 2.6 billones de dólares más, según datos del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR por sus siglas en inglés).
En su participación en el Foro “Mujeres y la Ley, nivelando el campo de juego económico”, organizado en Washington por CFR, la directora gerente de FMI señaló que establecer cuotas de género en las organizaciones privadas o públicas pueden hacer la diferencia pero es la determinación política de dar más oportunidades al tomar acciones específicas que favorezcan a las mujeres participar en la vida laboral.
El FMI ha reconocido en diversos reportes en México acciones como el transporte público con áreas específicas para que las mujeres viajen más seguras y señala que un tercio de las mujeres entre los 25 y 44 años pasan al menos 40 horas a la semana cuidando a niños menores a 14 años o personas mayores, dependientes o discapacitadas.
Lagarde advirtió que la igualdad de género es uno de los 17 objetivos para el Desarrollo Sustentable de la ONU para terminar con la pobreza.
Al medir las barreras legales para que las mujeres accedan al trabajo, a las cortes o a tener propiedades, México se posiciona en el 5 lugar dentro del ranking global de 189 países analizados por el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), con una puntuación de 92.8 puntos, ligeramente debajo de España que obtuvo 92.9 puntos para situarse en el lugar 4.
El índice mide los obstáculos legales formales para la participación económica de las mujeres en todo el mundo. Si bien con frecuencia existe una gran diferencia entre las leyes escritas en los libros y su implementación, la igualdad legal formal es un primer paso crítico para cerrar la brecha entre mujeres y hombres en la economía, reconoce el Council on Foreign Relations.
México fue el primer lugar de 32 países de América Latina y el Caribe y el Top 1 en el grupo de países de ingreso medio alto.
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La denuncia por violación en contra del actor Juan Darthés que realizó el colectivo Actrices Argentinas provocó aquí un «terremoto feminista» que se reflejó en un intenso debate social sobre la violencia machista, al que se sumó incluso el presidente Mauricio Macri.
La actriz Thelma Fardín denunció la noche del martes que Darthés, un exitoso protagonista de series infantiles y adolescentes, la violó en 2009, cuando ella tenía 16 años y él 45, durante una gira que ambos realizaban en Nicaragua con la obra “Patito feo”.
La joven contó su historia en una conferencia de prensa que se realizó en un céntrico teatro de Buenos Aires, en cuyo escenario estuvo arropada con la compañía de un centenar de actrices, entre ellas Cecilia Roth, Dolores Fonzi, Lali Espósito y Leticia Brédice.
A través de un video, Fardín explicó que en todo momento se resistió a la violación que Darthés comenzó diciéndole “mirá como me ponés”, y la obligó a tocarlo.
En respuesta, el colectivo lanzó el lema “Mira cómo nos ponemos”, y enseguida se convirtió en tendencia en las redes sociales, y en el que demuestran la indignada advertencia de que los abusos ya no se van a tolerar y serán denunciados.
Desde ese momento, en las redes sociales comenzaron a replicarse testimonios de mujeres que contaron por primera vez y públicamente la violación o el abuso del que fueron víctimas, bajo los hashtags “No nos callamos más”, y “Mirá cómo nos ponemos”.
Además, psicólogas y abogadas ofrecieron sus servicios de manera gratuita para atender de manera urgente a mujeres que estuvieran conmocionadas recordando la agresión sufrida o para iniciar de inmediato acciones legales en contra de los violadores.
Marcelo Tinelli, el conductor más exitoso de la televisión argentina que hasta hace pocos años les cortaba la falda en vivo a las participantes de su programa y producía espectáculos plagados de violencia machista, comenzó su programa felicitando a las actrices y deseando que haya justicia.
El presidente Macri escribió la mañana de este miércoles en la red Twitter que “por respeto a la denuncia de Thelma Fardin contra Juan Darthés resolvimos levantar de estas redes un spot publicado contra la violencia de género del que el acusado formaba parte”.
