Categoría: Noticias

  • Mujeres de África Occidental, emprendedoras contra viento y marea

    Mujeres de África Occidental, emprendedoras contra viento y marea

    Elheri, de 43 años, comienza su jornada a las dos y media de la mañana. Prepara el hornillo en la que cocina el akamu (un cereal de maíz nigeriano) y los ingredientes para el akara (pasteles de judías fritos en aceite). A las cinco de la mañana, esta pequeña emprendedora está lista para un viaje de una hora a Maitama, un barrio acomodado de Abuja, donde fríe el akara y lo vende con platos de akamu. Cuando las ventas terminan alrededor de las 11 de la mañana, Elheri cierra su negocio y regresa a casa a dormir. Sin embargo, el día no termina ahí, ya que debe levantarse a las cuatro de la tarde para preparar los ingredientes del día siguiente. A continuación, trabaja hasta las nueve de la noche, alternando sus tareas comerciales con el cuidado de sus hijos. A las dos y media de la madrugada comienza un nuevo día.

    Frente a los obstáculos habituales en una sociedad patriarcal, el espíritu empresarial suele servir a las mujeres de África Occidental como una alternativa eficaz para su independencia económica. A modo de comparación, mientras en Europa menos de un tercio de las empresas son propiedad de mujeres, en Nigeria esa cifra representa el 43%, según el Informe 2021 sobre el Estado del Espíritu Empresarial en Nigeria.

    Sin embargo, estas cifras no están exentas de sacrificios. Aparte del trabajo doméstico no remunerado, es común que las mujeres tengan uno o dos empleos de jornada completa y lleven las riendas de un negocio aparte. Es decir, las apretadas agendas de las mujeres les dejan poco o ningún tiempo para ocio y menos aún para la formación personal que apoye el crecimiento de su negocio.

    Los estereotipos, el sesgo, las expectativas y las normas socioeconómicas y culturales, como la imposibilidad de las mujeres de poseer tierras, hacen que las grandes inversiones empresariales sean una carga, ya que todo debe financiarse desde cero

    Antes de la época colonial, en múltiples sociedades africanas tradicionales, las mujeres eran las que apoyaban económicamente a los hombres. En el pueblo kofyar, por ejemplo, las mujeres eran comerciantes exitosas, lo que permitía la liquidez de sus activos financieros. Así, mientras la riqueza de los hombres estaba ligada a sus tierras, las mujeres solían servir de prestamistas a sus comunidades. Así lo refleja Christine Fray en su investigación Las mujeres en el África Occidental tradicional: Un estudio de su posición económica y su papel (Women in Traditional West Africa: A Study of Their Economic Position and Role).

    Si nos vamos a los años 60 y 70, nos encontramos con el famoso caso de las Nana Benz en Togo, que dominaron la venta de textiles en la región durante la época y son todo un referente para las mujeres comerciantes. Su nombre se debe a los coches de lujo que conducían y se calcula que el 40% de los negocios comerciales de Togo durante este periodo estaban en sus manos. En consecuencia, este grupo de empresarias soportó la carga económica de la nación durante una época marcada por grandes déficits presupuestarios, contribuyendo desde el 13,4% del PIB en 1973 hasta el 39,6% en 1979.

    Mientras que en Europa menos de un tercio de las empresas son propiedad de mujeres, en Nigeria esa cifra representa el 43%

    Informe 2021 sobre el Estado del Espíritu Empresarial en Nigeria

    Inimfon Etuk, fundadora de She Forum Africa, una ONG que ofrece asesoría a mujeres y niñas para el desarrollo integral y el avance económico, considera que las mujeres africanas se enfrentan a otros obstáculos para ampliar sus negocios. Señala que “no hay muchas facilidades de financiación para apoyar el crecimiento de las empresas más allá de la fase de startup, y es aquí donde la mayoría de empresas dirigidas por mujeres necesita más ayuda para financiar la expansión”.

    Estas barreras a la inversión suelen tener su origen en prejuicios basados en los roles de género. “Los estereotipos, el sesgo, las expectativas y las normas socioeconómicas y culturales, como la imposibilidad de las mujeres de poseer tierras, hacen que las grandes inversiones empresariales sean una carga, ya que todo debe financiarse desde cero, lo que limita su capacidad de aportar los habituales bienes inmuebles como garantía para los préstamos empresariales”, agrega Etuk.

    Incluso en la capital de Nigeria, Abuja, algunos propietarios se niegan a alquilar propiedades a las mujeres, sobre todo si son solteras. Etuk añade: “Irónicamente, las mujeres casadas tienden a recibir más consideración para los préstamos que las que no lo son. La creencia es que un cónyuge apoyará a su mujer en la gestión del proceso de préstamo, frente a una mujer soltera que no tiene ese respaldo”.