A pesar de que su gabinete sólo cuenta con dos ministras y de los recortes en los programas vinculados al combate a la violencia de género, el presidente aseguró que el compromiso de su gobierno “es trabajar para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres”.
Tan fuerte fue el impacto de la denuncia que desde anoche ha sido el tema central de los programas de radio y televisión e incluso la académica feminista Rita Segato se convirtió de manera inédita en tendencia en las redes sociales, algo impensable hasta hace poco en este país.
“Que la mujer del mañana no sea como el hombre que dejamos atrás, no puede ser un feminismo del enemigo, queremos un mundo de amigos, mi meta central es una sociedad en plural», advirtió Segato en un programa radiofónico.
Actores como Sebastián Estevanez, Eva de Diminici y Eugenia Suárez, que habían dudado de una denuncia previa de la actriz Calu Rivero contra Darthés, se disculparon públicamente.
La denuncia, que tuvo amplia repercusión internacional, amenaza con convertirse en una bola de nieve que impactará no sólo en el mundo del espectáculo, sino en un país en el que hay un femicidio cada 30 horas. pero en donde nació el movimiento “Ni una menos”, y en el que desde hace 30 años se realiza un masivo Encuentro Nacional de Mujeres.
Isaac hizo una llamada telefónica para preguntar por Liliana, su exesposa, sin saber que ese era el comienzo de una búsqueda que ya cumplió un año… y contando.
Habían hablado la noche anterior y ella le había encargado unas donas que le gustaban y vendían cerca de la casa de su exsuegra. También habían platicado sobre sus hijos, Isaacsito y Valeria. Aunque ya no estaban juntos mantenían un vínculo por ellos.
Con Liliana —de 26 años al momento de la desaparición— iba Valeria, su hija de un año y dos meses de edad. Ambas permanecen desaparecidas, como más de 9 mil 500 niñas, jóvenes y mujeres en México, lo que representa el 25.71% de las personas no localizadas, de acuerdo con cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), al 30 de abril de 2018.
Al día siguiente de la llamada que Isaac hizo a la familia de su exesposa, comenzó la búsqueda de Liliana y Valeria ante las autoridades de Coahuila. La desaparición ocurrió en Torreón, una ciudad ubicada al suroeste del estado.
“La buscamos todo ese domingo en dependencias de aquí de Torreón: en la Cruz Roja, en el Semefo (Servicio Médico Forense), en todos lados, en absolutamente todos lados. Hasta que de plano no tuvimos ningún resultado fue cuando decidimos ir a la Fiscalía, ese mismo domingo, y el lunes fue cuando nos tomaron en sí como una denuncia oficial”, relata a mexico.com Karla Ríos, hermana de Liliana, tía de Valeria y quien encabeza la búsqueda de ambas.
Pero pronto se toparon con un obstáculo para avanzar en la localización: las propias autoridades. En la Policía les dijeron: “bueno, van a regresar; al día siguiente o en dos días”, y ni siquiera les ofrecieron la activación de la Alerta Ámber —un sistema de notificación de menores de edad desaparecidos— para la pequeña Valeria. Hasta 12 días después fue difundida la Pre-Alerta Ámber, que tiene “un nivel de urgencia inmediata menor que una Alerta Ámber”, según el protocolo.
De la insensibilidad a la estigmatización
Buscaron ayuda en todo Coahuila y en Durango para hallar la camioneta en la que viajaban Liliana y Valeria. Se acercaron al Centro de Ayuda a la Mujer de Torreón, a organizaciones como la Red de Mujeres de la Laguna.Comenzaron a recibir apoyo, sin embargo, la búsqueda no daba resultados y la respuesta de las autoridades seguía siendo ineficaz.
“Hay veces que te desesperas porque ves que la gente no toma realmente como suyos los casos. Obviamente, no es la misma desesperación a nosotros como familias que como los Ministerios Públicos o demás personas que están ahí detrás de un escritorio y que les toca hacer el trabajo”, explica Karla.