    Debido a esta situación, están surgiendo iniciativas para ayudar a las mujeres. La fundadora de She Forum Africa observa un aumento de las instituciones que promueven programas de capacitación dirigidos al sexo femenino. Explica que, “las mujeres pueden beneficiarse de estas oportunidades, aprendiendo habilidades interpersonales como la comunicación, el liderazgo, la confianza en sí mismas, el marketing, la negociación y el networking”.

    No obstante, para la mayoría de las mujeres, el acceso a la formación y a la financiación sigue estando lejos de su alcance. Elheri, como muchas otras, depende de sus escasos ahorros para financiar su sueño de abrir una tienda de akara. Pero como varias empresarias africanas que le precedieron y lo lograron a pesar de las aguas turbulentas, la tenacidad de Elheri es su baza para prosperar.

  • ONU Mujeres: 13 años de trabajo por la igualdad de género

    ONU Mujeres: 13 años de trabajo por la igualdad de género

    Este 2 de julio, ONU Mujeres, la entidad de Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo, conmemora su 13º aniversario.

    Desde su creación el 2 de julio de 2010, por decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas, ONU Mujeres ha trabajado para posicionar los derechos, las prioridades y las voces de las mujeres en el centro de las agendas nacionales y globales.

    Los resultados obtenidos estos años no habrían sido posibles sin el apoyo y el trabajo conjunto de los movimientos de mujeres y feministas que luchan incansablemente en América Latina y el Caribe para que la igualdad de género ocupe el lugar central que le corresponde.

    A lo largo de estos 13 años, ONU Mujeres ha hecho sus mejores esfuerzos para hacer de la igualdad de género una realidad para más mujeres y niñas en toda su diversidad.

    Entre ellos, la promoción de iniciativas regionales para la adopción de sistemas integrados de cuidado como propuestas estructurales integrales que garanticen los derechos de las personas que requieren cuidados, así como los derechos de quienes los proveen.

    En el ámbito de la violencia contra las mujeres y las niñas, se han logrado avances significativos en la prevención del feminicidio y la violencia de género en América Latina y el Caribe.

    A través del Marco Global RESPETO, desarrollado en alianza con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se apoyaron políticas y programas de prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas en la región.

    Además, se impulsó la implementación de pautas y protocolos para mejorar el acceso a la justicia y generar respuestas más efectivas por parte de los Estados.

    Mediante la Iniciativa Spotlight, ONU Mujeres ha fortalecido la capacidad de organizaciones de la sociedad civil en la lucha contra la violencia de género, e impulsado cambios en la conversación pública y la promulgación de políticas públicas y leyes en diferentes países de la región.

    En el ámbito de las ciencias del comportamiento y las masculinidades, se han desarrollado con éxito en varios países estrategias basadas en el comportamiento para involucrar a los hombres en la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas.

    Todo este trabajo ha resultado además en un mayor debate y conciencia sobre la igualdad de género, así como un aumento en el empoderamiento de las mujeres para hablar y defenderse.

    En este 13º aniversario, ONU Mujeres reafirma su compromiso de seguir trabajando incansablemente por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo.

    Además, invita a todas las personas y organizaciones a unirse a la causa de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, para seguir avanzando hacia sociedades más justas e igualitarias.

  • ¿Por qué hay más casos de alzhéimer entre las mujeres?

    ¿Por qué hay más casos de alzhéimer entre las mujeres?

    Casi 120 años han pasado desde que el médico alemán Alöis Alzheimer describió por primera vez la enfermedad neurodegenerativa que hoy lleva su nombre. Todo comenzó a raíz del caso con una paciente demente llamada Auguste Deter.

    Los últimos datos sobre la enfermedad de Alzheimer (EA) sugieren que no fue una coincidencia que Auguste fuera una mujer: hoy sabemos que en torno a dos tercios de las personas afectadas lo son.

    Concretamente, un estudio realizado en 2017 ya demostraba que en Europa un 3,31 % de los hombres padecen alzhéimer frente al 7,13 % de las europeas –más del doble–. Sin embargo, hasta hace relativamente poco tiempo a esta diferencia no se le había dado toda la importancia que merece.

    Los cambios hormonales importan

    El principal factor de riesgo de padecer EA es la edad. Entre la población general es más común que las mujeres alcancen o superen los 85 años. Por tanto, se había dado por sentado que ellas tenían más probabilidad de sufrirla simplemente por tener una mayor esperanza de vida.

    Sin embargo, ahora sabemos que este hecho no explica la realidad clínica. Como sucede con muchas otras enfermedades, la respuesta podría encontrarse tanto en las diferencias biológicas debidas al sexo como en las diferencias socioculturales (roles de género).

    Desde un punto de vista biológico, los cambios hormonales típicos del envejecimiento femenino están en el punto de mira de la investigación del alzhéimer desde hace bastantes años. Ahí entran en juego los estrógenos, hormonas esteroideas producidas principalmente por los ovarios, aunque también por las glándulas adrenales, el tejido adiposo y el cerebro.

    Además de su papel en la reproducción, los estrógenos intervienen en otras vías de señalización, algunas relacionadas con funciones cognitivas o con la neuroprotección. Así, son moléculas con acción antioxidante, reguladoras del metabolismo, de la respuesta inmunitaria, la neurogénesis y la plasticidad sináptica, que resultan críticas para el envejecimiento cerebral.

    Sin ir más lejos, el hipocampo presenta dos tipos de receptores estrogénicos. Y da la casualidad de que esta región cerebral, que está implicada en la memoria y el aprendizaje, se ve severamente afectada en pacientes de alzhéimer desde estadios tempranos.

    Por tanto, es evidente que la pérdida de estrógenos (hipoestrogenismo) debida a la menopausia parece tener mucho que decir. Tanto es así que las mujeres a las que se han extirpado los ovarios con menos de 50 años también presentan un mayor riesgo de padecer daño cognitivo y alzhéimer.

    Por eso desde hace varias décadas se están haciendo investigaciones para averiguar si la terapia hormonal sustitutiva (es decir, aportar estrógenos en forma de medicación al inicio o durante la menopausia) podría tener una función neuroprotectora.

    También se está trabajando para optimizar su aplicación: los datos sugieren que existe una ventana temporal crítica de administración en la cual este tratamiento podría ser más efectivo. Concretamente, podría resultar más útil si se aplica en las etapas iniciales de la menopausia o ante casos de menopausia quirúrgica. Sin embargo, existen datos contradictorios, por lo que se necesitan más estudios para aclarar este asunto.

    La microbiota afecta a la salud cerebral

    Por otra parte, en esta última década se ha descubierto la importancia de las poblaciones de microorganismos que residen en el cuerpo humano (microbiota) y su relación con las hormonas y la salud cerebral.

    En concreto, un subgrupo de estas bacterias, llamado estroboloma, participa activamente en la regulación de los niveles sistémicos de estrógenos. Por tanto, las terapias probióticas también podría tener efectos beneficiosos indirectos sobre el cerebro de las mujeres menopáusicas.

    De hecho, la microbiota también presenta dimorfismo sexual, siendo diferente entre hombres y mujeres, lo que se conoce como microgenderoma. Estas variaciones producen diferentes grados de susceptibilidad a la hora de padecer ciertas patologías.

    El cerebro de las mujeres podría ser más vulnerable al estrés

    El estrés es otro conocido factor de riesgo para desarrollar alzhéimer, que parece afectar más a las mujeres que a los hombres. Un estudio reciente con modelos animales de esta enfermedad ha demostrado que el cerebro de las hembras es más vulnerable al impacto del estrés que el de los machos, debido al parecer a un mayor aumento en la acumulación de la proteína beta-amiloide.

    La incorporación de la mujer al mundo laboral, junto con las tareas del hogar, cuidados y los problemas de conciliación familiar, hacen que, en general, ellas acusen más estrés que los hombres. Y eso implica que estrategias sociales encaminadas a la eliminación de las diferencias de género podrían ser muy positivas para reducir el riesgo de EA entre las mujeres.

    Hacia los 150 millones de pacientes

    El alzhéimer es una de las principales pandemias del siglo XXI. Se prevé que haya alrededor de 150 millones de pacientes con esta enfermedad neurodegenerativa para el 2050. En España hoy son más de 800 000 personas las que sufren este tipo de demencia, y se estima que esta cifra se elevará por encima de los 1,2 millones en las próximas décadas.

    Desafortunadamente, de momento no existe cura ni tratamiento realmente efectivo contra esta enfermedad neurodegenerativa. Es posible que el haber pasado por alto las diferencias debidas al sexo y al género haya contribuido de algún modo a este retraso.

    Precisamente por este motivo surgió Women’s Brain Project (WBP), una organización sin ánimo de lucro internacional con base en Suiza, integrada por expertas en distintas disciplinas científicas. WBP nació desde esta necesidad de analizar cuáles son las diferencias que dependen del sexo y el género en la salud y enfermedades mentales, para poder aplicar este conocimiento en aras de una medicina de precisión.

    Lo que cada vez está más claro es que el sexo es una variable de peso a la que, desafortunadamente, todavía no se le ha concedido la merecida relevancia, a pesar de dividir a la población mundial en dos subgrupos fisiológicamente bien diferenciados. Este punto podría explicar, al menos en parte, el fracaso a la hora de trasladar los datos preclínicos a los ensayos clínicos, no solo para el alzhéimer, sino también para otras enfermedades.