Pero no es una situación particular de Torreón o del estado de Coahuila. Familiares de personas desaparecidas suelen enfrentarse a dificultades similares en diferentes ciudades del país, incluida la Ciudad de México. Fue el caso de Elizabeth Martínez, fundadora de la organización Familias Unidas por una Causa y quien se inició en el activismo después de vivir la desaparición de un familiar hace cinco años.
“Yo creo que todas las familias hemos pasado desde el paso uno: estar en el Ministerio Público, donde no son muy empáticos con estos temas los servidores públicos que se encuentran ahí. Desde ahí empieza uno a encontrar todas estas malas situaciones porque no te indican qué es lo que uno tiene que hacer, o qué decir”, describe Elizabeth a mexico.com.
Y cuando acudió a una delegación —hoy alcaldía— para solicitar la activación de la Alerta Ámber, quien la atendió le dijo que ignoraba a qué se refería con “Alerta Ámber”.
A pesar de lo anterior, hay un siguiente nivel: la estigmatización y la revictimización —el trato inadecuado que añade sufrimiento a las víctimas y sus familiares— por parte de los funcionarios públicos.
“La trabajadora social hace comentarios que todas las madres hemos pasado. Si es una hija: ‘se fue con el novio’, ‘que al rato no tardan’, ‘que al rato regresan tres’, ‘que no me preocupe’, ‘que ha de estar en Acapulco’. Esta revictimización. De por sí va uno en shock, no sabe uno ni qué hacer. De verdad uno está en crisis y de repente te llegan con estos comentarios”.
Elizabeth logró encontrar a salvo a su familiar, pero al ver de cerca el sufrimiento de otras personas que buscaban a sus seres queridos desaparecidos decidió fundar una organización con el propósito de ayudarles en su labor.
“Fue como nació mi cuenta @elizamarmar, porque empecé en primera a visibilizar mi caso. Empecé a solicitar el apoyo. Cuando ya pasa lo mío, que yo ya tengo localizada a la persona (el familiar que desapareció), pues resulta que me llegan igual por las redes sociales (preguntas sobre) cómo le había hecho yo para salir en la tele, para obtener una Alerta Ámber y me preguntaban así muchas mamás. Fue como el acercamiento con ellas, fue cuando empecé a asesorarles y decirles cómo hacer ese caminito, qué fue lo que hice yo que en mi caso me había resultado”, relata.
El dolor de la ausencia y la incertidumbre
El 7 de mayo pasado, a siete meses de la desaparición de Liliana y Valeria, se realizó una marcha en Torreón hacia la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas de esa ciudad, en la que participaron familiares y amigos de la familia con pancartas, volantes y calcomanías.
También colocaron espectaculares para ampliar la búsqueda. Karla Ríos organizó una rifa para reunir el dinero para los anuncios. El vendedor fue sensible ante la situación de la familia y decidió cobrarles un costo menor del precio regular.
“Me costó aproximadamente 15 mil pesos tenerlos dos meses aproximadamente”, detalla.
El 7 de octubre pasado, se cumplió un año de la ausencia de Liliana y Valeria, pero Karla y su familia se mantienen unidos y no pierden la esperanza de que estén a salvo.
“Reímos y lloramos recordando a ellas dos en todo lo que vivimos al menos antes de que pasara todo esto. Estamos juntos y solo recordamos qué fue lo que pasó, pero seguimos con la esperanza de encontrarlas (…) A Valeria estábamos planeando bautizarla cuando sucedió todo esto”, narra.
Su esperanza radica en la posibilidad de que Liliana esté en un lugar donde la obligan a estar y en el que le impidan comunicarse. “Porque sé que si se hubiera ido por su propia voluntad ya se hubiera comunicado”.
También cree que alguien pudo rescatar a la pequeña Valeria. “Esa es mi esperanza, de creer en que existe gente buena y que pudo ayudarla; en haber visto a mi Laura Valeria y decir: ‘ese angelito’, y haberse apiadado”.
Karla, sin embargo, vive a diario con el dolor por la desaparición de su hermana y de su sobrina:
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