  • Científicos revelan que las mujeres de la prehistoria no solo engendraban, sino que eran hábiles cazadoras

    Científicos revelan que las mujeres de la prehistoria no solo engendraban, sino que eran hábiles cazadoras

    Es muy común que, pensando en la historia de hace siglos, se crea que las mujeres se dedicaban a tareas de casa, como engendrar y cuidar a los hijos. Al menos así se solía pintar la sociedad prehistórica, que catalogó a los hombres como los únicos que utilizaban la fuerza bruta para cazar animales.

    No obstante, un nuevo estudio analizó los datos arqueológicos de 63 sociedades de cazadores y recolectores de América del Sur, del Norte, África, Asia, Australia y Oceanía, y encontraron la presencia de mujeres cazadoras en al menos 50 lugares diferentes en todo el planeta.

    Científicos revelan que las mujeres de la prehistoria no solo engendraban, sino que eran hábiles cazadoras
    Las mujeres también eran cazadoras en la prehistoria

    La caza, definitivamente, no fue un patrimonio exclusivo de los hombres prehistóricos. El estudio, publicado en la revista científica Nature, reveló que todo apunta a que las mujeres eran cazadoras -muy hábiles- en las sociedades prehistóricas.

    Gracias a los restos arqueológicos que analizó el equipo de científicos de las universidades de Seattle y Washington, también pudieron determinar que las mujeres eran capaces de capturar presas de gran tamaño y ser buenas profesoras de las prácticas de caza para las nuevas generaciones.

    Además, habrían empleado una mayor variedad de armas y estrategias de caza, en comparación a los hombres. Una de las autoras aseguró que tenían “mayor flexibilidad” en estrategias y que utilizaron cuchillos, arcos, redes, machetes, lanzas y ballestas.

    Este hallazgo también suma más evidencias contra la idea de que en las sociedades recolectoras existían roles de género. Hay que desmentir la idea de que los hombres solo eran cazadores y las mujeres solo recolectoras”, se puede leer en el estudio.

    Y es que “los libros de prehistoria se han escrito desde el presente, así que gran parte de estas interpretaciones están sesgadas por prejuicios actuales”, explicó Marina Lozano, investigadora del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social y la Universitat Rovira i Virgili (IPHES-URV) en entrevista con El Periódico.

    Entre las mujeres cazadoras de nuestro continente, la investigación pudo determinar que existieron en Hiwi (Venezuela), Matses (Amazonía peruana), Tsminane (Bolivia) y Wilamaya Patjxa (Perú) .

  • Glosario: Mujer en la economía

    Glosario: Mujer en la economía

    El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) desarrolló un glosario sobre los conceptos que con frecuencia se usan en los estudios de género para referirse a los retos que enfrentan las mujeres en la economía. Estas definiciones están acompañadas por datos y evidencia para dimensionar las brechas.

    Familiarizarse y nombrar estas barreras contribuye a visibilizar las desigualdades laborales que existen entre hombres y mujeres con el objetivo de construir centros de trabajo más inclusivos e impulsar las carreras profesionales de las mujeres.

    Desde los pegajosos hasta los techos de cristal

    Glosario mujer en la economía

    glosario mujer en la economía

    glosario mujer en la economía

    glosario mujer en la economía

    glosario mujer en la economía

    glosario mujer en la economía

  • Tolerancia cero ante la violencia de género en la vida pública y política

    Tolerancia cero ante la violencia de género en la vida pública y política

    El Alto Comisionado para los Derechos Humanos pidió a los Estados y al Consejo para esas garantías tomar medidas para eliminar la violencia de género en la esfera pública y política. Volker Türk hizo el planteamiento este viernes durante la jornada anual de debate sobre los derechos fundamentales de la mujer.

    Volker Türk destacó el papel transformador de las mujeres y las niñas que han estado al frente de las instituciones públicas. “Desde la reivindicación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos hasta el fin de la violencia. Desde la lucha contra el cambio climático hasta el acceso a la educación, pasando por la igualdad salarial por un trabajo de igual valor”, declaró.

    Sin embargo, el Alto Comisionado recordó que, a pesar de que se han logrado inmensos avances en la participación pública y política de las mujeres, persisten barreras importantes. “Si queremos desmantelar el patriarcado, tenemos que desmantelar estas barreras”, señaló.

    Discriminación y estereotipos nocivos

    Volker Türk se refirió a la violencia de género como la principal amenaza al trabajo de las mujeres y niñas defensoras de los derechos humanos, periodistas y que ocupan cargos públicos.

    Explicó que aquellas que participan en la toma de decisiones son agredidas por los que consideran que su trabajo desafía las nociones tradicionales de familia y género o las normas sociales tradicionales. Ataques sexistas, sexualizados y misóginos que intentan silenciar sus voces y producir daños físicos y psicológicos. “Su propósito es claro: ejercer el control, perpetuar la subordinación y aplastar el activismo político y sus aspiraciones”.

    Este tipo de ataques están alimentados por una discriminación estructural generalizada y por estereotipos de género nocivos, profundamente arraigados en nuestras normas y comportamientos sociales.

    El Alto Comisionado dijo que estas normas y estereotipos generan unos desequilibrios tales, que las mujeres y las niñas constituyen más de dos tercios de la población analfabeta mundial y soportan tres cuartas partes de la carga mundial de trabajo doméstico y de cuidados.

    Violencia física y psicológica

    Un estudio de ONU Mujeres realizado recientemente en 39 países reveló que el 81,8% de las mujeres encuestadas en los parlamentos han sufrido violencia psicológica; el 44,4% amenazas de muerte, violaciones, palizas y secuestros; y el 25,5% violencia física.

    Y otra investigación reciente de la UNESCO estima que el 73% de las mujeres periodistas han sufrido violencia en línea, incluso a través de noticias falsas o imágenes trucadas, y amenazas y ataques verbales directos.

    Así, el Alto Comisionado abogó por un profundo cambio sistémico, en el que se refuercen los marcos jurídicos nacionales para proteger a las mujeres de la violencia, tanto en línea como fuera de ella.

    “Es fundamental centrarse en la prevención. Debemos adoptar códigos de conducta con tolerancia cero frente a la violencia de género y establecer mecanismos eficaces de denuncia para quienes la sufren”, declaró Türk.

    Activistas asisten a una marcha contra la violencia de género en Ecuador.
    © ONU Mujeres/Johis Alarcon
    Activistas asisten a una marcha contra la violencia de género en Ecuador.

    Otras medidas

    Según el Alto Comisionado, otras medidas necesarias son el establecimiento de cuotas en la esfera política, la creación de campañas de sensibilización para promover su participación y el desarrollo de capacidades para aumentar su capacidad electoral.

    También pugnó por incentivos económicos, medidas de protección social y campañas para promover un reparto más equitativo del trabajo doméstico y de cuidados.

    La importancia de la educación

    Los sistemas educativos requieren también cambios sistémicos. Las mujeres y las niñas no solo deben tener un acceso igualitario a la educación secundaria y terciaria, sino que deben ganar espacio en los sectores tradicionalmente dominados por los hombres, como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

    En este sentido, el Alto Comisionado pidió crear planes de estudio que incluyan a las mujeres como modelos y destaquen sus contribuciones. Otro objetivo es reducir la brecha digital, ya que la disparidad de género en el acceso en línea está aumentando. “A nivel mundial, las mujeres superan ahora a los hombres no usuarios de internet en un 18%, frente al 11% en 2019”, advirtió.

    Un mes dedicado a las líderes políticas

    Por último, Volker Türk señaló que su Oficina dedicó el mes de junio a destacar la participación de la mujer en la toma de decisiones con motivo del aniversario de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

    “Hace 75 años, los líderes mundiales se reunieron para adoptar ese texto visionario y milagroso. Las delegadas presentes en 1948 fueron clave para garantizar la inclusión de los derechos de la mujer. Rindo homenaje a las mujeres que participaron; su visión sigue guiándonos hoy en nuestras ambiciones”.

    “Nuestro objetivo debe ser un mundo en el que todas las niñas y todas las mujeres sean libres para ascender, prosperar y dar forma al curso de la historia”, finalizó.

  • La revolución africana de las tecnofinanzas necesita a las mujeres

    La revolución africana de las tecnofinanzas necesita a las mujeres

    La revolución de las tecnofinanzas está recorriendo África y creando riqueza y oportunidades desde El Cairo a Ciudad del Cabo. Sin embargo, al igual que el sector técnico más general, la industria tecnofinanciera padece una debilidad fundamental: la escasez de mujeres. Si bien el 30% de los profesionales técnicos de África subsahariana son mujeres, su proporción en el sector tecnofinanciero está muy por debajo del promedio del sector. Pero África sí tiene algo de que presumir en este frente: la proporción de compañías tecnofinancieras fundadas por mujeres duplica la media global, que es del 1,6%, frente al 3,2% mundial. Ambas cifras siguen siendo, no obstante, muy pequeñas.

    Esto no quiere decir que las tecnofinanzas no hayan tenido un efecto en las mujeres africanas, que sí han visto cómo su inclusión financiera se aceleraba: desde personas que buscan dar un marco más formal a sus finanzas hogareñas hasta pequeños negocios cuyas propietarias desean expandirse. Por ejemplo, en Ruanda las plataformas tecnofinancieras provocaron un aumento del 27% del acceso femenino a servicios financieros desde 2012 a 2016. En Kenia, la banca móvil ha elevado la inclusión financiera general del 26% en 2006 al 84% en 2021.

    En África, la proporción de compañías tecnofinancieras fundadas por mujeres duplica la media global, que es de 1,6, frente al 3,2% mundial

    Sin embargo, al continente le queda mucho camino por recorrer. En 2020, solo un 37% de las mujeres de África subsahariana tenía una cuenta bancaria, en comparación con un 48% de los hombres.

    Incluso en Ruanda, líder regional en igualdad de género, el problema persiste. En 2008, el país se convirtió en el primero del mundo en elegir un Parlamento de mayoría femenina y hoy ostenta una de las tasas más altas de participación de mujeres en política y en el mercado laboral. Sin embargo, y a pesar de progreso en inclusión financiera que las tecnofinanzas han logrado, más de tres cuartos de las ruandesas todavía carece de acceso a una cuenta bancaria.

    La falta de acceso a servicios financieros pone a las propietarias de negocios en una desventaja importante. Según el Banco Mundial, las pequeñas y medianas empresas de África cuyas propietarias son mujeres se enfrentan a una brecha crediticia de 42.000 millones de dólares (38.500 millones de euros), lo que limita su capacidad de expansión y creación de empleo.

    Con sus soluciones flexibles, innovadoras y focalizadas, las compañías tecnofinancieras pueden ayudar a cerrar esta brecha. Una de las razones por las que a las mujeres les puede resultar difícil acceder a la financiación es que carecen de un historial financiero o registro crediticio, base de las tradicionales evaluaciones de solvencia. Las tecnofinancieras pueden evitar este problema si recurren a fuentes de datos alternativas, como el uso del teléfono móvil y la actividad en redes sociales, que han demostrado suministrar evaluaciones de solvencia precisas. Obviamente, son enfoques que deben estar respaldados por soluciones robustas de cifrado y privacidad, para asegurar la confianza fluya entre la entidad crediticia y el prestatario.

    Otra barrera común para la inclusión financiera —especialmente en áreas rurales— es la falta de documentación, como carné de identidad o pruebas de domicilio emitidas por el gobierno, exigidas para abrir una cuenta bancaria o acceder a un crédito. Pero las compañías tecnofinancieras sí pueden autorizar que las mujeres obtengan acceso a servicios financieros usando sus teléfonos móviles y aprovechando las tecnologías digitales de verificación de identidad, como la autenticación biométrica.

    En 2020, solo un 37% de las mujeres en el África Subsahariana tenían una cuenta bancaria, en comparación con un 48% de los hombres

    Las compañías tecnofinancieras también pueden desarrollar productos financieros personalizados para gente que suele quedar excluida del sistema financiero formal. Por ejemplo, la empresa ugandesa Ensibuuko, en colaboración con organizaciones comerciales y sin ánimo de lucro, diseñó un innovador sistema de crédito digital dirigido específicamente a agricultores. Puesto que este es el sector en el que están activas la mayoría de las mujeres africanas, iniciativas como esta podrían ser un gran avance para la reducción de la brecha de género.

    Pero para que la industria de las tecnofinanzas siga ampliando y fortaleciendo la inclusión financiera, no solo debe prestar servicios a mujeres, sino también incluirlas. Ello beneficiaría a las mujeres que emplee, a la industria como un todo y a muchos de sus clientes. Por ejemplo, es el doble de probable que una inversora apueste por un negocio dirigido por una mujer que si la decisión recae sobre un hombre y es muy posible que las mujeres estén mejor equipadas para diseñar y prestar servicios tecnofinancieros a clientas mujeres.

    El hecho es que las instituciones en que las mujeres tienen poder sirven de manera más favorable a las mujeres. Y esto es cierto en cualquier sector o servicio: como señala un artículo publicado por Nature recientemente, la ausencia de mujeres en las instancias de diseño de políticas y en la toma de decisiones presupuestarias relacionadas con la atención sanitaria podría ser una de las razones de la subfinanciación de aspectos concretos de la sanidad que afectan especialmente al sexo femenino. Y las tecnofinanzas no son diferentes.

    El desafío ahora será apoyar la participación —y el liderazgo— de las mujeres en el sector de las tecnofinanzas. Desde la sala de juntas o desde los campos de cultivo, las mujeres tienen que estar presentes a la hora de dar forma al futuro de las finanzas africanas.

  • Historia de impacto: fortalecimiento de empleabilidad de mujeres en grandes observatorios astronómicos

    Historia de impacto: fortalecimiento de empleabilidad de mujeres en grandes observatorios astronómicos

    Desde el año 2020 ONU Mujeres y ESO tienen una alianza de colaboración cuyo propósito es promover la participación de mujeres y niñas en las ciencias relacionadas a los grandes observatorios astronómicos, con un foco especial en la Región de Antofagasta por su ubicación estratégica en estas temáticas. A su vez se comprometen a colaborar en la promoción de las áreas de astronomía e ingeniería para contribuir a la disminución de la brecha de género presente en estos sectores. En palabras de Itiziar Gregorio-Monsalvo, astrónoma encargada de la Oficina de Ciencias de ESO “Lo más importante de esta alianza es la unión de fuerzas para el fin común de promover la participación de mujeres en carreras STEM”.

    Daniela es una de las 7 participantes de un programa de capacitación realizado en el marco de esta alianza, el cual entregó formación técnica en coating, o recubrimiento óptico en telescopios para observatorios astronómicos profesionales. Este proceso tuvo una modalidad semipresencial de una duración de 14 semanas, en que las mujeres tenían clases de manera virtual, además de visitas técnicas al Observatorio Paranal en que se desarrollaban las clases prácticas. Paralelamente, recibían un acompañamiento personalizado por parte de tutoras del Programa Tu Oportunidad que trabajaron en su habilitación laboral, desarrollo de habilidades blandas y de liderazgo y una constante motivación para terminar con éxito el programa.

    ESO entregó sin costo un medio digital (Tablet) y conexión a internet por la duración del programa para permitir un acceso regular a los cursos en línea. Además, se apoyó a las mujeres participantes con subsidio para la movilización, un incentivo monetario para la formación y un seguro contra accidentes laborales mientras duró el proceso de capacitación, que fue gestionado gracias a la colaboración con el Programa Mujeres Emplea (UN COVID-19 MPTF)1. Complementariamente, al finalizar la capacitación, se les ofreció la posibilidad de tomar cursos opcionales en línea de nivelación del idioma inglés, impartidos por el Programa Biblioredes.

    Daniela, terminó con éxito un proceso de selección laboral, e ingresó a trabajar en el área de mantenimiento del Observatorio Paranal ubicado en el desierto de Atacama en el norte de Chile. Esta instalación emblemática alberga telescopios de categoría mundial y su mantención es una operación crítica que requiere la coordinación de decenas de personas con una variedad de habilidades para completarla de manera exitosa.

    Esta iniciativa conjunta ha logrado mejorar las oportunidades laborales de las participantes para emplearse en áreas en donde hay una mayor participación de hombres y el trabajo de mujeres es menos visibilizado. En palabras de Daniela, “las mujeres tenemos mucho que aportar a la ciencia, pero nos faltan oportunidades y espacios de formación como este, que nos lleven a un nivel más avanzado y nos permitan participar laboralmente en áreas como la astronomía que en general han estado lideradas por hombres».

    mujeres-en-grandes-observatorios-astronómicos---IMG-WEB-02.png
    Foto: European Southern Observatory

    Alianzas para el cambio

    El Observatorio Europeo Austral, es la principal organización intergubernamental de astronomía de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. ESO proporciona instalaciones de investigación de última generación a astrónomos y astrónomas, y cuenta con el apoyo de Austria, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, los Países Bajos, Polonia, Portugal, Suecia, Suiza y el Reino Unido, junto con Chile como estado anfitrión.

    ESO es la organización intergubernamental de ciencia y tecnología de mayor importancia en astronomía. Lleva a cabo un ambicioso programa orientado al diseño, construcción y   operación   de   potentes   instalaciones de observación astronómica instaladas en tierra, proporcionando así las herramientas necesarias con el fin de que la astronomía logre importantes descubrimientos científicos. ESO también cumple un importante papel tanto en la difusión como en la organización de la cooperación en investigación científica.

    ESO opera en tres sitios, únicos por su calidad para la observación, ubicados en el Desierto de Atacama chileno: La Silla, Paranal y Chajnantor.

    ESO y ONU Mujeres firmaron un Memorándum de Entendimiento en enero de 2020 con el propósito de colaborar en la promoción de la igualdad de género en el campo STEM en América Latina y el Caribe, con el objetivo de aumentar la participación de las mujeres en Astronomía e Ingeniería y conectar a las mujeres con las actividades de Investigación y Desarrollo de última generación llevadas a cabo en instalaciones de investigación únicas como las que opera ESO. Uno de los objetivos específicos de esta colaboración es explorar oportunidades para empoderar económicamente a mujeres a través de capacitación y educación, especialmente en la Región de Antofagasta.

    Fundación Emplea, institución implementadora del Programa Tu Oportunidad, realizó mentorías personalizadas y competencias laborales propias, así como también confianza y autoestima.

    Programa Tu Oportunidad – Second Chance Education

    El Programa Tu Oportunidad – Second Chance Education de ONU Mujeres entrega una solución integral para aquellas mujeres que, por distintas razones, no han podido completar su educación formal y se encuentran en una situación vulnerable en términos de empleo y oportunidades laborales. ONU Mujeres, en alianza con la Fundación BHP, implementa esta iniciativa en 6 países paralelamente: Camerún, Jordania, India, México, Australia y Chile. Desarrolla – a nivel local, nacional y global- un sistema sostenible de empoderamiento de mujeres, que fomenta el retorno a la educación formal, el acceso al trabajo y el desarrollo de emprendimientos, a través de alianzas multisectoriales.

     


     

    1. Proyecto interagencial de respuesta inmediata para la Reintegración Económica de Mujeres en Chile financiado por el Fondo de socios múltiples de las Naciones Unidas en respuesta al COVID19.

  • Van casi 7 mil medidas de protección a mujeres en CDMX desde enero

    Van casi 7 mil medidas de protección a mujeres en CDMX desde enero

    El Poder Judicial de la Ciudad de México emitió 6 mil 944 medidas de protección a favor de mujeres víctimas de violencia, del primero de enero al 22 de junio de este año, informó la consejera de la Judicatura local, Emma Campos Burgos.

    Detalló que, de esas medidas emitidas por los juzgadores, 6 mil 70 están previstas en las leyes de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, tanto federal como local, y 874 en el Código Nacional de Procedimientos Penales.

    En el primer caso, las más concedidas fueron la prohibición a la persona agresora de intimidar o molestar a la mujer en situación de violencia, con mil 652; la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima con mil 273, y la prohibición para asistir o acercarse al domicilio de la víctima directa o indirecta con mil 105.

    Mientras que, de las 874 emitidas por los impartidores de justicia contenidas en el Código Nacional de Procedimientos Penales, 402 fueron la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima u ofendido; 395 de limitación para asistir o acercarse al domicilio de la víctima u ofendido o al lugar donde se encuentra, y 77 de separación inmediata del domicilio.

    Recordó que en un contexto de violencia de género y cultura machista que ha existido desde tiempos inmemoriales en el país, el PJCDMX realiza además diversas acciones tendentes a visibilizar la importancia del rol de las mujeres en la sociedad, así como a identificar y erradicar toda forma de agravio en contra de ellas.

  • 4 micromachismos que las mujeres enfrentamos todos los días

    4 micromachismos que las mujeres enfrentamos todos los días

    Se entiende a los “micromachismos” como muestras de violencia sutiles en la vida cotidiana que suelen pasar desapercibidas y que perpetúan la brecha entre mujeres y hombres.

    Entre las más comunes y de las que casi toda mujer ha sido testigo están, por ejemplo, cuando en un restaurante al hombre le ponen el alcohol más fuerte sin preguntar, o cuando le pasan la cuenta, también sin preguntar. Algo similar sucede en las discotecas, donde las mujeres pagan menos y hasta entran gratis, reproduciendo el sistema de cazador/presa y tratando a las mujeres como un servicio más del local.

    A continuación, cuatro ejemplos de “micromachismos” comunes que se han difundido en redes sociales:

    1. Mansplaining

    Este concepto se trata de esa típica escena en que tú, mujer, estás hablando de un tema que conoces con propiedad, pero ante tu seguridad un hombre incrédulo cuestiona tu conocimiento e intenta iluminar tu discurso con su sabiduría.

    Un ejemplo: en septiembre, Jessica Meir publicó en Twitter un video con un experimento sobre cómo hierve espontáneamente el agua en el espacio. Enseguida, un usuario le quiso dar una lección de física. El detalle: ella es astronauta de la NASA y estaba fuera de nuestra atmósfera haciendo esa investigación.

    ¿Te imaginas a un hombre explicándole a una mujer cómo es el dolor del parto? Eso es el “mansplaining”.

    2. Gaslighting

    Este concepto consiste en hacerle creer a una mujer, de forma muy sutil, que está loca. A veces simplemente por quejarse o manifestarse en contra de la idea que da un hombre. El término proviene de una obra teatral de 1938, “Gas Light”, en la que un marido intenta convencer a su esposa y a otros de que está loca.

    Lamentablemente, sociedades machistas como la nuestra han interiorizado que un hombre rudo es eso, una persona con carácter. Pero una mujer con carácter es asociada con locura.

    3. Manterrupting

    Un término inglés que intenta definir la interrupción innecesaria del discurso por parte de un hombre a una mujer. El manterrupting es una auténtica plaga de señores sin complejos y sin vergüenza, encapsulados en ese “déjame interrumpir tu conocimiento experto con mi confianza en mí mismo”.

    En la película “The Post”, una escena lo ilustra a la perfección: Katharine Graham (Meryl Streep), para evitar disgustos en esas reuniones plagadas de ‘manterrupters’, hace memorizar a un subordinado masculino sus propias ideas para que después él las verbalice y así pueda tener el beneplácito y aceptación del resto de presentes.

    4. Bropiating

    Se trata de ese momento en que tienes una idea, la aplicas y un hombre se lleva los créditos de la iniciativa.

    Sucedía en el siglo XIX: casi ninguna mujer aparecía en la historia, a pesar de que, muchas de ellas habían contribuido a grandes descubrimientos. Y sigue sucediendo hoy.